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Tesoro de la Juventud
TAPETE DE CHIMENEA CON APLICACIONES
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Tesoro de la juventud
TAPETE DE CHIMENEA CON APLICACIONES Del libro de los juegos y pasatiempos AL trabajo que se ejecuta, colocando una tela recortada encima de otra, se llama de aplicación. Es una de las variedades del bordado, y un sistema excelente para introducir en un modelo una figura o ana flor de color distinto, ahorrándonos el trabajo que representaría cubrir aquel mismo espacio con innumerables puntadas para obtener el mismo fin. Vamos a hacer un tapete de tela blanca para la chimenea, adornado con aplicaciones de color. Ante todo necesitamos un metro y medio de tela blanca o de color crema, si así lo preferís; 25 centímetros de tela verde y 25 centímetros más de tela de color pardo para las aplicaciones. Bordaremos en el tapete una colección de barca! que se hacen a la mar con la vela desplegada. Las velas que hincha el viento serán de color pardo, y verdes las embarcaciones. El matiz pardo ha de ser bastante claro, como de café con leche y el verde como las hojas tiernas de los árboles. Vamos a recortar la forma de las barcas y de las velas con las telas parda y verde y aplicarlas en la tela crema, con seda de bordar. Pero primero hemos de cortar el tapete, adaptándolo a la forma de la chimenea, dejándole unos 30 centímetros por delante y a ambos lados para que cuelgue. Se hace alrededor del tapete un primoroso dobladillo de 3 centímetros de ancho con una aguja fina e hilo blanco, procurando que sean muy chiquitas las puntadas porque sería muy feo que se vieran. El bordado se ejecuta en la parte que cuelga por delante. Para que no resbale el tapete puede asegurársele con un par de puntas de París, pero si la chimenea es de mármol o de hierro habremos de contentarnos con el reloj, candelabros u otros adornos, cuyo peso impedirá seguramente resbalar al tapete. Luego copiaremos en una hoja blanca el barquito del grabado número 2, pero dibujándolo de doble tamaño. Este dibujo nos servirá de patrón para cortarla tela. Cinco barquitos serán suficientes, si no es muy grande la chimenea; uno en el centro y dos a igual distancia en ambos lados. Entre las embarcaciones puede dejarse un espacio de 8 centímetros aproximadamente, si e; tapete es chiquito, y de 10 a 12 centimetros si es mas largo. Deben aplicarse a una distancia de 5 centímetros aproximadamente del dobladillo. Ante todo planchad las telas verde y parda, procurando que os queden bien lisas, y luego cortadlas, con muchísimo cuidado colocando el patrón encima. Habéis de recortar cinco botes con sus cinco velas. Las tijeras han de ser afiladas para esta operación y os han de quedar muy lisos e iguales los bordes. Colocando la barca sobre la tela verde, como en el primer grabado, la sujetaremos en el centro con un alfiler y la hilvanaremos con algodón a cierta distancia del borde, recortándola después. Lo mismo haréis para la vela, procurando que esté completamente lisa. Ya tenemos una embarcación completa que podemos bordar en el tapete. Esta labor se ejecuta con seda flor, de iguales matices que la tela, pero al
bordar las barquitas hemos de trocar los colores, esto es, emplear la seda verde para las velas pardas, y la de color pardo para las embarcaciones verdes. El punto que se emplea para este bordado nos lo enseña claramente el grabado número 2. Es el que se llama al realce, y hemos de procurar que queden muy juntitos las puntadas, para que no se vea el borde de la tela aplicada al tapete. Además, han de tener la misma anchura en toda la labor; unos 40 milímetros, y ha de ser muy primoroso el trabajó. La aplicación no ha de quedar de ningún modo encogida ni que se pueda mover; pero esto no sucederá, si tomáis las precauciones que os hemos indicado. Cuando estén bien sujetas las aplicaciones, podéis dibujar en la tela crema del fondo los cabos y mástiles que veis en el grabado, valiéndoos para ello de un lápiz y una regla. Bordadlos luego por medio de cordoncillo, que ha de ser muy primoroso. Debéis hacer los puntos muy menuditos y tener presente que cada uno de ellos ha de empezar exactamente allí donde el anterior termina. Es el único medio para obtener que el cordoncillo forme una línea enteramente recta. Se hace con seda de color pardo, pero no de derecha a izquierda, como el dobladillo, sino para arriba, según muestra el grabado número 4. Después de haber hecho un nudo en el cabo de la seda se saca la aguja por el sitio donde se ha de empezar el cordoncillo, y allí se da una puntada de unos 40 milímetros, volviendo a sacar la aguja por el centro de este punto. Haced luego otro punto de la misma longitud, manteniéndoos siempre en la línea trazada, sacando la aguja por allí donde terminó el primer punto. Es tan sencilla la forma de la bandera, que seguramente no hallaremos ninguna dificultad en copiarla del modelo, también con el lápiz. Se borda primorosamente con seda escarlata, pero no sólo el contorno, sino toda la banderita. Es muy fácil dibujar la línea que representa la proa de la embarcación. Como veis, forma una ligera curva hacia el centro. Se borda lo mismo que los mástiles y cabos. Al terminar la labor se plancha del revés con una plancha caliente, colocándola sobre una franela y apretando bastante. Resultan muy bonitas las aplicaciones en los cortinajes, tapetes para la mesa, etc., y en general en todas estas prendas de grandes dimensiones usadas para el decorado de una habitación. Por ejemplo, unos hermosos cortinajes verdes producirían el más lindo efecto adornados con una orla de grandes y rojas amapolas, recortadas en tela de aquel color y bordadas alrededor con lana negra. El centro y los estambres de la flor se bordan también de negro. Cada amapola debería tener unos 18 ó 2o centímetros de diámetro, y distar 5o centímetros del dobladillo del cortinaje, colocándolas en línea recta en la parte inferior. Las amapolas se tocan unas a otras y su conjunto forma una lindísima orla. En el grabado número 3, tenemos una de esas amapolas para el caso en que nos decidamos a adornar con ellas un tapete de mesa o un cortinaje. También podemos emplearlas para el tapete de chimenea, y en cualquiera de estos casos debemos dibujar mucho más grandes las flores para que este dibujo nos sirva de patrón. Fijaos en que la amapola está comprendida dentro de un cuadrado: trazando, pues primeramente este cuadrado el dibujo de la flor será muy fácil y resultará del todo correcto. Como complemento de la labor haremos alrededor del borde, en el tapete de chimenea, una línea de puntitos, cada uno de los cuales se compone de tres puntos que se tocan, como se ve en el grabado número z. Lo mismo se puede hacer en el tapete de mesa. En el segundo grabado vemos cómo se hacen estos puntitos; entre cada grupo de tres no se corta la seda sino que se hace pasar por debajo.
Modo de ejecutar el bordado en el modelo.
3. Modelo de las amapolas.
4. Cordoncillo. ________________________________________ W. M. JACKSON Inc., Editores
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