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Tema 2 La Edad Media 1. El Mester de Juglaría y la épica medieval. 2. El Mester de Clerecía. 3. La poesía culta en el s XV: Jorge Manrique. 4. El Romancero. 5. La Celestina
1.El Mester de Juglaría y la épica medieval.
1.1 El Mester de Juglaría. Los juglares eran verdaderos profesionales del espectáculo, que recorrían pueblos, cortes, castillos, etc. recitando o cantando poemas, con el acompañamiento de instrumentos musicales. Los juglares de gesta estaba especializados en narraciones de hazañas guerreras o hechos heroicos y los juglares de lírica, más cultos, divulgaban las canciones de los trovadores. Al “oficio” de juglar se le llamó Mester de Juglaría.
1.2 La poesía épica y los cantares de gesta. Los cantares de gesta son relatos en verso en los que se exaltan sucesos históricos y legendarios en torno a un héroe, que representa los valores de un pueblo o una colectividad. En Castilla, probablemente ya en el siglo X, los juglares recitaban cantares de gesta, anónimos, desaparecidos a causa de su oralidad. Debido a su transmisión esta literatura ha experimentado continuas reelaboraciones y ha sido considerada como obra de la colectividad. La épica cumple una función informativa: da a conocer a un público iletrado fragmentos gloriosos de su historia; propone además un modelo de héroe a la colectividad (exalta las virtudes guerreras, caballerescas, aristocráticas) y sirve además de distracción y deleite para un público muy heterogéneo (todos los estamentos de la sociedad medieval).
1.3 La épica castellana. De la épica castellana se conservan sólo tres cantares: un fragmento del Cantar de Roncesvalles (S.XIII), un fragmento de Las mocedades de Rodrigo (S.XIV), y el Cantar de Mío Cid, prácticamente completo. El resto se ha perdido, si bien dejaron sus huellas al ser prosificados en las crónicas históricas.
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1.4 El Cantar de Mío Cid. Entre los cantares de gesta que han llegado hasta nosotros, el más antiguo de los conservados y el de mayor calidad literaria es el Cantar de Mío Cid. Figura en un único manuscrito copiado en el siglo XIV por un tal Per Abbat, consta de 3730 versos.
1.5 Problemas de fecha y autoría Existen varias teorías acerca de su autoría. Menéndez Pidal defendió la existencia de dos autores, ambos de la provincia de Soria: un juglar de San Esteban de Gormaz, que debió de escribir en fecha cercana a los hechos (h. 1110), y otro de Medinaceli, que completaría la obra, introduciendo elementos novelescos y algunas inexactitudes históricas (h. 1140). Las últimas investigaciones consideran que la obra fue compuesta por un único autor, poeta culto o quizás jurista, que habría compuesto su obra por escrito a finales del XII o principios del XIII y la habría dado a los juglares para que la difundieran.
1.6 Argumento y partes del poema El Cantar de Mio Cid narra algunos episodios de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador. Atendiendo al argumento Menéndez Pidal dividió la obra en tres partes: El cantar del destierro, el cantar de las bodas y el cantar de la afrenta de Corpes.
El cantar del destierro: El Cid es desterrado y abandona Castilla sin enfrentarse al rey Alfonso VI. Llega a Burgos, nadie se atreve a darle asilo por temor a las represalias. Se dirige al monasterio de Cardeña, donde se despide de su mujer y de sus hijas. Muy pronto comienza su actividad guerrera contra los moros y consigue sus primeras conquistas. Envía mensajeros al rey con regalos y le reitera su fidelidad.
El cantar de las bodas: El Cid conquista Valencia y envía un nuevo presente al rey, con la petición de que le deje reunirse con su mujer y sus hijas, a lo que el soberano accede. Éstas llegan a Valencia y son recibidas con todos los honores. Los infantes de Carrión solicitan en matrimonio a las hijas del Cid. Ante la proposición real, el Cid, receloso, acepta. Alfonso VI reconoce su error al haber desterrado a su vasallo y perdona al Campeador. Se celebran las bodas de las hijas del Cid y los Infantes de Carrión.
El cantar de la afrenta de Corpes: Los Infantes de Carrión, que no pueden resistir las burlas de que son objeto por culpa de su cobardía, deciden deshonrar al Cid y se vengan en sus hijas, a quienes maltratan en el robledal de Corpes. El Cid pide justicia al rey, que convoca Cortes en Toledo. Los de Carrión son vencidos en combate ante Alfonso VI. El rey da en matrimonio a las hijas del Cid a los Infantes de Navarra y Aragón.
1.7 Temas y personalidad del Cid literario El tema principal es la recuperación del honor perdido en dos vertientes: el honor social, como vasallo debido a su destierro y el honor personal, como padre injuriado por el
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comportamiento vejatorio de los Infantes de Carrión. El ascenso social del héroe y el restablecimiento de su honor quedan bien patentes: se inicia la obra con el Cid desterrado injustamente por el rey, lo que lo convierte en un proscrito, para conseguir su rehabilitación y su ascenso personal lucha y gana batallas y riquezas; finalmente las segundas nupcias de sus hijas con los Infantes de Navarra y Aragón emparentan al Cid con los reyes de España.
El protagonista absoluto de la obra es el Cid, en él aparece representada la suma de los valores positivos del héroe medieval, aunque humanizado e individualizado. Por un lado es un guerrero valiente, con gran capacidad de mando, excelente estratega; pero también es un hombre sensible, amoroso padre, y buen esposo; es íntegro en un sentido cristiano, feudal y social.
1.8 Historicidad Su historicidad es notable si lo comparamos con otros cantares de gesta franceses, alemanes y alguno castellano. Relata una parte de la biografía de un personaje histórico, Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, que vivió entre 1043 y 1099. Pertenecía a la nobleza más baja y logró ascender socialmente por medio de las batallas y la conquista de tierras a los musulmanes. Sin embargo, no es totalmente verdad histórica lo que nos relata, hay en el Cantar mucho de mito, de legendario sobre una base real.
2. El Mester de Clerecía en el siglo XIV: El Arcipreste de Hita
El siglo XIV fue testigo de una importante crisis general que hizo tambalear los valores y las bases económicas, políticas y religiosas de la Edad Media. La crisis demográfica fue provocada por las malas cosechas, la escasez de alimentos y el hambre. Esta carestía facilitó la propagación de las epidemias, entre las que se destaca la peste negra, y el descenso de la población fue inmediato. La nobleza, que pugnaba frente a los monarcas y al clero por mantener una hegemonía política, terminando en más de una ocasión en una guerra civil. El único reducto donde los ciudadanos buscaban una explicación a tantos acontecimientos negativos, la religión, también sufrió uno de sus cismas más importante, con la división de la iglesia entre dos Papas, uno en Roma y otro en Avignon, y hasta un tercero en territorio español, como fue Pedro de Luna. En este siglo, donde la vida cotidiana era una auténtica aventura, aparece una literatura de carácter fundamentalmente doctrinal y moralizador, si bien también se escribe una obra de profundo carácter optimista y vitalista, como el LBA.
2.1.
Juan Ruiz y el LBA. Intencionalidad.
La figura más destacada del Mester de Clerecía en el S.XIV es Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. Sabemos muy poco de su vida, probablemente nació en Alcalá de Henares a finales del siglo XIII, fue Arcipreste de Hita (Guadalajara) y escribió el Libro de Buen Amor.
El Libro de Buen Amor es un extenso poema de más de 7000 versos, compuesto en la primera mitad del siglo XIV; refleja una nueva mentalidad: la valoración del bienestar material y
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los placeres de la vida cotidiana; una visión mucho más realista y práctica de la existencia, propia de la burguesía. El objetivo del autor al escribir el libro no queda claro; la ambigüedad aparece ya en el mismo prólogo, en el que nos dice que quiere prevenir contra el “loco amor”, pero que si algunos no desean hacerlo y “quisieren usar del loco amor, aquí hallarán algunas maneras para ello”. En conjunto, lo que llama la atención en el Libro de Buen Amor es que aparece por primera vez una actitud irónica y vitalista en una obra culta. Detengámonos en este punto tan llamativo: el autor nos presenta actitud nunca vista en la literatura medieval, dado el papel moralizador de la Iglesia, es decir no intenta moralizar ni adoctrinar; se trata de un clérigo que presenta siempre la realidad en sus múltiples caras, es decir, una realidad y su contraria, dejando al lector a su libre albedrío y sin ocultar las bondades de los placeres terrenos: Buen Amor
Loco Amor
Cuaresma
Carnaval (con las connotaciones que conllevan)
Belleza espiritual
Belleza corporal
2.2. Estructura y contenido. La obra está formada por un cúmulo de cosas distintas, unidas por un leve hilo argumental: la vida de Juan Ruiz en busca de aventuras amorosas. Para ello, a veces recurre a intermediarias o alcahuetas como Trotaconventos. Esta autobiografía ficticia se interrumpe constantemente con la introducción de cuentos -llamados ejemplos, composiciones líricas (a la Virgen, serranillas…), una batalla alegórica entre don Carnal y doña Cuaresma (parodia de las batallas épicas), digresiones morales (sobre el vino, sobre la confesión…) y composiciones burlescas como el elogio a la mujer pequeña o satíricas como el poema sobre el poder del dinero. El poema está escrito casi en su totalidad en cuaderna vía, estrofas de cuatro versos de 14 sílabas monorrimos.
2.3. Métrica y estilo. Estróficamente, el Libro de Buen Amor no es tampoco uniforme;. Emplea además en sus composiciones líricas otras estrofas de arte menor, típicas de la poesía popular, como el zéjel. En cuanto al estilo, se caracteriza por su riqueza y variedad. Encontramos el registro culto y el coloquial; usa un léxico muy amplio y de enorme plasticidad, con expresiones pintorescas y afectivas, refranes y giros populares que reflejan la variedad del habla urbana del siglo XIV.
2.4. Originalidad. Lo más novedoso del Libro de Buen Amor es la mezcla de elementos aparentemente contradictorios: la religiosidad y el vitalismo profano; el tono serio, incluso grave, junto al aire divertido y burlesco de algunas parodias, la narración junto con los fragmentos líricos, la observación personal y las influencias literarias más diversas, lo popular y lo culto…, con tal acierto que podemos afirmar que se trata de uno de los más importantes y originales autores de la Europa medieval.
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3.
La poesía culta en el siglo XV: Jorge Manrique
3.1. La poesía culta en el siglo XV La poesía del siglo XV se caracteriza por el elevado número de poetas representados en los cancioneros (colecciones de poemas de uno o de diversos autores), que dan nombre a la poesía culta de la época, conocida como poesía cancioneril o de cancionero. Entre ellos destacan: el Cancionero de Baena, el Cancionero de Estúñiga, el Cancionero de Palacio y el Cancionero General de Hernando del Castillo. Paulatinamente, el castellano empieza a ser utilizado como lengua predominante de la lírica culta; hasta entonces, desde Alfonso X el Sabio, los poetas castellanos habían preferido el gallego-portugués.
3.1.1. Poesía amorosa Uno de los principales temas de esta poesía es el amor. Bajo la influencia de la poesía trovadoresca provenzal y de la lírica galaico-portuguesa, desarrolla el tema del amor cortés,1 concebido como un servicio que el caballero ofrece a su dama sin esperar recompensa. Es una lírica refinada, muy elaborada, artificiosa y llena de juegos de ingenio. Formalmente, destaca por un abundante uso de recursos literarios ( hipérboles, antítesis, paradojas, metáforas y alegorías). El amor cortés tiene un desarrollo significativo en el s. XV, cuando aparece derivado de la corriente petrarquista. Se trata de un amor formalizado en reglas: la dama se identifica con el señor; el amante con el vasallo y el amor con el servicio. El amor cortés no es desde luego un amor conyugal sino adúltero, y sin duda la vía de escape de la falta de auténticas relaciones amorosas en el matrimonio.
Dezís: " casemos los dos, porque deste mal no muera". Señora no plega a Dios, syendo mi señora vos, cos haga mi compañera.
3.1.2. Poesía didáctico-moral Junto a la poesía amorosa, se desarrolla la Poesía didáctico-moral, de tono elevado y solemne, en el que las alusiones eruditas y el lenguaje latinizante refleja el interés creciente por el mundo clásico y por los autores italianos: Dante, Petrarca y Boccaccio. Su temática es filosófica y moral.
Dentro de la poesía de cancionero destacan autores como Juan de Mena, el Marqués de Santillana y, especialmente Jorge Manrique.
3.1.3. Poesía satírica 1
Frecuentemente se trata de un amor frustrado, el poeta expresa su sufrimiento por el desdén o la separación de la amada. La poesía amorosa se centra en la descripción pormenorizada de los sentimientos, deteniéndose en los efectos que provoca en el amante, sin embargo en muchas ocasiones se trata de un mero pretexto para mostrar el ingenio de los poetas.
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La situación de Castilla en el s XV, en especial durante los reinados de Juan II y Enrique IV está marcada por el ya conocido conflicto entre Monarquía y Nobleza, por el estado casi continuo de guerra civil y por la crisis del feudalismo. Todo ello hace que surja, potente y agresiva, una literatura de protesta que ataca directamente a los causantes de los males, es decir, a la oligarquía aristocrática e incluso a los propios reyes. Toda esta poesía es octosilábica, la más popular, lejos de las técnicas elitistas del arte mayor. Ello es un índice de querer llegar a un público muy extenso, receptor de un mensaje de crítica social y política. Las Coplas de la Panadera narran la primera batalla de Olmedo (en que las tropas de Juan II y de don Álvaro vencen a la nobleza) de forma bien irónica; al final salen malparados los de uno y otro bando: Pueden leerse algunos breves y sardónicos retratos de nobles y eclesiásticos: de don Alonso Carrillo, arzobispo de Toledo, se cuenta que sufrió las consecuencias de su miedo de tal modo ...que a los sus paños menores fue menester lavandera. Don Pedro Fernández Velasco, camarero mayor del rey Juan y conde de Haro ...amarillo como cera, tan grandes pedos tiraba que se oían en Talavera. Las Coplas del Provincial son un violento poema anónimo en que se pasa revista maligna a los grandes castellanos, desde Enrique IV para abajo. Tras la ingenua alegoría de una convento de frailes y monjas que recibe la visita de inspección del provincial de la orden, los señores de Castilla son acusados de cornudos, sodomitas, judíos, incestuosos; las mujeres aparecen como adúlteras o rameras. El poema haciéndose eco de los rumores señala las relaciones sexuales que unían a Beltrán de la Cueva, conde de Ledesma y muy posiblemente padre de la princesa Juana la Beltraneja, con el rey Enrique IV y con la segunda mujer de éste, doña Juana (la infanta aludida en el poema es la hermana del rey, la futura Isabel la Católica) ...y es pública voz y fama que jodes personas tres: a tu amo y a tu ama y a la hija del marqués; jodes al rey y a la reina, jodes las tres Badajoces, y todo el mundo se espanta como no jodes la infanta.
3.2. Jorge Manrique y su obra 3.2.1 Biografía de Jorge Manrique (h. 1440. – 1479)
Jorge Manrique nació probablemente en Paredes de Nava (Palencia) hacia 1440. De ilustre linaje, su padre, Conde de Paredes de Nava, era maestre de la Orden de Santiago y uno de los hombres más poderosos de su época. Desde muy joven Manrique tomó parte activa en la vida de la Corte castellano-leonesa, se tienen noticias de su intervención en las intrigas y luchas en defensa de la causa de los Reyes Católicos, y en concreto, de doña Isabel en su disputa por el trono frente a la Beltraneja. Fue hombre de armas y de letras, su inclinación hacia la literatura parece provenir de su tío, Gómez Manrique, famoso poeta y autor dramático.
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La vida de Jorge Manrique fue breve, tras ser herido en el asalto al castillo de Garci-Muñoz, falleció en 1479 en Santa María del Campo (Cuenca).
3.2.2 Producción literaria
Jorge Manrique desarrolló una poesía cortesana, compuesta para ser cantada, leída o recitada en la corte, concebida como un juego de ingenio. De reducida extensión, se conservan cuarenta y nueve poemas de diversa temática (amorosa, burlesca y moral), aunque es posible que escribiera algunos más.
● Poesía amorosa: el mayor número de composiciones pertenece a esta temática, no muestra en ella originalidad, verdadero sentimiento, sino que desarrolla los tópicos propios del amor cortés, corriente literaria dominante en la poesía del siglo XV.
Si Manrique sólo hubiera compuesto poesía amorosa, hoy no pasaría de ser uno de tantos poetas de cancionero, su fama se debe a las Coplas.
● Poesía burlesca: se limita a tres poemas en los que sigue Manrique la tradición de las cantigas de escarnio y maldecir, propias de la poesía de cancionero.
● Poesía moral: destacan sus famosísimas Coplas a la Muerte de su Padre. 3.2.3. Coplas a la muerte de su padre Se trata de una una colección de 40 coplas dobles de pie quebrado, elegía compuesta al morir don Rodrigo Manrique en 1476. No es solamente un lamento por la muerte de un ser querido, sino también una profunda reflexión sobre la vida, el tiempo y la muerte. Métricamente la obra está compuesta por 40 coplas dobles de pie quebrado2, cuya fórmula métrica es: 8a 8b 4c 8a 8b 4c; 8d 8e 4f 8d 8e 4f. Estrofa que ha pasado a denominarse “copla manriqueña”.
Estructura: Las Coplas suelen estructurarse en tres partes, en una progresión temática que va de lo general a lo particular.
1ª parte: (Copla I-XIII) Parte más filosófica. Reflexión general sobre la fugacidad de la vida, la vanidad de todo lo terreno y la igualdad de todos ante la muerte. 2ª parte: (Copla XIV-XXIV) Se ejemplifican los aspectos tratados en la primera parte, se trata de una evocación emotiva y nostálgica del pasado reciente, ya desaparecido. Tópico literario: Ubi sunt?
El pie quebrado, regularmente tetrasílabo, se convierte en pentasílabo en algunas coplas.
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3ª parte: (Copla XXV-XL): Aparece la figura del padre, menciona sus virtudes y hazañas pasadas, su resignación cristiana y su serenidad ante la muerte, con la que establece un sosegado diálogo.
Principales temas: ● El Tiempo es uno de los temas más ampliamente desarrollados, aparece unido a la idea de fugacidad y por tanto al tópico “Tempus fugit”. ● La Muerte: tema obsesivo a finales de la EM, Manrique no la presenta como algo macabro o tétrico (como era habitual en las Danzas de la Muerte), sino como el fin natural de toda vida, además es la “gran igualadora”, puesto que pasan por su rasero todas las clases sociales. Al presentarse ante su padre para afrontar el duro trance que le espera, éste mantendrá un diálogo tranquilo, sosegado, con la Muerte y la aceptará con resignación cristiana.
● El Mundo y su caducidad: El mundo es un lugar de paso, provisional, donde el hombre tiene la oportunidad de conseguir la salvación de su alma. Para ello debe comprender que es necesario desdeñar lo terrenal, pues es caduco e inconsistente, pues está sometido a la acción del tiempo, la fortuna y la muerte. Tópicos: Vanitas vanitatis, Ubi sunt...
● La Fortuna: Se la representa como una rueda inestable y caprichosa que reparte la felicidad y la desgracia. Su naturaleza mudable es un motivo más para que el hombre rechace los bienes del mundo. Tópico: “Fortuna mutabile”.
● La Fama: Manrique formula la teoría de las tres vidas: la vida terrena, la vida eterna y la vida de la fama. Tema característico del siglo XV, que para el autor consiste en la memoria ejemplar que los que mueren dejan en los que quedan.
4. El Romancero.
4.1. Origen de los romances Los romances son composiciones en versos octosílabos que riman de forma asonante los pares y quedan sueltos los impares: 8- 8a 8- 8a 8- 8a ... El género romancístico surge por la decadencia del género épico, a causa de la descomposición del feudalismo. Los largos poemas épicos se fueron desmembrando en formas más breves. Al comienzo, los romances eran de dieciséis sílabas, con rima asonante y divididos en dos hemistiquios; más tarde se tendió a recitar estos hemistiquios como versos separados, de forma que la primera parte de cada verso originó los impares sueltos, quedando los pares con rima asonantada.
4.2. Características temáticas En cuanto a sus características temáticas hay que decir que los romances nunca pretenden moralizar ni aconsejar, como solía ocurrir en las obras medievales; los hechos se
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presentan como son y nada más. Lo mismo ocurre con la intensa carga emocional que contienen, ya que nunca es desarrollada líricamente. Por otro lado el desenlace trágico es bastante común, y hasta en los temas de mayor trascendencia para la historia sólo se tratan los temas de ámbito personal (cf. Romance del “Nacimiento de Bernardo”, pág 118 Díaz Roig). En los romances hay ausencia total de connotaciones religiosas. En el romancero los héroes no aparecen como personajes infalibles, sino como seres que se equivocan, cuyas esperanzas se volatilizan y el amor o el diálogo como únicas vías de escapar ala soledad resultan inalcanzables. Prevalece en los héroes del romancero la soledad, la angustia, el miedo, la frustración, la falta de comunicación humana. Son héroes fragmentados, solitarios, distintos a los héroes medievales (leer romance del Rey Rodrigo). Todo esto está en consonancia con algunos recursos formales. A saber: no es casual que los romances terminen de forma brusca o cortada; ello corresponde a una realidad social dada: la del final dela Edad Media, en que el feudalismo se está fragmentando y desapareciendo. En resumen la historia del romancero es la historia del ser humano en un momento de crisis religiosa, política, social y económica. Es ya la historia de hombres y mujeres modernos.
4.4. Clasificación de los romances Tradicionales o históricos (derivados de los cantares de gesta)
Viejo
Históricos Fronterizos Juglarescos Ciclos carolingio y bretón Novelescos Líricos
Romancero
Nuevo
Son romances de autores cultos y se dan a partir de mediados del siglo XVI.
4.3. Características formales El romancero, dentro de una enorme variedad, tiene unas características inconfundibles.
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a) Su estilo es enormemente sencillo, sin que proliferen los recursos estilísticos. b) Es parco en la adjetivación. c) Presenta ausencia de elementos fantásticos o maravillosos, contrariamente a lo que ocurre en la novela de caballerías, que también se da en este tiempo. d) Hay con frecuencia repeticiones de palabras y paralelismos, que aportan intensidad lírica. e) Los diálogos son rápidos, lo que produce un movimiento casi dramático, es decir, a veces nos parece que estamos ante una obra de teatro. Esto viene apoyado por el uso del estilo directo (el personaje se presenta en escena sin recurrir a ninguna presentación previa). f) Fragmentarismo. Como sabemos los romances proceden de la fragmentación de los cantares de gesta y nos presentan sólo la parte esencial del episodio que nos quieren contar. Esto da lugar a que comiencen en la forma denominada “in medias res” y acaben bruscamente: Con cartas sus mensajeros El rey al Carpio envió; Bernardo, como es discreto, de traición se recaló; las cartas echó en el suelo y al mensajero habló... En este pasaje no se dice quién es el rey, ni quién es Bernardo, ni la causa del enfado de éste. La leyenda de apoyo se ha omitido porque el romance se sirve a sí mismo.
5. LA CELESTINA.
5.1. Interpretación de La Celestina. La lucha del individuo frente a la sociedad: dignidad, amor y diálogo. El argumento de la obra no puede ser más sencillo. En su interpretación, la crítica formalista se ha visto inquietada por el hecho de que Calisto y Melibea, jóvenes y ricos, no piensen jamás en el matrimonio, solución "normal" desde el punto de vista moral para sus afanes. Pero ello es sólo la base anecdótica sobre la que Rojas construye su obra, la verdadera esencia de la obra es el enfrentamiento del individuo con su ambiente social, la continua lucha de la que habla Fernando de Rojas en el prólogo a la Tragicomedia.
Los personajes celestinescos son conscientes del valor de sí mismos como personas, de su importancia y su dignidad, y están enfrentados por su condición social; Rojas permitió a los miembros más vulgares de la sociedad, obrar, sentir, pensar y hablar como si fueran “alguien”. Pero una cosa es lo que los personajes piensan, aquello de lo que tienen conciencia, y otra lo que pueden hacer con sus vidas, atrapados como están en un callejón sin salida.
No conviene olvidar que La Celestina es radicalmente una obra pesimista, basada en la idea preestablecida de que el mundo se gobierna por la mano del destino, en la cual los hombres son meros peones sin capacidad de decisión. Rojas nos señala cómo, a pesar de los muchos esfuerzos que hacen los personajes para alcanzar sus propósitos, el mundo les depara lo opuesto a lo que buscan, es decir, ellos querrían ser de un modo pero tienen que ser de otro. En este sentido se puede afirmar que la capacidad de decidir, la voluntad de la persona, su dignidad en suma, tienden al fracaso y desaparecen. ¿Qué les puede quedar?
Cuando la dignidad de la persona se pierde y fracasa como tal, la amistad y la palabra serán la forma o medio de mejorar sus propias vidas, es decir, el hecho de relacionarse noblemente con los demás. Ahora bien, el momento en que Sosia cuenta a Tristán
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lo ocurrido con Pármeno y Sempronio (Acto XIII ) parece el momento más patético de toda la obra. Es el momento en que aparece la privación de la palabra y en consecuencia de toda posibilidad de relación humana - en el último instante de su existencia un ser humano intenta, de modo absolutamente sincero, buscar la solidaridad y la comprensión de otro. Pero aún así, todo es estéril. El momento de la muerte es quizá el único momento de relación humana en La Celestina y es tan inútil como desesperado.
Puesto que La Celestina es una tragicomedia amorosa, quizá pueda ser el amor aquello que en última instancia ponga en comunicación auténtica a los personajes. Veamos qué tipo de amor aparece en la obra: por un lado la vieja alcahueta regenta una casa de citas, donde la relación amorosa no es ni más ni menos que un producto que se compra y se vende, nada en un sentido estricto, humano. Por otro lado Melibea, que se entrega a Calisto con plena conciencia de lo que hace, tiene la desgracia de haberse enamorado de alguien que, evidentemente no se halla a su altura humana. En una escena del acto XIX, se pone de relieve la personalidad amorosa de Calisto, cuando éste responde a las quejas de su amante con las groseras palabras: " Señora, el que quiere comer el ave, quita primero las plumas ..." La frase y lo que revela es de capital importancia. Primero porque Rojas ha destruido todas las exquisiteces del amor cortés, la idealización de la dama; por otro lado ha expuesto de forma clara uno de los fenómenos más representativos de la sociedad burguesa, el de valorar a las personas en función de su utilidad y del provecho que se les puede sacar, o sea, cosificarlas con fines egoístas y personales.
Como conclusión La Celestina es un producto literario del siglo XV, cuyo origen se explica por dos razones complementarias; una personal y la otra social. En primer lugar es preciso señalar que la obra es deudora de las circunstancias personales de un judío converso llamado Fernando de Rojas en la Castilla de finales del siglo XV, que vio cómo se establecía la Inquisición hacia el año 1480-1481, eficaz instrumento de represión de disidencias religiosas, intolerante y absolutista que inspiró un sentimiento popular antisemita muy extendido, enalteciendo el concepto de limpieza de sangre, identificando deshonor y vergüenza con el hecho de ser judíos y provocando la discriminación y el miedo.
Como causa complementaria a ésta hay que hacer alusión a una Castilla en la que la fragmentación del sistema feudal va acompañada de la deshumanización de la persona, que lucha ahora por sobrevivir en un mundo donde todo está cosificado por culpa del dinero, de forma que aumenta el valor de las cosas y disminuye el valor del ser humano y de sus sentimientos - amistad, solidaridad, comunicación -. Los individuos ahora no valen por lo que son sino por lo que tienen; así Celestina muere por no querer compartir una cadena de oro, y ello pone en marcha el mecanismo de causa y efecto que lleva a la muerte de Pármeno y Sempronio, y también a Calisto y Melibea, así como el hundimiento de Pleberio en su definitiva soledad y angustia. Toda la ideología y problemática de la obra se encierra significativamente en la última frase dicha por Pleberio: “¿Por qué me dexaste triste e solo in hac lacrimarum valle ?” _________________________________________
ACTIVIDADES 1. 2. 3. 4. 5.
¿Cuáles son las características de la poesía épica? Resume el argumento del Poema de Mío Cid. ¿Cómo va recuperando su honra el Cid a lo largo del poema? Escribe un resumen de la crisis del siglo XIV. Explica la intencionalidad en el LBA
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6. ¿Qué elementos conforman la estructura del LBA? 7. ¿Qué tiene de original el LBA en relación con la época que se escribió? 8. ¿Qué diferencia existe entre poesía culta y popular? 9. ¿Cómo se difunde la poesía en el s XV? 10. Explica la métrica de las Coplas. 11. ¿En cuántas partes se pueden dividir las Coplas? 12. ¿Cuál es el contenido de cada una de ellas? 13. ¿Cómo ve la muerte Jorge Manrique? 14. ¿Cuáles son las tres vidas de que se habla en el poema? 15. Explica las características formales de los romances. 16. ¿Cómo son los personajes del romancero. ¿A qué crees que obedece el que tengan esas particularidades? 17. ¿Cuál es el origen de los romances? 18. ¿Por qué se dice que los personajes de La Celestina han perdido su dignidad? 19. ¿Por qué se dice que todo está cosificado en La Celestina? ACTIVIDADES SOBRE EL PMC 1. Escribe en prosa un resumen del texto hasta el verso nº 64. 2. ¿En qué lugares se va desarrollando la acción? 3. Explica qué quiere decir el verso nº 50.
ACTIVIDADES SOBRE EL LBA 1. Escribe un resumen en prosa del propósito del LBA. 2. Busca en Las propiedades del dinero figuras como personificaciones, hipérbatos o antítesis. 3. Realiza un análisis métrico de la estrofa 473. 4. ¿Dónde se encuentra el humor en este pasaje del Pintor Pitas Payas? 5. Identifica la estructura interna en el texto de la serrana de Malangosto. 6. ¿Tiene el texto tono narrativo? Razona y justifica con ejemplos. 7. Busca y analiza seis formas verbales distintas en el texto de la serrana.
ACTIVIDADES SOBRE EL ROMANCERO
1. Romance nº 1: La muerte ocultada a) Haz un resumen del texto b) Explica razonadamente la presencia de movimiento dramático en el poema.
2. Romance nº 124: La serrana de la Vera a) Haz un resumen del texto b) Haz un análisis de la adjetivación del texto y ponlo en relación con la presencia de partes descriptivas y narrativas.
3. Romance nº 97a: Romance del prisionero a) Explica a partir del texto las características temáticas de los romances. b) Haz un análisis métrico del texto.
4. Romance nº 9: Romance de Álora la bien cercada a) Haz un resumen del texto b) Analiza la estructura del contenido
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c) A medida que se acerca el final del texto aumenta la tensión de los acontecimientos que se narran. Explica por qué. 5. Romance nº 109: Triste está la reina triste a) Explica la carga lírica y emocional del romance a partir del análisis del léxico. b) Identifica y explica las características formales que se dan en el poema.
6. ¿Qué características temáticas reconoces en el romance 128?
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