Tema 5 Diversidad climática de España : diversidad de Castilla y León

Tema 5 Diversidad climática de España : diversidad de Castilla y León 1.1Factores derivados de la situación de España . Latitud y situación de la P.I

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Tema 5 Diversidad climática de España : diversidad de Castilla y León 1.1Factores derivados de la situación de España . Latitud y situación de la P.I España se caracteriza por una gran diversidad de tiempos atmosféricos y de climas resultado de una serie de factores geográficos: la latitud, la situación y los factores asociados a la circulación de la atmósfera o factores termodinámicos. La latitud de la PI, en la zona templada del hemisferio norte, determina un clima con dos estaciones bien marcadas ( verano e invierno) separadas por dos de transición ( primavera, otoño). En Canarias, por su localización subtropical, hay menos contraste entre las estaciones. La situación geográfica de España, ente dos grandes masas de agua con características térmicas distintas (y el mar Mediterráneo más cálido y el Océano Atlántico ) y entre dos continentes ( Europa y África) la convierte en una encrucijada de masas de aire de características distintas: muy cálidas y secas en verano procedentes de África, frías procedentes del norte de Europa, húmedas y frías procedentes del Atlántico. Los climas de Canarias se ven influidos por su cercanía al continente africano y la llegada de corrientes marinas frías que suavizan las temperaturas tropicales. . Los factores termodinámicos . Los centros de acción Un tercer factor que afecta al clima de la PI son los factores termodinámicos: centros de acción, masas de aire y frentes. Los centros de acción son áreas de altas ( más de 1016 mb) o bajas presiones ( menos de 1º16 mb), representadas en los mapas de tiempo por líneas de igual presión o isobaras. Los centros de acción pueden ser anticiclones o depresiones. Los anticiclones son áreas de altas presiones en las que los vientos giran a su alrededor en el sentido de las agujas del reloj. Las depresiones ( llamadas también ciclones, o borrascas) son zonas de bajas presiones en las que los vientos giran en sentido contrario a las agujas del reloj. Los anticiclones dan lugar situaciones de tiempo atmosférico estables y con ausencia de precipitaciones, al contrario que las bajas presiones. Los centros de acción pueden ser de origen dinámico o térmico. Los centros de acción dinámicos tienen su origen en la corriente en chorro, o jet stream, un fuerte viento que circula en dirección oeste-este a 10 kms de altitud que separa las bajas presiones polares en altura, que quedan a la izquierda de su trayectoria, de las altas presiones tropicales situadas a la derecha. Cuando disminuye la velocidad de la corriente en chorro forma ondulaciones con crestas o dorsales de altas presiones y valles o vaguadas de bajas presiones, que se pueden desprender del chorro principal dando lugar a los centros de acción dinámicos. La corriente en chorro circula a menor latitud en invierno, que es cuando más afecta a la P.I, y se desplaza a mayor latitud en invierno, no afectando más que a la franja cantábrica española. Los centros de acción también pueden tener un origen térmico: una baja presión térmica se produce cuando el aire en contacto con el suelo caliente se calienta, pesa menos y asciende; un anticiclón térmico se produce cuando una masa de aire se enfría y como el aire frío pesa más, desciende y produce una alta presión. Los centros de acción anticiclónicos que afectan a la PI son varios ( anticiclones polares atlánticos, anticiclón escandinavo, que nos afectan en invierno) destacando el anticiclón de las Azores, que en verano se desplaza hacia el norte impidiendo la llegada de borrascas siendo el responsable de la ausencia de precipitaciones en nuestro país durante el

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verano. También tienen importancia los anticiclones térmicos del interior de la PI y del continente europeo que se producen en invierno por el enfriamiento del suelo y producen tiempo estable y muy frío. Los centros de acción depresionarios que nos afectan también son varios ( depresión de Islandia, depresión de Génova) destacando las depresiones térmicas producidas en el interior peninsular y el norte de África que se producen por el calentamiento del suelo en el verano. La PI también se ve afectada por masas de aire con temperatura, humedad y presión propias de las regiones donde se originan. Las masas de aire procedentes de la zona Ártica ( A) y polar ( P) son frías y las procedentes del Trópico son cálidas. Si las masas de aire son marinas ( M) son húmedas y son continentales ( C) secas. Las principales masas de aire que nos afectan son : la Ártica continental ( AC) que produce olas de frío en invierno, Ártica marina ( AM), Polar marina ( PM), Polar continental ( PC, tiempo frío y soleado en invierno), Tropical marina ( Tm) y Tropical continental ( TC provoca olas de calor). Cuando chocan masas de aire con características distintas se produce lo que se llama un frente. Cuando el frente polar, que separa las masas de aire cálidos procedentes de los trópicos y masas de aire frío de origen polar, se ondula, se produce una borrasca de frente. En la borrasca, se distinguen el frente cálido, en el que el aire caliente asciende sobre el aire frío dando lugar a nubosidad y precipitaciones débiles, y un frente frío, en el que el aire frío se desplaza por debajo del aire caliente empujándole hacia arriba lo que produce lluvias intensas. 1.2Factores específicos derivados del relieve y forma de España El relieve influye en los climas de la Península Ibérica de varios modos. La elevada altura media de la P.I influye en los climas peninsulares ya que a medida que aumenta la altitud descienden las temperaturas ( en función del gradiente térmico de o.5 º cada 100 metros de ascenso) y aumentan las precipitaciones. Los sistemas montañosos peninsulares paralelos a la costa frenan la influencia del mar, por lo que en el interior las temperaturas son más contrastadas que en la costa y las precipitaciones menores. Además, las lluvias son más intensas en las laderas de barlovento que en las de sotavento. Por eso las cuencas encerradas por montañas, como las depresiones del Duero y del Ebro, tienen precipitaciones escasas ( las masas de aire descargan humedad en los sistemas montañosos que las bordean) y nieblas frecuentes causadas por el estancamiento del aire. El carácter macizo de la Península, de gran anchura, hace que disminuya la influencia marina en el interior y que allí las temperaturas se extremen. Todos estos factores producen claras diferencias entre una estrecha franja periférica, abierta al mar de temperaturas suaves todo el año y mayor humedad y los archipiélagos por un lado, y por otro un ancho núcleo de tierras interiores con clara tendencia continental con temperaturas extremas y menores precipitaciones. En general en la Península las temperaturas aumentan de Norte a Sur y de Oeste a Este, y las precipitaciones aumentan de Sur a norte y de Oeste a Este. 2. Diversidad climática de España 2.1 El dominio atlántico El clima oceánico o atlántico se extiende por el tercio norte de la Península Ibérica. Las precipitaciones son abundantes y regulares. El total anual supera ampliamente los 800mm ( frecuentemente más de 1000) y los días y lluvia son más de 150 al año. Su distribución a lo largo del año es bastante regular, ya que son áreas que se encuentran bajo la continua acción

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de los centros de acción del frente polar. No obstante suele darse un máximo de precipitaciones en invierno, coincidiendo con la mayor frecuencia de paso de dichas borrascas, y un mínimo relativo en verano, debido a la presencia del anticiclón de las Azores, desplazado al norte. Las lluvias caen en forma suave, lo que favorece su filtración en el suelo. En la costa, la influencia del mar determina temperaturas suaves: veranos frescos ( ningún mes tiene temperatura igual o superior a 22º) e inviernos moderados ( la temperatura media del mes más frío está entre 6º y 10º) de modo que la amplitud térmica es baja ( entre 9 y 12º). Una variedad del clima atlántico es el llamado clima oceánico o atlántico de transición, más a sur, que linda con el clima mediterráneo de interior. Las precipitaciones son algo menores ( por debajo de 800) , a l encontrarse a sotavento de la Cordillera cantábrica, y puede haber un máximo de dos meses secos en verano. Al disminuir la influencia marina la temperatura del invierno es más fría ( baja de 6 º) y aumenta la amplitud térmica, que alcanza valores medios ( 12-15º). 2.2 Un dominio mediterráneo con rasgos climáticos diferenciados: el clima mediterráneo interior. Rasgos específicos de la meseta norte. El área de clima mediterráneo es la más extensa de España y se extiende por el territorio peninsular al sur de la zona de clima oceánico, las islas Baleares, Ceuta y Melilla. Las precipitaciones son escasas e irregulares. El total anual es inferior a 800 mm, generalmente entre 800 y 400 litros al año. Su distribución es irregular, destacando como rasgo básico la aridez estival motivada por la influencia en este época de año del Anticiclón de las Azores que produce tiempo estable y seco. Los máximos de precipitación son equinocciales, salvo en las zonas del oeste, más abiertas a la influencia del Atlántico, donde tienen lugar en invierno. Las precipitaciones caen en muchas ocasiones en forma de fuertes tormentas, que, unidas a una importante deforestación de las vertientes, causan una profunda erosión del suelo. Las temperaturas varían entre la costa y el interior , con veranos cálidos e inviernos fríos. Existen distintas variedades: clima mediterráneo del interior o continentalizado, clima mediterráneo marítimo y clima mediterráneo subárido. El clima mediterráneo del interior se extiende por el interior peninsular al sur del clima oceánico, salvo la zona media del valle del Ebro. Se caracteriza por su aislamiento de la influencia marina, lo que le da un carácter continentalizado. Las precipitaciones se sitúan entre 800 y 600 mm anuales y presentan gran irregularidad destacando la aridez estival.. Las temperaturas presentan amplitudes térmicas muy amplias, superiores a los 16 debido a su carácter continental. Dentro del clima mediterráneo de interior hay a su vez algunas variedades. Una variante del clima mediterráneo del interior es la de la submeseta norte donde se acentúan los rasgos continentales debido a su mayor latitud, la elevada altitud media de la meseta y el aislamiento del mar por las cordilleras periféricas de la meseta. Las temperaturas medias más bajas que en la submeseta sur, con inviernos muy fríos (media del mes más frío entre 6 y -3º), con frecuentes heladas y nieblas, veranos frescos ( media del mes más cálido inferior a 22 º) y elevada oscilación térmica ( superior a 16). Las precipitaciones son bajas al situarse a sotavento de las cordilleras, con la típica aridez estival pero también un mínimo de precipitaciones secundario en invierno debido al frío refuerza situaciones anticiclónicas y las nieblas. EL máximo tiene lugar en las estaciones equinocciales, sobre todo en primavera, cuando el debilitamiento de los anticiclones térmicos invernales permite el paso de las borrascas atlánticas.

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En la submeseta sur las temperaturas medias son en general más altas, por su menor latitud y altitud media, con veranos más cálidos ( algún mes presenta temperatura media superior a 22 ) e invierno frío ( algún mes con temperatura media inferior a 6 º). La parte occidental de la submesta sur, en la penillanura extremeña, está abierta a la influencia de las borrascas atlánticas, por eso las precipitaciones son algo más abundantes alcanzando los 800 litros al año con su máximo en invierno, y los inviernos moderados (mes más frío entre 6º y 10 º) 2.3 Los rasgos climáticos del Levante, del Suroeste peninsular y Baleares: el clima mediterráneo marítimo El clima mediterráneo marítimo abarca la costa mediterránea peninsular ( menos el Sur Este), el archipiélago balear, Ceuta y Melilla y la costa suratlántica andaluza. En el clima mediterráneo del Levante y Baleares las precipitaciones son escasas e irregulares como en todo clima mediterráneo ( 300-800), y son más abundantes en Cataluña, donde llega alguna borrasca atlántica que atraviesa la península por la cara sur de los Pirineos, que en Valencia. El máximo de precipitaciones se encuentra en otoño debido a la gota que produce lluvias torrenciales. En cuanto a las temperaturas, aumentan de norte a sur, y presentan amplitudes medias ( 12º-15º) con veranos calurosos ( superan los 22º) e inviernos suaves por la influencia del mar ( la media del mes más frío no baja de 10º) y amplitud térmica media ( 10 a 15 º) El clima mediterranéo de la costa atlántica andaluza es una variedad climática llamada por algunos autores clima oceánico de veranos secos. Como esta zona se encuentra abierta al océano y el paso de las borrascas atlánticas las precipitaciones son abundantes con máximos en otoño-invierno como en el clima oceánico. Pero como se encuentra al sur los veranos son cálidos ( con algún mes de más de 22º de media) y secos debido a la influencia del Anticiclón de las Azores. 2.5 Clima mediterráneo subárido El clima mediterráneo subárido comprende dos variantes, la del SE peninsular ( Almería, Murcia) y la de la zona media del valle del Ebro. Ambas zonas tienen una precipitaciones muy escasas, inferiores a 300 litros al año, debido a que se encuentran a sotavento de los relieves Béticas e Ibérico respectivamente, por lo que las borrascas llegan con dificultad. En el Cabo de Gata, en Almería, la aridez es extrema, ( menos de 150 mm de precipitación anual). En el caso del valle del Ebro, las gotas frías del Mediterráneo tampoco llegan debido a la cordillera costero-catalana. Las temperaturas son lo que permite distinguir las dos variedades. En la variedad del Sur Este las temperaturas los inviernos suaves ( no bajan de 10º) debido a la influencia marina, la baja altitud y la menor latitud y los veranos cálidos ( más de 22º algún mes). En el valle del Ebro, de más latitud, mayor altitud media y tendencia continental, los veranos cálidos pero los inviernos no son suaves sino moderados ( entre 10 y 6 º de media en algún mes) o fríos ( menos de 6º de media algún mes). En el valle del Ebro otro factor determinante es el cierzo, un viento del Noroeste, frío y seco, que sopla sobre todo en invierno. 2.5 Clima de montaña El clima de montaña comprende aquellos territorios situados por encima de los 1000 metros de altitud. Este clima cuenta con unas características específicas pues a medida que

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aumenta la altura disminuye la temperatura y aumentan las precipitaciones. Las precipitaciones suelen superar los 1000 mm al año, las temperaturas suelen tener una media anual baja ( siempre inferior a 10 º), veranos frescos ( ningún mes con temperatura media igual o superior a 22 º), inviernos fríos ( algún mes con temperatura media cercana o inferior a 0 º), lo que hace que sean frecuentes las temperaturas en forma de nieve. Estas características muestran algunas variaciones: las montañas del norte peninsular, incluidas en el área de clima oceánico ( Pirineos y Cordillera Cantábrica) no tienen ningún mes seco y presentan veranos frescos; las montañas del centro y sur, incluidas en el área mediterránea ( el resto de las montañas peninsulares), sufren una notable reducción pluviométrica en verano, que puede dar lugar a uno o dos meses secos y tienen temperaturas estivales más altas, rebasándose los 22 º en algunos sectores. 2.6 El clima de Canarias Las islas Canarias constituyen un dominio climático original debido a varios factores como su situación, la corriente fría de Canarias y el relieve. Su situación en el extremo sur de la zona templada, en contacto con el dominio intertropical y cerca de las costas africanas, hace que se entrecrucen influencias variadas. Dominan las altas presiones tropicales ( Anticiclón de las Azores) y el viento alisio del noreste, que da lugar a temperaturas suaves en invierno y en verano. Cuando el anticiclón se desplaza permite el paso de las borrascas atlánticas en invierno y del aire subsahariano en verano. La corriente fría de Canarias, entre las islas y el continente africano, enfría las aguas superficiales más de lo que corresponde por latitud e incrementa la estabilidad del aire en verano. El relieve hace disminuir la temperatura y provoca en las vertientes expuestas al alisio cuantiosas precipitaciones y nubosidad abundante ( mar de nubes). La influencia de todos estos factores da lugar a un tipo de clima que se caracteriza por los siguientes rasgos: En las zonas bajas las precipitaciones son muy escasas. En las islas occidentales se encuentran entre 150 y 300 mm anuales ( clima subdesértico o estepario) y en las islas orientales son aún más bajas pues en Lanzarote, Fuerteventura y zonas costeras de Gran Canaria no alcanzan los 150 mm anuales ( clima desértico). Estos escasos valores se explican por el predominio anual del anticiclón subtropical, como hemos visto. El máximo pluviométrico tiene lugar en invierno debido a las borrascas procedentes del Atlántico. En las zonas altas, sin embargo, las precipitaciones pueden llegar a 1000 mm anuales en la ladera de barlovento expuesta al alisio húmedo y constante. Las temperaturas son elevadas todo el año pues en ningún mes descienden por debajo de 17 º por lo que la amplitud tèrmica es pequeña ( inferior a 8 º). En las zonas altas disminuyen las temperaturas. 3. Peculiaridades de Castilla y León . Los factores Los factores que inciden sobre el clima castellano-leonés permiten diferenciar en éste matices variados. La latitud de la comunidad, en la zona templada del hemisferio norte, la sitúa en el área de contacto entre las masas de aire polar y tropical. Este hecho determina una variedad estacional de tipos de tiempo, con precipitaciones desde otoño a finales de primavera, motivadas por borrascas atlánticas y sequía en verano por la acción del Anticiclón de las Azores. La elevada altitud media de la planicie central y el cinturón de cordilleras periféricas que la cierran la aíslan de la influencia del mar ( a pesar de que este se encuentra relativamente cerca) y le confieren matices de continentalidad. Estos se manifiestan en los contrastes de las temperaturas en invierno y del verano, y entre el día y la noche. Además, las

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montañas actúan como pantallas condensadoras de la humedad y reducen las precipitaciones en la cuenca central. . Los elementos Los elementos del clima( precipitaciones, temperaturas), condicionados por estos factores, presentan características muy diferentes según las zonas. En cuanto a las precipitaciones, son escasas e irregulares. La escasez se debe al predominio de situaciones anticiclónicas en verano y en invierno ( por el enfriamiento del suelo), y al efecto del relieve. Así, en el centro de la depresión, el cerco montañoso determina que algunos espacios no alcancen los 400 metros al año; desde esta zona, las precipitaciones aumentan hacia la periferia hasta alcanzar los 800 mm en el piedemonte y son elevadas en las áreas de montaña, donde sobrepasan los 1000 mm. El máximo de precipitaciones tiene lugar en invierno en el sector occidental y en primavera y otoño en el centro. El mínimo estival ocasiona dos o tres meses secos, durante los cuales las precitaciones son casi siempre de origen tormentoso. En cuanto a las temperaturas, las temperaturas medias son moderadas, situándose entre los 10º y los 12 º, pues la elevada altitud media origina una reducción térmica permanente. Los contrastes térmicos entre el invierno y el verano son acusados, dando lugar a una elevada amplitud térmica ( entre lso 16 y los 18 º). El invierno es largo y frío ( cinco meses con temperatura media por debajo de 10º), con apreciable incidencia de las heladas, tanto tempranas como tardías. En este influye la elevada altitud media de la cuenca y su enclaustramiento entre montañas, que favorece el estancamiento del aire frío. Las únicas excepciones son las zonas situadas a más baja altitud, como El Bierzo, Los Arribes y los valles del Tiétar y del Alagón. El verano es relativamente corto y moderado ( ningún mes sobrepasa los 22 º de media). En los rebordes montañosos el clima es de montaña. Las precipitaciones superan los 800mm, alcanzando los 1500 mm en las cimas más elevadas. Los inviernos son fríos con temperaturas bajo cero y frecuentes nevadas. Los veranos son frescos y cortos. Además existen espacios con microclimas, como la comarca de El Bierzo y los valles del Alagón y del Tiétar en el Sistema Central, donde los inviernos son más suaves por su menor altitud. El más singular es el de la comarca de Los Arribes, en la penillanura, que constituye un islote térmico, donde la media de enero es de 9.5 º y la de agosto 27º, siendo frecuente que se sobrepasen los 40º. . Los tipos climáticos Los tipos climáticos muestran un acusado contraste entre la cuenca central, los rebordes montañosos y los espacios con microclimas especiales. En la cuenca central, el clima es mediterráneo continentalizado. Sus características proceden de su elevada altitud media y del aislamiento del mar por las barreras montañosas que la rodean. Las precipitaciones que la rodean son escasas e irregulares, con sequía en verano, más acusada en el sur de la comunidad. En el centro de la depresión se sitúan en trono a 400-500 mm, existiendo áreas semiáridas en el oeste y centro donde no llegan a los 400mm. En cambio, se elevan hasta 800mm en la zona de transición de los piedemontes. Las temperaturas medias son moderadas; los inviernos fríos, largos, con frecuentes heladas y nieblas; y los veranos, cortos, de temperaturas suaves. -----

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