Terremoto Ecuador: Una mano de Paz y Esperanza

Boletín Nro. 4 Terremoto Ecuador: “Una mano de Paz y Esperanza” El barrio 12 de octubre de Manta aún sigue en escombros En Ecuador, el 16 de abril

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Boletín Nro. 4

Terremoto Ecuador: “Una mano de Paz y Esperanza”

El barrio 12 de octubre de Manta aún sigue en escombros

En Ecuador, el 16 de abril de 2016, un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter, dejó destrucción, desolación y muerte. En respuesta a esta emergencia la Fundación Paz y Esperanza con el apoyo de sus aliados, las iglesias y comunidades están llevando ayuda humanitaria, apoyo psicosocial, recuperación económica, y la prevención de desastres y riesgo en las provincias de Manabí y Esmeraldas y en las zonas donde las ayudas ya se están retirando. Algunas de estas zonas son los barrios 12 de octubre con 100 familias que lo han perdido todo, el barrio 20 de mayo, y barrio 106 de la ciudad de Manta. Lugares donde la iglesia del Pacto Evangélico La Victoria sirve a través de un proyecto: Una Mano de Paz y Esperanza el cual es dirigido por el pastor Walter Vallejos quien vivió el terremoto mientras se encontraba en su iglesia, al salir del edificio, empezó a divisar un panorama desconcertante y de mucho pánico. Las edificaciones se vinieron abajo, no había energía eléctrica y los teléfonos estaban sin servicio. La gente se encontraba desconsolada, algunos lloraban, otros gritaban. Muchos perdieron a sus seres queridos; para estas personas ya no tenía sentido el seguir viviendo. Los miembros de la iglesia que pastorea Walter se encontraban bien, no había daños que lamentar. Con una visión amplia Walter y su iglesia comenzaron a moverse por los necesitados, por sus vecinos, por la comunidad. Empezaron a abrazar a la gente y a cubrirla con amor.

La necesidad de alimentos, hizo surgir un sueño. En palabras de Walter: Empezamos a soñar y dijimos: ¡vamos a traer pan!, y fuimos a comprar pan, y empezamos a repartirlo a las 6 de la mañana, con un café para la gente; pero se acabaron las provisiones y dijimos: ¡Señor queremos bendecir a la gente, Señor damos las provisiones, tenemos que darle a un grupo que comer!, y gracias a Dios llegó Paz y Esperanza. Fue una bendición tan grande cuando nos dijeron: ¡queremos ayudarles, nosotros les vamos a colaborar para poderles dar de comer a esta gente! El Señor nos dio un lugar en donde había mucha necesidad, donde había casas destruidas. Un barrio que se llama la 12 de octubre, esa gente estaba derribada, fuimos y les dijimos: ¡les vamos a dar un kit de alimentos, vamos a darles comida, entonces esa gente empezó a levantar el ánimo! Tal como lo describe el dirigente del barrio 12 de octubre, quien nos cuenta que a partir de la charla que hubo en el patronato concretaron algunas de las ayudas y se pudo contactar con el pastor Walter quien junto a Paz y Esperanza estaban identificando las zonas afectadas para proveer la ayuda humanitaria. A la fecha estos barrios ya no reciben ayuda humanitaria por parte de otras entidades, al comienzo recibían los víveres cada tres días y hasta dos, pero ahora ya están restringidas, algunas veces reciben un kit cada semana, en ese sentido implementaron las cocinas comunitarias para que las raciones fuesen prolongadas y beneficiaran a los niños principalmente. “Gracias a Dios ustedes nos han apoyado con las raciones de las meriendas, nos han dado mucha satisfacción que nos provean la merienda por un tiempo más prolongado”.

Al interior del barrio 12 de octubre en las calles 105 y 106 aún se aprecia la destrucción que dejó el terremoto, estas familias afectadas están recibiendo apoyo por parte de la iglesia a través del proyecto: Una Mano de Paz y Esperanza”, en alianza con la Fundación Paz y Esperanza, llevando raciones de comida diaria para más de 170 personas, también los kits de alimentos e higiene, y la atención psicosocial para los niños y niñas del sector. Sus viviendas están siendo demolidas, causando tristeza para las familias verlas derribadas tras varios años de trabajo y esfuerzo, sin saber si llegarán a vivir algún día en sus propios terrenos. La iglesia está muy motivada a fomentar el emprendimiento. “Y los niños nos reconocen, se llaman entre los niños, lo estamos dando en la calle, en la verada, nos sentamos en barrios de las zonas que fueron devastadas. Y ellos empiezan a tener esperanza, pueden venir momentos mejores en sus vidas, están con ganas de vivir, les enseño a que guarden la serenidad”, refirió Luz Morales, Psicóloga de la Fundación Paz y Esperanza. Es a través de este programa de “Jesús me ama y me cuida”, y mediante juegos, dinámicas, dibujos, que podemos ayudarles a quitar su nerviosismo, y ansiedad, también van aprendiendo lo que es el área sexual, y el autocuidado”. Añadió.

En la Iglesia Hay Vida en Jesús, 40 líderes y lideresas de las diferentes iglesias de Manta se capacitan para prevenir el abuso sexual infantil post terremoto

También se está capacitando a los maestros de escuelas dominicales, enseñándoles a que guarden la serenidad, para que tengan la capacidad de resiliencia y transmitan a sus niños, dándoles la oportunidad de expresar sus sentimientos y procesos de duelo, también se les enseña sobre la prevención de desastres y riesgos. Y junto con estos voluntarios-as de la iglesia se llega a los diferentes albergues de Manta para darles el acompañamiento psicosocial. “Cuando les estoy dando palabras de aliento, de esperanza, un propósito en la vida, y veo en sus rostros que brillan sus ojos, eso me llena, ya que ha llegado el mensaje, y que va a quedar y lo van a recordar en un momento dado. Paz y Esperanza está trabajando a favor de la paz, la tranquilidad, y la defensa del derecho, mostrando el amor de Dios a cada persona”, dijo una emocionada Luz Morales. Apoyo Psicosocial “Paz y Esperanza nos ayudó porque vinieron psicólogas que dijeron: vamos a ayudar a la gente, vamos a levantar el ánimo de la gente, vamos a crear en ellos una esperanza”. “Empezamos a hacer talleres con Paz y Esperanza, preparamos a la iglesia, y a los jóvenes para trabajar con niños en la prevención del abuso sexual. Empezamos a ayudarles yendo todas las semanas a esos lugares y trabajamos con los niños. Estamos previniendo, porque al dormir en carpas hay el peligro del abuso sexual de los niños, ahora se les está diciendo a los niños lo que tienen qué hacer si ven estos casos de abuso”, comentó el Ps. Walter. Ayuda Humanitaria

Kits de alimentos e higiene: “Nosotros llegamos justo a tiempo, cuando hay necesidad. Nosotros a través de Paz y Esperanza que nos ha donado kits de alimentos e higiene (cepillos, cremas, para mujeres), ha sido de mucha bendición lo hemos entregado a tiempo, dijo el Ps. Walter.

Filtros de agua: “Fue algo hermoso, porque en la primera etapa fue el agua lo que más se necesitaba. No había agua, se dañaron los lugares que abastecían a Manta y todo Manabí. Empezamos a darles filtros para que purifiquen el agua. Paz y Esperanza nos vino como un regalo, porque no sabíamos que más hacer, se estaba acabando el agua, cuando vinieron nos dijeron: ¡Hay filtros que podemos donar, para ayudar! Entonces empezamos a ir donde la gente más necesitada, donde realmente hay pobreza, donde hubo un desastre, y pudimos dar los filtros y eso fue de gran bendición para esta gente”, señaló el Ps. Walter. Una Mano de Paz y Esperanza “Estamos dando paz y esperanza. La paz es lo más hermoso, ellos lo necesitan. Viene la etapa donde la gente se va a sentir sola; pero allí estamos con la Fundación Paz y Esperanza y la iglesia, abrazándoles y diciéndoles que hay un futuro, hay esperanza, y que tenemos que sostenernos del Señor Jesucristo para hacer grandes cosas”.

Esposos Walter Vallejos y María de los Ángeles Vásquez Daza

“Para nosotros Paz y Esperanza ha sido una organización que llegó justo a tiempo, para cubrir una necesidad y darnos una MANO para poder ayudar. Para nosotros significa mucho, porque si Paz y Esperanza no estuvieran con nosotros, sería difícil poder darles de comer a tanta gente. Con la ayuda psicológica, podemos ayudar a los niños. Realmente Paz y Esperanza ha hecho algo muy grande en este sector. Estamos muy agradecidos”.

“Agradecemos al Director y a todas las personas que están dando sus ofrendas, su ayuda y por lo que vamos a seguir haciendo, porque esto no termina, esto continúa y sabemos que estamos trabajando juntos para lograr una paz en cada persona, una tranquilidad y que puedan ellos pronunciar a Jesucristo como su Salvador”. Puntualizó el Ps. Walter.

Motivos de Oración: 1.- Por los recursos destinados al desastre.- que el 2% destinado a la zona del desastre llegue a la gente necesitada en vivienda, obras públicas y sanitarias. 2.- Por un País Unido.- que éste desastre sea un despertar para las iglesias, para el gobierno, para la comunidad en general. Que lleguemos a entender que en la diversidad, también puede haber unidad. 3.- Por las Familias afectadas.- que se edifiquen viviendas dignas, que tengan un trabajo sin explotación y que llegue la ayuda que ellos necesitan. 4.- Por programas de reactivación económica.- que contribuyan en la autoestima de la gente, que les permita emprender micro-negocios y que se renueve la motivación en la gente. 5.- Por las iglesias.- para que se elaboren y desarrollen planes de apoyo conjunto interdenominacional con un el fin de ayudar a los más necesitados.

Ecuador, 29 de junio de 2016 Fundación Paz y Esperanza

Teléfonos: 00 593 (04) 2310192, 00 593 (04) 2310221 Guayaquil – Ecuador Email: [email protected] Sitio Web: www.pazyesperanza.org/ec/ Síguenos en: www.facebook.com/PazYEsperanzaEcuador

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