TESIS PROFESIONAL PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADA EN TERAPIA FISICA PRESENTA: MARÍA DEL SOCORRO ARMENTA RUGERIO

CENTRO MEXICANO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES “INCIDENCIA DE LOS DEFECTOS DE APOYO DEL PIE EN NIÑOS DE 3 A 6 AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL PRE

1 downloads 22 Views 2MB Size

Story Transcript

CENTRO MEXICANO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES

“INCIDENCIA DE LOS DEFECTOS DE APOYO DEL PIE EN NIÑOS DE 3 A 6 AÑOS DE EDAD QUE ACUDEN AL PREESCOLAR CENTRO DE ATENCIÓN INFANTIL COMUNITARIO (C.A.I.C.) Y PREESCOLAR JUAN JACOBO ROUSSEAU EN EL MUNICIPIO DE SAN MIGUEL XOXTLA DURANTE EL CICLO ESCOLAR 2009-2010”

TESIS PROFESIONAL PARA OBTENER EL TITULO DE: LICENCIADA EN TERAPIA FISICA PRESENTA: MARÍA DEL SOCORRO ARMENTA RUGERIO

PUEBLA, PUE. 2012 La Ciencia al Servicio de la Humanidad

Dedicatoria

A mi familia. A Adrian, mi novio.

Les agradezco por su amor, la confianza y el apoyo que me han demostrado.

Agradecimientos

Al Centro Mexicano Universitario de Ciencias y Humanidades, mi escuela, por la formación que me dieron para tener los conocimientos y formarme profesionalmente. A el Dr. Carlos Bautista Herrera por su apoyo dirigiendo esta tesis, poniendo a mi disposición sus conocimientos. A Adrian, Kamilo, Luisa, Miriam, Yosec, Zuemy, buenos amigos y compañeros diarios de trabajo que colaboraron conmigo. A Raúl y Socorro mis padres, quienes me apoyaron a llegar a esta etapa. A Sonia, Sandy y Fany, mis hermanas, por su ayuda y comprensión transformando las largas horas en pequeños minutos. A Luz y Laura, mis tías, por su entusiasmo y apoyo para concluir este proyecto. A Adrian, mi novio, un pilar importante, quien aportó grandes sugerencias y mantuvo su apoyo siempre impulsándome. A las directoras y alumnos de los preescolares quienes hicieron posible llevar a cabo este trabajo.

Índice Índice da figuras

1

Índice de tablas y gráficas

2

Resumen

4

1. Introducción

5

2. Antecedentes

7

3. Planteamiento del problema

37

4. Justificación

38

5. Objetivos

39

5.1 Objetivo general

39

5.2 Objetivos específicos

39

6. Material y método

40

6.1 Procedimiento

40

6.2 Población estudio y muestra

41

6.3 Criterio de inclusión

41

6.4 Criterios de Exclusión

41

6.5 Recursos humanos y materiales

42

7. Resultados y Discusión

43

8. Conclusión

53

9 Ética

55

10. Referencias

56

11. Anexos

60

Índice de figuras

Fig. 1 Huesos del pie

9

Fig.2 Divisiones óseas del pie

10

Fig. 3 Articulaciones del pie

11

Fig. 4 Arcos óseos del pie

12

Fig. 5 Músculos del pie

15

Fig. 6 Ejes del pie

17

Fig.7 Fases de la marcha en el periodo de apoyo

23

Fig. 8 Fases de la marcha en el periodo de balanceo

24

Fig. 9 Ciclo de la marcha

25

Fig. 10 Huella plantar normal

28

1

Índice de tablas

Cuadro 1. Frecuencia por edad en niños preescolares

43

Cuadro 2. Porcentaje total de acuerdo al sexo en niños de edad Preescolar

44

Cuadro 3. Incidencia de defectos de apoyo del pie y frecuencia de acuerdo al sexo Cuadro 4. Frecuencia por sexo de los 4 defectos de apoyo del pie

46 49

Tabla 1. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 3 años según sexo

51

Tabla 2. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 4 años según sexo

51

Tabla 3. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 5 años según sexo

52

Tabla 4. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 6 años según sexo

52

2

Índice de gráficas

Gráfica 1. Frecuencia por sexo y edad en niños preescolares

44

Gráfica 2. Frecuencia de defectos de apoyo del pie por edades

48

Gráfica 3. Incidencia de defectos de apoyo del pie

50

3

Resumen “Incidencia de los defectos de apoyo del pie en niños de 3 a 6 años de edad que acuden al preescolar Centro de Atención Infantil Comunitario (C.A.I.C.) y preescolar Juan Jacobo Rousseau en el municipio de San Miguel Xoxtla durante el ciclo escolar 2009-2010” Armenta Rugerio María del Socorro, Carlos Bautista Herrera Centro Mexicano Universitario de Ciencias y Humanidades. Justificación: Los defectos posturales en niños tienen una alta frecuencia en el municipio de San Miguel Xoxtla, comprobado por los resultados en consulta realizados con el médico en rehabilitación de la Unidad Básica de Rehabilitación y se elige el grupo de edad preescolar para hacer una detección temprana ya que la estructura del pie a esta edad se encuentra formada. Objetivo general: Detectar la incidencia de los defectos de apoyo de pie más frecuentes en niños de 3 a 6 años de edad que acuden al preescolar Centro de Atención Infantil Comunitario (C.A.I.C.) y preescolar Juan Jacobo Rousseau en el municipio de San Miguel Xoxtla durante el ciclo escolar 2009-2010. Material y método: Investigación de tipo observacional, transversal y multicéntrico que realizó la valoración de 430 niños de entre los 3 y 6 años de edad de ambos sexos, por medio de la realización de un examen estático y la utilización del podoscopio, así como la toma de las huellas de sus pies impresas en hojas, realizando su diagnóstico. Resultados y Discusión: Encontramos los siguientes defectos de apoyo del pie: pie plano (73%), pie cavo (14%), valgo de calcáneo (47%) y descenso de arco anterior (25%); de los cuales se pudieron observar que la frecuencia de estas patologías se presentaban acompañadas por una o más patologías. Teniéndose el registro de: pie plano con valgo; pie plano con descenso de arco anterior; pie plano con descenso de arco anterior y valgo; pie cavo con descenso de arco anterior; pie cavo con valgo; valgo con descenso de arco anterior. Conclusión: Se observó que la incidencia de estos defectos de apoyo del pie es mayor en el sexo femenino y en la edad de 5 años, siendo el pie plano el más frecuente, pudiendo presentarse más de un defecto de apoyo en la mayoría de los niños. La edad en la que se comienzan a detectar los defectos del pie es después de los 4 años. Se debe brindar información para concientizar a la sociedad sobre este problema de salud pública y de esta manera reconocer la importancia de una postura adecuada.

4

Capítulo 1 Introducción Los defectos posturales en niños tienen una alta frecuencia en el municipio de San Miguel Xoxtla, comprobado por los resultados en consulta realizados por el médico en rehabilitación de la Unidad Básica de Rehabilitación. Por lo cual es relevante determinar la incidencia de los más comunes, clasificarlos y canalizar aquellos casos que requieran tratamiento, contribuyendo así a disminuir futuras secuelas. Es por esto que surge el desarrollo de esta investigación, inclinada a los defectos de apoyo del pie. El pie es parte del sistema locomotor y tiene un papel funcional importante; “es el soporte esencial para la posición bípeda humana y pieza fundamental para la marcha; permitiendo también otras numerosas actividades indispensables para el bienestar, como la carrera, el impulso, bailar

y la recepción del salto”

(Garthland, 1965, p. 340). El pie corresponde a un órgano extremadamente complejo. Los 26 huesos que lo conforman, diseñados para soportar el peso y distribuir la carga corporal, relacionados con otras tantas articulaciones que le confieren una estructura semirígida, aunado a un complejo sistema vascular arterial que le proporciona los nutrientes necesarios y a una red nerviosa que le da la sensibilidad y propiocepción; le permite realizar los más complicados movimientos a través de los diferentes grupos musculares que le confieren la capacidad para adaptarse a toda clase de superficies (Garthland, 1965). Al no existir una armonía entre las estructuras anatómicas del pie se presentan diversos defectos en su apoyo, tales como los presentados como resultado de la investigación de este trabajo (pie plano, pie cavo, descenso de arco anterior y pie valgo) (Chico, 2007).

5

El contenido de este trabajo indaga en la anatomía esquelética y muscular del pie, así como la relación de gran importancia que tiene el mismo con la postura y la marcha humana; en las cuales al producirse un desequilibrio trae como resultado los defectos de apoyo del pie, los cuales se explican en este trabajo. La finalidad de este trabajo de investigación es conocer y saber la incidencia de los defectos de apoyo de pie más frecuentes en niños de 3 a 6 años de edad que acuden al preescolar “Centro de Atención Infantil Comunitario” (C.A.I.C.) y preescolar “Juan Jacobo Rousseau” en el municipio de San Miguel Xoxtla, durante el ciclo escolar 2009-2010 y dar a conocer los resultados haciendo énfasis en la importancia de su detección para evitar defectos posturales posteriores. Y de esta manera también tener un registro de cuáles son los defectos de apoyo del pie más frecuentes en niños preescolares así como su incidencia por edad y sexo.

6

Capítulo 2 Antecedentes Para comprender y entender las tan importantes funciones del pie es necesario conocer en forma integral su compleja estructura desde el punto de vista fisiológico y mecánico. Al comprender esta información se podrá entender el pie en condiciones normales e identificarlo en casos patológicos. El pie soporta la carga del peso del cuerpo en posición bípeda lográndolo por medio de pequeños huesos alineados, reforzados y mantenidos por ligamentos y músculos formando los arcos importantes para la transmisión de fuerzas y dar equilibrio (Ehmer, 2005). Los elementos esqueléticos del pie se observan en la quinta semana de gestación. Las falanges distales son las primeras en osificarse y sus extremos distales tienen signo de osificación ya en la séptima semana que sigue a la ovulación. El hueso calcáneo es el primero en osificarse, seguido por el astrágalo y luego por el cuboides, las tres cuñas y el escafoides se osifican en la vida postnatal (Tachdjian y Sapiña, 1988). Los trastornos de los pies aparecen cuando su estructura se presenta alterada desde el nacimiento o cuando se modifica durante la vida por uso de zapato inapropiado, marcha alterada, traumatismos, actividades artísticas o deportivas que originan presión en áreas que no fueron diseñadas de forma normal para ello. Por lo cual se genera una distribución inadecuada del peso corporal, alterando la biomecánica normal del pie (Chico, 2007).

7

2.1 Anatomía del pie

El aparato locomotor es un sistema complejo que incluye huesos, articulaciones, ligamentos, tendones y músculos; los cuales en conjunto nos permite interactuar con el medio que nos rodea mediante el movimiento. El esqueleto forma parte del aparato locomotor, el cual está constituido por un eje central, que está formado por el cráneo, en su parte superior; la columna vertebral en su parte media y la pelvis en su parte inferior. De este eje central sale una serie de prolongaciones constituidas por las extremidades superiores e inferiores y las costillas. Para abordar nuestro tema nos enfocaremos en las extremidades inferiores ya que son la parte importante de este estudio. Estas extremidades son estructuras óseas diseñadas para soportar y transmitir peso. Las extremidades inferiores son estructuras que en conjunto forman el muslo, la pierna y el pie. Estas partes están unidas entre sí y con el cuerpo por las articulaciones de la cadera, rodilla y el tobillo (Goldcher, 1992).

2.1.1 El tobillo La articulación del tobillo es la articulación distal del miembro inferior. Está articulación es necesaria e indispensable durante la marcha para la orientación del pie y la adaptación de la bóveda plantar. Por su anatomía es una articulación tipo tróclea. “El complejo articular del tobillo, está compuesto por tres articulaciones: tibio-astragalina, peroneo-astragalina y tibio-peronea. La estabilidad del tobillo depende de la congruencia articular y de los ligamentos” (Nordin y Frankel, 2004, p. 229). 8

“La articulación del tobillo es la articulación más importante de todo el complejo articular del retropié permitiendo orientar la bóveda plantar en todas direcciones para que se adapte a los diferentes terrenos, además de actuar como una plataforma de soporte estructural capaz de aguantar cargas repetitivas del peso corporal, gracias también a la concavidad del arco plantar que amortigua el peso transmitido” (Kapandji, 2002 p. 158).

Anatomía funcional del pie El pie es una estructura compuesta por 26 huesos, articulaciones y ligamentos. Anatómicamente y funcionalmente el pie se divide en: retropie (astrágalo y calcáneo) formando la articulación subastragalina; mediopie (escafoides, cuboides y cuñas) se articula con el escafoides y la base de los metatarsianos; y el antepie (metatarsianos y falanges) (Ver figura1).

Fig.1 Huesos del pie (Dueñas, s.f.)

Los 26 huesos del pie están divididos en tres grupos óseos: tarso, metatarso y dedos (Ver figura 2). Tarso: formado por 7 huesos dispuestos en dos filas una posterior compuesta por el astrágalo y el calcáneo; y una anterior formada por el cuboides, escafoides y 3 cuñas.

9

Metatarso: compuesto por 5 huesos largos, los metatarsianos y dos sesamoideos, interno y externo del dedo gordo. El segundo metatarsiano suele ser el más largo de todos. Los dedos: Son las 14 falanges que forman el esqueleto óseo de los dedos.

Fig.2 Divisiones oseas del pie. (Goldcher, A. 1992)

Articulaciones del pie “Las articulaciones intertarsianas más importantes son la articulación transversa del tarso (calcáneo-cuboidea y astrágalo-escafoidea) y la articulación subastragalina” (Dalley y Moore 2002, p. 649). Las inversiones y eversiones del pie constituyen los movimientos principales de estas articulaciones. Las articulaciones entre los huesos de la fila posterior y la fila anterior del tarso

forman

un

conjunto

denominado

articulación

de

Chopart

(astragaloescafoidea y calcaneocuboidea). Esta articulación mediotarsiana permite parte de los movimientos de torsión del pie. Las articulaciones de Lisfranc o tarsometatarsiana unen los tres cuneiformes y el cuboides con las bases de los metatarsianos, permitiendo movimientos de flexión, extensión y lateralidad del antepie respecto al retropie. (Goldcher, 2002).

10

Fig.3 Articulaciones del pie.(Dueñas. s.f)

La bóveda plantar La

bóveda

plantar

asocia

todos

los

elementos

osteoarticulares,

ligamentosos y musculares del pie. Gracias a sus modificaciones de curva y su elasticidad, la bóveda es capaz de adaptarse a cualquier irregularidad del terreno durante la marcha o la bipedestación (Kapandji, 2002). “La bóveda se forma en la parte media del pie y da una gran resistencia para la carga de peso y el esfuerzo, ya que está apoyada en tres puntos que se conocen como tripe podálico” (Suros, A., Suros, J., p. 986). Los puntos de apoyo de la bóveda plantar se observan al hacer contacto el pie con el suelo, dejando una huella plantar mostrando estos puntos, que son: los puntos de la cabeza del primer metatarsiano, la cabeza del quinto metatarsiano y las tuberosidades posteriores del calcáneo (Silberman-Varaona, 2003). La bóveda plantar con la unión de los puntos de apoyo forman los arcos óseos del pie.

Arcos óseos del pie El arco anterior, el más corto y bajo, se localiza entre los dos puntos de apoyo A y B (ver figura 4). El arco externo de longitud y altura intermedias, se 11

localiza entre los dos puntos de apoyo externos B y C. Por último, el arco interno, el más largo y alto, se localiza entre los puntos de apoyo internos C y A. Este arco sólo es demostrable en descarga y actualmente se acepta que el antepie reparte la carga entre las cabezas de todos los metatarsianos (Martin, 1993).

Fig. 4. Arcos óseos del pie (Kapandji, 2002)

El arco anterior se localiza desde la cabeza del primer metatarsiano, descansando a su vez sobre los dos sesamoideos, hasta la cabeza del quinto metatarsiano, a 6 mm del suelo. Pasa por la cabeza de otros metatarsianos: la segunda cabeza que constituye la clave de la bóveda (9mm), la tercera (8-5 mm) y la cuarta cabeza (7mm). Este arco esta subtendido por el ligamento intermetatarsiano y por el haz transverso del abductor del dedo gordo. El arco anterior se desploma con frecuencia lo que provoca la formación de callos debajo de las cabezas metatarsianas. El arco externo contiene tres piezas óseas: quinto metatarsiano, cuboides y el calcáneo; este arco esta poco distanciado del suelo, contactando con este a través de sus partes blandas. Es mucho más rígido gracias a la potencia del ligamento calcaneocuboideo plantar y los tres músculos tensores activos: el peroneo lateral corto, el peroneo lateral largo y el abductor del quinto dedo, encontrándose a 3-5 mm del suelo. El arco interno incluido por cinco piezas óseas; de delante atrás: primer metatarsiano, primera cuña, escafoides, astrágalo y calcáneo. Este arco conserva su concavidad por los ligamentos plantares y los músculos tibial posterior, el

12

peroneo lateral largo, el flexor propio del dedo gordo ayudado por el flexor común de los dedos y aductor del dedo gordo, a una distancia de 15-18 mm del suelo. La estabilidad estática de la bóveda plantar se da gracias a los ligamentos y la estabilidad dinámica se logra mediante los músculos dando resistencia y movimiento actuando como verdaderos tensores que se oponen a la deformidad del arco. Los músculos son: tibial posterior, peroneo lateral largo, flexores de los dedos y aductor del primer dedo.

Sistema muscular del pie

En los huesos del pie se insertan diferentes músculos los cuales se describen a continuación haciendo una división esquemática en dos grupos: intrínsecos y extrínsecos (Goldcher, 1992). La musculatura intrínseca está formada por músculos cortos que se insertan y origina en el propio pie; y la musculatura extrínseca, que aunque tiene su origen fuera del pie, realiza su función en el propio pie.

Músculos intrínsecos del pie Juegan un papel importante en la manutención de la estructura del pie, especialmente en el metatarso y en las falanges. Gran parte de las patologías del antepie y de los dedos se atribuye a un mal funcionamiento de estos músculos. Los principales músculos intrínsecos del pie son: a) Aductor del primer dedo b) Abductor del primer dedo

13

c) Flexor corto del primer dedo d) Abductor del quinto dedo e) Flexor corto del quinto dedo f) Flexor corto plantar g) Cuadrado carnoso de Sylvio h) Lumbricales i) Pedio j) Interóseos dorsales y plantares.

Músculos extrínsecos del pie De acuerdo a su función se pueden clasificar en (Ver figura 5): A) Músculos extensores 

Tríceps



Tibial posterior



Flexor común de los dedos



Flexor propio del dedo gordo



Peroneo lateral largo



Peroneo lateral corto

B) Músculos flexores 

Extensor propio del dedo gordo



Tibial anterior



Extensor común de los dedos



Peroneo anterior 14

C) Músculos supinadores del pie 

Tibial anterior



Tibial posterior



Extensor propio del dedo gordo



Flexor propio del dedo gordo



Tríceps



Flexor común de los dedos

D) Músculos pronadores del pie 

Peroneo anterior



Peroneo lateral largo



Peroneo lateral corto



Extensor común de los dedos

Fig. 5 Musculos del pie (http://www.podoortosis.com/a_introduccion/b01.htm)

15

2.2

Biomecánica del pie El pie debe de adaptar la estática y la dinámica del cuerpo. “Existe un

compromiso mecánico entre el armazón rígido del sistema osteoarticular y las estructuras

que

aseguran

la

dinámica

por

medio

de

los

elementos

musculotendinosos” (Gonzales, 1997, p. 22). El peso del cuerpo es transmitido de la pelvis a ambas extremidades y a través del fémur y la tibia llega hasta el pie. Aquí el estrágalo distribuye el peso hacia el antepie en dos columnas; una interna formada por el escafoides, las cuñas y los metatarsianos 1° y 2°; y otra externa formada por el calcáneo, el cuboides y los tres últimos metatarsianos (Viladot, 1975). “La distribución del peso en manera estática es de: 50% para el antepie y el otro 50% al retropié: el 33% va al apoyo antero interno y el 17 % al antero externo” (Gutiérrez, 1995, p. 22). Las solicitaciones mecánicas que soporta el pie son: las fuerzas descendentes, que provienen del peso corporal distribuidas por la articulación tibiotarsiana; y las fuerzas ascendentes que llegan del suelo por la planta del pie, lográndolo

mediante la

adaptación

y el equilibrio

del seno

del tarso

(Regnual,1986).

Arcos de Movilidad El tobillo tiene tres ejes principales: 1. Eje transversal X-X1(Ver figura 6) pasa por los dos maléolos y corresponde al eje de la articulación tibiotarsiana condicionando los movimientos de flexo-extensión del pie. La flexión aproxima la punta del pie a la cara anterior de la pierna. La extensión aleja la punta del pie a la cara anterior de la pierna.

16

2. Eje longitudinal de la pierna Y o eje vertical (Ver figura 6), condiciona los movimientos de aducción-abducción del pie con la rotación axial de la rodilla flexionada. La aducción es el movimiento que tiende a acercar el pie al plano medio del pie. La abducción es el movimiento que tiende a alejar el pie del plano medio del cuerpo. 3. Eje longitudinal del pie Z o eje anteroposterior (Ver figura 6), orienta la planta del pie permitiéndole “mirar” hacia abajo, hacia fuera o hacia adentro; movimientos conocidos como pronación y supinación (Kapandji, 2002, p 160).

Fig. 6 Ejes del pie (Kapandji, 2002)

“La supinación es el movimiento de rotación que dirige la planta del pie hacia dentro, es decir, hacia el plano medio del cuerpo. La pronación es el movimiento de rotación que dirige la planta del pie hacia fuera” (Goldcher, 1992, p 13-14).

2.3

Postura Desde el nacimiento, la columna vertebral sufre una transformación a partir de

una posición de flexión derivada de la adaptada durante la vida intrauterina, que 17

se modifica paulatinamente a medida que el niño se desarrolla e interactúa con su entorno, conllevando a modificaciones de la estructura de la columna vertebral hasta cerca de los 10 a 12 años de edad, cuya modificaciones determinan las curvas fisiológicas que prevalecerán durante gran parte de la vida del individuo. Para preservar la postura corporal es necesaria la actividad integrada de diferentes grupos musculares como son: los músculos paravertebrales, los cuales actúan como erectores de la columna vertebral; los glúteos que controlan la basculación excesiva de la pelvis hacia delante; los músculos abdominales y flexores de cadera trabajan sincrónicamente para equilibrar la acción de los músculos posteriores (erectores, glúteos e isquiotibiales). Por otra parte los flexores y extensores de rodilla y tobillo se oponen de manera equilibrada para ayudar a preservar la postura (Lesmes, 2007). Kottke, Lehmann y Justus (2002) definen la postura como la relación que guardan las distintas partes del cuerpo entre sí, dando como resultado un equilibrio dinámico que puede estar sobre diversos planos y ejes del cuerpo con respecto a la gravedad siendo una cuestión individual. La postura estática se define como la alineación corporal mantenida de todos los segmentos en una posición especifica de quietud. La postura dinámica, es la actividad corporal de los segmentos adoptada durante el movimiento. Desde el punto de vista articular la alineación indebida causa dos tipos de problemas. Es un defecto de la alineación cuando la desviación es persistente o severa y es un defecto de la movilidad cuando el movimiento es excesivo o está limitado y pueden ser momentáneos o persistentes. Esta alineación indebida de la postura ocasiona un desequilibrio del sistema musco-esquelético que produce un mayor gasto de energía del cuerpo, ya sea cuando éste se encuentra en actividad o en reposo, provocando cansancio y/o dolor. Las personas al tratar de restablecer el equilibrio de sus cuerpos, adoptan nuevas posiciones, ocasionando mayores deformidades, en vez de serenar los

18

efectos de una mala postura. Estas deformidades pueden ser incapacitantes desde el punto de vista estético y de orden funcional.

2.3.1 Aspectos mecánicos y fisiológicos que influyen en la postura corporal Son numerosos los aspectos estructurales y funcionales que influyen en la postura y su control; entre ellos están la integridad y la relación de los sistemas corporales, el equilibrio muscular, la posición de ciertas articulaciones y el efecto que causa en otras. Equilibrio muscular. Se entiende como la activación y la desactivación coordinada y sistemática de acciones musculares con mínimo consumo energético para conservar una postura estable y responder a demandas corporales de carga o movimiento. Base de sustentación. Se define como el área de superficie delimitada por los extremos de los segmentos que se encuentran apoyados en el piso o superficie de soporte. El control de la postura corporal no solamente permite integrar, interpretar y elaborar respuestas de ajuste postural frente a la información sensorial, sino, además, responder a la influencia y los efectos de la inercia, la fuerza de gravedad y la reacción del piso a la postura. Inercia. Es la propiedad de los cuerpos de tender a permanecer en una condición de reposo o de movimiento uniforme. Si el cuerpo humano está en posición de reposo, tiende a permanecer “por inercia” en dicha posición hasta que no haya una fuerza que lo saque de esta condición. Fuerza de gravedad. Atracción que ejerce la tierra sobre los cuerpos, se caracteriza por ser constante, unidireccional y actuar en todas y cada una de las partículas que constituyen la masa del cuerpo.

19

Fuerza de reacción de piso. Responde a la tercera Ley de Newton: la ley de reacción, la cual afirma que cuando un objeto imprime una fuerza sobre otro objeto, el segundo reacciona sobre el primero con una fuerza de la misma magnitud pero con dirección opuesta.

2.3.2 Factores que alteran la postura Una postura defectuosa es toda aquella postura corporal que altere el alineamiento postural óptimo de los segmentos y las articulaciones, y con ello, incremente la concentración de estrés de forma asimétrica en las superficies de soporte. Ganong (1992) define los defectos posturales como fallas en la integración de los mecanismos que regulan la postura. Afecta a uno de cada cinco niños aproximadamente.

Son números factores los que influyen considerablemente en la postura de un individuo; muchos de ellos pueden generar, acentuar o conducir a diferencias de alineamiento postural. A continuación se categorizan en cuatro grandes grupos:

a) Hereditarios. Estos factores de predisposición se reflejan en actitudes particulares de alineamiento corporal (posturas hipercifóticas, escoliosis, genu valgo o pie plano). Estas posturas generalmente se asocian a características antropométricas también heredadas.

b) Físicos. Comprende factores morfofisiológicos, hábitos posturales y deficiencias características

estructurales.

Los

morfofisiológicos

comprenden

las

anatómicas y fisiológicas individuales (composición

estructural, movilidad, fuerza muscular, tono, etc.) y las posibles deficiencias estructurales y funcionales de los sistemas corporales, que inciden notablemente en la alineación corporal. 20

Los hábitos posturales pueden ser generados por afectación de limitación en el movimiento articular, también por un desequilibrio entre las fuerzas de los grupos musculares sinergistas (agonistas, antagonistas y fijadores), así como también por deficiencias en el tono muscular (hipertonía, hipotonía, flacidez), inestabilidad articular, perdida de extensibilidad de los tejidos blandos, dolor, limitada actividad física regular, edad, entre otras. Cuando existe un factor postural incorrecto, por lo general, puede ser corregido si se detecta a tiempo de tal modo que se logran tener posturas correctas que cumplen con la condición de economía en el consumo energético. Las deficiencias estructurales se refieren a las deformidades estructuradas que comprometen al sistema osteoarticular, caracterizadas por ser de difícil corrección con modalidades conservadoras. Se derivan de enfermedades sistémicas, deficiencias congénitas e idiopáticas o traumas.

c) Psicológicos. El estado anímico de un individuo se ve reflejado en la postura dando ciertas características mediante dicha postura.

d) Contextuales. Se refiere a los factores socioculturales, ocupacionales, recreacionales, las características ergonómicas y arquitectónicas en las que se desenvuelve el individuo.

2.4 Marcha La marcha es la forma característica del desplazamiento humano y lo que lo diferencia del resto de los seres vivientes y se define como el desplazamiento lineal del cuerpo resultado de una serie de movimientos rotatorios, que deben de realizar el tronco y las extremidades de manera rítmica y alternante. .La marcha es un proceso que cada persona aprende. Esta característica hace que se pueda diferenciar al individuo por su manera de caminar y está dado por factores como la longitud de los segmentos corporales, su masa corporal, 21

entre otros. Constituye un elemento característico que identifica a todo sujeto, pues permite revelar aspectos individuales de la personalidad, la autoestima, la condición de salud y las situaciones emocionales de cada persona. La marcha requiere la integración compleja de diversos sistemas y compromete varios segmentos corporales (Inman, Ralston, Todd, 1981). Pese al carácter individual de este proceso, que durante los primeros años de la infancia se aprende, las semejanzas entre sujetos distintos son tales que se puede hablar de un patrón característico de marcha humana normal, el cual se basa en las siguientes determinantes: 1. La disociación de cintura 2. Rotación pélvica 3. Desplazamiento del centro de gravedad 4. Basculación pélvica 5. Flexión de rodilla En la marcha, el peso del cuerpo es recibido y soportado por el primer punto de apoyo del talón (calcáneo) y, desde allí, se desplaza progresivamente hacia los puntos de apoyo anteriores (metatarsianos) a lo largo de dos vías: una interna (arco plantar longitudinal interno) y otra externa (arco plantar longitudinal externo). En este momento, el peso del cuerpo es recibido y soportado por estos dos puntos de apoyo anteriores y repartido en toda la extensión del arco anterior, que soporta en el momento final del paso, todo el peso del cuerpo, auxiliado por la contracción de los cinco ortejos.

2.4.1 Ciclo de la marcha y sus divisiones La marcha como actividad rítmica y cíclica que compromete todo el cuerpo, y en especial las dos extremidades inferiores, comprende un inicio y un final para cada ciclo. 22

Un ciclo de la marcha se define como el periodo en el que se presentan acciones sucesivas, alternas y uniformes; se inicia en un evento especifico hasta que se repite en el pie ipsilateral generalmente, se utiliza el contacto inicial para su descripción de inicio y culminación; es decir, un ciclo de la marcha va desde el impacto del talón hasta el próximo impacto de la misma pierna. El ciclo de la marcha se divide en dos fases: apoyo y balanceo, donde el apoyo ocupa aproximadamente el 60% y el balanceo aproximadamente un 40 %. El apoyo se refiere al tiempo que transcurre mientras que el pie permanece en contacto con el piso, permite que la carga o el peso del cuerpo se transfiera de una extremidad a la otra y se avance sobre el pie de soporte. El balanceo es el tiempo durante el cual la extremidad inferior permanece en el aire y avanza hacia adelante, el pie pierde contacto con el piso (Lesmes, 2007).

Fases de los ciclos de la marcha

Fases del ciclo de la marcha durante el periodo de apoyo:

Fig. 7 Fases de la marcha en el periodo de apoyo (Lesmes, 2007)

23

1. Contacto inicial. Instante en el cual el pie que se adelanta hace contacto con el piso. Generalmente la región de impacto es el talón. 2. Respuesta a la carga. Es el intervalo en el que el pie hace contacto total con el piso y el peso corporal es soportado totalmente por esta extremidad. 3. Soporte medio. Se inicia cuando la extremidad contralateral pierde contacto con el piso y el peso del cuerpo se trasfiere a lo largo del pie hasta que se alinea con la cabeza de los metatarsianos (antepie). 4. Soporte terminal. El talón se levanta para desplazar el peso hacia los dedos y transferir la carga al pie contralateral, el cual entra en contacto con el piso. 5. Prebalanceo. Se inicia cuando el pie contralateral entra en contacto con el piso y termina cuando el pie ipsilateral (dedos) despega del piso.

Fases del ciclo de la marcha durante el periodo de balanceo:

Fig. 8 Fases de la marcha en el periodo de balanceo (Lesmes, 2007)

1. Balanceo inicial o aceleración. Comienza cuando los dedos del pie abandonan el piso y termina cuando la rodilla alcanza la flexión máxima durante la marcha. 2. Balanceo medio. Se inicia con la flexión máxima de la rodilla y termina cuando la tibia se dispone en posición perpendicular con el piso. 3. Balanceo terminal o desaceleración. Se inicia en la posición vertical de la tibia y termina cuando el talón hace contacto con el piso. 24

Figura 9. Ciclo de la marcha. El porcentaje (%) muestra los incrementos de un ciclo completo de marcha- en esta figura, el miembro inferior derecho en un ciclo. AT es el asentamiento del talón cuando inicia la fase de estación. Al asentarse el talón la rodilla se extiende (ER). Cuando el cuerpo pasa sobre el miembro inferior que sostiene el peso, la rodilla sufre ligera flexión (FR) que absorbe el choque. A estación media (EM) la rodilla se encuentra de nuevo en extensión completa, al levantar el talón (LT), la rodilla realiza leve flexión (FR) y permanece así hasta el levantamiento de los dedos (LD), esto al iniciar la fase de balanceo. La rodilla continua en esta posición durante la fase de balanceo hasta antes de repetir el asentamiento del talón, cuando la rodilla se extiende de nuevo (ER) (Cailliet, 1998, p. 52).

2.4.2 Afectaciones de la marcha La comprensión del reparto del peso del cuerpo según la posición del pie, es trascendental para entender una parte importante de su patología. “Las diferentes alteraciones de la estructura anatómica del pie como pie plano longitudinal, el hallux valgus, ortejos en martillo y subluxados, ortejos en garra, callosidades plantares y de los ortejos, etc., no son sino que consecuencia de una alteración en el reparto del peso del cuerpo sobre la planta del pie” (Chico, 2007, p. 72). Las causas más comunes de los procesos patológicos que afectan a la marcha de forma esquemática son: 1. Dolor. Las reacciones fisiológicas al dolor van a alterar la marcha introduciendo además otros elementos como la limitación del movimiento y la 25

debilidad muscular. La articulación dolorosa tiende a adoptar una postura que coincide con la mínima presión intrarticular, en estas posiciones se produce la máxima laxitud de cápsula y ligamentos.

2. Limitación del movimiento. Los tejidos no permiten una movilidad suficiente para adoptar posturas normales y rangos de movimiento fisiológicos durante la marcha. La contractura o retracción suele ser la causa más habitual a consecuencia de una inmovilidad prolongada o como secuelas de una lesión. 3. Debilidad muscular. Puede ser debida a una atrofia muscular por desuso, a lesiones neurológicas y a miopatías. Las predicciones sobre la capacidad de marcha, basadas en test manuales, se ven limitadas por la imposibilidad de los mismos para identificar los niveles máximos de fuerza muscular. 4. Control neurológico deficitario. Se puede presentar en la patología del sistema nervioso central o periférico manifestándose en diferentes alteraciones básicas, que se pueden dar combinadas y con diferente intensidad, como son: espasticidad, alteraciones de la coordinación, patrones reflejos primitivos y alteración de la propiocepción (Perry, 2003).

2.5 Defectos de apoyo del pie El pie normal debe cubrir los siguientes criterios de acuerdo a Caillet (1998): no presentar dolor, exhibir un equilibrio muscular normal, no debe tener contracturas, poseer un talón central, los dedos deben estar derechos y móviles y distribuir en tres sitios de carga el peso. Como resultados de la pérdida de la correcta armonía entre el peso corporal, la posición y mal apoyo del pie, sobreviene una ruptura de la mecánica arquitectónica del pie en todas sus estructuras: hueso, posición de sus articulaciones, tensión de sus cápsulas articulares, ligamentos, fascias y aponeurosis plantares, fatiga muscular, deformación de los ejes del pie, de los metatarsianos y dedos, mal apoyo plantar, etc., todo lo cual se traduce en dolor, 26

desgaste articular prematuro (artrosis), contracturas musculares dolorosas y callosidades, lo cual constituye la patología ortopédica del pie.

2.5.1 Evaluación de los defectos del pie Exploración clínica Exploración de la cara plantar por medio del

podoscopio, que observa

directamente el apoyo plantar de los pies, Se observa la piel pálida en las zonas de mayor apoyo del peso del cuerpo. En este mismo estudio se puede observar diferentes posiciones del paciente reportando también alteraciones. Visión posterior: Normalmente el eje del talón y el eje de la pierna no forman una línea continua, sino un ángulo fisiológico de alrededor de 5°. Cuando el talón esta desviado hacia fuera, es decir, el ángulo es superior a los 5° se denomina talón valgo o valguismo de calcáneo. De lo contario al existir una disminución del ángulo se habla de talón varo o varismo de calcáneo. Visión anterior: Aquí se observa la garganta del pie: la cara dorsal del tarso; el metatarso y los dedos. En esta posición se observan las deformidades del antepie. Visión interna: Se reconoce el arco interno (plano o cavo), la cara dorsal del pie (existencia de deformidades), la tuberosidad del escafoides y el apoyo global del pie. Vista externa: Se observa el contorno del talón, la cara dorsal del pie observándose si existen prominencias óseas que sobresalen de la base y la cabeza del quinto metatarsiano (Goldcher, 1992).

27

2.5.1.2 Examen de las huellas plantares Obtención de huellas plantares. Permite disponer de un documento dentro del historial clínico del paciente, así como practicar algunas mediciones y visualizar las presiones. “Una huella plantar normal es aquella en la que el apoyo se realiza en el talón, borde externo del pié, cabezas de los metatarsianos y pulpejos” (Seringe 1982, p. 48). “El ancho del borde externo del pié debe ser equivalente al 1/3 del ancho del total del antepie” (Claustre 1989, p. 48).

Fig. 10 Huella plantar normal (Goldcher, 1992).

Pruebas complementarias La exploración clínica es suficiente en la mayoría de los casos para permitir el diagnóstico en un pie anormal así como su grado de deformidad, pero las pruebas complementarias nos permiten objetivar. Existen muchas pruebas propuestas para ello; a continuación se describen algunas: Podógrafo o fotopodograma. “Se pincelea el pie con revelador y hace que al paciente pise un papel fotográfico previamente expuesto a la luz, por último se 28

sumerge el papel en un baño fijador” (Viladot, 1954, p. 49) la imagen obtenida o fotograma ha de hacerse siempre en carga. En esta se pueden medir diferentes ángulos. Bavor y Horava hacen una clasificación en la que determinan sus valores; en pie normal, en el cavo y en el plano. Forriol los obtiene para el índice del arco, en los tres casos. Radiologías convencionales. En esta prueba existen diversas posiciones, ángulos y proyecciones que determinan la arquitectura ósea del pie. Como por ejemplo se valora el ángulo de inclinación plantar del astrágalo (verticalización) y el ángulo de divergencia astrágalo-calcáneo en la proyección anteposterior (Goldcher, 1992). La Baropodometría Digital o Pedigrafía Computarizada: es la impresión del pie, obtenida por medio de un sistema informático de escaneo digital y almacenamiento de imágenes a partir de la pisada del paciente. Permite distinguir fácilmente los hiperapoyos del pie, brindando además parámetros adicionales que ayudan a realizar un mejor y más preciso diagnóstico: determinación de áreas de mayor presión en la pisada del pie; determinación del contorno del pie; imagen en 16 millones de colores; zoom de imágenes y cálculo automático del largo del pie y número de calzado (Corrales, L. 1999).

Resonancia Magnética. Esta técnica se utiliza de forma reciente en el estudio de las deformidades de los pies (Bresnahan, 1991). Schoenberg (1991), con esta técnica determina la evolución de las alteraciones del pie en el niño. A pesar de estos métodos exploratorios, muchos autores concuerdan en creer que lo más importante es el estudio clínico. Así, Lielievre afirma que el estudio radiológico no es más que una prueba complementaria para el diagnóstico.

29

2.5.3 Pie plano El pie plano del niño es el defecto en la cual existe una disminución del arco interno del pie. Normalmente existe siempre una desviación del calcáneo en valgo, por lo que este hecho suele incluirse en la definición. Etiología Núñez-Samper y Llanos (1997) establecen tres grupos etiopatogénicos de pies planos en relación con la lesión original. 1) Pie plano por alteraciones óseas. 

Congénitos, adquiridos.

2) Pie plano por alteraciones ligamentosas. 

Endocrinológico, secundario a afecciones generalizadas.

3) Pie plano por alteraciones neuromusculares. 

Traumatismos del tibial posterior, de parálisis fláccidas, de parálisis espásticas.

Manifestaciones clínicas Los niños se quejan de: caída fácil, marcha en rotación interna, cansancio precoz (quiere que lo lleven en brazos), deformación del calzado, desgastado el borde interno del zapato, dolores en los pies, las pantorrillas y cara anterior de las piernas, calambres nocturnos y marcha en rotación interna. El dolor es un síntoma muy variable, porque no existe en muchos pies planos y porque el niño elimina o amortigua el dolor con la marcha en rotación interna. Tratamiento 

Promover la actividad cuando y donde sea posible minimizando los efectos de la inactividad.

30



Corregir la ineficiencia de los músculos específicos o grupos de músculos. Ejercicios

Terapéuticos:

Trabajo

específico

de

tonificación

de

la

musculatura estabilizadora de tobillo (énfasis en el tibial posterior y PLL). Potenciación de la musculatura intrínseca de los pies (interóseos, flexor corto de los dedos). 

Ejercicios de marcha: marcha en puntillas, sobre el borde externo del pie, sobre plano inclinado.



Ejercicios de equilibrio y de reeducación propioceptiva, sobre planchas móviles y cilindros, del pie y del miembro inferior en su conjunto.



Restablecer o mejorar la amplitud normal del movimiento de la articulación, sin perturbar la obtención de movimiento funcional eficiente.

Los ejercicios para tratar el pie plano pretenden reforzar la musculatura supinadora del pie, principalmente el tibial posterior, además de corregir los defectos postulares que interfieren en la marcha. En el tratamiento del pie plano flexible, también es muy útil la elongación, ya que aumenta las cualidades físicas y la eficiencia muscular; la elongación pasiva del tríceps sural consigue indirectamente aumentar la flexión dorsal real del pie y se corrige el valgo del calcáneo, si este existiera. 2.5.4 Pie cavo Alteración estructural del pie caracterizada por un aumento de altura del arco plantar longitudinal, asociado habitualmente a rigidez articular, llevando a una aponeurosis plantar tensa, a una disminución de superficie de apoyo y a una posición de calcáneo varo pudiendo presentar un aumento de dedos en garra (Baumgartner, 1997). Los pies cavos a edades tempranas, presentan muy pocas molestias y no suelen alterar significativamente la marcha. Con el paso de los años, se van haciendo cada vez más rígidos, y comienzan a manifestar la sintomatología típica de la edad adulta: metatarsalgias; talalgias e hiperqueratosis plantares. 31

Etiología Frecuentemente es de origen hereditario, pero nunca aparece en el momento del nacimiento, sino que se desarrolla en edades posteriores. Debe investigarse una posible causa neurológica (Baumgartner, 1997). “Actualmente la etiología neurológica es la más frecuente, especialmente en niños en crecimiento en los que se recomienda la detección de enfermedad neuromuscular o lesión intraespinal” (Núñez-Samper, 1997, p. 203). La mayoría de los autores clasifican el pie cavo en cuatro grandes categorías: idiopático, congénito, neuromuscular y por otras. De acuerdo a la clasificación de Lovell y Winter se consideran: 1. Congénito. 2. Neuromuscular. 3. Otras causas. Traumáticas, infecciones, quemaduras. Manifestaciones clínicas En el podoscopio se observa el istmo de la huella plantar muy reducido o ausente. Este tipo de pie se caracteriza por dificultad para calzarse ya que el andar con zapatos planos resulta difícil; marcha danzante por la desnivelación y el ataque contra el suelo por el talón anterior (dificultando la marcha prolongada); la inestabilidad del tobillo provocando esguinces de repetición; e hiperqueratosis en la región del antepie. Tratamiento Los objetivos del tratamiento conservador son: disminuir el arco aumentado; disminuir el varo de retropié; pronar el antepie; descargar las cabezas metatarsianas; alargar y bajar el arco longitudinal; lograr que los pulpejos de los dedos contacten el suelo; facilitar el normal desarrollo del paso y corregir los dedos en garra (Baumgartner, 1997). 32

Los estiramientos de las cadenas posteriores son muy importantes, debido a que este pie cursa con hipertonía muscular, y por ello tienen la musculatura acortada. Practicar ejercicios en planos inestables como por ejemplo mantener el equilibrio sobre pelotas de tenis de forma alternativa en cada pie. Se puede realizar masoterapia en la fascia plantar para preparar al pie para los ejercicios: 

Caminar descalzo sobre un terreno firme como el suelo.



Subir rampa apoyando 1º el talón.



Bajar rampa hacia atrás apoyando 1º el talón.

Un calzado correcto respecto a la desviación, ejercicios específicos y órtesis plantares bien adaptadas como el uso de plantillas correctoras del apoyo (plantillas de apoyo retrocapital), como el uso de zapatos elevando la altura del tacón 3-4 cm. El tratamiento quirúrgico es necesario en presencia de deformaciones importantes o evolutivas que entorpezcan el calzado o por dolores. (Goldcher, 2002).

2.5.5 Descenso de arco anterior El también denominado pie plano transverso donde la línea de las cabezas metatarsianas esta ensanchada y el arco transverso aplanado; puede derivar en una desviación o angulación del hallux respecto al eje del pie a nivel de la articulación MTF (hallux valgus), así como también dedos en garra o martillo. La carga principal se ejerce en los radios medios. La piel reacciona con hiperqueratosis.

33

Corresponde a la más frecuente de todas las patologías ortopédicas del pie. Es un síndrome doloroso ubicado en toda la extensión del apoyo anterior o metatarsiano del pie. Etiología La causa más frecuente se atribuye a una insuficiencia musculoligamentosa con base hereditaria. “Esta deformidad es una de las llamadas “enfermedades de la civilización” por uso de tacones, suelas blandas, falta de movilidad, sobrepeso, etc. En esta alteración existe un defecto estructural, el talón anterior tiende a hacerse convexo” (Leliévre, 1993, p. 543) Manifestaciones clínicas Se produce por una sobrecarga del peso del cuerpo, exagerada y sostenida, sobre el apoyo metatarsiano o talón anterior del pie, desapareciendo el arco transverso. La distancia entre las cabezas metatarsianas aumenta. Es mayor entre las cabezas de los extremos (I-II y IV-V) que entre las situadas en medio. El eje longitudinal

del I metatarsiano se puede desviar unos 10-30° del eje

longitudinal del antepie, formándose el I metatarsiano varo. Con la tracción muscular en esta mal posición se produce una desviación del dedo gordo a una posición de valgo. Como consecuencia de esta deformidad, las cabezas de los metatarsianos I y V sobresalen por el borde interno y externo del pie. Tratamiento La finalidad del tratamiento es la eliminación del dolor y una mejor distribución de las presiones de las cabezas metatarsianas, no solo en bipedestación, también en la fase de despegue, para mejorar la eficacia de apoyo y marcha. Se puede complementar con tratamiento ortésico que consta en: plantilla con almohadillas retrocapital en forma de corazón o transversas; calzado con tacón no demasiado alto; barra de balancín para las cabezas metatarsianas, transversa o en forma de mariposa (Baumgartner, 1997). 34

2.5.6 Pie valgo Se define como el ángulo de talón pierna superior a los 5°, con el talón desviado hacia afuera. En ocasiones provoca la caída del astrágalo hacia abajo y hacia dentro que arrastra consigo el escafoides; y aparecen entonces dos o tres maléolos en el borde interno del pie. Etiología Generalmente se trata de un defecto de construcción de la articulación subastragalina. “El ligamento interóseo, que es deficiente: demasiado largo o demasiado laxo, deja girar el calcáneo en pronación y las superficies encaradas se adaptan a una nueva posición” (Leliévre, 1993, p. 424). Manifestaciones clínicas Si el valgo persiste al andar se produce un desgaste demasiado interno del talón. La reducción es favorecida con el huso de zapatos con contrafuertes laterales. Puede ser

necesario también uso de órtesis plantares con cuñas

supinadoras posteriores o taloneras supinadoras (Goldcher, 1992). Tratamiento 

Masoterapia.



Movilización pasiva.



Ejercicios: Corrección de la marcha: pies alineados y tronco erguido.



Reeducación de la prensión: desarrollo de flexores, lumbricales e interóseos.



Caminar de puntillas: potenciar tríceps sural, peroneo lateral largo y flexor del 1er dedo.



Caminar sobre los talones: potenciar tibial anterior.



Subir y bajar rampa con talones: potenciar tibial anterior.



Marcha sobre borde externo del pie: potenciar tibial posterior.



Moldear objeto duro con la planta del pie. 35



Flexión y extensión de los dedos con apoyo del talón a una pequeña altura.



Flexión, extensión y abducción libre de los dedos.

2.5.7 Pie varo Se define por un ángulo talón-pierna inferior a 5° y el talón se desvía hacia dentro respecto a la pierna. Manifestaciones clínicas Es menos frecuente y de peor diagnóstico funcional, a largo plazo, que el valgo. Habitualmente se integra en un pie cavo. Para tratarlo se deben llevar zapatos adecuados y órtesis plantares con cuña pronadora y asistir a sesiones de reeducación muscular (Goldcher, 1992). Tratamiento 

Subir por la rampa.



Bajar la rampa caminando hacia atrás.



Subir y bajar la rampa lateralmente: así se trabaja la musculatura externa e interna de la pierna.



Caminar de talones.



Subir y bajar las escaleras.



Movilización activa libre de tobillo en sedestación, con flexión de cadera y rodilla para disminuir el reflejo extensor. También activa asistida o pasiva.



Caminar sobre materiales blandos.

36

Capítulo 3 Planteamiento del problema

La atención al problema de los defectos de apoyo del pie en los niños es de suma importancia, ya que se presenta entre los padecimientos más frecuentes en la población dado a conocer en investigaciones como son la realizada en 1999 por Rosario Corrales Márquez, por el Doctor Arturo Pérez García en 2004 y la Doctora Nancy Molano Tobar en el mismo año; quienes demostraron que los defectos de apoyo del pie en los niños están presentes en sus investigaciones. Por lo cual se pone atención durante el Servicio Social en la Unidad Básica de Rehabilitación de San Miguel Xoxtla en el periodo de febrero 2009-febrero 2010; al ser detectado en gran porcentaje este tipo de defectos posturales; por lo cual surge la inquietud de realizar un programa para la detección de los defectos de apoyo del pie en niño del municipio, con el fin de saber la frecuencia de estos defectos posturales en niños de edad preescolar, es decir desde los 3 hasta los 6 años, ya que son las edades tempranas para un adecuado manejo de rehabilitación con mejores resultados. Se realiza esta investigación para conocer la indecencia de defectos de apoyo del pie en niños de edad preescolar y al mismo tiempo saber el grado de afectación por edades y de acuerdo al sexo; para notar que tan común es este problema y poder tenerlo documentado. Para lo cual surge la siguiente pregunta: ¿Cuál es la incidencia de los defectos de apoyo del pie en niños de 3 a 6 años de edad que acuden al preescolar Centro de Atención Infantil Comunitario (C.A.I.C.) y preescolar Juan Jacobo Rousseau en el municipio de San Miguel Xoxtla durante el ciclo escolar 2009-2010?

37

Capítulo 4 Justificación En la actualidad en el municipio de San Miguel Xoxtla el mayor motivo de consulta en su Unidad Básica de Rehabilitación es para atender defectos posturales en infantes, siendo más frecuente las alteraciones en los pies. El fin de realizar esta investigación es con el propósito principal de observar cuáles son las alteraciones posturales que se presentan con mayor incidencia en los niños de edad preescolar causando alteraciones en el apoyo del pie y de esta manera, realizar una clasificación que nos permita detallar la incidencia de los defectos de apoyo del pie respecto con la edad y el sexo. En esta investigación se recopila información sobre los defectos de apoyo del pie en niños que acuden al preescolar C.A.I.C. y al preescolar “Juan Jacob Rousseau” del municipio de San Miguel Xoxtla y de esta forma nosotros saber con precisión cuáles son los defectos de apoyo del pie más frecuentes y también que tan presentes están en la comunidad preescolar, con la finalidad de lograr una detección precoz para de este modo darles una atención inmediata de acuerdo a su alteración y evitar de esta manera futuras complicaciones o secuelas por su problema, canalizándolos a la Unidad Básica de Rehabilitación del municipio y aplicando el tratamiento oportuno para lograr la rehabilitación. Esta investigación decide aplicarse en grupos de niños con edades comprendidas entre los tres y seis años, siendo a los tres años donde ya esta moldeada la estructura del pie y haciendo las detecciones en edades más tempranas se obtienen mejores resultados de rehabilitación; ya que se detectan a tiempo para evitar futuros defectos posturales sumados a los ya existentes. Al dar a conocer los resultados de la investigación se sabrán las características que tiene la población infantil en esta zona del estado, dándonos un registro del grado de afectación en la postura reflejando la importancia de una atención y concientización para disminuir este tipo de defectos. 38

Capítulo 5 Objetivos 5.1 Objetivo general 

Detectar la incidencia de los defectos de apoyo de pie más frecuentes en niños de 3 a 6 años de edad que acuden al preescolar Centro de Atención Infantil Comunitario (C.A.I.C.) y preescolar Juan Jacobo Rousseau en el municipio de San Miguel Xoxtla durante el ciclo escolar 2009-2010.

5.2 Objetivos específicos



Describir la incidencia de los defectos de apoyo del pie por grupos de edad en los niños preescolares.



Determinar la distribución de los defectos de apoyo del pie según el sexo de cada alumno preescolar.



Conocer los defectos de apoyo de pie más frecuentes en niños de edad preescolar.



Determinar la forma en que se presentan los defectos de apoyo del pie en cada niño preescolar.

39

Capítulo 6 Material y método El presente estudio es observacional, descriptivo y transversal multicéntrico que se realizó con los alumnos de los preescolares Centro de Atención Infantil Comunitario (C.A.I.C.) y Juan Jacob Rousseau en el periodo escolar 2009-2010 en el municipio de San Miguel Xoxtla, con el fin de conocer la incidencia de defectos de apoyo en el pie en niños que acuden a estos preescolares. El método de exploración clínica que se aplicó para la valoración fue un examen estático para cada alumno.

6.1 Procedimiento Para llevar a cabo la recopilación de la información de este estudio se decidió acudir a diferentes preescolares, siendo autorizados dos de manera inmediata y con los cuales se inicia la investigación. Para hacer las valoraciones en cada preescolar se solicitó un permiso a través de un oficio dirigido a ambas directoras de los preescolares para tener acceso a la institución (Ver anexo 1 y 2). Posteriormente, se explicó de manera detallada en qué consistía y el apoyo necesario para llevar a cabo las valoraciones. Al llegar a los diferentes preescolares, se accedió a cada grupo para realizar las valoraciones. Cada profesora que tenía a cargo su grupo presentó a los investigadores con sus alumnos y les explico el motivo de la visita al grupo. Una vez que los alumnos sabían lo que se haría, se ordenaron por número de lista quitándose zapatos y calcetines mientras esperaban ser llamados para pasar al podoscopio y posteriormente tomar la huella plantar y ser evaluados en el examen estático; para así tener un mejor control en los registros por grupos.

40

6.2 Población de estudio y muestra La muestra elegida en el presente estudio estuvo formada por niños de ambos sexos, con edades de tres, cuatro, cinco y seis años de edad, valorados durante los meses de mayo y junio del 2010, siendo canalizados a la Unidad Básica de Rehabilitación de San Miguel Xoxtla aquellos que presentaron algún defecto de apoyo del pie. Se enlistaron un total de 535 alumnos de ambos preescolares que son la muestra obtenida y de estos se fue eligiendo una muestra aleatoria de acuerdo a los criterios especificados, quedando durante la evaluación una muestra total de 430 alumnos que son el resultado de esta investigación ya que presentan algún tipo de defecto de apoyo del pie. Se decide llevar a cabo la investigación con tipo de muestra conveniente, ya que fue la población que se autoriza para ser valorada y cumple con los criterios necesarios para obtener los resultados a los objetivos planteados.

6.3 Criterios de inclusión 

En el estudio participan niños con edades comprendidas entre tres y seis años de edad.



De ambos sexos (femenino y masculino).



Niños que presenten algún defecto de apoyo del pie.

6.4 Criterios de exclusión 

Niños con pie normal.



Niños que no se hayan presentado el día de la valoración en su grupo.



Niños que no permitieron ser evaluados.



Niños que fueron dados de baja en días anteriores.



Niños que no contaban con fecha de nacimiento.



Niños con otros defectos de postura diferentes (valgo y varo de rodillas). 41

Para el proceso de obtención de los resultados se realizó la captura de los datos a través de un formato de recopilación de la información elaborado para cada alumno (Ver anexo 3). Para llevar a cabo la valoración estática se procedía a subir a cada alumno en orden al podoscopio donde se observaba la alineación del tobillo y la huella plantar marcada, posteriormente al bajar del podoscopio se toma la impresión de las huellas plantares sobre papel para confirmar el diagnóstico al ser medidas las huellas plantares de acuerdo al modelo del índice de Hernández Corvo. Posteriormente se captura la información en el programa de Microsoft Office Excel 2007 donde se ingresa el nombre del alumno, su edad, sexo y diagnóstico para obtener las estadísticas de la investigación.

6.5 Recursos humanos y materiales Para realizar la recopilación de la información y obtener los resultados haciendo las valoraciones, se contó con la participación del personal de la Unidad Básica de Rehabilitación de Xoxtla: del área de Terapia Física; tres pasantes, dos practicantes y del área de Psicología un psicólogo. Quienes en equipo realizamos las valoraciones por cada grupo. El material que se usó fue un podoscopio, cámara fotográfica, hojas de recolección de datos, tinta para tomar las huellas plantares, lapiceros y toallitas húmedas.

42

Capítulo 7 Resultados y discusión

En el presente estudio después de recopilar la información se procedió a la clasificación y el análisis de los datos obtenidos para una explicación detallada de acuerdo a las variables edad, sexo e incidencia de defectos de apoyo del pie, obteniéndose los siguientes registros: El total de niños que se incluyeron en la investigación fue de 430. Las edades de los niños en el estudio fluctuaron entre los 3 y 6 años de edad con una media de 4.5 años. La diferencia en cuanto a la incidencia por edades es debida a que los pocos niños de 3 años en el momento en el que se realizó el estudio estaban por cumplir los 4 años y en el caso de los niños de 6 años fueron pocos ya que la mayoría de los de 5 años apenas estaba por cumplir los 6 años, dato que se verifica con la fecha de nacimiento de cada niño, información proporcionada por las maestras de cada grupo. Se presentaron mayor número de alumnos de 5 años, seguido por los de 4 años y después los niños de 6 años y siendo menor incidencia los niños de 3 años (Ver Cuadro 1), de los cuales hubo mayor incidencia en el sexo femenino siendo del 51% y para el sexo masculino un total de 49% (Ver Cuadro 2). Esta diferencia es debida a las características de la población, donde el sexo femenino ocupa el mayor porcentaje en cuanto a habitantes respecto al sexo. Edad

Frecuencia

Porcentaje

3

40

9%

4

128

30%

5

180

42%

6

82

19%

Total

430

100%

Cuadro 1. Frecuencia por edad en niños preescolares

43

Sexo

Total

Femenino

51%

Masculino

49%

Total

100%

Cuadro 2. Porcentaje total de acuerdo al sexo en niños de edad preescolar

De acuerdo a la clasificación por edades respecto al sexo, se observó que del total de niños de 3 años 20 fueron de sexo femenino y 20 del sexo masculino; de los 4 años de edad se observaron 69 femeninos y 59 masculinos; de los 5 años de edad 85 fueron femeninos y 95 masculinos y de los 6 años de edad se presentaron 46 femeninos y 36 masculinos (Ver Gráfica 1). En los casos de los preescolares de 4, 5 y 6 años se observó que la diferencia entre ambos sexos fue de 10 preescolares por cada sexo, dato en el cual se hace referencia posteriormente para la incidencia de defecto de apoyo del pie de acuerdo al sexo por edades.

100 90 80 70 60 Femenino

50

Masculino

40 30 20 10 0 3

4

5

6

Grafica 1. Frecuencia por sexo y edad en niños preescolares Fuente: Elaboración propia (2011)

44

Como se puede observar existe una diferencia de 10 niños entre cada división por sexo de acuerdo a la edad, siendo únicamente igual para los preescolares de 3 años y mayor en el sexo masculino a los 5 años de edad. Para analizar la incidencia de los defectos de apoyo del pie se realizaron dos clasificaciones, la primera fue en base a la presencia de las combinaciones de los defectos de apoyo que se encontraron y la segunda, por separado se analizan los cuatro defectos de apoyo de pie encontradas (pie plano, pie cavo, pie valgo y descenso de arco anterior (DAA)). Las cuales se explican a continuación. En la primera clasificación se tomaron en cuenta todos los defectos de apoyo de pie diagnosticados en cada niño, de lo cual se observó que el 46.9% de los niños presentan más de un defecto

de apoyo del pie, obteniéndose una

clasificación de 10 posibles tipos de defectos de apoyo del pie combinados. Lo cual hace referencia a lo citado por Chico, F. (2007) quien menciona que un mal reparto del peso ocasiona más de un defecto en la anatomía del cuerpo. Siguiendo con la primera clasificación y ordenadas de acuerdo a la frecuencia en que se presentaron, de mayor a menor corresponde a: pie plano, pie plano-valgo, pie plano-DAA (descenso de arco anterior), pie cavo, pie cavo-valgo, pie valgo, pie plano-DAA-valgo, pie valgo-DAA, DAA y por último pie cavo-DAA (Ver Cuadro 3). Dato que coincide con alguna bibliografía como con NúñezSamper y Llanos (1997) en donde se hace referencia a que el pie plano es el defecto de apoyo del pie más frecuente en los niños preescolares. También durante esta primera clasificación se puede observar mayor frecuencia de pie plano en el sexo masculino; en el caso del pie plano-valgo, el pie plano-DAA, el pie cavo, el pie cavo-valgo tuvieron mayor frecuencia en el sexo femenino; el pie valgo fue de mayor frecuencia en el sexo masculino; en el caso del pie plano-DAA-valgo tuvo la misma frecuencia en ambos sexos. El valgo-DAA fue de mayor frecuencia en el sexo masculino y el DAA y el cavo-DAA fue mayor en el sexo femenino (Ver Cuadro 3). En los resultados proporcionados en esta clasificación observamos que el sexo masculino ocupó el primer lugar en el pie 45

plano coincidiendo con lo descrito por Núñez-Samper y Llanos (1997), quien además menciona que el pie plano suele acompañarse de pie valgo, lo cual se observa y concuerda con su información, ya que el pie plano-valgo fue la segunda combinación de defectos de apoyo del pie ocupada también por el sexo masculino en primer lugar. En todo esto se observa que es en el sexo femenino donde se presentan más los defectos de apoyo del pie con un total de 51.16% respecto al sexo masculino. Respecto al pie cavo en nuestra referencia se mencionó a Baumgartner (1997) quien publicó que el pie cavo se acompaña de un calcáneo varo dato que no concuerda en nuestros resultados ya que fue el calcáneo valgo el que predominó en nuestra investigación. Y en este punto es importante hacer referencia a que el varo se descartó de nuestra investigación ya que en los casos que se llego a presentar, coincidía con alguno de los criterios de exclusión. Siguiendo con Baumgartner encontramos que en la mayoría de los defectos de pie cavo en edades tempranas aun no presentan todos los casos los típicos dedos en garra. El descenso de arco anterior se presentó combinado con los defectos de apoyo del pie y como refiere Leliévre (1993) si bien corresponde a la patología del pie más frecuente para él, en la investigación se observa que se presenta con frecuencia combinado pero no en el primer sitio.

Defectos de

Incidencia

Sexo

apoyo del pie F

M

Plano

136

57

79

Plano-Valgo

111

59

52

Plano-DAA

46

27

19

Cavo

28

18

10

Cavo-Valgo

25

15

10 46

Valgo

24

11

13

Plano-DAA-Valgo

20

10

10

Valgo-DAA

20

8

12

DDA

13

10

3

Cavo-DAA

7

5

2

430

220

210

Total

Cuadro 3. Incidencia de defectos de apoyo del pie y frecuencia de acuerdo al sexo

De acuerdo a la incidencia de defectos de apoyo del pie tomando en cuenta la edad se realiza la siguiente clasificación mostrando las edades por orden de frecuencia de mayor a menor, observándose en el pie plano: mayor en 4 años, seguido de los 5, 3 y 6 años. En el caso del pie plano-valgo la incidencia fue mayor en los 5 años, seguido de 4, 6 y 3 años. El pie plano-DAA presentó mayor frecuencia en los 5 años, posteriormente 4, 6 y 3 años. El pie plano-DAA-valgo igual frecuencia en 5 y 6 años, seguido de los 3 y 4 años con la misma frecuencia. El pie cavo-DAA solo se presentó en los 5 y 4 años. El pie valgo se presentó en los 5, 6 y 4 años. El pie cavo tuvo frecuencia en los 5, 4, 6 y 3 años. El pie cavovalgo fue de mayor frecuencia en los 5 años seguido por los 4 y 6 años. El DAA tuvo una frecuencia igual en los 5 y 6 años posteriormente 4 y 3 años. Por último el pie valgo-DAA misma frecuencia en los 5 y 6 años, seguido por los 4 y 3 años (Ver Grafica 2). La incidencia de los defectos de apoyo del pie de acuerdo a la edad se presenta de la siguiente manera, siendo más frecuente en los preescolares de 5 años, seguida por los 4 y 6 y finalmente los 3 años es la edad con menor incidencia de defectos de apoyo del pie. Esto debido a que la población se presentó con estas características, dato mencionado anteriormente en que el grupo de 5 años de edad es el que ocupa el 42% del total de la población y por esta razón fue la edad en la que mas defectos de apoyo del pie se presentan. Se puede observar que en los defectos de apoyo del pie como fueron el cavo-valgo, el valgo y el cavo-DAA no se presentaron casos en el grupos de edad más pequeños. A lo cual se puede concluir que este tipo de defectos de apoyo del pie solo se presentan después de los 4 años de edad, como menciona Baumgartner (1997) quien describe que el pie cavo se presenta después de los 5 años de edad 47

y es cuando se observa una combinación con otro tipo de defecto de apoyo del pie. A todo esto nos damos cuenta que hay defectos de apoyo del pie que se van generando y logran observarse hasta después de los cuatro años edad, generando de esta manera un dato oportuno para cuando comenzar a realizar las valoraciones en los niños y ya se puedan detectar defectos de apoyo del pie. Los defectos de apoyo del pie registrados en esta investigación se presentan de diferente manera en cuanto a las edades, siendo menos frecuente en edades tempranas ya que aun el pie se modifica de acuerdo a factores como el tipo de zapato. 60 50 40

3

30

4

20

5

10

6

0 PLANO PLANO PLANO PLANO VALGO DAA DDA VALGO

CAVO DAA

VALGO

CAVO

CAVO VALGO

DAA

VALGO DAA

Grafica 2. Frecuencia de defectos de apoyo del pie por edades Fuente: Elaboración propia (2011)

La segunda clasificación que se hizo de la incidencia de los defectos de apoyo del pie se basó solamente los cuatro defectos de apoyo del pie encontrados; los cuales fueron: pie plano, pie cavo, DAA y pie valgo (a diferencia de la primera clasificación donde se tomaron en cuenta todos los defectos de apoyo del pie combinados). En la cual se obtuvieron los totales en porcentajes con 48

respecto a los 430 casos de la muestra, es decir, en los 430 alumnos cuantas veces se presentaron por separado los cuatro defectos de apoyo del pie (ver Cuadro 4). Para esta clasificación tomamos en cuenta también la frecuencia por sexos, dando como resultado únicamente con mayor frecuencia en el sexo masculino en el caso del pie plano y para los tres defectos de apoyo del pie restantes (pie cavo, pie valgo y DAA) mayor frecuencia en el sexo femenino. Y se termina la clasificación con los datos de cómo se presentan los cuatro defectos de apoyo del pie con relación a la edad. En un estudio similar realizado por Pérez y Magallanes (2004) en el estado de Veracruz obtuvieron resultados en los que para su investigación resultó que el DAA ocupa el primer lugar en los defectos de apoyo del pie seguido por el pie plano y en último lugar el pie cavo. Estudio en el que a comparación con nuestra investigación solo concuerda en que el pie cavo fue el defecto de apoyo del pie menos frecuente y que respecto a la bibliografía aquí citada en nuestro caso el pie plano es el defecto de apoyo del pie más frecuente en la población preescolar. La incidencia de los cuatro defectos de apoyo del pie se dio de la siguiente manera: los resultados obtenidos fueron para pie plano, la mayor incidencia con un total de 73%, seguido por pie valgo con un 47%, posteriormente el descenso de arco anterior con un 25%, y ocupando el último sitio de incidencia el pie cavo con un 14% (Ver Grafica 3).

Defecto de Apoyo

Total

Total

F

M

del Pie

(430)

(%)

Pie plano

313

73%

48.9% 51.1%

Pie valgo

200

47%

51.5% 48.5%

DAA

106

25%

56.6% 43.4%

Cavo

60

14%

63.3% 36.7%

Cuadro 4. Frecuencia por sexo de los 4 defectos de apoyo del pie

49

Estos resultados concuerdan en cuanto a la forma en cómo se presentaron, siendo mayor la incidencia del pie plano como lo menciona Núñez-Samper, Llanos Alcázar (1997) y una menor frecuencia para el caso del pie cavo según Baumgartner (1997), sin coincidir en este último donde a diferencia del autor en nuestro estudio pudimos observar mayor incidencia en el sexo femenino.

80% 70% 60% 50% 40%

INCIDENCIA

30% 20% 10% 0% PIE PLANO

VALGO

DAA

CAVO

Grafica 3. Incidencia de defectos de apoyo del pie Fuente: Elaboración propia (2011)

Otro dato en el que se encontró similitud fue para la incidencia de valgo de retropié observado en el estudio realizado por Pérez y Magallanes (2004) el cual es más frecuente por ocho veces que el varo y frecuente en el sexo femenino. Que en nuestra investigación ya se explicó que el varo que se llegó a observar se excluyó de acuerdo a los criterios tomados en cuenta. Respecto a las edades, el sexo y los 4 defectos de apoyo del pie se obtienen las siguientes tablas de frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie según las edades analizadas, observándose en todos los grupos de edad el pie plano con mayor frecuencia.

50

Se observa en la tabla 1 que en los tres años de edad el pie plano presentó mayor frecuencia de los cuatro defectos de apoyo de pie restantes, correspondiente al 57%, siendo su incidencia mayor en el sexo masculino. La incidencia en los defectos de apoyo del pie en los tres restantes fue mayor en el sexo femenino. Dato que coincide con la bibliografía respecto al sexo y que en edades tempranas aún no se presenta el pie cavo. Defecto de

Frecuencia

Porcentaje

apoyo del pie

Sexo F

M

Pie Plano

35

57%

16

19

Pie Valgo

17

27%

9

8

DAA

7

11%

5

2

Pie Cavo

3

5%

2

1

Total

62

100%

52%

48%

Tabla 1. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 3 años según sexo.

En la tabla 2 identificando al grupo de 4 años de edad, se determina mayor frecuencia en la presencia de pie plano con un 53% en los cuatro defectos de apoyo del pie, siendo mayor en el sexo femenino en todos los defectos de apoyo del pie. Y aquí se observó que en esta edad el pie plano fue mayor en el sexo femenino a diferencia de la bibliografía citada en donde se expone que es el pie plano más frecuente en el sexo masculino. Defecto de

Frecuencia

Porcentaje

apoyo del pie

Sexo F

M

Pie Plano

104

53%

54

50

Pie Valgo

47

24%

27

20

DAA

30

15%

16

14

Pie Cavo

15

8%

10

5

Total

196

100%

55%

45%

Tabla 2. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 4 años según sexo.

51

En la tabla 3 asignada para el grupo de 5 años de edad, podemos observar la frecuencia mayor del pie plano con un 44%, siendo más frecuente en el sexo masculino al igual que el caso del pie valgo se presentó con mayor frecuencia en el sexo masculino. Solo en este grupo de edad el valgo es mayor en el sexo masculino. Defecto de

Frecuencia

Porcentaje

apoyo del pie

Sexo F

M

Pie Plano

122

44%

54

68

Pie Valgo

88

32%

40

48

DAA

44

16%

25

19

Pie Cavo

23

8%

21

12

Total

277

100%

49%

51%

Tabla 3. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 5 años según sexo

En el registro de la tabla 4 para los 6 años de edad se observa la frecuencia del pie plano mayor con un 38% respecto a los cuatro defectos de apoyo del pie. En los cuatro tipos de defecto de apoyo del pie corresponde el sexo femenino con mayor incidencia y nuevamente queda contradicho a la bibliografía en donde menciona que el pie plano es más frecuente en el sexo masculino, dando como característica de esta población un mayor caso de frecuencia de pie plano al sexo femenino. Defecto de

Frecuencia

Porcentaje

apoyo del pie

Sexo F

M

Pie Plano

52

38%

29

23

Pie Valgo

49

36%

28

21

DAA

25

19%

14

11

Pie Cavo

9

7%

5

4

135

100%

56%

44%

Total

Tabla 4. Frecuencia de incidencia de defectos de apoyo del pie en niños de 6 años según el sexo

52

Capítulo 8 Conclusión Existe una alta incidencia en los niños de edad preescolar que presentan algún tipo de defecto de apoyo del pie y tal como lo menciona Muñoz-Tamarit (2001) "la deformidad no se localiza sólo en un segmento, sino que repercute desfavorablemente sobre el resto de la anatomía", ello es la causa que un pie defectuoso pueda acarrear una variación en toda la postura. Por lo cual es de suma importancia hacer una detección oportuna y una vez detectada dar el tratamiento para corregir la postura. De los resultados obtenidos se llega a la conclusión de que la mayoría de los niños preescolares presentan más de un tipo de defecto de apoyo del pie, pudiendo combinarse hasta 3 defectos de apoyo del pie en un solo niño. De acuerdo a las combinaciones que se llegan a presentar su incidencia es mayor en el sexo femenino. El pie plano es el defecto de apoyo del pie, que más incidente, presentándose con mayor frecuencia en el sexo masculino, y se acompaña principalmente en la mayoría de los casos de un valgo de retropié. El defecto de apoyo que menos incidente fue el pie cavo que en los casos que se presentó combinado lo hace con un valgo de retropie. En edades tempranas respecto al pie cavo aún no se observan los dedos en garra, lo cual en la mayoría de los casos hace pasar por desapercibido el problema a los padres de los niños preescolares. Si bien Leliévre menciona que el descenso de arco anterior es el defecto de apoyo más frecuente, en nuestra investigación observamos como es este el que se presenta en casi todas las combinaciones que se encuentran en los defectos de apoyo del pie. El pie cavo y el valgo no se llegan a detectar por si solo en niños menores de 4 años y el pie cavo con descenso de arco anterior se presenta de los cuatro años en adelante. 53

Al realizar esta investigación surgen varios puntos importantes para realizar un estudio más detallado en cuanto a la postura, donde se pueda observar que otros tipos de defectos posturales presentan los niños en edades preescolares ya que son muy pocos los estudios que se tienen registrados. Es notable la incidencia de los defectos de apoyo del pie por lo cual es importante dar información a los padres y profesores que estén en contacto con niños de edades preescolares para concientizar sobre la importancia de una atención adecuada, ya que pocos son los padres de familia que ponen atención en las posturas de sus hijos y llegan a detectar los problemas hasta que los defectos posturales son evidentes. Para evitar, que casos posturales de inicio, lleguen a consecuencias lamentables, se recomienda incrementar programas de detección de defectos de apoyo del pie, junto con pláticas en toda la comunidad trascendiendo más allá que de las escuelas, dando puntos clave para detectar problemas en la postura de sus hijos; y brindar apoyo para aplicar un tratamiento adecuado y oportuno. Los resultados nos permiten comparar las diferencias que existen y como se muestran características similares o diversas, en otras poblaciones. También se propone dar pláticas a médicos generales que normalmente tienen el primer contacto cuando los padres detectan algún defecto postural, de esta forma dar a conocer la seriedad e importancia de una detección y tratamiento oportunos.

54

Capítulo 9 Ética

De acuerdo a los principios básicos para la investigación en salud plasmados en la declaración de Helsinki (2008), el presente proyecto se clasifica como “sin riesgo”, por lo que no requirió de un dictamen del Comité de Ética del Centro Mexicano Universitario de Ciencias y Humanidades, pero si de consentimiento informado en primera instancia a las directoras de las instituciones y en segunda instancia a los padres de cada alumno valorado.

Con base a lo anterior, la autora se basó durante todo el trayecto de la investigación de tesis, bajo los principios de la ética profesional como una fisioterapeuta y como una integrante del equipo interdisciplinario de salud. Además, la información recabada es verídica y respetuosa a la integridad del/a paciente.

La autora trabajó de manera crítica, objetiva y participativa con los directores de la presente tesis, respetando su experiencia académica y clínica, con la finalidad de obtener un trabajo de investigación que sirva de información a la accesibilidad sobre los defectos de apoyo del pie para una detección y tratamiento oportuno.

55

Capítulo 10 Referencias

Anatomia funcional del pie. (s.f). Recuperado el 7,enero 2011, de http://www.puntofape.com/anatomia-funcional-del-pie-12560/ Articulaciones del pie. (s.f). Recuperado el 7, enero http://www.podoortosis.com/a_introduccion/huesos/articula.htm

2011,

de

Baumgartner, R. (1997). Tratamiento ortesico-protesico del pie. Barcelona, España: Masson. Basmajain, J. V., Prelooker, M. (1989) Terapéutica por el ejercicio. (3° Ed.). Buenos Aires, Argentina. Panamericana. Berhrman, R., Kliegman, Robert M., Jenson, H. B. (2002) Nelson: Tratado de Pediátria: M.P.R. (2° Ed.). Madrid, España. McGraw-Hill Interameriana. Böger, G., Hoppe, K., Möller, F. (2000) Fisioterapia en Ortopedia y Reumatología. Barcelona, España. Paidotribo. Bricot, Bernard. (2008, Marzo) Revista IPP. La revista del Instituto de posturologia y podoposturologia. Postura normal y posturas patológicas. Recuperado el 11 de febrero de 2011, de http://www.palmilhasortopedicas.com.br/postura-normal-patologica.pdf. Cailliet, R. (1998). Síndromes Dolorosos Tobillo y Pie. (3° Ed.). México, D.F., Manual Moderno. Chico, F. (2007). Pie y calzado: Diseño Biomecánico. México, D.F., Editoriales Ciatec. Corrales, R. (Septiembre, 1999). Epidemiologia del pie cavo en la población escolar de Málaga. Recuperado el 17 de Agosto de 2010 de http://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/2641/16279505.pdf?sequence= 1 Dalley F. A., Moore L. K. (2002) Anatomía con Orientación Clínica. (5° Ed.). Madrid, España. Medica Panamericana. Dueñas. L. (s.f.) Abcfisioterapia. Síndrome del cuboides. Recuperado el 5 de Marzo de 2011 de http://www.abcfisioterapia.com/fisioterapia-sindrome-delcuboides.html 56

Ehmer, B. (2005). Fisioterapia en Ortopedia y Traumatología. (2° Ed.). España. Mc Graw Hill. Esqueleto Apendicular. (s.f). Recuperado el 7, enero 2011, de http://www.educared.org/global/concurso2001/695/huesos%20III/huesos%20III.ht m Garthland. (1965). Ortopedia. México, D.F., Interamericana. Giannestras, N., (1979). Trastornos del pie: Tratamiento médico quirúrgico. Barcelona, España. Salvat. Goldcher, A. (1992). Manual de Podología. (1° Ed. Traducción de la 2° Ed. Original). Barcelona, España. Elsevier-Masson. Inman V, Ralston M, Todd F. (1981) Human walking. Baltimore: Williams and Wilkins. Kapandji, A. I. (2002). Fisiología Articular. Tomo II. (6° Ed.). Madrid, España. Medica Panamericana. Kottke, Frederic, J., Lehmann, Justus, F. (1994). Krusen: Medicina física y rehabilitación. (4 Ed.). Madrid, España. Medica Panamericana. Lavigne, A., Noviel, D. (1994) Estudio clínico del pie y terapéutica por órtesis. Barcelona, España. Elsevier-Masson. Lelievre, J., Lelievre J. F. (1993) Patología del pie: Fisiología Clínica: Tratamiento Médico Ortopédico y Quirúrgico. (4° Ed.). Barcelona. ElsevierMasson. Lesmes, Daza. (2007). Evaluación clínico funcional del movimiento corporal humano. Colombia. Medica Panamericana. Linares, Á. (2010). Podo-Órtesis. Recuperado el 4 de diciembre de 2010, de http://www.podoortosis.com/a_introduccion/f01.htm. Llanos, L. F., Aceves, J. C. (2003) El pie. Barcelona, España. ElsevierMasson. Mc Rae, R. (2005) Exploración Clínica Ortopédica. (5° Ed.). España. Elsevier. Macias M., M. Lourdes., Fagoga J. (2002) Fisioterapia en Pediatría. Madrid. España. McGraw Hill Interamericana. 57

Martin, F. (1993) Epidemiologia del pie cavo en la población escolar de Málaga. Departamento de medicina preventiva y salud pública e historia de la ciencia, universidad de Málaga. Recuperado el 21 de febrero de 2011, de http://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/2641/16279505.pdf. Moore, K. L., Dalley, A. F. (2008) Anatomía con orientación clínica. (6° Ed.). Madrid, España. Panamericana. Morvan G., Busson J., Wybier M. (1993). Escáner del pie y del tobillo. Barcelona, España. Elsevier-Masson. Muñoz, J. (1999) Atlas de Mediciones Radiográficas en Ortopedia y Traumatología. México. McGraw Hill Interamericana. Muñoz I, Tamarit R. (1998) Necesidades de la aplicación de cultura física en escolares con necesidades educativas especiales del municipio de Camagüey. Revista mexicana de ortopedia y traumatología, 12(6): 40. Nordin, M., Frankel V. H. (2004), Biomecánica Básica del Sistema Musculoesuqelético, (3° Ed.). Madrid, España. McGraw - Hill Interamericana. Núñez-Samper, M. Llanos Alcázar, L. F. (1997). Biomecánica, medicina y cirugía del pie. Barcelona, España. Elsevier-Masson. Palastanga, N., Freld, D., Soames, R. (2000). Anatomía y Movimiento humano: estructura y funcionamiento. (3° Ed.). Barcelona, España. Paidotribo. Pérez, Magallanes (2004). Valoración de defectos posturales en niños veracruzanos. Revista Mexicana de Medicina Física y Rehabilitación, 16 (1), 2325. Perry, J. (2003, Octubre). Biomecánica de la marcha humana normal y patológica. Revista del Pie y Tobillo. 4(1). Recuperado el 27 de Octubre de 2010, de http://wzar.unizar.es/acad/cinesio/Documentos/Marcha%20patologica.pdf Robbins, J. M. (1995). Podología: atención primaria. Argentina. MedicaPanamericana. Rosselli, P., Duplat, J. U., Turriago, C., (2005). Ortopedia Infantil. Bogota. Panamericana. Sahrmann, S. A. (2005) Diagnóstico y tratamiento de las alteraciones del pie. España. Paidotribo.

58

Silberman-Varaona (1973). Ortopedia y traumatología. (3° Ed.). Buenos Aires, Argentina. Medica Panamericana. Síndrome del cuboides. (s.f.) Recuperado el 5, enero de 2011, de http://www.abcfisioterapia.com/fisioterapia-sindrome-del-cuboides.html Surós Batilló, A., Surós Batilló, J. (2001). Semiología Médica y Tecina Exploratoria. (8° Ed.). Barcelona, España. Elsevier-Masson. Tachdjian M., Sapiña S. (1994). Ortopedia pediátrica. Tomo II. (2° Ed.). México D.F. Nueva Interamericana. Tortora G., Reynold S. (2003) Principios de anatomía y fisiología. (7° Ed.). Mexico. Oxford University Press. Turner, Warren A., Merriman Linda A. (2007). Habilidades clínicas para el tratamiento del pie. (2° Ed.). España. Elsevier-Masson. Viladot, A. (2001). Patología del antepie. (4° Ed.). Barcelona, España. Springer.

59

ANEXO 1

San Miguel Xoxtla, Puebla a ___ de ___ de 2010

C.EDITH ZAMORA MIRANDA DIRECTORA DEL CENTRO DE ATENCION INFANTIL COMUNITARIO (C.A.I.C.) PRESENTE

ASUNTO: Carta de consentimiento

Le solicito permiso para que la P.L.T.F. María del Socorro Armenta Rugerio asista al programa de valoración de defectos de apoyo del pie en niños de tres a seis años que acuden a su preescolar y me informe los días y el horario en el que este se puede llevar a cabo.

La finalidad de este programa es la detección temprana de los defectos de apoyo en el pie en edad preescolar con el fin de evitar futuras consecuencias.

Sin más por el momento agradezco su atención.

ATENTAMENTE

C. Carina Palacios Hernández COORDINADORA DE LA UNIDAD BASICA DE REHABILITACION DE SAN MIGUEL XOXTLA 60

ANEXO 2

San Miguel Xoxtla, Puebla a ___ de ___ de 2010

C. Ángeles J. Romero y Viveros DIRECTORA DEL PREESCOLAR JUAN JACOBO ROUSSEAU PRESENTE

ASUNTO: Carta de consentimiento

Le solicito permiso para que la P.L.T.F. María del Socorro Armenta Rugerio asista al programa de valoración de defectos de apoyo del pie en niños de tres a seis años que acuden a su preescolar y me informe los días y el horario en el que este se puede llevar a cabo.

La finalidad de este programa es la detección temprana de los defectos de apoyo en el pie en edad preescolar con el fin de evitar futuras consecuencias.

Sin más por el momento agradezco su atención.

ATENTAMENTE

C. Carina Palacios Hernández COORDINADORA DE LA UNIDAD BASICA DE REHABILITACION DE SAN MIGUEL XOXTLA 61

ANEXO 3

Nombre

Edad

Sexo

Escolaridad

Diagnóstico

62

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.