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Título: ¿Los economistas tienen resaca tras la promoción académica? El caso de las universidades públicas en Cataluña. Resumen Se examina el efecto de la promoción académica en la productividad ex-post de los investigadores en Economía de las universidades en Cataluña. Toda vez que se consolida la plaza de titular se espera que la productividad decrezca. Esta hipótesis se contrasta utilizando una base de datos original de investigadores con publicaciones en Econlit entre los años 1996 y 2014 que no contaban con plaza de titular y aplicando técnicas de “propensity score matching” para evaluar el impacto de la promoción en la productividad. Se aplica un análisis de sensibilidad para contrastar la robustez de las estimaciones.
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Introducción
Entender como los incentivos institucionales influyen sobre la producción científica de los profesores es importante en el análisis de su productividad a lo largo de la vida. Su desconocimiento puede acarrear una incorrecta comprensión de las consecuencias del envejecimiento sobre la productividad. Pues se puede asociar el efecto de la pérdida de incentivos al proceso de envejecimiento. Además conocer cómo operan los mecanismos de selección del profesorado y, en particular, la manera en que se configuran las plantillas estables de las universidades resulta crucial para evaluar el posible sesgo de selección en estudios longitudinales. La selección de la muestra en un momento determinado y su seguimiento retrospectivo resulta sensible a un sistema “up-or-out” de promoción, típico de las universidades, donde los individuos que no obtienen unos resultados determinados no continúan. En España las universidades públicas han tenido un grado elevado de autonomía en la promoción académica de los profesores hasta la Ley de Reforma Universitaria del año 2002. Desde entonces se ha establecido un sistema centralizado de competiciones, conocido como habilitaciones. El nuevo sistema se desarrolla en dos etapas. En la primera, los candidatos a profesores titulares y a catedráticos de universidad compiten para obtener una acreditación. En la segunda etapa, los candidatos que superan la habilitación pueden presentarse a las plazas que ofrecen las universidades. No se dispone de información sobre los profesores que han obtenido la habilitación, de modo que se ha optado por seleccionar a aquellos que tienen un mínimo de 3 publicaciones en Econlit como variable de aproximación. Puesto que la habilitación se basa en buena parte en la producción científica que aparece en las revistas especializadas en Economía.
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Este trabajo sigue la propuesta de Sabatier (2012) de emplear el método de “propensity score matching” a la evaluación del impacto de la promoción académica. Este método se ha complementado con la técnica más tradicional de análisis de diferencia de diferencias. La diferencia de diferencias del promedio anual de publicaciones resulta de -0,294, lo que sugiere un importante efecto negativo de la promoción. Sin embargo este método no tiene en cuenta suficientemente las diferencias de productividad entre los que promocionan como profesores titulares y los que no lo hacen. El método de “propensity score matching” permite afrontar aquellas situaciones en que la probabilidad de recibir un tratamiento o un beneficio, en este caso la promoción académica, depende de la variable resultado sobre la que se está midiendo el cambio, tal como propone Sabatier (2012). Con este método, los resultados sobre la productividad post de los que han promocionado sugieren que no ha habido cambios significativos, contradiciendo los resultados obtenidos mediante el método de diferencias en diferencias. Sin embargo, el método de “propensity score matching” presenta limitaciones en su aplicación en este contexto. En particular, resulta complejo generar un grupo control equivalente al grupo tratamiento, puesto que los procesos de selección del tratamiento no son aleatorios si no basados en la productividad, entre otros factores, de los candidatos, seleccionado a aquellos que son mejores. A pesar de las limitaciones este trabajo representa una novedad en el análisis de la productividad de los profesores universitarios en España, pues la literatura no ha centrado su atención en este aspecto. En general, se asume un efecto negativo en la productividad después de la promoción que los resultados de este trabajo ponen en cuestión. El resto del artículo se organiza del siguiente modo. La sección 2 resume el estado actual de la literatura concerniente a la promoción en las organizaciones y, en particular en las universidades. La sección 3 describe la metodología empleada, ofreciendo detalles sobre la construcción de la base de datos, así como sobre el modelo y el método de estimación para analizar la promoción académica. En la sección 4 se presentan los resultados y se analiza la robustez de las estimaciones. Finalmente, la sección 5 resume los resultados principales y sugiere las conclusiones que se pueden derivar sobre la política universitaria.
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Revisión de la literatura
El papel de los incentivos sobre el comportamiento de los agentes ha centrado la atención de toda una línea de investigación en la literatura económica (Sappington, 1991). El modelo canónico corresponde al denominado modelo principal-agente (Spence and Zeckhauser, 1971; Ross, 1973). Este parte de una situación en la que el principal contrata a unos agentes para que desarrollen una tarea por cuenta ajena. El problema radica en que el principal no puede observar el esfuerzo que dedican los agentes y lo único que puede observar es el resultado final de la tarea. Para completar el problema, se supone un cierto grado de divergencia entre los intereses del principal y de los agentes. En su formulación más simple, el comportamiento de los agentes responde a la maximización de la diferencia entre los incentivos propuestos por el agente y el esfuerzo en que estos incurren durante la realización de la tarea. Bajo este enfoque el diseño adecuado de los incentivos es crucial para que el principal consiga inducir entre los agentes el comportamiento que este persigue. En este modelo los incentivos influyen en los agentes antes y después de lograr los incentivos (Prendergast, 1999). Un tipo de incentivos que ha recibido especial atención es la promoción dentro de las organizaciones. Las promociones tienen dos objetivos complementarios (Milgrom y Roberts, 1992). Por un lado, estas sirven a las organizaciones para asignar a los empleados a los distintos empleos en función de sus competencias. De este modo, los empleados que demuestran unas determinadas competencias serían asignados a los empleos en que dichas competencias serían especialmente necesarias o relevantes para el buen desempeño de la organización. Por otro lado, la promoción resulta un incentivo para estimular el comportamiento de los empleados en la línea que interesa a la organización. Pero los modelos de torneo (Lazear y Rosen, 1981) demuestran que la promoción puede ser un incentivo que comporte una mayor productividad por parte de los agentes a fin de maximizar sus oportunidades de promoción. Pero también indican que el logro de la promoción puede conllevar la reducción de la productividad al no contar con otros incentivos que sustituyan a los ya logrados. Estos efectos pueden resultar más severos en esquemas de promoción basados en el sistema denominado “up-or-out system” (Baker et al, 1988). El funcionamiento de este sistema es relativamente simple: los mejores promocionan y el resto tienen que abandonar la organización. Los modelos anteriores sugieren que la productividad de los empleados se reducirá después de lograr la promoción. Sin embargo el cumplimiento de esta hipótesis requiere, entre otros factores, que la productividad de los agentes dependa solo de incentivos externos ofrecidos por el agente. En este sentido Levin y Stephan (1991) sostienen que los investigadores producen en base a dos tipos de decisiones. Por un lado, se trata de una decisión de inversión sujeta a las expectativas de recompensas presentes y futuras. Estas recompensas no se limitan a los incentivos externos que ofrecen los agentes, también se derivan del prestigio académico y de sus beneficios asociados en forma de encargos y posiciones fuera de la universidad (Merton, 1968 y 1988). Por otro lado, hay una decisión de consumo que corresponde a la satisfacción que se puede obtener de la propia resolución de problemas científicos. Las decisiones de inversión comportan que la productividad presente una forma de U invertida a lo largo de la vida. Donde el cambio de pendiente no se deriva de la promoción, ni tiene
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porque ser coincidente en el tiempo. En cambio las decisiones de consumo implican una trayectoria constante independientemente de la promoción. El análisis de la promoción académica en las universidades de Estados Unidos cuenta con una larga tradición (Long y Fox, 1995), donde la atención se ha centrado en los factores que justifican las posiciones de por vida (“tenure”) y aquellos que explican la selección de los individuos. Estas universidades aplican un sistema “up-or-out” entre los profesores que inician su carrera académica, de modo que deben superar un periodo de prueba inferior a los 7 años. Si lo superan acceden al “tenure” donde los salarios están sujetos a negociación. A partir de entonces las promociones se basan en el mérito (Phelan, 2004). Unos pocos trabajos han tratado de contrastar si hay una reducción de la productividad después de la promoción académica, siendo los resultados controvertidos. En los primeros trabajos de Bell y Seater (1978) y Hutchinson y Zivney (1995) el efecto hallado es muy pequeño. En cambio, en el trabajo más recientes de Coupé et al. (2006) los efectos resultan más importantes. Pero estos estudios presentan problemas que limitan el alcance de sus resultados. En primer lugar Bell y Seater (1978) plantean el análisis del impacto de la promoción sobre la productividad académica mediante dos simples regresiones lineales. La primera de ellas relaciona la productividad y el tiempo antes de la promoción y la segunda la productividad y el tiempo posterior a la promoción. Los resultados, tomando los datos de todos los departamentos de Economía y de los 20 departamentos top, ofrecen coeficientes positivos en la primera regresión (0,0606 y 0,0918, respectivamente), mientras que aparecen negativos en la segunda regresión (-0,0141 y -0,0288, respectivamente). Sin embargo, los resultados se ven condicionados por el hecho que los modelos explican una parte muy pequeña de la variabilidad (R^2 inferior a 0,032 en el mejor de los casos). Además la pendiente negativa del periodo posterior a la promoción resulta poco acusada, mientras que la pendiente positiva del periodo previo podría estar reflejando la curva de aprendizaje de los individuos. De hecho, si se toma la media (no ponderada por la frecuencia de observaciones en t) de ambos periodos se obtienen diferenciales de productividad entre el 10% y el 15% que bien podrían ser no significativos. Hutchinson y Zivney (1995) plantean el problema en términos de comparación de medias prepost “tenure”, lo que de por sí ya representa una limitación puesto que este método implica suponer que toda la diferencia se corresponde con el impacto del “tenure”. Sus resultados muestran unas diferencias, aunque estadísticamente significativas, que son muy pequeñas, del orden del 0,01 artículos publicados por año –en términos de cantidad-. En Coupé et al. (2006) se investiga específicamente una muestra de profesores en departamentos de economía de universidades de Estados Unidos. Su análisis longitudinal de las publicaciones científicas recogidas en Econlit revela que la productividad a lo largo de la vida presenta una trayectoria en forma de U invertida, coherente con las teorías de capital humano. Además sus resultados indican que la probabilidad de promoción está relacionada positivamente con la productividad previa. Finalmente, los autores encuentran que la productividad después de la promoción académica (el “tenure”) se reduce. En este trabajo el efecto de la promoción académica se mide a través de una variable ficticia que adopta el valor 4
1 cuando el individuo dispone de la condición de “tenure” en un modelo de efectos fijos. Las diferentes estimaciones realizadas a partir de métodos alternativos de valoración de la calidad de las publicaciones ofrecen coeficientes negativos significativos en todos los casos. Sin embargo, el método empleado de estimación es susceptible de ser afectado por problemas de selección muestral. En Europa se encuentran pocos trabajos que hayan evaluado el efecto de la promoción académica sobre la productividad de los profesores. Destaca el trabajo reciente de Sabatier (2012) para el caso de Francia. La autora utiliza el método propensity scores matching para evaluar el impacto de la promoción académica sobre la producción de artículos de los profesores que se han presentado al denominado “concours d’agrégation” en el área de Economía, Derecho y Ciencias Políticas. Los datos provienen de las correspondientes comisiones de evaluación y de diversas bases de datos de publicaciones científicas. Partiendo de una muestra de 490 individuos, de los que 199 han sido promocionados, Sabatier obtiene que el efecto medio de la promoción entre los que han promocionado (Average Treatment Effect on the treated, en inglés) es positivo, aunque no resulta significativo estadísticamente. Además el efecto medio sobre los que no han promocionado (Average Treatment Effect on Non-Treated), resulta negativo (-0,229) y significativo (p