Tomando la sartén por el mango y con la disposición de no soltarlo

Tomando la sartén por el mango … y con la disposición de no soltarlo. “Tomó luego la sartén, y la sacó delante de él; más el no quiso comer” (II Samue
Author:  Rosa Rubio Blanco

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Tomando la sartén por el mango … y con la disposición de no soltarlo. “Tomó luego la sartén, y la sacó delante de él; más el no quiso comer” (II Samuel 13:9)

Presentación: La violencia es la acción con la intención de intimidar a otro para demostrar su superioridad o, lo más probable, ocultar su inferioridad. Como sinónimos podríamos señalar a la acción ejecutada con brutalidad, la dureza de acción, o una crueldad, una barbarie, un salvajismo y, aun, una bestialidad. Sin temor a ser considerado simplista y del afán de guiarlo a considerar la temática para que usted aborde sus mismas conclusiones, permítame citar algunos antónimos, como por ejemplo, la ternura, la amabilidad, la cordialidad, afabilidad, suavidad de espíritu para tratar a otro, dulzura, comedimiento, respeto, moderación en el trato a los demás, freno de espíritu o animosidad. El antónimo mas preciso de la violencia, que me gustaría citar, es la mansedumbre que, como definición misma, señalaríamos que es el control del espíritu para atender de la manera justa, en obediencia y honra a la Palabra de Dios. La violencia es un tema tan viejo como lo es la raza humana misma. Es una de las manifestaciones de la caída de Adán y, por lo tanto, una de las evidencias mas contundentes de la raza humana, de su caída en el pecado. Si queremos hacer un listado de los primeros pecados, afirmaríamos sobre el orgullo que llevó a Eva a considerar bueno, agradable y codiciable la propuesta de Satanás y, por lo tanto, a desobedecer a Dios de no comer del árbol de la vida, luego hablaríamos del temor de Adán y la vergüenza antes de ser sacados del huerto. Y fuera del huerto estando completamente “destituidos de la gloria de Dios” (Ro.3:23), citaríamos la violencia. Por primera vez se estaba experimentando la violencia en una familia que había sido bendecida por Dios pero que, por sus propias decisiones, no les fue suficiente para evitar la envidia, el orgullo, la desviación al verdadero Dios y la intolerancia. El caso de Caín y Abel nos es bastante familiar. Caín educado de la misma forma que su hermano Abel, pero dio inicio a la problemática que desde entonces a aquejado a la humanidad. Algunos son violentos por su religión. Otros por su estrato social. La nueva tendencia de los jóvenes de hacer Bullying, que se

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refiere al hostigamiento y cualquier forma de maltrato ya sea psicológico, verbal o físico producido de forma reiterada por un tiempo determinado a sus coetáneos, que en todo caso es otra forma de expresión de la corrupción del hombre. Y los hay otros que son violentos en su familia. De manera que el primer pecado, luego de acaecida la desgracia de estar fuera del Edén, fue la violencia en su mas vívida vileza, despiadada y aborrecible forma. La motivación a escribir estas notas no es por odio al victimario sino por amor a la victima y en un total apego a la voluntad de Dios para los individuos. No soy ningún feminista pues creo que esta tendencia denigra la imagen que Dios le ha dado a la fémina; mucho menos machista pues también denigra la imagen que Dios le ha dado al hombre; creo, mas bien, en los diferentes roles que el Señor nos ha dado para que participemos en esta bendita vida, creo en el propósito de Dios al crearnos y es que gocemos de su presencia siendo para la gloria de Dios. Pablo escribió: “Si pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (I Co.10:32). De hecho, al decidir el hombre a pecar y desobedecer a Dios, se alejó de ese propósito y por eso vino el Señor Jesucristo a restaurar la imagen perdida de Él en nosotros. Creo firmemente que la violencia no glorifica a Dios. Al respecto Jacobo nos escribió: “Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Sant.1:19-20). Es tal el aborrecimiento de Dios a la violencia que a David, de quien Él mismo dijo que no hay otro conforme a su corazón, el Señor lo trató también con severidad a causa de la violencia que hizo contra uno de sus siervos y mejores amigos. La historia usted la sabe. David, luego del adulterio con Betsabé, decide ocultar su pecado emborrachando al esposo y mandándolo a que duerma con su esposa; imagínese a Urías el heteo, con el niño en brazos, pensando: “Hace 9 meses estaba en la guerra y mi señor el rey me mandó a llamar. Tan amable y buena gente el rey, me convidó a comer y a beber y luego me dio permiso para estar en casa para tener intimidad con mi bella esposita Betsabé. Esa noche estuve con ella. Y producto de la amabilidad del rey y de la noche romántica con mi esposita nació este hermoso bebé”. ¡Buen plan David, ¡Qué estrategia! Pero David no contaba con los valores con los que Urias el heteo basaba las decisiones de su vida, como lo son la fidelidad, la responsabilidad, el amor a Dios y sus compañeros, valores que David había descuidado en ese contexto, no se olvide de ello. Y, debido a ello, no acepta la oferta de David. Dos intentos tuvo David y en ambos falló y en ambos se le informó a David de su fracaso para ocultar su pecado. Entonces tuvo otro plan, tan siniestro y aborrecible como el primero, escribe una carta a su general de las filas de su ejercito, se lo da a Urias para que lo lleve, cuando Joab abre la nota de manos de su mensajero que era Urias mismo, lee solamente lo siguiente: “Poned a Urias al frente, en lo mas recio de la batalla, y retiraos de él, para que sea herido y muera” (II Sam.11:1516), Joab tuvo que voltear a ver a Urias, puedo haber pensado lo peor de él de tal manera que el rey tomará esa decisión, no sabemos si se sonrío con él, ni lo que pensó, pero entonces, se volvió para dirigir las tropas y cumplir con lo mandado. En el versículo 17 el escritor nos dice: “y murió también Urías heteo”. Otra vez el elogio a David ¡Que gran estrategia!

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Pero el Señor que todo lo sabe espera a que David se arrepienta, durante aproximadamente un año, y luego es entonces que envía a su profeta Natán para que lo confrontara y le diera su disciplina. Y el capitulo 13 del libro inicia con una frase transicional “Aconteció después de esto” (13:1) se refiere a los acontecimientos acaecidos en un periodo, pero ¿Qué cosas? El adulterio de David con Betsabé, el ocultamiento de parte de David de su pecado, la violencia contra Urias que culminó con el asesinato, la confrontación de David con su pecado de parte Natán, la disciplina y la muerte del niño. Hay una tradición judía que afirma que Dios dijo: “Así como mataste a mi hijo Urias, yo mataré a tu hijo, para que sientas lo que es perder a un hijo”. Caro lector, el Señor aborrece la violencia en todas sus formas de tal manera que la juzga severamente. El Salmo 55 nos describe de forma tan vívida la violencia en su mas espeluznante fiereza, leamos algunas palabras de este salmo que habla por si mismo: “Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo, a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque sobre mí echaron iniquidad, y con furor me persiguen. Mi corazón está dolorido dentro de mi, y terrores de muerte sobre mí han caído. Temor y temblor vinieron sobre mi, y terror me ha cubierto. Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma! Volaría, y descansaría. Ciertamente huiría lejos; moraría en el desierto. Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad. Destrúyelos, oh Señor, confunde la lengua de ellos; porque he visto violencia y rencilla en la ciudad. Día y noche la rodean sobre sus muros, e iniquidad y trabajo hay en medio de ella. Maldad hay en medio de ella, y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas. Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él; sino tú, nombre, al parecer íntimo mío, mi guía, y mi familiar; que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios. Que la muerte les sorprenda; desciendan vivos al Seol, porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos. En cuanto a mi clamaré; y Jehová me salvará. Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré. Y él oirá mi voz. El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí. Aunque contra mi hayan muchos. Dios oirá, y los quebrantará luego El que permanece desde la antigüedad; por cuanto no cambian, ni temen a Dios. Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él; violó su pacto. Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla, pero guerra hay en su corazón; suaviza sus palabras más que el aceite, más ellas son espadas desnudas. Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.

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Más tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días; pero yo en ti confiaré” Notó que nos habla de la violencia desde la violencia verbal hasta la física y al parecer deviniendo de un conocido con quien se tiene confianza. La violencia que más duele es aquella perpetrada por alguien que debe proteger y se comprometió a hacerlo. Notamos en este salmo sentimientos de confusión, una oración de imprecación, el desconsuelo hacia quien ejerce la violencia, la profunda tristeza, el desesperante anhelo vehemente de salir de la situación; el sufrimiento al beberse el veneno que está bebiendo precisamente por no querer bebérselo, notamos que el victimario es un enemigo a quien se debe amar, debe ser de respeto, al parecer uno que se comprometió a proteger, no es de un enemigo declarado sino de un amigo traicionero, no es de uno que aborrece a las claras sino uno que debe amar, guiar y proteger, es uno que es íntimo, que debe ser guía y no piedra de tropiezo y lo más irónico es que es un familiar; esa es la burla de la ironía, lo ilógico de lo absurdo, la paradoja de lo contradictorio, lo diabólico del diablo. ¿Nota su zalamería después de cometer violencia? Dice que “son blandos como mantequilla” y que quiere suavizar la situación con “sus palabras más que el aceite”, pero no le cree porque siguen siendo su evidencia de guerra y son “como espadas desnudas”, a pesar de su zalamería y de querer menguar la atrocidad que ha hecho, sigue siendo un “impío” “un enemigo” “un inicuo” y “uno que violó su pacto”. Pero este salmo también nos revela el único refugio para el sobreviviente de la violencia, es un rayo de esperanza en medio de la noche, el salmista dice: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo” (v.22). Por su lado, Juan el Teólogo cuando tuvo la visión del Apocalipsis vio el contenido del quinto sello y vio lo siguiente: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” (Ap.6:9-10), del asesinato de Abel el Señor dijo: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra” (Gn.4:10) y el Señor Jesucristo dijo que sobre los hechores habría de venir “toda la sangre justa”; es decir, toda la culpabilidad de la violencia contra los justos, “que ha sido derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequias, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación” –sentencio el Señor Jesucristo (Mt.23:35-36). Al finalizar las Biblia advierte los que estarán fuera de la Nueva Jerusalén: “Mas los perros estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, LOS HOMICIDAS, los idolatras, y todo aquel que ama y hace mentira” (Ap.22:15). No cabe duda que la violencia no es tolerada por el Señor y pagará duro a quienes ejercen violencia, Pablo

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escribió: “y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los Ángeles de su poder” (II Tes.1:6).

Introducción: El nombre con el cual esta intitulado mi escrito es la combinación de las palabras extraídas de II Samuel 13:9 donde leemos: “Tomo luego la sartén, y las sacó delante de él (…)” y de mi sincero deseo para evitar la tragedia, porque considero que es lo que debió hacer Tamar, tener la disposición de no soltar la sartén. Imagínese la escena: Tamar toma la sartén y Amnón se le acerca y la quiere tomar y sartenazo a la humanidad de perpetrador. Amnón se hace el quite e inicia su ataque otra vez y sartenazo va y viene”. Ah, Tamar hubiese tenido esa firmeza. En nuestro medio hay un dicho que habla de “tomar la sartén por el mango” es similar a “tomar el toro por los cuernos”; y se refiere a la responsabilidad de hacerle frente a los problemas que nos aquejan. Muchas mujeres deberían tener una estabilidad similar también. El contexto es la historia de Amnón y su amor por Tamar. Veamos algunas ideas de esta antinatural forma de amar: 1. Un amor mal sano. Lo primero que notamos de la relación entre Tamar y Amnón es que son medios hermanos y, no obstante, “se enamoró de ella Amnón hijo de David” (v.1). No era un amor de hermanos sino que ya la veía con un amor platónico, que debe ser propio en pareja dentro del marco matrimonial. Toda desviación inicia con algo que es evidente. Así sea la acusación de la conciencia de que algo está mal. La mala definición del amor puede ser parte de la victima o el victimario. La victima en nombre del amor puede soportar la violencia. ¿Quién se inventó esa patraña de “el que te golpea te ama”? o ¿la charada de “amor sádico”? es un amor mal sano. 2. La pureza de Tamar, la victima. “Y estaba Amnón angustiado hasta enfermarse por Tamar su hermana, pues por ser ella virgen, le parecía a Amnón que sería difícil hacerle cosa alguna” (v.2). Todo estaba en la mente de Amnón la angustia en que había caída lo llevó a la enfermedad. Este estado denota una ansiedad, una intranquilidad y desasosiego para poseer lo prohibido. ¿Nota el carácter de Tamar? Ella ni lo estaba provocando. Ella estaba viviendo una vida de integridad, siguió con su estilo de vida como las princesas de aquel tiempo. No se le estaba insinuando. No vestía sugestivamente. Que no es una justificación ni para el incestuoso ni para el violador, pero la mujer debe ser prudente en su forma de hablar, vestir y actuar. La Biblia habla de la mujer que es alborotadora y las mujeres que profesan piedad deben cuidarse de ello. “sería difícil hacerle cosa alguna”. Las princesas eran bien resguardadas, los hombres y las mujeres vivían aparte para no ser molestadas y siempre estaban acompañadas. 5

3. Los calificativos de la violación. En el versículo 12 se nos describe tal degeneración de la forma siguiente:  Es una violencia. Tanto al orden instituido y a la integridad de la victima.  No se debe hacer así. El Señor nos dejó los impulsos pero es nuestra responsabilidad ejercer dominio también sobre ellos.  Es una vileza. Que denota una degradación.  Es una deshonra. Deshonra significa “no tener peso” no darle el peso que merece, no tratar con dignidad a alguno. Menosprecio.  Es una perversión. El termino perverso u “hombre perverso” en el hebreo es Ish beliyaal; es decir, “hijo de belial”, un término que se usa para referirse a Satanás. Definitivamente no podemos tener control ni de los pensamientos, ni de los sentimientos, ni de las acciones de los demás junto con sus planes; pero si podemos ser prudentes y tener un plan, estar dispuestos a negarnos a aceptar cualquier agresión y a apoyarnos los unos a los otros. Considero que Tamar no debió soltar la sartén, aun después de que Amnón “pudo más ella”. Al ir finalizando mi introducción, no quiero iniciar un ejército de mujeres armadas con sartenes. El tomar la sartén por el mango, también nos es un proverbio popular que denota firmeza, tomar responsabilidad en lo que nos corresponde tomarla. Tomar el control en lo que debemos tomarlo. Eso es lo que quisiera motivar y ver en toda mujer. Uno de mujeres que estén dispuestas a negociar lo negociable; tolerar lo tolerable y a cambiar lo cambiable, porque tampoco ellas son perfectas. No a un ejercito que espiritualice o satanice los problemas de violencia intrafamiliar en todas sus formas posibles. Ni aquellas que estoica ni impávidamente acepten los ataques. Uno que luche de forma correcta por sus derechos. Un ejército que este dispuesto a someterse a su autoridad de la forma en que Dios manda. Un ejército que ame incondicionalmente pero de forma inteligente, como Dios manda. Una que exija el esposo que Dios quiere que sea y no el esposo que ella quiera, porque sabe que ella tampoco es perfecta. Nosotros debemos comportarnos con sabiduría. El matrimonio debe regirse con sabiduría. Y también debemos amar con sabiduría, nuestro amor debe ser inteligente. Debemos saber como amar. Es mentira eso que dice que el amor es ciego. Muchos autores han definido al amor como una decisión que, con el tiempo involucra emociones, pero su esencia misma son las acciones que hacemos para ser amables. También debemos amar con justicia. Debemos amar como Dios ama. David Hormachea hace la siguiente aplicación: “El amor de Dios incluye gracia, por la gracia Dios nos da lo que no merecemos. También incluye misericordia, por la misericordia Dios no nos da lo que si merecemos. Pero hace falta otro elemento, la justicia, pues por la justicia Dios nos da lo que merecemos”. Siguiendo ese orden de ideas, la justicia es la virtud de dar a cada uno como le corresponde. El Señor, al final, a aquel que se acogió a la justicia de Cristo le dará lo que le corresponde. Y a aquel que rechazó la oferta de salvación en Cristo

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Jesús y decidió vivir en su injusticia, también le dará lo que le corresponde. Y el Señor seguirá siendo justo, santo y amoroso. Pero en esta época sigue amando al mundo; es decir, al hombre perdido. Los grupos que se han organizado y levantado como defensores de los derechos de las mujeres, distinguen los tipos de violencia, le citaré y le daré una breve descripción de la misma, a saber:  Violencia social: Se refiere a situaciones que provocan desigualdades de oportunidades, misma que violan los derechos a la educación, salud, vivienda, alimentación, recreación, participación e, incluso, laboral.  Violencia emocional o Sicológica. Es la que esta encaminada a deteriorar la estima personal de la victima.  Violencia económica. Esta se relaciona con bienes materiales.  Violencia sexual. Esta se da cuando se utiliza la sexualidad y el cuerpo de la victima en contra de su propia voluntad, puede ser ocasionada por un conocido o no. Va acompañada de amenazas o chantajes. Puede ser en el ámbito público o en el privado. La mayoría que la padecen lo hacen acompañada de silencio a causa del miedo, la culpabilidad y la vergüenza. Tanto hombres como mujeres pueden padecer de violencia pero generalmente son las mujeres las victimas y los hombres los victimarios pero, insisto, una mujer también puede ser la victimaria, aun en las formas en que he de enfatizar en el presente escrito. Permítame comentar sobre los delitos y pecados del incesto y la violencia intrafamiliar. Comentemos, pues, con la seriedad, el amor y la entereza que el caso amerita, en el Nombre del Señor Jesucristo.

Suyo en Cristo Jesús su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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… y Tamar permanecía en soledad: Unas palabras a mi amiga la inocente Pero toda mujer es a) inocente; o, b) culpable; y otras, c) inocente y culpable a la vez. Permítame explicarle mis líneas de pensamiento. En este apartado me quiero referir a la completamente inocente, la que no comparte ninguna culpabilidad. Quiero que, por favor, medite en lo que leerá a continuación: “Nadie puede obligarle a hacer algo a menos que sea un delito y un delincuente quien le obligue”. El principio es claro. Y esta amiga o amigo también es alguien que no quiere que pase, no lo desea ni lo ha soñado, al contrarío, una vez que la o lo han medito a esa cárcel fétida, sueña en no encontrarse mas en ella. Me estoy refiriendo al pecado y delito del incesto. En mi escrito “Sujetos a nuestras propias decisiones” hay un apartado que escribo respecto al incesto y de allá quiero citar lo siguiente: “Después del acto, lo que ella piensa: Las Escrituras nos describen que Tamar “llevaba ella un vestido de diversos colores, traje que vestían las hijas vírgenes de los reyes… entonces Tamar tomo ceniza y la esparció sobre su cabeza, rasgo el vestido de diversos colores que tenia puesto, y con las manos sobre la cabeza, se fue gritando… Tamar se quedo desconsolada en casa de su hermano Absalón.” (II Sam.13:18-30) El traje de diversos colores nos hace pensar en la alegría, en la vida llena de júbilo que llevaba Tamar antes de la violación, una vida libre de mayores preocupaciones y responsabilidades propia de las princesas y príncipes y que lo es también de la vida juvenil. ¿A caso Tamar no irradia vida, felicidad y una vida libre de preocupaciones con ese su precioso vestido? Pero Tamar se rompió el vestido. El hecho de romperse el vestido es señal de indignación, de profunda tristeza, el acto de gritar es evidencia de desesperación y, obviamente, ese grito era llorando y lamentándose y no era un simple sollozo, Tamar “se fue gritando” y eso es evidencia de tristeza; las manos en la cabeza es señal de desesperación y de indignación, esparcir ceniza o polvo en la cabeza es señal de luto y de duelo. Todo esto es señal, entonces, de indignación, de dolor, de vergüenza, de luto, de ignominia y de degradación pero acompañado de una incapacidad para actuar y repeler ese veneno que se le ha obligado a beber pero precisamente por negarse a beberlo. Se dice que encontraron a un niño entre un basurero de donde se negaba a salir y decía que ese era su lugar, al averiguar resulta que el niño había sido abusado sexualmente por un adulto. En la Reina Valera leemos en el v.20 parte final que “Tamar se quedo desconsolada en casa de su hermano absalón” hay otras versiones que dicen que se quedo incomunicada y otras, como la Nueva Versión Internacional, que dicen que Tamar “buscaba la soledad”. Me imagino a Tamar con un sentido de 8

indefensión, de vulnerabilidad y de soledad, Tamar se sentía atrapada, traicionada y no escuchada, ya había perdido el sentido de su vida, estaba con impotencia, sin la característica vivaracha que tenia su vida producto de su misma juventud, no se sentía comprendida aunque su hermano la estuvo apoyando. Gioconda Bátres Méndez trata el tema del incesto y la violación en su libro: “Del Ultraje a la Esperanza” ella es atinada en su comentario y nos amplia el concepto de “impotencia” como trauma en el abuso sexual infantil y el incesto y señala lo siguiente: “el territorio físico y psicológico de la niña (o) es invadido contra su voluntad. Esta invasión se da por mucho tiempo. El ofensor no escucha a la niña (o) y por el contrario la manipula o la utiliza. La niña (o) vive con constante miedo. La niña (o) no logra hacer que otras (os) la escuchen. Ansiedad y tensión. Una sensación de gran ineficacia. Afecta la capacidad de autocontrol del miedo. Identificación con el ofensor. Conductas fóbicas. Trastornos del sueño. Enfermedades somáticas. Desordenes alimenticios. Conducta disociada. Fugas. Problemas escolares. Vulnerabilidad mayor. Conducta agresiva sobre todo en hombres. Conductas ilícitas. Se facilita la posibilidad de llegar a ser abusadora (o abusador) –sobre todo en hombres” Hasta aquí el comentario de Bátres Méndez. No nos olvidemos que el niño o la niña queda sin defensas, queda en un estado emocional de indefensión; es decir, no puede soportar las presiones para otros males como el alcohol, la drogadicción, las presiones sexuales de sus compañeros, a la prostitución, a la homosexualidad y, como bien señala Bátres, a la posibilidad de llegar a ser un abusador o abusadora también. Lea con detenimiento este grito de protesta: ¡Ah, el hogar! Aquella institución que el Señor dejó para la protección de sus miembros. Entonces, el hogar debe ser para los chicos un lugar de confianza, donde se escuchen risas, gritos de diversión, bromas; las camas deben ser lugares donde se oyen cuentos infantiles, historias bíblicas y sueños felices (y que de vez en cuando sirva también para saltar sobre ella en una infantil inocencia llena de euforia), donde lo último del día que debe escuchar un niño es una oración por él, por su vida, por su futuro espiritual y no el lugar más peligroso que pueda encontrar, no un lugar donde los familiares son mas peligrosos que los extraños y los que deben proteger de los atracadores, de los abusadores, de los aprovechadores, no sean ellos mismos los atracadores, los abusadores y los aprovechadores; que no sea un lugar en donde se ve el colmo de la ironía. El hogar debe ser un lugar de confiabilidad y un de ambiente de verdad y no donde el niño tiene que mentir pero para negar el incesto porque no confía en nadie. El hogar no debe ser como el lugar donde los niños se encuentran, como la situación a la que llego Israel de incompleta inseguridad “Como el que huye de delante del león y se encuentra con el oso; o como si entrare en casa y apoyare su mano en la pared, y le muerde una culebra.” (Amos. 5:19) La idea es que ¡Ya no sabe a que atenerse por la completa inseguridad!

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Indudablemente, nuestras conductas morales siempre traen consecuencias, de bendición o de maldición. Carlos Coahutémoc Sánchez en su libro: “Volar sobre el Pantano”, sobre el asunto del incesto, escribe: “… el daño del incesto casi nunca es físico, es psicológico. Produce falta de confianza, miedos obsesivos, timidez, baja autoestima, vergüenza, sensación profunda de culpa, incapacidad para decir “no” a las presiones sexuales posteriores, aislamiento y depresión…” Gioconda Bátres nos indica, en su libro ya citado: “Para las sobrevivientes de incesto, las perdidas son irreparables; en el caso de incesto madre/hija no recuperaran una madre buena, ni una infancia feliz” lo que nos trata de decir Bátres Méndez es que, podría perdonar y, de hecho, es necesario para la recuperación, pero eso no eliminará la imagen del padre, madre, hermano, tío, abuelo y de quienes pueden estar involucrados en este delito del incesto, de “bueno” y no lo recuperara; así como el niño o la niña no recuperara una infancia feliz que debería estar llena de fantasías, cuentos, risas, juegos y no de un infierno como hogar. El agresor no se podrá liberar de ese estigma de abusador y de no protector como debería ser y no lo fue sino que causó daño. Piense como se sintieron los involucrados en esta historia. ¿Cómo se sintió Amnón? Pues lo vemos muy indiferente ante la bajeza que le hizo a su hermana. Aquel sentido de querer proteger al hermano menor –Como suele suceder con los hermanos mayores hacia los menores, al menos ese fue mi caso – y la seguridad del hermano menor, en este caso la hermana menor, que siente ante su hermano mayor de que lo defenderá ante los demás. ¿Dónde quedó el supuesto amor hacía su hermana Tamar? ¿A caso no es cierto, que cuando se ama se procura el bienestar de la persona amada, aun a pesar de la incomodidad del amante? Note la indiferencia de este abusador, la baja estima en que tiene a su victima. “Luego la aborreció Amnón con tan gran aborrecimiento, que el odio con que la aborreció fue mayor que el amor con que la había amado. Y le dijo Amnón: Levántate, y vete” (13:15); y luego lo vemos evidenciando la superioridad, la fortaleza y el derecho que creía tener; sin saber que era un perverso que no tenía principios que ofendió a Dios, a la moral y a su religión al haber violentado a Tamar su media hermana, tenía fuerza bruta pero no inteligencia, creía tener el derecho sobre Tamar, pero ni para conservar su propia vida lo tenía, no quiso oír a Tamar en sus suplicas “sino que llamando a su criado que le servía, le dijo: Échame a ésta fuera de aquí, y cierra tras ella la puerta” (13:17). ¿Cómo se sintió Tamar? Ella fue la principal victima, la que recibió la infamia, la vemos desconsolada, triste, aislada, buscando la soledad. Hay otros personajes mas, como David. Le quiero decir que admiro mucho la vida de David (de hecho mi hijo se llama Pablo David por los dos personajes bíblicos que admiro mas, uno del Antiguo y otro de Nuevo Testamento) pero en su reacción ante este acto de su hijo me indigno cada vez que lo leo, me lo explico en el sentido de que estaba profetizado para la casa de David, pero eso no significa que se quedara impávido ante tal barrabasada forma de actuar de su hijo. En la Biblia leemos que “cuando el rey David oyó todo esto, se enojo mucho” (v.21). Pero no le vemos hacer mas que solo eso. En la Biblia de Estudio Reina Valera 95 aparece la siguiente nota en cuanto a este versículo: “Mucho: Tres versiones antiguas agregan esta frase: Pero no reprendió a su hijo Amnón porque, como

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era su hijo mayor, lo quería mucho”. Y de manera similar lo hace la Biblia de Jerusalén. Porque David no aplicó la justicia a causa del crimen abdico su responsabilidad como rey –dejemos como padre – de manera que la falta de justicia en la tierra llegó a plagar a David en su propio reino (15:4) de tal manera que él mismo tuvo que huir de Absalón su propio hijo (v.14) hasta su consejero Ahitofel lo traicionó (v.12). Bien escribió Salomón mas adelante: “Lo torcido no se puede enderezar, y lo incompleto no puede contarse” y también: “Por cuanto no se ejecuta luego la sentencia sobre la mala obra, el corazón de los hijos de los hombres está dispuesto para hacer el mal” (Ecle.1:15; 8:11)). David actúo como lo hizo Elí con sus hijos “honrando mas a sus hijos que a Dios”, David debió aplicar la justicia, tanto a Amnón como a Tamar, como el gobierno civil, como rey y juez de Israel; de lo religioso era asunto del Sumo Sacerdote. No debió sopesar: “es que es una mujer” o “pero es mi hijo mayor”. Nadie esta por encima de la ley. La ley estipulaba que a un hijo perverso el padre lo sacaba a los ancianos y era juzgado. Si la justicia es darle a cada uno como le corresponde. En la justicia David le debió de dar a Amnón lo que le correspondía en este caso en particular por su crimen ¿y a Tamar, que debió aplicar en la justicia? Debió darle protección como la victima, como un ser vulnerable ante la violencia. La ley de Moisés protegía también a la mujer contrario a las leyes de la época y la costumbre de los pueblos vecinos. Continúo, ¿Cómo se sintió Maaca la madre de Tamar y de Absalón, ante la violación a su hija y el asesinato que cometió su hijo posteriormente? ¿Cómo se sintió el sobrino de David? perdón ¿el sobrino de David? ¡Sí! Jonadab era hijo de Simea hermano de David y fue él el que fraguo el plan para la violación. ¿Cómo se sintió Absalón? Lo vemos indignado, con deseos de venganza y se convirtió en homicida y el perseguidor de su propio padre. ¿Cómo se sintió usted? Sea ante esta historia o algunas que pueda escuchar, si usted es igual que yo, le da un sentido de impotencia por no poder hacer nada para evitar que se sigan dando esta clase de pecados y delitos. Son pecados porque hay una culpabilidad antes Dios el cual castigara severamente (comparece Mt.18:6-9) y es delitos porque hay una culpabilidad ante las leyes y por lo tanto deben ser denunciados y la persona que, a sabiendas del hecho, decide callar y es igual de culpable que el perpetrador. Es en ese sentido que usted se siente mal. Porque usted no esta cometiendo algún tipo de incesto ¿verdad? El Señor Jesucristo dijo: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. ¡Ay del mundo por los tropiezos! Porque es necesario que vengan tropiezos, pero ¡ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! Por tanto, si tu mano o tu pie te es ocasión de caer, córtalo y échalo de ti; mejor te es entrar en la vida cojo o manco, que teniendo dos manos o dos pies ser echado en el fuego eterno. Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego” (Mt.18:6-9). Estos pequeños son los creyentes en Cristo Jesús que se hacen como niños pero no nos olvidemos de los niños del versículo 2.

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… y Tamar permanecía en soledad: Unas palabras a mi amiga la inocente y culpable a la vez Me refiero a aquella que es inocente porque no quiere que suceda, no lo anhela y se casa sin eso en mente sino solamente con buenas expectativas, ella también, una vez que la o lo han metido a esa cárcel fétida, sueña en no encontrarse mas en ella. Me estoy refiriendo al pecado y delito de la violencia intrafamiliar. Pero al mismo tiempo es culpable porque ella lo permite, aquellos o aquellas de mi inciso anterior no tienen la fuerza, la capacidad, ni la pericia que la edad puede dar para luchar en contra del vejamen al que está siendo sometido o sometida; pero ésta ya lo posee. Puede defenderse, huir, confrontar, pedir ayuda, pero no lo hace. En ese sentido es culpable. Los limites de la sumisión. Medite muy bien en lo siguiente: “La peor violencia es la que se comente amparándose con la palabra de Dios, tergiversándola”. El principio también está claro, pero el combustible a esta violencia es la ignorancia supina que tenemos a la misma palabra de Dios, inclusive a la mala interpretación que se da cuando definimos mal porque es cuando decidimos mal; pero la mala definición es porque no contamos con los elementos correctos. Note el orden: Elementos incorrectos. Definiciones incorrectas. Decisiones incorrectas. Existe una mala interpretación de la sumisión. David Hormachea afirma: “Aun las virtudes llevadas al extremo son malas”. A estos extremos mal sanos yo les llamo “verdades de virtudes que están desvirtuadas”. Y es cierto. Cuando descansamos es sabroso, es benéfico y es obediencia al Señor también quien declaró que “el hombre no fue hecho por causa del sábado sino el sábado por causa del hombre”; es decir, Él mismo instituyó un descanso para nosotros y es malo y desobediente trabajar y trabajar sin descansar, Pero ¿que tal aquel que no trabaja, no trabaja y solo descansa? Se convierte en un vago y Pablo dice: “el que no trabaja tampoco coma”. El hombre se ha encargado de desviar muchas cosas buenas que el Señor nos ha dejado para el disfrute o que son necesarias, por ejemplo: La necesidad del vestuario se convirtió en materialismo y formas de seducir al sexo opuesto. El descanso lo ha convertido en vagancia, como ya se anotó. La necesidad de la comida en glotonería. Y que decir de la necesidad de intimar sexualmente, el hombre no la ha manchado sino la ha embarrado de lujuria al punto de que, con tal de conseguirlo, puede mentir, pagar y aun violentar.

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En el asunto de la sumisión, tanto hombres como mujeres, lo han interpretado y también la han llegado a embarrar con ideas machistas, de tal manera que en algunos hogares, la esposa y los hijos especialmente las hijas, no tienen voz ni voto, tienen que permanecer calladas y aceptar las cosas aunque les dañe o perjudique violentando las normas divinas, inclusive. La sumisión bíblica es la actitud del espíritu que impulsa a reconocer la autoridad establecida sobre mi y que se manifiesta al honrarla obedeciéndola. No es exigida por la autoridad sino ofrecida por los gobernados en una actitud de amor, honra y “en el temor de Dios”, “como al Señor”, “en el Señor”, “del Señor”, “como a Cristo” y reconociendo el señorío de Cristo sobre todos (Ef.5:21,22; 6:1, 4, 5,9). Esta palabra denota la idea en el original de “disponerse en filas bajo las órdenes del comandante” ya que conllevaba la idea de la obediencia absoluta de un soldado a sus superiores y puede ser al gobierno civil como al rey y a los gobernadores (Ro.13:1; I Pe.2:12-17); o al gobierno familiar como la esposa al esposo y los hijos a los padres (Ef.5 y 6); y al gobierno laboral como los siervos con sus amos, el empleado con su empleador –al contextualizarlo hoy (Ef.6). Eso es evidencia de nuestra salvación, es estar “dispuestos a toda buena obra” (Tito 3:1); también como testimonio “que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos” (2:15). Y nuestra oración debe ser a favor de ellos:  Para su administración sabia “para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad”; y también,  Para su salvación “porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad” (Timot. 2:1-4). Su autoridad es tal que es de necios hablar –tan siquiera – mal del rey. Al respecto Salomón escribió: “ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en lo secreto de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevaran la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra” (Ecle.10:20). A todo tipo de gobierno aquí en la tierra podríamos denominarlo como “la autoridad delegada”; porque también tenemos la mas importante que es “la autoridad absoluta” y esa le corresponde solamente a Dios. La autoridad delegada tiene limitantes pero la absoluta no. Respecto al Señor leemos que su palabra “no regresará a El vacía sin que antes haga aquello para lo cual fue enviada”, también leemos que el cielo y la tierra pasará pero mis palabras no pasará. Es decir, el Señor ya habló y se cumplirá y a todo lo que el Señor ha dicho debemos poner especial atención y obediencia precisa para cumplir lo que demanda. Si el dice: “arrepiéntete” y lo manda, no debemos tardar en hacerlo. Luego el Señor no se sentará a discutir su palabra con nosotros para ver que es lo que nos conviene y en que el está dispuesto a ceder con tal que salgamos ganando los dos. Él no discute su palabra, Él decreta y solamente dice ante el hombre en su soberbiosa anomia y a no querer sus normas: “Pero yo he puesto a mi rey sobre Sión mi santo monte” (Salm.2:3). El Señor dice de su autoridad: “y haré todo lo que yo quiero” (Is..----)

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En cambio, la autoridad delegada tiene una limitación, ya vimos que tenemos que someternos a ella, pero también debemos considerar su autoridad. Hagamos exégesis e integremos la palabra del Señor:  En Éxodo 1:17 leemos que el Señor no reprendió ni castigó a las parteras sino que las bendijo ante su negativa de obedecer a su gobierno civil. ¿El Señor bendijo la desobediencia?  En Daniel 3:16-18; 6:7,10 vemos que Daniel es bendecido ante su fidelidad al Señor y no adorar a la imagen de oro, inclusive estar dispuesto a ir al foso de los leones por su fe. Otra vez, ¿el Señor habla bien de la desobediencia al rey de parte de Daniel?  En Hechos 4:19 leemos el principio que los apóstoles definieron –no crearon ni inventaron, ya venía sucediendo desde antes – ante la limitación de la autoridad delegada, leemos en el texto: “Mas Pedro y Juan respondieron diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a Dios”. ¿Por qué el Señor respaldó el ministerio de los apóstoles en abierta desobediencia al sanedrín? De manera que la sumisión del discípulo de Cristo a quien es su autoridad, con una autoridad delegada –llámese gobierno civil, esposo, padres, patronos, ancianos de la congregación, maestros, directores, etcétera – debe ser de obediencia y de honor; pero cuando sus disposiciones contravienen clara y abiertamente con la Palabra de Dios, entonces su decisión debe estar predeterminada a obedecer a Dios antes que a los hombres. En esos casos la decisión ya se tuvo que haber tomado desde antes por la disposición del discípulo de Cristo a obedecer a la Palabra de Dios “No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí que nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” –respondieron Sadrac, Mesac y Abed Nego a Nabucodonosor quien dio una orden expresa mediante “una ley” (Dn.3:16-18,9). Ellos no estaban dispuestos a reconsiderar su fidelidad a Dios y eso era algo que no estaba en la mesa de discusión. La sumisión no es subyugación. La subyugación es el acto de someter o dominar completamente a otra persona con violencia. De manera que la sumisión bíblica es un acto voluntario de obediencia a la autoridad establecida, buscando honrarla para la gloria de Dios sin violentar la Palabra de Dios. La violencia intrafamiliar. Hay mujeres que en una mala interpretación de la sumisión permiten la violencia intrafamiliar. No hay ninguna justificación para la violencia en la familia, el Señor la aborrece y nosotros debemos aborrecerla también. La violencia en la familia lo que hace es: a) Deshonrar al Señor. Tal familia no puede testificar porque han caído a un estado de hipocresía. b) Perpetuarla. Todo lo que somos es heredad de nuestros padres o tutores. Hay cosas que son heredadas por la genética, por disposición de ellos y los hay

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por simple imitación. Por ejemplo: Se ha establecido que los padres golpeadores le heredan a sus hijos la tendencia a ser golpeadores también y a sus hijas la tendencia a dejarse golpear, porque consideran que es normal, pero no se dan cuenta que eso es anormal. Lo común no debe llegar a ser normal y no anormal nunca debe llegar a ser legal, mucho menos. c) Trae el juicio de Dios. Porque el Señor la aborrece porque en “la ira del hombre no obra la justicia de Dios” (Sant.1:..). Quienes son victimas de la violencia prefieren tomar ciertas actitudes dañosas, ante la violencia intrafamiliar: 1. El conformismo. Nos referimos a aquella nefanda actitud conformista de no hacer nada ante la violencia. Se da cuando la victima se cruza de brazos y piensa que por si misma se solucionará la situación. No debe engañarse pensando que Dios va hacer lo que a nosotros nos corresponde hacer. Las cosas no se solucionan solo por una intervención divina. Por intervención divina somos salvos y nosotros respondemos al llamado; pero por el ejercicio de nuestra responsabilidad se lleva a cabo nuestra vida práctica de fe. Así también la solución de los problemas, entre ellos, la violencia. Hay muchos que espiritualizan o satanizan todos sus problemas. El Señor no tiene la responsabilidad de enfrentar la violencia que nos hacen, lo que Él hará es pagar a cada uno lo que lo corresponde en aquel día (II Tes.1:4-7); lo que a usted y a mi nos corresponde hacer ante los conflictos a causa del carácter no regenerado es confrontar a la persona. No he encontrado otra forma mas practica de solucionar los conflictos entre individuos. Algunos ministros aconsejan, ante los problemas de violencia:  Hermana, ore a Dios por su situación. O,  Hermana, sométase a su esposo. Está bien el consejo, la victima de orar al Señor por la situación, si es mujer debe someterse a su esposo también, pero el consejo está incompleto. Luego de orar y someterse a su esposo debe,  Hermana, debe confrontar a su esposo con todo el orden que ello conlleva. Estando tu y el solos. Llama a otros testigos más. Dilo a la iglesia. Tenle por gentil y publicano, si no se arrepiente.  Hermana, debe seguir adelante en el proceso de la confrontación, porque “a paz nos llamo Dios” (I Co.7:---) De manera que no se engañe pensando que Dios va a hacer lo que a usted le corresponde hacer. 2. El fatalismo. Esta es otra actitud nefanda para no hacer frente a la violencia. No es cierto eso que “Dios quiere que sufra” o “si esa es la voluntad del Señor ¿qué podemos hacer nosotros? Por lo tanto, debe aceptarlo y humillarse”. Hay algunas ideas, tontas de por si, que usan para justificar la violencia, entre otras, se afirma: “Es que a la mujer a la larga le gusta que le peguen” “ella disfruta también” “si no se va es porque le

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gusta”. Todo eso no es cierto. Usted no puede pensar ante la violencia que no se puede hacer nada por cambiarla. Claro que se puede cambiar y usted es responsable de ello. Note lo que el Señor Jesús dijo: “Por tanto, si tu hermano tiene algo contra ti, llámalo estando tu y él solos”. Note que es el inocente quien busca la confrontación y su fin primero es la solución del conflicto y ganar al hermano “si te oyere has ganado a tu hermano”, la expresión “oír” tiene la connotación bíblica de ser obediente. Pero si no se arrepiente “tenle por gentil y publicano”; es decir, queda sujeto a una disciplina. Si es ante el liderazgo de la iglesia local, que así sea; y si es la autoridad civil la encargada de aplicar disciplina, que así sea. Pero no debe seguir así. 3. La aceptación. Es recibir voluntariamente lo que alguien le está dando a pesar del dolor, de que sufra por ello, que se asuste o a pesar del pésimo ejemplo que le da a sus hijos, con la esperanza fútil de que algún día saldrá de ella, cambiarán las circunstancias. David Hormachea dijo: “Quien permite la violencia la perpetua, nadie que permite la violencia puede tener la esperanza de que algún día saldrá de ella”. Se cuenta la historia de un jovencito estadounidense a quien su tía le mandó hacer unas botas y le dijo: “Ronald, ve con el zapatero, te he mandado a hacer unas botas”. El joven no fue. El segundo llamado fue: “Ronald, tus botas ya están pagadas, ve con el zapatero para que te tome las medidas”. Y el jovencito no fue. El tercer llamado al joven fue: “Ronald, tus botas ya están, ve con el zapatero a traerlas”. Cuando el joven Ronald fue, se probó una bota y le quedó bien, se probó la otra bota y luego se puso las dos y las sitió apretadas y notó que las dos botas eran del mismo pie y el zapatero lo tomó y le dijo algo que nunca olvidaría en su vida: “Oye, hijo” -le dijo, “tienes que aprender a tomar tus propias decisiones pues de lo contrario otro las tomará por ti”. Eso marcó su vida y en su mandato como presidente de los E.E:U.U. Ronald Regan se enfrentó a muchas tendencias tomando decisiones que de lo contrario afectaría a su país. Si la victima de la violencia no toma la decisión correcta otro tomara por ella las decisiones incorrectas. 4. La pasividad. Toma una actitud pasiva con la falsa esperanza de que cambiará la situación. Creo firmemente en el nuevo nacimiento y en la restauración; que son obras que el Señor hace en la vida del pecador que arrepentido se vuelve a Él. Claro que el Señor puede cambiar a las personas pero lo hará sin nuestra ayuda, testificándole claro que si debemos hacerlo, pero la obra del Señor es la obra del Señor y no nuestra. Yo no podré provocar ni una pizca de fe en alguien mas si ni para mi mismo puedo hacerlo. Piense en esto, a nadie a transformado el Señor a costa del sacrificio de otro, solo el Señor Jesucristo hizo un sacrificio por nosotros para cambiarnos, cuando le recibimos (Jn.1:12); pero tener la falsa esperanza del cambio de una persona por el sacrificio de una victima de la violencia, eso no es posible.

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Alguien dijo: peca de adulterio el hombre que tiene relaciones sexuales con alguien que no es su esposa; pero peca también la mujer que a sabiendas del adulterio de su esposo calla. Comete violencia intrafamiliar el hombre o la mujer que golpea físicamente o habla con aspereza a su cónyuge; también lo comete la victima, sea hombre o mujer, que calla ante la violencia y permite perpetuarla. El combustible al fuego de la violencia: Alguien dijo: a problemas extremos medidas extremas. Adrián Rogers dijo: “Solamente hay dos clases de problemas en la vida. Aquellos en que no puede hacer nada y aquellos en los que si puede hacer algo, entonces no se preocupe”. El estaba predicando sobre la preocupación y es valido. Aquello en lo que no puede hacer nada, entonces el Señor sabe cuales son y le dará la fuerza suficiente para vencerlo, pensando en un ejemplo, el enfrentarnos a la muerte “nadie puede retener el espíritu” –dejó entrever Salomón en Eclesiastés 8:8 ¿Qué podemos hacer ante su visita? Solo prepararnos para esperarla. Pero en aquellos problemas en los que si podemos hacer algo, debemos hacer lo que debemos hacer y, conociendo que los problemas de la vida son situaciones con soluciones, la violencia es uno de ellos. Pero hay mujeres que no quieren estar en una situación de violencia intrafamiliar pero, por alguna razón que nos cuesta entender, no quieren salir ¡sencillamente no salen! Existe un dicho que dice que “aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión”. Lea con detenimiento esto: no existiría violencia hacia alguien normal por uno que es normal, si aquel no lo permite. Es decir, nadie con una salud mental y espiritual se dejaría maltratar por otro que también tenga salud mental y espiritual, a no ser que tengan severos problemas emocionales. Veíamos en familia un programa de sobre vivencia en donde un hombre fue atacado por un lagarto y presentaban 3 opciones que los televidentes podíamos tomar ante la situación, así: 1. Tomar al lagarto por la cola. 2. Taparle los ojos. 3. Darle la espalda y correr lo más que pueda. Y yo le decía a mi familia ¿y no habrá otra opción como: procurar nunca estar enfrente de un animal así? La mejor arma para evitar la violencia es no entrar a ella. Existen algunos que su círculo de violencia inició desde el noviazgo. Alguien se acercó a mi esposa, una pareja con quienes somos de la misma edad, a ellos los habíamos asistido anteriormente con oración, como una forma de presentarles el evangelio, resulta que esta mujer encontró un apoyo en mi esposa para contarle sus problemas y la fue a buscar esa mañana, mi esposa la pasó y cuando se sentaron a conversar mi esposa le vio el ojo que tenía cubierto con el pelo y lo tenía morado, dentro de la conversación le dice a mi esposa: “Es que el siempre me ha pegado … desde que éramos novios”. Yo me quedé con la boca abierta como me imagino que lo hizo usted al leer el relato. Ahora bien, el asunto esta en aquellas personas que ya están en una relación de violencia intrafamiliar. Lo primero que debe saber ante ello es que usted es culpable de permitir que existiera, continuara y se perpetuara la violencia, no por el error que cometió sino por dejarse. Nadie tiene derecho de violentar a otro, sea lo que sea, hay formas de disciplinar.

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Existen algunas debilidades en la victima de la violencia que se convierten en fortalezas al victimario. Existen algunos combustibles para que se siga incendiando ese hogar con la violencia, vemos algunos: 1. El combustible de la culpabilidad. Afirmaciones tales como: “Tal vez yo soy la del problema” “yo no debí decirle o hacerle eso” “yo debería de ser mejor…”. No usted no es la culpable, usted cometió un error pero no es culpable de la violencia, él toma la decisión de ser violento y debe enfrentarse a las consecuencias de sus actos. 2. El combustible del temor. Escuché una frase muy necia en realidad respecto a la mujer y la violencia que decía: “Si se queda es porque le gusta”; una frase similar leí en un libro de historia, escrito por un fraile español, tratando de justificar la conquista de Guatemala, diciendo: “a las nativas les parecía cosa extraña ver a los hombres que bajaban de los barcos y ardía de deseo por ellos” y por eso se dio el mestizaje. ¿Cómo podría arder alguien de lujuria habiendo visto que estos eran los culpables de las masacres hacía sus padres, hermanos, hijos y la violación a sus congéneres? De manera que es una frase muy necia porque ¿a quien le gusta la violencia que sea sana emocionalmente? Una sobreviviente de una violación hizo la siguiente comparación de la violación y testificó: “tu puedes disfrutar tratando de retener la respiración debajo del agua, en una piscina y enseñándole a tu hijo a retenerla; pero que hay si disfrutarías aguantar la respiración cuando otro te obliga a hacerlo, metiendo la cabeza en un inodoro que está lleno”. Hay mujeres victimas que no se enfrentan ni confrontan la violencia porque no sabrían que hacer estando solas y con los chicos máxime si no cuentan con la ayuda de nade y peor aun si solamente han trabajado como amas de casa o no es estudiada o le han enseñado mal la sumisión; no es fácil confrontar en un estado así. Y, francamente, esa es debilidad de la victima pero también la fortaleza del victimario. 3. El combustible de la amargura. La amargura es lo que deviene de guardar sentimientos y acumularlos si perdonar. No podemos controlar los sentimientos y los pensamientos que otros tengan de nosotros y no somos responsables de ellos; de lo que si somos responsables es de lo que haremos nosotros mismos con los nuestros. ¿Puede perdonar?, claro que si y debemos perdonar y es necesario que lo hagamos para dar lugar a la restauración. Esta victima decide callar, recibir, aceptar y perpetuarla así aunque inconcientemente, atesora ira, resentimiento y deseos de venganza. El Señor dice: “mía es la venganza, yo pagaré dice el Señor”. No piensa en confrontar bíblicamente. Se aíra pero no deja que fluya. La ira no es mala, Pablo dice: “Airaos, pero no pequéis” (Ef.. ); o sea que puede airarse, puede indignarse, puede hacer valer sus derechos pero de la forma correcta, de tal manera que no caiga en pecado. El Señor Jesús, de quien leemos que fue “manso y humilde” y que “como cordero fue llevado al matadero y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió su boca”, el en su juicio habló y lo hizo para hacer valer sus derechos, ante el juicio que le estaba haciendo el Sumo Sacerdote el Señor

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le respondió y el alguacil le abofeteó, Juan nos testifica: “Jesús le respondió: Si he hablado mal, testifica en qué está mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? (cp. Jn.18:19-23) y Pablo dijo al hacer valer sus derechos: “¿Estás tú sentado para juzgarme conforme a la ley, y quebrantando la ley me mandas golpear?” (Hch.23:3).

¿Que hacer en el presente estado de cosas? Debemos tener un plan para todo imprevisto. “Prepara un plan, toma una decisión; Extiende tu sombra como noche. En medio del día; esconde a los desterrados, No entregues a los que andan errantes” (Isaías 16:3). El consejo del profeta Isaías es: A tener un plan. Tomar una decisión. Extenderse. No hacer mal a nadie. 1. Lo primero que debe saber es que es responsable si perpetúa la violencia o no. No es responsable de la violencia es responsable de permitirla. No fue el abusador quien la encerró fue usted misma quien se encerró allí. Puede salir adelante. Busque ayuda. 2. Debe atacar el fuego de la violencia que la esta consumiendo. Si debe redefinir el amor escrituralmente, debe redefinirlo. Si debe redefinir la sumisión bíblicamente, debe hacerlo también. 3. Debe dejar el síndrome Kamikaze. No se si forma parte del léxico psicológico y ni pretendo que se creado, pero no encuentro otra forma de explicarlo. Un kamikaze son personas que pilotean aviones teniendo un objetivo para atacar y mueren en el impacto. Es tonto hacer eso. Debe saltar de ese avión que va a la destrucción. Si busca protección no es un acto de traición. Alguien me podría acusar también de provocar destruir hogares, ni sería yo, ni sería la victima quien está destruyendo el hogar; es el victimario quien lo esta haciendo con su violencia. Cuando habló de saltar me estoy refiriendo a salir del circulo de la violencia y no dejarse maltratar mas, si se trata de confrontarlo lo confronta y sigue los pasos que debe seguir como lo es buscar ayuda espiritual y también buscar protección legal. 4. Debe perdonar y pedir perdón en lo que tenga que perdonar y pedir perdón. Debe dejar la venganza al Señor pero dejar que las consecuencias continúen. 5. Debe proteger al más vulnerable pues éste goza del derecho de la protección. En aquel programa de sobre vivencia que ya mencioné que veíamos con mi familia, en un caso de un naufragio, el presentador dijo: “Cuando se trate de tu sobre vivencia no dependas de nadie” y yo le agregué: “…y luego procure ayudar a otros”. Como ya se anotó, si usted no elige lo correcto otro decidirá lo incorrecto por usted.

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Testimonios de sobrevivientes de violencia sexual de forma de incesto: No quiero despertar el morbo a nadie pero si descubrir las consecuencias en las victimas que las dejan marcados o marcados y de por vida por tal abuso en base a dos testimonios. No se olvide que, al igual que la violencia física, la víctima de algún abuso sexual puede ser un niño o una niña, el abusador puede ser un hombre o una mujer aunque generalmente es un hombre. El abuso sexual puede ser de una vez, de varias veces, solamente de meses, de años inclusive. Analice las historias por favor, note al perpetrador, también a la víctima en cómo era esta, lo que sintió en el proceso y como quedó emocionalmente luego de perpetrado el crimen y pecado. Como es de esperarse debo obviar los nombres de las víctimas y cuando use nombres serán cambiados. Trataré de dejar sus palabras y cuando necesite corregir alguna lo haré atendiendo su contexto o eufemizaré (soy sincero coloqué unas tildes, comas y algunas palabras, nada más); todo por respeto a ellas y si podemos evitar otro caso de abuso con estos testimonios que así sea. Y ore por las víctimas, por favor. Caso No. 1. Mi vida ha sido marcada por peleas mis padres peleaban mucho cuando pequeña, y mi papa me maltrataba, las cosas cambiaron mi papa un hombre bondadoso, pero temperamental, colocó en la pared "no lastimes a quienes más amas" las cosas como ya dije cambiaron, todo iba bien, yo una alumna estrella, tenía amigos, eres sonriente, feliz. Mi abuela era la mejor mi abuelo, en ese entonces también lo era... Todo comenzó con dinero, cuando íbamos a casa de ellos, el me daba unos Q.20.00 a mi mientras a mi hermana unos Q.5.00, todos me decían que era "su regalona" una día, en el comedor, mi abuela me pidió que lo acompañara, el me pidió que le diera un besito, para ese entonces yo tenía unos 8 años, le di un besos como de costumbre, él me dijo que quería más me dijo que abriera la boca, me beso, fue asqueroso, regrese como si nada y pregunte porque él me dio un besito, mi abuela sin comprender dijo que me querría, los años pasaban, todo fue en peor, yo crecía, y me daba cuenta de todo, el me besaba, las cosas empeoraron, me golpeaba el trasero, buscaba estar cerca mío, y un día mientras yo leía, el introdujo su mano en mi pantalón acariciando por cerca de 10 min, a los trece años, él entró a mi cuarto y me tocó toda y … (puntos suspensivos de la víctima). Soy alguien tierna, alegre, sarcástica a veces, sonriente, soñadora, amable, inteligente, pero llevo esto conmigo, mis amigas lo saben, les conté cuando tenía 14 mis padres supieron tiempo después, jamás me llevaron a psicólogo ni nada, mis amigas creyeron que yo "estaba bien" las cosas no son así, y solo una de ellas, lo sabe.... sabe que aún me siento mal… (puntos suspensivos de la víctima). Quiero ser feliz, mi autoestima no es baja, sin embargo es dudosa, Soy algo 20

feliz, sonrío me gusta ayudar, y me siento bien, pero aun así llevo esta gran tristeza que me destruye completamente a veces, y otras me acompaña silenciosamente. Le temo a los hombres… (puntos suspensivos de la víctima). Me pregunto si algún día seré feliz como las demás personas que no han pasado por experiencias así????. Llego a la conclusión de que no.... para hacerlo tendría que no haberme pasado (cuanto deseo eso) porque siempre llevare los recuerdos ahora ya no me los puedo borrar.... Caso No. 2. Copiada de un acta levantado en el Ministerio Público, en la Fiscalía de la Mujer. Lo encontraron culpable y fue condenado. Obviaré la introducción del acta y cambiaré el nombre de las personas no la aclaración nombre ficticio que es nota de este autor pero respetaré el sentido literal del acta. Note la fe que profesa el perpetrador. La madre testimonia: “El día 24 de marzo de 2007, mi hijo Norberto Backembauer (nombre ficticio), de 14 años de edad, se fue junto con mi hija Carlota Sofía Backembauer (nombre ficticio) a la casa del papá de ellos, quien es mi esposo pero tenemos tiempo de separados de nombre Pedro Backembauer, ya que él había pedido que le diera a los niños, un día antes de eso me lo dijo mi hijo ya que iba a tener un culto de un cumpleaños de una señora Ofelia Jacinto de la iglesia donde ellos van, entonces se fueron ese 24 de marzo del 2007 a las dos de la tarde y regresó mi hijo a las siete de la noche y al preguntarle por mi hija me dijo que como ya no cabía en el carro del pastor se había quedado con el papá. Al día siguiente entró sola mi hija a la casa y al preguntarle quien la había llevado me dijo mi papá y que la había dejado en frente de la casa del tío Milo, es decir que la había dejado en la calle, cuando ella entró yo estaba hablando por teléfono y me pidió agua y le di pero yo noté que estaba chenqueando y le dije que por qué y no me quiso decir, pero yo le insistí y me dijo que su papá le había pegado y le dije que me enseñará donde le había pegado con un palo y le vi la cadera y no tenía nada, y le seguí preguntando y al quererle revisar me dijo que no porque tenía popo y yo le pregunté que como era eso y me dijo que con la cosa que se había sacado del pantalón y mi hija me dijo que se movía cuando le estaba haciendo y que le dolía y que le había dicho a su papá que no hiciera eso. Mi hija estaba bien nerviosa y bien cambiada, se notaba triste, molesta y la lleve al hospital Roosevelt y allí estuvo 15 días y allí la evalúo el médico forense y la trabajadora social me dijo que estaba lacerada de su ano y tenía que tener tratamiento y ellos me dieron la medicina. Él vive en (…)” La niña que es la víctima, que contaba con 4 años de edad, testimonió: “Mi papá me llevó donde él vive y era de noche y me acostó en su cama, se puso arriba de mí y me quitó mi falda y mi calzón y él se quitó toda la ropa y se le miraba esa cosa hinchada donde orina y esa cosa es dura y eso me metió en mi vagina y él se movía y me dejó algo mojado en mi vagina y después me dio vuelta y me puso esa cosa hinchada atrás en mis nalguitas y allí si me dolió mucho él se seguía moviendo y yo grité pero me tapó la boca con un trapo y yo

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estaba llorando y después se lo sacó y me limpio con un papel y me dijo que no dijera nada porque si no me iba a volver a hacer eso. Era la primera vez que me lo hacía y estaba ese día con él porque había un culto de cumpleaños, yo iba con mi hermano Norberto Backembauer (nombre ficticio) y mi papá me dijo que me quedara. Después me dolía al hacer popo. Mis papas no viven juntos mi papá vive donde viven mis abuelitos y mi mamá en otro lado. Yo no he vuelto a ver a mi papá y ya no quiero regresar con él” Supe del caso de una mujer que ella y sus hijos eran golpeados por su esposo y padre de los niños, sufrieron violencia por muchos años hasta que se animaron a romper el silencio, primero frente a la congregación en donde muchos no le creyeron y fueron pocos quienes sí lo hicieron pero fue una minoría que no tenía poder en la congregación y cuando pidieron medidas de restricción le dieron la espalda de tal manera que se cambiaron de ciudad y de congregación. La sentencia fue condenatoria, muchos miembros de su antigua iglesia estuvieron presentes en el juicio y le gritaron a la señora y a los niños que se arrepentirían y que como era posible de que los dejaran sin PASTOR. Esta mujer y los niños tuvieron que soportar el maltrato de su esposo y padre en lo escondido del hogar, con la amenaza y el temor de que les haría peor si decían algo y soportar tragarse el sermón en la primera banca de la iglesia cuando les predicaba a las familias de la congregación. Esta iglesia tuvo que buscarse otro pastor y los alumnos del seminario donde daba clases de teología también lo hicieron. Años más tarde, el hijo menor de aquella hermana, le dice a su madre y a su nuevo ministro de la congregación: “quiero estudiar, porque quiero ser un ministro de la Palabra de Dios”. No cabe duda que la gracia de Dios nos deja boquiabiertos muchas veces, pues después de un mal testimonio este niño quiere seguir el mismo oficio ministerial de aquel que les hizo tanto daño. No cabe duda que el perdón es el inicio de una restauración que es un proceso para llegar al lugar de donde habíamos caído o nos hicieron caer como en este caso. Se de otra mujer que de niña padeció el abuso sexual de parte de su padrastro, en su vida de adulta fue abusada por su novio y estando casada recibió violencia intrafamiliar de parte de su esposo y, al momento de contar su historia, manifestaba que aun aborrecía la canción infantil para adormecer: “ala ru mi niña, al ru mi amor, duérmete mi niña, duérmete mi bien” y lloraba solo al escucharla. No cabe duda que un golpe físico pasa, el moretón de va, pero las huellas emocionales se quedan, el himen perdido no se recupera, la autoestima poco a poco, las pesadillas son más lentas, pero la imagen del padre o madre que abusaba nunca se pasará, la etiqueta de haber sido abusado o abusada, aunque nadie más lo sepa, siempre la llevará pegada en la mente y en el corazón. La gracia de Dios restaura pero solo hasta que estemos glorificados, probablemente no nos recordaremos de ellos o si nos hemos de recordar, lo haremos sin que lleguemos a llorar y a recordar con tristeza.

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Conclusión: El enemigo no es uno que está escondido en una calle obscura para agazaparse sobre su víctima que está descuidada. Es uno que se esconde tras una fachada, muchos ante la sociedad son muy honorables, unos no tienen nada de estudio, otros poco y los hay otros que son profesionales, pero todos ellos tienen doble cara. Este enemigo es alguien a quien se le tiene confianza, una que representa autoridad y se le debe tener respeto y no es objeto de ninguna duda, lo consideraríamos una persona con honorabilidad. Unos son llevados por algún tipo de vicios, otros por su misma inseguridad, otros quieren ser violentos para manifestar su superioridad pero para ocultar su inferioridad, otros por ser muy libidinosos, otros porque ven pornografía y los hay otros que lo hacen con una biblia y basándose en ella, pero todos tienen en común su cobardía, ignorancia e impiedad. Aunque algunos digan ser cristianos, unos se confiesan, otros van al culto, otros oran y manifiestan su piedad ante las personas pero en su corazón tienen escrito el nombre de impíos, la Biblia no encuentra otro nombre para ellos “A causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque sobre mí echaron iniquidad, y con furor me persiguen” (Salm.55:3). Entonces estos delitos ocurren no solamente con los impíos sino con personas que manifiestan ser cristianas, claro se duda de esa cristiandad. Pero es obvio la decadencia de ese cristianismo, la falta de enseñanza de la sana doctrina, no existe una enseñanza sólida. Son aquellos pulpitos que están vendidos como prostitutas al mejor precio, son ministros comprometidos con su imagen y con todos menos con el Señor que los rescató, los mismos ministros no viven en santidad y por eso no exhortan. También son de esas iglesias donde no se predica el evangelio y cuando lo hacen lo hacen de una forma diluida. No existen verdaderas conversiones. En realidad son iglesias que se afanan (¡y luego se ufanan!) por el número de miembros pero sin preocuparse del estado espiritual de las ovejas. El Señor me tiene laborando para su gloria en donde van a dar muchos expedientes relacionados a todo tipo de violencia, desde aquellos que violentan el patrimonio de otro, llegando a los asesinatos y pasando por la violencia en el hogar perpetrado con golpes (violencia física), violaciones, incestos, abusos deshonestos (violencia sexual), entre otros. Estaba en el departamento donde nos encargábamos de distribuir hacia los Juzgados que habrían de conocer el proceso. Es el caso que, un compañero que manifiesta ser cristiano evangélico, se me abocó y me pregunto: “Vos, Solís, ¿Ya vino este caso?” y me dio el nombre de la persona sindicada. Volvió a preguntar otras tres veces pues mi respuesta era que no y le ofrecí que al llegar le contaría, dentro del marco legal, como es obvio. Al finalizar la jornada del trabajo, me aboqué a él y le pregunté si es que es algún familiar el implicado y me sorprendió la respuesta. –“Es un hermano de la iglesia, vos”. –me confesó. “Pero no entiendo –me siguió contando, fue en el año dos mil y la esposa ya lo perdonó”. –¿Y cuál es el delito? –le pregunté. 23

–Abusos deshonestos. Entonces le respondí: “No te olvides que ese delito no prescribe y aun si la esposa lo perdona y la victima lo hace, el M.P. lo persigue de oficio, por eso vemos a viejitos que los detuvieron por hechos que cometieron hace tiempo”. –Y no es la primera vez –me siguió confesando. –¿Qué, Qué? –le pregunté sorprendido, ¿Ese individuo lo ha hecho otras veces? –No, en la iglesia ya es el tercer caso. Primero fue un ministro (así le llaman ellos al pastor) que violó a una su hija. También un diacono con su hijastra. Y ahora él. Vos, ¿Qué estará pasando? –terminó interrogándome. Qué bueno que me preguntaste a mí y no a un impío pero igual yo soy la persona incorrecta para hacerlo. Deben acudir al Señor con dos cosas: 1. Preguntarle al Señor y que les habrá el entendimiento; y 2. Acercarse con la disposición de obedecer en lo que Él les diga. Contáme –le seguí diciendo– ¿qué tipos de mensajes normalmente escuchan? ¿El falso evangelio de la prosperidad? O ¿el de la auto estima? ¿el de alcanzar las metas como prioridad? Tienen que cambiar su estructura de mensaje, urgen que se vuelvan a la sana doctrina. Sin en nuestras congregaciones –me confesé– tenemos problemas con la carne de los hermanos, hay adulterios, fornicaciones, borracheras, etcétera y eso que sé qué tipo de enseñanzas se da y que evangelio se predica, ahora ¿imagináte si no se predicara? Nuestra conversación continúo y luego terminó pero mi exhortación apenas empezaba, mi razonamiento y apreciación de las asambleas por su sistema de culto se acrecentaba, mi enamoramiento a la sana doctrina se afirmaba y mi compromiso con el Señor se confirmaba

Compañero suyo en esta lucha contra el pecado, suyo en Cristo Jesús su hermano y amigo, Erick Solís Girón.

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