TRAS EL FUEGO DE LOS NEANDERTALES

TRAS EL FUEGO DE LOS NEANDERTALES. QUÍMICA ORGÁNICA APLICADA AL ESTUDIO DE LAS ESTRUCTURAS DE COMBUSTIÓN DEL YACIMIENTO MUSTERIENSE DE EL SALT (ALCOY,
Author:  Laura Lara Franco

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TRAS EL FUEGO DE LOS NEANDERTALES. QUÍMICA ORGÁNICA APLICADA AL ESTUDIO DE LAS ESTRUCTURAS DE COMBUSTIÓN DEL YACIMIENTO MUSTERIENSE DE EL SALT (ALCOY, ALICANTE)* BEHIND THE NEANDERTHALS’ FIRE. ORGANIC CHEMESTRY APPLIED TO THE STUDY OF THE COMBUSTION STRUCTURES IN THE MOUSTERIAN SITE OF EL SALT (ALCOY, ALICANTE) R.J. MARCH1, R. DORTA PÉREZ2, A. SISTIAGA GUTIÉRREZ2, B. GALVÁN SANTOS3, C.M. HERNÁNDEZ GÓMEZ3 (1) UMR 6566 du CNRS, [email protected] (2) Universidad de La Laguna, [email protected], [email protected] (3) Universidad de La Laguna, grupo de trabajo “ARQUEOLOGÍA Y TERRITORIO”, [email protected], [email protected]

RESUMEN Se presenta un estudio químico preliminar de los alcanos y de los ácidos grasos saturados aislados en muestras sedimentarias procedentes de distintos testimonios de combustión del yacimiento musteriense de El Salt, reconociéndose importantes diferencias entre ellos, lo que refleja distintos orígenes y la complejidad funcional del yacimiento.

ABSTRACT We present a preliminary chemical study of alkanes and saturated fatty acids isolated from sedimentary samples from different evidences of combustion in the Mousterian site of El Salt. Important differences are recognized between them, which reflects different origins and the functional complexity of the site.

Palabras clave: Evidencias de combustión, Neandertal, Musteriense, Análisis Químico, Ácidos Grasos, Alcanos, Materia Orgánica, El Salt.

* Este trabajo se realiza en el marco del proyecto I+D: HUM2004-01427/HIST “Tras las Huellas de Los Neandertales. El origen del poblamiento humano en los valles alcoyanos” y con la autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural Valenciano y Museos (Consejería de Cultura, Educación y Deportes, Generalitat Valenciana).

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Key words: Evidence of combustion, Neanderthal, Mousterian, Chemical Analysis, Fatty Acid, Alkanes, Organic Matter, El Salt.

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Los restos de combustión constituyen uno de los testimonios arqueológicos más relevantes del yacimiento musteriense de El Salt (Alcoi, Alicante, España) (Fig.1), no sólo por su abundancia y extraordinario estado de conservación, sino también por la amplia variabilidad de manifestaciones reconocidas: estructuras de combustión propiamente dichas, grandes acumulaciones lenticulares de sedimento negruzco de apariencia carbonosa y amplios lechos sedimentarios subhorizontales que recubren gran parte del espacio ocupado.

Figura 1. Yacimientos de Paleolítico Medio en los Valles de Alcoi.

Sin duda, su estudio es un pilar fundamental para interpretar los patrones de organización social del espacio por los neandertales que habitaron este lugar entre ca. 60 Ka BP y los inicios del Würmiense III. Este trabajo pretende ser una aproximación inicial al tratamiento de los testimonios de combustión con una doble finalidad; valorar la potencialidad del análisis químico de estos sedimentos y, por otro lado, identificar y explicar las diferencias genéticas y funcionales entre los distintos tipos de depósitos sedimentarios considerados. Para ello analizaremos, en esta ocasión, los alcanos y los ácidos grasos saturados. Se han estudiado dos series de muestras, una de origen arqueológico y otra de contraste, correspondiente a sedimentos naturales y a líquenes que crecen sobre el suelo y sobre el cantil travertínico que sirve de abrigo al yacimiento. El muestreo arqueológico se efectuó a partir de los perfiles estratigráficos en los niveles IX, X y XI. Varias dataciones de TL efectuadas por Valladas y Mercier sitúan los niveles IX-X entre 53.2 Ka +/- 3.5 BP y 46.9 Ka +/- 4.3 BP, coincidiendo con la fase final de apogeo en la ocupación de El Salt.

Con cada una se llevó a cabo el liofilizado y molido; seguidamente se obtuvo un extracto con cloroformo y metanol que fue separado en dos fracciones según el método R.D. Mc Carthy y A.H. Dutthie, mediante una columna de sílice, impregnada por una mezcla de isopropanol-potasio. Una fracción con los ácidos orgánicos para su metilado posterior y otra con las moléculas neutras. La neutra, a su vez, fue separada en cuatro subfracciones por cromatografía líquida, mediante elución con una mezcla de heptano y de éter de polaridad creciente. Las distintas fracciones obtenidas se analizaron por cromatografía de

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En el nivel IX se tomaron 5 muestras en un depósito lenticular de sedimento negruzco (V6). En el X se recuperaron otras 4 en una masa sedimentaria cuyas características son asociables a una estructura de combustión (X6) y, finalmente, en el nivel XI también se tomaron 5 muestras en toda la secuencia de una estructura de combustión (Z6) (Fig. 2 y 3).

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gases (GC) y cromatografía de gases acoplada a la espectrometría de masa (GC-MS), con un aparato Hewlett Packard (HP 6890 dispone en serie) equipado de una columna capilar HP-5 5% phenyl / methyl syloxane (Agilent 19091J-433). Las condiciones de cromatografía son de 40°C a 300°C, a un ritmo de 4°C / min. durante 30’ a 300°C. La identificación de las diferentes moléculas se efectuó en relación con su tiempo de retención, su fragmentación en espectrometría de masa y comparando con las bibliotecas de espectrometría de masa (NBS75K y Wiley).

Figura 2. Codificación y procedencia de las muestras.

Figura 3. Vista General de El Salt y posición de las muestras.

Las cantidades de materia orgánica detectadas en las diferentes muestras arqueológicas son por lo general relativamente débiles, inferiores a 3 ug/g, con la excepción de la muestra 4 de Z6 (sedimento negruzco) mucho más rica. En X6, es también el mismo tipo de sedimento el que posee la mayor cantidad de materia orgánica (muestra 2), mientras que para V6 predomina en la zona de transición entre dicho tipo de sedimento y el termoalterado (muestra 4). Los valores más altos están presentes en las muestras de contraste procedentes de los líquenes del suelo y en menor medida, de los del travertino (Fig. 4).

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RESULTADOS

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Sin embargo no parece existir relación entre las cantidades obtenidas y la composición química de cada muestra. Las concentraciones de ácidos, alcanos, cetonas y esteroles fluctúan entre las diversas muestras analizadas. La fracción ácida es casi siempre mayoritaria, seguida por las cetonas, alcanos y esteroles. Se ha podido constatar que las cantidades de ácidos y de alcanos son más importantes en los líquenes que en las muestras arqueológicas. A su vez, los esteroles dominan frente a los alcanos en los líquenes. Con respecto a las muestras arqueológicas, la proporción de alcanos es mayor en las zonas Z y V y más débil en X, donde predominan los ácidos, debido quizás a un origen o degradación diferencial de la materia orgánica entre estas tres series de muestras (Fig. 5).

Figura 5. Distribución de la fracciones de ácidos grasos saturados y de los alcanos en las 17 extracciones.

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Figura 4. Cantidad de materia orgánica (concentraciones expresadas en ug/g) en les muestras analizadas de El Salt.

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Conservación de las muestras El CPI (Carbon Preference Index) permite juzgar la conservación de la materia orgánica teniendo en cuenta la proporción entre las moléculas que presentan un número de átomos de carbono par o impar y se expresa según la fórmula siguiente (Fig. 6):

Figura 6. Fórmula del CPI (Pepe et al., 1989). (n+1=número máximo de carbones observado).

Cuanto más próximo a 1 esté el CPI, mayor será el nivel de degradación de la muestra (Pepe et al., 1989). Esta degradación puede obedecer a la pérdida natural de materia orgánica a lo largo del tiempo, o bien ser inducida por actividades antrópicas, particularmente las culinarias o de combustión (March, 1995; March y Soler, 1999). Los CPI de las series analizadas son variados (Fig. 7), evidenciando un extraordinario grado de conservación de la materia orgánica en los niveles superioras de las columnas Z6 y X6. Otras muestras, sin embargo, pueden asociarse a suelos con una impronta antrópica más débil, presentando CPI alcanos más importantes que los de muestras supuestamente termoalteradas. Esta misma situación se repite para los CPI ácidos con la única excepción de X6-3 que tiene un valor extremadamente elevado, aberrante en el conjunto de datos obtenidos. Podría deberse quizás a que la materia orgánica es ínfima en este nivel, lo que da una dominancia muy marcada para los ácidos pares, mientras que los saturados impares están representados muy débilmente.

Los alcanos están más degradados en V6 (salvo en los limos de la base), y en las tres capas inferiores de X6; en Z6 están generalmente bien conservados, excepto en el nivel de sedimento blancuzco. Los valores más débiles han sido constatados en las zonas que se han supuesto degradadas por la alteración térmica, V6-4, X6-3 y Z6-3. Por el contrario, aquellas capas cuyos alcanos presentan valores superiores a 2 no reflejan indicios de dicha alteración y donde son superiores a 4 cabe indicar un estado muy bueno de conservación.

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Igualmente observamos una conservación diferencial de los ácidos y de los alcanos en una misma muestra, lo que podría significar un origen diferente para las dos fracciones analizadas. Las cantidades ácidas son mucho más importantes en los residuos culinarios, mientras que los alcanos se dan en las cutículas de los vegetales degradados. Así, es probable que algunas de estas muestras tuvieran origen complejo e históricamente diferenciado, lo que deberá ser explicado.

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Figura 7. CPI de ácidos grasos y de n-alcanos de las muestras estudiadas.

En cuanto a los ácidos, más degradados en general, manifiestan valores coherentes con otras muestras arqueológicas de yacimientos paleolíticos anteriormente estudiados (March et al., 2006). En este caso los valores más bajos del CPI ácido son debidos esencialmente a la presencia de los ácidos impares de larga cadena, pero también a los valores débiles de los ácidos saturados pares de cadena larga y de origen vegetal preferente. Esto podría indicar para los de nuestras muestras un origen animal dominante, mientras que los alcanos reflejarían mejor la génesis vegetal.

n-alcanos

Los sedimentos limosos con carbón de V6-1 muestran un perfil bimodal con dos alcanos mayoritarios en C27 y C21, ligados a la presencia de restos de combustible en la muestra. El de transición subyacente posee degradación similar y un perfil de alcanos unimodal, centrado en C29. Por su parte, el negruzco tiene un perfil con una degradación parecida dominante en C23. La transición con la tierra termoalterada ofrece una degradación más importante y una distribución predominante en C33. Finalmente, la muestra de sedimento arenoso inferior es mayoritaria en C31 y está sensiblemente mejor conservada. El origen de los alcanos de estas muestras parece ser netamente diferente a las distribuciones mayoritarias en alcanos comprendidos entre C21 y C25 que han sido observadas frecuentemente en las muestras de carbones de madera o de desechos culinarios, los n-alcanos de otras muestras parecen tener origen vegetal.

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La distribución del cortejo de n-alcanos en cada subconjunto de muestras permite comprobar que no es del todo homogénea y muchos de los de cadena larga son siempre mayoritarios. En primer lugar, las muestras del liquen de suelo y del liquen del travertino son ligeramente diferentes, mostrando alcanos dominantes en C31 y C29, respectivamente (Fig. 8). El suelo natural presenta un perfil similar al del liquen crecido en el suelo, pero con una ligera tendencia hacia los alcanos de cadena corta. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que los alcanos del suelo provengan de líquenes hoy desaparecidos, ya que otras familias de plantas evidencian distribuciones similares. Aunque se ha decidido no tratar aquí otras moléculas estudiadas (esteroles y cetonas), es importante señalar que predominan en los líquenes y están ausentes en las muestras arqueológicas. La ausencia de los esteroles podría explicarse por su rápida degradación después del enterramiento de los suelos recubiertos por líquenes, pero no es el caso de las cetonas derivadas de los mismos esteroles, que se conservan mejor que aquéllos, más difícilmente oxidables. De cualquier manera, la posibilidad de una contaminación de ciertas muestras por líquenes es siempre factible. La distribución de n-alcanos de las muestras arqueológicas es sensiblemente diferente según el lugar de muestreo. El más alejado de los perfiles naturales observados es el de la columna perteneciente a V6, seguida por X6 y, finalmente, por la columna de Z6.

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Figura 8. distribución de los alcanos en las muestras de El Salt.

Finalmente, las muestras procedentes de la columna tomada en Z6 poseen perfiles similares en la distribución de n-alcanos que predomina en C29. La mejor conservada es la del sedimento blanquecino. Por primera vez detectamos una serie de perfiles con distribución coincidente, lo que podría indicar cierta continuidad y proximidad temporal de los depósitos, con una mayor termoalteración de los sedimentos de la capa blanquecina, asimilada a las cenizas. No presenta los n-alcanos de cadena corta característicos de este tipo de depósito. Si se trata de cenizas, su termoalteración fue tan importante que la materia orgánica disminuyó, hallándose la capa

Figura 9. Secuencia estratigráfica en Z6.

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En X6 se manifiestan distribuciones unimodales centradas en C29, C27, C26 y C25 de arriba a abajo. La única bien conservada es la muestra superior de sedimento arenoso similar al descrito para la base de V6, pero con una composición diferente. Las otras tres ofrecen signos de evidente degradación, debido a la presencia de carbonatos. Este conjunto de alcanos señalaría el origen vegetal del depósito, siendo interesante comprobar el desplazamiento vertical de su distribución, que quizás puede estar evocando una continua degradación en su secuencia. Tal vez se trate de elementos de origen vegetal sometidos a bajas temperaturas o de una degradación bacteriana de los sedimentos más profundos, en cuyo caso no sería coherente con la idea de un depósito contemporáneo, sino con la de una diferencia significativa en el tiempo de deposición de estas muestras.

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ligeramente contaminada por la superior muy rica en materia orgánica. La distribución aplanada de Z6-3 quizás puede ser asociada a un fenómeno de combustión como el observado en las rocas termoalteradas. Los alcanos de cadenas largas presentan igualmente una degradación fuerte bajo la forma de una distribución aplanada que se traduce en un CPI inferior a 1. Esto se debe a la oxidación de los alcanos que, primeramente, acorta la diferencia natural entre las cadenas pares e impares y, progresivamente, desvía esta distribución hacia las cadenas cortas, traduciendo una degradación fuerte, en general, de origen térmico. Puede encontrarse en las cenizas, pero la hemos podido percibir en la cocción experimental de un asado de carme sobre piedra calentada. La ausencia de alcanos de cadena corta inferior a C19 ha sido observada frecuentemente en las estructuras de combustión prehistóricas (March, 1995; March y Soler, 1999; March y Lucquin, e.p.),

Ácidos Grasos La heterogeneidad de las muestras es más marcada en la fracción que contiene los ácidos grasos (Fig. 10). Los de cadena larga son indicadores de la presencia de elementos de origen vegetal, sin embargo, no ocurre lo mismo con los de cadena corta, ya que pueden generarse en diversos procesos tanto de origen animal como vegetal. La sucesión analizada en la columna V6 se caracteriza por una fluctuación muy marcada: en las capas de transición y de sedimento negruzco se da un predominio de los ácidos grasos de cadena corta, hallándose la negruzca más equilibrada, mientras que en la capa superior y en las subyacentes a estas dos últimas se dan mayoritariamente los ácidos grasos de cadenas largas.

Figura 10. Comparación de la longitud de los ácidos grasos saturados (cortos < C21, largos >C22).

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No es el caso de las muestras procedentes de la columna tomada en X6 que presenta sistemáticamente ácidos grasos de cadena corta mayoritaria y en proporciones similares. La columna tomada en Z6 tiene características diferentes, las cuatro primeras muestras, correspondientes a los sedimentos negruzcos y

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a los considerados como cenizas contienen ácidos grasos saturados predominantemente cortos, mientras que la inferior, suelo considerado natural, difiere del conjunto al presentar un predominio de los ácidos largos. V6 posee ácidos grasos de cadena larga, comprendidos entre C26 y C34, mientras que el espectro es mucho más restringido en X6, donde los ácidos grasos largos se limitan como máximo a C28. Para Z6, estos ácidos grasos largos superiores a C26, se hallan sobre todo en el sedimento subyacente (Fig. 11). Las relaciones entre los ácidos de cadena corta son distintas entre sí y dependiendo de las muestras. En X6 se identifican más ácidos de cadena corta inferiores a C14 que en las restantes, donde se conservan en proporciones muy débiles. Tal circunstancia acercaría la muestra a un origen animal frente al resto donde se reconocen mezclas más marcadas de los ácidos de origen vegetal y animal.

Figura 11. Distribución de los ácidos grasos saturados (en función de su número de C).

Las relaciones entre C16 y C18, frecuentemente utilizadas para la identificación del origen animal, varían de forma marcada. En V6, estos valores son muy débiles, inferiores a 2, e incluso a 1. Lo mismo que en la capa de sedimento negruzco de X6 y en el sedimento blanquecino de Z6. Igualmente podemos señalar la ausencia de CPI equivalentes a los obtenidos para las muestras de liquen. Sólo la situada en X6-3 se aproxima a estos valores, aunque con una distribución de los ácidos completamente distinta (Fig. 11 y 12).

Podemos completar estas primeras hipótesis con el análisis de otras familias de moléculas contenidas en las muestras. Los ácidos grasos lineales no son los únicos ácidos orgánicospresentes. La familia de los

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Por tanto, la destacada presencia de ácidos grasos de cadenas cortas sobre todo bajo la forma de ácido palmítico (C16) y esteárico (C18) nos permite plantear un aporte de origen animal, que podría pertenecer a distintos herbívoros: cérvidos, cápridos o bóvidos, y quizás caballos en los que poseen relaciones más elevadas, todos ellos bien representados en el registro arqueofaunístico de El Salt. No obstante, se hallan en estudio restos de egagrópilas y de lagomorfos, relacionados principalmente con aportes naturales debidos a la presencia de rapaces en el entorno del yacimiento, por lo que se debe ser prudente con las inferencias iniciales.

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Figura 12. Relaciones C16/C18 de las muestras analizadas.

dicarboxílicos también está documentada. Las moléculas de cadenas cortas (≤12) son productos de la oxidación secundaria de los ácidos grasos insaturados libres o estearificados. La longitud de los diácidos producidos corresponde a la posición de la insaturación en la cadena carbonatada del ácido oxidado, cada ácido insaturado da origen a un diácido primario principal, correspondiente al primer enlace doble y al diácido secundario, que posee dos átomos de carbono menos. Por ejemplo, a partir del ácido linoleico (C18:2 (9,12)), obtenemos como diácido primario, el azelaico (C9) y como secundario, el pimélico (C7) (Passi et al., 1993). Estas reacciones se producen durante la cocción (March y Lucquin, e.p.), como se ha podido comprobar en nuestras experimentaciones de cocción de salmón, buey y cordero por asado sobre rocas calentadas, donde se ha detectado en cantidades significativas, generalmente con ácido azelaico (C9) como diácido principal. Aunque también pueden darse, ante ciertas condiciones, por la degradación natural de los lípidos (Passy et al., 1993; Regert et al., 1998). Estos ácidos están presentes en las muestras de sedimentos acompañados por diácidos con una cadena carbonatada más larga, como el ácido docosanedioico (C22) que entonces es mayoritario. Estos diácidos de cadenas largas han sido encontrados en los residuos orgánicos producidos por el humo de diferentes maderas (Fine et al., 2001; Fine et al., 2002); sin embargo, todavía no se han identificado en las muestras analizadas, en las que se detectan sobre todo ácidos de cadena corta y una distribución eje sobre C16 y C18, mientras que los hemos aislado en las muestras donde abundan los ácidos largos.

En cambio, comprobamos también la presencia de ácidos grasos insaturados en varias muestras, esencialmente las que están bien conservadas y constan de isómeros de C16:1 y C18:1, que es el ácido saturado dominante. También hay C18:2 en pequeña cantidad. Proporciones insignificantes de C18:3 han sido halladas solamente en las muestras de líquenes actuales. La presencia de tales ácidos grasos insaturados traduce una conservación muy buena de la materia orgánica.

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Parece que provienen de la degradación natural de los ácidos grasos insaturados, al menos para las cadenas cortas, pero no podemos excluir que tengan su origen en fenómenos de combustión de la madera. Sin embargo, es interesante observar que allí donde los ácidos grasos insaturados están mejor conservados, estos diácidos están casi ausentes. La inexistencia de diácidos de cadena larga nos confirma que estas moléculas tienen un origen diferente. Pensamos que nos hallamos ante el caso descrito anteriormente de diácido formado por la alteración de los ácidos grasos insaturados en el curso de la cocción. Entonces, otros diácidos estarían en cantidad demasiado débil para poder ser identificados. La presencia de este único diácido traduciría una composición original de ácidos grasos, en su mayoría insaturados, sobre el noveno carbono, dando lugar de manera preferencial al ácido azclaico.

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Balance del estudio de los ácidos grasos y los alcanos con los esteroides El análisis de las muestras de El Salt nos ha permitido un primer contacto con depósitos sedimentarios de diversas características, reconociendo diferencias nítidas entre ellos, por lo que parece que presentan orígenes complejos, fruto de historias muy distintas. Da la impresión de que en Z6 y X6 las columnas corresponden a diferentes estructuras de combustión in situ, mientras que en V6, la degradación de las muestras nos hace pensar en una estructuración diferente de los testimonios sedimentarios o en acciones de limpieza de hogares que hayan podido hacer desaparecer los sedimentos cenicientos. También hemos constatado que algunas de estas estructuras, Z6, estaban recubiertas por capas de materia orgánica muy bien conservada y no vinculada solamente a fenómenos de combustión de madera. Una buena parte de las muestras analizadas presenta grasas de origen animal intercaladas con capas de materia orgánica de origen vegetal. Así mismo, algunas capas, ante su incoherencia térmica, comparten grandes similitudes con depósitos de vaciados de hogares. El reacondicionamiento del espacio lleva consigo el desplazamiento de las estructuras, a veces muy próximas entre sí, lo que en ocasiones podría haber transformado los antiguos hogares en áreas de desecho. Del mismo modo parece que los procesos de acumulación de estas capas varían en ciertos casos en cuanto a su duración en el tiempo, continuidad y degradación de las firmas químicas, y en otros, en relación con su discontinuidad y contenido diferente de dichas firmas. Esto abre nuevas perspectivas para el análisis de los hogares de El Salt, lo que se revela más que prometedor visto el estado de conservación de las muestras analizadas. Los resultados de los estudios de las fracciones esteroidales muestran una buena conservación del espectro de esteroides que oscila entre 14 y 2 moléculas por muestra, esencialmente esteroles y cetonas. Dentro de ese espectro se puede observar la presencia de colesterol, coprostanol, colestanol y de varios derivados de los esteroles de origen animal en prácticamente todas las muestras analizadas. Igualmente, evidencian un excelente estado de conservación de los esteroles vegetales siendo los mas frecuentes, b-sitosterol, campesterol, stigmasterol o lupeol, así como otros productos como derivados de la friedelina, en las muestras de ácidos saturados de cadena larga mayoritarios. Dentro del espectro esteroidal se observa una variabilidad que no parece corresponder con la homogeneidad del espectro antracológico de El Salt caracterizada esencialmente por la presencia de Pinus nigra. De manera más esporádica también fueron observados productos de la degradación bacteriana como los hopanoideos.

Los esteroles están peor conservados en X6, sin embargo se pueden observar aquí también diferencias entre cada una de las capas. Así, el sedimento arenoso rojizo superior (XI-1) se caracteriza por la presencia mayoritaria de esteroles animales, colestanol y colesterol, junto al coprosterol. Dichos lípidos de origen animal están acompañados por el b-sitosterol y el stigmastanol, ausente en las muestras descritas precedentemente, mientras que no se hallaron ni el lupeol, ni el campesterol, lo que indica un cambio importante en el espectro vegetal. Los sedimentos negro, gris blanco y rojizo, subyacentes al sedimento

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Si analizamos la distribución de las moléculas mejor representadas (Fig. 13) se puede observar que varias de ellas presentan una dominancia de los productos de origen animal. El colesterol y el colestanol predominan en la mayoría de las muestras de Z6, salvo en el sedimento limoso superior y en el negruzco superpuesto al área blanca donde se observa una preponderancia de los esteroles vegetales. Podemos apreciar la presencia de coprostanol en el suelo natural subyacente a la estructura y su ausencia en los contextos relacionados con la combustión. Los compuestos vegetales están dominados por el sitosterol y el campesterol no detectándose aquí el stigmastanol.

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natural, presentan una alteración más importante y se caracterizan por una fluctuación entre la composición animal y vegetal, siempre con una fuerte impronta animal. Finalmente, los esteroides vegetales son mayoritarios en V6, lo que confirma un origen diferente de las muestras de esta parte del yacimiento en la que domina el espectro vegetal. Se observa, sin embargo, que el conjunto del espectro vegetal analizado en las capas inferiores está más restringido en las capas superiores de la estructura. Estos cambios también eran visibles en la fracción alcanos. Sería interesante analizar en profundidad esta covariabilidad que esta también presente en X6 y, por el contarrio, ausente en Z6, explorando las posibilidades taxonómicas de dicha relación. Es importante señalar que aquí también la presencia de coprostanol se sitúa en la capa superior y en el sedimento arenoso inferior. La recurrencia de la asociación entre coprostanol y sedimentos sin alteración térmica puede permitirnos inferir una relación entre la presencia de heces y los períodos en los que se formaron estas capas sedimentarias, contribuyendo a su explicación en términos de procesos tafonómicos, o bien como reflejo de la alternancia funcional en la utilización del espacio de hábitat.

Figura 13. Distribución de los esteroides más frecuentes encontrados en las muestras arqueológicas de El Salt.

A modo de síntesis cabe indicar que:

• Varias muestras de El Salt presentan lípidos de origen animal predominante. Algunas de ellas,

• En términos generales, el espectro vegetal es mayoritario en las muestras analizadas y presenta covariabilidad entre los alcanos y los esteroides, y una variabilidad entre estructuras y capas analizadas en lo que merecería profundizar.

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situadas siempre en sedimentos sin restos de combustión, tienen trazas que podrían provenir de heces. En otros casos, dichos lípidos son de origen animal sin contaminación fecal. Estos últimos son recurrentes en los sedimentos interpretados como estructuras de combustión y podrían resultar entonces de actividades culinarias.

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• Si bien la presencia de líquenes podría explicar el origen de algunas de las muestras analizadas, la distribución de alcanos y esteroles encontrados no coincide necesariamente con ello, demostrando que dicho espectro vegetal es variado. Esto es muy interesante ya que el registro antracológico testimonia la presencia dominante de Pinus nigra. Así, podemos observar que el lupeol ha sido solamente identificado en Z6 y el campesterol está ausente en X6. Del mismo modo, el estigmastanol está presente en la base de la columna V6 y en el techo de X6, desapareciendo en el nivel inferior (cambios en la vegetación o en los vegetales utilizados).

• Finalmente, varias familias de plantas podrían estar presentes en El Salt. Sería interesante profundizar este aspecto de la investigación comparándolo con curvas polínicas regionales y con los restos antracológicos.

• Las muestras tomadas próximas a la zona de combustión en Z6, son las que contienen mayor proporción de grasas animales. Pero en éstas los alcanos no manifiestan efectos de termoalteración. Las de la columna de X6 también contienen un alto porcentaje de grasa de origen animal, sin embargo éstas parecen estar termoalteradas. Las grasas de origen vegetal son claramente dominantes en la columna V6, y asimismo son levemente mayoritarias en X6, salvo en la muestra superior.

• Es difícil aventurarse en este momento de la investigación sobre el posible origen de los lípidos encontrados de manera específica. Sin embargo, el análisis del espectro de ácidos grasos cortos tiende a mostrar que sus distribuciones no son las características de los líquenes. Esto implicaría que son preferentemente animales. La dominancia de esteroles animales en varias de las muestras analizadas parece confirmarlo. Las especies que podrían corresponder a dichos espectros están próximas a los grupos de mamíferos de gran tamaño identificados en El Salt. El análisis de dicha posibilidad y su comparación con muestras representativas de los procesos tafonómicos de origen animal de El Salt será el objeto de otro artículo.

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