Enseñando principios que transforman vidas

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LIBRE DEL TEMOR

Esta vez trataremos una de las principales armas que usa el enemigo en tu y si no la ha usado, la usará, o la va a seguir usando para desviarte del plan de Dios; se llama: TEMOR. Dios nos ha dado la victoria en todas la cosas; el apóstol Pablo habla de ello en Romanos 8, mencionando que somos mas que vencedores. El enemigo también sabe que Jesús ya nos dio la victoria. Cuando Jesús murió en la cruz, exclamó consumado es y entregó el espíritu; ahí Satanás lloró, porque su propósito era que Jesús no fuera a la cruz, quería que Jesús se desviara de la voluntad del Padre. Sin embargo Jesús oró en el Getsemani: “si puede pasa esta copa de mi, si puedo no pasar por la cruz, si el ser humano se puede reconciliar contigo de otra manera, que suceda, pero si esta es tu voluntad aquí estoy Señor, no se haga mi voluntad sino la tuya.” Cuando Jesús murió en la cruz y dijo consumado es, en ese momento de suma obediencia, en ese momento donde el cumplió toda la voluntad del Padre y por nosotros se hizo pecado, ahí derrotó el poder de Satanás para siempre. Es en la cruz donde Jesús triunfó, pero, si Jesús triunfó y nos ha heredado esa victoria, ¿por qué los cristianos batallamos tanto con un enemigo vencido?. ¿por qué batallamos con un enemigo que Jesús venció completamente? El enemigo no tiene mayor autoridad que Jesús. Jesús es el creador del universo. El diablo es un ser creado, es tan pequeño como una mosca y Jesús, el hijo de Dios es el más grande Rey de Reyes y Señor de Señores, no hay comparación entre una mosca derrotada como satanás y nuestro Dios. Aun así nos hace tropezar, ese enemigo derrotado, nos hace desviarnos del plan de Dios. 1. EL TEMOR NO VIENE DE DIOS Dios no quiere que vivamos en temor sino en fe. Proverbios 29:25 Temer a los hombres resulta una trampa, pero el que confía en el SEÑOR sale bien librado. La palabra “confiar” se puede traducir en “tener fe”. Descubra la diferencia. El temor del hombre produce una atadura, un lazo, ¿eres de los que confían o de los que tienen temor? Hay que luchar, hay que vencer el temor. El temor abre puertas a la opresión satánica sobre nuestra vida, el temor nos mueve de la voluntad perfecta de Dios. Cuando un cristiano da lugar al temor, (todos tenemos ataques de temor en la mente con pensamientos que no provienen de Dios) se sale de la posición de protección de seguridad de Dios, y haciendo esto, queda presa de Satanás, entonces el enemigo usa el temor para atraer sobre el hombre todo tipo de mal y todo tipo de maldición. Cuando de continuo confesamos nuestros temores con fatalismo, cuando de continuo estamos hablando el temor que tenemos a ciertas cosas creyendo que nos sucederá, en lugar de confesar la palabra de Dios, damos lugar a esta atadura en nuestra vida. Job era un hombre justo, la Biblia dice en el capitulo 1 que Dios le dijo a un ángel caído, lucero, o Luz Bel, Lucifer ahora; si había considerado a su siervo Job, que en la tierra no había otro como él. La Biblia dice acerca de este hombre que oraba a Dios diario y que hacia sacrificios a Dios por los pecados de sus hijos. Era un intercesor, un hombre de oración, un hombre justo y un hombre piadoso, pero tenía temor; muy

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dentro de su corazón, tenía un gran temor. Retomaremos el versículo donde nos descubre lo que había en el corazón de Job. Job 3:25 Lo que más temía, me sobrevino; lo que más me asustaba, me sucedió. Job muy dentro de su corazón, aunque adoraba a Dios, oraba diario y ofrecía sacrificios por los pecados de sus hijos, aunque realmente era un hombre justo y piadoso, tenía el temor a perderlo todo. Pareciera que si tú no vences tus temores, tus temores te atraparán. Lo que temes lo atraes, por eso cuando Jesús vino a la tierra, y en diferentes ocasiones les dijo a sus discípulos, NO TENGAN TEMOR, les decía esto, porque el temor no es lo que Dios quiere para tu vida. Dios quiere hacernos libres del temor. 2. LO QUE CONFESAMOS Trecientas sesenta y seis (366) veces Dios dice en la Biblia, NO TEMAS. Alguien un día se dio a la tarea de contar. Una declaración para cada día del año y una de regalo. Lo que confesamos tiene gran poder. Muchos cristianos son como Job, caminan con Dios, honran a Dios, adoran a Dios, y también tienen un temor oculto, un temor que no enfrentan, un temor del que no se defienden y le sucede lo de Job, que les acontece lo que temían. Debemos de tener cuidado con lo que hablamos, en Proverbios habla que vida y muerte hay en poder de la boca. Con tus palabras y tus confesiones puedes dar vida o puedes dar muerte. Confesamos equivocadamente y sin sabiduría nuestros temores, y no me refiero a que no les tengas o que no seas atacado con pensamientos de temor, me refiero que debemos hablar diferente. NO DEBEMOS HABLAR DEL TEMOR que nos preocupa, sino debemos aprender a confesar la palabra con fe; la palabra que nos bendice. Para cada situación de temor en tu vida hay una promesa de Dios. Tú necesitas estudiar la Biblia, la Biblia dice a través del apóstol Pedro que crezcamos en el conocimiento y la gracia de nuestro Señor Jesucristo. Necesitamos conocer la palabra de Dios, y conocer al Dios de la palabra, para que cuando venga un temor a nuestra vida, un pensamiento de temor o luchemos con alguna situación podamos hacerle frente con la palabra. La Biblia dice en la carta a los Efesios, habla de que nuestra lucha no es contra carne o contra sangre sino contra potestades y principados; nos dice que tomemos la armadura de Dios, y cuando describe la armadura que Dios nos ha dado, menciona que tomemos la espada del espíritu, la cual es LA PALABRA DE DIOS. Toma el escudo de la fe, con el que puedas neutralizar los dardos, los pensamientos de fuego que el enemigo te lanza. Cuando no conoces la Biblia ¿con que te defiendes?, es como si te mandaran a la guerra sin un fusil ¿Quién iría a la guerra muy uniformadito y demás pero sin fusil?; es igual que el cristiano viva sin la Biblia. Tienes que conocer la palabra de Dios, las promesas para que te puedas defender de los ataques del diablo en pensamientos de temor. Cuando confesamos negativamente nuestros temores nos atamos; hay gente que tiene tanta fe que hasta la usa para confesar sus temores. Y lo confiesa con fe, con el corazón sintiéndolo realmente. Cuando haces ese tipo de confesiones operas una fe negativa y te atas. Proverbios 6:2 si verbalmente te has comprometido, enredándote con tus propias palabras,

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Confesamos nuestro temor en vez de confesar la palabra y cuando estamos confesando y confesando el temor, el divorcio (por ejemplo) estamos declarando y lo que declaro opera sobre mí, para atarme aunque sea una persona que ama a Dios, aunque sea una persona que sirve a Dios. Pregúntate ¿que estás confesando que te ata?. ¿Cuántas veces confesamos nuestros temores y quedamos presos en los dichos de nuestros labios? Lo que debemos hacer es confesar la palabra de Dios, CONFIÉSALA, no importa como te sientas. La palabra dice TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE, aun cuando pienses: es que el dinero no me está rindiendo, entonces di: MI DIOS SUPLIRÁ CONFORME A SUS RIQUEZAS, DECLARE LA PALABRA, MIENTRAS QUE DIOS ESTA COMPROMETIDO A RESPALDAR SU PALABRA, el diablo está comprometido en cumplir sus temores. Cuando un cristiano inspirado por el Espíritu Santo, lleno de Dios, declara con fe la palabra de Dios ante una situación, ante una circunstancia, la Biblia dice que los ángeles vienen y forman lo que usted está declarando. Así como de las cosas que no se ven, Dios declaró que fueran hechas las cosas que no se ven por el poder de su palabra, las cosas que se ven fueron hechas de las que no se ven. Eso sucede cuando declaras con fe bajo la inspiración del Espíritu Santo algo que Dios te ha dicho, y no es que andes con un “positivismo”, eso esta mal, de esa manera no lo puedes recibir. No es hablar o declarar tus deleites, o tus propios deseos, es hablar y declarar la palabra de Dios. Cuando tú lo haces bajo la unción y guiado por el Espíritu Santo, Dios envía a sus ángeles a ejecutar su palabra en tu vida. Declara las promesas que Dios te ha dado, decláralas, aunque te digan lo que te digan, HAY PODER EN DECLARAR LA PALABRA DE DIOS. Otro ejemplo lo vemos en Jacob. En él se manifestaron todos los temores, ¿Por qué tenía tantos temores?, porque había hecho lo malo. Cuando Adán pecó y Dios lo llamó, se escondió detrás de un árbol. Dios le dice ¿Adán dónde estás?, Dios sabía donde estaba Adán, y le responde: OÍ TU VOZ Y TUVE MIEDO. El temor es una manifestación del pecado. Si has pecado, no te escondas, ven a Él y confiesa tus pecados en verdadero arrepentimiento, el Señor te limpia y de esta manera restauras tu relación con él. Así como Jacob se llenó de temores, nosotros en muchas ocasiones lo hacemos. Este es un ejemplo que nos puede ayudar, al vernos reflejados nosotros en él. Dios le habló a Jacob para que regresara a su casa, cuando regresa vemos que tiene diferentes tipos de temor. 3. TEMOR MENTAL Es aquel que te roba la paz, no solamente Jacob tuvo gran temor y se angustió, muchos cristianos, también. Tuvo miedo de Esaú, el temor a cosechar lo que había sembrado. ¿Cuántas veces pensó regresar a su casa?, ¿Cuántas veces quiso regresar con sus padres, a poseer la herencia? Pues lo habían bendecido como el primogénito, pero no podía poseer dicha bendición, el temor lo había alejado de la posesión. Tanto batalló Jacob, que su madre murió mientras él estaba fuera de casa y no la vio más. Muchas veces el cristiano es presa de este tipo de temor, el temor que a pesar de ser bendecido, con propiedades, con posesiones, mujeres e hijos, muy bendecido pero lleno de temor. Dios quiere que no solamente seas bendecido sino que seas libre del temor, no está bien que tengas un temor que no te deje dormir. Jacob tenía ese temor porque había hecho lo malo; mas ahora tenía la ocasión de enfrentarlo y

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cuando tuvo la situación de cerca se angustió. Esto habla de un temor que produce angustia crónica. Génesis 32: 7 Jacob sintió mucho miedo, y se puso muy angustiado. Por eso dividió en dos grupos a la gente que lo acompañaba, y lo mismo hizo con las ovejas, las vacas y los camellos, 4. TEMOR ESPIRITUAL Provoca que no recibamos las promesas de Dios, y estorba su cumplimiento. Jacob tenía una lucha entre lo que temía y lo que Dios le había prometido, él mismo lo confiesa. Génesis 32:8 pues pensó: Si Esaú ataca a un grupo, el otro grupo podrá escapar. 9 Entonces Jacob se puso a orar: SEÑOR, Dios de mi abuelo Abraham y de mi padre Isaac, que me dijiste que regresara a mi tierra y a mis familiares, y que me harías prosperar: 10 realmente yo, tu siervo, no soy digno de la bondad y fidelidad con que me has privilegiado. Cuando crucé este río Jordán, no tenía más que mi bastón; pero ahora he llegado a formar dos campamentos.11 ¡Líbrame del poder de mi hermano Esaú, pues tengo miedo de que venga a matarme a mí y a las madres y a los niños!12 Tú mismo afirmaste que me harías prosperar, y que mis descendientes serían tan numerosos como la arena del mar, que no se puede contar. A) FE Y PACIENCIA Aun recordaba la promesa de Dios; Jacob tenía la promesa pero no la creía. Cuando el enemigo logra meter en nuestra vida este tipo de temor, aunque eres cristiano, tienes la promesa y la conoces pero no la crees. Cuando no la crees no se cumple, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Hay dos condiciones para heredar una promesa: la fe (capacidad de creer en lo que Dios ha dicho) y la paciencia (capacidad de perseverar caminando en lo que Dios te ha dicho hasta que se cumpla). Esto lo encontramos en Hebreos 2:6. Cuando el enemigo lanza temor a tu vida y le das lugar en tu corazón, ese temor siembra duda, y la duda se convierte en incredulidad, “EL TEMOR ES INCREDULIDAD DISFRAZADA”, cuando dices tengo un poquito de temor, estás en camino a la INCREDULIDAD. ¿Quién no tiene temor?, Un enemigo 100% derrotado logra sacar al cristiano, al heredero de Dios, coheredero con Cristo de la promesa que Dios le tiene, ¿Cómo lo saca? CON EL ARMA DEL TEMOR ESPIRITUAL, le estorba en la promesa de Dios. EL TEMOR TE LLEVA A LA DUDA, Y LA DUDA TE LLEVA A LA INCREDULIDAD. Podemos recordar cuando Moisés envía a los espías a la tierra prometida, todos fueron y vieron la tierra prometida, y diez trajeron un mal informe, cuando los diez hablan de su temor a la congregación de Israel ¿QUE PRODUJERON? INCREDULIDAD, el pueblo no creyó que podían conquistar la tierra, cuando Dios les había dicho que la tierra era de ellos. Cuando Dios te da una promesa la cumple; debes de tener fe y paciencia. Dios le dio una promesa a Abraham y Sara, sólo que pasaron los años y se impacientaron. Sara tenia una sierva llamada Agar, la cual ofreció a su esposo para tener un hijo, que se llamó Ismael. Abraham, quien fue el Padre de la nación judía, pero se impacientó y se equivocó. Dios nos ha dado promesas y el diablo quiere que no las heredemos y lanza un ataque de temor. El diablo puede mover circunstancias alrededor de tu vida, el no puede

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cambiar la promesa de Dios, pero si puede provocar circunstancias para que tu tengas temor y te salgas de la posición en Cristo y de esta manera no heredes la promesa. En ocasiones provoca tales diferencias con la misma gente cristiana que te desanimas. Esa amargura y herida te sacan de tu posición en Dios. Si no permaneces creyéndole a Él y caminando por donde te ha dicho, no heredarás la promesa. No es que Dios no cumpla, tú te sales de su propósito y sucede en muchas ocasiones por el temor. Es posible que Jacob no creyera la promesa, porque la recuerda y la menciona en su oración pero actúa con temor; sus acciones no están gobernadas por la fe. Qué diferencia a David o Josué, que aunque tenían el temor de la circunstancia la enfrentaron; creyeron y actuaron conforme a la fe. Otro tipo de temor es el financiero. 5. TEMOR FINANCIERO Génesis 32: 13 Jacob pasó la noche en aquel lugar, y de lo que tenía consigo escogió, como regalo para su hermano Esaú,14 doscientas cabras, veinte chivos, doscientas ovejas, veinte carneros,15 treinta camellas con sus crías, cuarenta vacas, diez novillos, veinte asnas y diez asnos. El obsequio estaba motivado por el temor, no por el amor a su hermano. ¿Cuántos cristianos han sufrido económicamente debido al temor? Cuando tienen alguna dificultad, toman del diezmo, o bien no asisten a congregarse porque ya se gastaron el diezmo y eso les da pena; o en otros casos el día de quincena faltan para no dar su diezmo ¿Cuantos cristianos sufren porque no pueden recibir todo lo que Dios tiene para ellos? porque tienen temor a dar. Muchos han tenido temor a invertir, y el temor limita la prosperidad. A veces también se ha perdido dinero, proyectos que pueden ayudar al reino de Dios se han retrasado debido al temor financiero, misioneros han recibido muy poco debido a nuestro temor. El dinero es para extender el reino de Dios en la tierra, recuerda que cuando partas de este mundo, no te vas a poder llevar nada de tus riquezas. Es cierto que el dinero sirve para satisfacer tus necesidades, pero también es para honrar a Dios y extender su reino, para ayudar al necesitado. Debes enfocar la vida financiera, la vida que Dios te permita tener aquí en la tierra de una manera diferente. Debes aprender a hacer tesoros continuamente en el cielo, para que cuando un día llegues a la presencia de Dios tu cuenta con el Señor esté muy ancha, esos tesoros trascenderán hasta el día de tu muerte. 6. TEMOR FAMILIAR Jacob también tuvo este temor; lo que lastimó y dividió a su familia. Cuando le informan que Esaú viene, divide a su familia en dos campamentos. Y cuando está a punto de ver a su hermano, tuvo una acción que marcó a sus hijos. Los hijos de Jacob no olvidaron la preferencia. Génesis 33: 1 Cuando Jacob alzó la vista y vio que Esaú se acercaba con cuatrocientos hombres, repartió a los niños entre Lea, Raquel y las dos esclavas.2 Al frente de todos colocó a las criadas con sus hijos, luego a Lea con sus hijos, y por último a Raquel con José. ¿Cree que sus hijos no se dieron cuenta? Los hermanos de José le tuvieron envidia y terminaron vendiéndolo a una caravana.

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El temor de Jacob los hizo a travesar por una presión innecesaria, mostró favoritismo que ellos nunca olvidarían y demostró a sus hijos a un padre actuando por temor. Nuestras familias necesitan vernos actuar con fe y no por temor. Muchos cristianos se arrastran temblando a través de su vida aunque tienen la protección de las promesas de Dios, en tanto que otros tienen una fe fuerte y avanzan sostenidos en la vida por las promesas de Dios. Todos los temores de Jacob estaban mal infundados, ya Dios había preparado esto, Esaú ya lo había perdonado. Aunque Dios ya había preparado a Esaú, a pesar de que Jacob estaba lleno de temor, Dios se le había adelantado y Dios ya había obrado en el corazón de su hermano. Muchos de nosotros nos paralizamos por el temor que tenemos en nuestra vida, por el temor que permitimos que ocupe un lugar que no debe ocupar, cuando Dios ya ha preparado que heredemos lo que Él nos ha prometido. La mayoría de nuestros temores son mal infundados, Dios es mas grande que nuestros temores; si pudiéramos ver a Dios a nuestro lado, en medio de nuestras dificultades, Él ha prometido estar con nosotros hasta el fin del mundo, aún en los días mas oscuros, Él estará ahí, no faltará a su palabra, lo ha prometido y lo cumplirá, lo veas o no lo veas, lo sientas o no lo sientas, te ayude como tu lo esperas o no haga las cosas como tu esperas, Él ha prometido estar a tu lado, todos los días del mundo. Él es tu compañero continuo, Él está a tu favor y no en tu contra. Salmo 23

7. ¿CÓMO SE VENCE EL TEMOR? Con la fe, actuando en fe, frente a tu temor. El temor es lo contrario a la fe. El temor y la fe no pueden estar juntos. El temor se vence con la fe, con una vida que empieza a caminar creyendo que Dios la tiene en sus manos. Él te amó cuando eras pecador, el te amó cuando eras su enemigo, cuando no le buscabas. Tuvo misericordia de cada uno de nosotros para atraernos hacia Él. ¿Cuánto no nos amará ahora que somos sus hijos? Ahora tu vida está en sus manos. Cuando caminas en la voluntad de Dios nada te puede suceder que Él no lo permita, todo lo que te suceda, cuando caminas en su voluntad, primero tiene que pasar por su aprobación. Si hay algún conflicto, alguna situación difícil, cosas que Dios permite vengan y golpeen tu vida, es porque quiere producir algo valioso, algo que no puedes adquirir de otra manera. Dios está contigo aun en las situaciones más difíciles, Dios siempre contesta lo que es mejor para nosotros. La historia de David y Goliat, es una historia de temor, representado por un gigante llamado Goliat, este hombre infundía gran temor en el pueblo de Dios. 1ª. de Samuel 17:24 Cuando los israelitas vieron a Goliat, huyeron despavoridos. Durante 40 días y 40 noches el gigante llegaba con el pueblo de Israel, y los atemorizaba; de esta manera hay pensamientos que se asemejan a ese gigante: vienen durante el día y durante la noche, pensamientos que el enemigo lanza a tu mente para atemorizarte. Hubo un hombre que lo enfrentó; eso es lo que debemos hacer: enfrentarlo, no es tu propia capacidad ni tu propia habilidad, porque cuando David se paró frente al gigante, declaró una de las mas grandes verdades que todo cristiano puede tomar en sus momentos de batalla: Dios no salva con espada y lanza, porque de Él es la batalla y Él entregará ese temor en mis manos. David declaró que ese gigante venía hacia él con espada y lanza, pero él no iba solo con la piedra y la onda, iba contra el, en el nombre del Señor de los ejércitos, esa era su arma FE. La fe movió la

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piedra, el arma de David fue la fe. Dios usó la piedra de David; no dejes que las malas noticias, que los gritos del gigante o su estatura acobarde tu corazón, hay que enfrentarlo. Declárale la palabra de Dios a tu temor, profetízale, háblale a tu gigante. David lo hizo para que el pueblo conociera que había Dios en Israel. Esa era la motivación, era exaltar a Dios y no exaltarse asimismo, la victoria está de nuestro lado cuando Dios está de nuestro lado, porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece. Ya no huiremos ni correremos del temor, corremos hacia él, frente al temor de la enfermedad, frente al temor del divorcio, la quiebra financiera, ¿Cuál es el temor que usa el diablo para paralizarte? Dios te llama a ir a la línea de batalla, y declarar su palabra. Hoy toma tu posición en Cristo, párate sobre los meritos de Jesús, sobre la obra de la cruz de Jesucristo, donde Él exhibió públicamente derrotado todo principado y autoridad demoníaca y declara que ningún temor te va a detener; declara la promesa de Dios sobre ese temor, porque Dios está contigo.