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Ma. Teresa Doring H.
Un enfoque psicosocial a las relaciones madre-hija
A partir de la teoria freudiana que propone que el primer vinculo que establecemos todos lo sleres humanos en nuestras vidas es la relacion que somos capaces de crear con nuestras madres, podemos junto con este mismo autor y practicamente la totalidad de los teoricos que se han ociupado del estudio de la conducta humana, ~stablecerla importancia enorme, basica, vital, de esta primera forma de relacion: la relacion madre hijo(o hija en su caso). Es asi como la figura de la madre o quien a ella sustituya, adquiere una importancia vital, central en la vida del bebe. Esta se da a partir de un hecho biologico, la dependencia absoluta del recien nacido, de quien le ha engendrado. Se depende de la madre para obtener calor, alimento, sustento fisico y emocional, cuidados de todo tipo que garanticen la sobrevivencia. Se origina por tanto, una paralela dependencia psicologica. No e's pues exagerado decir que la relacion con la madre es en esta epoca de la vida la irelacion vital por definicion. Por otra parte, esta dependencia no es corta. Se requiere de un largo proceso, el mas prolongado de los que hacen falta a todos los seres vivos pertenecientes a cualquiera de las otras especies conocidas, para superar muy poco a poco, esta dependencia total. Se habla en terminos generales, de un periodo promedio de al menos cinco anos para llegar a cierto niivel de separacion (que aun no puede ser el proceso de individuacion mas o menos completa, que permita la sobrevivencia independiente del sujeto) en el que sea posible sobrevivir sin la presencia casi ininterrurnpida e intensa de la madre. Aqui inos parece interesante senalar que es precisamente un lapso de cinco anos el que tambien ha sido senalado como el promedio de anos requerido para la
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supieracion de traumas vitales enfrentados a lo largo de la existencia de los seres humanos. Nos referimos aqui a !jucecos dramaticos, cuestionantes de la identidad de una persona, tales como peidida del conyuge, sea por muerte o ruptura del vinculo, abandono, perdida de uri familiar o amigo especialmenteamado: catastrofes naturales, guerras, enfermedades, etcetera. Es decir, se habla de un promedio de cinco anos para la elaboracion de duelos importantes a los que todos nos veremos confrontados en algun(os) momento(s) de nuestras existencias. Podriamos referirnos a este primer periodo de cinco anos, como al necesario para la elaboracion del duelo implicado por el nacimiento qui: a su vez se traduce en la perdida del recinto y contencion maternos. Asi pues, lo anterior parece confirmar la importancia decisiva de aquello que ocurre en nuestros primeros cinco anos de vida. Por otra parte, sabemos que rio fue Freud el primero en ocuparse de este asunto, pero dada la grandisima influericia que sus teorizaciones han tenido en todo el de!;arrollo de nuestra cultura occidental, asi como del gran numero de seguidores que han generado, podemos para efectos practicos, tomar sus planteamientos respecto del desarrollo de la psique humana como punto de partida para las refllexiones que ahora proponemos en torno a las relaciones madre-hija.
EL PROBLEMA Si aceptamos que este primer vinculo es el molde, modelo y modelador de todas las relxiones que seamos capaces de establecer en nuestrosanos posteriores, estaremos de acuerdo en que la importancia del mismo nunca podra sera bien ponderada. Otiservese que noestamos hablando por ahora, de una influencia positivao negativa; "buena", o "mala"; simplemente nos limitamos a senalar el peso determinante de la mima. Freud continua su teorizaciori del desarrollo infantil haciendo pasar al individuo poir las etapas oral, anal, de latencia y falica, llegando con esta al periodo de adolescencia. Posteriormente, a 110s de juventud y adultez. Por ahora no me detendre mayormenteen estas etapas previas. Dire simplemente que la oral es ubicadaentre el nacimientoy los primeros meses de vida. Es entonces cuando el bebe conoce e introyecta al mundo a traves de las sensaciones que puede ten~ermediante la boca. La etapa anal, se ubica entre los dos y los cinco anos y se refiere al tiempo en que el nino conoce, se relaciona y pretende "controlar" a los seres que le rodean y al inundo, su mundo, mediante el control-descontrol de sus esfinteres. Se ha dicho quie en esta etapa el nino coloca en el manejo previamentesenalado, en el producto de su intestino grueso, el mayor valor de su propio ser. El regalo mas preciado que pulede hacer, lo constituyen sus heces fecales las cuales ofrece graciosamente a su madre, en busca del placer que produce a ella por este hecho y del placer que ella a su vez produce en el como recompensa y reconocimientode su acto trascendente. Y la verdad es que visto asi, ciertamente podemos considerar a este como un acto
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de verdadera trascendencia: el bebe coloca en otro objeto "externo" (aunque bien sea producto de si mismo) a el, su carino y afecto. Es decir, es el primer acto en el que trasciende a su ser mediante el generoso acto de la donacion. Despues de los cinco anos, se llega a la etapa de latencia, que se ubica entre los cinco y los doce anos de edad, aproximadamente. Es durante este periodo que el nino cambia su punto de interes. Su libido esta por asi decirlo "adormecida", o distraida. El inicio de actividades fuera del hogar, el contado cada vez mas intenso con personas e intereses extranos a su inedio mas inmediato, representado esto por su ingreso a la escuela y todas las posibilidades de relaciones e intereses novedosos que este hecho implica, hacen que el nino se ocupe mas de elementos externos a si mismo, que a la ubicacion de puntos ide interes especial ubicados solo en su propio cuerpo. !Se trata sin embargo, de intereses basicamente "intelectuales", relacionados con las posibilidades de ampliar sus campos de conocimiento y accion. Funciones estas que constituyen por si mismas, tambien una fuente de placer. La siguiente etapa en el desarrollo es la falica. En esta etapa se coloca la mayor parte de la generacion de placer en las zonas mas erogenizadasdel cuerpo: las zonas genitales. Habiendo quedado establecida la importancia que tiene para el bebe la relacion que se establezca con su madre, no ecjde extranar que una vez que este bebe ha dejado de serlo para convertirse sucesivamente en nino, puber, adolescente, joven y adulto, intente posteriormente y por todos los medios a su alcance, la superacion de dicha dependencia. Asi pues una vez alcanzada esta etapa, y reconociendo el peso casi intolerable de la delpendencia que nececariamenie se tiene hacia la madre, no es de extranar que el ser humano trate, a la brevedad posible y haciendo uso de todos sus recursos, de destruir esta dependencia, en busc,i de su individualidad y autonomia. Es decir, el buscado rompimiento con la figura materna, es solo muestra de madurez y salud mental. /+oanterior, visto en esta forma tan esquematica y fria, facilita entender que a ninguno de nosotros nos gustaria, hipoteticamente y hablando de un organismo que busca el crecimiento, perpetuar un estado de indefension y dependencia que sera por tanto, tambien de gran some~imiento. Todo lo expuesto puede sonar muy logico y claro. La realidad nos muestra que las circunstancias no se producen de una manera tan sencilla, clara y lineal. Y sobre todo, que no se producen sin contratiempos, ni sin una gran dosis de dolor. Dolor tanto para el organismo que busca el crecimiento (bebe, hijo), como para el que tiene qu'e permitirlo, las mas de las veces muy en contra de su propia tendencia a perpetuar su situacion de poder y conirol sobre otro. Aqui hacemos referencia a la superposicion de dos de los instintos primarios detectados por dos de los grandes teoricos de la naturaleza humana: por un lado la busqueda y ejercicio del movimiento, vida, (crecimiento, diriamos nosotros), de la libido, descrita por Freud, y por el otro, el instinto del ejercicio del poder, estudiado, expuesto y analizado por A. Adler. Casualmente(?),tambien discipulo de Freud. Centremonos ahora en el problema propuesto: la especificidad de la relacion madre-hija, vista en nuestro contexto actual, mexicano, medio urbano.
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Es obvio que el tema por si mismo es de un alcance que desborda con mucho las posibilidades de las reflexione:; que ahora comparto con ustedes, incluso de las posibilidades del tiempo de que ahora disponemos. Por lo tanto, me limitare simplemente a la exposicion de algunas de las consideraciones que mas aparentemente han surgido despues de la irealizacion de una serie de entrevistas a madres e hija!;, encaminadas todas ellas a la1 delimitacion de un problema que me propongo estudiar con mayor profundidad en el futuro. Provienen tambien de las quejas recogidas con mayor frecuencia, de madres e hijas en consulta psicoterapeutica; por ultirno, se refieren tambien, a mi [propia experiencia. Es decir, todo esto no es sino la parte preliminar de una investigacion planteada para un futuro proximo.
>Cual es la especificidad de la relacion madreAija? En primer lugar me gustaria mericionar que esta relacion que si bien comparte las caracteristicas tan complejas antes esbozadas, pero que no son exclusivas de ella, contiene en cambio algunos rasgos que si la tornan diferente a cualquiera otra relacion que se pueda establecer. Dijimos ya que el bebe, la niiia en este caso, depende de la madre y que a lo largo de su desarrollo buscara corno un impulso natural y sano, el rompimiento de tal dependencia. Como todo rompimiento este puede darse solo mediante la violencia: no existen los rompimientos suaves, carentes de dolor. Toda estructura que se rompe, se desgarra, aunque sea, como en este caso, para ser sustituida por otra nueva, tal vez mas plena, creativa y enriquecedora. (Sin embargo y desafortunadamente, esto no siempre sucede asi).
En el Mexico actual, en el que cada vez es mas frecuente la forzada o voluntaria insercion de la mujer en el campo del trabajo productivo (en terminos economicos, dadlo que la mujer siempre ha trabajado), y en el que dominan los bajos salarios, y la cada vez mas prolongada e intolerable crisis economica por la que atravesamos todos, las relaciones madre-hija se ven necesariamente afectadas tambien por todos estos factores. Es decir, ademas de considerair las condicionantes biologicas y psicologicas de la relacion, habra que tomar en cuenta y reconocer la presencia de factores macrosociales que intervienen en la conformacion y10 deformacion de estas relaciones. Por una parte, desde el punto de vista psicologico se presenta en esta diada, la competencia por conseguir la atencion del padre, personaje presente en el crecimie,ntode la hija, y cuyo papel ha (quedadobastante claro en la exposicion que hace Freud del complejo de Electra. Segun esta, la hija desea poseer al padre, desplazando a la madre. En esta lucha desigual, "comprende" que el unico camino que tiene para equipararse al padre y obtener el poder (falo), dado que su biologia "castrada" se lo
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impide, es mediante la renuncia a la coriquista directa de el, teniendo como recuno substitutivo, la procreacion de un hijo varon. A reserva de que se acepten estas consideraciones o no, (sabemos que esta interpretacion freudiana del desarrollo de la mujer ha sufrido muy atinadas criticas por parte de las feministas militantes y de teoricas sobre el tema), lo que parece ser una realidad es que la hija compite con la madre por la atencion del padre, siendo esta una lorma de contrarrestar la angustia que causa a la primera la existencia del vinculo de aplastante dependencia inicial con la madre. Si consideramos tambien que el padre a su vez otorga un papel preponderante a la madre quien es vista por la hija como el ser mas poderoso y por tanto, temido, esto a pecar de que pueda ser tambien y simultaneamente concebido como un personaje benevolo y dador, veremos que esta inicial relacion ademas de fuerte y determinante, cuenta con elementos que la hacen por definicion, contradictoria, y conflictiva. De tal forma que el problema no es solo si se trata de una "buena", o de una "mala" madre: de una "buena", o "mala" hija, sino de que cualquier madre sera necesariamente vista como amenazadora, toda vez que ha sido irivestida -no solo figurativainente-, de un poder practicamente absoluto. Quienquiera que se viva, sienta y sepa tan a merced de otro ser, desarrollara consecuentemente, un gran temor-odio hacia el mismo. Todo esto como resultado de un apego y vinculacion casi totales, adixiantes que impiden el desarrollo de la individualidad. Y esto se da aunque sea muy a pesar de las buenas intenciones de cualquiera de los dos -o de los dos- componentes del binomio. Asi pues, a esta base de rivalidad, competencia. incomprension, temor, necesidad y odio, se suman tambien los componentes sociales. La actual necesidad de la mujer de integrarse al campo de la productividad economica, hace que esta (sin importar su edad, ni que su condicion sea de madre, hija, y10 de madre e hija a la vez), contribuya a complicar mas aun esta de por si casi imposible relacion de amor, afecto y entrega desinteresados que los medios y la sociedad en general se han ocupado eri propagar como paradigmatica. Aqui cabria reflexionar sobre el hecho de que si esta relacion fuera realmente tan sencilla, clara y diafana, no habria necesidad de enaltecerla por ningun conducto, ni de que nos fuera presentada como noble y digna. Todos los esfuerzos que tradicion,ilmente se hacen por mostrarla como desinteresada y "natural" resultan por lo menos. sospechosos. Ahora bien, la epoca moderna coritribuye a la complicacion de tal embrollo. Al otorgar a la mujer-madre , la oportrinidad (aunque en la mayoria de los casos sea mas una exigencia e imposicion que una verdadera opcion) de permanecer "vigente" en el mundo del trabajo y dle las relaciones sociales por periodos mas prolongados de lo que solia ser usual tan solo una o dos generaciones atras: al poner al alcance (por lo menos de las mujeres pertenecientes a los grupos sociales mas favorecidos) de ellas una serie de recursos tanto medicos, como cosmeticos que les permiten prolongar al menos su "apariencia juvenil", a la que se refieren los mensajes comerciales, prolongan nio solo el periodo de rivalidad entre madre e hija, sino que simultaneamente amplian los campos en que esta tiene lugar. NO
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es ya solo con respecto del padre que se compite, sino que ahora hay que hacerlo tambien en el campo del trabajo y de las cada vez mas reducidas para todos, relaciones y oportunidades sociales en general. Un ejemplo de esto es que las madres suelen sentirse sumamente halagadas cuando alguien comenta "parecen hermanas", refiriendose a ellas y sus hijas, en tanto que estas suelen sentirse sumamente ofendidas por exactamente el mismo comentario. Y es en el contexto descrito qlue tanto madres como hijas luchan desesperadameiite por ser ellas mismas, por encontrar y defender su individualidad, sin que esto se convierta en amenaza, ni para la otra, ni para si mismas. La hija por su parte, enfrenta la problematica de que si no destruye, aunque sea simbolicamente, a la figura de su madre, nunca podra llegar a encontrar y construir su propia individualidad. Y la madre por la suya, logicamente, se debate ante esta amenaza de destruccion, defendiendose, como Dios le da a entender... Lo cual le hace aparecer como una mujer violenta, agresiva. ("!Ay mama, por favor, si tus tiempos ya pasaron!", es el "carinoso recordatorioque su hija estara pronta a hacerle ante la minima sospecha de provocacion). La madre, quiere que su hija llegue a ser en si misma una persona completa, realizada, feliz.., pero es tan empecinada que no acepta que esto pueda tener lugar solo si es cosa de simisma. Desea, con todo su corazon, la realizacion de su hija, pero no por esto desea, ni puede desear, su propia destruccion y10 des,aparicion. Por el contrario, ella al igual que todo ser viviente que sigue sus impulsos libiciinales, intenta, por todos los medios a su alcance y con todas sus fuerzas, permanecer en la vida, aprovechar hasta donde las circunstancias le permitan los recursos que ahora tiene a su alcance, y todo esto sin considerar que, como dijimos antes, la mayoria de las ocasiones se ve forzada por las circunstancias economicas y sociales a ser capaz de valerse por si misma. No existen mas las circunstancias de la "seguridad" proporcionada por una pareja (la realidad no miente: el numero de divorcios, separaciones, rompimientos, abandonos, es cada vez mayor. Por otro lado, tambien es cada vez mas creciente el numero de varones que, aun permaneciendo al lado de sus parejas, son incapacesde solventar por si mismos los gastos familiares), o familia que velara por sus intereses. Y ella no quiere convertirse en una carga para sus hijos. Se re-conoce cada vez mas, a merced de si misma. iY esto no es precisamente de lamentarse: la unica forma de responder a un reto de esta magnitud, es rte-conocer en primer lugar, la existencia del mismo
EL CUESTIONAMIENTO Asi pues, ies posible crear, desarrollar, sostener y sobre todo, disfrutar de una relacion amorosa entre madre e hija? La respuesta es: definitivamente, si. Y agregariamos, a nuestro juicio, no solo es posiible, sino que tambien es deseable, dado que constituye uno de los mas grandes placeres de la vida. constituye tarnbien por si misma, una de las grandes oportunidades que nos otorga la vida para disfrutar de ella, para saber que estamos vivas y
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para entender que esta vida si tiene sentido. Y que este sentido no es solo para nosotras, sino que es posible compartirllo y por tanto, acrecentarlo. Y que es posible que esto se haga. Precisamente, mediante la relacion con nuestras hijas. C/ con nuestras imadres, dicho sea de paso...) iSera esto posible?Por lo menos se que no es en absoluto, sencillo. >Noconstituye lo anterior una contradiccion con todo lo expuesto antes?opino que si; es contradictorio. Y opino igualnlente, que la vida esta llena, conformada por una cantildad inmensa de contradicciones, de paradojas. Que nuestro problema no es encontrar una vida simple, clara y definida, sino dentro de este mundo de paradojas Y contrasentidos, encontrar el sentido que queremos dar a nuestra vida. Dentro de estas contradicciones, buscar la motivacion que a nosotros nos mueva y la direccion en que deseamos hacerlo.
LA PROF'UESTA Me parece que no hay recetas para que todas, madres e hijas, sin importar nuestros estilos de, vida e intereses particulares, seamos "felices", sin alteraciones de este tan deseado estado. Y creo tambien que si existen ciertas condiciones que son definitivamente ineludibles, si pretendemos acercarnos a una forma de relacion que pueda resultar gratificante en ambos sentidos (madre e hija). Una de ellas, sin lugar a dudas, es el respeto que deberemos sentir y rnanifestar la una por la otra, aun cuando se trate de aceptar nuestras diferencias y que estas vayan en contra de lo que habriamos proyectado, esperado la una de la otra... Sabernos individuos, con caracteristicas propias, 'y respetables. La otra seria la aceptacion de que a medida que nuestras hijas crecen (en el sentido biologico, es decir, se hacen mayores, maduran, en terminos fisiologicos), nosotras, las madres, decrecemos. Esto es tambien en sentido fisiologico. En otros aspectos de nuestras vidas tenemos aun la oportunidad de crecer, de aumentar nuestros campos de accion y de usufructar de aquello que hemos aprendido, vivido a lo lardo de los anos recorridos. (Lo bailado ni quien nos lo quite) Muchas diran y no les faltara razoin, "de acuerdo, pero yo deseo permanecer joven, me niego a envejecer". Esto refleja un sentimiento tan valido y autentico, humano, comun y compartido, como vano e inutil. El inicio de nuestras vidas fue tambien el inicio de nuestra aproximacion a la muerte. Y mientras estemos vivas, la posibilid,id de ser y hacer esta presente El aprovechamiento de la misma, es nuestro reto. Y tambien es nuestro reto la comunicacion de este sentimiento a nuestras hijas. Paradojicamente, esta posibilidad de crear una relacion realista, humana, con SUS imperfecciones, seria en si misma, un acto de amor. Es esta mi forma imperfem de ver ahora las relaciones entre las madres y las hijas. Creo que la aceptacion de que estas sersin dificiles, duras y cambiantes, perfectibles, tambien puede ser una ayuda en la comprension y disfrute de las mismas.
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