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Un instituto rural con dimensión europea

El IES «Salvador Victoria» de Monreal del Campo (Teruel) es un centro pequeño que cuenta con 225 alumnos, procedentes de 12 pueblos de la Mancomunidad del Jiloca, y 28 profesores. Tres son las señas de identidad de este instituto: su empeño en ofrecer una enseñanza de calidad a los alumnos, su implicación con el desarrollo rural de la zona y el fomento de la dimensión europea entre el alumnado. El centro organiza y participa en numerosos programas, tanto locales como nacionales y europeos, y ha sido tomado como ejemplo por sus proyectos en diversas publicaciones del Ministerio de Educación y Cultura. Amelia Almau Navarro* escuela rural, intercambio escolar

la entrada de la localidad turolense de Monreal del Campo, muy cerca de la Plaza Mayor, donde están el Museo del Azafrán y la Biblioteca Municipal, se encuentra el instituto de Educación Secundaria de la localidad. Lleva el nombre de Salvador Victoria, el pintor aragonés natural de Mora de Rubielos (Teruel) que mantuvo una estrecha relación con el centro desde 1992 a 1994. Y es que una de las características de este pequeño instituto es su apertura hacia el exterior.

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Desde que se empezó a impartir la Secundaria, el «Salvador Victoria» se ha convertido en uno de los servicios mancomunados, como lo son también el servicio social de base, el de deportes y el servicio de extensión agraria. Uno de los mayores empeños tanto del equipo directivo como del claustro de profesores es que los padres y vecinos de la zona sientan el centro como un servicio de todos, que tanto las familias como los distintos municipios y la Mancomunidad se impliquen en el devenir educativo de sus alumnos. Algo que a juzgar por los hechos están consiguiendo. Porque el instituto se ha convertido en el referente de toda actividad que se lleMarzo / N.0 278 / Cuadernos de Pedagogía 33

va a cabo en la zona. Ésta es precisamente una de las principales características del centro: intenta convertirse en un elemento de desarrollo rural. Asimismo, el fomento de la dimensión europea constituye otra de sus principales líneas de actuación educativa. En el Proyecto Educativo de Centro de este instituto se establece que «la educación no debe ser un aspecto aislado de la ordenación territorial y debe atender a las necesidades del medio rural, bien distintas de las del medio urbano. Una oferta educativa amplia, completa y descentralizada es, sin duda, un planteamiento necesario para frenar la tendencia de los jóvenes a abandonar sus pueblos y promover la creación de expectativas de futuro basadas en la explotación y el aprovechamiento de los recursos existentes, tanto materiales como humanos». En ese sentido, Diego Arribas, director del «Salvador Victoria», explica que «eso es algo que sólo se puede hacer ofreciendo una enseñanza de calidad, lo que se ha convertido en nuestra principal preocupación». Teresa Andrés, la jefa de estudios, aclara: «Este instituto nació como centro de Formación Profesional. En 1992 empezamos a impartir la Reforma educativa, y en 1995 pasó a ser Instituto de Educación Secundaria. En el pasado se tenía la concepción de que éste era el instituto de los que no valían para estudiar. Nos ha costado mucho esfuerzo quitarnos esa etiqueta, y se ha podido conseguir a base de

diseñar proyectos de calidad y de implicar a todo el mundo en el proceso educativo. Como se puede ver, las instalaciones de que disponemos no otorgan a priori ninguna garantía, sin embargo, el hecho de que muchos padres desplacen aquí a sus alumnos para hacer la Secundaria aun sabiendo que, al no poder ofrecer más que una modalidad de Bachillerato, tendrán que cambiarlos de centro más tarde, nos demuestra que lo estamos consiguiendo». En efecto, lo primero que sorprende al entrar en el centro es la visión de cinco barracones prefabricados; son cinco unidades provisionales que llevan en funcionamiento varios cursos. Las otras siete unidades se encuentran en el edificio que ejerce de sede central del instituto, y que es propiedad de un patronato; al parecer, el curso que viene contarán ya con nuevas instalaciones.

Desarrollo rural Monreal del Campo es la población que se sitúa a la cabeza de la Mancomunidad del Jiloca, que agrupa a otras once localidades. En total, se reúnen en torno a ella unos 5.000 habitantes, la mitad de los cuales viven en Monreal. El centro cuenta con 225 alumnos procedentes de las localidades de Bañón, Blancas, Bueña, Burbáguena, Caminreal, Fuentes Claras, Monreal, Ojos Negros, Pozuel, Ródenas, Sierra Menera, Torrijo, Villafranca y Villar del Salz. «En esta comarca se valora bastante la cultura,

El instituto en su entorno El IES de Monreal del Campo es un servicio compartido de la Mancomunidad de Municipios del Jiloca, integrada por 12 localidades situadas en un radio de 25 kilómetros y que se encuentran bien comunicadas entre sí. La actividad económica principal de la zona es la agroalimentaria, que incluye tres industrias cárnicas ubicadas en Monreal y las pequeñas explotaciones familiares, a cuyas labores dedican buena parte de su tiempo los alumnos del instituto. El sector servicios y una incipiente actividad industrial desarrollada en torno a una fábrica de transformaciones metálicas son las otras dos actividades laborales más relevantes. La oferta de trabajo que generan algunos servicios ha impulsado una tendencia a la emigración hacia núcleos urbanos más grandes, como pueden ser Teruel, Zaragoza o Valencia. Sin embargo, existe también un interés por el desarrollo de la zona, uno de los valores que se fomentan desde el «Salvador Victoria». La existencia del centro, que imparte 1o y 2o ciclo de Secundaria y Bachillerato de Tecnología, es considerada como un factor de estabilización de la población más joven. El hecho de que además el IES sea uno de los principales motores a la hora de impulsar la realiza-

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ción de distintas actividades contribuye a que se consolide la relación del centro con el resto de servicios de la zona. Así lo pone de manifiesto Pilar Pérez, de la Casa de Juventud, que explica que «de forma conjunta con el centro se llevan a cabo muchos proyectos y actividades. Algunas de carácter lúdico, como un concierto o una obra de teatro, que se desarrollan en el salón de actos del centro aunque sea en fin de semana. Otras forman parte de campañas organizadas, como las de solidaridad y recogida de leche condensada para Cuba o el fin de semana de actividades de ayuda a Centroamérica, que incluyó diversas lecturas, conciertos y proyecciones de películas. Es importante que los jóvenes se impliquen en ellas, que dispongan de una oferta de actividades para el tiempo libre, y el instituto contribuye a esa tarea». Algo parecido ocurre en el ámbito deportivo. Existe una buena relación con el Servicio Comarcal de Deportes, y se organizan numerosas actividades conjuntas. Raquel Lucas, la coordinadora del Servicio, comenta que «siempre que propongo alguna actividad o necesito ayuda del centro todo es bien recibido, incluso en lo que a instalaciones se refiere».

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aunque en muchos casos con una finalidad práctica, como conseguir un empleo y un nivel social determinado —explica el director—. De ahí que en el instituto nos planteemos promover una valoración de la cultura en sí misma, como medio de desarrollo personal, como elemento que hace posible comprender el entorno y mejorarlo y como fuente de satisfacciones personales y de grupo. Para ello, desde el primer momento nos planteamos el instituto como un centro dinamizador de actividades, y esto conllevaba necesariamente su apertura al entorno. Así, se puso en marcha un proyecto de apertura dentro del horario no lectivo, para desarrollar actividades por la tarde con alumnos del centro y otros jóvenes de la zona. Este proyecto fue elegido por el MEC, y se puso como ejemplo a nivel nacional en una publicación que trataba sobre este tema.» Asimismo, trabajan de forma conjunta con las Casas de Juventud de Monreal, Caminreal y Torrijo, la Casa de Cultura y la Biblioteca Municipal de Monreal y el Servicio Comarcal de Deportes de la Mancomunidad del Jiloca. «Los chicos, y también los padres, se acostumbran a que el centro esté abierto todo el día —explica la jefa de estudios—. Saben que pueden utilizar la biblioteca, hacer fotocopias, reunirse en grupos para elaborar trabajos, realizar cursillos… Todo eso hace que el instituto se convierta en algo más cercano, un lugar para tener en cuenta.» «Igualmente —añade el director—, se facilita el acceso a otras entidades para que puedan contar con el centro como un espacio de encuentro; este curso, por ejemplo, los agricultores están llevando a cabo aquí un cursillo. Nos interesa el desarrollo rural en todos los ámbitos, e intenta-

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El centro se convierte en un espacio de encuentro para desarrollar diferentes Mirar a Europa Y si la contribución al desarrollo rural es una actividades.

mos contribuir a ello mediante la promoción de diversas actividades en ese sentido. El año pasado el instituto fue el organizador del I Encuentro Europeo de Mujeres del Medio Rural, que tuvo lugar en el centro.»

constante, el fomento de la dimensión europea es otra de las señas de identidad de este centro. Tanto la entrada como los pasillos del edificio central están plagados de símbolos alusivos a la Unión Europea. Las estrellas amarillas sobre fondo azul y el logotipo del euro aparecen en gran parte de los carteles que ocupan las paredes. Esta preocupación por Europa ha marcado al instituto desde sus comienzos. Son varias las razones que explican este hecho. Teresa Andrés las resume de forma clara: «Éste es un centro con

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pocos recursos económicos que se propone desarrollar un montón de proyectos para recaudar fondos que le permitan hacer cosas, y ésta es una de las razones que nos impulsa a meternos en tantas historias. Pero además hay otro motivo fundamental, que está relacionado con algo que he señalado anteriormente: estamos empeñados en que el público vea que, aunque éste es un instituto pequeño, la enseñanza es de calidad. Que la población compruebe que el estar en un medio rural es compatible con la calidad, y que sus hijos tienen aquí las mismas posibilidades —o incluso más— de realizar proyectos de interés personal, educativo y social». Existe un tercer factor, el hecho de que la media de edad del profesorado sea bastante baja, lo que hace que se impliquen a fondo en los proyectos. Tal y como se hace constar en el PEC y como los profesores se apresuran a confirmar, el IES «Salvador Victoria» entiende la apertura a Europa como una posibilidad de acercamiento de los alumnos a otros pueblos y culturas. Algo que favorece la tolerancia y el respeto a otras formas de ver el mundo y de entender la realidad, así como la capacidad del alumnado de desenvolverse en un ámbito que supere las fronteras. Actualmente, el centro participa en varios proyectos europeos: - El proyecto Comenius, integrado dentro del

Oferta de actividades complementarias Además de los proyectos europeos ya citados, el IES «Salvador Victoria» participa en otras experiencias de diversa índole, que tienen como objetivo ofrecer una formación global y de calidad a sus alumnos y alumnas. En el ámbito deportivo, el centro participa en los Juegos Escolares de Aragón, una iniciativa del Gobierno de esta comunidad, en un cuadrangular deportivo que implica a otros tres institutos de Teruel y su provincia y en la campaña de esquí escolar. En el plano cultural, organiza cada año numerosas visitas y excursiones tanto dentro como fuera de la provincia. Asimismo, el «Salvador Victoria» es el centro escolar aragonés elegido por el Instituto de la Juventud para participar en el Programa de Turismo Social; a través del mismo, sus alumnos mantienen encuentros con jóvenes de otras comunidades en Málaga. Igualmente, en el marco del programa Centros de Educación Ambiental del Ministerio de Educación y Cultura, se desarrollan diversas jornadas de convivencia en aulas de naturaleza y medio ambiente al aire libre. Además, el centro participa también en los proyectos Atenea y Mercurio, y forma parte de la red de centros que llevan a cabo un programa de educación ambiental en Cantabria, así como un proyecto que gira en torno a los pueblos abandonados de Aragón.

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programa Sócrates, en el que participan también otros tres centros europeos. - El proyecto Lingua, también dentro del programa Sócrates, en el que se integra el alumnado del centro junto al de otros dos institutos franceses. Además, en relación a otra propuesta incluida dentro de este mismo proyecto, cabe señalar que el instituto fue seleccionado por la Agencia Sócrates para contar a lo largo de todo un curso con una estudiante francesa de Español que colaboró con la profesora de Francés en su labor didáctica. - El programa Hospitationem, que facilita las visitas pedagógicas de profesores alemanes de Español al instituto. - El programa La Juventud con Europa IV, que promueve el Instituto de la Juventud del Ministerio de Asuntos Sociales y está coordinado a nivel local por el Servicio Comarcal de Deportes de la Mancomunidad de Municipios del Jiloca, con quien colaboran los profesores del centro. Consiste en un intercambio de jóvenes realizado durante el período de vacaciones, en el que se combinan las actividades culturales y deportivas y las jornadas de convivencia. - El proyecto Arión, del programa Sócrates, que facilita la visita de los responsables de educación de diversos países de la Unión al resto de naciones, para intercambiar información y experiencias. A finales del curso pasado, los profesores de los diversos países participantes celebraron un encuentro en Monreal del Campo.

Conocer otras formas de vida Ricardo Fernández, profesor de Inglés y uno de los responsables del proyecto Comenius, explica que «una de las señas de identidad es la apertura a Europa, el conocimiento de la Unión Europea y la integración en ella. Los antecedentes de esta aventura europea se remontan, fundamentalmente, al curso 1993-1994. En este proceso, se podrían distinguir dos momentos clave. El primero es la realización del primer intercambio escolar con dos institutos franceses de la región de Normandía, en Auffais y Tôtes, lo que además derivó posteriormente en un hermanamiento entre estos ayuntamientos y el de Monreal. El segundo fue la reunión que tuvo lugar en Lovaina, Bélgica, entre el director del “Salvador Victoria” y diversos responsables de distintas naciones europeas interesados en desarrollar un programa educativo común». Diego Arribas, el director, comenta que «a partir de ahí se constituyó un grupo de trabajo que puso en marcha un Programa de Estudios Europeos. Nuestro instituto desarrolló a lo largo del curso 1994-1995 un proyecto interdisciplinar para Bachillerato. Un extracto del mismo viene reflejado en el libro La dimensión europea en los centros educativos (Proyecto de organización en centros y planteamiento como tema transversal), que editó la Dirección Provincial del MEC en Teruel

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El intercambio con Normandía El programa «estrella» entre los proyectos europeos que desarrolla el IES «Salvador Victoria» de Monreal del Campo es el intercambio que desde hace seis años se lleva a cabo con los institutos franceses de Auffay y St. Étienne du Rouvray, en la región de Normandía. Así lo explica Diego Arribas, el profesor que participa en ellos desde el principio. «Este intercambio es una de las principales actuaciones relacionadas con el tema de Europa, y no sólo por sus consecuencias (el hermanamiento de la localidad de Monreal con Auffay, así como el de sus respectivos centros escolares, o como germen del I Encuentro Internacional de la Mujer Rural), sino por lo que ello implica como intercambio. En esta actividad no sólo se trabaja en la teoría, sino que se va más allá; el hecho de visitar otro país, conocerlo de cerca, convivir con las familias, conocer su cultura, sus horarios, su sistema educativo es algo fundamental. Aporta a los alumnos y a los profesores una visión diferente y mucho más real de cómo se vive en otras partes de la Unión Europea», aclara. El intercambio se lleva a cabo entre una veintena de alumnos de 2o y 3o de ESO, «aunque algunos de 4o pueden repetir, para afianzar conocimientos», matiza Arribas. En marzo, los alumnos y alumnas españoles visitarán Normandía, y será en mayo cuando los aragoneses reciban la visita de sus compañeros franceses. Este año, el tema de trabajo —que se pacta previamente entre los profesores participantes, al tiempo que se marcan las directrices de trabajo— es «Tres lenguas, tres culturas». «Puesto que además del caste-

en 1995. El siguiente paso fue la creación de un grupo de trabajo estable y la presentación de una solicitud a la Agencia Sócrates para seguir desarrollando diferentes programas comunes». Los proyectos Comenius se renuevan cada dos cursos. Ricardo Fernández explica que dicho programa «se puso en marcha en el año académico 1993-1994, y durante ese curso y el siguiente el tema de trabajo fue el azafrán (una de las riquezas de la comarca de Monreal), que se abordó desde todas las áreas. Ahora participamos en otro que tiene como eje central los derechos humanos. Estamos implicados en él cuatro institutos, uno de Italia, uno de Liechtenstein y otro alemán. Los chicos se cartean con alumnos de estos centros para tener un conocimiento mutuo, y en clase se tratan temas relacionados con los derechos

llano y el francés tanto nuestros chicos como los franceses estudian el inglés, hemos incorporado esta tercera lengua al proyecto. Se trata de una forma de ampliar más las fronteras, aunque de momento no pensemos en visitar el Reino Unido», explica Diego Arribas. El trabajo en sí consistirá en la realización de un periódico trilingüe, y comenzará a tomar forma en Normandía, durante la visita del alumnado español. En él participarán los departamentos de Francés, Inglés y Plástica. Desde esa fecha hasta final de curso, los alumnos participantes en esta experiencia trabajarán en torno a este tema. Pilar Mocé, una alumna de 3o de ESO, cuenta su experiencia al respecto. Participó en el intercambio el curso pasado, y este año repite. «Creo que este intercambio es muy positivo tanto en lo personal como a nivel educativo. Te permite aprender francés de forma mucho más rápida y efectiva que en clase, ya que estás allí y tienes que entender y hacerte comprender. Además, conoces otro país, su paisaje, su cultura, que es muy distinta a la nuestra. Incluso los alumnos se comportan de forma diferente a nosotros. Aunque es un viaje corto, aprendes muchas cosas, más de las que podría pensarse. Además, para alguien que procede de un pueblo pequeño, como nosotros (Pilar es de Caminreal), supone una gran oportunidad: por poco dinero vives una experiencia inolvidable, aprendes cosas que te servirán para la vida, incluso te abre los ojos a la hora de elegir una carrera.»

humanos. El peso específico del proyecto recae fundamentalmente en el departamento de Inglés, por ser éste el idioma de comunicación entre todos. La experiencia sirve además para darles a conocer desde la práctica que la lengua inglesa no sólo es un idioma, sino también una forma de conocer otros países, otras formas de vida. También se fomenta la tolerancia respecto a otras culturas. Por nuestra parte, como profesores, el proyecto nos sirve para acercar metodologías y tener una referencia sobre cómo se trabaja en otros países, algo que se consigue mediante el contacto periódico de los docentes y las distintas reuniones de programación y evaluación que tienen lugar, respectivamente, al principio de cada curso y al final del proyecto». Además de participar en los programas euMarzo / N.0 278 / Cuadernos de Pedagogía 37

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Arriba, un momento de la clase de dibujo. Abajo, un grupo de chicos y chicas recoge los instrumentos del laboratorio.

ropeos, el centro presta especial atención a todo lo relacionado con la Unión Europea. Como ejemplo de ello, cabe señalar que desde el instituto se anima a colaborar en diversas iniciativas, concursos y convocatorias. Tal es el caso del concurso «Europa en la Escuela», que convoca el MEC y que el año pasado premió a una alumna del «Salvador Victoria». El concurso se celebra cada año con el fin de promover y conseguir la integración de la dimensión y la conciencia europeas entre los alumnos y los profesores. Maite Abril, que ahora cursa 3o de ESO, explica que realizó un dibujo que «transmitía cómo se podían trasladar las pinturas rupestres de Altamira al siglo XXI. Fue una sorpresa para mí ganar el premio, pero me alegré mucho, también por el instituto. Aquí hay un nivel muy alto; tenemos muy buenos profesores que no sólo dan sus clases, sino que se preocupan por otras cosas. Desde 38 Cuadernos de Pedagogía / N.0 278 / Marzo

aquí se organizan actividades de carácter cultural que implican a los distintos pueblos de los que venimos los alumnos; el centro participa en la vida social y nos anima a ello. Por ejemplo, con lo de la Unión Europea, nos ayudan a sentirnos protagonistas de la integración. Por cierto, en relación a este tema, yo creo que va a ser un lío todo lo de la moneda única, pero estoy convencida de que resultará positivo, que significa un avance. ¿Sabes?… tengo una opinión formada respecto a eso». Una visión parecida comparten Ma Pilar Castellano y Marta Moreno, presidenta y secretaria, respectivamente, de la Asociación de Alumnos y Alumnas. Ambas, alumnas de Bachillerato, destacan como característica del centro su unidad a la hora de llevar a cabo diferentes proyectos, su dinamismo y su capacidad para organizar actividades, como los intercambios o las visitas de profesores extranjeros. «Consideramos muy importante, por ejemplo, la participación en los proyectos Comenius, porque es bueno compartir ideas; además, así tienes más ayudas, conoces a más gente y tú también puedes servir de ejemplo y ayuda a compañeros de otros países. Desde el instituto se organizan también muchos viajes y llevamos las señas del pueblo y la zona allí donde vamos. Mucha gente conoce Monreal y su comarca gracias al instituto.» o * Amelia Almau Navarro es periodista.

Más información: IES «Salvador Victoria». Gonzalo de Lidia 2. 44300 Monreal del Campo (Teruel). Tel. 978 86 35 11.