Universidad de Costa Rica Facultad de Ciencias Sociales Escuela de Trabajo Social. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social

Universidad de Costa Rica Facultad de Ciencias Sociales Escuela de Trabajo Social Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social La Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional ( 1940-1952) Milton Ariel Brenes Rodríguez Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Brenes San José, Costa Rica Mayo, 2014 ¡¡ TRIBUNAL EXAMINADOR la Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional Trabajo Final de Graduación sometido a la consideración de la Escuela de Trabajo Social para obtener el grado de licenciatura en Trabajo Social. Milton Aprobado por: M.Sc. Marisol Rapso Brenes olina Alfaro Presidenta Tribunal examinador Tribunal examinad r r"'..JÍJ ~ (¿_. M.Sc. Priscilla Carballo Villagra Directora Trabajo Final de Graduación _( MSW Carmen María Castillo Porras lectora Trabajo Final de Graduación D . Ana María Botey Sobrado lectora Trabajo Final de Graduación ¡¡¡ FICHA BIBLIOGRÁFICA Brenes Rodríguez, Milton Ariel. (2014). La Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional (1940-1952). Trabajo Final de Graduación, modalidad tesis para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. iv DEDICATORIA A mí padre Milton Brenes, por el exilio en que se encuentra y su cálido apoyo a la distancia. A mí madre Ligia Rodríguez, por sus incansables esfuerzos de lucha y compañía. A todas aquellas personas con quienes coincidí en la vida por azar, y el tiempo nos permitió forjar los más variados vínculos de amistad y afecto. A mí. A quienes desde diferentes trincheras pugnan por la mejora en las condiciones de vida de las personas. V AGRADECIMIENTOS En el año 2012 trabajé en una propuesta de Trabajo Final de Graduación que por diferentes motivos no se llevó a cabo. En vista de que debía formular otra propuesta para el año siguiente, opté por considerar algunas de las inquietudes que el proceso anterior me había dejado, y las cuales con el tiempo se convirtieron en el tema de la presente investigación. Por estas razones, extiendo el agradecimiento a Fainier Candamo quien debutó junto a mí, mediante aquella primera propuesta, en lo relacionado con el Trabajo Final de Graduación, y de igual forma, a la profesora Licda. Sonia Angulo por su colaboración en ese proceso. Durante el tiempo que me tomó diseñar la nueva propuesta, así como su posterior desarrollo, conté con la compañía de Sebastián Campos. Su apoyo fue vital cuando necesitaba acudir a algún centro de documentación, efectuar una entrevista o simplemente llenarme de energías y perderme por algún rincón de Costa Rica. Al comité asesor también mí agradecimiento. En este caso, a la directora MSc. Priscilla Carballo por su guía en el desarrollo de la investigación; a las lectoras, MSW Carmen María Castillo por sus meticulosas observaciones y sus muestras de entrega al proceso, y a la Dra. Ana Maria Botey por permitirme compartir espacios de reflexión junto a ella, los cuales me inspiraron compromiso, entrega y rigurosidad. De igual forma debo agradecer el apoyo brindado por los profesionales de los diferentes centros de documentación que consulté: Biblioteca Nacional de Costa Rica, la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, Archivo Universitario Rafael Obregón Loria de la Universidad de Costa Rica, Archivo del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica y Archivo Nacional de Costa Rica. En particular al personal del Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel, ya que su vi orientación en términos documentales fue vital para conseguir valioso material para esta investigación. vii ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1 1CAPITULO ....................................................................................................................... 3 ANTECEDENTES Y DELIMITACIONES DEL ESTUDI0 .................................................... 3 1.1. Estado del arte ........................................................................................................ 3 1.1.1. Generalidades del estado del arte ..................................................................... 3 1.1.2. El choque de instituciones a partir de la construcción del Estado costarricense ............................................................................................................... 5 1.1.3. Carácter de las acciones emprendidas para intervenir en las expresiones iniciales de cuestión social ........................................................................................ 12 1.1.4. Determinantes en el origen y reproducción del Trabajo Social costarricense .. 19 1.1.5. Conclusiones del estado del arte ..................................................................... 26 1.2. Planteamientos y delimitación de la investigación .................................................. 31 1.2.1 Planteamiento de la pregunta de investigación y objeto de estudio .................. 31 1.3. Objetivos ............................................................................................................ 36 1.3.1. Objetivo general .............................................................................................. 36 1.3.2 Objetivos específicos ........................................................................................ 36 11 CAPITULO .................................................................................................................... 37 ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS .............................................................. 37 2.1. Fundamento teórico ............................................................................................... 37 2.1.1. Aproximaciones a la categoría mediación ....................................................... 37 2.1.2. Elementos para la comprensión de la sociedad de clases .............................. .41 2.1.3. Consecuencias de la maduración del sistema capitalista ............................... .49 2.2. Metodología ........................................................................................................... 64 2.2 .1. Acercamiento al objeto de investigación .......................................................... 67 viii 2.2.2. Recuperando las particularidades del objeto ................................................... 70 111 CAPITULO ................................................................................................................... 72 CONDICIONES HISTÓRICAS PARA EL ASENTAMIENTO DEL ESTADO REFORMISTA .......................................................................................... 72 3.1. Generalidades de la incursión del sistema capitalista en la estructura productiva costarricense ................................................................................................................ 72 3.1.1. Las expresiones del capitalismo monopólico en la estructura económica costarricense ............................................................................................................. 74 3.2. Expresiones políticas y configuración institucional. ................................................ 81 3.2.1. Conformación estatal ante el naciente conflicto de clases ............................... 82 CAPÍTULO IV ................................................................................................................... 91 LAS RELACIONES DE LA IGLESIA CATÓLICA CON LA INSTITUCIONALIDAD COSTARRICENSE DURANTE EL ASCENSO DEL PROYECTO REFORMISTA ............ 91 4.1. Correlación de acciones entre la jerarquía del clero y el Poder Ejecutivo durante el proceso de constitución de las reformas sociales ..................................................... 92 4.2. La formación profesional del clero ante un proyecto político en gestación ............. 99 4.3. La incursión de la Iglesia Católica en el escenario social. .................................... 106 CAPÍTULO V .................................................................................................................. 115 LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PERIODO DE CONSTITUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL COSTARRICENSE ................................................................. 115 5.1. Preludios de la primera Escuela de Trabajo Social costarricense ........................ 117 5.1.1. La institucionalización de la formación profesional ........................................ 118 5.1.2 Las relaciones de la Iglesia Católica con la Escuela de Trabajo Social .......... 130 5.2. La Iglesia Católica en espacios de ejercicio profesional del Trabajo Social ......... 140 5.2.1. Las relaciones de las reformas sociales con la doctrina social de la Iglesia Católica ................................................................................................................... 141 ix CAPÍTULO Vl ................................................................................................................. 144 CONSIDERACIONES FINALES DE LA INVESTIGACIÓN ............................................. 144 6.1. Conclusiones sobre el objeto de estudio .............................................................. 144 6.2. Recomendaciones ............................................................................................... 151 Fuentes primarias .......................................................................................................... 153 1. Archivo ................................................................................................................ 153 2. Artículos de Periódicos ........................................................................................ 156 3. Entrevistas ........................................................................................................... 156 4. Documentos electrónicos ..................................................................................... 157 Fuentes secundarias ...................................................................................................... 158 Anexos ........................................................................................................................... 167 Anexo N.1 ................................................................................................................... 167 Anexo N. 2 .................................................................................................................. 168 Anexo N. 3 .................................................................................................................. 169 X ÍNDICE DE CUADROS Cuadro N. 1 Principales generalidades de la estructura económica de Costa Rica para el periodo 1900 a 1940 ..................................................................................................... 80 Cuadro N. 2 Principales acciones institucionales ante el conflicto social para el periodo 1914 a 1939 ..................................................................................................................... 90 Cuadro N. 3 Acciones institucionales producto de la correlación de apoyo entre el Poder Ejecutivo y la jerarquía eclesiástica para el periodo de 1940 a 1942 ..................... 99 Cuadro N. 4 Presupuesto de la Escuela de Servicio Social durante su periodo de Escuela Anexa de 1944 a 1947 ...................................................................................... 121 Cuadro N. 5 Nombres de las personas que apoyaron a Héctor Beeche en su pretensión por fundar una Escuela de Servicio Social en 1942 ...................................... 125 Cuadro N. 6 Nombre de las personas propuestas por Héctor Beeche para ejercer la docencia en los cursos transitorios de 1942 ................................................................... 125 Cuadro N. 7 Nombre de los docentes nombrados según curso en 1947 como parte de la reestructuración de la Escuela de Servicio Social durante su tránsito de Escuela Anexa a Sección de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales ............................ 126 Cuadro N. 8 Principales oscilaciones de la estructura administrativa y curricular de la Escuela de Servicio Social para el periodo de 1942 a 1952 ........................................... 129 xi RESUMEN El presente informe condensa la investigación efectuada como parte del Trabajo Final de Graduación modalidad tesis, para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica. La investigación exploró las condiciones históricas que dieron pie al desarrollo profesional y en ellas valoró la incidencia de la Iglesia Católica en el proceso de constitución del Trabajo Social costarricense, durante el periodo de 1940 a 1952. En esa línea, el estudio abordó la categoría profesional de Trabajo Social a partir de su estrecha vinculación con las condiciones históricas asociadas al detrimento de las condiciones de vida de los sectores trabajadores, las cuales contribuyeron a u na intervención sistemática del Estado en la cuestión social. En dicho actuar estatal, surgieron profesiones como el Trabajo Social tendientes a intervenir la cuestión social a través de la política social. Es por ello que para valorar la incidencia de la Iglesia Católica en el proceso de constitución profesional, el estudio exploró la década de 1940, en tanto constituyó el periodo en el cual se asentaron las bases del Estado Reformista y con el surgieron las condiciones necesarias para el desarrollo profesional del Trabajo Social. En ese proceso, el ángulo de análisis radicó en valorar la incidencia de la Iglesia Católica en dicho asentamiento institucional, y de esta manera, considerar sus relaciones con el Trabajo Social. Si bien, el estudio concluye cuestionando la incidencia de la Iglesia Católica en la profesión, lo alcanza a través de la exploración del por qué el Trabajo Social costarricense no se encontró determinado por la Iglesia Católica, a pesar de las aproximaciones del clérigo con la profesión y con las condiciones históricas que propiciaron su constitución. Palabras claves: Historia, Costa Rica, Estado, Iglesia Católica, Cuestión Social, Política Social, Trabajo Social xii ABSTRACT This report condenses the research conducted by the author as part of the final graduation work, done under the thesis mode; a requirement to qualify for the academic degree of Licenciatura of Social Work at the University of Costa Rica. In this research the author explored the historical conditions that gave rise to the process of formation of the Costa Rican Social Work professlon during the period from 1940 to 1952 and assessed the impact of the Catholic Church in the development of this profession. In that vein, the study addressed the professional status of Social Work and its clase links with the historical conditions associated to the detriment of the living conditions of the working sectors, which contributed to a systematic intervention of the State in the social question. In this historical context emerged the Social Work profession aimed at intervening social issues through social policy. In order to assess the impact of the Catholic Church in the process of professional formation, the study explored the 1940s, as it was the period in which the foundations of the Reformist State settled and with it emerged the necessary political and social conditions for the development of the Social Work profession. In this process, the angle of analysis moved to assess the impact of the Catholic Church in that institutional settlement, and thus consider their relationships with the new Social Work profession. In this study, the author concludes questioning the impact of the Catholic Church in the Social Work profession, achieved through the exploration of why this profession in Costa Rican was not determined by the Catholic Church influence, despite the approximations of clergyman to the profession and the historical conditions that led to its foundation. Keywords: History, Costa Rica, State, Catholic Church, Social lssue, Social Policy, Social Work. 1 INTRODUCCIÓN La presente investigación exploró las condiciones que dieron lugar a la constitución del Trabajo Social costarricense, centrando su ángulo de estudio en la incidencia de la Iglesia Católica en ese proceso de asentamiento profesional. Al respecto, la institucionalidad estatal asociada a la intervención material e ideológica de la cuestión social, entendida a través del Estado Reformista y mediatizada por la política social, representó el escenario que dio pie a la constitución del Trabajo Social. De esta forma, su práctica se volvió de requerimiento estatal, asumiendo un carácter que la distanció de sus anteriores proto-formas. Es por ello que para valorar las implicaciones de la Iglesia Católica en el origen profesional, se optó por considerar el papel del clérigo durante la constitución de la institucionalidad costarricense vinculada al Estado Reformista. Para tales efectos, la investigación dio énfasis en el estudio de la década de 1940 en tanto representó un marcado viraje institucional hacia tendencias reformistas. De acuerdo con ello, seis son los capítulos diseñados para explicitar las aprensiones analíticas propuestas en la investigación. Con la intención de valorar la viabilidad del estudio, el primer y segundo capítulo contiene aspectos relacionado con el diseño de la investigación. El Capítulo 1 contempla el estado del arte, el enunciado del problema y del objeto, así como los objetivos. Seguidamente, el Capítulo 11 aborda los insumos teóricos y metodológicos necesarios para el estudio. En aspectos propios del desarrollo investigativo, el Capítulo 111 expone los referentes económicos, sociales y políticos durante las primeras cuatro décadas del siglo XX en Costa Rica. Tal propósito radica en contextualizar las condiciones que propiciaron las transformaciones estatales posteriores a la década de 1940. El Capítulo IV, apoyado en la base contextual del Capítulo 111, hace explicita las relaciones de la Iglesia Católica con las condiciones en términos institucionales 2 que dieron pie al origen profesional. Al respecto, el Capítulo V formaliza la reflexión sobre el Trabajo Social, valorando la incidencia del clero en la constitución profesional. A manera de cierre, el Capítulo VI expone las conclusiones alcanzadas, así como las consideraciones finales obtenidas al cierre del proceso analítico. 3 1CAPITULO ANTECEDENTES Y DELIMITACIONES DEL ESTUDIO 1.1. Estado del arte 1.1.1. Generalidades del estado del arte La intención del estado del arte radica en la solidez que concede a la investigación, pues precisa las coordenadas por las cuales transitará el proceso de pesquisa a seguir. Significa que el análisis de antecedentes permite madurar las reflexiones iniciales existentes en torno a un tema, constituyéndose entonces como la piedra angular de la estructura de la investigación. Por ello, bajo tales preceptos se desarrolló el siguiente análisis de antecedentes. El primer momento que caracterizó este análisis lo constituyó la búsqueda de investigaciones en las bases de datos del Sistema de Bibliotecas, Documentación e Información de la Universidad de Costa Rica (SIBDI). Consulta que partió de la ubicación de Trabajos Finales de Graduación (TFG) contemplados bajo descriptores relacionados con el Estado e Iglesia Católica ante la intervención de lo social, durante el tránsito del Estado Liberal al Reformista. En un segundo momento de esta ruta de elaboración del estado del arte, se procedió a diversificar las fuentes acudiendo a las bases de datos de la Universidad Nacional de Costa Rica, con el fin de ubicar documentación relaciona con Trabajos Finales de Graduación. Conforme avanzó el análisis de la documentación identificada en estas dos bases de datos, se lograron evidenciar los diferentes procesos históricos que permitieron la construcción estatal. Dichos hallazgos se ubican en el periodo que abarca el proceso de independencia hasta los albores de la década de 1940. Cabe señalar que la documentación consultada no permitía reflejar estudios sobre la intervención estatal en lo social durante el periodo en mención, ni aspectos relacionados directamente con la profesión. 4 Ante ello, el tratamiento de los vacíos permitió direccionar el análisis de antecedentes hacia un tercer momento caracterizado por la identificación y estudio de TFG en la línea de la política social. El estudio de la documentación inscrita bajo esta categoría permitió evidenciar las anteriores formas de intervención en lo social y sus vinculaciones con el Estado liberal en su tránsito al reformista, así como proto-formas del Trabajo Social. La situación anterior fue de suma importancia para la investigación, pues reflejó el entramado histórico anterior al origen de Trabajo Social costarricense. Es por ello que con la intención de profundizar en tal planteamiento, se procedió en un cuarto momento a consultar las investigaciones nacionales referidas a la génesis de la profesión. Una vez expuesta la ruta empleada para el estado del arte, se procede a presentar una breve introducción de los apartados construidos. Al respecto, en el primero se plantearon los resultados del análisis de las investigaciones vinculadas con la conformación del Estado costarricense. La angulación sobre la que versa este análisis circunscribe la relación entre liberales y el clero católico, abarcando desde la independencia española hasta la década de 1940. El segundo apartado recuperó las diferentes formas de intervención en la cuestión social, previa al desarrollo de la ahora denominada política social. Se abordaron tanto los sectores involucrados en acciones vinculadas con la intervención social, así como los fundamentos que dichas acciones contemplan. En un tercer apartado se expusieron los hallazgos vinculados con la génesis del Trabajo Social costarricense, el cual fue entendido a través de las condiciones estructurales que dieron su origen tanto en términos de formación académica como de ejercicio profesional. Este proceso de consulta de antecedentes convergió en un cuarto apartado donde se plantean algunas reflexiones a modo de cierre y síntesis del proceso. Expuesto esto, se procede al abordaje del primer apartado. 5 1.1.2. El choque de instituciones a partir de la construcción del Estado costarricense En este apartado se procedió a investigar, a partir de la consulta de antecedentes, la dinámica que asumió la construcción del Estado previo a la fundación de la primera Escuela de Trabajo Social (denominada en ese entonces Escuela de Servicio Social), pensando con ello valorar el entramado histórico institucional que hereda en términos estatales la profesión en sus primeros años de origen. Para efectos del presente apartado, se exponen algunos elementos que determinaron la configuración estatal pero a partir de la angulación propia del estado del arte, se procedió a dar énfasis en los nexos existentes entre el proyecto liberal y la Iglesia Católica durante la conformación del Estado Liberal y su tránsito al proyecto reformista. 1.1.2.1. Formación del Estado en las primeras décadas de vida independiente Con la llegada de la independencia se evidenció un choque paulatino entre instituciones. El liberalismo cuestionó los postulados religiosos, especialmente los vinculados con la Iglesia Católica en la administración de la sociedad (Blanco, 1983; Osomo et al, 1994; Rivas, 2000 y Vargas, 1989). Blanco (1983) es contundente al afirmar que desde la consolidación de las ideas liberales, colocando como punto de inflexión la independencia de la corona española en 1821 hasta 1871, el poder era ejercido mayoritariamente por el clero a pesar de los intentos liberales por colocar sus intereses. Como muestra de ello, la autora afirma que durante este periodo el involucramiento de la Iglesia Católica en los espacios legislativos era evidente. De igual forma, se presentó la consolidación de elementos católicos a partir de un sincretismo con lo liberal, el carácter de Pontifica por parte de la Universidad de Santo Tomás refleja como en algunas ocasiones se integran ambas corrientes 6 ideológicas (González, 2001), mientras que acciones tales como la abolición del tributo en 1835 evidencia por su parte, desencuentros entre instituciones (Blanco, 1983 y González, 2001 ). En esta disputa sobre la construcción estatal, Guzmán (2009) afirma que "[ ... ] en la década de los cuarenta (es decir, la década de 1840) se había promovido una gran reforma en materia de derechos, política social, educación y salud" (pág. 227). Dentro de las reformas señaladas por el autor (Guzmán, 2009) se encuentran la Constitución Política de 1844, la fundación de la Universidad de Santo Tomas en 1843, la fundación del Hospital San Juan de Dios en 1845, así como el Reglamento de Policías en 1849, entre otros. Rivas (2000) a través de las reflexiones que plantea en torno a la creación de la diócesis costarricense también profundiza en los inicios del enfrentamiento entre liberales y católicos. El autor afirma que las intenciones por dotar de jerarquía descentralizada a la Iglesia costarricense, provocaron -respecto a sus vestigios coloniales- una de las iniciales contracciones de la institución católica durante el siglo XIX. Al respecto, menciona que en 1850 se erigió la diócesis de Costa Rica, dotando así de descentralización a la Iglesia Católica, pero debido a las disputas con los liberales dicha estructura contó con una autonomía relativa. Es planteado de esta forma, ya que paralelo a la diócesis se promulgó la ley de Patronato, la cual sometía al Vaticano a designar de la terna de obispos previamente propuesta por el Estado a la persona encargada para la conducción de la diócesis (Rivas, 2000). Ante tales dinámicas, entrada la segunda mitad del siglo XIX las luchas por el poder entre liberales y clero atizaron sus expresiones. Dicho periodo es de especial importancia para el estudio, pues las acciones de los sectores liberales en contra del clérigo son más frontales respecto a las décadas anteriores. Blanco (1983), Osorno et al (1994) y Vargas (1989) afirman que las condiciones sociales para la llegada de la década de los setenta del siglo XIX 7 representaron una crisis coyuntural para los católicos. Diferentes planos por donde se sustentaba el catolicismo habían sido censurados por los liberales. El Colegio Seminario, semillero de intelectuales católicos, fue cerrado por intereses liberales, el nombramiento de un obispo para ocupar la silla episcopal y por ende el liderazgo del clero, quedó al compás de espera del interés político liberal -reluciendo en esta acción el ejercicio de la anteriormente mencionada ley del Patronato-, situación a la que se sumó las disposiciones de la constitución de 1871 que limitó la acción católica a una esfera tan importante para la transmisión del dogma corno lo era la educación. En síntesis, las investigaciones consultadas plantean que para los albores de 1870 existió un punto crítico para el dominio de la Iglesia en el país, pues la lucha por ejercer el poder se inclinó a favor de los liberales. Al respecto, el siguiente sub-apartado procede a profundizar en el periodo que abarca de 1870 a 1900. 1.1.2.2. Consolidación del Estado costarricense Las investigaciones sobre la conformación de la estructura estatal para el periodo 1871-1900 parecen proliferar en mayor medida, percibiéndose algún grado de consenso por parte de los autores en cuanto a que esta temporalidad constituyó una coyuntura clave respecto a la consolidación del Estado y su relación con otros actores, dentro de los cuales destaca la Iglesia Católica. De acuerdo con ello, cabe indicar que la consolidación del Estado costarricense pareció encontrar mayor solidez durante las décadas en la que se deprime el ejercicio del poder eclesiástico. Ante ello, Vargas (1989) afirma que durante este periodo, el Estado centralizó sus acciones con el fin de enfrentar a la Iglesia Católica. Se podría afirmar que la investigación de Vargas (1989) representa una de las principales pesquisas consultadas que discute la consolidación del Estado liberal costarricense; esto al plantear como objetivo central el realizar un análisis 8 sobre las relaciones del Estado con la Iglesia Católica en el periodo de 1880 a 1895, logrando su cometido al estudiar entre otros aspectos, las leyes anticlericales emitidas por los liberales. Al respecto, el carácter municipal de los cementerios, la institucionalización del registro civil, así como la educación fueron algunas competencias de interés eclesiástico que pasaron a manos del Estado producto de las llamadas leyes anticlericales (Vargas, 1989). Uno de los principales puntos de discordia fue la educación, ya que el clero veía en ella un medio por el cual se instruía a las personas al dogma católico, situación que tampoco pasaron por alto los liberales y optaron por retraer de ella a la Iglesia (Vargas, 1989). La investigación de Vargas (1989) asegura que la Iglesia Católica frente a tal contienda se enfrentó al ejercicio del poder liberal mediante la conformación del partido Unión Católica. Dicho partido le llevó a disputar las elecciones de 1890. En este caso, los tintes católicos del país expresados a través del marcado afán religioso popular prevaleciente en el pueblo costarricense de la época, llevaron a la agrupación a un gane constitucional más no de facto; pues los liberales deslegitimaron su triunfo e inconstitucionalizaron a partir de 1895 mediante la reforma al artículo 36 de la Constitución Política- el acceso de agrupaciones políticas de corte religioso al Poder Ejecutivo (Blanco, 1983; Osorno et al, 1994; Vargas, 1989). Las investigaciones consultadas permiten entrever la existencia a partir de 1890 de una limitada acción clerical frente aquel 1821; es decir, el cometido de los liberales por reducir institucionalmente el papel de la Iglesia Católica cumple su objetivo. No obstante, durante las primeras décadas del siglo XX existieron criterios encontrados respecto a las dinámicas que se establecieron entre el Estado Liberal y la Iglesia Católica. Al respecto, Blanco (1983) sostiene que el liberalismo emprendió hasta 1940 un enfrentamiento directo contra el clero, mientras que Osorno et al (1994) expone que a partir de 1904 el actuar eclesiástico es menos 9 directo y más pacífico. Al respecto, Vargas (2000) asegura que el poder de la \g\esia Cató\ica se encontró amenazado durante \os \n\c\os de\ s\g\o ~' producto de las acciones emprendidas en su contra en las décadas de 1880 y 1890. Si bien no hay consenso respecto al accionar de la Iglesia y el Estado durante las primeras décadas del siglo XX, al menos los vacíos y hallazgos demuestran algunas características del periodo siguiente. Al respecto, la llegada de un nuevo Obispo en 1901, debido al fallecimiento de su antecesor Bernardo Augusto Thiel, disminuyó el carácter beligerante de la Iglesia Cat

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Universidad de Costa Rica Facultad de Ciencias Sociales Escuela de Trabajo Social

Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social

La Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional ( 1940-1952)

Milton Ariel Brenes Rodríguez

Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Brenes San José, Costa Rica Mayo, 2014

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TRIBUNAL EXAMINADOR la Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional

Trabajo Final de Graduación sometido a la consideración de la Escuela de Trabajo Social para obtener el grado de licenciatura en Trabajo Social.

Milton

Aprobado por:

M.Sc. Marisol Rapso Brenes

olina Alfaro

Presidenta Tribunal examinador

Tribunal examinad r

r"'..JÍJ ~

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M.Sc. Priscilla Carballo Villagra Directora Trabajo Final de Graduación

_( MSW Carmen María Castillo Porras lectora Trabajo Final de Graduación

D . Ana María Botey Sobrado lectora Trabajo Final de Graduación

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FICHA BIBLIOGRÁFICA Brenes Rodríguez, Milton Ariel. (2014). La Iglesia Católica y el Trabajo Social

costarricense: Un análisis de la aproximación del clero al proceso de constitución profesional (1940-1952). Trabajo Final de Graduación, modalidad tesis para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica.

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DEDICATORIA

A mí padre Milton Brenes, por el exilio en que se encuentra y su cálido apoyo a la distancia.

A mí madre Ligia Rodríguez, por sus incansables esfuerzos de lucha y compañía.

A todas aquellas personas con quienes coincidí en la vida por azar, y el tiempo nos permitió forjar los más variados vínculos de amistad y afecto.

A mí.

A quienes desde diferentes trincheras pugnan por la mejora en las condiciones de vida de las personas.

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AGRADECIMIENTOS En el año 2012 trabajé en una propuesta de Trabajo Final de Graduación que por diferentes motivos no se llevó a cabo. En vista de que debía formular otra propuesta para el año siguiente, opté por considerar algunas de las inquietudes que el proceso anterior me había dejado, y las cuales con el tiempo se convirtieron en el tema de la presente investigación. Por estas razones, extiendo el agradecimiento a Fainier Candamo quien debutó junto a mí, mediante aquella primera propuesta, en lo relacionado con el Trabajo Final de Graduación, y de igual forma, a la profesora Licda. Sonia Angulo por su colaboración en ese proceso. Durante el tiempo que me tomó diseñar la nueva propuesta, así como su posterior desarrollo, conté con la compañía de Sebastián Campos. Su apoyo fue vital cuando necesitaba acudir a algún centro de documentación, efectuar una entrevista o simplemente llenarme de energías y perderme por algún rincón de Costa Rica. Al comité asesor también mí agradecimiento. En este caso, a la directora MSc. Priscilla Carballo por su guía en el desarrollo de la investigación; a las lectoras, MSW Carmen María Castillo por sus meticulosas observaciones y sus muestras de entrega al proceso, y a la Dra. Ana Maria Botey por permitirme compartir espacios de reflexión junto a ella, los cuales me inspiraron compromiso, entrega y rigurosidad. De igual forma debo agradecer el apoyo brindado por los profesionales de los diferentes centros de documentación que consulté: Biblioteca Nacional de Costa Rica, la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, Archivo Universitario Rafael Obregón Loria de la Universidad de Costa Rica, Archivo del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica y Archivo Nacional de Costa Rica. En particular al personal del Archivo Histórico Arquidiocesano Bernardo Augusto Thiel, ya que su

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orientación en términos documentales fue vital para conseguir valioso material para esta investigación.

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ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 1 1CAPITULO ....................................................................................................................... 3 ANTECEDENTES Y DELIMITACIONES DEL ESTUDI0 .................................................... 3

1.1. Estado del arte ........................................................................................................ 3 1.1.1. Generalidades del estado del arte ..................................................................... 3 1.1.2. El choque de instituciones a partir de la construcción del Estado costarricense ............................................................................................................... 5

1.1.3. Carácter de las acciones emprendidas para intervenir en las expresiones iniciales de cuestión social ........................................................................................ 12

1.1.4. Determinantes en el origen y reproducción del Trabajo Social costarricense .. 19 1.1.5. Conclusiones del estado del arte ..................................................................... 26 1.2. Planteamientos y delimitación de la investigación .................................................. 31 1.2.1 Planteamiento de la pregunta de investigación y objeto de estudio .................. 31 1.3.

Objetivos ............................................................................................................ 36

1.3.1. Objetivo general .............................................................................................. 36 1.3.2 Objetivos específicos ........................................................................................ 36 11 CAPITULO .................................................................................................................... 37 ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS .............................................................. 37

2.1. Fundamento teórico ............................................................................................... 37 2.1.1. Aproximaciones a la categoría mediación ....................................................... 37 2.1.2. Elementos para la comprensión de la sociedad de clases .............................. .41 2.1.3. Consecuencias de la maduración del sistema capitalista ............................... .49 2.2. Metodología ........................................................................................................... 64 2.2 .1. Acercamiento al objeto de investigación .......................................................... 67

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2.2.2. Recuperando las particularidades del objeto ................................................... 70 111 CAPITULO ................................................................................................................... 72 CONDICIONES HISTÓRICAS PARA EL ASENTAMIENTO DEL ESTADO REFORMISTA .......................................................................................... 72

3.1. Generalidades de la incursión del sistema capitalista en la estructura productiva costarricense ................................................................................................................ 72

3.1.1. Las expresiones del capitalismo monopólico en la estructura económica costarricense ............................................................................................................. 74

3.2. Expresiones políticas y configuración institucional. ................................................ 81 3.2.1. Conformación estatal ante el naciente conflicto de clases ............................... 82 CAPÍTULO IV ................................................................................................................... 91 LAS RELACIONES DE LA IGLESIA CATÓLICA CON LA INSTITUCIONALIDAD COSTARRICENSE DURANTE EL ASCENSO DEL PROYECTO REFORMISTA ............ 91

4.1. Correlación de acciones entre la jerarquía del clero y el Poder Ejecutivo durante el proceso de constitución de las reformas sociales ..................................................... 92 4.2. La formación profesional del clero ante un proyecto político en gestación ............. 99 4.3. La incursión de la Iglesia Católica en el escenario social. .................................... 106 CAPÍTULO V .................................................................................................................. 115 LA IGLESIA CATÓLICA EN EL PERIODO DE CONSTITUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL COSTARRICENSE ................................................................. 115

5.1. Preludios de la primera Escuela de Trabajo Social costarricense ........................ 117 5.1.1. La institucionalización de la formación profesional ........................................ 118 5.1.2 Las relaciones de la Iglesia Católica con la Escuela de Trabajo Social .......... 130 5.2. La Iglesia Católica en espacios de ejercicio profesional del Trabajo Social ......... 140 5.2.1. Las relaciones de las reformas sociales con la doctrina social de la Iglesia Católica ................................................................................................................... 141

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CAPÍTULO Vl ................................................................................................................. 144 CONSIDERACIONES FINALES DE LA INVESTIGACIÓN ............................................. 144 6.1. Conclusiones sobre el objeto de estudio .............................................................. 144 6.2. Recomendaciones ............................................................................................... 151 Fuentes primarias .......................................................................................................... 153 1.

Archivo ................................................................................................................ 153

2.

Artículos de Periódicos ........................................................................................ 156

3.

Entrevistas ........................................................................................................... 156

4.

Documentos electrónicos ..................................................................................... 157

Fuentes secundarias ...................................................................................................... 158 Anexos ........................................................................................................................... 167 Anexo N.1 ................................................................................................................... 167 Anexo N. 2 .................................................................................................................. 168 Anexo N. 3 .................................................................................................................. 169

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ÍNDICE DE CUADROS Cuadro N. 1 Principales generalidades de la estructura económica de Costa Rica para el periodo 1900 a 1940 ..................................................................................................... 80

Cuadro N. 2 Principales acciones institucionales ante el conflicto social para el periodo 1914 a 1939 ..................................................................................................................... 90

Cuadro N. 3 Acciones institucionales producto de la correlación de apoyo entre el Poder Ejecutivo y la jerarquía eclesiástica para el periodo de 1940 a 1942 ..................... 99

Cuadro N. 4 Presupuesto de la Escuela de Servicio Social durante su periodo de Escuela Anexa de 1944 a 1947 ...................................................................................... 121

Cuadro N. 5 Nombres de las personas que apoyaron a Héctor Beeche en su pretensión por fundar una Escuela de Servicio Social en 1942 ...................................... 125

Cuadro N. 6 Nombre de las personas propuestas por Héctor Beeche para ejercer la docencia en los cursos transitorios de 1942 ................................................................... 125

Cuadro N. 7 Nombre de los docentes nombrados según curso en 1947 como parte de la reestructuración de la Escuela de Servicio Social durante su tránsito de Escuela Anexa a Sección de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales ............................ 126

Cuadro N. 8 Principales oscilaciones de la estructura administrativa y curricular de la Escuela de Servicio Social para el periodo de 1942 a 1952 ........................................... 129

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RESUMEN El presente informe condensa la investigación efectuada como parte del Trabajo Final de Graduación modalidad tesis, para optar por el grado de Licenciatura en Trabajo Social en la Universidad de Costa Rica. La investigación exploró las condiciones históricas que dieron pie al desarrollo profesional y en ellas valoró la incidencia de la Iglesia Católica en el proceso de constitución del Trabajo Social costarricense, durante el periodo de 1940 a 1952. En esa línea, el estudio abordó la categoría profesional de Trabajo Social a partir de su estrecha vinculación con las condiciones históricas asociadas al detrimento de las condiciones de vida de los sectores trabajadores, las cuales contribuyeron a u na intervención sistemática del Estado en la cuestión social. En dicho actuar estatal, surgieron profesiones como el Trabajo Social tendientes a intervenir la cuestión social a través de la política social. Es por ello que para valorar la incidencia de la Iglesia Católica en el proceso de constitución profesional, el estudio exploró la década de 1940, en tanto constituyó el periodo en el cual se asentaron las bases del Estado Reformista y con el surgieron las condiciones necesarias para el desarrollo profesional del Trabajo Social. En ese proceso, el ángulo de análisis radicó en valorar la incidencia de la Iglesia Católica en dicho asentamiento institucional, y de esta manera, considerar sus relaciones con el Trabajo Social. Si bien, el estudio concluye cuestionando la incidencia de la Iglesia Católica en la profesión, lo alcanza a través de la exploración del por qué el Trabajo Social costarricense no se encontró determinado por la Iglesia Católica, a pesar de las aproximaciones del clérigo con la profesión y con las condiciones históricas que propiciaron su constitución.

Palabras claves: Historia, Costa Rica, Estado, Iglesia Católica, Cuestión Social, Política Social, Trabajo Social

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ABSTRACT This report condenses the research conducted by the author as part of the final graduation work, done under the thesis mode; a requirement to qualify for the academic degree of Licenciatura of Social Work at the University of Costa Rica. In this research the author explored the historical conditions that gave rise to the process of formation of the Costa Rican Social Work professlon during the period from 1940 to 1952 and assessed the impact of the Catholic Church in the development of this profession. In that vein, the study addressed the professional status of Social Work and its clase links with the historical conditions associated to the detriment of the living conditions of the working sectors, which contributed to a systematic intervention of the State in the social question. In this historical context emerged the Social Work profession aimed at intervening social issues through social policy. In order to assess the impact of the Catholic Church in the process of professional formation, the study explored the 1940s, as it was the period in which the foundations of the Reformist State settled and with it emerged the necessary political and social conditions for the development of the Social Work profession. In this process, the angle of analysis moved to assess the impact of the Catholic

Church in that institutional settlement,

and thus consider their

relationships with the new Social Work profession. In this study, the author concludes questioning the impact of the Catholic Church in the Social Work profession, achieved through the exploration of why this profession in Costa Rican was not determined by the Catholic Church influence, despite the approximations of clergyman to the profession and the historical conditions that led to its foundation. Keywords: History, Costa Rica, State, Catholic Church, Social lssue, Social

Policy, Social Work.

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INTRODUCCIÓN La presente investigación exploró las condiciones que dieron lugar a la constitución del Trabajo Social costarricense, centrando su ángulo de estudio en la incidencia de la Iglesia Católica en ese proceso de asentamiento profesional. Al respecto, la institucionalidad estatal asociada a la intervención material e ideológica de la cuestión social, entendida a través del Estado Reformista y mediatizada por la política social, representó el escenario que dio pie a la constitución del Trabajo Social. De esta forma, su práctica se volvió de requerimiento estatal, asumiendo un carácter que la distanció de sus anteriores proto-formas. Es por ello que para valorar las implicaciones de la Iglesia Católica en el origen profesional, se optó por considerar el papel del clérigo durante la constitución de la institucionalidad costarricense vinculada al Estado Reformista. Para tales efectos, la investigación dio énfasis en el estudio de la década de 1940 en tanto representó un marcado viraje institucional hacia tendencias reformistas. De acuerdo con ello, seis son los capítulos diseñados para explicitar las aprensiones analíticas propuestas en la investigación. Con la intención de valorar la viabilidad del estudio, el primer y segundo capítulo contiene aspectos relacionado con el diseño de la investigación. El Capítulo 1 contempla el estado del arte, el enunciado del problema y del objeto, así como los objetivos. Seguidamente, el Capítulo 11 aborda los insumos teóricos y metodológicos necesarios para el estudio. En aspectos propios del desarrollo investigativo, el Capítulo 111 expone los referentes económicos, sociales y políticos durante las primeras cuatro décadas del siglo XX en Costa Rica. Tal propósito radica en contextualizar las condiciones que propiciaron las transformaciones estatales posteriores a la década de 1940. El Capítulo IV, apoyado en la base contextual del Capítulo 111, hace explicita las relaciones de la Iglesia Católica con las condiciones en términos institucionales

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que dieron pie al origen profesional. Al respecto, el Capítulo V formaliza la reflexión sobre el Trabajo Social, valorando la incidencia del clero en la constitución profesional. A manera de cierre, el Capítulo VI expone las conclusiones alcanzadas, así como las consideraciones finales obtenidas al cierre del proceso analítico.

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1CAPITULO ANTECEDENTES Y DELIMITACIONES DEL ESTUDIO 1.1. Estado del arte 1.1.1. Generalidades del estado del arte La intención del estado del arte radica en la solidez que concede a la investigación, pues precisa las coordenadas por las cuales transitará el proceso de pesquisa a seguir. Significa que el análisis de antecedentes permite madurar las reflexiones iniciales existentes en torno a un tema, constituyéndose entonces como la piedra angular de la estructura de la investigación. Por ello, bajo tales preceptos se desarrolló el siguiente análisis de antecedentes. El primer momento que caracterizó este análisis lo constituyó la búsqueda de investigaciones en las bases de datos del

Sistema de

Bibliotecas,

Documentación e Información de la Universidad de Costa Rica (SIBDI). Consulta que partió de la ubicación de Trabajos Finales de Graduación (TFG) contemplados bajo descriptores relacionados con el Estado e Iglesia Católica ante la intervención de lo social, durante el tránsito del Estado Liberal al Reformista.

En un segundo momento de esta ruta de elaboración del estado del arte, se procedió a diversificar las fuentes acudiendo a las bases de datos de la Universidad Nacional de Costa Rica, con el fin de ubicar documentación relaciona con Trabajos Finales de Graduación. Conforme avanzó el análisis de la documentación identificada en estas dos bases de datos, se lograron evidenciar los diferentes procesos históricos que permitieron la construcción estatal. Dichos hallazgos se ubican en el periodo que abarca el proceso de independencia hasta los albores de la década de 1940. Cabe señalar que la documentación consultada no permitía reflejar estudios sobre la intervención estatal en lo social durante el periodo en mención, ni aspectos relacionados directamente con la profesión.

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Ante ello, el tratamiento de los vacíos permitió direccionar el análisis de antecedentes hacia un tercer momento caracterizado por la identificación y estudio de TFG en la línea de la política social. El estudio de la documentación inscrita bajo esta categoría permitió evidenciar las anteriores formas de intervención en lo social y sus vinculaciones con el Estado liberal en su tránsito al reformista, así como proto-formas del Trabajo Social. La situación anterior fue de suma importancia para la investigación, pues reflejó el entramado histórico anterior al origen de Trabajo Social costarricense. Es por ello que con la intención de profundizar en tal planteamiento, se procedió en un cuarto momento a consultar las investigaciones nacionales referidas a la génesis de la profesión. Una vez expuesta la ruta empleada para el estado del arte, se procede a presentar una breve introducción de los apartados construidos. Al respecto, en el primero se plantearon los resultados del análisis de las investigaciones vinculadas con la conformación del Estado costarricense. La angulación sobre la que versa este análisis circunscribe la relación entre liberales y el clero católico, abarcando desde la independencia española hasta la década de 1940. El segundo apartado recuperó las diferentes formas de intervención en la cuestión social, previa al desarrollo de la ahora denominada política social. Se abordaron tanto los sectores involucrados en acciones vinculadas con la intervención social, así como los fundamentos que dichas acciones contemplan. En un tercer apartado se expusieron los hallazgos vinculados con la génesis del Trabajo Social costarricense, el cual fue entendido a través de las condiciones estructurales que dieron su origen tanto en términos de formación académica

como de ejercicio profesional.

Este proceso de

consulta de

antecedentes convergió en un cuarto apartado donde se plantean algunas reflexiones a modo de cierre y síntesis del proceso. Expuesto esto, se procede al abordaje del primer apartado.

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1.1.2. El choque de instituciones a partir de la construcción del Estado costarricense En este apartado se procedió a investigar, a partir de la consulta de antecedentes, la dinámica que asumió la construcción del Estado previo a la fundación de la primera Escuela de Trabajo Social (denominada en ese entonces Escuela de Servicio Social), pensando con ello valorar el entramado histórico institucional que hereda en términos estatales la profesión en sus primeros años de origen. Para efectos del presente apartado, se exponen algunos elementos que determinaron la configuración estatal pero a partir de la angulación propia del estado del arte, se procedió a dar énfasis en los nexos existentes entre el proyecto liberal y la Iglesia Católica durante la conformación del Estado Liberal y su tránsito al proyecto reformista. 1.1.2.1. Formación del Estado en las primeras décadas de vida independiente Con la llegada de la independencia se evidenció un choque paulatino entre instituciones. El liberalismo cuestionó los postulados religiosos, especialmente los vinculados con la Iglesia Católica en la administración de la sociedad (Blanco, 1983; Osomo et al, 1994; Rivas, 2000 y Vargas, 1989). Blanco (1983) es contundente al afirmar que desde la consolidación de las ideas liberales, colocando como punto de inflexión la independencia de la corona española en 1821 hasta 1871, el poder era ejercido mayoritariamente por el clero a pesar de los intentos liberales por colocar sus intereses. Como muestra de ello, la autora afirma que durante este periodo el involucramiento de la Iglesia Católica en los espacios legislativos era evidente. De igual forma, se presentó la consolidación de elementos católicos a partir de un sincretismo con lo liberal, el carácter de Pontifica por parte de la Universidad de Santo Tomás refleja como en algunas ocasiones se integran ambas corrientes

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ideológicas (González, 2001), mientras que acciones tales como la abolición del tributo en 1835 evidencia por su parte, desencuentros entre instituciones (Blanco, 1983 y González, 2001 ). En esta disputa sobre la construcción estatal, Guzmán (2009) afirma que "[ ... ] en la década de los cuarenta (es decir, la década de 1840) se había promovido una gran reforma en materia de derechos, política social, educación y salud" (pág. 227). Dentro de las reformas señaladas por el autor (Guzmán, 2009) se encuentran la Constitución Política de 1844, la fundación de la Universidad de Santo Tomas en 1843, la fundación del Hospital San Juan de Dios en 1845, así como el Reglamento de Policías en 1849, entre otros. Rivas (2000) a través de las reflexiones que plantea en torno a la creación de la diócesis costarricense también profundiza en los inicios del enfrentamiento entre liberales y católicos. El autor afirma que las intenciones por dotar de jerarquía descentralizada a la Iglesia costarricense, provocaron -respecto a sus vestigios coloniales- una de las iniciales contracciones de la institución católica durante el siglo XIX. Al respecto, menciona que en 1850 se erigió la diócesis de Costa Rica, dotando así de descentralización a la Iglesia Católica, pero debido a las disputas con los liberales dicha estructura contó con una autonomía relativa. Es planteado de esta forma, ya que paralelo a la diócesis se promulgó la ley de Patronato, la cual sometía al Vaticano a designar de la terna de obispos previamente propuesta por el Estado a la persona encargada para la conducción de la diócesis (Rivas, 2000). Ante tales dinámicas, entrada la segunda mitad del siglo XIX las luchas por el poder entre liberales y clero atizaron sus expresiones. Dicho periodo es de especial importancia para el estudio, pues las acciones de los sectores liberales en contra del clérigo son más frontales respecto a las décadas anteriores. Blanco (1983), Osorno et al (1994) y Vargas (1989) afirman que las condiciones sociales para la llegada de la década de los setenta del siglo XIX

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representaron una crisis coyuntural para los católicos. Diferentes planos por donde se sustentaba el catolicismo habían sido censurados por los liberales. El Colegio Seminario, semillero de intelectuales católicos,

fue cerrado por

intereses liberales, el nombramiento de un obispo para ocupar la silla episcopal y por ende el liderazgo del clero, quedó al compás de espera del interés político liberal -reluciendo en esta acción el ejercicio de la anteriormente mencionada ley del Patronato-, situación a la que se sumó las disposiciones de la constitución de 1871 que limitó la acción católica a una esfera tan importante para la transmisión del dogma corno lo era la educación. En síntesis, las investigaciones consultadas plantean que para los albores de 1870 existió un punto crítico para el dominio de la Iglesia en el país, pues la lucha por ejercer el poder se inclinó a favor de los liberales. Al respecto, el siguiente sub-apartado procede a profundizar en el periodo que abarca de 1870 a 1900. 1.1.2.2. Consolidación del Estado costarricense

Las investigaciones sobre la conformación de la estructura estatal para el periodo 1871-1900 parecen proliferar en mayor medida, percibiéndose algún grado de consenso por parte de los autores en cuanto a que esta temporalidad constituyó una coyuntura clave respecto a la consolidación del Estado y su relación con otros actores, dentro de los cuales destaca la Iglesia Católica. De acuerdo con ello, cabe indicar que la consolidación del Estado costarricense pareció encontrar mayor solidez durante las décadas en la que se deprime el ejercicio del poder eclesiástico. Ante ello, Vargas (1989) afirma que durante este periodo, el Estado centralizó sus acciones con el fin de enfrentar a la Iglesia Católica. Se podría afirmar que la investigación de Vargas (1989) representa una de las principales pesquisas consultadas que discute la consolidación del Estado liberal costarricense; esto al plantear como objetivo central el realizar un análisis

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sobre las relaciones del Estado con la Iglesia Católica en el periodo de 1880 a 1895, logrando su cometido al estudiar entre otros aspectos, las leyes anticlericales emitidas por los liberales. Al respecto, el carácter municipal de los cementerios, la institucionalización del registro civil, así como la educación fueron algunas competencias de interés eclesiástico que pasaron a manos del Estado producto de las llamadas leyes anticlericales (Vargas, 1989). Uno de los principales puntos de discordia fue la educación, ya que el clero veía en ella un medio por el cual se instruía a las personas al dogma católico, situación que tampoco pasaron por alto los liberales y optaron por retraer de ella a la Iglesia (Vargas, 1989). La investigación de Vargas (1989) asegura que la Iglesia Católica frente a tal contienda se enfrentó al ejercicio del poder liberal mediante la conformación del partido Unión Católica. Dicho partido le llevó a disputar las elecciones de 1890. En este caso, los tintes católicos del país expresados a través del marcado afán religioso popular prevaleciente en el pueblo costarricense de la época, llevaron a la agrupación a un gane constitucional más no de facto; pues los liberales deslegitimaron su triunfo e inconstitucionalizaron a partir de 1895 mediante la reforma al artículo 36 de la Constitución Política- el acceso de agrupaciones políticas de corte religioso al Poder Ejecutivo (Blanco, 1983; Osorno et al, 1994; Vargas, 1989). Las investigaciones consultadas permiten entrever la existencia a partir de 1890 de una limitada acción clerical frente aquel 1821; es decir, el cometido de los liberales por reducir institucionalmente el papel de la Iglesia Católica cumple su objetivo. No obstante, durante las primeras décadas del siglo XX existieron criterios encontrados respecto a las dinámicas que se establecieron entre el Estado Liberal y la Iglesia Católica. Al respecto, Blanco (1983) sostiene que el liberalismo emprendió hasta 1940 un enfrentamiento directo contra el clero, mientras que Osorno et al (1994) expone que a partir de 1904 el actuar eclesiástico es menos

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directo y más pacífico. Al respecto, Vargas (2000) asegura que el poder de la

\g\esia Cató\ica se encontró amenazado durante \os \n\c\os de\ s\g\o ~' producto de las acciones emprendidas en su contra en las décadas de 1880 y 1890. Si bien no hay consenso respecto al accionar de la Iglesia y el Estado durante las primeras décadas del siglo XX, al menos los vacíos y

hallazgos

demuestran algunas características del periodo siguiente. Al respecto, la llegada de un nuevo Obispo en 1901, debido al fallecimiento de su antecesor Bernardo Augusto Thiel, disminuyó el carácter beligerante de la Iglesia Católica en cuanto a su accionar social (Osorno et al, 1994; Segreda, 1983). Por su parte, confonne transcurrieron las primeras décadas del siglo XX,

las tendencias liberales ortodoxas y reformistas asumieron el poder institucional, pugnando esta vez contra una diversidad de actores sociales. Ante tal panorama, la Iglesia Católica logró filtrarse formalmente de nuevo en la instituciona lidad costarricense a partir una compleja coyuntura en la década de 1940, situación que se procede a profundizar en el siguiente apartado. 1.1.2.3. Convergencia de ideologías en el tránsito hacia el Estado Reformista

Una de las investigaciones que permite estudiar la situación del clero durante las primeras décadas del siglo XX es la realizada por Aguilar C. Araya, J. Bermúdez, M. Bonilla, E. Guillén, K. (2001). Estos investigadores justifican su pesquisa por la vía del papel histórico que ha desempeñado la Iglesia Católica en la sociedad costarricense, pretendiendo analizar su discurso sobre el Partido Comunista en el auge del movimiento obrero nacional en un periodo de investigación que va de 1931 a 1948. Se refleja en la investigación mencionada, un discurso inicial de la Iglesia Católica que critica la intervención del comunismo en cuestiones sociales, pues la agrupación era considerada por los clérigos como mal de la modernidad (Aguilar et al, 2001). La investigación mencionada, evidencia como las organizaciones de izquierda lograron explotar la cuestión social en términos electorales, lo cual les

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permitió aglutinar un favorable caudal electoral para las elecciones de 1936 y 1940. Ante tal inesperado triunfo electoral, menciona Aguilar et al (2001) que el Estado junto con la Iglesia Católica toparon intereses, pues la crítica del comunismo hacia el capitalismo ponía en jaque ambas instituciones. De acuerdo con ello, resulta necesario prestarle particular atención al punto de convergencia que encontraron estas dos instituciones, pues ambas aliaron discursos durante la década de 1930 en contra del comunismo. En la investigación de Aguilar et al (2001) se expone como la llegada de Víctor Manuel Sanabria a la silla episcopal en 1940 incidió para colocar nuevamente en el escenario político-institucional a la Iglesia Católica. Dos son las razones por las cuales la investigación expone este supuesto: la primera es, que para Aguilar et al (2001) a partir de 1940 el clero predicó con mayor efusividad su doctrina social, lo cual como segunda razón le despertó del aparente letargo que atravesaba desde la muerte de Thiel en 1900. Ante tales acciones de la Iglesia, agrega Aguilar et al (2001) que en 1942 el presidente de turno Calderón Guardia anunció sus intenciones por formular las Garantías Sociales. La investigación menciona que "Calderón Guardia se basó en el pensamiento cristiano para su elaboración" (pag 188). La vía por la cual se asegura que Calderón Guardia se sustentó en referentes cristianos, se debe a que el fundamento de tales reformas partieron del Código Social de las Malinas y las encíclicas papales Rerum Novarum (1891) y Quadragesimo Anno (1931) (Aguilar et al, 2001; Segreda, 1983). Al respecto, los sectores comunistas lejos de cuestionar las acciones gubernamentales

las entendieron

como cristalización de sus

demandas,

especialmente las exigidas en la década de 1930. Mientras que los religiosos encontraron la coyuntura política necesaria para regresar al ejercicio institucional del poder previo a las disposiciones de las leyes anticlericales del siglo anterior. Si bien a lo interno de la naciente burguesía industrial se extendió una crítica al

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gobierno de Guardia, el desagrado de las acciones fueron por parte de la naciente burguesía asociada al capital industrial, ya que hasta el Papa aplaudió las acciones de Calderón Guardia para 1942 (Molina, 2008). Como se evidenció en la exposición de resultados, el ángulo abordado para el estudio de las investigaciones pretendió reflejar el carácter de cercanía existente entre el proyecto liberal y la Iglesia Católica. Ambos proyectos divergen en apariencia, aunque sus nexos en tanto legitimidad del orden social les hizo converger por estrategia política. En cuanto a la Iglesia, su influencia a través del legado colonial no logró ser removido de la mentalidad costarricense con la llegada de las ideas liberales. Por el contrario, la Iglesia acudió a lo religioso popular existente en el lenguaje cotidiano del pueblo costarricense para ejercer presión cuando sus intereses se encontraban amenazados frente a los postulados liberales. Por su parte, los liberales en función de las coyunturas a su favor replegaron el dominio de la Iglesia en lo social, pero con alguna tonalidad de matices, pues como se expresó líneas atrás, sus acciones convergían y coexistían con los postulados religiosos católicos. Una de las acciones que debe prestarse mayor interés es la acontecida en los primeros años de 1940, la cual si bien responde al movimiento de las estructuras de producción que pedían la intervención del Estado en lo social, los actores que en primera entrada favorecían tal intervención estatal provenían de la histórica pugna señalada: los liberales junto a la Iglesia católica, sumados por los comunistas. Además de la alianza entre estos sectores, es de señalar los fundamentos de las Garantías Sociales de 1942, los cuales presentan postulados de la doctrina social de la Iglesia Católica. Ante ello, se vuelve al punto de partida donde se afirma que el Estado, a través de los sectores liberales, convergió con un actor que en apariencia era su contrario, la Iglesia Católica.

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Los planteamientos del párrafo anterior cobran vital interés para el Trabajo Social en la medida que se comprende su génesis a la luz del accionar estatal reformista. Es por ello que si el contexto que originó a la profesión se encontró marcado al son de ideas liberales y religiosas, estas determinan de alguna manera los referentes primigenios tanto de la formación como del ejercicio profesional. Al presentarse la construcción del aparato estatal previo a la fundación de la primera Escuela de Trabajo Social en 1942 (denominada para entonces Escuela de Servicio Social), resulta oportuno profundizar en las acciones emprendidas durante este mismo periodo. Tal ejercicio pretende analizar las particularidades que estas acciones primigenias a la política social encierran, pues de alguna manera serán heredadas por la profesión, influyendo así de alguna manera en su génesis. 1.1.3. Carácter de las acciones

emprendidas para intervenir en

las

expresiones iniciales de cuestión social

El apartado anterior permitió evidenciar la coexistencia de postulados liberales junto a ideologías religiosas de corte católico, las cuales en determinadas coyunturas convergieron y se distanciaron durante la construcción estatal. En el presente apartado,

se procede a exponer los aspectos referidos a los

antecedentes de la política social. La idea de plantearlo en estos términos tiene una doble intencionalidad. Por un lado encierra un componente metodológico de exposición, pues una vez planteado el abordaje sobre hallazgos de la institucionalidad costarricense -tal como se pretendió hacer en el apartado anterior- lo siguiente es presentar, al compás de dicha construcción estatal, los fundamentos de las acciones dirigidas a la cuestión social, como se verá en la exposición de hallazgos, estos representan los antecedentes de lo que hoy se conoce como política social. La política pública, pero en especial la política social representa una de las vías por las cuales históricamente el Trabajo Social ha logrado asumir un carácter

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de legitimidad social. Es por ello, que se ha optado por voltear la mirada durante este apartado a las formas primigenias de la política social, pues al intentar estudiar los primeros años de la profesión es oportuno mirar las anteriores rutas construidas para intervenir en lo social. 1.1.3.1. Sectores involucrados en el abordaje de la cuestión social Barrantes et al (1995) afirma que durante el periodo de 1890 a 1930, el Estado no asumió directamente la intervención en lo social, sino que delegó dicho accionar en diferentes organizaciones, dentro de las que se encuentran los sectores burgueses y agrupaciones religiosas. Tal afirmación da cabida a los planteamientos de Briceño et al (1998), quien asegura que durante el abordaje de la cuestión social convergieron diferentes actores. En cuanto a ello, Aguilar et al (2001) afirma que la cuestión social, objeto de intervención años más tarde de la política social, fue llevada a la esfera pública gracias a la Iglesia Católica; institución que según el autor, se interesó por las condiciones de vida de las personas. Por su parte, gracias a las investigaciones de Barrantes et al (1995), Botey (2012), Briceño et al (1998), Molina (2009) y Rojas (2007) se deja entrever como la élite costarricense también intervino en esta materia. Si bien se menciona la convergencia de diferentes actores en el proceso de intervención social, estos parecen no salir del cuadrante que se circunscribe entre el Estado y la Iglesia Católica. Son entonces oportunos los argumentos de Barrantes et al (1995) al afirmar que estas dos instituciones operaron la intervención de lo social, en donde precisa Briceño et al (1998) al afirmar que la beneficencia eclesiástica y filantropía oligárquica convergieron en lo que hoy se conoce como política social. En cuanto a la Iglesia Católica se refiere, es de señalar el papel de las Juntas de Caridad en el abordaje de lo social. Guzmán (2009) afirma que desde el decreto emitido en 1837 se constituyó el Fondo de Caridad con el fin de recoger

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limosna durante la misa, destinada para la asistencia de hospitales y centros de enfermería. Aunque a raíz de su precario impacto se fundó la Junta de Caridad de San José. Es importante destacar el señalamiento que hace el autor (Guzmán, 2009) respecto a lo que llama el rapto estatal de la concepción cristiana de caridad. Según Guzmán (2009) el Estado tomó el término para secularizarlo y sin representar -en apariencia- contradicción, convergió con la ética cristiana al punto de incorporar dicha expresión en la institución más importante en Salud Pública del país, la ya mencionada Junta de Caridad. A pesar de lo particular que resuena denominar organizaciones estatales mediante vocabulario católico, parece que tal aspecto se mueve dentro de la institucionalidad de la época con algún grado de naturalidad. Aunque cabe señalar que no son todas las instituciones estatales las que son denominadas de esta forma, sino particularmente las referidas a la intervención en lo social. Ante ello, según la investigación de Brenes, M. Mejia, E. (1991) en 1870 se creó la Cartera de Beneficencia, la cual conjugó este tipo de vocabulario para designar el nombre de una instancia ejecutiva destinada a la administración de hospitales, casas de refugio y maternidad, junto con algunas medidas sanitarias. Dicha Cartera fue suprimida en 1927 para suscribir sus acciones a la Subsecretaría de Higiene y Salud Pública -lo que hoy se conoce como Ministerio de Salud-. Las acciones no quedaron en un plano nominal, pues personas vinculadas con la Iglesia Católica solían ejecutar tales acciones. La Sociedad de Señoras de la Caridad de San Vicente de Paul parece jugar también un papel importante en lo que se refiere a intervención social, pues asumían áreas que años más tarde cobijaría el Estado bajo la política social. Dentro de los espacios asumidos se mencionan el Hospital San Juan de Dios, el Hospital Lazareto, Manicomio, el Hospicio de Huérfanos de Cartago, el Hospicio de Huérfanos de San José, el

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Centro Penitenciario el Buen Pastor; casas de refugiados entre otros (Brenes, M. Mejia, E, 1991; Briceño et al, 1998; Guzmán, 2009; Rojas, 2007). Barrantes et al (1995) al igual que Briceño et al (1998) aseguran que la caridad fue el medio que dio sustento económico para la manutención de estas acciones, mientras que el apoyo del Estado a través de la Cartera de Beneficencia se dio mediante decretos o exoneraciones más no como resultado de un actuar sistemático. Para lo cual, los turnos junto a las donaciones privadas representaban uno de los mecanismos por los cuales las organizaciones religiosas también recaudaban dinero (Briceño et al, 1998). Frente a este argumento se visualiza una de las afirmaciones de Barrantes et al (1995) en donde plantea que"[ ... ] el Estado se autodefine como maestro que guía el camino para las acciones resolutorias de los pobres, pero no es trabajador

social, esta labor la delega a organizaciones privadas de beneficencia como es el caso de las Damas de la Caridad de la Sociedad de San Vicente de Paul [ ... ]" (pág.87). Afirmación que encuentra sintonía con los argumentos de Briceño et al ( 1998) en cuanto a que la Iglesia condensaba la acción social del Estado. Aunque, tal como se indicó, esta labor no recae exclusivamente sobre las organizaciones religiosas sino también sobre otros sectores, siendo los grupos de maestros y maestras organizadas uno de ellos. Este grupo de

profesionales

se

encontraban

en

contacto con

la

pauperización de los sectores trabajadores, a raíz de sus espacios laborales. El papel que jugaron en la lucha contra la anquilostomiasis da muestra de ello (Malavassi, 2001). No es casualidad que precursores de la junta fundadora del Patronato Nacional de la Infancia sean reconocidos maestros y maestras costarricenses, dentro de los que destaca Luis Felipe González Flores y María Isabel Carvajal -Carmen Lyra- (Brenes, M. Mejia, E., 1991 ). Otros de los grupos que intervinieron en la cuestión social previo a las acciones sistemáticas del Estado, fueron grupos de la élite costarricense. Las investigaciones analizadas en el estado del arte, aportan una concepción de

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intervención social mediante la cual los sectores burgueses del país se involucraban a partir de intereses diversos en organizaciones de beneficencia y/o filantropía, tal como es el caso del programa Gota de Leche (Botey, 2011 ). Briceño et al (1998) asegura que la beneficencia sirvió como medio de promoción

social

para los sectores pertenecientes

a la élite del

país,

caracterizándose como un elemento de prestigio. Afirmación que respalda en alguna medida Rojas (2007) al identificar en la beneficencia un margen de distinción social y Botey (2011) al estudiar las acciones emprendidas en torno al programa la Gota de Leche. 1.1.3.2. Convergencia de fundamentos ante la intervención en lo social

En su mayoría, los fundamentos que prevalecieron en las organizaciones destinadas a la intervención en lo social, no tenían posiciones asimétricas respecto a las otras, es decir las acciones de corte liberal compartían paralelismos con las religiosas, generando de esta manera una especie de coexistencia de la moral cristiana con el modelo higienista propio de los preceptos liberales. Tal y como se indicó en el primer apartado, ya se reflejaba una coexistencia entre postulados liberales y religiosos en la conformación estatal. Estas dos instituciones si bien mantuvieron un carácter de pugna, encontraron de igual manera puntos de convergencia; y en lo que refiere a la intervención en la naciente cuestión social parece no ser la excepción. Dentro de los acciones que desarrollaron los liberales en el campo social se encuentra el modelo de higiene social, según palabras de Barrantes et al ( 1995) "[ ... ] coincide con las bases del modelo moralizador de la Iglesia, los cuales canalizan esfuerzos mediante la beneficencia" (pág. 79). El punto de encuentro que propicia el tema de la niñez hace coincidir e incluso ampliar la investigación de Botey (2011) con lo expuesto por Barrantes et al ( 1995) en cuanto a las características que este tipo de actuar encerraron ante la cuestión social.

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Botey (2011) expone que a través de la prensa religiosa se evidencia la situación que enfrentó la niñez en cuanto a tasa de mortalidad se refiere, y a partir del interés de mujeres provenientes de sectores burgueses con carácter religioso, se impulsaron políticas a favor de la niñez, como es el caso del programa la Gota de Leche. Este programa consistía en un subsidio alimenticio para las madres que no tenían recursos para alimentar a sus infantes. Resulta de especial interés lo planteado por la investigadora en cuanto a la conformación de la organización, pues asegura que esta se encontraba integrada por mujeres con trayectoria en beneficencia social, pertenecientes a la élite costarricense. Botey (2012) al igual que Barrantes et al (1995) y Brenes, M. Mejla, E. (1991) hace mención a las proto-forrnas del Trabajo Social en su investigación, pues agrega que estas mujeres de la élite visitaron las casas de las personas que se beneficiaban de la Gota de Leche, bajo la denominación de visitadoras sociales. Para la investigadora (Botey, 2012), esto constituye el paso previo a la profesión, a lo que cabe señalar que la investigación de Casas (1975) también utiliza el término para designar antecedentes del Trabajo Social en el país. Por su parte, este grupo que actuó bajo la Gota de Leche partió de los referentes de la Iglesia Católica para emplear mediante sus acciones un discurso moralizante sobre las condiciones de vida de los sectores con los que intervenían. Agrega Barrantes et al (1995) que el contexto de la intervención en lo social se caracterizó por el "[ ... ] desarrollo de mecanismos consensuados, mediante beneficencia implementada por mujeres basadas en la moral cristiana" (pág. 67). Cabe señalar que a la llegada de la década de 1940 se desarrolló un accionar en cuanto a política social mayormente articulado. Esto debido a las reformas en materia social, política y económica que asume el Estado. La administración de lo social, antes a cargo de organizaciones caritativas y de beneficencia pasó a manos del Estado Reformista.

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Lo que se puede apreciar a partir de los elementos presentados es la intervención tanto de la Iglesia como de la burguesía en la cuestión social. Ante ello son recurrentes los argumentos que colocan a la Iglesia Católica como portavoz inicial de la cuestión social, la cual intervino junto a sectores burgueses mediante la beneficencia y la filantropía. De acuerdo con ello, es válido asegurar que la contradicción entre la estrategia racional positivista y la evangelizadora, es solo una aparente antítesis. La situación que conduce a un abordaje de lo social por parte de estas dos instancias se debe a la particular forma en la que se consideraba el accionar estatal. De esta forma, mediante el postulado laizzer faire el Estado no se involucraba de forma sistemática y articulada en la creciente pauperización de los sectores trabajadores. Como mencionan las investigaciones, el Estado era una especie de guía que direcciona, más no condicionaba la intervención en la cuestión social. Las características de las instancias suelen converger entre referentes de la Iglesia Católica y los postulados liberales, una especie de analogía con la forma en que se constituyó el Estado costarricense desde su independencia hasta la década de 1940. Lo que resulta de igual interés son las particularidades de género y extracción económica de las personas que se vincularon con Ja organización de la beneficencia y la filantropía. En cuanto a esto último, el resultado del análisis de las investigaciones caracterizó de manera tendencia! a un sector de mujeres de extracción burguesa como las encargadas de operar las instancias de caridad y filantropía. Las cuales sin ningún problema aglutinaban la moral cristiana con los preceptos liberales, a la vez que reproducían una particular forma de ingresar a la vida pública. Al plantear algunos antecedentes por los cuales se circunscribió el actuar profesional bajo el nombre de Servicio Social, se procede a exponer el análisis de los hallazgos correspondientes al origen de la profesión en el país, recuperando en el entramado histórico -material, político e ideológico- que pauto su actuar.

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1.1.4. Determinantes en el origen y reproducción del Trabajo Social costarricense

En

ta presente exposición de resultados, se planteó en un primer apartado

lo vinculante con la conformación del Estado costarricense paralelo a las implicaciones del naciente proyecto liberal. Por su parte en un segundo punto, se expusieron los resultados del análisis de investigaciones que abordaron las estrategias de intervención en la cuestión social previa a las acciones cobijadas por la política pública y la política social. A partir de ello, se pretende recuperar bajo el presente apartado las pesquisas que plantean la génesis de la profesión a nivel nacional en suma con algunas elaboraciones sobre su actuar profesional. Como se mencionó al cierre del apartado anterior, lo medular en esta exposición es evidenciar los planteamientos que

recuperan

las

primeras décadas del Trabajo

Social

costarricense (denominado en aquel momento Servicio Social); precisar sobre los vínculos con la Iglesia Católica, serán algunas de la angulaciones que el apartado pretende contemplar. En esta línea se puede afirmar que asimétrico y diverso son adjetivos que describen las particularidades que caracterizan las pesquisas consultadas sobre el estudio de la génesis y reproducción de Trabajo Social costarricense. Es por ello que se presta particular atención a los documentos analizados que mencionan no solo el actuar profesional a nivel institucional en términos históricos, sino también elementos relacionados con su génesis y reproducción. 1.1.4.1. Elaboraciones sobre la comprensión del Trabajo Social

En las investigaciones consultadas, dos de ellas plantean una lectura de la génesis de la profesión como objeto de estudio, pero será el único punto de encuentro que ambas encierran, pues sus postulados son diametralmente distintos.

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Por un lado Casas (1975) entiende el origen de la profesión a partir de una acción tecnificada para abordar la desigualdad históricamente producida. Mientras que en contraposición a ello, Esquive! (2003) plantea la génesis de la profesión a través de la desigualdad estructural producida por la sociedad de clases capitalista, y el requerimiento de los sectores dominantes para intervenir en materia social. Los referentes teóricos que subyacen en la investigación de Casas (1975) llegan a través de una corriente emergida en el seno del Trabajo Social denominada

reconceptualización;

desde

la

cual

se

intentaron

plantear

perspectivas latinoamericanas de la profesión. Por su parte, Esquive! (2003) se sustenta en el debate de corte histórico-critico, adscrito a la tradición marxista y originario del cono sur de América Latina. Al profundizar en lo que plantea Casas ( 1975), el carácter técnico del Trabajo Social es lo que diferencia esta profesión respecto a cualquier intento por intervenir en la desigualdad social. En palabras del autor " [ ... ] la base legal del Servicio Social en América Latina, como actividad organizada fuera de la familia, se remonta a las Leyes de Indias promulgadas entre 1500 y 1542" (pág. 20). Paralelo a ello, hace mención sobre lo que denomina el espíritu de la profesión, el cual para el autor se puede encontrar en figuras caritativas, especialmente durante el periodo colonial. Dentro de los aspectos que resultan de particular interés para este análisis de antecedentes, se encuentra el breve recorrido que plantea el autor respecto a la historia contemporánea, especialmente la costarricense, pues en sus palabras "El Servicio Social es producto de una interrelación de variables económicas, sociales y culturales" (pág. 72). Si bien Casas (1975) coloca el origen profesional a partir de una acción tecnificada de cualquier accionar en lo social, Esquive! (2003) lo coloca a partir de las carencias propias del orden burgués y las secuelas necesarias de los procesos que se presentan en la constitución del capitalismo. Agregando ante ello que un

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elemento exclusivo del capitalismo origina el escenario donde se coloca el actuar del Trabajo Social: la cuestión social. Ampliando en ello, Esquive! (2003) agrega que la profesión se encuentra aprehendida como un subproducto de la síntesis de los proyectos políticoeconómicos, los cuales operan en el desarrollo histórico donde se produce material e ideológicamente la formación de la clase hegemónica. Ante lo cual emerge la profesión cuando el Estado debe dar respuesta a la cuestión social. Fallas (2010) al plantearse como meta de estudio el análisis sobre los fundamentos teórico-metodológicos que subyacen en la profesión durante 19421970 transita por algunas de las discusiones que sostienen Casas (1975) y Esquive! (2003). A pesar de ello, sus adscripciones teóricas y metodológicas sobre la génesis profesional encuentran sintonía con Esquive! (2003). Profundizando en ello, plantea Fallas (2010) que el Trabajo Social fue reproduciéndose en el país como "profesión articulada a las formas en las que la cuestión social y el Estado se constituían a partir de las transformaciones en los patrones de producción y acumulación a nivel nacional" (pág. 148). Es por lo tanto válido afirmar que ambos autores comparten una óptica teóricamente similar respecto a los determinantes del Trabajo Social. Aunque las producciones mencionadas distan entre ellas, especialmente la de Casas (1975) respecto a Esquive! (2003) y Fallas (2010), las tres visualizan el análisis de la institucionalidad costarricense como espacio que determina la reproducción profesional. 1.1.4.2. Génesis y reproducción del Trabajo Social costarricense, sus posibles vínculos con la Iglesia Católica

Los elementos referidos al actuar del Estado costarricense en materia social, junto a los planteamientos del proyecto político hegemónico representan,

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según las investigaciones, aspectos medulares para la comprensión de la génesis y reproducción del Trabajo Social costarricense. Esquive! (2003) afirma que es solo mediante la aprehensión histórica de la cuestión social, sus manifestaciones e intervención que ha hecho sobre ellas el Estado Liberal, se logra profundizar en el conocimiento del Trabajo Social en Costa Rica. Fallas (201 O), en consonancia con tales afirmaciones, agrega que es justo en el momento en que el Estado intervino a partir de los años cuarenta en las expresiones de la cuestión social, que se logra visualizar elementos que pautan la génesis profesional. De igual forma, Esquive! (2003) agrega que la profesión apareció con el reformismo, que mediante la conjugación de la Iglesia Católica, el comunismo y socialcristianismo establecen una plataforma para dar paso a las demandas de cuadros técnicos que intervinieron en la cuestión social. En esa misma línea plantea Fallas (201 O) el carácter de profesión del Trabajo Social, hasta la llegada de un marco reformista estatal, pues "[ ... ] es aquí, donde el Estado asume de forma sistemática el intervencionismo en concordancia con la racionalidad estatal desarrollada en los países del capitalismo central[ ... ]" (pág. 204). La importancia de las acciones estatales para el origen del Trabajo Social también es mencionado por Campos Campos l. Molina, E. Molina, L. Romero, C. Ruiz, A. (1977) y Araya, R. Calderón, M. Chinchilla, J. Vega, C. (1986) en sus investigaciones. Estas producciones si bien no estudian la génesis y reproducción del Trabajo Social, afirman que la institucionalidad desarrollada durante el Estado Reformista configuro los espacios de acción profesional. Por su parte, Casas (1975) reflexiona en su investigación sobre el actuar institucional y los primeros años de la profesión, el cual lejos de explicitar el origen profesional a partir del Estado Reformista, omite un análisis sobre las condiciones estructurales que dan pie a la constitución profesional. La investigación de Rojas (2007) también permite evidenciar los nexos entre el origen profesional y su actuar institucional. Si bien la autora no coloca el

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desarrollo del Trabajo Social a partir de los elementos estructurales que le conceden su origen, deja entrever el accionar profesional a partir de la fundación de servicios sociales en algunos centros de salud del país, los cuales se desarrollan en el marco del proyecto reformista. Planteados algunos elementos que originaron la demanda de un cuadro tecnificado de profesionales que intervinieran en la desigualdad social a partir de un actuar institucional, se procede a exponer los hallazgos de las investigaciones que refieren al origen de la primera Escuela de Trabajo Social. En cuanto a ello, el primer Trabajo Final de Graduación que se logró ubicar en esta línea fue el planteado por Mora (1968), quien describe desde el sentir de la época, aspectos que determinan el origen de la Escuela de Trabajo Social. Se

expone de la forma

anteriormente

mencionada,

ya

que

sus

apreciaciones colocan a Héctor Beeche -fundador del centro de estudio en 1942junto al sacerdote Herrera -director de este centro por aproximadamente 25 añoscomo actores claves para su origen y desarrollo. Aunado a estos, la investigación de Casas (1975) también recupera planteamientos como los de Mora, es decir no logran colocar el origen de la Escuela fuera de sí misma. Ante el carácter endógeno de lo planteado por las dos investigaciones arriba mencionadas, advierte Esquive! (2003) que no es la fundación de la Escuela la que legitima la formación, sino las demandas institucionales a partir de un actuar estatal que interviene en lo social. Dentro de los elementos que sientan la formación profesional, este autor reconoce como medulares el apoyo estatal en el ámbito privado para subsidiar la fundación de la Escuela, el carácter de género que existió de forma dual en tanto mujeres se inscriben y hombres a partir de profesiones hegemónicas -Medicina y Derecho- imparten lecciones pero particularmente señala los vínculos tanto teóricos como ideológicos presentes en la doctrina religiosa y el razonamiento positivista.

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En cuanto al fundamento teórico metodológico del Trabajo Social durante los primeros años de actuar, la investigación de Fallas (2010) es exhaustiva al respecto. La autora plantea que la reproducción teórica en la profesión estuvo vinculada a la reproducción de las relaciones sociales, su impacto en la estructura estatal y la política social. Ante ello, vale señalar el carácter ideológico que subyace en la profesión, al ser una que tendencialmente responde al Estado y su proyecto hegemónico. Los dos párrafos anteriores concuerdan con lo referido al contenido ideológico-político que da origen a la profesión y pauta su formación. Fallas (2010) amplía al respecto, al asegurar que los fundamentos teóricos metodológicos de 1942 a 1970 manifiestan una articulación de la Escuela con las demandas del desarrollo del proyecto capitalista a nivel estatal. Ante ello, los nexos del Estado con la Escuela durante los primeros años de formación son profundizados por Esquive! (2003). Este autor plantea que producto de los acuerdos entre el Estado y la Iglesia Católica en la década de los cuarenta, se llegaron a nombrar como docentes personas de sus propios grupos (para este periodo se nombraron abogados, médicos y sacerdotes) e incluso como se ha planteado, un representante de la Iglesia Católica fue director de la Escuela por aproximadamente 25 años. Al respecto, Esquive! (2003) excluye la influencia de la Iglesia Católica en la Escuela de Trabajo Social. Su razonamiento se formula a partir de la afirmación sobre la influencia teórica de la profesión, ya que al entrar por la vía del Social Work

norteamericano de

carácter protestante,

aparentemente

excluye al

catolicismo. A pesar de esta afirmación, el autor destaca la herencia intelectual marcada por la doctrina social de la Iglesia, que se sustenta en el neo-tomismo. Secundando la afirmación, Fallas (2010) asegura que el catolicismo no fue determinante para la construcción del fundamento ideológico o teórico de la Escuela, como sí sucede en las universidades pontificias de América del Sur.

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A pesar de ello, Retana (2002) afirma que la dirección de la Escuela a través de un sacerdote establece para la formación una cierta orientación ideológica-política con perspectiva social-cristiana de reformismo social, la cual se da con el fundamento de las encíclicas papales y el pensamiento filosófico de dichos representantes. A manera de cierre del apartado, es válido indicar que el análisis de las investigaciones consultadas evidencian reducidas pesquisas sobre el origen de la profesión en Costa Rica, en tanto desarrollo profesional y formación académica, subrayando en las existentes, un carácter de diversidad teórico metodológico. En cuanto al sustento teórico para posicionarse sobre el significado del Trabajo Social se presentan dos tendencias. Hay quienes la colocan como la tecnificación de cualquier acción relacionada con la intervención social, mientras otras producciones lo entienden a la luz del desarrollo del sistema capitalista y sus vinculaciones con el abordaje estatal de la denominada cuestión social. Es de subrayar que no todas las investigaciones se posicionaron respecto a una comprensión del Trabajo Social. Dentro de los puntos de encuentro de las investigaciones se puede mencionar el origen profesional a partir de la llegada del Estado Reformista. A pesar de que no todas las producciones lo colocan bajo la misma óptica. Ante ello, existe en mayor medida quienes lo visualizan sin una comprensión de elementos estructurales que determinan la existencia del Estado Reformista, mientras otras investigaciones lo plantean a la luz del modelo de producción del capital internacional, y sus repercusión en la esfera estatal. Se evidencian investigaciones que ubican en la alianza de Calderón Guardia-Iglesia Católica-Partido Comunista los precedentes que marcan la reproducción del Trabajo Social en tanto primeros esfuerzos sistemáticos del reformismo en Costa Rica. Mencionan las investigaciones que gracias a este vínculo de actores se llevaron a cabo las reformas sociales que impregnan de otro ritmo la institucionalidad costarricense. Ante ello, es a través de las mencionadas

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reformas sociales donde el Trabajo Social encontró un importante caudal de reproducción profesional. Una vez presentado el estado del arte, se procede a exponer en un apartado final el análisis al que conduce este proceso de consulta de antecedentes. Dicho apartado de cierre pretende aprehender el conjunto de las reflexiones desarrolladas a lo largo de este ejercicio académico. 1.1.5. Conclusiones del estado del arte Dentro de los hallazgos de este proceso se expusieron los vínculos existentes durante la construcción de la institucionalidad costarricense entre la Iglesia Católica y el proyecto liberal. Si bien desde la llegada del capitalismo los liberales lucharon contra la legitimidad social que poseía la Iglesia Católica, ambos sectores mantuvieron sus diferencias, lograron en ocasiones converger ante intereses político-económicos. La conformación de la estructura estatal desde el siglo XIX hasta mediados del XX da muestra de ello, aunque la coyuntura de 1940 contempla en mayor medida tales vinculaciones. En ella, el carácter de convergencia se ubica a partir de la alianza entre el Gobierno de Calderón Guardia junto a la Iglesia Católica y con los comunistas, alianza que dio pie a las mencionadas reformas sociales. El legado colonial contenido mediante el ejercicio del poder de la Iglesia Católica explica, a partir de las investigaciones consultadas, parte de la legitimidad social de la institución. La mentalidad costarricense construida al son de explicaciones del catolicismo popular es una de las estrategias que dio viabilidad a los referentes católicos frente a la pugna liberal. Al respecto, las investigaciones consultadas sugieren que el discurso religioso se encontraba a tono con el marco explicativo que manejaba la sociedad costarricense del siglo XIX y primera mitad del siglo XX, contrario a lo sucedido con las elaboraciones planteadas por el discurso cientificista de los sectores

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liberales. Lo que implica mayor viabilidad de las acciones que entraban por la vía de lo religioso popular. Ante lo señalado, vale indicar que la convergencia de postulados también se hizo evidente por estos medios, ya que los liberales permearon sus ideas higienistas a través de las acciones desarrolladas por los grupos religiosos, y tal como se procedió a exponer, también los postulados del clero católico se reprodujeron en las acciones liberales. En cuanto a las intervenciones de corte liberal, vale indicar que estas aglutinaron el discurso higienista a la vez que coexistió con la moralización de la cuestión social proveniente de la Iglesia Católica. Quienes integraban estos espacios solían ser mujeres vinculadas a los sectores burgueses amparadas en una base organizativa de carácter católico. Dentro de los postulados que motivaron las acciones en esta línea, se encontró la intención de dichos sectores por ostentar mediante la beneficencia y filantropía, ya que afirmaban su identidad de clase al diferenciarse de los sectores pauperizados. Resulta interesante visualizar la reproducción de roles de género a partir de estas organizaciones, pues a pesar de existir matices que re-significaban el género, en su mayoría las acciones encerraban aspectos vinculados con una feminidad pensada a partir de la maternidad y la familia tradicional. Con lo expuesto a este punto del análisis es válido señalar que las acciones vinculadas con lo social, realizadas durante el periodo liberal transitaron entre postulados religiosos y liberales, llegando al punto de convergencia entre ambos. Ante estas tendencias de actuar en lo social, el Estado se colocó como una especie de guía que direccionó, más no condicionó la intervención en la naciente cuestión social. Si el anterior argumento se matiza con las expresiones de intervención social previo a la consolidación del proyecto reformista, se profundiza respecto a la influencia religiosa en dicha estructura estatal. Al hacer un recuento de las organizaciones de corte católico durante el periodo liberal, estas a partir de 1940

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formarán parte del Estado costarricense a través de la política pública, y sus diferentes expresiones en la política social, política de salud y política de justicia. Ante ello, las investigaciones consultadas identifican, a pesar de la divergencia teórica que las sustenta, un accionar del Trabajo Social determinado por la estructura estatal y su necesidad por abordar la desigualdad social originada por el capitalismo. El análisis de antecedentes plantea que es la estructura estatal a partir de la dinámica del capital la que determinó en alguna medida el actuar, al menos en los primeros años, del Trabajo Social costarricense. Es por ello que si la estructura estatal a partir del proyecto reformista se encontró aparencialmente sustentada por postulados de la doctrina social de la Iglesia Católica, en conjunto con una institucionalidad que aglutina vestigios liberales permeados por el accionar católico, es válido suponer que la profesión transitó y se reprodujo por estructuras movidas al son del sistema capitalista pero impregnadas de ideales socialcristianos. En cuanto a ello, las investigaciones no han ahondado en esta materia, lo discuten a partir de su recurrencia con otros objetos de investigación. Quienes lo han abordado no niegan la existencia de la influencia religiosa en el Trabajo Social, más no lo equiparan al nivel de lo sucedido en los países del Cono Sur del continente americano. Agregan que la influencia a nivel nacional se encuentra determinada al menos hasta la década de 1970 por el social work norteamericano, que encierra un referente de protestantismo más que del catolicismo, incluso junto al social work

se mencionan los nexos con

la

social democracia y organismos

internacionales. Ante ello, las investigaciones no niegan la influencia religiosa para el caso de la formación profesional, en especial al tener un representante del clero como director de la primera Escuela de Trabajo Social por aproximadamente 25 años.

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Ante ello, fue Francisco Herrera el responsable de asumir la dirección de la Escuela por el periodo mencionado, pero lo que es importante de señalar es que Monseñor Víctor Manuel Sanabria fue quien lo envió al extranjero, junto a otros sacerdotes para cursar estudios en Ciencias Sociales (Malina, 2008). Las investigaciones que mencionan la gestión del sacerdote Francisco Herrera en la Unidad Académica establecen que sus acciones se circunscribieron en la línea del Social Work norteamericano, más que un llamado a insumos escolásticos (Esquive!, 2003). A pesar de ello, las investigaciones consultadas no recuperan las mediaciones estatales que llevaron al sacerdote a la dirección de la Escuela, e incluso poco problematizan sobre cómo las relaciones del Estado con la Iglesia Católica son las que inicialmente determinaron vías por las cuales se reprodujo la profesión, tal como lo son las reformas sociales del primer cuatrienio de 1940. Ante ello, a modo de síntesis se puede asegurar que el accionar de la Iglesia Católica permeó las estructuras estatales desde la llegada del capitalismo, y sus postulados liberales, generando de parte del primero, discursos sobre el accionar político y social de la época. Su actuar institucional se traduce a través de la influencia que alcanza en la esfera estatal y en los espacios de accionar social, los cuales vale señalar pasaron a manos del Estado durante la consolidación del proyecto reformista a partir de la segunda mitad del siglo XX. Uno de los aspectos cumbres del actuar católico se encuentra en el declive de sus acciones durante la década de 1880, pero a través de diversas estrategias lograron volver al escenario institucional en 1940, donde fundieron intereses predominantemente con un extremo de los sectores reformistas. Ante ello, tal como indican las discusiones teóricas al respecto,

colocar la génesis y

reproducción del Trabajo Social costarricense ante las demandas del proyecto reformista, pone en manifiesto la relación entre las estructuras institucionales y la Iglesia Católica, y en ese escenario resulta válido esbozar las relaciones del clero con el Trabajo Social.

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A partir de los mencionados planteamientos se sustenta el interés de la investigación, pues el Estado y la Iglesia Católica anudaron relaciones que direccionaron la institucionalidad costarricense edificada en la convulsa década de 1940. Dicha dinámica se sumó a una serie de elementos que determinaron la génesis y reproducción de una profesión como el Trabajo Social, la cual tendencialmente se inscribe en dicha dinámica. De esta manera, la angulación planteada para examinar las relaciones de la profesión con la Iglesia Católica no ha sido explorada, por lo que quizá la contribución de la presente investigación se encuentre en formalizar el debate respecto al papel de la Iglesia Católica en los primeros años del Trabajo Social costarricense.

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1.2. Planteamientos y delimitación de la investigación 1.2.1 Planteamiento de la pregunta de investigación y objeto de estudio La contribución de la consulta de antecedentes se encuentra en los trazos aportados respecto a una posible ruta por la cual aproximarse al análisis de las mediaciones entre la Iglesia Católica y el Trabajo Social costarricense. La premisa básica que de allí surgió para acercarse al estudio en cuestión, fue comprender la profesión a través del significado que adquiere en la institucionalidad del país durante la fase de maduración del sistema capitalista, momento en el cual la Iglesia Católica parece asumir relativa preponderancia en términos

institucionales.

Desentrañar esta

premisa en

tanto

coordenada

metodológica para la investigación, se intentará conseguir a través de los siguientes planteamientos. Para proceder con tal intención, se debe iniciar el recorrido abordando los resultados concernientes al análisis de las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica. Dicho análisis evidenció vínculos entre las dos instituciones, a pesar de enfocar por cuestiones metodológicas la atención en dos aspectos particulares: el ejercicio del poder institucional a través del Estado y las estrategias de intervención ante la naciente cuestión social. En cuanto al poder estatal se refiere, las leyes emitidas para contrarrestar el dominio de religiosos en la esfera social junto a las disputas electorales por el Poder Ejecutivo, representaron una síntesis sobre la divergencia de intereses evidenciada durante la segunda mitad del siglo XIX. Para efectos del presente estudio, es vital señalar los puntos de convergencia entre ambas instituciones. Tal como señaló la consulta de antecedentes, la moral católica junto a los planteamientos higienistas liberales convergieron en ocasiones ante la atención de la naciente cuestión social. En ese sentido, hospitales, orfanatos, centros

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penitenciaños, casas de refugio y centros de atención a la niñez fueron administrados por órdenes religiosas de corte católico, pero a la vez permeados por la creciente influencia liberal. A este punto, los resultados del estado del arte, permitieron evidenciar como durante el desarrollo del capitalismo costarricense se expresó una intervención en lo social pautada por las relaciones entretejidas por los liberales a través del Estado y la Iglesia Católica. Es decir, a pesar de la existencia de puntos de divergencia que pudieron existir, se logran captar rasgos de ambos sectores tanto en la pugna por el Estado, pero especialmente en la intervención de la naciente cuestión social. El estado del arte permitió recuperar como el detrimento de las condiciones de vida de los sectores trabajadores se evidenciaba de forma estrepitosa a partir de las primeras décadas del siglo XX. Ante la dinamización del movimiento obrero, posterior a las décadas en mención se evidenció una creciente intervención del Estado en la cuestión social. Al respecto, las acciones identificadas en esta línea se dirigen hacia el creciente conflicto de clases. En esa línea, el estado del arte evidenció como una década posterior a los estragos de la crisis económica internacional de 1929, así como por el carácter organizativo del movimiento obrero y la dinámica política de las fracciones en la conducción estatal, se gestaron las condiciones que abrieron paso al ascenso del proyecto reformista costarricense. De esta forma a partir del primer cuatñenio de 1940, el gobierno de Calderón Guardia a partir de sus acuerdos mancomunados con la Iglesia Católica y con los grupos comunistas, pactaron intereses e inauguraron una particular relación entre el Estado y la cuestión social. De acuerdo con ello, se logró evidenciar al menos para los primeros años del proyecto reformista, acciones hacia la cuestión social intrínsecamente relacionadas con postulados reformistas pero a su vez, con una significativa cuota de participación de la Iglesia Católica.

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Ante esa situación, la nueva relación entre Estado costarricense y la cuestión social crearon las condiciones para el requerimiento de agentes profesionales que dieran operación a las acciones estatales en adelante planteadas. De esa forma, el Trabajo Social se coloca como un agente que desde el plano institucional intenta dar respuesta a dicho conflicto. Tales planteamientos respecto al origen del Trabajo Social, surgieron de las elaboraciones teóricas aportadas por el estado del arte. Las mismas plantearon con algún margen de consenso que a partir de la agudización del conflicto social, se ubica la profesión como una práctica institucionalizada que intentaba dar respuesta a las necesidades sociales derivadas de tal conflicto. Ante esto, perfilando aspectos que permitan dar cabida a la investigación, se consideró la década de 1940 como temporalidad para iniciar el estudio, pues inicialmente permite entablar un análisis sobre los determinantes estructurales que inciden en las nuevas relaciones del Estado-cuestión social, pautando de esa manera la génesis del Trabajo Social. A pesar de ello, su valor respecto al tema de estudio se encuentra en identificar en esa coyuntura originaria para la profesión, sus mediaciones con la Iglesia Católica. En términos institucionales del contexto analizado, las reformas sociales dieron paso a una serie acciones estatales que propiciaron la plataforma por la cual se reproduce no exclusiva pero sí de forma tendencia!, el ejercicio profesional del Trabajo Social. Las garantías sociales y la Caja Costarricense del Seguro Social, representan hasta la actualidad espacios de reproducción profesional. Lo importante de subrayar es, que estas acciones como parte del proyecto reformista de corte social-cristiano, se dan en apariencia mediadas por la doctrina social de la Iglesia Católica. En esta línea, la importancia respecto a las relaciones de la Escuela de Trabajo Social con la Iglesia Católica en tanto parte del proyecto estatal, se reflejó a través del personal académico que operó durante los primeros años de la Escuela de Trabajo Social (conocida en sus inicios como Escuela de Servicio

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Social); ya que un representante del clero fue quien asumió su conducción desde 1947 y hasta inicios de la década de 1970. Esta afirmación cobra especial importancia para el estudio en curso, cuando se coloca en perspectiva el papel de los académicos católicos para las fechas en que se funda la Escuela Es así como, resulta elocuente la sugerencia de análisis que se perfila en el estado del arte, pues considerando el Trabajo Social como expresión del reformismo institucional de los primeros años de la década de 1940, la profesión parece absorber del caudal institucional reformista que lo ve nacer insumos de la Iglesia Católica; razón por la cual, tal como se mencionó líneas atrás, resulta oportuno arrancar el estudio en el año en 1940. Al respecto, para el desarrollo de la investigación se consideró como delimitación para el estudio no solo la gestión del sacerdote Herrera, en tanto representante de la Iglesia Católica en la Escuela, sino el proceso de transformación experimentado por el país en el marco del modelo capitalista. Tal aspecto se debe a que las discusiones teóricas consultadas durante el estado del arte, sugieren que esta es la vía por la cual se logra aprehender el origen y reproducción del Trabajo Social. De esta forma, se optó por considerar el año 1952 como temporalidad de cierre para el análisis. Uno de los principales argumentos es que a partir de este periodo, la fracción del reformismo que se vio afectada por las reformas sociales de corte social-cristiano asumió formalmente la gestión estatal, transformando el Estado en función del interés de la naciente burguesía industrial con aspiraciones de naturaleza social demócrata. En este contexto, los sectores que dieron pie a las reformas sociales de los primeros años de 1940, aliados bajo el reformismo social-cristiano, perdieron incidencia política: los comunistas fueron perseguidos y en algunos casos expulsados del país, Calderón Guardia perdió el apoyo político y el prelado costarricense, artífice sustancial de la aproximación de la Iglesia Católica con el Estado costarricense, Víctor Manuel Sanabria murió en 1952.

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Es así como, al retratarse la aproximación del Estado costarricense con la Iglesia Católica, especialmente los relacionados con la coyuntura de 1940 en lo concerniente a la intervención en lo social, y al presentarse la relación orgánica que guarda el Trabajo Social en

sus orígenes y

reproducción con

la

institucionalidad costarricense, se procede a formular el siguiente problema de investigación: ¿Cuáles fueron las mediaciones de la Iglesia Católica en el proceso de constitución del Trabajo Social, a partir de su relación con el proyecto reformista costarricense (1940-1952)? Al partir del tema delineado, así como del planteamiento del problema expuesto líneas atrás, se procede a enunciar el siguiente objeto de estudio: Mediaciones de la Iglesia Católica a través de sus relaciones institucionales con el proyecto reformista, en

el proceso de

constitución del Trabajo Social costarricense (1940-1952).

36

1.3.

Objetivos

1.3.1. Objetivo general Analizar las mediaciones de la Iglesia Católica, a través de su relación con el proyecto reformista institucional, en el proceso de constitución del Trabajo Social costarricense ( 1940-1952). 1.3.2 Objetivos específicos •

Caracterizar las acciones institucionales ante la cuestión social gestadas a partir de las relaciones entre el Estado y la Iglesia Católica desde 1940 a 1952, para la valoración de los referentes católicos y su incidencia en la emergente política reformista.



Determinar las propuestas reformistas de corte católico desde 1940 a 1952 y sus mediaciones en el ejercicio profesional del Trabajo Social.



Analizar el proceso de formación profesional del Trabajo Social de 1940 a 1952, a través de sus relaciones con la Iglesia Católica, en tanto rasgo de la dinámica que asume el Estado con la cuestión social.

37

11 CAPÍTULO ASPECTOS TEÓRICOS Y METODOLÓGICOS

2.1. Fundamento teórico Los referentes teóricos planteados en

este apartado aspiran a la

articulación compleja de categorías teóricas esenciales para comprender la naturaleza, dinámica y desarrollo real del objeto de estudio. Como un aspecto que en el marco de su historicidad, demanda vislumbrar las condiciones materiales que lo originan y condicionan. Dichas conexiones solamente pueden ser reproducidas en la elaboración ideal de quien investiga, bajo un proceso dialéctico que pennita develar la esencia y el movimiento del objeto a partir de una elaboración teórico-científica. No

obstante, de acuerdo con la naturaleza y nivel de la presente investigación, se realizará un esfuerzo de aproximación teórica que aspira a trazar algunas líneas por las cuales considerar el objeto de estudio. Tres son los apartados que integran respectivamente las diversas categorías que conforman este fundamento teórico. El primero de ellos, refiere a una categoría de análisis medular para el estudio como lo es la mediación. En un siguiente apartado se desarrollan las categorías vinculadas con la compresión de la sociedad de clases; y en un tercero se recuperan aquellas categorías teóricas relacionados con las consecuencias producidas por la incursión de la sociedad capitalista. Tal como se mencionó, la categoría mediación inicia el presente recorrido por el fundamento teórico de la investigación. 2.1.1. Aproximaciones a la categoría mediación El itinerario teórico en curso exige iniciar este recorrido a través del posicionamiento sobre la categoría mediación; las razones por la cuales se orientó ésta como ruta inicial, se deben a que dicha categoría transversa la comprensión del objeto en estudio.

38

Ante ello es necesario señalar que si bien, en el apartado metodológico también se mencionaran sus réditos "operativos", resulta obligatorio formalizar una reflexión teórica sobre esta categoría. Para efectos introductorios, Pontes (2003) asegura que la categoría mediación debe ser estudiada "[ ... ] como una de las categorías centrales de la dialéctica, inscrita en el contexto de la ontología marxista del ser social, con una doble dimensión: ontológica (que pertenece a lo real) y reflexiva (elaborada por la razón)" (pág. 203). Al respecto, en esa tarea por reflexionar sobre dicha categoría, el mismo autor advierte que es necesario plantear algunos determinantes fundamentales de la ontología marxista para efectos de contar con una elaboración teórica fiable sobre ella (Pontes, 2003). En esa línea, asegura que se trata de una ontología del ser social, ya que se basa en el estudio del propio movimiento de las categorías de la realidad, mas no en conceptos ideales; esto debido a la centralidad en los procesos de producción y reproducción de la vida humana que reflejan la realidad traducidas en representaciones de la conciencia (Pontes, 2003). De igual forma, en este obligatorio paréntesis sobre la ontológica, el trabajo es de medular importancia en la existencia humana; principalmente los autores y autoras que devienen de la tradición marxista lo plantean en esos términos, ya que es a través del trabajo donde el ser humano crea categorías sociales que subsumen a las biológicas/naturales 1 (Pontes, 2003). De esta manera, es la construcción del ser social la que va configurando su conciencia, y no es la conciencia misma la que determina al ser social. 2

1

La preponderancia del trabajo en la ontología marxista es desarrollada con mayor detenimiento en el siguiente sub-apartado. 2 Dicha elaboración teórica es desarrollada por Marx y suele representar esa base material subyacente en sus planteamientos, la cual le permite desmarcarse de la tradición teórica propia del idealismo.

39

En esta línea, es vital señalar que no existe en el ser social el elemento simple, ya que por el contrario, está configurado de una vasta complejidad de referentes. De acuerdo con ello, se afirma que el individuo se encuentra inmerso en variaciones infinitas, y las mismas representan totalidades parciales, las cuales a través de sistemas de mediaciones se engranan a otras totalidades parciales que permiten entender la totalidad concreta (Pontes, 2003). Basándose en tales insumos, es posible asegurar que el sujeto comprende

los

fenómenos

sociales

como

totalidad,

es

decir

como

complejidades sociales y no como hechos aislados. Los complejos en mención son estructuras vivas que forman parte del ser social, y por lo tanto, presentan permanentes movimientos propios de la realidad (Pontes, 2003). De esta manera, la mediación se coloca en el marco de la dialéctica marxista como un elemento angular para la comprensión de la realidad concreta, es decir en términos teórico-metodológicos, existe una inseparable relación entre totalidad y mediación. De acuerdo con lo que hasta ahora ha sido planteado, en la mediación subyace un fuerte poder de dinamismo y articulación que permite aprehender la legalidad que estructura al ser social, aspecto que contribuye a recuperar aquella doble dimensión que en ella subyace: •

Carácter ontológico: reside así un plano objetivo. Presente en cualquier realidad, razón por la cual es independiente del conocimiento del sujeto (Esquive!, 2002).



Carácter reflexivo: supera el plano de la inmediatez y persigue la esencia (Esquive!, 2002).

En esa línea, para aprehender la complejidad de los fenómenos sociales que aporta la categoría mediación, se acude al siguiente trinomio categorial:

40



Singular: en este nivel las mediaciones se encuentran ocultas al sujeto cognoscente, se presentan como hechos aislados sin ningún carácter de articulación. La vida cotidiana representa en cierto sentido el mundo del inmediatismo subyacente en la singularidad (Pontes, 2003).



Universal: se vincula con los grandes complejos que fluctúan en la sociedad, en donde se encuentran las leyes de la formación social (Pontes, 2003).



Particular: es en este espectro donde los hechos aislados de carácter singular se vitalizan mediante las grandes leyes de la universalidad, caracterizándose este como el campo de las mediaciones. De esta manera, lo particular expresa la lógica de las

categorías

de

mediación

entre

las universalidades y

singularidades (Pontes, 2003). Es a través de los planteamientos en mención que la mediación expresa los complejos sociales, en palabras de Luckás (1979) retomadas por Pontes (1999): "[ ... ] es una síntesis categorial de universalidad elevada, extremadamente objetiva, de todas las fuerzas, procesos [... ] que determinan objetivamente el nacimiento, el funcionamiento y el ser precisamente así de un complejo" (pág. 20). Sobre esa premisa, se puede afirmar que la mediación permite aproximarse a una comprensión de la realidad que contempla las múltiples determinaciones que conforman al objeto de estudio en su totalidad (Lara, 2007); es decir, la mediación permite aprehender el movimiento del objeto a partir de las contracciones que en el subyacen, así como su dinamismo. A modo de síntesis, es válido señalar, basándose en los planteamientos anteriormente desarrollados pero principalmente en el sumario que de la categoría realiza Esquive! (2002), que la mediación contempla un carácter ontológico-

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reflexivo, iniciado por Hegel y retomado por Marx en el desarrollo del pensamiento propio del materialismo histórico. Como parte de tal síntesis, dicha categoría se propone buscar a través de la racionalidad dialéctica, superar el plano de la apariencia y reconstruir el movimiento del objeto mediante la triada categorial: singularidad-universalidadparticularidad (Esquive!, 2002). De esta forma, al haber colocado un referente teórico básico sobre la mediación, se procede a dar pie a los siguientes dos apartados donde confluyen una serie de articulaciones respecto a categorías teóricas requeridas para este proceso investigativo. 2.1.2. Elementos para la comprensión de la sociedad de clases

El entramado histórico sobre el cual versa el estudio en curso, se ubica en la fase de consolidación del sistema capitalista, las tensiones que empieza a avizorarse en la etapa de los monopolios representan aspectos sustantivos por considerar. De acuerdo con ello, las reflexiones teóricas que ocupan este subapartado pretenden sentar algunas coordenadas básicas que orientan el estudio del objeto, en especial aquellas relacionadas con la consolidación del sistema capitalista. Ante tal pretensión, se espera discutir a nivel teórico las implicaciones de la institucionalidad capitalista a través del papel desempeñado por el Estado en la dinámica de clases, y previo a esta presentación, se dispone de una reflexión respecto a la génesis y reproducción del sistema capitalista. Ante estas dos categorías, la encargada de abrir la reflexión es la categoría que la teoría marxista le atribuye el referente ontológico de la vida en sociedad, es decir el trabajo. 2.1.2.1. Determinantes de la vida en sociedad

Considerar e trabajo como determinante de la vida social, implica inicialmente trascender la esencia biológica de las necesidades, para colocar el

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componente de conciencia que dicha praxis encierra. En sus planteamientos, Marx (1989) afirma que la conciencia es el producto tardío del desarrollo del ser material. Ante lo cual agrega Luckas (2003) que el trabajo representa no solo un hecho en el cual "[ ... ] se expresa la nueva particularidad del ser social, sino al contrario se convierte en modelo de la nueva forma del ser en su conjunto (pág. 135)." Para Luckas (2003), se coloca el trabajo como actividad consciente a partir del supuesto de que la conciencia es decisiva y activa en el universo de posibilidades que generan los medios de satisfacción material. A partir de tal criterio decisivo se puede hablar del denominado trabajo originario. A raíz de lo planteado se puede afirmar que el trabajo además de transformar el entorno, aporta a los sujetos las fuerzas creadoras, permitiéndole reproducirse con otros seres humanos a partir de la interacción por la cual se profundiza en su base social. En la misma línea de lo asumido, Engels (1985) plantea su posición sobre los determinantes de la vida social, en donde coloca la centralidad del trabajo. Para el autor, representa el componente elemental de toda la vida humana, agregando que de alguna manera el trabajo permitió la transformación del ser humano. Hasta el punto expositivo se logra conceptualizar al trabajo como referente que constituyente del ser social, es decir representa la fibra medular de su ontología. El axioma antes mencionado encuentra cabida cuando se logra trascender la condición biológica ante la interacción con el ambiente para colocar la conciencia, y el peso que junto a ella emana la teleología de trabajo (Lukács, 2003). Las afirmaciones planteadas responden a lo que se denominó trabajo originario, el cual a partir de su tránsito con los diversos sistemas de producción

asume características particulares. Como es el caso de lo sucedido con el sistema

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capitalista, donde dicha praxis expresa diferentes características a través de lo que se denomina trabajo alienado. Es por ello que para comprender las relaciones sociales que se llevan a cabo en el sistema capitalista, sustentadas a través -como se ha expuesto- de la categoría trabajo, es preciso abordar de forma general las particularidades del trabajo original del trabajo alienado.

El trabajo alienado encierra la base general de los planteamientos que se han venido sustentando hasta el momento, es decir permite la satisfacción de necesidades generando conciencia en el sujeto, pero su carácter peculiar radica en las condicionantes que le establece en el sistema capitalista para su reproducción.

Este modo de producción coloca de manera tendencia! la

reproducción de necesidades exclusivamente a través de la venta de la fuerza de trabajo, venta que se traduce en una ganancia monetaria, equiparando la praxis del trabajo con la mercancía (lamamoto, 2001). Cuando se detalla como es el caso anterior, esta vía de reproducción se logra evidenciar como la finalidad del trabajo en el sistema capitalista no radica en el interés de potencializar las capacidades humanas. Contrario a ello, la finalidad con que se plantea la ubica como instrumento por el cual la clase hegemónica reproduce su riqueza material respecto a quienes venden su fuerza de trabajo. Dicha situación conduce a lo que se conoce como la alienación moderna. Esta nace a partir de la mencionada separación entre el obrero y el fruto de su actividad, lo cual se coloca como efecto inmediato de la división del trabajo y de la producción de mercancías destinadas a un mercado y productor desconocidos, contrarios a la satisfacción inmediata del trabajador como se generaba en el trabajo originario (Mandel, 1977). Vale indicar que la alienación no es de uso exclusivo de la teoría marxista, dicha expresión ha sido empleada a lo largo de la historia de la humanidad, y más contemporáneamente desde diferentes corrientes teóricas de las llamadas ciencias sociales y ciencias médicas. Ante ello, vale subrayar la connotación que

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encierra al pensarse desde el marxismo, la cual como se mencionó, apela a una producción de mercancía por parte del obrero que dista de ser para su satisfacción, pues por el contrario se coloca para el consumo de otro. Ante lo planteado se evidencia que la forma en que se desarrolla el trabajo, propicia su división, y esta responde a los procesos que ha conllevado el trabajo en el devenir del sistema (lamamoto, 2001 ). Ello permite afirmar que las relaciones sociales

condicionadas

por

el

trabajo

-reproducido por

las

vías

antes

mencionadas- permiten evidenciar una dinámica de desigualdad y dominación en el sistema capitalista. Para expresar una síntesis respecto a la conceptualización desarrollada respecto al trabajo como categoría ontológica del ser social, se puede afirmar que es un acto de conciencia, y por lo tanto, presupone conocimiento concreto, aunque nunca perfecto, de determinadas finalidades y determinados medios (Luckas, 2003), lo cual conduce al desarrollo del sujeto en su espectro social. Ante ello, planteado el trabajo como categoría de análisis, se considera fundamental evidenciar la lógica y dinámica que adquiere dentro del sistema capitalista, como parte de esa relación intrínseca con lo que se denominará algunos

apartados adelante, cuestión social.

Por ahora

resulta oportuno

considerar los referentes de la sociedad de clases que impregna de una particular dinámica al trabajo. 2.1.2.2 Surgimiento de la sociedad de clases en el marco del capitalismo

Como se expresó en la anterior argumentación de la categoría trabajo, existen ciertas particularidades al colocarla a la luz del sistema capitalista. Es por ello que como segundo elemento en el abordaje teórico se procede a exponer algunas consideraciones teóricas con respecto al capitalismo. Como primera aproximación, se puede afirmar que el capitalismo representa un sistema social, político y económico sustentado sobre un modo histórico de producción y organización de la vida social.

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Se puede asegurar que su origen radica en la separación de los medios de producción, monopolizados ahora por una sola clase social denominada burguesía (Mandel, 1977). Ante ello, los sectores desposeídos de los medios de producción no tienen más amparo que satisfacer sus necesidades mediante la venta de la fuerza de trabajo a quienes han monopolizado los medios de producción. A raíz de lo planteado es viable afirmar que las bases sobre las cuales se sustenta el sistema capitalista están constituidas por la propiedad privada de los medios de producción, el trabajo asalariado y la aparición de sociedades de dos clases diametralmente opuestas: burguesía y proletariado. Es válido el señalamiento que permite distinguir el capital del capitalismo, pues ambos encierran puntos de encuentro más no el mismo significado. El capital ya existía en las sociedades pre-capitalistas e incluso no es exclusivo al sistema capitalista (Mande!, 1977). De acuerdo con ello, resulta necesario profundizar respecto a lo que se considera plus valor en el marco de las relaciones mercantiles del actual sistema económico. Una aproximación inicial se puede encontrar al afirmar que es el valor extra que le agrega el obrero al producto fabricado, sin recibir a su favor réditos por tal aporte (Mandel, 1977). Al respecto, en dicha relación de producción y reproducción de mercancías, el plus valor se encuentra en la diferencia entre el valor producido por el trabajo del obrero y el valor de su propia fuerza de trabajo. De acuerdo con ello, en la sociedad capitalista la fuerza de trabajo resulta una mercancía, y al igual que el valor de cualquier otra mercancía, su valor es la cantidad de trabajo socialmente necesaria para producirla y reproducirla, es decir los gastos de mantenimiento del obrero. Como parte de esta relación de producción, la plusvalía se encuentra en que el valor producido por el trabajo del obrero resulta ser superior a los gastos del valor de su fuerza de trabajo. De tal manera, el plus valor se hace presente en el marco de las relaciones de producción de capital del sistema económico contemporáneo, la cual, sin duda

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también se encuentra relacionada con los procesos de alienación anteriormente señalados. Con esto se pueden perfilar algunas expresiones del alcance del sistema capitalista para la reproducción del sujeto en sociedad. Respecto al proceso productivo del capital, afirma Madel (1977) que: El modo de producción capitalista es el primer modo de producción, la primera forma de organización social en la que el capital ya no desempeña solo el papel intermediario [... ]sino en que el capital se ha apropiado de los medios de producción y ha penetrado en la producción propiamente dicha (pág.16). Hay pues una distinción entre la existencia del capital, y el modo de producción capitalista. En definitiva, el capital no tiene el mismo origen que el sistema, pues como se señaló líneas atrás, este no data más de 250 años atrás. Ante ello, tal como se indicó, previo al capitalismo existieron otros modos y formas de organizar la vida social e individual siendo las sociedades esclavistas y feudales muestra de ello. No obstante, es la sociedad capitalista, en donde las fuerzas productivas logran el mayor grado de desarrollo con respecto a otras formas económico-sociales y políticas (lamamoto, 2001 ). Como se ha venido planteando, es la forma histórica de producción humana en el orden capitalista la que impregna un nexo particular entre lo social y lo individual. Es por ello que la peculiar forma en que se desarrolla el componente social bajo el sistema capitalista se encuentra estrechamente relacionada con el desenvolvimiento de la división social del trabajo y sus lazos entre individuos productores y la sociedad mercantil (lamamoto, 2001 ). A partir de lo planteado se puede afirmar que el modo de producción capitalista es un régimen en el que los medios de producción se convierten en monopolios de una clase social (Mandel 1977). Los sujetos separados de tales medios son libres, pero con una libertad caracterizada por la venta de la fuerza de

47

trabajo a los propietarios de tales medios de producción, esto con el fin de poder subsistir. Es por ello que la lógica que opera en el capitalismo parte de que a mayor acumulación de capital mayor desigualdad, es decir la contradicción resultante de la acumulación privada de la riqueza socialmente producida y la apropiación privada de ésta. Tal carácter se conoce como la relación contradictoria entre capital/trabajo, usualmente denominada cuestión social; aspecto que más adelante será objeto de fundamentación en esta diagramación teórica en curso. Ante lo presentado, se evidencian las particularidades a las que es sometido el trabajo dentro del sistema capitalista, en apariencia pierde su centralidad en el proceso de producción y determinante en las relaciones sociales. Producto de esta situación emerge el aparato institucional como ente legitimador y administrador del sistema capitalista, es por ello que previo a desarrollar las argumentaciones vinculantes con la contradicción capital/trabajo, se procede a exponer algunas precisiones teóricas determinantes. 2.1.2.3. Entramado institucional erigido ante el conflicto de clases, el papel del Estado

La secuencia expositiva guarda hasta ahora correspondencia con la pretensión por abordar el componente determinante para la constitución del ser como sujeto social, es decir el trabajo y sus implicaciones bajo una legalidad social determinada

por el

sistema

capitalista.

Ante

tal

dinámica,

emerge

la

institucionalidad burguesa en tanto reguladora de las relaciones de clase que desde allí se desarrollan, es por ello que dentro de la exposición teórica presentada, el Estado constituye un elemento por analizar. El señalamiento de la importancia estatal dentro del modo de producción capitalista surge a raíz del mencionado papel que desempeña en la reproducción y manutención del orden social, posición donde se coloca como institución social e histórica que emerge de una determinada sociedad.

48

El Estado, según los planteamientos de Marx y Engels (1963), emerge como institucionalidad cuando los intereses de clase en una determinada sociedad son irreconciliables. Ante ello vale señalar que las sociedades de clase, al igual que el Estado no son exclusivas del sistema capitalista. Marx identificaba en las sociedades asiáticas un componente estatal, mientras que Lenin hace el señalamiento para el caso de las sociedades esclavistas. Dentro de las particularidades que le distinguen de las sociedades antes mencionadas, esta función como fuerza que se encuentra determinada, en este caso, por la división social del trabajo, el intercambio de mercancías, y la reproducción de una falsa conciencia que fetichiza el carácter de la producción (lamamoto, 2001 ). Es decir, presentando un campo de lucha e intereses de clase. A partir de ello se plantea la existencia de una serie de mecanismos de legitimación estatal y por ende del sistema social, político y económico que establece el sistema. Los mecanismos empleados para llevar a cabo tal acción cruzan por las más diversas vías, siendo la fuerza ideológica expresada por el ordenamiento jurídico normativo de los estados constitucionalistas una de las vías. (Lenin, 1961 ). Al plantear discusiones sobre los mecanismos de legitimación del Estado, Gramsci (1999) es un exponente al respecto. El autor indica que las formas de control ideológico manejadas por la clase hegemónicamente suelen expresarse por la cultura y la educación, ya que representan aparatos de ideología que encierran las posibilidades de transformación social. Ante lo mencionado anteriormente, se vuelve explícito lo planteado por Poulantzas (1976) quien asegura que el Estado se encuentra atravesado por la contradicción de clase. Amplia Vasconcelos (2000): El Estado no es visto más como abstracción que fluctúa sobre las clases, sino como un aparato complejo transformado en objeto de luchas

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de clases, cuyas unidades institucionales se constituyen en campos de acción de los diversos grupos políticos sociales en pugna (pág.77). Este tema de la fragmentación del Estado se encuentra relacionado con las cuestiones de su autonomía relativa, elaboraciones planteadas por Poulantzas (1976) en sus producciones acerca del ente. La autonomía relativa posibilita un complejo entramado de relaciones interclasistas en el seno del aparato estatal, y por tanto coloca su espacio de contradicción permanente. Cabe mencionar que si bien Poulantzas (1976) no recupera el papel de la conciencia de clase en la estructura social, ni aspectos como los recuperados por Gramcsi (1999) respecto al papel de la dominación ideológica, logra refutar lo planteado por Marx y Engels (1963) al referir que los espacios institucionales públicos no representan entes monolíticos. La lucha de intereses de clases es la que determina el movimiento de los actores en el proceso de pugna-demandaconquista en la administración estatal. Estos planteamientos permiten evidenciar los referentes de clase que subsumen al Estado a través de sus vínculos inexorables con el sistema capitalista. Es por ello que si bien, se ha venido recuperando aspectos relacionados con las implicaciones que este modelo de producción encierra para quienes producen y reproducen sus condiciones como sujetos sociales bajo el mismo, discutir sobre las implicaciones de la contradicción capital/trabajo es el aspecto que se procede a plantear en un segundo eje de exposición teórica. 2.1.3. Consecuencias de la maduración del sistema capitalista En el sub-apartado anterior se planteó una serie de premisas teóricas que intentan dar cabida a una comprensión de la realidad donde el trabajo representa un aspecto fundamental para el desarrollo de la vida en sociedad. A partir de este, se trató de explicar el cariz que asume en el marco del sistema capitalista y su incidencia en la institucionalidad estatal.

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Colocados estos insumos bajo el sub-apartado recién presentado, resulta oportuno someter a la reflexión algunas consideraciones teóricas que sin duda trazarán un esquema básico mediante el cual el objeto de estudio será valorado. De esta forma, las consecuencias de la maduración del sistema capitalista en la clase obrera junto a las estrategias que emergen para incidir en tal dinámica serán las categorías que proceden por analizar. 2.1.3.1 Cuestión social: motor básico de la contradicción de clase En modos de producción anteriores -esclavista y feudalista- no se refleja una pauperización creciente y constante como la acontecida en la etapa de maduración del sistema capitalista. El responsable de tales actos es la forma en que se produce el capital, es decir, mientras más se desarrollan las capacidades productivas más se acrecienta la pauperización. Esta forma por la cual se reproduce la legalidad social en el sistema capitalista y que incide en la vida de las personas, es lo que se conoce como cuestión social. Con el fin de profundizar en dicha categoría de análisis es válido iniciar señalando que su génesis y reproducción resulta del nexo: producción social de la riqueza-apropiación privada de los bienes extraídos, aspecto que suele denominarse contradicción capital/trabajo (Fallas, 2009). Se puede asegurar que quienes acuñan inicialmente el término cuestión social son los grupos católicos europeos, inicialmente el Papa León XIII en la encíclica papal Rerum Novarum de 1891, a través de lo que denominó cuestión obrera, pero es el Papa Pio XI con su Encíclica Quadragesimo Anno en 1931 que oficializa el término cuestión social. Es por ello que se suele atribuir a los grupos católicos el cuño de un término que, como se expondrá a continuación, encierra un fuerte componente político-social. La pauperización señalada por el Papa León XIII (Vaticano, 1891) refiere a las implicaciones directas de la industrialización en Gran Bretaña, lugar donde se llevó a cabo el grueso de la Revolución Industrial, y desencadenante de la

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maduración del sistema capitalista. A partir de entonces, se consolidó una dimensión radicalmente distinta de la explotación, en comparación con cualquier modo de producción anterior. Con el fin de profundizar en ello, Schons (2002) indica que es la industrialización el momento histórico justo para rastrear el origen de la cuestión social. A partir de tal proceso prolifera la pauperización y junto a ello la problematización de las necesidades de la clase trabajadora en el escenario político, es decir empiezan procesos contestatarios de parte del proletariado hacia sus explotadores (Pereira, 2003). En suma con esta pauperización, toma de conciencia y organización de la clase trabajadora a partir de sus demandas políticas, la internacionalización de la producción, la urbanización y la especialización del trabajo,

representan

mediaciones imprescindibles en el análisis de la cuestión social. Los elementos anteriores permitieron evidenciar la contradicción implícita del sistema capitalista en tanto producción/acumulación, entendida a través de la cuestión social (Netto, 2002). La forma en que reviste las condiciones de vida de las personas demuestra el nivel de pauperización al que son sometidas en el sistema capitalista, siendo la cuestión social una vía para comprender tal situación. Ante las implicaciones en las condiciones de vida de los sectores trabajadores, se erigen propuestas sociales y políticas para intervenir en dicho detrimento, las cuales a su vez encierran discursos para denunciar y explicar lo acontecido. Bajo esta óptica de análisis la Iglesia Católica constituye un actor que incide en la materia, aspecto que conduce a presentar y posicionarse respecto a sus premisas teóricas-filosóficas. 2.1.3.2. La cuestión social desde la Iglesia Católica La Iglesia Católica representa una arista significativa en el estudio en curso, es por ello que resulta necesario posicionarse respecto a la realidad que desde

52

dicha institución se construye; tarea que solo se logra a través de un margen básico de reflexión teórica sobre el pensamiento de la Institución. Ante ello, debido al milenario asidero teórico existente en la filosofía católica y precisamente en la teología, resulta necesario ajustar el visor teórico para enfocarlo en aspectos medulares de la investigación en curso. La mencionada delimitación conduce a desarrollar los planteamientos del neotomismo como corriente filosófica, esto debido a que es implementada por los jerarcas del Vaticano en el periodo finisecular de XIX y XX. La importancia de precisar algunas de las reflexiones en esta corriente, se debe a que el neotomismo representó el arsenal teórico al que recurrió la Iglesia Católica para hacer frente a los desafíos que se presentaban en el marco de la consolidación del capitalismo monopólico. En cuanto a ello, el neo-tomismo implicó una vuelta al pensamiento de Tomas de Aquino (1224-1274) quien fuera un prolifero pensador eclesiástico. Este filósofo constituyó una pieza clave en el desarrollo del pensamiento medieval, ya que sus pretensiones radicaron en armonizar la filosofía y la teología a través de la Escolástica Si bien, el pensamiento de Tomás de Aquino encierra complejidad en sus planteamientos, dicho filósofo nunca pretendió construir un sistema nuevo de pensamiento, como quizá lo desarrollo su homólogo Agustín de Hipona durante la Edad Media (González, 2001 ). Por el contrario, Aquino demostró agudeza en el manejo teórico del pensamiento griego, especialmente el aristotélico, logrando de igual manera comprender la filosofía de su época (González, 2001 ). El referente aristotélico en la filosofía de Aquino es importante de subrayar, puesto que los teóricos de la Iglesia Católica que recurren al pensamiento tomista durante el siglo XX, apelaron a las premisas aristotélicas como parte de la construcción de

sus

afirmaciones.

brevemente este planteamiento.

Líneas más

adelante se mencionará

53

Al retomar lo referido sobre Aquino, se destacan sus aportes en las elaboraciones de hombre y mundo. Para este filósofo, el hombre no es solamente un ser racional y libre, sino una criatura que recibe, desde el primer momento la imagen y semejanza de Dios, filiación divina que les confiere igualdad (González, 2001). Agrega además que el sujeto es ciudadano de dos reinos, y no podría inclinarse por ninguno de ellos de manera autoritaria; afirmación que perfila su concepción de Estado. En cuanto a ello, Aquino plantea que frente al Estado con fines temporales, la Iglesia se presentaba con fines espirituales que trascendían a la vida presente y se adentra en la eternidad. Las breves premisas recuperadas del tomismo, son parte del pensamiento del filósofo retomado por los teóricos católicos de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX. De acuerdo con ello, el Papa León XIII fue quien promovió el estudio del tomismo en la contemporaneidad, su Encíclica papal Aetermi Patris de 1879 inaugura el regreso del tomismo a la estructura teórica de la Iglesia (Netto, 2002). Desde luego, esta corriente filosófica formaba parte de las reflexiones de la Iglesia Católica, pero León XIII la impulsa con la pretensión de armonizarla con el pensamiento moderno, es decir tiene una connotación particular al uso que hasta entonces se hacía de ella. De esta manera, cabe señalar que su maduración como filosofía conduce al igual que otros sistemas de pensamiento, a una serie de escuelas que particularizan diferentes ángulos de la corriente en estudio, en este caso se ubica quienes miran desde una perspectiva tradicional o progresista dicho pensamiento. De acuerdo con ello, la primera se encarga de enriquecerla basándose en textos tradicionales del filósofo, mientras que la segunda, más que restaurar su papel como doctrina, intenta profundizarla mediante su estudio con la modernidad. El plano en que el neo-tomismo llega a encontrar relativa cabida práctica es a través de la doctrina social de la Iglesia Católica. En ella, se colocan las normas y principios referidos a la realidad social, económica y política.

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Ante ello, vale indicar que la doctrina social encuentra su origen en la encíclica papal Quadragesimo Anno (1931) de Pío XI, la cual se desarrolla producto del cuarenta aniversario de la Encíclica Rerum Novarum (1891) de León XIII. Ambos textos refieren con cierto margen de discrepancia, a la pauperización creciente de los sectores obreros versus la acumulación excesiva por parte de los industriales. En el documento de la Rerum Novarun (1891 ), León XIII inicia planteando lo que denomina cuestión obrera. Relativamente la define como: "los contratos de la obras y el comercio de todas las cosas están, casi por completo, en manos de unos pocos, de tal suerte que unos cuantos hombres opulentos y riquísimos han puesto sobre los hombros de la innumerable multitud del proletariado un yugo casi de esclavos" (Vaticano, 1891, pág. 2). A partir de ello, el Pontífice desarrolla algunos planteamientos vinculados a dicha cuestión, en cuyo caso el repudio del socialismo y su contrariedad con los principios de la Iglesia es uno de los elementos consecuentes. De esta manera, Leon XIII es enfático en afirmar que quienes aspiren a esta corriente se adscriben a una falsa aspiración de salvación. De igual manera, también señala que el papel de la Iglesia Católica ante tal creciente "cuestión obrera", es orientar posibles soluciones, en donde la bondad de los patronos podría ser una posible vía para resolver el conflicto. Lo que resulta más fértil para el presente referente teórico, son los deberes que para el Pontífice corresponden al Estado frente a tales embates de la modernidad. En la mencionada encíclica, León XIII perfila algunos planteamientos vinculados con los justos salarios. En cuanto a ello, apela a la necesidad de pactos "razonables para ambas partes" (Vaticano, 1891; pág. 12), en los cuales el trabajo debe considerar la edad, el género e incluso tiempo para el descanso. Plantea además que las asociaciones y organizaciones de ahorro puede subsanar de alguna manera las carencias de los obreros.

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Los planteamientos arriba analizados permiten esbozar la estructura del contenido de la Encíclica Rerum Novarum. Este documento por su carácter político y asidero social-económico provee a la Iglesia Católica de un cierto itinerario para explorar, en tanto intervención como interpretación, la nueva dinámica que acompaña a la modernidad capitalista. A lo cual, tal como se indicó al momento de referirse a los planteamientos del neo-tomismo, los réditos de esta encíclica son tales que el Papa Pío XI la retoma, en su carta Quadragesimo Anno con el fin de modificarla e integrarla al cuerpo doctrinal del catolicismo. Este documento hace énfasis en una marcada sustentación en la Encíclica Rerum Novarum. Agrega ante ello Pío XI que: [ ... ] la encíclica Rerum Novarum tiene de peculiar entre todas las demás, el haber dado al género humano, en el momento de máxima oportunidad e incluso de necesidad, normas más seguras para resolver adecuadamente ese difícil problema de humana convivencia que se conoce bajo el nombre de cuestión social (Vaticano, 1931; pág. 3).

Al igual que el mencionado extracto de la encíclica, sus planteamientos iniciales parten de algunas reflexiones sobre las implicaciones de la modernidad para la sociedad actual. Tal como lo planteado por León XIII, en este caso Pío XI desarrolla algunas labores que debe implementar el Estado ante la cuestión social. En cuanto a ello, afirma que la política social promovida por la Rerum Novarum es un medio para incidir en materia; recalcando que en muchas latitudes fueron empleadas y construidas a partir de los sagrados ministerios de la Iglesia Católica (Vaticano, 1931 ). El tema de las asociaciones al igual que su predecesor fue recurrente, pero quizá donde mayor bonanza encuentre la encíclica para este marco teórico es en lo referido a la doctrina económica y social de la Iglesia Católica. Sobre la materia indica aspectos referidos a la propiedad privada, y lo que considera falsas

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premisas de las reivindicaciones de los trabajadores y los obreros. Menciona que la adecuada redistribución de la riqueza permite alcanzar el acceso a la justicia social. De igual manera, dentro de las mismas vinculaciones con el Estado, Pío XI plantea lo que considera el justo salario, una clara extensión de lo recuperado por León XIII. Señala el pontífice la necesidad de un orden social y jurídico que garantice el ejercicio del trabajo, el cual debe considerar aspectos de carácter social e individual. El último apartado mencionado por Pío XI en su Encíclica es respecto a "los cambios profundos después de León XIII". En este apartado, el pontífice desarrolla las consecuencias de lo que considera la tiranía de la economía en manos de unos pocos; ante ello, menciona que resulta urgente que se conozcan y se lleven a la práctica los principios de la razón o de la filosofía social cristiana sobre el capital y el trabajo y su mutua coordinación. De igual manera como León XIII censura al socialismo, Pío XI arremete contra esta tendencia ideológica, asegurando que no existen caminos intermedios entre el socialismo y el cristianismo, ambos encierran, en palabras del pontífice, una larga brecha de incompatibilidad. La breve reflexión teórica respecto a la Iglesia Católica trazó una vía para comprender los insumos que subyacen en el pensamiento teórico del clero, dando énfasis en sus elaboraciones planteadas sobre la sociedad de clases. Tal como se ha intentado agrupar en el conjunto de este eje teórico, la creciente pauperización originaria en el capitalismo representa el denominador común de las coordenadas teóricas filosóficas abordadas, es por ello que en el marco de tal pretensión, se procede a recuperar las estrategias institucionales para pensar e intervenir en la cuestión social, es decir se procede a reflexionar teóricamente sobre la política pública y la política social.

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2.1.3.3. Política social como esquema institucional para la intervención en la tensión de clases Al intentar delinear determinantes teóricos para el objeto de estudio, resulta necesario abordar los planteamientos referidos a la política pública y política social. En este caso, la política pública se entiende más allá de su vinculación con la política estatal, ya que la primera no se identifica exclusivamente con el Estado. Al hablar de res pública se refiere a una forma de organización politica que se conforma por los intereses comunes de la soberanía popular, y no exclusivamente por quienes gobiernan (Pereira, 2008). De acuerdo con ello, el carácter público no está dado por las vinculaciones con el Estado, sino porque implica un conjunto de decisiones y acciones que resultan al mismo tiempo de interés para el Estado y la sociedad (Pereira, 2008). En cuanto a ello, política pública es siempre, y simultáneamente, la intervención del Estado, involucrando diferentes actores, ya sea por medio de demandas o soportes. Señala Pereira (2008) que la política pública es más que el output (es decir, resultado) de actividades políticas de los gobiernos, pues también contempla inputs (demandas externas provenientes de la sociedad). Además de eso, indica la autora que las políticas públicas no solo implican acción, sino que la omisión intencionada de una determinada demanda también forma parte de la política pública. A partir del supuesto de que las políticas públicas se materializan en todo el entramado capitalista, resulta necesario precisar en aquella esfera que se encarga de los aspectos vinculados con lo social. Es por ello, que sin intenciones de perder la apuesta de totalidad se procede a exponer el itinerario teórico referido al plano social, es decir la política social. En cuanto a la conceptualización de la política social vale recuperar el itinerario que al respecto ha desarrollado Behring (2000). Para la autora, la política social debe ser comprendida como síntesis de múltiples determinaciones. La intención con la que Behring (2000) plantea tal

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afirmación radica en su intención por abrir la reflexión y superar las comprensiones monolíticas de la política social que le atribuyen o un fin exclusivamente económico o uno exclusivamente político. Al profundizar en tal afirmación, Montaño (2000) asegura que las políticas sociales no son mecanismos lógico formales estables de un Estado súper-clasista de bienestar o de un Estado apenas funcional al capital. Por el contrario, son el resultado contradictorio, tenso e inestable de las luchas gestadas en el seno de la sociedad de clases. En esta línea, Faleiros (2000) asegura que el análisis de las políticas sociales implica tomar en cuenta el movimiento del capital, y a su vez los movimientos sociales, las coyunturas económicas e incluso los movimientos políticos. Para el autor, "las políticas sociales solo pueden ser entendidas en el contexto de la estructura capitalista y en el movimiento histórico de las transformaciones sociales de esas estructuras" (pág. 44). De acuerdo con los planteamientos mencionados, resulta necesario profundizar en esas múltiples determinaciones que configuran la política social. En cuanto a ello, las reflexiones de Vasconcelos (2000) permitirán sostener una plataforma analítica al respecto. Para el autor, inicialmente, las acciones estatales, dentro de las que se ubican las políticas sociales pueden ser pensadas a partir de lo que la tradición gramsciana denomina bloque histórico. Recuperando palabras de Gramsci a través de Vasconcelos (2000), la hegemonía tiende a construir un bloque histórico, o sea, a realizar una unidad de diferentes fuerzas sociales y políticas a través de una concepción de mundo que ella trazó y defendió. Para el autor, las políticas sociales constituyen un campo por donde se expresa tal lucha por la hegemonía, ya que contemplan de alguna forma mecanismos de dominación/consenso. Desde esta línea, la hegemonía implica una forma de organización material de la sociedad en cuyo caso las políticas sociales también presentan este vínculo orgánico de organización social, ya que

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implican regulaciones a nivel global de las actividades económicas, de la ganancia e incluso la definición de actores que proveen bienes y servicios de la población. Consecuente con este planteamiento, Vasconcelos (2000) asegura que la hegemonía ideológica debe ser entendida como la capacidad de articulación de diferentes visiones de mundo. En cuanto a ello, las políticas sociales se constituyen por excelencia en arena de esa lucha de articulación/desarticulación de discursos y prácticas. Otro de los aspectos que señala no solo Vasconcelos (2000), sino también Behring (2000), Montaña (2000) y Faleiros (2000) es que el análisis de las políticas sociales son fenómenos necesariamente históricos, cuyo estudio exige una periodización específica. En cuanto a ello, Behring (2000) señala que la política social se multiplica al final de un periodo depresivo del capitalismo internacional que se extiende de 1914 a 1939, y se generaliza al iniciarse su periodo de expansión hasta finales de 1960. Es por esta razón, que Vasconcelos (2000) señala que su interés en el componente histórico de la política social se encuentra particularmente en la fase de consolidación del keynesianismo y su crisis actual, es decir el mismo periodo antes señalado por Behring (2000). La razón que apremia tomar tal matriz como temporalidad inicial para considerar el estudio de la política social, se debe al cambio significativo de los patrones de reproducción social debido al creciente proceso de socialización y colectivización del consumo asumido por el Estado. En cuanto a ello, para el Keynesianismo el proceso de reproducción y producción del plus valor se desarrolla a partir de la socialización de costos por parte del Estado. A raíz de tal pretensión por centrar el análisis en una delimitación determinada por los patrones de producción, Montaño (2000) agrega la inadmisibilidad de las tendencias que polarizan el análisis de la política social. Según Montaño (2000), resulta corto estudiar la política social a la luz de la esfera de la distribución del consumo, ya que la verdadera llave para entender este

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fenómeno está fundamentalmente en el estudio de las relaciones de desigualdad operadas en la esfera de la producción. A partir de los planteamientos expuestos en esta categoría, se evidencia como la política pública y la política social responden a las determinaciones de la sociedad capitalista en su fase monopólica. Las mismas encuentran como antecedente las recesiones del sistema capitalista desde 1914 hasta 1939, lo que no hace casual que para el mismo periodo Europa, Estados Unidos y los países periféricos del capital como Latinoamérica experimentaran la aparición de la ya mencionada cuestión social. Es por tal razón que la política pública y la política social encuentran un especial significado en el proceso de maduración de la sociedad de clases, lo cual es consecuente con la adscripción teórica de la presente investigación. Expuestos estos referentes, se procede a exponer algunos planteamientos sobre el Trabajo Social como profesión inserta en la mencionada dinámica capitalista y eje constitutivo de la investigación en curso. 2.1.3.4. El Trabajo Social en medio de la contradicción de clases En los debates contemporáneos del Trabajo Social latinoamericano existe algún margen de consenso al afirmar que la profesión pierde su sentido, si la óptica de análisis con la que se aborda excluye su relación con el sistema capitalista (Netto, 1992). Las reflexiones originadas desde el materialismo histórico, son enfáticas al afirmar que la fase monopolista del capital determina el origen y reproducción de la profesión (Netto, 1992; lamamoto y De Carbalho, 1984). En cuanto a esta fase de los monopolios, un elemento representativo pero no único es el aumento de la producción social frente a la apropiación privada de tales réditos (Mandel, 1977). La importancia de resaltar este aspecto radica en las implicaciones que condujeron, ya que dio partida a una serie de problemas

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sociales, económicos y políticos sin precedentes, los cuales suelen comprenderse como cuestión social (Netto, 1992). En este escenario esbozado, es donde se logra identificar mediaciones constitutivas para el origen del Trabajo Social, pues a partir de la agudización de los conflictos de clase, se ubica la profesión como una práctica institucionalizada que intenta dar respuesta a las necesidades sociales derivadas de tal conflicto (lamamoto y De Carbalho, 1984). Ante ello, la profesión coloca uno de los elementos que participan en la reproducción de las relaciones de clase, y de las relaciones contradictorias entre ellas (lamamoto y De Carbalho, 1984 ). La afirmación anterior implica comprender la profesión históricamente situada y configurada como un tipo de especialización del trabajo colectivo dentro de la división social del trabajo propia de la sociedad industrial. Es por esa razón que su comprensión encierra más que un recorrido por los elementos que le dan perfil profesional respecto a otras profesiones. Lo anterior pretende sostener una comprensión de la profesión que se acerca a una perspectiva ontológica de la misma, ya que aspira teóricamente a recuperar el significado del Trabajo Social en el desarrollo de la sociedad de clases capitalista. Ante ello lamamoto y De Carbalho (1984) aseguran que el posicionarse respecto a una comprensión de la profesión implica un esfuerzo por ubicarla en el conjunto de las condiciones y relaciones sociales que le atribuyen un significado, con las cuales se torna posible y necesaria. Es por ello que se coloca como telón de fondo el desarrollo capitalista y la expansión urbana a partir de la directa intervención estatal en las relaciones entre el empresario y la clase trabajadora. Montaña (2000) secunda lo planteado por lamamoto y De Carbalho (1984) al afirmar que se debe "ubicar la génesis de la profesión como una especialización del trabajo colectivo dentro de la división social del trabajo peculiar a la sociedad industrial en su fase monopólica" (pág.47). Tal especialización, está vinculada

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genéticamente al desarrollo de las políticas sociales en el marco del Welfare State. (Montaña, 2000). Los planteamientos mencionados permiten retratar algunos determinantes históricos que dan origen al Trabajo Social. En consecuencia con ello, se procede a exponer las elaboraciones desarrolladas respecto a la estructura sincrética que acompaña el núcleo organizativo y la forma de la profesión ante el panorama mencionado. Para José Pablo Netto (1992) el sincretismo fue un principio constitutivo para el Trabajo Social, en el cual su núcleo organizativo se encuentra determinado por tres fundamentos: el universo problemático original que le presentó, el horizonte de su ejercicio profesional y su modalidad de intervención. Respecto al primero de los fundamentos, menciona el autor que el eje original de las demandas socio-históricas que convocan al Trabajo Social como profesión se encuentra en la cuestión social (Netto, 1992). La maduración del capital en la fase de los monopolios convocó al Estado burgués a gestar políticas sociales como vía de acción para la mencionada cuestión social, campo de acción que ve nacer a la profesión. De acuerdo con ello, este hecho no determina la estructura sincrética del Trabajo Social; según Netto (1992) lo que le atribuye un peculiar accionar es el horizonte en que la profesión inscribe su ejercicio. Este aspecto constituye el segundo de los referentes que compone el mencionado núcleo sincrético. Se agrega a partir de ello, que el material institucional con el que actúa la profesión es la heterogeneidad ontológica de lo cotidiano y su orientación técnica e ideológica no favorece operaciones de homogenización.

Al respecto, vale

indicar que la funcionalidad histórico-social se encuentra determinada por la organización de los componentes heterogéneos de lo cotidiano de diferentes grupos sociales, connotándose de esta forma lo que el autor llama "organización de lo cotidiano como manipulación planificada" (Netto, 1992).

63

Los dos citados referentes acompañan la estructura de la profesión, aunque a ello se le debe sumar un tercer aspecto denominado la manipulación de variables empíricas. Lo que señala el autor como vinculante en este elemento es que para la profesión "[ ... ] toda operación suya que no se corona con una alteración de variables empíricas (sean situacional, comportamentales, individuales, grupales, etc.) es tomada como inconclusa, a pesar de que se valoricen sus pasos previos y preparativos" (pág. 94) 3 . Respecto a este último referente, el autor señala dos planteamientos que permiten profundizarlo. El primero de ellos refiere a la constante demanda de un conocimiento de lo social que sea capaz de mostrarse directamente instrumentalizable. De acuerdo con ello, es consecuente pensar que al tener un arsenal teórico diseñado para la manipulación de variables, los flujos empiristas y pragmáticos se hacen presentes en tal equipaje teórico. En esa línea, el segundo aspecto se encuentra estrechamente asociado al anterior, pues parece que el arsenal intelectual que configura al sincretismo se desprende de tal ejercicio manipulador de variables. En cuanto a ello, esta premisa refiere a que todas las líneas de análisis lógico y formal-abstracto, junto con los procedimientos técnicos empleados por la profesión se legitiman a partir de los réditos que alcancen para cumplir el objetivo de intervenir en las variables (Netto, 1992). De allí, que señale el autor que el sincretismo trae en su arsenal intelectual la inevitable compañía del eclecticismo teórico. A manera de cierre, en este apartado, se intentó recuperar algunos aspectos teóricos que contribuyen a la compresión del objeto en estudio. La idea fue colocar desde un referente teórico inspirado en la tradición marxista las premisas esenciales que orientaron el viaje trazado en la totalidad social por

3

Se subrayó la palabra alteración con el fin de hacer énfasis en la connotación no solo de intervención, sino también de cambio que encierra este componente de la estructura sincrética del Trabajo Social.

64

estudiar. Seguido de ello, se procede a exponer los referentes metodológicos que acompañan la exploración del objeto de estudio.

2.2.

Metodología

Los referentes metodológicos permitieron orientar el proceso investigativo a través de un posicionamiento respecto a las formas por las cuales se logró acercarse al objeto de estudio. La investigación aspiró a la aprehensión de las particularidades de la realidad, es decir intentó recuperar el carácter contradictorio y cambiante subyacente en la realidad. Como parte de tal pretensión, el método dialéctico es el que ha demostrado en el

desarrollo del pensamiento mayor consistencia para

recuperar el

mencionado movimiento de la realidad. La dialéctica ha sido determinada por las corrientes filosóficas a las cuales se adscribe, Aristóteles fue uno de los pensadores que desarrolló principios esenciales para el método dialéctico, y a su vez Hegel logró profundizar en referentes constitutivos para este método (Lara, 2007) aunque, a pesar de ello, la tradición que intenta cobijar este referente metodológico es una de corte marxista. En cuanto a ello, asumir partida desde la tradición marxista implicó una determinada forma de acercarse al objeto de investigación, ya que se entiende el proceso como una serie de aproximaciones sucesivas. Las palabras de Pontes (2003) contribuyen a precisar al respecto: Se parte de la observación empírica de como la historia humana viene procesando; de la constatación de su complejo movimiento dialéctico inherente, e incluso del presupuesto de que el método de conocimiento de la realidad debe surgir del propio movimiento de la realidad (pág.204).

Bajo esta tradición, solo es posible aprehender la realidad a partir de determinadas aproximaciones, lo cual se coloca en correspondencia con sus

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,Jretensiones ontológicas por recuperar la construcción de la realidad (Lara, 2007). En cuanto a ello, la aproximación sucesiva no se reduce a una mera cuestión de etapas, por el contrario, implica sumergirse con el visor de la dialéctica marxista en el movimiento de la totalidad social. Al respecto, la totalidad no se presenta como la suma de las partes, sino como un gran complejo construido de complejos menores. Lo cual quiere decir que no existe en el ser social el elemento simple (Pontes, 2003). En cuanto a ello, cada totalidad parcial se articula en múltiples niveles, y mediante múltiples sistemas de mediaciones se articula a otros, conduciéndolos a una secuencia real y también lógicamente para entender la totalidad concreta (Pontes, 2003). Para recuperar este movimiento de la totalidad social la aprehensión dialéctica entre las categorías universalidad, particularidad y singularidades aportan en esta materia (Lara, 2007). Respecto a ello, se afirma que en la dialéctica entre lo universal y lo singular se encuentra la llave para desvendar el conocimiento del modo de ser del ser social. A esta categoría del proceso dialéctico se le conoce como mediación. En ese sentido las mediaciones aparecen en el complejo categorial con un poder fuerte de dinamismo y articulación (Pontes, 2003). En cuanto a la guía metodológica que aporta este esbozo metódico, agrega Lara (2007): Entretanto, para atender esse pressuposto teórico metodológico, o pesquisador parte da imediaticidade (objeto de estudo) - que é síntese das determinac;oes sociais, políticas, económicas, ideológicas - para, na construc;áo

de

categorias

(mediac;oes),

aproximar-se

de

urna

compreensáo que contemple as múltiplas determinac;oes do objeto, na sua totalidade (pág. 79).

Con las mencionadas premisas metódicas recuperadas de la tradición marxista, se diagramó el esquema metodológico que estructura la investigación.

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Es por tal razón, que se pretendió materializar el estudio del objeto mediante un camino de aproximaciones sucesivas. Previo a la explicación de las mencionadas aproximaciones, se procede a exponer los referentes técnicos que acompañan esta comprensión metodológica. En cuyo caso, se planteó una matriz operativa con el fin de darle consistencia a las vías por la cuales adentrarse desde un plano operativo al objeto de estudio. De acuerdo con ello, dicha matriz operativa presenta la relación objetivo general-específicos, las categorías y sub categorías de análisis que de los respectivos objetivos se desprenden, la fuente sujeta a estudio, así como los insumos técnicos requeridos para dicho proceso. Es importante señalar que tres fueron los insumos técnicos requeridos. Dos de ellos ideados para la identificación de información y el tercero pensado para aportar en el análisis. Las técnicas de levantamiento de información fueron guías de lectura y bases de datos. En cuanto a ello, la guía de lectura determinó los insumos que resultaban de interés en el marco de la bibliografía seleccionada para el estudio. Mientras que las bases de datos, orientaban el levantamiento de información a nivel de centros de información (archivos, bibliotecas, entre otros). Por su parte, la tercera de las técnicas empleadas fue el análisis de contenido, la cual se basa en el estudio de la comunicación para comprender el significado que los procesos comunicativos encierran. De acuerdo con ello, es una técnica que permite "[ ... ]analizar los procesos de comunicación en muy diversos contextos" (Fernández, 2002; pág. 36), por lo cual se reconoce su viabilidad para ser aplicado a la mayoría de formas de comunicación. Su plano operativo se desarrolla a partir de la agrupación de una serie de elementos provenientes de un determinado texto, los cuales son clasificados dentro de categorías previamente establecidas. De esta manera, dicha división permite comprender los significados de los documentos consultados, a partir de las categorías predefinidas.

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Cabe señalar que uno de los aspectos que permitieron dar cabida a esta técnica dentro del proceso de investigación, fue su idoneidad para investigaciones que se enmarca dentro una línea de corte histórico. Se plantea de tal manera, pues tal como fue señalado, su estructura permite analizar el significado de situaciones pasadas a través de material sostenido para efectos comunicativos (Bermúdez; 1982). En el caso de la presente investigación, el análisis de contenido permitió dialogar con las fuentes primarias identificadas, adentrándose en los aspectos que fuera de su contexto perderían significado. Esto sucede, ya que la mayor parte de las

fuentes

utilizadas

en

esta

investigación

estaban

constituidas

por

correspondencia personal e institucional o bien artículos de periódico; documentos que de no analizarse en el marco de su contenido, se podría incurrir en una divagación e incomprensión de las particularidades que la misma encierra. Al tomar como referencia los anteriores planteamientos, se procede a exponer el camino mediante el cual se desarrolló la aproximación al objeto de estudio. Dicha ruta se construyó a partir de una aproximación a las singularidades y universalidades del objeto, en consecuencia con una que permita profundizar en las particularidades que éste encierra. 2.2.1.Acercamiento al objeto de investigación

La aproximación planteada no se presenta de manera lineal, sino que implica un acercamiento al objeto con continuas idas y venidas. Los siguientes dos momentos exponen la forma en que se generó dicha aproximación.

2.2.1.1. Primer momento Dentro del acercamiento al objeto de estudio, este primer momento implicó el interés por investigar las relaciones del Trabajo Social con la Iglesia Católica, por lo cual se procedió a consultar la bibliografía existente a nivel nacional.

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El entendido bajo el cual se estructura el presente momento de investigación, es el de comprender la profesión no como un ente endógeno, sino valorando sus determinaciones y significados en la dinámica en que se expresa la sociedad capitalista a nivel costarricense, y a partir de ello, planear la vía por la cual aproximarse a las relaciones de la profesión con la Iglesia Católica. Para llevar a cabo tal premisa, se consultaron investigaciones relacionadas con el Estado, política social, Iglesia Católica y Trabajo Social. El mencionado ejercicio académico permitió recuperar referentes que aportaron a la diagramación de la estructura por la cual se desarrolló la investigación. Si bien desde el posicionamiento teórico se precisó el requerimiento de estudiar el origen profesional a partir de sus relaciones con determinadas condiciones históricas, este momento del proceso permitió afinar las vías a través de las cuales llevar a cabo el análisis entre el Trabajo Social y la Iglesia Católica. De acuerdo con ello y como parte de este momento, se puso en relieve la necesidad de aproximarse a la investigación tomando como ruta analítica la incidencia de la Iglesia Católica en las condiciones históricas que dieron pie al origen profesional. A partir de lo mencionado, este proceso de aproximación al objeto de estudio se coloca como el primer momento en el desarrollo de la investigación.

2.2.1.2. Segundo momento Como parte de este acercamiento, se procedió a profundizar en la bibliografía existente con el fin de precisar la relación de la Iglesia Católica con el Trabajo Social. Al

respecto, fue necesario analizar las

singularidades y

generalidades de orden económico, social, político y cultural subyacentes en el sistema capitalista costarricense que posibilitaron el ascenso de un Estado Reformista.

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El interés por explorar tales condiciones se debe al valor que poseen en términos de la génesis profesional, ya que a partir de la intervención estatal en la cuestión social formalizada a través del Estado Reformista es que se logra aprehender la constitución del Trabajo Social; proceso que una vez expuesto, permite identificar las implicaciones de la Iglesia Católica en la génesis y reproducción del Trabajo Social. En este momento del proceso, guiado por la estructura investigativa que se había construido, se procedió a recuperar las singularidades y generalidades del objeto de estudio. Básicamente la identificación, recuperación y análisis de fuentes secundarias y primarias fueron los aspectos que conforman este momento. La fuente secundaria se asocia a textos provenientes de la Biblioteca Nacional de Costa Rica, o bien de las bibliotecas Carlos Monge Alfaro y Luis Demetrio Tinaco de la Universidad de Costa Rica. En cuyo caso, la guía de lectura representó el insumo técnico que acompañó la consulta del material. Igualmente sucedió con las fuentes primarias, las cuales están relacionadas con archivos y bibliotecas. En este caso, se recurrió a la construcción de bases de datos con el fin de identificar la información pertinente para la investigación, para lo cual los archivos seleccionados fueron el Archivo Nacional de Costa Rica, el Archivo Histórico Arquidiosesano de Costa Rica y el Archivo de la Universidad de Costa Rica. Por su parte, las bibliotecas consultadas para la obtención de fuentes primarias fueron la Biblioteca Nacional de Costa Rica y la Biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica. Cabe señalar que debido a algunos vacíos en el consecutivo de la documentación consultada en la Biblioteca Nacional de Costa Rica, fue necesario acudir al centro de información del semanario Eco Católico para completar dicho faltante de fuentes. Para efectos de la fuente primaria obtenida en las bibliotecas, al igual que lo sucedido con los archivos, se procedió a construir bases de datos mediante las cuales se clasificó y valoró su pertinencia para la investigación.

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A partir de tal reconocimiento de elementos, se procedió a esbozar vínculos con el objeto de estudio, empleando como vía las relaciones que establece la Iglesia Católica con el Estado costarricense, y este último a su vez con la génesis

y reproducción del Trabajo Social. 2.2.2. Recuperando las particularidades del objeto La pretensión del llamado camino de vuelta, implica un análisis de los aspectos trazados para alcanzar la investigación. Es por ello que en este momento se intentó evidenciar las mediaciones existentes en el proceso, con el fin de validar y esbozar los hallazgos del mismo.

2.2.2.1. Tercer momento En este acercamiento con el objeto en estudio se evidenciaron -a través del mencionado movimiento dialéctico- las particularidades que la misma encierra; es decir, el proceso anterior quizá pudo anudar, como parte del ir y venir, algunas mediaciones de la investigación, pero fue a través de este momento que dicho ejercicio cognitivo se profundizó. En este tercer momento, la apuesta radicó en agotar el análisis con el fin de entrelazar las singularidades y universalidades que median rasgos de la Iglesia Católica en la génesis y reproducción del Trabajo Social costarricense. a través de la institucionalidad costarricense. Para ello, la discusión en conjunto con la técnica de análisis de contenido representó la vía por la cual emergieron los hallazgos de la investigación. Para tales efectos, se procedió a sentar la base económica, social, política y cultural requerida para abordar la temporalidad estudiada en el marco del objeto de investigación. En ella. se pretendió abordar las condiciones que dieron pie a la constitución profesional, tales como dinámica económica, cuestión social, política social y Estado.

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A partir de dicho entramado analítico que anudó las condiciones que dieron lugar al desarrollo profesional, se intentó captar la presencia de la Iglesia Católica en dicho escenario de constitución para el Trabajo Social. Es por esta razón que este tercer momento implicó un esfuerzo por exponer la forma en que se aprehendieron las particularidades del proceso de investigación, expresando así la incidencia de la Iglesia Católica en la profesión. Finalmente, recurriendo a una narrativa que permita comprender el desarrollo de la investigación, se expuso la sistematización del proceso de estudio entendido como su desarrollo y hallazgos, materializados en el presente informe final de investigación.

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111 CAPITULO CONDICIONES HISTÓRICAS PARA EL ASENTAMIENTO DEL ESTADO REFORMISTA Como ha sido planteado, los elementos angulares que direccionaron la investigación, centraron su atención en el estudio de las mediaciones de la Iglesia Católica en los primeros años del Trabajo Social costarricense. De esta manera para aproximarse al análisis en cuestión, resulta necesario plantear la base contextual que de 1914 hasta 1940 configura las condiciones históricas que determinan al objeto en estudio. En este caso, el presente capítulo contempló dicho propósito. De esta manera, al partir de la tradición teórica marxista que le atribuye al Trabajo Social un especial significado en las relaciones de clase, resultó consecuente construir el análisis contextual basándose en el periodo que posibilitó la conformación del Estado Reformista; de interés tanto por su incursión en la cuestión social,

así como para

la constitución profesional. Esto permite

contextualizar la base histórica que configuró la incursión estatal en el conflicto de clases, y a su vez permitió anudar las condiciones para la vinculación de la Iglesia Católica a la palestra pública, en el periodo de ascenso profesional. Es así como al aspirar por la congruencia teórico-metodológica, el primero de los apartados recupera la estructura económica costarricense que determinó en cierta medida la dinámica social que en ella confluyó. De esta forma, en el apartado siguiente se desarrollan las expresiones políticas de los diversos sectores sociales a tono con las configuraciones estatales.

3.1. Generalidades de la incursión del sistema capitalista en la estructura productiva costarricense La intención del presente apartado radicó en recuperar el movimiento de la estructura económica a partir del ritmo que asumió la economía costarricense, principalmente durante el periodo de 1914 a 1940.

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El sustento teórico-metodológico que abrió el análisis contextual, parte de la premisa mediante la cual, recuperar el objeto de análisis implica abordar la base económica sobre la cual se gestan las relaciones sociales que en él inciden. Dicha premisa no pretende reducir las relaciones sociales a una perspectiva economicista, sino por el contrario aspira a la aproximación de las conexiones societarias propias de la organización económica, que impulsaron -e impulsan- en términos generales el movimiento de la conformación social (Netto, 1992). Al tomar como punto de partida las mencionadas premisas, cabe iniciar señalando que al igual que el resto de sus países vecinos de América Central, la llegada del siglo XX encontró a Costa Rica con una estructura económica caracterizada por su base agroexportadora. De acuerdo con ello, es tal la magnitud de la producción agraria para el periodo en mención, que el café y el banano representaron el 85% de las exportaciones; aunque, cabe señalar que en las últimas décadas del siglo XIX se perfiló un ligera diversificación de productos en la estructura económica (Botey, 2005). De esta manera a partir de 1880, Costa Rica percibió un crecimiento económico basado en el auge de sus exportaciones y en la afluencia masiva de capital extranjero (Araya, 1982). Es así como, el capital nacional se encontraba sujeto inicialmente al británico pero posteriormente experimentó la incursión financiera norteamericana y secundariamente alemana; aunque a partir de 1914 la hegemonía de Estados Unidos se hizo evidente en la estructura económica del país (Araya, 1982). Las características mencionadas retratan

en términos generales el

movimiento de la estructura económica durante las primeras casi tres décadas del siglo XX, no obstante de manera indirecta, evidencian los puntos de fuga que posteriormente le afectaron. La siguiente cita de Botey (2005) es elocuente al respecto:

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La economía costarricense era muy vulnerable a las oscilaciones de los precios y a la demanda internacional de los principales productos agrícolas de exportación, los cuales consumían gran parte de los esfuerzos sociales y generaban vinculación, directa o indirecta, con otros sectores económicos (pág. 3). Si bien, las debilidades señaladas tuvieron una relativa incidencia negativa durante las tres primeras décadas del siglo XX, fue con la llegada de la depresión de 1929 y en consecuencia la llamada crisis de 1930 que las bases sobre las que se construyó el modelo económico se encausaron a la caída. Como parte de tal colapso económico, el valor de las exportaciones costarricenses decrecieron de $18, 000,000 a $8, 000, 000, mientras que el de las importaciones descendieron de $20, 000,000 a $5, 000,000 (Molina y Palmer; 2008). De esta manera, los trazos hasta ahora brevemente mencionados fueron los responsables de dibujar el panorama económico de Costa Rica durante las primeras cuatro décadas del siglo XX. Con el fin de profundizar en las particularidades contextuales que determinaron la estructura económica e incidieron en la base material del periodo en estudio, se procede a exponer el movimiento de los principales referentes del sistema económico del país.

3.1.1. Las expresiones del capitalismo económica costarricense

monopólico en

la estructura

Bajo tal intención, fue oportuno iniciar el recorrido señalando que la región que comprende desde los Valles del Reventazón y Turrialba, atravesando la Meseta Central y aproximándose a San Ramón de Alajuela, vio crecer por condiciones geográficas similares al producto que vinculó a Costa Rica con el mercado internacional: el café. Para el periodo en contextualización, el producto fue un pilar importante para la economía del país; en alguna medida, los réditos de sus exportaciones se

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reflejaron en el fisco estatal, sumado a que la especialización de su producción impuso a tenues trazos las brechas de clases. De acuerdo con ello, la primera crisis que sufrió el café en 1897 ocasionó una reducción en 5 años del 50% de sus precios, conllevado a una severa contracción monetaria que una vez superada revitalizó sus precios hasta la década de 1920 (Araya, 1982). Posterior a este auge, la crisis de 1930 redujo nuevamente las exportaciones del café, seguido a una lenta recuperación a partir de 1934 (Araya, 1982). Al igual que el café, otro de los productos que se insertó dentro de la estructura agroexportadora pero con una dinámica de producción un tanto distinta a ella fue el banano. El ingreso del producto a la esfera económica del país se dio mediante los territorios cedidos al empresario estadounidense Mainor Keith, como parte de la construcción del ferrocarril al Atlántico durante el último cuarto del siglo XIX. De esta manera, conforme se llevaron a cabo las obras ferroviarias, Keith sembró el producto en los territorios acordados en los contratos firmados con los gobiernos costarricenses. Uno de los primeros acuerdos fue el alcanzado durante la presidencia de Bernardo Soto en 1884, el cual dentro de otros aspectos, redujo la autonomía del país cediendo prerrogativas en la zona del Atlántico a favor del empresario (Cassey, 1979). De acuerdo con ello, el impulso económico del banano en la producción económica nacional fue medular. Por su parte, al igual que el café, las condiciones geográficas en este caso de la región Atlántica permitieron expandir el cultivo del banano en dicha zona, para lo cual en 1900 este producto se encontraba mayoritariamente en manos de la recién fundada compañía United Fruit Company (UFCO), empresa en la cual Keith era su accionista principal (Cassey, 1979). De esta manera, durante la década de 1910 el banano mantuvo en Costa Rica un carácter de ascenso, disputando incluso la producción mundial en 1913 con Jamaica. Sin embargo, en la década de 1920 se dio su estancamiento y

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finalmente, después de la crisis de 1930 la producción se redujo de manera considerable (Araya, 1982). El periodo que comprende de 1929 y 1935 ilustra ese declive, ya que los embarques de banano cayeron de 6, 000,000 a 3, 000,000 racimos {Molina y Palmer; 2008). Si bien el banano se convirtió en un producto importante en el modelo agroexportador, su diferencia respecto al café radicó en que la mayoría de sus ganancias quedaban en manos de la compañía, y no en las arcas del Estado. La mencionada particularidad del producto en términos económicos, se debió al carácter de enclave con que actuó la compañía; los contratos firmados con los gobiernos de tumo reflejaron ese plano operativo de enclave, en donde el interés por el capital internacional estuvo por encima de los beneficios estatales (Cassey, 1979). Un ejemplo significativo respecto a las asimetrías contractuales de la compañía con el Estado, fue lo sucedido en la década 1938 cuando la UFCO firmó el llamado contratado Cortes-Chittelden. En este acuerdo, la compañía formalizó el traslado de su producción al Pacífico Central y Pacífico Sur costarricense, abandonando relativamente la zona Atlántica, debido al agotamiento del suelo y las consecuencias del mal de Panamá en el banano de la región (Cassey, 1979). Con lo planteado hasta el momento, es válido afirmar que el café en la meseta central y el banano, primero en el Atlántico y posteriormente en el Pacifico, desempeñaron un papel preponderante en la estructura económica costarricense para el periodo en contextualización. Al continuar con el

breve

recorrido por

la

estructura

económica

costarricense, vale señalar que por razones de descanso del suelo o bien por el mal de Panamá, otro de los productos que se logró ubicar en la zona del Atlántico con un significativo impacto en la economía del país fue el cacao. Si bien fue un producto que se mantuvo en manos de pequeños y medianos productores en la zona, su auge a inicios del siglo XX deviene de la incursión de la UFCO en su cultivo, comercialización y exportación.

77

De esta manera, su importancia económica para la estructura de producción radico en que para el periodo que abarcó de 1900 a 1925 mantuvo una alza de 21,3% en la tasas de crecimiento (Quesada, 1977), mientras que el periodo que se ubica entre 1925 y 1934 se enfrascó a la baja (Araya, 1982). De acuerdo con ello, se puede afirmar que para el periodo objeto de contexto, el cacao se convirtió en uno de los producto de mayor importancia para la exportación costarricense (Araya, 1982). En este esbozo contextual de la estructura de producción de Costa Rica, la región del Pacífico Norte, precisamente Guanacaste, se vinculó bajo sus términos al desarrollo del modelo agroexportador. Si bien en la zona los productos no alcanzaron cifras como las del café o el banano, la ganadería y el comercio de maderas lograron colocarse dentro del panorama económico del país (Edelman; 1998). A pesar de ello, uno de los productos de la zona que mantuvo mayor impacto en términos capitales fueron los minerales. Para el producto en mención, si bien durante las décadas de 1820 a 1843 se había intentado extraer y comercializar, la falta de capital y tecnología impidió su explotación. Es por ello, que a partir de la llegada de los flujos de capital extranjero durante el último cuarto del siglo XIX, especialmente el correspondiente a Minor Keith, la relativa dinamización del producto fue posible (Botey, 2005). De acuerdo con ello, la exportación de metales preciosos, en especial oro y plata, constituyó un rubro importante para los periodos de 1900 a 1930, ubicándose como uno de los productos de principal exportación en el país. A pesar de ello, su bonanza económica no sobrevivió los embates de la crisis que afectó al mercado internacional y en consecuencia a Costa Rica durante buena parte de la década de 1930 (Botey; 2005). Al recorrer la estructura económica de Costa Rica resultó necesario volver a direccionar las coordenadas a la Meseta Central, ya que conforme se asentó el modelo agroexportador, se lograron desarrollar otros productos que debieron en

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alguna medida su producción a los réditos capitales del café. En este caso, se hace mención de la naciente industria y la producción azucarera. Para efectos del azúcar, había sido comercializado en periodos previos al siglo XX, pero el llamado "boom" azucarero, ocurrido en el mercado internacional entre 1914 y 1924, favoreció su demanda (Solís, 1981). Si bien el periodo en mención fijó una fecha de auge, la producción de azúcar fue constante al punto de mantener una importación consecutiva de material relacionado con trapiches e ingenios de 1907 a 1945 (Solís, 1981). De esta manera, al desarrollar algunos aspectos vinculados con el azúcar, resulta oportuno mencionar que junto con el cacao, representaron en alguna medida amortiguadores en periodos de crisis económicas respecto a los principales productos del modelo agroexportador; no es casual que los dueños de ingenios fueran reconocidos cafetaleros, o bien que las grandes producciones de cacao estuvieran a manos de la UFCO (Solís, 1981; Cassey, 1979). Para el caso de la industria costarricense, se logró perfilar su desarrollo como consecuencia de las expresiones capitalistas en la estructura económica. De esta forma, a inicios del siglo XX empezaron a aparecer"[ ... ] una serie de fábricas de candelas, cigarrillos, escobas, calzado, maquinaria, gaseosas, ladrillos, jabones" (Araya, 1982; pág. 66) que evidenciaron el paso que dio el país del taller artesanal a la industria incipiente. El censo comercial de 1907 mostró 46 empresas, mientras que el censo de 1915 reflejó un incremento "[ ... ] cualitativo sustentado en la transformación de talleres por manufacturas y fábricas de mediano tamaño" (Botey, 2005; pág. 40). Por su parte, el censo de población de 1927 reflejó como un 14% de las personas encuestadas se dedicaban a las actividades relacionadas con la industria y las manufacturas (Botey, 2005). Si bien se presentó un incremento en las industrias, la dependencia al desarrollo del modelo agroexportador condicionó el ritmo de estas manufacturas. Una de las vías por las cuales se podría calibrar la dinámica de la industria

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costarricense respecto al resto de América Latina, fue a través del poco aprovechamiento de la industria nacional en la depresión de 1929 y la subsiguiente crisis de 1930, ya que el sector industrial de la región latinoamericana logró, contrario a Costa Rica, sacar réditos a su favor (Araya, 1982). A pesar de que en el siguiente apartado se procedió a profundizar al respecto, es necesario señalar que conforme se consolidó la dinámica de producción durante el siglo XX, el grueso de los sectores trabajadores encauzó sus condiciones de vida hacia la proletarización. A modo de cierre del apartado, pero con el fin de abonar a la aprehensión de la estructura económica costarricense, determinante para el periodo en estudio, se procede a exponer el siguiente cuadro que recupera algunas particularidades de los principales productos que condicionaron la base material en contexto. Seguido a ello, la conflictividad social denotada a través de las expresiones políticas y las estrategias de intervención estatal, serán objeto de estudio en el siguiente apartado.

80 Cuadro N.1 Principales generalidades de la estructura económica de Costa Rica para el periodo 1900 a 1940

Café Banano Cacao

Azúcar

Minerales

Burguesía costarricense

Meseta Central

1902 a 1928

1928y1932

UFCO UFCO

Atlántico Atlántico

1900 a 1928 1900 a 1925

1929 a 1935 1925 a 1934

1914 a 1925

Sujeta a ciclos producción, de más no a drásticas recesiones

Burguesía costarricense

UFCO extranjeros

Meseta Central

y

Pacífico Norte

1900 a 1930

Entró en declive en 1930 para desaparecer prácticamente en

1940 Ganadería

Burguesía costarricense y extranjeros

Pacífico Norte

Favorecida con la crisis de 1930

No fluctuó con el mercado internacional

Fuente: Elaboración propia a partir de Araya (1982), Botey (2005) y Molina y Palmer

(2008).

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3.2. Expresiones políticas y configuración institucional

Las condiciones históricas que permitieron el surgimiento del Trabajo Social como

profesión, estuvieron

condicionadas por la relativa

maduración del

capitalismo, expresado a través de la agudización del conflicto de clases (Netto, 1992). Es por ello que sentada una base común de reflexión sobre la incursión del capitalismo en la estructura productiva costarricense, resulta necesario profundizar sus implicaciones en dinámica social. El propósito en mención contribuye a esbozar las condiciones históricas que de 1914 a 1940 configuraron la posterior incursión sistemática del Estado en el conflicto de clases a partir de 1940, y en consecuencia la necesidad de cuadros profesionales de Trabajo Social que intervinieran en tal pugna. Desde luego, en el recorrido de dichos trazos contextuales aporta a la posterior compresión del significado profesional en la sociedad de clases, así como las aproximaciones de la Iglesia Católica en la institucionalidad y sus implicaciones para el Trabajo Social. Al embarcarse en el estudio de la estructura estatal, cabe señalar que las investigaciones

históricas

contemporáneas

han

demostrado

que

la

institucionalidad costarricense durante su denominado periodo liberal, si bien no configuró políticas públicas como las experimentadas posteriormente a la década de 1940, incursionó en la intervención del creciente conflicto social. Desde esta perspectiva, el Estado no mantuvo un accionar retratado exclusivamente desde las premisas del dejar hacer, dejar pasar del laissez faire; por el contrario, diferentes luchas y negociaciones político sociales incidieron para que el periodo finisecular de los siglos XIX y XX, en especial las primeras décadas del último, evidenciaron en sus lustros, acciones dirigidas a la naciente cuestión social {Botey; 2013). De esta manera, para profundizar el esbozo de las condiciones que permitieron

el desarrollo

de la ofensiva

institucional,

con

consecuentes

82

implicaciones para el objeto en estudio, se procedió a exponer la base contextual que le condicionó durante el periodo de 1914 a 1940. 3.2.1. Conformación estatal ante el naciente conflicto de clases

Una vez desarrollada la base económica, el presente apartado refiere a las expresiones de la configuración estatal que anteceden al objeto de estudio, necesarias para su posterior análisis. Es por ello que se procedió a exponer la configuración estatal desarrollada desde 1914 a 1940, poniendo en relieve los principales actores, ideologías y coyunturas que contribuyeron en el proceso en mención. Al iniciar este recorrido contextual, cabe señalar que no es casual que a inicios del siglo XX conforme el sistema de producción afianzó sus raíces en la sociedad costarricense, las acciones políticas de los sectores trabajadores empezaron a resonar. Desde luego, a causa del detrimento de sus condiciones de vida, estos sectores exigieron la intervención institucional que regulara el recién iniciado conflicto de clases. Aunque cabe señalar que esa no fue la razón exclusiva de la intervención estatal en el plano social, pues los liberales costarricenses tempranamente comprendieron los réditos de intervenir en el conflicto social para el desarrollo de su proyecto político (Botey, 2013). Al profundizar en la mencionada configuración estatal, cabe señalar que ya sea por la dinámica que asumió el sistema de producción en los espacios urbanos o bien, por la prioridad que las investigaciones históricas le han dado a estas zonas; lo cierto es que las primeras expresiones de organización política obrera con impacto en la esfera estatal durante inicios del siglo XX, se identificaron en mayor medida en las ciudades, especialmente en la capital, San José. La aproximación a estas formas de organización con incidencia institucional se expresaron mediante la conformación de sociedades de socorro, las cuales constituían cajas de ahorro mediante las cuales artesanos y obreros recolectaban

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fondos para eventuales accidentes e incluso para la promoción de actividades culturales y educativas (Botey; 2005). En esta conformación, es necesario mencionar que la prensa pero en general la literatura, desempeñó un papel preponderante en el proceso de organización de los sectores artesanos y obreros, debido a que constituyó el medio por el cual se informaban, discutían y organizaban sobre temas relacionados a su situación económico-social. En palabras de Malina (1999): "Los pobres del campo y la ciudad debutaron en la narrativa posterior a 1900 del brazo de jóvenes intelectuales radicales, identificados con el anarquismo y el socialismo, cuyo discurso tenía como base la cuestión social[ ... ]" (pág. 71). Tal como menciona la cita, en el desarrollo de este tipo de organizaciones políticas, los sectores obreros se aproximaron a un grupo de la intelectualidad permeado por ideas socialistas y anarquistas; articulaciones que permitieron fundar en 1912 el Centro de Estudio Germinal, con el fin de incidir en las condiciones de vida de los sectores trabajadores (Botey; 2005). En este escenario de organización política, al direccionar el análisis a la dinámica estatal, se puede mencionar que la administración de González Flores (1914-1917) como parte de la recesión económica a causa de la 1Guerra Mundial,

asi como sus adscripciones al reformismo, conllevaron a la ejecución de la primera reforma económica y tributaria que el país experimentó en el siglo anterior. A pesar de ello, la intervención estatal trastocó los intereses de los grandes capitalistas, razón por la cual fraguaron en 1917 un golpe de Estado en contra del joven presidente (Botey; 2005). El gobierno de facto posterior al golpe de Estado, fue dirigido por Federico Tinoco, quien por el desconocimiento diplomático por parte de los Estado Unidos, sumado a la mala administración del heraldo público y las presiones sociales, dejó el Poder Ejecutivo en 1919 (Botey, 2005). En relación a este planteamiento, resulta importante señalar, que a partir de la década de 1920 situaciones internacionales así como nacionales, incidieron

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para que los sectores trabajadores se articularan en la reivindicación de sus condiciones de vida; lo cual permite identificar como a partir de la mencionada década, el Estado incursiona a través de una tenue ofensiva en la relación capitaltrabajo. De esta manera, el impacto económico de la 1Guerra Mundial, así como las consecuencias de la dictadura tinoquista (1917-1919) incidieron para anudar la articulación de sectores trabajadores, a pesar de que las revoluciones mexicana y rusa, así como la creación de la Tercera Internacional y el trabajo de base de sus representantes en América Central, aportaron una cuota significativa a este proceso de organización en términos políticos a los sectores trabajadores (Botey; 2013). Una de las principales expresiones políticas, sin duda relacionada con este contexto nacional e internacional fue la huelga de 1920. Ante ello, con el fin de mejorar las condiciones laborales, durante las dos primeras semanas de febrero, la clase trabajadora urbana llevó a cabo un movimiento laboral de envergadura nacional (Acuña; 1986). La lucha inicialmente de corte regional, fue sumando fuerzas hasta alcanzar dimensiones nacionales (Acuña; 1986). En la primera semana, el gobierno aceptó las demandas de los empleados públicos, pero en las zonas periféricas a la Meseta Central, las protestas continuaron y fueron aplacadas como en Limón, donde el Estado y los empresarios recurrieron a la violencia (Botey; 2005). Ante este embate por la creciente conflictividad social que se perfilaba al son de la incursión capitalista en el país, la jerarquía del clero asumió una posición pasiva en tanto pregonó con sus acciones la aceptación del sistema económico y político. De acuerdo con ello, el arzobispo para el periodo de 1904 a 1920 Juan Stork Werth, centró sus acciones a la obediencia del estatus quo, tal como lo indicaban las directrices papales de Pio X (Backer, 1978). A propósito del proceso de huelgas y articulación política de los sectores obreros, durante febrero de 1920 Monseñor Stork Werth lamentaba la creciente

85

conflictividad social, asegurando que el país nunca antes había experimentado un malestar como el que se presentaba. Para el arzobispo, no quedaba más que esperar que "[ ... ] la dolencia no se haga endémica en nuestras tierras" (Backer, 1978; pág. 61 ). Si estas palabras de Monseñor Stork permiten entrever los deseos del clero respecto al conflicto social, conforme avanzó la década de 1920 sus ilusiones se desvanecían, ya que las luchas de los obreros y obreras se intensificaron. De esta manera, las expresiones políticas no acabaron con las demandas por la jornada laboral, sino que persistieron, y en 1922 se encausaron para mejorar, en esta ocasión, la situación de vivienda. En cuanto a ello, los sectores trabajadores se enfrentaban a un alto costo en los precios de alquilar, a pesar de que las viviendas arrendadas mantenían condiciones poco aptas para vivir (Briceño, Elizondo, Rodríguez y Vega, 1998). Ante ello, con la lucha emprendida por la Confederación Nacional de Trabajadores, el Congreso aprobó la Ley de Emergencia del Inquilinato en 1922, incidiendo de alguna manera en las condiciones de vida de los sectores trabajadores. A pesar de ello, vale señalar que si bien esta normativa incidió en el asunto de vivienda, sus problemas fueron constantes, al punto de ser un tema emergente en la agenda de las diferentes administraciones durante el periodo de interés. Ante este proceso, la fundación del Partido Reformista en 1923 se colocó como uno de los iniciales aspectos coronarios en esta sumatoria de fuerzas que se acreciento a partir de la década de 1920. Como consecuencia de su accionar político, la contienda electoral del periodo siguiente a su creación, es decir la elección de 1924, fue acompañada por diversas tensiones en la arena electoral (Botey; 2005). De acuerdo con ello, debido a que los candidatos para la elección de 1924 no alcanzaron el mínimo para ganar las elecciones, le correspondía al órgano legislativo nombrar la presidencia ejecutiva; por lo que las alianzas entre los

86

diputados reformistas y los republicanos llevaron al candidato oficialista, Ricardo Jiménez Oreamuno a su segundo periodo (1924-1928) como presidente de la República. Lo importante de señalar como parte de este proceso de contextualización en curso, es que los compromisos asumidos con un sector del Partido Reformista generaron que la segunda administración de Jiménez Oreamuno interviniera con relativa efusividad en materia social. La creación de la Secretaría de Salud Pública y Protección Social, importante para la ejecución de acciones encaminadas al área de salud, así como el reordenamiento de la Hacienda Pública fueron aspectos desarrollados durante su gestión (Botey, 2013). Desde luego, las acciones de los reformistas no se redujeron a la mencionada elección presidencial, por el contrario, durante el transcurso de la década de 1920 los diputados jugaron un papel trascendental en la promulgación de la Ley de Accidentes de Trabajo y en la obligatoriedad de seguros; además es importante

destacar que

dentro

de

su agenda

política

incluyeron

las

reivindicaciones de la mujer, lamentablemente sin el mismo éxito que las demandas laborales (Botey; 2005). Este periodo de efervescencia política que acompañó la década de 1920, contó con la misma posición pasiva de la jerarquía de la Iglesia Católica costarricense, evidenciada durante las primeras dos décadas del siglo XX. Al respecto, posterior a la muerte de Monseñor Stork en 1919, Monseñor Rafael Castro Jiménez (1921-1939) asumió la conducción del arzobispado, pero su administración no se distanció de los esquemas poco contestatarios de su antecesor (Backer; 1978). Si bien existieron sectores del clero que asumieron una posición un tanto más reaccionaria respecto al detrimento social que se agudizaba, su jerarquía desconoció tales acciones. Un ejemplo representativo fue la organización política de Jorge Volío, sacerdote que se distanció de la Iglesia Católica para enlistarse en las filas del ya mencionado Partido Reformista, y con quien el clero levantó una

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ofensiva de distanciamiento por el carácter anti-clerical de sus propuestas (Backer, 1978). La crisis de 1929 y sus posteriores repercusiones, determinaron con marcada complejidad el desarrollo de la década de 1930. Las mayores expresiones de la crisis económica, tanto en términos del heraldo público como en movimiento

sociales,

se

visualizaron durante

el

periodo

de

la

tercera

administración presidencial de Jiménez Oreamuno (1932-1936), esto debido a que la estrepitosa caída del café y sus consecuentes repercusiones sociales en 1932 se hicieron sentir en el país (Botey; 2005). Bajo esta tónica de lucha urbana, los productores y beneficiadores de café mantuvieron sus históricas tensiones a través de diversas contiendas sostenidas durante la década de 1920 y 1930. La razón de tales enfrentamientos se debió a que los beneficiadores de café establecieron mediante criterios poco claros el precio con el que compraban el grano a los productores, lo cual solía ser motivo de disputa

constante, en

especial en malos ciclos de comercialización

internacional del grano (González; 1987). De acuerdo con ello, los productores continuaron reivindicando sus demandas por un precio y acceso al crédito para el cultivo del grano, hasta que como parte de este proceso, en 1933 el Estado creó el Instituto de Defensa del Café. Dicha institución, permitió aumentar la intervención estatal mediante créditos

y normativa, incidiendo así en los conflictos de los pequeños y medianos productores (González; 1987). De esta manera,

las acciones emprendidas por el ejecutivo para

contrarrestar los efectos de la crisis, se relacionaron con la construcción de obras públicas, y en 1932 se creó la Oficina Técnica de Trabajo para regular conflictos laborales. A pesar de ello, las presiones del recién fundado Partido Comunista en 1931, movilizaron demandas que fueron integradas en la dinámica estatal. Dentro de ellas, destacan la fijación de ocho horas máximas para los panaderos y salarios mínimos en algunas actividades, así como la imposibilidad

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de embargar tres cuartas partes de los salarios (Botey; 2005). A tono con ello, tal como se ha indicado e incluso intentado evidenciar, la tercera administración de Jiménez Oreamuno (1932-1936) se caracterizó por la agudización del conflicto social, sin duda la crisis económica de la década de 1930 y las emergentes propuestas políticas tuvieron peso en este escenario de convulsión. De esta manera, una de las luchas emblemáticas que se suma al periodo en contextualización fue la huelga bananera en la región Atlántica en 1934. En cuanto a ello, cabe subrayar que la presencia de la UFCO en la región Atlántica, estuvo acompañada por una serie de desfases normativos que le permitieron por su

modalidad de enclave, sacar provecho de la zona

prácticamente por encima de la normativa estatal (Acuña, 1984). Bajo esas condiciones, la situación laboral de los sectores trabajadores, la crisis internacional de la década de 1930 junto las organizaciones políticas que se infiltraban en las bananeras a partir de 1931 y con el agotamiento del suelo en la región Atlántica -aspectos desarrollados en el apartado anterior- lograron articular las condiciones que propiciaron la huelga de 1934 (Botey; 2005). La huelga, sosteniendo como pilar de lucha la mejora en las condiciones de vida de los obreros, puede ser comprendida según Víctor Hugo Acuña en dos momentos: el primero de ellos cuando la compañía aceptó las demandas de los trabajadores, y la segunda, cuando la compañía desconoció los acuerdos tomados respecto a lo acordado en la primera etapa (Acuña; 1984). La resistencia obrera, su capacidad de articulación y las incursiones del Partido Comunista, permitieron un relativo balance positivo de la contienda (Acuña; 1984). Dada la ofensiva comunista que empezó a levantarse durante la década de 1930, el papel de la Iglesia Católica respecto a su incidencia política tiende hacia un relativo giro. A partir de 1931, paralelo a la fundación del Partido Comunista, las estructuras jerárquicas arrancaron su campaña anti-comunista (Backer, 1978). Los púlpitos y la prensa católica fueron estrategias de las que echaron mano los clérigos para expresar abiertamente su posición en contra del

89

comunismo (Aguilar, Araya, Bermúdez, Bonilla y Guillén; 2001 ). La obediencia, y la sumisión al orden natural de la vida, eran llamamientos apelados por el clero para contrarrestar, como fue mencionado, los réditos organizativos y electorales que alcanzaban los sectores comunistas en el país (Backer, 1978). Producto de este panorama, en 1935 el Vaticano presionó a la Iglesia Católica costarricense para que estableciera la organización Acción Católica con el fin de contrarrestar la avanzada del comunismo. Este tipo de organización se inspiraba en las encíclicas papales Rerum Novarum y Quadragesimo Anno, por lo que en cierta medida constituyó la primera institucionalización de la doctrina social de la Iglesia en el país. A pesar de ello, parecer ser que la poca comprensión de los sacerdotes respecto a este tipo de organizaciones, les condujo al fracaso antes de la muerte de Monseñor Castro Jiménez en 1939 (Backer, 1978). Al cierre del recorrido de la configuración estatal, cabe señalar que en 1936 a la cabeza del partido Republicano Nacional, León Cortés ganó las elecciones presidenciales. Su campaña electoral se basó en falsas acusaciones sobre su contrincante Octavio Beeche, alegando que éste tenía inclinaciones comunistas (Botey, 2005). Durante su gobierno se desarrolló una serie de obras públicas como carreteras, edificios gubernamentales, mejoras en el ferrocarril al Pacífico, así como en el sistema de alcantarillado. Ante ello, merece ser señalada la creación de la Junta Nacional de Habitación, la cual permitió la construcción de viviendas baratas (Botey; 2013). La forma autoritaria con que gobernó Cortés, llegó al punto de perseguir a sus opositores políticos especialmente a los comunistas, a quienes consideraba responsables de cualquier protesta. Cabe señalar que al cierre de su administración, Ricardo Jiménez se perfilaba para una cuarta gestión, la cual motivó a Cortés a perseguir a sus simpatizantes, y designó de parte del oficialismo para las elecciones de 1940 al médico Rafael Ángel Calderón Guardia. Dicha contienda presidencial coincide con

90

la muerte del obispo costarricense Rafael Castro Jiménez en 1939, situación que proyecta tanto a nivel presidencial como derical cambios en las respectivas estructuras institucionales. A modo de cierre, vale indicar que a partir de este contexto donde se profundizaron en las implicaciones de la incursión capitalista en la sociedad costarricense durante el periodo de 1914 a 1939, se procede a desarrollar en los siguientes dos capítulos, el análisis respecto a la institucionalidad levantada para intervenir sistemáticamente en el conflicto de clase. En dicho proceso se pretende valorar su vínculo con la Iglesia Católica, y consecuentes implicaciones para la profesión de Trabajo Social. Con el fin de sintetizar para efectos de cierre el presente apartado, se procede a exponer el siguiente cuadro que condensa las principales acciones realizadas por el Estado para intervenir en el conflicto de clase durante el periodo en contextualización, es decir 1914 a 1940. Posterior, en el siguiente capítulo se intenta analizar la incursión de la Iglesia Católica en el periodo de asentamiento del Estado Reformista. Cuadro N. 2 Principales acciones institucionales ante el conflicto social para el periodo 1914 a 1939 ,~ ~ '-..'

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