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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
Este libro pertenece a
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Alfonso Rincón González
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IGNO Y LENGILn EN SAN AGUSTÍN Introducción a la lectura del diálogo De Magistro
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Centro Editorial UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA
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Alfonso Rincón G. CENTRO EDITORIAL UNIVERSIDAD NACIONAL
Primera Edición: Bogotá 1992 ISBN: 958-17-0080-3
Fotocomposición: Servigraphic Ltda. Impresión: Artes Gráficas Delgadillo Preparación de originales, diagramación, corrección de pruebas, supervisión editorial: Centro Editorial, U.N., S. M. D., Emma Ariza, Alfonso Rincón y Alejandro Gordillo Este libro se terminó de imprimir durante el mes de junio de 1992. Centro Editorial, Universidad Nacional de Colombia, Apdo. Aéreo 14490 Bogotá. PORTADA: óleo de Remedios Varo: El Flautista. 1955 (España, 1908, México, 1963)
ÍNDICE GENERAL Pág, 9 11 13
Dedicatoria Prefacio Obras de San Agustín Lista de abreviaturas Advertencias
17 21
INTRODUCCIÓN 1. Agustín, maestro del pensamiento 2. Semiótica y filosofía del lenguaje 3. El lenguaje en la obra de San Agustín 4. Actividad literaria de Agustín del 386 al 389 5. El "De Magistro" en la evolución intelectual de Agustín 6. Objetivos y método de trabajo Notas
23
23 24 25 27 28 29 30
CAPITULO I
El. DIALOGO EN LA OBRA DE SAN AGUSTÍN 1. Diálogo y filosofía 2. La palabra "diálogo" y su uso 3. El diálogo filosófico y su expresión literaria 4. Agustín y Platón 5. Agustín y Cicerón 6. Clasificación de los diálogos de Agustín 7. De ios diálogos de Casiciaco al "De Magistro" 8. Etapas del método dialógico 9. Una actitud de base: amor a la razón y a la sabiduría 10. La "quaestio" Vocabulario Razones de la pregunta
37 37 38 38 39 40 42 43 43 44 45 45 46
Actores de la pregunta Temas de la pregunta 11. La "disputado" Vocabulario Lugar de la dialéctica La definición La distinción La etimología La demostración 12. La "inventio" 13. Los juegos de la conversación Notas
47 50 50 50 51 52 57 58 60 61 62 66
CAPITULO II
EL SIGNO Y EL LENGUAJE EN LOS DIÁLOGOS 1. La omnipresencia del signo La palabra y la escritura La palabra y el cuerpo 2. El signo en el "Contra Académicos" Vocabulario Contra Académicos II.1.2 Contra Académicos ILV.11 - III.IX.18 Contra Académicos III.VI.13 La imposición de los nombres Las cosas y las palabras Lenguaje y comunicación 3. El signo y el lenguaje en el "De Beata Vita" De Beata Vita 1,2 ,, De Beata Vita 1.5 De Beata Vita IV.25 4. El signo y el lenguaje en el "De Ordine" Vocabulario De Ordine I.II.4 De Ordine I.VII.25 De Ordine II.IX.27 De Ordine II.XI.30 - II.XIII.38 Sonus, vox, verbum Lingua Littera Syllaba, partes orationis Artes Liberales 5. Ei signo y el lenguaje en los "Soliloquia" Soliloquia I.III.8 Soliloquia I.XV.27 Soliloquia II,III.3 Soliloquia II.V.7-8 Soliloquia II.VI.9 - XI.17 Soliloquia II.XI. 19
79 79 79 80 82 82 82 82 83 84 84 84 85 86 87 87 87 88 88 88 89 89 93 97 97 99 99 101 101 102 102 102 103 103
6. El signo y el lenguaje Vocabulario De Quantitate Animae De Quantitate Animae De Quantitate Animae De Quantitate Animae 7. El signo y el lenguaje 8. El signo y el lenguaje 9. El signo y el lenguaje Notas
en el "De Quantitate Animae" XI.18 XVIII.31 XX1V.45 XXXII.65-68 en el "De Música" en el "De Libero Arbitrio" en el "De Dialéctica"
103 104 104 104 107 107 114 117 117 118
CAPITULO III
EL DIALOGO "DE MAGISTRO": ESTRUCTURA Y CONTENIDO
137
1. "De Magistro"; un título lleno de significado Agustín discípulo Agustín maestro 2. Adeodato; el interlocutor del diálogo Adeodato en la vida de Agustín Los conocimientos de Adeodato sobre el signo y el lenguaje según testimonio del "De Magistro" 3. Diversas estructuras del "De Magistro" 4. Capítulo I del "De Magistrc": Análisis y comentario Vocabulario Finalidad del lenguaje Docere-discere Docere-interrogare Docere: única finalidad del lenguaje Loqui: proferir palabras Docere-commemorare Cantare Orare El lenguaje y el signo Definiciones del lenguaje (loqui) El "hombre interior" El lenguaje interior Los diferentes sentidos del "docere" Pragmática del lenguaje Conclusión Notas
137 138 139 140 140
CONCLUSIONES
171
APÉNDICE
175
Bibliografía índice Onomástico índice Temático
142 145 148 148 149 149 150 150 150 151 152 154 154 154 156 157 159 161 161 162
179 203 211
s AXQ v s r i N y & e¥c
Agustín dialoga en Casiciaco. Miniatura. Vierta. Nationalbibliothek. 1009. Fot I 1 . s. XII.
A mi madre, quien me enseñó a amar la verdad
Agustín dialoga en Casiciaco. Miniatura. Admonl. Stiftsbihliothek. 21 (125). Fol I V. s. XII.
PREFACIO
Encontrar un gran maestro y comenzar a frecuentarlo siempre produce un inmenso placer. Eso me sucedió con San Agustín. Sin embargo, no me fue fácil escoger un tema que no hubiera sido estudiado ya por tantos especialistas de la obra agustiniana. Tengo que confesar que mi trabajo es el resultado de la convergencia de dos intereses: por una parte, el personaje mismo: un hombre asombroso, apasionado por la búsqueda de la verdad y la belleza, dotado de un cierto sentido del "todo o nada", y comprometido en los problemas y conflictos de su tiempo; rasgos que me han atraído de un modo particular. Por otra parte, el lenguaje humano: actividad que se halla en la raíz misma de nuestro ser consciente y de nuestra comprensión de lo real, universo de signos por medio de los cuales comunicamos nuestros pensamientos y nuestros sentimientos; lenguaje humano, cuya gramática nos permite relatar el pasado, expresar la verdad, el amor y el porvenir; decir el sueño, el poema, la oración, el rechazo y la esperanza. Lector infatigable, Agustín supo resumir y condensar, en la encrucijada de diversas tradiciones culturales, los tesoros intelectuales del mundo antiguo: la Biblia, Platón y el neoplatonismo, en primer lugar; además Aristóteles, los estoicos y los grandes doctores alejandrinos. El alma judía y el alma cristiana, el logos griego y el orden romano se encuentran en su pensamiento y nos permiten ver las relaciones y las tensiones que hay entre la fe, el saber y la cultura. Con prodigiosa fecundidad, San Agustín ha dejado a la posteridad una obra grandiosa. Sus libros no fueron escritos para el olvido, sino para ser recordados. Ellos estimulan al lector a que continúe la reflexión y profundice su pensamiento. Con estos objetivos he tratado de emprender una lectura de Agustín. Muchas cosas contribuyeron a realizar esta tarea: numerosas lectura-;, ciertamente, pero también la orientación de los profesores Lohn Gallup y Cíuj Bouchard, de la Universidad Laval. Breves pero fecundas entrevistas con ios
profesores G. Verbeke de la Universidad de Lovaina, Robert O'Connell de la Universidad de Fordham, André Mandouze, Alain Michel de la Sorbona y Goulven Madec, director de la Revue des Eludes Augustiniennes de París, me ayudaron también a comprender algunos puntos de mi trabajo. A todos ellos les expreso mi gratitud. Además, las observaciones de los profesores Ernest Fortin del Boston College y Guy H. Allard de la Universidad de Montréal me fueron de gran utilidad. Quiero, asimismo, expresar mi agradecimiento a todas las personas que, con su compañía y acogida, contribuyeron a hacer fructífera mi permanencia en Québec. De manera especial tengo que mencionar a Micheline Fraser y a Beatriz Cisneros por su amistad y su colaboración, también a Alejandro Gordillo por su ayuda en la corrección de las pruebas. Agradezco, en fin, a la Universidad Nacional de Colombia, a la Universidad Laval y al Ministerio de la Enseñanza Superior y de la Ciencia del gobierno de Québec, su apoyo académico y financiero. Con este trabajo he querido unirme a la celebración del decimosexto centenario de la conversión de San Agustín. A.R.G.
OBRAS DE SAN AGUSTÍN
Texto Una lista exhaustiva de los títulos de las obras, la nomenclatura de las ediciones críticas, bibliografía selecta de las fuentes y de los estudios críticos se hallan en: Clavis Patrum latinorum...editio altera..., Bruges, C. Beyaert. La Haye: M. Nijhoff, 2a. ed., 1961, pp. 65-96 (3a. edición en preparación). Aún no existe una edición crítica completa de toda la obra de San Agustín. Se cuenta, sin embargo, con la edición de los benedictinos de San Mauro, Paris 1679-1700, reproducida en J.P. Migne: PATROLOGIAE CURsus COMPLETOS, Series Latina (PL), volúmenes 32 a 46 y con algunas ediciones críticas aún incompletas. (CCSL) Corpus Christianorum. Series Latina. Turnholti; Typographi Brepols Editores pontificii. Han aparecido cerca de veinte volúmenes. Laeditio princeps de las nuevas cartas recientemente descubiertas y eduadas por J. Divjak es el último volumen aparecido. (CSEL) Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum. Viena. Entre otras ediciones incompletas consultadas podemos mencionar: (ACW) Ancienl Christian Writers. Westminster, Md. (BA) Bibliothéque Augustinienne. París. (BAC) Biblioteca de Autores Cristianos. Madrid. (FOC) The Fathers of the Church. New York. (NBA) Nuova Biblioteca Agostiniana. Roma. Para los diálogos que estudiamos en este trabajo: Contra Académicos: Texto: PL 32, 905, ed. Migne. CCSL 29. CSEL. 63. 6, ed. P. Knoll, 1922. Traducciones: Española: BAC 3, 74. versión, intruuü jetón y notas V. Capánaga. 1979.
Francesa: BA 4, 14, ed. R. Jolivet, 1948. Inglesa: FOC 1, 43, ed. D.J. Kavanagh-E.H. Arbesmann, 1943, 1948. Italiana: NBA m, 1, ed. D. Gentili, 1970. De Beata Vita Texto: PL 32, 959, ed. Migne. CCSL 29. CSEL 63, 89, ed. P. Knoll, 1922. Traducciones: Española: BAC 1, 615, ed. V. Capánaga, 19573 Francesa: BA 4, 222, ed. R. Jolivet, 1948. Inglesa: FOC 1, 43, ed. L. Schopp, 1947. Italiana: NBA m, 1, ed. D. Gentili, 1970. De Ordine Texto: PL 32, 977, ed. Migne. CCSL 29. CSEL 63, 121, ed. P. Knoll, 1922. Traducciones: Española: BAC 1, 673, ed. V. Capánaga, 19573. Francesa: BA 3, 203, ed. R. Jolivet, 1948. Inglesa: FOC 1, 239, ed. R. P. Russell, 1942, 1948. Italiana: NBA III, 1, ed. D. Gentili, 1970. Soliloquia Texto: PL 32, 869, ed. Migne. Traducciones: Española: BAC 1, 489, ed. V. Capánaga, 19573. Francesa: BA 5, 24, ed. P. De Labriolle, 948. Inglesa: FOC 5, 335, ed. Th. F. Gilligan-R. P. Russell, 1943, 1948. Italiana: NBA ni, 1, ed. D. Gentili, 1970. De Immortalitate Animae Texto: PL 32, 1021, ed. Migne. Traducciones: Española: Trad. J. Bezic, pref. O. N. Derisi. Buenos Aires, 1954. BAC 39, versión, introducción y notas Lope Cilleruelo, 1988. Francesa: BA 5, 170, ed. P. De Labriolle, 1948. Inglesa: FOC 2, 15, ed. L. Schopp, 1947. Italiana: NBA UI, 1, ed. D. Gentili, 1970.
14
De Quantitate Animae Texto: PL 32, 1035, ed. Migne. Traducciones: Española: BAC 3, versión E. Cuevas, revisión Miguel Fuertes Lanero, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982. Francesa; BA 5, 226, ed. P. De Labriolle, 1948. Inglesa: ACW 9, ed. J. M. Colleran, 1950, 1964. Italiana; NBA II I, 2, ed. D. Gentili, 1976. De Libero Arbitrio Texto: PL 32, 1221, ed. Migne. CCSL 29, 211,
1970.
CSEL 74, W. M. Green, 1956.
Traducciones: Española: BAC 3, versión Evaristo Seijas, 1947, revisión Santos Santamaría del Río, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982. Francesa: BA 6, 136, ed. F. J. Thonnard, 1952. Inglesas: ACW 22, ed. M. Pontifex, 1955. FOC 54, ed. R. P. Russell, 1968. Italiana: NBA III, 2, ed. D. Gentili, 1976. De Dialéctica Texto: PL 32, 1409, ed. Migne. Traducciones: Alemana; De Dialéctica. Trad. por Hans Ruef, en.Augustin über Semiotik und Sprache. Berne, Wyss Erben Verlag, 1981. Francesa: Principes de dialectique. Trad. por H. Barreau, en; Oeuvres completes de Saint Augustin, vol. 4. París, 1873, pp. 52-68. Inglesa: Augustine. De Dialéctica. Trad. por B. Darrell Jackson. Dordrecht, Boston, 1975. De Música Texto: PL 32, 1081, ed. Migne. Traducciones: Española; BAC 39, versión, introducción y notas Alfonso Ortega, 1988. Francesa: BA 7, ed. Guy Finaert y F. J. Thonnard, 1947. Inglesa: FOC 2, 169, ed. R. Catesby Taliaferro, 1948. Italiana: NBA III, 2 ed. D. Gentili, 1976. De Magistro Texto: PL 32, 1193, ed. Migne. 15
CCSL 29, 157, ed. K. D. Daur, 1970. CSEL 77, 3, 55, ed. Guenther Weigel, 1961. Traducciones: Española: BAC 3, versión Manuel Martínez, revisión Santos Santamaría del Río, introducción y notas Victorino Capánaga, 1982. Francesas: BA 6, 14, ed. F. J. Thonnard, 1952. BA 6, ed. G. Madec, 1976. Holandesa: Aurelius Augustinus. De Magistro, ingeleid, vertaald en toegelicht, door G. E. A. M. Wijdeveld. Amsterdam, 1937. Inglesas: ACW 9, ed. J. M. Colleran, 1950. FOC 59, ed. R. P. Russell, 1968. Italiana: NBA m, 2, ed. D. Gentili, 1976.
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LISTA DE ABREVIATURAS
Esta lista incluye las abreviaturas empleadas para cada una de las obras de San Agustín, el texto latino, el volumen en CCSL, y/o CSEL y el volumen de Patrologiae Cursus Completas, Series Latina, J. E. Migne. CA CC CO DBV DCD DCR DD
DDA DDC DDQ DGALI DGCM DIA DLA DMA DMEC
DMEN DMU DO DQA DT DUC
PL 32 CSEL 63 Contra Académicos CSSL 29 PL 43 CSEL 52 Contra Cresconium PL 32 CSEL 33 Confessiones PL 32 CSEL 63 De Beata Vita CCSL 29 PL 41 CCSL 47 De Civitate Dei PL 40 De Catechizandis Rudibus CCSL 4 6 ed. J. Pinborg, introducción., notas. De Dialéctica traducción de B.D. Jackson. Dordrecht, Boston, 1975. PL42 CSEL 25,1 De Duabus Animabus PL 34 CCSL 32 De Doctrina Christiana PL40 De Diversis Qaestionibus 83 CCSL 44A CSEL 28,1 De Genesi ad litteram PL 34 De Genesi contra PL 34 Manicheos PL34 De Immortalitate Animae PL 32 CCSL 29 De Libero Arbitrio PL 32 CSEL 77 CSSL 29 De Magistro De Moribus Ecclesiae Catholicae et de Moribus PL 32 Manicheorum PL40 De Mendacio PL 32 De Música PL 32 CSEL 77 CCSL 29 De Ordine PL-32 De Quantitate Animae CCSL 50,1 -2 PL42 De Trinitate CSEL 25,1 PL42 De Utilitate Credendi 17
DVR EP
De Vera Reí igione Epistolae
CCSL 32 31-123 CSEL 34,2
PL 34 PL 33
124-184 CSEL 44 185-270 CSEL 57 EIPS LIE RE
si-
so
Enarrationes in Psalmos In Johannis Evangelium Retractation es Sermones Soliloquia
CCSL 38-40
CCSL 36 CSEL 36 1-5 CCSL 41
51-340
PL 36-37 PL 35 PL 32 PL. 38 PL 32
Otras abreviaturas
TLL
Ernout-Meillet. Dictionnaire étymologiq ue de ia langue latine. Grammatici Latini. Ed. Kiel. Lingua Latina. Varrón. Lexicón Totius Latinitatis. Stoicorum Veterum Fragmenta. Thesaurus Graece Linguae. Thes^urus Ltn°uae Lattnae.
Ac Adv. Math. Cat. Catil. Crat. De An. De Def Or. De Fin. De Gen . An. De G r a m m . De Int. De Inv. De Off. De Or. De Nat. Deor. De Ser Lat. Disctpl. Libr. Diss. Enn, Epin. Epist. Etim. Fed. Fedr
Académica Adversos Mathemattcos Libri XI Categoriae In Catilinam Craíilo De Anima Libri m De Defectu Oraculorum De Finibus De Generatione Animalium De Grammatica De Interpretatione De Inventione De Officiis De Oratore De Natura Deorum De Sermone Latino Disciplinaran! Libri IX Dissertationes Enneadum Libri vi Epinomis Epistolae Etimologiae Fedón Fedro
EM GLK LL LTL SVF TGL
Fil. fr. Hist. Anim. In Crat. Inst. Inst. Or. Le. Luc. Lis. Men. Met. Meta, Mt. Nicom. Noc. Att. Ovid. Poet. Pol. Polit. Pyrr. Hyp. Quint. Rep. Rom. Sext. Ernp. Sof. Simp Teet. Top. Tuse.
Filebo fragmentum Historia Animalium In Cratilo Institutionum Grammaticarum Libri x\ II Institutiones Oratoriae Lucas Lucullus Lisis Menón Metafísica Metamorphosis Mateo Ethicae Nicomacheae Libri x Noctes Atticae Ovidio Poética Político Política Pyrronicarum Hypotyposeon Libri 111 Quintiliano República Romanos Sexto Empírico Sofista Simposio (Banquete) Teeteto Tópica Tusculanae
19
AViMLIÍ AVGUSTIMl CCWi'U 'JESVSTVKWNEHEVriRi.LNaP Agustín lucha contra Fausto Miniatura, Arranches. 90. Fot l Vo. s XII
ADVERTENCIAS
Como lista de las ediciones y de las traducciones de los diálogos de San Agustín, utilizamos, con algunas adiciones, la ofrecida por Domenico Gentili en Opere di Sant' Agostino, edición latino-italiana, vols. lii-l y II1-2, en la Nuova Biblioteca Agostiniana, dirigida por Agostino Trape, o.S.A. Roma: Cittá Nuova Editrice. Para el Contra Académicos y el De Ordine. nos servimos de la edición del Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum. Si es necesario, añadimos la página y la línea correspondiente. En cuanto al De Magistro, empleamos la edición de K.D. Daur, en el Corpus Christianorum. Series Latina. La primera cifra de las referencias corresponde al capítulo; la segunda, a la sección; la tercera cifra y siguientes, a la línea. La referencia a las obras de San Agustín y a los autores citados más de una vez, la hacemos mencionando, en cada ocasión, la abreviatura o el titulo, en lugar de "ibidem" o de "op. cit.", para facilitar así la consulta. Fn cuanto a las referencias mismas, indicamos solamente el nombre del autor, el título de la obra o del artículo, y la página. Remitimos a la bibliografía general para el lugar, la casa editora y el año. Con un asterisco señalamos, en la bibliografía general, las obras citadas. For su extensión, los textos de las notas aparecen al final del capítulo correspondiente.
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Agustín lucha contra el maniqueo Fausto. Miniatura, París. B.N., lat. 2079. Fot. I Vo. s. XI.
INTRODUCCIÓN
1. Agustín, maestro del pensamiento San Agustín es sin duda la figura más grande entre los Padres de la Iglesia latina y uno de los más ricos pensadores de Occidente. Nunca será suficiente lo que se diga sobre la importancia de su obra respecto de la teología y del pensamiento cristianos. Durante la Edad Media, él fue el maestro por excelencia, con una autoridad casi indiscutible, en particular en el dominio de la teología1. Pero su influencia filosófica y teoiógica ha desbordado ese período y está presente allí donde el interés de los filósofos se orienta hacia los problemas de Dios, del hombre, del alma, o hacia las cuestiones que se ocupan de la certeza, del bien, de la felicidad, del conocimiento de la verdad, y de la fe en busca de inteligencia. Agustín es un autor indispensable en la cadena que une a Platón y Plotino con Bernardo de Claraval. Anselmo, la escuela de San Víctor, Buenaventura, Dante, los místicos, los Reformadores, Port-Royal2, Malebranche, Kierkegaard y Husserl. Cuando se estudia su personalidad, se descubren varios rasgos bastante atrayentes: hombre de su época, dialéctico fino, sabio retor, profundo psicólogo, escritor brillante, apasionado creyente y gran teólogo. Se ha dicho, y no sin razón, que la teología cristiana ha sido una recopilación de glosas a la obra de San Agustín3. El es, ante todo, un teólogo: esto es innegable. Sin embargo, mucho se ha discutido sobre la existencia de una filosofía agustiniana. Agustín cree que la verdadera filosofía es también la verdadera teología, que la fe y la razón no son actividades psicológicamente separadas, que puedan ser ejercidas independientemente. La fe se inserta en el proceso del filosofar como el reconocimiento de los límites del pensamiento humano, pero se vuelve presupuesto de un orden que trasciende el mismo filosofar. El pensamiento humano es capaz de la verdad, aunque no sea competente para la verdad absoluta. No se puede negar que en los escritos de San Agustín se hallan los materiales esenciales de una filosofía y la presencia virtual de una síntesis 23
filosófica4. Sin embargo, a San Agustín se le conoce, ante todo, como teólogo. Su nombre está relacionado con los problemas de la Gracia, la Trinidad, la Predestinación, el Pecado Original, los Sacramentos, la sexualidad5. Un concurso de circunstancias históricas, ligado al hundimiento del imperio romano de Occidente, permitió que los planteamientos teológicos de Agustín no sólo se impusieran sobre los de sus adversarios, llenando así el vacío cultural de los siglos V y VI, sino que dieran forma, a lo largo de muchos siglos, a la sensibilidad religiosa occidental. En efecto, Harnack, Bernard Plongeron, Moulin y muchos otros, han afirmado, por una parle, que el debate arquetípico que ha formado la conciencia occidental ha sido el de Pelagio y Agustín sobre la libertad y la Gracia, y por otra, que ese debate aún no ha concluido6. 2. Semiótica y filosofía del lenguaje Salvo en los círculos más especializados de los lingüistas y de los filósofos de! lenguaje7, se ignora la contribución de San Agustín al estudio del lenguaje humano y de los signos. Situación bastante particular y aun paradójica, porque se sabe que él fue profesor de gramática y de retórica; que poseía un buen conocimiento del lenguaje humano y de sus mecanismos; que, durante al menos cinco siglos, sobre todo a partir de Pedro Lombardo 8 , se discutió, en los medios teológicos y filosóficos, el problema del signo, sobre la base de que en San Agustín se hallaba la fuente fundamental de esa reflexión9. Santo Tomás se refiere frecuentemente a San Agustín10, en particular a su doctrina del verbum. Además, en la cuestión X! de las Quaestiones Disputatae. examina el mismo problema que San Agustín analizó en el De Magistro11. A pesar de todo esto, muchos autores contemporáneos creen hallarse ante un gran descubrimiento cuando subrayan la importancia de la obra agustiniana con respecto al lenguaje y al signo. Nos parece que esta actitud refleja una doble situación: por una parte, la ruptura que se estableció, durante varios siglos, con la tradición patrística y medieval, muy a menudo provocada por razones ideológicas; y por otra, la actual revaloración de la contribución del pensamiento antiguo y medieval al estudio de! lenguaje, que permite dar al pensamiento agustiniano el lugar que se merece. Al estudiar la obra de San Agustín se reconoce fácilmente que fue un profesional de la gramática y de la retórica, y que, en lo que se refiere al lenguaje, recibió la influencia de fuentes platónicas, aristotélicas, estoicas, plotinianas y bíblicas. Por eso no hay que asombrarse al ver su nombre al lado de Platón. Aristóteles, Crisipo, los gramáticos de Port-Royal, Leibniz, Locke, Berkeley, Peirce, Saussure, Morris, Jakobson, etc.12. El filósofo norteamericano Charles S. Peirce menciona a Agustín entre los autores que leyó y de quien recibió alguna influencia13. Por su parte, Román Jakobson afirma 24
que San Agustín trabajó, de manera muy seria, los estudios de los estoicos sobre la acción de los signos14. Además, algunos semiólogos tales como Th. Sebeok15. Umberto Eco16 y T. Todorov17 lo consideran como un autor clave en la historia de la semiótica. Entre los filósofos de este siglo hay que mencionara Ludwig Wittgenstein18. quien admira mucho a Agustín y trata de presentar una interpretación bastante discutible del pensamiento de San Agustín sobre el lenguaje19, la cual, entre los autores anglosajones, se ha vuelto clásica bajo el nombre de "augustinian picture"20. Además se ha subrayado una cierta influencia sobre Heidegger21 y cierta relación entre la concepción agustiniana del signo y lo que Husserl llama la expresión significativa22. Georg Gadamer trata de recoger la herencia de Agustín y de reflexionar, a su luz, sobre el lenguaje2'. Jacques Lacan. por su parte, nos dice que es "muy diciente darse cuenta de que los lingüistas, en el supuesto de poder reunir, a lo largo de los tiempos, una gran familia a la que se la pueda denominar así. han necesitado quince siglos para redescubrir, como un sol que se levanta de nuevo, como una aurora naciente, ideas que ya estaban expuestas en el texto de San Agustín [De Magistro'], que es uno de los más admirables que se puedan leer" 24 . Así podrían multiplicarse las referencias incluyendo nombres como Ricoeur, Kristeva y Derrida25, pero basten las anteriores para mostrar el lugar y la importancia de San Agustín en la reflexión contemporánea sobre el signo y el lenguaje. 3. El lenguaje en la obra de San Agustín San Agustín se ocupó del lenguaje en casi todas sus obras. Siempre fue el hombre de la palabra. Heredero de la enseñanza de la antigüedad clásica, fue educado en las artes liberales, dentro de las cuales todos sabemos el lugarque ocupa el lenguaje. Las fuentes al respecto fueron Virgilio, Cicerón. Varrón26. Como gramático, dialéctico y retor, San Agustín conoció y practicó las artes del lenguaje. Su conversión a la fe cristiana lo alejó de un interés puramente formal por las palabras y el discurso, y de cierta manera de ver la retórica y la elocuencia; pero nunca le hizo perder su confianza en la fuerza y la importancia de la palabra humana, hablada o escrita. Agustín amó la palabra, como lo testimonia su actividad de escritor y de predicador. El verbum. concebido, primero, como lenguaje humano y, luego, como palabra de Dos 2 . guió siempre su reflexión sobre el lenguaje. Como filósofo y teólogo, Agustín reflexionó sobre c! mundo, el hombre y Dios. En torno a estos temas se planteó el problema del lenguaje, instrumento por medio del cual el hombre se refiere a las cosas que existen y que conoce. Cuando ejercemos nuestra actividad cognoscitiva entran en juego el lenguaje y la realidad, y de la relación que se establece entre rensar nio, lenguaje \ realidad surgen numerosos interrogantes: Cuando los Ir. -ubres hablan 6quc
finalidad persiguen?; ¿en qué consiste la actividad del lenguaje como fenómeno físico y como fenómeno de significación?; ¿cuáles son las funciones del lenguaje y qué factores influyen en la comunicación?; ¿cuál es el valor del discurso sobre las cosas y cuáles son las relaciones entre nuestras palabras y la verdad? Agustín estudió de una manera profunda, aunque no sistemática, estos difíciles problemas. No fue, ciertamente, un lingüista, en el sentido que hoy le damos a esta palabra, pero se ocupó de algunos problemas que no dejan de interesar a los lingüistas y a los filósofos: la naturaleza del signo, el lenguaje como medio de comunicación, el lenguaje como vehículo del pensamiento, la prioridad del significado sobre e! significante, la adquisición del lenguaje por el niño, los problemas planteados por la ambigüedad y la oscuridad de las palabras, la metáfora, y todo lo que constituye la fineza y la complejidad del lenguaje natura! con respecto al problema semántico. En relación con estos problemas, Agustín estudió varios aspectos de la hermenéutica del texto y de lá traducción. Como señalamos anteriormente, todas las obras de San Agustín dan testimonio de su profundo interés por e! lenguaje. Hay sin embargo, algunos escritos en los que trata, "ex professo" y de manera más profunda, el problema. A tales obras nos vamos a remitir a lo largo de nuestro trabajo. En sus primeros diálogos, como trataremos de mostrarlo, se hallan algunas referencias esporádicas al lenguaje, y algunos elementos alusivos al mismo los encontramos en sus primeros escritos teológicos y religiosos, particularmente en los que elaboró contra los maniqueos. El tratado De Dialéctica nos presenta una breve y condensada exposición sobre el signo lingüístico, en estrecha relación con la doctrina de los estoicos. En el De Magistro, compuesto en Tagaste en el 389, y donde reproduce una discusión con su hijo Adeodato, Agustín se interesa por la finalidad del lenguaje y, desde una perspectiva eminentemente pedagógico-teológica y en relación con su teoría del conocimiento, analiza las condiciones de posibilidad de la enseñanza por medio del signo lingüístico. En el De Doctrina Christiana, escrito en dos etapas, desarrolla una teoría del signo en general, y nos ofrece los fundamentos de una retórica cristiana y de una interpretación correcta de la Escritura. En el pequeño escrito De Catechizandis rudibus presenta algunas breves sugerencias sobre la doctrina del verbum cordis, el verbum cogitatum cd similitudinem vocis y el verbum vocis, de lo cual hablará explícitamente en el De Trinitate. En las Confessiones, profundiza algunos aspectos de su teoría general sobre los signos y hace agudas observaciones sobre la adquisición del lenguaje por el niño28. Desde una perspectiva teológica, el tratado De Trinitate presenta reflexiones profundas sobre ¡as relaciones que hay entre la palabra interior y la palabra exterior, y ofrece consideraciones muy pertinentes sobre el fundamento social del signo lingüístico. Habría que añadir a estos libros, 26
importantes pasajes de otras de sus obras, en particular de sus sermones y de sus cartas. Muy pronto nos dimos cuenta de que el estudio del signo y del lenguaje en San Agustín es de una considerable amplitud, dado que su obra es inmensa; y además, de que este tema puede considerarse, en sus escritos, desde varios ángulos. Esta constatación nos forzó a limitar nuestra investigación, por una parte, a un período de su actividad intelectual, del 386 al 389, y por otra, a los diálogos filosóficos, pero concentrándonos en el De Magistro, particularmente en el tema del signo y del lenguaje. Este diálogo ha presidido, en efecto, toda nuestra investigación. Lo escogimos porque, a nuestro parecer, es un punto de convergencia y de síntesis de los problemas relativos al signo y al lenguaje, expresados ya en los escritos anteriores. Se sitúa en la encrucijada de la búsqueda agustiniana entre los primeros diálogos y sus grandes obras: De Doctrina Christiana29 y De Trinitate10, y pone punto final a los diálogos y al método dialógico como medio de enseñanza y de búsqueda. Finalmente creemos que, para leer y comprender mejor el De Magistro, es necesario seguir las huellas sobre el signo y el lenguaje en los diálogos anteriores, mediante una cuidadosa lectura de éstos. 4. Actividad literaria de Agustín del 386 al 389 Después de regresar a África, hacia los meses de agosto y septiembre del 38831, Agustín permaneció en Tagaste, en donde tuvo lugar el diálogo recogido en el De Magistro, entre él y su hijo Adeodato 32 . Fue probablemente redactado, en su versión final, después de la muerte de Adeodato, hacia el 389. La actividad literaria y dialógica de Agustín no se redujo al período de Casiciaco; también la desarrolló en Milán, Roma y Tagaste. Al final de su retiro en Casiciaco, escribió los Soliloquia". En Milán, antes de la Pascua del 387, redactó el De Immortalitate Animae34 y comenzó el De Libris Disciplinarum3i. En esta época trató de escribir una enciclopedia de las artes, de la cual conservamos algunas obras; entre ellas, la De Dialéctica36. En Roma, en el 388, escribió el diálogo De Quantitate Animae37, el primer libro del De Libero Arbitrio3*, y comenzó la obra De moribus Eclessiae Catholicae et de moribus Manicheorum39. De vuelta al África, en Tagaste, discutió numerosos problemas que fueron compilados, más tarde, en el libro De Diversis Quaestionibus Octoginta Tribus40, obra que representa su actividad cuando "enseñaba a los presentes y a los ausentes con sermones y con libros" 41 . Entre los años 388-390 compuso el De Genesi contra Manteneos41, terminó el De Música43, que habia comenzado en Milán, y, en el año 389, redactó el De Magistro.
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5. El " D e Magistro" en la evolución intelectual de Agustín Tanto por su título como por su contenido, el diálogo De Magistro está al término de un momento particular de búsqueda por parte de San Agustín y se convierte en el punto de partida de una nueva etapa que se pone de manifiesto en sus libros De Vera Religione y De Utilitate Credendi. Cuando lo escribe, ya ha discutido los grandes problemas de la filosofía tal y como él la entiende44: la certeza, la felicidad, la providencia, el orden, el mal, la libertad, el alma, su inmortalidad y su aptitud para la virtud y la contemplación, la razón y sus obras, entre las cuales el lenguaje ocupa un lugar de honor. A lo largo de la búsqueda intelectual de Agustín, como trataremos de mostrarlo en este trabajo, el lenguaje lo invade todo. El sabe que todo se dice y se transmite con palabras. No podemos prescindir del signo ni del lenguaje. Por eso es preciso que conozcamos, respectivamente, su naturaleza, sus mecanismos y sus virtudes. Pero los signos no nos dan la verdad; ellos son apenas instrumentos y medios limitados que nos amonestan. Bajo el signo debe haber algo que es independiente del signo mismo. El signo es el instrumento de una actividad ontológica n ue podemos llamar pensamiento, pero que también podría denominarse conocimiento o amor; una actividad que es contacto existencia! con la trascendencia y que va más allá del diálogo. Agustín concluye, finalmente, que es imposible dialogar entre dos: no es posible comunicarse verdaderamente ya que uno está separado del otro. Sólo por la intervención de Dios, el Maestro Interior, que está en los dos interlocutores y que es el mediador, el diálogo se hace posible. En cierto modo, rvgusí'n, ai escribir su último diálogo, muestra ios limites y ios iracasos uci diálogo. A partir de este momento se pueden observar varios cambios en la vida y ¿n la actividad literaria de San Agustín: por una parte, una evolución social: se hace sacerdote, y más tarde es nombrado obispo; del diálogo, cuyo contexto más natura! es la vida en comunidad, pasa a la predicación y a la función de pastor, al mundo de los tratados y de las polémicas doctrinales. Por otra parte, del diálogo y de la imitación de Cicerón, de quien fue discípulo intelectual, pasa a una cierta imitación de Séneca, y se convierte así en el escritor por antonomasia de confesiones; pero después del De Magistro se concentra, finalmente, en ia actividad educativa, la cual predominará sobre el diálogo y la confesión. Consecuentemente la forma definitiva y dominantede escritura de San Agustín fue la de los grandes libros de tipo didáctico: el De Doctrina Christiana. el De Trinitate. el lh Civitate Dei. De esta manera él se aproximó, en cierto sentido, a la idea medieval de la Summa, de los grandes conjuntos, de la totalidad. En San Agustín se dio una notable evolución. El diálogo, como genero literario, predominó en -'. f-.indamentalmente, en la etapa de la conversión.
Es indudable que tanto su actitud como sus obras guardaron siempre rasgos dialógicos, pero el género dialógico. en cuanto tal, cedió el puesto a otros géneros, y el lenguaje, sometido ya a un análisis penetrante y atento, halló su verdadera función y finalidad. El De Magistro constituye la prueba. 6. Objetivos y método de trabajo Nuestro trabajo se ubica dentro del campo de la historia del pensamiento de San Agustín. Esta forma de aproximación constituye una etapa previa a la comprensión más sistemática de su doctrina sobre el signo y el lenguaje. Trataremos de leer y estudiar a San Agustín "por sí mismo", sin dejar de tener en cuenta las influencias que recibió de la tradición anterior, pero evitando la utilización de esquemas de lectura extraños a sus conocimientos y a su vocabulario. A manera de hipótesis, algunos presupuestos guiarán nuestra reflexión: cuando Agustín dialoga con Adeodato en el De Magistro, acerca de los tres puntos que constituyen el eje de la discusión entre ellos, a saber, el signo, la significación —vista como relación entre el signo (signum) y la realidad (res)— y la enseñanza de la verdad por medio del lenguaje, ya posee un conocimiento suficientemente completo del lenguaje humano, de su naturaleza y de su estructura. Las definiciones del signo que Agustín presenta en el De Dialéctica45 y en el De Doctrina Christiana, las cuales han despertado el interés reciente sobre la semiótica agustiniana, no son sino la explicitación y la organización de elementos —tributarios de la tradición filosófica anterior— presentes ya, de manera no sistemática, en las primeras obras y reconsiderados, desde una nueva perspectiva, en el De Magistro. Por último, creemos que el primer capítulo del De Magistro reúne ya, como en germen, los grandes temas que Agustín desarrollará a lo largo de todo el diálogo. Siendo el diálogo De Magistro el punto de partida y el punto de llegada de nuestro trabajo, procederemos de la manera siguiente: En el primer capítulo estudiaremos el diálogo, en general, como estructura, su lugar en la obra global y particularmente en la actividad filosófica de Agustín, y las influencias que él recibió de los diálogos de la antigüedad. Además, basados en el testimonio mismo de Agustín, relativo a las finalidades del De Magistro, consideraremos las diferentes etapas del método dialógico y explicitaremos las ideas que, en él, entran en juego. En el segundo capítulo estudiaremos lo que Agustín dice acerca del signo y del lenguaje en cada uno de los diálogos anteriores al De Magistro. En consecuencia tendremos que considerar detalladamente el vocabulario y analizar los pasajes más importantes. En el tercer capítulo nos centraremos en e\ De Magistro y estudiaremos el título del diálogo, clave para la comprensión del sentido de la obia: el papeiuc
Agustín como maestro y discípulo y el puesto ocupado por Adeodato. Examinaremos, además, la finalidad que se le asigna al lenguaje. Después de presentar diferentes opiniones sobre la estructura del De Magistro, analizaremos con detalle la argumentación y el vocabulario del primer capítulo, con el propósito de descubrir los grandes temas de esta obra. Este análisis nos permitirá captar los vínculos de este diálogo con los diálogos anteriores, así como los hilos conductores que le dan unidad a toda la obra. Cada capítulo corresponde respectivamente al aspecto formal extrínseco (el diálogo en general como estructura), al aspecto material extrínseco (la doctrina anterior sobre el signo y el lenguaje), y a los aspectos formales y materiales intrínsecos (el De Magistro en sí mismo). Esta organización nos permitirá destacar mejor la unidad de la investigación y la complementariedad entre sus diversas fases. Finalmente presentaremos nuestras conclusiones. Estas nos abren la puerta a futuras investigaciones sobre la inmensa obra de San Agustín. De esta manera esperamos ofrecer los instrumentos necesarios para una adecuada introducción a la lectura del De Magistro. NOTAS 1 Courcelle, P. "A propos du titre 'Augustinus Magister'". Augustinus Magister. 111, pp. 9-11. Ver el interesante y documentado artículo de Agustín Uña Juárez "Vigencia medieval de San Agustín o las razones de un clásico" en la Ciudad de Dios vol. ce, num. 2-3 (1987) 525-575. 2 "En 1650, año de la muerte de Descartes, San Agustín es un autor vigente. El Augustinus (1640) y las Meditaciones Metayísicas (1641) sacuden las pasiones teológicas y filosóficas. Si Port-Royal, su Gramática (1660) y su Lógica (1662) se componen y se imponen en las publicaciones de esa década, es porque Agustín está detrás de todo ello... Sin el De Magistro y sin el De Doctrina Christiana no habría existido esa Gramática ni esa Lógica... " Robinet, A. Le langage a l'Sge classique. p. 9. 3 William D.D. "The Significance of St. Augustine Today", Battenhouse, Roy W. A. Componían to the Study of St. Augustine. 4 "Thus any attempt to isolate the philosophy of St. Augustine from the corpus of his writings seems to forcé his thought into a framework foreign to the heart and spirit of Augustine". Nash. Ronald H. 77ÍÉ" l.ighl ofthe Mind. p. 1. Cf. Blázquez. N. Introducción a la filosofía de S. Agustín. Instituto Pontificio de Filosoña. Madrid, 1984. Álvarez Turienzo, S. " 'Scholae dissentientes —templa communia'. Sobre el carácter de la philosophia agustiniana" en La Ciudad de Dios. vol. ce num. 2-3 (1987) (177-199: "¿Qué philosophia practica Agustín en los Diálogos de Casiciaco?" en Cuadernos Salmantinos de Filosofía, xn (1986) 5-33. Cruz Hernández. M. "La filosofía que pudo conocer San Agustín en Cartago, Roma y Milán". La Ciudad de Dios, 202 (1989) 21-47. 5 Pagels, Elaine. Adam. Eve and the Serpenl. New York: Random House, 1988. 6 Eslin, Jean Claude. "Le grand tournant augustinien" en F.sprit. 10 oct. (1988) 119-124. Ver Delumeau, Jean. Lapeur en Occident. París: Fayard. 1978, y Lepéchéetlapeur. Laculpabilisalion en Occident. París: Fayard, 1983. Cf. Moulin, Leo. La gauche, la droite et le peché origine/. París: líbrame des méridiens, 1984. 7 Sin embargo E. Coseriu observa, con asombro, que Agustín, siendo el mayorsemióticodela antigüedad y el fundador de este tipo de investigación, no es mencionado como filósofo del lenguaje ni se le encuentra en las historias de la filosofía del lenguaje, tales como la de Steinthal.la de Lersch o la de Bochenski. Die Geschichte der Sprachphilosophie von der Anttke his zur Gcgenwart. Tübingen, 1975, vol. 1, p. 105.
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8 En ti De Doctrina Christiana n. i.l, Agustín ofrece una definición dei signo que tuvo gran éxito y que sirvió de modelo semiolcgico durante toda la Edad Media. Pedro Lombardo la menciona en el libro i de las Sententiae. Dist. 1. cap. n, manual teológico de la Edad Media, poi excelencia. 9 La definición de Agusiín propone el esquema conceptual fundamental de las doctrinas medievales del signo. Tomás de Aquino lo utiliza (De Vertíale. 9.9 art. 4ad.4;.S'i/mmí7 Theologica. in, 9.60 an. 5c). Rogerio Bacon retoma, con algunas variantes, la posición agustiniana (Fralris Rogerii Bacon Compendian! studü theologiae. ed. LL Rashdall. Abendonine. 1911 n. i p. 38 ss). Robert Küdwardby la recuerda, pero critica la naturaleza exclusivamente sensible del signo (The Commenlary on "Priscian Maior" ascribed to Roben Küdwardby. Intr. by J. Pinborg; selected text edited by K. M Fredborg. N. J. Green-Pedersen. L. Nielsen & J. Pinborg. CahiersdelTnstitut du Moyen - Age grec et latin 15 (¡975 1-8, p. 2), como también lo hará Guillermo de Ockham {Summa l.ogicae). 1,2 ed. Ph. Bohner. G. Gal. S. Brown. New York: Saint Bonaventurc. 1974. pp. 8-9) y más tarde Juan Poinsot (loannis a Sancto Thoma o.p.) Cursas phtlosophicus-thomisticus. secundum exactam, veram, genuinam Aristotelis et Doctoris Angelici memem, ed. B. Reíser. Turin, Marietti, 1948: Ars lógica, sea de forma et materia ratioctnandi. El tratado del signo corresponde a las cuestiones xxi y xxn.- "De Signo secundum se" y "de divisionibus signi", pp. 644-722 de la segunda parte del Ars Lógica. Sabemos también que la gran edición de la obra de San Agustín. preparada por Erasmc (1528-1529, Basilea, casa editorial de Trobenius, 10 volúmenes), fue una de las fuentes más importantes de la cultura europea durante los siglos xviy xvn, particularmente ei libro De Doctrina Christiana. Cf. Fumaroli, M., L'An de l'Eloquence. Geneve. 1980. 10 P. Leo Elders. "Le dtations de Saint Augustmdansla Somme théologiquede Saint Thomas d'Aquin". Doctor Communis. 40 (1987) 115-167. 11 Saint Thomas d'Aquin. Questions disputées sur la vérité. Question XI Le Maine. Cf, Alderweirelt, Georges. Elude comparative du "De Magistro" de Saint Auguslin et du "DeMagistro" de Saint Thomas: Colleran, J. M. The Treatises "De Magistro" of Saint Augustine and Saint Thomas: Wade, William. A Comparison of the "De Magistro" of Saint Augustine with the "De Magistro" of Saint Thomas. 12 Eco, Umberío. "Proposals for a History of Semiotics". Semiotics Unfolding, pp. 75-89; Sebeok, Th. 77¡Í> Signs and its Maslers. pp. ix - XIII: Contribution lo the Doctrine ofSigns, p. iOi 13 "A partir de Kant me interesé en un profunde estudio de Locke. Berkeley y Hume, como también del Organon. la Metafísica y los tratados psicológicos de Aristóteles; más tarde saqué el mayor provecno de una profunda y ponderada investigación de algunas de las obras de los pensadores medievales; San Agustín, Abelardo y Juan de Salishury, con algunos fragmentos de Santo Tomás de Aquino, muy especialmente de Juan de Duns (Duns es el nombre de un lugar, por entonces no importante, en East Lothian) y de Guillermo de Ockham". Collected Papers, Cambridge. Mass.: Harvard University Press, 1931-1938. Vol. 1, paragraph J60, i e.. n° 160. citado por John N. Deeley: The Thomist. 38 (1974), p. 877. Peirce cita De Doctrina Christiana en su Lecture i. Early Nominalism and Realism. MS 158: noviembre-diciembre 1869, en Writings of Charles S. Peirce. a chronological edition. Vol. 2 Bloomington; Indiana University Press. 1984, p, 313. En una conferencia sobre Ockham, se refiere al libro xv del De Trinitate. tal como lo cita Ockham. Lecture m, MS 160: noviembre-diciembre 1869, ibid.. p. 318. 14 "En los escritos de San Agustín se halla una adaptación y un desarrollo mayor de los estudios de los estoicos sobre ia acción de ios signos (semeiosis), y se recurre a términos calcados del griego: el signum, por ejemplo, debe estar formado por el signans y el signatum. Señalemos que este par de conceptos y etiquetas sólo fue adoptado por Saussure hacia la mitad de su último curso de lingüística general, tal vez a través de la Noologia de H. Gomperz (1908). La doctrina citada constituye el fundamento de la filosofía medieval del lenguaje, cuyo desarrollo, profundidad y variedad de puntos de vista resulta admirable. El doble carácter de todo signo y, para emplear los términos de Ockham, ei doble conocimiento que resulta de ello fueron perfectamente asimilados por ei pensamiento científico de la Edad Media". R. Jakobson. "En busca de la esencia del lenguaje", p. 21. Cf. "Teniendo un gran respeto por los ¡ogros obtenidos en el área de los estudios históricos comparativos durante los siglos xix y xx, no podemos en manera alguna olvidar las grandiosas comribuciones de los primeros estudiosos, empezando por San Agustín...". Jakobson, R. "Saussure, Father of Modern Linguistics" en Yivo B/eler. 24 (1944), 67-78. citado por De Rijk, R. "Saint Augustine on Language", en Studiespresented lo Professor Román Jakobson. p. 102. 15 The Signs and its Masters.
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16 "Proposals for a History of Semiotics". Semiotics l'nfolding. 17 Théories du symhole. pp. 34-58. Cf. Bouchard, Guy: "Laconception augustiniennedu signe selon Tzvetan Todorov". 18 En su Memoir, Norman Malcolm dice que Wittgenstein "tenia un gran respeto por los escritos de San Agustín. Me dijo que había resuelto empezar sus Investigaciones con una cita de las Confesiones, no porque no se pudiera hallaren otros filósofos la idea expresada en dicha cita, sino porque tal idea debia ser importante si un espíritu tan grande la había adoptado", p. 71, citado por Timothy Binkley en Wittgenstein's Language p. 193. Wittgenstein cita al menos nueve veces a San Agustín en sus Investigaciones Filosóficas: ver Herbert Spiegelborg. "Augustine in Wittgenstein: A case Study in Philosophical Stimulation". 19 Eastman. W. D. "Wittgenstein. Augustine and the Essence of Language"; Gallagher, K. T. "Wittgenstein. Augustine. and Language"; Alici. L. // linguaggio come segno c come leslimonianza. 20 Baker, G. P. & Hacker, P. M. S. Wittgenstein. Vnderslanding and Meanmg. pp. 29-88. 21 "Vale la pena observar que el esfuerzo de Heidegger por llamar la atención sobre la relación de la mente con el lenguaje y tratar de liberarnos de lo que él denomina "forma metafísica" de formar ideas sobre el lenguaje o sobre otras cosas, está claramente conectado con el esfuerzo por renovar el sentido de nuestras propias fundamentaciones en el Ser. Ver especialmente su diálogo "Por el camino del lenguaje". Allí la deuda de Heidegger con San Agustín es ampliamente reconocida. Ver además su Wesen und Vnwesen der Sprache en donde él desarrolla un contraste entre el real y el falso lenguaje, que corresponde a la oposición entre lenguaje real y lenguaje arbitrario que Wordsworth emplea y a la oposición de Agustín entre verdadera y falsa retórica". Chivers J. Francés. "Wordsworth's 'Real Language of Mcn' and Augustine's Theory of Language". p. 17. nota 18. 22 "El signo natural... sería, en el lenguaje fenomenológico, un signo indicativo que no siempre es significativo. Por ejemplo, y San Agustín lo señala, la huella impresa del animal que ha pasado por un lugar es una señal del paso del animal, pero no tiene ningún significado... Esto mismo lo encontramos en la primera de las Investigaciones Lógicas de Husserl. cuando nos habla de las señales que no expresan nada, salvo que. además de la función indicativa, desempeñen una función significativa..." Arias Muñoz. .1. A. "Una teoría del lenguaje en San Agustín ven Samo Tomás", pp. 61 1-612; el autor compara fíe Doctrina Christiana n n 3 acerca de los signos convencionales con las Investigaciones Lógicas i. p. 323. Trad. M. García Morente y José Gaos. Madrid: Revista de Occidente. 1967. 23 A propósito de la interpretación que San Agustín da del Génesis (De Gen. ad. litteram i. ix, 15-17; x 18). Gadamer dice que all! "se anuncia de algún modo aquella interpretación especulativa del lenguaje que hemos desarrollado en el análisis estructural de la experiencia hermenéutica del mundo, según la cual la multiplicidad de lo pensado surge sólo desde la unidad de la palabra". Verdad y Método, p. 578. 24 Le Séminaire. Livre i., p. 273. La inclusión es nuestra, y también la traducción. 25 Clark Aun, K. "Augustine and Derrida: Reading as Fulfillment ofthe Word" en The New Scholasticism 65 (1981) 104-112. 26 Hagcndahl. H. Augustine and the Latin Classics: Combes. G. Saint Augustin et la culture classique. 27 Johnson. D. "Verbum in the early Augustin (386-497)". 28 Marcia L. Colish ha mostrado cómo se puede estudiar ei problema del lenguaje en la obra de San Agustín, siguiendo las grandes etapas señaladas en las Confessiones. Cf. The Mirror of language. 29 Sobre el signo en el De Doctrina Christiana: B. D. Jackson. Semanlics andHermeneuticsin Saint Augustine's "De Doctrina Christiana": "The Theory of Signs in Saint Augustine's 'De Doctrina Christiana' ". Allard, G. H. "L'articulation du sens et du signe dans le "De Doctrina Christiana" de Saint Augustin". Jordán. M. D. "Wordsand Word: Incarnation and Signification in Augustine's 'De Doctrina Christiana'". Miyatani. Y. "Grundstruktur und Bedeutung der Augustinischen Hermeneutik in 'De Doctrina Christiana'". García de la Fuente "Datos sobre lingüística y lengua latina en el 'De Doctrina Christiana'". 30 Sobre ei signo y el lenguaje en ei De Trinitate: Daniels. D, E. "The Argument ofthe De Trinitate' and Augustine's Theory of Signs". Pintaric, Drago. Sprache und Trinildt. 31 Perler, Oth. Les voyages de sainl Augustin. pp. 147-148,
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32 "El prqsente diálogo reproduce, al menos en substancia, las discusiones que tuvo Agustín con su hijo poco después del regreso a Tagaste en el 388". es la opinión de la mayoría de los autores y de la tradición recogida por R. Russell rot 59, p . 3,Cf. F. .1. Thonnard. RA 6pp. 9-10; M, Martínez BAC 3. p. 669. Gustave Bardy, nx 12. p. 569. nota 20. considera que la entrevista se habría desarrollado en Casiciaco. en donde el joven hijo de Agustín asistió a los diálogos de su padre con sus discípulos. Según él, este sería el mejor momento para situar el examen de los problemas planteados por la obra. Esta opinión no es convincente. Sabemos que la actividad dialógica de San Agustín no se redujo al período de Casiciaco, que su hijo lo acompañó en SJS viajes y en sus actividades, y que el examen de los problemas planteados en el De Magistro se comprende mucho mejor al final de su actividad dialógica. como pretendemos mostrarlo. 33 Invierno del 386-387. RE I iv.l. 34
RE.
i. v. 1.
35 RE. i. vi. 36 "Per Ídem tempus, quod Mediolani fui baptismum percepturus, etiam disciplinarum libros conatus sum scribere ínterrogans eos. qui mecum erant atque ab huius modi studiis non abhorrebant, per corporalia cupiens ad incorporalia quibusdam quasi passibus certis vel pervenire vel ducere. Sed earum solum de grammatica librum absolvere potui, quem postea de armario nostro perdidi, et de música sex volumina. quantum adtinet ad eandem partem quae rythmus vocatur. Sed eosdem sex libros iam baptizatus iamque ex Italia regressus in Africam scripsi; incoaveram quippe tantummodo istam apud Mediolanum disciplinam. De alus vero quinqué discíplinis i 1 lie similíter incoatis. de dialéctica, de rhetorica, de geométrica, de arithmetica, de philosophia, sola principia remanserunt, quae tamen etiam ipsa perdidimus, sed haberi ab aliquibus existimo". Rr i. 5 (6), 6. Cf. Jackson. Darrell. De Dialéctica, pp. 1-5; Pizzani, U. "Gli scritti grammaticali attríbuiti a S. Agostino". pp. 361-366. 37 RE i. \ m (vin. 1. 38 RE i ix (VIH). Los otros libros fueron escritos en Hipona. entre los años 391 y 395, 3 9 RE 1. Vil (Vil. I.
40 RE r xxvi iXXV). 1. Este libro lo redactó entre el año 395 y el 396. 41 Posidius. Vita Sanen Auguslini F.piscopi. 3 (P.L. 32). 42 RE I. X IIX). I.
43 RE i. vi; i. xi (Xi. 1, 44 Madec, G. "Verus philosophus, amator Dei". 45 Aunque no pueda establecerse con certeza, es muy probable que Agustín haya escrito el De Dialéctica, según los estudios de J. Pepin Augustin el la dialeclique: B.D. Jackson. Augustine De Dialéctica: Hans Ruef. Augustin über Semiotik und Sprache. Sobre estas bases nos referiremos al De Dialéctica considerándolo como obra de Agustín
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Ina^iriOTXttV^übn) l ^ V>), Aparición de Cristo a San Agustín. Ms. Vat. La!. 451 (II parle). Fol. ¡er.: s. XV