UNIVERSIDAD Y POSCONFLICTO Paz e Interculturalidad Una experiencia desde la Uniclaretiana

UNIVERSIDAD Y POSCONFLICTO “Paz e Interculturalidad” Una experiencia desde la Uniclaretiana La educación superior está llamada a ser un sujeto más act

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UNIVERSIDAD Y POSCONFLICTO “Paz e Interculturalidad” Una experiencia desde la Uniclaretiana La educación superior está llamada a ser un sujeto más activo en la transformación del conflicto colombiano y la construcción de la paz… (Conferencia: Educación en Situaciones de Conflicto 1 y Alto Riesgo Social )

Virgilio Bueno Rubio, 25 de nov/2015 Docente Uniclaretiana

1. VER (Quiénes somos, dónde estamos) Hoy a más de tres años de iniciado el proceso de paz en la Habana, nos convoca el inminente y al parecer irreversible momento de la firma de los acuerdos entre el gobierno colombiano y las guerrillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- FARC-EP. Se avecina la etapa del llamado postconflicto, que algunos con razones de peso, prefieren llamar posnegociación. En torno a este proceso de negociación se han genera dudas, incertidumbres, algunas certezas, pero sobre todo, muchas expectativas, por lo cual desde hace algún tiempo, diversos colectivos y fuerzas vivas se movilizan para la comprensión del proceso como preparación para la refrendación y una eventual implementación de lo que finalmente quede acordado. Sin embargo, para comprender este proceso de paz hay unas dinámicas que difícilmente se pueden saltar sin correr el riesgo de asumir una seudo comprensión, superficial y cosmética. Una de estas dinámicas, es la herencia oprobiosa de la espiral de violencia sobre la que se ha construido nuestro país. La sabiduría ancestral nos enseña que el pasado va adelante, no atrás como lo asume occidente, por eso nos muestra el camino y ayuda a comprender el presente. Hay unos hitos en el camino que ha llevado a la configuración del actual Estado colombiano y el modelo de sociedad o de sociedades que lo caracteriza. El primer referente es la invasión violenta, el posterior saqueo, despojo y colonización de estos territorios por algunos países europeos. La transición de colonia a república fue igualmente violenta y en el alma se nos quedaron grabadas esas huellas de vejámenes, depredación y avasallamiento. Tanto indígenas de estos territorios, como millones de habitantes de África, secuestrados y arrojados a tierras desconocidas nos legaron una historia de sufrimientos pero también de resistencia, gracias a lo cual hoy estamos aquí contando el cuento. En Colombia la espiral maldita continuó fortaleciéndose y anidando violencia y frustraciones en la población excluida de una pirámide social que asignó la cúspide a unos 1

Elaborada por Jesús Alfonso Flórez López, Teólogo y Doctor en Antropología, con motivo del Seminario Los objetivos del Milenio, convocado por Manos Unidas en los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Santander - España, 6 de agosto de 2007. (En Anuario FUCLA 2007-2008)

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pocos y la ancha base a la gran mayoría. Muestra del descontento son las llamadas guerras civiles y conflictos de todo tipo como la “Guerra de los mil días” o la llamada “violencia” o época de los “chusmeros” cuando vecinos y familiares en las mismas condiciones de pobreza y marginación, se enfrentaban a muerte por la defensa de un engañoso color de partido político. La solución salomónica de finales de los años 50 con la alternancia del poder entre liberales y conservadores, no detuvo la espiral de violencia, al contrario, sentó las bases del actual conflicto armado. La exclusión política, que no permitía expresiones fuera de lo liberalconservador, el despojo de las tierras de muchos campesinos, desplazamientos y muertes encontraron una salida en la creación de las guerrillas revolucionarias con el ideal de crear un nuevo modelo de país, comenzaron en Tolima, Huila y Santander y luego se extendieron a todo el territorio nacional. Estas son las guerrillas que hoy están en la mesa de negociación o próximas a iniciar un proceso en el caso del ELN. Se impone entonces, una relectura crítica de la historia tendenciosa que nos han contado, esto nos ayudará a entender motivaciones, expectativas, desvíos de ideales, en una guerra que se degradó tanto, que llegó a niveles de barbarie no imaginados para un ser humano. Una guerra tan larga que desde hace más de cinco décadas, nadie ha vivido un día de una Colombia en paz. Hoy nos convoca la necesidad de pensar o repensar nuestro futuro, ya diversos colectivos, asociaciones, gremios e individualidades dicen su palabra sobre el hoy y el mañana de una Colombia sin el lastre de la violencia armada. Desde la academia también hay varias palabras por decir, varias propuestas para hacer y varios compromisos para asumir. Intentaremos compartir una visión esperanzadora y realista, unas experiencias y un caminar que desde la Fundación Universitaria Claretiana –Uniclaretiana, hemos recorrido, seguimos recorriendo, de la mano de muchos compañeros y compañeras de caminada, organizaciones, comunidades e instituciones públicas y privadas. El conflicto armado colombiano amerita una reflexión crítica en escenarios como este, reflexión enriquecida con el compartir de experiencias, enfoques, expectativas y propuestas orientadas al análisis y al debate de los posibles escenarios del posconflicto. La responsabilidad social de la educación superior, debe ir más allá de la reflexión y el debate académico en torno a un conflicto armado que ha dejado huellas profundas en todo nuestro territorio. La educación superior debe asumir un rol activo, en la transformación del conflicto colombiano. Debe ser dinamizadora de cambios sociales, promotora y defensora de los Derechos Humanos y propiciadora de “una educación en paz y para la paz”. Este rol es una responsabilidad que debemos asumir desde el lugar social o el contexto en el que cada institución se ubica. Podría pensarse que habría tantos enfoques sobre el posconflicto como Instituciones Educativas se dediquen a la tarea, sin embargo esto más que una dificultad es una riqueza, hay al menos tres características comunes que pueden

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articularnos desde la diversidad de imaginarios y concepciones que asumimos. La universidad es: 1. Lugar de producción, articulación y circulación de conocimientos y saberes 2. Lugar de formación y capacitación de los y las responsables de la formulación de políticas públicas, que inciden en la vida de las comunidades y personas que conforman nuestras sociedades. 3. Lugar de convocación a diversos actores sociales desde la Docencia, la Investigación y la Extensión. En el caso particular de la Uniclaretiana, el compromiso social humanizador es la esencia de su quehacer, como expresión de la Misión Claretiana con más de 100 años de presencia en el Chocó. Tal y como lo expresan la Visión y Misión institucionales: MISIÓN La Fundación Universitaria Claretiana –UNICLARETIANA es una IES de frontera, inspirada en el proyecto humanización, fundamentada en la tradición cristiana y animada por el carisma claretiano, desarrolla la formación integral mediante la docencia, la investigación y la extensión, para que la comunidad educativa sea partícipe de los cambios que requiere la sociedad, con justicia social, desarrollo humano y paz, dentro del contexto regional, nacional e internacional. VISIÓN La Fundación Universitaria Claretiana –UNICLARETIANA– será identificada como una Institución de Educación Superior de frontera, comprometida con la formación integral de personas, que aporten a la paz y a la construcción de región en los diversos contextos socioculturales. En consecuencia, la Uniclaretiana le apuesta a la intervención en los contextos problemáticos en donde interactúa mediante estrategias como la proyección social, la educación continuada y los servicios a la comunidad; los cuales están articulados con la investigación que debe servir a la extensión como medio para la indagación de problemáticas sociales y posteriormente para la proposición de salidas académicas para afrontar fenómenos conflictivos que de allí se deriven y la trasformación social desde la articulación con su medio externo. 2. JUZGAR (Qué sabemos, Qué conocemos) Un discernimiento necesario que creemos se debe hacer, pasa por una pregunta básica, tal vez obvia, pero que ayuda a precisar nuestra concepción en el marco del conflicto armado colombiano, Se trata de preguntarnos ¿De qué paz estamos hablando? Seguramente habrá

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diversidad de comprensiones, múltiples ideas originadas en las aspiraciones, en los deseos, en los intereses y en las experiencias que cada interlocutor ha tenido con este conflicto armado. No se obtiene la misma respuesta si le preguntamos a un campesino del Ato Tamaná en Nóvita, que si le preguntamos a un habitante del Bajo Atrato chocoano, aun cuando la aspiración a la paz sea similar, cada uno la describirá en términos de las condiciones de su entorno inmediato, de sus expectativas. Ante la diversidad de acepciones, es necesario trazar alguna línea de reflexión que nos permita abordar con cierta seguridad la pregunta ¿De qué paz estamos hablando?. Tomo prestadas las palabras de Jesús Alfonso Flórez en un libro de divulgación sobre Los Avances del Proceso de Paz en Colombia, libro que está en preparación, próximo a salir. Allí el autor recoge tres ideas sobre la paz que están presentes en esta negociación:  Paz parcial, entendida como el silencio de las armas, terminación de la confrontación. Algunos analistas la denominan “Paz negativa”, no porque sea mala sino porque no existen hechos de guerra. Al consolidar esta Paz parcial, mediante un acuerdo, permitirá avanzar hacia la “construcción de una paz estable y duradera”. Significa que al firmar los acuerdos de paz y ser refrendados, no va a llegar automáticamente la solución de los conflictos sociales o de las causas de esta guerra, sino que se establecen las condiciones para una ausencia de guerra y avanzar hacia la solución de esos problemas.  Paz plena: Es la aplicación y realización de los derechos económicos, sociales, culturales, ambientales, civiles y políticos. Se le conoce como “Paz con justicia social” o “Paz positiva”. Es el ideal de vida en paz, el sueño de todos y todas, es la línea del horizonte al que queremos llegar, por eso será una tarea permanente y necesaria. Se requiere la Paz parcial, para avanzar hacia la construcción de esta paz con justicia social.  Paz territorial: Es un concepto que surge en medio de la negociación entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC-EP. Se fundamenta en el hecho de que la afectación del conflicto armado, aunque tiene una dinámica común de violencia, también ha sido diferente en cada región o territorio, incluso si se trata de un resguardo indígena o título colectivo de comunidades negras, se encuentra que son diferentes las manifestaciones del conflicto armado, con sus daños a las víctimas y al territorio.

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Entonces, desde esta perspectiva la aplicación de los acuerdos de paz, debe ser coherente con las circunstancias de cada territorio, esto es lo que se llama “Paz territorial”. En síntesis, se necesita llegar al estadio de la Paz relativa, ausencia de guerra, para empezar la Paz territorial, la aplicación de los acuerdos de paz en cada territorio y avanzar hacia la paz plena o positiva en la que, sin la presión de la guerra, haya transformaciones y resoluciones a los conflictos sociales mediante la conquista de todos los derechos humanos individuales y colectivos. (Flórez, 2015) 3. ACTUAR (Qué hacemos, Qué proponemos hacer) Desde la Uniclaretiana hemos considerado que se requiere profundizar en la experiencia de “Educación para la Paz” con un enfoque intercultural, a fin de fortalecer las relaciones constructivas que históricamente se han dado entre afrodescendientes, indígenas y mestizos en los territorios y que hoy son necesarias para afrontar los nuevos desafíos a la sobrevivencia de estas etnias. En este sentido hemos dado pasos desde la academia con diversas personas y organizaciones para la formación y la divulgación en torno al tema de la paz. * Programa de Educación para la paz Componentes: 1. Sensibilización para la paz: Divulgación de los acuerdos de paz 2. Escuela de Gestores 3. Gobernabilidad en el posconflicto: Saldar la deuda histórica con Chocó 4. Identificación de los daños y propuestas de reparación (Comisión Autónoma de la verdad) 5. Sistematización de iniciativas de paz 6. Modelo Educativo Intercultural para la Paz (a. Reorientación de los currículos b. Educación Escolar para la paz) Una primera etapa, en proceso, es la que podríamos llamar de Sensibilización para la Paz, fundamentada en que los diálogos han estado marcados por avances de preacuerdos y por hechos propios de la dinámica acordada por las partes, por ejemplo, negociar en medio del conflicto, pero que en muchas de nuestras comunidades no hay suficiente conocimiento de estas condiciones ni de los avances logrados y lo que estos significan. Esto crea un clima de desconcierto al hacer eco a críticas o interpretaciones con poco fundamento en la realidad o con diversas intenciones. Esta problemática reclama que se desarrolle una labor educativa en torno a los elementos de este proceso de paz, para que se llegue comunidad por comunidad, de igual manera a cada uno de los establecimientos educativos de la formación básica como la educación superior, a

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explicar en qué consiste el escenario de conversación de la Habana, esto es, las condiciones que se establecieron para los diálogos, las formas de participación de la sociedad, cuáles son las etapas del proceso de paz, los preacuerdos firmados y sus implicaciones en el departamento de Chocó, los avances que hay sobre los puntos de fin del conflicto y refrendación, verificación y aplicación de los acuerdos. Esto dará mayores elementos a las comunidades para participar conscientemente en el proceso de refrendación de los acuerdos y en una eventual implementación de los mismos en los territorios, tema que tendrá que tener en cuenta los reglamentos internos de las comunidades y las propuestas que las organizaciones han venido discutiendo al respecto. Para ello se propone avanzar en la sistematización de las iniciativas de paz que en los últimos años han construido comunidades y organizaciones, que sirvan como legitimación del proceso de diálogo. En lo metodológico requiere, entre otras cosas, la elaboración de medios visuales, de audio y escritos que permitan hacer esta labor pedagógica. Además, la generación de espacios de discusión colectiva —Cátedra abierta, foro público— para informar y debatir los acuerdos a los que se haya llegado en la Mesa de la Habana y en la que se abrirá con la guerrilla del ELN. Otras acciones desde la Uniclaretiana: * Foro Regional Paz, Territorio e Interculturalidad (Diapositiva10) * Campañas y conversatorios        

EDUCAR PARA LA PAZ SIGNIFICA EDUCAR EN PAZ (Diapositiva11) POR EL RESPETO A LA VIDA, NO MÁS VÍCTIMAS (Diapositiva12) PORQUE ELLOS SIEMPRE DEBEN SONREÍR, RESPETA SUS DERECHOS (Diapositiva12) Encuentros regionales para la paz (Diapositiva13) MAESTRÍA EN CONFLICTO Y PAZ en convenio con la Universidad de Medellín (Diapositiva14) Apoyo a la Semana por la Paz, Diócesis de Quibdó en sus 25 años (Diapositiva15) Mesas de trabajo regionales para el fin del conflicto (Diapositiva16) Programa de Fortalecimiento a comunidades Indígenas y afrocolombianas víctimas del conflicto armado. (Diapositiva17)

* Algunas publicaciones sobre el tema del conflicto y los derechos de las víctimas (Diapositiva18)

FUENTES: - Flórez, Jesús Alfonso, Avances del proceso de paz en Colombia. 2015 (inédito) - Presentación Dirección de Extensión de la Uniclaretiana (Documento PowerPoint) Anuario FUCLA 2007-2008

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