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COLLINS, Alice Kent, 1937EL EXISTENCIALISMO DE EDUARDO MALLEA, [Spanish Text], The University of Oklahoma, Ph.D., 1967 Language and Literature, modern
University Microfilms, Inc., Ann Arbor, Michigan
©
ALICE KENT COLLINS
All Rights Reserved
1967
THE UNIVERSITY OP O K U H O M GRADUAIS COLLEGE
EL EXISTENCIALISMO DE EDUARDO MALLEA
A DISSERTATION SUBMITTED TO THE GRADUATE FACULTY in partial fulfillment of the requirements for the degree of DOCTOR OF PHILOSOPHY
BY ALICE KENT COLLINS Norman, Oklahoma 1967
EL EXISTENCIALISMO DE EDUASDO MALLEA A DISSERTATION APPROVED FOR THE DEPARTMENT OF MODERN LANGUAGES
a
!)IBSERTATI0N
committee
RSOONOOEilïïNTOS Deseo expresar al Profesor Lovæl Dunham mi mâs profundo sentido de gratitud y afecto por su inapreciable ayuda en la preparaci(5n de este trabajo.
3u deslnteresado
espiritu, unido a su vasto oonocimiento y comprescidn de la cultura y literatura hispanoamericanas, han hecho que lo considéré, en todo momento, mi mejor guia, mi incansable maestro y mi critico mas respetado, y han sabido abrir ante mf las puertas del interns por la investigacidn literaria.
Un vote especial de gratitud va dirigido al
Profesor James H. Abbott cuyos valiosos comentarios y sugerencias avivaron mi interés por el Jxistencialismo literario. Deseo igualmente expresar me gratitud a los Profesores Bes se Olement, Jim P. Artman y Wayne M, Olegern, quienes tan gentilmente se han prestado a servir como miembros d? mi comité doctoral, y a todos mis profesores de la Universida de Oklahoma que en una u otra forma hayan contribuîdo a la realizacién de este proyecto.
Agradezco
profundamente la valiosa y compétente ayuda recibida de Frank U. Medley, Jr. en la copia del manuscrite. iii
Dedico este fruto de mis labores a Sean, mi esposo, sin cuyo continue eutusiasmo y comprensidn no hubiera podido convertirse en realidad.
iv
TABLA DB OONTENIDO Page R300N00DÆIBNT03. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . iii Oapitulo I. INTRODUOOIOK. . . . . . . . . . . . .
1
II. 3L LLAl'îADO A LA OOEOIBNOIA. . . . . . . . . . . . . . . .
30
III. LOo A G O N I S T A S . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
71
IV. LA3 I3LA3 HUMAIA3
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122
V. 3i'I BIJ30A DE Ü3A AUTSNTIOIDAD................ 182 VI. 00N0LU3I0N. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 264 BIBLIOGRAPIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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EL EXISTENCIALISMO DE EDUARDO MALLEA OAPITULO I I.
INTRODUOOION
El Siglo XX se présenta al hombre como la major y mâs terradora paradoja de la hlstoria universal.
Ante un
sinnümero de fantâsticas contribuciones al progreso clentlfico y material; opone un perlodo de alarmante desconcierto, en el que el hombre se encuentra profundamente impotente y aterrado por el misterio de un mundo que, no solamente no alcanza a comprender, sino que cada dia se le hace miâs enigmâtico.
Parecerla mentira que, al iniciar-
se el siglo, muy pocos eran los europeos que dudaran ester en oamino hacia un perfodo de grandeza y plenitud ilimitada.
A pesar de los multiples conflictos, guerras
y revoluciones de los lîltimos anos del Siglo XIX, se mantenla firme la confianza de que el triunfo final y definitive del hombre estaba ya a la vista, y que hasta el misterio mds oscuro serfa pronto revelado ante su vista, por medio de la ciencia y la razdn. 1
2 ouflclente motivo lenfaii los europeos para asl creerlo.
A1 inlolarse el Siglo XX, las ciudades se hablau
oonvertido en florencientes centres oulturales y eoondmloos. El hombre se encontraba gozando de los Innumerables béné ficiés que la tecnologfa y la ciencia le proporcionaban dfa a dIa y que las fâbrleas produofan en gran ndmero y a mener ceste.
Se respiraba un aire de inefable progreso,
seguridad en el future y, adn mâs, una ciega confianza en las capacidades humanas.
Sumergidos en un mar de optimisme,
los hombres creïan bastarse a si mismos, y no existïa problema u obstâculo que, por medio de la ciencia y la tecnologîa, la razdn humana no se sintiera capaz de desentraSar.
Se vlvla en un trance hipndtico, los ojos
fijos en el progreso material y oientlfioo de que se era oapez. La educacidn, ahora accesible a todos, habla descubierto al hombre comdn las posibilidades razonadoras de la mente, y asl pertrechadc, dste se sentfa capaz de moldear su propio destine.
Oreyéndose firmemente arraigado en un
proceso de inacable oivilizacidn y progreso, y dirigiendo todas sus actividades por principios rationales, no podla concebir siquiera la posibilidad de derrota.
Y asl, el
prodigioso espectdculo ofrecido por la Europa del comienzo de siglo, se convlrtid en el sîmbolo de la realidad, substituyéndose los valores tradicionales que antes hablan
5 servido de guïa por un fr£o materlallsmo. El hombre, embrlagado de poder, puso toda su fë en ese progreso material y se dedicd de lleno a atender los adelantos y las demandas impuestas por la tecnologîa moderna, cada vez mds exigente.
Surgid asl la especiali-
zacidn, que imperceptiblemente, comsnzd el proceso llmitador de la espirltualidad humana,
Pero Europa no se
percatd de ello pues sufrla de los slntomas de una grave intoxicacidn de progreso.
Los Innumerables descubrimientos
cientlficos, la revolucidn industrial, los nuevos métodos de transporte y comunicacidn, y el desarrollo de la medicina, agudizaron* adn mâs la conviccidn de que el progreso era una verdad automâtica e inevitable,
Por lo tanto, las
ocasionales disgreciones o regresiones que sufriera este proceso no serlan lo suficientemente significativos para detener el progreso o retarderlo seriamente. De pronto, casi sorpresivamente, irrumpe el ahn 1914 con una guerra que, en sus comienzos, parecla ser una de esas pasajeras inconveniencias a esperarse en todo trayecto hacia la plenitud.
Sin embargo, y ante la
estupefaccidn e incredulidad general, la guerra pronto se transforma en el holocauste mds grande de la historié.
Y
el hnlocauato no termina alll, sino très una breve pause, inicia una cadena de interminables episodios que culminan con la Segunda Guerra Mundial. Europa expérimenta entonces
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el terror de los campos de conceatracldzi donde mlllones de seres son anlqullados en nombre de la verdad, la jnstiola y el dereoho de los pueblos.
La ciencia, cuyos descubrimien
tos estaban destinados a ayudar al hombre, se utilizaba ahora para destruirlo.
La fuerza del âtomo, que se habla
dominado confines paclficos, se desencadenaba ahora en una ola de destrucci&n. £11 europeo, en un esfuerzo desesperado, busca una ezplicacidn, una respuesta valida dentro de las potencias racionales, pero éstas, incapaces de penetrar el misterio, no le responden.
Ve el ser humano entonces derrumbarse
los oimientos de su mundo, se siente arrancado de su pedestal y arrastrado por la marea de una serie de hechos incomprensibles, los mismos hechos que, en otros momentos, tuvo la certidumbre de poder controlar y conducir.
Ahora ya
no es ê l quien contrôla el mundo, sino el mundo quien lo contrôla a él.
Expérimenta, en consecuencia, una angustia
agobiante ante el misterio del futuro.
Sus esfuerzos
por comprender son, clarameute, indtiles.
No puede expli-
carse como la cultura ilustrada haya culminado en guerras y crisis cuyo horror nunca se habla experimentado.
Ni tampoco
comprende por quë la ciencia y la tecnologîa humanas hayan desencadenado tanta miseria y destrucoidn.
Ni la ciencia
ni la razdn pueden explicarle el enigma de la existencia humana.
Les problemas que a cada momento hacen su aparicidn
5 traasoieuden dramâtlcamente los poderes del raoloolnio humano.
Ï es entonces cüando el progreso vlslumtrado a
oomlenzos del siglo sume las proporciones de una estrepitosa derrota.
SI hombre moderno, en consecuencia, pierde
todo sentido de seguridad y cesa de expérimentai la sensaci