no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.” Apocalipsis 6:9 – 11

Introducción En el libro de Apocalipsis se nos revelan siete sellos, los cuales fueron abiertos por el Cordero después de haber vencido y Él se los reveló por medio de su ángel al anciano Juan y el apóstol trasladó esta revelación al pueblo de los santos:

Ese altar que ve Juan en la visión está al frente del Trono del Padre en el cielo, lo que en otras oportunidades hemos estudiado que esto significa el lugar Santísimo, y en ese altar se presentan las oraciones de los Santos, como leemos en Apocalipsis capítulo 8 verso 1 al 5: “Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, hubo un silencio en el cielo de casi media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban ante Dios y les dieron siete trompetas. Otro ángel con un incensario de oro, vino y se paró junto al altar. Y le dieron mucho incienso para que lo ofreciera con las oraciones de todos los Santos, sobre el altar de oro que está ante el trono” Pues bajo de este altar el anciano Juan miró a todas las almas de los que habían muerto por la Palabra de Dios, note bien que no los vio en el cielo, sino bajo del altar, esto

oy analizaremos el quinto de esos siete sellos en el cual el anciano Juan vio por adelantado el gran holocausto que habrían de sufrir los verdaderos discípulos de Jesucristo en todas las edades. Seguramente ha de haber quedado asustado el prisionero de Patmos al contemplar en aquella revelación el dolor, la angustia por la cual pasarían sus hermanos para mantener la fe y la esperanza de generación en generación: “Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero,

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Uno de los significados de la palabra Alma es: Sangre

significa que los vio bajo del cielo o sea en la Tierra.

El Clamor de las Almas Ahora oigamos lo que Juan escuchó: “Y clamaban a gran voz ¿Hasta cuando, Señor, Santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra? Entonces les dieron a cada uno un vestido blanco, y se les dijo que descansaran un poco de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos, y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” Apocalipsis 6: 10 – 11.

“Porque la vida de toda carne es su sangre…” Levítico 17:14 Uno de los elementos de la persona para mantener la vida es su sangre, y vida es equivalente a “Alma”. Al matar el alma o sea las personas la sangre se derrama. Al primer justo que le hicieron derramar su sangre fue Abel, así se lo dijo Dios a Caín: “… ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mi desde la tierra” Génesis 4:10. De hecho esta es una metáfora, no es que literalmente la sangre clame, Dios se está refiriendo al llanto de Abel a la hora de morir, otro ejemplo que podemos mencionar es el clamor de nuestro Redentor cuando sufrió la cruel muerte de cruz, la sangre de Jesucristo que también fue derramada todavía sigue hablando aunque hace mas de dos mil años fue sacrificado, como está escrito: “A Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” Hebreos 12:24 De Igual manera, todos los que ofrendaron sus vidas, están registrados en el Libro de la Vida, y Dios no se ha olvidado de ellos, en la omnimemoria del Eterno están grabados los clamores, los lamentos de todos aquellos

No es que las almas están vivas clamando ¡No! Primero entienda usted que esto es una visión y él no está mirando un hecho propiamente literal, Juan mira en visión el momento en que las almas están muriendo por el testimonio de Jesús y toda persona a la hora de morir gime, clama, y ese clamor sube hasta el altar de Dios. El Eterno escucha y tiene grabado en su omnimemoria ese lamento. 3

justo al Señor: “y clamaban a gran voz: ¿hasta cuando, Señor, Santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre de los que moran en la tierra?” Apocalipsis 6:10 ¿Cuánta sangre se derramó en los siglos pasados? Porque aquellos mártires primero no aceptaban las políticas de la Roma imperial y decidieron irse a vivir a las catacumbas antes que negociar con los paganos romanos.

mártires que fueron sacrificados por el testimonio de Jesús. Cristo dio un dato interesante, leyó un dato que está en la Estadística de Dios y dijo: “Para que caiga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el Justo, hasta la de Zacarías hijo de Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar” Mateo 23:35 El Caballo rojo jineteado a veces por una simbólica mujer tipo y figura de una iglesia apóstata que persiguió hasta la muerte al remanente Santo y los que lograron escapar quedaron perdidos en los desiertos, otros en las montañas de Piamonte, de Bohemia y en diferentes lugares, pero muchos de ellos fueron sacrificados por no aceptar la apostasía, Juan vio este cuadro dramático y lo registró con estas palabras: “Y me llevó en espíritu al desierto. Allí vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata (rojo sangre) que tenía siete cabezas y diez cuernos. La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, adornada de oro, piedras preciosas y perlas. Y en su mano tenía una copa de oro llena de abominaciones y de las impurezas de su fornicación… Vi a la mujer ebria de la sangre de los Santos y de los mártires de Jesús. Y cuando la vi, quedé muy asombrado” Apocalipsis 17: 3 – 6 El anciano Juan, en la visión vio que aquellos perseguidos y sacrificados le hacían un reclamo

Después cuando la historia cambia a principios del siglo IV, surge poderosamente un seudo cristianismo conquistado por las doctrinas idolátricas de la roma política que ya se estaba desplomando, pero siempre quedó un remanente que se mantuvo firme en los principios apostólicos. Estos nunca aceptaron el cambio del sábado por el domingo, ni la adoración de tres dioses en uno, no aceptaron la imposición de una mediadora, se aferraron creyendo en su mediador. Y como no acataron los acuerdos de los concilios de Nicea, Trenton, los Lateranenses y de Verona, que dieron forma a otro tipo de cristianismo leudado con el romanismo, estos persiguieron a los 4

que eran llamados “herejes”. Fueron los tiempos cuando surgió el astuto Constantino el Grande, dando libertad de culto en el imperio romano, y muchos cristianos cedieron a las pretensiones de Constantino, entonces la situación se volvió más difícil, porque ahora eran unos supuestos cristianos con la rúbrica de la cruz romana los que perseguían a los que no aceptaban un gobierno representado en un hombre ostentando ser el Vicario de Cristo en la Tierra, porque no era más que la réplica del emperador romano que ya estaba en decadencia, esta imposición dogmática de una infalible figura humana costó sangre de los mártires. La historia está ensangrentada con estos datos de “La temible inquisición” a lo que los sofistas religiosos llamaban “Santo Oficio”.

Esta cuenta es equivalente a mil doscientos sesenta años, este largo y sangriento tiempo duró la persecución, tiempo en que no había libertad de culto, al que lo descubrían leyendo las Sagradas Escrituras le partían la lengua para que no contara lo que había leído, para estos sanguinarios está preparada la tercer plaga postrera: “El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos, y sobre las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre. Y oí al ángel de las aguas, que decía: Justo eres tú, oh Señor, el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas cosas. Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los profetas, también tú les has dado a beber sangre; pues lo merecen.” Apocalipsis 16: 4 al 6 ¿Cuáles fueron las palabras consoladoras que recibieron estos que entregaban sus vidas por la verdadera fe? En el quinto sello Juan oyó y escribió: “Entonces le dieron a cada uno un vestido blanco, y se les dijo que descansaran un poco mas de tiempo hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” Apocalipsis 6:11 No era el tiempo de reclamar la sangre derramada, pero tampoco Dios se ha olvidado de aquellos que pasaron por tan ardiente crisol: “Y oí una voz del cielo que dijo: escribe: ¡Dichosos los que de aquí en adelante mueren en el Señor! Sí,

A un profeta del pasado ya le habían revelado esa situación que se daría en ese tiempo de la historia y escribió: “Hablará palabras contra el Altísimo, a los Santos del Altísimo quebrantará y tratará de cambiar los tiempos y la ley. Y serán entregados en su mano por un tiempo, tiempos, y medio tiempo” Daniel 7:25 5

dice el Espíritu, descansarán de sus fatigas, pero sus obras con ellos siguen” Apocalipsis 14:13. La sangre de los mártires servía como abono para que la semilla del Evangelio germinara más rápido en otros corazones y creciera frondosamente ¡Porque la Iglesia de Dios no podía ni puede morir, porque está edificada sobre el Cristo viviente! Mandaron a descansar a unos pero otros han seguido con la Obra, y esas palabras se cumplen hasta el día de hoy; el remanente Santo no ha muerto, todavía hay muchos que están dispuestos a creer y obedecer los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Note que esos mártires no están en el cielo, sino que los mandaron a descansar, y en la visión Juan vio que les dieron unas ropas blancas, ese ropaje es el símbolo seguro del premio de la inmortalidad: “En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible sea vestido de incorrupción, y esto mortal sea vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra escrita: Sorbida es la muerte con victoria” 1 Corintios 15:52 – 54.

Pero aunque les dieron ya las ropas de la inmortalidad todavía no se las han puesto. ¿Cuál es la condición de todos aquellos que murieron por el testimonio de Jesús? El anciano Juan escuchó en la visión que les dijeron: “que descansaran un poco más de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” Apocalipsis 6:11 Con esto el Señor les está diciendo que el premio estaba seguro, todos los que fueron muriendo por esta causa, unos en el circo romano, otros comidos por las fieras, torturados por los inquisidores, ya Jesucristo se los había vaticinado, que estos derramadores de sangre inocente iban a creer que estaban sirviendo a Dios. “Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.”Juan 16: 2 Pero todos estos que sufrieron por la noble Causa, ¿donde están reposando? Bajo del altar, ya dejamos establecido que el altar está en el cielo y ellos están reposando debajo del altar o sea en la Tierra. A un profeta le dijeron: “Pero tu sigue hasta el fin de tu vida. Descansarás, y en los últimos días te levantarás para recibir tu herencia” Daniel 12:13 ¿Dónde descansan? Pues en el polvo de la tierra: “Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna 6

y otros para vergüenza y confusión perpetua” Daniel 12:2 Después de haber pasado aquellas angustiosas persecuciones saldrán de la tumba en el momento de la primera resurrección porque los que murieron en Cristo resucitarán primero (1 Tesalonicenses 4:16) saldrán radiantes con sus ropas blancas, vestidos de inmortalidad a recibir al Cristo viviente que vendrá a la tierra victorioso, el verdadero Jinete del caballo blanco: “Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Alabad a Dios, porque reinó el Señor, nuestro Dios Todopoderoso! ¡Gocémonos, alegrémonos, y démosle gloria; porque han llegado las bodas del cordero y su novia se ha preparado! Y le fue dado que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente, porque el lino fino representa las obras justas de los Santos” Apocalipsis 19:6 – 8 Las últimas palabras que oye Juan en el quinto sello debemos ponerle atención, pero mucha atención: “… Y se les dijo que descansaran un poco mas de tiempo, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos” Apocalipsis 6:11 No se ha completado el número de los que han de ser sacrificados, según las profecías la sanguinaria mujer volverá a jinetear la bestia roja que por cierto ya está emergiendo del

abismo, tomará poder y la emprenderá duramente contra los que no se sometan a sus herejías de perdición. Ya se habla de ecumenismos, de unificaciones y de globalizaciones religiosas, pero en la parte final de la profecía se nos habla que el que no acepte esos principios religiosos políticos: “No podrá comprar ni vender”: “Y ordenaba que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos, se les ponga una marca en la mano derecha y en la frente, y que ninguno pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre” Apocalipsis 13:16 – 17 Todavía no entendemos una buena parte de ese número de la bestia y del resurgir del imperio romano, pero en su momento Dios lo revelará. Lo que debemos estar claros y mas allá de cualquier duda es que al remanente santo todavía le esperan tiempos muy azarosos, en los cuales necesitaremos una doble porción del Espíritu de Dios para poder soportar el tropel de esta bestia roja, la cual volverá a ser jineteada por la apocalíptica mujer, prototipo de la iglesia apóstata, que surgió desde los tiempos del siglo tercero después de Cristo. Seudo cristianismo que ha ido leudando gran parte del mundo, por lo tanto hermanos, nuestra oración deberá ser siempre que el Señor nos de fortaleza para serle fiel hasta la muerte. 7

No se necesita tener tanta visión para notar como la sociedad ha ido dando un giro tan terrible en el cual impera la violencia, la sociedad del siglo veintiuno, es sanguinaria, se ha ido olvidando la diplomacia, y no olvide que según la historia por los credos religiosos se ha derramado ríos de sangre porque el hombre siempre ha querido subyugar la conciencia de sus semejantes, y el ambiente se está dando para que la historia vuelva a repetirse y a cumplirse lo que Pablo escribió: “Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero.” Romanos 8: 36. Por lo tanto aprovechemos este tiempo que todavía queda de libertad para predicar esta verdad que muchos han tratado de esconder, pongámosle el pie al acelerador y anunciemos las verdades del Reino de Dios a todo el mundo porque el tiempo de hacerlo se está terminando.

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