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V011. LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE ¿QUÉ CARACTERISTICAS FISIOLÓGICAS ALIMENTACIÓN DEL RECIÉN NACIDO?
CONDICIONAN
LA
La tarea de planear la salud y la eficiencia de generaciones futuras depende de la institución de hábitos de alimentación adecuados en los niños de nuestra época. La alimentación durante toda la vida es importante, pero aún lo es más durante el primer año, porque en este periodo el niño necesita la energía y nutrientes fundamentales no sólo para mantener su vida, sino para lograr un rápido crecimiento y desarrollo de sus tejidos, órganos y funciones. Un desequilibrio en la dieta durante estas primeras etapas de su vida puede dar lugar a un crecimiento defectuoso y a alteraciones en el desarrollo. Por ello es imprescindible conocer sus necesidades nutritivas y la forma más idónea de satisfacerlas. Exponemos, algunos conceptos de fisiología alimentaria que nos pueden ayudar en la atención a la alimentación infantil. Como en todo elemento biológico, en la alimentación infantil no existen reglas fijas, ni mucho menos lactantes “estándar”, pero vamos a conocer aquello que puede ayudar a una madre a evitar errores e incluso mitos en cuanto a la alimentación durante el primer año de vida de un niño sano y nacido a término. La alimentación es la forma con que el organismo obtiene la energía que necesita para todo su desarrollo. Las funciones de algunos órganos del recién nacido no son completas. El aparato digestivo tiene poca capacidad de asimilación: su esófago es un tubo de escasa tonicidad y el cardias funciona insuficientemente; ésta es la causa de la fácil regurgitación de estos niños durante los primeros meses. El tracto intestinal no ha completado la capacidad de digerir y absorber, ni tampoco los mecanismos de defensa suficientes contra las proteinas extrañas. por lo que podría absorber macromoléculas que pueden actuar como alergenos. El desarrollo neuromuscular es muy bajo, la escasa madurez de su cerebro sólo le permite succionar líquidos y tragarlos e incluso tiene que aprender a coordinar la succión, la deglución y la respiración. La alimentación va a jugar un importante papel en los procesos químicos que ocurren en el periodo final del desarrollo cerebral. La capacidad del riñón para excretar los metabolitos procedentes de las sustancias ingeridas, especialmente si se administran en cantidades excesivas, es muy baja y sobre todo está limitada la capacidad de eliminar el sodio. El funcionalismo enzimático no es completo, el lactante no puede sintetizar cistina, que es un aminoácido no esencial para el adulto. El páncreas no segrega amilasa hasta el tercer mes, aunque hay autores que opinan que la presencia de almidón en el alimento activa su secreción. Hacia el cuarto mes se perfeccionan las funciones digestivas y además el desarrollo neuromuscular, a esta edad le permite coordinar la ensalivación y la deglución. La alimentación con cuchara antes de esta etapa sólo representará una ingestión forzada y pasiva pero no fisiológica. En cuanto al desarrollo cerebral, aunque el número máximo de neuronas se alcanza en la vida fetal, las células gliales continúan multiplicándose hasta el segundo año.
1062 ETAPAS DE LA ALIMENTACIÓN DE UN LACTANTE Mientras que se terminan de desarrollar las funciones digestivas del lactantendo, hay que suministrarle los nutrientes que necesita, de la mejor forma para que los pueda asimilar. Hasta que el lactante cumple un año la alimentación sigue tres períodos que no tienen unos limites muy precisos y que se superponen. Período de succión: La única fuente alimenticia es la leche materna o las fórmulas adaptadas. Comprende desde el nacimiento hasta el 4º-6º mes. Período de transición: La energía aportada por la leche no es suficiente para cubrir el aumento de las necesidades del lactante de 6 meses, por ello hay que complementarla -no sustituir-, con cereales sin gluten, fruta y verdura. Este periodo comprende hasta los 12 meses. Período de alimentación de adulto: A partir del año, progresivamente se le puede ir acostumbrando a la alimentación del adulto, que es la que consumen sus padres. El alimento natural del primer período de vida de un lactante sano, es la leche de la madre, la leche materna es el alimento proteico que la naturaleza proporciona a los mamíferos como aporte de energía. Comparándola a la leche de vaca sus proteínas se digieren con más facilidad y contienen mayor cantidad de azúcares. En este primer período para complementar o suplir la lactancia materna, se requieren fórmulas adaptadas de inicio y a partir del 4º mes se puede complementar o suplir la lactancia materna con fórmulas adaptadas de seguimiento.
LACTANCIA NATURAL Y FÓRMULAS ADAPTADAS El estudio de la composición de las leches de los mamíferos demostró que sus distintos componentes tienen una misión muy determinada en el crecimiento de las crías; la concentración proteica de la leche de vaca es triple que la de la leche humana, y por ello un ternero duplica su peso en 47 días, mientras que un niño lo hace a los 180 días. La leche materna es el alimento más equilibrado para el desarrollo somático y cerebral óptimo del recién nacido, además, por la especificidad de la cantidad de sus componentes, tiene unas características físicas de asepsia, que aseguran una protección antiinfecciosa al lactante. La alimentación al pecho requiere por parte del niño un esfuerzo que le protege de la sobrealimentación y le ayuda a desarrollar capacidades sensoriales y afectivas por la interrelación madre-hijo en el acto de mamar. La OMS afirma que “...la lactancia natural es un medio inigualado de proporcionar el alimento ideal para el sano crecimiento y desarrollo de los lactantes, que dicho medio constituye una base biológica y emocional única tanto para la salud de la madre como
1063 para la del niño, que las propiedades antiinfecciosas de la leche materna contribuyen a proteger a los lactantes contra las enfermedades...” Pero, aun siendo muchas las ventajas a su favor, no podemos ignorar por un lado, que la industria de la alimentación infantil se ha esforzado al estudiar la dietética del lactante para cubrir las necesidades específicas de nutrientes en los productos elaborados para la alimentación a biberón de los lactantes, pero sobre todo, que hay madres que no pueden o han decidido no dar el pecho, y es importante en estos casos no crear un estado de culpabilidad o ansiedad a esta madre. La lactancia es un período importante en el desarrollo de la afectividad del recién nacido, la falta del contacto inmediato entre madre e hijo no tiene porqué provocar un desarrollo inferior que aquel que sí lo tiene y se puede estimular la proximidad con el hijo mientras se da un biberón. En beneficio de los dos, hay que buscar la mejor forma de que sea un período satisfactorio y feliz, es más fácil conseguirlo con la lactancia natural pero no es imposible obtenerlo con un biberón.
FÓRMULA ADAPTADA Es el producto lácteo que resulta al modificar la leche de vaca, materia prima de estos productos comercializados, para que se adapte a las necesidades nutritivas del recién nacido, de forma que su composición sea lo más parecida posible a la leche materna. Cuando el recién nacido no puede ser alimentado con leche materna, es obligada la elección de una leche de sustitución que cubra sus necesidades alimenticias. Varios organismos internacionales han elaborado informes, para que la elección de alimentación del recién nacido sea óptima La XXXIV Asamblea de la OMS publicó en 1981 un “Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna” en el que se recogían una serie de recomendaciones a todos los países miembros para garantizar prácticas higiénicas en materia de alimentación del lactante y del niño pequeño. En el prólogo que precede a los 11 artículos de que consta, se dice que “los gobiernos han de garantizar y estimular la lactancia natural” y que “los gobiernos están obligados a emprender la acción necesaria para dar vigencia a ese código en lo que se refiere a la promulgación de disposiciones legislativas”. Otro organismo encargado de la vigilancia de la alimentación infantil, es la Sociedad Europea de Gastroenterología, Patología y Nutrición Pediátrica (ESPGHAN), y encargó a un comité de expertos, el estudio de las recomendaciones para la composición de una fórmula adaptada. Este comité en 1977 elaboró su primer informe, en el que se eliminaba para estos productos el término -que hasta este momento era generalizado- de maternizados o humanizados y admitir sólo el calificativo de FÓRMULAS ADAPTADAS. “Una fórmula adaptada debe parecerse a la leche humana tanto como sea posible y no debe contener almidón ni harina, ni debe acidificarse ni incluir otras sustancias tales como miel, el llamado “factor de crecimiento”, ni espesantes cuyos posibles efectos colaterales a corto o largo plazo no han sido definidos adecuadamente. La fórmula debe ser isotónica a fin de reducir al mínimo el intercambio de agua entre los distintos compartimientos del organismo. En particular debe evitarse el exceso de minerales. El carbohidrato principal debe ser di y oligosacárido en vez de monosacárido para aportar energía sin aumentar la osmolaridad de la
1064 fórmula. La grasa debe contribuir con casi el 50% de la energía, aún cuando se emplean los di u oligosacáridos...”. Teniendo en cuenta que la leche de vaca es la materia prima para su elaboración, hay que hacer una serie de modificaciones en cuanto a las cantidades de sus componentes (ver cuadro nº 1). A pesar de que no hay niños estándar se establecieron los criterios esenciales para orientar la composición de estos productos de forma que cubran las necesidades teóricas en esta edad teniendo presente la fisiología del lactante hasta el 4º-5º mes (FÓRMULA ADAPTADA DE INICIO) y las necesidades a cubrir cuando la leche forma parte de una alimentación mixta (FÓRMULA ADAPTADA DE CONTINUACIÓN). Cuadro nº 1: Comparación de la composición de la leche materna y la leche de vaca, modificaciones que hay que realizar sobre ella para obtener una leche adaptada segun las recomendaciones de la Espgan para las fórmulas adaptadas. (datos tomados de: Tabla de composición de alimentos - Alter 1981) LECHE MATERNA (*) ELEMENTO
Composición
Calorías
LECHE DE VACA Modificaciones Composición Calorías para adaptarla
FÓRMULA ADAPTADA (ESPGAN I 1977)
FÓRM ULA DE SEGUIMIENTO (ESPGAN I 1977)
PROTEÍNAS
±1,5 g/100 ml
6 kcal.
3,5 g/100 ml 2,8 g/100 ml de caseína
14 kcal.
Disminución de la 1,2-1,9 g/100 ml concentración protéica, sobre todo caseína.
2-3,7 g/100 ml
LÍPIDOS % Linoléico
3,8 g/100 ml 8
34,2 kcal. 3,8 g/100 ml 2
34,2 kcal.
Sustitución de parte 2,7-4,1 g/100 ml de la grasa láctea por grasa vegetal de mayor contenido en ac. Grasos de cadena larga no saturada.
2-4 g/100 ml
CARBOHIDRATOS VITAMINAS A B1 B2 C Niacina CALORÍAS TOTALES EN 100 ML
6,9 g/100 ml (90% de lactosa)
27,6 kcal. 5 g/100 ml
20 kcal.
Adición de lactosa.
5,7-8,6 g/100 ml
250 U.I./100 ml 27 mcg/100 ml 80 mcg/100 ml 4.800 mcg/100 ml 1.500 mcg 230 mcg/100 ml 67,8 kcal/ 100 ml
140 U.I. 40 mcg 183 mcg 100 mcg
La pobreza aumenta en manipulación.
5,4-8,2 g/100 ml
se la 170-340 U.I. 27 mcg mínimo 41 mcg mínimo Hay que adicionar 5.400 mcg mínimo vitaminas. 170 mcg mínimo 68,2 kcal/ 64-72 cal/100 ml 100 ml.
50-100 U.I.
60-85 cal./100 ml
Notas: 1 gramo de grasa proporciona 9 kcal, 1 gramo de hidratos de carbono, 3,75 kcal., 1 gramo de proteínas, 4 kcal. * La leche de mujer no tiene una composición idéntica en la lactancia. Estos datos son la media, por ello la ESPGAN en la fórmula adaptada permite una relativa variación en la cantidad de los componentes.
COMENTARIO A LA COMPOSICIÓN RECOMENDADA POR LA ESPGHAN
DE
LA
FÓRMULA
1065 ADAPTADA
En las recomendaciones para la composición de una leche que va a cubrir las necesidades del recién nacido hasta el 4º mes, se ha pretendido imitar la composición de la leche materna que es el alimento idóneo para el lactante. Como estas necesidades son distintas para las primeras semanas que para el resto del primer trimestre, se permiten ciertas oscilaciones de su composición para cubrir las necesidades de todo este período. Así el valor protéico varía desde 1,2 g/100 ml., que se considera el de la leche materna y el de 1,9 g/100 ml., que va a producir la máxima carga de solutos que el riñón de un lactante soporta sin que aparezca acidosis. Los límites de las grasas son 2,7-4,1 g/100 ml.; con ellas se incrementa el buen sabor, se favorece la absorción de las vitaminas liposolubles, se retrasa el vaciamiento gástrico y se provoca sensación de saciedad. Deben predominar los Ac. Grasos Insaturados, especialmente el Ac. Linoléico, que debe constituir un porcentaje de 7 a 12% de la grasa total, ya que es indispensable para la buena formación del sistema nervioso y para la síntesis de prostaglandinas. En cuanto a los carbohidratos se da preferencia a la lactosa, porque contribuye a la creación de un pH ácido que impide el crecimiento de bacterias tipo E coli y además porque las moléculas que la componen (glucosa y galactosa) son necesarias para la formación de gluco y galactocerebrósidos; y sobre todo, porque por su bajo poder edulcorante, evita malos hábitos alimenticios que favorecen la aparición de caries. También se admiten glucosa y dextrino-maltosa. Para los minerales es importante no sobrepasar los límites establecidos por la reducida actividad del riñón, evitando con estas cantidades mínimas, la deshidratación hipertónica. La carga renal osmótica para la leche de mujer es de 80 mOsm/l, aunque se consideran aptos los productos que tienen una carga renal inferior a 127 mOsm/l. Para calcular la carga renal de un alimento se supone que cada gramo de proteína aporta 4 miliOsmoles de carga renal y cada miliequivalente de Sodio, Potasio y Cloro aporta 1 miliOsmol.
FÓRMULA DE CONTINUACIÓN Son las preparaciones destinadas a los lactantes a partir de los 4-6 meses, forman parte de un esquema mixto de alimentación, en el que se aporta al niño otros alimentos: fruta, verdura, cereales sin gluten, etc., introduciendo proteínas vegetales de menor calidad biológica que las lacteas, pero estableciendo así una alimentación mixta variada, que proporciona vitaminas y minerales, además de fibra y otros nutrientes.
COMENTARIO A LA COMPOSICIÓN DE LA FÓRMULA DE CONTINUACIÓN DE LA ESPGHAN Para comprender su composición hay que tener en cuenta que forma parte de una alimentación mixta.
1066 La alimentación de un lactante de 4-6 meses, ya no va a ser exclusivamente de origen lácteo, aunque se debe mantener un mínimo de 500 ml de leche diaria. Porque, si bien su fisiología se asemeja mucho a la del adulto, sus necesidades energéticas deben ser cubiertas en un alto porcentaje por productos lácteos y no parece conveniente utilizar todavía leche de vaca. Si comparamos las recomendaciones para este tipo de fórmulas con las de inicio, observaremos algunas diferencias: - No se dan recomendaciones de adición de Ac. Linoléico porque se supone que el niño cubre los requrimientos mínimos en este nutriente con la alimentación complementaria. - La concentración proteica se asemeja más a la leche de vaca (Se aumenta su proporción). - La grasa sólo aporta el 30-42% de las calorías de la dieta. - Estas leches por sus modificaciones respecto a la leche de vaca, mantienen un aporte alto en proteínas, así como en ácidos grasos, vitaminas y minerales adecuándolos a las necesidades del lactante a esta edad.
La importancia de estos datos se debe a que los alimentos proporcionan al lactante la energía y los nutrientes que necesita para sus funciones vitales, y es importante que el modo de empleo se individualice para cada niño, para cubrir sus necesidades y no sobrealimentarlo, ya que en este caso se favorecería la obesidad desde los primeros meses de la vida. El volumen recomendado varía con la edad, peso y longitud o talla, y hay que cubrir sus necesidades para obtener el crecimiento y desarrollo óptimos.
Necesidades energéticas de un lactante EDAD 0-3 meses 3-6 meses 6-9 meses 9-12 meses
PESO MEDIO
Kcal/Kg (*)
Kcal/día
Kj/Kg (**)
4.6 Kg 6.6 Kg 8.3 Kg 9.5 Kg
120 110 100 100
552 726 830 950
502 460 418 418
(*) La legislación española define caloría como el témino que se refiere a una Kilocaloría o caloría grande (1 Kj. equivale a 0.239 Kcal). Es decir: 1 Kcal. = 1 Cal. = 1.000 cal. (**) Los valores energéticos de los alimentos se pueden expresar tanto en Kcalorías como Kilojulios. El valor en Kj. se obtiene con el factor de conversión 4,184 Kj/Kcal. 1 Kj = 0,239 Kcal. 1 Kcal = 4,184 Kj
CONSEJOS SOBRE EL USO DE LAS FÓRMULAS COMERCIALIZADAS
1067 • Hay que volver a señalar la inexistencia de niños estándar y aunque la dosificación de la lactancia artificial está tipificada para una mayoría de lactantes, son las madres, que conocen a sus hijos, las que pueden y deben observar la respuesta del niño al alimento. Con la misma dosis con que una mayoría de lactantes está bien alimentada podrá haber niños sobrealimentados o hiponutridos. • Continúan llegando a los hospitales niños, en el primer y segundo mes de vida con cuadros de deshidratación hipertónica y graves situaciones de acidosis debidos a no haber respetado las concentraciones de las leches en polvo. Por ello es importante recomendar:
Usar la medida que se incluye en el paquete o bote de polvo bien rasada y no colmarla. • Las fórmulas de elevada densidad energética estimulan la sed por la sobrecarga de solutos que favorece la pérdida de agua. Habitualmente la madre interpreta la sed como hambre, aportando una ingesta alimentaria que puede facilitar la obesidad. • Recordar a la madre que después de hervir el agua que se va a usar para preparar el biberón, hay que dejarla enfriar, ya que si el agua hirviendo se vuelca sobre el polvo se van a destruir las vitaminas termolábiles. Ingesta recomendada de Energía y Nutrientes (para los niños y niñas hasta 4 años) por el Instituto de Nutrición (CSIC). 0-6 meses Proteínas (g) Minerales Calcio (mg) Hierro (mg) Yodo (mcg) Zinc (mcg) Magnesio (mg) Vitaminas Ac. Fólico (mcg) B12 (mcg) Ac. Ascórbico (mg) Vit. A equivalentes de retinerol (mcg) Vit. D en (mcg) colecalciferol Tiamina (mg) Riboflavina (mg) Equivalentes de Niacina (mg) Kcal Kjul
6 meses-1 año
1-4 años
14
20
23
500 7 35 3 60
600 7 45 5 85
650 7 55 10 125
40 0,3 50 450 10 0,3 0,4 4 650 2.720
60 0,3 50 450 10 0,4 0,6 6 950 3.975
100 0,9 55 300 10 0,5 0,8 8 1.250 5.230
1068 LA FUNCIÓN RENAL EN EL NIÑO: Con el nacimiento, el riñón progresa rápidamente en su maduración funcional. Los requerimientos nutritivos y las demandas del crecimiento en la infancia precisan una adaptación de la función renal, y se piensa que forman parte del mecanismo estimulador por el que se inician y mantienen tales cambios. El flujo sanguíneo renal, que en los adultos representa aproximadamente la cuarta parte del gasto cardiaco, en el recién nacido supone solo del 5 al 10% del gasto. El índice de filtración glomerular respecto a la superficie corporal, peso corporal, o peso rennal, también es bajo al nacimiento, se produce un rápido aumento, tanto del flujo sanguíneo renal como del índice de filtración glomerular. (Aumento estimado de un 40 a 50 %). Un aspecto importante del riñón del recién nacido es su capacidad para mantener un flujo sanguíneo renal y un filtrado glomerular contante a pesar de las variaciones de la presión arterial. Esta función autorreguladora, un mecanismo regulador autonómico esencial, se consigue mediante grados variables de constricción diferencial entre las arteriolas glomerulares, aferente y eferente. Estas constricciones se desencadenan, entre otros factores, por el paso de sodio a través del túbulo distal y la liberación consiguiente de renina en la circulación. El riñón del recién nacido presenta este mecanismo autorregulador pero a un menor nivel que en el adulto. FILTRACIÓN GLOMERULAR Al nacimiento, el glomérulo es menos permeable que en el adulto, reteniendo moléculas con peso molecular de 15000 que son filtradas libremente durante la vida posterior. El índice de filtración glomerular se correlaciona con la edad gestacional y los recién nacidos a termino tienen un mayor índice de filtración glomerular que los prematuros incluso durante el primer día de vida. El índice de filtración glomerular expresado por unidad de superficie corporal alcanza aproximadamente un 30% del valor del de los adultos hasta el final del segundo año. El bajo índice de filtración glomerular del riñón del recién nacido, limita su capacidad para excretar un exceso de solutos- nutrientes como sodio y fosfato y para regular la composición corporal. Aunque se necesitan nutrientes adicionales para mantener el crecimiento y proveer la energía necesaria durante la infancia en la práctica se utilizan menos de la mitad de los solutos ingeridos de fuentes nutritivas adecuadas. La excreción de lo que excede a los requerimientos debe realizarse a pesar de una limitada capacidad para hacerlo. Dado su alto contenido en solutos, la leche de vaca completa (221 mOsm/L) y la leche desnatada (300 mOsmo/L) fuerzan la capacidad excretora del riñón del recién nacido. Aunque este exceso de solutos generalmente puede ser soportado por la mayoría de los niños después de la primera semana de vida, el niño tiene mayores riesgo de retener un exceso de solutos durante la lactancia. En circunstancias estresantes como fiebre o enfermedades respiratorias o gastrointestinales, el niño puede desarrollar hipernatremia. La leche humana tiene una carga de solutos que es bastante menor aproximadamente 79 mOsm/l y es mas adecuada para la capacidad funcional renal durante el primer año de vida. Los preparados infantiles, aunque algunos tienen una carga de solutos ligeramente mayor (150mOsm/L), son bastante bien tolerados y son la mejor alternativa a la leche humana.
1069 ALIMENTACIÓN COMPLEM ENTARIA O BEIKOST A partir de los 4-6 meses las necesidades calóricas de un niño no pueden ser cubiertas sólo basándose en leche. Sería necesaria tal cantidad, que no se toleraría desde el punto de vista digestivo. Por ello se le dan harinas, fundamentalmente como aporte calórico, y se comienzan a introducir otros alimentos que van a cubrir las necesidades de ciertos nutrientes que no pueden ser cubiertas sólo con los componentes de la leche (Vit. A, B, C, D), minerales (Fe), proteínas. De esta forma además se le acostumbra poco a poco a nuevos sabores. A partir del 5º mes se puede empezar a dar una vez al día yogourt. La leche de vaca entera -nunca descremada- se puede administrar a partir del año.
ALIMENTOS CON CUCHARA Desde el tercer mes se puede introducir progresivamente una papilla con cuchara: primero de cereales sin gluten, frutas, puré de legumbres, carne, así se comienza a cubrir las necesidades de vitamina C, hierro, etc. A partir del 7º-9º mes se le pueden dar 3 comidas de cuchara al día y la cantidad necesaria después de las comidas utilizando el biberón. Después de los 10-12 meses se puede pasar a una alimentación “tipo adulto” equilibrada y poco salada. Esta característica es muy importante en cuanto previene una posible deshidratación que se puede producir por la pérdida de agua que acompaña la eliminación de sodio. La exigencia de mantener suficiente cantidad de leche y de derivados lácteos durante el primer año es por la elevada necesidad de calcio para la formación del esqueleto de esta fase del desarrollo. La introducción precoz de gluten podría ocasionar una aparición temprana de la enfermedad celíaca en niños predispuestos, y en esta edad habría mayor posibilidad de una evolución grave. Por ello se recomiendan las harinas de maíz y arroz para comenzar la administración de harinas. La adecuada introducción de alimentos variados a su debido tiempo, mejora la resistencia contra las infecciones, favorece el crecimiento, condiciona la madurez psicomotriz y digestiva y estimula el aprendizaje de nuevos hábitos alimenticios. No se debe afirmar con facilidad que al niño no le gusta un nuevo sabor cuando la verdadera causa del rechazo es que por no tener maduro el mecanismo de ingestión, no sabe comer con cuchara y tragar aquel alimento. Cada nuevo alimento exige un proceso de aprendizaje. Para acostumbrarle cada vez al gusto, aroma, consistencia y variedad, hay que darle al principio una sola vez al día una o dos cucharadas. Es conveniente no insistir si le desagrada y se debe adecuar la cantidad a su apetito y nunca obedecer a reglas y cantidades fijas.
LOS CEREALES Están compuestos fundamentalmente por hidratos de carbono: harinas de maíz (65%), harinas de arroz (76,5%); Proteínas: maíz (12%), arroz (7,8%); Lípidos: maíz (5%), arroz (0,8%).
1070 El hidrato de carbono mayoritario es el almidón, en cuya composición intervienen de 250 a 1.000 o más unidades de glucosa formando largas cadenas que para poder ser aprovechadas deben ser fraccionadas por el proceso de digestión. Como las enzimas digestivas no están completamente desarrolladas en los primeros meses, se pueden administrar los cereales previamente modificados para facilitar el trabajo digestivo del lactante, y esto se consigue mediante un proceso de precocción y por acción del calor seco o tostado. Las proteínas de los cereales son de menor calidad que las proteínas de los animales porque tienen menor proporción de aminoácidos esenciales pero contribuyen a complementar la ración diaria de proteínas.
LAS DEXTRINAS Se producen exclusivamente durante la hidrólisis parcial del almidón bajo la acción de las enzimas o durante la preparación de los alimentos. Están formadas por unidades de glucosa unidas entre sí. Las moléculas individuales de dextrina son más pequeñas que las de almidón, de modo que carecen de la consistencia pegajosa de este último.
ALIMENTOS INFANTILES: POTITOS Alimentos infantiles elaborados industrialmente. Algunos, están homogeneizados con pequeñas partículas que no exigen masticación, y otros tienen partículas más grandes y una textura más gruesa para estimular la masticación. Las recomendaciones más importantes que hace la ESPGHAN para la composición y características de estos alimentos son: Energía. No menos de 300 kj/100 g. (70 kcal/100 g) en mezclas de carne o pescado con verduras, arroz, patatas, etcétera (“platos completos”). Proteínas. No menos de 1,5 g/100 kj (6,5 g/100 kcal) en preparaciones de carne y pescado que requieran la adición de verduras, arroz, patatas, etc. No menos de 1,0 g/kj (4.2 g/100 kcal) en mezclas de carne o pescado con verduras, arroz, patatas, etc. (“platos completos”). Sodio. Menos de 2,5 mEq/100 kj (10 mEq/100 kcal) No debe añadirse sal (ClNa) ni azúcar a los alimentos infantiles preparados. Aditivos, contaminantes y seguridad baceriológica. Los alimentos infantiles preparados comercialmente deben estar exentos de antibióticos y compuestos hormonales y prácticamente exentos de resíduos de pesticidas y otros posibles contaminantes, especialmente aflatoxinas y sustancias farmacológicamente activas.
1071 Deben tomarse las precauciones adecuadas para asegurar que el contenido de nitrato sea inferior a 4 mmol/Kg (250 mg/kg, expresado en NO3). Las zanahorias, la remolacha y las espinacas, incluso después de cocidas, pueden contener cantidades de nitratos que excedan los niveles de aceptabilidad, y podrán dar lugar a metahemoglobinemia en niños de menos de tres meses de edad. Etiquetado La etiqueta debe indicar a partir de que edad mínima puede usarse y manifestar que el alimento debe consumirse inmediatamente después de abierto el envase o de ser reconstituido, y que no debe conservarse más de 48 horas en refrigerador una vez abierto o preparado. La etiqueta debe indicar también, además de la lista de todos los ingredientes, la naturaleza y cantidad del azúcar añadido y del gluten si lo contiene, y manifestar que el contenido de sal satisface adecuadamente las necesidades del niño.
CONSEJOS SOBRE ALIMENTACIÓN INFANTIL • Durante el embarazo la futura madre se ha de preparar para dar de mamar, adoptando hábitos saludables y una buena alimentación. • La leche materna es el alimento idóneo para el lactante. En caso de no poder amamantar, hay leches adaptadas. • Se deben seguir estrictamente las Normas de Preparación de los Biberones (proporción e higiene): Recordar a la madre que después de hervir el agua que se va a usar para preparar el biberón, hay que dejarla templar hasta los 40°C, ya que si el agua hirviendo se vuelca sobre el polvo se destruirán las vitaminas termolábiles. • Las madres lactantes deben vigilar su alimentación: aumentar el consumo de lácticos y derivados, de frutas, verduras y agua. • Se debe controlar el aumento de peso de los lactantes y consultar al pediatra regularmente. • No se debe añadir azúcar al agua de bebida, ni a los zumos de los lactantes. • Es preciso recordar a las madres lactantes, que antes de tomar cualquier medicamento, debe consultar a su farmacéutico o médico de cabecera.
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