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CENTRO DE EDUCACIÓN MILITAR
Lectura Recomendada 036-2016-CEDE-CEM INTRODUCCIÓN El Centro de Educación Militar (C.E.M.) a través del Comando de Educación y Doctrina del Ejército presenta la Lectura Recomendada 036-2016-CEDE-CEM, la misma que es parte de la serie de lecturas recomendadas y que a través de la Jefatura de Comunicación Social ponemos a disposición de la población militar, motivando la lectura para incrementar así sus conocimientos.
VALORES INSTITUCIONALES EN EL EJÉRCITO ECUATORIANO
Todos los militares de la institución debemos diariamente comulgar con los valores institucionales que mantienen incólume a nuestra institución como la de mayor credibilidad ante nuestro pueblo. Con este propósito, les invitamos a un momento de lectura reflexiva de los siguientes contenidos: BREVE INTRODUCCIÓN El presente documento recapitula los aspectos primordiales sobre los valores institucionales que le permiten al Ejército Ecuatoriano como parte de las Fuerzas Armadas el cumplimiento cabal de la misión entregada por el Estado y consagrada en la Constitución, para que su pueblo logre alcanzar sus más sagrados intereses, manteniendo su patrimonio histórico y proyectándose hacia su porvenir. El personal militar en su diario trajinar en la institución deberá ser el producto de una formación férrea en la cual se priorice la práctica diaria de valores y sean entes multiplicadores hacia la sociedad, para bien de la Institución militar, ejemplo y referente de las demás Instituciones de un Estado. No puede concebirse la existencia de una Institución militar en la cual no se cultiven y practiquen los valores, como una exigencia sin equanon, para garantizar que el accionar de todos sus miembros estén enmarcados en los preceptos fundamentales y básicos que exige y norma la conducta dentro de la sociedad. El aparecimiento y existencia de los ejércitos ha tenido como sustento imprescindible la práctica de valores, al ser esta Institución la columna vertebral del Estado y principalmente en el concierto de las otras naciones para lograr y mantener el respeto, cooperación y reconocimiento internacional. Nuestro país no puede sustraerse de esta realidad y es así que históricamente, la institución militar ha tenido la aceptación generalizada de la población, como consecuencia del cumplimiento irrestricto de sus derechos y obligaciones, lo que se ha evidenciado con la exteriorización del sistema de valores que posee la institución como un bien invalorable e incuestionable.
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Siendo la práctica de los valores institucionales un requerimiento indispensable para la supervivencia de la Institución armada, es necesario no solamente hablar de ellos como una mera retórica, sino que cada uno de sus miembros deben conocer con exactitud cuáles son esos valores institucionales, cómo se enseñan, practican y cultivan en el diario desempeño de sus deberes profesionales y cómo deben fortalecerse para garantizar el mantenimiento de una Institución históricamente fundamental para la conservación y supervivencia del Estado. 1. Valores y principios institucionales Según Miguel Alonso Baquer en su obra “El Militar en la Sociedad Democrática (1988), el vocablo Institución “es un término de orden espiritual que incluye resonancias de lo sagrado y precede y sobrevive a sus miembros más relevantes” (Baquer, 1998). Las Fuerzas Armadas, como institución, suponen un énfasis en la permanencia del sentido, es decir no tienen preponderancia las funciones que cumplen, sino los valores a los que se sirve y la inmutabilidad de los principios. Los valores sirven para guiar los comportamientos de las personas, son el fundamento que orienta el ”hacer o dejar de hacer”, entonces, los valores son creencias prescriptivas o principios normativos o duraderos que sugieren que una determinada conducta o un estado final de existencia, es personal o socialmente preferible a otros que se consideran opuestos o contradictorios. Los valores están relacionados con las grandes convicciones humanas de lo que es bueno y de lo que es óptimo; que ellos tienen la facultad, en sí mismos de propiciar alegría, satisfacción y felicidad a quienes los poseen; y que por lo tanto ellos son fundamentales en la búsqueda de la plena realización humana. 2. Valores en el Ejército Ecuatoriano
HONOR. El honor es la riqueza más grande que puede poseer un militar. Mantenerlo sin mancha y sin sombra es el deber más sagrado de todo miembro de la Institución Armada, observando en todo momento una conducta ejemplar. El honor militar es una cualidad moral que nos impulsa a realizar el más estricto cumplimiento de nuestros deberes ante los semejantes y ante nosotros mismos. Es base de la disciplina que rige las actividades de todos los seres humanos, cualesquiera que sean las clases sociales a que pertenezcan. En las Fuerzas Militares el honor adquiere un valor especial y de suma importancia, sin que este interfiera con la situación por la que pase el personal que tiene la misión inmediata, ya que su más importante labor es salvaguardar los intereses de la patria, la integridad del territorio y la soberanía de la nación.
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DISCIPLINA.- Más que un sistema punitivo, el Régimen Disciplinario para el personal militar busca conservar y mantener el orden señalando de manera clara y precisa las virtudes que deben poseer y fomentar los miembros de la Institución, donde el ejemplo, estímulo, respeto, solidaridad, compañerismo, compromiso” priman sobre cualquier otra consideración, haciendo viable la connivencia y el efectivo cumplimiento del deber. La garantía del orden institucional, se sustenta en el orden interno de la institución encargada de sostener con su presencia las garantías del estado y de la población del territorio nacional. En este contexto puede decirse que el eje sobre el cual gira la organización militar, es la disciplina de los miembros que la conforman, sin ella cada cual obraría de manera independiente y arbitraria, por eso su mantenimiento es requisito indispensable para la estabilidad y funcionamiento con la dinámica que le es propia a todo cuerpo organizado. Se puede deducir de lo expresado, que se requiere que la organización cuente con los instrumentos necesarios para poder restablecer el orden interno en las ocasiones en que el mismo se vea perturbado por las actuaciones y omisiones que se apartan de los parámetros previamente establecidos y que facilitan su normal desenvolvimiento. Por lo tanto, El Ejército acata la normativa legal vigente para encausar la disciplina y restablecer el orden que la organización requiere. Se concluye que la disciplina, es la base de la efectividad organizacional, operacional, administrativa y militar, pues de su mantenimiento se obtiene respaldo y respeto por la institución.
LEALTAD.- Se entiende por lealtad la entrega absoluta y voluntaria de un individuo a una causa. Es pues necesaria la existencia de dicha causa; establecida ésta, se manifestará que: se convierte así en razón de ser, en objeto final de una vida. La lealtad es un modo de servir y requiere ir unida a cosa digna de ser lealmente servida. Se nutre de otras virtudes imprescindibles para su sostén: constancia, valor, abnegación y austeridad. La lealtad es tanto más necesaria cuanto más graves sean las circunstancias; en la guerra se procesará, por tanto, en su más alto grado. Pero también es necesaria en tiempo de paz, aún en los asuntos más triviales, pues para su perfeccionamiento es preciso su continuo ejercicio. Los soldados, depositarios de las más tradicionales virtudes de la Patria, han de ser fieles al juramento empeñado, fieles a la Patria, a su misión, a sus Jefes y a sus compañeros, y deben servir con honradez y lealtad. COHESIÓN.- Un grupo alcanza lo que se propone cuando está cohesionado, de allí que la unidad de esfuerzos y objetivos comunes lo fortifica, le facilita sus logros y lo lleva a altos niveles de desarrollo, de manera que la cohesión es imprescindible, de ella depende la ponderación que tiene la membrecía de su imagen, su atractivo e incluso su fuerza de pertenencia o el deseo de mantenerse en él. La cohesión es una de las características que le brinda a un grupo mayores ventajas, tanto en estructura como en funcionalidad, le permite alcanzar sus metas más rápida y satisfactoriamente, de modo que su membrecía manifiesta sentimientos de pertenencia, los esfuerzos para alcanzar sus logros son compartidos, resulta fácil la identificación con sus objetivos y se establece una atracción hacia y dentro de él; en 3
la institución militar esta virtud es preponderante pues la unidad entre las tropas determina el éxito o fracaso de la misión a cumplirse. ESPÍRITU MILITAR. El espíritu militar es el motor que fomenta el compañerismo entre sus miembros logrando así que la consecución de los objetivos propuestos se vigorice con la fuerza que se genera en la unidad y acuerdos comunes. El espíritu militar refuerza los valores institucionales en el personal que sirve a la institución, por la sencilla razón de tener un sentido de pertenencia, de hermandad, así mismo, la institución es garante de su desarrollo porque sabemos, que en la unión esta la fuerza. ÉTICA MILITAR.- Quien se acerca a un profesional de las armas, intuye con antelación cómo esta persona va a abordar los problemas relacionados con su área. De ahí que al militar, además de un adiestramiento acorde con su desempeño, se le pide que se comprometa a emplear éticamente sus conocimientos en forma correcta en su desempeño profesional, desechando aquello que manifieste una práctica alejada de la ética. Por otro lado, la comunidad en una relación de reciprocidad debe reconocer a su Ejército el derecho propio de ser profesionales competentes, en cuanto al brazo armado del Estado de derecho. La prohibición de causar la muerte no suprime el derecho de impedir que un injusto agresor cause daño. La legítima defensa es un deber grave para quien es responsable de la vida de otro o del bien común, y de eso se trata el sentido estricto de la palabra ética, en buscar, repito el bien común para la sana convivencia dentro de la institución tanto como la responsabilidad que implica velar por la seguridad de la sociedad a la cual representa. HONESTIDAD.- La honestidad es sinónimo de verdad, y el conocimiento de la verdad trae al ser humano libertad. La honestidad es una virtud que hace del hombre un ser libre, confiable y que sobre todo genera en su entorno un ambiente de seguridad. La Institución militar desde su creación ha forjado en la sociedad un alto nivel de credibilidad sustentada en la encomiable función de servicio, donde, gracias a la fusión de valores que la sustenta ha logrado llegar a mantenerse en ese sitial de respeto por parte de la sociedad civil. La honestidad no consiste sólo en franqueza (capacidad de decir la verdad) sino en asumir que la verdad es sólo una y que no depende de personas o consensos sino de lo que el mundo real nos presenta como innegable e imprescindible de reconocer. MORAL.- La moral es un fenómeno eminentemente social, puesto que rige o regula la vida del hombre en la sociedad. La moral es un conjunto de reglas que la sociedad exige que un hombre observe dentro de ella. Un hombre moral es aquel que vive en concordancia con las costumbres de su sociedad, en caso de infringir las normas, el hombre será marginado de la sociedad. En la vida militar, la moral y la ética se constituyen en valores fundamentales para que no exista un colapso en las filas. SUBORDINACIÓN.- Es el acatamiento consciente, leal, inteligente y perseverante que el militar, desde las jerarquías más bajas debe a su inmediato superior, a la Constitución Política del Estado y a las Leyes de la República. La estructura jerárquica en el Ejército entraña diferenciaciones de grados, responsabilidades, es fundamental no tomarla como desigualdad, discriminación o corno obediencia ciega, sino más bien, se debe considerar como el acatamiento de 4
normas progresivamente perfeccionadas para facilitar la comunicación entre los niveles que deciden, porque están facultados para ello. La subordinación es una constante en todas las formas de organización social, por ello no puede ser humillante ni degradante, está fundamentada por el ejercicio de la disciplina, la obediencia y el respeto en el acatamiento de las órdenes. Dentro de una organización militar, se ejerce bajo el principio que dice: "Quien ordena, también recibe órdenes, por lo tanto sabe obedecer", este mecanismo disciplinario de obediencia caracteriza al hombre de armas, por ello debe realizarlo de manera perseverante, con el conocimiento y convicción de que se le instruye sobre lo más conveniente y válido para el cumplimiento de una determinada tarea o misión y no por imposición servil. La subordinación al cumplimiento de las disposiciones contempladas en la Constitución Política del Estado, las leyes de la República, el reconocimiento a sus autoridades, costumbres, tradiciones y aspiraciones, es la norma de conducta característica que identifica al militar con la patria.
3. Los Valores Institucionales en relación con la sociología Militar En el actuar ético o moral de la vida militar se exige una serie de comportamientos, actitudes y atributos, los cuales en la sociedad actual son de difícil aceptación, dado que se diluyen en la educación del individuo, entre otros, tenemos los siguientes: “Los valores se aprenden con el ejemplo o mediante la observación del comportamiento de otras personas”. (CEH, 2005) Por consiguiente, es necesario que quienes ejerzan la docencia, el mando en general en la Institución Armada debe enfrentar a cada uno de sus subalternos con una actitud positiva y enaltecedora. Es factible fortalecer los valores institucionales y la cultura democrática a partir de los atributos personales de cada soldado –que en cierta forma están orientados por la vocación militar– hacia los valores propios de la Institución militar. Los valores están ligados a la propia existencia, afectan la conducta, configuran y moldean las ideas como también los sentimientos. El ser humano es práctico, plantea su propio proyecto de vida en la realización de los valores, que se dan a conocer cuando se ponen en práctica, en situaciones determinadas. El sistema educativo militar debe equilibrar los conceptos de tradición y modernidad: del pasado se deben tomar los valores, el sentido de perpetuidad histórica, en síntesis cuanto de positivo existen en las Fuerzas Armadas y el orgullo del pasado para proyectarse vigorosamente hacia el futuro. Estudios realizados entre 1997 y 1998 por el Grupo de Investigación Barna de Estados Unidos, determinó que la forma más efectiva de educación en valores en estos días es “modelar el comportamiento, indicando que las personas tienen una tendencia a recordar lo que han visto hacer a otra persona, más que por haberlo leído o escuchado”. (García, 2010) A juicio de los especialistas el sesenta por ciento de la conformación de la personalidad individual lo modela la institución o familia, según sea el caso, lo demás le corresponde al medio ambiente social y a la educación. Es necesario que todos los miembros de las Fuerzas Armadas, participen en forma efectiva y coherente en la construcción de valores, pues según Rubíes (1980), “es imposible educar sin principios educativos y sin valores, es impensable la existencia de 5
una entidad de educación si no tiene unos principios, si en esta institución no se respetan unos valores que den sentido a la idea del hombre, del mundo, de la vida y del sentido de la historia.
4. Análisis comparativo de los Instituciones VALORES \ INSTITUCIONES
EJERCITO
COHESIÓN
X
DISCIPLINA
X
ESPIRITU
X
ETICA
X
HONESTIDAD
X
HONOR
X
LEALTAD
X
MORAL
X
SUBORDINACIÓN
X
valores institucionales del Ejército con otras
POLICÍA NACIONAL
HOLDING DINE
UNIVERSIDAD CATÓLICA
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X
EMPRESA COCA COLA
X
X
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X X
LIDERAZGO
X
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PASIÓN
X
INTEGRIDAD
X
COLABORACIÓN
X
INNOVACIÓN
X
CALIDAD RESPONSABILIDAD
CLUB EL NACIONAL
X X
X
X
ACTITUD DIALOGAL
X
RIGUROSIDAD ACADEMICA
X X
RESPETO DD.HH
X
PUNTUALIDAD
X
VOCACIÓN SERVICIO
X
SOLIDARIDAD
X
X
X
SENTIDO PERTENENCIA
EFICACIA
X
X
TRABAJO EN EQUIPO
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Los valores institucionales vienen a constituirse en creencias arraigadas que definen comportamientos de las personas y les indica claramente las pautas para la toma de decisiones en los diferentes ámbitos de acción. No hay un conjunto de valores que aseguren el éxito de una empresa o una institución, la clave está en la intensidad con que se vivan o se pongan en práctica. De acuerdo a la matriz podemos indicar que los valores institucionales que podrían ser generales en todas las instituciones son la ética, la honestidad, la responsabilidad, así como la disciplina, honor, lealtad, liderazgo, vocación de servicio. 6
De acuerdo a los ámbitos donde se desarrollen y el fin a alcanzar de las instituciones o empresas se podrían definir los valores institucionales los mismos que permitirán la toma de las decisiones en beneficio de la sociedad o de los clientes. El respeto a los valores institucionales ya sea de forma individual o empresarial permite el cumplimiento de la misión y la visión de toda institución. 5. Aspectos a considerar Los valores institucionales como en ninguna otra institución influyen en el proceder diario del soldado. La credibilidad del Ejército ante el pueblo es justamente el resultado de la práctica de valores. Los valores institucionales vienen a constituirse en creencias arraigadas que definen comportamientos de las personas y les indica claramente las pautas para la toma de decisiones en los diferentes ámbitos de acción. No hay un conjunto de valores que aseguren el éxito de una institución o una empresa, la clave está en la intensidad con que se vivan o se pongan en práctica.
6. BIBLIOGRAFÍA. Centro de Estudios Históricos del Ejército: (2005) Breve historia del Ejército Ecuatoriano, de Quipaipán a Tiwintza; p. 36. García, J. (2010). La profesión militar en América Latina continuidad y Cambio. Santiago de Chile, CESIM. Baquer, Miguel (1998). El militar en la sociedad democrática.
Parafraseo y compilación del trabajo sobre valores institucionales, realizado por el grupo No.5 del curso E.M, AGE, 2010.
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