VIACRUCIS LA CRUZ DEL HOMBRE DE HOY

VIACRUCIS LA CRUZ DEL HOMBRE DE HOY ALMUSSAFES, 9 DE ABRIL DE 2009 1 PRIMERA ESTACIÓN JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Te adoramos oh! Cristo y te bend

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VIACRUCIS

LA CRUZ DEL HOMBRE DE HOY

ALMUSSAFES, 9 DE ABRIL DE 2009 1

PRIMERA ESTACIÓN JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Sed compasivos, como lo es vuestro Padre celestial. No juzguéis, y no seréis juzgados. No condenéis, y no seréis condenados. Perdonad, y seréis perdonados….Porque con la medida que midiereis seréis medidos”. (Lc 6,36-38)

Jesús fue condenado a muerte según las acusaciones de los sacerdotes y los romanos. Los primeros lo acusaban por haberse impuesto el nombre de “Hijo de Dios”. Los romanos en cambio, lo acusaban por su auto nombramiento como “Rey de los Judíos”. De esta forma se pudo justificar la condena a muerte de Jesús, su temeraria pretensión a hablar en nombre de Dios lo convertía en un hereje provinciano que luchó por tratar de situar al hombre por encima de las leyes. Llegó mucho más lejos de lo que muchos podían soportar y de esta manera, su sentencia a muerte fue a pesar de su legalidad una gran injusticia.

EN LA ACTUALIDAD… Hace unos cuantos años, un poeta coreano católico surcoreano fue acusado por los mismos delitos que Jesús debido a sus múltiples denuncias a las torturas que se sufrían en las cárceles y a la violación de los derechos humanos. Alertó a la opinión pública pregonando sus denuncias durante su estancia en prisión haciendo declaraciones como estas: “No puedo recibir ni el más mínimo rayo de sol pero pienso que estos días son los más iluminados de mi existencia”. “La revolución que yo sostengo es la dolorosa revolución del amor”. Fue sentenciado a muerte y sobre su cruz se sostuvo el cartel de INRI. Ésta fue una de las pocas voces que se escucharon de las muchas que sucumben por los mismos motivos: la fe.

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SEGUNDA ESTACIÓN JESÚS CARGA CON LA CRUZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“El que quiera seguirme que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y que me siga. En efecto, el que pierde su vida por mí, la hallará. ¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si él mismo se pierde? ( Mt I6, 24-26)

El frío sudor de sangre y de rechazo que le brota en el umbral del drama, atestigua que Cristo no persiguió la cruz. Él presentía la tormenta que se estaba desencadenando pese a lo cual no hizo nada por evitar la muerte. Llegó el momento en el que Jesús no pudo soportar la carga que sobre sus hombros descansaba y el conflicto que desencadenaba, a menos que renuncie a sus ideas y reconozca haberse equivocado, pero eso equivaldría a traicionar la misión que el Padre le había confiado. Finalmente eligió ser fiel a sí mismo. Acepta el sangriento final porque va a seguirse de él un salvador efecto que entrega su vida voluntariamente.

EN LA ACTUALIDAD… Unos años atrás unos cuantos estudiantes universitarios perdieron sus vidas en las guerrillas sudamericanas. De entre todos los cadáveres, se encontró un libro: “Diario de campañas” en el que uno de los estudiantes escribía a Dios, aquellas páginas eran una ofrenda de la vida del joven al Padre. El libro estaba plagado de citas, frases, oraciones…..y de entre todas ellas destacaba la última: “Hoy es tal vez mi jueves santo, y esta noche puede ser mi viernes santo. Abandono totalmente entre tus manos todo lo que soy, con la confianza sin límites, simplemente porque te amo…..” El chaval concebía la idea de la muerte como una plenitud y como paso a otra dimensión a través de lo que el consideraba la mejor vía: dar la vida por Dios. Mucha gente acusó al joven de tonto, demagogo, pobre equivocado…..pero él seguía con su idea firme de que no hay mayor amor que dar la vida por los que se ama. Ante nosotros circulan hombres y mujeres que al contemplar la cruz de Jesús cargan con ella en lugar de girar la cabeza, que sienten el dolor, que sudan la fe, los que construyen en Pueblo de Dios construyendo al igual que el joven ése libro, ese diario: El diario de batallar. 3

TERCERA ESTACIÓN JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

Entonces el tentador lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios tírate abajo, porqué está escrito: “A sus ángeles ha dado ordenes de que cuiden de ti.” Y también: “Te llevarán en volandas para que tu pie no tropiece con piedra”. Jesús le puso: también está escrito: “No tentarás al señor tu Dios”. (Mt 4, 4-7)

La devoción del Viacrucis ha tratado siempre de descubrir el significado moral de estas caidas y de los esfuerzos de Cristo para levantarse. En este sentido, caerse es condición de la fragilidad humana, y exige reconocer los propios límites frente a los obstáculos, las emboscadas, y las tentaciones. Levantase es una exigencia de la continua conversión y de la voluntad y ayuda por Dios. La primer a caída fisica de Jesús camino del calvario, así como las primeras tentaciones, no remiten a los primeros fracasos de los jóvenes que inauguran la vida

EN LA ACTUALIDAD… El crudo relato de una niña de trece años obligada a venderse para lograr su diaria dosis de heroína. Cristina representa a muchos adolescentes crecidos en los agujeros de la gran ciudad, sin aire puro en los pulmones ni el necesario afecto en los hogares. Cristina comenzó con drogas menores, después la dependencia, el vomito y la locura. Un intento para dejarlo. Una nueva caída, necesita parar. No lo consigue. Se arrastra en busca de la dosis. Cristina intentó el suicidio por sobredosis, no lo consiguió entonces hizo un sobrehumano esfuerzo por quedar limpia y al cabo de un año de abstinencia escribió su relato. Otros muchachos no tienen tanta suerte, son jóvenes caídos de nuestra sociedad, son jóvenes derribados, apenas han aprendido a caminar. Donde están, entonces, los últimos culpables? Donde los responsables de la zancadilla que les hizo caer?

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CUARTA ESTACIÓN JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre. Al verla, y ver junto a ella su discípulo más querido, le dijo: “Mujer ahí tienes a tu hijo”. Después dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. (Jn 19, 25-27)

Los relatos bíblicos mencionan a María no situada en el camino, sino al pie de la cruz. La tradición ha tejido un encuentro entre el hijo y la madre. María ha acompañado a Jesús en su predicación. Se muestra como mujer templada, de corazón recio que no rehúye los momentos de mayor dureza. Pero María no desesperó, supo estar a la altura de las circunstancias, sin descomponer la figura, supo transformarse, ante su Hijo y para El, en Nuestra Señora de la Esperanza.

EN LA ACTUALIDAD… “Hay que ver tantas vidas infantiles lanzadas al cielo”. Más de cincuenta niños muertos fue el balance de la explosión en un colegio. No es momento de revivir escenas de dolor, pero si lo es de reconocer que la pasión y muerte del hombre esta llena de mujeres que marchan cogidas del brazo de Maria; son la madre que se quedo sin niño, son las madres de todo el mundo que ven morir de hambre a sus pequeños sin poder hacer nada para remediarlo. Esto nos fuerza a la solidaridad al respecto al acompañamiento en el dolor al acto de fe sin explicaciones. Maria es lección de fortaleza hecha mujer, lección de fe Maria nos enseña que ser madre solo puede ejercerse en claves de generosidad y de sacrificio “la mujer es el centro del eje de rueda de la vida”. Los hombres y mujeres que sufrimos a pesar de que creemos, y creemos a pesar de que sufrimos, no estamos huérfanos. Al pie de la cruz nos dejaron una madre.

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QUINTA ESTACIÓN SIMON DE CIRENE AYUDA A JESUS Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Pasaba por allí de vuelta del campo un tal Simón de Cirene, el padre de Alejandro y Rufo, y lo forzaron a llevar la Cruz”

Un trabajador agrícola llamado Simón, natural de Cirene, del que echaron mano para que llevara la cruz detrás de Jesús, Seguramente cargó sólo con el palo transversal. La colaboración del Cireneo fue obligada: "Le forzaron". No se trata de una prestación espontánea ni promovida por la compasión hacia el condenado. Pero Simón tampoco responde con una negativa, sino que acata el mandato sin protestar ni resistirse. Nos lleva a pensar en un trabajador de considerable fortaleza física, que vuelve de sus tierras ajeno a cuanto ocurre. Por un momento se detiene para mirar entre un grupo de curiosos, hasta que alguien se fija en él, y le da la orden de ayudar. ¿Convertiría el Cirineo su inicial indiferencia en entrega posterior? ¿Cambiaría la imposición de los soldados en un gesto efectivo y voluntario de solidaridad? La solidaridad es una virtud característica de la clase trabajadora. La solidaridad obrera es payo, adhesión y afinidad con la causa de todos los que padecen opresiones y penalidades. Los esfuerzos de Jesús bajo la cruz no dejarían insensible a un trabajador del campo que padecía sobre su espalda diariamente el látigo del sol y un esfuerzo sin compensaciones.

EN LA ACTUALIDAD… Una voluntad de hierro necesita el hombre que se atreve a dar la cara por los demás, cuando todo alrededor marcha en el sentido contrario al de su empeño. Hay ocasiones en que el apoyo, la ayuda o el liderazgo no comportan prestigio ni poder, sino comentarios malintencionados, derrotas y hasta confinamientos. Pero también ocurre a veces que, quienes han luchado por una causa, saludan con los dedos abiertos en signo de victoria. Quienes presentan para ayuda de los demás sus facultades físicas o su talento, y además saben recibidas de Dios sus cualidades, al final habrán de decir como Pablo:" Siervos inútiles somos. No hicimos sino lo que debíamos".

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SEXTA ESTACIÓN LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo. “Carecía de gracia y de belleza… despreciado y tenido como la basura de los hombres, varón de dolores y familiarizado con el sufrimiento, semejante a aquellos ante quienes se vuelve el rostro… Sin embargo, eran nuestros dolores los que le pesaban” (Is 53, 2-5)

Estamos frete a otro caso de leyenda nacido de la misma entraña de lso popular. Esta mujer fue creada por el deseo de conocer el verdadero rostro de Jesús. La figura de la Verónica indicaría la necesidad de aliviar con una pincelada humanitaria el negro cuadro general de horrores y padecimientos. En cualquier caso, el Santo Rostro de Jesús, impreso en el cuadro de la mujer compasiva, contiene una impresionante hondura teológica y humana. Nos conduce desde la cara herida del Siervo de Yavé hasta el rostro de quienes hoy se encuentran más marcados por la huella del dolor.

EN LA ACTUALIDAD… “El primer trabajo que tenemos que hacer con los enfermos graves, recogidos muchas veces por las calles, es lavar sus rostros y sus cuerpos”. Así se expresaba la Madre Teresa de Calcuta, premio Nobel de la Paz en el año 1979 por su vida de entrega a los “intocables” de la India.

Y añadía: “Si las hermanas no vieran en ellos el rostro de Cristo, este trabajo resultaría imposible”. Es una versión moderna del modelo de mujer compasiva creado, amado y admirado por el pueblo. Saber curar las heridas de los que ocupan zonas más extremadamente marginales de la sociedad, resulta una tarea poco seductora. Pero realizada con fe, se convierte en un don que garantiza la calidad del verdadero creyente.

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SÉPTIMA ESTACIÓN JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo. “Doblando las rodillas, Jesús oraba así: “Padre, si es posible, aparta de mí esta prueba. Entonces se le apareció un ángel para animarle. Después se levantó y fue donde estaban los discípulos, y los halló durmiendo, vencidos de tristeza. Y les dijo: Levantaos y orad, para que no os venza la prueba” (Lc 22, 41-46)

Suponemos varias caídas de Jesús por el camino. Quedaría tendido sobre el empedrado, luego de un golpe brutal con el madero. Las aristas de la cruz activarían nuevamente las llagas de su espalda magullada. Y con la caída física, se extremaría la postración moral iniciada ya en Getsemaní, cuando había suplicado no pasar la prueba, sumergido en el cáliz de la crisis de la crisis religiosa. La caída más dramática de Cristo, sin embargo, fue la caída en el vacío de Dios, iniciada con unas sangrientas gotas de sudor que dura las dieciocho horas de Pasión, y culmina en el grito desgarrado de la soledad interior: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Un hombre construido sobre la roca de la obediencia al Padre, repentinamente sentía resquebrajarse sus cimientos. Al abandono de los hombres seguía el imponente silencio de su padre. ¿Cómo pudo este hombre dar fortaleza a los mártires que le siguieron, para enfrentarse impávidos a los suplicios? Porque una vez más se incorporó, dispuesto a completar el víacrucis.

EN LA ACTUALIDAD… Nunca como ahora ha existido mayor posibilidad técnica de comunicarse, relacionarse con los demás. Y sin embargo, tampoco han sido nunca mayores que ahora el aislamiento y la soledad. Nunca como ahora se han producido concentraciones humanas tan concurridas, pero con tanta distancia espiritual entre las personas. Nunca como ahora se han pronunciado frases tan bellas y prometedoras a favor de la paz y el desarrollo, mientras caminamos sobre un polvorín de armas potentísimas que podrían estallar en cualquier momento. Nos hemos hecho hombres y mujeres de una sola dimensión. Hemos matado a Dios sin pensar que así nos mutilamos a nosotros.

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OCTAVA ESTACIÓN JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios”. (Mt 5,9)

Para Lucas, cuyo evangelio es el único que se fija en un coro de mujeres llorando la desgracia de Cristo, el pueblo y muchos personajes que asisten a la tragedia no manifiestan hostilidad, sino que miran y participan entre curiosos y compasivos. Las mujeres en cuestión son las llamadas , las representantes de todo un pueblo que también va a ser victima de la misma barbarie que ahora se ceba con Jesús. Sobre las palabras de Jesús, aletea la sombra de la guerra Judeo-Cristiana y la destrucción de la Ciudad Santa en el 70 D.c. ¿Habrían rodado los acontecimientos en la misma dirección destructora, si los habitantes de Jerusalén hubiesen acogido el mensaje por la paz de Jesucristo?

EN LA ACTUALIDAD… La humanidad está amenazada. Si las armas que ahora están apuntando a los principales núcleos de población se llegaran a disparar algún día, no solo se barrería la vida humana sobre el planeta, sino que la misma tierra podría llegar a estallar, dando al ser humano la posibilidad de auto-aniquilarse por primera vez. Pero los responsables de este Apocalipsis parecen no estar dispuestos a retroceder, ni siquiera a parar. Se trata de almacenar y tener más armas que el enemigo, para así ser temido por su enemigo y este se abstenga de atacar. Es el equilibrio del terror, la disuasión apoyada en el miedo. Con este equilibrio del terror, se apoya en la desconfianza de las naciones entre si, la paz es solo una frágil y artificial paloma que en cualquier momento puede ser abatida. Aun así, aterra más la idea de que todo esto ocurre en un mundo en el que quinientos millones de personas se encuentran en estado de hambre total. Con lo que cuesta un misil se podrían plantar millones de árboles o alimentar a cincuenta millones de niños desnutridos. 9

Sin embargo, el cese de la amenaza de destrucción bélica es aun un bonito sueño más que una posibilidad cercana, pues no podrá durar eternamente una paz apoyada únicamente en el terror y no en el amor y en la vida. Afortunadamente, un clamor unánime a favor de la paz recorre el mundo. Aun perdura la esperanza. Año tras año mas gente se une a las manifestaciones por la paz, movimiento iniciado en Roma en 1981, y en las que a la cabeza se podía ver una pancarta con la figura de San Francisco de Asís y la inscripción “Paz en el Mundo”. Es una señal que nos permite confiar en la violencia de los pacíficos inventada por Jesucristo.

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NOVENA ESTACIÓN JESÚS CAE POR TERCERA VEZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Jesús dijo al paralítico: “Te lo ordeno, toma tu camilla y vuélvete a tu casa”. Y al punto se levanto el hombre a la vista de todos, tomó la camilla en que estaba postrado y se fue dando gloria a dios” (Lc 5, 25-26)

En esta última fase del camino, y ya en plena ascensión a la colina de la ejecución, es fácil imaginar el agotamiento de Jesús. Ni el cuerpo más sólido hubiera resistido sin vacilar y caer varias veces. Según sabemos en el episodio de la expulsión de los mercaderes del templo, podemos asegurar que Jesús poseía una salud recia y una gran fortaleza física. Pero a estas alturas de viacrucis, ¿Quién reconocería en el al joven pletórico de fuerza y lozanía de los días precedentes? Después de haber estado soportando las burlas y torturas de los soldados, doblado como una rama debajo de la tempestad, sangrando, malherido y agotado por los azotes, ni siquiera mantendría el equilibrio en gestos y posturas. Quien había alzado de su postración a tantos disminuidos físicos, apenas contaba con suficiente energía para incorporarse después de haber caído. Aquí vemos a Cristo con su cuerpo en tierra, mas con toda su dignidad humana en pie. No es menos hombre derribado que de pie. Su inferioridad corporal no le excusa de culminar el mandato del Padre. Por eso, luego de un gran esfuerzo, va a coronar la cumbre.

EN LA ACTUALIDAD… Hay muchos ejemplos que sirven de positiva reacción y estimulo a tantos millones de hermanos nuestros, que, a causa de enfermedad o de accidente, perdieron sus fuerzas o se vieron privados de algunos de sus miembros. Los hay que caminan en una cruz de ruedas, habitantes del mundo del silencio, o de la sombra, necesitados de una mano para cruzar la calle, o resignados a no poder salir de casa. ¿Tiene Jesús algo que decir a los crucificados en esta disminución? ¿hay caminos en que puedan hallar su integración social? Claro que si.

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Por ejemplo, las capacidades latentes, capacidades que les son concedidas que compensan a quienes la naturaleza les ha negado otras. Ted Kennedy, afirmó tras habérsele amputado una pierna por un cáncer, que había perdido una pierna, pero había ganado muchas otras cosas, como haber ganado corazón. Pero ahora compadecerse, y ser afable con los minusválidos, sino que tenemos que conseguir su integración social, ofrecerles puestos de trabajo que sean capaces de desempeñar, evitarles barreras arquitectónicas, obligarles a que no se recluyan, etc. Como vemos, frecuentemente, las apariencias engañan. La persona es algo mas que su cáscara, que su exterior. Lo esencial suele permanecer oculto a los sentidos. El cuerpo es el templo: Mejor cuanto más digno y vistoso es, pero al final las piedras de todos los templos se desgastan y solo permanece intacta la divinidad de aquello que cobijan.

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DÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Evitad con cuidado toda suerte de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son los bienes materiales lo que dan la vida” (Lc 12,15).

La trágica comitiva está en el monte de la Calavera que entonces estaba fuera de las murallas. El sorteo de la indumentaria de Jesús hace referencia al Salmo 22 que dice: “Se repartieron mi ropa y sortearon mi túnica”, la intención de los evangelistas coincide con la práctica habitual de los soldados. Juan hace notar que se hicieron cuatro partes con la ropa. La túnica presentó cierto conflicto, aunque deteriorada y sucia era una prenda valiosa por su tejido de una sola pieza. Una ronda de dados solventó el problema entre carcajadas. Jesús aparece como el gran desposeído, rey de los despojados y vivo símbolo de los que nada tienen, en verdad nunca poseyó nada valioso. Pero ahora llegaba al más radical expolio, pues no solo le arrebatan los sencillos objetos de su pertenencia, sino el mismo derecho a poseer.

EN LA ACTUALIDAD… Lo malo para nosotros hoy es que las fotos de crueldad van perdiendo su poder lacerante. Son tantas, y todas tan rojas de sangre y grises de miseria, que dejan de impresionar, y se amontonan desordenadamente en el álbum de nuestra indiferencia. Los que hablamos de pobreza en el mundo y contamos sus victimas por millones, somos, naturalmente, los que comemos cada día. Por esa privilegiada situación de espectadores de tragedias ajenas, manejamos tantos por cien de hambrientos con el frío lenguaje de las calculadoras. La pobreza es un problema de todos; más aún, la vergüenza de todos. La miseria es innoble y el hambre bochornosa. Pero estas cruces de la humanidad pueden teóricamente erradicarse del planeta. El señor nos va a juzgar por el amor. Y si nos da la bienvenida va a ser en base a los pequeños gestos de compartir con los hermanos que hoy encaran al Cristo despojado: “Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer, estaba desnudo y me vestisteis”.

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UNDÉCIMA ESTACIÓN JESÚS ES CRUCIFICADO Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Los judíos esperan milagros y los griegos sabiduría. Pero nosotros anunciamos a un Cristo Crucificado, lo cual es una vergüenza para los judíos y una locura para los griegos. Sin embargo, aquellos a los que Dios llamó, encuentran en el Crucificado la fuerza y la sabiduría de Dios”.

La muerte por crucifixión se reserva en Roma para esclavos y rebeldes políticos, era considerado como el más horrendo e innoble de todos los tormentos. En el caso de Jesús procedieron con clavos. El soldado buscó la hendidura de la muñeca para asegurar el primer golpe, y con la habilidad rutinaria que le daba el oficio descargó un martillazo sin contemplaciones, el clavo de unos trece centímetros se hundió en la carne, después de repetir la operación con la segunda mano venía lo más difícil, levantar al condenado hasta conseguir encajar el palo horizontal sobre el vertical. Jesús quedo colgando de los brazos hasta que le clavaron también los pies. La agonía era tan lenta como dolorosa. Según Marcos, Jesús falleció a las seis horas.

EN LA ACTUALIDAD… Estamos en los años de los derechos humanos. Nunca como ahora se ha exaltado tanto nuestra dignidad de personas. ¿Por qué esta preocupación, casi obsesiva ya, a favor de los derechos humanos? Igual es porque el hombre de hombre de hoy ha escalado tales cotas de sensibilidad moral, que no soporta ver sufrir a otros de manera injusta. También puede ser porque hemos descendido a tales simas de depreciación de esos derechos, que se precisa reaccionar. El mundo entero, redondo como la colina de Gólgota, está sembrado de cruces. De ellas penden víctimas inocentes de ayer, hoy y del mañana. Pero a los cristianos no nos arrastramos hacia la muerte, ni encontramos placer en el dolor. A nadie aconsejamos la cruz. Si la llevamos colgada al pecho o la ponemos para presidir asambleas, no es por desearla, sino porque esperamos verla finalmente vacía.

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DUODÉCIMA ESTACIÓN JESÚS MUERE EN LA CRUZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Cristo ha muerto una vez por nuestros pecados,el justo por los inicuos, a fin de llevarnos a Dios. Él elevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que muertos al pecado, vivamos en la justicia”.

Los evangelistas nos han transmitido siete frases de Jesús pronunciadas desde la cruz antes de morir.Son las siguientes:

-Padre, perdónales porque no saben lo que hacen. -Te aseguro-dijo al buen ladrón-que hoy estarás conmigo en el paraíso. -Mujer, ahí tienes a tu hijo... Hijo, ahí tienes a tu madre. -Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? -Tengo sed -Todo se ha cumplido -Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu

Las tres primeras "palabras" presentan a un Jesús lúcido, fuerte y magnánimo. Como una fuente generosa de perdón y de solicitud, le preocupa más afrontar el futuro de los que le rodean, que lamentarse de sus padecimientos. Las dos siguientes son borrascosa expresión de su humanidad necesitada de compañía para el alma y agua para la sed.

EN LA ACTUALIDAD…

No hay motivo para temer la muerte. Él sacrificio de Jesús es la firma que nos reconcilia con el Padre. También nosotros seremos acogidos en las buenas manos de Dios. Cristo ha muerto por todos, pues "el amor consiste en que Dios nos amó primero a nosotros, y envió a su Hijo como propiciación de nuestros pecados".

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DECIMOTERCERA ESTACIÓN JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“Había caído la tarde, y como era víspera de sábado, alguien tuvo la valentia de ir a Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús. Era Jose de Arimatea que esperaba tambien el reino de Dios. José bajó el cuerpo de la cruz y lo envolvió en una sábana que habia comprado”.

Los 4 evangelistas mencionan a José de Arimatea, discípulo clandestino de Jesús. Es curioso que los discípulos declarados se esfumaron apenas percibieron la señal primera del peligro. Herido el pastor, las ovejas se dispersaron, tal como el Maestro había predicho. Únicamente Juan, el más joven de todos, demostraba una lealtad a todo riesgo, junto al conocido grupo de mujeres. José de Arimatea surge como un amigo que no abandona, aunque parezca ya todo perdido. Este utiliza su influencia para llegar hasta Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Primero retiraron los clavos de los pies. Seguidamente desajustaron ambos travesaños de la Cruz y descendieron el cuerpo. Los amigos de Jesús procedían con infinita unción y suma delicadeza. Como protagonistas de un misterio que desde entonces contemplaría todo el mundo.

EN LA ACTUALIDAD…

Amistad, piedad, tristeza, soledad, desolación, nostalgia... Algo de todo esto debieron sentir los amigos incondicionales de Jesús mientras limpiaban su cuerpo deshabitado ya. La primera soledad es tan necesaria como voluntaria y consiste en el encuentro con uno mismo. Es una soledad de estar tranquilos gozando de la paz interior. Es un abrazo a eso yo íntimo y sereno, firme y profundo que nos habita. Se atrevería alguien a reclamar en una pancarta su derecho a ser amado?

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El amor es un asunto para la felicidad de cada uno; pero su falta repercute socialmente en forma de crisis familiares, agresividad general y tristeza colectiva. Uno de los grupos humanos que más sufren el desamparo por consideración, son los ancianos. La estampa de la viejecita charlando amorosamente con su gato no pertenece solo al tópico literario, pues es frecuente cruzarse con personas mayores que hablan solas a falta de otro interlocutor. Muchos ancianos han sido trasplantados desde sus sitios naturales a ciudades inhóspitas. Hemos despreciado su papel de maestros de la experiencia. Y la vejez, que para la Biblia era una bendición de Dios, para la sociedad industrial se ha convertido en un estorbo. ¿Por qué? Alguien ha dado la explicación siguiente: “En los países industrializados, lo que mas se valora es el trabajo y la productividad. Pero a los 65 años desaparecen las posibilidades, y entonces el anciano es marginado y apartado como pieza inútil.”

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DECIMOCUARTA ESTACIÓN JESÚS ES SEPULTADO Te adoramos oh! Cristo y te bendecimos… Que por tu Santa cruz redimiste al mundo.

“José, después de ponerlo en un sepulcro, hizo rodar una piedra grande en la entrada de la tumba. Los soldados aseguraron el sepulcro sellando la piedra y poniendo centinelas”. El sábado es dia santo en Israel y no está permitido hacer ningún trabajo. Por eso los amigos de Jesús debieron enterrarlo apresuradamente el viernes. El mismo José le cedió un espacio que reservaba para si mismo. Las mujeres envolvían el cadáver en vendas perfumadas a fin de retardar la corrupción lo mas posible. Lo envolvieron en el sudario y lo depositaron en uno de los nichos de la gruta. Se prometieron volver a primera hora del domingo para acabar de sepultar a Jesús, giraron la puerta del sepulcro y se marcharon. Mateo dice que los sacerdotes y fariseos en previsión de que los partidarios de Jesús secuestraran el cuerpo, hicieron colocar centinelas. A los hombres que hablan valientemente se les encierra, incluso se les cierra la voz de un tajo. Pero matarles, borrar su memoria, suprimir su causa y sepultarles en el olvido, no es privilegio en manos de poder alguno.

EN LA ACTUALIDAD… El sepulcro de Cristo nos recuerda demasiado a todos los condenados a causa de su conciencia diferente, como para no dedicarles una estación en este viaje al dolor por el camino de la cruz. Hay presos políticos en todos los países que prohíben la oposición. Los hay en dictaduras de uno u otro signo, en las que no está permitido pensar sino a través de la cabeza del gran jefe o del parido único. Allí en donde solo los que mandan tienen derecho a ser inteligentes, sacrificados, bienpensantes y amigos del pueblo, no hay lugar para los demás. Y por eso se les encierra en una tumba de por vida o hasta que acepten “ser reeducados”. 18

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