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TRABAJO INFANTIL: CONCEPTOS, MITOS Y AGENDAS, entrevista a Victoria Cruz López
Gabriel I. Rojas Arenaza Resumen
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ictoria Cruz López es costarricense y Asesora Técnica Principal del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) en México, si bien sus tareas abarcan en un ámbito general el trabajo infantil en el país, el programa se focaliza en erradicar la participación de niños y niñas en las peores formas de trabajo agrícola, sobre todo con niñez indígena y migrante. En la plática que sostuvimos con ella, quisimos recuperar elementos conceptuales sobre el trabajo infantil, los efectos que el trabajo tiene en niños y niñas excluidos, el quehacer de la OIT, las claves para el diseño de políticas públicas en el tema; no dejamos de lado algunos puntos que generan controversia: ¿es cierto que decrece el número de niñez trabajadora? ¿las empresas se comprometen en contra del trabajo infantil? ¿el trabajo de niños y niñas puede favorecer el ejercicio de los derechos? La entrevista se realizó en las instalaciones de la OIT en la Ciudad de México, a ella también concurrió nuestra Coordinadora de Comunicación Social, quien contribuyó a que la plática recuperara con mayor amplitud el rol de las empresas en el trabajo realizado por niño y niñas. Sin más preámbulo iniciamos con la entrevista. ¿Qué es el trabajo infantil?
No existe en los convenios de la OIT o en otros instrumentos internacionales una definición como tal de trabajo infantil. Sí tenemos algunas consideraciones que nos guían para identificar cuándo hablamos de trabajo infantil y cuándo no, cuándo hablamos de trabajo infantil por abolir. Desde la perspectiva de la OIT, el trabajo infantil es una actividad que es física, moral o socialmente perjudicial o dañino para los niños, que obstaculiza su educación pero no sólo porque le impida a los niños ir a la escuela, también porque son jornadas de trabajo pesadas o que provocan rezago escolar. Pero además es un trabajo que le impide jugar, que le impide relacionarse con personas de su misma edad, que tiene implicaciones en su salud e incluso en su derecho a la vida, en general es un trabajo que le perjudica en el ejercicio de sus derechos. Hay muchos elementos que no definen al trabajo infantil. El trabajo infantil no está definido por el tipo de contrato o por la condición de ser realizado en el ámbito familiar o no familiar o si es remunerado o no es remunerado, si es en el sector formal o informal, ninguna de estas consideraciones entran dentro de los instrumentos internacionales sobre el trabajo infantil, porque muchas veces se invisibiliza
Estudió la licenciatura en Sociología en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Actualmente es Director de ednica IAP.
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al trabajo de los niños porque yo no lo tengo contratado o se piensa que no es trabajo infantil si el niño está con sus padres, pero si cumple con estos criterios: ser perjudicial, dañino, que obstaculice la escuela, que obstaculice el ejercicio de derechos, independientemente de que sea asalariado o no, de que venga con el papá o la mamá o no, estamos hablando de trabajo infantil por abolir. Hay otras formas de trabajo a las que no nos referimos como trabajo infantil por abolir: estas actividades formativas que generalmente están realizadas bajo la supervisión familiar, que no obstaculizan su posibilidad de ir a la escuela, que pueden contribuir a fortalecer su identidad, su desarrollo cultural y que, sobre todo, no obstaculizan el cumplimiento de los derechos de los niños. Nuestra principal preocupación es que muchas veces se está tratando de justificar que los niños trabajen basados en estos criterios de actividades formativas, incluso en casos en que no está ocurriendo. Los niños pueden desarrollar actividades formativas en sus contextos familiares y comunitarios sin que esto implique trabajo infantil, sin que esto implique obstaculizar el ejercicio de sus derechos, pero más bien sucede todo lo contrario, tratamos de justificar la explotación de los niños con base en criterios culturales o en criterios de orden privado, digamos de la familia. En ednica nos planteamos este escenario: si la niñez ejerciera sus derechos plenamente no tendrían que trabajar ¿no? Si un niño, si una niña ejerce su derecho a la educación, a la recreación y todos sus derechos, no se requiere de un trabajo que “forme”, “eduque” o “recree”.
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Exactamente, es ahí donde está la diferencia, hay que tener mucho cuidado con estas aproximaciones, porque justamente por ahí se puede colar una justificación al trabajo y a la violación de los derechos de los niños, el trabajo infantil es esencialmente una violación de derechos. Si hay un reconocimiento y una eficaz vivencia de esos derechos, pues los niños estarían entonces jugando, estudiando, compartiendo con personas de su misma edad, en un proceso paulatino de aprendizaje que implica no sólo ir a la escuela, sino aprender haciendo como lo hacen muy comúnmente en las comunidades indígenas. Pero aprender haciendo no significa obstaculizar la escuela, no significa poner en riesgo mi integridad física, mi integridad social, mi desarrollo integral. También hay que tener ciertas consideraciones en relación con la edad, de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño y al Convenio 182 de la OIT se es niño hasta los 18 años. Lo ideal es que hasta los 18 años tenga la posibilidad de estudiar y de formarse porque es la manera en que pueden estar mejor preparados para ingresar en el mundo laboral, en el mundo adulto; sin embargo, se admite una edad de ingreso al empleo, incluso los instrumentos internacionales hablan de que debe ir elevándose progresivamente esa edad conforme se van elevando los niveles de desarrollo de los países, qué quiere decir esto: que si hay niños que trabajan por encima de la edad mínima de adición al empleo, esto no los convierte en adultos, pero sí que pueden trabajar bajo un régimen especial de protección que contempla sobre todo la posibilidad de que sus jornadas se compatibilicen el acceso a la educación, a la formación, a educación técnica, que no sean jornadas de trabajo nocturnas, que sean jornadas de trabajo reducidas, que tengan los mismos derechos laborales que las personas adultas, pero sobre todo: que no se les convierta en adultos. Una de las tareas que tiene cada Estado es ratificar el Convenio 182, por el cual deben elaborar un listado de trabajos que no pueden realizar bajo ninguna circunstancia las personas entre la edad mínima de adición al empleo y los 18 años, es lo que se llama el listado de trabajo infantil peligroso, esto va a posibilitar que se sepa muy bien qué actividades no pueden realizarse por niños y qué otras actividades y bajo qué condiciones sí podrán hacerlo quienes tengan la edad mínima.
Hemos encontrado que el trabajo infantil es un tema que no genera consensos tan fácil entre gobiernos, sociedad civil, agencias internacionales, incluso empresas ¿por qué crees que es tan complejo el tema? Por ejemplo, cuando hablamos de ESCNNA el consenso se genera más fácil y con el trabajo infantil no ¿por qué crees que ocurre esto? Coincido plenamente contigo, hay una mayor y más clara aceptación de que no debe suceder que niños ni niñas sean víctimas de estas peores formas de explo-
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tación, de los delitos y prácticas negativas y definidas así por el Convenio 182. El problema con el trabajo infantil es que socialmente tiene una tolerancia muy alta, creo que es uno de los grandes retos que enfrenta la agenda de la prevención y erradicación de trabajo infantil y esto pasa en cierta forma, por la aceptación de que si eres pobre tienes que trabajar y es mejor que estés trabajando y que no estés delinquiendo por ejemplo; la sociedad en general tiene esa concepción de los otros, de los más pobres, cuando en realidad lo que debería pensarse es: eres niño no tienes que trabajar tienes que estar en la escuela, pero hay cierta aceptación de que la pobreza tiene ciertas consecuencias que son aceptadas socialmente y por lo tanto quien es más pobre pues es mejor que trabaje y que no delinca, esto no debiera ser. El tema de la tolerancia social es uno de los temas sobre los cuales IPEC va a profundizar aquí en México y es uno de los principales retos que en estos momentos tiene la agenda de trabajo infantil en América Latina. Otro de los temas que queremos recuperar en la charla es que una de las criticas que se hace a la OIT es que no favorece que niñas y niños trabajadores participen, ¿cómo saldar ese reto?, ¿cómo podemos generar procesos de participación con estas niñas y niños e incluirles en la toma de decisiones para que accedan a otro tipo de alternativas?
La participación de los niños y niñas es uno de los temas que más retos representa para quienes estamos trabajando en la agenda de los derechos de la niñez y la adolescencia, porque es el derecho que quizá menos se ha ejercido al paso de los años; además, hay que reconocer la diferencia entre la participación de los niños más pequeños a los niños un poco más grandes, los niveles de participación son distintos y las manifestaciones de las participación son distintas, desde la perspectiva del mundo adulto no nos hemos dado a la tarea de entender toda la dinámica que implica el derecho a la participación de los niños, no es simplemente que expresen su opinión en cualquier lugar, es realmente crear los mecanismos necesarios para que ese derecho sea efectivo y no ficticio, que efectivamente sea una participación desde su propio nivel de desarrollo y no hemos creado todavía los suficientes mecanismos, si bien hay experiencias muy interesantes. El hecho de que los niños participen o no en las decisiones alrededor del trabajo infantil es medio truculento, por decirlo de alguna manera. Tenemos que promover, sobre todo en los niños más pequeños, su participación en relación con el ejercicio de todos sus derechos, no solamente en relación con el derecho al trabajo, que es un derecho que se adquiere progresivamente; creo que es importante reforzar toda la idea de todos los derechos en general y que progresivamente vayan comprendiendo y participando en el alcance de todos esos derechos; yo creo que amparar el trabajo al ejercicio del derecho a la participación es reducir muchísimo el derecho a la participación de los niños. Por más que el trabajo infantil esté relativamente normado - e incluso idealizado -, ¿qué tanto el trabajo infantil rompe el círculo de exclusión de sus familias y de sus comunidades?
Está plenamente estudiado que el trabajo infantil entra dentro del círculo de reproducción de la pobreza, la pobreza crea trabajo infantil, pero el trabajo infantil crea pobreza. Hemos visto que no necesariamente hay recetas para romper el círculo vicioso pobreza/trabajo infantil, pero sí hay algunos elementos que hemos identificado en los programas del IPEC, que se desarrollan en 90 países alrededor del mundo; hay elementos comunes que realmente son los que vendrían a romper este círculo vicioso, por un lado está el tema de la educación, pero educación de calidad para todos los niños, no es simplemente educación, cuando hablamos de educación de calidad entramos a hablar de factores como la pertinencia, la cobertura, una serie de aspectos que son esenciales en relación con el derecho a la educación de los niños. También hemos visto que no podemos enfocarnos únicamente en el tema de la niñez o en sus derechos, tenemos que ver qué pasa con las familias de esos niños; es un error fijar toda la atención únicamente en la situación de los niños sin ver a las familias y las comunidades, por eso es necesario y son tan importantes medidas relacionadas con la protección social, especialmente para las familias más pobres, para que
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1) accedan a las políticas de universalización de derechos, 2) cumpliendo acciones afirmativas en relación con las familias más pobres y 3) otra agenda que es muchísimo más amplia: el trabajo decente para adultos, una vez que papás y mamás tienen mejores condiciones para atender las necesidades de sus familias sacan de la estrategia de supervivencia a los niños y niñas. Muchas veces preguntamos a los padres y madres por qué sus hijos trabajan: “somos pobres” es la respuesta, si tú sigues indagando te das cuenta que ellos quisieran un futuro muy distinto para sus hijos y ese futuro sin embargo pasa por las condiciones propias del trabajo que ellos mismo tienen, mejorando esos tres aspectos, es posible avanzar en una agenda sostenida que venga a dar una respuesta a ese círculo vicioso de trabajo infantil y pobreza. En cuanto al trabajo que tiene la OIT e IPEC aquí en México, te preguntó si Ustedes tienen detectado algún patrón de cómo es que las niñas y los niños se incorporan al trabajo. El trabajo infantil está muy relacionado con la pobreza, obviamente cuando las familias no tienen los recursos necesarios para poder atender las necesidades propias de esa familia, los niños entran en la estrategia de supervivencia de la familia, no es un tema único de México, es una tendencia generalizada. Por supuesto hay otros factores: si los mismos padres o madres no disfrutaron para sí mismos del derecho a la educación cuando eran pequeños pues reconocen menos la importancia de la educación para sus propios hijos, pero entonces vemos que aquí hay un fenómeno estructural generacional que tenemos que atender, a través de que los niños efectivamente vivan su derecho a la educación, que rompa esos ciclos intergeneracionales del trabajo infantil. Hay otros factores por los cuales los niños entran al trabajo infantil: no hay políticas adecuadas para atender la problemática, no se relaciona el tema del trabajo infantil con ciertos los flujos migratorios, con los desastres naturales que hacen mucho más vulnerables a las familias y otras condiciones que favorecen que sus hijos sean parte de las estrategias de supervivencia de las familias. 186
El Estado mexicano ha hecho un esfuerzo por generar estadísticas relacionadas a trabajo infantil, sin embargo en tu opinión ¿qué franjas del trabajo infantil siguen siendo un tanto invisibles, o qué áreas del trabajo infantil aún no son recuperas por la estadística oficial?
Sí, en México siguen existiendo sectores del trabajo infantil que quedan invisibles en la estadística y es necesario ir afinado los registros para incluirlos, tenemos el caso del trabajo infantil doméstico realizado en casas de terceros que generalmente no aparece en las cifras que recogen los censos; hay problemas también con los niños que trabajan en la calle justamente porque los censos parten de la información que recogen en hogares y no necesariamente estos niños están viviendo en un hogar sino que están viviendo en el espacio público, también tenemos problemas para cuantificar los niños que trabajan vinculados con los fenómenos migratorios - en México ha habido un esfuerzo adicional en ese sentido que es el de la Encuesta de Jornaleros Agrícolas del 2009, que son datos muy recientes y que vienen a abonar justamente en la cuantificación del problema y en la cualificación del problema en relación con el tema de la migración -. Ni hablar de las incuestionablemente peores formas del trabajo infantil, la trata, la explotación sexual, los niños utilizados en conflictos armados o para el narcotráfico, que siendo delitos no es posible censarlos y que implican otras series de retos distintos en relación con estas problemáticas, difícilmente podemos decir que hay una cifra exacta de niñas explotadas sexualmente, pero es necesario tener otro tipo de datos más cualitativos en relación con estos fenómenos para atenderlos adecuadamente. En las estadísticas que genera INEGI y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS), el módulo de trabajo infantil 2009 muestra que respecto al de 2007 el trabajo infantil disminuyó en México, a nosotros nos parece difícil aceptar que esto sea cierto, ¿qué opinas tú? Efectivamente los datos duros del INEGI muestra que ha habido una reducción importante del trabajo infantil en México en esos dos años, yo creo que el paso
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siguiente a la recolección de información tiene que ver con el análisis de la misma porque no hacemos nada únicamente teniendo los datos duros sin saber qué es lo que está detrás de éstos; sí hablamos de que la reducción del trabajo infantil es posible, porque a nivel mundial de hecho en la última medición del informe global de la OIT se habla de una disminución del trabajo infantil a nivel global, pero tenemos que analizar cuáles han sido los factores que han posibilitado esa reducción para poder replicarla o para poder integrar esos elementos en políticas públicas que afecten de manera más amplia y positiva la vida de más niños, niñas y adolescentes; en este momento desde la OIT creemos que es muy importante la labor de la STyPS y del INEGI, hasta este momento no tenemos ninguna razón para decir estos datos no son correctos o son incorrectos, pero sí necesitamos ahora dar el paso para analizar qué es lo que está detrás de estas estadísticas. Señalaste hace un momento que era importante como un principio de política pública generar estadística confiable, analizar esta estadística y vendría la parte del diseño de la política pública para atender esto ¿Cómo ves la política pública en México contra el trabajo infantil o hacia el trabajo infantil?
Hay muchos retos. Para empezar México es un Estado de índole federal, la política pública tiene tres niveles, eso hace de la atención a esta problemática un tema muy complejo; falta la participación de muchos actores – el sector privado – porque no es un tema únicamente de orden público, es decir: el diseño de estas políticas públicas debería ser un tema mínimamente tripartito o cuatripartito. Es necesario que en México se desarrolle una política pública específica más amplia, que aborde más aristas de la problemática de trabajo infantil, se requiere incluir objetivos de prevención y erradicación del trabajo infantil en políticas de desarrollo más amplias, el trabajo infantil debe formar parte de los objetivos de mejora de la calidad educativa del país - el principal competidor de la educación es el trabajo infantil -, en la política nacional de desarrollo, en políticas de combate a la pobreza, está demostrando en muchos países que es posible avanzar de manera más amplia contra el trabajo infantil. Es importante contar con una política contra el trabajo infantil; en este punto es importante rescatar que en México, el estado de Michoacán tiene una política, un plan de aplicación estatal contra el trabajo infantil, el plan tiene retos en cuanto a su operación pero es un buen comienzo y un buen norte para otros estados en el desarrollo de acciones que van dirigidas efectivamente a enfrentar el trabajo infantil y es algo que efectivamente tiene que trasladarse también a nivel local. El trabajo infantil es esencialmente un problema local, los niños y niñas trabajan en comunidades y por lo tanto tiene que haber una respuesta directa desde las comunidades, desde los municipios para este problema como apoyo de las diversas instancias estatales y federales relacionadas con la efectiva vivencia de los derechos de los niños. Siguiendo con México, Ustedes señalan que hacia el 2015 se tiene que lograr la erradicación de las peores formas de trabajo infantil ¿cómo vamos aquí? Esta es una meta que aceptan completamente los países de América, es una agenda hemisférica a favor del trabajo decente, todos los países asumieron la meta de erradicar las peores formas de trabajo infantil al 2015 y todo el trabajo infantil hacia el 2020. En estas metas se comprometen los gobiernos de las Américas pero también las organizaciones de trabajadores y las organizaciones de empleadores de todos los países del continente, la meta es amplia debido a que involucra más sectores. A nivel global tenemos lo que se llama el Pacto Global que dice que las peores formas de trabajo infantil deben estar eliminadas en todo el mundo para el 2015. Si queremos realmente avanzar en las metas del 2015 y 2020 tenemos que priorizar, no obviar que la gran cifra de niñez trabajadora está en la agricultura, los retos de México y de los demás países son inmensos en este sentido. En el informe de 2010, que es sobre trabajo infantil, la OIT alerta que de seguir con la tasa de reducción del trabajo infantil que se está reportando a nivel global y a nivel de las diversas regiones del mundo, las metas del 2015 y 2020 no se van alcanzar, ya en mayo del año
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pasado salió la primera alerta, los esfuerzos tienen que revitalizarse en este momento; a raíz de esta llamada de atención, el año pasado se reunieron en La Haya más de 80 países que elaboraron“la hoja de ruta” para la eliminación de las perores formas de trabajo infantil y que incluye muchas de las medidas que hemos mencionado, se hace un llamado muy claro a que los países deben tener políticas específicas, planes nacionales de prevención y erradicación de trabajo infantil, se habla de la importancia de la información y de las estadísticas, de que hay que hacer mayor movilización e información a la comunidad, que se hagan alianzas con los empleadores, con organizaciones civiles, con las organizaciones de trabajadores, todo esto para poder avanzar de manera más contundente contra el trabajo infantil. En este momento, la visión sobre la meta es reservada, igualmente el año pasado en la revisión que se hizo de los avances de los Objetivos de Desarrollo del Milenio – ODM – para el 2015, se hizo una mención específica de que si se quiere alcanzarlos, se tiene que empezar a trabajar de manera más contundente sobre las peores formas de trabajo infantil de lo contrario no será posible alcanzar los ODM. Ahora que tocabas el evento del año pasado en La Haya, hay una crítica fuerte de que no se contó con la participación de niños trabajadores algo que sí había venido ocurriendo en eventos anteriores, ¿qué nos puedes decir al respecto?
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No tengo mucha información sobre ese tema. Es importante recordar que el Estado tiene un rol central en las acciones frente al trabajo infantil y que cuando hablamos de movilización y de alianzas pues todos los actores tienen que ser escuchados. Definitivamente la erradicación del trabajo infantil no pasa por un asunto sólo de los adultos, los niños tienen que participar, tienen que entender y comprender el alcance de sus derechos, un programa que no incluya la participación de los niños no va a lograr todos los objetivos que busca. La OIT desarrolló una herramienta que se llama SCREAM - ¡Alto al trabajo Infantil!; es una herramienta de promoción de los derechos de los niños y niñas para la prevención y erradicación del trabajo infantil que busca que los niños y niñas participen, sobre todo en la prevención del trabajo infantil, que conozcan sus derechos y el tema del trabajo infantil. ¿Cuáles son los principales logros del programa IPEC en México y a nivel global?
El Programa en México apenas tiene un año, tuvo que volver a iniciarse, ya que el programa anterior estuvo enfocado en Explotación Sexual Comercial. Tenemos el reto de empezar un programa distinto, dirigido hacia el trabajo infantil en la agricultura, con un enfoque particular de trabajo infantil peligroso, trabajo infantil vinculado a la migración y trabajo realizado por niños, niñas y adolescentes indígenas. Por ahora yo no quisiera hablar de logros del programa, más bien de retos que tienen que ver con el nivel legal e institucional para atender el trabajo infantil y de las políticas públicas. El programa está enfocado en adecuar la legislación nacional a los estándares mínimos internacionales en materia de trabajo infantil con los convenios de la OIT y la Convención sobre los Derechos del Niño fundamentalmente. Sabemos que con la ley no es suficiente, es necesario mejorar su aplicación; tenemos que unir un enfoque particular y mejorar las capacidades de atención a la problemática de aquellas instancias que tienen que aplicar la ley como las inspecciones en el trabajo - tanto la federal como las estatales que hasta ahora tienen un papel limitado en el tema -. Adicional a esto, si bien es cierto el Estado tiene un rol central, tiene que ver más actores involucrados en la atención a la problemática, el tema de la articulación de programas y actores en relación con el trabajo infantil también representa un reto y este sí a los tres niveles, el federal, el estatal y el local o municipal. Es necesario que los empleadores empiecen a integrar objetivos relacionado con trabajo infantil o reducción de la vulnerabilidad al trabajo infantil en programas de responsabilidad social empresarial; son necesarias acciones directas de las organizaciones de trabajadores para que los jornaleros agrícolas conozcan mejor sus derechos o que incidan en las políticas públicas sobre trabajo infantil, también estamos trabajando en generar más información sobre el tema, especialmente donde hay
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brechas, estamos estudiando la vinculación entre trabajo infantil y educación en México, vamos a desarrollar una investigación sobre la percepción social del trabajo infantil en la sociedad mexicana para poder entender mejor qué piensa la comunidad en general sobre el tema de trabajo infantil, queremos que la opinión pública tolere menos el tema de trabajo infantil, para ello pretendemos trabajar con periodistas porque tienen la capacidad de incidir en la agenda pública, y finalmente otra de las estrategias que desarrolla IPEC es el inicio de programas piloto en comunidades específicas para demostrar en la práctica que haciendo todo esto y poniendo a tantos actores a trabajar de manera articulada es posible prevenir el trabajo infantil, es posible retirar del trabajo infantil a aquellos que no deban estar trabajando y para proteger a quienes sí están trabajando en condiciones de protección y seguridad. Quiero abrir un paréntesis para profundizar en un tema que ya has mencionado en la plática ¿qué tal ha sido la respuesta del sector empresarial? El sector empresarial es absolutamente clave, si no hay una conciencia clara del sector empresarial sobre su papel frente al trabajo infantil va ser muy difícil acabar con el problema. En este momento estamos trabajando con la cadena de valor del azúcar de caña, porque la zafra de la caña de azúcar es particularmente peligrosa, de hecho está incluido como un trabajo que no debería realizar ninguna persona menor de 18 años en muchos países como Brasil, El Salvador, República Dominicana, Bolivia, países que ya han integrado en su listado de trabajo infantil peligroso a esta actividad. Es un proceso progresivo, se está involucrando a la Cámara de la Industria Azucarera, a los ingenios azucareros, a las organizaciones productoras como Confederación Nacional Campesina (CNC), a comercializadoras y grandes consorcios de empleadores como la COPARMEX. Nos interesa que se vea la afectación directa de los derechos de los niño, niñas y adolescentes, aunque también que se vea como algo que afecta directamente la productividad y la competitividad de los diversos sectores. En el trabajo con empresas, ¿qué tanto ha tenido impacto del tema de la responsabilidad social asociado al trabajo infantil?
La cuestión empresarial pasa por varias vertientes, una la legal, es decir los criterios legales que ya están definidos para el tema de trabajo infantil, el tema de la competitividad, de la productividad, el tema ético, si estamos hablando de desarrollo sustentable no tiene únicamente que ver con el tema ecológico, tiene que ver en general con el impacto que la acción de la empresa tiene sobre una comunidad y el tema del trabajo infantil inevitablemente entra por ahí, sin embargo lo que hemos visto hasta ahora es que justamente son las presiones internacionales las que han movilizado mayor toma de conciencia y más que las presiones de los organismos internacionales es por ejemplo las auditorias que promueven las grandes empresas, las grandes marcas comerciales que existen en el mundo, entonces entre más presión hay para estas marcas más presión hay para los productores. Es un tema que hay que tratarlo desde una perspectiva más amplia de competitividad, de productividad: un niño no tiene las destrezas y capacidades especiales. eso es todo un mito que existe para “pizcar” las hortalizas, el café o para cortar la caña, o el tema de los niños y niñas indígenas, mi principal preocupación no es el aprender haciendo de los niños y niñas indígenas, es que justifiquemos la explotación de los niños indígenas por cuestiones culturales que no son válidas, la forma en que se les explota no tiene nada que ver con la transmisión de la cultura ancestral que antes sí se veía, estamos utilizando mitos para sostener situaciones de explotación especialmente en campos de terceros muy vinculados a la migración. El tema de las “manos pequeñas” es también un mito gigantesco, los niños no tienen las destrezas y habilidades necesarias para hacer el trabajo adecuadamente, el tema por ejemplo de que son más activos o tienen más energía; está comprobado científicamente que los niños por su nivel de desarrollo se cansan más rápido, su piel absorbe de manera más fácil que un adulto algunos de los productos químicos o se ven afectados de una manera más contundente por las condiciones climatológicas.
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Se han vinculado con la Sociedad Civil en México ¿cuál ha sido su experiencia? Creemos que la sociedad civil tiene un papel fundamental que tomar, que desarrollar frente al tema del trabajo infantil y de hecho hemos estado colaborando con el sector, desde la perspectiva de la incidencia en política pública, pasando por acciones para promover la erradicación del trabajo infantil y cómo prevenirlo, de hecho la estrategia de programas de atención directa de pequeños laboratorios que IPEC va ha desarrollar en tres estados de la República, en algunos casos se desarrollan directamente con organizaciones de la sociedad civil. Las ONG´s son un aliado clave, estratégico y un actor permanente. Hay algunas organizaciones de la sociedad civil, nacionales e internacionales, que critican fuertemente al programa, se señala que desde OIT hay una conceptualización que no es adecuada, que no hay exactitud cuando se habla de la reducción del trabajo infantil de acuerdo a las cifras que Ustedes presentan ¿Cómo dialogar con este otro sector, cómo llevar un diálogo cuando parece que es un tema que no genera consenso a partir de cierto tramo de discusión?
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En nuestra experiencia se generan consensos si se promueve el diálogo social; como OIT siempre estamos abiertos al diálogo, el programa no es un programa en sí mismo, tiene por misión a nivel internacional dar asistencia técnica a los países miembros de la OIT para la implementación de los convenios para trabajo infantil, estos convenios son los que rigen la acción del programa IPEC, son mínimos internacionales que se han establecido por los propios países y demás actores como organizaciones de empleadores y trabajadores de países y nosotros no podemos salirnos de ese ámbito de acción, esa es nuestra guía, nuestra misión y nuestra visión está dada por estos instrumentos internacionales, los cuales se basan justamente en el enfoque de derechos, el principio de universalidad todos los derechos para toda la niñez, entonces tenemos que promover una agenda que en el corto, mediano y largo plazo justamente esté enfocada a que los niños y las niñas no trabajen, que se den las condiciones personales, familiares, estructurales de trabajo necesarios en los países para que los niños y niñas disfruten plenamente de sus derechos y se desarrollen conforme al ejercicio de sus derechos. Insisto, no podríamos pensar que sus derechos son sólo para algunos de ellos o que la agenda sólo va a estar enfocada en cierta población, desde la perspectiva de enfoque de derechos que emana que es la que rige la agenda de derechos de la niñez y la adolescencia no lo podemos hacer, y en ese sentido es también muy importante recordar que el tema del trabajo infantil y la erradicación del trabajo infantil no es una agenda de corto plazo, le toma tiempo a los países por la serie de consensos, de políticas, de acciones que se tienen que desarrollar. Te propongo que cerremos con alguna reflexión adicional o algo que no hayamos tocado. Son muchas las tareas pendientes alrededor del tema, pero tiene que empezar a ver una visión más fuerte de conjunto, que las organizaciones civiles tienen que realmente contribuir con el Estado, que las organizaciones de empleadores y de trabajadores tienen que contribuir, que tiene que desarrollarse una agenda que efectivamente contribuya a ir en la dirección que mencionaba al inicio; es necesario que haya educación de calidad para todos los niños y niñas, no sólo para unos cuantos; es necesario que hayan acciones afirmativas de protección social en relación con las familias más pobres, pero es necesario también dirigir esfuerzos e incluir actores que posibiliten el desarrollo de una agenda más amplia de trabajo decente que posibilite a las familias sacar de la estrategia de supervivencia a los niños y niñas, trabajar simultáneamente en las diversas políticas alrededor de estos tres ejes yo creo que nos puede llevar a tener resultados más efectivos y más claros en relación con la meta de prevención y erradicación del trabajo infantil. De parte del equipo de ednica ¡gracias!