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Yo he venido para que tengan y
vida
la tengan abundante
Guía Litúrgica 2011-2012 Respetemos la Vida
Yo he venido para que tengan
vida y la tengan abundante Índice
DOMINGO RESPETEMOS
LA
V I DA —2
DE OCTUBRE DE
2011
Homilía por la Vida 3 Peticiones por la Vida 5
TERCER DOMINGO
DEL TIEMPO
ORDINARIO—22
Homilía por la Vida
DÍA
DE
O R AC I Ó N
Y
PENITENCIA
POR LA
DE ENERO DE
2012
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V I DA —23
D E E N E RO D E
2012
Homilía por la Vida 7 Peticiones por la Vida 8
H O R A S A N TA P O R L A V I DA 9 (basada en las reflexiones del Beato Juan Pablo II acerca de los ancianos) RO S A R I O N U P C I A L 13 (basado en la Bendición nupcial del Rito del Matrimonio)
El Secretariado de Actividades Pro-Vida le agradece a Mons. James P. Moroney por haber preparado todos los materiales. Mons. Moroney es miembro de la facultad del Seminario St. John, y es secretario ejecutivo del Comité Vox Clara. Las referencias bíblicas son tomadas de la Biblia Latinoamérica © 1972, Ramón Ricciardi y Bernando Hurault, Sociedad Bíblica Católica Internacional. Se usa con permiso. Las selecciones de la misa se han tomado del Misal Romano © 1975, Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano. Juan Pablo II, Carta a los Ancianos © 1999 Libreria Editrice Vaticana (LEV), Ciudad del Vaticano; Juan Pablo II, Ecclesia in America © 1999 LEV; Juan Pablo II, El Evangelio de la Vida © 1995 LEV; Juan Pablo II, Discurso ante el Congreso Internacional sobre ‘Tratamientos de mantenimiento vital y estado vegetativo: avances científicos y dilemas éticos” © 2004 LEV. Se usan con permiso. Todos los derechos reservados. Fotos de la tapa, índice y páginas 3, 4, 8 y 13, © Veer. Dibujo del Beato Juan Pablo II, cortesía de D’Arcy Wills. El dibujo del Beato Juan Pablo II se usa con el permiso de LEV, Ciudad del Vaticano. Todos los derechos reservados.
RESPETEMOS
DOMINGO RESPETEMOS DE 2 OCTOBRE DE 2011 SÉPTIMO DOMINGO
DEL
LA
V I DA 2011-2012
LA VIDA
TIEMPO ORDINARIO
Homilía por la Vida
El amigo granjero de Isaías, que hace unos minutos escuchamos, comenzó a plantar una viña, es realmente Dios: nuestro Padre Celestial que, por su amor infinito, crea un paraíso para nosotros, de amor y verdad y vida. ¿Pero qué le sucede a esta viña perfecta? Isaías nos dice que no da nada sino uvas agrias y termina arruinada. ¿Quién arruinó la viña?, reflexiona Isaías. ¿Fue Dios, que no se ocupó lo suficiente de su querida viña? No, nos dice. No. La viña se arruinó porque sus plantas queridas contestaron a la justicia con asesinatos y al amor con su egoísta preocupación. “¡Escuchen!”, Isaías declara: “¡Escuchen! las reclamaciones”. “¡Escuchen!” tal vez podamos declarar “escuchen los reclamos de Dios”. Te di el más maravilloso signo de mi amor, y le quitaste la vida al niño por nacer. Te di a mis hijos e hijas para alimentarlos y quererlos, y los desechaste. Te di el milagro del amor en el matrimonio, y lo tergiversaste para satisfacer tus propias necesidades. Te di la dignidad de la vida, y la manipulaste para cumplir tus deseos egoístas. Te di la mente para decodificar los misterios de la vida, y la usaste para destruir. Te di la sabiduría de las ancianas y ancianos, para que te guíen e inspiren, y los dejaste morir. Te di el corazón para amar incluso al extranjero, y los despediste. Te di la brillantez para crear, e hiciste armas para destruir. Te di un corazón para amar, y lo vendiste para obtener ganancias absurdas.
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vida y la tengan abundante
Por lo que vez, la viña de Isaías no está lejos. No es una fantasía. Está tan cerca como el hogar al que regresas después de la misa. Está tan cerca como el hogar de ancianos más cercano, o la clínica, o la prisión, o la escuela. La viña que Dios hizo para nosotros está aquí, y sus plantas más selectas y más atesoradas están todas a tu alrededor. ¿Le haremos caso al Evangelio de la Vida y las amaremos? ¿Amaremos a los más pequeños y a los más olvidados, a las personas a las que es más difícil amar o incluso ver? ¿O cederemos ante una cultura de muerte, que arrasa con la belleza que Dios ha creado tan maravillosamente? En el Evangelio de hoy, Jesús toma la parábola de Isaías un paso más adelante, ya que se pone a sí mismo en el relato. En la versión de Jesús, el Hijo es enviado a salvar el viñedo, para proteger a las plantas más vulnerables que eran pisoteadas. Pero cuando los malvados viñadores vieron al Hijo, “le echaron mano, lo sacaron del viñedo y lo mataron”. Dios luego nos advierte que una muerte terrible les espera a los que mataron a su Hijo. A menos que se arrepientan, la muerte eterna les espera a los que lo mataron en el niño por nacer, en la persona discapacitada que fue privada de tratamiento, en la anciana que ya nadie considera útil, y en el preso asesinado sin nadie que lo ame. La muerte eterna le espera a esos malvados, el infierno. Pero la vida eterna les espera a quienes abrazan el Evangelio de la Vida y buscan llevar la verdad y la vida y la belleza al viñedo que Dios nos ha plantado. Es por eso que celebramos el Domingo Respetemos la Vida cada año. Es para salvar nuestra vida y la vida de las personas más vulnerables entre nosotros. Proclamemos esa vida, preservémosla, y dediquemos nuestro ser a protegerla.
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RESPETEMOS
PETICIONES
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V I DA 2011-2012
POR LA VIDA
Por cada niño por nacer y por su madre y padre: para que Dios nos enseñe a amarlos y apoyarlos; Roguemos al Señor: Por las mujeres y los hombres cuyo corazón está agobiado por el pecado del aborto: que nuestro Dios misericordioso les otorgue la paz; Roguemos al Señor: Por todos los investigadores médicos: para que Dios les dé la gracia de usar sus talentos y aptitudes para preservar y proteger toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural; Roguemos al Señor: Por nuestros legisladores; y especialmente por _________________: para que él/ella preserve el derecho de cada uno de nosotros a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; Roguemos al Señor: Por todos los que están cerca de la muerte: para que Dios los guíe amorosamente a su morada con Él; Roguemos al Señor: Por todos los que se sienten agobiados por el peso de sus años: para que Dios nos enseñe a amarlos y respetarlos; Roguemos al Señor: Por quienes están tentados a quitarse la vida: para que en el momento en que más necesitan la gracia de Dios los fortalezca para que puedan sobreponerse; Roguemos al Señor: Por los abuelos de cada niño por nacer: para que por medio de sus oraciones, sabiduría y ejemplo, sea nutrido y protegido; Roguemos al Señor: Por un mayor amor por los débiles y los vulnerables: para que en el modelo de Jesucristo, nuestro Señor; trabajemos para preservar y proteger la vida de todos los necesitados; Roguemos al Señor:
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TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (B) 22 DE ENERO DE 2012 Homilía por la Vida Jesús llama a los primeros Apóstoles en el Evangelio de hoy con una simple palabra: “Síganme”. Dejaron las redes, abandonaron su vieja vida y lo siguieron por el camino. Poco sabían a dónde los llevaba ese camino. Poco sabían de su destino final: la Cruz y de qué manera la descripción básica de su trabajo, como la descripción del trabajo de la Iglesia, sería proclamar esa Cruz y al que fue crucificado en ella para su salvación. Es la misma descripción que Dios da a Jonás: proclamar el mensaje que Dios le iba a dar, casi el mismo mensaje que Jesús le da a sus discípulos: ¡Arrepiéntanse y crean en el Evangelio! ¡El Reino de Dios ya está cerca! Es el mismo mensaje que nos da Dios a nosotros. Arrepentirse. Alejarse de toda oscuridad, egoísmo y pecado y de aferrarse solo a la Luz, el Amor y la Pureza que llegamos a conocer en Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Porque hay mucha oscuridad, egoísmo y pecado en nuestro mundo. Precisamente hace 38 años, nuestro país legalizó quitarle la vida a un ser humano inocente por medio del aborto. Desde ese momento, han perdido su vida por el aborto más de cincuenta millones de niños. Y entonces nos unimos a Jonás y Simón y Andrés en proclamar a todos los que escuchen: Arrepiéntanse de la oscuridad que veía la vida de otro ser humano como un problema desechable, arrepiéntanse del egoísmo que se niega a amar a los inocentes y más vulnerables entre nosotros, arrepiéntanse del pecado de quitarle la vida a ese niñito. ¡Y crean! Crean que Dios nos hará responsables de nuestras acciones, crean que seremos juzgados según si hemos abrazado la cultura de la muerte o el Evangelio de la Vida, crean que Jesús hablaba en serio al afirmar: “cuando lo hicieron con alguno de los más pequeños de estos mis hermanos, me lo hicieron a mí". Arrepiéntanse, crean y síganlo. Síganlo en su aguantar paciente, en su amar incluso a sus enemigos, en su oración desde la cruz: “¡Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen!”. Síganlo al proclamar la verdad en todo los tiempos. Síganlo cuando hizo frente a los fariseos, los Alto Sacerdotes, los Saduceos y todos los líderes de su tiempo y dio a Dios lo que era de Dios. Síganlo a quien crucificaron por la verdad que vivía con amor. Síganlo hasta la Cruz y unan su sufrimiento al de él para que tenga sentido y den alabanza al Dios Todopoderoso. “Los tratarán a ustedes como me trataron a mí", nos recuerda. ¡Regocijémonos en esa verdad! Porque lo hemos seguido a la Cruz, seguramente lo seguiremos a la Gloria del Reino de los Cielos. Allí esperamos ver, cara a cara, a todos esos niñitos que murieron en manos de nuestro egoísmo y pecado. ¡Trabajemos por la Justicia, defendamos a quienes todos los demás olvidan, y con el valor de Jonás, Simón y Andrés proclamemos a todo el mundo que el Reino de Dios está cerca! 6
RESPETEMOS
DÍA DE ORACIÓN Y PENITENCIA 23 DE ENERO DE 2012
LA
V I DA 2011-2012
POR LA VIDA
En todas las diócesis de los Estados Unidos de América, el 22 de enero (o el 23 de enero cuando el 22 caiga en domingo) se observará un día especial de penitencia por las violaciones contra la dignidad de la persona humana cometidas por medio de acciones abortivas y de oración por la plena restauración de la garantía legal del derecho a la vida. La "Misa por la Justicia y la Paz" (nº 22. de "Misas para distintas necesidades"), debe celebrarse con ornamentos de color violeta como una celebración litúrgica apropiada para este día. (Ordenación General del Misal Romano, nº. 373)
Homilía por la Vida ¡Qué benditos son! Los que tienen el espíritu del pobre, los que lloran, los pacientes, los que tienen hambre y sed de justicia, los compasivos, los de corazón limpio, los que trabajan por la paz, los que son perseguidos por causa del bien, los que son insultados y perseguidos por su amor al Evangelio de la Vida! Benditos son los que marchan por la vida cuando lo insultan, maldicen y escupen: porque Dios lo recompensará. Bendito los que lloran por el niño abortado, porque Dios los consolará. Benditos los que anhelan el día en que termine el aborto, porque ese día llegará. Benditos los que buscan proteger la vida de los más pequeños y más vulnerables, porque Dios escuchará su grito. Porque Cristo regresará en gloria para juzgar a los vivos y a los muertos. Ese día, la Sagrada Escritura nos dice, el león se recostará con el cordero, y habrá paz en la tierra. Anhelamos el día en el que “el desierto se convertirá en un jardín,… y en el jardín habitará la justicia”; cuando todas las personas, incluso las más pequeñas y las más indefensas entre nosotros, “habitarán en luz lugar de paz en moradas seguras y tranquilas”. Ese día aún no ha llegado. Ni siquiera un niño en el seno de su madre está a salvo de las fuerzas mortales del egoísmo y del pecado. Pero ese día llegará y debemos rezar intensamente para que así sea. En los primeros días de la Iglesia, entre el martirio y la persecución, una oración cristiana frecuente era: “¡Ven, Señor Jesús!”. Debe ser nuestra oración también. Porque en definitiva, lo más importante que podemos hacer para promover el Evangelio de la Vida es rezar. Rezar durante la misa, rezar siempre que nos reunimos con otros que están comprometidos a preservar la vida, rezar en la tranquilidad de nuestro aposento. Mientras esperamos la venida del Reino y el fin del pecado y la muerte, unamos nuestra voz con la del Santo Padre en su oración del año pasado: “Acompaña con la luz de tu Espíritu las decisiones de las asambleas legislativas, a fin de que los pueblos y las naciones reconozcan y respeten el carácter sagrado de la vida, de toda vida humana. Con María tu Madre, la gran creyente, en cuyo seno asumiste nuestra naturaleza humana, esperamos de ti, nuestro único verdadero Bien y Salvador, la fuerza de amar y servir a la vida, a la espera de vivir siempre en ti, en la comunión de la Santísima Trinidad”.
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Yo he venido para que tengan
vida y la tengan abundante PETICIONES
POR LA VIDA
Por todos los niños que esperan el nacimiento en el seno de su madre: para que una familia amorosa y un mundo lleno de esperanza lo aguarden; Roguemos al Señor:
Por quienes marchan por la vida el día de hoy, para que por medio de sus sacrificios muchos corazones se abran al Evangelio de la Vida; Roguemos al Señor:
Por el Presidente Obama, el Presidente del Tribunal Supremo Roberts, y los senadores ______ y ______: para que Dios siembre en su corazón un amor por todos nuestros ciudadanos, especialmente los niños por nacer; Roguemos al Señor:
Por el (Arzo)Obispo _______, y todos nuestros obispos: para que Dios les enseñe cómo promover el Evangelio de la Vida, y proteger la vida de todos sus hijos; Roguemos al Señor:
Por todos los que están tentados a pecar contra el Evangelio de la Vida, especialmente los que son pobres o tienen miedo; Roguemos al Señor: Por los que trabajan por el Evangelio de la Vida, para que la gracia de Dios los apoye, los fortalezca, y los llene de esperanza; Roguemos al Señor: Por los que se preparan para una carrera médica, para que estén guiados e inspirados por el amor por cada ser humano desde la concepción hasta la muerte natural; Roguemos al Señor: Por todas las parejas recién casadas, y por el primer hijo que tendrán en sus brazos: para que el amor que se tienen los guíe por los caminos de la santidad y la verdad; Roguemos al Señor:
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Por el eterno descanso de cada niño abortado, y por el arrepentimiento y sanación de quienes causaron su muerte; Roguemos al Señor: Por todos los que realizan o apoyan abortos en nuestra ciudad: para que Dios los convierta al Evangelio de la Vida por medio de nuestro testimonio y nuestro amor; Roguemos al Señor: Por todos los que rezan por el niño por nacer, especialmente por quienes están confinados en su casa: para que Dios los bendiga por sus sacrificios; Roguemos al Señor:
RESPETEMOS
HORA SANTA
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POR LA VIDA
basada en las reflexiones del Beato Juan Pablo II Procesión Después que todos se han reunido, un sacerdote o diácono, con capa pluvial y velo humeral, lleva el Santísimo Sacramento en una custodia hasta el altar mientras se canta un himno. El celebrante puede ir acompañado por acólitos que llevan velas. Se deposita el Santísimo Sacramento sobre el altar. El celebrante se arrodilla delante del altar e inciensa el Santísimo Sacramento. Al terminar el canto de apertura, se hace un tiempo de oración en silencio. Oración inicial1 El que preside se dirige a la silla desde donde reza la siguiente oración: Concédenos, Señor, el espíritu de tu amor, a fin de que, alimentados con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, fomentemos entre todos los hombres la paz que él mismo nos dejó. Por Cristo nuestro Señor. R. Amén. Durante esta hora, las cinco lecturas siguientes se leen y se rezan con las respuestas, intercalando los momentos de oración en silencio. Uno o más lectores pueden leer las reflexiones a la asamblea. El celebrante dirige a los fieles en las oraciones. I La vida desde la perspectiva de la eternidad Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada de “Carta a los Ancianos” Es urgente recuperar una adecuada perspectiva desde la cual se ha de considerar la vida en su conjunto. Esta perspectiva es la eternidad, de la cual la vida es una preparación, significativa en cada una de sus fases. También la ancianidad tiene una misión que cumplir en el proceso de progresiva madurez del ser humano en camino hacia la eternidad. De esta madurez se beneficia el mismo grupo social del cual forma parte el anciano. Los ancianos ayudan a ver los acontecimientos terrenos con más sabiduría, porque las vicisitudes de la vida los han hecho expertos y maduros. Ellos son depositarios de la memoria colectiva y, por eso, intérpretes privilegiados del conjunto de ideales y valores comunes que rigen y guían la convivencia social. Excluirlos es como rechazar el pasado, en el cual hunde sus raíces el presente, en nombre de una modernidad sin memoria. Los ancianos, gracias a su madura experiencia, están en condiciones de ofrecer a los jóvenes consejos y enseñanzas preciosas. Desde esta perspectiva, los aspectos de la fragilidad humana, relacionados de un modo más visible con la ancianidad, son una llamada a la mutua dependencia y a la necesaria solidaridad que une a las generaciones entre sí, porque toda persona está necesitada de la otra y se enriquece con los dones y carismas de todos. Oración Dios de toda la creación, por Jesús, tu Hijo, creaste al hombre a tu imagen y semejanza, para vivir y amar como la corona de tu creación. Impulsa nuestros corazones a valorar el don precioso de la vida en todas sus etapas y condiciones, y sobre todo cuando se es más vulnerable en el otoño de la vida. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. (oración extendida en silencio) Misal Romano, Misa por la Paz y la Justicia
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Yo he venido para que tengan
vida y la tengan abundante II En defensa de la vida de los ancianos
Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada de Exhortación Apostólica Ecclesia in America Solicitud se ha de tener con los ancianos, a veces descuidados y abandonados. Ellos deben ser respetados como personas. Es importante poner en práctica para ellos iniciativas de acogida y asistencia que promuevan sus derechos y aseguren, en la medida de lo posible, su bienestar físico y espiritual. Los ancianos deben ser protegidos de las situaciones y presiones que podrían empujarlos al suicidio;… en particular han de ser sostenidos contra la tentación del suicidio asistido y de la eutanasia. Oración Padre Celestial, Tu designio es que las familias sean creadas como escuelas del amor donde las generaciones aprendan a valorar y proteger a los demás. Danos las palabras para hablar y las acciones a tomar para que podamos ser testigos de tu ternura hacia los ancianos en nuestras familias y nos esforcemos siempre para servir sus necesidades y defender su vida. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. (oración extendida en silencio) III La eutanasia es siempre intrínsecamente mala Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada de “Carta a los Ancianos” Por desgracia, el concepto de eutanasia ha ido perdiendo en estos años para muchas personas aquellas connotaciones de horror que suscita naturalmente en quienes son sensibles al respeto de la vida. Ciertamente, puede suceder que, en casos de enfermedad grave, con dolores insoportables, las personas aquejadas sean tentadas por la desesperación, y que sus seres queridos o los encargados de su cuidado, se sientan impulsados, movidos por una compasión malentendida, a considerar como razonable la solución de una “muerte dulce”. ... Pero eso es muy diverso de la eutanasia, entendida como provocación directa de la muerte. Más allá de las intenciones y de las circunstancias, la eutanasia sigue siendo un acto intrínsecamente malo, una violación de la ley divina, una ofensa a la dignidad de la persona humana. Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada de la Encíclica El Evangelio de la Vida La eutanasia, aunque no esté motivada por el rechazo egoísta de hacerse cargo de la existencia del que sufre, debe considerarse como una falsa piedad, más aún, como una preocupante "perversión" de la misma. En efecto, la verdadera "compasión" hace solidarios con el dolor de los demás, y no elimina a la persona cuyo sufrimiento no se puede soportar. El gesto de la eutanasia aparece aún más perverso si es realizado por quienes —como los familiares— deberían asistir con paciencia y amor a su allegado.
Oración Dios de toda la creación, y fuente de la dignidad humana, te damos gracias por las maravillas de tu creación: por la belleza del amor de los padres por sus hijos, que forja un vínculo que es más fuerte que la muerte. Que este amor se vea reciprocado en el corazón de todos tus hijos. Que fortalezca su voluntad para hacer los sacrificios necesarios para cuidar y consolar a sus padres ancianos, hasta el último día, cuando te veremos cara a cara, y conoceremos el esplendor de tu luz por toda la eternidad. Porque eres Señor, por los siglos de los siglos. Amén. (oración extendida en silencio)
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IV El amor del Padre para sus hijos e hijas más vulnerabless Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada del Discurso ante el Congreso Internacional sobre ‘Tratamientos de mantenimiento vital y estado vegetativo” Siento el deber de reafirmar con vigor que el valor intrínseco y la dignidad personal de todo ser humano no cambian, cualesquiera que sean las circunstancias concretas de su vida. Un hombre, aunque esté gravemente enfermo o se halle impedido en el ejercicio de sus funciones más elevadas, es y será siempre un hombre; jamás se convertirá en un "vegetal" o en un "animal” a mirada amorosa de Dios Padre sigue posándose sobre ellos, reconociéndolos como hijos suyos particularmente necesitados de asistencia. Oración Padre de Misericordia, ten compasión de nuestra debilidad y haznos fuertes. Porque ante la muerte y la destrucción, el egoísmo, el pecado y la oscuridad de la cultura de la muerte, nuestro miedo amenaza con impedir que haga su voluntad. Danos la gracia de confiar en tu poder. Haznos confiar solo en Ti, Dios por quien todo fue hecho, y danos pasión por el don de la vida con la que nos has dotado, y el Evangelio de la Vida que es el fundamento de nuestro ser. Por la Muerte y Resurrección de tu Hijo, danos fuerza, valor y alegría en tu nombre. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén. (oración extendida en silencio) V Una civilización digna de la dignidad del hombre Reflexión del Beato Juan Pablo II tomada de “Carta a los Ancianos” Honrar a los ancianos supone un triple deber hacia ellos: acogerlos, asistirlos y valorar sus cualidades. ... Es preciso convencerse de que es propio de una civilización plenamente humana respetar y amar a los ancianos, porque ellos se sienten, a pesar del debilitamiento de las fuerzas, parte viva de la sociedad. ...el peso de la edad es más leve para el que se siente respetado y amado por los jóvenes. Oración Señor Jesucristo, Que nuestro amor uno por el otro sea como tu amor en la Cruz: sacrificado y total, y fiel hasta el final. Que nuestro amor uno por el otro sea como tu Resurrección de entre los muertos: vivificadora y gloriosa y una reflexión de tu amor por nosotros. Bendice a todas las familias, Señor, y bendice a los padres y abuelos que se sacrificaron tanto para proporcionar una vida mejor para sus hijos y nietos. Que vivan para ver a sus hijos y a los hijos de sus hijos y puedan gloriarse con ellos en las maravillas de tu amor. Porque eres Señor, por los siglos de los siglos. Amén. (oración extendida en silencio)
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vida y la tengan abundante
La Oración del Señor En la celebración del último período de silencio prolongado, el ministro que preside canta o dice: Ahora ofrezcamos juntos la oración que nuestro Señor Jesucristo nos enseñó: Todos: Padre nuestro… Bendición Al concluir Oración Dominical, el celebrante se dirige al altar, hace una genuflexión y se arrodilla. Mientras se arrodilla se canta el “Tantum ergo” u otro canto eucarístico apropiado, y se inciensa el Santísimo Sacramento. Después de que el himno se acabe, se levanta y canta o dice: Oremos. Señor nuestro Jesucristo,2 que en este sacramento admirable nos dejaste el memorial de tu pasión, concédenos venerar de tal modo los sagrados misterios de tu Cuerpoy de tu Sangre, que experimentemos constantemente en nosotros el fruto de tu redención. Tú que vives y reinas con el Padre en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos. Todos: Amén. Después de la oración, el celebrante se pone el velo humeral, hace una genuflexión, y toma la custodia. Hace la señal de la cruz con la custodia sobre los allí reunidos, en silencio. Reposición Después de la bendición, el Santísimo Sacramento se saca de la custodia y es llevado al lugar de la reserva. El celebrante, mientras tanto, dirige a los allí reunidos en las Alabanzas al Santísimo Sacramento. Todos juntos repiten cada aclamación. Bendito sea Dios. Bendito sea su santo Nombre. Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. Bendito sea el Nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosíma Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito. Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción. Bendita sea su gloriosa Asunción. Bendito sea el nombre de María, Virgen y Madre. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. Después de las Alabanzas al Santísimo Sacramento, se canta un himno apropiado y el celebrante y los acólitos se inclinan ante el altar y se retiran. 2
Ritual de la Sagrada Comunión y del culto eucarístico fuera de la Misa © 2010 Comisión Episcopal de Pastoral Litúrgica de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
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ROSARIO
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NUPCIAL
basado en la Bendición nupcial del Rito del Matrimonio
Se recita el Credo de los Apóstoles, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y un Gloria. Comienza y termina cada decena con el Padre Nuestro y el Gloria. Las oraciones de intercesión a continuación se leen antes de cada Ave María en las cinco decenas del rosario.
La primera decena: Dios, Creador del Universo 1. Dios, por su gran poder, creó todas las cosas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 2. Dios creó todas las cosas de la nada. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 3. Dios puso en su lugar el funcionamiento de todas las cosas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 4. Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 5. Dios hizo a la mujer como compañera inseparable del hombre. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
6. Dios los hizo para que ya no fueran dos, sino una sola carne. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 7. Dios estaba complacido con lo que hizo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 8. Dios enseñó que lo que Él hizo nunca se debe dividir. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 9. Dios es el autor del amor. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia … 10. Dios es el autor de la vida. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
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Yo he venido para que tengan
vida y la tengan abundante
La segunda decena: Dios creó el vínculo del Matrimonio
La tercera decena: Dios consagra el amor conyugal
1. Dios creó el vínculo del Matrimonio. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
1. En el matrimonio, Dios bendice a hombres y mujeres. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
2. Dios hizo el matrimonio un misterio sagrado, un sacramento de la gracia. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
2. Dios mira con amor a los esposos y esposas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
3. Dios hizo el matrimonio un pacto de amor. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 4. En el matrimonio, Dios prefiguró el amor de Cristo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 5. El matrimonio nos enseña el amor de Cristo por su Iglesia. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 6. En el matrimonio Dios une a la mujer al hombre. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 7. En el matrimonio hombres y mujeres encuentran compañía. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 8. El matrimonio es la bendición que no se pierde por el pecado original. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 9. El matrimonio es la bendición que no se pierde con el diluvio. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 10. En el matrimonio el amor de Dios nos sigue bendiciendo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
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3. El cuidado de Dios para los esposos y esposas es constante. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 4. Cada día, el amor de Dios consagra y conserva las parejas casadas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 5. El amor de Dios mantiene a los hombres y mujeres fieles a sus votos matrimoniales. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 6. Dios fortalece a los esposos y esposas por su amor fiel. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 7. Dios santifica a los esposos con la gracia del Espíritu Santo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 8. Dios derrama su amor en los corazones de los que se unen en Matrimonio. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 9. Dios ayuda a los esposos a permanecer fieles el uno al otro. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 10. Dios preserva el pacto que han jurado ante él. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
RESPETEMOS
LA
V I DA 2011-2012
La cuarta decena: Dios bendice a los esposos y esposas
La quinta decena: Dios sella el vínculo del Matrimonio
1. Dios bendice a los cónyuges con su amor. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
1. Dios hace a los cónyuges fieles a sí mismo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
2. Dios bendice a los cónyuges con su paz. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
2. Dios los ayuda a mantener sus mandamientos. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
3. Dios mira a las novias como sus hijas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
3. Dios los hace uno en la carne. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
4. Dios llama a los cónyuges a seguir el ejemplo de las santas mujeres de la Sagrada Escritura. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
4. Dios los llama a ser intachables en todo lo que hacen. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
5. Dios llama a todas las novias a confiar su corazón a sus esposos. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María llena eres de gracia ... 6. Dios llama a los esposos a confiar su corazón a sus esposas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 7. Dios hizo a los maridos y esposas como compañeros iguales. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 8. Dios llama a los esposos y esposas a la vida de la gracia. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 9. Dios llama a los esposos a confiar su corazón a sus esposas. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 10. Dios llama a todos los maridos a amar a sus esposas como Cristo ama a la Iglesia. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia...
5. Dios les da la fuerza que viene del Evangelio. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 6. Dios los hace testigos de la vida. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 7. Dios los bendice con hijos. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 8. Dios los hace padres virtuosos. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 9. Que vivan para ver a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ... 10. Dios los lleva a su casa el Reino del cielo. Santa María, intercede por todos los esposos y las esposas, ¡y llena sus corazones con amor por el Evangelio de la Vida! Dios te salve María, llena eres de gracia ...
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