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NTP 91: Cepilladora Wood Planer Dégauchisseuse Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados: Sí
Vigentes:
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA - BARCELONA
Objetivos Dar a conocer los principales riesgos de la máquina en sus distintos procesos de trabajo y las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de estos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de esta máquina comunes a otras máquinas y/o procesos (ej: contactos eléctricos, incendio, atrapamiento entre transmisiones, etc.).
Identificación de la máquina La cepilladora, llamada también con frecuencia labrante, se utiliza fundamentalmente para "planear" o "aplanar" una superficie de madera. Si la superficie cepillada es la cara de la pieza a la operación se la define como "planeado", mientras que si la superficie cepillada es el canto de la pieza a la operación se la denomina como "canteado". Se pretende con esta operación que la superficie sea recta en la dirección longitudinal y en la transversal y que diagonalmente no presente torsión alguna, es decir, que no esté "alabeada". La cepilladora está formada de un bastidor que soporta el plano de trabajo rectangular, compuesto de dos mesas horizontales entre las cuales está situado el árbol portacuchillas.
Esquema de la cepilladora La mesa de alimentación es generalmente la más larga de las dos, su reglaje en altura es a un nivel inferior al del plano horizontal de la mesa de salida que es tangente al cilindro engendrado por la arista de corte de las cuchillas. La diferencia en altura entre las dos
mesas determina la profundidad de pasada (espesor de madera quitada por la herramienta).
Principio de funcionamiento de la cepilladora El árbol portacuchillas debe ser cilíndrico, en acero duro, cuidadosamente equilibrado dinámicamente; posee de dos a cuatro ranuras para el alojamiento de las cuchillas de corte fijadas mediante tornillos de anclaje.
Árbol portacuchillas cilíndrico Este apartado merece especial atención por los problemas de accidentabilidad que pueden presentarse a partir de la mala fijación o incorrecto centrado de las cuchillas. Es importante dejar constancia de que los árboles portacuchillas de sección cuadrada están prohibidos por el artículo 103 de la Ordenanza Laboral de la Madera.
Árbol portacuchillas de sección cuadrada Generalmente, las operaciones de planeado y canteado en una misma pieza de madera se ejecutan mediante dos pasadas consecutivas de la cara y el canto sobre el árbol portacuchillas de la cepilladora (la operación de canteado se realiza adaptando sobre la regla guía la cara previamente aplanada de la pieza). En la actualidad, algunas cepilladoras llevan incorporado un árbol de corte vertical, provisto de motor independiente que permite la realización simultánea de las operaciones de planeado y canteado.
Cepilladora con árbol de canteado incorporado
Datos de accidentabilidad De un total de 630 accidentes graves y 11 accidentes mortales ocurridos en la provincia de Barcelona en la Industria de la Madera entre los años 1972 - 1981, en la cepilladora se han contabilizado 94 accidentes graves y ninguno mortal, lo que representa el 14,92% del total de los accidentes graves del sector y el 21,86% de los accidentes graves ocurridos en máquinas del sector. A estos datos de accidentabilidad es preciso añadir que se han contabilizado en el período de tiempo de la muestra 31 accidentes graves en la máquina universal que no se han podido distribuir entre sus máquinas-herramientas componentes al no especificarse en el Impreso de Notificación del Parte de Accidente la parte del agente en que se produjo el accidente.
Riesgos específicos Contacto con las herramientas de corte Es el riesgo más importante de la cepilladora y el que origina la práctica totalidad de los accidentes en la misma. El contacto con las cuchillas de corte puede producirse por la zona posterior de la guía o parte no activa de las cuchillas (riesgo que rara vez se actualiza en accidente), o por su parte anterior o zona de operación (riesgo que se actualiza muy repetitivamente en accidente). El riesgo de contacto con las cuchillas en la zona de operación se actualiza debido primordialmente a: ●
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Retroceso violento de la pieza que se trabaja. Tal retroceso se da al producirse una variación (incremento) en la resistencia a la penetración de la herramienta en la madera motivada por la aparición de nudos, contravetas u otras irregularidades. Ello provoca que las manos del operario que permanecen en todo momento muy próximas a las herramientas de corte guiando (mano izquierda) o empujando (mano derecha) la pieza queden al descubierto sobre las cuchillas. El retroceso no acostumbra a ser limpio y por tanto las manos rara vez caen en la zona de árbol portacuchillas ocupada por la pieza; más bien el efecto que se produce es un rebrincamiento de la pieza y la caída de las manos en el fragmento excedente del árbol portacuchillas no ocupado por la pieza. Vuelco de piezas en operaciones de canteado. El vuelco se produce al variar la resistencia a la penetración de la herramienta en la madera durante el cepillado de cantos en piezas de poco espesor o inestables, cayendo las manos sobre las cuchillas.
Ambos casos engloban la práctica totalidad de los accidentes graves en la cepilladora. En el desarrollo de estas operaciones rara vez la pieza ocupa toda la longitud del árbol portacuchillas, sino que existe generalmente un fragmento del árbol portacuchillas ocupado por la propia pieza que se trabaja y un fragmento libre, excedente de la zona ocupada por la pieza. Es en este fragmento libre donde mayoritariamente las manos del operario que guían y/o empujan la pieza entran en contacto con las cuchillas en movimiento al rebrincar o volcar la pieza.
Operación de canteado dejando al descubierto un fragmento considerable del árbol portacuchillas El contacto con las cuchillas en el punto de operación puede igualmente producirse por los siguientes motivos: ●
Deficiente emplazamiento de las manos sobre la pieza a trabajar. Dedos colgando fuera de la superficie de apoyo de la pieza, próximos a las cuchillas de corte con el consiguiente riesgo de contacto con las mismas al variar la uniformidad del avance de la pieza por rebrincamiento de la misma.
Operación de planeado dejando al descubierto un fragmento considerable del árbol portacuchillas. ●
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Cepillado de piezas de reducidas dimensiones, lo que comporta poca superficie de apoyo y por tanto un defecto de presión sobre la pieza al ser atacada por las cuchillas, lo que facilita su retroceso o vuelco al producirse una variación en la resistencia a la penetración de las cuchillas en la madera. Efecto estroboscópico que hace que el árbol portacuchillas parezca totalmente parado, estando en funcionamiento. Limpieza de las mesas con la máquina en marcha.
Golpes y/o contusiones por el retroceso imprevisto y violento de la pieza que se trabaja Este riesgo tan sólo en contadas ocasiones se traduce en accidente para el operario que conduce la operación, dada su situación durante la alimentación de la pieza; el riesgo de golpes por la pieza proyectada puede más bien afectar a personas que deambulen o tengan su puesto de trabajo en la zona posterior a la de la dirección y sentido de alimentación de la pieza. Sin embargo, el retroceso de la pieza implica frecuentemente que las manos del operario que conducen la operación se precipiten hacia las herramientas de corte, entrando en contacto con las mismas. El retroceso de la pieza es generalmente debido a: ●
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Mal estado de los tableros que forman la mesa de trabajo. Labios de las mesas mellados, dentados o astillados, lo que provoca atascos o enganches de la madera durante el trabajo que posibilitan su proyección violenta. Ajuste defectuoso de las mesas de trabajo. Incorrecto afilado de las herramientas de corte. Utilización de maderas con nudos o irregularidades que rompen la continuidad de la alimentación manual.
Proyección de herramientas de corte y accesorios en movimiento Si bien este riesgo rara vez se actualiza en accidente, en caso de que éste se produjera las consecuencias del mismo se presumen muy graves. Su actualización puede ser debida a: ● ● ● ● ●
Empleo de materiales de mala calidad o con defectos en la construcción del árbol y de las cuchillas. Montaje defectuoso de cuchillas y accesorios en el árbol. Equilibrado incorrecto de las cuchillas y accesorios. Uso de herramientas de corte con resistencia mecánica inadecuada. Abandono de herramientas en proximidades del árbol.
Sistemas de prevención Sobre contacto con las herramientas de corte En operaciones con la cepilladora es preceptiva la protección del fragmento de árbol portacuchillas situado en la zona posterior de la guía o zona no activa del árbol con cobertores, bien de reglaje manual o bien autorregulables, a fin de evitar contactos fortuitos en esa zona. La alimentación de la pieza debe realizarse SIEMPRE en sentido contrario al del giro del árbol. Con ello se logra una sujeción más correcta de la pieza, ya que a las elevadas velocidades de trabajo de la máquina, la alimentación de la pieza en el sentido de giro del árbol incrementa considerablemente la posibilidad de proyección de la misma, ya que las cuchillas "tiran" de la madera hacia la salida y paralelamente crece el riesgo de que las manos del operario se precipiten hacia las cuchillas de corte y entren en contacto con ellas. La conducción de la madera hay que hacerla de forma tal que se evite que las manos del operario que guían y empujan la pieza entren en contacto con las cuchillas. Para ello es recomendable colocar la mano izquierda sobre el extremo anterior de la pieza apretándola contra la mesa, manteniendo los dedos cerrados; la mano derecha situada en el extremo posterior de la pieza la empuja hacia adelante. Cada pieza hay que conducirla, si sus dimensiones lo permiten, de tal modo que después de colocada no haya necesidad de variar la situación de las manos. En el cepillado de piezas largas, cuando el extremo anterior de la pieza haya sobrepasado unos 40 cm el árbol portacuchillas, se detiene el avance, se sujeta la pieza con la mano derecha mientras que la izquierda vuelve nuevamente a disponerse detrás del árbol portacuchillas, iniciándose la realimentación de la pieza.
En la parte anterior de la guía o zona de operación existe generalmente un fragmento del árbol portacuchillas ocupado por la propia pieza que se trabaja y un fragmento libre, excedente de la zona ocupada por la pieza y en el que es preceptible aplicar una regla general válida para todas las máquinas: "Cubrir la parte de la herramienta de corte que no se utilice". En la cepilladora este aspecto podría conseguirse ajustando la guía a las dimensiones de la pieza para cada operación, de modo que se evitara la existencia de un fragmento libre del árbol portacuchillas; sin embargo, la puesta en práctica de esta solución, si bien es válida para alguna operación aislada, no lo es para el global de operaciones a realizar en la cepilladora, ya que la misma implicaría un desgaste muy rápido del filo de las cuchillas en su parte anterior quedando intactas en su zona posterior restante y ello va contra los intereses del usuario que precisan de un desgaste uniforme de las cuchillas en toda su longitud. Es por consiguiente preceptiva la instalación de protectores que garanticen que a lo largo de la operación de cepillado no quede accesible el fragmento de árbol portacuchillas excedente del ocupado por la pieza.
Vista del protector reglable del excedente del árbol portacuchillas no ocupado por la pieza Protectores de reglaje manual En general, todos ellos presentan el inconveniente de que deben ser reglados para las distintas necesidades del corte, lo que implica una pérdida de tiempo. Se describen a continuación algunos de ellos: a) Puente de regulación manual Válido para operaciones de planeado y canteado. Está constituido por elementos que se recogen telescópicamente uno dentro del otro, desplegándose según las distintas dimensiones de las piezas a cepillar hasta conseguir la cobertura total del fragmento de árbol portacuchillas excedente del ocupado por la pieza.
Esquema del protector telescópico Debe permitir la cobertura del árbol portacuchillas en toda su longitud (posición de máxima abertura de la guía). b) Cubierta Plegable Válida para operaciones de planeado y canteado.
La cubierta está constituida por una serie de piezas de madera provistas de una concavidad en el centro con objeto de que al ser colocadas sobre la superficie de la mesa no puedan ser atacadas por las cuchillas.
Esquema del protector de cubierta plegable
Vista del protector de cubierta plegable Las distintas piezas de madera van unidas entre sí mediante charnelas con el fin de permitir su desplegamiento hasta conseguir la protección del fragmento del árbol portacuchillas no ocupado por la pieza, consiguiéndose su protección total mediante el ajuste de la guía a las necesidades del corte. Debe permitir la cobertura del árbol portacuchillas en toda su longitud (posición de máxima abertura de la guía). b) Protector Telescópico Válido para operaciones de planeado y canteado. Está constituido por una placa ligeramente curvada de madera o metálica, de fácil construcción y montada sobre un eje vertical que se desliza a través de una abrazadera fijada a la bancada de la máquina.
Para operaciones de canteado el dispositivo se regula en profundidad mediante el tornillo situado en la parte superior del soporte de la placa, de modo que cubra el excedente del árbol que no quede cubierto por la pieza que se trabaja.
Para operaciones de planeado, el protector puede reglarse en altura mediante el tornillo existente en la abrazadera y en profundidad hasta establecer contacto con la guía, de modo que cubra toda la longitud del árbol portacuchillas, pasando la pieza por debajo de la placa. Asimismo, puede utilizarse como protector tan sólo del fragmento de árbol portacuchillas no ocupado por la pieza. Protectores autorreglables Presentan la ventaja sobre los anteriores de no precisar su reglaje para las distintas dimensiones de las piezas a mecanizar, evitando por consiguiente la pérdida de tiempo que ello suponía. Se describen a continuación unos cuantos: a) Protector de Sector Plano Está constituido por un sector de madera o metal colocado horizontalmente a 5 mm aproximadamente por encima del nivel del tablero o mesa de salida y que gira sobre un eje vertical dispuesto en la mesa de colocación al lado del árbol portacuchillas. En su posición inicial, el sector está retenido tangencialmente por la guía y cubre totalmente la herramienta de corte.
Protector de sector plano Cuando se empieza a cepillar una pieza, ésta empuja el sector que por su forma especial y girando sobre el eje, se apoya siempre tangencialmente sobre la pieza que se trabaja y cubre la parte del árbol que quedaría al descubierto según el ancho de la pieza
Abertura de la protección por la presión de avance de la pieza
Vistas del protector de sector plano Una vez finalizada la operación, la pieza que ha sobrepasado el árbol, deja libre la cubierta volviendo ésta a su posición inicial merced a la acción de un resorte antagonista que va unido al eje. b) Puente de Regulación Automática Está constituido por una placa ligeramente curvada en aleación ligera (1), un brazo (2), un perno de rotación (3) con soporte de anclaje (4) y un contrapeso (7) con tornillo de bloqueo. La protección cubre continuamente el árbol portacuchillas y un plano inclinado (5) permite su desplazamiento en altura bajo la acción de la pieza durante el cepillado. En el extremo del puente, un pequeño protector móvil (6) tipo Sector Plano, mantenido por un resorte, sirve para realizar trabajos de canteado y también para planear piezas de reducidas dimensiones
Esquema del puente de regulación automática Protector para operaciones de canteado Consiste en un listón de madera sujeto al extremo de la mesa de salida y desplazable sobre un eje.
Esquema del listón para cantear En virtud de la elasticidad de la madera, la aleta final que cubre el árbol portacuchillas aprisiona fuertemente la pieza contra la guía durante el canteado. La utilización del listón para cantear requiere de una protección complementaria del fragmento excedente del árbol portacuchillas.
Operación de canteado Carro de alimentación automática Es un sistema tractor por rodillos que realiza automáticamente la alimentación de piezas de madera a la zona de operación de la cepilladora. Sin ser en sí mismo un protector específico de la cepilladora, debe considerarse como tal, ya que manteniendo la madera apretada contra el órgano cortante, sustituye a las manos en la zona peligrosa. Protección del árbol vertical en operaciones simultáneas de cara y canto Las cuchillas verticales para cepillar el canto en operaciones silmultáneas de planeado-canteado deberán estar protegidas por un dispositivo que las oculte en posición de reposo.
Cepilladora con árbol de canteado incorporado Este dispositivo deberá levantarse por la presión de avance de la pieza, dejando accesible la parte del árbol necesaria para la operación. Deberá recubrir automáticamente el útil después de pasar la pieza.
Vista de protección en operaciones de cepillado simultáneo de cara y canto Empujadores Como norma general, los empujadores no deben considerarse en ningún caso como elementos de protección en sí mismos, ya que no protegen directamente la herramienta de corte, sino las manos del operario al alejarlas del punto de peligro. Deben por tanto considerarse como medidas complementarias de las protecciones existentes, pero nunca como sustitutorias de las citadas protecciones. Su utilización es básica en la alimentación de piezas de reducidas dimensiones, así como instrumento de ayuda para el "fin de pasada" en piezas grandes.
Uso de empujadores en el cepillado de piezas cortas
Sobre retroceso imprevisto y violento de la pieza que se trabaja Para eliminar la posibilidad de actualización de este riesgo en accidente, se deben tener presentes los siguientes aspectos: ●
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Los labios de las mesas de alimentación y salida no presentarán aspectos mellados, dentados o astillados a fin de evitar atascos o enganches de la madera durante su alimentación. El ajuste de las mesas de trabajo a las necesidades de cada corte implica que la mesa de salida ha de estar siempre enrasada con la superficie cilíndrica descrita por el filo de las cuchillas. La mesa de alimentación, paralela siempre a la de salida, debe situarse más baja en la magnitud correspondiente al espesor de viruta deseado. Si la mesa de salida está por encima de la arista superior del cilindro descrito por las cuchillas, la pieza choca contra la mesa y, si por el contrario está por debajo, la pieza resulta socavada por las cuchillas. Ambas circunstancias son peligrosas y se evitan con un correcto reglaje de la masa de salida. Las cuchillas de corte montadas en el árbol han de presentar un correcto afilado. La pérdida de filo incrementa considerablemente la resistencia a la penetración del útil en la pieza implicando con ello un elevado riesgo de proyección de la pieza que se mecaniza.
Sobre proyección de herramientas de corte y accesorios en movimiento Para disminuir y a ser posible evitar la actualización de este riesgo en accidente, es necesario cumplir con las siguientes medidas preventivas: ● ● ●
Construcción de las cuchillas y árbol portacuchillas en materiales de primera calidad y sin defectos. Fijación y montaje correcto de las cuchillas al árbol. Afilado y equilibrado perfecto de las cuchillas. El equilibrado es una operación muy importante en esta máquina ya que a la elevada velocidad de rotación del árbol es indispensable que esté perfectamente equilibrado, o sea, que las cuchillas han de tener siempre el mismo peso dos a dos. No cabe duda que para conseguir dicho equilibrio es necesario también que los tornillos y arandelas para la fijación sean idénticos entre sí. Hay que cerciorarse del equilibrado a períodos regulares de tiempo.
Legislación Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Orden 9.3.71). Ordenanza Laboral de la Madera (Orden 28.7.69) (Capítulo IX, artículo 103).
Bibliografía (1) INSHT Labras o Cepilladoras (Hoja Divulgadora D.S.7) (2) NATIONAL SAFETY COUNCI L Wood Jointers (Data Sheet 280. Revisión A) (3) INRS Dégauchisseuses (Note nº 912-76-74) (4) INSHT Cepilladora (Serie: Agentes Materiales. Clave: 014.26.481.00)
© INSHT
NTP 133: Tronzadora - Ingletadora Tronçonneuse pour couper à onglet Jointing Sawing Machine Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados:
Vigentes:
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA - BARCELONA
Objetivos Dar a conocer los principales riesgos de la máquina y las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de dichos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de esta máquina comunes a otras máquinas y/o procesos (ej.: contactos eléctricos, atrapamiento entre transmisiones, etc.).
Identificación de la máquina La tronzadora de disco es una máquina utilizada para el corte de madera a un ángulo determinado entre 450 a derecha e izquierda del plano normal de contacto del disco con la madera, pudiendo cortar asimismo a bisel. Para efectuar los cortes, el operario deposita la pieza sobre la mesa contra la guía-tope posterior, selecciona el ángulo de corte y aproxima el disco a la pieza accionando el brazo destinado al efecto.
Fig. 1: Vista de la tronzadora
Datos de accidentabilidad
La tronzadora es una máquina con unos índices de accidentabilidad bajos comparada con otras máquinas utilizadas en la industria de la madera. De los accidentes graves ocurridos en la provincia de Barcelona entre 1972-1983, en esta máquina han acontecido el 0,42% de total de accidentes graves del sector y el 0,59% de los accidentes graves en máquinas.
Riesgos específicos Contacto con el disco de corte Este riesgo, que puede considerarse como el más grave de los riesgos específicos de esta máquina, se puede presentar en las siguientes situaciones: Durante el desarrollo de operaciones de corte Normalmente, para la ejecución de estas operaciones, el operario sujeta manualmente la pieza con la mano izquierda, mientras que con la mano derecha acciona la palanca de descenso del disco. La aparición de un nudo que varíe la resistencia a la penetración provoca una sacudida brusca en la pieza si ésta no permanece sólidamente fijada a la mesa y consecuentemente la posibilidad de que la mano del operario que la sujeta se precipite hacia el disco y entre en contacto con el mismo si permanece accesible. Asimismo, este riesgo aparece en operaciones de corte de testas en piezas de corta longitud en tronzadoras cuya mesa de apoyo presenta una discontinuidad en su superficie para realizar los ingletes (figura 2). Al penetrar el disco en la pieza, ésta puede caer en la oquedad de la mesa si previamente no se ha garantizado su sólida fijación y consecuentemente arrastrar la mano que la sujeta, entrando en contacto con el disco si permanece accesible.
Fig. 2: Tronzadora con el disco accesible y discontinuidad en la superficie de la mesa de apoyo Contactos fortuitos con el disco girando en vacío en posición de reposo Este riesgo se puede actualizar en tronzadoras con órgano de accionamiento enclavable en dos posiciones, marchaparo, y que el operario mantenga girando el disco en vacío en posición de reposo y con el disco accesible, mientras efectúa operaciones en zonas próximas al disco (ej.: retirar la pieza cortada, situar una nueva pieza sobre la mesa, etc.). Caída brusca del disco por rotura del muelle de sujeción en posición de reposo Este riesgo puede actualizarse fundamentalmente en tronzadoras cuyo muelle de sujeción trabajando a tracción llegara a romperse y sus consecuencias serían especialmente graves si el disco permaneciera girando en vacío y al caer alcanzara las manos del operario que en ese momento estuviera realizando operaciones en esa zona.
Proyección de la pieza cortada Este riesgo se manifiesta en operaciones de tronzado de piezas cortas con topes fijos. Al finalizar el corte e izar el disco, el retal encunado entre tope y disco puede ser arrastrado por éste y proyectado violentamente, e incluso, en el peor de los casos llegar a la rotura del disco.
Medidas preventivas Sobre contactos con el disco de corte Durante el desarrollo de operaciones de corte
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Sobre el método de trabajo: La sujeción de la pieza a cortar a la mesa de apoyo no debe realizarse nunca manualmente, sino con la ayuda de prensores adecuados que garanticen en cualquier circunstancia (aparición de nudos, etc.) una sólida fijación a la mesa de apoyo de la pieza de cortar. Con la puesta en práctica de esta medida preventiva queda prácticamente anulado el riesgo de contacto con el disco durante el desarrollo de la operación, al permitir permanecer las manos alejadas de la zona de peligro. Sobre protección del disco: El disco de corte de la tronzadora se protegerá con una pantalla de material transparente (de modo que permita observar la línea de corte), bien será retráctil fig. 3 o basculante de descenso solidario con el cabezal fig. 4. La pantalla, retráctil o basculante, debe garantizar la protección total del disco en posición de reposo del mismo; durante el funcionamiento debe dejar al descubierto únicamente la parte del disco necesaria para el corte. La pantalla será de robustez suficiente como para evitar la proyección de una pastilla que llegara a desprenderse del disco (en caso de utilizar discos de metal duro).
Fig. 3: Pantalla retráctil de protección del disco
Fig. 4: Pantalla basculante de protección del disco Prevención de contactos fortuitos con el disco girando en vacío en posición de reposo Independientemente de que el disco permanezca protegido en reposo por la pantalla descrita en el punto anterior, el órgano de accionamiento del disco de la tronzadora será de pulsación continua, con lo que se garantiza que el disco no gire en vacío en la posición de reposo del mismo. Prevención de caída brusca del disco por rotura del muelle Si bien las medidas anteriores ya garantizan la protección del disco y que el mismo permanece parado cuando no se trabaja con él, se describen a continuación unas medidas preventivas específicamente encaminadas a evitar la caída brusca del disco: El muelle de sujeción trabajará a compresión y estará situado preferentemente en el interior de una vaina.
NTP 186: Escopleadora de cadena Mortaiseure à chaîne Chain Mortising Machine Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados:
Vigentes:
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO - BARCELONA
Objetivos Dar a conocer los principales riesgos de la máquina y las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de dichos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de esta máquina comunes a otras máquinas y/o procesos. (Ej. contactos eléctricos, atrapamiento entre transmisiones, etc...).
Identificación de la máquina La escopleadora de cadena se utiliza para realizar escopleaduras de agujero oblongo, sea ciego o pasante. Ello se consigue a través de una herramienta de corte consistente en una cadena cuyos eslabones son cuchillas. La máquina, de sencillo diseño (Fig. 1), consta básicamente de: ●
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Carro portacadena deslizante accionado mediante una palanca. Por medio de un contactor la cadena se pone en movimiento, automáticamente, al empezar el descenso y se para al volver a su posición de partida. El retorno del cabezal a la posición de reposo se efectúa automáticamente al cesar la acción del operario sobre la palanca gracias a un muelle al efecto. Mesa horizontal donde se coloca y amordaza la pieza a trabajar. Mesa vertical, utilizada (previa extracción de la mesa horizontal) para la realización de algunos tipos de escopleaduras específicas (Ej.: escopleado de los alojamientos de las cerraduras en puertas), para lo cual las puertas se fijan a la mesa por medio de un prensor.
El método de trabajo en esta máquina es como sigue: El operario coloca y amordaza la pieza a la mesa de trabajo. Si se realiza una escopleadura puntual, con la mano derecha acciona la palanca que comanda el descenso de la cadena, hasta que ésta se introduce en la madera en el punto y con la profundidad deseada. Si se realiza una escopleadura corrida, con la mano derecha se opera idénticamente, mientras con la mano izquierda se acciona la palanca (o volante) que comanda el desplazamiento longitudinal del cabezal o de la mesa, según la máquina. La mesa puede ser inclinable a ±45º y/o el carro giratorio a ±45º para la realización de agujeros inclinados y cuneiformes.
Fig. 1: Esquema de la escopleadora
Datos de accidentabilidad La escopleadora es una máquina con unos datos de accidentabilidad bajos comparada con otras máquinas utilizadas en industrias de segunda transformación de la madera. De los accidentes graves ocurridos en la provincia de Barcelona entre los años 1972-1984, en esta máquina han acontecido el 0,52% del total de accidentes graves del sector y el 0,73% de los accdientes graves en máquinas.
Riesgos específicos Contacto con la cadena fresadora (Fig. 2)
Fig. 2: Escopleadora con la herramienta de corte y órganos de transmisión completamente accesibles
Este riesgo, puede considerarse como el más típico de los riesgos específicos de esta máquina, se puede presentar en las siguientes situaciones: Durante el desarrollo de operaciones de escopleado Esta situación de riesgo es difícilmente actualizable dado que las manos del operario permanecen alejadas a lo largo de toda la operación de la zona de corte (la mano derecha accionando la palanca de accionamiento de la cadena y la mano izquierda accionando la palanca de desplazamiento longitudinal del cabezal o mesa). Tan solo se puede actualizar en operaciones puntuales de escopleado en las que el operario sujete manualmente la pieza con la mano izquierda y la cadena arrastre la pieza por una variación de la resistencia a la penetración y con ella la mano que la sujeta. Contactos fortuitos con la cadena girando en vacío en posición de reposo Dado que como se ha dicho el retorno del cabezal a la posición de reposo es automática al cesar la acción del operario sobre la palanca y que la cadena se para automáticamente en esa posición, esta situación de riesgo tan sólo puede darse en escopleadoras muy antiguas carentes de retorno automático y/o contactor de paro. Asimismo, se ha constatado la existencia de máquinas en el mercado, que por un defecto de mantenimiento del dispositivo de retorno del cabezal, éste no retorna por completo a la posición de reposo y al no ser accionado el contactor de final de carrera, la cadena sigue girando en vacío. La ejecución de operaciones en zonas próximas a la cadena (Ej.: retirar la pieza mecanizada, situar una nueva pieza sobre la mesa, etc...) conjugada con alguna de las situaciones anteriormente descritas, implica la posibilidad de contacto fortuito con la cadena. Puesta en marcha accidental de la cadena por accionamiento involuntario de la palanca Esta situación de riesgo puede actualizarse en accidente si mientras el operario realiza operaciones en zonas próximas a la cadena, ésta es puesta accidentalmente en marcha por accionamiento involuntario de la palanca por parte de una tercera persona.
Proyección de la cadena o de fragmentos de la misma en caso de rotura Este riesgo se puede actualizar por diversas situaciones: a. Tensión de trabajo defectuosa por lo que la cadena sin que exista rotura de eslabones puede salir proyectada. b. Tensión de trabajo excesiva que puede facilitar la rotura de algún eslabón y posterior e inmediata proyección de la cadena. c. Cadena en deficiente estado, sea por mantenimiento deficiente de la misma o por envejecimiento debido al uso prolongado.
Proyección de virutas y astillas de madera Situación de riesgo asimismo vigente en operaciones con la escopleadora de cadena.
Medidas preventivas Sobre contactos con la cadena fresadora Durante el desarrollo de operaciones de escopleado ●
Sobre el método de trabajo La sujeción de la pieza a mecanizar a la mesa de apoyo no debe realizarse nunca manualmente, sino con la ayuda de prensores adecuados que garanticen en cualquier circunstancia (aparición de nudos, etc...) la sólida fijación a la mesa de apoyo de la pieza que se trabaja.
Fig. 3: Operación con pieza sólidamente fijada y vista de la pantalla frontal de operación de la cadena
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Sobre la protección de la cadena La parte de la cadena que no se utiliza para el trabajo debe ser inaccesible durante su funcionamiento. El protector realizado a este efecto debe ser suficientemente robusto para impedir la proyección de la cadena o de fragmentos de la misma en caso de rotura de ésta. Además, un dispositivo debe impedir el funcionamiento de la máquina con el protector abierto. El acceso a la parte de la cadena utilizada para el trabajo debe ser impedida por un segundo protector, el cual deberá satisfacer las siguientes condiciones: a. Debe reposar sobre la pieza a trabajar durante la operación. b. Su puesta en posición de seguridad debe efectuarse automáticamente durante el descenso del cabezal y no debe ser trabado por la presencia del dispositivo de fijación de las piezas. c. Debe permitir buena visibilidad del trabajo para el operario.
Contactos fortuitos con la cadena girando en vacío en posición de reposo El retorno del cabezal a la posición de reposo debe efectuarse automáticamente al cesar la acción del operario sobre la palanca de accionamiento. Además, un dispositivo debe asegurar automáticamente la parada de la cadena al llegar el cabezal a lo alto de su carrera. Puesta en marcha accidental de la cadena por accionamiento involuntario de la palanca Una señalización óptica, claramente visible desde el puesto de trabajo, debe señalizar automáticamente la puesta en tensión de la máquina. La escopleadora irá provista de un dispositivo de anclaje automático de la palanca de accionamiento en posición de reposo, de modo que antes de iniciar el descenso de la cadena se deba voluntariamente liberar el anclaje. (Fig.4 y 5)
Fig. 4: Vista de un dispositivo de liberación de anclaje sitio en la palanca de accionamiento
Fig. 5: Vista del orificio de enclavamiento mecánico de la palanca de accionamiento
Sobre proyección de la cadena o de sus fragmentos en caso de rotura Medidas tendentes a evitarla rotura y/o proyección ●
Comprobación de la tensión adecuada antes de iniciar cada operación. La tensión se considera correcta cuando cogidos ambos lados de la cadena con el pulgar y el índice pueden desplazarse de 3 a 4 mm.
●
Es recomendable ensanchar la escopleadura solamente aplicando la cadena desde arriba, evitando fresar lateralmente.
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La penetración de la cadena en la pieza debe ser uniforme en vez de hacerlo a golpes.
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Mantener la cadena en todo momento correctamente afilada.
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Las cadenas que no se usan deben estar sumergidas en baño de aceite. Cuando va a volverse a utilizar una cadena se deja que escurra el aceite y después de colocada se la hace funcionar durante corto tiempo en vacío con lo cual son expulsadas todas las partículas sueltas de aceite.
Medidas tendentes a evitarlas lesiones La protección de la cadena se ajustará a lo especificado anteriormente. (Ver "Sobre contactos con cadena fresadora")
Sobre proyección de virutas y astillas de madera
La posibilidad de actualización de este riesgo se minimiza con la conjunción de un triple dispositivo de protección: a. Una cuña antiastillas ajustada al máximo al ramal ascendente de la cadena. (Figura 1 y Figura 3) b. Una pantalla frontal de protección del acceso a la cadena, válida asimismo para amortiguar posibles proyecciones. (Figura 1 y Figura 3) c. Sistema de aspiración localizada. El dispositivo de evacuación de polvos y desechos debe ser tal que el operario no pueda entrar en contacto con los elementos móviles por el orificio dejado libre cuando, momentáneamente, este dispositivo no está acoplado a una instalación de aspiración.
Bibliografía (1) HÖNER, H. Alrededor del Trabajo de la Madera Barcelona, Editorial Reverté, S.A., 1965 (2) PIQUE ARDANUY, T. Escopleadoras de cadena. En: Técnicas de Prevención en la Industria de la Madera Barcelona, INSHT, 1979, Fascículo S-222 (3) PLUYETTE, J. Mortaiseuses à chaîne pour le travail du bois et matières similaires. En: Hygiène & Sécurité. Conditions de Travail. Paris, 1982, pág. 944 a 946
© INSHT
NTP 130: Regruesadora Thicknessing Planer Raboteuse Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados:
Vigentes:
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA - BARCELONA
Objetivos Analizar las situaciones de riesgo que se puedan presentar en el manejo de esta máquina, así como las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de estos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de esta máquina comunes a otras máquinas y/o procesos (contactos eléctricos, atrapamiento entre transmisiones, etc.).
Identificación de la máquina La regruesadora o cepilladora de gruesos, se emplea para obtener una superficie plana paralela a otra anteriormente preparada y a una distancia prefijada de ésta. Consta esencialmente de una base fundida de una sola pieza, que soporta la mesa, el árbol portacuchillas y los dispositivos de transporte y ajuste (Fig. 1).
Fig. 1: Esquema de la regruesadora. Órganos de mando La mesa es desplazable en altura, siendo la magnitud del desplazamiento función del grosor de la pieza que se mecaniza, oscilando
las alturas máximas de trabajo entre 200-235 mm. El ajuste de la mesa puede realizarse manualmente mediante volante o mecánicamente. En ambos casos, una regla graduada en mm indica la magnitud de la apertura. El árbol portacuchillas, de sección cilíndrica al igual que en la cepilladora, posee generalmente 3 o 4 cuchillas fijadas al mismo, debiendo permanecer el conjunto equilibrado dinámicamente. El avance de la madera se efectúa por medio de dos cilindros accionados: uno, ranurado, a la entrada; el otro, liso, a la salida de la máquina (Fig. 2).
Fig. 2: Elementos de mecanización de regruesadora El mando del avance es totalmente independiente del mando del árbol portacuchillas y tiene su propio motor. La madera se sujeta muy cerca del árbol portacuchillas por medio de prensores seccionados graduables, con lo que todas las piezas de madera, de gruesos diferentes, quedan sujetas cuando se regruesan. Los travesaños de presión han de estar tan próximos como sea posible al cilindro de vuelo formado por las cuchillas con el fin de evitar las vibraciones en piezas de poco grosor. Los rodillos de arrastre y de extracción tienen también, por su parte, que estar próximos a los travesaños de presión con objeto de poder cepillar maderas cortas. El mínimo de longitud de las piezas de regruesar es igual a la distancia entre ejes de los cilindros de arrastre y de extracción más cinco centímetros.
Datos de accidentabilidad La regruesadora es la menos peligrosa de las máquinas convencionales usadas para mecanizar la madera en Industrias de Segunda Transformación de la Madera. Los datos de accidentabilidad grave a nivel de la provincia de Barcelona entre 1972-1983, así parecen confirmarlo, ya que en esta máquina tan solo han acontecido el 0,56% del total de accidentes graves del sector y el 0,78% de los accidentes graves en máquinas. Ello puede explicarse por dos razones distintas: a. En esta máquina, al contrario de lo que ocurre en el resto de máquinas convencionales para transformar la madera (tupí, cepilladora, sierras, etc.), el operario para alimentar la pieza no debe aproximar ésta manualmente hacia la herramienta de corte. Ello proporciona, evidentemente, una considerable reducción del riesgo de accidente. b. En la actualidad, esta máquina sale al mercado en unas condiciones de seguridad aceptables, al tener completamente carenados sus órganos agresivos (elementos de transmisión, de arrastre de la pieza y árbol portacuchillas) y tener asimismo protegido uno de los mayores riesgos de esta máquina cual es el retroceso violento de la pieza que se mecaniza. Sin embargo, siguen instaladas y en funcionamiento, regruesadoras muy antiguas en las que los elementos agresivos y las situaciones de riesgo antes descritas permanecen completamente desprotegidas (Fig. 3 y Fig. 4).
Fig. 3: Regruesadora con cilindro de arrastre rígido accesible
Fig. 4: Árbol portacuchillas de la regruesadora de sección cuadrada y accesible
Riesgos específicos Contacto con árbol portacuchillas Riesgo difícilmente actualizable en accidente en las máquinas de reciente construcción, por estar el árbol carenado. Es sin embargo posible la aparición de este tipo de accidentes en máquinas antiguas y el contacto puede producirse ya sea al intentar manipular por cualquier causa en esa zona durante la operación, ya sea fortuitamente por resbalones, caídas, etc., del operario y/o terceras personas que deambulan por la zona normalmente sucia por acumulación de residuos de la mecanización y que al perder el equilibrio entren accidentalmente en contacto con el árbol. Fig. 4
Atrapamiento manual entre el cilindro estriado de avance y la madera El cilindro acanalado de alimentación, dotado de movimiento propio e independiente del movimiento de giro del árbol portacuchillas, supone un grave peligro si no está cubierto, como acostumbra a ocurrir en las máquinas antiguas. Fig. 3 También en las máquinas modernas, aunque protegidas, puede darse este riesgo de atrapamiento si el trabajador, ajeno a veces a este riesgo, introduce las manos debajo de la protección mientras empuja la pieza, aunque ésta es una circunstancia harto improbable.
Retroceso de la pieza en elaboración Los accidentes ocasionados por este riesgo se producen sobre todo en máquinas con cilindro de avance rígido (Fig. 5) y mecanismos de presión de la pieza asimismo rígidos. Se presenta este riesgo cuando se pasan simultáneamente piezas de distinto grosor, ya que, sobre todo si la diferencia es grande, el cilindro y el travesaño de presión no ejercen presión alguna sobre las de menor espesor y estas piezas al entrar en contacto con las cuchillas son proyectadas violentamente hacia atrás.
Fig. 5: Rodillo de arrastre rígido
Rotura y/o proyección de cuchillas
Al igual que en la cepilladora, la rotura de una cuchilla y la posterior proyección de sus fragmentos, puede ser debida a alguna de las causas que a continuación se detallan o a la concatenación de algunas o de todas ellas: ● ● ● ●
Cuchillas y/o árbol portacuchillas construídos en material de mala calidad. Montaje defectuoso de las cuchillas. Cuchillas mal afiladas o deficientemente equilibradas. Uso de maderas con incrustaciones pétreas o metálicas.
Si al producirse la rotura la máquina carece de capota protectora (Fig. 4) o ésta se rompe a su vez por el impacto de la proyección el fragmento puede alcanzar al operario de la máquina o a otros que estén presentes en el taller.
Medidas preventivas Sobre contacto con el árbol portacuchillas La parte de la máquina situada por encima del árbol portacuchillas comprendida entre el cilindro acanalado de entrada hasta el cilindro liso de salida, debe ser mantenida inaccesible, bien sea por las partes fijas de la máquina o por un dispositivo abatible, estable en posición abierta. Cuando la máquina está equipada de un cárter abatible, los elementos móviles no deben poder ser puestos en marcha antes del cierre de éste. Además, la apertura del cárter no debe poder realizarse mientras dichos elementos estén en movimiento.
Sobre atrapamiento manual entre el cilindro estriado de avance y la madera El cilindro de avance de la regruesadora deberá quedar protegido por el cárter protector del árbol portacuchillas. Si así no fuera, debería instalarse un cárter protector adicional. Debe evitarse, al efectuar la alimentación, introducir las manos por debajo del dispositivo antirretroceso para empujar la madera. En caso necesario, se alimentará el tramo final de cada pieza con la pieza siguiente y la última de las piezas por medio de empujadores al efecto.
Sobre retroceso de la pieza que se trabaja Medidas tendentes a evitar el accidente: En regruesadoras dotadas de cilindro de avance rígido (Fig. 3 y Fig. 5), será norma de obligado cumplimiento el no elaborar más de una pieza a la vez y en caso de cepillar dos o más piezas simultáneamente, debe observarse que éstas sean de idéntico espesor. La precaución anterior puede obviarse si la máquina va dotada de cilindro seccionado (Fig. 6) y mecanismos de presión de la pieza asimismo seccionados, ya que ambos garantizan que espesores distintos sean presionados uniformemente.
Fig. 6: Rodillo de arrastre seccionado Medidas tendentes a evitar las lesiones: Para evitar que la pieza rechazada pueda salir proyectada violentamente hacia atrás, delante del rodillo de arrastre deberá ir instalado un eje provisto de lengüetas oscilantes (Fig. 7). Estas lengüetas están orientadas de modo que permitiendo el paso de la madera que se alimenta, oprimen fuertemente contra la mesa a las que van en sentido opuesto en caso de salir proyectadas hacia atrás. Su espesor debe estar comprendido entre 8 y 15 mm y el intervalo de separación entre cada una de ellas ser como máximo de 5 mm.
Fig. 7: Diferentes diseños de lengüetas antirretroceso Deben volver a su posición original por el efecto de su propio peso; unos topes impedirán su rotación completa alrededor del eje.
Sobre rotura y/o proyección de cuchillas Medidas tendentes a evitar el accidente: Las cuchillas, así como el árbol portacuchillas, deberán estar construídas en materiales de primera calidad y adaptadas a la velocidad y otras prestaciones requeridas. La fijación y montaje correcto de las cuchillas al árbol es de todo punto imprescindible ya que una fijación errónea de una cuchilla al árbol puede provocar la rotura de un tornillo de sujeción con su posible proyección. Por eso, la operación de ajuste de los tornillos de sujeción ha de efectuarse siguiendo las instrucciones del constructor. Debe asimismo tenerse muy presente que el conjunto de piezas y accesorios que forman parte del árbol portacuchillas resulte perfectamente equilibrado en todo mornento. Medidas tendentes a evitar las lesiones: El cárter protector de todos los órganos en movimiento de la regruesadora debe tener el espesor y solidez suficientes y no presentar fisuras ni roturas, de modo que en caso de producirse la rotura y proyección de una cuchilla, ésta no provoque a su vez la de la cubierta protectora.
Bibliografía (1) PIQUE ARDANUY, T. Regruesadoras. En: Técnicas de Prevención en la Indústria de la Madera. Barcelona, INSHT, 1979, Fascículo S-229. (2) PLUYETTE, J. Machines à Raboter. En: Hygiène & Sécurité. Conditions de Travail. París, 1982, pág. 586 a 588 et pág. 958 a 959.
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NTP 92: Sierra de cinta Bandsaw Scie à Ruban à Table Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados: Sí
Vigentes:
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA - BARCELONA
Objetivos Dar a conocer los principales riesgos de la máquina y las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de estos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de esta máquina comunes a otras máquinas y/o procesos (Ej. : Contactos eléctricos, incendio, atrapamiento entre transmisiones, etc.).
Identificación de la máquina Reducida a sus órganos principales, una sierra de cinta se compone de un bastidor generalmente en forma de cuello de cisne soportando dos volantes equilibrados superpuestos en un mismo plano vertical y sobre los cuales se enrolla una hoja de sierra sin fin llamada cinta.
Esquema de la sierra de cinta (Fig. 1) El volante inferior recibe el impulso motor, mientras que el volante superior es arrastrado por la cinta. Las llantas de los volantes deben estar provistas de un bandaje (corcho, goma) que facilita el apoyo elástico de la hoja, conserva la vía en las hojas estrechas, disminuye el ruido y absorbe las variaciones instantáneas del esfuerzo de corte. La zona de operación de la hoja es el recorrido descendente; este recorrido está sometido dinámicamente a una tensión superior a la
del recorrido ascendente llamado también flotante, por el hecho que el volante motor es el inferior. La hoja está guiada por encima y debajo de la mesa por guías en madera o metálicas. El guiado tiene por finalidad dar a la hoja un aseguramiento contra la presión de avance ejercida de delante hacia atrás y eliminar los desplazamientos laterales. El triscado tiene como objeto facilitar el corte libre, es decir, que las puntas de los dientes deben abrir un camino más ancho que el espesor de la hoja para que no se establezca rozamiento entre la superficie de la hoja y las paredes del corte, evitando de este modo el posible riesgo de lanzamiento de la pieza por atascamiento de la hoja. El triscado debe alcanzar 1/3 de la profundidad del diente y no sobresalir lateralmente más del doble del espesor de la hoja de sierra.
Datos de accidentabilidad De un total de 630 accidentes graves y 11 accidentes mortales ocurridos en la provincia de Barcelona en la industria de la Madera entre los años 1972-1981, en la sierra de cinta se han contabilizado 36 accidentes graves y ninguno mortal, lo que representa el 5'71% del total de los accidentes graves del sector y el 8'37% de los accidentes graves ocurridos en máquinas del sector. A estos datos de accidentabilidad es preciso añadir que se han contabilizado en el período de tiempo de la muestra 22 accidentes graves que no se han podido distribuir al no especificarse en el Impreso de notificación del Parte de Accidente el tipo de sierra en que había acontecido el accidente.
Riesgos específicos Caída de la cinta La caída de la cinta fuera de los volantes sin que exista, rotura de la misma es un riesgo que rara vez se actualiza en accidentes. Esta caída de la cinta puede ser debida a: ●
●
●
Volantes de la sierra no coplanarios, con lo que la cinta no se adhiere en toda su anchura al volante o presenta torsiones que facilitan su caída a velocidad de régimen de máquina. Tensión insuficiente de la cinta que produce asimismo una inadecuada adherencia de la cinta a los volantes así como desplazamientos de la cinta debido a la presión de avance ejercida de delante hacia atrás por 1 pieza que se corta. Deficiente adherencia de la cinta a los volantes al no ser elásticos el apoyo de la hoja sobre la superficie de acero de los volantes.
Rotura violenta de la cinta con proyección de la misma La rotura de la cinta puede ser causada por: ●
●
Tensión excesiva de la cinta. Esta tensión viene generalmente determinada por un montaje y reglaje incorrecto de la hoja de corte. Asimismo influye en el grado de tensión de la hoja el que los volantes sean o no coplanarios. Calentamiento excesivo de la cinta que puede ser motivado por: a) Apoyo inelástico de la hoja en el volante. b) Velocidad de corte inadecuada al tipo de madera que se trabaja. c) Ensuciamiento de la hoja por aserraduras o resina. d) Triscado deficiente.
● ● ●
Desgaste por el uso de la hoja. Deficiente conducción de la madera. Cualquier desviación durante el corte puede provocar la rotura de la hoja. Soldaduras deficientes. El punto soldado es el más sensible de la hoja; si su dureza y espesor difieren de los del material no soldado aparecen agrietamientos en los bordes, llegando a provocar una nueva rotura.
Contacto con la cinta en la zona de operación El citado riesgo puede actualizarse en accidente por la existencia de una o varias de las situaciones siguientes: a) Aparición de nudos, contravetas u otros fallos en la madera que varían la resistencia a la penetración de la herramienta. b) Deficiente ubicación de las manos del operario. c) Inadecuada conducción de la madera. d) Basculamiento de la pieza. e) Proximidad de las manos a la zona de corte, en especial durante la alimentación del tramo final de la pieza o durante el serrado de piezas de reducidas dimensiones.
La conjunción de algunas o varias de estas situaciones con la existencia de una abertura excesiva de la zona de operación en relación con las dimensiones de la pieza que se corta, posibilita el contacto de las manos del operario con los dientes de la cinta en el punto de operaciones
Zona de operación excesivamente abierta en función del espesor de la pieza que se corta (Fig. 2).
Contacto con órganos móviles (cinta, volantes, radios de volantes) en zonas alejadas del punto de operación El riesgo de contacto con órganos móviles de la máquina, como son los recorridos ascendente y descendente de la cinta, los volantes superior e inferior y en su caso los radios de los citados volantes en zonas alejadas del punto de operación, es tan solo actualizable debido a la inexistencia de protección o a la insuficiencia de la misma.
Sierra de cinta con los volantes y recorridos de la cinta accesibles (Fig. 3).
Sistemas de prevención Sobre caída de la cinta a) Medidas tendentes a evitar la caída Los volantes de la sierra deberán estar imprescindiblemente en un mismo plano vertical. El montaje y reglaje de la cinta será realizado por personal especializado con el fin de evitar defectos de tensión en la misma. La cinta irá provista de guías por encima y debajo de la mesa que den a la hoja un aseguramiento contra la presión de avance ejercida de delante hacia atrás por la pieza y elimine también los desplazamientos laterales. Una tercera guía fijada en el bastidor impide el flotamiento del recorrido ascendente de la cinta. El apoyo de la hoja ha de ser elástico. Ambas poleas deben ir provistas por esta razón de un bandaje, es decir, sus superficies de acero se recubren con goma o corcho. Con estos bandajes se obtiene una mejor adherencia de la hoja a los volantes. b) Medidas tendentes a evitar las lesiones Todo el recorrido de la cinta deberá permanecer completamente protegido, dejando tan solo al descubierto el fragmento de cinta estrictamente necesario para el corte.
Sierra de cinta con los volantes y recorridos de la cinta inaccesibles (Fig. 4).
Sobre rotura violenta de la cinta con proyección de la misma a) Medidas tendentes a evitar la rotura La tensión de la hoja ha de ser elástica con objeto de poder absorber y amortiguar los choques que se producen durante el trabajo. Esta se consigue actuando sobre los pequeños volantes o palancas graduables que actúan sobre el volante superior de la sierra, desplazable verticalmente. Para evitar el calentamiento excesivo de la cinta es recomendable: 1) Existencia de "bandaje" que evite el calor que en su ausencia se produciría por rozamiento entre la cinta y la llanta del volante. 2) La velocidad de corte debe mantenerse entre los límites adecuados a cada tipo de máquina y a las características de la madera que se trabaja. 3) Se debe limpiar constantemente el bandaje de partículas de resina, serrín y virutas que pudieran adherírsele. Para ello es necesario instalar uno o más cepillos de cerda dura que froten sobre la llanta del volante inferior. 4) Dar el triscado correcto a los dientes, sobre todo para maderas tiernas. Se debe ejercer un control constante del estado de la cinta, desechando aquéllas que no presenten condiciones fiables de utilización. Para una correcta conducción de las maderas es imprescindible el uso de la guía de apoyo siempre que sea posible, conjuntamente con dispositivos de presión o cualquier otro medio que mantenga la pieza constantemente apoyada contra la guía. Las operaciones de soldadura serán encomendadas a trabajadores especializados. Se deben evitar soldaduras repetidas en una misma hoja, siendo recomendable en tal situación la sustitución de la hoja. b) Medidas tendentes a evitar las lesiones Todas las medidas anteriores tienen por objeto impedir la rotura de la hoja de la sierra, pero a pesar de todo la rotura se produce y no con poca frecuencia. Es por ello que se exige que las medidas anteriores se complementen mediante la adopción de otras medidas encaminadas a conseguir que la proyección violenta de la hoja o de los pedazos en que ésta se rompe no alcancen a los trabajadores del taller. Estas medidas se concretan en: ●
Todo el recorrido de la cinta deberá protegerse mediante carcasas de resistencia adecuada de modo que se asegure la no proyección de la cinta en caso de rotura de la misma. Tan solo debe quedar al descubierto el fragmento de cinta estrictamente necesario para el corte.
Sierra de cinta con los volantes y recorridos de la cinta inaccesibles (Fig. 4). ●
En el caso de que la protección del volante superior no se realice mediante carcasa envolvente total del mismo sino mediante mamparas paralelas que protejan del acceso a ambas caras del volante dejando al descubierto su recorrido superior, éste debe asimismo protegerse para evitar el latigazo de la hoja o la salida violenta de fragmentos de la misma en caso de rotura. Esta protección puede conseguirse colocando en la parte de arriba, a lo largo del contorno de la semicircunferencia superior de dicho volante, una lámina de chapa concéntrica con éste, de un ancho un poco mayor que el de su llanta y a unos 10 cm. de la superficie del mismo.
Vista de la protección del volante superior para evitar el latigazo (Fig. 5).
Sobre contacto con la cinta en la zona de operación Con las protecciones anteriores se ha logrado cubrir todo el recorrido de la cinta salvo el tramo del recorrido descendente que ha de quedar libre por encima de la mesa según las necesidades del corte a efectuar. Este espacio libre puede protegerse de diversas maneras aunque todas están basadas en la graduación en altura de la protección que va unida a la barra guía. Entre las protecciones de la zona de operación de la sierra de cinta las hay que precisan de reglaje manual y otras son autorreglables. Los protectores automáticos que se elevan al paso de la madera y bajan pasada ésta son en general prácticos, pero presentan el inconveniente de que en determinadas circunstancias (inatención del operario, pérdidas de equilibrio, etc.) la mano puede levantarlas. Su eficacia no es pues total. Los protectores reglables manualmente no presentan este inconveniente. En cambio, necesitan de una intervención de reglaje a cada cambio de espesor de la pieza a serrar. A pesar de estos inconvenientes, estos protectores son indispensables y evitan un gran número de accidentes que tendrían lugar en su ausencia. De un modo general, los protectores autorreglables incorporan una rampa invertida que al entrar en contacto con la pieza, da una componente vertical que permite la apertura del resguardo Estas protecciones pueden complementarse con varillas articuladas y muelles compensadores de equilibrio para facilitar su elevación o en otros casos con resortes antagonistas para dificultar su apertura indeseada. Unos ejemplos de estos dispositivos son: El dispositivo de la Figura 6 está formado por una regla (1) que se desplaza verticalmente por delante de los dientes de la hoja. Cuando la madera entra en contacto con las pantallas (2) acciona las mismas que a su vez levantan la regla solidaria a ellas. Un juego de varillas articuladas a las que se acopla un muelle compensador de equilibrio facilita la apertura de la protección. La tensión del citado muelle debe permitir la caída de la protección a su posición original una vez concluído el aserrado de la pieza.
Protector autorreglable de la zona de corte (Fig.6) Otro sistema mucho más simple es el que corresponde al esquema de la Figura 7, formado por dos sectores en material plástico transparente que oscilan alrededor de un eje solidario a la barra guía. La instalación de un resorte antagonista entre los sectores de plástico y la barra guía incrementaría la resistencia a efectuar, por la mano del operario para levantar la protección, disminuyendo consecuentemente el riesgo de acceso al dentado de la cinta.
Protector autorreglable de la zona de corte (Fig. 7) Entre los dispositivos de reglaje manual, el de la Figura 8 representa una carcasa de madera, realizada en el mismo taller. Fijada a la barra guía mediante tornillos que en lugar de tuercas llevan palomillas, al inicio de cada operación se regla en altura de forma que sólo quede al descubierto la zona de cinta equivalente al grosor de la pieza a cortar, por lo que, durante el trabajo no puede entrar en contacto con la cinta la mano del operario.
Protector de reglaje manual del punto de operación (Fig. 8) El dispositivo representado en las Figuras 9, 10, 11 y 12 consiste en un montaje de 4 varillas de alambre acerado cuya forma y dimensiones se detallan en el esquema de la Figura 9
Protector de reglaje manual del punto de operación. (Fuente: A. Porlán - GTP Murcia)(Fig. 9).
Vista de la fijación del protector. (Fuente: A. Porlán - GTP Murcia)(Fig. 10)
Vista del protector reglado. (Fuente: A. Porlán - GTP Murcia)(Fig. 11)
Vista del protector reglado. (Fuente: A. Porlán - GTP Murcia)(Fig. 12)
En la parte inferior del protector y partiendo de las dos varillas centrales, hay dos pantallas laterales de 50 x 50 mm. que están destinadas a que la sierra de cinta pase por el centro de las mismas. Estas pantallas son las destinadas a ejercer la mayor parte de la acción protectora del dispositivo. El protector está pensado para ir instalado en el dorso de la tapa frontal del cajetín de madera que normalmente envuelve la sierra de cinta en su tramo descendente. La distancia mínima desde los dientes de la sierra a las varillas del protector ha de ser de 10 mm., pudiendo, para conseguir dicha distancia y siempre que sea necesario, suplementar con madera la cara posterior de la tapa del cajetín. Si el caso es al contrario, el protector se instalará en la cara frontal de la tapa, pudiéndose también suplementar con madera hasta conseguir esa distancia mínima de 10 mm. El conjunto soporte del protector está constituído por un taco de madera dura en forma de prisma rectangular y dimensiones que variarán según necesidades de cada máquina. Dicho taco tiene cuatro muescas paralelas, destinadas a alojar las varillas y permitir el desplazamiento del protector en sentido vertical, pero no las oscilaciones laterales, debiendo ser la profundidad de las muescas igual, aproximadamente, a la mitad del diámetro de las varillas. También se practicarán en el taco de madera dos orificios pasantes destinados a los dos tornillos de fijación que en lugar de tuercas llevarán palomillas. Ambos orificios dispondrán de un rebaje que permita que las cabezas de los tornillos queden profundamente alojadas en el taco a fin de evitar posibles contactos accidentales con el dentado de la sierra. Una vez instalado correctamente el protector, su reglaje en altura a las distintas necesidades del corte, se consigue aflojando las palomillas y ascendiendo o descendiendo el protector, cuya situación óptima de trabajo será cuando la distancia entre la parte inferior de las pantallas y la madera esté entre 6 y 10 mm. Este dispositivo tiene como condicionante para su utilización los trabajos en que se utilice guía de apoyo lateral de la pieza y la distancia entre la guía y la cinta sea inferior a unos 30 mm. Otra posible protección, aplicable especialmente para operaciones de corte de grandes series, consiste en el uso de carros de alimentación automática
Carro de alimentación automática (Fig. 13) Estos, sin ser en sí mismos protecciones específicas de la sierra de cinta, proporcionan un alto grado de cobertura del riesgo al mantener las manos del operario alejadas del punto de operación a lo largo de toda la misma. Asimismo, y como protección complementaria de los sistemas de protección descritos, ya sean de reglaje manual o autorreglables, la alimentación manual de la pieza implicará la utilización de empujadores para realizar el corte de aquellas piezas que por sus peculiares características (forma, dimensiones, etc.) lo aconsejen, así como también siempre para la alimentación del tramo final de la pieza. Con ello se consigue alejar las manos del operario de la zona de corte.
Uso de empujador (Fig. 14).
Para el corte transversal de piezas redondas, troncos, palos, etc., así como piezas que no tengan un apoyo seguro y sean por tanto de difícil aplicación manual a la sierra, pueden emplearse dispositivos auxiliares como los de las Figuras 15 y 16 que impidan el giro de la pieza o que ésta se tumbe. En el esquema de la Figura 17 se observa como la protección de la Figura 15 puede ir solidaria a un brazo que mediante un muelle proporciona presión a la pieza.
Dispositivo auxiliar para el corte de piezas redondas (Fig. 15)
Dispositivo auxiliar para el corte de piezas de apoyo inestable (Fig. 16)
Dispositivo para el corte de piezas redondas solidario a un resorte de presión (Fig. 17)
Sobre contacto con órganos móviles en zonas alejadas del punto de operación Este riesgo se elimina por completo con las protecciones descritas en los puntos referentes a protección contra caída de la cinta y a protección contra rotura y proyección violenta de la cinta.
Legislación Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo (Orden 9.3.71). Ordenanza Laboral de la Madera (Orden 28.7.69) (Capítulo IX, artículo 103).
Bibliografía (1) INMHST
NTP 68: Tupí. Seguridad Safety of Spiudle Moulders Toupie. Securité Vigencia
Actualizada por NTP
Observaciones Las medidas que cita son aplicables básicamente para máquinas antiguas. No cumple con la totalidad de requisitos del RD 1215/1997. Ver Guía Técnica. Complementada por la NTP 645.
Válida
ANÁLISIS Criterios legales Derogados:
Criterios técnicos
Vigentes:
Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y ASISTENCIA TÉCNICA - BARCELONA
Objetivos Dar a conocer los principales riesgos de la máquina en sus distintos procesos de trabajo y las protecciones más adecuadas tendentes a evitar la actualización de estos riesgos. No se consideran en esta ficha los riesgos generales de la máquina comunes a otras máquinas y/o procesos (ej. contactos eléctricos, incendio, atrapamiento entre transmisiones, etc.).
Identificación de la máquina La máquina tupí se utiliza para la modificación de perfiles de piezas de madera, por creación de ranuras, galces, molduras, etc., mediante la acción de un útil recto o circular que gira sobre un eje normalmente vertical, aunque en determinados casos puede ser horizontal (útil montado sobre el eje de una universal). En esta ficha se contemplará tan solo la tupí convencional, de eje vertical. La tupí se distingue por su versatilidad de trabajo. Para cada tipo de trabajo, se elige la velocidad más adecuada en función de la herramienta de corte, madera a trabajar, profundidad de corte, etc.
Fig. 1: Esquema de la tupí Dentro de la amplia gama de operaciones posibles a realizar en la tupí (trabajos con guía, al árbol, en el extremo del árbol, al chapillón, con plantilla, etc.), se contemplan en esta ficha los trabajos más usuales que en esta máquina se realizan:
Trabajos con guía Se aproxima la pieza a trabajar a la herramienta, de forma que se apoye sobre la mesa de trabajo y las semirreglas de guía. La mano izquierda presiona la pieza contra la mesa y contra la guía y con la mano derecha se empuja por la parte posterior. En los trabajos con guía distinguimos tres tipos de operaciones:
Operaciones "corridas". La mecanización se realiza a lo largo de toda la longitud de la pieza. Operaciones "semiciegas". El ataque se realiza en un extremo de la pieza sin que la mecanización de la misma sea a lo largo de toda su longitud, sino que la pieza se extrae en el punto deseado. También a viceversa, es decir, el ataque se inicia en un punto dado de la pieza siguiendo la mecanización hasta el extremo posterior de la misma. Operaciones "ciegas". La operación ni comienza ni termina en los extremos de la pieza, sino que se realiza entre dos puntos intermedios de la misma.
Trabajos al árbol Se utiliza cuando, por la forma de la pieza a trabajar o cualquier otro condicionante, es preciso prescindir de las semirreglas de guía. Con la mano izquierda se presiona la pieza contra la mesa, deslizándola sobre un listón de apoyo (piezas rectilíneas) o sobre un punto de apoyo (piezas curvas), hasta que entra en contacto con el útil. Con la mano derecha se sujeta por la parte posterior empujándola.
Datos de accidentabilidad De un total de 630 accidentes graves y 11 accidentes mortales ocurridos en la provincia de Barcelona en la Industria de la Madera entre los años 1972-1981, en la tupí se han contabilizado 115 accidentes graves (9 de ellos contabilizados en la máquina universal en la que se había montado una fresa en el extremo del eje) y ninguno mortal, lo que representa el 18,25% del total de los accidentes graves del sector y el 26,74% de los accidentes graves ocurridos en máquinas del sector.
Riesgos específicos Contacto con la herramienta de corte Es el riesgo más importante de la tupí y el que origina la práctica totalidad de los accidentes en la misma. El contacto con el útil puede producirse por su zona posterior o parte no activa del útil (riesgo que rara vez se actualiza en accidentes), o por su parte anterior o zona de operación (riesgo que se actualiza muy repetitivamente en accidente). El riesgo de contacto surge ya en las operaciones de "reglaje de fresa", operación consistente en situar la fresa a las necesidades del corte. Esta operación engloba un considerable número de accidentes y ello se puede atribuir a que, al tratarse de "pasadas de prueba", éstas se realizan normalmente en maderas defectuosas (generalmente retales) y sin que se tome ningún tipo de medida preventiva cara a hacer inaccesible el útil de corte. Durante el desarrollo de la operación, tanto en trabajos al árbol como en trabajos con guía, el contacto suele normalmente producirse debido a la desaparición de la pieza del punto de operación (para trabajar correctamente en tupí la pieza debe ocultar la herramienta de corte, es decir, se debe trabajar a "útil no visto"), y esta desaparición se da al retroceder violentamente la pieza debido a que se produce una variación en la resistencia a la penetración de la herramienta en la madera a causa de encontrar un nudo, contraveta, etc., mientras se mantiene constante la presión manual de alimentación de la pieza a mecanizar. La posibilidad de desaparición de la pieza del punto de operación conjugada con la no adopción de medidas previas tendentes a hacer inaccesible la herramienta de corte dan como resultado que las manos del operario que conducen la pieza haciendo simultáneamente presión contra la mesa y contra la guía, se precipiten y entren en contacto con la herramienta de corte. Asimismo, este riesgo se manifiesta al final de cada pasada, durante la alimentación del último tramo de la pieza a mecanizar.
Golpes y/o contusiones por el retroceso imprevisto y violento de la pieza que se trabaja Este riesgo tan sólo en contadas ocasiones se traduce en accidente para el operario que conduce la operación, dada su posición en la máquina durante la alimentación de la pieza; el riesgo de golpes por la pieza proyectada puede más bien afectar a personas que deambulen o tengan su puesto de trabajo en la zona posterior a la de la dirección y sentido de alimentación de la pieza. Es conveniente destacar, sin embargo y como ya se ha visto, que el retroceso violento de la pieza implica en una gran mayoría de ocasiones que las manos del tupidor que conduce la operación se precipiten hacia el útil de corte entrando en contacto con el mismo. El riesgo de retroceso violento de la pieza se actualiza debido a que a elevada velocidad de la herramienta se presenta una brusca elevación de la resistencia al corte. La proyección violenta de la pieza está favorecida por la conjunción de una o varias de las situaciones siguientes: ● ● ●
Insuficiente sujeción de las piezas de madera que se trabajan. Existencia de maderas con nudos o irregularidades que rompen la continuidad de la alimentación manual. Velocidad inadecuada de la herramienta de corte por: ❍ ❍
Sus características propias. Anchura y profundidad de corte.
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Pérdida de filo en las herramientas de corte.
Proyección de herramientas de corte y accesorios en movimiento Si bien este riesgo rara vez se actualiza en accidente, en caso de que éste se produjera, las consecuencias del mismo se presumen muy graves. El riesgo de proyección de herramientas o de sus fragmentos puede estar favorecido por la conjunción de una o varias de las situaciones siguientes: ● ● ● ● ● ●
Empleo de herramientas de corte y accesorios a velocidades superiores a las recomendadas por el fabricante. Fijación de las herramientas de corte y accesorios al árbol de manera incorrecta o deficiente. Uso de herramientas de corte con resistencia mecánica inadecuada. Equilibrado incorrecto de las herramientas de corte y accesorios. Utilización de accesorios inadecuados para la tupí. Abandono de herramientas en proximidades del árbol.
Sistemas de prevención La protección de los riesgos propios de la tupí presenta soluciones variables según el método de trabajo utilizado, puesto que en esta máquina no se puede hablar de una protección de la máquina como tal, sino que forzosamente se tiene que hablar de proteger las operaciones que en la misma se pueden realizar. Si bien es difícil realizar una protección absoluta, es factible conseguir una protección aceptable en la mayoría de los trabajos, si se adopta un sistema o combinación de sistemas adecuados. Previamente a la descripción de los distintos tipos de protección factibles de instalar en la tupí para la cobertura del riesgo en las distintas operaciones, se enumeran unas normas de trabajo a tener presentes cara a hacer desde un principio más seguro el trabajo en tupí:
"Útil no visto" o "útil por debajo de la pieza" Las operaciones en tupí se realizarán a "útil no visto" o con el "útil por debajo de la pieza". Con ello logramos que la propia pieza de madera a mecanizar se convierta en protección de la tupí al hacer inaccesible la herramienta de corte a lo largo de la operación. Es de destacar el considerable riesgo que entraña la realización de operaciones a "útil visto" o con el "útil por encima de la pieza", tanto por la constante accesibilidad al mismo como por la situación y función de las manos del tupidor (en las proximidades del útil y presionando la pieza hacia el mismo).
Alimentación en sentido contrario al giro del útil La alimentación de la pieza debe realizarse en sentido contrario al del giro del útil, en todas las operaciones en que ello sea posible.
Fig. 2 Con ello se logra una sujeción más correcta de la pieza ya que a las elevadas velocidades de trabajo de la máquina, la alimentación de la pieza en el sentido del giro del útil incrementaría considerablemente la posibilidad de proyección de la misma, ya que la herramienta tira de la madera hacia la salida y paralelamente el riesgo de que las manos del tupidor se precipiten hacia la herramienta de corte y entren en contacto con ella.
Adosamiento de una contraplaca a las semirreglas-guía Para trabajos con guía es recomendable adosar a las semirreglas-guía una contraplaca de madera dura que disminuya el espacio peligroso entre ambas partes de la guía. Dicha contraplaca lleva una abertura hecha por el mismo útil que deja libre solamente la parte del útil precisa para el trabajo (Figura 3).
Fig. 3: Contraplaca disminuyendo la accesabilidad manual al útil de corte de la tupí Si bien este dispositivo no puede considerarse un dispositivo de protección de la máquina dado que no anula los riesgos propios de las operaciones que en la misma se desarrollan, sí en cambio disminuye la gravedad de las consecuencias, en caso de contacto con el útil, al quedar accesible tan sólo el fragmento del mismo estrictamente necesario para la operación. Asimismo, dicha contraplaca garantiza una continuidad, en la alimentación de la pieza, aspecto éste que no siempre está asegurado en las semirreglas-guía, dado que la parte anterior de la pieza puede engancharse en la semirregla de salida y ocasionar su retroceso violento, así como la parte posterior de la pieza introducirse al final de la pasada en el espacio existente entre la semirregla de entrada y el útil, ocasionando que la mano derecha se precipite hacia el mismo. Para trabajos con guía es preceptible la protección de la parte posterior o zona no activa del útil, a fin de evitar contactos fortuitos en esa zona (Figuras 4 y 5). La citada protección actúa asimismo como carter protector de las zonas posterior y laterales de la máquina en caso de proyección violenta del útil de corte o sus fragmentos.
Fig. 4: Protección de parte no activa de la herramienta de corte
Fig. 5: Carcasa protectora de la zona posterior del útil
A la protección de la zona posterior del útil se puede acoplar fácilmente un sistema de aspiración localizada de desechos de la mecanización de la madera (Figura 3).
Sistema de prevención contra contactos con la herramienta de corte para trabajos con guía De un modo general, la protección válida para cualquiera de los distintos trabajos con guía a realizar en tupí deberá cumplir un doble requisito: Que fije sólidamente a la mesa de apoyo la pieza de madera (este aspecto se puede lograr con el empleo de carros de alimentación automática o bien con el uso de elementos de presión vertical y horizontal sobre la pieza). Que cubra la herramienta de corte haciendo manualmente inaccesible la misma (lo que se puede lograr con el empleo de carros de alimentación manual o automática o bien con el uso de protectores-cobertores de la zona de operación específicamente diseñados para cada tipo de operación concreta). En todo caso, es siempre el propio tupidor la persona más idónea para adaptar la protección más acorde al tipo de trabajo que se vaya a realizar.
Protecciones para "operaciones corridas" Carro de alimentación automática Es un sistema tractor por rodillos que realiza automáticamente la alimentación de piezas de madera a la zona de operación de la tupí (Figura 6).
Fig. 6: Carro de alimentación automática Sin ser en sí mismo un protector de la tupí, debe considerarse como tal dado que protege al tupidor de los riesgos específicos de la tupí: a. Evita el contacto manual con la herramienta de corte al mantener las manos del operario alejadas del punto de operación a lo largo de la misma. b. Con una regulación correcta de la presión de los rodillos del carro sobre la pieza (se consigue una presión adecuada de los rodillos sobre la madera, si éstos quedan en vacío, de 3 a 5 mm. por debajo de la cara de la pieza sobre la que se apoyan), se evita el retroceso de la pieza que se trabaja. c. Evita que los útiles o sus fragmentos que hipotéticamente pudieran proyectarse alcancen al operario, dado que el carro se interpone entre el operario y los útiles. El carro permite ser reglado en altura, profundidad e inclinación (Figuras 6, 7, 8 y 9) por lo que su utilización es factible en todo tipo de trabajos con guía "en operaciones corridas" para modificación de perfiles en piezas longitudinales de sección constante o con pequeñas variaciones de sección. El carro de alimentación automática no es utilizable en trabajos con guía para la realización de "operaciones semiciegas" o de "operaciones ciegas", dado que toda pieza de madera alimentada por el carro debe ser forzosamente mecanizada en toda su longitud.
Fig. 7: Carro de alimentación operando (Fuente: Catálogo comercial del carro de avance MATO)
Fig. 8: Carro de alimentación operando (Fuente: Catálogo comercial del carro de avance MATO)
Fig. 9: Carro de alimentación operando (Fuente: Catálogo comercial del carro de avance MATO) Carro de alimentación manual Se trata de un carro que, empujado por el operario, discurre en el sentido del corte a lo largo de un carril que previamente se fija a la mesa de la tupí. La pieza a mecanizar se deposita sobre el carro, amordazándose convenientemente al mismo (Figura 10).
Fig. 10: Carro de alimentación manual Al igual que el carro de alimentación automática, el de alimentación manual protege al tupidor de los riesgos específicos de la tupí: a. Evita el contacto manual con la herramienta de corte al mantener las manos del operario alejadas del punto de operación, dado que las mismas se hallan empujando el carro de avance sobre el que se encuentra depositada la pieza. b. Se evita el retroceso violento de la pieza, dado que la misma se mantiene firmemente sujeta al carro de avance mediante un dispositivo presor adecuado. c. Evita parcialmente que los útiles o sus fragmentos que hipotéticamente pudieran proyectarse alcancen al operario, ya que el carro se interpone entre operario y útiles tan sólo en el momento estricto de la mecanización. Protectores - presores Dado que, como se ha especificado anteriormente, la propia pieza de madera que se mecaniza debe constituir en sí misma la primera de las protecciones de la tupí al hacer inaccesible el útil de corte (operaciones a "útil no visto" o con el útil por debajo de pieza), el sistema de protectores-presores tiene como finalidad garantizar la presencia de la madera en la zona de operación, ya que mientras ello suceda no existirá posibilidad de acceso manual al útil. Mediante la utilización de este sistema, la pieza queda amordazada tanto por sus dos caras (mesa de deslizamiento y presor vertical), como por sus dos cantos (guía de apoyo lateral y presor horizontal). A su vez y complementando la función anterior, los presores, en función de sus dimensiones, formas, etc., limitan en mayor o menor
grado el acceso a la herramienta. Se describen a continuación diversos tipos de presores: a) De guías Constituido por dos presores de madera dura que deslizan sobre unas guías que permiten su regulación y enclavamiento, sirviendo de camino a la pieza de madera que se trabaja al formar el conjunto de ambos presores, guía y mesa un tubo-guía de paso (Figura 11).
Fig. 11: Sistema protector-presor de guías La utilización de este protector, estando correctamente regulados los presores, limita la posibilidad de retroceso de la pieza al actuar como freno de la misma. Si el retroceso llegara a consumarse, limita asimismo la posibilidad de acceso manual al útil de corte, siendo el grado de acceso función de las dimensiones y ubicación de los presores que a su vez vienen determinados por el tamaño de la pieza. Asimismo, por su ubicación ante el útil, podría retener éste o sus fragmentos en caso de proyección, aunque se considera bajo el grado de protección que ofrece frente a este riesgo. b) De pantalla transparente Consiste en una pantalla plana de plástico transparente, de alta resistencia a la rotura, enmarcada con un elemento metálico que actúa como presor vertical en su parte inferior. Su utilización debe, pues, complementarse con la utilización de un presor horizontal (Figura 12).
Fig. 12: Sistema protector-presor de pantalla transparente Presenta la ventaja de permitir al tupidor observar el desarrollo de la operación, si bien la pantalla se recubre rápidamente de polvo y se raya por los impactos de los residuos de mecanización. Es aplicable en la modificación de perfiles en piezas de madera longitudinales y trabajos exteriores en marcos con altura de las piezas fijas. Una variante de la pantalla plana es la pantalla curva, aplicable para trabajos al árbol en modificaciones de perfiles de piezas curvas de madera de altura constante y trabajos en interiores de marcos de altura fija. Su eficacia preventiva se considera baja cara a evitar la actualización de los riesgos específicos definidos para la tupí. c) De láminas metálicas Constituido por dos pares de láminas de acero flexible que permiten ser reglados en altura, profundidad, inclinación y separación. El conjunto ejerce una presión horizontal y vertical que obliga a la pieza que se trabaja a mantenerse en contacto con la guía y con la bancada (Figura 13).
Fig. 13: Sistema protector-presor de láminas metálicas Con una correcta regulación de los presores, actúan como elementos antirretroceso, limitando este riesgo y, por consiguiente, limitando el riesgo de acceso manual al útil en tanto en cuanto la madera permanezca en la zona de operación. Su eficacia preventiva se considera nula en cuanto a la protección del riesgo de proyección del útil de trabajo o sus fragmentos. d) De peines Los peines de presión son unas piezas de madera dura (los peines deben ser de madera más dura que la de la pieza que se trabaja), que se fijan a la mesa y a la guía de la tupí, actuando como guías de desplazamiento longitudinal de la pieza de madera que se trabaja (Figura 14).
Fig. 14: Sistema protector-presor de peines Las ranuras de los peines deben ser realizadas en la dirección del veteado de la madera y orientadas, una vez montados los presores, en el sentido de avance de la pieza que se mecaniza. Si la regulación y colocación de los peines es correcta, la disposición de las ranuras impiden el retroceso de la pieza que se trabaja. Si el retroceso llegara a consumarse, limita asimismo la posibilidad de acceso manual al útil de corte, siendo el grado de acceso función de las dimensiones y ubicación de los presores que a su vez vienen determinados por el tamaño de la pieza. Asimismo, por su ubicación ante el útil, podría retener éste o sus fragmentos en caso de proyección, aunque se considera bajo el grado de protección que ofrece frente a este riesgo. Protección tipo "túnel" Consiste en colocar paralelamente a la regla guía de la máquina una segunda guía situada a una distancia de aquella en función del grosor de la pieza de madera a mecanizar (Figura 15 y 16).
Fig. 16: Protección tipo túnel
Fig. 15: Protección tipo túnel Este tipo de protección tiene por finalidad hacer manualmente inaccesible el útil de corte y, por consiguiente, será tanto más válida cuanto más "cerrado" sea el túnel y más "altas" sean ambas guías que lo delimitan. Esta protección es aplicable en trabajos exteriores en marcos y en la modificación de caras de piezas de madera, siendo en este último caso tanto mejor su función preventiva cuanto menos grosor y mayor altura posea la pieza. En la Figura 15 se observa una pieza de madera modificada en una de sus caras. Asimismo, dado que la pieza de madera queda fijada por sus dos caras (entre ambas guías) y por sus dos cantos (entre la mesa de deslizamiento y las manos del operario que ejercen de presores verticales al coger y presionar la pieza hacia la mesa durante su alimentación), se limita considerablemente el riesgo de retroceso de la pieza que se trabaja. Evita que los útiles o fragmentos que hipotéticamente pudieran proyectarse alcancen al operario al interponerse la protección entre el operario y los útiles. Protección por "cobertor de pantalla frontal" Es un sistema que actúa por interposición entre la herramienta de corte y las manos del operario de una pantalla graduable. Este tipo de protección tiene por finalidad hacer manualmente inaccesible el útil de corte y por consiguiente será tanto más válida cuanto más "vuelo" se le pueda dar a la pantalla y menor sea su distancia a la mesa de deslizamiento, es decir, cuanta más anchura y menos grosor posea la pieza (Figuras 17 y 18).
Fig. 17: Esquema del cobertor de pantalla frontal (Fuente: Department of Labour, New Zeland)
Fig. 18: Vista del cobertor de pantalla frontal
Esta protección es aplicable en trabajos en exteriores en marcos y en la modificación de cantos de piezas de madera, siendo en este último caso tanto mejor su función preventiva cuanto más ancha y menos gruesa sea la pieza. Asimismo, esta protección evita parcialmente el retroceso de la pieza dado que éste rara vez se produce de modo "limpio o lineal", sino que más bien el retroceso se produce por "encabritamiento" de la pieza, por lo que la pantalla amortigua el levantamiento de la pieza y consecuentemente su rechazo violento. Su eficacia preventiva es muy baja en cuanto al riesgo de proyección de los útiles de trabajo o sus fragmentos.
Protección tipo "jaula" La jaula es una forma de cerramiento del acceso a los útiles de corte, pudiendo ser este cerramiento de hasta 360º. Consiste en una banda soporte en forma de corona cilíndrica soportada por un brazo sobre el centro del eje. A ésta se pueden acoplar pantallas laterales y frontal a fin de conseguir un cerramiento total del útil. El conjunto es reglable en profundidad (a través de la estría del brazo soporte) y en altura (gracias a las estrías de las pantallas) a las distintas necesidades del corte. Esta protección es aplicable tanto para la modificación de perfiles en piezas rectas, apoyándose lateralmente la pieza en la regla guía (Figura 19), como en piezas curvas en cuyo caso la pieza se apoya en un anillo al efecto (Figura 20).
Fig. 19: Protección tipo "jaula" adaptado a la mecanización de piezas rectilíneas (Fuente: Department of Labour, New Zeland)
Fig. 20: Protección tipo "jaula" adecuada para trabajos en piezas curvadas con anillo de apoyo (Fuente: Department of Labour, New Zeland)
La pantalla frontal actúa como presor vertical en su parte inferior, por lo que es recomendable complementar la utilización de este sistema con presores horizontales, a fin de garantizar la presencia de la pieza en la zona de operación. La pantalla reduce asimismo el grado de accesibilidad al útil, siendo en este aspecto tanto mayor su función preventiva cuanto más se pudiera cerrar la pantalla con respecto a la mesa de la tupí, es decir, cuanto menor sea el grosor de la pieza. Asimismo, esta protección evita parcialmente el retroceso de la pieza por idéntico motivo al expuesto para el cobertor de pantalla frontal. Por su ubicación ante el útil podría retener éste o sus fragmentos en caso de proyección, siendo en este aspecto tanto mayor su función preventiva cuanto más se pudieran cerrar las pantallas con respecto a la mesa de deslizamiento, es decir, cuanto menor sea el grosor de la pieza. Protección para "operaciones ciegas" Para la ejecución de este tipo de operaciones, es inviable la utilización del carro de alimentación manual o automática así como de los distintos tipos de protectores-presores descritos en esta ficha, dado que éstos son tan sólo válidos para la mecanización de la pieza en toda su longitud. En este tipo de operaciones el ataque se realiza en un punto intermedio de la pieza, para lo cual se apunta el extremo posterior de ésta a la zona indicada de la regla guía y, una vez apuntada, se aproxima el extremo anterior de la misma, describiendo un arco hacia el útil de corte. El final de ataque se realiza de modo similar, retirándose la pieza del útil cuando el extremo anterior de la misma llega a la zona previamente marcada en la regla guía. En operaciones "semiciegas", el ataque se realiza de modo análogo y la pieza se retira tras haber sido mecanizada en el resto de su longitud. En la realización de operaciones ciegas, los riesgos de contacto con el útil se manifiestan debido primordialmente a: a. Poca atención del operario en la zona de operación al iniciar el ataque, ya que se está más atento en observar que la parte posterior de la pieza coincida con la zona marcada en la guía para, de este modo, presentar la pieza por el punto deseado. Lo mismo sucede al finalizar la pasada. b. Frecuentemente, la pieza se presenta al ataque por un punto distinto al deseado, un poco más interior, con el fin de no desperdiciar la pieza, y se recupera el fragmento no atacado hasta el punto deseado alimentando la madera en el sentido de giro del útil, produciéndose con frecuencia entonces proyecciones violentas de la pieza y, como consecuencia inmediata, la mano entra en contacto con el útil de corte. c. Ataque más violento en "operaciones ciegas" al producirse el contacto útil-pieza en un punto intermedio de ésta que en "operaciones corridas", en que el ataque se lleva a cabo en el extremo de la pieza. Ello conlleva un mayor riesgo de retroceso violento de la pieza y, por consiguiente, de que la mano que guía la operación se precipite hacia la zona de corte. Para realizar este tipo de operaciones, la protección más válida consiste en la conjunción de: a. Topes de inicio y final de ataque en donde se encajan respectivamente la parte posterior y anterior de la pieza que se mecaniza. Con la utilización de estos topes se consigue:
Que el operario preste toda su atención en la zona de operación al tener la parte posterior de la pieza encajada en el tope y, por consiguiente, producirse el ataque en el punto deseado. Asimismo, la salida de la pieza se produce en el punto deseado al contactar la parte anterior de la pieza con el tope de salida. Se requiere tan sólo un correcto reglaje de los topes. La pieza, al estar encajada en los topes, se ataca y finaliza en los puntos deseados, sin necesidad de recuperar ningún fragmento de corte en sentido de giro del útil. El tope, al encajar el extremo de la pieza, evita su retroceso en el momento de contacto con la fresa. b. Cobertores de pantalla frontal. Su función protectora será tanto más válida cuanto más "vuelo" se pueda proporcionar a la pantalla, conforme se describió con anterioridad. En la figura 21 se observa la conjunción de tope de inicio de ataque y cobertor de pantalla frontal en la mecanización de una pieza de corta longitud.
Fig. 21: Protección para operaciones ciegas en piezas cortas (Fuente: Department of Labour, New Zeland) En la figura 22 se observa el tope de inicio de ataque ubicado en la extensión de la mesa para permitir la mecanización de piezas que sobrepasan en longitud a la de la mesa de apoyo de la tupí.
Fig. 22: Protección para operaciones ciegas cuando la longitud de la pieza sobrepasa la de la mesa
Empujadores Como norma general, decir que los empujadores no son en ningún caso elementos de protección en sí mismos, ya que no protegen directamente la herramienta de corte sino las manos del operario al alejarlas del punto de peligro. Los empujadores deben, por tanto, considerarse como medidas complementarias de las protecciones existentes; tanto para trabajos con guía como al árbol, pero nunca como sustitorias de las citadas protecciones. Su utilización es básica en la alimentación de piezas pequeñas (Figura 23), así como instrumento de ayuda para el "fin de pasada" en piezas grandes, empujando la parte posterior de la pieza a trabajar y sujeto por la mano derecha del tupista (Figura 24).
Fig. 23: Empujador de disco excéntrico
Fig. 24: Diseño de empujador El empujador del disco excéntrico actúa por aprisionamiento de la pieza entre el labio de madera y el disco excéntrico, quedando fija por la presión que la mano izquierda transmite a través del disco excéntrico. Su utilización viene condicionada por la altura de las piezas a trabajar, estando ésta limitada a 60 mm como máximo.
Fig. 25: Diferentes diseños de empujador
Sistemas de prevención contra contactos con la herramienta de corte para trabajos "al árbol" Los trabajos "al árbol" son de ejecución peligrosa, dado que, al tener que realizarse sin ayuda de guía, la pieza de madera carece de la superficie de apoyo ofrecida por aquélla y, como consecuencia, aumentan las posibilidades de movimientos imprevistos de la pieza que se trabaja y, por tanto, el riesgo de contacto manual con el útil de corte. De modo general, la protección para "trabajos al árbol" debe contemplar la utilización de un anillo de apoyo de la pieza que puede considerarse como una guía curva cuya misión es similar a la que ejerce la regla guía para operaciones con guía, con la salvedad de que la superficie de apoyo es mucho menor y, por consiguiente, se ve reducida la estabilidad de la pieza durante la pasada. Asimismo, se debe utilizar cobertores o pantallas que confieran el mayor grado de inaccesibilidad posible a la herramienta de corte. Por último, utilizar siempre que la operación lo permita una plantilla o pieza patrón de paso. En todo caso, es siempre el propio tupidor la persona más idónea para adaptar la protección más acorde a las necesidades de la operación que se vaya a realizar. Cobertor-presor de lunetas metálicas Consta esencialmente de una escuadra-soporte fija sobre la mesa y una serie de lunetas metálicas desplazables en altura que actúan como apoyo de la pieza, de las cuales la superior está recubierta inferiormente por una pieza de madera dura que actúa como presor y protector (Figura 26).
Fig. 26: Cobertor-presor de lunetas metálicas La estabilidad de la pieza durante la pesada será tanto mayor cuantas más lunetas intermedias puedan intercalarse. La utilización de esta protección actúa sobre los siguientes riesgos: La luneta superior con el presor vertical de madera limita la accesibilidad directa a la herramienta de corte. Asimismo, con un correcto reglaje en altura de la luneta superior, esta actúa de presor vertical y juntamente con las lunetas intermedias de apoyo de la pieza incrementan la estabilidad de la pieza durante la pasada, por lo que el acceso al útil no se producirá mientras la pieza permanezca a la altura del punto de operación al estar aquél tapado por ésta (operación a "útil no visto"). Su eficacia preventiva es baja en los otros riesgos definidos en la tupí. Protector tipo "raqueta" de regulación manual para el punto de operación Es un protector destinado a cubrir el punto de operación al interponerse entre la herramienta de corte y las manos del tupista (Figuras 27 y 28). Está concebido para trabajos al árbol de piezas rectas o curvas que mantengan constante su altura, tanto para el mecanizado exterior como interior de las piezas.
Fig. 28: Vista del protector (Fuente: A. Porlán - G.T.P. Murcia)
Fig. 27: Esquema del protector (Fuente: A. Porlán - G.T.P. Murcia) Este cobertor, que en las figuras presenta forma de raqueta de tenis, es susceptible de cambiar en forma y medidas, dado que estas características son consecuencia de las dimensiones de la pieza a mecanizar. El protector dispone de dos ranuras, de las cuales la mayor está destinada a permitir el paso del eje portaherramientas y la menor es para el paso del tornillo de fijación. La longitud de estas ranuras es la que nos permitirá el mayor o menor desplazamiento para la regulación horizontal del protector. La instalación es mediante un tornillo cuya cabeza ha de alojarse en la mesa de la tupí, bien en una de las ranuras o bien en algún taladro ya existente o que convenga practicar. El reglaje en altura se consigue intercalando entre el protector y la mesa de la tupí, los casquillos y arandelas necesarios. Su eficacia preventiva contra cortes y/o amputaciones por contacto manual con la herramienta es tanto mayor cuanto menos espesor y más profundidad tengan la pieza a mecanizar, es decir, cuanta menos abertura tenga la protección con respecto a la superficie de la
mesa de deslizamiento y mayor alejamiento pueda conseguirse entre la parte más saliente de la herramienta de corte y el borde del protector. Su eficacia preventiva debe considerarse baja contra golpes por retroceso de la pieza, dado que prácticamente no hay contacto entre ésta y el cobertor. Asimismo, debe considerarse baja contra el riesgo de proyecciones del útil de corte y/o sus fragmentos.
Fig. 29: Operación del árbol por el exterior de pieza (Fuente: A. Porlán - G.T.P. Murcia) Cobertor de pantalla loca Consiste en un disco de material plástico transparente de alta resistencia a la rotura y de diámetro exterior mínimo, superior en 25 mm al de la circunferencia descrita por el extremo más saliente de la herramienta de corte. Se ajusta al árbol entre dos rodamientos axiales a bolas que hacen de anillos de apoyo (Figura 30).
Cobertor de pantalla loca La utilización de estas pantallas únicamente precisa de la elección del disco conveniente para las dimensiones de la herramienta de corte. La distancia del disco a la herramienta, h, es función de la altura de la pieza. Esta distancia determina la eficacia de la protección contra el riesgo de contacto con la herramienta de corte, disminuyendo la eficacia al aumentar la distancia h. Esta protección no protege frente al resto de riesgos.
Prevención contra golpes y/o contusiones por el retroceso violento de la pieza que se trabaja Si bien las protecciones estudiadas para evitar el riesgo de cortes y/o amputaciones por contacto con el útil de corte ya están en su mayoría encaminadas a evitar el retroceso de la madera (presores verticales y horizontales, carros de alimentación automática, topes en operaciones ciegas, etc.), se exponen seguidamente una serie de medidas tendentes específicamente a evitar este riesgo: ●
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Uso de herramientas de corte correctamente afiladas y elección de útiles adecuados a las características de la madera y de la operación. En "trabajos con guía", comprobación de que ambas semirreglas están correctamente situadas en el mismo plano vertical a fin de evitar salientes que puedan provocar enganches de la pieza y, en consecuencia, su retroceso violento. Evitar en lo posible pasadas de gran profundidad. Son recomendables las pasadas sucesivas y progresivas de corte. Uso de útiles "antirretroceso" de limitación continua del paso de trabajo.
Prevención contra proyección de herramientas y/o sus fragmentos Los accidentes motivados por la rotura o proyección del útil se deben generalmente al empleo de útiles de mala calidad o inadecuados para el trabajo o por un montaje deficiente en el árbol portaherramientas. Para evitar tales accidentes es necesario: ●
Que los útiles estén construidos con materiales de primera calidad y sin defectos. Debe prohibirse en absoluto reparar mediante soldadura una herramienta rota o dañada. Debe eliminarse inexcusablemente todo útil que presente fisuras o puntos iniciales de ruptura.
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Que para cada trabajo se emplee el útil necesario con velocidad y diámetro adecuados. Bajo ningún concepto ha de superarse la velocidad máxima recomendada por el fabricante. Que la fijación al árbol se efectúe con cuidado y precisión. Es completamente necesario que, previamente a la puesta en marcha de la máquina, se compruebe que las herramientas estén perfectamente equilibradas. Utilizar fresas con preferencia a los hierros rectos.
Bibliografía (1) INSHT La Seguridad en Máquina Tupí CENFYD Documento D-7-75 (1975) (2) INMIST Tupíes Hoja Divulgadora D.S.8 (3) PORLAN, A. Protector de regulación manual para el punto de operación en trabajos al eje en tupíes G.T.P. Murcia (1980) (4) INRS Toupies Cahiers de Notes Documentaires nº 77 (1974) (5) DEPARTMENT OF LABOUR, NEW ZEALAND Safety Rules for Operators of Spindle Moulders (1979) (6) TRIVIN, J.V. Le rejet du bois dans le travail a la toupie Note nº 940-78-75 - INRS (1975)
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NTP 645: Tupí: accesorios para la mejora de la seguridad Toupie: équipements de sécurité Spindle moulder: fittings to improve safety Vigencia
Actualizada por NTP
Válida
Observaciones Complementa a la NTP 68 ANÁLISIS
Criterios legales Derogados:
Vigentes: Sí
Criterios técnicos Desfasados:
Operativos: Sí
Redactor: Tomás Piqué Ardanuy Ingeniero Técnico Químico Licenciado en Derecho CENTRO NACIONAL DE CONDICIONES DE TRABAJO La presente NTP no modifica ni sustituye a la NTP 68 - 1983 que continúa plenamente vigente en cuanto a los protectores o criterios de protección que en la misma se plantean y desarrollan. Sí tiene, en cambio, la firme voluntad de mejorarla complementándola, ya que en esta NTP se van a describir una serie de equipamientos de trabajo independientes o para fijar en la máquina cuyo empleo facilitará el trabajo y, que aunque no constituyen propiamente protecciones específicas, su utilización incrementará sustancialmente la seguridad de la máquina en tanto en cuanto disminuirá el riesgo asociado a algunas de las tareas (preparación, reglaje, limpieza, etc.) u operaciones (ciegas, semiciegas, etc.) que se realizan con la tupí.
Introducción A pesar de que estemos ante una cada vez mayor implantación de máquinas automáticas que mejoran la productividad sin requerir en muchas ocasiones de especialistas y que esta automatización de la producción se ha extendido a todos los sectores de actividad, la vieja y entrañable "tupí" sigue conservando un espacio muy importante en las empresas que trabajan la madera. Si para el artesano representa una máquina básica e insustituible para su producción, para la mediana y gran empresa es indispensable para preparar prototipos, para realizar modificaciones personalizadas de piezas de serie y, en definitiva, para aquellos "trabajos finos" y con un toque personal y artesano en la elaboración de piezas singulares. La tupí, una máquina considerada tradicionalmente como muy peligrosa por los profesionales del sector de la madera ha visto refrendada "oficialmente" tal consideración al estar incorporada en el listado de máquinas peligrosas del Anexo IV de la Directiva 98/37/ CE y, por consiguiente precisar para su comercialización (puesta en el mercado) o para su puesta en servicio en la UE del procedimiento de "examen CE de tipo". Algunos de los accesorios que seguidamente se van a describir constituyen un equipamiento básico en las máquinas comercializadas a partir de 1995 con el marcado "CE" representativo de haber obtenido el certificado "CE" de tipo elaborado por el Organismo Notificado que ha realizado el examen "CE" de tipo. Pero al tratarse de accesorios independientes, son perfectamente acoplables y utilizables para toda tupí, con independencia de su antigüedad.
Accesorios de trabajo Los accesorios que seguidamente se relacionan con carácter no exhaustivo constituyen algunos de los equipamientos básicos que deberían existir y utilizarse en todas las tupíes verticales simples, en tanto en cuanto su utilización a la vez que facilitan el trabajo permiten reducir los riesgos de accidente. Estos accesorios son: ● ● ● ● ● ● ●
Fresas "antirrechazo" Distómetro (Calibrador de reglaje) Carro de alimentación Mesas auxiliares - Topes "antirrechazo" Plantillas de sujeción y alimentación Guías continuas Empujadores para fin de pasada
Fresas antirrechazo
Evitar el rechazo de la madera en los trabajos con la tupí es una preocupación permanente de los usuarios y de los prevencionistas. Elegir y usar una herramienta adecuada es primordial para incrementar la seguridad de esta máquina. La prevención está basada en emplear para la alimentación manual de la pieza, fresas y/o portaútiles (portacuchillas) de limitación continua del paso de trabajo, de manera que la madera encuentre un apoyo continuo entre dos dientes consecutivos del útil. Los ensayos realizados con estos útiles prueban que se limita el espesor de las virutas cualquiera que sea la profundidad de pasada. Estos útiles deben ajustarse a los requisitos y principios técnicos fijados en la norma UNE - EN 847 - 1: "Herramientas de fresado y cuchillas de sierras circulares", ya que la norma UNE - EN 848 - 1: "Tupíes de un solo husillo vertical" contempla que en el manual de instrucciones que debe acompañar la máquina se debe incluir una advertencia de que sólo se deben utilizar herramientas conformes con la norma EN - 847 - 1 y marcadas MAN (para alimentación manual). Si bien estas normas no son de aplicación obligatoria, su aplicación concede a los fabricantes la presunción de que cumplen con los requisitos esenciales de seguridad y salud del Anexo I de la Directiva 98/37/CE. En cualquier caso es preciso destacar y los usuarios deben saber que los útiles antirretroceso o antirrechazo (términos comerciales) tan sólo limitan este fenómeno y son los usuarios quienes deben tomar medidas complementarias para prevenir este riesgo, tales como: uso de topes en operaciones ciegas o semiciegas, uso de presores en operaciones con guía, evitar avances de pieza en el sentido de giro del útil o "a favor de fresa", verificar el correcto afilado de las herramientas, respetar las velocidades de trabajo, etc. Por su importancia para la seguridad de las distintas operaciones, es muy importante conocer y respetar las velocidades de giro del útil según su tipo y diámetro, sin que se sobrepase nunca la velocidad máxima indicada en el útil. Al respecto la norma UNE - EN 848 - 1 contempla que la máquina debe marcarse con un diagrama o ábaco que indique los valores de velocidad óptima correspondiente a un diámetro de herramienta y a una velocidad de mecanizado determinados, debiendo ser claramente visible para el operario durante el cambio de velocidad del husillo; y la norma EN - 847 - 1 contempla que las herramientas de fresado para alimentación mecanizada (MEC) deben marcarse con la velocidad máxima, mientras que las herramientas de fresado para alimentación manual (MAN) deben indicar el intervalo de velocidades admisibles. Ver figuras 1 y 2 de útiles no admitidos y de fresas y portaútiles antirrechazo. Figura 1 Ejemplos de herramientas que no deben utilizarse en alimentación manual
Figura 2 Fresa y portaútiles antirrechazo
Calibrador de reglaje (distómetro) La verificación del correcto reglaje de la fresa sigue realizándose a menudo mediante las llamadas "pasadas de prueba", que al realizarse normalmente en maderas defectuosas (generalmente retales) y sin que habitualmente se adopten medidas protectoras, constituyen una fuente importante de riesgo y en esta tarea se contabilizan un número importante de accidentes (algunas fuentes consultadas citan que un 80% de los accidentes sobrevienen en esta operación), casi siempre graves. Esta operación, que debería estar proscrita desde hace años, puede y debe hoy evitarse con la utilización del calibrador de reglaje. Éste, que puede ser analógico o digital, permite conocer con gran precisión (1/10 mm) la altura de la fresa respecto a la mesa y su resalte con respecto a la guía, lo que permite un reglaje preciso de la operación. Puede asimismo utilizarse para medir las profundidades de la ranura del taladro y del perfil y entalladuras en piezas de trabajo. En las figuras 3, 4 y 5 se muestran reglajes en altura y profundidad en calibradores analógicos y digitales. Figura 3
Calibrador de reglaje analógico
Figura 4 Calibrador analógico midiendo la altura (imágenes superiores) y la profundidad (imágenes inferiores) de la herramienta
Figura 5 Calibrador digital midiendo la altura de la herramienta
Carro de alimentación automática Su descripción, características, reglaje, limitaciones de uso e imágenes del mismo se proporcionan en la NTP - 68. Con respecto a lo que en la citada NTP se dice, debemos añadir que la norma UNE - EN 848 - 1 contempla que en las tupíes nuevas, previstas para ser equipadas de alimentador, su alimentación eléctrica debe satisfacer que la orden de paro de la tupí provoque asimismo automáticamente la parada del alimentador. Asimismo contempla que el alimentador debe disponer de un modo de parada independiente. Estas condiciones deberían asimismo cumplirse en máquinas antiguas en servicio. La citada norma exige que el alimentador sea abatible, de manera que se pueda desplazar de su posición de trabajo sin necesidad de utilizar una llave o un dispositivo similar, dejando totalmente libre la mesa de la tupí.
Mesas auxiliares - Topes "antirrechazo"
La utilización de prolongadores de mesa es imprescindible para la realización de operaciones en que la longitud de la pieza a mecanizar sobrepasa la de la mesa de apoyo de la máquina. Es una solución más efectiva que la del operario ayudante que sujeta la pieza, dado que éste puede someter la pieza a oscilaciones o movimientos que dificultarían la correcta alimentación y guiado por parte del tupidor. También es preferible a la utilización de caballetes de apoyo ya que estos no proporcionan un apoyo total y permanente de la pieza, mientras que los prolongadores si garantizan el apoyo continuado de toda la superficie de la pieza durante la pasada de mecanización. Colocados en ambos lados de la mesa los prolongadores garantizan una doble función de mejora de la seguridad: ● ●
Impedir el basculamiento de la pieza cuya longitud sobrepasa la de la mesa de alimentación Eliminar el riesgo de retroceso violento de la pieza en el contacto herramienta - pieza en la realización de operaciones "semiciegas" o "ciegas". Para garantizar esta segunda función de seguridad, en los prolongadores se deben instalar topes deslizables; de ataque (en donde se encaja la parte posterior de la pieza) en el prolongador de alimentación para la realización de operaciones "semiciegas" y, complementariamente, tope en el prolongador de salida (en donde se encaja el extremo anterior de la pieza) para la realización de operaciones "ciegas".
Los topes antirrechazo, cuya descripción, características, reglaje, condiciones de uso e imágenes se proporcionan en la NTP - 68 son preceptivos en todo caso para la realización de operaciones "ciegas" o "semiciegas", por lo que en aquellas operaciones que no precisen de prolongadores de mesa se fijarán a las propias guías de la mesa de la máquina. En las figuras 6 y 7 se presentan prolongadores sin y con topes. Figura 6 Mesa auxiliar sin tope en operación de alimentación automática con carro
Figura 7 Mesa auxiliar dotada de tope reglable de ataque
Plantillas de sujeción y alimentación La mecanización de piezas de pequeñas dimensiones presenta riesgos añadidos (basculamiento, vuelco, "enganchamiento o atascamiento" en la semirregla de salida, etc.) debidos a una mayor dificultad para sujetar y conducir correctamente la pieza y asimismo a una mayor proximidad de las manos del operario a la herramienta. Ambas situaciones se mejoran con la utilización de plantillas a las que se sujeta la pieza a mecanizar. El operario realiza la alimentación con la plantilla a la que se ha amordazado la
pieza, garantizando una correcta sujeción de ésta y asimismo un alejamiento de las manos del punto de operación. En las figuras 8 y 9 se ven una plantilla de sujeción y operaciones de alimentación con la misma. Figura 8 Plantilla de sujeción de la pieza
Figura 9 Operaciones con plantilla de sujeción
Guías continuas En la NTP - 68 se contemplaba la necesidad de adosar a las semirreglas-guía una contraplaca de madera dura cuyo objetivo era el de garantizar la continuidad de alimentación de la pieza, eliminando la abertura existente entre las semirreglas - guía y la herramienta. Actualmente existen en el mercado guías equipadas o compuestas por regletas horizontales pivotantes que permiten cubrir este espacio en el cual la pieza puede clavarse y provocar un accidente. Ofrecen la ventaja con respecto a la contraplaca adosada a las semirreglas - guía, de ser reglables sobre toda la altura de las semirreglas - guía con independencia de cual sea la posición de la fresa en el árbol. En la figura 10 se muestra un ajuste de guía a las necesidades de la operación.
Empujadores para fin de pasada Su descripción, características, necesidad de uso e imágenes del mismo se proporcionan en la NTP - 68. A lo que allí se comentaba debemos añadir que su utilización debe ser sistemática para la alimentación del último tramo de la pieza ya que en esta fase, si no se utiliza plantilla ni carro de alimentación, es el único dispositivo que garantiza el alejamiento de las manos del operario (habitualmente de la mano derecha que realiza el empuje de la pieza) de la zona de peligro. En la figura 11 se muestra un diseño de empujador. Para resaltar la importancia de utilización de alguno o varios de los equipos descritos, destacar que la norma UNE - EN 848 - 1 en su Anexo C: Recomendaciones para la utilización, dice textualmente: Con el fin de que la pieza esté guiada adecuadamente, es necesario utilizar:
a. una guía; b. siempre que sea posible, una falsa guía para minimiza la separación entre las fresas y las guías (se refiere a lo que en esta NTP denominamos Guías continuas); c. un empujador de fin de pasada para facilitar el avance manual o, siempre que sea posible, un alimentador abatible; d. rodillos de apoyo o mesas auxiliares para soportar las piezas largas. A título de resumen, en la figura 12 se presenta un esquema de una tupí para trabajos con guía en el que están representados junto a dispositivos de protección de la máquina, los accesorios o equipamientos descritos. Figura 10 Ajuste de la guía continua a las necesidades de la operación
Figura 11 Empujador de fin de pasada
Figura 12 Esquema de tupí para trabajos con guía
1. Cuadro eléctrico de mando 2. Reglaje y bloqueo en altura del árbol portaherramientas 3. Bloqueo de la rotación del árbol para el cambio de herramienta 4. Órgano de mando de parada muy accesible comportando el frenado automático del árbol 5. Visualización de la velocidad seleccionada en función del diámetro y del tipo de herramienta 6. Prolongación de mesa con tope incorporado para trabajos ciegos
7. 8. 9. 10.
Carro de alimentación escamoteable Protector para trabajos con guía Árbol portaherramientas Guía de alimentación de madera dura o de aluminio reglable 11. Tobera de captación de polvo solidaria a la protección de la parte trasera de la herramienta 12. Empujador de fin de pasada 13. Tobera de captación de polvo bajo la mesa
a. calibrador de reglaje b. plantilla de sujección
Bibliografía 1. OBRECHT, P. Toupies á arbre vertical. Choix des outils "anti - rejet" (INRS. ED 92). Travail & Sécurité, 2000, (601), 4 pags, (encarte) 2. LAMOREUX, P. Toupies verticales simples. Équipements de Sécurité (INRS. ED 99) Travail & Sécurité, 2002, (616), 4 pags, (encarte) 3. HUILLIER, J.C. et al. Toupies verticales simples (INRS. ED 589) Cahiers de notes documentaires, 1998, (172), pags. 313 a 334 4. UNE - EN 847 - 1. Abril 1998 Herramientas para trabajar la madera. Requisitos de seguridad. Parte 1: Herramientas de fresado y cuchillas de sierras circulares 5. UNE - EN 848 - 1. Abril 1999 Seguridad de las máquinas para trabajar la madera. Fresadoras de una cara, con herramienta rotativa. Parte 1: Tupíes de un solo husillo vertical 6. AIGNER Catálogo comercial, 1994
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