Vigilia de Pentecostés

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VIGILIA DEL ESPÍRITU SANTO Ambientación: Con poca luz. Una vasija de barro con carbón encendido, incienso, siete velas, tres cartulinas con los títulos (Pasado, Presente y Futuro). Dos lectores, dos religiosos (varón y mujer). Un religioso sacerdote. Un cacharro con un poco de leña para encender un pequeño fuego. fu

Motivación Lector 1: Hoy es Pentecostés, la fiesta de la venida del Espíritu de Cristo a los apóstoles. Su llegada supuso la pérdida de los miedos y la salida de Jerusalén hacia los cuatro puntos cardinales para anunciar el nombre de Cristo, como Señor, y la llegada del Reino. Lector 2: Este año, el Papa Francisco, nos ha invitado a conocer de cerca la vocación eclesial de la Vida Consagrada. La manera cercana, sencilla y comunitaria de vivir el evangelio de nuestros frailes, monjas, religiosos, religiosas. Lector 1: Todos ellos fueron enviados a ser "Memoria" de Cristo con su comunidad. Y a ellos el Papa les ha recordado dado «Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir. Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas» (Alegraos 110). Lector 2: Comenzamos este momento de oración haciendo presente a todos estos hermanos nuestros que transitan por las "fronteras existenciales" de nuestra sociedad a y a los que debemos tanto. Que el Espíritu Santo, que nos consagró a todos como bautizados, os, nos dé conciencia de ser instrumentos de vida. Nos ponemos en pie y cantamos... (Canto)

Religioso: En n el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Que Dios, en su bondad, nos envíe en esta tarde el Espíritu del Resucitado para responder a lo que se espera de cada uno de nosotros. Amén. (Baja del altar y echa un poco de incienso)

Lector 1: Sentados en nuestro lugar vamos a invocar al Espíritu. Un Espíritu que anda siempre entre nosotros. Él viene. Pero hoy necesitamos aclarar nuestra mirada para verle, para escucharle, sentirle... Un Espíritu que complemente en nosotros lo que nos falta del conocimiento de Jesús. Lector 2: Por eso le vamos a llamar para que venga. Le vamos a invocar para que le sintamos más presente. Lo vamos a proclamar varones y mujeres, con un poema bello de la tradición ¡Ven Espíritu Santo!

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Invocación al Espíritu Santo (Una religiosa enciende el fuego. Se canta entre estrofa y estrofa).

Varones: Ven, Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Veni Sancte Spiritus

Mujeres: Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Veni Sancte Spiritus

Varones: Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Veni Sancte Spiritus

Mujeres: Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Veni Sancte Spiritus

Varones: Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale el esfuerzo su mérito salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Veni Sancte Spiritus

Palabra de Dios (Un sacerdote religioso proclama el evangelio. Al terminar, echa un poco de incienso).

Sacerdote: LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (Jn 20, 19-23). Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: - Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: - Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo:Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Palabra del Señor.

Silencio meditativo... (Música de fondo)

Petición de los siete dones (Se disponen tres cartulinas en las que aparezcan los sustantivos: Pasado, Presente y Futuro. Se reparten siete velas. Cada una es un don. La vela tiene una inicial que hace referencia al don).

Lector 1: El Espíritu Santo hoy nos dará comprensión de la importancia de la Vida Consagrada en la Iglesia. El Papa Francisco ha invitado a los religiosos de tres maneras a mostrarnos a Cristo con su vida. Tres objetivos que precisan el sustento de los dones del Espíritu. 1º. Nuestros religiosos han de mirar al pasado con gratitud. Para eso son necesarios dos tipos de dones.

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(Se echa un poco de incienso)

Lector 2: Don de la Sabiduría. Es el don que nos permite juzgar la vida con ojos sencillos. Nos permite dar importancia a lo que verdaderamente importa y quitársela a lo que es pasajero. Es el don que movió a San Francisco de Asís, fraile, a vivir la vida de manera sencilla y alegre. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 2: Don de Consejo. Es el don de la escucha. La capacidad para ponernos en la piel del hermano y orientarle a buscar la voluntad de Dios. Es el don que movió a San Ignacio de Loyola, religioso, a describir los modos y medios para encontrarse con Dios. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 1: Nuestros religiosos han de vivir el presente con pasión. Para ello se les regala otros dos dones. (Se echa un poco de incienso)

Lector 2: Don de Fortaleza. Es el don que nos permite afrontar las dificultades y tener solturas en los problemas. Dios no nos soluciona la papeleta sino que lo hacemos nosotros con el corazón más abierto y mirando siempre el bien del hermano. Es el don que se muestra en la vida de Santa Teresa de Jesús, sor, para revitalizar la vida contemplativa. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 2: Don de Entendimiento. Es el don que nos hace comprender las razones de Dios. Comprender con el corazón el amor que nos tiene y cómo ha sido capaz de entregarnos a su Hijo. Es el don que brotaba por la boca y las letras de Santo Tomás de Aquino, fraile, para hacer comprensible el amor de Dios. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 1: Nuestros religiosos han de abrazar el futuro con esperanza. Y lo harán con tres dones del Espíritu para abrir nuevos caminos. (Se echa un poco de incienso)

Lector 2: Don de Ciencia. Es el don que nos permite conocer la razón de lo creado. Descubrir las leyes que hay en la naturaleza y ponerlas a disposición de la vida. Nos hace colaborar con el Padre Creador. Don que inundó las capacidades de Santa Hildegarda de Bingen, monja, para comprender la sabiduría de Dios impresa en la naturaleza. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 2: Don de Piedad. Este don se regala a nuestro corazón. Nos hace comprobar el dolor que Dios sufre por nosotros y verlo en el rostro sencillo de la Virgen. Don que llenaba el corazón de San Vicente de Paúl, clérigo regular, para hacer de los pobres los "señores" y darles la dignidad que Dios quería. (Se pone la vela encendida debajo del cartel)

Lector 2: Don de Temor de Dios. Es el don de la fidelidad. Supone tener reservado un lugar y un tiempo para el único Dios. María, nuestra Madre fue la que se dejó hacer por Dios y acogió en su cuerpo, en su voluntad y en su corazón los planes de Dios. Ella mostró a todos los religiosos la manera fecunda de vivir el evangelio.

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(Se pone la vela encendida debajo del cartel)

La variedad de la Vida Religiosa Lector 1: El santo Padre Francisco, nos invita a dar gracias a Dios Padre, que nos ha llamado a seguir a Jesús en plena adhesión a su Evangelio y en el servicio de la Iglesia, y que ha derramado en nuestros corazones el Espíritu Santo. Lector 2: A reconocer la fantasía del Espíritu que ha dado lugar a formas de vida distintas y obras diferentes, y que muestran la riqueza de los hijos de Dios. Presencias e iniciativas que han respondido a los continuos y nuevos interrogantes que se suscitan ante el grito de los pobres. (Música de fondo)

Grupo de jóvenes: Eres soplo en el espinoso camino de la fe avívanos y condúcenos para que, lejos de desertar, seamos altavoces permanentes del amor de Dios. Todos: PORQUE SÓLO TÚ, ERES LA VERDAD

Grupo de jóvenes: Atráenos a la claridad de la Palabra de Jesús y así, con ella y por ella, regresemos de la oscuridad del error. Todos: PORQUE SÓLO TÚ, ERES FUEGO

Grupo de jóvenes: Consume la leña de nuestro orgullo y cerrazón para que, abriéndonos con lo que somos y tenemos, brindemos al Señor nuestros dones y nuestro ser. Todos: PORQUE SÓLO TÚ, ERES IMPULSO CREADOR

Grupo de jóvenes: Muda nuestras acciones humanas en divinas nuestras ideas en frutos de santidad y, la siembra de nuestras manos y de todo esfuerzo, en proyecto de un mundo nuevo con Dios. Todos: PORQUE SÓLO TU, ERES ALIENTO DIVINO

Grupo de jóvenes: Enciende nuestros senderos inciertos Acompáñanos en las soledades y encrucijadas Levántanos de las caídas y tropiezos Sálvanos del maligno que amenaza lo divino Aconséjanos en las decisiones e incertidumbres Todos: PORQUE SÓLO TÚ ERES FUERZA

Grupo de jóvenes: Infúndenos valor para evangelizar sin timidez alguna Impúlsanos coraje para defender nuestra fe Provócanos serenidad para no responder con violencia Inyéctanos conocimiento para comunicar a Dios Engéndranos coherencia para vivir según lo qué creemos Infúndenos testimonio para que otros vean lo que sentimos Fecúndanos paciencia para no sucumbir ante las pruebas Todos: PORQUE SÓLO TÚ, ERES VOZ DE DIOS

Grupo de jóvenes: Que seas, hoy y siempre, en el presente y futuro mano tendida y abierta

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en esta nuestra hora evangelizadora Todos: GRACIAS POR LA VARIEDAD.

Acción de gracias (Se encienden todas las luces)

Lector 1: Gracias Espíritu Santo, porque por ti la vida consagrada nos ha mostrado a Cristo, cercano a la humanidad, en cada momento de la historia. Te pedimos por todos ellos, para que les guíes en los procesos de renovación, con sus luces y sombras, y les hagas vivir este tiempo de gracia, marcado por tu presencia. Lector 2: Así como Jesús, movido por esta compasión, ofreció su palabra, curó a los enfermos, dio pan para comer, entregó su propia vida, así también los fundadores de órdenes y congregaciones, se han puesto al servicio de la humanidad allá donde el Espíritu les enviaba, y de las más diversas maneras: la intercesión, la predicación del Evangelio, la catequesis, la educación, el servicio a los pobres, a los enfermos... (Rezo o canto de Padrenuestro)

Lectores: Religiosos, sed, ed, pues, mujeres y hombres de comunión, haceos presentes con decisión allí donde hay diferencias y tensiones, y sed un signo creíble de la presencia del Espíritu, que infunde en los corazones la pasión de que todos sean uno (cf. Jn 17,21). Religioso: Demos os gracias a Dios; que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén. Canto Final

Delegación de Pastoral Vocacional Fr. Manuel Romero TOR.