VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS

VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS (Mt 9,17) Consejo plenario OFM 17-30 de noviembre de 2013 ROMA 2014 Oficina de Comunicaciones Curia general de los Herm

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VINO NUEVO EN ODRES NUEVOS (Mt 9,17)

Consejo plenario OFM 17-30 de noviembre de 2013

ROMA 2014

Oficina de Comunicaciones Curia general de los Hermanos Menores Via Santa Maria Mediatrice, 25 00165 – Roma © 2014

Consilium Plenarium Ordinis Fratrum Minorum Konstancin-Jeziorna, Polonia, 17-30 de noviembre de 2013

DOCUMENTO DEL CPO 2013

Presentación

Consejo Plenario ConsiliodePlenario la Orden dell’Ordine de los Hermanos dei FratiMenores Minori

Queridos hermanos, ¡El Señor les done su paz! Con un profundo sentido de gratitud y alegría les presento el Documento final del Consejo Plenario de la Orden, que tuvo lugar en Konstancin-Jeziorna, Polonia, del 17 al 30 de noviembre de 2013. Cuarenta y tres frailes con voz activa han participado en este encuentro, inspirado por el desafío propuesto por el Señor Jesús a sus discípulos y a todos nosotros: «Vino nuevo en odres nuevos» (Mt 9,17). Este tema nos estimula a todos nosotros como Orden para buscar siempre la voz del Señor Jesús, que obra en nuestras fraternidades, las cuales tienen como responsabilidad fundamental la de construir centros de comunión en donde cada hermano y cada fraternidad puedan llegar a ser testigos vivos de la bondad y la misericordia de Dios, que siempre obra en medio de nosotros, y puedan andar por el mundo como hermanos «más pequeños» del Evangelio. En la iluminante Exhortación Apostólica Evangelii gaudium el Papa Francisco habla en diversos modos del «vino nuevo» y «odres nuevos» de los cuales tenemos que dar un testimonio auténtico: «Cada vez que intentamos volver a la fuente y recuperar la frescura original del Evangelio, brotan nuevos caminos, métodos creativos, otras formas de expresión, signos más elocuentes, palabras cargadas de renovado significado para el mundo actual. En realidad, toda auténtica acción evangelizadora es siempre “nueva”» (n. 11). El Consejo Plenario de la Orden 2013 tenía cuatro objetivos específicos. En primer lugar, determinar el «número y el método de elegir a los Definidores generales de elegirse en el Capítulo general 2015», dando al Consejo Plenario «voz deliberativa en lo que respecta a este asunto» (Portadores del don del Evangelio, Mandato 46). Segundo: «Colaborar en la preparación del próximo Capítulo general y aconsejar acerca del lugar en que haya de celebrarse el Capítulo» (CCGG art. 194 §5). Tercero: «Tratar de los asuntos económicos de la Orden» (CCGG art. 194 §6). Finalmente: «Prestar ayuda al Ministro general y al Definitorio en el gobierno y anima-5-

Konstancin-Jeziorna, Polonia

ción de la Orden» (CCGG art. 194 §1). Colegialmente, el Gobierno y los miembros del Consejo Plenario de la Orden han trabajado realmente con excepcional empeño para alcanzar estos objetivos. Tratando de darle cumplimiento a las propias responsabilidades en relación con la Orden, el Consejo Plenario también se ha esforzado por «volver a la fuente y recuperar la frescura original» de la vida de los Hermanos Menores, enraizada en el Evangelio. Los “nuevos caminos” y “métodos creativos” que el Papa Francisco nos llama a crear en la Orden, en la Iglesia y en el mundo, son las tareas diarias de cada hermano de la Fraternidad universal. El Consejo Plenario representa una nueva contribución a este proceso de revitalización y renovación espiritual. Mientras nos preparamos para el Capítulo general 2015 cada uno de nosotros y todos juntos, debemos abrir nuestros corazones al Espíritu de Dios, debemos entrar siempre más profundamente en nosotros mismos para escuchar y discernir la voz del Espíritu de Dios, que actúa en la vida de los frailes forjando fuertes vínculos entre los hermanos de la Fraternidad humana y espiritual; y tenemos que abrir las puertas de nuestra Fraternidad a todo el pueblo de Dios y a toda creatura, invocando todavía y siempre el camino de la minoridad y de la itinerancia. Este camino nos llevará a la plena realización del «vino nuevo en odres nuevos», como fratres et minores. ¡Espero que cada uno de nosotros pueda tener el valor de acoger con los brazos abiertos la llamada del Evangelio a esta santa novedad! Fraternalmente, Fr. Michael A. Perry, OFM Vuestro Siervo y Ministro general Prot. 104542

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Consilium Plenarium Ordinis Fratrum Minorum Konstancin-Jeziorna, Polonia, 17-30 de noviembre de 2013

DOCUMENTO DEL CPO 2013

I Principios inspiracionales

Consejo Plenario de la Orden de los Hermanos Menores

Prólogo 1. La vida de nuestra Orden a lo largo de la historia siempre se ha distinguido por su compromiso de escuchar y responder a la voluntad de Dios que, en su Hijo Jesucristo, y en el gesto sublime de su anonadamiento, también nos llama a nosotros, Hermanos Menores, a despojarnos para ser coherentes con el don recibido en nuestra vocación, viviendo la novedad del Evangelio, no como un recuerdo para hacer alarde, sino como un desafío que hay que asumir. 2. La novedad a la que está llamada nuestra Orden, no implica el cambio en todo, porque ello sea ineficaz, obsoleto o anticuado. El vino del Evangelio es siempre nuevo y nuestra Fraternidad, anclando su existencia en el Hijo amado, también se convierte en novedad. Sin embargo, después del largo proceso de maduración iniciado con el Consejo Plenario de Guadalajara (México) en 2001, está claro que ahora es el momento para que algunos odres, o algunas de nuestras estructuras, sean renovadas para que puedan conservar mejor el vino del Evangelio y para poder ofrecerlo a los hermanos y a las hermanas de nuestro tiempo. 3. El Ministro general, Fr. Michael A. Perry, al inicio de nuestros trabajos en la asamblea, afirmó que «este Consejo Plenario debe provocar en nosotros un sentido de vida nueva», permitiendo «que Dios sea el centro de nuestras vidas, de nuestro razonar y discernir, sea el centro de nuestras estructuras y de nuestra Orden». Las estructuras no pueden apagar la novedad del Evangelio, sino que deben estarle disponibles, superando el peligro de la auto- referencialidad, y entrando en la perspectiva de la interrelación, de la interculturalidad, de una dimensión fraterna afectiva y efectiva, atenta a la vida de los otros en la caridad evangélica. 4. Teniendo en cuenta la historia del pueblo polaco, con momentos muy significativos e incluso trágicos de su lucha por la defensa de la libertad, recogemos el ejemplo de la vida y el testimonio de san Maximiliano Kolbe y del beato sacerdote Jerzy Popielusko -9-

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-que tuvimos la oportunidad de conocer a través de los lugares en donde transcurrieron sus vidas terrenas-, para enfrentar los desafíos presentes en nuestras realidades sociales, nacionales y locales, que necesitan nuevos y verdaderos testigos del Evangelio, signos profético y auténticos que denuncien los falsos valores de nuestro tiempo (cf. CCGG 67). Se nos sugiere en el Instrumentum laboris del Consejo Plenario de adquirir una nueva mentalidad para ofrecer nuevas respuestas a todos los niveles, tanto personales como de nuestras estructuras y sean una verdadera expresión de nuestro ser de Hermanos Menores en la vida y en la sociedad1. 5. El cambio de las estructuras, sin embargo, es infructuosa si nuestra vida personal no cambia, si el Evangelio no está al centro de nuestra vocación: «hay un proceso de reestructuración mucho más profundo que tiene que llevarse a cabo, un proceso que también tiene que ver con la conversión de la mente y el corazón, la reestructuración de cada Hermano Menor, de modo que cada hermano le permita al Espíritu de Dios de guiarlo en el camino de la conversión permanente»2. Hermanos en comunión «A todos sin excepción se les llame hermanos menores» (Rnb 6,3) ¡Comencemos, hermanos! (1C 103) 6.  En la Vida del beato Francisco, Tomás de Celano refiere un dicho que Francisco de Asís dirigía a sus frailes: «“Comencemos, hermanos, a servir al Señor Dios, pues escaso es o poco lo que hasta ahora hemos adelantado”. No pensaba haber llegado aún a la meta, 1

Cf. Instrumentum laboris del Consejo Plenario de la Orden 2013, nn. 2.1.5; 2.1.6; Portadores del don del Evangelio, Documento del Capítulo general de la Orden 2009, (PdE), nn. 14.29. 2 Fr. Michael A. Perry, El futuro de las estructuras al servicio de la fraternidad y de la misión en el mundo de hoy, Relación del Ministro general al Consejo Plenario de la Orden 2013, n. 12. - 10 -

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y, permaneciendo firme en el propósito de santa renovación, estaba siempre dispuesto a comenzar nuevamente» (1C 103). Sostenidos por el espíritu de Francisco y movidos por su exhortación, durante el Consejo Plenario de Konstancin-Jeziorna hemos reafirmado - como lo hicieron nuestros hermanos en Guadalajara - que la persona del Hermano-en-relación es la estructura fundamental de nuestra Orden3: de este supuesto básico se originaron las reflexiones, las opciones y las directrices que, en respuesta al mandato que se nos confió por parte del Capítulo general de 2009, presentamos con este documento a todos ustedes, miembros de la Orden de los Hermanos Menores. 7. También queremos comunicarles la alegría de la comunión fraterna que vivimos en Polonia: como hermanos, procedentes de diversas partes del mundo -algunos marcados por un profundo sufrimiento y conflictos que a veces dificultan el vivir con fidelidad la vocación de Menores-, compartimos la gracia de nuestra vocación y el compromiso de dar testimonio de la fuerza del carisma franciscano y de su valor profético para el mundo actual. Llamados a la comunión fraterna «¡Nada de vosotros retengáis para vosotros mismos!» (CtaO, 29) 8. El fundamento de la vocación de cada Hermano Menor es la llamada dirigida a él por Dios para vivir en comunión con Él, con sus hermanos y con todo el mundo, «observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad» (Rb 1,1) en nuestro tiempo y para nuestro tiempo. Esta es nuestra Regla y vida (cf. CCGG 1 §1, por la fórmula de nuestra profesión cf. CCGG 5). 9. Este es un llamado esencialmente personal y es un gran misterio. Se puede entender sólo en la medida que cada uno de nosotros 3

Cf. Fraternidad en misión en un mundo que cambia, Documento del Consejo Plenario de la Orden 2001, n. 2. - 11 -

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vive el Evangelio de Jesucristo, siguiendo sus pasos, hasta llegar al punto en el que podamos decir: «He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Ga 2,19-20). Por esta razón, la exhortación del hermano Francisco en su Carta a toda la Orden continúa hablándonos, con una actualidad tan válida todavía hoy como cuando fue escrita: «Por consiguiente, nada de vosotros retengáis para vosotros mismos, para que enteros os reciba el que todo entero se os entrega» (CtaO 29). 10. Esta intimidad, esta comunión con Cristo no es por amor del hermano mismos. Es por amor del Evangelio. Por esta razón, el Señor les dona hermanos y lo convierte en un don para ellos. En la comunión fraterna nosotros los Hermanos Menores aprendemos lo que significa seguir las huellas de Aquel que vino a servir y no a ser servido (cf. Mt 20,28), y aprendemos a entregarnos a todos como Hermanos Menores (cf. CCGG 64). De esta manera nosotros los hermanos invitamos a todos los hombres, a través del testimonio de vida de menores, a reconocer su dignidad de hijos de Dios, y a renovar la faz de la tierra (cf. CtaO 9, también CCGG 83 §2 y 87 §1). 11. En esta perspectiva, la comunión a la que estamos llamados abraza la identidad única de cada hermano como hijo de Dios, y nos llama a cada uno en un intercambio recíproco de dones para ofrecernos nosotros mismos como don recíproco y como don al mundo, ya sea como hermanos o como fraternidad (cf. CCGG 40). La comunión sostiene nuestra libertad de hijos de Dios y nos invita, en esa misma libertad, a que respondamos a la voz de Dios con un corazón lleno de amor, mientras Dios nos habla a través de los vínculos de comunión que compartimos como hermanos entre nosotros mismos y con nuestro mundo. La comunión, finalmente, nos llena de la alegría que sólo puede venir de una intimidad personal con Cristo (cf. Jn 15,11), que nos guía sobre las huellas de una vida dedicada al servicio de todos los hermanos y hermanas, de todos aquellos cuya pobreza y cuyo dolor suben hasta el cielo como un grito al que el Altísimo responde enviándonos a nosotros Hermanos Menores. - 12 -

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12. La vida de comunión - comunión con Cristo, comunión con los hermanos, comunión con todas las personas y con toda la creación - es el corazón de la vocación de cada hermano, y es por lo tanto fundamental para nuestra identidad de Hermanos Menores. La comunión, entonces, es igualmente fundamental para la red de relaciones en la que cada uno de nosotros vive como miembro de la Orden, en particular, las relaciones que tenemos con nuestros hermanos y hermanas que son nuestros Ministros. Vivir la comunión fraterna en minoridad «¡Y a ninguno se le llame prior!» (Rnb 6,3) 13. Para dar vida a esta comunión fraterna Francisco ha llamado hermanos a quienes ejercen la autoridad de Ministros y los ha establecido como servidores de los demás hermanos: «Y a ninguno se le llame prior, sino que a todos sin excepción se les llame hermanos menores. Y lávense los pies los unos a los otros (Jn 13,14)» (Rnb 6,3-4)4. Esta modalidad de comprensión de la autoridad al servicio de la comunión requiere cultivar un particular estilo de gobierno por parte de los Ministros de los Hermanos Menores. La primera y más importante calidad era y sigue siendo una acentuada ternura materna: «Los hermanos que son ministros y siervos de los otros hermanos, visiten y amonesten a sus hermanos y corríjanlos humilde y caritativamente, no mandándoles cosa alguna que vaya en contra de su alma y de nuestra Regla» (Rb 10,1). 14. El hermano Francisco en sus escritos nos muestra un “estilo típicamente minorítico” de vivir las relaciones fraternas y la autoridad «como siervos y sometidos a todos, pacíficos y humildes de 4

En la fraternidad querida por Francisco todos los hermanos son iguales: «Todos vosotros sois hermanos; y no llaméis padre a ninguno de vosotros en la tierra, pues uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Y no os llaméis maestros, pues uno es vuestro maestro, el que está en los cielos [Cristo] (Mt 23,8-10)» (Rnb 22,33-35). - 13 -

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corazón» (CCGG 64), sin apropiarse de funciones y oficios5. En la Regla bulada leemos que «donde quiera que estén y se encuentren los hermanos, muéstrense mutuamente familiares entre sí. Y manifieste confiadamente el uno al otro su necesidad, porque si la madre nutre y ama a su hijo carnal (cf. 1Ts 2,7), ¿cuánto más amorosamente debe cada uno amar y nutrir a su hermano espiritual?» (Rb 6, 7-9, cf. también Rnb 9,10-11). Para garantizar la dimensión relacional y recíproca de la autoridad, Francisco se reserva para sí el título de “madre”, y no el de padre, cuando le escribió a fray León para indicarle su voluntad (cf. Carta al hermano León 3) y en la Regla para los eremitorios organiza la vida de los hermanos en la alternancia de roles entre madre e hijos (cf. REr 1-2)6. 15. Podemos decir, por tanto, que Francisco entiende la autoridad esencialmente como un servicio y cuidado, como generación de hermanos a la vida del Evangelio: «Y recuerden los ministros y siervos que dice el Señor: «No he venido a ser servido, sino a servir» (Mt 20,28), y que, al haberles sido confiado el cuidado de las almas de los hermanos, tendrán que dar cuenta de ellas en el día del juicio (cf. Mt 12,36) antes de que el Señor Jesucristo, si alguno se perdiese por su culpa y mal ejemplo» (Rnb 4,6). ¿No será la falta de esta actitud relacional entre nosotros los frailes lo que crea en nuestra vida demasiados conflictos interpersonales, un débil sentido de confianza y de pertenencia y la dificultad de vivir la fidelidad y la perseverancia, como la indagación sobre la Situación de la Orden hoy presentada durante el Consejo Plenario ha demostrado? Démosle todavía más espacio en nuestras fraternidades al cuidado recípro5

«“No he venido a ser servido, sino a servir” (cf. Mt 20,28), dice el Señor. Aquellos que han sido colocados sobre los demás, gloríense de tal prelacía tanto como si hubieran sido encargados del oficio de lavar los pies a los hermanos. Y en la medida que se turban más porque les quitan la prelacía que porque les quitan el oficio de lavar los pies (Jn 13,14), en la misma medida se hacen para sí un tesoro fraudulento (Jn 12,6; 13,29) para peligro de su alma» (Adm 4). 6 También Clara relee su relación con Francisco narrando una visión en la cual el santo, como una madre, la nutre ofreciéndole la leche de su pecho (cf. Proceso de canonización de Clara de Asís III, 28). - 14 -

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co, a la ternura y a la misericordia, teniendo en cuenta la Carta de Francisco a un ministro como un modelo eficaz para la gestión y resolución de conflictos. 16. Otra característica esencial de este estilo minorítico es su radical espíritu de la apertura. Los ministros deben de estar completamente a disposición de sus hermanos, «Y los ministros acójanlos caritativa y benignamente, y tengan con ellos tanta familiaridad, que los hermanos puedan hablarles y comportarse con ellos como los señores con sus siervos» (Rb 10,5-6). Estamos convencidos de que «si se ejerce evangélicamente, la autoridad debería conducir a una mejor comprensión y práctica de la escucha, es decir, a una mayor experiencia de minoritas»7. 17. Francisco no era un idealista ingenuo en su manera de comprender la autoridad como servicio. En la Regla exhorta a sus hermanos-en-relación con sus ministros: «y los hermanos que son súbditos, recuerden que renunciaron por Dios a sus propios quereres. Por eso, les mando firmemente que obedezcan a sus ministros en todo lo que prometieron al Señor observar y no va en contra del alma y de nuestra regla» (Rb 10,2-3 cf. Adm3). El abuso en la comunión fraterna proviene no sólo de parte de los Ministros que se consideran “superiores”, sino también de los frailes que olvidaron haberse adherido a una comunidad de hermanos con quien caminar tras las huellas de Aquel que no vino a hacer su voluntad, sino la voluntad de Aquel que lo envió (cf. Jn 6,38). Así Francisco llama a todos los hermanos, tanto a los Ministros, como a los hermanos atendidos por ellos, a vivir en una relación mutua y recíproca entre sí (cf. CCGG 45 §§ 2-3). El estilo típico de los Hermanos Menores en el vivir la autoridad y la obediencia -querido por Francisco y madurado a lo largo de ocho siglos, y ratificado en nuestra legislación- ha sido propuesto recientemente por la Iglesia a toda la vida consagrada8. 7

Fr. Michael A. Perry, El futuro de nuestras estructuras, op. cit., n. 9. Cf. El Servicio de la autoridad y la obediencia, Instrucción de la CIVCSVA, Roma 2008, nn. 25-26. Cf. también Perfectae caritatis, Decreto del Concilio Ecumenico 8

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18. Las autoridad entre los Hermanos Menores está al servicio de la comunión de los hermanos entre ellos, con el mundo y, por último, con Dios que nos ha llamado a vivir el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo (cf. CCGG 45 §1). Cuando esta autoridad se ejerce adecuadamente, nos permite a los frailes hacer de nosotros mismos una lengua con la que podemos proclamar el amor salvador de Dios en Cristo. De hecho, como Francisco, también nosotros Hermanos Menores no hemos sido llamados por amor a nosotros mismos, sino por amor de Dios y para contribuir a la comunión de todos y de toda la creación en la vida del Dios Trinidad (cf. Jn 17,18-23). 19. La Fraternidad de Francisco, ayer y hoy, tiene en el Capítulo (general y provincial), la más alta expresión del servicio de la autoridad y de la obediencia recíproca. Nosotros, los frailes, en escucha de la voluntad de Dios que nos ha llamado y nos envía a proclamarlo, con ocasión de los Capítulos hacemos una experiencia de discernimiento y de compartir de aquello que le agrada al Señor. Este es el significado de la celebración de los Capítulos con ocasión de la fiesta de Pentecostés: la nuestra es una vida del Espíritu y en el Espíritu, que vive la autoridad y la obediencia como respuesta a Aquel «que nos amó primero» (1Jn 4,19). Pentecostés y la Porciúncula como “lugares” para la celebración de los Capítulos9, son también hoy día para nosotros, como en las intenciones de Francisco, un compromiso y una oportunidad para revisar nuestra identidad y nuestra vocación-misión a la luz del Espíritu del Señor, y de las preguntas que el contexto cultural y social actual nos dirige. Pueda nuestra fraternidad vivir un renovado “Pentecostés franciscano”, que reavive en nosotros la pasión por nuestra forma de vida y nos disponga a llevarles a todos, con generosidad y entusiasmo, «la alegría del Evangelio»10. Vaticano II sobre la renovación de la Vida Religiosa, Roma 1965, n. 14; Vita consacrata, Exhortación Apostólica del Santo Padre Juan Pablo II sobre la Vida consagrada y su misión en la Iglesia y en el mundo, Roma 1996, n. 43; CIC 618. 9 Cf. Rnb 5,4; 18,2; Rb 8,2.5; Carta a un Ministro 13.21; CCGG 188. 10 Cf. Evangelii gaudium, Exhortación Apostólica del Santo Padre Francisco sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual, Roma 2013. - 16 -

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DOCUMENTO DEL CPO 2013

II Decisiones y propuestas

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Instrumentos de comunión fraterna «Ninguno de los hermanos tenga poder o dominio, máxime entre ellos» (Rnb 5,9) 20. Durante los días pasados ​​en Konstancin-Jeziorna hemos compartido la alegría del «vino nuevo» que el Señor nos ha dado con su persona y su Evangelio. Esto no sólo es un don para nosotros, sino hecho a nosotros para los demás. Por lo tanto es necesario que el vino siempre nuevo del Evangelio y de nuestra forma de vida tenga «odres nuevos», estructuras nuevas o renovadas que estén al servicio de la vocación integral de los frailes, y que promuevan y faciliten la animación y la fidelidad a nuestro ser hermanos-en-misión para los otros. 21. En nuestro trabajo hemos tenido como referencia el Instrumentum laboris, que nos ha guiado en la reflexión sobre la problemática general en relación con el Gobierno de la Orden, en la común «convicción de que todas las estructuras deben estar al servicio de la comunión y de la pertenencia a la Orden: no está en juego ésta o aquella Provincia, ésta o aquella Conferencia, sino el carisma y la misión de la Orden»11. De hecho, nuestra «preocupación principal es garantizar la continuidad de la presencia de nuestro carisma y no la supervivencia de las estructuras actuales»12. 22. Como Francisco y su primera fraternitas se pusieron en escucha del Señor y de las exigencias de su tiempo, de esta manera nuestra Orden ha continuado haciendo a lo largo de sus ocho siglos de historia. Del mismo modo, también nosotros queremos hoy adaptar nuestras estructuras de gobierno y de animación para que nos ayuden «a vivir de la mejor manera posible nuestro carisma, tanto fiel como creativamente» y para que «fomenten una 11

Instrumentum laboris, op. cit., n. 3.5. Redimensionamiento y reestructuración, Subsidio del Definitorio general OFM, Roma 2011, p. 5. 12

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mayor comunicación, colaboración, corresponsabilidad, creatividad y comunión entre los hermanos a nivel de las Entidades particulares y a nivel de toda la Orden»13. La discusión fraterna y las opciones operativas siempre han mirado la manera en que Francisco ha entendido la autoridad: no un «ejercicio del poder y el dominio sobre los hermanos, realidades que no son ni evangélicas ni caritativas»14, sino esencialmente como «presencia significativa, sustancial y de servicio a los hermanos»15. 23. En concreto, el CPO se ha preguntado: ¿Quién puede ser un buen Definidor general? Es decir, ¿Cuáles son los criterios para elegir a un Definidor general? ¿En base a cuáles criterios se eligen? ¿Cuáles son las cualidades que se requieren? Siempre teniendo en cuenta que no existe el Definidor “perfecto”, pero sí el Definidor “posible”, a continuación presentamos algunas de las características retomadas de documentos anteriores (cf. EEGG 149 §1) que ayudan a delinear su perfil. El perfil del Definidor general (cf. EEGG 149 §2) • Debe tener una experiencia anterior de animación y de gobierno. • Debe poseer algunas habilidades y cualidades que lo hagan útil al servicio de la Orden, que sea capaz de vivir en una fraternidad internacional y trabajar en común. • Debe ser una persona dispuesta a cambiar, tanto a nivel personal como estructural, de manera que beneficie la renovación de la Orden y le garantice al Definitorio una cierta agilidad y flexibilidad de trabajo. • Debe tener una buena comprensión de las culturas. Además de su lengua materna, debe entender y ser capaz de hablar al menos uno de los tres idiomas oficiales de la Orden, es decir, italiano, español o inglés. 13 14 15

Fr. Michael A. Perry, El futuro de nuestras estructuras, op. cit., n. 8. Fr. Michael A. Perry, El futuro de nuestras estructuras, op. cit., n. 8. Instrumentum laboris, op. cit., n. 2.1.4. - 20 -

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Las tareas de los Definidores generales (cf. EEGG 150) • Elegidos para toda la Orden. • Les corresponde ante todo prestar consejo al Ministro general en los asuntos que afectan a la vida y a la misión de la Orden. • Cumplir las tareas particulares que les encarga el Ministro general. • Promover la vida evangélica en las Entidades y en las regiones de la Orden. • Deben acompañar una zona geográfica o cultural, es decir: a) Identificar y ponerse en contacto con los candidatos para el servicio de Visitadores generales. b) Sintetizar la relación conclusiva enviada por el Visitador general para presentarla al Definitorio general. c) Proporcionarle al Ministro general, después de las discusiones en Definitorio, el borrador de una carta para enviarla a la Entidad después de la visita. d) Motivar a los Ministros provinciales, Custodios y a todos los hermanos para que colaboren con personal y con recursos económicos al sostenimiento de las Casas dependientes del Ministro general (cf. EEGG, arts. 24; 117-118). e) Coordinar las visitas del Ministro general a las entidades y a las conferencias (tiempos, modos, lugares, etc.) y acompañarlo en la visita. f) Crear y cuidar un archivo de la zona geográfica o cultural de su competencia. 24. Respecto al Definitorio general en cuanto «Consejo del Ministro general» (CCGG 202 §1), el CPO ha subrayado algunas características que también representan el criterio guía para el discernimiento capitular. La internacionalidad del Definitorio «En la elección de los definidores debe tenerse en cuenta el criterio de la internacionalidad, pues el Gobierno general de la Orden debe reflejar, en cuanto sea posible, la diversidad étnica, cultural y - 21 -

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geográfica de la Orden» (CPO 2001, Documento final, Propuestas y orientaciones, II, 26-27). La representatividad Es importante tener en cuenta el número de hermanos y de las Entidades en la situación actual. El Definidor tiene una función de enlace «en dos sentidos» entre el Gobierno central y la base de la Orden: Trasmite directrices e indicaciones del Gobierno a los hermanos y transmite la situación vocacional de los hermanos y de las entidades al Gobierno. Esta función nos parece muy importante, ya que es un servicio eficaz de comunión al interno de la Orden. El sentido de pertenencia Con la profesión religiosa entramos en una Familia que es la Orden, para vivir el proyecto de vida contenida en la Regla y las Constituciones generales. La Provincia es parte de esta Familia y no puede caminar por separado, ni pretender interpretar aisladamente el carisma, perteneciendo a una Orden aprobada por la Iglesia y no a una federación de provincias. En este sentido, el Gobierno elegido por la Orden, no sólo debe representar a sus respectivas conferencias, sino que deben tener un sentido más general de la Fraternidad universal. Pertenecen tanto a su Conferencia como a la Fraternidad que es la Orden y para cuyo gobierno son nombrados. El acompañamiento Deben ser acompañados los jóvenes y los ancianos; las estructuras son en función del acompañamiento, de la ayuda que se le debe dar a cada fraile. «La estructura base de la Orden es el hermano concreto «movido por divina inspiración» (cf. Rnb 2,1). Estamos convencidos de que el Espíritu, que es el «vínculo de la perfección» (Col 3,14; RCl 10,7) y la fuente del proyecto evangélico, impulsa al hermano a ser Hermano-en-relación, persona capaz de poner en juego su propia vocación con los otros, incluso en situaciones de - 22 -

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tensión» (CPO 2001, Documento final, Principios inspiracionales n. 2). 25. El CPO ha aprobado dos grupos de propuestas que tienen diferentes valores y se muestran en las dos partes siguientes: a) Decisiones «respecto al número y el método de elección de los Definidores generales, que entrarán en vigor, ad experimentum, en el Capítulo general de 2015» (Capítulo general de 2009 Mandato 45); b) Propuestas de cambios en algunas estructuras que se presentan al Capítulo general de 2015 para que se transformen en decisiones capitulares. Aunque las propuestas pueden parecer demasiado “técnicas”, ellas son, en realidad, una orientación a la apertura de nuestras estructuras existentes para reflexionar sobre su objetivo principal y para dar un nuevo impulso y un renovado entusiasmo a la colaboración en la Orden, a la comunicación entre nosotros los frailes, a la apertura a nuestro mundo en constante cambio, a la misión de llevar a todos el don del Evangelio solicitado por la exigencia evangélica «vino nuevo en odres nuevos» (Mt 9,17).

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I. DECISIONES Número de los Definidores generales 1. El número de los Definidores generales para ser elegidos durante el Capítulo general es de ocho, provenientes: • 3 de las Conferencias de Europa (UFME). • 2 de las Conferencias de América Latina (UCLAF). • 1 de la Conferencia Anglófona. • 1 de la Conferencia Africana. • 1 de la Conferencia Asiática (FCAO). Maneras de elección 2. Para la elección en el Capítulo de los Definitorios generales, se procederá según las siguientes maneras: • Cada Conferencia presentará a la Secretaría del Capítulo general, dentro del plazo indicado, dos candidatos al oficio de Definidor general. • El envío de los nombres de los candidatos a la Secretaría general estará acompañada por el curriculum vitae, la descripción de las cualidades específicas que se relacionan con el servicio propuesto, y las motivaciones principales de parte de la Conferencia de los Ministros provinciales. • Los nombres de los candidatos, con los respectivos curriculum vitae, se hagan enviar a los vocales un mes antes del Capítulo general. • Durante el Capítulo general, los Capitulares provenientes de cada área designarán los candidatos de acuerdo a la siguiente distribución numérica: a. El área Europa propondrá 6 (seis) candidatos b. El área América Latina propondrá 4 (cuatro) candidatos c. El área anglófona propondrá 2 (dos) candidatos d. El área África propondrá 2 (dos) candidatos e. El área Asia propondrá 2 (dos) candidatos - 24 -

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II. PROPUESTAS Elección del hermano laico Elección del hermano laico profeso solemne como legítimo vocal del Capítulo general 1. Cada Conferencia de Ministros Provinciales elija un hermano laico como legítimo vocal del Capítulo general (cf. EEGG 142 §3). Para las Conferencias con más de 500 profesos solemnes sea elegido un segundo hermano laico por Conferencia, para dar mayor significado a la representatividad de los hermanos laicos. 2. Cada Conferencia determinará las modalidades para el nombramiento del hermano laico (o de los hermanos laicos) que asistirá (o asistirán) al Capítulo general. Ministro general Duración del oficio 3. El Oficio de Ministro general tiene una duración de seis años, renovables por otros seis. Para la reelección se requiere la mayoría cualificada (2/3 de los votantes en el primer escrutinio). Vacancia del oficio 4. En caso de vacancia del oficio del Ministro general en el “primer trienio” de su mandato, el Ministro viene elegido de acuerdo con la legislación actual dentro de dos meses (cf. CCGG 201 §1), pero con la previa presentación de los candidatos por parte de las Conferencias. Si el oficio queda vacante en el “segundo trienio” lo sustituye el Vicario general ad complendum sexenio.

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Visita a cada una de las Entidades 5. El Ministro general, en el sexenio, visite posiblemente todas las Entidades de la Orden, programando para cada Visita un tiempo cualificado y suficiente. Para mejor realizar esto - por el valor simbólico que la Visita tiene para fortalecer el sentido de pertenencia a la Orden y para dar confianza y esperanza a los hermanos - se considera importante la preparación de la visita. Por esta razón se establezca que el Definitorio general y las Oficinas de la Curia general colaboren en la preparación de la Visita, precisando los contenidos y los temas que deben abordarse en el diálogo con la Entidad. Entidades y Casas dependientes 6. Las Entidades y las Casas dependientes “directamente” del Ministro general sean confiadas para el “gobierno ordinario” a la responsabilidad del Vicario general, con el fin de “facilitar” el servicio del mismo Ministro a la Fraternidad universal. 7. El Definitorio general constituya una Comisión para el estudio de las problemáticas jurídicas y legales (civiles y penales) de las Casas y Entidades directamente dependientes del Ministro general, con el fin de proteger la Orden y la figura misma del Ministro general. Ministro Provincial y Custodio Duración del oficio 8. Se propone modificar el art. 182 de los EEGG a saber: El Ministro provincial puede ser reelegido para un segundo mandato, de seis años de duración, pero con la condición de que obtenga la mayoría cualificada (2/3 de los votos en el primer escrutinio). 9. La duración del mandato del Custodio de una “Custodia autónoma”, es semejante a la del Ministro provincial.

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Formación de los Ministros provinciales y Custodios 10. El Definitorio general continúe organizando encuentros de formación para los nuevos Ministros provinciales y Custodios al inicio del mandato. 11. El Definitorio general prevea, en el curso del mandato, un acompañamiento/evaluación del servicio realizado. Conferencias de los Ministros provinciales Estructura de la Conferencia 12. El Capítulo general clarifique el “rol estructural” de las Conferencias a partir de cuanto está prescrito en las Constituciones generales (art. 227 §1). Composición de la Conferencia 13. En la erección o restructuración de una Conferencia de Ministros Provinciales y Custodios, el Definitorio general puede derogar del número mínimo de las Entidades previstas por los EEGG 200 §4, con la condición de que la misma Conferencia esté compuesta de por lo menos 500 profesos solemnes. Duración del mandato de los Presidentes de la Conferencia 14. Para mejorar la calidad de la animación de la Conferencia, la duración del mandato de los Presidentes sea, para todos, de tres años. Presidente de la Conferencia 15. Se propone, también, la modificación del art. 204 §2 de los EEGG, para que los Presidentes de las Conferencias pueden ser un Ministro provincial o un Custodio (tanto de la Custodia autónoma como de la Custodia dependiente).

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16. Según cuanto prescribe el art. 201b de los EEGG, los Presidentes de las Conferencias, en las reuniones con el Definitorio general, sean consultados sobre las cuestiones de mayor importancia de la Orden. Secretariados y oficinas de la Curia general Reflexión sobre los Secretariados, oficinas de la Curia y Consejos internacionales 17. El Definitorio general verifique la actual situación de los dos Secretariados generales (SGFE y SGME) y las otras oficinas de la Curia, teniendo presente las nuevas dimensiones y las delegaciones a ellas atribuidas por la Orden, rediseñando la estructura, la naturaleza, la composición, los objetivos y el funcionamiento. En esta revisión también se incluyan la de los respectivos Consejos internacionales. Secretariado general para la Formación y los Estudios 18. Al interno del Secretariado general para la Formación y los Estudios, el Definitorio general instituya la figura del Moderador general para la Formación permanente, con el objetivo específico de animar las Conferencias y las Entidades y tenga una particular atención a los Centros de Estudio de la Orden. Secretariado general para las Misiones y para la Evangelización 19. Con la indicación del Definitorio general, el Secretariado para las Misiones y la Evangelización promueva las vocaciones misioneras y una política de “nuevas” misiones y “presencias” en la Orden, y solicite la reflexión sobre nuestra presencia en el mundo y sobre la manera de ser más profético. Capítulo general 2015 Temas 20. El Capítulo general 2015 trate pocos temas, “claros” y “bien definidos”. - 28 -

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21. Los temas a “considerar” en vista del Capítulo general 2015 se agrupan en los siguientes bloques temáticos: – La identidad de la Orden: la vida di unión con Dio, la fraternidad y la minoridad. – Consejos evangélicos-votos: reflexión a la luz del Magisterio de la Iglesia, teniendo en cuenta la cultura contemporánea y los desafíos actuales. – Formación: formación permanente, formación al servicio de la autoridad y de los formadores, formación a la misión. – Presencia en el mundo-Evangelización: atención a los marginados, conciencia social, política misionera y evangelizadora, nuevas presencias, experiencia parroquial profética, interculturalidad, diálogo interreligioso. Instrumentum laboris 22. Los trabajos del Capítulo general es bueno que vayan acompañados por un Instrumentum laboris específico, distinto del informe general del Ministro, para preparar y orientar la reflexión del Capítulo. Mandatos 23. Es bueno que los mandatos que el Capítulo general establecerá sean pocos, realizables y sostenibles. Estudio “interdisciplinar” 24. El CPO le sugiere al Definitorio general, con la participación de las diversas Entidades de la Orden, de continuar la reflexión sobre el trabajo multidisciplinar iniciado, creando una correlación interpretativa de los datos con la estructura propia de los valores de nuestra vida y misión, cuyo resultado será presentado al Capítulo general de 2015. 25. El Definitorio general, involucrando las diversas Entidades de la Orden, continúe la reflexión sobre el estudio interdisciplinar - 29 -

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de la Orden, en concordancia con las relaciones de los Visitadores generales y el estudio sociológico de la Orden. Sede del Capítulo general de 2015 26. La sede del próximo Capítulo general de 2015 sea en Santa María de los Ángeles, Asís (Italia).

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Consilium Plenarium Ordinis Fratrum Minorum Konstancin-Jeziorna, Polonia, 17-30 de noviembre de 2013

DOCUMENTO DEL CPO 2013

III Informe del Ministro general Fr. Michael A. Perry, OFM

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El futuro de nuestras estructuras al servicio de la fraternidad y de la misión 1. «Cuando, cada tarde, se sentaba el gurú junto a sus estudiantes para las prácticas del culto siempre andaba por allí el gato del ashram distrayéndolos. De manera que ordenó el gurú que ataran el gato a un árbol mientras la comunidad del ashram estaba en oración. Mucho después de haber muerto el gurú, el gato continuó atado al mismo árbol durante la hora del culto. Y Cuando el gato murió y cuando también el árbol murió, otro gato fue llevado al ashram y un nuevo árbol fue plantado, para estar seguros del hecho de que la orden del gurú fuese fielmente observada durante el momento del culto. Siglos más tarde, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados y más tratados referentes al significado litúrgico y del importante papel de atar un “gato sagrado” a un “árbol sagrado” mientras tiene lugar el culto como es debido» (cf. Anthony de Mello, El canto del pájaro. Fragmentos De sabiduría en las grandes religiones, Paulist Press, 1986, (El gato del gurú). «Si quieres construir un barco, no reúnas hombres para recoger madera ni les asignes tareas y trabajo, más bien, enséñales a añorar el mar abierto y el infinito» (Antoine de Saint- Exupery). «Entonces se le acercan los discípulos de Juan y le dicen: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos, y tus discípulos no ayunan?». Jesús les dijo: «Pueden acaso los invitados a la boda ponerse tristes mientras el novio está con ellos? Días vendrán en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin tundir en un vestido viejo, porque lo añadido tira del vestido, y se produce un desgarrón peor. Ni tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; pues de otro modo, los odres revientan, el vino se derrama, y los odres se echan a perder; sino que el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así ambos se conservan» (Mt 9,14-17). - 33 -

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2. Queridos hermanos reunidos aquí en Konstancin, Polonia de todas partes del mundo franciscano: ¡El Señor os done su paz! A nombre del Definitorio general y de todos los frailes que sirven a la Orden en la Curia general, deseo expresar mi gratitud a Dios por el don del Evangelio, la persona de Jesús, que a través de la Encarnación se unió a nosotros y a través de la forma vitae propuesta por nuestro seráfico padre san Francisco nos invita a seguirlo como discípulos y hermanos “más pequeños”, en el camino de la fe. De esta forma el don del Evangelio está en el origen de nuestra vocación y de nuestra Fraternidad (cf. PdV, 2009, 7). Además, doy gracias a Dios por el don de los hermanos: para cada uno de vosotros, aquí presentes en el Consejo Plenario de la Orden y para todos los hermanos de la única y universal Fraternidad de la Orden de los Hermanos Menores, a la cual pertenecemos, en virtud de nuestra profesión religiosa. Las prioridades que guían nuestra Fraternidad evangélca 3. La responsabilidad fundamental de todos los hermanos de la Orden y de manera particular de todos los Ministros es aquella de acordarse constantemente y mutuamente de la naturaleza de nuestra vocación y de nuestra identidad de Hermanos Menores, que tratan de «poner, en todo momento y en toda circunstancia, el Evangelio, en sus exigencias más radicales, como fundamento de nuestra vida cotidiana, y criterio primero y último de nuestro actuar» (Caminar desde el Evangelio (CdE), orientaciones generales de animación para el sexenio 2010-2015, p. 4), permitiendo a la lógica y a las actitudes de Jesús de convertirse en nuestras («los mismos sentimientos que Cristo» Fil 2,5). En virtud de nuestro Bautismo somos hombres de fe, enraizados en la relación íntima y dinámica con el Señor Jesús. A través de la profesión religiosa respondemos al don de la llamada de Dios «en obediencia, sin propio y en castidad» como se expresa en nuestra Regla y Constituciones generales. Vivimos plenamente nuestra profesión religiosa, ante todo, en el - 34 -

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contexto de la Fraternidad, o sea, en el compartir nuestra vida con otros hermanos que han asumido el mismo compromiso y que tienen hambre y sed de comunión con Dios y comunión con los demás, con los hermanos. Nuestra Fraternidad se convierte en el trampolín de lanzamiento para ir por el mundo como hermanos “más pequeños”, abriéndonos nosotros mismos y nuestras fraternidades a las inspiraciones del Espíritu, que nos impulsa a ir hacia lo que el Papa Francisco llama las periferias existenciales, las cuales incluyen «aquellas del misterio del pecado, del dolor, de las injusticias, de la ignorancia... de pensamiento, de toda la miseria» (L’Osservatore Romano, 28 de marzo de 2013). Somos llamados a proclamar la Buena Nueva que hemos recibido en nuestros corazones, que hemos aceptado, en la cual hemos puesto nuestra esperanza y que compartimos juntos como hermanos que se encuentran en comunión de mente y de corazón. En nuestra específica modalidad franciscana hemos sido llamados a compartir esta Buena Noticia sobre todo poniendo al servicio de los pobres, los marginados, los inmigrantes, los que sufren de cualquier tipo de injusticia y miseria - las periferias existenciales - caminando de dos en dos y cumpliendo un acto de fe común y compartida. Así, nuestro compromiso radical por el Evangelio, el reconocimiento del don de los hermanos y el abrazar una vida “sin nada propio” nos preparan para la misión evangelizadora que Dios nos ha confiado y que nosotros emprendemos en el espíritu de minoridad e itinerancia evangélica. Una fraternidad universal 4. Uno de los temas centrales en la vida y en los Escritos de Francisco tiene que ver con el don de los hermanos. Para Francisco, el hermano y, por ello la fraternidad, es un don y gracia en el evento salvífico del santo, que se vive amable, agradable, humilde y pacífico, hermano de Jesucristo (cf. 2CtaF, 56). Por ello el hermano es un don del Señor, en quien Él se da, se dona y se hace - 35 -

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presente (Todos vosotros sois hermanos, Subsidio de formación Permanente sobre el capítulo III de las Constituciones generales, Roma, 2002, p. 20). Para nosotros, hermanos de la vida evangélica, el don de la fraternidad es el locus privilegiatus en el cual y gracias al cual Dios obra sus milagros. «La Fraternidad es nuestra forma de estar en el mundo y en la Iglesia [...] Don y tarea, la Fraternidad se acoge, pero también se construye como una llamada divina y una realidad humana» (Todos vosotros sois hermanos, op. cit., p. 2). Está claro que en la Regla no bulada, en el Testamento, en las Admoniciones y en todos los Escritos de Francisco, los hermanos son reconocidos como dones de Dios y también son un don el uno para el otro, para los demás y para el mundo (cf. Todos vosotros sois hermanos, op.cit., pp. 20ss.40ss.; PdE pp. 7-9). 5. En virtud de la llamada evangélica y de la profesión religiosa, todos participamos de la única y universal Familia o Fraternidad. Cada vez es más claro para muchos de nosotros hermanos de la Orden que existe una tensión entre nuestra identidad como miembros de la Fraternidad universal y la de nuestra pertenencia a una Entidad específica de la Orden, es decir, a una Provincia, a una Custodia o a una Fundación. Esta tensión, probablemente es necesaria, y en sí misma no es necesariamente negativa. Todos debemos crecer en el sentido de pertenencia, necesitamos un amarre, de una posibilidad de anclar nuestras vidas, de poner nuestra confianza en una institución y en un grupo de personas que creemos nos puedan ayudar a alcanzar aquello a lo que Dios nos llama. Sin embargo, si una Entidad particular se cierra sobre sí misma, si una Provincia, o una Custodia, o una Fundación pierde el sentido de la Fraternidad universal en la que hicimos nuestra profesión, si no se cultiva más la conciencia de un compromiso a la misión evangelizadora, en todos estos casos se termina con debilitar o incluso distorsionar nuestra identidad franciscana y eclesial. Si nuestra identidad hunde sus raíces en Dios y si nuestras fraternidades son lugares donde se promueve el crecimiento humano integral - el crecimiento de la persona y de la comunidad de personas, los hermanos, como respuesta a la gracia de Dios - sin duda seremos - 36 -

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guiados por el Espíritu de Dios a abrir nuestras vidas personales, nuestras fraternidades locales y nuestras Provincias o Custodias o Fundaciones a la acción divina en el plano de la Fraternidad universal de la Orden. 6. Esta tendencia o tentación de encerrarse en sí mismos, es una tentación muy común en la vida religiosa y en la Iglesia, que puede conducir a la domesticación de la vida evangélica, privándola de la intuición carismática de Francisco, es decir, de su potencial de transformación. La intuición carismática, el espacio para una cierta creatividad evangélica, que por una parte respeta y por la otra desafía la forma y la estructura, siempre debe ser capaz de encontrar un lugar y expresar dentro de nuestra fraternidad evangélica la capacidad de causar “crisis”, o sea, una grieta en el muro de cualquier posible complacencia y de cada movimiento que lleve simplemente a descansarse en el status quo. La intuición carismática estará siempre y necesariamente presente si nuestra vida estará abierta a la acción del Espíritu de Dios, y si vivimos en una actitud y en una predisposición al discernimiento constante de dinamismo de Dios que pasa en nuestra Orden en la Iglesia y en el mundo. Esto no niega en modo alguno las maravillas que Dios obra en y a través de la vida y las actividades misioneras ordinarias de los hermanos en nuestras Entidades y en la Orden. Creemos que confiamos en el hecho en que Dios está obrando en medio de nosotros, en nuestras estructuras actuales así como están y en las vidas de cuantos han sido llamados a un específico servicio de gobierno y de animación (estas dos dimensiones son inseparables) al interno de la Orden y también al servicio del pueblo de Dios. 7. En el reciente estudio sociológico sobre el estado de la Orden, el cuestionario, contestado por los 1408 hermanos de la Fraternidad universal y cuyos resultados serán presentados durante el Consejo Plenario, revela una preocupación creciente entre los frailes respecto a la capacidad de las estructuras existentes y de los roles de ministerio y servicio, así como son ejercidos por los hermanos de la Orden, para poder llevar a cabo la animación efectiva que genere realmente vida, y pasión por el Evangelio y - 37 -

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la comunión con la Iglesia y con el mundo. Una gran parte de los hermanos que respondieron el cuestionario mostró que la forma de ejercer el ministerio y servicio dentro de la vida de la Orden no siempre ayuda a promover una experiencia más profunda de fe, de comunión con Dios y con nuestros hermanos, una sentido de confianza entre los hermanos que fomentan el intercambio de fe, de las luchas, de las crisis, de las alegrías, de los éxitos y esperanzas, y la capacidad de cultivar el celo y el ardor misionero. Si bien, la aclaración del Mandato 45 del Documento final del Capítulo general de 2009 indican que: «El CPO elaborará las normas respecto al número y el método de elección de los Definidores generales, que entrarán en vigor, ad experimentum, en el Capítulo general de 2015» esta tarea se ha de colocar en el más amplio contexto del articulado y especializado estudio confiado al gobierno de la Orden: La situación de la Orden hoy (Mandato 14), la realidad del redimensionamiento y la reestructuración de las Provincias que se está llevando a cabo (Mandato 47) con las directas consecuencias para el futuro de las Conferencias y el estudio sobre los abandonos de la Orden (Mandato 48). El mundo está cambiando como consecuencia de la complejidad de la realidad identificada en el campo semántico de los términos “globalización” y “secularización”. La Iglesia está cambiando; y parece que el Papa Francisco desea mucho este cambio, por ello ha creado la Comisión especial de los C-8, es decir, la Comisión cardenalicia que debe examinar las actuales estructuras y funciones existentes dentro de la Iglesia, para repensarlos y reestructurarlos con el fin de asegurarse de que estén al servicio del Evangelio y del Pueblo de Dios. El mismo Papa Francisco ha afirmado en una entrevista del 28 de marzo de 2013: «La Iglesia, cuando es auto-referencial, sin darse cuenta, cree que tiene luz propia; deja de ser la mysterium lunae y da lugar al mal tan grave que es la mundanidad espiritual (...). Es el vivir para darse gloria unos a otros. Simplificando: Hay dos imágenes de la Iglesia, la Iglesia evangelizadora que sale de sí misma; la del Dei Verbum religiose audiens et fidenter proclamans, y la Iglesia mundana que vive en sí, de sí, y para sí. Esto debe iluminar los posibles cambios y reformas que se deben realizar para la salvación de las almas». - 38 -

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8. De la misma manera, al interno de la Orden, tenemos necesidad de cambiar la manera en la que pensamos nuestra identidad como miembros de la Fraternidad universal, no obstante que respetemos el principio según el cual “la unidad fundamental de la vida y misión de la Orden” es la Provincia (CCGG, 169) o la Custodia Autónoma. También hay una necesidad urgente de reflexionar seriamente sobre las diversas estructuras y los diversos roles de servicios (por ejemplo, el Ministro general y el Vicario, Definidores generales, Ministro provincial y Vicario, Definidores Provinciales, Custodios y Vice Custodios, Discretos, Presidentes de Fundaciones, Presidentes de Conferencia), todos pensados para ayudar a vivir, de la mejor manera posible, nuestro carisma, tanto fiel como creativamente. Estas estructuras y ministerios han sido introducidos para garantizar que la animación al interno de la Orden sea llevada delante de manera que fomente una mayor comunicación, colaboración, corresponsabilidad, creatividad y comunión entre los hermanos a nivel de las Entidades particulares y a nivel de toda la Orden. No tienen como finalidad el ejercicio del poder y el dominio sobre los hermanos, realidades que no son ni evangélicas ni caritativas. Como afirma la Instrucción sobre el Servicio de la Autoridad y la obediencia Faciem tua, Domine, requiram = Tu rostro buscaré, Señor -Sal 26,8- (Instrucción de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, del 11 de mayo de 2008, n. 12), acerca de la autoridad religiosa. Retomando las palabras del Papa Benedicto XVI en su homilía de inicio del ministerio petrino: «Mi verdadero programa de gobierno es el de no hacer mi voluntad, el de no seguir mis propias ideas, sino ponerme en escucha, con toda la Iglesia, de la palabra y de la voluntad del Señor y dejarme guiar por Él, para que sea Él mismo quien guíe la Iglesia en esta hora de nuestra historia». 9. El documento añade que todos los miembros de una Orden, una Congregación o un Instituto debe afinar y mejorar sus habilidades o capacidad de comprender el ejercicio de la autoridad como una búsqueda llevada a cabo con la voluntad de Dios para el - 39 -

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desarrollo pleno e integral de cada miembro y de la comunidad o grupo, viviendo las mismas actitudes que Jesús, el Siervo que lavó los pies a sus discípulos para que pudieran participar plenamente en su amor y misión (cf. Jn 13,1-17). Si los superiores religiosos y los hermanos Ministros tienen, al centro del ejercicio de la autoridad, la humilde búsqueda de la voluntad de Dios y la promoción de la comunión entre los miembros, la autoridad y la obediencia se podrían experimentar en su complementariedad, en cuanto que cada uno contribuye al pleno desarrollo espiritual de cada miembro, de cada hermano, y también de la fraternidad, de la Entidad y de la Orden. Si se ejerce evangélicamente, la autoridad debería conducir a una mejor comprensión y práctica de la escucha, es decir, a una mayor experiencia de minoritas. 10. Este Consejo Plenario debería beneficiarse del trabajo que las diversas Comisiones y los varios Servicios al interno de la Orden están llevando adelante, trabajos relacionados con cuestiones relativas a la identidad y la organización, a las respuestas de los Mandatos del Capítulo general 2009, los cuales son de específica competencia de esta asamblea, pero siempre dentro de un contexto más amplio y teniendo en cuenta la promoción de una forma de gobierno más dinámica, flexible y simple, y el ejercicio de la autoridad evangélica, como un servicio, a todos los niveles al interno de la Orden. Vino nuevo, en odres nuevos 11. El texto evangélico que sirve de subtítulo a este nuestro Consejo Plenario, «Vino nuevo en odres nuevos», está tomado del Evangelio de Mateo. Como recordarán, Mateo presenta a Jesús como el nuevo Moisés (cf. Mt 5-7), que viene no a abolir la Ley y todas las prácticas de la tradición religiosa judía, sino más bien para darles cumplimiento (Mt 5,17). El nuevo mandato de Jesús para la vida con Dios se encuentra en las Bienaventuranzas, donde - 40 -

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el ser humano se coloca en el centro de toda actividad religiosa (Mt 5,3-12). Las instituciones y las prácticas religiosas han sido creadas para portar a los fieles a experimentar la misericordia de Dios (Mt 12,07). Esto no les reduce la importancia ni tampoco afirma que todas las instituciones y las prácticas sean iguales y, por consiguiente, puedan ser rechazadas a destajo. Esto significa que las estructuras y las prácticas que se han arraigado en Dios y se han ordenado de acuerdo a la voluntad de Dios, permitan una cierta flexibilidad y adaptabilidad en un esfuerzo por responder a la realidad cambiante, pero permaneciendo fiel a la intención divina. Como el Papa Francisco ha recomendado afirmando en su interpretación del texto evangélico de Mt 9,17 sobre «vino nuevo en odres nuevos»: «En la vida cristiana, y también en la vida de la Iglesia, hay estructuras caducas. Es necesario renovarlas. La Iglesia siempre ha estado atenta al diálogo con las culturas, y trata de renovarse para responder a las diferentes exigencias impuestas por el entorno, por el tiempo y las personas [...]. la Iglesia siempre ha ido así, dejando que sea el Espíritu Santo a renovar las estructuras [...]. ¡No tengan miedo a la novedad del Evangelio, no tengan miedo de las novedades que el Espíritu Santo hace en nosotros, no tengan miedo de la renovación de las estructuras!» (Homilía, Casa Santa Marta, 6 de julio de 2013). Necesidad de cambiar las estructuras de la Orden 12. «Vino nuevo, odres nuevos». Respecto a la vida de la Orden, a las estructuras y a las prácticas que se han introducido y adaptado a lo largo de toda la historia del movimiento franciscano, precisamente para garantizar que podemos «entrar en un proceso de discernimiento» (cf. Shc, 35; CdE, pp. 11-12), para revisar seriamente nuestra misión y para atreverse a experimentar caminos inexplorados de presencia y el testimonio (cf. Shc 33). Este proceso de discernimiento al que estamos llamados nos demandará necesariamente que revisemos la actual situación de la - 41 -

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Orden, que tomemos en serio los desafíos del envejecimiento y la disminución que un número creciente de Entidades está experimentando, reconociendo al mismo tiempo el crecimiento y la vitalidad física en las “áreas emergentes” de la Orden, incluyendo África y Asia. El reto, creo, no es si tenemos o no la sabiduría y el coraje de hacer algunos cambios y ajustes necesarios de las instalaciones existentes y la práctica relacionada a la organización, gobierno y animación de la Orden en los diferentes niveles (Provincias, Custodias, Fundaciones, Conferencias, y “super” Conferencias). Históricamente, hemos demostrado cómo los Hermanos Menores somos capaces de soñar nuevos sueños y crear nuevas estructuras mucho más eficaces, que ayuden a asegurar el punto de partida y el centro del proyecto evangélico: Vivir el Evangelio en momentos históricos y contextos culturales diferentes, reactivar y reproponer el Evangelio de una manera comprensible a las personas para llevarlas a Dios; y refundar nuestras presencias mediante la realización de los procesos de reestructuración difíciles pero esenciales y/o comenzar nuevos empresas misioneras. Todas estas realidades sirven como principios rectores para la forma en que organizamos nuestra fraternidad evangélica (cf. CdE 3). Sin embargo, hay un proceso de reestructuración más profunda que tiene que llevarse a cabo, un proceso que también tiene que ver con la conversión de la mente y el corazón, la reestructuración de cada Hermano Menor, de modo que cada hermano se deje guiar por el Espíritu de Dios en el camino de conversión permanente. Creemos que YHWH habla a través de la boca del Profeta Oseas: «Porque yo quiero amor, no sacrificio, el conocimiento de Dios más que holocaustos» (Os 6,6). 13. Este mismo tema de la llamada a la conversión, que guiará nuestra oración, nuestro discernimiento y las decisiones de estos días, se encuentran en el documento Caminar desde el Evangelio: «Todo esto comporta una revitalización endógena, una profunda conversión al Evangelio y a la forma de vida que hemos abrazado con la profesión. Sólo así podemos inventar estructuras adecuadas a las situaciones actuales, que desde una fidelidad dinámica a los - 42 -

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orígenes nos permitan ser provocativos, a formularles interrogantes a los hombres y mujeres de hoy y, a hacer una propuesta vocacional convincente» (p. 10). 14. Por lo tanto, la primera y la más difícil tarea de este Consejo Plenario, y del próximo Capítulo general 2015, y de toda la Orden no es otro que, abrir el corazón a lo que Dios quiere hablar, dejando que Él nos transforme desde dentro, y permitiéndole al poder transformador de Dios de transformar también la calidad de la comunión que compartimos en fraternidad, la simplificación de nuestras vidas por el bien del Reino, nuestro deseo de llegar a ser más ágiles y flexibles, al responder a las necesidades del pueblo de Dios en libertad y con irrefrenable justicia e incontenible caridad, y utilizando estructuras, el ejercicio de autoridad, como un instrumento para crear fraternidades, Custodias, Provincias y una Orden que promueva discernimiento, servicio y responsabilidad compartida en el cumplimiento de nuestra vocación evangélica. Sólo de estas maneras seremos capaces de continuar y de asegurar que nuestras instituciones y prácticas sirvan para reforzar la identidad, la fraternidad, la minoridad y la sencillez de vida, que refleja la justicia y la paz de Dios, de la Evangelización misionera y de la permanente experiencia de conversión. Cambios en las Entidades, resultado de la revisión y de la reestructuración 15. En los últimos años un cierto número de Entidades al interno de la Orden, han continuado o han completado el camino de revisión y reestructuración que está cambiando el mapa de la Orden. Provincia, Custodias (autónomas o dependientes) o Fundaciones que una vez eran asistidas se han fusionado con otras Entidades para fortalecer todos los aspectos de nuestra identidad, la fraternidad y la actividad misionera franciscana. Alemania, que una vez llegó a tener 4 Provincias, ahora sólo tiene una. La antigua Provincia de San José en Bélgica se ha convertido en Custodia de- 43 -

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pendiente de la Provincia de Holanda (Países Bajos). Seis Provincias y una Fundación en España están preparando la unificación, que tendrá lugar el 1° de enero de 2015, dejando a su paso una Conferencia que sólo tendrá 4 Entidades, pero que estará formada por más de 500 frailes. En el norte de Italia, en el 2016, 6 Provincias se convertirán en una, con cerca de 650 frailes. En los Estados Unidos, 7 Provincias con más de 1.100 frailes han iniciado un proceso de revisión para asegurar la vitalidad y la futura presencia de la Orden y del carisma franciscano en aquella región. Este proceso podría llevar a una reestructuración y una posible reducción del número de Provincias. Canadá ha iniciado un proceso similar de diálogo entre las dos Provincias, un proceso que hasta cierto punto tendrá que involucrar a todas las diversas presencias OFM en el territorio canadiense. En el centro de todos estos procesos, debemos de tener siempre muy en cuenta la conversión interior, de manera que cualquier estructura que resulte pueda reflejar lo que buscamos que es el convertirnos a Jesucristo. En todos estos procesos necesarios y en los otros cambios que se están verificando en la Orden, se advierten en ocasiones una enorme resistencia. Hermanos que no quieren perder la identidad que han heredado o creado, no quieren romper con la visión y la práctica de la vida franciscana que creen que es santa, buena, verdadera y absolutamente necesaria. Esto es cierto incluso a nivel de las Entidades de la Orden, a nivel de las Conferencias y también a nivel del Gobierno general. Pero todos reconocemos que el mundo y la Iglesia, como ya he dicho antes, están cambiando. Estos cambios no se pueden lograr sin la oración, mucha oración y discernimiento, ni se eligen sólo para hacer más eficiente y eficaz nuestra vida. Se hacen en razón de un sincero deseo de promover nuestro compromiso común al servicio del Evangelio y para que nuestra vida de Hermanos Menores siga siendo capaz de aceptar la invitación de Dios y de ir cuando y a donde el Espíritu de Dios nos guíe. 16. Redimensionamiento y reestructuración en la vida de la Orden no es sólo una respuesta a la disminución y el envejecimiento, y el deseo de asegurar una presencia franciscana vibrante para las - 44 -

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generaciones futuras en una región determinada. En la India, las Filipinas, en la República Democrática del Congo, en África Occidental y Meridional (la razón del llamado Proyecto África) y en otras partes del mundo franciscano, la Orden experimenta un crecimiento numérico y un cierto rejuvenecimiento. Se están creando nuevas Entidades en respuesta del número de frailes y a la necesidad de estructuras que garanticen una buena calidad de vida, de servicio de la autoridad y de la misión evangélica dinámica. Al mismo tiempo, estas nuevas Entidades deben aprender de los errores cometidos en el pasado por las Provincias que las han fundado, tanto misioneras como locales. Deben esforzarse al máximo para abrirse a toda forma de colaboración y cooperación con otras entidades de la Orden, sobre todo con las Provincias de las cuales se originaron. Estas nuevas Entidades deben emprender la difícil tarea de actualizar su forma de comprender la autoridad y las estructuras, reflejando la necesidad de desarrollar nuevas formas de entendimiento dentro de la Iglesia y de la Orden, respecto a la finalidad y la modalidad de ejercer la autoridad como una práctica de la justicia, la verdad, el amor y el servicio. Las nuevas Entidades deberán comprometerse a no simplemente copiar las prácticas y enseñanzas recibidas, sino que deben esforzarse por llevar a cabo la ardua tarea de redefinir las estructuras y funciones, asegurándose de que éstos encuentren resonancia en el mundo cultural en el que serán ejercitadas. De esta manera se podrá lograr el desarrollo de la inculturación sana y creativa de los principios fundamentales que guían nuestra forma vitae. En un nivel práctico, mientras que se están formando nuevas Entidades y las viejas se fusionan o cambian, hay una necesidad urgente de desarrollar un fuerte sentido de la Fraternidad universal, para forjar un nuevo sentido evangélico de solidaridad, de compartir los recursos humanos y materiales y desarrollar mecanismos para una mayor transparencia y gestión responsable de tales recursos, humanos y materiales. Estos se convierten en ingredientes esenciales para el desarrollo de nuevos modelos de gobierno, para ejercer el servicio de la autoridad, que debe ser relacional, y para la creación o recreación de las principales estructuras de la Orden que podrían ser capaces de - 45 -

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transmitir nuestra identidad en la vida de la Orden, la Iglesia y en el mundo en este momento histórico. 17. El cambio a nivel de la vida de los hermanos y de la Orden conlleva necesariamente consecuencias sobre todos los demás hermanos y sobre la Fraternidad a nivel de las Entidades, Conferencia, Super-Conferencias y de Orden. Los cambios que se producen al interno de determinadas Entidades de la Orden no sólo interesan a las Entidades mismas, sino que también tienen que ver con las otras Provincias, que afectan a las Conferencias y a toda la Orden. A nivel de Provincias se está afianzando poco a poco un nuevo espíritu de identidad universal de nuestra vocación y misión franciscana. Los resultados del estudio sociológico y el cuestionario revelan un deseo cada vez mayor entre los hermanos para fortalecer los lazos de solidaridad y colaboración interprovincial en todas las áreas de nuestra vida, para romper las barreras que nos impiden movernos con mayor libertad y con responsabilidad entre las diferentes Entidades, y para estar al servicio de toda la Orden para los proyectos misioneros que han sido aprobados por las más altas autoridades de la Orden, es decir, por los Capítulos generales. A nivel de Conferencias, que son constituidas de acuerdo con un número mínimo de cinco Entidades (EEGG 200 §4), también los cambios en la geografía de las Provincias y Custodias autónomas tocan las Conferencias y, según nuestra legislación, ponen en tela de juicio su legitimidad. Tenemos que repensar de nuevo si queremos seguir utilizando con eficacia la estructura de la Conferencia y también de la Super-Conferencia, que tiene como objetivo principal «la promoción de la unidad, la coordinación y la colaboración en la vida y misión de la Orden» (EEGG 200 §1). Está claro en los Estatutos generales de la Orden que todas nuestras estructuras se organizan hacia el nivel más alto del bien común y se orientan hacia la fraternidad universal. Todos los que sirven a la Orden a nivel universal, son conscientes de que su principal responsabilidad es para toda la Orden, a pesar de que tienen que luchar para satisfacer las necesidades específicas y ayudar a los Ministros en el contexto de una región determinada para portar adelante el servi- 46 -

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cio animación y gestionar la comunicación y la comunión entre las regiones, al interno de las Conferencias, y con el Gobierno central de la Orden. 18. Otra área de renovado interés en la Orden es la cuestión de quién puede ejercer los principales oficios en la Orden, en este caso, el oficio de Ministro general, Vicario general, Ministro provincial, Vicario provincial y Custodio de una Custodia autónoma. En virtud de la legislación vigente de la ley canónica, de las Constituciones generales y de los Estatutos generales (art. 3), sólo los hermanos que tienen el Orden sagrado pueden ejercer la jurisdicción ordinaria, porque la Iglesia nos considera entre los institutos clericales (art. 3 § 2). Mientras que la Iglesia ha reconocido que todos los hermanos son completamente iguales en sus derechos y deberes religiosos, «exceptuando aquellos que surgen del Orden sagrado» (art. 3 §1). La Orden, junto a los Capuchinos y a los Conventuales, ha tratado de abordar el tema con la Santa Sede en varias ocasiones, pero nunca ha recibido ninguna otra respuesta que la de la legislación vigente. El Definitorio general ha discutido recientemente este problema y comenzó un diálogo con nuestro arzobispo franciscano, Su Excelencia Mons. José Rodríguez Carballo, OFM, ex Ministro general. También hemos iniciado una revisión de la legislación de la Iglesia, de su historia, de los esfuerzos realizados anteriormente para explorar posibles cambios que nos permitan elegir hermanos religiosos no sacerdotes a los oficios mayores. Otro compromiso ha sido el de nombrar a cuatro hermanos no sacerdotes como vocales a este Consejo Plenario, con el fin de garantizar una presencia activa y la participación de este importante grupo de frailes en el debate y en las decisiones que se refieren al número de Definidores generales necesarios para cumplir las necesidades de la Orden en todo el mundo y la manera de elegirlos. Por supuesto, nuestra discusión también debe incluir una reflexión y un discernimiento serio y fundado en la oración sobre la situación de la Orden, de la Iglesia y del mundo y sobre cómo nosotros, Hermanos Menores, podemos ser más eficaces al encarnar nuestro carisma y en el participar en la transformación - 47 -

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de nuestra vida, de la Iglesia y del mundo. Mientras tanto, todos debemos renovar nuestro compromiso en el confrontar el principio de la Fraternidad universal en la que todos los hermanos son completamente iguales en sus derechos y deberes religiosos. Junto con los Ministros generales de la Primera y la Tercera Orden, el Definitorio general le pedirá al Papa Francisco alentar la Comisión Especial creada por el beato Papa Juan Pablo II sobre la Vita consecrata (1996, n. 61) para «examinar y resolver los problemas relacionados con las cuestiones...». Reconocemos la sabiduría del beato Juan Pablo II al decir que él y la Curia Romana deben «esperar las conclusiones de la Comisión antes de tomar las decisiones pertinentes de acuerdo con lo que se determinará con autoridad». Por lo que yo sé, todavía no se ha hecho público ningún comunicado, no hay ningún documento ni decisión de esta Comisión. Continuaremos ocupándonos de esta materia lo que resta del presente sexenio y le pediremos al futuro gobierno de la Orden de perseverar en dar a conocer nuestra petición. Esto no debe, sin embargo, impedirnos en ninguna manera, como Orden, de seguir creando nuevas formas de promover la dignidad e igualdad de todos nuestros hermanos de la Orden, siempre tratando de dejar que el Espíritu transforme nuestro corazón y nuestra mente. Valores perdurables, el cambio de las formas de expresión 19. La nueva recuperación y práctica de los valores fundamentales de nuestra identidad como Hermanos Menores deberían servir de principio rector para la reorganización de las estructuras y de los servicios que consideramos absolutamente esenciales para encarnar nuestra vocación de religiosos consagrados en la Iglesia y en el mundo de hoy. Por lo cual, «estas estructuras deben reflejar plenamente y ser puestas al servicio de una calidad de vida evangélica, que clarifiquen y justifiquen nuestro forma de hacer, nuestra forma de vivir en fraternidad y nuestra forma de llevar a cabo la misión evangelizadora de la Iglesia y de la Orden hoy» (cf. - 48 -

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Giacomo Bini, Alocución a los Ministros generales, en Acta Consilii Plenarii, Ordinis Fratrum Minorum, Guadalajara, Jalisco, México, 5-17 de noviembre, 2001, p. 107). Como nos recuerdan las palabras introductorias del Instrumentum laboris de este Consejo Plenario: «Vivamos nuestra vocación de Hermanos Menores, ayudados por las estructuras fraternas de nuestra Orden, estructuras que únicamente tienen sentido en cuanto pensadas para la animación vocacional integral de todos los hermanos y para el servicio eclesial al que hemos sido llamados» (p. 9).  A manera de conclusión 20. El objetivo principal del Consejo Plenario es el de «examinar los resultados del estudio detallado llevado a cabo por una Comisión internacional, con la participación de algunas Entidades y Conferencias, sobre el Gobierno general. El Consejo tendrá que reflexionar y tomar decisiones sobre el número de los Definidores generales y sobre el método de elegirlos (PdE, Mandato 45). Las decisiones sobre el número y método de elección de los Definidores generales entrarán en vigor ad experimentum en el Capítulo general 2015 (cf. PdE, Mandato 45,4). Se examinarán otros dos subtemas tradicionales: las estructuras y la situación de la Orden hoy y el desafío de los hermanos que abandonan la vida franciscana. Y después, detrás, debajo y alrededor de estos temas y sub-temas están otras amplias cuestiones relacionados con nuestra vida común y a nuestro testimonio profético en el mundo de hoy. Como leemos en el último párrafo del Instrumentum laboris: «El criterio que puede resultar útil para acompañar el trabajo del CPO será la convicción de que todas las estructuras deben estar al servicio de la comunión y de la pertenencia a la Orden: no está en juego ésta o aquella Provincia, ésta o aquella Conferencia, sino el carisma y la misión de la Orden. Sólo una mirada de conjunto de la Orden nos puede ayudar a dar el justo equilibrio a las partes individuales y puede evidenciar la oportunidad de las diversas estructuras. Todo - 49 -

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esto para que crezca también la calidad de nuestra vida fraterna, al servicio del Reino, según nuestra vocación de «observar el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo» (p. 30). 21. Finalmente, a manera de conclusión, dejo a vuestra reflexión las dos siguientes preguntas: • ¿De qué manera nuestra comprensión de los valores esenciales y universalmente vinculantes de nuestra identidad franciscana puede ayudarnos a repensar las estructuras actuales de la Orden a todos los niveles, para que puedan responder más eficazmente a las necesidades de la vida franciscana hoy en día? • ¿Cómo podemos profundizar la reflexión sobre la naturaleza y sobre la práctica de las funciones de la autoridad con el fin de promover un mayor sentido de corresponsabilidad, de participación, de colaboración, de comunicación y de creatividad al interno de la vida de las fraternidades locales, a nivel de las Provincias, Custodias, Fundaciones, Conferencias y en el ámbito de la Fraternidad universal de la Orden? ¿Cuáles son los temas fundamentales que no pueden faltar en esta discusión? ¿Qué instrumentos podemos utilizar para continuar esta reflexión? 22. Dios bendiga el trabajo de todos los que estamos aquí reunidos para este Consejo Plenario y bendiga también la vida y el testimonio de todos los hermanos de la Orden. Gracias por el trabajo que ustedes, las Conferencias y cada una de las Entidades de la Orden ha realizado en la preparación de este Consejo Plenario. Este trabajo de preparación es importante, pero no debe determinar la meta a la cual el Espíritu nos llevará en estos días, y más si nos abrimos a Dios y a su deseo de renovar siempre las estructuras de la Orden con el fin de renovar la vida de todos los hermanos. El Espíritu de Dios y la apertura del corazón y de la mente nos guíen a todos a una santa novedad: «Vino nuevo en odres nuevos».

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Consilium Plenarium Ordinis Fratrum Minorum Konstancin-Jeziorna, Polonia, 17-30 de noviembre de 2013

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