VISITA A UNA ESCUELA DE LOS MISTERIOS NUESTRO VIAJE NOS LLEVA AL ANTIGUO EGIPTO EN LA EPOCA DE SU MÁS GRANDE GLORIA Por El Imperator [H. Spencer Lewis] De “The Rosicrucian Digest” Mayo de 1935 Hace algunos días tuve ocasión de traducir algunos párrafos de la escritura tallada en una antigua piedra que se encuentra en el centro de una caja de cristal en nuestro Museo Oriental aquí en el Parque Rosacruz. La inscripción jeroglífica sobre esta piedra indica que se preparó en esta forma para perpetuar la memoria de algunas de las actividades llevadas a cabo hace siglos en una de las escuelas de los misterios de Egipto. Como he traducido algunos otros documentos, mi mente volvió naturalmente hacia atrás hasta el momento en que las escuelas de los misterios de Egipto estaban en el apogeo de su gloria y poder, pensé en las muchas referencias que se encuentran en nuestros antiguos manuscritos Rosacruces y en otra histórica documentación relativa a los propósitos y magníficos logros de estas antiguas instituciones. Me pregunto cuántos de nuestros miembros y nuestros lectores amigos tienen alguna concepción real de estas antiguas escuelas de los misterios como se les llamaba. En muchos libros que tratan de las enseñanzas místicas de los antiguos hay referencias a estas escuelas de los misterios, pero por lo general este tipo de referencias son muy vagas y siempre es evidente que los escritores de los libros, al traducir los párrafos de los manuscritos antiguos, no tenían conocimiento de las condiciones que rodeaban la preparación de estos antiguos escritos y enseñanzas. Yo sé que si alguno de nuestros miembros pudiera permitirse el lujo de hacer un viaje apresurado a Egipto, y cuando estuviera viajando hacia el Este, desearía que el reloj y el calendario volvieran hacia atrás de modo que al llegar al Valle del Nilo, se encontraran en ese país, en el siglo XII o XIII a.C. Si fuera posible hacer esto, se encontrarían con una magnífica nación de personas divididas, intelectual, filosófica y religiosamente en dos clases, los verdaderos místicos y los seguidores del falso sacerdocio. Encontrarían templos dedicados a la promulgación de las religiones falsas del sacerdocio, con el control político de una gran tierra de misterio. Encontrarían también un magnífico poder, una grandeza de

riqueza, de cosas materiales, y una tierra aparentemente llena de prosperidad y suntuosidad. Pero a menos que hubieran sido admitidos en las cofradías místicas para la iniciación, podría habilitarse a través de iniciaciones, nunca entrarían en contacto con los portales secretos de las escuelas de los misterios, ni podrían conocer a los líderes de la jerarquía real de Egipto, que conservaban para siempre la sabiduría secreta y el patrimonio secreto de las antiguas escuelas. Mucho antes de la llamada religión pagana de Egipto se volviera apariencia y despojada definitivamente del control que tenía sobre las vidas de la gente, ya había pequeños grupos reuniéndose en secreto y realizando un estudio muy cuidadoso, analizando las enseñanzas secretas que habían llegado hasta ellos a través de las edades. No fue hasta que los antepasados inmediatos de Amenhotep IV comenzaron a atacar pública y oficialmente el poder del sacerdocio pagano que los cambios y modificaciones importantes tuvieron lugar en la forma de pensar y de actuar de la mayoría de los ciudadanos de Egipto. La religión pagana del sacerdocio estaba basada en la mitología, la superstición y los falsos principios de la vida, falsificados deliberadamente. Se convirtió en no sólo una religión artificial, sino un medio para el control político. En las manos de los sacerdotes del sacerdocio pagano descansó la mayor parte del poder político de Egipto hasta el punto de que incluso los faraones en los siglos XIII y XIV a.C. fueron dominados por sacerdotes paganos que dieron a luz sus órdenes y se llevaron a cabo sus deseos maliciosos a través de emisarios en los tribunales y representantes en todas las ramas del gobierno. Las enseñanzas de este sacerdocio fueron diseñadas cuidadosamente, de siglo en siglo para ocultar y destruir la gran sabiduría que había entrado en Egipto siglos antes con los refugiados del continente perdido de la Atlántida. De ese continente y de su gran avance en sabiduría y realización humana llego el conocimiento de las leyes de la naturaleza y de los principios secretos que le permitieron a Egipto levantarse desde el estado más primitivo de existencia hasta un lugar magistral en todas las artes y ciencias. Y fue durante este período de sólo un centenar de años, cuando la gran sabiduría fue llevada a Egipto y aceptada de buen grado por sus gobernantes, Egipto abandonó sus chozas de tierra y moradas subterráneas para crear su magnífica arquitectura, estructuras, y desarrollado su arte maravilloso hasta el punto en que se convirtió en la más magnífica en el mundo. Pero los sacerdotes paganos no tardaron en descubrir que este gran conocimiento y sabiduría les fue debilitando su influencia sobre el pueblo y por lo tanto, inventaron y establecieron oficialmente sus principios religiosos mitológicos que llevaron gradualmente al pueblo egipcio a creencias basadas en ideas supersticiosas,

rompiendo su fe en sus propios poderes y habilidades y, como mercenarios estúpidos lograron hacerlos, esclavos irreflexivos de ellos. Fue con el propósito de conservar esta sabiduría secreta y evitar que el gran patrimonio de conocimientos desaparecieran completamente de Egipto, que llevó a algunos de los más sabios de los gobernantes y diplomáticos egipcios a establecer las escuelas secretas de los misterios. Hablamos de estas escuelas como si hubieran sido varias. El hecho del asunto es, sin embargo, que no era más que una escuela de los misterios, a pesar de que tenía un número de sucursales o lugares para la instrucción en diferentes partes del territorio egipcio. Pero las enseñanzas y actividades de esta organización representan una sola escuela. No se le dio ningún nombre y no tenía ningún símbolo definitivo que no sea una marca que un miembro pudiera identificar o identificarse a sí mismo como un iniciado. Los registros indican que la sede o centro principal de la escuela de los misterios de Egipto se encontró por primera vez en la antigua ciudad de Filadelfia, más tarde, en Menfis y con una sucursal en un lugar llamado Mizraim, y más tarde en Tebas y Luxor. Finalmente, la última sede de las escuelas de misterios se encontraba en la ciudad de Akhenatón, a orillas del Nilo, en el sitio de la antigua ciudad de Tel-el-Amarna. Con el fin de que los miembros y los estudiantes cuidadosamente seleccionados, examinados, probados y preparados en estas escuelas de misterios, pudieran tener sus vidas protegidas y pudieran asistir de manera segura a conferencias y estudiar, se inventó y desarrollo gradualmente un sistema muy complicado de actividades secretas. Parece que al principio sólo los que eran egipcios de sangre, familiar de un ancestro conocido, y probada su honestidad e integridad fueron admitidos en la escuela secreta. Y aun así, estas personas seleccionadas tuvieron que demostrar con su vida y con sus actividades generales que no estaban a favor del sacerdocio pagano o de sus enseñanzas, que tuvieron la visión, comprensión y mostraron ser sinceros y leales al separarse del sacerdocio. Debió de ser una condición grave. Era casi imposible que un egipcio pudiera comprar o asegurar de ninguna manera un pedazo de tierra sobre la que construir una casa de cualquier tipo, o para establecerse de forma permanente o para entrar en cualquier profesión u oficio sin obtener primero la aprobación y aval del sacerdocio. Era imposible, de hecho, para un egipcio como un individuo acumular activos materiales o tener cualquier cosa con la que él pudiera reclamar algo de manera individual a menos que fuera un miembro de la religión del sacerdocio pagano. La religión pagana fue organizada en círculos exteriores e interiores y los representantes de los sacerdotes, actuaban como espías en todas las comunidades, se

informaba al sacerdocio el nombre y la identidad de cualquier persona que no asistiera a los servicios religiosos del sacerdocio y que no se inclinaran ante el dios pagano y mostrar lealtad al mismo tiempo a los gobernantes del sacerdocio. No dar jamás la menor manifestación en su comportamiento que dejara de cualquier duda con respecto a los poderes de los dioses mitológicos, o incluso cuestionar la autoridad de cualquiera de los sacerdotes del sacerdocio o de cualquiera de sus enseñanzas significaba no sólo la pérdida de todas las posesiones mundanas y una pérdida de toda posición política en Egipto, que sin duda significó el encarcelamiento eventual o pérdida de la vida. La gran mayoría de los ciudadanos en Egipto se convirtieron gradualmente en esclavos en su empleo, sumidos en la pobreza en todo el sentido material y lamentablemente ignorantes de las leyes más fundamentales, incluso las de la naturaleza. No sólo eran los que tenían todos los bienes gravados para apoyar el sacerdocio en sus elaborados gastos para cosas personales y de templos y monumentos paganos, a veces en las clases medias cada activo material se recogió como una contribución al sacerdocio. Sin embargo, hubo quienes fueron capaces de acudir a reuniones hogareñas de vez en cuando, y de manera muy secreta y confidencial expresar su desprecio por el sacerdocio y sus dudas con respecto a sus enseñanzas. Las escuelas secretas de los misterios, también tenían sus representantes, sus espías e investigadores. Cuando encontraban a una persona sincera y digna que en todas las condiciones se presentaba de mala gana a los dictados del sacerdocio, se convertía en un hombre marcado o una mujer marcada, finalmente, se le ponía en contacto con una persona que lo iba a considerar con cuidado, observarlo durante días y noches, y finalmente presentarlo a otro investigador o representante de la escuela de los misterios. De esta manera el buscador sincero y digno de la verdad y digno de ayudar en conservar la antigua sabiduría y preservar los conocimientos secretos comparecía ante un grupo de personas llamado “tribunal”, que podríamos llamar hoy un tribunal de miembros. Si después de diversos exámenes comprobaban que era digno, se le permitía comenzar una serie de iniciaciones para probar su sinceridad, su integridad y perseverancia. Para ello, las escuelas de misterios habían inventado la prueba por el fuego, la prueba por el agua y la prueba por el aire, que figura en los rituales de iniciación explicados en los grados más altos de nuestras enseñanzas rosacruces hoy día. Tales candidatos potenciales eran llevados a un templo pagano abandonado y lejano, en una ciudad en ruinas, en la oscuridad de la noche y en compañía de unos pocos guías que los acompañaban a través de las pruebas de iniciación reveladas por los oficiales de las escuelas de los misterios. Estas iniciaciones requerían realizarse

por la noche durante varias semanas. Si se requirieran tales iniciaciones hoy, el candidato promedio que busca las enseñanzas de los antiguos, es seguro que uno de cada cien personas sobreviviría la prueba o intentaría pasar por más de una de ellas. Tenemos otras maneras hoy de probar la sinceridad de un buscador de la verdad, y no pedimos a los solicitantes la prueba de su lealtad de su posible asociación con cualquiera otra organización, política o de otro tipo, como era en la antigüedad. Las escuelas de los misterios de hoy tienen en sus enemigos; las leyes del país o nuestras modernas condiciones de vida, estos enemigos de la luz se ven obligados a trabajar más o menos a la luz del día y es fácil descubrir quién está asociado con estos enemigos así como era en tiempos antiguos . Después de que el candidato había sido iniciado con pruebas y tribulaciones, a los dignos se les dejaba en contacto en uno de los templos para las iniciaciones espirituales y filosóficas, como hacemos hoy día, y que llamamos iniciaciones místicas o psíquicas. La mayoría de estas iniciaciones se celebraron en grutas subterráneas o en las partes más bajas de los templos abandonados. Cuando el sacerdocio pagano había abandonado uno de sus antiguos templos debido a la construcción de otros nuevos, mejores que los previamente construidos, tenían parcialmente destruidas las estructuras y creían que a nadie se le ocurriría entrar en un lugar en ruinas. Las cámaras secretas debajo de esos templos fueron selladas con enormes piedras colocadas en las puertas y cubiertas con arena tapando todas las evidencias de los túneles que llevaban a ellas. Durante muchos siglos el sacerdocio pagano nunca sospechó que algunas de estas cámaras subterráneas habían sido abiertas y que los nuevos pasajes que conducían a ellas desde una milla o más de distancia, se habían reparado, y en estas cámaras grandes grupos de solicitantes comprobados estaban siendo iniciados místicamente, se les instruía, y se les preparaba para la realización de la gran misión que era mantener a Egipto con vida, y en posesión de su gran poder místico. Más tarde, se celebraban las ceremonias místicas en la oscuridad de la noche en el interior de la Esfinge, por medio de un pasadizo secreto, en ella los candidatos entraban a una cámara subterránea debajo del centro de la Gran Pirámide y de esta fueron conducidos a través de varios pasajes a la iniciación en las cámaras superiores. En Heliópolis, otro gran templo en ruinas había sido convertido en un templo para las escuelas de los misterios y templos más pequeños similares y cámaras secretas fueron ubicados en varias partes de Egipto en el momento en que Amenhotep IV se convirtió en el joven faraón de su país. Sus antepasados durante varias generaciones habían sido jefes secretos y gobernantes de la escuela de los misterios y la cantidad de personas iniciadas en estas escuelas había aumentado lo suficiente para formar una fuerza política real en el país.

Fue Amenhotep IV quien, dándose cuenta de la fuerza de los miembros de las escuelas de los misterios y dándose cuenta de sus propios dones divinos, de ciertos poderes y habilidades, decidió proclamar abiertamente la fuerza de la escuela de los misterios y fundar una nueva religión, una nueva filosofía con nuevas ciencias y artes para las dos secciones de Egipto bajo su dirección, de ese modo comenzó su guerra abierta contra el sacerdocio y en contra de los poderes políticos supersticiosos de los sacerdotes paganos. Esta guerra se registra en todas las historias de Egipto y culminó con que Amenhotep moviera su palacio y las casas de sus grandes líderes místicos de Luxor y Tebas al nuevo sitio en las orillas del Nilo, donde su mística Ciudad del Sol fue construida en unos pocos años. Por menos de veinte años, la religión del Dios que vive para siempre se convirtió en la religión oficial de Egipto bajo sus proclamas y dirección. Todos los místicos de Egipto, excepto los diplomáticos secretos, se dieron a conocer y se congregaron abiertamente. Miles de ellos se trasladaron a la nueva ciudad mística en el Nilo y allí sus viviendas y estructuras fueron construidas y se introdujeron los principios científicos, como Egipto nunca había conocido. Nuestra organización de AMORC en América del Norte ha ayudado a apoyar por varios años las excavaciones realizadas en esa ciudad mística y tenemos en nuestro museo aquí en San José reliquias que han llegado a nosotros de esas excavaciones. La Sociedad de Exploración de Egipto en Inglaterra ha publicado y enviado a nosotros, fotografías y dibujos de los planos de la ciudad y de los edificios excavados. A partir de estos planos, dibujos y fotografías, vemos que es la ciudad más moderna del siglo XII antes de Cristo, las casas tenían cuartos de baño y estaban equipados con tuberías subterráneas. Había jardines de flores y porches para dormir, piscinas y gimnasios. Cada trabajador tenía su casa y su jardín, y estaban protegidos contra los impuestos excesivos y la intrusión. Cada artista y artesano se puso a sueldo del gobierno, a fin de que pudiera dedicar su tiempo sin tener que preocuparse en la creación de las cosas bellas. Egipto inicio una revolución completa de su arte, arquitectura y algunas de las magníficas piezas de escultura, pintura, figuras talladas, incluso joyas y artículos de uso doméstico fueron creadas en este período y están en exhibición en los museos del mundo hoy. Algunos de ellos no han sido nunca igualados desde entonces por la delicadeza y el refinamiento en la interpretación de las leyes naturales También se ha conservado para la posteridad la sabiduría secreta. En los manuscritos encontrados en piedra o en hojas de papiro, o bien, tallados en las paredes de esta gran pirámide, las enseñanzas secretas, los conocimientos largamente conservados de los atlantes, los descubrimientos de los místicos en sus siglos de trabajo en Egipto, las inspiraciones divinas que habían llegado a ellos desde el Cósmico en las largas horas de meditación, fueron cuidadosamente preservadas para las generaciones futuras, y esta gran sabiduría fue transmitida a sus maestros

emisarios y legados cuidadosamente preparados, quienes fueron enviados a Grecia, Roma, India y otros países, y de esta forma han llegado hasta nuestros días, las actuales enseñanzas de los Rosacruces y escuelas místicas del pasado Piensen que los estudiantes de las escuelas secretas en esa época tenían que viajar en camello o a pie muchos kilómetros, soportando el calor del sol y el frío de la noche, sobre las arenas del desierto a lo largo de las orillas del Nilo, a través de ciudades abandonadas para llegar al lugar escondido, en grutas secretas y subterráneas donde algunas de las grandes verdades se manifestaba en las manos de un maestro. Piensen en los sacrificios que tuvieron que hacer los estudiantes y el riesgo que corrían sus vidas y propiedades. Piensen en las dificultades que experimentaron para reunirse en cámaras oscuras pobremente iluminadas por antorchas encendidas y sin la ayuda de los libros de texto, material impreso, folletos o papel. Tenían que memorizar cada frase y cada palabra para que se conservara en su conciencia y repetirla a otros estudiantes en el futuro. Muy a menudo estas clases secretas se llevaron a cabo en cámaras subterráneas que habían sido tumbas y estaban llenos de aire impuro a causa de las momias en descomposición que yacían en el suelo a sus pies o en los estantes de piedra alrededor de las paredes de la habitación. Se tenían que dispersar en la madrugada, regresar en silencio y en secreto de nuevo a sus hogares distantes. Piensen en la manera en que cada uno de ellos trató de aplicar los principios que habían aprendido y, sin embargo hacerlo sin llamar la atención de los espías de los sacerdotes que estaban en todas partes en guardia. Sin duda, tenemos una gran deuda de gratitud con los portadores de la antorcha leales y sinceros de la antigüedad por adherirse firmemente a lo que ellos creían que era la verdad y al mismo tiempo dedicar sus vidas a la perpetuación de estas verdades. Muchos de nuestros estudiantes de hoy sienten que están haciendo un verdadero sacrificio asignando una noche a la semana para sentarse cómodamente en sus propios hogares seguros y protegidos, sin la vigilancia de espías o enemigos, para leer y estudiar de manera pacífica las lecciones que han sido tan cuidadosamente conservadas para ellos. Piense en el estudiante moderno que es libre no sólo de practicar sus principios y aplicarlos en todos los asuntos de su vida, sino también para hablar de ellos con los demás, para enseñarlos a su vez a otros. Piensen en que tienen la posibilidad de ir a las Logias y Capítulos, reunirse abiertamente y sin riesgos por su vida o sus propiedades, y de ir a las convenciones nacionales y abiertamente asociarse con miles de personas. Ciertamente, los estudiantes de hoy tienen mucho que agradecer, incluso en países donde las condiciones políticas parecen ser adversas.

Y aquellos de nuestros miembros que viajarán con nosotros a Egipto en nuestra próxima gira tendrán el raro privilegio de ver algunos de estos viejos templos y estas grutas, como el templo secreto junto a la Esfinge, donde a menudo se celebraban las iniciaciones y las lecciones preliminares e instrucciones se daban antes de entrar en el pasillo que conducía a la Pirámide. Estaremos encantados con la realización de lo que hicieron estos antiguos seres que sufrieron, practicaron y enseñaron, con el fin de que podamos tener hoy la gran iluminación que ha constituido el patrimonio secreto para el hombre desde los primeros días de la civilización. Nuestras escuelas de los misterios de hoy no están misteriosamente ocultas debido a nuestra incapacidad para disfrutar de muchos de los privilegios divinos que la civilización nos asegura.