Vitalismo de Friedrich Nietzsche

Filosofía contemporánea. Lo apolíneo y lo dionisíaco. Moral. Muerte de Dios. Crítica a la cultura occidental. Nihilismo. Comparación con otros autores

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FRIEDRICH NIETZSCHE 1. SIGNIFICADO DE LOS SIGUIENTES TÉRMINOS, EXPRESIONES Y ENUNCIADOS. 1.1. TÉRMINOS. • Apolíneo: Nietzsche mantiene, dentro de su teoría del vitalismo, dos grandes categorías o dimensiones del arte, como actividad estética por excelencia. Una de ellas es la de lo apolíneo. Se denomina apolíneo por el dios Apolo (dios de la mitología griega), se refiere a todo lo ordenado, coherente, racional, medible, proporcionado y bello. Es la dimensión encubridora, adormecida, resentida y enmascarada de la realidad. Esto debe entenderse en el autor desde su crítica a la cultura occidental. Para él, el error viene desde el tiempo de los griegos, cuando los primeros filósofos apartaron del estudio del conocimiento trágico por el conocimiento racional. Se apartaron de lo dionisíaco en el que se desatan las fuerzas vitales, se justifica desde el vitalismo de este autor la feroz crítica a nuestra cultura occidental. Sin embargo Nietzsche llegará a la conclusión de que Apolo no es sino Dionisio disfrazado tras afirmar que el siguiente paso en la evolución humana es el superhombre. • Dionisíaco: Es la otra de las dos dimensiones del arte. Proviene del dios Dionisio y para Nietzsche representa el símbolo de la ebriedad, el desorden y la desmesura, el caos, la hibris... Es el ámbito que desde sí mismo desenlaza y desata las fuerzas mismas de la vida. Representa lo activo frente a lo reactivo, lo vital frente a lo racional. Lo estético trágico frente a lo estético bello. • Egipticismo: Nietzsche trata de restaurar los verdaderos valores vitales, lo que supone: • La afirmación de la vida. • El rechazo de toda teoría que no tenga en cuenta la sensibilidad y el valor de los sentimientos. • El rechazo de todo ser, norma, razón, lenguaje, contrario al valor fundamental de la fuerza de la vida. • El rechazo de toda visión inmovilista y estática de la vida y de la realidad (egipticismo). • Superhombre: Para Nietzsche el superhombre es el filósofo venidero tras la muerte de Dios. Se trata de un ideal o mito que se desea que acontezca, no para que actúe como salvador de nadie, ni sea líder de masas, sino para que inaugure la época de los hombres: es el primer hombre. Es pensado como un tipo moral creador, por tanto, de nuevos valores, aquellos a que el nihilismo nos conduce. Está más allá del bien y del mal, o sea, es inocente. Jamás Nietzsche utilizó tanto la metáfora como en este punto: se trata, como dice él, de un niño y de su 1

ingenuidad, cuyo máximo placer se encuentra en el juego que practica. No es, por tanto, ningún monstruo, sino, en todo caso, el mismo héroe de la inocencia. 1.2. EXPRESIONES. • Muerte de Dios: La Muerte de Dios es la idea reguladora de todo el proceso de limpieza y destrucción, debido a la crítica a la cultura occidental, y el afán que tenía este por destruir todo lo creado por la cultura occidental desde que se abandonó el ámbito de la sabiduría trágica por el de la científica. Esto es, desde la época de los primeros filósofos griegos, con lo que supone la destrucción total de todo conocimiento filosófico por haber sido orientado mal desde un principio. La idea de Dios representa la concreción máxima de los valores de la cultura judeo− cristiana. La demostración de la vaciedad de tal concepto, del engaño al que nos somete y de la infravaloración de lo humano a que impulsa, nos obliga a enterrarlo. Pero tras su muerte hay que tener cuidado de no sustituirlo por otros elementos que desempeñen las mismas funciones, como ha sido el caso de la Ilustración con la Razón, el Positivismo con la Ciencia y el Liberalismo con el Estado. • Moral de señores y de esclavos. Otro de los puntos del autor en la crítica a la cultura de Occidente es el de la moral y la transvaloración, tal como se ha expresado en el punto anterior. Ante la experiencia trágica de la vida cabe reaccionar de dos maneras distintas: • Aceptándola. • Resistiéndose de ella y manifestando odio hacia todo lo real. En el primer caso nos encontramos que esta actitud conlleva una moral de señores. Esta moral es la de aquellos que tienen voluntad de poder, es decir, de aquellos que quieren determinar todo aquello que les rodea, de los creadores. En el segundo caso nos encontramos con la moral de los esclavos, esto es, la de los miserables, de los rencorosos, débiles, etc. En resumen, la de los despreciables. Y pretende igualar a todos los hombres mediante sentimientos tales como la compasión, la caridad, etc. Entre estos dos puntos podemos establecer la comparación del binomio bien−mal con el de aristocrático− plebeyo. • Ser filósofo, ser momia: Esta comparación la establece Nietzsche en su crítica a la cultura occidental, ya que para él las momias son inertes y todo lo investigado por los filósofos hasta el momento no ha valido para nada, ya que considera toda la filosofía occidental errónea, por haberse basado en el dios o espíritu equivocado, por haber elegido a Apolo en vez de a Dionísios. Para Nietzsche el único filósofo posible es el artista. Otra posible explicación sería relacionarlo con el egipticismo que supone la visión inmovilista del ser metafísico que hasta ese momento era comúnmente aceptada (recordemos que nuestro autor es materialista al 2

igual que Marx). • El artista trágico no es pesimista: El artista trágico no es un pesimista, sino que es el único que intenta llegar a un tipo e vida mejor, saliéndose a flote el afán de superarse. Todo esto hay que mirarlo desde el punto de vista de la ideología de ese tiempo, en la que los artistas trágicos eran mirados como gente extraña, con ideas demasiado revolucionarias para la época. Se rompe así con las falsas creencias de que lo trágico por asociación es triste, y de esta manera adopta una significación de vital (Dionisios). Según las ideas expuestas por Nietzsche, la vida es por lo menos intuible. Se trata de una intuición estética sólo alcanzable por ella por los artistas en cuanto activa su genio. Es intención del autor sustituir el filósofo por el artista, ya que sólo este, a través el arte, puede alcanzar cierta comprensión en lo vital. La tarea del artista es la de desenmascarar psicológicamente todo aquello que tradicionalmente ha venido ocultando a la vida. 1.3. ENUNCIADOS. • Dividir el mundo en verdadero y aparente es síntoma de vida decadente. En este punto rompe definitivamente con otros autores como por ejemplo: Hegel o Platón, al tratar de unificar los dos mundos (espiritual y material). La esperanza de un mundo más allá de este que justifique nuestro sufrimiento es síntoma de vida decadente porque nos impide acercarnos en nuestra evolución hacia el superhombre y aceptar el hecho del eterno retorno. • Inventar fábulas acerca de otro mundo no tiene sentido. Se trata de la tercera tesis del sexto punto de su obra el crepúsculo de los dioses. Afirma, en efecto, que inventar fábulas acerca de otro mundo distinto de este no tiene sentido, presuponiendo que no se domine, de empequeñecimiento de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con la fantasmagoría de otra vida distinta de esta, mejor que esta. 2. TEMA DE COMPOSICIÓN: EL VITALISMO DE NIETZSCHE. • EL VITALISMO. Nietzsche considera que lo real es la vida. Esta es la realmente real paradojando a Platón. Tal elemento tiene una consideración biológica, no metafísica. La vida es inexpresable e inabarcable y por tanto no reducible a objetos de la ciencia. Por esta razón es también incognoscible en cuanto que no admite distinción entre sujeto− objeto de conocimiento. Sólo es realizable por aquel que llega a comprender tal acontecimiento. Pero la vida es al menos intuible, se trata de una intuición estética sólo alcanzable por el artista. De aquí que Nietzsche sustituya el filósofo por el artista, ya que sólo a través del ejercicio lúdico de su actividad (arte) puede alcanzar cierta comprensión de lo vital. La tarea del artista es desenmascarar toda aquello que tradicionalmente ha venido ocultando a la vida. Establece dos categorías del arte: • Lo apolíneo: ordenado, coherente, racional, proporcionado, bello. 3

• Lo dionisíaco: símbolo de la ebriedad, el desorden y la desmesura. De esta manera se reconoce el enfrentamiento entre lo estético trágico frente a lo estético bello. Nietzsche llegará a pensar que Apolo mismo no es nada más que Dionisios disfrazado. El autoengaño racional a que la vida se somete sólo es rasgado por medio de la música y tragedia. Fue la admiración que sintió en su primera época por Schopenhauer y Wagner lo que le llevó a tal consideración. • CRÍTICA A LA CULTURA OCCIDENTAL. La crítica a la cultura occidental es el punto de partida del vitalismo de Nietzsche. Es la parte más destructiva de su vitalismo. Según esta crítica, habría que abandonar todo lo que se ha creado a lo largo de los siglos desde que se abandonó la sabiduría trágica (Dionisios) para abrazar la sabiduría científica, la racionalidad y la moral práctica (Apolo). Dicho periodo abarca desde los griegos Sócrates y Platón hasta el Romanticismo, incluyendo el cristianismo con San Pablo a la cabeza (Nietzsche considera que ellos crearon la moral del resentimiento y de los débiles. Esto es, por su carácter antivitalista. Se resalta de esta manera el espíritu dionisíaco de los antiguos griegos (la vida es una experiencia trágica). El impulso dionisiaco es el de la exaltación de la vida, frente al espíritu apolíneo de la cultura occidental. Dicho espíritu apolíneo es el impulso complementario que, según Nietzsche quedará diluido en el impulso dionisiaco como parte de sí mismo. La crítica de la moral tradicional debe hacerse por cuanto que ésta es el fundamento de la cultura occidental. Y sus manifestaciones son las de sus sistemas de valores. Por esto, y al estar basada nuestra cultura en lo apolíneo (que es por definición según Nietzsche antivital) será la moral de débiles. Ante la experiencia dolorosa de la vida el hombre puede reaccionar de dos maneras distintas: • Aceptándolas (SÍ A LA VIDA). • Quedándose resentido. Esto implica un odio hacia lo real. Y ambas actitudes nos dan lugar a dos tipos de moral: • Moral de señores: Es una moral activa, creadora, que implanta los valores de aquellos que tienen voluntad de poder. La voluntad de poder es la lucha continua de la vida que tiene que superarse continuamente a sí misma y que determina todo lo existente. En esta moral la antítesis bueno− malo es sinónimo de aristocrático y despreciable. Es aristocrático el hombre que se siente como determinador de los valores y defiende la autoglorificación. Despreciables son los mezquinos, los desconfiados, el que se deja maltratar, etc. • Moral de Esclavos: Se caracteriza por el instinto de venganza de toda forma de vida que sea superior. Dicha moral pretende 4

igualar a todos los hombres mediante la compasión, la humildad, etc. Y según esto, otras manifestaciones de nuestra cultura como la ciencia, la filosofía o la religión seguirán estas ideas, y serían, por tanto, antivitales. La religión (el cristianismo) afirma que Jesús (débil) triunfa sobre los fuertes. Sin embargo, Nietzsche afirma que Jesús fue utilizado por los débiles, que fueron a su vez incapaces de aceptar su muerte e inventaron una excusa. La Filosofía, por su parte establece un ser metafísico estático e inmutable. Nietzsche opina que este ser es absurdo e inútil, y que sólo existe el devenir, esto es, el mundo delimitado por el espacio y el tiempo y que puede ser experimentado por los sentidos. Este mundo tiene como principio del devenir la voluntad de poder (por esta razón la voluntad de poder es capaz de crear futuro). El eterno retorno será el problema de la relación de la voluntad de poder con el tiempo. Sólo el superhombre sería el que, tras contemplar su totalidad querría volver a vivirla. Este eterno retorno tiene el aspecto dramático de que sería inútil todo esfuerzo por superar las limitaciones, ya que todo lo pasado retornará eternamente. La ciencia, en cuanto a sus aspectos mecanicistas y positivistas es criticable puesto que no interpreta fielmente la realidad. La Muerte de Dios es la idea reguladora de todo el proceso de limpieza y destrucción, debido a la crítica a la cultura occidental, y el afán que tenía este por destruir todo lo creado por la cultura occidental desde que se abandonó el ámbito de la sabiduría trágica por el de la científica. Esto es, desde la época de los primeros filósofos griegos, con lo que supone la destrucción total de todo conocimiento filosófico por haber sido orientado mal desde un principio. La idea de Dios representa la concreción máxima de los valores de la cultura judeo− cristiana. La demostración de la vaciedad de tal concepto, del engaño al que nos somete y de la infravaloración de lo humano a que impulsa, nos obliga a enterrarlo. Pero tras su muerte hay que tener cuidado de no sustituirlo por otros elementos que desempeñen las mismas funciones, como ha sido el caso de la Ilustración con la Razón, el Positivismo con la Ciencia y el Liberalismo con el Estado. Si Dios ha muerto, la moral occidental no tiene ningún sentido: hay que transmutar todos los valores sostenidos en el resentimiento de la moral de los esclavos, por los valores de la vitalidad y la fuerza de la moral de los nobles o señores. Desterrado el concepto de verdad, el valor es aquello que comprende y empuja el auge de la vida: acepta la voluntad de poder y su repetición. Los valores que ahora aparecen poseen un sentido auténticamente extramoral fundados en el sentimiento de fuerza: son indefinibles en cuanto que no son objetos de conceptualización, representan solamente posiciones desde la que se comprende lo vital. Conclusión de tal crítica es el nihilismo. El nihilismo no se puede entender como una teoría filosófica, sino como un movimiento histórico y como un proceso psicológico. • Como movimiento histórico representa toda la evolución cultural de occidente, sustentada en la metafísica 5

platónica y la moral cristiana que despreció la ingenuidad del devenir y el valor telúrico de la vida. • Como proceso psicológico es el estado de desasosiego y desorientación en el que el individuo cae al darse cuenta de la ficción en la que cree. Es el punto último en el que desemboca, tras los estados de conmoción y desesperación. Supone la admisión de una negatividad absoluta acerca de lo que se entiende por real: la afirmación de que nada existe, porque no hay ni cosas, ni objetos, ni ideas, ni conceptos, ni valores,... Es el nihilismo la más reveladora de las manifestaciones de la voluntad de poder y del eterno retorno. Es desde esta angustia desde la cual vuelve a abrazar la vida: Apolo se vuelve a convertir en Dionisios. El hombre tras todo esto ha evolucionado, se ha convertido en el Superhombre. Para Nietzsche el superhombre es el filósofo venidero tras la muerte de Dios. Se trata de un ideal o mito que se desea que acontezca, no para que actúe como salvador de nadie, ni sea líder de masas, sino para que inaugure la época de los hombres: es el primer hombre. Es pensado como un tipo moral creador, por tanto, de nuevos valores, aquellos a que el nihilismo nos conduce. Está más allá del bien y del mal, o sea, es inocente. Jamás Nietzsche utilizó tanto la metáfora como en este punto: se trata, como dice él, de un niño y de su ingenuidad, cuyo máximo placer se encuentra en el juego que practica. No es, por tanto, ningún monstruo, sino, en todo caso, el mismo héroe de la inocencia. La gran política es la preparación del camino para el superhombre, aquel que aceptará la realidad como es en sí misma: el saber que no puede cambiar el destino del eterno retorno. La acción política debe favorecer el individualismo por encima de la mediocridad del socialismo y de la democracia liberal, sistemas que sustituyen a Dios por otros elementos. 3. EXPLICA QUE SUPONE EN NIETZSCHE EL NIHILISMO Y LA MUERTE DE DIOS. La Muerte de Dios es la idea reguladora de todo el proceso de limpieza y destrucción, debido a la crítica a la cultura occidental, y el afán que tenía este por destruir todo lo creado por la cultura occidental desde que se abandonó el ámbito de la sabiduría trágica por el de la científica. Esto es, desde la época de los primeros filósofos griegos, con lo que supone la destrucción total de todo conocimiento filosófico por haber sido orientado mal desde un principio. La idea de Dios representa la concreción máxima de los valores de la cultura judo− cristiana. La demostración de la vaciedad de tal concepto, del engaño al que nos somete y de la infravaloración de lo humano a que impulsa, nos obliga a enterrarlo. Pero tras su muerte hay que tener cuidado de no sustituirlo por otros elementos que desempeñen las mismas funciones, como ha sido el caso de la Ilustración con la Razón, el Positivismo con la Ciencia y el Liberalismo con el Estado. Si Dios ha muerto, la moral occidental no tiene ningún sentido: hay que transmutar todos los valores sostenidos en el resentimiento de la moral de los esclavos, por los valores de la vitalidad y la fuerza de la moral de los nobles o señores.

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Desterrado el concepto de verdad, el valor es aquello que comprende y empuja el auge de la vida: acepta la voluntad de poder y su repetición. Los valores que ahora aparecen poseen un sentido auténticamente extramoral fundados en el sentimiento de fuerza: son indefinibles en cuanto que no son objetos de conceptualización, representan solamente posiciones desde la que se comprende lo vital. Conclusión de tal crítica es el nihilismo. El nihilismo no se puede entender como una teoría filosófica, sino como un movimiento histórico y como un proceso psicológico. • Como movimiento histórico representa toda la evolución cultural de occidente, sustentada en la metafísica platónica y la moral cristiana que despreció la ingenuidad del devenir y el valor telúrico de la vida. • Como proceso psicológico es el estado de desasosiego y desorientación en el que el individuo cae al darse cuenta de la ficción en la que cree. Es el punto último en el que desemboca, tras los estados de conmoción y desesperación. Supone la admisión de una negatividad absoluta acerca de lo que se entiende por real: la afirmación de que nada existe, porque no hay ni cosas, ni objetos, ni ideas, ni conceptos, ni valores,... 4. DIFERENCIAS ENTRE LA ANTROPOLOGÍA DE NIETZSCHE Y LA DE PLATÓN. La concepción del hombre que pretende Nietzsche es lo expuesto en el Superhombre. Para Nietzsche, el Superhombre es el filósofo venidero tras la muerte de Dios. Se trata de un ideal o mito que se desea que acontezca, no para que actúe como salvador de nadie, ni sea líder de masas, sino que inaugure la época de los hombres: es el primer hombre. Es pensado como un tipo moral creador, por tanto, de nuevos valores, aquellos a los que el nihilismo nos conduce. Está más allá del bien y del mal. Jamás este filósofo utilizó tanto la metáfora como en este punto: el camello que se convierte en león y tras devorar al hombre (Dios) se convierte en un niño y de su ingenuidad, cuyo máximo placer se encuentra en el juego de la práctica. No es ningún monstruo, en todo caso el mismo héroe de la inocencia. En su antropología, el hombre es pensado como un ser mediocre, gregario, miserable, incapaz de grandes valores. El hombre es un ser defectuoso y enfermo, que se niega a evolucionar, a abandonar los errores de la cultura occidental, sin ser consciente de que se vence a sí mismo mediante la superación. Además, observamos en él una tendencia a unificar lo espiritual y lo mundano. Concede plena importancia a lo vital. Platón posee una concepción dualista del hombre: está compuesto de cuerpo (perteneciente al mundo sensible) y alma (perteneciente al mundo de las ideas). La unión de ambas es accidental y no substancial (cuerpo y alma no forman uno). El alma es preexistente, inmortal y volverá al mundo de las ideas tras la muerte del cuerpo, a la espera de reencarnarse en otro. Platón otorga al alma mayor importancia que al cuerpo, al que desprecia por considerarlo perteneciente al mundo sensible, que es lo real. 7

Para Platón, el hombre debe vivir en sociedad, con los demás hombres, ya que no es autosuficiente, no es capaz de satisfacer todas sus necesidades por sí mismo, es un indigente. 5. EXPLICA CUAL ES EL PAPEL DEL SUPERHOMBRE EN LA FILOSOFÍA DE NIETZSCHE. Para Nietzsche el superhombre es el filósofo venidero tras la muerte de Dios. Se trata de un ideal o mito que se desea que acontezca, no para que actúe como salvador de nadie, ni sea líder de masas, sino para que inaugure la época de los hombres: es el primer hombre. Es pensado como un tipo moral creador, por tanto, de nuevos valores, aquellos a que el nihilismo nos conduce. Está más allá del bien y del mal, o sea, es inocente. Jamás Nietzsche utilizó tanto la metáfora como en este punto: se trata, como dice él, de un niño y de su ingenuidad, cuyo máximo placer se encuentra en el juego que practica. No es, por tanto, ningún monstruo, sino, en todo caso, el mismo héroe de la inocencia. 6. CONTRASTA LAS POSTURAS FILOSÓFICAS DE NIETZSCHE Y DESCARTES Y EL TRATAMIENTO QUE AMBOS AUTORES HACEN SOBRE EL TEMA DE DIOS. • Para Descartes: Para encontrar un punto de enlace entre el yo y el mundo exterior, vuelve al punto de partida. Idea de perfección: en el acto de dudar encuentra la idea de perfección, y al preguntar por su origen encuentra a Dios como causa única de tal idea y causa de todo lo que hay. Idea infinita: esta junto con la de perfección debe provenir de un ser perfecto e infinito que es Dios Idea de causalidad: nada existe sin una causa adecuada. Acaba con la idea de Dios engañador, ya que un ser perfecto no puede engañar. Es un Dios veraz Deux ex machina. Dios crea al mundo por un acto de voluntad infinitamente libre. • Para Nietzsche: La Muerte de Dios es la idea reguladora de todo el proceso de limpieza y destrucción, debido a la crítica a la cultura occidental, y el afán que tenía este por destruir todo lo creado por la cultura occidental desde que se abandonó el ámbito de la sabiduría trágica por el de la científica. Esto es, desde la época de los primeros filósofos griegos, con lo que supone la destrucción total de todo conocimiento filosófico por haber sido orientado mal desde un principio. La idea de Dios representa la concreción máxima de los valores de la cultura judeo− cristiana. La demostración de la vaciedad de tal concepto, del engaño al que nos somete y de la infravaloración de lo humano a que impulsa, nos obliga a enterrarlo. Pero tras su muerte hay que tener cuidado de no sustituirlo por otros elementos que desempeñen las mismas funciones, como ha sido el caso de la Ilustración con la Razón, el Positivismo con la Ciencia y el Liberalismo con el Estado. 8

Si Dios ha muerto, la moral occidental no tiene ningún sentido: hay que transmutar todos los valores sostenidos en el resentimiento de la moral de los esclavos, por los valores de la vitalidad y la fuerza de la moral de los nobles o señores. Desterrado el concepto de verdad, el valor es aquello que comprende y empuja el auge de la vida: acepta la voluntad de poder y su repetición. Los valores que ahora aparecen poseen un sentido auténticamente extramoral fundados en el sentimiento de fuerza: son indefinibles en cuanto que no son objetos de conceptualización, representan solamente posiciones desde la que se comprende lo vital. 7. DEFINE Y CONTRASTA ESTAS DOS CORRIENTES FILOSÓFICAS: EL POSITIVISMO Y EL VITALISMO. • El positivismo: Es la orientación filosófica que considera que los hechos perceptibles o experimentables son la única realidad aceptable para un conocimiento legítimo. El positivismo lógico, o neopositivismo, instaurado por el Círculo de Viena, entiende que la filosofía debe ser reducida a análisis del lenguaje, eliminando toda palabra que no tenga una referencia en la realidad. • El vitalismo: Nietzsche considera que lo real es la vida. Esta es la realmente real paradojando a Platón. Tal elemento tiene una consideración biológica, no metafísica. La vida es inexpresable e inabarcable y por tanto no reducible a objetos de la ciencia. Por esta razón es también incognoscible en cuanto que no admite distinción entre sujeto− objeto de conocimiento. Sólo es realizable por aquel que llega a comprender tal acontecimiento. Pero la vida es al menos intuible, se trata de una intuición estética sólo alcanzable por el artista. De aquí que Nietzsche sustituya el filósofo por el artista, ya que sólo a través del ejercicio lúdico de su actividad (arte) puede alcanzar cierta comprensión de lo vital. La tarea del artista es desenmascarar toda aquello que tradicionalmente ha venido ocultando a la vida. Establece dos categorías del arte: • Lo apolíneo: ordenado, coherente, racional, proporcionado, bello. • Lo dionisíaco: símbolo de la ebriedad, el desorden y la desmesura. De esta manera se reconoce el enfrentamiento entre lo estético trágico frente a lo estético bello. Nietzsche llegará a pensar que Apolo mismo no es nada más que Dionisios disfrazado. El autoengaño racional a que la vida se somete sólo es rasgado por medio de la música y tragedia. Fue la admiración que sintió en su primera época por Schopenhauer y Wagner lo que le llevó a tal consideración. 8. TEXTOS: RESUMEN DEL CREPÚSCULO DE LOS ÍDOLOS EN LOS TEXTOS DE LECTURA (PÁG 205− 207). 1. Critica a los filósofos anteriores a él, los clasifica de momias conceptuales. Para Nietzsche ser filósofo es 9

ser momia, representar en monótono− teísmo con una mímica de sepulturero. 2. Sigue criticando a los filósofos, excepto a Heráclito, ya que rechazaban el testimonio de los sentidos porque mostraban pluralidad y modificación (aunque también Heráclito fue injusto con los sentidos). La razón es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Heráclito tendrá razón al decir que el ser es una ficción vacía. El mundo aparente es el único: el mundo verdadero no es más que un añadido mentiroso... 3. Nosotros poseemos ciencia exactamente en la medida en que nos hemos decidido a aceptar el testimonio de los sentidos. Critica a la metafísica, psicología, lógica, matemáticas, etc., ya que según él en ellas la realidad no llega a aparecer. 4. Expone el otro gran error de los filósofos: confundir lo último y lo primero. D este modo los filósofos ponen su estupendo concepto de Dios... Lo último, lo más tenue, lo vacío es puesto como lo primero, como causa en sí. Nietzsche por tanto les critica, ya que para él Dios tiene que ser enterrado. 5. Habla sobre el problema del error y de la apariencia. En la exacta medida en que el prejuicio de la razón nos fuera a asignar unidad, identidad, duración, sustancia, causa, ser, nos vemos en cierto modo cogidos en el error, necesitamos el error. 6. Condensa ese conocimiento en cuatro tesis: • Primera: Las razones por las que este mundo ha sido calificado de aparente fundamentan su realidad. • Segunda: Los signos distintivos que han sido asignados al ser verdadero de las cosas son los signos distintivos del no− ser, de la nada. • Tercera: Afirma, en efecto, que inventar fábulas acerca de otro mundo distinto de este no tiene sentido, presuponiendo que no se domine, de empequeñecimiento de recelo frente a la vida: en este último caso tomamos venganza de la vida con la fantasmagoría de otra vida distinta de esta, mejor que esta. • Cuarta: Dividir el mundo en verdadero y en un mundo aparente es síntoma de decadencia. El artista trágico no es un pesimista. 9. RESUMEN DEL CONTENIDO DEL TEXTO SOBRE VERDAD Y MENTIRA DE LAS PÁGINAS (207− 217). El texto nos habla de la verdad y la mentira en sentido extramoral. El individuo, en la medida en que quiere mantenerse frente a los demás, utiliza el intelecto, la mayor parte de las veces solamente para fingir. Como quiere vivir en sociedad establece un tratado de paz que viene a ser la verdad. Como consecuencia de esto último diremos que el lenguaje por su carácter convencional, no expresa en modo alguno la esencia de las cosas (el mentiroso utiliza las designaciones válidas, las palabras, para hacer parecer real lo irreal). Son puras metáforas. El origen del lenguaje no es por tanto un proceso lógico. La verdad como se lee dos capítulos más adelante, consiste en atenerse a los usos metafóricos que atribuimos a las palabras. Esa capacidad es la que distingue al hombre del animal. El conocimiento de cada individuo dependerá de las condiciones en que se encuentre. Y sin embargo, el mismo hombre es un elemento distractor y engañoso para su propio conocimiento en este sentido. Este engaño viene determinado por su racionalidad, la cual le acarrea grandes desgracias en general, cosa que no le ocurre a aquel que prefiera el espíritu dionisiaco.

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A lo largo de todas las épocas se han ido combinando en distintas proporciones. Y de este modo muy poético y metafórico, se contraponen al final del texto. LOS TEXTOS: 1º La critica ala filosofía es imprescindible para la instauración de una tabla de valores. − El mundo perfecto y absoluto que impuso Platón con su teoría de las ideas es un mundo estático e inmutable que nada tiene que ver con el mundo real , caracterizado por su continuo devenir . −Este munddo metafísico , por ser el más abstracto ,es tambien el más irreal y puede identificarse con la nada . De hecho ,la metafísica , la teología , la psicología , la teoría del conocimiento y la teoría de los signos (la lógica y la lógica aplicada ) son abortos por cuantos que en ellas la realidad no aparece ni siquiera como problema. La ciencia sería tal siempre que aceptarse el testimonio de los sentidos . −La categoría ontológica del ser no es una cualidad propia de la realidad . Más bien tiene un valor subjetivo introducido en la cultura occidental en un proceso de absoluta racionalidad. La razón nos diviniza , dijeron los filósofos. −Ni las apariencias de este mundo (en contra de su realidad ), ni la invención de otro mundo (en contra de su realidad) , ni la invención de otro mundo distinto , ni la dicotonomía mundo verdadero/ mundo apariencial son propiedades de los existentes . Para nietzsche, son relaciones de valor que proyectan nuestras condiciones de supervivencia como atributos del Ser. 2º La muerte de Dios es el acontecimiento más dramático que ha sufrido la humanidad . ¿Por que ? porque su asesinato es la destrucción de los cimientos de la cultura occidental . También es , al mismo tiempo , el acto más grandioso , pues gracias a esta acción las generaciones futuras tendrán nuevas esperanzas y pertenecerán a una historia sublime , más gratificante y libre . 3º En cuanto a la ciencia , Nietzche dice que necesita asimismo del soprte de una fe y, lógicamente , carece de libertad en su presupuesto de verdad. Además , las cosas − objeto de las ciencias− son ficciones que ni se comportan bajo necesidad ni conforme a unas reglas . Consecuncia : La voluntad por la verdad (que es <>) no pude apoyarse en la fe incondicional que la ciencia deposita en la verdad , pues ambas , verdad y no verdad, son útiles en devenir humano . NIETZSCHE: El vitalismo de Nietzsche.

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