Story Transcript
VIVIR DIGNAMENTE ES UN
DERECHO Vivo con mis dos hijas pequeñas en la Calzada. Con la llamada crisis me despidieron hace 7 meses de la empresa de limpieza donde trabajaba. Mi expareja no me paga la pensión. Cobro los 421€ del subsidio por desempleo y tengo muchas dificultades para alcanzar a pagar los 300€ del alquiler (todavía es barato, me dicen...). Sobre todo cuando hay imprevistos...En la UTS no me dan información, una administrativa me dice que no me corresponde nada más. Ya llega la vuelta al cole en el Corte Inglés.
El alquiler medio en Gijón alcanza los 663€. A la vez, desde este verano suben los tipos del IVA. La mayoría de los empleos pueden considerarse precarios.
CON EL CULO AL AIRE A día de hoy, vivimos en un contexto social en el que, con crisis o sin ella, se facilita la acumulación económica y de poder en un@s poc@s. Cada vez es mayor la desigualdad. Todo en nombre del llamado Estado del Bienestar (¿pa’quien?) Aquí mismo, en Asturias, se incrementa el paro mes a mes. Hasta en agosto crece el desempleo siendo ya 72.956 las personas sin empleo (registradas), de las cuales mas del 30 % viven en Gijón. En esta Comunidad, aproximadamente el 35% de los desempleados no tiene acceso a ninguna prestación, a la vez que son muchas las familias en la que los dos miembros se han quedado sin empleo. Ante la finalización de las prestaciones por desempleo (quien tuvo la suerte de optar a ellas), quedan como opciones distintas ayudas sociales: los 420 € “de Zapatero”, las pensiones no contributivas, el Salario Social… Todas ellas con importes similares que rondan los 430 €. Si tenemos en cuenta el coste necesario para cubrir las necesidades básicas: alimentación, higiene, ropa, vivienda... y a mayores, coyunturas NEFASTAS debidas a mala gestión política y administrativa, como los más de 8 meses de atrasos en las solicitudes del Salario Social, es fácil darse cuenta que l@s gijoneses/as en estas situaciones difícilmente pueden salir adelante de manera digna.
Está claro también que para el Ayuntamiento las prioridades son otras, distintas de las personas. Podemos hablar de las obras faraónicas, como el Muselón, los arreglos del Molinón, el plan de vias o el Plan de aparcamientos subterraneos ( 4,5 millones € de precio inicial, sólo el de la plaza del parchis). Podemos hablar de un modelo de desarrollo que beneficia a los que más tienen. Podemos hablar de sus sueldos: hace unos meses, el concejal de Hacienda, Santiago Martínez Argüelles,
anunciaba las medidas de "austeridad" que llevará a cabo el Pleno Local: la alcaldesa, Paz Fdez. Felgueroso, pasará a cobrar anualmente (sin dietas) 64.823,61€, y los 20 concejales liberados, como la concejala de Servicios Sociales, Mª Esperanza Fdez. Puerta, o el concejal de Cooperación, Jesús Montes Estrada, 51.952,38 euros. Todo un ejercicio de solidaridad y "arrimar el hombro". Pero las vidas reales de muchas personas, vecinos y vecinas, son otras: paisanos de 40 años volviendo a vivir a casa de sus padres pensionistas, familias acudiendo a comer a la Cocina Económica, mujeres separadas con hijos que pierden su vivienda por la imposibilidad de pago... Es evidente que ni el empleo ni las ayudas insuficientes alcanzan a cubrir los básicos de todas las personas. Sin embargo, no parece habar respuestas encaminadas a transformar las causas de esta precariedad de vida.
Estas son claramente SITUACIONES de EMERGENCIA, que a nuestro parecer no debería tenerse que llegar en una sociedad “desarrollada”. Ante estas situaciones de desprotección, creemos necesario reivindicar una respuesta para todas las personas. Acabo de romperme la cadera al salir del baño. Tengo 76 años y soy viuda desde hace 3. Después de la muerte de mi marido me quedaron 520€ de pensión. Vivo en una colomina de Contrueces y mis cinco hijos se reparten entre Bilbao, Barcelona y Madrid. Aunque una vecina me prestó unas muletas, me cuesta mucho subir las escaleras del 3º donde vivo. Dicen que no me pueden conceder una Ayuda de Emergencia Social porque a estas alturas del año se acabó el presupuesto. Cada día me veo más sola...
En 2009 la Fundación Municipal de Servicios Sociales se enorgulleció de haber repartido 307.458,25€ en concepto de A.E.S., que viene a ser el 10% del presupuesto municipal para arreglar el Molinón. ANTE TODO ESTO, EN GIJÓN, ¿QUÉ OFRECEN NUESTRAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS? • En teoría: en el catalogo de ayudas de la Fundación Municipal de los Servicios Sociales se recogen, entre otras, las AES (ayudas de emergencia social, que se desarrollan en distintos tipos (gastos extraordinarios, ayuda familiar, de primera necesidad…). Supuestamente sirven para resolver situaciones puntuales ante la imposibilidad de resolver un pago acuciante en situaciones de falta de recursos. Cada años se presupuesta una partida económica para las mismas, que se gestiona a través de la Fundación Municipal de Servicios Sociales. La cantidad presupuestada para el año 2010 asciende a 353.300 €. En el año 2009 se asignaron 68.162,86€ a gastos extraordinarios, 3.330€ a gastos de primera necesidad y 235.965,39€ a ayudas a familias (aproximadamente el 75% del total).
¿QUE SON LAS AES?
“son prestaciones económicas no periódicas, para personas cuyos recursos resultan insuficientes para hacer frente a gastos de carácter ordinario o extraordinario para el desarrollo de una vida digna”. • Deudas en relación al uso y mantenimiento habitual de la vivienda (alquiler, luz,
¿Qué gastos pueden cubrir?
gas, agua y comunidad). • Ayudas la habitabilidad y equipamiento básico de la vivienda. • Ayudas para pago de alojamiento temporal.
…. Personas o unidades de convivencia que, como consecuencia de algún hecho imprevisto y no calculable, se encuentren en situación de grave necesidad que no pueda ser atendida por otros recursos normalizados de protección
Requisitos:
¿Quién puede acceder?
1. Ser mayor de 18 años. 2. Estar empadronado en el Municipio de Gijón con una antigüedad mínima de un año, a excepción de las víctimas de violencia de género. 3. No haber sido perceptor de la misma ayuda en el plazo de un año. 4. No haber sido beneficiario de ayudas o planes de empleo regulados por la Administración Local o Autonómica. 5. Aceptar las condiciones establecidas en el proceso de intervención social. 6. Que ningún miembro de la unidad familiar haya renunciado a cualquier ayuda regulada a la que pudieran tener acceso. 7. No superar los siguientes límites de ingresos mensuales: 1 miembro 2 miembros 3 miembros 4 o más
532,51 € (100% IPREM ) 585,76 € (110% del IPREM) 639,01 € (120% del IPREM) 692,26 € (130% del IPREM)
- No haber sido perceptor de la misma ayuda en el plazo de un año. - No haber sido beneficiario de ayudas o planes de empleo regulados por la Administración Local o Autonómica.
¿Dónde se solicitan?
En los Servicios Sociales de tu zona (UTS)
• En la practica: Sin embargo, cuando contrastamos la realidad vemos que las AES no alcanzan a cubrir el objetivo que se proponen. En esencia nos encontramos con unas ayudas que son INSUFICIENTES, tanto en cantidad como en alcance. - Hay casos y situaciones que son de emergencia y que no son tramitadas, a criterio de el/la trabajador/a social, quedando por tanto sin registrar ni cubrir. (ejplo: una cocina que da corriente por la que pasa próximo el conducto del gas, no se considero necesario cambiarla). Son ayudas ARBITRARIAS. - Los requisitos (empadronamiento, umbral de ingresos, incompatibilidades...) limitan el acceso a muchas personas. Son POCO ACCESIBLES. - Desde las asociaciones del Distrito Sur se decide que un dinero del presupuesto de la zona vaya para reforzar estas ayudas y no es aceptado desde el Ayto. que consideran adjudican presupuesto suficiente y que no le corresponde al Consejo de Distrito decidir en este punto. No son DEMOCRÁTICAS. - No se facilita información clara y accesible. No están claros los plazos de tramitación y concesión, ni el procedimiento para saber que derechos tienes al solicitarla. Falta INFORMACIÓN. - Tienes que aceptar un compromiso de “intervención social” con la trabajadora social a la que solicitas la ayuda. Son CONDICIONADAS.
Tengo 50 años y duermo en una casa en ruinas, cerca de Roces. Antes vivía con mi hermano en una vivienda social que nos dejó nuestra madre, pero me echaron de casa. A veces cobro el paro, a veces la RAI…. En la Unidad de Trabajo Social no me terminan de resolver nada porque consta como que estoy empadronado todavía en la vivienda social. Nadie me alquila una habitación.
La directora de la EMVISL, Mª Cristina Tuya, se comprometió en mayo de este año ante miembros del colectivo Alambique proporcionar información clara sobre viviendas de emergencia social en la Empresa. En Gijón hay 13.950 casas vacías. En septiembre de 2010 se sortearon las 292 viviendas sociales de Roces, entre las casi 3500 solicitudes.
COMO HACEMOS QUE LAS AYUDAS DE EMERGENCIA SIRVAN PARA ALGO Las Ayudas de Emergencia Social se demuestran entonces como instrumento ineficaz para resolver las realidades de emergencia, y mucho menos para afectar a las causas que las generan. Para poder ser útiles como herramientas ante situaciones de emergencia tendrían que ser como punto de partida: Ser individuales. Rápidas en su tramitación y resolución (no mas de una semana) y sencillas en sus
requisitos ( a desarrollar después de concedida la ayuda ) Reconocidas como derecho, con un procedimiento claro de tramitación y resolución Con importes suficientes para atender la emergencia Rebaja de la edad para percibir todo el catalogo de ayudas a los 18 años Complementarias a otras ayudas o recursos económicos Separación de las exigencias de contraprestación o firma de itinerario de
incorporación social como requisito obligatorio para poder acceder a las ayudas Sin limitación presupuestaria, se cubran todas las emergencias de enero a diciembre
Esto es, para que estas ayudas puedan ser avances hacia el derecho a unos ingresos suficientes, tenemos que ir a las raíces de la falta de recursos. No reclamamos ayudas de pobreza. Reivindicamos que las personas tenemos unos derechos sociales que día tras día se vulneran. Las ayudas no pueden ir encaminadas a paliar los efectos de la desprotección, sino a asegurar las necesidades básicas de todas las personas, pasando necesariamente por la redistribución de la riqueza. Queremos justicia social, no limosna. Volvamos al principio del texto. Recordemos la situación social y económica en la que vivimos y pensemos en lo que nos queda por delante en los próximos meses y para muchas personas, años. Mientras se sigue apoyando este modelo económico y social basado en la rentabilidad y no en las personas, seguimos reclamando que:
Vivir dignamente es nuestro derecho ¡LA EMERGENCIA NO PUEDE ESPERAR!
ASOCIACIÓN CONTRA LA EXCLUSIÓN
ALAMBIQUE