Story Transcript
Valencia, abril de 2008
América Central y del Sur
1. Análisis. Más riesgo país a partir de la crisis, pero con diferencias por países..…..…………………………………………………………………………………….…páginas 4 a 6 En nuestro informe de enero de 2008 señalamos que cuando se pensaba que la crisis financiera producida en el mercado hipotecario de EEUU iba a ser superada y que las respectivas autoridades monetarias iban a poder manejarla, los hechos revelaron que el peligro de volatilidad no había quedado atrás, en particular para los países de la región. Cuando se produjo la crisis, los indicadores de “riesgo país” de los países de la región subieron aceleradamente, con motivo de la apresurada liquidación que hicieron de sus bonos los bancos y empresas afectadas por la falta de liquidez.
2. Actualidad Social y Política………………….…………………………..…..…..páginas 6 a 9 3. Mapa del Área. Los niveles de inflación………….……..………………….…...página 10 4. Análisis. La “agflación” complica a la región............................páginas 11 a 13 El aumento de los precios de las commodities ha tenido un impacto favorable en las cuentas externas de los países de la región (pues la mayoría exportan este tipo de productos) y a su vez ha promovido el crecimiento de las economías. Sin embargo, el incremento en estos precios, en particular de las denominadas “commodities alimentarias” tiene su costado negativo para los países de la región, ya que produce lo que se ha denominado “agflación” (que denota una inflación relacionada a productos agrícolas)
5. Datos Macroeconómicos…………………..……………………….………….…………página 14 6. Actualidad Económica……….……………..………..…………………………..páginas 15 a 20 7. Análisis. Perú………..………………………………………….……………………..páginas 20 a 23 Perú no ha sido ajeno a la inestabilidad macroeconómica que caracterizó a los países de la región en las últimas décadas y, realizando un análisis de largo plazo, el PIB por habitante ha tenido un muy escaso crecimiento en los últimos treinta años. Sin embargo, también en consonancia con la evolución regional, el país ha registrado importantes tasas de crecimiento durante los últimos cinco años, aunque los especialistas opinan que el “derrame” sobre los niveles de empleo y de pobreza no ha sido adecuado.
8. Anexo. Mapa Político…………………………….…...…………………………..….……página 24
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INTRODUCCIÓN En los últimos meses, la desaceleración de la economía estadounidense se ha convertido en uno de los principales focos de preocupación para los países de la región. Si bien ya hemos señalado este punto en informes anteriores, la sensación de zozobra se ha intensificado a comienzos del año 2008, habida cuenta de que los mercados no se tranquilizan y que las fluctuaciones siguen siendo importantes, al tiempo que los analistas estadounidenses son cada vez más pesimistas respecto del futuro y los organismos internacionales continúan revisando sus pronósticos de crecimiento hacia la baja. Teniendo en cuenta lo ocurrido en otros episodios de crisis (1997, 2001), debe prestarse atención a lo que puede suceder en los países de la región, que en aquellos casos han sufrido graves consecuencias. A tal efecto debe tenerse en cuenta que los impactos de la crisis pueden “ingresar” a estas economías a través de tres mecanismos, no excluyentes uno del otro: -
Un mecanismo real (o vinculado a la producción): este operaría porque una recesión en EEUU implica una reducción de sus importaciones del resto del mundo y con ello un impacto negativo sobre la demanda agregada interna en cada uno de ellos.
-
Un mecanismo de precios: la reducción de la demanda de EEUU hacia el mundo puede moderar/detener el crecimiento del precio de los commodities, que ha sido muy importante en el crecimiento de las economías de la región en los últimos cuatro años.
-
Un mecanismo financiero: operaría por la restricción crediticia derivada de la iliquidez mundial, que afectaría a los países que financian sus déficit fiscales y/o su inversión interna con fondos del exterior.
Dadas las condiciones por las que atravesaron los países de la región en los últimos años (“bonanza” externa, mayores exportaciones, mejoras en los déficit fiscal y externo, acumulación de reservas), se juzga como posible que el impacto de esta crisis no sea tan profundo y puedan mantener un nivel de crecimiento cercano al 4% (luego de las revisiones hacia abajo realizadas por el FMI y la CEPAL). De todas formas, es claro que este nivel de crecimiento se mantendrá más a partir de políticas internas que de inversiones del exterior, ya que éstas son inferiores a las que se dieron en los 90. Sin embargo, el comienzo de 2008 ha mostrado que las condiciones políticas no son las mejores.
El enfrentamiento entre los gobiernos de Colombia y Ecuador, motivado por la
incursión de los primeros en territorio de los segundos en busca de rebeldes de las FARC, motivó el resquebrajamiento de la región a través de lealtades con uno u otro. Si bien la voluntad conciliadora de Brasil y Argentina permitió que el conflicto no pasara a situaciones de
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mayor tensión, pero no distendió definitivamente los lazos, habida cuenta de que el mismo EEUU tomó partido explícito por Colombia, al tiempo que Venezuela lo hacía por Ecuador. A partir de este incidente quedó nuevamente en evidencia que en la región existen dos grupos que, aunque no están en abierta colisión, muestran visiones diferentes de la realidad y del camino para resolver los problemas económicos y sociales: por un lado los países que se encuentran cercanos al “socialismo del siglo XXI” liderado por Hugo Chávez, que incluye específicamente a Bolivia y Ecuador y por otro los “moderados”, como Brasil, Argentina y Chile, que prefieren mantener una relación más amigable (aunque a menudo algo distante) con EEUU, y despegarse del otro grupo cuando toman posturas demasiado ideologizadas.
Alejandro Trapé 18 de abril 2008
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1. Análisis. Más riesgo país a partir de la crisis, pero con diferencias por países. En nuestro informe de enero de 2008 señalamos que cuando se pensaba que la crisis financiera producida en el mercado hipotecario de EEUU iba a ser superada y que las respectivas autoridades monetarias iban a poder manejarla, los hechos revelaron que el peligro de volatilidad no había quedado atrás, en particular para los países de la región. Se indicó que el temor es al enfriamiento de las economías, por lo cual la mayoría de ellas pusieron en marcha mecanismos expansivos de oferta monetaria a fin de restaurar la liquidez perdida, lo cual en economías con expectativas inflacionarias exacerbadas (tales como Argentina y Venezuela) redunda en un peligro de mayor aceleración inflacionaria. Se señalaba también que los factores a monitorear en el futuro (que son los canales a través de los cuales la crisis podría “filtrarse” a las economías nacionales) son cuatro: los flujos de capitales hacia la región, los precios de las commodities, la demanda de EEUU por las exportaciones de la región y las remesas de los trabajadores radicados en el exterior. Cuando se produjo la crisis, los indicadores de “riesgo país” de los países de la región subieron aceleradamente, con motivo de la apresurada liquidación que hicieron de sus bonos los bancos y empresas afectadas por la falta de liquidez. Este comportamiento fue similar al de otras economías emergentes del mundo, aunque en este caso, a diferencia de otras crisis, no se trató específicamente de un “flight to quality” sino de una liquidación de activos, con la consecuente reducción de la demanda sobre esos papeles.
El riesgo país no ha disminuido en los mercados de la región Puntos básicos 600 500 400 300 200 100 0 02/07/2007 Brasil
02/09/2007 Argentina
02/11/2007 Venezuela
EMergentes
Sin embargo, resulta claro al analizar los datos que, punta contra punta, el incremento es medianamente significativo aunque no tanto como lo fue en otras situaciones de crisis,
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tales como las de 1996, 1997 o 2001. Esto ocurre porque existe la percepción generalizada respecto que en esta crisis el comportamiento de los países emergentes en general (donde se incluye a la mayoría de los de la región, excluyendo posiblemente a Brasil) no se verá afectado tan gravemente.
Indicador de Riesgo País Países seleccionados Fuente: JP Morgan
02-jul-2007 Pico máximo 01-mar-2008 Punta a punta
Emergentes Argentina 173 320 297 497 265 460 53% 44%
Brasil Venezuela 157 324 276 558 240 537 53% 66%
Esta percepción “optimista” proviene de que la situación económica de estos países es más sólida que en crisis anteriores, y esta fortaleza viene dada básicamente por: -
Menores niveles de déficit fiscal (incluso muchos de ellos muestran superávit primarios y totales), lo que implica una menor urgencia por el endeudamiento,
-
reorganización de la deuda externa con alargamiento de plazos,
-
saldos positivos en la balanza comercial y la cuenta corriente y
-
una mejor posición en cuanto a acumulación de reservas internacionales.
Estos elementos han llevado a concluir a la mayoría de los analistas que, si bien los efectos de la crisis se sentirán, no serán tan graves como en casos anteriores y no llevarán a estos países a situaciones cercanas al colapso. En tal sentido se entiende que los tres “canales” por los cuales la crisis podría afectar a sus economías (el canal del nivel de actividad, el canal de precios de commodities y el canal financiero), van a tener una menor incidencia. Esta visión fue compartida desde un comienzo por organismos internacionales como el FMI y el Banco Mundial, quienes expresaron su confianza en que el “desacople” iba a permitir a los emergentes sostener el crecimiento mundial en tasas que no estén por debajo del 3,5%. Sin embargo, esta conclusión no puede generalizarse abiertamente a todos los países de la región, ya que existen diferencias entre ellos. En particular deben destacarse, considerándolos negativamente, los casos de Argentina y Venezuela, que muestran un indicador de Riesgo País muy superior al resto y al promedio, sin tendencia a la convergencia en un plazo razonable. La causa de estas diferencias ya no debe buscarse en factores externos (como la mencionada crisis) sino en las políticas internas, ya que estos dos países, por la vertiente ideológica y el estilo de conducción de sus gobernantes tienen políticas económicas erráticas, cambiantes e imprevisibles. El grado de discrecionalidad en las decisiones de política
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económicas con que se manejan Hugo Chávez (Venezuela) y Cristina Fernández (Argentina) es una fuente de alarma para los inversores extranjeros y nacionales, que termina disuadiéndolos de emprender proyectos de envergadura o invertir en las empresas existentes. Debe tenerse presente también que en los países de la región el problema económico más temido por consumidores y empresarios es la inflación (a diferencia del hemisferio norte, donde suele ser el desempleo) y que estos dos países pueden considerarse dentro de una franja de “alta inflación” (ver el correspondiente “mapa del área”, en este informe), superando el 20% anual, y no se evidencia en ninguno de ellos la voluntad política de enfriar esas economías, hoy ya altamente recalentadas. Esto lleva a que la percepción del futuro desenvolvimiento de la economía sea pesimista por parte de los potenciales inversores, que han preferido radicar sus inversiones en Brasil, Chile, Uruguay y Perú.
2. Actualidad Social y Política •
En el período 2003-2007 se ha registrado en la región el mayor crecimiento del PIB por habitante desde los años setenta. De acuerdo con estimaciones de la CEPAL, esta tendencia continuará en 2008, lo que completaría cinco años consecutivos con un crecimiento del PIB por habitante superior al 3% anual.
Un punto de vital importancia para analizar la performance de la región es que se ha logrado avanzar en la reducción de la pobreza, ha disminuido el desempleo y en algunos países ha mejorado la distribución del ingreso. Pero sin duda la desigualdad socioeconómica sigue siendo alta, ya que los cálculos para 2006 indican que un 36,5% de la población de la región se encontraba en situación de pobreza y un 13,4% en situación de indigencia (pobreza extrema) En términos de la cantidad de población, estas cifras revelan que en el último año salieron de la pobreza 15 millones de personas y que 10 millones dejaron de ser indigentes, por lo cual la CEPAL estima que la región se encuentra bien encaminada en su compromiso de disminuir a la mitad en el año 2015 la pobreza extrema vigente en 1990, meta comprometida en el primer objetivo de desarrollo del Milenio. Parte de estos avances se deben a cambios de comportamiento de las familias en cuanto a su participación en el mercado de trabajo, lo que indica que los países deben desarrollar iniciativas para conciliar el cuidado del hogar con el trabajo remunerado, incrementar la productividad de las ocupaciones y focalizar mejor el gasto hacia los más vulnerables. En un enfoque de más largo plazo, comparando 2006 con 1990 se observa que la tasa de pobreza ha disminuido 11,8 puntos porcentuales y la tasa de indigencia 9,1 puntos porcentuales. •
El líder cubano, Fidel Castro, renunció a la presidencia del país en una carta publicada en el diario oficial del partido comunista, Gramma. En su mensaje dirigido a los cubanos,
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Castro afirma: "Les comunico que no aspiraré ni aceptaré -repito- no aspiraré ni aceptaré, el cargo de Presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe". Castro tiene 81 años y está convaleciente de una enfermedad que le obligó a delegar provisionalmente sus cargos en julio de 2006 en su hermano Raúl (fue la primera vez en más de 40 años que Fidel se alejó del poder). Los analistas indicaron que se trata de una transición definitiva de poderes, van a cambiar los dirigentes y a empezar las reformas más de fondo (a pesar de que algunas ya se venían haciendo). Fidel Castro renunció a todos sus cargos, incluso al de Comandante en Jefe que muchos sospechaban iba a mantener porque es un cargo honorífico. En su mensaje, Castro se mostró
convencido
de
que
la
permanencia
del
régimen
está
asegurada
ya
que
"afortunadamente nuestro proceso cuenta todavía con cuadros de la vieja guardia, junto a otros que eran muy jóvenes cuando se inició la primera etapa de la Revolución". La asamblea cubana elige por mayoría al presidente del Consejo de Estado. Al ser elegido por la Asamblea Nacional Raúl Castro va a dejar de ser presidente interino y va a ser presidente en firme del país. Fidel Castro ocupaba el cargo de presidente de Cuba desde diciembre de 1976. Previamente había ocupado el cargo de primer ministro -desde febrero de 1959-, luego del triunfo, ese mismo año, de la revolución contra el régimen de Fulgencio Batista. •
La región se vio seriamente conmocionada
a comienzos del año 2008 por el conflicto
ocurrido entre Ecuador y Colombia, al cual se sumó primero Venezuela y luego otros países de la región para expresar sus solidaridades, generando una muy delicada situación a nivel regional. El conflicto comenzó el 1 de marzo, cuando las Fuerzas Armadas de Colombia les dieron un duro golpe a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) al matar durante una operación militar en la selva de Ecuador al "número dos" de ese grupo guerrillero, Raúl Reyes (junto a otros 16 rebeldes). Al momento de su muerte, contra el guerrillero pesaban más de 100 procesos por los delitos de terrorismo, sedición, secuestro, asesinato, entre otros, así como unas 30 órdenes de captura y existía una recompensa de cinco millones de dólares ofrecida por EEUU para su captura. De inmediato el gobierno ecuatoriano denunció una “agresión” de los colombianos a su territorio por haber cruzado la frontera para matar a Reyes (ya otras incursiones del gobierno colombiano en tierra ecuatoriana en busca de rebeldes habían suscitado la misma reacción en años anteriores), y expulsó al embajador de Bogotá. Las tropas ecuatorianas se desplegaron en la frontera con Colombia (que se extiende por casi 600 km) y entraron en situación de “máxima alerta”, al tiempo que Hugo Chávez, presidente de Venezuela, expresaba su apoyo a los ecuatorianos y enviaba a la frontera sus propias tropas. Esto implicó una reacción muy pronta del presidente colombiano, Alvaro Uribe, quien denunció que Venezuela actuaba de esa manera pues era una de las principales fuentes de
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financiamiento para las FARC, sobre la base del material que habían hallado sus hombres en la computadora personal de Raúl Reyes. El conflicto comenzó a cobrar mayor dimensión cuando Brasil expresó su preocupación por la “violación territorial” realizada por Colombia, exigiendo a este país que hiciera un explícito pedido de disculpas a los ecuatorianos. Al mismo tiempo Argentina se expresó en términos similares, ofreciendo su adhesión al presidente Rafael Correa en su reclamo ante la OEA. Sin embargo, en ambos casos los cancilleres de los dos países más grandes de la región evitaron referirse a la muerte de Reyes y a la actitud de Chávez (quien incluso llego a cerrar su frontera con Colombia), circunscribiéndose a condenar la invasión territorial. En medio de muchas presiones y acusaciones cruzadas entre Corra y Uribe, la tensión comenzó a ceder el día 4 de marzo, cuando en la sede de la OEA, diplomáticos de los dos países en conflicto consensuaron una resolución donde establecieron que el ataque militar colombiano realizado en suelo ecuatoriano “constituyó una violación de soberanía e integridad del territorio ecuatoriano”. Sin embargo, el texto de la resolución dejó algunos flancos abiertos, ya que no incluyó una condena explícita al gobierno colombiano ni una declaración respecto a si la región se comprometía en su conjunto a luchar contra el accionar terrorista de las FARC. La tranquilidad retornó cuando en la reunión del Grupo Río, días después, el presidente colombiano volvió a ofrecer sus disculpas y expresó su voluntad de no volver a protagonizar este tipo de incidentes en territorio ecuatoriano. Luego de varios cruces de palabras y acusaciones muy duras, el presidente ecuatoriano aceptó las disculpas y quedó satisfecho por haber hecho respetar la soberanía de su país. El resto de los mandatarios asistentes se manifestaron sumamente satisfechos por la forma como se había resuelto una crisis que amenazó durante dos semanas la convivencia pacífica en la región. •
La flamante presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner tuvo que enfrentar durante el mes de marzo de 2008 una de las pruebas más duras para su joven gobierno. Las entidades que nuclean a los productores agropecuarios del país (fundamentalmente la Sociedad Rural Argentina y la Federación Agraria Argentina) convocaron a sus miembros a un paro por tiempo indefinido, que finalmente se extendió por más de 20 días. La protesta no solo implicó la movilización de numerosos productores en todo el país sino que se manifestó fundamentalmente a través del corte de las principales rutas (“piquetes”), lo cual complicó el transporte de personas y mercaderías a lo largo y ancho del territorio.
Luego de los primeros diez días de protesta la situación se volvió realmente tensa y comenzó a involucrar a toda la población por los problemas de desabastecimiento en materia de productos básicos (leche, harinas, carnes, etc.) a que se vieron sometidos los centros urbanos, situación que no tenía precedentes en la historia argentina. La población comenzó a tomar partido y se sucedieron algunos hechos de violencia en las zonas de corte de rutas entre manifestantes y transportistas.
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La protesta del campo estuvo dirigida a las recientes medidas del gobierno en materia de retenciones a la exportación, las que llegaron a niveles que los productores consideraron “confiscatorios”. Si bien las retenciones ya existen en Argentina desde 2002, el nuevo gobierno las incrementó (en particular para la soja y el girasol) y a las vez implementó un “sistema móvil” por el cual cuando aumenta el precio internacional aumenta la alícuota, dejando en manos del productor sólo el 5% del incremento. Esto llevó a algunos productos a tener retenciones superiores al 40%. El conflicto subió de tono ante un discurso de la presidenta que se dirigió a los agropecuarios señalándolos como “piqueteros de la abundancia” y diciendo que su ecuación económica era mucho mejor que en años anteriores. Al mismo tiempo el ministro de economía, Martín Lousteau, les refirió con firmeza que no habría marcha atrás en la política de retenciones. La posición del campo se endureció, los cortes de ruta se agudizaron y la presidenta debió reducir el tono de su mensaje invitándolos al diálogo en dos discursos sucesivos. Luego de una serie de negociaciones, a comienzos del mes de abril los productores decidieron conversar y depusieron su actitud de protesta “por noventa días” y en busca de una mejora en las condiciones. •
La Asamblea Constituyente ecuatoriana aprobó un primer paquete de reformas relacionado con la soberanía nacional, que incluye un artículo que prohíbe la instalación de bases militares extranjeras en el país. De aprobarse en referendo, la reforma podría echar por tierra las esperanzas de Estados Unidos de extender su presencia en la base aérea de Manta, en la costa sur del país, un sitio estratégico para la interceptación del tráfico de drogas, que data de 1999 y el convenio vence el año próximo, en noviembre. El acuerdo de 1999 es claro al indicar que una vez cumplido el período de 10 años establecido por el contrato, "cualquiera de las partes puede poner fin al acuerdo notificando por escrito a la contraparte. La terminación se hará efectiva un año después de la fecha de la notificación".
La enmienda aprobada dice lo siguiente: "El Ecuador es un territorio de paz. No se permite el establecimiento de bases militares extranjeras ni de instalaciones extranjeras con propósitos militares. No se puede ceder bases militares nacionales a fuerzas armadas o de seguridad extranjeras". De acuerdo con funcionarios estadounidenses, las misiones aéreas que parten desde este enclave en el Pacífico sur han facilitado la mitad de los decomisos de la droga producida en la selva sudamericana. Pero esta no es la única base militar estadounidense en América Latina: hay en Honduras, El Salvador, Cuba, Aruba y Curasao. Desde que llegó al cargo, el presidente Rafael Correa prometió ponerle fin al contrato de la base.
Para Correa y los aliados de su gobierno, que tienen mayoría en el Asamblea
Constituyente, las operaciones estadounidenses en Manta comprometen la soberanía ecuatoriana. Sin embargo, el retiro de la base de Manta podría no hacerse efectiva sino hasta 2010.
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3. Mapa del Área. Tipología de las economías dados los niveles de crecimiento económico e inflación
Nota: Al final de este informe, se incluye un mapa político del área.
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4. Análisis. La “agflación” complica a la región
Tal como hemos señalado en informes anteriores, el aumento de los precios de las commodities ha tenido un impacto favorable en las cuentas externas de los países de la región (pues la mayoría exportan este tipo de productos) y a su vez ha promovido el crecimiento de las economías. En este sentido, normalmente se identifica a la evolución de estos precios como uno de los aspectos centrales de la denominada “bonanza externa” o “viento de cola” que ha permitido mejorar sensiblemente la posición de las economía regionales e incluso ha producido un fortalecimiento de la situación fiscal (a través de impuestos a la exportación), la cual ha sido fuente de desequilibrios y complicaciones en los años 80 y 90. Sin embargo, el incremento en estos precios, en particular de las denominadas “commodities alimentarias”, tiene su costado negativo para los países de la región, ya que produce lo que se ha denominado “agflación” (que denota una inflación relacionada a productos agrícolas), es decir el incremento de los precios internos de los alimentos.
Estas presiones inflacionarias
provienen de que los altos precios de exportación inducen a los productores a vender en el exterior a menos que en el mercado interno se convaliden los mayores precios, permitiendo que la inflación agrícola se “filtre” en el mercado interno. Esto ha derivado en incremento en los precios internos de los rubros alimentarios, que son los que más pesan en los presupuestos de las clases de menores ingresos, dando lugar a situaciones extendidas de protesta de parte de la población y al reclamo por medidas que permiten atemperar estos impactos.
Precios de los commodities alimentarios Base Feb06=100 (Fuente FMI) 300 Feb-06 250
Feb-07
200
Feb-08
150 100 50 0 Trigo
M aíz
Soja
Aceite soja
Aceite colza
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Carne vacuna
Carne pollo
Azúcar
Café
De tal forma, el incremento de los precios de los commodities está fortaleciendo los procesos inflacionarios en la región, en particular en los rubros alimenticios, no sólo al fortalecer la demanda agregada por el lado del gasto sino también actuando sobre la base de la “ley del único precio” y también presionando sobre los costos de la producción agroindustrial (conservas de frutas y hortalizas, vinos y otras bebidas, azúcar refinado, aceites, etc.). Esto ha impulsado hacia arriba a las tasas de inflación de la región y a partir de los reclamos populares y las duras experiencias que se vivieron en décadas anteriores, los gobiernos han puesto en marcha diferentes tipos de políticas antiinflacionarios, reavivando así la discusión acerca de la conveniencia del proteccionismo o del librecambio.
Aumento del precio de los alimentos y del nivel general de precios Tasas anuales - 2007
Venezuela
Uruguay
Paraguay
Costa Rica
Nivel General
Colombia
Brasil
Argentina
Chile
Alimentos
35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0%
Los partidarios de la intervención estatal a través de políticas puntuales, señalan que dejar “abiertas las fronteras” no sólo favorecerá a que la agflación se introduzca en la economía nacional sino que también proveerá incentivos perversos al sector agropecuario, ya que ante la actual coyuntura el campo tenderá a “cerealizarse” (en particular a “sojizarse”) dejando de lado la diversificación agrícola que es necesaria para el equilibrio del sector. Los defensores del librecambio (claramente, el sector agropecuario de cada país) indican que toda interferencia gubernamental en las exportaciones de productos alimentarios sólo implicará malas señales hacia el futuro en materia de oferta agropecuaria, agudizando en los años venideros en problema de incremento de precios, al tiempo que reduce o elimina un importante ingreso de divisas que puede reemplazar o vigorizar las entradas de capitales a la región. En medio de esta polémica, los gobiernos no han sido indiferentes y han adoptado medidas diversas, en general más inclinados hacia la postura intervencionista a partir de la consideración de que moderación de la inflación es preferible a los riesgos de las “señales distorsionadas” hacia un sector que está gozando de una excelente coyuntura externa. Las medidas utilizadas en general tienden a desvincular la evolución de los precios internos de la de los precios internacionales y son las siguientes:
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-
Restricciones a las exportaciones, consistentes en permisos especiales de exportación de granos o carnes, restricciones de tipo cuantitativo o prohibiciones de exportar por determinados lapsos de tiempo.
-
Impuestos a las exportaciones, de tipo general o selectivo, fijos o móviles (de acuerdo a la evolución del precio internacional del producto).
-
Tipos de cambio fijo selectivos, de manera de alterar (reducir) el tipo de cambio efectivo percibido por los productores, dando lugar a sistemas de tipo de cambio múltiples.
-
Utilización de Fondos de Compensación (Chile) para evitar subidas de precios internos.
-
Subsidios explícitos a los sectores exportadores (Argentina, Paraguay, Venezuela) para moderar o compensar el incremento de sus costos internos y favorecer la desaceleración de los precios finales en el mercado interno.
-
Créditos “blandos” a los sectores productores de commodities para fortalecer la oferta.
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5. Datos Macroeconómicos
País
IDH (2003)
PIB per Cápita (US$) (2007)
Crec. PIB (%) (2007)
Argentina
0.863
6.606
Bahamas
0.832
Barbados
Tasa de Inflación (2007)
SP/PIB (%) (2005)
CC/PIB (%) (2007)
Desempleo (2006)
8.5
20.2
2.7
1.1
10.2
19.895
4.5
1.9
Sd
-10.9
Sd
0.878
13.605
4.1
5.5
Sd
-6.8
8.1
Belice
0.753
4.098
2.2
3.0
-2.6
-4.0
Sd
Bolivia
0.687
1.342
4.2
8.7
-6.6
13.3
9.0
Brasil
0.792
6.937
5.4
3.6
-2.3
0.3
9.9
Chile
0.854
9.879
5.0
4.4
5.2
3.7
8.0
Colombia
0.785
3.611
7.0
5.5
1.1
-3.8
12.1
Costa Rica
0.838
5.905
6.8
9.3
-1.1
-5.8
6.0
Ecuador
0.759
3.218
1.9
2.2
1.9
3.3
10.1
El Salvador
0.722
2.857
4.6
3.9
-0.3
-4.8
6.6
Guatemala
0.663
2.532
5.7
6.8
-0.9
-5.0
11.0
Guyana
0.720
1.365
5.4
11.2
Sd
-18.2
Sd
Haití
0.475
590
3.5
9.6
-2.7
1.4
Sd
Honduras
0.667
1.635
6.3
6.9
-1.6
-9.9
5.2
Jamaica
0.738
4.172
1.3
9.3
Sd
-14.5
10.3
Nicaragua
0.690
940
4.2
6.1
-1.2
-25.2
9.2
Panamá
0.804
5.904
11.2
4.2
-3.4
-8.0
10.4
Paraguay
0.755
1.801
6.4
8.1
2.0
1.5
6.7
Perú
0.762
3.886
8.9
1.8
-0.8
1.6
8.5
Republica Dominicana
0.749
sd
6.0
Sd
Sd
-2.4
16.2
Surinam
0.755
4.577
5.5
6.4
Sd
1.0
8.5
Trinidad y Tobago
0.801
sd
7.0
Sd
Sd
25.7
6.2
Uruguay
0.840
6.477
5.0
6.0
-0.6
-2.4
10.9
Venezuela
0.772
8.596
8.4
18.7
1.8
9.8
10.0
Fuente: Organización de las Naciones Unidas, Fondo Monetario Internacional, Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
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6. Actualidad Económica
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Tal como hemos señalado en informes anteriores, la región ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos cinco años y muestra alentadores indicadores macroeconómicos. De hecho, las mayores economías de la región (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú y Venezuela), han registrado un crecimiento del 5,8% promedio, la mayor cifra de las últimas dos décadas.
En este período la región también ha mostrado otros esperanzadores
indicadores, como una inflación promedio en los países mencionados de un 4,9% anual y una mejora en su balance fiscal y una reducción en el monto de deuda pública, además de una mejor composición de ella (en su mayoría a mayores plazos y en moneda local, lo cual reduce las exposiciones al riesgo de tipo de cambio). Esto parece indicar que la región goza de fuertes indicadores fundamentales que indican que todo está listo para continuar un fuerte crecimiento en el largo plazo. Sin embargo, en un informe reciente, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha sido muy crítico con esta situación y ha señalado que el referido crecimiento de los últimos cinco años se debe más a factores externos que al desempeño económico interno y a las políticas económicas. Santiago Levy,
autor del reporte, señala que las condiciones externas han sido extremadamente
benéficas en comparación con períodos anteriores de crecimiento en lo que se refiere a producción mundial, precios de las commodities y condiciones externas de financiamiento. Si se separan esas condiciones, el crecimiento en América Latina habría sido claramente menor. El BID ha explicado que el superávit fiscal de la región sería un déficit fiscal agregado del 4% si se eliminan los precios de las commodities de la ecuación. El gasto fiscal en la región, además, ha sido claramente procíclico, o sea, de gastar más cuando los ingresos son mayores. Asimismo, el informe del organismo opina que si bien la deuda pública externa de la región se ha reducido en el último período, eso en períodos de bonanza se puede deber a factores como la apreciación de las monedas locales. Al calcular la deuda pública estructural de los siete países mencionados se ve un alza en la relación deuda pública al PIB a niveles del 50%, un nivel considerado riesgoso. •
Un trabajo realizado en conjunto por el Instituto IFO de Alemania y la Fundación Getulio Vargas de Brasil señala que el Índice del Clima Económico (ICE) de América Latina retrocedió hacia 5,2 puntos, en enero de 2008, lo que implica una caída de 0,4 puntos en relación a octubre de 2007. La reducción está asociada principalmente al empeoramiento del Índice de Expectativas (IE), que cae de 4,7 a 4,1 puntos. El Índice de la Situación Actual (ISA) se mantuvo estable ya que fue de 6,4 puntos, en octubre de 2007 y 6,3 puntos, en enero de 2008.
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Sin duda, la crisis producida por el mercado del crédito inmobiliario en los Estados Unidos, que ha llevado a un intenso debate sobre sus posibles efectos en la economía mundial, ha sido importante en estos resultados: hay un empeoramiento en las expectativas en 2008, pero el mayor impacto negativo ocurrió en octubre de 2007. Durante otras crisis (1998 y 2001), el ICE de América Latina presentó valores inferiores a la media histórica de los últimos 10 años (5,1 puntos - enero de 1998 a enero de 2008). Fue de 3,7 puntos, en enero de 1999 y de 4,5 puntos, en enero de 2002. Por lo tanto, momentáneamente, el ICE todavía está por encima de la media histórica. En cuanto al comportamiento desagregado, el ICE aumenta solamente para dos países: Argentina (de 4,3 a 5,0 puntos) y en Paraguay (de 5,0 a 6,4 puntos). Brasil, Costa Rica y Perú presentan ninguna y/o variación mínima en el indicador, mientras que Ecuador, México y Venezuela continúan en una senda de empeoramiento de las condiciones económicas. Los resultados del estudio para enero de 2008 son los siguientes:
Indice de Clima Económico Enero 2008 Fuente: IFO - FGV
Ecuador Venezue Bolivia Argentin Paraguay Colom bi Chile Brasil C Rica Perú Uruguay
3,5 4,9 5,1 5,2 5,3 6,1 6,4 6,6 7,1 7,5 7,8 0
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2
4
6
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Inmersa en una crítica situación con las FARC, Colombia confía en que su economía se reactivará a partir de la firma de un Tratado de Libre Comercio con EEUU. El mismo presidente George Bush tomó la decisión sin precedentes de enviar al Congreso unilateralmente el proyecto de TLC con Colombia para forzar su debate en 90 días, alegando que detrás de esa acción estaba la seguridad nacional de Estados Unidos "en una región crítica".
La medida no tiene precedentes para un tratado comercial y demuestra la preocupación del gobierno estadounidense por la situación de ese país y las relaciones entre ambos. Bush dijo
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que había buscado un acuerdo de este tipo con el Congreso desde que el tratado fue firmado hace más de un año y medio. Una vez recibido el proyecto, el Congreso tiene un máximo de 90 días legislativos para la votación. El Comité de Medios y Arbitrios debe tomar una decisión en los primeros 45 días después de recibido el tratado. De allí, el proyecto pasaría al plenario. La Cámara de Representantes deberá a su vez votar en los siguientes 15 días legislativos, haciendo un total de 60 días legislativos. Por su parte, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paulson, hizo un llamado a los miembros del Congreso para que aprueben "sin retrasos" el tratado de libre comercio con Colombia.
El principal obstáculo lo encuentra el gobierno de EEUU en los
representantes y senadores demócratas, que ya
han señalado su oposición al acuerdo
comercial con Colombia y exigen una mejora en las condiciones de respeto a los derechos humanos en ese país como condición para su aprobación. En particular, la candidata Hillary Clinton se mostró muy crítica con la decisión del presidente Bush. Como ha sucedido en otras ocasiones en tratados de este tipo, el TLC es además muy resistido por grupos sindicales y de trabajadores en Estados Unidos, en particular en zonas que han visto cómo las empresas transfieren los puestos de trabajo a otras regiones con menores costos. •
En el informe de enero del presente año se señaló que los dos “gigantes” de la región, Brasil y Argentina, presentan severos problemas en el área energética, que pueden llevar a comprometer su crecimiento. Este problema se presenta por la falta de inversiones en el sector, debido a la baja rentabilidad esperada por los actores.
Sin embargo, el problema no se circunscribe a estos dos países, sino que se extiende también a otros. Al respecto, un sondeo de la Corporación Latinobarómetro, elaborado en conjunto con la Corporación Andina de Fomento (CAF), efectuado en 18 países, muestra que el 80% de los latinoamericanos teme que se produzcan cortes de energía, mientras que 47% consideró que la escasez de recursos que vive la región debe ser resuelta por todos los países en conjunto. Los países donde existe mayor alarma ante futuros cortes de energía son Nicaragua (93%), Colombia (91%) y Argentina (89%), aunque otros seis países también se ubican por encima del 80%. En Chile, que afronta una seria estrechez de suministro energético por los recortes en los envíos de gas provenientes de Argentina -su único proveedor- y una fuerte sequía, la preocupación ciudadana alcanza el 82%. Uruguay, Brasil, Nicaragua y Argentina son los países donde se encuentran claras mayorías a favor de una solución en conjunto con otras naciones. Por el contrario, Colombia, Costa Rica, Honduras y Ecuador son más proclives a buscar una solución individual a los problemas energéticos. •
Continuando con su intención de marchar hacia el “socialismo del siglo XXI”, tal como lo hemos señalado en informes anteriores, el gobierno venezolano inició durante el mes de
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abril los trámites para la nacionalización de la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), privatizada en 1997 por 1.200 millones de dólares y actualmente controlada por el conglomerado argentino Techint a través del grupo Amazonia. Ternium Sidor está controlada en un 60 por ciento por el grupo Amazonia, integrado por Ternium (86%) y Siderar (14%), mientras que los empleados y el Estado venezolano cuentan con un 20 por ciento cada uno. El presidente Hugo Chávez, anunció el paso de Sidor a la órbita estatal en medio de un grave conflicto laboral, derivado de más de 15 meses de negociaciones infructuosas para la nueva contratación colectiva. Argumentó, entre otros puntos, que la empresa no honra los beneficios que por ley le corresponden a los trabajadores y que vende en el mercado local su producción a precios elevados pese a que obtiene la materia prima con subsidios estatales. Sidor tiene una nómina de unos 5.000 trabajadores mientras que otros 9.000 son contratados, según datos que ha proporcionado la prensa local. •
Un completo y exhaustivo estudio del Banco Mundial revela que en los países de la región es complicado “hacer negocios” y que las mejoras que los gobiernos promueven al respecto son muy escasas. El informe “Doing Bussines 2008” señala que los avances en la materia han sido muy escasos en el año 2007, ya que en las distintas áreas son muy pocos los países que han simplificado los aspectos relativos a la realización y desarrollo de un emprendimiento empresario.
Reformas positivas y negativas en 2007 Reformas positivas Apertura de una empresa Manejo de licencias Empleo de trabajadores Registro de propiedades Obtención de un crédito Protección de inversiones Pago de impuestos Cumplimiento de contratos Cierre de una empresa
Reformas negativas
Guatemala, Honduras, Paraguay Guatemala, Honduras Guatemala, Honduras, Dominicana
Venezuela Paraguay
Honduras Trinidad y Tobago Colombia Colombia, Trinidad y Tobago, Uruguay Brasil, Guatemala
Venezuela Argentina
Los escasos avances que señala el informe llevan a que los países de la región se encuentren débilmente posicionados en el ranking y que su status no haya cambiado significativamente en los últimos años.
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Posicionamiento en el ranking general de “DoingBussines” de los países de la región (178 países en total) 28 33 58 59 63 65 66 67 69 93 98
Puerto Rico Chile Perú Belice Jamaica Panamá Colombia Trinidad y Tobago El Salvador Nicaragua Uruguay
99 103 109 114 115 121 122 128 140 142 148 172
Rep. Dominicana Paraguay Argentina Guatemala Costa Rica Honduras Brasil Ecuador Bolivia Surinam Haití Venezuela
Claramente esto implica un problema a resolver por los países analizados, ya que existe un vínculo muy importante entre este tipo de indicadores y el “riesgo país”, que en gran medida define el flujo de capitales que ingresan para financiar emprendimientos existentes y para inversión directa nueva, que luego pueden motorizar el crecimiento a través de mejoras en la productividad. Bajo las actuales condiciones, es posible que algunos países como Colombia, Chile, Puerto Rico, Panamá y Guatemala progresen en este listado en 2008, mientras que por el estilo de sus actuales conducciones, es esperable que Argentina, Ecuador, Bolivia, Haití y Venezuela permanezcan rezagados. •
Sobre el cierre del presente informe se conocieron dos buenas noticias para la región en materia de yacimientos petrolíferos: en primer lugar, se afianzó la posibilidad de que Brasil se vuelva una potencia petrolera mundial, que había crecido cuando se descubrió el campo de Tupi. De acuerdo a las primeras estimaciones realizadas, el bloque conocido como “Carioca” podría tener reservas por cerca de 33.000 millones de barriles de petróleo. Sería así el tercer mayor campo de ese tipo en el mundo y el descubrimiento más importante en ese sentido de los últimos 30 años.
La petrolera brasileña Petrobrás tiene el 45% en dicha concesión, en la que es socio de British Gas (BG), con el 30%, y de la hispano-argentina Repsol-YPF, con el 25%. El campo Carioca, también conocido como Pan de Azúcar, está ubicado en la cuenca marina de Santos. Es cercano al campo de Tupí, en donde Petrobras descubrió en noviembre pasado una gigantesca reserva de entre 5.000 y 8.000 millones de barriles de petróleo. Como era de esperar, la noticia provocó el fuerte alza de las acciones de las petroleras en la Bolsa de Buenos Aires. Repsol-YPF alcanzó la mayor suba del índice Merval, por encima del 17%, mientras que Petrobras ascendió 7,8%.
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Por otra parte, la compañía Petro Tech, de capitales estadounidenses y argentinos habría encontrado frente a la costa norte de Perú una reserva de 1.132 millones de barriles de petróleo. La reserva se ubica en el zócalo continental de las regiones de Piura y Lambayeque, en el denominado Lote Z-6 que explora la compañía petrolera. Petro-Tech Peruana recordó que desde hace cinco años la compañía inició estudios de campo que incluyeron trabajos de sísmica 2D y 3D, encontrándose evidencias de componentes de petróleo en esta zona. Entre julio y noviembre del 2009 comenzaría la etapa de desarrollo de la reserva.
7. Análisis. Situación de Perú Perú no ha sido ajeno a la inestabilidad macroeconómica que caracterizó a los países de la región en las últimas décadas y, realizando un análisis de largo plazo, el PIB por habitante ha tenido un muy escaso crecimiento en los últimos treinta años.
Sin embargo, también en
consonancia con la evolución regional, el país ha registrado importantes tasas de crecimiento durante los últimos cinco años, aunque los especialistas opinan que el “derrame” sobre los niveles de empleo y de pobreza no ha sido adecuado.
PIB real per cápita (Miles de soles de 1994) Fuente: Instituto Peruano de Economía 6,000 5,500 5,000 4,500 4,000 3,500 3,000 2,500 50
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Se observa que la economía peruana en los últimos treinta años tuvo un prolongado periodo de contracción (décadas de los setenta y ochenta) y luego otro de recuperación (desde los noventa). Las políticas económicas han desempeñado un papel fundamental en este comportamiento y se han verificado algunos cambios de tendencia importantes: han existido periodos de “modernización” económica y reformas estructurales de carácter liberal, alternados
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con largas etapas de militarismo, populismo e intervencionismo estatal. En esta alternancia puede hallarse una de las causas de su volatilidad y de su estancamiento de largo plazo. El Instituto Peruano de Economía ha estudiado este comportamiento a través de la técnica de la contabilidad del crecimiento y la consecuente evolución de la Productividad Total de los Factores (PTF), por considerar que este concepto es muy relevante para explicar los largos períodos de estancamiento1.
Según este instituto, la contracción de la PTF en los ochenta
explicó en gran medida la caída del crecimiento promedio de la década, en un contexto donde tanto el capital como el trabajo siguieron al alza pero caracterizado por una creciente participación del Estado en la economía (todo el incremento de la inversión pública de dicha época se explica por la creación de las empresas estatales) y un deterioro de las condiciones macroeconómicas. La moderada recuperación de la PTF a partir de los noventa se dio gracias a un impulso inicial en materia de reformas (el periodo 1993-1997), a la mejora de las condiciones macroeconómicas y a un retiro de la participación del Estado en la economía Tal como ha ocurrido con el ingreso per cápita, la pobreza no ha registrado avances significativos en los últimos 20 años: la tasa del año 2006 (44% de la población) es muy similar a la de 1985. Además, hay que tener en cuenta que el promedio nacional oculta las grandes disparidades entre regiones: en la capital (Lima) el nivel de pobreza alcanzó en el año 2006 al 24% de mientras que las zonas de la sierra rural esta tasa superaba el 75%. Los años 80 fueron un período caracterizado por una elevada intervención estatal, que dio lugar a importantes desórdenes macroeconómicos. Durante ese período el PIB real per cápita tuvo un descenso significativo y la inflación se convirtió en un flagelo, mostrando su peor performance en el episodio hiperinflacionario de 1988-89, asociado a un fuerte déficit fiscal estructural que no pudo corregirse2. Durante estos años el Estado peruano se convirtió en el principal agente económico, no sólo por un fuerte manejo de la actividad económica a través de una serie de medidas de control, sino también por su considerable participación directa en la actividad productiva mediante la aparición de diversas empresas públicas y por la magnitud de su programa de obras públicas. Esta política intervencionista tuvo su máxima expresión a finales de los 80 y llevó al extremo la situación crisis que afectaba la economía peruana desde principios de la década, llegando el aparato estatal a una situación de colapso. La política monetaria se constituyó en un factor amplificador del ciclo económico ya que, en respuesta a las presiones de proveer financiamiento fiscal, se expandió en gran medida el 1
Las estimaciones indican que existe una relación positiva entre la productividad y las reformas económicas “liberales” y la estabilidad macroeconómica (ausencia de inflación), pero negativa con la inversión pública y la PTF. 2 La política fiscal es quizás la que más ha contribuido a la inestabilidad macroeconómica observada en el Perú desde inicios de la década de los setenta. Los episodios de volatilidad fiscal han sido generados por la tendencia de los hacedores de política a actuar de manera procíclica, gastando en demasía en periodos de boom y recortando gastos—particularmente en inversión pública—durante recesiones, amplificando de esta manera la inestabilidad cíclica en el resto de la economía.
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crédito del banco central al gobierno central, lo que fomentó la espiralización inflacionaria. Esta época estuvo caracterizada también por el cierre de la economía, donde las importaciones estuvieron fuertemente aranceladas (incluso en algunos casos, prohibidas), situación que resulta común a los demás países de la región, en particular luego de que en 1982 se desatara el problema de la crisis de la deuda latinoamericana. Es claro que en esta época la política comercial de Perú estuvo orientada hacia la reducción de la dependencia externa a través del reemplazo de los productos importados por bienes producidos localmente, para lo cual se protegió a la industria nacional (industrialización por sustitución de importaciones).
Todo este esquema de incentivos a su vez desalentaba la actividad
exportadora, lo cual implicaba que cada vez se necesitaban más divisas para poder financiar las importaciones que la industria local requería, generando de esta manera situaciones de crisis en las cuentas externas. Luego de la situación hiperinflacionaria mencionada, con efectos devastadores sobre la pobreza y el empleo, los años 90 comenzaron con la implementación de un drástico programa de estabilización y de reformas estructurales orientadas a la liberalización de los mercados (en particular, 1991-1997), que promovieron la recuperación de la actividad económica. La política fiscal tuvo un importante giro y el déficit se redujo notoriamente (de un promedio de 9% del PIB en la década ochenta, se redujo a 2.4% en los noventa y alcanzó un superávit fiscal en el año 2006). Además, la política monetaria sufrió un cambio sustancial sobre la base del concepto de independencia del banco central (a través de una prohibición expresa a esta institución para que otorgue créditos al gobierno). Asociado a esto, se instauró un sistema de flotación libre, permitiendo las intervenciones del banco central únicamente con el fin de evitar fluctuaciones fuertes del tipo de cambio determinado por el mercado, al tiempo que se desmantelaba el extendido sistema de protección arancelaria y se “abría” la economía. Otro aspecto de crucial importancia en la década de los 90 fue el proceso de privatizaciones. Como se señaló, en dos décadas previas las empresas estatales se constituyeron en una de las principales fuentes de los desequilibrios fiscales e ineficiencias que afectaron negativamente el desempeño de la economía. Registraron fuertes pérdidas porque tuvieron una muy mala gestión, fueron utilizadas para subsidiar diversos servicios y se transformaron en fuente de empleo para grupos vinculados al partido o régimen de turno. Las privatizaciones apuntaron entonces a consolidar un Estado más pequeño y eficiente, fomentar la inversión privada en los sectores de servicios y mejorar la calidad y cobertura de los mismos Estas políticas, de corte ortodoxo, permitieron mantener bajos niveles de inflación y retomar una senda de crecimiento que se extendió hasta 1997. Durante es período y junto a las reformas mencionadas, se planteó la idea de emprender reformas de “segunda generación” o institucionales, tales como la reforma
del mercado laboral, la creación de reguladores de
competencia y de servicios públicos y algunos intentos parciales por mejorar la administración
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pública. Sin embargo, estas reformas en definitiva nunca pudieron ser abordadas efectivamente. En 1997-98 las sucesivas crisis financieras internacionales y el fenómeno climático adverso del Niño (1998), unidos a un cierto grado de inacción e indefinición por parte del gobierno, detuvieron el crecimiento y la economía ingresó en una “meseta” durante los cuatro años siguientes. Si bien el grado de apertura de la economía se mantuvo (incluso creció, al compás de las reducciones arancelarias), las exportaciones se mantuvieron estancadas, permaneciendo el Balance Comercial en valores negativos. Las finanzas públicas también sintieron el impacto y el déficit fiscal, que en algún año del período anterior había revertido su signo, volvió a profundizarse. Claramente el sistema sufrió en este lapso una “depresión de demanda”, que operó deteniendo el crecimiento de los niveles de actividad y sin presiones inflacionarias. A partir de 2002 con el inicio del período de “bonanza externa” que benefició a toda la región, la situación comenzó a recuperarse nuevamente. El crecimiento promedio anual fue de 4,9%, con un importante aporte de la PTF (2,1%) y con una inflación baja, cercana al 4% anual. Desde el punto de vista sectorial, la recuperación más importante estuvo en los sectores industriales, de la construcción y del comercio. Más allá de las fluctuaciones típicas, el indicador de riesgo país se ha reducido a una cuarta parte (de 800 a 192 puntos básicos) y el flujo de inversión extranjera directa ha mejorado. El incremento de las exportaciones con motivo de los mejores precios internacionales, ha permitido revertir el signo del saldo comercial, que es positivo desde el 2002 y tiene
una
tendencia creciente, que se proyecta a 2008 y 2009. Asimismo, la expansión de la economía ha permitido, luego de décadas, recuperar la situación fiscal y volverla superavitaria.
Esta
situación de “superávit gemelos”, si bien no puede considerarse definitivamente consolidada, ha permitido alejar algunos de los problemas que típicamente aquejaron a la economía peruana en los últimos años, tales como la inflación y los “estrangulamientos externos” que derivaron en fuertes presiones cambiarias. Hacia el futuro, se espera que el cuadro de bonanza permanezca, de a mano de los altos precios de las commodities. Si bien se visualizan algunos problemas derivados de los sobresaltos financieros a nivel internacional, se espera que el impacto no sea tan amplio como el que tuvieron las crisis de la década de los 90. Sin duda, el gobierno y los analistas reconocen que la deuda fundamental se encuentra en las áreas de pobreza e indigencia y en las disparidades en la distribución del ingreso, tanto en lo personal como en lo regional, situaciones que, como se señaló, no han experimentado mejoras sustanciales aún. Es claro que a pesar de los dos fuertes períodos de crecimiento que se vivieron en las últimas dos décadas, los retrocesos ocurridos durante las épocas de crisis en estos aspectos, no han podido ser recuperados.
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8. Anexo. Mapa Político
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