ACERCA DEL SACERDOTE. POR UNA REV ALORACIÓN DE LAS FUNCIONES MINISTERIALES
]EAN-ROBERT ARMOGATHE
Durante estas últimas décadas ha parecido conveniente hablar, no sin segundas intenciones, de una «crisis del sacerdocio» como la ha llamado el Cardenal Innocenti con las propias palabras de Pablo VI. Esta crisis era percibida y definida a menudo como una crisis de identidad. Frecuentemente se han enfrentado posiciones extremas en debates que, a veces, eran muy vivos. Hace apenas once o doce años, algunos teólogos discutían en Francia en eruditos artículos, acerca de los ministerios y de las «fronteras» entre sacerdocio· y laicado. A mi parecer, si bien es verdad que esta crisis de «identidad» no está del todo cerrada, el problema se ha desplazado, al menos en Francia, hacia otra cuestión; ya no se trata de la identidad del sacerdote (la cuestión: «quién es»), sino de sus funciones (