14.5. LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL. EL DESARROLLO DE LA GUERRA: ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS

14.5. LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL. EL DESARROLLO DE LA GUERRA: ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS Las causas de la guerr

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14.5. LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL. EL DESARROLLO DE LA GUERRA: ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS Las causas de la guerra civil son complejas: problemas sociales sin resolver desde el S. XIX y radicalización política en toda Europa en los años 30 (ascenso del fascismo y miedo a la expansión de la revolución bolchevique). En ella se enfrentaron dos bloques: los grupos sociales partidarios de las reformas modernizadoras (la clase obrera, un sector de la burguesía y de las clases medias) y los grupos tradicionalistas que las rechazan por miedo a perder sus privilegios (clases altas, sectores del ejército, la Iglesia católica que arrastra a parte de la clase media). La sublevación militar y el estallido de la guerra La conspiración fue organizada por militares y políticos conservadores. El general Mola es el “Director”. Franco se suma en el último momento. El asesinato de José Calvo Sotelo, un ajuste de cuentas por el asesinato del guardia de Asalto socialista José del Castillo, fue la excusa para iniciar el golpe.  El golpe triunfó en las zonas rurales (Galicia, Castilla-León, Navarra, Baleares, Canarias, oeste de Aragón) y enclaves aislados (Oviedo, Cádiz, Sevilla, Granada) y fracasó en las grandes ciudades y zonas industriales y (Asturias, País Vasco, Cataluña, Madrid) además de la zona mediterránea y sur.  El país quedo dividido en dos zonas: - La zona nacional con importantes recursos alimenticios y un ejército preparado y disciplinado, sobre todo el ejército de África (Legión y Regulares) - La zona republicana con recursos industriales y mineros. El ejército quedó desarticulado y las milicias indisciplinadas de sindicatos y partidos ocuparon su lugar. La Armada –sin la mayoría de la sus mandos- y la Aviación se mantuvieron fieles a la República. Desarrollo de la guerra a) La guerra de movimientos (julio-noviembre de 1936) - El “puente aéreo” organizado con aviones alemanes e italianos permitió el rápido traslado del ejército de África a la península. - El ejército de Franco inició un rápido avance hacia Madrid deteniéndose para conquistar Badajoz (dura represión) y Toledo (aquí para conseguir la liberación del Alcázar, símbolo del heroísmo para el bando nacional. - Enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron por todo el país. b) Fracaso de la ofensiva nacional sobre Madrid (noviembre del 36-marzo del 37) - La Batalla de Madrid: las tropas franquistas fracasaron en su intento de tomar directamente la capital debido a la movilización popular y la llegada de la primera ayuda extranjera (Brigadas Internacionales y ayuda militar soviética). Después intentaron rodear la capital por el sur (Batalla del Jarama) y por el nordeste –con ayuda italiana- (Batalla de Guadalajara) fracasando de nuevo. - La derrota en Madrid llevó a Franco un cambio en sus planes de guerra: se convertiría en un “guerra larga y de desgaste” que permitiría fortalecer su poder personal de Franco dentro del área nacional. Noviembre del 36

Julio de 1937

Octubre del 37

c) La rápida conquista del Norte (marzo de 1937-octubre de 1937): Vizcaya, Cantabria y Asturias. - La conquista fue fácil debido a que era una zona aislada. Con ella, las tropas nacionales consiguen unir sus territorios e importantes recursos mineros e industriales. En este periodo muere Mola en accidente de 14. La guerra civil

aviación El bombardeo de Guernica por aviones alemanes que se convirtió en otro símbolo de la guerra civil. El reconstruido ejército republicano realizó ofensivas con poco éxito en Belchite y Brunete para hacer dividir las fuerzas de los nacionales y retrasar la campaña del Norte. d) Avances nacionales desde Teruel al Mediterráneo (1938) - El territorio republicano queda dividido en dos zonas aisladas. - Fuerte desgaste del bando republicano. La Batalla del Ebro sería su última ofensiva. e) La derrota de la República - La conquista de Cataluña conduce a divisiones internas en el bando republicano: el gobierno de Negrín junto a comunistas y algunos socialistas defiende la resistencia a ultranza –en espera del inicio de la guerra en Europay otros sectores (Miaja, Rojo, algunos socialistas y, republicanos y anarquistas) defienden la negociación con Franco. - El golpe de Casado echó del poder a Negrín y sus partidarios fueron perseguidos. Se decidió apresuradamente la entrega de la zona nacional a Franco. - La entrada en Madrid de las tropas de Franco es el último capítulo de la guerra. -

Abril del 38

Febrero del 39

Abril del 39

Evolución en la zona republicana  El gobierno de la República perdió el control de la situación en un primer momento –excepto en el País Vasco donde gobernaba el PNV- y el poder pasó a manos de las los comités obreros que controlaron la economía y aplicaron medidas represivas. Se produjo una revolución social.  Las fuerzas republicanas estaban divididas y eran frecuentes los enfrentamientos entre ellas: - La CNT-FAI, el POUM y el ala izquierdista del PSOE que defendían la “revolución y la guerra al mismo tiempo”. - El PCE (comunistas estalinistas) y el ala derecha del PSOE (junto con los partidos republicanosburgueses) defendían “primero la guerra y después la revolución”. - La “guerra civil” en Barcelona en mayo de 1937 fue el enfrentamiento más grave.  El gobierno de unidad de Largo Caballero se propuso crear un ejército disciplinado, restaurar el poder del Estado y legalizar los actos revolucionarios. El gobierno de Negrín, apoyado sobre todo por los comunistas, se propone centrar sus objetivos en la guerra y reforzar el control del estado sobre la economía.  Las derrotas militares a partir de 1938 provocaron un nueva división: - El gobierno de Negrín defiende la “resistencia” a la espera de una guerra europea. - Otros grupos defienden la negociación con Franco que éste no aceptó. Evolución en la zona nacional  El poder pasó primero a un grupo de militares- la Junta de Defensa- que adoptó drásticas medidas que acabaron con la huella de la República: - Supresión de todas las libertades, disolución de partidos y sindicatos, excepto la Falange y los requetés carlistas; destitución de los cargos públicos republicanos, etc. - Brutal represión:  Franco terminó concentrando el poder e institucionalizando una dictadura personalista y católica inspirada en el fascismo. - El Decreto de Unificación creó el Partido Único, la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, conocido como el Movimiento Nacional. - La Ley de la Administración Central del Estado concentró en la figura de Franco todos los poderes (legislativo, ejecutivo y judicial). Se convierte en Jefe de Estado y Jefe de Gobierno (hasta 1973 lo seguiría siendo). - La Ley de Prensa impuso una dura censura y el Fuero del Trabajo, calcado de la Carta del Lavoro italiana, puso fin a la libertad sindical y estableció el control del estado sobre las organizaciones patronales 14. La guerra civil

y obreras. La economía fue controlada por el Estado y se impuso la autarquía. - La Ley de Responsabilidades Políticas (1939) que legalizaba la represión. 14.6. LA DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL DEL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL.  Gran repercusión internacional: prólogo de la 2ª GM.  La intervención extranjera tuvo una importancia determinante en el desarrollo del conflicto o Las potencias fascistas: Italia, Alemania y Portugal ayudan a los sublevados económica, militar y diplomáticamente. El Vaticano justifica moralmente la sublevación y reconoce inmediatamente al nuevo estado. o Las democracias – Gran Bretaña, Francia y EEUU- optan por la neutralidad dentro de la política de “apaciguamiento” frente a Hitler y no dan ayuda a la República. Por iniciativa del gobierno francés del Frente Popular –que quería ayudar a la República- nace el Comité de No Intervención al que se suman todas las potencias. Esto fue una farsa uya que no fue respetado por las potencias fascistas.Solo dos países ayudaron a la República: la URSS proporcionó hombres y armamento cuyo pago se realizó con el oro del Banco de España y México. También fue importante la participación de las Brigadas Internacionales (voluntarios en su mayoría comunistas). Las consecuencias del conflicto  Perdidas demográficas: 300.000 muertos en la guerra y 500.000 si se suman los de la posguerra. Pérdida importante de población joven. El exilio republicano privó al país de las elites científicas, literarias y artísticas.  Económicas: la destrucción de la industria provocó la vuelta a una economía agraria; destrucción de viviendas e infraestructuras; caída de la renta per cápita.  Sociales: recuperación del poder económico por parte de la oligarquía y pérdida de derechos de los trabajadores.  Morales: fractura del país y resentimiento por ambas bandos. -

14. La guerra civil

LA GUERRA CIVIL (Julio de 1936-abril de 1939) La guerra civil fue explosión de un enfrentamiento social, que hundía sus raíces en el pasado. Las causas de la guerra son complejas. Por un lado, la sociedad española se había polarizado en dos grupos: - Los partidarios de las reformas republicanas que intentaban modernizar el país y reducir las enormes diferencias sociales (la clase obrera, sectores de las clases medias y de la pequeña burguesía). - Las clases altas, apoyadas por sectores del ejército y por la Iglesia católica -que arrastró a parte de la clase media-, se oponen frontalmente a las reformas por miedo a perder sus privilegios y durante el bienio radical-cedista consiguen paralizarlas. Por otro lado, al igual que en toda Europa, las opciones políticas se radicalizaron: la izquierda hacia posiciones revolucionarias y la derecha hacia el fascismo. Ante el triunfo del Frente Popular –por escasos votos pero con mayoría de diputados- y la reanudación de la reformas –especialmente la agraria-, la derecha política vio como única solución el golpe militar. 14.5. LA SUBLEVACIÓN MILITAR Y EL ESTALLIDO DE LA GUERRA CIVIL. EL DESARROLLO DE LA GUERRA: ETAPAS Y EVOLUCIÓN DE LAS DOS ZONAS. 1. La sublevación militar y el estallido de la guerra Desde el mismo momento del triunfo del Frente Popular, un grupo de generales monárquicos y conservadores en colaboración de sectores civiles de la derecha (carlistas, monárquicos, Falange y algunos sectores de la CEDA especialmente sus juventudes) organizan un golpe de Estado. Contaban con apoyos financieros (Juan March) y contactos extranjeros. El coordinador o “El Director” de la conspiración fue el general Emilio Mola que había sido enviado a Pamplona por el gobierno de la República, donde negoció con los carlistas el apoyo al golpe. Estaba previsto que el general Sanjurjo1, exiliado en Portugal, se pusiera al frente de la rebelión y presidiera el Directorio Militar que se formaría tras el golpe, pero falleció en accidente aéreo en los primeros días de la guerra. Los conspiradores pensaban que el golpe sería breve –unas horas o días- ya que encontrarían escasa resistencia. Desde las elecciones de febrero del 36, se vive una situación de extrema violencia: los pistoleros falangistas organizan una oleada de atentados para crear alarma social y las milicias armadas de sindicatos y partidos de izquierda responden con represalias. Un hecho importante aceleró los planes golpistas: el 12 de julio había sido asesinado el teniente José del Castillo, de la Guardia de Asalto, por pistoleros falangistas y al día siguiente, un grupo de guardias de asalto, actuando por su cuenta, detiene y ejecuta al diputado de la extrema derecha, José Calvo Sotelo. Este asesinato sería el pretexto para iniciar la sublevación militar. El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla. El general Franco, destinado en Canarias como medida de precaución por parte del gobierno, se había incorporado a la conspiración en el último momento y con muchas dudas pero, tras asegurar el triunfo del golpe en el archipiélago, el día 18 de julio se trasladó a Marruecos en vuelo privado (el Dragón Rapide, contratado en Gran Bretaña, se encargó del traslado) y el día 19 se puso al frente de las tropas del ejército colonial que debía desplazarse hacia la península. La guarnición militar africana era la más preparada: estaba

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Emilio Mola (1887-1937)

La mayor parte de su carrera militar la desarrolló en Marruecos donde ascendió por méritos de guerra a general. El gobierno del general Berenguer le nombró director general de Seguridad (1930-31), puesto desde el cual organizó una dura represión contra los movimientos estudiantiles y republicanos. Los republicanos no tomaron represalias contra él hasta 1932 en que fue separado del ejército como sospechoso de colaboración con el fallido golpe de Estado del general Sanjurjo. Los problemas económicos derivados de la suspensión del sueldo los salvó haciendo juguetes y escribiendo en periódicos. El gobierno de la derecha (con Lerroux y Gil Robles) le amnistió (1934) y le nombró jefe de la Alta Comisaría de Marruecos (1935). Tras el triunfo del Frente Popular, el gobierno le trasladó a Pamplona donde negoció con los carlistas su apoyo al golpe. Durante la guerra fue el Jefe del Ejército del Norte hasta su muerte en un accidente de aviación en medio de un temporal cerca de Burgos.

Sanjurjo: militar de origen navarro que había apoyado el establecimiento de la dictadura de Primo de Rivera. Al proclamarse la República se declaró fiel al nuevo régimen –molesto por la actitud del rey ante el dictador- y mantuvo su cargo de director general de la Guardia Civil. Su oposición a la reforma militar de Azaña porque reducía el número de efectivos y al Estatuto de Cataluña le llevó a protagonizar el intento de golpe de Estado de 1932 por el que fue condenado a muerte, pena que se le sustituyó por la de cadena perpetua. Durante el Bienio radical-cedista, los golpistas fueron amnistiados y Sanjurjo obligado a exiliarse en Portugal donde se encontraba al estallar la guerra. El 20 de julio murió al despegar una avioneta que le llevaba desde Estoril (Portugal) a Burgos. 14. La guerra civil

formada por 50.000 hombres entre legionarios –dirigidos por Juan Yagüe- y tropas indígenas; además, ya había intervenido en Asturias para sofocar la revolución de 1934. Entre el 18 y 19 de julio de 1936, secundaron la rebelión otros cuarteles de la península y de las islas. Tras la muerte en accidente de aviación del general Sanjurjo cuando se trasladaba desde Portugal, el general Mola se puso al frente de los sublevados. La pasividad inicial del gobierno de la República, presidido por Casares Quiroga, contribuyó a que la insurrección fuera tomando fuerza ya que no adoptó medidas enérgicas para prevenir la conspiración y, al estallar la sublevación, temió entregar armas a las organizaciones obreras lo que podría haber aplastado el golpe. El golpe triunfó en zonas rurales del país: Galicia, Castilla-León, Navarra (con Mola al mando), Baleares (excepto Menorca) y Canarias (excepto La Palma) También triunfó en enclaves aislados como Oviedo, Granada (donde tuvo lugar asesinato de García Lorca), Cádiz (imprescindible para el desembarco del ejército de África), Sevilla (al mando de Gonzalo Queipo de Llano) y las capitales de Aragón (con el general Miguel Cabanellas al frente de Zaragoza). En general, el golpe triunfó en las zonas donde –en general- habían ganado las candidaturas de derechas en las elecciones de 1936. El golpe fracasó en las zonas industriales (Asturias, Cantabria, País Vasco –menos Álava- Cataluña, Valencia y Madrid), en la región mediterránea, zona oriental de Aragón, Castilla la Mancha, Extremadura y amplias áreas de Andalucía. Los fracasos más destacados tuvieron lugar en Madrid y Barcelona donde la participación de las milicias de la CNT y la UGT, que habían conseguido armas, fue decisiva. En Madrid, el nuevo presidente Giral, entregó armas a las milicias obreras, que asaltaron el Cuartel de la Montaña, principal reducto de los sublevados y masacraron a sus defensores. En Barcelona, una inusual colaboración de los obreros de la CNT con la Guardia Civil y la Guardia de Asalto abortó la insurrección. En el País Vasco, el gobierno del PNV se mantuvo al lado de la República. El golpe había sido casi exclusivamente militar -con escasa participación civil y sin respaldo popular excepto en Navarra y Castilla-León-. Lo que estaba previsto como un golpe militar rápido se convertiría en una larga guerra civil que asoló el país durante tres años. Al inicio de la guerra el país quedó dividido en dos zonas sin grandes diferencias en extensión y población. - La zona nacional (nombre con el que se autodenominaron los sublevados), formada por dos áreas separadas en la península, las islas y ambos lados del Estrecho de Gibraltar, contaba con las reservas de cereal y ganado de Castilla y Galicia, las minas de León y de Riotinto en Huelva. La mayor parte del ejército, sobre todo sus oficiales, estuvo al lado de los sublevados junto a los requetés carlistas y las milicias falangistas. Ante todo, tenía un ejército más preparado y disciplinado, sobre todo los 47.000 soldados del ejército de África, que incluía la Legión2 - dirigido por Juan Yagüe- y los Regulares3 (ya habían intervenido en Asturias para sofocar la revolución de 1934). - La zona republicana, formada por un territorio continuo al este y sur y la zona norte aislada del resto, contaba con las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Bilbao y Valencia) y zonas industriales más importantes, con el trigo de la Mancha y los productos de la huerta levantina. También disponía de las reservas de oro del Banco de España y los sectores del ejército que se habían mantenido fieles: la Guardia de Asalto, la Guardia Civil, 2

La Legión: cuerpo de soldados profesionales, formado por voluntarios españoles y extranjeros, que fue creada en 1920 – a imitación de la Legión Extranjera francesa- para combatir en la guerra de Marruecos. La creación de este cuerpo profesional se debió al descontento social que provocaban las continuas derrotas en Marruecos por parte de un ejército con tropas de reemplazo poco preparadas para las duras campañas en el Rif. Su ideólogo y primer comandante fue Millán Astray y Franco su lugarteniente. 3 Ejército regular: en su origen estaba formado por soldados indígenas del protectorado de Marruecos (mercenarios atraídos por el salario y el botín). Posteriormente se incluyeron en este término las unidades de infantería de Ceuta y Melilla. 14. La guerra civil

unidades militares aisladas, la mayor parte de la flota (los marineros se amotinaron contra los oficiales rebeldes) y la aviación. Pero el gobierno republicano perdió durante bastantes meses el control de la iniciativa militar (y del orden público): las unidades del ejército quedaron prácticamente desarticuladas ya que la mayor parte de los oficiales se habían sublevado y el gobierno había disuelto muchas de dudosa fidelidad. La respuesta militar de los republicanos se hizo -durante bastante tiempo- mediante unidades de milicianos4 respaldadas por algunos militares profesionales como José Miaja y Vicente Rojo (el oficial más destacado del bando republicano). La Armada, sin muchos de sus oficiales, se mostró ineficaz. 2.- El desarrollo de la guerra. Etapas. La guerra duró casi tres años y su evolución estuvo determinada por la iniciativa de los militares sublevados. Las principales etapas fueron. a) La “guerra de columnas” o movimientos (de julio a noviembre de 1936) Sus objetivos iniciales serán unir las dos zonas nacionales de la península y tomar Madrid para acabar rápidamente la guerra. Los sublevados centraron sus esfuerzos principales en el ejército de África que era su fuerza militar más preparada. El primer problema a resolver era cruzar el Estrecho de Gibraltar, controlado por la flota republicana, para lo que Franco pidió ayuda a Hitler y Mussolini. A comienzos de agosto, gracias a un “puente aéreo” realizado con la ayuda de aviones alemanes e italianos, se pudo trasladar el ejército de África a la península. Las columnas mandadas por Mola para tomar Madrid fueron detenidas al norte del Sistema Central por una fuerte resistencia miliciana. Esto le llevó a centrarse en el frente norte donde tomó Irún y San Sebastián (13 de septiembre). Fue una operación importante porque aislaba a la zona republicana de Francia e impedía la llegada de refuerzos por tierra. Mientras Queipo de Llano ocupaba el S. O. de Andalucía, el ejército africano de Franco y Yagüe avanzaba desde Sevilla, conquistando de forma rápida Extremadura, con el objetivo de entrar en Madrid por el sur. Las tropas profesionales de Franco (formadas en su mayoría por mercenarios marroquíes) superaban con facilidad a las desorganizadas milicias republicanas (tropas

inexpertas de voluntarios de los partidos y sindicatos de izquierda dirigidas casi siempre por jefes no profesionales). En el camino, el general Yagüe, que mandaba las columnas, decidió desviarse hacia Badajoz. La ciudad cayó y se inició una brutal represión que escandalizó al mundo y produjo un gran número de víctimas. La conquista de Badajoz permitió unir las dos zonas sublevadas. Antes de llegar a Madrid, Franco decidió desviar de nuevo las tropas –en contra de la opinión de sus consejeros- para liberar a la guarnición asediada en el Alcázar de Toledo (septiembre de 1936) que al mando del general Moscardó había resistido desde comienzos de la guerra. Este hecho fue un error militar, porque retrasó el avance sobre Madrid y permitió al gobierno republicano preparar la defensa de la capital, pero un importante éxito propagandístico para Franco. La hazaña fue magnificada y se convirtió en el símbolo del heroísmo del bando nacional.

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Milicianos: tropas populares improvisadas dirigidas por jefes no profesionales como Juan Modesto, Enrique Líster o Valentín González (el Campesino) vinculados al PCE o Cipriano Mera y Buenventura Durruti pertenecientes a la CNT. 14. La guerra civil

En estos primeros momentos de la guerra hubo una enorme represión en ambos bandos. Las ejecuciones y los asesinatos se extendieron como una pesadilla por todo el país. - En la zona nacional, se dirigió esencialmente contra los militantes obreros y campesinos o algunos intelectuales como Federico García Lorca. La represión estuvo bastante organizada y controlada por las autoridades militares. Este hecho no impidió que pistoleros falangistas descontrolados protagonizaran excesos de todo tipo. - En la zona republicana los grupos que sufrieron la violencia fueron esencialmente los sacerdotes y las clases adineradas. José Antonio Primo de Rivera, prisionero en Alicante al estallar la guerra, fue juzgado y fusilado. En estos primeros momentos, la represión fue espontánea y se produjeron graves excesos hasta que el gobierno fue controlando poco a poco la situación y se atenuó. b) La ofensiva sobre Madrid (de noviembre de 1936 a marzo de 1937) El objetivo prioritario de Franco era la conquista de Madrid y en ello concentró todos sus esfuerzos. En noviembre de 1936 se inició “la Batalla de Madrid”, una de las más duras de la guerra. Los nacionales habían ocupado fácilmente las ciudades cercanas y se preveía una rápida conquista de la capital. Pero los partidos y sindicatos obreros llamaron a la movilización popular. El grito de “No pasarán” se hizo célebre en todo el mundo. La ciudad resistió heroicamente a pesar de los bombardeos aéreos masivos por los junkers alemanes. Durante dos años conocería todos los horrores de la guerra moderna: bombardeos y refugios antiaéreos, escasez y racionamiento de alimentos, junto a la represión. El gobierno republicano de Largo Caballero, convencido de que Madrid caería en manos de Franco, se trasladó a Valencia y dejó la ciudad en manos de una improvisada Junta de Defensa, presidida por Miaja y asesorada por Vicente Rojo, un gran estratega, que tuvo un éxito total. Esta Junta recibiría las primeras ayudas extranjeras: las Brigadas Internacionales y el armamento y técnicos soviéticos. El ejército republicano, dirigido por Rojo, rechazó un primer ataque frontal por el oeste, a la altura de la Ciudad Universitaria, donde murió el célebre anarquista Durruti. Al no lograr la toma rápida, Franco decidió entonces rodear y cercar la capital en un ataque conjunto: los nacionales por el sur (batalla del Jarama, febrero del 37, y una de las más sangrientas)- y los italianos por el norte (batalla de Guadalajara, marzo del 37). Las luchas fueron feroces y los republicanos se defendieron heroicamente pero carecían de fuerzas para contraatacar. Las tropas italianas, enviadas por Mussolini, sufrieron una humillante derrota. Mientras tanto, las tropas de Queipo de Llano tomaban Málaga (febrero de 1937) con la participación –por primera vez- de las tropas de Mussolini, con lo que aseguraba la defensa del Estrecho. De nuevo se producía una dura represión. La aviación llegó a bombardear a los civiles que huían hacia Almería. La imposibilidad de tomar Madrid hizo que Franco optara por una nueva estrategia: ya no buscó acortar el conflicto, sino mantener una guerra de desgaste en la que iría atacando las zonas más débiles de los republicanos y aniquilando todo rastro de republicanismo, a la vez que reforzaba su poder en el bando nacional. b) La conquista del Norte (de marzo de 1937 a octubre de 1937) En la primavera del 37, las principales operaciones militares se trasladan al norte, una zona norte republicana, de gran riqueza minera e industrial había quedado aislada del resto del país. La resistencia de las tropas republicanas fue dura pero los nacionales la conquistaron entre la primavera y el otoño de 1937 sin demasiada dificultad. Primero tomaron Vizcaya: sus industrias pasaron prácticamente intactas a los nacionales lo que fue un gran refuerzo para ellos. Gran parte del ejército republicano del País Vasco (dirigido por el PNV) se rindió a los italianos tras firmar el Pacto de Santoña por el que se respetarían sus vidas y bienes (Franco no lo cumplió). Cantabria y Asturias fueron cayendo sucesivamente en manos de los nacionales. En Asturias, los milicianos de refugiaron en las montañas creando grupos armados a los que más tarde se conocería con el nombre de maquis. Durante esta campaña tuvo lugar uno de los hechos más dramáticos de la guerra, el bombardeo de Guernica (26 de abril de 1937), llevado a cabo por la Legión Cóndor, una fuerza área alemana enviada para ayudar a Franco. Guernica era en ese momento un objetivo militar –para cortar la retirada y los suministros a las tropas republicanas que se dirigían a defender Bilbao- pero sobre todo era un símbolo de las libertades vascas (desde el reinado de Isabel la Católica hasta 1876, los reyes de España acudían cada dos años para jurar respeto a los fueros vascos ante su mítico roble) por lo que fue bombardeada y arrasada. Murieron posiblemente unas 300 personas y 14. La guerra civil

hubo un millar de heridos sobre una población de 5000 habitantes, el 70% de las casas destruidas y el 20% dañadas. Se estima que se lanzaron unos 50.000 kg de bombas desde 43 aviones. Los cazas en vuelo rasante, ametrallaron a los que huían del pueblo. El bombardeo de Guernica no era el primer caso de “ataque a la población civil” pero si el de una ciudad arrasada por las bombas y un preludio de lo que sería habitual durante la 2ª guerra mundial. El objetivo de Hitler era aterrorizar a la población civil para conseguir una rápida rendición del País Vasco (el ejército que estaba junto a la ciudad, el puente y la fábrica de pistolas no fueron tocados por las bombas). El hecho provocó tal escándalo mundial que Franco, que lo había autorizado, culpó a los vascos de haber quemado la ciudad. También sería utilizado de forma propagandística convirtiéndose en un nuevo símbolo de la guerra civil; en este caso de la lucha antifascista. En él se inspiró Pablo Picasso para el célebre cuadro que representó a España en Exposición Universal de París. Por su parte, los republicanos habían creado un nuevo ejército más disciplinado y, durante el verano del 37, emprendieron varias ofensivas de distracción para obligar a los nacionales a dividir sus fuerzas y retrasar la campaña del norte: la batalla de Brunete y la batalla de Belchite (con la que se trataba de recuperar Zaragoza) producen muchas bajas sin resultados decisivos. La conquista del norte tuvo graves consecuencias para la República: perdió las minas de carbón y hierro y permitió a los franquistas tener concentradas sus tropas para atacar la zona sureste. En este momento, la superioridad de las fuerzas nacionales era aplastante en cuanto a unidad de mando, armamento y ayuda extranjera. La división dentro del bando republicano –para unos el objetivo prioritario era ganar la guerra y para otros hacer la revolución- les debilita militarmente. Durante la campaña vasca, Mola, el único general que podía competir con Franco en el liderazgo del bando nacional, murió en un accidente de aviación c) De Teruel a la Batalla del Ebro (1938) Franco disponía ahora de todas sus unidades militares y demás recursos para iniciar una nueva ofensiva sobre Madrid a la que respondieron los republicanos con la toma de Teruel en enero de 1938 en un invierno de especial crudeza. Los republicanos terminaron fracasando. Franco no sólo recuperó Teruel al cabo de un mes– después de duros combates- sino que lanzó una ofensiva en Aragón (batalla de Aragón) y norte de Castellón que le llevó hasta Vinaroz en el Mediterráneo (14 de abril de 1938). La guerra parecía decidida a favor de los nacionales. La situación interna en el bando republicano era desesperada (territorio dividido con Cataluña aislada, falta de alimentos y enfrentamientos internos). En esta situación decidieron lanzar una gran ofensiva, inesperada, dirigida de nuevo por Rojo, la Batalla del Ebro, con la que pretendían unir de nuevo sus territorios y, sobretodo, prolongar la resistencia a la espera del inicio de una guerra en Europa. Sería la última ofensiva de los republicanos. 14. La guerra civil

Las tropas republicanas logaron cruzar el Ebro por sorpresa y se apoderaron de un arco de 60 kilómetros. El ejército de Franco, que tenía una clara superioridad militar, rechazó el ataque pero tardó cuatro meses en recuperar este pequeño territorio, malgastando material y alargando la guerra innecesariamente. Esta estrategia, que mantuvo Franco durante toda la guerra, tenía como objetivo destruir por completo al enemigo y aumentar su prestigio político y poder dentro de su bando. La Batalla del Ebro fue la más larga, de julio a noviembre del 38, y sangrienta de la guerra civil con una gran pérdida en vidas humanas: el ejército republicano tuvo 20.000 muertos y 50.000 heridos mientras que el franquista tuvo 10.000 muertos y 50.000 heridos. La derrota republicana en esta acabó con su moral y su posibilidad de resistencia. Además, la guerra en Europa se alejaba tras la Conferencia de Munich (septiembre de 1938) en la que Gran Bretaña y Francia cedieron ante Hitler. d) La derrota de la República (1939) La última campaña de la guerra civil fue la rápida ofensiva franquista, con un ejército de 300.000 soldados, sobre Cataluña. Tras tomar Barcelona (26 de enero de 1939) llegaron a la frontera francesa (febrero de 1939). Antes se había producido un enorme éxodo de refugiados hacia la frontera francesa, muchos de los cuales murieron antes de atravesarla por hambre, frío, enfermedades o ametrallados por las tropas franquistas que perseguían a los que intentaban huir a Francia. La caída de Cataluña fue un desastre para los republicanos: perdían el 50% de la producción industrial y más de 500.000 personas que huyeron a Francia donde fueron hacinadas en campos de concentración. El gobierno, el Presidente de la República, que se habían trasladado a Barcelona meses antes, y el gobierno de la Generalitat se vieron obligados a exiliarse también en Francia. Negrín volvería a España para continuar la guerra. Mientras tanto, las divisiones internas en el bando republicano se acentuaron: el gobierno de Negrín, apoyado por el PCE y algunos socialistas, defendía la resistencia a ultranza ya que pensaban que Franco sólo aceptaría la rendición incondicional y, sobre todo, por la esperanza de una inmediata guerra europea; otros sectores, dentro del que se encontraban importantes militares (Casado y Miaja) y políticos republicanos (el socialista Besteiro y dirigentes de la CNT madrileña) defendían la negociación de la rendición con Franco ya que en el ejército republicano y en la población civil reinaba el cansancio y el desánimo. Este grupo, organizó el golpe de Estado del coronel Casado en marzo de 1939. La última batalla de la Guerra Civil se produjo en Madrid dentro del bando republicano de la que salieron triunfantes el coronel Casado y sus partidarios. Negrín y los dirigentes del PCE logaron huir para salvar su vida pero muchos de sus partidarios fueron tiroteados por los golpistas. Casado y sus partidarios trataron de negociar la derrota con Franco pero este sólo aceptó la rendición incondicional, por lo que capitularon y entregaron a Franco toda la zona que aún estaba en manos de los republicanos. La entrega se hizo de forma tan apresurada que no hubo tiempo para la evacuación de los que querían escapar de la represión franquista.5 A cambio no habían obtenido aparentemente ninguna concesión pero, a diferencia de otros políticos republicanos que se mantuvieron fieles a la República hasta el final, no fueron ejecutados al terminar la guerra. Las tropas de Franco entraron sin dificultad en Madrid el 28 de marzo de 1939. El 1 de abril un parte de guerra declaraba oficialmente terminada la contienda.

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Unos 15.000 republicanos que esperaban huir de España fueron capturados en el puerto de Alicante 14. La guerra civil

3. Evolución de las dos zonas durante la guerra a) La España republicana La división dentro del bando republicano entre los partidarios de ganar la guerra, como objetivo prioritario, y los que ponen por delante la revolución fue una constante a lo largo de la guerra y, para muchos historiadores fue la causa principal que explica la victoria franquista. En cualquier caso, dificultó la unidad de acción. 

En los momentos iniciales, entre julio y octubre de 1936, el gobierno de la República perdió el control de la situación y el poder del Estado quedó desarticulado. El gobierno de Casares Quiroga se negó a entregar armas a las organizaciones obreras, pero el nuevo gobierno de Giral, constituido el 19 de julio de 1936, ordenó la distribución de armas –medida como otras posteriores que se limitaba a legalizar hechos consumados- y desde este momento, se produjo una revolución social espontánea. El poder real quedó en manos de comités, milicias o Juntas de Defensa, organizadas por partidos y sindicatos obreros, que no estaban sometidos a mando unificado y que actuaban por su cuenta, a veces, enfrentados entre sí. Estas organizaciones se encargaron de organizar la vida en la retaguardia. -

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Se hicieron con el control de la economía mediante colectivizaciones o incautaciones. En las zonas urbanas e industriales (Valencia, Cataluña, Asturias y Madrid), las organizaciones obreras tomaron numerosas empresas y organizaron la producción. En el campo se produjo una masiva ocupación de tierras y, en muchas de ellas, se produjeron experiencias de colectivizaciones agrarias, impulsadas por los anarquistas, como en Aragón y otras zonas. Esto creó una cierta desorganización en la producción que agravó las dificultades de abastecimiento. Aplicaron medidas represivas (detenciones ilegales, juicios sin garantías, fusilamientos) especialmente contra eclesiásticos, políticos de derechas o terratenientes, y permitieron excesos protagonizados por grupos incontrolados que no cesaron hasta que se reconstruyó un poder central fuerte. El terror popular desacreditó a la República ante los católicos y las democracias occidentales.

La excepción fue el País Vasco, donde el PNV tomó las riendas de la situación: en octubre del 36 se aprobó el Estatuto y se constituyó un gobierno autónomo dentro de la República. José Antonio Aguirre se convirtió en el primer lehendakari o presidente del gobierno autónomo. 

El gobierno de Largo Caballero (septiembre del 1936-mayo de 1937)

Los fracasos militares podían en evidencia la necesidad de un gobierno fuerte que dirigiera de forma más eficaz la guerra. En septiembre de 1936, el presidente Azaña, mandó a Largo Caballero, líder de UGT, formar un gobierno de coalición con ministros de todos los partidos republicanos (socialistas, comunistas, de Izquierda Republicana y dos meses después entrarían cuatro ministros anarquistas)6. Ante el avance de las tropas franquistas sobre Madrid, el gobierno tomó la decisión controvertida de trasladarse a Valencia, dejando Madrid al mando de una Junta de Defensa a cargo del general Miaja. Este gobierno se propuso recuperar el control y la disciplina mediante:

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La legalización del proceso revolucionario: las incautaciones de tierras de los que habían apoyado la rebelión y las colectivizaciones de empresas industriales en Cataluña fueron legalizadas. El gobierno pretendía así asegurarse el apoyo de las fuerzas obreras.

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Crear un verdadero ejército disciplinado con mando unificado en el que se integraran los oficiales fieles a la República y las milicias. Estas fueron militarizadas (sometidas a la disciplina militar) con muchas dificultades.

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Restablecer el poder del Estado lo que exigía la disolución de los poderes locales de carácter revolucionario. También se crearon tribunales populares de justicia para contener la represión indiscriminada que, desde entonces, disminuyó mucho. Pero la disolución de los poderes locales no fue una tarea fácil porque en la España republicana se enfrentaban dos modelos:

Entre los cuatro ministros anarquistas estaba Federica Montseny que fue la primera mujer ministro en España. 14. La guerra civil

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El de la CNT-FAI, el POUM7 (comunistas contrarios al gobierno soviético de Stalin) y el ala izquierdista del PSOE –los seguidores de Largo Caballero- querían hacer “la revolución y la guerra al mismo tiempo” pero dando prioridad a la primera. Su zona de hegemonía era Cataluña, Aragón y Valencia. En estas zonas emprendieron una inmediata colectivización de las tierras y las fábricas.

o

El PCE (comunistas estalinistas), el ala moderada del PSOE –con Indalecia Prieto- junto a los partidos republicanos-burgueses y nacionalistas eran partidarios de un estado republicano fuerte para “primero ganar la guerra y posponer la revolución”. Intentaron restaurar el orden y ayudar al gobierno a centralizar la toma de decisiones. Respetaron la pequeña y Juan Negrin(1892-1956) mediana propiedad.

Los enfrentamientos entre estos dos grupos fueron continuos y culminaron “guerra civil” en Barcelona en mayo de 1937 en el que se enfrentaron los anarquistas y el POUM, que se resistían a disolver las milicias, con el gobierno republicano y el de Generalitat apoyados por los comunistas. En Cataluña, desde comienzos de la guerra, existían dos centros de poder: La Generalitat y el Comité de las Milicias Antifascistas (dirigido por CNT-FAI) que controlaban las fábricas y los servicios. El gobierno de la Generalitat trataba de restablecer su autoridad –con la ayuda de los comunistas (PSUC)- y, siguiendo instrucciones del gobierno central, trató de tomar el control de la Telefónica de Barcelona en manos de un comité de la CNT. El intento desencadenó una insurrección y los combates callejeros se extendieron por Barcelona. La insurrección sería dominada y se acabaría con los poderes paralelos. La Generalitat tomó el control de las industrias y otras actividades económicas y anuló las medidas más radicales de los anarquistas como las colectivizaciones. Otra consecuencia de los sucesos de mayo de 1937 fue la caída del gobierno de Largo Caballero, que tuvo que dimitir por no estar dispuesto a aceptar las presiones de los comunistas que exigían, entre otras cosas, la expulsión del gobierno de los anarquistas y la ilegalización del POUM. La victoria correspondió a los comunistas que impusieron sus posturas en el bando republicano. También fue el fin de la revolución. 

El gobierno de Negrín (mayo de 1937 a marzo de 1939)

El nuevo gobierno, presidido por el socialista Negrín, tenía una mayoría de miembros del PSOE pero se inclinaba cada vez más por las posturas defendidas por los comunistas y su estrategia de ganar la guerra como prioridad. El gobierno se apoyó en los comunistas que habían pasado de ser un grupo minoritario –antes de la guerra- a tener gran influencia porque controlaban el ejército popular, eran el sector más disciplinado y decidido a luchar hasta el final y, sobre todo, por la necesidad de ayuda soviética. El nuevo gobierno consiguió: - Recuperar el control del estado especialmente sobre la economía. También frenó las colectivizaciones. - Centrar los esfuerzos en la guerra lo que suponía acabar con la indisciplina de las milicias. Pero ya era tarde para cambiar el curso de la guerra. La situación interior era desesperada: alta inflación, escasez de alimentos, política de racionamiento, mercado negro y dificultades financieras de la República. En 1938, las tropas de tropas de Franco llegaban al Mediterráneo, y éste rechazó la propuesta de negociación del gobierno de Negrín en torno a los 13 7

Nació en Las Palmas de Gran Canaria en una familia de clase alta, conservadora y católica lo que le permitió tener una excelente formación intelectual. Estudió Medicina en Alemania, fue catedrático de Fisiología de Universidad de Madrid y un brillante investigador. Abandonó su carrera al afiliarse al PSOE durante la dictadura de Primo de Rivera donde apoyó la tendencia moderada de Indalecio Prieto. Fue diputado durante la República y ministro de Hacienda en el gobierno de Largo Caballero encargándose de organizar la economía republicana y de negociar la ayuda soviética para lo que tomó la controvertida decisión de enviar las reservas de oro al Moscú. En 1937 sustituyó a Largo Caballero como presidente del gobierno. La necesidad de la ayuda soviética le llevó a apoyarse en los comunistas con los que compartía la idea de dar prioridad a la disciplina. Ante las sucesivas derrotas republicanas, ofreció sus “trece puntos” de abril del 38 como condición para negociar la paz pero Franco exigió la rendición incondicional. A partir de entonces defendió la resistencia a ultranza. Se exilió en México y luego en Francia, ejerciendo hasta 1946 el cargo de presidente del gobierno republicano en el exilio. Ha sido uno de los personajes más controvertidos de la guerra civil.

POUM (Partido Obrero de Unificación marxista), partido comunista fundado en 1935 por Andreu Nin y Joaquín Maurín, de ideología troskista, y opuesto al stalinismo. Esto, unido a su participación activa en los órganos de poder obrero al margen de la República, le granjeó la enemistad del PCE que consiguió su ilegalización y la condena de sus dirigentes principales. Nin “desapareció” estando en manos de agentes soviéticos. Estaba implantado principalmente en Cataluña y Valencia. 14. La guerra civil

puntos. La derrota republicana era evidente. Ante esta situación surgió una nueva división en el seno de la España republicana: - El gobierno de Negrín, apoyado por el PCE y parte del PSOE, defendía la “resistencia a ultranza” con la esperanza de que estallara una guerra en Europa en la que se integraría la guerra española. - Amplios sectores republicanos –como el ministro de Defensa Indalecio Prieto, Azaña o Miaja- se inclinaban por una negociación de la rendición con el enemigo. Primero se impusieron las tesis de Negrín (Prieto abandonó el gobierno), pero los acontecimientos no eran favorables a la República ni en el aspecto militar (pérdida de Cataluña) ni en el internacional (el Pacto de Munich alejaba la guerra en Europa, se retiraron las Brigadas Internacionales y disminuyó la ayuda soviética). En marzo de 1939 se produce el golpe del coronel Casado, jefe del ejército del Centro, que desalojó del poder a Negrín. Su intención era negociar la paz con Franco pero el dictador se negó y exigió la rendición incondicional. a) La España franquista El bando nacional contaba con numerosas ventajas que explican su victoria. La principal de ellas fue la unidad política, al concentrarse el poder en una persona, frente a la división interna del bando republicano. Otra ventaja fue el apoyo militar de las potencias fascistas, y el apoyo financiero por parte de empresas alemanas –compensadas sobre todo con concesiones mineras-, algunas británicas y norteamericanas y la del financiero mallorquín Juan March. El bando nacional contó con el apoyo fundamental de la Iglesia católica española que publicó un documento redactado por cardenal Gomá, arzobispo de Toledo y firmado por los obispos, la Carta colectiva del episcopado español, a favor del alzamiento justificando la guerra como una Cruzada en defensa de la fe y contra el comunismo ateo. Posteriormente, recibiría el apoyo diplomático del Vaticano y de la simpatía de amplios sectores católicos del mundo. En el bando nacional, en un primer momento, el poder quedó en manos de un grupo de generales que establecieron un estado autoritario y militarizado pero Franco terminó concentrando todo el poder. Este hecho se vio favorecido por la muerte en accidente de aviación de aquellos que podían disputarle el poder, Sanjurjo y Mola. Al morir el general Sanjurjo (20 de julio de 1936), la insurrección quedaba sin un líder claro. El 24 julio en una reunión celebrada en Burgos se creó la Junta de Defensa Nacional, una especie de Gobierno provisional de la zona nacional presidido por el general Cabanelles –el de más alta graduación-. Sin embargo, el poder real lo tenía cada general en su sector. La Junta de Defensa adoptó drásticas medidas encaminadas a borrar toda huella de la Republica: se estableció el estado de guerra en todo el territorio, se suprimieron todas las libertades y se disolvieron todos los partidos políticos, excepto la Falange y los requetés carlistas; se destituyó a todos los cargos públicos republicanos. Todo esto vino acompañado de una brutal represión: detenciones masivas y ejecuciones sumarias, con algunos casos ejemplares (Sevilla, Badajoz o Málaga), de republicanos de todo tipo: dirigentes sindicales o políticos, maestros, votantes, intelectuales como Lorca, etc. Pero, la necesidad de contar con una dirección única era evidente para unos militares educados en la disciplina y la jerarquía. Franco consiguió que la Junta, reunida en Salamanca, le nombrara Jefe del Estado y Generalísimo de los ejércitos el 1 de octubre de 1936. Sus éxitos militares, el estar al frente del poderoso ejército de África y el apoyo de Alemania, con la que mantenía contactos directos, explican el ascenso al poder de Franco. La marcha de la guerra y la muerte de Mola fortalecieron el liderazgo de Franco, que fue concentrando todo el poder hasta crear una dictadura personal. La propaganda oficial empieza a denominarla el “Caudillo”. Diversas medidas empezaron a configurar un nuevo estado dictatorial y personalista con una ideología de inspiración fascista y católica (nacionalsindicalismo): -

La creación de un partido único –a semejanza del fascismo italiano y alemán- mediante el Decreto de Unificación (abril de 1937). Los falangistas y requetés carlistas, cuyos dirigentes no fueron consultados, fueron obligados a unirse en un nuevo partido, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, conocido como Movimiento nacional. Los demás partidos fueron prohibidos. Franco se nombró Jefe Nacional (José Antonio Primo de Rivera había sido fusilado en prisión) del partido para controlar a todas las fuerzas políticas 14. La guerra civil

que apoyaban la sublevación. Los sectores minoritarios que rechazaron la unificación forzosa fueron castigados con el destierro o la prisión. Posteriormente se integraron en él, la CEDA y los monárquicos para evitar enfrentamientos. -

La Ley de la Administración Central del Estado (enero del 38) configuraba una nueva estructura administrativa del país. La figura de Franco acaparó los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. Además de Jefe de Estado se convirtió en Jefe de Gobierno (hasta 1973 lo seguiría siendo). En enero de 1938 formó su primero gobierno que sustituyó a la Junta Técnica del Estado. Los gobiernos vasco y catalán fueron abolidos y el castellano se convirtió en el único idioma oficial.

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La Ley de Prensa e Imprenta de 1838 estableció la censura en todo tipo de publicaciones y puso a los medios de comunicación al servicio del poder.

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El Fuero del Trabajo, calcado de la Carta del Lavoro italiana, puso fin a la libertad sindical y estableció un marco de relaciones laborales controladas por el sindicato único (Sindicato Vertical) en el que estaban obligados a encuadrarse patronos y obreros.



En el terreno económico, se aplicaron los principios fascistas, que defendían la autosuficiencia, de forma que se impuso el control de la economía por el Estado. En 1937, se creó el Servicio Nacional del Trigo que pasó a controlar el abastecimiento de pan de la población. Las reformas republicanas fueron anuladas, entre ellas la reforma agraria, y las tierras expropiadas fueron devueltas a sus antiguos dueños.

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Se estableció un Estado confesional católico –denominado Nacional-Catolicismo-: se restableció la subvención estatal de la Iglesia, se abolió el divorcio y el matrimonio civil y gran parte de la educación volvió a manos del clero.

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La Ley de Responsabilidades Políticas (1939), retroactiva hasta 1934, designaba como "rebeldes" a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional, con el fin de inculpar y procesar a cualquier persona que hubiera colaborado con la causa republicana. Se legaliza así la represión contra los vencidos.

En todo el territorio dominado por los franquistas se fue imponiendo la estética fascista, los valores militares y los católicos tradicionales. El nuevo régimen contó con importantes apoyos sociales: la Iglesia, el Ejército, la oligarquía, los pequeños propietarios rurales y amplios sectores de las clases medias urbanas defensores del “orden”.

14.6. LA DIMENSIÓN POLÍTICA E INTERNACIONAL CONFLICTO. LAS CONSECUENCIAS DE LA GUERRA CIVIL.

DEL

1.- LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL DEL CONFLICTO La Guerra Civil española se sitúa dentro del complejo panorama internacional de la Europa de entreguerras: crisis del 29, ascenso de los fascismos, expansión de las ideas comunistas e intento de las democracias (Francia y Gran Bretaña) de equilibrar estos extremos. La guerra española ha sido considerada como un prólogo de la 2ª guerra mundial al enfrentarse por primera vez las tres ideologías dominantes: democracia, fascismo y comunismo. Es uno de los conflictos del siglo XX con más repercusión internacional. La opinión pública mundial se dividió entre los que consideraban a los sublevados luchadores contra el comunismo y los partidarios de defender la República y la democracia. La intervención extranjera tendría una importancia determinante en el desarrollo del conflicto. a) Las ayudas a los sublevados Las potencias fascistas: Italia, Alemania y Portugal decidieron desde un primer momento ayudar a los militares sublevados por razones ideológicas y estratégicas, incumpliendo el Pacto de no intervención que habían 14. La guerra civil

firmado. El conflicto español les servía como ensayo para la2ª guerra mundial para la que se estaban preparando. En España pudieron ensayar nuevas armas (aviones militares, tanques) y estrategias. -

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La Alemania de Hitler ofreció la ayuda más determinante en el campo militar, con la participación directa de la Legión Cóndor de aviación, unos 6000 hombres, esencial para el desarrollo de la guerra y responsable del bombardeo de Guernica. Además aportó un gran número de soldados y oficiales, material bélico moderno (carros de combate, artillería, municiones y aviones) y ayuda económica. La Italia de Mussolini proporcionó un ayuda más numerosa en cuanto a efectivos- armas, municiones, hombres – la CTV (Corpo di Truppe Volontaire) pero de menor importancia estratégica. Destacó el papel desempeñado por su armada. La mayor parte de las ayudas italo-germanas fueron a crédito y se convirtieron en semigratuitas. Durante la 2ª Guerra mundial, España pagó la ayuda enviando a Alemania minerales y productos estratégicos El Estado Novo portugués envió voluntarios –Legión Viriato-, proporcionó ayuda diplomática y controló la frontera que abrió a los nacionales y cerró a los republicanos que, además, eran entregados cuando se refugiaban en Portugal. El respaldo diplomático más importante lo proporcionó el Vaticano, que justificó moralmente la sublevación y alentó a la población católica mundial a apoyar la Cruzada. El Papa Pio XI reconoció al régimen un mes después de la carta de los obispos (agosto de 1937) y se establecieron relaciones diplomáticas.

b) Las ayudas a la República La República no contó con la ayuda de las democracias –Gran Bretaña, Francia y EEUU- a pesar de que éstas vivían también bajo la amenaza del expansionismo belicista de las potencias fascistas. El miedo a desencadenar una nueva guerra fue la razón principal que les llevó a desentenderse del conflicto. Su actitud se explica por una ilusoria búsqueda de una política de conciliación con Hitler (política de apaciguamiento) que llevaría al Pacto de Munich en 1938. También influyó el temor –sobre todo de GB y EEUU- de que España se convirtiera en un nuevo foco de revolución obrera. -

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El gobierno conservador británico –dirigido por Neville Chamberlein- veía con temor la extensión de la influencia germana-italiana en España (amenazaba su hegemonía en el Mediterráneo y su ruta a la India) pero también la orientación revolucionaria que tomaban los acontecimientos en la zona republicana y, sobretodo, no deseaba que un conflicto localizado se convirtiera en una nueva guerra para la que no estaba preparada. Esto le hizo decidirse por la neutralidad. El gobierno francés del Frente Popular –dirigido por el socialista Léon Blum- alentó los actos de apoyo y pensó en un principio ayudar a la República pero las presiones británicas y las divergencias internas le obligaron a suspender la venta de armas a España y cerrar las fronteras. La actitud de EEUU fue similar a la de Gran Bretaña: mientras el Congreso de Estados Unidos aprobaba la denominada Ley de Neutralidad, el gobierno de Roosevelt miraba para otro lado cuando las compañías petrolíferas norteamericanas vendían combustible a Franco. El gobierno francés de Léon Blum, con el apoyo británico, ofreció a las demás potencias un pacto de no intervención militar y diplomática en el conflicto español: se prohibía enviar hombres y material de guerra a España. Así nació el Comité de No Intervención al cual se adhirieron todas las potencias. El Comité fue una farsa, mientras Francia y Gran Bretaña se abstenían de ayudar a la República, Hitler y Mussolini apoyaron de forma masiva y decisiva la causa de Franco. Además, sirvió para reforzar y unir a las potencias fascistas y no impidió sino que alentó la guerra mundial.

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La única potencia a la que pudo acudir el gobierno republicano fue la URSS. Stalin apoyaba en este momento a los frentes populares contra el fascismo y envió armas (aviones y tanques), alimentos y técnicos militares. Este armamento era más anticuado (especialmente el de aviación) que el que recibía Franco de sus aliados, con la excepción de los carros de combate, que estaban en fase experimental. El pago de esta ayuda ha sido uno de los temas más polémicos en torno a la guerra ya que se hizo mediante depósito en Moscú de las reservas de oro del Banco de España, sin que al final de la guerra se restituyera nada. Además, la ayuda soviética repercutió en la evolución interna de los acontecimientos en la zona republicana. El gobierno de México también proporcionó armas, alimentos, ayuda diplomática a la República y acogió a numerosos exiliados al terminar la guerra.

14. La guerra civil

También hay que destacar la ayuda de las Brigadas Internacionales, en cuya creación fue esencial la URSS que ordenó su reclutamiento a la Internacional Comunista en octubre de 1936. Eran voluntarios, –unos 40.000, de entre 50 y 53 países-, en muchos casos, sin el adecuado adiestramiento militar que se dirigieron a España para ponerse al servicio de las fuerzas armadas republicanas. En su mayoría eran comunistas y actuaban en solidaridad con la izquierda española frente a la avance del fascismo. Destacaron en la defensa de Madrid. Se retiraron en noviembre de 1938 por imposición de la Sociedad de Naciones. La causa republicana atrajo las simpatías de la izquierda mundial y de la mayoría de los intelectuales independientes. La opinión de la derecha en los países democráticos fue más variada porque muchos eran anti alemanes –sobre todo en Francia-. Muchos intelectuales europeos y americanos acudieron a España para apoyar la causa republicana y algunos dejaron testimonios gráficos como el fotógrafo húngaro Robert Capa y el escritor francés André Malraux (La Esperanza), el británico George Orwell (Homenaje a Cataluña) y el estadounidense Ernest Hemingway (Por quién doblan las campanas) 2.- LAS CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO a) Demográficas Los cálculos más aceptados estiman en 300.000 los muertos en los frentes o por la represión en la retaguardia, y un total de 500.000 si sumamos todos los muertos a consecuencia de la guerra y la posguerra. A ello habría que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven. Otra consecuencia demográfica fue el exilio republicano (Ver tema 15) . Ya durante el conflicto, los "niños de la guerra" fueron evacuados a países extranjeros, pero el gran éxodo tuvo lugar en enero y febrero de 1939, durante la conquista de Cataluña. En conjunto, se calcula que hubo unos 450.000 exiliados. Aunque algunos fueron retornando durante la dictadura pero muchos no volvieron a España o esperaron a la muerte del dictador en 1975. Este exilio supuso una importante pérdida demográfica para el país: una población joven y activa, que incluía a gran parte de los sectores más preparados: las elites científicas, literarias y artísticas de la Edad de Plata. b) Económicas La guerra fue una verdadera catástrofe económica. Un dato revela su magnitud: la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950. Se destruyó el tejido del tejido industrial del país, lo que llevó a la vuelta en los años cuarenta a una economía básicamente agraria; se destruyeron unas 250.000 viviendas, comunicaciones e infraestructuras. Aumentó la deuda pública y se perdieron las reservas de oro del Banco de España. c) Sociales La guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores. d) Morales La guerra supuso una verdadera fractura moral del país. Varias generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra. El régimen de Franco nunca buscó la reconciliación de los españoles y siempre recordó y celebró su origen bélico. Las heridas de la guerra civil perduraron durante decenios y la persecución y represión de los vencidos fue un rasgo clave del franquismo.

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CARTA COLECTIVA DEL EPISCOPADO ESPAÑOL A LOS OBISPOS DEL MUNDO (1-7-37) Quede, pues, asentado,…, que un quinquenio de continuos atropellos de los súbditos españoles en el orden religioso y social puso en gravísimo peligro la existencia misma del bien público y produjo enorme tensión en el espíritu del pueblo español; que estaba en la conciencia nacional que, agotados va los medios legales, no había más recurso que el de la fuerza para sostener el orden y la paz; que poderes extraños a la autoridad tenida por legítima decidieron subvertir el orden constituido e implantar violentamente el comunismo; y, por fin, que por lógica fatal de los hechos no le quedaba a España más que esta alternativa: o sucumbir en la embestida definitiva del comunismo destructor, ya planeada y decretada, como ha ocurrido en la regiones donde no triunfó el movimiento nacional, o intentar, es esfuerzo titánico de resistencia, librarse del terrible enemigo y salvar los principio fundamentales de su vida social y de sus características nacionales La guerra es, pues, como un plebiscito armado. La lucha blanca de los comicios de Febrero de 1936, en que la falta de conciencia política del gobierno nacional dio arbitrariamente a las fuerzas revolucionarias un triunfo que no había logrado en las urnas, se transformó, por la contienda cívico-militar, en la lucha cruenta de un pueblo partido en dos tendencias: la espiritual, del lado de los sublevados, que salió a la defensa del orden, la paz social, la civilización tradicional y la patria, y muy ostensiblemente, en un gran sector, para la defensa de la religión; y de la otra parte, la materialista, llámese marxista, comunista o anarquista, que quiso sustituir la vieja civilización de España, con todos sus factores, por la novísima "civilización" de los soviets rusos. Las ulteriores complicaciones de la guerra no han variado más que accidentalmente su carácter: el internacionalismo comunista ha corrido al territorio español en ayuda del ejército y pueblo marxista; como, por la natural exigente de la defensa y por consideraciones de carácter internacional, han venido en ayuda de la España tradicional armas y hombres de otros países extranjeros…. Afirmamos que el levantamiento cívico-militar ha tenido en el fondo de la conciencia popular de un doble arraigo: el del sentido patriótico, que ha visto en él la única manera de levantar a España y evitar su ruina definitiva; y el sentido religioso, que lo consideró como la fuerza que debía reducir a la impotencia a los enemigos de Dios y como la garantía de la continuidad de su fe y de la práctica de su religión. 1. Clasificación a) Tipo de texto: se trata de un texto histórico-circunstancial de contenido político que analiza las causas de la guerra civil española desde el punto de vista de la Iglesia católica. Se trata de una fuente histórica primaria. b) Autor: es colectivo ya que la carta está firmada por el Episcopado español, órgano supremo de representación de la Iglesia católica, aunque la redactó el cardenal Isidro Gomá y Tomás, defensor de la sublevación militar. La carta fue firmada por la gran mayoría de los obispos presentes ya que únicamente dos se negaron a hacerlo: los obispos de Vitoria v Tarragona. c) Circunstancias en las que fue escrita. La fecha de publicación del documento es el 1 de Julio de 1937, casi un año después del alzamiento militar que dio lugar a la guerra civil española. No se especifica el lugar donde fue redactada esta carta, aunque seguramente fuera en Madrid donde estaba la sede de la Conferencia episcopal. En este momento, se está produciendo la campaña del norte, los nacionales se acaban de apoderar del País Vasco, con su industria casi íntegra, donde se han producido el bombardeo de Guernica (abril). Las tropas republicanas han sido incapaces de resistir a la ofensiva de los nacionales –excepto en Madrid- debido a su división interna y a la superioridad del ejército de Franco que cuenta con la importante ayuda de los régimen fascistas (Alemania, Portugal e Italia). En el texto se hace referencia a revolución social que se ha producido en la España republicana en la que fueron atacados el orden social tradicional y la religión: el poder estuvo en manos de milicias de partidos y sindicatos obreros que colectivizaron fábricas y tierras y ejercieron una dura represión sobre eclesiásticos, terratenientes y políticos de derechas. En este momento –julio del 37- el gobierno de Negrín se ha hecho con el poder acabando con las milicias y la experiencia revolucionaria para centrarse en la guerra; pero, el hecho de tener que apoyarse en los comunistas –gracias a los que llega el armamento soviético- es visto por los partidarios del bando nacional como una evidencia más de que republicanos desean implantar una revolución comunista. d) Destinatario y finalidad: la carta del episcopado es un texto público y de carácter nacional pues está dirigido, sobre todo, a los españoles. Su finalidad es dar a conocer la postura adoptada por la Iglesia católica ante la guerra civil. 14. La guerra civil

2. Análisis del texto.  La idea principal es el apoyo de la jerarquía eclesiástica española a la sublevación militar que es considerada una cruzada para salvar al pueblo español de la revolución social y del comunismo. La carta pastoral justifica la sublevación militar –y la guerra civil a que dio lugar- diciendo que era el único camino –“se agotaron todos los medios legales”- para frenar el comunismo tanto por la situación previa (cinco años de atropellos contra la religión y el orden social establecido) como por los hechos sucedidos tras el inicio de la guerra en el bando republicano.  Las ideas secundarias son: - La consideración de que la sublevación no es sólo un golpe militar sino un plebiscito o referéndum armado del pueblo católico. - La división de los españoles en dos bandos (el espiritual y el materialista) enfrentados: uno defiende los intereses de la patria y de la civilización tradicional, mientras que el otro busca la ruina y la implantación de una civilización nueva y extraña a la nación (“la de los soviets rusos”). - La referencia a la intervención extranjera en la guerra civil española y a las elecciones del 36. Soviets rusos: Consejos o asambleas de obreros, soldados y campesinos. Nacidos durante la revolución rusa de 1905 fueron fundamentales en la revolución del 17 en la que terminaron apoyando las tesis leninistas. En el texto se habla de los soviets para identificarlos con la ideología de los republicanos y contra la ideología nacional que representaba el fascismo. Anarquismo y marxismo: ideologías obreras del S. XIX que rechazan el capitalismo y defienden una sociedad sin clases. El anarquismo está fuertemente implantado en España. El marxismo es la ideología que inspiró la revolución rusa. 3. Comentario El alzamiento del 18 de Julio del 36 fracasó en su objetivo de apoderarse rápidamente de España sin resistencia, dando comienzo a una guerra civil que se prolongaría casi tres años. Desde el principio la Iglesia prestó un importante apoyo ideológico y propagandístico a los militares sublevados, lo que facilitó el respaldo de buena parte de los católicos y le supuso grandes simpatías a nivel nacional e internacional. La jerarquía eclesiástica legitimó el golpe y la contienda, para ellos una santa cruzada entablada por el pueblo español para salvar la patria, el orden y la religión. Las causas que llevaron a la Iglesia católica a posicionarse a favor de los sublevados fueron: la política laicista de la II República que atentaba contra los intereses de la Iglesia católica, el vandalismo anticlerical (ataques o quema de de conventos, iglesias y colegios religiosos) de los grupos de la extrema izquierda y la persecución del clero en el bando republicano durante la guerra civil. La proclamación de la II Republica no fue vista por la Iglesia pero si aceptada (aconseja a sus fieles aceptar la voluntad popular). No obstante, desde los primeros momentos hubo enfrentamientos entre las autoridades republicanas y algunos miembros de la jerarquía católica (el cardenal Segura fue expulsado de España) lo que provocó actos de vandalismo anticlerical (mayo de 1931) ante la pasividad del gobierno. Esos hechos y las medidas adoptadas durante el bienio reformista hicieron que muchos católicos se alejaran progresivamente de la República. La Constitución de 1931 definía España como un Estado laico, eliminaba la financiación estatal del clero, prohibía a la iglesia intervenir en la enseñanza y reconocía el matrimonio civil. Se aprobaron medidas legislativas que reconocían el divorcio, la no obligatoriedad de la religión y la supresión de los símbolos religiosos en las escuelas, la enseñanza mixta, la secularización de los cementerios y el cierre en dos años de los colegios religiosos. La defensa del catolicismo se convirtió en el principal motivo de unión entre los grupos de derechas que constituyeron la CEDA. Esto le permitió ganar las elecciones de 1933. Durante el bienio radical-cedista, la Iglesia recupera los privilegios perdidos pero, durante la revolución del 34 se producen ataques contra sus bienes y asesinatos de eclesiásticos. Tras el triunfo del Frente Popular, en las elecciones del 36, el anticlericalismo llegó a límites extremos. Una vez comenzada la guerra civil, en la zona republicana se iniciaba una persecución contra el clero, excepto el clero vasco. Se calcula que a lo largo de la guerra, más de 6000 eclesiásticos fueron asesinados y muchas iglesias y conventos incendiadas (en el País Vasco no se producen estos actos violentos ya que gobierno del PNV controlaba la situación). Por el contrario, en la zona franquista la Iglesia era respetada y privilegiada. Por ello, junto con su ideología mayoritariamente conservadora, no es de extrañar que la Iglesia se muestre favorable al alzamiento iniciado el 18 de Julio del año anterior. La Iglesia se vería ampliamente compensada durante el franquismo. En este periodo se impuso el nacionalcatolicismo como ideología dominante. El estado volvió a ser confesional católico. La Iglesia controlaba la educación y la vida social y la moral católica se impuso en la vida privada y pública. Las jerarquías eclesiásticas ocuparon altos cargos institucionales. 14. La guerra civil

EL DECRETO DE UNIFICACIÓN Llegada la guerra a un punto muy avanzado y próxima la hora victoriosa, urge ya acometer la gran tarea de la paz, cristalizando en el estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional. Unidos por un pensamiento y una disciplina común, los españoles todos han de ocupar su puesto en la gran tarea. Esta unificación (...) precisa tener en cuenta que (...) Falange Española y Requetés han sido los dos exponentes auténticos del espíritu del alzamiento nacional iniciado por nuestro glorioso Ejército el diecisiete de julio. Como en otros países de régimen totalitario, la fuerza tradicional viene ahora en España a integrarse en la fuerza nueva. Falange Española aportó con su programa masas juveniles, (...) los Requetés [aportaron], junto a su ímpetu guerrero, el sagrado depósito de la tradición española (...). Por todo lo expuesto, DISPONGO: Artículo 1º. Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se integran, bajo Mi Jefatura, en una sola entidad política de carácter nacional, que de momento se denominará Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S. Esta organización, intermedia entre la sociedad y el Estado, tiene la misión principal de comunicar al Estado el aliento del pueblo y de llevar a éste el pensamiento de aquél a través de las virtudes político-morales, de servicio, jerarquía y hermandad (...). Quedan disueltas las demás organizaciones y partidos políticos. Artículo 2º. Serán órganos rectores de la nueva entidad política el Jefe del Estado, un Secretariado o Junta Política y el Consejo Nacional (...) Artículo 3º Quedan fundidas en una sola Milicia Nacional las de Falange Española y de Requetés, conservando sus emblemas y signos exteriores (...). La Milicia Nacional es auxiliar del Ejército. El Jefe del Estado es el Jefe Supremo de la Milicia (...). Dado en Salamanca a diecinueve de abril de mil novecientos treinta y siete.FRANCISCO FRANCO, Boletín Oficial del Estado (Burgos), 20 de Abril de 1937 1. Identificación del texto -

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Es una fuente primaria, un texto jurídico- fragmento de un decreto-, de contenido político. Su autor es el General Francisco Franco, capitán general de Canarias, que se había hecho cargo del ejército sublevado de África el día 18 de julio de 1936 y que desde el 29 de septiembre del mismo año fue elegido por los generales "Jefe del Gobierno del Estado" y "Generalísimo de los Ejércitos españoles" con el fin de coordinar la acción militar del bando sublevado durante la Guerra Civil (1936-39), tras la muerte en accidente del general Sanjurjo. Es un texto público, escrito el 19 de abril de 1937 en Salamanca, donde está el Cuartel General de Franco, y publicado al día siguiente en el Boletín Oficial del Estado, con sede en Burgos, ciudad donde se estableció la Junta Técnica del Estado (que sustituyó a la Junta de Defensa Nacional pero con funciones secundarias). Su finalidad es dar a conocer la creación de un partido único. Las circunstancias de la guerra son favorables a los militares sublevados ya que en la primavera de 1937 se va a producir la conquista del norte dando un golpe mortal de la república que pierde parte de su riqueza industrial y minera. Sin embargo, la guerra durará aún dos años más por la lentitud con que Franco realizó las operaciones militares.

2. Análisis del texto 

La idea principal es la creación de un nuevo partido político, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, a partir de la unificación de falangistas y requetés carlistas que será el partido único bajo la dirección de Franco (Jefe del Estado), intermediario entre el Estado y la sociedad, ya que quedan prohibidos los demás partidos políticos. También se unifican sus milicias en una sola Milicia nacional que dependerá del ejército, y cuyo jefe será el propio Franco (el jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos). Los dos grupos podrán mantener sus emblemas y símbolos.



Las ideas secundarias son - El argumento utilizado por Franco para tomar esta decisión: la victoria militar está cerca y es necesario organizar el “nuevo estado” de acuerdo con los valores por los que se inició la sublevación (revolución nacional). El nuevo estado, como otros totalitarios de Europa, unirá lo nuevo que aporta la 14. La guerra civil

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Falange (el ímpetu guerrero de sus masas juveniles) y lo tradicional que aportan los carlistas (el integrismo católico). Alaba la actuación de Falange y Requetés en el alzamiento nacional, pero insiste en que éste ha sido iniciado por el glorioso ejército. Es decir, mantiene el protagonismo del ejército y de él mismo que es quien lo dirige. La sociedad queda organizada según valores militares: servicio, jerarquía y unidad.

3. Comentario. Franco creó el nuevo partido, FET y de las Jons o Movimiento Nacional, que unificaba a los falangistas y carlistas y en el que se integrarían todos los demás del bando nacional (monárquicos y antiguos cedistas) por la necesidad de establecer un único poder político y evitar las discrepancias internas (días antes había habido en Salamanca un enfrentamiento a tiros entre diversas facciones falangistas). Es un acontecimiento importante en el camino de la consolidación de la dictadura personal de Franco, que concentrará el poder en su persona: será Jefe del Estado, Generalísimo de los ejércitos y Jefe del partido único. Se ve una clara influencia del fascismo italiano. La unificación forma parte del proceso de institucionalización del "Estado nuevo" que surgiría tras la victoria y que terminaría siendo una dictadura personal. Las discrepancias entre los sublevados respecto al futuro Estado provocaban tensiones internas: unos querían una monarquía parlamentaria (alfonsinos, CEDA), otros una monarquía tradicionalista (carlistas), algunos una república de derechas, muchos militares una dictadura militar y los falangistas un régimen fascista. Franco, convertido en árbitro de la situación gracias a sus éxitos militares con el ejército africano, establecerá un poder personal mediante hábiles maniobras políticas. El “Estado Nuevo” que se va creando seguirá, según dice Franco, los principios de la Revolución Nacional, o ideario falangista, ya que Franco necesitaba a los falangistas pero quería controlarlos. Aprovecha que su líder, José Antonio, había sido detenido y fusilado por los republicanos en noviembre de 1936 para doblegarlos y les obliga a unificarse con los Requetés. La Falange Española era un partido fascista fundado en 1933 por José Antonio Primo del Rivera que se fusionó con las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS) de Onésimo Redondo y Ramiro Ledesma Ramos, de ideología nazi. Querían un régimen totalitario llamado nacional-sindicalismo, a imitación del fascismo italiano: todos los españoles unidos en un destino común bajo la dirección de un líder. Los falangistas eran antiliberales, antimarxistas, antidemócratas, nacionalistas y decían que iban a hacer la Revolución auténtica. Uno de sus lemas era "Por la Patria, el Pan y la Justicia", de gran carga socializante. En resumen, su discurso era populista y demagógico, pero atraía a sectores de clases medias y populares, especialmente a jóvenes. Los pistoleros falangistas uniformados habían protagonizado acciones violentas durante la II República contra militantes de izquierda y al estallar la guerra civil, habían movilizado a numerosos voluntarios para el frente. Los falangistas, muy pocos en 1936, sólo unos 6000, (los "camisas viejas") crecerán enormemente durante la guerra civil y controlarán la prensa y la propaganda. Los Requetés son las milicias armadas del carlismo, que defendían una monarquía católica y tradicional y el mantenimiento de los fueros. Su líder era Fal Conde y eran fuertes en Navarra. Hubo algunas resistencias a este Decreto, como la de Hedilla, jefe de Falange que fue condenado a muerte y finalmente desterrado, igual que el líder carlista Fal Conde. Las ideas fascistas del partido, llamado Movimiento Nacional, fueron la base del régimen franquista en los primeros años (1939-43) y, a imitación de Mussolini (Duce) y Hitler (Führer), Franco se hizo llamar Caudillo. FET promovía enormes concentraciones de masas a favor de la dictadura, un rasgo típicamente populista. La sociedad se organizará según virtudes militares: servicio, jerarquía y hermandad. Se adoptarán los símbolos falangistas (de origen fascista): el saludo brazo en alto, los eslóganes ¡Arriba España!, ¡España, una, grande, libre! los emblemas como el yugo y las flechas, himnos (Cara al sol), el uniforme (la camisa azul) pero con la boina roja carlista. Desde 1942, cuando empieza a ser evidente la derrota de los fascistas del Eje la dictadura franquista abandona la simbología fascista para intentar acercarse a los aliados lo que no logrará hasta más tarde.

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