Story Transcript
4. LA EDAD DEL COBRE (ENEOLÍTICO) Publicado el 12 febrero, 2013 por Ángel Ñacle
La utilización de los metales daría paso a otra tecnología diferente a la lítica aunque, básicamente, se puede decir que forma parte de ella ya que se trata de utilizar el mineral presente en tipos especiales de rocas (piedras) procesándolo mediante “complejos” procedimientos. No por el desarrollo de las tecnologías metalúrgicas la industria lítica decayó ya que la talla de la piedra adquiere mayor sofisticación y maestría; no obstante el uso de los minerales, es decir, esta nueva forma de industria daría nombre a tres importantes períodos de la Prehistoria: la Edad del Cobre, la Edad del Bronce y la Edad del Hierro. La Edad del Cobre, también llamada CALCOLÍTICO O ENEOLÍTICO, es una fase intermedia entre la Edad moderna de la piedra o Neolítico y la Edad del Bronce, con una cronología que abarca desde 3.500-3.000 hasta los 2.300-1.800 a.C., reservándose esta denominación específica para algunas culturas, que presentan rasgos claramente diferenciados, en el
periodo entre el 2500 y el 1800 a.C. Sin embargo esta Edad es poco aceptada ya que los primeros cobres eran, en general, bronce natural aunque se usa para diferenciarla del periodo posterior en el que el bronce era fabricado artificialmente. En la Península Ibérica el uso del cobre se generaliza hacia los 2.000 a.C. (hace 4.000 años) coincidiendo con las construcciones megalíticas y la llamada Cultura del Vaso Campaniforme cuyo principal exponente es el poblado de Los Millares, en Almería, que da nombre a la Cultura de los Millares, una sociedad densamente poblada, con una agricultura de regadío más desarrollada. El poblado contaba con inmensas murallas y otras obras de fortificación (11 fortines, con funciones de defensa, molienda y almacenaje). Quizás el fenómeno cultural de más importancia en este periodo prehistórico sea el de los Monumentos Megalíticos. Se trata de grandes enterramientos colectivos, cuya técnica parece que procede de Asia, también comunes en el resto de Europa, que aparecieron en la zona atlántica, relacionados con el desarrollo de las creencias religiosas. Los monumentos son muy diversos, desde el dolmen hasta las tumbas de corredor, construidas con enormes piedras y techadas posteriormente con una gran losa plana, aunque a veces preferían elementos más pequeños. Se encuentran por todo el territorio peninsular, pero los más significativos se sitúan en Andalucía oriental. Tienen su origen en el Neolítico, a comienzos del IV milenio y se prolonga hasta mediados del II, ya en la Edad del Bronce. Las Insculturas o Petroglifos (grabados rupestres) son una manifestación de imprecisa cronología en cuanto a su ubicación temporal, una cuestión apenas estudiada que, ahora se ha
demostrado, se trata de una manifestación artística que empieza en la Prehistoria perdurando en tiempos posteriores. Consideradas a menudo de la Edad del Bronce sólo se puede considerar con seguridad esta cronología para algunos yacimientos ya que no suelen sustentarse en bases sólidas. Acerca de su significado se ha sugerido un contenido religioso relacionado con ritos agrarios, petición de agua, fertilidad y rituales chamánicos. El Arte rupestre Esquemático, realizado entre los años 3.000 y 1.800 a.C. tiene una importancia significativa en las primeras sociedades agrícolas de las Edades del Cobre y del Bronce constituyendo un horizonte artístico de extraordinario interés ya que se encuentra íntimamente relacionado con el origen y desarrollo del Neolítico y la formación de las sociedades complejas. En nuestro entorno provincial, la información disponible entre el Neolítico Epicardial (utilización de la concha marina -Cardium Edule- sobre barro sin cocer) y el inicio de la Edad del Bronce es fragmentaria y de difícil encuadre cronológico y cultural. La secuencia contemplada desde las áreas próximas oscila entre el desarrollo del Calcolítico del sudeste (Murcia y Almería, con poblados en altura y enterramientos colectivos en tumbas artificiales) o la continuidad con la lenta incorporación de algunos elementos que se plantea desde las tierras valencianas (poblados en llano y enterramientos colectivos en cuevas). Se constatan, en ambos territorios, los primeros útiles de metal, determinadas formas cerámicas, puntas de flecha, láminas de sílex y los ídolos de hueso o piedra.
Yacimientos en Albacete •
De los yacimientos de hábitat que sin reserva alguna podemos incluir en esta etapa el único seguro es La Fuente de Isso (Hellín), del que conocemos algunos avances de extraordinario interés. La presencia de puntas de flecha triangulares, con pedúnculo y aletas romboidales y láminas de sílex sitúan el yacimiento en el III milenio a.C., en esa Edad del Cobre sin cobre o Neolítico II.
•
Otros yacimientos de hábitat conocidos por hallazgos superficiales son los de Casas Altas (Agramón, Hellín) y la Morra de la Alcantarilla (Yeste), con impronta de cestería en las cerámicas.
•
No se han encontrado en Albacete las características tumbas artificiales del Sudeste, si en cambio en cuevas naturales como la Cueva de Mediabarba o Cueva de las Calaveras (Montealegre del Castillo) o en Tobarra (Peña de los Gigantes), en una especie de enterramiento colectivo, como un monumento natural de grandes placas de piedras donde se inhumaron al menos a 9 individuos con apenas ajuar.
Insculturas o Petroglifos Un cuarto horizonte artístico se ha identificado en nuestra provincia, aunque su cronología pueda ser en muchos casos difícil de establecer, Lo componen una serie de grabados rupestres al aire libre que se distribuyen por toda la geografía provincial. •
Los publicados hasta ahora se concentran en la zona de Hellín: Canalizo del Rayo, el Cenajo, Tolmo de Minateda,
Barranco de la Retuerta y Vilches, donde encontramos Insculturas y petroglifos cuyos motivos son cazoletas (en algunos casos cuadrados perfectos), surcos y calderones. •
Otros yacimientos están en Casas de Lázaro (Peña del Guisaero), Ruidera (La Tinaja), Alpera (Cueva de las Cruces en el Cerro del Bosque), Montealegre del Castillo y Almansa (Cerro del Cuchillo) donde se ven cazoletas, canalillos, figuras antropomorfas en cruz (orantes), y motivos geométricos simples o complejos ejecutados todos ellos mediante la técnica del picado con puntos de percusión efectuados con instrumentos punzantes, quizás, la mayoría, del II milenio a. C. pudiéndose relacionar directamente figuras gravadas y pintadas.
Arte rupestre Esquemático Como se dijo en el capítulo anterior, se han constatado en Albacete yacimientos con pinturas del llamado Arte Esquemático con una amplísima distribución espacial -Alcaraz, Alpera, Hellín, Letur, Nerpio, Socovos y Yeste-, en los que no se observan diferencias temáticas o técnicas con las de regiones próximas.
Esta entrada fue publicada en Curso de Historia y Patrimonio. Guarda el enlace permanente.