5 El Esquema de. 6 Los servicios de PROGRAMA GLOBAL PARA EL DESARROLLO DE LA MICROEMPRESA ... CONTENIDO

PROGRAMA GLOBAL PARA EL DESARROLLO DE LA MICROEMPRESA MUJERES EMPRESARIAS - MUJERES PRODUCTORAS Con el propósito de impulsar la incorporación CONTEN

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PROGRAMA GLOBAL PARA EL DESARROLLO DE LA MICROEMPRESA MUJERES EMPRESARIAS - MUJERES PRODUCTORAS

Con el propósito de impulsar la incorporación

CONTENIDO

1 2 3 4 5 6

y/o consolidación de las

El sentido de la 2 acción de fomento Los participantes en el Programa 6 La Organización de Fomento (ODF)8 El Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) 12 El Esquema de Financiamiento 14 Los servicios de respaldo integral 18

COMISIÓN NACIONAL DE LA MUJER.-NACIONAL FINANCIERA, S.N.C. 2000

2000

mujeres mexicanas en la actividad productiva, en particular las que forman parte de la población de menores ingresos, CONMUJER Y NAFIN han decidio instrumentar el Programa “Mujeres Empresarias - Mujeres Productoras”. Se reconoce que una solución definitiva radica más en la descategorización de los géneros y en el predominio de criterios de equidad e igualdad de oportunidades, que eliminen la distinción entre hombres y mujeres en el ejercicio empresarial; pero también se afirma que este cambio estructural surgirá como resultado de un proceso prolongado de transformación y evolución cultural, y que se

requiere en tanto de acciones de corto plazo que corrijan o compensen las distorsiones y los tratamientos discriminatorios que aún prevalecen en el ejercicio de la actividad empresarial y productiva Este Programa se desprende de la decisión de incorporar al Programa Global para el Desarrollo de la Microempresa una perspectiva de género como una de sus directrices fundamentales, comprendiendo por supuesto no sólo a la mujer, sino también al hombre, y constituye su expresión especializada en el ámbito particular de las mujeres. La acción de fomento del Programa exige que en cada iniciativa se precisen las limitaciones, obstáculos y dificultades estructurales que, en su respectivo contexto, afrontan las mujeres para participar en la actividad productiva y empresarial, así como las medidas concretas que se adoptarán para lograr su respectiva superación. En el ámbito de cada proyecto y de cada comunidad, se buscará impulsar el desarrollo de las ventajas competitivas que en el caso de las mujeres se derivan de su formación de mujer, y que

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la experiencia mundial tiende a confirmarlas como empresarias particularmente eficientes, responsables y competitivas.

1. EL SENTIDO DE LA ACCIÓN DE FOMENTO Un enfoque de desarrollo empresarial Se reconoce la importancia de carácter social que tienen las microempresas y las mujeres productoras y empresarias en un propósito de combate a la pobreza a través de la generación de empleo productivo y la redistribución de oportunidades, pero se rechaza cualquier criterio de orden asistencialista que considere a las pequeñas unidades productivas y/o a las mujeres como incapaces de participar en la actividad económica con sustento en su capacidad de competencia y de transformar por ellas mismas su propia realidad. El Programa mantiene un enfoque de desarrollo empresarial, partiendo de la convicción de que la mayoría de las mujeres empresarias y productoras puede alcanzar los niveles de competencia que exige una economía globalizada, y de la certeza de que los niveles de eficiencia y competitividad no son condición intrínseca de las dimensiones de los establecimientos productivos o del género de sus propietarios.

Un sentido inductor, catalizador y complementario

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El Programa pretende apoyar y complementar, pero no duplicar o desplazar otros instrumentos y programas de respaldo a la microempresa y a la mujer productora. Se acompaña pero no se sustituye la iniciativa local, se tiene el firme propósito de no desplazar la acción emprendedora de quienes son directamente responsables de transformar su propia realidad. Esta directriz del Programa se desprende de la decisión política de restituir a la sociedad civil la responsabilidad fundamental de construir sus oportunidades y definir su propia perspectiva.

Un respaldo integral para el desarrollo El Programa acepta, que para evolucionar, las empresarias y productoras requieren de un efectivo acceso al financiamiento, pero también reconoce que no basta el crédito y que resulta indispensable un impulso promocional, un apoyo organizacional y un respaldo de carácter integral, en materia de información, capacitación, asesoría técnica, promoción comercial y soporte tecnológico. En la instrumentación del Programa, se pretende apoyar a las mujeres productoras y empresarias para que se conviertan en sujetos de respaldo elegibles para las instituciones formales de respaldo empresarial, con las que se promueve en paralelo la incorporación de nuevas prácticas y metodologías que permitan incluir a las más pequeñas unidades productivas y, en particular, a las mujeres productoras y empresarias entre sus prioridades de negocio.

Un impulso al desarrollo de ventajas competitivas La acción promocional del programa se orienta, en buena medida, a la corrección de las limitaciones estructurales que afrontan las microempresas y las mujeres para incursionar y evolucionar con éxito en la actividad empresarial y productiva. Pero se acepta también que tanto las microempresas, como las mujeres empresarias y productoras, no sólo pueden sobrevivir sin protecciones interminables, sino que disponen de ventajas comparativas que las colocan en posibilidades reales de participar con éxito en mercados atractivos y, por ende, competidos. Por supuesto, no se pierde de vista que estas ventajas son potenciales y que únicamente si se desarrollan oportuna y adecuadamente se convierten en verdaderos factores de competencia.

Ventajas competitivas de las muy pequeñas unidades productivas. i. Capacidad para incorporar la innovación tecnológica La microempresa reúne las condiciones de flexibilidad y versatilidad más favorables para incorporar la innovación tecnológica con la mayor velocidad y con los menores costos e inversiones adicionales. En el Programa se contempla el trabajo con centros de investigación y desarrollo tecnológico públicos, privados y universitarios, para convertir este factor potencial en un factor efectivo de competencia de

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las mujeres microempresarias microproductoras.

y

ii. Capacidad para atender nichos de mercado En prácticamente todos los países de economía de mercado, se presenta una tendencia hacia la diferenciación de los patrones de demanda. Los consumidores de todos los estratos prefieren, cada vez más, adquirir bienes y servicios exclusivos y diferenciados, que no son de consumo masivo y que no provienen de la economía de escala ni de la producción en serie. La microempresa es la mejor preparada para especializarse en la elaboración de volúmenes reducidos de bienes y servicios de alta calidad de diseño, materias primas y procesos; productos y servicios de alto costo y precio elevado destinados sobre todo a la población de alto nivel de cultura y de ingresos, que acude en su búsqueda a establecimientos exclusivos también de reducido volumen de ventas. En el sentido de tal dirección, la microempresa en México tiende a caracterizarse lamentablemente por producir lo que no debe y, en todo caso, por vender sus productos y comprar sus insumos donde tampoco debiera. Ante esta evidente realidad, la reorientación productiva, así como la sustitución de fuentes de proveeduría y de destinos de mercado, es una de las tareas más difíciles, pero también más trascendentes de la acción de fomento del Programa, ya que no sólo permitirá reducir la alta mortandad de unidades productivas, sino ampliar efectivamente sus expectativas de sobrevivencia y desarrollo. iii. Mayor capacidad para adoptar la "Especialización Flexible" La microempresa es prácticamente el único estrato que está en posibilidades estructurales de lograr con rentabilidad

una especialización flexible, que no sólo le permitiría mantener una conveniente diversificación en la demanda, sino disponer además de márgenes de maniobra para reaccionar oportunamente ante la eventual contracción operativa de su respectiva rama de actividad económica.

misma manera que busca detectar y contribuir a eliminar las desventajas que puedan surgir también de su propia condición de género. Las ventajas potenciales que se atribuyen con mayor frecuencia a la mujer que participa en la actividad económica, son las siguientes:

El paradigma de la especialización flexible ha sido el factor determinante del éxito y desarrollo de numerosas microempresas en diversos países industrializados, y sin duda puede convertirse en una ventaja competitiva de las mujeres empresarias y productoras mexicanas.

i. Capacidad de sustentar socialmente el desarrollo empresarial

iv. Mayor capacidad para establecer un vínculo personal en su relación productiva La propietaria o administradora de una microempresa está en mejores posibilidades de incorporar un sentido personal a su relación productiva y de otorgar un mejor servicio que el que pueden proporcionar empresas de mayores dimensiones. Este estrecho contacto personal permite además conocer con mucho mayor oportunidad y precisión las reacciones y recomendaciones de clientes y proveedores. Tampoco esta ventaja relativa ha sido capitalizada en forma amplia por las muy pequeñas unidades productivas en México. La acción de fomento del Programa busca influir en la respectiva corrección.

Ventajas competitivas que se derivan de la condición de mujer En muy diversos países se ha venido señalando y reconociendo una serie de ventajas particulares que confirman a la mujer como empresaria o productora eficiente y competitiva. El Programa, en su instrumentación, busca identificar tales ventajas en el ámbito de cada comunidad, con el fin de promover y respaldar su capitalización y desarrollo, de la

Es muy probable que en México no sea necesario realizar una investigación muy extensa y muy profunda para corroborar lo que en diversos países en desarrollo se ha confirmado fehacientemente, en el sentido de que cuando los recursos ingresan al hogar por conducto de la mujer empresaria o productora, el porcentaje que se destina a atender las necesidades esenciales en materia de alimentación, salud, vestido, educación y vivienda, es significativamente elevado. Esta ventaja de orden social se traduce por lo general en una mayor permanencia y estabilidad de la unidad productiva, y es en tal virtud que el impulso y respaldo especializado a la mujer empresaria de bajos ingresos ha venido adquiriendo una relevancia de orden estratégico en las políticas de combate a la pobreza y de desarrollo empresarial. ii. Formalidad en el cumplimiento de compromisos También la experiencia a nivel mundial destaca que la mujer empresaria o productora asume con la mayor responsabilidad, sus compromisos contractuales y sus obligaciones de pago. Estudios e indicadores de diversos organismos internacionales, fundaciones y agencias bilaterales de cooperación para el desarrollo, coinciden en señalar que los niveles de cartera vencida para el caso de las mujeres acreditadas, son invariable y significativamente inferiores al nivel promedio. Este diferencial se acrecienta todavía más

en las épocas de dificultades o crisis económicas generalizadas. La mujer, como empresaria o productora, no sólo se ha caracterizado como formal en el cumplimiento de sus obligaciones de pago, sino que además, esta seriedad en el respeto de compromisos se ha venido manifestando también en la relación comercial interempresarial, cuando su unidad productiva actúa como proveedora o cliente de otras empresas más grandes. Esta actitud responsable tiende a convertirse en una ventaja competitiva determinante ya que la actualidad, en que las empresas de todos los tamaños, para mantener o alcanzar la competitividad necesaria, se ven precisadas a incursionar en prácticas de interdependencia, subcontratando fases del proceso productivo y reduciendo drásticamente sus niveles de inventarios. iii. Decisión empresarial con perspectiva de largo plazo La mujer tiende a incorporar al mediano y largo plazos entre las consideraciones de sus principales decisiones. En la administración de una empresa y en el ejercicio de una actividad productiva, esta previsión tiene la mayor relevancia y, de hecho, puede convertirse en una ventaja competitiva determinante en ciertas ramas de producción y servicios. iv. Cumplimiento de obligaciones laborales En diversos países, es elevado el porcentaje de mujeres empresarias que otorgan a sus trabajadores y trabajadoras las prestaciones de ley, en materia de salario mínimo, seguridad social, vivienda, vacaciones, facilidades de maternidad, etc. En México, independientemente de su relevancia de orden social y de derechos humanos, esta práctica puede convertirse en un factor de competencia empresarial, ya propiciaría una reducción en los índices de rotación de personal, lo que ocasionaría que las inversiones y gastos de capacitación no se pierdan

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en el corto plazo, sino que se traduzcan en grados mayores de compromiso y en niveles superiores de productividad en el mediano y largo plazos.

tienden a disminuir e incluso llegan a no presentarse, con lo que se amplían considerablemente las perspectivas de permanencia y evolución de la empresa.

v. Prudencia en la Asunción de Riesgos

vii. Capacidad de concretar iniciativas de colaboración.

La mujer se ha caracterizado por otorgarle un importante valor al patrimonio familiar y, en el caso de la microempresa, la unidad productiva suele formar parte del patrimonio familiar. Parece evidente que la mujer empresaria o productora está siempre dispuesta a realizar un esfuerzo adicional y a mantener una estricta disciplina para lograr construir y proteger su patrimonio. También es cierto que para poner el patrimonio en posición de riesgo, la mujer actúa, por lo general, con una particular y en ocasiones hasta exagerada prudencia.

La experiencia tiende a confirmar que las mujeres empresarias y productoras manifiestan una actitud favorable y una buena disposición para organizarse con otras mujeres empresarias, incluso con aquellas que compiten, para participar en iniciativas conjuntas de interés común. Las mujeres aceptan con mayor facilidad que sobre el interés individual prevalezca el beneficio colectivo.

En México, las mujeres empresarias y productoras son, en efecto, extremadamente cautelosas para asumir riesgos. Esta es una conclusión que comparten la mayoría de las instituciones financieras y organismos no gubernamentales que atienden a la mujer empresaria. Es igualmente cierto que el riesgo de excesiva cautela tiende a eliminarse en la medida en que la mujer avanza en un proceso de capacitación empresarial, aun cuando la prudencia se mantiene siempre, como una ventaja competitiva. vi. Experiencia y capacidad en la administración de recursos La tradicional encomienda que se ha hecho a la mujer de administrar el hogar, y en particular la educación y el gasto familiar, le ha otorgado una formación sólida para administrar recursos, tanto humanos, como financieros y materiales, con particular eficacia y con una apreciable dosis de austeridad. Cuando esta capacidad y experiencia se manifiesta en la actividad empresarial, se traduce en una administración cuidadosa y eficaz de personal, inventarios y recursos financieros, una gestión en la que los gastos superfluos e innecesarios

Esta ventaja puede convertirse en decisiva ante una perspectiva ya manifiesta en que el principal problema de las empresas más pequeñas no se deriva de su condición de pequeñas, sino de que actúan solas. Parece inminente que las únicas micro y pequeñas empresas que habrán de sobrevivir y desarrollarse, serán precisamente las que participen en iniciativas de acción conjunta y de esfuerzo colectivo.

La participación de las mujeres en la economía formal El Programa se explica y se diseña para impulsar la incorporación y la consolidación de la mujer en la actividad productiva y también para atender un número sin duda significativo de unidades productivas de mujeres que, en su mayoría, se encuentran estructuralmente marginadas de los sistemas formales de respaldo técnico y financiero. No se pretende excluir de los beneficios y atención del Programa a quienes actualmente operan en la informalidad, sino por el contrario, constituyen parte fundamental del

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universo de atención, pero el respaldo se otorga precisamente para que las mujeres productoras y empresarias evolucionen y accedan a la actividad formal, ya que no se considera posible desarrollar una efectiva y perdurable capacidad de competencia y permanecer simultáneamente en la informalidad. Se busca, por lo tanto, respaldar a la mujer no sólo para que sobreviva su unidad productiva, sino para que evolucione y participe activamente en el proceso de modernización de la práctica empresarial y productiva. La definición del universo de atención del Programa se norma por un principio fundamental que orienta la acción de fomento de la banca de desarrollo y que señala que: cuando un emprendedor o emprendedora está dispuesto a conjugar y poner en riesgo su esfuerzo, su talento, su patrimonio y su prestigio para participar en la actividad empresarial sin mayor protección que su propia capacidad de competencia, la banca de desarrollo debe asegurarse que en el proceso para intentarlo, ambos reciben un respaldo en materia de información, capacitación, financiamiento, asesoría técnica, comercialización y soporte tecnológico, que sea adecuado, oportuno, accesible y competitivo.

La diferenciación entre empresarias y productoras El Programa establece una diferenciación entre productoras y empresarias, con relación al grado de importancia e identificación que tiene para ellas cada una de las cuatro funciones básicas de la actividad empresarial (adquisición, producción, comercialización y administración. Se considera empresaria a aquella mujer emprendedora que prefiere y que incluso se realiza mejor profesionalmente cuando lleva a cabo

las funciones de adquisición, comercialización y administración. La función que no es precisamente la predilecta de una empresaria es la producción. En la primera oportunidad la mujer empresaria contrata los servicios de un trabajador o trabajadora a quien tiende a delegar íntegramente la responsabilidad de producir. La productora, por el contrario, es una emprendedora que prefiere y que se realiza profesionalmente, al ejecutar en forma directa la función de producción, en la que tiende a concentrar su creatividad y el mayor entusiasmo. La productora suele lamentar no tener otra opción que retirarle tiempo y esfuerzo a su actividad creadora para realizar las otras tres funciones complementarias de adquisición, comercialización y administración. Un caso particularmente ilustrativo de productores es el de los artesanos y artesanas que, al igual que el resto de los artistas, en todos los países y en todos los tiempos, se han mostrado particularmente ineficientes para comprar las materias primas de sus obras de arte y aún más para comercializarlas o para administrar financieramente su propia actividad artística. Los artistas que han logrado reflejar su capacidad creativa en un éxito económico, han sido aquellos que dispusieron de un colaborador confiable a quien encomendar las tareas de orden empresarial: comprar, vender y administrar los recursos. En México, tal parece que la gran mayoría de las muy pequeñas unidades productivas son propiedad de productores y productoras, quienes no son y nunca serán empresarios. Estos "artesanos" de la producción se han visto en la necesidad de realizar también las tareas empresariales, aún de manera poco eficiente, porque con particular frecuencia, cuando han solicitado a otro que compre por ellos, han sido engañados, cuando han encomendado a otro que venda por ellos, han sido explotados y cuando

han encomendado la administración de sus recursos han sido estafados. Esta diferenciación entre empresarias y productoras se establece en el Programa para direccionar con mayor sentido los instrumentos de respaldo y la acción de fomento, y con el propósito especial de abrir una opción operativa eficaz y controlada que permita a las productoras concentrase en su verdadera especialidad y vocación, pero es claro que ambas beneficiarias son consideradas igualmente importantes.

La aplicación del programa en ámbitos específicos El Programa tiene una base estructural y conceptual común y diversas áreas de especialidad para su instrumentación. Se reconoce que cada ámbito particular en que actúan las mujeres empresarias y productoras, requiere de un tratamiento especializado, que tome en consideración los contextos, limitaciones, modalidades, entorno y ventajas potenciales que en cada uno de ellos prevalecen. En tal virtud, el Programa “Mujeres Empresarias – Mujeres Productoras” se desagregará gradualmente en su aplicación en ámbitos específicos de fomento: Jóvenes microempresarias. Microempresarias de tercera edad. Mujeres discapacitadas. Mujeres en actividades comerciales y de servicios. Microempresarias de actividades industriales. Microproductoras de actividades artísticas y culturales.

Microproductoras de arte popular. Microproductoras de comunidades indígenas y grupos marginados.

2. LOS PARTICIPANTES EN EL PROGRAMA La Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) Los criterios para definir cada universo de atención pueden derivarse de la intención de impulsar a empresarias y/o productoras de una cierta localidad o del propósito de fortalecer una especialización en una rama de actividad económica. En el ideal de los casos, la iniciativa debiera surgir de las propias comunidades. En la práctica, corresponde a los Agentes Locales determinar el orden en que se promoverán en sus respectivas entidades o regiones las actividades productivas. Para activar los primeros proyectos, se recomienda tomar en especial consideración los siguientes criterios de orden prioritario y estratégico:

Criterios de orden prioritario: a) Comunidades con un mayor índice de pobreza extrema y de marginación, donde la acción de fomento del Programa pudiera contribuir más eficazmente a los propósitos de combate a la pobreza. b) Iniciativas con mejores posibilidades de convertirse en un ejemplo, en un caso demostrativo

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que pueda reproducirse en la región con un mayor alcance. c) Iniciativas con mayores posibilidades de concreción en el corto plazo.

Criterios de orden estratégico: a. Aquellos casos en que los bienes producidos por una comunidad puedan sustituir bienes que provienen de fuera de la comunidad o bien que puedan comercializarse en mercados que se localicen fuera de la comunidad e incluso del propio municipio de, sobre todo del más alto poder adquisitivo. Es decir, proyectos que en un plazo razonable puedan arrojar un ingreso neto positivo de recursos financieros y, en consecuencia, un incremento neto del circulante monetario de la comunidad. La experiencia demuestra fehacientemente que cuando el saldo es adverso resulta prácticamente imposible impedir que se acentúen los niveles de pobreza y marginación.

a) Concertar con su Organización de 1 Fomento (ODF) , Planes de 2 Negocio , individuales o globales, con el propósito de obtener utilidades incrementales o ingresos adicionales, aceptando compartirlos con la propia ODF en los términos que define el Programa. b) Efectuar oportunamente sus aportaciones al Fondo de Competitividad y Desarrollo 3 (FCD) , de conformidad con los términos y procedimientos del Programa. c)

d) Participar en las iniciativas de acción conjunta para incrementar la competitividad colectiva. e)

b. Los proyectos con las mejores perspectivas de convertirse en autofinanciables en el corto plazo. c. Los proyectos productivos que puedan utilizar materias primas e insumos generados en la propia comunidad o municipio.

La participación en el proyecto Un proyecto específico sólo se activa si las productoras y/o empresarias de un cierto universo así lo determinan, por lo que la Comunidad del Proyecto se integra cuando un grupo de empresarias y/o productoras hace suyo el Programa y decide activar un Proyecto. Esta decisión se confirma en una Carta Compromiso de Participación, a través de la cual se asumen los siguiente compromisos:

Compartir experiencias y proporcionar respaldo técnico y de capacitación a las demás integrantes de la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP)

Cumplir oportunamente con los compromisos particulares que asuma con la Comunidad Microempresarial del Proyecto.

Designar a los representantes de la CMP en el Consejo de Administración de la ODF y en el Comité Técnico del Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD), a quienes delegarán facultades para adoptar las decisiones que contribuirán al logro de los objetivos del Proyecto, pero que se apegarán estrictamente a las disposiciones normativas del Programa.

La Infraestructura de Respaldo El Programa no ha sido diseñado como un instrumento de los gobiernos, en cualquiera de sus instancias: federal, comercial o municipal, ni tampoco lo 1 2

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La Organización de Fomento, página 8. Plan de Negocio, página109

Fondos de Competitividad y Desarrollo. página 12.

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es de NAFIN o de cualquier otro Agente local, nacional o externo. Las dependencias gubernamentales, al igual que NAFIN y los demás agentes,

que pretendan presentar a los agentes que formen parte del Comité de Respaldo, las canalizarán invariablemente por conducto de su ODF.

servicios; las universidades e instituciones de educación media y superior; los institutos de capacitación para el trabajo; los centros de investigación; las asociaciones

LOS COMITÉS DE RESPALDO DEL PROYECTO Los Gobiernos de los Estados, por conducto de la oficina encargada de la coordinación del Programa Estatal de la Mujer, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Nacional Financiera (NAFIN), en su caso, la Coordinación General del Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad (FONAES), y los Agentes Locales que participen con apoyos concretos al Proyecto, formarán el “Comité de Respaldo del Proyecto”, que tendrá como principales responsabilidades las siguientes: a)

Proporcionar o gestionar respaldo a la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) y a su Organización de Fomento (ODF) en la instrumentación de decisiones y acciones de fomento y de solución de problemas. De ninguna manera y en ningún caso el Comité de Respaldo autoriza o asume las decisiones, esta facultad es exclusiva de la comunidad.

b) Formular recomendaciones a la CMP y a su ODF para que se cumpla con mayor eficacia y oportunidad con los objetivos del Proyecto y con los principios y lineamientos del Programa. c)

Seleccionar y proponer a la CMP los "Consejeros Especiales" que participarán en el Consejo de Administración de la ODF.

d) Proponer a la Comunidad del Proyecto, candidatas o candidatos que cumplan los requisitos previstos en el Programa para desempeñar el cargo de Director (ra) General de la ODF. e)

Proporcionar, de acuerdo con sus posibilidades, mobiliario y/o equipo a la ODF, en calidad de préstamo o donación, para facilitar el inicio de sus operaciones.

Ninguno de los integrantes del Comité de Respaldo puede intervenir en funciones de los órganos de dirección de la ODF, las que serán ejercidas de manera exclusiva por la propia Comunidad del Proyecto, por conducto de sus representantes y en las instancias de decisión que considera el Programa. La donación de recursos a la CMP para activar su Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) o el otorgamiento de respaldo técnico, administrativo y/o financiero, no proporcionan derecho alguno a los miembros del Comité de Respaldo de intervenir en las decisiones fundamentales de la ODF o del propio FCD. Cualquier injerencia no solicitada contravendría el principio fundamental de un no categórico al asistencialismo, por lo que una actitud de esta naturaleza adoptada por alguno de los integrantes, puede ocasionar su retiro del Comité de Respaldo e incluso la suspensión del Programa o la cancelación de los compromisos de respaldo de los demás integrantes.

únicamente podrán participar en el Proyecto a través del Comité de Respaldo del Proyecto, comprometiéndose a que todos los apoyos a las actividades productivas de las integrantes de la CMP, los canalizarán invariablemente por conducto del Proyecto y de la ODF respectiva. Las integrantes de la CMP se comprometen, por su parte, a que todas las solicitudes de respaldo a su actividad empresarial y productiva,

Los agentes locales, nacionales y externos Los Agentes Locales que se espera participen comprometidamente en la instrumentación de cada Proyecto son, entre otros, los gobiernos estatales y municipales; las delegaciones de dependencias y agencias federales; los principales empresarios industriales, comerciantes y prestadores de

empresariales y profesionales; las agrupaciones gremiales y, en general, todas aquellas entidades y organizaciones interesadas en el fomento de la microempresa y en el respaldo de la mujer productora. Los Agentes Locales pueden participar en el respaldo del Proyecto de diversas maneras, ya sea formando parte del Comité de Respaldo del Proyecto, o incluso a nivel estatal, regional o nacional, incorporándose a los Comités de Respaldo Especializado

que se irán formando en la medida en que avance la instrumentación del Programa, en el ámbito de diversas disciplinas, como las siguientes: Ingeniería de Producción Administración Financiera Promoción Comercial Diseño Protección del Medio Ambiente Perspectiva de género Los Agentes Nacionales serán aquellos que pueden respaldar el Programa en más de una entidad federativa y como Agentes Externos serán considerados los organismos internacionales, fundaciones, agencias bilaterales de cooperación para el desarrollo, organizaciones de comercio justo y asociaciones de diversa índole que estén dispuestos a proporcionar algún tipo de respaldo a las mujeres integrantes de las Comunidades Microempresariales de Proyecto para lograr sus objetivos dentro del Programa.

De manera especial, el Programa promueve y respalda a las empresas medianas y grandes en el diseño e instrumentación de programas específicos para el desarrollo de proveedores y de sistemas de distribución entre las mujeres empresarias y productoras de sus respectivas entidades y sobre todo sus propias localidades.

3. LA ORGANIZACIÓN DE FOMENTO (ODF)

Los diversos agentes pueden concretar su respaldo de múltiples maneras, entre las que pueden mencionarse las siguientes:

Para operar con un alcance masivo, el Programa contempla la formación de sociedades mercantiles denominadas Organizaciones de Fomento (ODF´s), cuya estructura directiva, organizacional y funcional se apega al modelo proporcionado por el Programa.

A Aportando recursos a la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP), en forma temporal o definitiva, para constituir y/o fortalecer sus Fondos de Competitividad y Desarrollo (FCD),

La ODF actúa como una empresa de servicios, como una sociedad anónima que mantiene un enfoque de negocio y como único objeto y objetivo el impulso del desarrollo integral de las mujeres productoras y empresarias de la respectiva Comunidad del Proyecto.

B Canalizando demanda para estimular el suministro por parte de las integrantes de la CMP, C Facilitando a su personal para fines de asesoría técnica y capacitación. D En el caso de empresas proveedoras, otorgando a las integrantes de la CMP un tratamiento similar al que proporcionan a sus principales clientes. E Realizando estudios e investigaciones de interés y utilidad para la CMP, etc.

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La estructura legal de la ODF Las empresarias y/o productoras integrantes de la CMP son propietarias únicas, por conducto de su Fondo de Competitividad y Desarrollo, de la totalidad del capital social de la ODF, que se constituye como Sociedad Anónima de Capital Variable, con base en los estatutos que proporciona el Programa. Siete integrantes del Consejo de Administración provienen de la Comunidad del Proyecto y tres

personas prestigiadas de la región son invitadas a participar, con voz pero sin voto, como Consejeras (os) Especiales, quienes asumen el compromiso de aportar sus conocimientos y su consejo para el mejor cumplimiento de los objetivos del Programa. De ninguna manera los Consejeros Especiales asumen las decisiones o la dirección de la ODF, aceptan colaborar precisamente para fortalecer la capacidad de administración de las Consejeras representantes, buscando compensar su eventual falta de experiencia en el funcionamiento de consejos directivos.

La ODF como agente de interlocución y enlace Si bien en un principio la ODF no proporciona directamente los servicios de respaldo empresarial, en materia de información, promoción comercial asesoría técnica, financiamiento, capacitación, y soporte tecnológico, sí asume en cambio la responsabilidad de asegurarse que las empresas y/o productoras que integran la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP), que requieran de tales respaldos para instrumentar sus Planes de Negocio, los reciban en términos y condiciones accesibles, adecuados, oportunos y competitivos. La ODF actúa como un instrumento de interlocución y enlace, que busca no

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sólo que los servicios sean adecuados a los requerimientos de las integrantes de la CMP, sino que además trata de contribuir a que estos servicios sean rentables y atractivos para las instituciones formales de respaldo empresarial que los proporcionan.

Los Esquemas de Respaldo Las ODF´s funcionan como empresas privadas y, con un enfoque conjugado de negocio y fomento, trabajan con las empresarias y productoras en el diseño e instrumentación de sus Planes de Negocio, los que tienen como único propósito el incremento de sus respectivas ganancias. Las mujeres empresarias y productoras pueden optar por alguna de las dos siguientes modalidades de respaldo de su ODF:

i.

Esquema de Respaldo Individual:

(orientado a respaldar a las mujeres empresarias) Mediante el cual, la empresaria realiza directamente las cuatro funciones básicas de la administración empresarial (a) adquisición, b) producción, c) comercialización y d) administración), con el respaldo y la participación comprometida de su ODF en el diseño e instrumentación de sus Planes de Negocio. La ODF le facilita el esfuerzo conjunto con otras empresarias para aumentar la capacidad de negociación y la competitividad colectiva, y colabora estrechamente en la obtención de respaldo en materia de información, financiamiento, capacitación, asesoría técnica, promoción comercial y soporte tecnológico.

ii.

Esquema de Soporte Funcional:

(orientado a respaldar a las mujeres productoras) Mediante el cual la productora encomienda a su ODF la realización de tres de las cuatro funciones básicas: (a) adquisición, b) comercialización y c) administración, para concentrar todo su esfuerzo y su tiempo laboral en el ejercicio de su especialidad: la producción; para lo cual recibe también el respaldo comprometido de su ODF con el propósito específico de incrementar cualitativa y cuantitativamente su capacidad productiva. La encomienda de tareas de interés común a la ODF no significa para la mujer productora participar en una asociación o una fusión con otras productoras. Todas ellas conservan siempre el carácter individual de su operación productiva. No se trata de una distribución cooperativa del esfuerzo colectivo; los resultados y el nivel de ingresos correspondiente varían en cada caso y dependen de la calidad y de la cantidad del trabajo respectivo. De esta manera, la ODF promueve la venta de los productos y levanta los pedidos, con base en los cuales obtiene respaldo crediticio, adquiere las materias primas e insumos necesarios y los administra para proveerlos oportunamente a las productoras, con quienes concierta compromisos de producción y entrega, de acuerdo con la capacidad productiva que estén dispuestas a comprometer en el Proyecto. La ODF se hace cargo también de la cobranza; del depósito previsto al Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) para reponer la salida de recursos con fines de liquidación de los créditos y para incrementar su importe. La ODF realiza también la entrega de los anticipos previstos (50%) y del pago del saldo conforme va recibiendo de

las microproductoras los bienes para su correspondiente empaque y entrega. La ODF retiene asimismo el 10% del precio de venta para cubrir, por encomienda de cada mujer productora, los gastos de operación de la ODF (promoción de ventas, administración de inventarios, empaque, transporte y entrega de las mercancías y costo financiero de los créditos)

El personal de la ODF El Director o Directora General El Director (ra) General de la ODF debe cumplir con los requisitos mínimos que establece el Programa, además de los que determine el Consejo de Administración de la propia ODF. La designación de Director (ra) General es responsabilidad exclusiva del Consejo de Administración; sin embargo, el Comité de Respaldo tiene facultad de veto cuando el candidato no cumple con alguno de los requisitos mínimos que establece el Programa. La Coordinación del Programa Global es responsable de llevar a cabo las evaluaciones correspondientes y proporcionar los resultados a las representantes de la CMP. El Consejo de Administración de la ODF determina un cierto nivel de ingreso base para el Director (a) de la ODF y autoriza para que durante los primeros 6 meses de operación se retire en calidad de préstamo el importe necesario para cubrir la eventual diferencia entre el ingreso base acordado y el importe de los ingresos netos de la ODF. A partir del sexto mes, el préstamo sólo puede cubrir la diferencia con respecto al 80 % del ingreso base, después del noveno mes, solo el 40 %. Al cumplirse el año todo el ingreso base debe provenir de ingresos netos de la propia ODF. Más adelante, conforme a un programa acordado, la ODF repone a la Comunidad

Microempresarial del Proyecto el respaldo otorgado para este propósito

El personal técnico de la ODF El Director o Directora General puede incorporar el personal de respaldo que requiera para realizar las tareas de promoción, concertación e instrumentación de Planes de Negocio de las microempresas que opten por el Esquema de Respaldo Individual, o las expertas en adquisición y administración de inventarios, en comercialización y en finanzas, cuando se opere básicamente bajo el Esquema de Soporte Funcional. La correspondiente contratación se lleva a cabo cuando los ingresos netos de la ODF permitan cubrir los sueldos y prestaciones correspondientes, y siempre con la autorización previa del Consejo de Administración.

Participación del personal de la ODF en las utilidades de la empresa Las empresarias y/o productoras no obtienen sus ganancias por conducto de la propiedad accionaria de su empresa de servicios, sino a través del ejercicio de su propia actividad productiva, la cual llevan a cabo con el respaldo y la participación comprometida de su ODF. La ODF únicamente registra ingresos, y por lo tanto utilidades, si tiene éxito en su acción de fomento para contribuir a que las integrantes de la CMP obtengan ganancias adicionales. En tal virtud, y como un reconocimiento a la efectividad y un estímulo a la eficiencia y creatividad, la Comunidad Microempresarial de cada Proyecto cede íntegramente en favor del personal de su ODF, los dividendos que pudieran corresponderle en virtud de su propiedad del capital accionario.

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Los recursos cedidos por la CMP se distribuyen anualmente entre el personal de la ODF en proporción a la respectiva participación en el importe total de sueldos. Permanece el compromiso, sin embargo, de restituir al Fondo de Competitividad y Desarrollo de la CMP un 10 % de tales recursos, por cada 1 % del detrimento que haya sufrido el propio Fondo por incumplimientos de las microempresarias de su obligación de reponer las cantidades que del propio Fondo son utilizadas para cubrir los créditos que han recibido.

La utilidad incremental y el ingreso adicional como objetivos de la acción de fomento En el Programa, el aumento de la competitividad no tiene un sentido abstracto: significa generar utilidades incrementales para una empresaria y obtener ingresos adicionales para una productora, con respecto, en ambos casos, al nivel que habían previsto alcanzar sin participar en el Programa. Se parte del principio de que si el cambio en la acción empresarial no contribuye a obtener resultados concretos en tal dirección, tal cambio carece de sentido; de la misma manera que si las iniciativas de respaldo técnico y financiero no contribuyen a que la mujer empresaria o productora obtengan ganancias adicionales, entonces tales iniciativas resultan ineficaces e injustificables. Es por ello que las ODF´s sólo pueden sobrevivir y hacer negocio, en la medida en que su respaldo técnico y promocional tiene verdadero éxito y éste se confirma con el registro de mayores utilidades por parte de las empresas o de mayores ingresos por parte de las productoras. En el caso de la mujer microempresaria, que decide participar en el Proyecto bajo el Esquema de Respaldo Individual, la relación que establece con su ODF constituye, en

esencia, una alianza estratégica en la que la mujer empresaria aporta su unidad productiva y su esfuerzo y la ODF aporta su especialidad, la experiencia acumulada y sus vínculos con la infraestructura de respaldo y los Agentes Locales, Nacionales y Externos, que por su conducto canalizan su respaldo y su acción de fomento. Una alianza que tiene el propósito conjunto de obtener y compartir ganancias adicionales, en la que la ODF percibe un 25% de las utilidades incrementales que efectivamente obtenga la microempresa como resultado de la instrumentación del Plan de Negocio. La mujer microempresaria puede concertar con su ODF cualquier opción para instrumentar el compromiso de compartir: 25 % anual o 50 % semestral o bien 100 % trimestral. En el caso de la mujer empresaria que recibe el soporte de la ODF a través del Esquema de Respaldo Individual, el Plan de Negocio es un programa individual, que registra el compromiso de un esfuerzo compartido de la ODF y la empresaria, un plan en el que se plasman tanto el compromiso de oferta productiva que asume la microproductora, como la meta concreta de ingresos adicionales que se proponen alcanzar ambos en el siguiente período (trimestre, semestre o año), así como las acciones que habrán de instrumentar para lograr tal propósito. También se formaliza el compromiso específico de compartir las ganancias adicionales en el caso de que estas lleguen efectivamente a registrarse. En este caso, en adición al ingreso para cubrir gastos operativos que percibe la ODF al retener el equivalente del 10 % de las ventas que realiza para las mujeres microproductoras, puede percibir un ingreso adicional cuyo límite depende únicamente del éxito del esfuerzo que realice para obtener mejores precios para los insumos que requieren y los bienes que producen las mujeres microproductoras. Una vez concertado un precio base sobre el trabajo de la microproductora, medido en piezas producidas y horas

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de trabajo requerido, este debe prevalecer en todas las operaciones del trimestre. La ODF, sin embargo, puede percibir como ingreso el importe de la diferencia entre el precio base acordado y el precio al que efectivamente logre adquirir los insumos y colocar la oferta de la microproductora. Para el siguiente trimestre, la ODF está obligada a transferir la ganancia adicional a la mujer microproductora. De esta manera, en términos anuales, la ODF y la microproductora comparten un cuarto y tres cuartos, respectivamente de los ingresos adicionales que se obtiene como resultado de su esfuerzo conjunto.

Los Planes de Negocio Para impulsar un proceso gradual de culturización empresarial y asegurar un efectivo desarrollo de las empresas, el Programa otorga una importancia significativa a los “Planes de Negocio”, que las microempresarias y microproductoras deben diseñar e instrumentar conjuntamente con sus ODF´s, para obtener metas específicas de utilidad incremental o ingreso adicional. Este instrumento no se refiere a los planes de negocio que responden a técnicas y criterios tradicionales y que son generalmente diseñados para empresas de otras dimensiones, se trata de planes de acción acordes con la realidad de las muy pequeñas unidades productivas y de las mujeres microempresarias. Se sustentan en una metodología sencilla para que, mediante un trabajo de análisis conjunto, la ODF y cada microempresaria o microproductora identifiquen con orden aquellas acciones que con el menor cambio, costo, tiempo y esfuerzo, les permitirán obtener su meta específica de utilidades incrementales. .

La vinculación y el encadenamiento productivo El Programa reconoce también que las mujeres empresarias y productoras en México encuentran una de sus principales dificultades para evolucionar, en las deficiencias estructurales de su vinculación comercial con compradores y proveedores, las que se derivan no sólo de una reducida capacidad de negociación individual, sin también de la carencia de técnicas elementales de comercialización y de políticas y procedimientos adecuados de adquisición. Una de las más importantes tareas de la acción de fomento de las ODF´s, por lo tanto, es la de respaldar a las mujeres empresarias que optan por el Esquema de Respaldo Individual, para que logren una vinculación formal con mercados idóneos, estables y permanentes; así como una eficaz y perdurable articulación con las fuentes eficientes de proveeduría de insumos, materias primas y servicios; todo ello con el propósito final de consolidar la efectiva incorporación de las microempresas al encadenamiento productivo de la economía moderna y, por cierto, formal.

un vínculo eficiente de articulación productiva con las empresas, organizaciones e instituciones que operan en la economía moderna, en beneficio de la microproductoras. Esta es otra de las tareas de enlace y articulación fundamentales que le son encomendadas a la ODF.

La acción conjunta El Programa parte también del reconocimiento de que la principal limitación y desventaja de la pequeña unidad productiva, en particular de la microempresa, no se deriva de su condición de pequeña, sino de que actúa sola, en un contexto de actividad económica de cada vez más profunda y compleja interdependencia. Es una realidad, que para ciertas mujeres empresarias y productoras mexicanas, la única posibilidad de desarrollarse, y para otras incluso de que sus negocios sobrevivan, dependerá de su capacidad y de su decisión oportuna de conjugar esfuerzos con otras unidades productivas en actividades e inversiones diversas de beneficio común, con el fin de incrementar colectivamente su capacidad de competencia.

En el caso de las microempresas proveedoras, las ODF´s respaldan la concertación de compromisos formales de relación productiva con las pequeñas, medianas y grandes empresas, sobre todo de su respectiva localidad. La ODF, con el respaldo del Comité de Respaldo y en particular de NAFIN, promueve la concertación no sólo de acuerdos de subcontratación, sino también de programas integrales para el desarrollo de proveedores o sistemas distributivos.

La acción conjunta no se concibe, sin embargo, como la formación de una organización con carácter cooperativo o con sentido de fusión, sino como un instrumento activo de colaboración empresarial; como una alianza estratégica que, respetando el principio de la individualidad, propicia y facilita el esfuerzo conjunto para acrecentar la capacidad de negociación y de concreción colectiva; pero una alianza en la que los resultados y el ingreso para cada empresaria o productora, dependen directamente de la calidad y de la magnitud de su propio esfuerzo individual.

Por lo que hace a las mujeres productoras, que operan bajo el Esquema de Soporte Funcional, corresponde a la propia ODF asegurar

Las mujeres empresarias pueden participar en y retirarse de iniciativas de acción conjunta cuando lo estimen

conveniente en función de razonamientos de carácter estrictamente empresarial. No prevalecen compromisos contractuales de participación. La experiencia demuestra que la acción conjunta se da efectivamente cuando persiste la libertad de no participar en ella, cuando así se estime conveniente. No se aplican tampoco incentivos especiales que tienden a distorsionar el sentido del esfuerzo colectivo, el cual se considera que debe surgir siempre de la convicción de que, en virtud de las ventajas de orden empresarial y con relación a cada iniciativa en lo particular, es mejor hacerlo de manera conjunta que en forma individual. Si la iniciativa de acción colectiva no contribuye a elevar en la realidad las utilidades y los ingresos de las participantes, carece de sentido. La ODF actúa como instrumento promotor y catalizador de la acción conjunta. Un servicio por el que no podrá recibir ingreso directo alguno, pero que sí le reporta beneficios cuando el esfuerzo colectivo de las mujeres empresarias y productoras participantes se traduce efectivamente en lo que sí comparten con la ODF, es decir, las utilidades incrementales o los ingresos adicionales, justificación única del esfuerzo compartido. El modelo de colaboración y esfuerzo compartido del programa tiene una característica particular que lo distingue y diferencia del resto de los mecanismos de asociacionismo que operan en el país; En este caso, el ponerse de acuerdo entre los participantes no es un requisito previo ni tampoco es indispensable para instrumentar una iniciativa de acción conjunta; las microproductoras y microempresarias tienen que ponerse de acuerdo únicamente con su ODF, que trabaja para ellas, pero no se requiere de la concertación con las demás participantes. El esfuerzo conjunto puede darse aún con participantes que disienten, ya que el éxito del esfuerzo compartido se convierte en el objetivo y la razón del ingreso de la ODF.

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4. EL FONDO DE COMPETITIVIDAD Y DESARROLLO (FCD) Los Fondos de Competitividad y Desarrollo (FCD´s) han sido diseñados como instrumentos dinámicos que permiten impulsar el desarrollo de las respectivas unidades y prácticas productivas en el corto plazo y mejorar los niveles de bienestar de empresarias y productoras en el mediano y largo plazos, facilitando, en paralelo, el acceso al financiamiento. Las integrantes de la Comunidad del Proyecto, como únicas propietarias y beneficiarias de los Fondos, son las responsables directas de cuidar y acrecentar los recursos correspondientes. Los Fondos de Competitividad y Desarrollo (FCD) se integran exclusivamente con lo que aporten las integrantes de la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) De hecho al registrase como participantes en el Proyecto microempresarias y microproductoras asumen el compromiso de aportar al FCD un mínimo equivalente al 10 % de sus nuevos ingresos, por supuesto los derivados de su participación y de la instrumentación de los Planes de Negocio que acordaron con su ODF. Las mujeres empresarias que opten por el Esquema de Respaldo Individual y reciban un crédito agregarán su aportación al depósito que deberán hacer para reponer al Fondo de Competitividad y Desarrollo los recursos que se utilizan para amortizar el crédito que le fue concedido. Las mujeres productoras que prefieren operar bajo el esquema de Soporte

Funcional encomiendan a su Organización de Fomento que de todos los pagos concertados que deba efectuarles por su trabajo, deduzca un 10% y lo deposite directamente en el Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) Los FCD se constituyen como fideicomisos en bancos comerciales que actúan como institución fiduciaria, conforme a las disposiciones normativas y contractuales proporcionadas por el Programa. El Comité Técnico respectivo es integrado por los siete miembros del Consejo de Administración de la ODF que representan a la Comunidad Microempresarial del Proyecto. Para activar de inmediato la constitución y el funcionamiento de estos fondos, los Agentes Locales y Externos, en especial los gobiernos estatales y municipales, y en ciertos casos, la Secretaría de Desarrollo Social, por conducto de la Coordinación del Programa Nacional de Apoyo para las Empresas de Solidaridad (FONAES), efectúan donaciones a la Comunidad del Proyecto (CMP) para que realice los depósitos iniciales en su FCD. Las empresarias y productoras hacen los depósitos necesarios para acrecentar gradualmente la capacidad de los FCD y ampliar, en consecuencia, la magnitud y el alcance de los beneficios previstos: Los Agentes Locales y Externos pueden asimismo, colocar recursos en posición de riesgo y respaldo en forma temporal, es decir con derecho a recuperación conforme se vayan obteniendo las ganancias adicionales. En tales casos el Consejo de Administración de la ODF instruye al Director (a) para que de la retención que se le encomienda realizar (10% del ingreso de la microproductora) destine la mitad (5%) para reintegrar gradualmente al Agente Local o Externo la aportación temporal que efectuó. Los recursos se depositan regularmente en la cuenta que señale el agente aportante.

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En el caso de las mujeres microempresarias que opten opera bajo el Esquema de Respaldo Individual, podrán realizar los depósitos directamente en la cuenta del aportante o bien solicitar este servicio a su ODF. Un Agente Local, Nacional o Externo puede apoyar también un Proyecto canalizando su respaldo temporal por conducto de la apertura de una carta de crédito irrevocable, una garantía bancaria, una línea de sobregiro o algún otro instrumento bancario de respaldo contingente, el que podrá activar la institución fiduciaria que administre el Fondo de Competitividad y Desarrollo, únicamente en el caso extremo que la totalidad de los recursos disponibles en el propio FCD se hayan agotado en virtud de haber sido utilizados para cubrir obligaciones de pago de créditos recibidos por la ODF o las microempresarias de la CMP, y no haberse realizado las reposiciones correspondientes. En este caso, los agentes aportantes podrán ir cancelando gradualmente su respaldo contingente, conforme las ODF´s y las microempresas de la CMP vayan efectuando aportaciones adicionales al FCD. (por cantidades que no superen el 50 % de los nuevos depósitos)

El destino de recursos del FCD

los

Los recursos que se van depositando en el Fondo, al igual que los rendimientos correspondientes, se distribuyen en forma equitativa (50% / 50%) en los dos Componentes que lo integran: un primer Componente de Competitividad y un segundo Componente de Desarrollo, que funcionan con los siguientes propósitos particulares:

gastos e inversiones que contribuyan al incremento de la competitividad colectiva de las integrantes de la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP)

xi.

Establecimiento individual o conjunto con otras ODF´s, de centros para el almacenaje, distribución y/o venta de sus productos en México y en el exterior.

xii.

Participación en el Sistema de Información Especializada para Microempresas del Programa y vinculación con centros de información y bancos de datos.

xiii.

Estudios e investigaciones de mercado de interés para la CMP.

Los gastos e inversiones que se consideran elegibles son los siguientes:

i.

Asesoría técnica y capacitación a las integrantes de la CMP y al personal de la ODF.

ii.

Desarrollo de la imagen corporativa de la ODF.

iii.

Fortalecimiento institucional de las ODF´s.

iv.

Diseño e impresión de catálogos, folletos y material promocional.

v.

Co-financiamiento programas y proyectos respaldo especializado instituciones formales respaldo empresarial.

de de con de

vi.

Capitalización de experiencias, tanto en México como en el exterior, a través de la invitación de expertos y visitas de investigación.

vii.

Registro audiovisual y documental de la evolución del Proyecto y de casos exitosos.

viii.

Desarrollo y/o adquisición de modelos prototipo de organización productiva, especializados en la capitalización de ventajas competitivas de microempresas.

ix.

Componente de Competitividad: x. Con los recursos de este Componente, se pueden cubrir exclusivamente

acciones de promoción de ventas.

Adquisición de muestras, diseños, prototipos e innovaciones tecnológicas. Participación en ferias y exposiciones nacionales y del exterior, viajes de negocio y

A solicitud de las ODF´s, Nacional Financiera puede ampliar esta relación de gastos elegibles con otras iniciativas que clara y efectivamente contribuyan al incremento de la competitividad colectiva de las integrantes de las CMP´s. Los recursos de este Componente de Competitividad en todos los FCD que se forman, son administrados de manera exclusiva por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en virtud del Proyecto Conjunto concertado con NAFIN para fortalecer el funcionamiento del Programa Global para el Desarrollo de la Microempresa. Como parte de las acciones de este Proyecto Conjunto, un asesor externo con experiencia internacional en desarrollo microempresarial, colabora con las ODF´s en la formulación de los proyectos de inversión y gasto, en los que promueve también la participación conjunta de diversas ODF´s. La utilización de los recursos debe ser invariablemente autorizada por el Consejo de administración de la ODF.

Componente de Desarrollo: Después de tres años, es decir al iniciar el cuarto año a partir de la fecha

de la constitución del Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD), los recursos del Componente de Desarrollo podrán ser utilizados individualmente por las integrantes de la CMP para alguno o varios de los siguientes cinco propósitos particulares: i.

Cubrir gastos médicos de las integrantes de la CMP y de sus familiares en primer grado.

ii.

Cubrir gastos educativos de los hijos de las integrantes de la CMP, de acuerdo con los criterios de elegibilidad que determine el Consejo de Administración de la ODF.

iii.

Cubrir gastos de mejoramiento o autoconstrucción de vivienda o bien formar una cuenta de respaldo con el fin de acceder a un financiamiento de largo plazo para similar propósito.

iv.

Formar una cuenta individual de retiro cuyo beneficio puede activarse al cumplir 60 años de edad.

v.

Realizar inversiones beneficio comunitario.

de

Cada una de las integrantes de la CMP decidirá sobre el destino que desea otorgar a los recursos que le correspondan en el Componente de Desarrollo del FCD, a los que podrá acceder en proporción equivalente al porcentaje que represente el importe de sus aportaciones individuales al FCD, dentro del total de aportaciones de las integrantes de la CMP. En caso de fallecimiento de una integrante de la CMP, su pareja y, en su caso sus hijos, recibirán los beneficios de este Componente, tal como si fueran integrantes de la CMP, o si lo prefieren, se les otorgará el importe en efectivo que corresponda, para cubrir los correspondientes gastos de defunción.

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También en el caso de este componente, la utilización de los recursos deberá ser invariablemente autorizada por el Consejo de Administración de la ODF.

Los Fondos como respaldo de la ODF El FCD actúa también como un fideicomiso de inversión y por encomienda de la CMP en calidad de fideicomitente, utiliza recursos del Fondo para constituir el capital social de la ODF. Se realiza también una aportación adicional con el fin de que la ODF pueda cubrir sus gastos e inversiones iniciales, incluyéndose el respaldo para asegurar el ingreso base del Director (a) Una vez que la ODF genera ingresos suficientes para financiar su operación, la CMP retira gradualmente el importe de capital adicional aportado para reintegrarlo al FCD.

Los Fondos como vehículo de pago Las ODF´s y las propias mujeres empresarias o productoras utilizan al Componente de Desarrollo de sus Fondos como vehículo de pago de sus obligaciones de crédito. De esta manera, al presentarse un vencimiento conforme al calendario de pagos, la institución fiduciaria dispone de los recursos del FCD, específicamente del Componente de Desarrollo, para cubrir oportunamente a NAFIN o al intermediario financiero que la sustituya, las amortizaciones y el pago de intereses previsto. Si llegan a agotarse los recursos de este Componente, se dispone de los recursos depositados en la Subcuenta del Componente de Competitividad.

reciba, como reposición, por parte de la ODF y/o de las microempresas acreditadas, se reduce en consecuencia el importe del Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) y se entrega un reporte de faltante al Consejo de Administración de la ODF, que asume el compromiso de informar con detalle del incumplimiento a las integrantes de la CMP. De esta manera, son los Fondos de Competitividad y Desarrollo la fuente directa de pago de los créditos otorgados a las ODF´s y/o a las microempresas integrantes de la CMP, las que efectúan sus depósitos para reponer y acrecentar los recursos del fondo comunitario. El compromiso de cumplimiento oportuno de obligaciones de pago se asume, por lo tanto, con la propia Comunidad Microempresarial del Proyecto. Cuando una microempresa efectúa la reposición prevista con retraso, deberá efectuar una aportación adicional al FCD en un importe equivalente al resultado de aplicar un peso por cada cien pesos del pago correspondiente, por cada día de retraso. De esta manera la microempresaria corresponde a la Comunidad Microempresarial del Proyecto por haber hecho frente a su incumplimiento con recursos comunitarios. Si el incumplimiento se prolonga más allá del plazo de espera que determine el Consejo de Administración de la ODF, la microempresaria morosa puede ser retirada temporal o definitivamente de la Comunidad Microempresarial del Proyecto, en cuyo caso pierde por supuesto sus derechos sobre los correspondientes beneficios, incluyendo los del Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD)

Cuando el importe de los recursos que destina la institución fiduciaria a la liquidación de obligaciones crediticias resulta superior a la cantidad que

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5. EL ESQUEMA DE FINANCIAMIENTO

Las Líneas de Exposición de Riesgo NAFIN abre líneas de financiamiento en beneficio de las Comunidades Microempresariales de cada Proyecto (CMP), cuyo importe es en un inicio equivalente al doble de los recursos depositados en el Fondo de Competitividad y Desarrollo durante los primeros tres meses. El comportamiento de las líneas es dinámico y puede incrementarse o disminuirse en función del grado de cumplimiento de obligaciones crediticias que registren la ODF y las mujeres empresarias que integren la respectiva CMP. Si durante cada semestre el Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) sufre una disminución por incumplimientos de las ODF´s y/o mujeres empresarias acreditadas, en una proporción que no supere el 5% del depósito inicial, al concluir cada período, la línea de exposición de riesgo, y en consecuencia el fondeo de NAFIN, se duplica semestralmente hasta representar, en un plazo de dos años y medio, 64 veces el depósito inicial que se realice. Si en cambio, la disminución por incumplimiento excede al 5.0% y es menor o igual al 10%, la relación de apalancamiento de la línea no se modifica en el siguiente semestre y el importe global de financiamiento tampoco se altera. En el caso extremo de que el nivel de afectación represente más del 10% del depósito inicial del Fondo, el monto de la línea de exposición de riesgo de NAFIN se

reducirá a la mitad durante el siguiente período, y así sucesivamente.

pudiendo optar por alguna de las siguientes alternativas:

El grado de respaldo de NAFIN y, en su oportunidad, de otros intermediarios financieros de primer piso, lo determinan de esta manera las ODF´s y sobre todo las propias mujeres empresarias y productoras, quienes podrán acceder a financiamientos de cuantía creciente en la medida en que se vayan confirmando como sujetos de crédito confiables a través del oportuno cumplimiento de sus compromisos de pago y de sus obligaciones empresariales, para trascender de manera gradual pero efectiva a la economía formal.

i) Conservar la propiedad de los activos y administrarlos para otorgar un servicio de interés común a las integrantes de la CMP, en la inteligencia de que cobrará por el servicio únicamente el importe proporcional de su amortización, así como de su operación cuando requiere contratar personal para su utilización, pero no podrá obtener ganancia por este concepto.

La metodología de microcrédito

ii) Facilitar los activos a las integrantes de la CMP mediante operaciones de arrendamiento puro, en el que el importe y la programación de rentas deberá permitir la respectiva previsión de depreciación y la oportuna amortización de los créditos.

El financiamiento adoptará dos modalidades en términos de procedimiento, dependiendo del Esquema de Respaldo por que opten las microempresarias y microproductoras (Respaldo Individual o Soporte Funcional)

iii) Facilitar los activos a las integrantes de la CMP en calidad de préstamo, en cuyo caso se acuerda un ajuste temporal en el precio de compraventa de sus productos, que también permita a la ODF cumplir oportunamente con la obligación financiera correspondiente.

a) Bajo el Esquema de Soporte Funcional

Bajo este esquema, el acceso a la línea de financiamiento se da de manera automática, basta la presentación de la autorización del Consejo de Administración de la ODF y de la instrucción que el Comité Técnico del FCD otorga a la institución fiduciaria para que conforme a un cierto calendario, utilice los recursos del propio Fondo de Competitividad y Desarrollo como fuente de pago automático en la operación.

Bajo el Esquema de Soporte Funcional, la entidad acreditada será siempre la ODF, que utiliza los créditos de capital de trabajo para adquirir las materias primas e insumos de producción y para otorgar anticipos a las mujeres productoras. Como se utiliza al Fondo de Competitividad y Desarrollo como vehículo de pago, para cada crédito será necesario obtener la autorización expresa de la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP), por conducto del Consejo de Administración de la propia ODF. Por lo que hace a inversiones de activos fijos, la ODF recibe directamente el crédito de NAFIN y efectúa también la adquisición directa,

b) Bajo el Esquema de Respaldo Individual Bajo este esquema, el respaldo crediticio se otorga a las microempresas conforme a las siguientes disposiciones normativas:

Requisitos para acceder al financiamiento Para acceder al financiamiento, la mujer empresaria que participa en el Programa bajo el Esquema de Respaldo Individual, debe, en primer término, concertar con su ODF un Plan de Negocio, con el propósito expreso de alcanzar una meta convenida de utilidades incrementales. De hecho, únicamente pueden ser objeto de respaldo crediticio los requerimientos que se han determinado como necesarios para instrumentar el Plan de Negocio respectivo. El Programa no apoya otros requerimientos financieros que estén desvinculados de los Planes de Negocio. Adicionalmente, las microempresas deben cumplir con los siguientes requisitos: i. Presentar Solicitud de Crédito, con firmas de respaldo de tres integrantes de la CMP, mediante las cuales proporcionan su opinión favorable sobre la confiabilidad y solvencia moral de la mujer empresaria solicitante, y autorizan la utilización del Fondo de Competitividad y Desarrollo (FCD) como vehículo de pago automático en la operación de crédito. ii) Contar con Cédula de Registro Federal de Contribuyentes. iii) Demostrar haber vivido cuando menos dos años, durante los últimos cinco, en la población de la CMP. iv) No mantener adeudos vencidos con instituciones formales o informales de financiamiento, ni con proveedores o arrendadores de inmuebles. De no ser así, la ODF podrá respaldar a la mujer empresaria en la negociación para la regularización o reestructuración correspondiente. v) Demostrar, en su caso, el cumplimiento de obligaciones laborales básicas en favor de sus

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trabajadores (salario seguridad social)

mínimo

y

vi) Presentar Carta de Bienes Muebles, en la que la mujer empresaria señala, si tal es el caso, la propiedad de tres tipos de bienes muebles (automóvil, televisión y videograbadora) y se compromete a que al suscitarse un incumplimiento de sus obligaciones de pago, entregará de inmediato dichos bienes a la ODF, solicitándole que los venda y que el producto correspondiente lo deposite en el Fondo de Competitividad y Desarrollo. Este mecanismo de compensación no tiene formalización jurídica, constituye tan sólo un compromiso moral de la mujer empresaria con la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) Si la mujer empresaria no está dispuesta o en condiciones de cumplir con estos requisitos, siempre podrá participar en el Proyecto a través del Esquema de Soporte Funcional, en calidad de mujer productora.

Importe del financiamiento La mujer empresaria puede recibir un primer crédito con recursos del Programa, hasta por un importe equivalente al del último crédito que haya recibido de una institución formal o informal de financiamiento y que demuestre haber liquidado oportunamente, es decir conforme al calendario de pagos correspondiente. Si no dispone de este precedente, la mujer empresaria puede recibir un primer crédito por una cantidad no superior a cinco mil pesos ($5,000.00) Si una mujer empresaria recibe un crédito del Programa y cumple sus obligaciones de pago sin registrar retraso alguno, ella misma abrirá gradualmente su acceso a un respaldo financiero creciente. En este caso, la microempresaria podrá recibir de manera automática, es decir sin que un órgano de decisión lo tenga que autorizar en forma previa, un crédito

subsiguiente por una cantidad de hasta 1.5 veces el importe del crédito liquidado oportunamente, y precisamente en los mismos términos y condiciones con que se formalizó el anterior. De esta manera, el Programa irá otorgando un reconocimiento concreto a la mujer empresaria que confirma en la realidad su buen prestigio en cuanto al cumplimiento de las obligaciones y compromisos que contrae. El Programa establece una limitación al importe de los créditos con el propósito de evitar la concentración excesiva de riesgos, por lo que una empresa en lo particular, no puede recibir un crédito cuyo importe rebase el cinco por ciento (5%) del importe de la línea de exposición de riesgo de NAFIN en favor de la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) Con la finalidad, por otra parte, de asegurar un involucramiento comprometido de las emprendedoras, para el establecimiento de “nuevas microempresas”, se establece como requisito para otorgar un crédito con recursos del Programa, que al menos un 40% de la inversión total se financie con aportación accionaria de la o las mujeres inversionistas.

Calificación de elegibilidad.autorización de los créditos Las ODF´s establecen una alianza estratégica con NAFIN, en una primera etapa, y con intermediarios financieros formales posteriormente, mediante la cual la ODF asume el compromiso de calificar la elegibilidad de las solicitudes de financiamiento conforme a la metodología proporcionada por el Programa. La calificación de elegibilidad de un crédito, bajo el Esquema de Respaldo Individual, se delega al Director (a) de

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la ODF en operaciones que no rebasen los veinte mil pesos ($20,000.00) Su Consejo de Administración recibe facultades iniciales para confirmar la elegibilidad de créditos con importe de hasta cincuenta mil pesos ($50,000.00) En ambos casos, la autorización y operación de los créditos es automática. Las solicitudes de importe superior son calificadas y autorizadas por los Comités Estatales de Financiamiento de NAFIN. Estas cantidades límite, se duplican semestralmente hasta en dos ocasiones, si al concluir cada período, el importe acumulado de eventuales incumplimientos de crédito no representa más del 5% del depósito inicial del Fondo de Competitividad y Desarrollo. Por esta tarea de análisis de riesgo, evaluación de proyecto, confirmación de solvencia y calificación de elegibilidad, la ODF no percibe margen ni comisión. De hecho, la ODF no recibe ingreso alguno por su intervención en el financiamiento, o mejor dicho, únicamente obtiene beneficios si el crédito recibido por la mujer empresaria efectivamente contribuye a generar utilidades incrementales, de las que la ODF sí participa en forma minoritaria.

Tasa de interés Por lo que respecta al costo de los recursos, el Programa reconoce que aun siendo paradójico, es absolutamente cierto que la microempresa dispone de una mayor capacidad para asimilar el impacto de tasas de interés más elevadas que las que prevalecen en el mercado para otros estratos empresariales, ya que existe una relación inversamente proporcional entre las dimensiones de las empresas y los negocios, y la tasa interna de retorno financiero. Esta considerable mayor capacidad relativa de pago, otorga a la microempresa la posibilidad de cubrir los también relativamente elevados costos operativos de su acceso al

crédito y de compensar la alta percepción de riesgo con que la ha calificado tradicionalmente el sistema financiero formal. Se requiere, por supuesto, de un sistema dinámico y una tecnología de microfinanciamiento especializada, como los que contempla el Programa para operar sobre bases de rentabilidad. Si bien resulta saludable desechar el mito de que la microempresa requiere de tasas subsidiadas en sus créditos, también es conveniente dejar muy claro que de ninguna manera, este reconocimiento significa aceptar, que la microempresa y las productoras de bajos ingresos pueden absorber, siempre y en todos los casos, tasas de interés excesivas y desproporcionadas en términos reales, sobre todo cuando se trata de actividades de transformación y del financiamiento de inversiones de activos fijos. Es importante reconocer que lo verdaderamente relevante para las más pequeñas unidades productivas es el acceso efectivo y oportuno a un crédito adecuado, pero es igualmente significativo aceptar que si a través de tasas de interés indiscriminadamente elevadas, se le retira la totalidad del excedente generado a la microempresaria o a la microproductora, seguramente se estará contribuyendo a la rentabilidad del intermediario financiero, pero de ninguna manera al desarrollo empresarial o al combate de la pobreza. En el Programa, la microempresa que reciba un crédito cubre la amortización y el costo financiero mediante pagos fijos, que reflejan la aplicación de una tasa de interés equivalente a la que pagaría la microempresa a una institución bancaria, si efectivamente tuviera acceso a su respaldo financiero. En otros términos, la microempresa recibe un tratamiento similar al de un cliente predilecto de un banco comercial, no obstante el reducido importe de su crédito y aun sin disponer del buen precedente que exigen los bancos comerciales.

El Programa está en condición de aplicar una tasa de interés similar a la que aplica el sector bancario para otros estratos porque las tareas operativas que incrementan relativa y sensiblemente los costos para las instituciones financieras, las realiza en el Programa la ODF y, de hecho, los costos los cubren las propias Comunidades Microempresariales de Proyecto, con recursos de las utilidades incrementales. El establecimiento de un fondo de garantía o contingencia que también incrementa costos y, en consecuencia, tasas de interés en los mecanismos tradicionales, se sustituye en el Programa con los Fondos de Competitividad y Desarrollo, que se establecen fuera de las instituciones acreedoras. Fondos que son propiedad no del intermediario financiero, sino de la propia CMP. Es decir, que a diferencia de los esquemas convencionales, si las microempresarias cumplen sus obligaciones de pago, los recursos del fondo no se transfieren a la institución crediticia sino que permanecen en propiedad de las mujeres empresarias. Por otra parte, NAFIN no pretende permanecer indefinidamente como institución financiera de primer piso. El propósito del Programa en materia de respaldo financiero, es que las microempresarias reciban la oportunidad de demostrar a las instituciones formales de intermediación financiera que son sujetos de crédito confiable; el propósito es también otorgar la oportunidad a los bancos comerciales y demás intermediarios financieros formales para que corroboren que las microempresas de mujeres pueden ser clientes atractivos desde un enfoque de negocio bancario.

La modalidad de créditoarrendamiento El Programa otorga una importancia singular al crédito refaccionario, ya que sólo a través de la inversión de

activos fijos se logra la modernización productiva y la formación bruta de capital por parte de las microempresas. En este caso, el Esquema de Financiamiento contempla un mecanismo especial, mediante el cual la propia ODF recibe los créditos de NAFIN o de otro intermediario financiero, adquiere directamente los activos fijos que demandan las mujeres empresarias y realiza, en paralelo, contratos de arrendamiento con cada una de las microempresarias, las que asumen la obligación de cubrir oportunamente el importe de las rentas acordadas y adquieren el derecho de recibir la propiedad de los bienes al final del proceso, mediante un pago mínimo acordado. El importe de las rentas que también deberá depositarse en el Fondo de Competitividad y Desarrollo, deberá permitir a la ODF cubrir las amortizaciones del crédito además de cubrir las reservas correspondientes por depreciación. La beneficiaria de este procedimiento compromete también su acuerdo para que, ante su eventual imposibilidad de cubrir sus compromisos financieros, los bienes y los derechos sean transferidos de manera automática a otra mujer empresaria que acepte sustituirla en el compromiso de continuar cumpliendo las obligaciones contractuales de arrendamiento. En esta eventualidad, la mujer empresaria que recibe y utiliza los bienes, capitaliza en su beneficio las rentasamortizaciones que haya cubierto la anterior arrendataria y depositaria de los bienes.

El Programa pretende impulsar y respaldar el desarrollo integral de microempresas y productoras, y aunque acepta la importancia de que éstas accedan al respaldo financiero,

también reconoce que no basta el crédito, y que tanto la mujer empresaria, como la mujer productora, requieren de un respaldo complementario en materia de información, asesoría técnica, capacitación, promoción comercial y soporte tecnológico, para

EL RESPALDO DE NAFIN A LAS ODF´S Nacional Financiera induce, financia, facilita y complementa el esfuerzo de las ODF´s, pero no las sustituye en la responsabilidad de impulsar y respaldar a las mujeres empresarias y productoras que integran su universo de atención. NAFIN sí realiza en cambio un esfuerzo continuo para proporcionar respaldo a las ODF´s a través de las siguientes vertientes de acción:

a) Elabora y proporciona manuales de operación y guías de orientación para el mejor desempeño de las tareas y funciones de las ODF´s, y suministra además información en forma continua, a través de artículos, documentos y bibliografía sobre temas relacionados con el fomento y desarrollo de la microempresa y la participación de la mujer en las actividades productivas y empresariales.

b) Diseña e instrumenta un programa permanente de formación y superación profesional para los Directores y/o Directoras Generales y el personal técnico de las ODF´s, tanto en materia de administración empresarial como de formación de empresarios.

c) Promueve acuerdos de cooperación con las instituciones públicas, privadas y sociales con capacidad de proporcionar respaldo a las mujeres que integran la Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP)

d) Difunde entre las ODF´s, por diversos medios, los resultados particulares de la acción de fomento de cada una de las propias ODF´s, y organiza encuentros para fortalecer la intercomunicación y el intercambio de experiencias y recomendaciones.

e) Lleva a cabo una labor de monitoreo permanente, con la finalidad de asegurar que cada ODF cumpla de manera estricta con las disposiciones normativas del Programa, y emite periódicamente una calificación sobre la eficiencia y la eficacia de su funcionamiento.

f) Coparticipa con las ODF´s en la promoción nacional e internacional de sus

6. Los servicios de respaldo integral

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productos y servicios y las respalda en las negociaciones para obtener términos y condiciones más favorables con proveedores de bienes y servicios y con empresas y entidades compradoras de México y del exterior.

g) Identifica y negocia el respaldo técnico y financiero de organismos internacionales, de agencias bilaterales y fundaciones de cooperación para el desarrollo y de respaldo a la mujer, en beneficio de las ODF´s y las Comunidades Microempresariales de Proyecto (CMP´s) En particular, actúa como interlocutor del sistema con las organizaciones de "Comercio Justo" en el país y en el exterior.

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efectivamente desarrollarse y participar con éxito en una economía moderna y competida.

El respaldo de Promoción Comercial Las mujeres empresarias, y en particular las mujeres productoras, han afrontado sistemáticamente diversas limitaciones de orden estructural para identificar y sobre todo para negociar en los mercados más atractivos y convenientes, como son a los que acude la población de elevados niveles de cultura e ingresos, y que resultan sin lugar a dudas los idóneos para canalizar productos diferenciados y exclusivos que deben convertirse en la especialidad de las más pequeñas unidades productivas. El Programa contempla como una directriz fundamental de su acción de fomento, la acción promocional para redireccionar la oferta de las microempresas y microproductoras hacia nichos particulares de demanda diferenciada, para cuyo abastecimiento la unidad productiva de pequeñas dimensiones dispone de ventajas competitivas importantes. La experiencia demuestra, por otra parte, que cuando la mujer en México recibe un respaldo adecuado, participa con entusiasmo y compromiso creciente en las actividades empresariales y productivas, pero también se ha puesto de manifiesto que sus responsabilidades y sus tareas en el hogar, impiden a las mujeres empresarias y productoras abandonar temporalmente sus comunidades y acudir directamente a los mercados en que sus productos pueden ser mejor apreciados y, por lo tanto, vendidos a un precio más acorde con la calidad e intensidad de su esfuerzo laboral. Con el propósito de disminuir esta limitación estructural y fortalecer la capacidad de comercialización de las mujeres empresarias y productoras, el Programa contempla la promoción y el

respaldo para el establecimiento progresivo de centros de comercialización en las principales ciudades del país, que como empresas comerciales propiedad de las propias Comunidades Microempresariales de los Proyectos, adquieran a las Organizaciones de Fomento y vendan los productos elaborados por las microempresas y microproductoras que participen en el Programa. NAFIN trabaja en la concertación de acuerdos de colaboración con grandes cadenas comerciales y tiendas de autoservicio, mediante los cuales se pretende invertir el proceso y que las Comunidades Microempresariales de Proyecto (CMP´s) produzcan lo que demandan los mercados, tomando en particular consideración las recomendaciones de quienes sustentan el éxito de su operación comercial en la adecuada interpretación de las necesidades, deseos y requerimientos particulares de los consumidores. Con los pequeños establecimientos comerciales, se promueve la formación de Organizaciones de Fomento (ODF´s), que no sólo permitan consolidar requerimientos e incrementar la capacidad de negociación con las grandes firmas proveedoras, sino que hagan posible una adecuada y eficaz comunicación económica con las microproductoras y microempresarias que participen en el Programa. Esta relación por conducto de sus respectivas ODF´s, deberá permitir una importante alianza entre las más pequeñas unidades productivas y comerciales del país, para atender con productos exclusivos y diferenciados los requerimientos de cada nicho de mercado. NAFIN, conjuntamente con las ODF´s y con la colaboración de ciertos Agentes Nacionales y Externos, trabajan en el diseño e instrumentación de una estrategia conjunta de exportación, que considere el establecimiento en el exterior con el fin de llevar a cabo la importación desde otros países de los productos que elaboran las CMP´s, así como la acción conjunta en la promoción y la

operación de comercio exterior. En especial, NAFIN buscará establecer una relación formal de colaboración con las diferentes organizaciones que en diversos países de Europa y Norteamérica promueven el "comercio justo" como un instrumento de equidad y equilibrio en las relaciones económicas entre países industrializados y países en desarrollo.

El desarrollo empresarial y la información Los Comités de Respaldo en cada Proyecto, apoyan a las ODF´s en su vinculación con centros de información y bancos de datos, tanto nacionales como del exterior. NAFIN, por su parte, promueve y organiza la realización conjunta de investigaciones y estudios, para obtener información específica de interés para las mujeres empresarias y productoras. NAFIN impulsa además la formación de un Sistema de Información Especializada para la Microempresa, que considera, por una parte, el adiestramiento del personal de las ODF´s en materia de informática microempresarial, y por otra, la realización de encuestas para identificar las principales interrogantes de orden empresarial que se formulan empresarias y productoras, y las investigaciones para obtener las correspondientes respuestas.

El desarrollo empresarial y la capacitación Las ODF´s apoyan a las mujeres empresarias y productoras en la identificación de los requerimientos específicos de capacitación para instrumentar sus Planes de Negocio, así como en la negociación y contratación de los servicios

correspondientes, tanto con expertos independientes, como con las instituciones que conformen la infraestructura de respaldo especializado en cada región, para lo cual mantendrán una estrecha coordinación con los programas oficiales de capacitación para el trabajo y de superación profesional empresarial. Además de promover la vinculación de las ODF´s con universidades y centros de capacitación para el trabajo, NAFIN puede financiar en forma directa programas conjuntos de capacitación y concertar la organización de programas de cooperación entre instituciones de respaldo para la contratación compartida de instructores y la transferencia y elaboración de materiales didácticos. El respaldo en materia de capacitación es activo y se da en el contexto mismo en que se desenvuelven microempresas y productoras, por lo que los cursos y seminarios se realizan en los talleres y planteles más cercanos e incluso en los propios centros de trabajo, con base en sistemas abiertos y metodologías de aprendizaje pragmáticas, sencillas y especializadas. Partiendo del reconocimiento de que el mejor instructor de una empresaria es otra empresaria o empresario que lo esté haciendo bien, las ODF´s desempeñan una labor importante de enlace y organización para que las empresas más eficientes y exitosas de cada entidad federativa, participen de manera activa y comprometida en el esfuerzo general de capacitación y superación profesional de las mujeres empresarias y productoras que participan en Proyectos de la propia entidad.

El desarrollo empresarial y la asesoría técnica

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La ODF habrá de apoyar a las mujeres empresarias y productoras en la identificación y contratación de servicios de asesoría técnica con expertos en lo individual, o bien con despachos de consultoría y/o con universidades e instituciones de educación técnica, con los que se buscará concertar acuerdos de cooperación y asistencia recíproca. También en este caso las ODF´s promueven y organizan el respaldo de asesoría técnica que expertos de empresas grandes y medianas puedan canalizar en beneficio de las mujeres empresarias y productoras de cada Comunidad Microempresarial del Proyecto (CMP) Las empresas que proporcionan este respaldo se van integrando como Agentes Locales al Comité de Respaldo de cada Proyecto.

El desarrollo empresarial y el soporte tecnológico En un esfuerzo conjunto de NAFIN y las ODF´s, se impulsa la actualización tecnológica colectiva de mujeres empresarias y productoras, incentivando y facilitando la transferencia recíproca de innovaciones y mejoras técnicas y concertando iniciativas de investigación y desarrollo con las universidades y centros de investigación de la localidad, en programas especialmente diseñados para las pequeñas unidades productivas de mujeres. En este campo particular, resulta de la mayor importancia para las ODF´s identificar las mejoras técnicas e innovaciones desarrolladas por hombres y mujeres microempresarios y microproductores, para que, a través del Programa y mediante la transferencia y el vínculo con las demás ODF´s, no sólo se fortalezca la capacidad técnica general de los participantes, sino que además las innovaciones y mejoras se

conviertan en fuente adicional de ingreso y de utilidades incrementales para las propias mujeres empresarias y productoras que las generaron.

El diseño del Programa "Mujeres Empresarias Mujeres Productoras" ha tomado en particular consideración los resultados de una amplia investigación sobre los instrumentos, organismos e instituciones que promueven y respaldan el desarrollo de la microempresa en diversos países, pero particularmente en América Latina. El Programa se ha retroalimentado también con las aportaciones de diversas dependencias, agencias, instituciones y organizaciones mexicanas y del exterior, pero sobre todo, de los propios participantes en los proyectos piloto del Programa Global para el Desarrollo de la Microempresa. La iniciativa es dinámica y continuará actualizándose oportunamente para lograr con mayor plenitud y alcance su objetivo de impulsar el desarrollo integral de las mujeres empresarias y productoras del país.

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Comisión Nacional de la Mujer Río Elba Nº. 22 esq. Río Lerma Col. Cuauhtemoc Delegación Cuauhtemoc C.P. 06500 México, D.F. Tel. 52 11 65-68 Fax: 52 11 62-15 C.E.: [email protected]

NACIONAL FINANCIERA, S.N.C. Dirección Adjunta de Fomento Coordinación del Programa Global para el Desarrollo de la Microempresa Insurgentes Sur 1971, Torre III, piso 12, 01020, México D.F. Tel: 5325 6450/51 Fax: 5325 6497 C.E.: [email protected]

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