8 Cosas que no debes decir nunca a alguien que empieza una dieta

Todos hemos pasado por esto: anuncias tu nuevo objetivo, empiezas con buen pie y entonces aparece alguien que te amarga la fiesta. Todos necesitamos apoyo y ánimos de vez en cuando. Por eso debes intentar no convertirte en la persona que acaba amargando la fiesta a los demás. Si tienes algún amigo que está empezando a hacer dieta o a cambiar su alimentación, hay algunas cosas que jamás deberías decirle. Aprende a no meter la pata aunque sea con la mejor intención del mundo.

1. ““¿Estás comiendo una ensalada? ¿Solo hojas? ¿A caso eres un conejo? ¡Eres un conejo!”

Quizás pienses que tus bromas sobre los herbíveros tienen gracia, pero con tus comentarios graciosos te estás riendo de tu amiga por intentar mejorar su salud. Si ves que alguien escoge alimentos ricos en nutrientes y bajos en calorías, como por ejemplo las hortalizas de hoja verde, intenta evitar comentarios molestos y aplaude la iniciativa.

2. “¡Hala!, ¿cuántos puntos son?”

No te preocupes, tu compañero tiene una adicción a los puntos (¡aprobó la educación básica con unas notas brillantes!) El sistema de puntuaciones utilizado en muchos programas de pérdida de peso sirve Page 1 of 6

para ayudar a la gente a no pasarse con los alimentos hipercalóricos. Si tu amigo ha acumulado los puntos suficientes para acompañar sus verduritas con una porción de brie, puedes estar seguro de que ha llevado bien la cuenta. A nadie le gusta tener espectadores controlando su dieta.

3. “Esa dieta parece fraudulenta, deberías seguir esta dieta”.

Es inevitable encontrar gente convencida de que su “dieta milagrosa de albóndigas y mayonesa” es lo mejor que hay para perder peso. Sin embargo, los programas para perder peso gradualmente basados en alimentos nutritivos, como las frutas, las verduras, los cereales integrales y las proteínas magras, son más sostenibles que un batiburrillo de medidas drásticas. (Incluso el mismísimo Rocky Balboa tuvo que dedicar tiempo a ponerse en forma). Si los científicos no han descubierto aun una isla de carnívoros alimentándose a base de chuletones con una esperanza de vida excepcional y el secreto de la longevidad es porque no existe.

4. “Las dietas siempre fallan”.

¡Buena manera de motivar! Imagínate si Enrique V en medio de la batalla hubiera gritado “Entrad por la brecha… ¡seguramente dentro acabarán con nosotros!” Introducir pequeños cambios en tus hábitos de alimentación a largo plazo es un objetivo muy alcanzable. Además, contar con el apoyo del entorno hace que la gente tenga más posibilidades de alcanzar sus objetivos. Si quieres ayudar, intenta imitar a Edmund Hillary, famoso por estar entre los primeros en escalar el Everest. Hillary dijo en una ocasión: “No tienes que ser un héroe fantástico para hacer determinadas cosas, para competir. Puedes ser simplemente una persona normal y corriente con la motivación suficiente como para alcanzar objetivos desafiantes”.

5. “Por una vez puedes portarte mal”.

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Animar a tu amigo a portarse mal comiendo algo que sabes que va a interferir en sus esfuerzos por estar en forma, ser feliz y estar sano, no es precisamente una buena idea. De hecho, lo que en realidad estás sugiriendo, “por un día que engordes no pasa nada”, no es ni osado ni divertido. Ayuda a tus amigos a crear hábitos duraderos animándoles positivamente (“¡bien hecho!”), no refuerces esos hábitos que están intentando cambiar.

6. “No necesitas hacer dieta”.

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Tal y como se ha demostrado, tener la mandíbula cuadrada y el pelo engominado no son indicadores fiables de la buena salud de nuestro corazón (lo sentimos Superman). De la misma manera que no se te ocurriría decirle a alguien con la pierna rota que se pusiera a correr, ¿por qué quieres desanimar a alguien que está intentando mitigar los factores de riesgo de enfermedades graves como la diabetes tipo 2? En lugar de ello, intenta descubrir cuál es su criptonita y quizá aprenderás algo sobre comer saludablemente.

7. “¿Cuánto tiempo vas a seguir con esto?”

Los cambios en la alimentación son, al igual que el matrimonio, tener un hijo o leer todos los libros de Harry Potter, un compromiso a largo plazo. Tu amigo no “está a dieta” durante unas semanas, está realizando cambios de por vida en su alimentación y en sus hábitos de ejercicio. A lo largo del camino encontrará numerosos obstáculos, se convertirá en experto en nutrición y puede que vuele o no hacia una victoria Quidditch.

8. “Estás solo, yo voy a tomar el potaje con chorizo”.

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Las comidas que tienden a ridiculizarse por ser “saludables” pueden ser más sabrosas que sus homólogas bañadas en aceite o con grandes cantidades de sal. Y definitivamente tienen un sabor extraordinario si las servimos sin prejuicios. En lugar de mostrar a tu amigo lo que se está perdiendo, intenta ser solidario y empieza a comer saludablemente tú también. Los dos disfrutaréis más de la comida si uno no se siente mal por darse el gusto y el otro por mirar con deseo el plato de alitas fritas convertidas en una pila de huesos aceitosos que tiene enfrente.

Un consejo de HealthAhead: conviértete en animador

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No siempre es fácil cambiar tu estilo de vida, especialmente cuando el cambio consiste en reducir los caprichos sabrosos. Para la gente con problemas de sobrepeso u obesidad, adelgazar puede mejorar su salud general y reducir el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas y otras enfermedades graves. Por eso, deja de poner cara de desaprobación y conviértete en animador. Tu apoyo puede ayudar a tu amigo, familiar o compañero de trabajo a mantenerse firme en su decisión de perder peso.

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