AGROECOLOGIA Y SOBERANIA ALIMENTARIA EN EL SUR DEL ECUADOR

AGROECOLOGIA Y SOBERANIA ALIMENTARIA EN EL SUR DEL ECUADOR. 1. La agroecología base para la soberanía alimentaria: Un diálogo de saberes para la reva

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AGROECOLOGIA Y SOBERANIA ALIMENTARIA EN EL SUR DEL ECUADOR.

1. La agroecología base para la soberanía alimentaria: Un diálogo de saberes para la revalorización de la agricultura campesina y el conocimiento indígena.

La agroecología es una apuesta de vida en el campo, las culturas americanas eran agroecológicas en su forma de ver el mundo y de relacionarse con los demás elementosi.

Esta se convierte en una disciplina “científica” durante el siglo XX cuando desde diversos sectores de la academia de la sociedad occidental se empieza a avizorar el desastre social y ambiental que nos trae la agricultura industrial y luego las sucesivas “revoluciones”, tanto la “revolución verde” que es la revolución de las semillas hibridas los monocultivos y los pesticidas, como la actual “revolución genética” que es la entrada masiva a los cultivos transgénicos, la monocrianza de animales, el “patentamiento” de las semillas y el uso de una mayor cantidad de pesticidas.

Desde el “mundo occidental” Profesionales de la agricultura, ambientalistas, ecologistas, empiezan a cuestionar e investigar los impactos ambientales que trae este modelo de agricultura; luego se unen antropólogos, científicos sociales que se fijan en los impactos sociales, culturales y se empiezan a buscar alternativasii.

Entonces se vuelve la mirada a los sistemas agrarios de producción de alimentos que sobreviven especialmente en los países “subdesarrollados” del sur, es decir en nuestros países. Sistemas que son muy diversos, adaptados a los ecosistemas, que son una consecuencia de las construcciones culturales de nuestros pueblos, que tienen siglos y milenios de construcción, y que sobreviven a pesar de la enorme presión por acabarlos en la conquista, en la colonia y ahora desde los programas y políticas de la agenda neoliberal.

Desde allí se empieza a dar un dialogo de saberes, -desde la academia occidental- se abren diversas corrientes de investigación de estos sistemas, se empiezan a estudiar los “ecosistemas” que reflejan esta percepción académica, y esto va permitiendo aportes para i ii

Agrecología y gestión ambiental, una visión desde la Red Cántaro. Red Cántaro, Cuenca, 2005. Hecht Susana, Agroecología. 1997.

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optimizar el uso de estos ecosistemas, incorporando ciertos avances de la investigación de la ciencia occidental.

Ahora se dice que la agroecología es una “filosofía” de vida, un término todavía difícil de entender.

La faceta que mejor se percibe de la agroecológica es la de una propuesta para producir alimentos sanos, frescos, variados, abundantes; es menos conocido que ésta surge a partir del reconocimiento y la valorización del saber acumulado por los pueblos indígenas y campesinos, y que luego la acción de los movimientos sociales la ha ido convirtiendo en un elemento central de propuesta de un nuevo modelo agrario de producción.

Esto convierte a la agroecología en una “alternativa”, frente al modelo actual de agricultura industrial, que es enormemente destructor de la naturaleza y que requiere con urgencia ser superado y reemplazado. Primero porque se extiende en base al despojo y el empobrecimiento de nuestros pueblos. Y luego porque la masificación de un nuevo modelo agrario agroecológico es una condición ineludible para detener la catástrofe ambiental planetaria a la que nos está llevando este modelo industrial, es decir para contribuir a detener el cambio climático.

Como propuesta para un nuevo modelo en el agro, la agroecología incluye e interrelaciona la dimensión de lo social, lo económico, lo productivo, lo cultural, ambiental, y lo político, y es allí donde se entrelaza con la soberanía alimentaria, pues se la considera la base para recuperar la soberanía alimentaria de nuestros pueblos, es decir para recuperar la capacidad “soberana” de alimentarnos.

Entonces como ámbito complementario y mas abarcativo, hablar de soberanía alimentaria, es hablar de alimentarnos a partir de nuestras semillas, recuperando nuestras mejores tradiciones alimentarias, recuperando nuestra tierra y nuestra agua, y cuidando los recursos que están en nuestro territorio, es decir recuperando la cultura del “cuidado” y la “crianza” de la pachamama. Esto requiere también recuperar los sistemas de intercambio de alimentos que están basados en los valores de las culturas andinas, como son la reciprocidad, la complementariedad, y no en el simple y vulgar afán insaciable de ganar dinero y acumular riqueza, lógica que es la parte fundante de la sociedad capitalista, como ahora ocurre.

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Por eso se dice también que la agroecología cuestiona la lógica mercantil de la agricultura capitalista, en la que un puñado de empresas transnacionales gigantes en asocio a otras empresitas capitalistas que operan en el país, se apropian de las semillas y los alimentos que son los más sagrado y esencial de nuestros pueblos originarios, para convertirlos en mercancías, es decir en cosas que se compren y venden, a las que solo se puede acceder con dinero, excluyendo del acceso a los mismos a quienes no tengan dinero.

Romper esta lógica perversa para nosotros es tomar un camino de profundo compromiso para revalorizar el sentido más social y comunitario de nuestra cultura madre es decir la cultura andina, así como para los hermanos bolivianos es una invitación a recuperar la cultura aymara y para los hermanos mesoamericanos la cultura maya o azteca y así por el estilo. Esto da pleno sentido al eje de este seminario “la agroecología un camino para alcanzar soberanía alimentaria”.

Cómo surge la agroecología en el país. En el país este diálogo de saberes empieza a abrirse a partir de la década de los 80, especialmente cuando los transtornos y la destrucción de recursos se hace visible en los suelos escarpados de la sierra, y cuando las políticas neoliberales empiezan golpean duramente a nuestro pueblo, cuando pasamos de una situación de productores y de una autosuficiencia en buena parte de los alimentos a una dependencia creciente de las importaciones. A partir del año 90 comienza a configurarse un movimiento agroecológico en el país, se conforman ONGs y Redes para asumir un rol activo en esta revalorización, se parte de una lectura bastante intermediada por la “academia”, de los sistemas productivos y alimentarios de nuestros pueblos, este enfoque se va diseminando y se convierte en programas de “desarrollo sostenible”, impulsados sobre todo desde las ONGs, una excepción lo constituye el programa “DFC” o desarrollo forestal campesino que es impulsado desde la institucionalidad gubernamental con apoyo de fondos de la cooperación, que ha dejado una huella importante en validar “tecnologías agroecológicas” en el callejón interandino del país. Este origen es el que va a marcar también los límites del impulso a la agroecología en el país. Luego se despliegan diversos programas con enfoque agroecológico que contribuyen a diseminar el enfoque hacia la costa y la región amazónica, de tal forma que a partir del año

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2000, empieza a permear lentamente a cierta institucionalidad del Estado, a universidades, pero siempre marcado por el predominio de su vertiente técnico academicista. Un hito importante en el avance de la agroecología en el país lo marca el primer encuentro nacional de agroecología realizado en el año 2005 y bajo la convocatoria de la Coordinadora ecuatoriana de agroecología (CEA), y a donde concurren representantes de movimientos sociales, universidades, ONGS, entidades públicas, aquí se debate tanto los aspectos que son la base productiva de la agroecología como el manejo de suelos, cultivos y arboles, como los aspectos ligados al comercio campesino, y las políticas agrarias, esto contribuye a dar una mayor perspectiva especialmente al desarrollo de los mercados locales y al de políticas públicasiii. Pero es en el reapropiamiento de la agroecología por parte del movimiento campesino latinoamericano, ya sea en Brasil, argentina o México, en donde la penetración del capital en el agro ha sido más violento, masivo y devastador, es desde aquí donde se desarrolla la faceta en el ámbito político de la agroecología, estableciendo cada vez con más claridad el nexo con la soberanía alimentaria. Esto resulta útil para entender que si bien la lucha del movimiento social tanto campesino como indígena ha permitido llevar la soberanía alimentaria a la nueva constitución en nuestro país, todavía está presente la dificultad para entender que es la soberanía alimentaria, el contenido profundamente político y transformador que es portador este concepto al tener por detrás el respaldo y la lucha del movimiento campesino/indígena continental. Hay necesidad que desde las bases de las organizaciones del campo y desde las bases de las organizaciones sociales de la ciudad, se dé un reapropiamiento del concepto, al igual que una lucha y un accionar en conjunto, este es el único camino para pasar a la aplicación de este enfoque, que hoy aún no pasa de ser una norma bonita puesta en el papel en ese librito llamado “nueva constitución”, y así provocar los cambios que el país requiere para que desde los pueblos recuperemos “soberanía alimentaria” En este artículo trataremos de mirar el avance de la agroecología en la región sur del Ecuador y aportar elementos para la reflexión y la propuesta en la dirección de avanzar en soberanía alimentaria, y convertirnos en una parte activa de los movimientos sociales de nuestra época para empujar la consigna de “ya es tiempo de soberanía alimentaria”.

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CEA. Memorias I encuentro nacional de Agroecología. Quito, 2005.

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2. Experiencias de agroecología en marcha en el sur del Ecuador ¿Cuáles son los avances en agroecología en la región sur del Ecuador?

a. Experiencias de producción/Transformación Experiencias de comercio justo: Café, horchatas Este es el proceso que a nuestro juicio ha tenido mayor visibilidad, articulación de tejido social, e impacto económico. Son cuatro organizaciones cantonales que forma la federación de pequeños cafetaleros ecológicos del sur -FAPECAFES- en los cantones de Zumba, Palanda, Espindola, Quilanga, Puyango, Marcabelí, con aproximadamente 1800 afiliados y que llegan a exportar hasta 8.000 quintales de café lavado en grano por año al mercado internacional y a las cadenas de comercio justo especialmente a Europa, con un ejercicio económico cercano a los dos millones de dólares al año. Es un trabajo bastante fortalecido, cuenta con una institucionalidad considerable, su mayor vulnerabilidad quizás se halla en la falta de un fondo propio de apalancamiento a la comercialización, puesto que ahora es dependiente de préstamos de bancos internacionales para poder realizar el ejercicio de comercio. Las horchatas la Lojanita, de la AASPMED, tienen un centro para procesar plantas medicinales para la horchata en la parroquia Chuquiribamba, aglutinan a 30 familias propietarias de la planta y articula a 300 familias para el abastecimiento de las plantas medicinales. Manejan pequeños huertos de plantas medicinales, muy diversos. Sus ventas anuales han alcanzado niveles de 150.000 dólares, una parte hacia mercado internacional y otra parte en tiendas nacionales. b. Experiencias de autosubsistencia y que aportan con excedentes para el mercado local FUPOCPS, Tiene 5 organizaciones cantonales, ha implementado la agroecología desde el año 1995, su producción es para la autosubsistencia, actualmente una de sus bases UCOCP, ha iniciado comercio asociativo en una feria agroecológica que se desarrolla los días domingo en la ciudad de Catacocha, en el cantón Paltas; aquí también se lleva adelante la experiencia de cosecha de aguas que tiene un gran potencial para mitigación del cambio climático. Buena parte de sus bases en Espíndola son productores cafetaleros que tienen vínculos con la federación de cafetaleros de Quilanga y Espíndola, Así mismo el grupo de Zapotillo UCOCZ produce miel de abeja de bosque.

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UPML, aglutina a organizaciones de mujeres, tiene una cobertura en seis cantones, por más de diez años desarrolla un experiencia de soberanía alimentaria, en base a huertos agroecológicos, aplicación de riego parcelario, crianza de animales, y ha conformado un fondo de apalancamiento llamado del compartir de recursos, que sirve para llevar adelante la experiencia. Actualmente una de sus bases desarrolla una experiencia de comercio asociativo en una feria agroecológica que funciona en la ciudad de Alamor los días domingos. La Unión cantonal de productores agropecuarios de Celica (300 socios) y una parte de los socios (100 socios) de la corporación de productores agropecuarios de Pindal, se hallan desarrollando un trabajo importante de desandar el haber caminado al compas de los agronegocios del monocultivo del maíz, actualmente trabajan para recuperar las variedades locales de maíz, la diversidad de la chacra, ejemplo tienen la variedad sabanilla 108. Ya han sembrando 625 has, con una reducción paulatina de insumos, 50 % menos de urea, 40 % de reducción de herbicidas, alcanzando una producción de unos 60 qq/ha, y han llegado hasta 100 qq/ha. Red agroecológica Loja. Se conforma en el 2006 especialmente para abrir en los espacios urbanos un mercado local agroecológico, solidario, diverso, y para construir una identidad agroecológica de las familias campesinas en base a la diversidad de nuestros pueblos. Actualmente aporta con una oferta de productos agroecológicos en dos ferias en la ciudad de Loja, los días sábado y domingo; ha contribuido a posicionar la agroecología en la ciudad y provincia de Loja, implementa un sistema participativo de garantía para los productos, y actualmente ha incursionado en la conformación de una agenda de políticas públicas para el fomento de la agroecología y el fortalecimiento de mercados locales. En la provincia existen otras organizaciones que trabajan la agroecologia, como la Coordinadora Campesina de Calvas, la preasociación de productores agroecológicos de Zapotillo, la Comuna Coyana Catacocha en Paltas entre algunas que podemos nombrar. Mercados locales: la actoría de los pequeños productores en el mercado interno. Los mercados locales se caracterizan por ser espacios de encuentro directo campo-ciudad, en los que acuden productores organizados, a hacer venta directa de sus productos a los consumidores urbanos, en donde se oferta la diversidad de productos de la huerta campesina,

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en circuitos cortos es decir productos producidos a distancias cortas de los mercados, y con el uso de técnicas agroecológicas. Bajo estas características Actualmente funcionan dos ferias agroecológicas en la ciudad de Loja, a más de las que ya se mencionaron: una feria en Catacocha(UCOCP) y otra en Puyango(UPML), juntando estas 4 experiencias participan aproximadamente 90 familias, teniendo un movimiento mensual de ventas de unos 16.000 dólares, lo que representa un movimiento monetario cercano a los 200.000 dólares anuales.

Sistemas participativos de garantía –SPGsLos SPGs son mecanismos de verificación de los principios de la agroecología aplicados en la finca, para generar confianza en los consumidores, acerca de la procedencia y la calidad del producto, a partir de la iniciativa y la responsabilidad ética de los propios productores(as). La red agroecológica Loja viene trabajando un SPG, que cuenta con un reglamento de la producción y el intercambio, un sistema interno de compromiso agroecológico, fichas para diagnóstico y plan de mejoras de la finca, y actualmente ha conformado un comité de garantía territorial que cuenta con la participación de un representante del gobierno local y de la Universidad para acompañar a los productores y abalizar el sistema de garantía de los productos ofertados en la feria. La UCOCP y UPML Puyango también han empezado a trabajar en adaptar un sistema de garantía propio para sus productos ofertados en sus ferias.

3. Más allá de la finca: una mirada de la agroecología en el territorio y en la región A pesar del empeño que las organizaciones campesinas le han puesto al impulso a la agroecología, se constata que la agroecología todavía está confinada a las huertas pequeñas de hortalizas o a los huertos agroforestales un poco más extensos que son el soporte de la actividad cafetalera. En muchos casos se está dando una convivencia en la misma finca con cultivos -monocultivosque son para el comercio y para la obtención de ingresos monetarios, en los que se aplican paquetes de agricultura convencional, y están vinculados a diversas “encadenamientos productivos” que los vinculan a empresas de agronegocios y al capital transnacional.

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Es más, existen políticas del Estado que siguen estimulando y subsidiando el crecimiento de estos monocultivos, y promoviendo estos encadenamientos productivos siendo más notorio el maíz, la caña, el arroz, y en áreas más pequeñas el maní, fréjol, tomate riñón, tomate de árbol, entre otros. Esto nos plantea la necesidad de alzar la mirada desde la parcela a la finca, y desde la finca al territorio, El territorio que desde una mirada más académica y ambiental es considerado el ecosistema, en tanto que desde una mirada más social y cultural, esto es una mirada desde dentro, nos permite descubrir a la gente, los pueblos que allí habitan, estructuras locales de dominación y un sinnúmero de relaciones. Así para una dirigente de la organización zapatista de Chiapas/México, el territorio significa muchas cosasiv: Pensar en Territorio: • • • • • • • • • •

Distribución de vivienda, parcelas productivas, áreas comunales, bosque, etc., en el espacio ¿Cuidado del entorno y sus bienes: agua, suelo, bosque, vida silvestre, etc.? ¿Agroecología?, Soberanía alimentaria territorial Autonomía/soberanía territorial ¿Control sobre agrotóxicos, transgénicos, comida chatarra importada, etc.? ¿Economía local? ¿Identidad colectiva? ¿Planificación territorial colectiva? ¿Defensa colectiva? ¿Qué más?... Vivienda, salud campesina

Plantearse una transición de la agroecología al territorio requiere voluntad política, situar este tema en las prioridades del ordenamiento territorial, políticas públicas, Investigación, apoyo técnico, inversión para el ordenamiento de fincas, recursos de crédito. En otro ámbito requiere el fortalecer los mercados locales, el encuentro directo productor consumidor, fortalecer la alianza entre organizaciones del campo y organizaciones sociales de la ciudad, para reorientar el sistema de consumo, establecer redes más potentes de intercambio directo productor consumidor, que se aplique no solo a los productos de la huerta, sino que se extienda a los cultivos comerciales y que se siembran en superficies más grandes, precisamente uno de los retos es como plantearse una transición paulatina de los monocultivos a una agricultura más ecológica Entonces es en el territorio es donde se da el primer encuentro entre agroecología y soberanía alimentaria, es aquí a donde puede desplegarse todo el potencial y los aportes que se pueden iv

Rosset P. 2009. Reforma agraria, soberanía alimentaria y agroecología. Curitiba.

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hacer desde la agroecología, para un reordenamiento del territorio, fortalecer la autonomía local, defender la agrobiodiversdiad y las semillas, etc., pero también aquí probablemente están los limites hasta donde se puede avanzar desde la agroecología sola. Así mismo es en el territorio donde empieza el primer ámbito de la soberanía alimentaria, es el espacio más cercano a nosotros de construcción de autonomía local y una agricultura “soberana”, para extenderse a un ámbito mucho más extenso, que nos lleva a mirar “más arriba” el entramado del poder en la estructura del Estado y mas allá en las complejas relaciones de los organismos internacionales del comercio y el poder corporativo y financiero, para hacer la lectura de la visión que los inspira y la agenda neoliberal que promueven. Esto es una agricultura donde los campesinos sobran y se convierten en piezas desechables; es a partir de esta lectura, desde donde se pueden elaborar las estrategias para resistir a estas políticas, y se puede desarrollar las acciones y la movilización social amplia para desmantelar estas políticas y reemplazarlas por una agenda de los movimientos sociales y un modelo agrario que tenga como elemento central la agroecología, esta es la imbricación que es necesario entender, para que cada una de las propuestas de soberanía alimentaria puedan desarrollar todo su potencial para las que han sido “creadas”. Las relaciones campo ciudad y el sistema de intercambio y de consumo Este es el otro ámbito de encuentro entre la agroecología y la soberanía alimentaria, y es el otro espacio complementario de la prolongación de la agroecología en el territorio, los pequeños productores siempre han estado participando en el mercado local, aunque su presencia ha estado invisibilizada y mediada por distintos niveles de intermediación, en su relación con los consumidores y consumidoras urbanas. Además como resultado de las políticas de ajuste y de vinculación de nuestra economía al comercio globalizado, existe una fuerte ofensiva de las empresas de los agronegocios para el cambio del patrón alimentario en base a los productos variados y diversos de nuestro territorio, y el reemplazo por los productos masivos de la producción industrial, de baja calidad ambiental y nutricional, aumentando nuestra dependencia de estos productos. Entonces la relación campo ciudad que se comienza a dar en los espacios de intercambio asociativo, bajo la modalidad de ferias agroecológicas, ecotiendas, centros de acopio y distribución comunitarios, es el otro espacio de prolongación de la construcción de la soberanía alimentaria, en donde se busca proveer una oferta de calidad de productos,

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promover la diversidad de productos del campo, y el reconocimiento de precios justos para los productores, mediante el encuentro directo entre productor y consumidor. Estos requiere promover verdaderos procesos de transición en el ámbito de consumo de alimentos de la familia, desde una alimentación basada en productos provenientes de la agricultura de los monocultivos, con alto uso de pesticidas, hormonas o antibióticos, que viajan miles de kilómetros hasta llegar a nuestra mesa, dejando una enorme huella ecológica de contaminación; para cambiar a una dieta basada en productos locales, diversos, nutritivos, cultivados sin pesticidas, hormonas u antibióticos, provenientes de la chacra campesina, de sistemas agroforestales diversos, y con técnicas agroecológicas que respetan y cuidan al medio ambiente, que viajan distancias cortas hasta llegar a nuestra mesa. Es un tema que comienza por la aplicación de la soberanía alimentaria en donde si tenemos el control de nuestras decisiones: en el plato de comida y en nuestra dieta diaria y familiar. Extender estos procesos a sectores amplios de la sociedad, requiere de la conformación de tejidos social de consumidores(as) en las ciudades, dado que desde una perspectiva alimentaria amplia, resulta que todos y todas a la final somos consumidores, entonces es necesario pasar de un encuentro más espontaneo entre el campo y la ciudad que se da actualmente en las ferias agroecológicas, a establecer nexos con el tejido social que existe en las ciudades, -en este sentido hay iniciativas importantes en nuestra región como la experiencia emprendida por el Movimiento de mujeres de El Oro y el programa de las talegas solidarias-, y así avanzar en la construcción de un sistema de relaciones de intercambio de alimentos basadas en la solidaridad y la cooperación. Esto también requiere de políticas públicas, para la dotación de espacios adecuados para el intercambio, infraestructura para el transporte y el acopio, y una política de apoyo diferenciado para pequeños y medianos productores, que deben tener autonomía frente a los encadenamientos productivos de monocultivos, que son las actuales políticas privilegiadas y promovidas por las políticas y programas del Estado. 4. La soberanía alimentaria, necesidad de una lectura de la agenda neoliberal en el país y su aplicación en la región. ¿Qué es esto de la soberanía alimentaria? En este punto haremos el esfuerzo por entender que es la soberanía alimentaria, un concepto que resulta bastante denso, “pesado” puesto que es enormemente abarcativo, que requiere tener presente el ámbito más cercano de los elementos de soporte sobre los

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que se apoya la soberanía alimentaria, para comprender su significado, para provocar un reapropiamiento desde los propios campesinos. El contexto local. La soberanía alimentaria tiene dos ámbitos de influencia, el uno es en el contexto de lo local, Por ello la soberanía alimentaria pone su centro en la autonomía local, los mercados locales y la acción comunitaria Surge frente al avance y el control del sistema alimentario, desde la producción pasando por la distribución y el consumo, y que excluye a los campesinos, por ello es un concepto mas abarcativo, la agroecologia está en la base del sistema alimentario, en la fase de la producción, en la autonomía local para producir, en la recuperación del control de las semillas y su enorme diversidad, en la defensa de un sistema alimentario local y un modelo de distribución y de consumo en base a nuestros productos..

En un contexto más amplio La soberanía alimentaria es una propuesta política Contrapuesta a las políticas neoliberales del comercio globalizado y la “seguridad alimentaria” (léase simplemente como la satisfacción de necesidades mínimas energéticas alimentarias) actualmente definidas por las corporaciones y sus modelos de producción agro-industrial. * Ofrece tanto una estrategia para resistir y desmantelar esas políticas, como también para mejorar los sistemas alimentarios, agrícolas, pastorales/pastoralistas, y pesqueros. LA SOBERANÍA ALIMENTARIA ES * Autosuficiencia alimentaria. * El manejo del uso, los derechos y el control sobre los recursos naturales (tierra, agua, semillas, razas de ganado y toda la biodiversidad agrícola), sin restricciones derivadas de los derechos de propiedad intelectual y sin OGMs. * Basada en la producción y la cosecha ecológicamente sustentable y apoyando principalmente, la producción agro-ecológica y la pesquería artesanal. ¿PARA QUÉ LUCHAMOS? * Para que todos los pueblos, naciones y Estados puedan decidir sus propios sistemas alimentarios y las políticas que proporcionen a todos alimentos de calidad, adecuados, asequibles, nutritivos y culturalmente apropiados. * Para que se reconozcan y respetan los derechos y el papel de las mujeres en la producción de alimentos y su representación en todos los órganos de toma de decisiones. * Para que la soberanía alimentaria sea considerada un derecho humano básico, reconocido y respetado por las comunidades, los pueblos, los Estados y las instituciones internacionales. * Para poder conservar y rehabilitar los entornos rurales, las zonas pesqueras, los paisajes y los alimentos tradicionales, basándose en una gestión sostenible de la tierra, del suelo, el agua, las semillas, el ganado y la biodiversidad. * Para que valoremos, reconozcamos y respetemos la diversidad de nuestro conocimiento, alimentación, lenguas y culturas tradicionales, y el modo en que nos organizamos y nos expresamos. * Por una verdadera reforma agraria integral Tomado de la declaración del foro mundial sobre soberanía alimentaria, Malí, 2007.

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Puesto que fueron campesinos de otros territorios de la patria latinoamericana los que lanzaron esta expresión, y frente al cual ya hay manos intrusas, ajenas al mundo campesina y más cercanas a los intereses empresariales y de los agronegocios que comienzan a apoderarse de este término y a vaciarlo de contenido sin que sus autores nuestros hermanos los campesinos y nuestras hermanas campesinas siquiera lo hayan estrenado.

Por ello La primero que propongo es mirar ¿cuando se comienza a aplicar este concepto en el país?, esto nos lleva a ver que fue utilizado como argumento central para enfrentar el debate sobre las consecuencias del ingreso a la Organización Mundial del Comercio -OMC en 1997, oponerse al tratado de libre comercio con EEUU -TLC en el 2004v.

Lo siguiente que haremos es mirar ¿cómo, en qué contexto surge este término?, y es para cuestionar la visión y la agenda neoliberal y de seguridad alimentaria que excluye a los campesinos, y en donde las empresas transnacionales va controlando de manera creciente la totalidad de la cadena alimentaria, al mismo tiempo nos ofrece una estrategia para resistir y desmantelar estas políticas, y nos ofrece una alternativa para mejorar el sistema alimentario, el manejo y el control de los recursos naturales, sin restricciones derivadas de los derechos de propiedad intelectual.

La aplicación de la agenda neoliberal en el país y la destrucción de la soberanía alimentaria ¿Qué es la agenda neoliberal? Implica hablar de OMC, FAO, BM, capital corporativo transnacional, control de todo el sistema alimentario desde la producción, transformación, comercio y consumo. ¿Cómo se expresa esa agenda en el país?, transformaciones en el Estado durante los últimos 50 años. ¿Qué líneas podemos distinguir en la región sur del Ecuador?, los famosos encadenamientos productivos, del maíz, caña, que se buscaran extender a otros campos. Los agrocombustibles, los cultivos transgénicos. El crecimiento de las cadenas de intermediación y comercio. El cambio de los patrones alimentarios.

El modelo de desarrollo que se impulsaba hasta el año 1960, que buscaba el crecimiento económico a través de la industrialización y modernización de nuestras economías bajo la planificación y participación directa del Estado, fue reemplazado por el paradigma del modelo neoliberal y que pregona, por el contrario, que el desarrollo podrá alcanzarse si la economía se orienta hacia el comercio internacional, en un contexto de supuesta liberalización de los v

SIPAE. Soberanía alimentaria, constitución y leyes. En separata “soberanía alimentaria, porque creemos en el debate: propuestas de legislación”. Quito, 2010.

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mercados mundiales y aprovechando las “ventajas comparativas” de producir en nuestros países –con salarios irrisorios y condiciones ambientales muy favorables, incluyendo una legislación ambiental laxa-. Para la eficaz aplicación del modelo se requiere, además, que las leyes del mercado actúen libremente, de ahí que, de acuerdo a esta doctrina, El Estado fue visto como un obstáculo que debía ser desmantelado de su rol regulador (período 1970 hasta el año 2000), a partir del año 2000 el Estado pasa a desempeñar un nuevo rol “moderno” de impulsor de la economía de mercado; en tanto que a partir del año 2010 asistimos a un afianzamiento de este nuevo rol. Veamos entonces a grandes rasgos como se ha dado este procesovi. A partir de la segunda guerra mundial, se implementan una secuencia de políticas y programas para destruir la soberanía alimentaria. Podemos distinguir tres etapas de este despojo: a. Políticas desarrollistas, incorporación del agro a la estructuras económicas nacionales (1960-1980). Algunos hitos de estas políticas sometidas al despojo de soberanía alimentaria: La ayuda alimentaria, es utilizada para expandir el mercado de exportación estadounidense (1960) Creación de la FAO (1968): Propagar en los países del sur un programa de agricultura intensivo. Revolución verde (1970). Es un elemento clave para modernizar el agro, fue el uso de un paquete tecnológico de revolución verde, lo que vinculó al campesino al mercado. b. Paradigma del desarrollismo neoliberal, Inserción de la economía de nuestros países en los mercados globalizados. Publicación del acta de seguridad alimentaria (1985): vinculación de la ayuda alimentaria a la aplicación de reformas de libre mercado Consenso de Washington (1990): promueve la organización de los principios de las políticas neoliberales que los países del sur deben impulsar para el “crecimiento económico” Ajustes estructurales en agricultura… Surgimiento de OMC (1995): Definir políticas agrarias nacionales (desde los intereses del capital y las empresas trasnacionales). Desmantelar las medidas de protección de la agricultura familiar. vi

Cherrez s. y Otros, La cosecha Perversa. Quito, 2008.

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Acuerdo de las patentes sobre semillas y agrobiodiversidad Revolución biotecnológica. Punta de lanza del nuevo modelo agrícola con la introducción de nuevas tecnologías en el agro, desarrolladas para manipular la vida, como es la ingeniería genética. A través de esta se producen los denominados organismos transgénicos cuya composición genética ha sido cambiada al introducir genes de especies completamente diferentes.- Son una nueva amenaza especialmente para los países del sur ricos en biodiversidad biológica y cultural. Uno de los impactos más preocupantes es la provocada en la economía de los campesinos e indígenas, pues todas las semillas transgénicas son objeto de derechos de propiedad intelectual, y no pueden ser guardadas y vueltas a sembrar, además esto trae aparejado el uso de grandes cantidades de herbicidas y pesticidas tóxicos. Pero echemos una mirada a los ajustes estructurales en agricultura que se han aplicado y que cambios en el agro han provocado estos: Buscan reducir el déficit fiscal para que el Estado pueda cumplir puntualmente con la deuda externa. En el año 1998 se desarrolla una matriz –una de varias- con los siguientes contenidos: a) Mejoramiento en la base científica para la Agricultura- ej. PROMSA b) Mercado de tierras más eficiente: Estímulo a las relaciones de arrendamiento, Titulación privada (la titulación estimuló la venta de tierras por parte de los campesinos y su posterior concentración) c) Mejoramiento de la administración del riego y de los recursos hídricos d) Desregularización de precios en el mercado interno e) Privatización de las empresas públicas f) Apertura Comercial – inserción en el comercio globalizado

Como consecuencia el Estado ecuatoriano perdió la capacidad reguladora de la política agraria, pues dejó de controlar los instrumentos políticos y legales: i) para controlar los precios de los productos básicos, ii) el uso y control del agua y la tierra, iii) la política alimentaria, iv) la posibilidad de definir políticas de apoyo diferenciadas al pequeño y mediano agricultor y v) establecer medidas de protección a la agricultura. Todos, componentes estratégicos para defender la soberanía alimentaria del país. El paradigma neoliberal de la liberalización del agro implicaba dejar en profunda desventaja a la agricultura familiar y comunitaria, esto ha llevado a incrementar los niveles de exclusión y empobrecimiento en el campo, sobre la base de las inequidades estructurales que se conservan casi intactas.

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c. De la AGRI-CULTURA a los AGRO-NEGOCIOS “inclusivos” en el campo, De la alimentación al consumo masivo en las ciudades Como parte de este proceso se viene promoviendo y consolidando en Ecuador el modelo de los agro-negociosvii, entendido como el control total o parcial de todos los procesos que atraviesan un alimento, desde la siembra hasta llegar al consumidor final, es decir al control monopólico de toda la cadena agroalimentaria a través de una diversidad de estrategias de integración horizontal y vertical. Las actividades de los agronegocios constituyen hoy el eje estructural y el origen de los principales impacto y conflictos sociales en el campo y los silenciados impactos ambientales. Así paulatinamente la AGRI-CULTURA, cambia su lógica hacia la del AGRO-NEGOCIO. La tierra cultivada ya no pertenece al campesino porque se ve obligado a producir en función de las necesidades y demandas del mercado y las empresas. Ha pasado de ser un campesino soberano, a un productor “incluido” o “integrado”, de materia prima barata para la agroindustria, para lo cual debe enfrentar deudas, asumir el riesgo, poner de garantía su tierra y realizar actividades agrícolas que afectan la salud tanto de productores como de trabajadores y consumidores. El caso de maíz amarillo duro es una expresión de este proceso en Ecuador… Este modelo genera utilidades solo a los grandes intermediarios, agroindustriales, y comerciantes…se incrementa el precio de los insumos y el costo de producción…pero el precio de venta de la producción campesina no incrementa, sin embargo, en los supermercados, los precios de la harina, el aceite, el queso, el yogurt, los embutidos, los huevos, el pollo, la cerne de cerdo, no se reducen, muchas veces se incrementan… Pese a sus graves consecuencias, con el transcurso del tiempo este modelo se ha fortalecido, ya sea por la intervención de la banca multilateral de desarrollo, la cooperación internacional a través de créditos o donaciones para apoyar el desarrollo del modelo, o por las políticas agrarias nacionales que la consideran como la única vía para el desarrollo agrario.

Resultados impactos de la aplicación del modelo neoliberal. Alguna claves para comprender la situación de la soberanía alimentaria en Ecuador

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Leon, X. Yumbla R.M. El agronegocio en el Ecuador, el caso del maíz.

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a) La producción comunitaria tiene cada vez menos espacio, mientras avanzan múltiples formas de control privado La mayoría de tierras comunitarias, bosques, agua, suelos agrícolas, pesquerías, biodiversidad, claves de la soberanía alimentaria campesina, indígena, pescadora, están siendo ocupadas por actividades extractivas de recursos naturales, agro-exportación, plantaciones forestales, agro-combustibles, control privado de cuencas hidrográficas y de la biodiversidad.

Actividades Agroexportación Banano Camarón

Flores

Hortalizas (brócoli, espárrago) Frutas (mango, piña, maracuyá, melón) Forestal (eucalipto, pino, teca)

Agro-combustibles

Superficie comprometida Ha. 171.000 200.000

3300

3.800 22.500 164.000, actual 152.000, expansión hasta el año 2011 (MAGAP) 3'400.000, hasta el 2030 Caña para etanol 130.000, existentes (que se buscan reconvertir con nuevas variedades) 50.000, hasta el 2011 (Plan Agropecuario del MAGAP) Palma aceitera para diesel 207.000, existentes 50.000, hasta el 2011 Maíz para etanol 50.000, hasta el 2011

Pueblos y comunidades afectadas Campesinos de la costa y estribaciones sur y centro de la cordillera occidental Comunidades de pescadores y recolectores del manglar en las 4 provincias costeras Pueblo Kayambi, Kitu, Otavalo, Saraguro, Salasaca, Kañari, y Kichwa de Napo. Comunidades campesinas en Cañar y Azuay Indígenas y campesinos de Cotopaxi, Azuay, Pichincha, Imbabura, Carchi Campesinos de varias zonas de la costa Comunidades indígenas y campesinas en la Sierra y provincia de Esmeraldas en la Costa Campesinos e indígenas en área de influencia del proyecto de riego Babahoyo -cuenca baja del Guayas-, otras zonas de la costa, zonas cálidas de Imbabura, Amazonía, sur del país

A esto se suman actividades extractivas de enormes impacto ambiental como la minería y el petróleo.

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Actividades Superficie Pueblos y comunidades afectadas extractivas de comprometida/ recursos naturales no concesionada renovables Has Petróleo (en la 4'000.000 Cofán, Siona, Secoya, Huaorani, Kichwa y amazonía, península comunidades campesinas de la amazonía. de Santa Elena, Wankavilka y comunidades de pescadores. refinería en Comunidades afro en Esmeraldas Esmeraldas) Minería 2'800.000 Saraguro y Shuar del sur de la amazonía, Pueblo Palta. Chachi en la costa norte. Kichwa de la sierra (Karanki, Otavalo, Karanka, Kañari) y de la amazonía norte b) Atados (y arruinados) por la tecnología La mayoría de la producción campesina e indígena se encuentra controlada por la tecnología de la revolución verde y el mercado. c) Las importaciones de alimentos han aumentado Sobre todo en los últimos veinte años, las importaciones de alimentos básicos crecieron, al mismo tiempo que disminuyó la superficie dedicada a cultivos de la canasta básica, como resultado de políticas, planes y programas que impulsan la modernización agrícola, o buscan generar dependencia alimentaria d) Las empresas biotecnológicas presionan agresivamente a partir del año 2001 en busca de una normatividad que les permita operar “legalmente” en el Ecuador, y liberar semillas de cultivos transgénicos de alto rendimiento e) Numerosas experiencias campesinas e indígenas, basadas en la potencialidad natural de nuestro país y la memoria cultural que subsiste en las comunidades, se orientan hacia la recuperación de la agro-biodiversidad d) Políticas públicas para una recuperación paulatina de soberanía alimentaria.

A nuestro juicio esto requiere entender el significado de esta consigna surgida desde el movimiento campesino, desde el campo, desde la periferia, pero que es válida también para los “ciudadanos-as”, para el abarrotado mundo de consumidores-as de la ciudad, para los espacios centrales donde se toman decisiones y se arman las políticas. Para contribuir a este propósito, transcribimos este cuadro elaborado por Rossetviii, que recoge varias dimensiones que deben ser afianzadas en un modelo de soberanía alimentario, en relación a un modelo dominante que actualmente se aplica.

viii

Rosset Peter. Soberanía alimentaria, reclamo mundial del movimiento campesino. 2004

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Modelo dominante versus modelo de soberanía alimentaria Tema Comercio

Modelo Dominante Libre comercio para todo.

Prioridad productiva Precios de los cultivos

Agroexportaciones. “Lo que el mercado dicte” (dejar intactos los mecanismos que imponen precios bajos). Acceso a los mercados externos.

Acceso a los mercados

Subsidios

Mientras se trata de prohibirlos en el Tercer Mundo, muchos subsidios están permitidos en los Estados Unidos y Europa – pero se pagan solo a los agricultores más grandes.

Alimentos

Principalmente una mercancía; en la práctica esto significa alimentos procesados, contaminados, llenos de grasas, azúcar, jarabe altafructosa de maíz, y con gran cantidad de residuos tóxicos. Una opción para los más eficientes. Debido a la baja productividad.

Producir Hambre Seguridad alimentaria

Se logra importando alimentos desde donde son más baratos.

Control sobre los recursos productivos (tierras, agua, bosques) Acceso a la tierra

Privatizado.

Semillas

Una mercancía patentable.

Crédito e inversiones rurales Dumping Monopolio

Del sector privado.

Sobre-producción

No hay tal cosa, por definición.

Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) Tecnología agropecuaria

La onda del futuro.

Agricultores

Consumidores urbanos Otro mundo (opciones)

A través de los mercados.

No es un problema. No es un problema.

Industrial, monocultivo, requiere muchos agrotóxicos; usa OGMs. Anacronismos; el ineficiente desaparecerá.

Trabajadores a quienes les pagan tan poco como se pueda. No es posible/no es de interés

Modelo Soberanía Alimentaria Alimentos y agricultura fuera de los acuerdos comerciales. Alimentos para mercados locales. Precios justos que cubren los costos de producción y permiten a los agricultores una vida digna. Acceso a los mercados locales; y fin del desplazamiento de los agricultores de sus propios mercados debido a la industria agropecuaria. Los subsidios que no perjudican a otros países (vía dumping) son aceptables; p.ej. garantizar que los subsidios sean sólo para agricultores familiares, para la comercialización directa, el apoyo de los precios y/o ingresos, la conservación del suelo, la conversión a agricultura sostenible, la investigación, etc. Un derecho humano: específicamente deberían ser saludables, nutritivos, asequibles, culturalmente apropiados y producidos localmente.

Un derecho de los pueblos rurales. Un problema de acceso y distribución; debido a la pobreza y a la desigualdad. Es mayor cuando la producción de alimentos está en manos de los pobres mismos, y cuando los alimentos se producen localmente. Local; controlado por la comunidad.

A través de una reforma agraria genuina; sin acceso a la tierra, lo demás carece de sentido. Una herencia común de la los pueblos, al servicio de la humanidad; “no a los patentes sobre la vida.” Del sector público, dirigidos a la agricultura familiar. Debe prohibirse. La raíz de la mayor parte de los problemas: los monopolios deben ser prohibidos. Conduce a una baja de los precios y lleva a los agricultores hacia la pobreza; se necesitan políticas de manejo de la oferta en los EEUU y la Unión Europea. Peligrosos para la salud y el medio ambiente; una tecnología innecesaria; deben ser prohibidos. Métodos agroecológicos y sustentables, no usa OGMs. Guardianes de la biodiversidad de los cultivos, administradores de los recursos naturales productivos; depositarios del conocimiento; el mercado interno y la base para un desarrollo amplio e incluyente. Deben recibir salarios justos y dignos. Posible y ampliamente demostrado (ver lista de referencias abajo)

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Mirando las variables que se nos propone en el cuadro, y luego dando una mirada al territorio y a la región sur, podríamos preguntarnos, ¿podemos reconocer señales de aplicación de políticas públicas nuevas que nos lleven a la aplicación de la agroecología en nuestro territorio? Y ¿Cómo están la construcción de relaciones campo ciudad para recuperar soberanía alimentaria?. Luego se requieren acuerdos, forjar alianzas, voluntad política para cambiar el sentido de los programas actuales que como hemos visto, aún no dan señales claras de enrumbarse a la construcción de soberanía alimentaria 5. Incidencia política para la soberanía alimentaria: Parte del desafío es dar vida a los logros alcanzados en la constitución El movimiento indígena del Ecuador, desde el célebre levantamiento de 1990, colocó la demanda de una asamblea constituyente para “refundar el país”, en particular la comprensión sobre nación, cultura y modelo de desarrollo, que habían ignorado la existencia y aportes de los pueblos y nacionalidades originarios.

Este proceso de cerca de veinte años, alcanza un hito clave en la síntesis que contiene la constitución elaborada por la asamblea Nacional Constituyente del año 2008, que aborda el tema de la soberanía alimentaria, en dos grandes titulares, el segundo referido a los derechos y el buen vivir, y el cuarto referido al régimen de desarrollo.

La soberanía alimentaria tiene una articulación fuerte con el derecho a la alimentación, y el Estado está obligado a garantizar a todos y todas el acceso a alimentos “sanos, suficientes y nutritivos”, pero también conecta el derecho a la alimentación y soberanía alimentaria con los derechos del buen vivir, por lo tanto la soberanía alimentaria debe ser entendida como un engranaje, de un todo más amplio, denominado régimen de desarrollo, que en su dinámica debería generar un sistema económico justo y democrático, una mejor calidad de vida, fomentar la participación y control social, esto se recoge en la ley de soberanía alimentariaix LORSA- aprobada en mayo del 2009.

Las disposiciones de esta ley son de carácter público, interés social y carácter integral e

intersectorial. Regularán el ejercicio de los derechos del buen vivir – sumak kawsayconcerniente a la soberanía alimentaria, en sus múltiples dimensiones: ix

Colectivo agrario, Soberanía alimentaria, Quito, 2009.

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Temas principales abordados. Artículo 2: Carácter y ámbitos de aplicación Las disposiciones de esta ley son de carácter público, interés social y carácter integral e intersectorial. Regularán el ejercicio de los derechos del buen vivir – sumak kawsay- concerniente a la soberanía alimentaria, en sus múltiples dimensiones: i. la agrobiodiversidad y semillas; ii. la investigación y diálogo de saberes; iii. la producción, transformación, conservación, almacenamiento, intercambio, comercialización y consumo; así como iv. la sanidad, calidad, inocuidad y nutrición; v. la participación social; vi. el ordenamiento territorial; la frontera agrícola; vii. los recursos hídricos; viii. el desarrollo rural y agroalimentario; la agroindustria, empleo rural y agrícola; ix. las formas asociativas y comunitarias de los microempresarios, microempresa o micro, pequeños y medianos productores, las formas de financiamiento; y, aquéllas que defina el régimen de soberanía alimentaria.

Artículo 3: Son deberes del Estado: a) Fomentar la producción sostenible y sustentable de alimentos, reorientando el modelo de desarrollo agroalimentario…. b) Establecer incentivos a la utilización productiva de la tierra, desincentivos para la falta de aprovechamiento o acaparamiento de tierras productivas y otros mecanismos de redistribución de la tierra … d) Incentivar el consumo de alimentos sanos, nutritivos de origen agroecológico y orgánico/ evitando en lo posible la expansión del monocultivo / y la

utilización de cultivos agroalimentarios en la producción de biocombustibles/, priorizando siempre el consumo alimenticio nacional…. f) Promover la participación social y la deliberación pública en forma paritaria entre hombres y mujeres en la elaboración de leyes y en la formulación e implementación de políticas relativas a la soberanía alimentaria.

Sobre la institucionalidad y participación. Las disposiciones recogidas en la ley de soberanía alimentaria, respecto a la nueva institucionalidad, son incompletas e imprecisasx. Esto dio la oportunidad para que la presidencia de la república retome el tema, elimine el consejo de soberanía alimentaria por considerar que no responde a la nueva arquitectura institucional nacional, en la cual se limita el número de integrantes y sus roles, reduciéndola a una conferencia de carácter x

Rosero F. Reflexiones sobre la gobernanza de la soberanía alimentaria en Ecuador. Citado en “soberanía alimentaria, porque creemos en el debate: propuestas de legislación”. Quito, 2009.

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consultivo (COPISA), que pasa a depender del ministerio del ramo –MAGAP-, entidad responsable de la definición de políticas y de la ejecución de las mismas.

Es decir se abandona en la práctica el carácter de la soberanía alimentaria como objetivo estratégico del Estado y su carácter intersectorial y supraministerial, como lo propusieron las organizaciones sociales.

Así, el MAGAP fue creado en otro momento para responder a las necesidades del modelo agroexportador y fue reducido significativamente por los programas sucesivos de ajuste estructural. Cuenta con “estratos geológicos” bien marcados por la llamada “revolución verde” y su “lógica profunda” de mecanización agrícola y uso de agroquímicos.

Esta falencia específica de la LORSA proviene de la falta de definición de la nueva institucionalidad para la gobernanza de la soberanía alimentaria. La legislación vigente fue elaborada únicamente desde la perspectiva de participación ciudadana, dejando de lado aspectos sustanciales de la gestión pública como la caracterización detallada de los procesos de toma de decisiones, de ejecución interministerial, de seguimiento y evaluación.

Para superar estas limitaciones se requiere profundizar el cambio institucional de manera que los dispositivos sean coherentes con los objetivos de las nuevas políticas de soberanía alimentaria.

Para poner en práctica estas nuevas políticas se requiere cambiar la mentalidad de los funcionarios del MAGAP y de todas las instituciones relacionadas con la soberanía alimentaria.

“Pero al mismo tiempo, es necesario crear las condiciones de gobernanza de la soberanía alimentaria en la sociedad civil pues el tema es poco conocido por dirigentes sociales y políticos. En esta perspectiva es necesario generar materiales de difusión y un amplio proceso de comunicación para que los ciudadanos y la organización se apropien del nuevo paradigma de soberanía alimentaria, participen en la elaboración de sus leyes conexas, y

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ejerzan el control social sobre la implementación de las políticas públicas alimentarias por parte de los diferentes niveles de gobierno, en la actualidad y en el futuroxi”.

Pero más allá de eso, se requiere un posicionamiento más firme de las organizaciones sociales, el desplegar el esfuerzo necesario para entender este proceso, desarrollar capacidades propias para hacerlo, lo que debería desembocar en una plataforma de soberanía alimentaria en el territorio, y una articulación de organizaciones para construir esta plataforma, teniendo presente siempre estas dos dimensiones: la dimensión localterritorial y la otra de cara a la aplicación de la agenda neoliberal globalizada y provocar cambios profundos en las políticas públicas nacionales articuladas a esta agenda.

En resumen la ley de soberanía alimentaria marca los mecanismos para ir construyendo ese nuevo modelo a través de una serie de leyes. Sin embargo la LORSA ya contiene algunos peligros sobre los que vale la pena estar alertas para actuar: a) la institucionalidad, b) la participación, c) los biocombustibles, d) la ocupación ilegal de las zonas de manglar, e) la expansión de monocultivos, f) los cultivos transgénicos, g) ausencia de impulso a una matriz de producción y consumo diferente, h) el patentamiento y control de las semillas.

6. Perspectivas y desafíos A pesar de que varias organizaciones campesinas y redes sociales han acogido la agroecología, se constata que la agroecología en la provincia de Loja todavía está confinada a las huertas pequeñas de hortalizas o a los huertos agroforestales un poco más extensos que son el soporte de la actividad cafetalera. En muchos casos se está dando una convivencia en la misma finca con cultivos -monocultivosque son para el comercio y para la obtención de ingresos monetarios, en los que se aplican paquetes de agricultura convencional, y de pesticidas. En el territorio en donde se da el primer encuentro entre agroecología y soberanía alimentaria, es aquí a donde puede desplegarse todo el potencial y los aportes que se pueden hacer desde la agroecología, para un reordenamiento del territorio, fortalecer la autonomía local, defender la agrobiodiversidad y las semillas, etc., pero también aquí probablemente están los limites hasta donde se puede avanzar desde la agroecología sola.

xi

Idem.

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Plantearse la transición de la agroecología de la finca al territorio requiere voluntad política, políticas públicas, Investigación, apoyo técnico, inversión para el ordenamiento de fincas, recursos de crédito, entre otros. El otro ámbito de construcción de soberanía alimentaria se está dando en las experiencias de intercambio asociativo y de encuentro campo ciudad, que en la provincia de Loja asumen sobre todo la modalidad de ferias agroecológicas; para una ampliación del mercado interno, se requiere conformación de tejido social en las ciudades, que interactúen con las organizaciones campesinas del campo, recuperar hábitos alimentarios propios de nuestra cultura y dotación de políticas públicas y espacios adecuados, infraestructura para transporte y acopio. Una mirada a la aplicación de la agenda neoliberal, durante los últimos 40 años, nos permite ver que el Estado ecuatoriano perdió la capacidad reguladora de la política agraria, pues dejó de controlar los instrumentos políticos y legales: i) para controlar los precios de los productos básicos, ii) el uso y control del agua y la tierra, iii) la política alimentaria, iv) la posibilidad de definir políticas de apoyo diferenciadas al pequeño y mediano agricultor y v) establecer medidas de protección a la agricultura. La aplicación más reciente de estas políticas nos ha llevado a un cambio de la AGRI-CULTURA, a la del AGRO-NEGOCIO. La tierra cultivada ya no pertenece al campesino porque se ve obligado a producir en función de las necesidades y demandas del mercado y las empresas. Ha pasado de ser un campesino soberano, a un productor “incluido” o “integrado” Esto ha traído impactos sociales y ambientales graves uno de ellos es que La producción comunitaria tiene cada vez menos espacio, mientras avanzan múltiples formas de control privado, la mayoría de tierras comunitarias, bosques, agua, suelos agrícolas, pesquerías, biodiversidad, claves de la soberanía alimentaria campesina, indígena, pescadora, están siendo ocupadas por actividades extractivas de recursos naturales, minería, agro-exportación, plantaciones forestales, agro-combustibles, control privado de cuencas hidrográficas y de la biodiversidad, Esto nos permite ver que aún no hay señales claras de aplicación de políticas públicas, para caminar hacia un modelo nacional de soberanía alimentaria que en el campo tiene como base la aplicación de la agroecología en el territorio y en la ciudad la construcción de relaciones campo ciudad y un nuevo sistema alimentario de distribución y consumo.

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Así mismo la lucha del movimiento campesino e indígena ha permitido llevar la soberanía alimentaria a la Nueva Constitución, con disposiciones de esta ley que son de carácter público, interés social y carácter integral e intersectorial. Para poner en práctica estas nuevas políticas se requiere cambiar la mentalidad de los funcionarios del MAGAP y de todas las instituciones relacionadas con la soberanía alimentaria. Pero al mismo tiempo, es necesario crear las condiciones de gobernanza de la soberanía alimentaria en la sociedad civil pues el tema es poco conocido por dirigentes sociales y políticos. En esta perspectiva es necesario generar materiales de difusión y un amplio proceso de comunicación para que los ciudadanos y ciudadanas y las organizaciones sociales del campo y la ciudad se apropien del nuevo paradigma de soberanía alimentaria. Lo que debería desembocar en la elaboración de una plataforma de soberanía alimentaria para el territorio y la región, y una articulación de organizaciones para avanzar en la aplicación de esta plataforma, teniendo presente siempre estas dos dimensiones: la dimensión localterritorial y la otra de cara a la aplicación de la agenda neoliberal globalizada y la necesidad de incorporar cambios profundos a las políticas públicas nacionales articuladas a esta agenda.

Autor: Benjamín Macas Coordinador Red Agroecológica Loja - RAL. Miembro de la Coordinadora Ecuatoriana de Agroecología Integrante del Movimiento de agroecología Latinoamericano – MAELA Email: Red [email protected] www.agroecología.ec

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