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Alejandro Colon Ortiz Yaira Colon Mercado Sonia Bermudez Del Valle
Los brotes de cólera puede ocurrir de manera esporádica en cualquier parte del mundo donde los suministros de agua, saneamiento, seguridad alimentaria y las prácticas de higiene son inadecuados. Comunidades hacinadas con condiciones sanitarias deficientes y peligrosas es donde las aguas de consumo son las más frecuentemente afectados.
El cólera es causado por la bacteria Vibrio cholerae. Las personas se infectan después de comer alimentos o beber agua que ha sido contaminada por las heces de personas infectadas. Los mariscos crudos o poco cocinados pueden ser una fuente de la infección en áreas donde el cólera es frecuente y el saneamiento es deficiente. Hortalizas y frutas que han sido lavadas con agua contaminada por las aguas residuales también pueden transmitir la infección si V. cholerae está presente.
El cólera es una infección aguda del intestino, que comienza repentinamente con dolor, diarrea acuosa, náuseas y vómitos. La mayoría de las personas infectadas presentan diarrea muy leve o una infección sin síntomas. Las personas malnutridas en particular, experimentan síntomas más severos.
El tratamiento del cólera consiste principalmente en la reposición de los líquidos y sales perdidos. El uso de sales de rehidratación oral (SRO) es la forma más rápida y más eficiente. La mayoría de las personas se recuperan entre 3 a 6 días. Si la persona infectada se convierte en gravemente deshidratados, líquidos por vía intravenosa se puede dar. Los antibióticos no son necesarios para tratar con éxito a un paciente de cólera.
Para evitar la propagación del cólera, las siguientes cuatro intervenciones son esenciales: El hecho de proporcionar agua potable Una La
adecuada higiene personal
higiene adecuada de los alimentos
Eliminación
humanas.
higiénica de las excretas
La Legionella es una bacteria ambiental capaz de sobrevivir en un amplio intervalo de condiciones físico-químicas, multiplicándose entre 20 ºC y 45 ºC, destruyéndose a 70 ºC. Su temperatura óptima de crecimiento es 35-37 ºC. Su nicho ecológico natural son las aguas superficiales formando parte de su flora bacteriana. Desde estos reservorios naturales la bacteria puede colonizar los sistemas de abastecimiento de las ciudades y, a través de la red de distribución de agua, se incorpora a los sistemas de agua sanitaria (fría o caliente) u otros sistemas que requieren agua para su funcionamiento.
Estas infecciones están causadas por un bacilo gram negativo de la especie Legionella que fue aislado por primera vez en 1977 en un brote epidémico, con 221 casos y 34 fallecimientos, ocurrido en el mes de julio de 1976 en Philadelphia en una Convención de Legionarios de la Legión Americana; de ahí su nombre.
La legionelosis es una enfermedad bacteriana de origen ambiental que suele presentar dos formas clínicas diferenciadas: la infección pulmonar o "Enfermedad del Legionario", que se caracteriza por neumonía con fiebre alta, y la forma no neumónica, conocida como "Fiebre de Pontiac", que se manifiesta como un síndrome febril agudo y de pronóstico leve.
El Biocida Biovidrio es un Biocida sólido para la desinfección de Legionella que se aplica directamente en la balsa de las Torres de Refrigeración, sin la necesidad de utilización de bombas dosificadoras.
Los fundamentos de la prevención de la legionelosis son el diseño y mantenimiento mejorados de las torres de refrigeración y los sistemas de conducción de agua especialmente del agua caliente sanitaria, para limitar el crecimiento y expansión de los microorganismos de la legionela.
La giardiasis o la fiebre del castor en el ser humano es una infección diarreica del intestino delgado por un organismo unicelular llamado Giardia lamblia.
Se puede contraer al beber agua de los lagos o corrientes donde habitan animales como los castores y ratas o animales domésticos como las ovejas. También se propaga por contacto directo de una persona a otra, lo que ha causado brotes en instituciones como las guarderías.
Dolor
abdominal Diarrea Gases o distensión abdominal Dolor de cabeza Inapetencia Fiebre baja Nauseas Abdomen inflamado o distendido Vómitos
Algunas infecciones desaparecen por sí solas. Se pueden utilizar agentes antinfecciosos. La resistencia al fármaco puede ser un factor en las fallas del tratamiento, lo cual algunas veces requiere un cambio en la terapia de antibióticos. En mujeres embarazadas, se debe posponer el tratamiento hasta después del parto, puesto que algunas de las drogas utilizadas para tratar la infección pueden ser dañinas para el feto.
Para su prevención se debe utilizar un método de purificación del agua, como por ejemplo, hervirla, filtrarla y tratarla con yodo, antes de tomar agua superficial.