Alucinaciones musicales: la música perpetua

NOTA CLÍNICA Alucinaciones musicales: la música perpetua Ramón J. Zabalza-Estévez Introducción. Las alucinaciones musicales son un tipo de alucinaci

2 downloads 83 Views 146KB Size

Story Transcript

NOTA CLÍNICA

Alucinaciones musicales: la música perpetua Ramón J. Zabalza-Estévez

Introducción. Las alucinaciones musicales son un tipo de alucinación auditiva prevalente en la población no psiquiátrica, pero escasamente comunicada en la bibliografía neurológica. Ocurren con mayor frecuencia en la población anciana, del sexo femenino y con pérdida de audición, pero su fisiopatología está por desentrañar. Casos clínicos. Se presentan seis casos (cinco mujeres y un hombre) de alucinaciones musicales diagnosticados en una consulta de neurología general en un lapso de tiempo de cinco años. En cinco de ellos concurría la hipoacusia en mayor o menor grado y uno estaba desencadenado por la pentoxifilina. En su mayoría, el contenido musical de las alucinaciones provenía de experiencias musicales vividas en la infancia y juventud. En los casos sometidos a tratamiento farmacológico la respuesta fue pobre; sin embargo, una vez explicada a los pacientes la benignidad del cuadro y su desvinculación con patología psicótica, el grado de aceptación del síntoma fue bueno. Conclusiones. Las alucinaciones musicales son una patología fronteriza entre la neurología, la otorrinolaringología y la psiquiatría poco conocida, que, con frecuencia, se vincula erróneamente a la enfermedad mental. Es fundamental explicar a pacientes y familiares el carácter no necesariamente psiquiátrico de este síntoma, así como conocer la potencialidad que tienen algunos fármacos de uso común para generarlo. Palabras clave. Alucinaciones. Alucinaciones auditivas. Alucinaciones musicales. Alucinosis musical. Música. Sordera.

Ambulatorio de Especialidades de Tolosa. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Donostia. Tolosa, Guipúzcoa, España. Correspondencia: Dr. Ramón J. Zabalza Estévez. Servicio de Neurología. Hospital Universitario Donostia. Paseo Dr. Beguiristain, s/n. E-20014 San Sebastián (Guipúzcoa). Fax: +34 943 006 909. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 02.01.14. Cómo citar este artículo: Zabalza-Estévez RJ. Alucinaciones musicales: la música perpetua. Rev Neurol 2014; 58: 207-12.

Introducción Las alucinaciones musicales son una modalidad de alucinación auditiva caracterizada por la percep­ ción reiterada de melodías en pacientes no necesa­ riamente afectados por un trastorno psicopatológi­ co. Con frecuencia se asocian a graves problemas de audición, aunque existen otras etiologías, y en algunos pacientes resulta imposible llegar a cono­ cer su origen. Es una patología poco diagnosticada que afecta al 2% de las personas con pérdida de au­ dición, y probablemente sea el tipo de alucinación no psicótica más frecuente [1]. Se ha calculado que anualmente aparece un nuevo caso de alucinacio­ nes musicales por cada 10.000 habitantes con pato­ logía psiquiátrica de edad superior a 65 años [2]. Al tratarse de una patología ubicada en la encrucijada entre la psiquiatría, la otorrinolaringología y la neu­ rología, puede no ser reconocida y generar gran su­ frimiento al paciente. Es crucial establecer el diag­ nóstico correcto de las alucinaciones musicales, des­ cartando la existencia de patología psiquiátrica sub­ yacente, para evitar ‘etiquetas diagnósticas’ y trata­ mientos inadecuados que añadan más angustia al ya de por sí perplejo paciente, que no alcanza a en­ tender de dónde surge la música perpetua que lo acompaña a todas horas. El objetivo de este trabajo

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

es difundir el conocimiento de este trastorno, poco habitual en la literatura neurológica, a propósito de seis casos diagnosticados en una consulta de neu­ rología general durante un período de cinco años.

© 2014 Revista de Neurología

Casos clínicos Caso 1 Mujer de 83 años con antecedentes de ictus isqué­ mico vertebrobasilar varios años antes de la consul­ ta, hipoacusia bilateral y trastorno adaptativo en fase de resolución, tras la muerte de una amiga. Se­ guía tratamiento con paroxetina y clopidogrel. Con­ sultó por un cuadro de varios meses de evolución consistente en la audición de fragmentos de música clásica que no era capaz de identificar y canciones religiosas como Salve Regina; las melodías la asalta­ ban a diario, sin horario previsible, y se mantenían por lapsos de tiempo de al menos media hora. Ella hacía una crítica lúcida del carácter alucinatorio de la música, bromeando acerca de su persistencia, que temía la acabara obsesionando. Tanto la explora­ ción neurológica como el estudio neuropsicológico resultaron normales. La resonancia magnética (RM) craneal mostró una leucoencefalopatía vascular cró­

207

R.J. Zabalza-Estévez

nica avanzada, tanto supra como infratentorial. La consulta a Otorrinolaringología se informó como hipoacusia neurosensorial bilateral con cofosis de­ recha y el psiquiatra descartó psicopatología. Una vez realizado el diagnóstico de alucinaciones musi­ cales se ofrecieron a la paciente diferentes alternati­ vas farmacológicas, que rehusó. Falleció a los tres años de la primera consulta sin que hubieran de­sa­ parecido las alucinaciones musicales, pero con una buena aceptación de ellas.

Caso 2 Mujer de 72 años, de nacionalidad rusa, sin antece­ dentes de enfermedad y poseedora de oído absolu­ to. Acudió a la consulta porque tres meses antes, tras un acceso de estornudos seguido de cefalea oc­ cipital, empezó a oír un ruido sordo, como de mo­ tor, por toda la cabeza. A los tres días este ruido se transformó en sonidos musicales de diferentes ti­ pos. En ocasiones percibía acordes aislados que era capaz de reproducir en el piano, otras veces oía fragmentos de piezas sinfónicas, arias de ópera ita­ liana o canciones folclóricas como Kalinka y Katiusha. La nitidez de las melodías era tal que, al oír algunas de ellas, consiguió evocar la letra de can­ ciones que ya tenía olvidadas, oídas en su infancia durante el asedio a Leningrado por las tropas nazis. Esporádicamente, entre las canciones se interponía el sonido de sirenas de ambulancias. Aunque estas alucinaciones musicales podían aparecer en cual­ quier momento, eran más frecuentes al atardecer y se atenuaban al estar distraída. Las exploraciones neurológica y neuropsicológica –con neuroimagen (RM y angio-RM cerebral), electroencefalograma (EEG) y valoración psiquiátrica– resultaron norma­ les. El estudio otorrinolaringológico reveló una li­ gera presbiacusia. Se instauró tratamiento con car­ bamacepina en dosis bajas, que dejó de tomar por mala tolerancia, y optó por no tratarlas.

Caso 3 Varón de 85 años con diagnóstico de hipoacusia de predominio derecho cinco años antes y con antece­ dentes de cardiopatía isquémica y bronquitis cróni­ ca; seguía tratamiento con nitritos y ácido acetilsa­ licílico. Acudió a la consulta remitido por Psiquia­ tría por un cuadro de alucinaciones musicales de dos años de evolución. El cuadro se inició de forma brusca al oír el repicar de campanas, que inicial­ mente pensó que provenía de una iglesia próxima a su domicilio; con posterioridad empezó a oír voces que hablaban y cantaban melodías que no identifi­

208

caba, para semanas después aparecer canciones del folclore tradicional que recordaba haber oído en la infancia; estas tonadas estaban acompañadas de guitarra y acordeón. Las alucinaciones musicales le resultaban tan agradables que el paciente asegura­ ba: ‘Cantan como los ángeles’. Por otro lado, de for­ ma esporádica oía, intercalada con la música, la voz de dos hombres dialogando entre sí a los que llama­ ba ‘los charlatanes’; estas voces las identificaba con dos locutores de una cadena de televisión, si bien hacía una crítica lúcida del carácter irreal tanto de la música como de las voces. Psiquiatría descartó la existencia de trastorno psicopatológico subyacente y tampoco se encontraron déficits neurológicos ni neuropsicológicos relevantes. El resultado de la RM craneal y el EEG fue normal. El paciente sigue tra­ tamiento con 50 mg de quetiapina al día con dis­ minución de la frecuencia de las alucinaciones mu­ sicales; éstas también se atenúan cuando hace sus oraciones nocturnas.

Caso 4 Mujer de 78 años con antecedentes de hipertensión arterial controlada con eprosartán. Consultó por­ que seis meses antes, a los pocos días de empezar un tratamiento de pentoxifilina para un problema de circulación periférica, desarrolló un cuadro de audición de música de anuncios de televisión y me­ lodías de su juventud que identificaba como ‘bilbai­ nadas’. Esta música aparecía a cualquier hora del día, pero se exacerbaba al acostarse, lo que le gene­ raba una gran ansiedad. La paciente reconocía el carácter alucinatorio de ésta, pero insistía en que la pentoxifilina había sido la causante. Tanto las explo­ raciones neurológica y neuropsicológica como oto­ rrinolaringológica y psiquiátrica resultaron norma­ les. Se realizó un estudio de RM craneal que reveló una leucoencefalopatía vascular moderada. La su­ presión de la pentoxifilina hizo que las alucinacio­ nes musicales desaparecieran en pocas semanas.

Caso 5 Mujer de 72 años enviada por Psiquiatría por sufrir alucinaciones musicales de un año de evolución. Como antecedentes tenía una sordera bilateral, así como hipertensión arterial esencial y un síndrome depresivo leve controlados con captopril/hidroclo­ rotiacida y paroxetina, respectivamente. La paciente relataba oír a diario, a cualquier hora del día, música de diferentes estilos que reconocía perfectamente. Al inicio era música de su juventud en forma de vi­ llancicos, fragmentos de zarzuela y cánticos religio­

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

Alucinaciones musicales: la música perpetua

sos; más tarde aumentó el repertorio añadiéndose canciones populares como Mi carro, de Manolo Es­ cobar, La Ramona y La vaca lechera, melodías vas­ cas y arias de ópera cantadas por Pavarotti. Al ini­ ciarse el cuadro se asomaba a la ventana convencida de que la música provenía de la calle. Aunque las alucinaciones musicales no tenían un perfil tempo­ ral concreto, parecían ser más insistentes por la ma­ ñana y la paciente intentaba eliminarlas, sin éxito, cantando otras canciones. No se encontró patología alguna en la exploración neurológica y neuropsi­ cológica. Los estudios de RM craneal y tomografía axial computarizada de conductos auditivos inter­ nos fueron normales. Se ensayaron de forma sucesi­ va tratamientos con carbamacepina, quetiapina y risperidona sin obtener beneficio alguno. La utiliza­ ción de audífonos disminuyó las alucinaciones, que se mantienen en la actualidad con una buena acep­ tación por parte de la paciente.

Caso 6 Mujer de 82 años con antecedentes de hipoacusia bilateral en tratamiento con audífonos desde hacía tres años, adenocarcinoma de colon intervenido diez años antes e insomnio controlado con 2 mg de lormetacepam. Consultó porque dos meses antes comenzó a oír un zumbido cuando se acostaba, so­ bre todo en el oído derecho, como si tuviera un mo­ tor a su lado. Días después se añadió una voz, que no podía precisar si masculina o femenina, que can­ taba canciones en latín; la paciente reconocía per­ fectamente la música y letra del motete Benedictus qui venit in nomine Domini, de Mozart. Aunque el acúfeno era constante, las alucinaciones musicales tendían a aparecer al mediodía y la paciente las com­ batía oyendo la radio, rezando el rosario con voz su­ surrada o escuchando música con unos cascos que utilizaba de forma permanente. La exploración neu­ rológica resultó normal; en el estudio neuropsicoló­ gico se objetivó un deterioro cognitivo ligero de ca­ racterísticas subcorticales y la neuroimagen resultó normal. No se constató psicopatología alguna y Oto­ rrinolaringología no encontró patología asociada a la ya conocida. A los seis meses de la primera con­ sulta las alucinaciones musicales se habían extingui­ do sin tratamiento alguno, aunque la paciente seguía presentando el acúfeno.

Discusión Aunque las primeras referencias al concepto actual de alucinación en la literatura médica se deben al

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

psiquiatra francés Jean-Étienne Esquirol, en los al­ bores del siglo xix, la historia de las alucinaciones musicales se inicia con las observaciones del psi­ quiatra francés Emmanuel Régis en 1881; no obs­ tante, no fue hasta 1932 cuando se estableció la se­ paración entre la etiología orgánica y psicótica de éstas en función de la existencia o no de insight [3]. Célebres músicos como Robert Schumann, Ludwig van Beethoven, Bedřich Smetana o Mijaíl Glinka su­ frieron alucinaciones musicales, que en algún caso trasladaron a sus composiciones. La prevalencia de las alucinaciones musicales no está bien establecida en la literatura neurológica. La búsqueda bibliográfica en Medline utilizando los términos ‘musical hallucinations’ y ‘musical hallucinosis’ arrojó 138 referencias, de las que tan sólo cua­ tro tenían como objetivo determinar la prevalencia de este trastorno. Dos de los artículos pertenecían al ámbito psiquiátrico [3,4], otro estudiaba la preva­ lencia en una serie de pacientes con hipoacusia [5] y el cuarto la analizaba en la población atendida en un hospital general [6]. Considerando estos estudios, la prevalencia oscila entre el 0,16% de la serie de 3.678 pacientes de Fukunishi et al [6] y el 26,8% de los 190 pacientes estudiados por Hermesh et al [4]. En función de su origen, las alucinaciones musi­ cales pueden clasificarse en funcionales y orgánicas; las funcionales obedecen a trastornos psicopatoló­ gicos sin aparente daño físico en el cerebro y las or­ gánicas se deben a lesiones cerebrales o del oído. Berrios [7] propuso dividir las orgánicas en tres ti­ pos según su causa: procesos neurológicos, patolo­ gía auditiva y tóxicos. Posteriormente, Boza [8] es­ tableció seis categorías de alucinaciones no psiquiá­ tricas: las surgidas en el contexto de eventos psico­ lógicos no psiquiátricos, las debidas a fármacos, las secundarias a trastornos neurológicos, producidas por enfermedades medicoquirúrgicas, las de origen ambiental y las pseudoalucinaciones. A pesar de que esta clasificación resulta útil desde un punto de vis­ ta académico, sólo puede considerarse una aproxi­ mación de ningún modo definitiva [9]. Aunque las alucinaciones musicales son infre­ cuentes en el ámbito psiquiátrico, se han descrito asociadas a la esquizofrenia, la depresión y el tras­ torno obsesivo compulsivo [10,11]. Las alucinacio­ nes musicales orgánicas se dan en su mayoría en pacientes con hipoacusia adquirida grave [12-15], constituyendo lo que se podría definir como un sín­ drome de Charles Bonnet auditivo; otras etiologías son las lesiones vasculares cerebrales [16-19], tu­ mores cerebrales [20,21], fármacos como la pento­ xifilina [22], el tramadol [23] y la bromocriptina [24]. Además, se han comunicado casos anecdóticos aso­

209

R.J. Zabalza-Estévez

ciados a enfermedad de Parkinson [25], tratamiento electroconvulsivo [26], romboencefalitis por Listeria [27] y trasplante hepático [28]. Se han vinculado las alucinaciones musicales con algunos casos de epilepsia temporal, dado que en ambos fenómenos se constata la activación del lóbulo temporal dere­ cho [18,29]. La presencia de múltiples lesiones vas­ culares centrales, comprobada en pacientes con alu­ cinaciones musicales, podría considerarse un factor de riesgo para desarrollarlas en el contexto de una epilepsia vascular. Generalmente, el contenido de la alucinaciones musicales son melodías o canciones familiares para el paciente [2], que en ocasiones no había vuelto a escuchar desde la juventud. Pese a que la música re­ ligiosa es la dominante en muchos casos de aluci­ naciones musicales, se han comunicado casos de percepción de música clásica, folclórica, canciones navideñas, etc. Resulta probable que el contenido de las alucinaciones musicales no sea más que un reflejo del acervo musical del paciente, manifestado por la activación anómala de los circuitos de me­ moria musical. El mecanismo fisiopatológico de las alucinacio­ nes musicales es desconocido, pero en los casos de sordera se invoca una desinhibición de los circuitos de la memoria auditiva desencadenada por la priva­ ción sensorial. La hipótesis más plausible es la de la génesis de una actividad espontánea producida por un sistema auditivo sometido a un déficit de aferen­ cias; dicha actividad se interpretaría como un estí­ mulo musical externo por un sistema de reconoci­ miento cortical [13], de manera que las alucinacio­ nes musicales se generarían por la falta de input auditivo. La falta de aferencias auditivas, asimismo, abocaría al establecimiento de un mecanismo de feedback entre los módulos cerebrales de percep­ ción y reconocimiento del sonido, y conduciría a una percepción sin estímulo. A la vista de la alta in­ cidencia de sordera y la avanzada edad de muchos de los pacientes con alucinaciones musicales, se puede especular que la génesis del cuadro y su man­ tenimiento en el tiempo podrían estar relacionados, en algunos casos, con una isquemia laberíntica, ha­ bida cuenta de que la arteria auditiva interna (o ar­ teria laberíntica) es una arteriola, rama de la arteria cerebelosa media, que penetra en el conducto audi­ tivo interno acompañando al nervio acústico y se encarga de irrigar el laberinto membranoso a través de sus ramas terminales: vestibular, cocleovestibu­ lar y coclear. Esta hipótesis etiopatogénica vascular no explica otros casos de alucinaciones musicales en los que el mecanismo vascular no provoca una privación sensorial, como demuestra la integridad

210

de la onda I de los potenciales evocados auditivos en lesiones isquémicas pontinas; en estos casos se­ ría plausible la existencia de una lesión supranu­ clear de la vías auditivas, con afectación de las es­ trías acústicas dorsal e intermedia, el cuerpo trape­ zoide, el núcleo olivar superior y el lemnisco lateral [17]. Del mismo modo que en la alucinosis pedun­ cular las lesiones que afectan a las conexiones de la formación reticular con las áreas asociativas corti­ cales generan alucinaciones por un mecanismo de liberación, la lesión de vías ascendentes de la for­ mación reticular al núcleo dorsal del tálamo y el neocórtex podrían desencadenar la liberación de la memoria auditiva, que abocaría a la aparición de las alucinaciones musicales por la afectación de las vías inhibitorias pontinas [30]. En los casos de alucinaciones musicales sin sor­ dera, se especula que existe una desconexión de las aferencias o las redes corticales, según donde se ha­ lle la lesión subyacente [31]. Los estudios de neuro­ imagen funcional muestran evidencias de la exis­ tencia de una hiperexcitabilidad de la circunvolu­ ción temporal superior, región que se activa con la percepción musical según estudios con tomografía por emisión de positrones; asimismo, se activa la corteza de asociación auditiva en las alucinaciones musicales. Por otra parte, se ha constatado que, en sujetos normales, la percepción musical de cancio­ nes con letra activa ambas regiones temporales, mientras que las melodías sólo activan el lóbulo tem­ poral derecho [13,15]. En la actualidad no se dispone de ningún trata­ miento curativo de las alucinaciones musicales. La mayor efectividad se consigue en los casos en que las alucinaciones musicales son un síntoma más de una enfermedad concreta, como pueden ser la de­ presión o la esquizofrenia. El abordaje terapéutico se basa en el control de los factores desencadenan­ tes (sordera, fármacos, lesiones cerebrales focales, etc.) y la administración de diferentes tipos de fár­ macos, entre los que se han empleado antipsicóticos, antiepilépticos, antidepresivos e inhibidores de la acetilcolinesterasa [32], con resultados desiguales. Los casos presentados ilustran en buena medida el espectro etiológico de las alucinaciones musicales (Tabla); en ninguno de ellos se constató patología psiquiátrica a la que se pudiera responsabilizar de las alucinaciones y todos los pacientes, tras una fase inicial de perplejidad, admitían que el origen de la música estaba en su propio cerebro. El tiempo de evolución entre el inicio de los síntomas y el estable­ cimiento del diagnóstico de alucinaciones musicales osciló entre los dos meses y los dos años. El tipo de música percibido por este grupo de pacientes encaja

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

Alucinaciones musicales: la música perpetua

Tabla. Descripción de los casos. Caso 1

Caso 2

Caso 3

Caso 4

Caso 5

Caso 6

Sexo

Mujer

Mujer

Hombre

Mujer

Mujer

Mujer

Edad

83 años

72 años

85 años

78 años

72 años

82 años

Atención primaria

Iniciativa propia

Psiquiatría

Atención primaria

Psiquiatría

Urgencias

Tiempo de evolución

3 meses

3 meses

2 años

6 meses

1 año

2 meses

Factores etiológicos

Hipoacusia, ictus

Presbiacusia

Hipoacusia

Pentoxifilina

Hipoacusia

Hipoacusia

Tipo de música

Clásica, religiosa

Clásica, folclórica

Folclórica

Anuncios televisivos, ‘bilbainadas’

Clásica, folclórica, popular, villancicos

Religiosa

Otros fenómenos

No

Motor, sirena de ambulancias

Campanas, hombres dialogando

No

No

Zumbido

Tratamiento

No

Carbamacepina

Quetiapina

Supresión de la pentoxifilina

Carbamacepina, quetiapina, risperidona, audífonos

No

Respuesta al tratamiento



Nula



Óptima

Nula a los fármacos, buena a los audífonos



Procedencia

con lo descrito en la bibliografía, con predominio de piezas musicales escuchadas en la juventud. Espe­ cial interés tiene el caso 2, que demuestra de forma inequívoca la intervención de circuitos de memoria musical en la génesis de las alucinaciones musicales; la presencia simultánea de sonidos de sirenas de ambulancia, un sonido familiar en el sitio de Lenin­ grado, apoyaría esta hipótesis. Digno de reseñar es el caso 4, porque la paciente insistió desde el primer momento, a pesar del escepticismo de diferentes in­ terlocutores, en que el origen de la música estaba en la pentoxifilina. Asimismo, hemos de estar en alerta ante la posible aparición de alucinaciones musicales por un fármaco de uso generalizado como es el tra­ madol. La RM de los casos 1 y 4 evidenció una leu­ coencefalopatía vascular que podría ser un factor coadyuvante a la aparición de las alucinaciones mu­ sicales, relacionadas en el primer caso con una hi­ poacusia grave y desencadenadas en el segundo por la pentoxifilina. Los EEG no revelaron actividad pa­ roxística y ninguno de los pacientes mostró fenome­ nología sugestiva de epilepsia del lóbulo temporal. Respecto a la estrategia terapéutica, en nuestra opi­ nión, aparte del eventual tratamiento farmacológi­ co, es fundamental reforzar, en los pacientes no psi­ quiátricos con alucinaciones musicales, la idea de que éstas no obedecen a una enfermedad mental ni son el heraldo de ella.

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

Debe insistirse en la necesidad de tener presente esta entidad nosológica al enfrentarse a un paciente que acude a la consulta exponiendo, casi con ver­ güenza, que oye música que nadie de su entorno es capaz de percibir. Bibliografía 1. Sacks O. The power of music. Brain 2006; 129: 2528-32. 2. Warner N, Aziz V. Hymns and arias: musical hallucinations in older people in Wales. Int J Geriatr Psychiatry 2005; 20: 658-60. 3. Saba PR, Keshavan MS. Musical hallucinations and musical imagery: prevalence and phenomenology in schizophrenic inpatients. Psychopathology 1997; 30: 185-90. 4. Hermesh H, Konas S, Shiloh R, Dar R, Marom S, Weizman A, et al. Musical hallucinations: prevalence in psychotic and nonpsychotic outpatients. J Clin Psychiatry 2004; 65: 191-7. 5. Teunisse RJ, Olde Rikker MG. Prevalence of musical hallucinations in patients referred for audiometric testing. Am J Geriatr Psychiatry 2012; 20: 1075-7. 6. Fukunishi I, Horikawa N, Onai H. Prevalence rate of musical hallucinations in a general hospital setting. Psychosomatics 1998; 39: 175. 7. Berrios GE. Musical hallucinations. A historical and clinical study. Br J Psychiatry 1990; 156: 188-94. 8. Boza RA. Hallucinations and illusions of non-psychiatric aetilogies. Psychiatry On-Line 1999. URL: http://www.priory. com/halluc.htm. [09.08.2013]. 9. Liikkanen LA. Neural substrates of an ongoing musical experience. A review of imagery studies in cognitive neuroscience and hallucination research in neurology and biological psychiatry. Cognitive Science 2004. URL: http://i.org.helsinki.fi/lassial/ files/publications/050728-bachelors_thesis.pdf. [09.08.2013]. 10. Mahendran R. The psychopathology of musical hallucinations. Singapore Med J 2007; 48: e68-70.

211

R.J. Zabalza-Estévez

11. Matta APC, Ribas MCA, Carod-Artal FJ. Obsesiones musicales en el trastorno obsesivo compulsivo. Rev Neurol 2012; 54: 508-9. 12. Pasquini F, Colé MG. Idiopathic musical hallucinations in the elderly. J Geriatr Psychiatry Neurol 1997; 10: 11-4. 13. Griffiths TD. Musical hallucinosis in acquired deafness. Phenomenology and brain substrate. Brain 2000; 123: 2065-76. 14. Fischer CE, Marchie A, Norris M. Musical and auditory hallucinations: a spectrum. Psychiatry Clin Neurosci 2004; 58: 96-8. 15. Sánchez TG, Rocha SCM, Knobel KAB, Kii MA, Santos RM, Pereira CB. Musical hallucination associated with hearing loss. Arq Neuropsiquiatr 2011; 69: 395-400. 16. Murata S, Naritomi H, Sawada T. Musical auditory hallucinations caused by a brainstem lesion. Neurology 1994; 44: 156-8. 17. Schielke E, Reuter U, Hoffmann O, Weber JR. Musical hallucinations with dorsal pontine lesions. Neurology 2000; 55: 454-5. 18. Roberts DL, Tatini U, Zimmerman RS, Bortz JJ, Sirven JI. Musical hallucinations associated with seizures originating from an intracranial aneurysm. Mayo Clin Proc 2001; 76: 423-6. 19. Cerrato P, Imperiale D, Giraudo M, Baima C, Grasso M, Lopiano L, et al. Complex musical hallucinosis in a professional musician with a left subcortical haemorrhage. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2001; 71: 280-1. 20. Isolan GR, Bianchin MM, Bragatti JA, Torres C, Schwarts­ mann G. Musical hallucinations following insular glioma resection. Neurosurg Focus 2010; 28: E9. 21. Gilbert GJ. Pentoxifylline-induced musical hallucinations. Neurology 1993; 43: 1621-2.

22. Cabrera-Aldana EE, Durán-Ortiz M. Alucinaciones musicales como manifestación de tumores intracraneales. Arch Neurocien (Mex) 2011; 16: 25-7. 23. Meseguer-Ruiz VA, Navarro-López V. Alucinaciones auditivas y visuales secundarias a la administración de tramadol. An Med Interna 2003; 20: 55. 24. Kobayashi T, Miyata Y, Okamoto S, Kato S. Musical hallucinations induced by bromocriptine. Psychogeriatrics 2004; 4: 102-6. 25. Ergün U, Bozbas A, Akin U, Inan L. Musical hallucinations and Parkinson disease. Neurologist 2009; 15: 150-2. 26. Janakiraman R, Wildgoose K, Seelam K. ECT associated musical hallucinations in an elderly patient: a case report. Ann Gen Psychiatry 2006; 5: 10-2. 27. Fukunishi I, Kita Y, Harihara Y, Kubota K, Takayama T, Kawarasaki H, et al. Musical hallucinations after living-donor liver transplantation. Psychosomatics 1999; 40: 530-1. 28. Douen AG, Bourque PR. Musical auditory hallucinosis from Listeria rhombencephalitis. Can J Neurol Sci 1997; 24: 70-2. 29. Currie S, Heathfield KW, Henson RA, Scott DF. Clinical course and prognosis of temporal lobe epilepsy. A survey of 666 patients. Brain 1971; 94: 173-90. 30. Harth E, Unnikrishnan KP. Brainstem control of sensory information: a mechanism for perception. Int J Psychophysiol 1985; 3: 101-19. 31. Mocellin R, Walterfang M, Velakoulis D. Musical hallucinosis: case reports and possible neurobiological models. Acta Neuropsychiatr 2008; 20: 91-5. 32. Strauss M, Gertz HJ. Treatment of musical hallucinosis with acetylcholinesterase inhibitors. J Neurol Neurosurg Psychiatry 2009; 80: 1298-9.

Musical hallucinations: perpetual music Introduction. Musical hallucinations are a kind of auditory hallucination that are prevalent among the non-psychiatric population, but which have rarely been reported in the neurological literature. They occur most frequently in the elderly, in females and when there is a loss of hearing, but their pathophysiology has still to be unravelled. Case reports. We report here six cases (five females and one male) of musical hallucinations diagnosed in a general neurology clinic over a time-span of five years. In five cases there was also concurrent hypoacusis, to a greater or lesser extent, and one had been triggered by pentoxifylline. In most instances, the musical content of the hallucinations had its origins in music experienced in childhood and early youth. In the cases submitted to pharmacological treatment, the response was poor. Yet, after explaining to the patients that the condition was benign and had no connection with a psychotic pathology, the degree of acceptance of the symptoms was good. Conclusions. Musical hallucinations are a little-known pathology lying on the borderline between neurology, otorhino­ laryngology and psychiatry which are often wrongly linked to mental disease. It is essential to explain to patients and relatives that these symptoms are not necessarily of a psychiatric nature, and to be aware of the potential capacity of some commonly used drugs to generate them. Key words. Auditory hallucinations. Deafness. Hallucinations. Music. Musical hallucinations. Musical hallucinosis.

212

www.neurologia.com  Rev Neurol 2014; 58 (5): 207-212

Get in touch

Social

© Copyright 2013 - 2024 MYDOKUMENT.COM - All rights reserved.