AMERICA LATINA EN SUS LENGUAS INDIGENAS

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AMERICA LATINA EN SUS LENGUAS INDIGENAS COORDINACION, PRESENTACION Y DOCUMENTACION n ,R f, „

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EL AY FIARA Víctor Hugo Cárdenas Javier Albó

El amara es una de las principales lenguas amerindias. Dentro de mitin andina es la segunda en importancia, superada sólo por el .hua en su expansión geográfica y número de hablantes.

DATOS SOCIOL.INGÜISTICOS 1.1. Origen y procesos históricos o existe consenso sobre el origen y vínculos de parentesco del a con otras lenguas andinas, excepto en lo tocante a las lenguas * (Mm.: "palabra") de las que el aymara es el principal represen*t tt . Pertenecen al mismo grupo el iagaru v el kau°ki, ambos hablaen pequeños enclaves en las alturas del departamento de 1_ima, . Un la medida que el método glotocronológico sea valido, se estima la escisión entre estos dos idiomas y el ay mara ocurrió hacia los s IX de nuestra era ( llardmann 1966, Torero 1970). Prez también la opinión de que las lenguas aro están emparentadas Barios idiomas quechua (runasimi ). Todos los idiomas aro v mi serían ramas del proto-quechumara. Pero en este punto va ais tmiste consenso: algunos piensan que las semejanzas se deben sólo d dexto de tantos siglos de contacto y difusión mutua. En algunos como por ejemplo la inclusión de la serie oclusiva glotal en d cihua cuzqueño, la hipótesis de la difusión por contacto parece xu,da . Sin embargo, comparaciones de tipo estructural -niorfoWgkº, y semántico- dan suficiente solidez a la opinión origen común, como la más probable. La expansión geográfica del armara ha experimentado notables dos a lo largo de los siglos. Torero (1970), en base a argununlrr.nes aún endebles, opina que en épocas prehistóricas los idiomas 1. abarcaban una región que iría desde el sur (le I-irna hasta el Cuzco $ érsde la Costa hasta el fin ele la Sierra, en el actual Perú, lugares +ar~ k)s que actualmente sólo se habla quechua y castellano, excepto enclaves jagaru-lzau,ki (ver mapa AB). La documentación colonial tEtsdpeani sí atestigua sólidamente que en el momento del contacto nw las españoles el aymara u otras lenguas íntimamente emparenta283

das comprendía un área mucho más amplia que la actual. Para el siglo XVI hay evidencia de que el aymara se hablaba, en muchos casos junto con el quecluia, el puquina, el uru u otros idiomas, en lugares tan distantes como Iluaruchiri (Lima) por el norte; Aiquile, Tarabuco y Chichas en el SE de Bolivia (Torero 1970, Bouysse-Cassagne, 1976; ver mapa AC). Muchos toponúnicos actuales evidencian esta misma expansión. Hay incluso indicios aymaras en el actual Ecuador, aunque éstos parecen deberse principalmente a migraciones de rnitinakuna. Con la Colonia el aymara pasó a ser una de las tres lenguas "generales" o francas, junto con el quechua y el pukina. A diferencia de este último, el aymara sobrevivió con vigor, pero a costa de reducir notablemente sus' us fronteras frente al quechua. La reducción se debía al mayor status del quechua primero en el incario y después incluso a través de la labor misionera. De esta forma el aymara se fue concentrando en aquellas regiones del antiguo Qullasuyu, que también habían resistido niás fuertemente a la invasión incaica. La política lingüística colonial oficialmente pedía la castellanización pero en la práctica fomentaba el dualismo lingüístico entre los criollos castellanos dominantes y los indios, porque resultaba inás fácil mantener oprimidos a estos últimos, si se les mantenía en su lengua y cultura (Ricard 1961). Ello ayudó también a la vitalidad del aymara hasta el día de hoy. La Independencia y la subsiguiente creación de las repúblicas de Bolivia y Perú no cambió mayormente tal estado de cosas. Sólo en las últimas décadas nuevos factores, copio las reformas agrarias, la industrialización parcial, las subsiguientes migraciones a centros más urbanos, y la generalización del sistema escolar rural, están cambiando algo el panorama aumentando el porcentaje de avivaras que se hacen primero bilingües en castellano o que incluso llegan a perder su idioma originario después de una o dos generaciones. 1.2.

Situación

actual

El número actual (le hablantes de aymara es de unos 1.500.000, ele los que 330.000 están en cl Perú (censo 1972), unos 30.000 en Chile y los demás ( unos 1 .140.000) en Bolivia ( estimaciones). En Chile casi todos son bilingües ; en el Perú un 60% son bilingües; y en Bolivia , un 40-50%, siendo mucho mayores los porcentajes entre los varones y en la generación joven . Sin embargo, para Perú v Bolivia los porcentajes dados sobre bilingüismo deben tomarse en el sentido más amplio del término : casi siempre se trata de bilingües subordinados , con niveles a veces muy elementales de proficiencia en el castellano . Este segundo idioma ha sido adquirido en la escuela (si se trata de la generación joven ), en el cuartel o en los contactos regulares u ocasionales con la ciudad . Por lo mismo es utilizado en contextos relativamente limitados . Pero, por su prestigio dominante, los aymaras tenderán a utilizar el poco castellano que saben ante los extraños y a identificarse corno bilingües en los censos . Aparte de Chile, 284

1

las regiones más bilingües son, evidentemente, las ciudades v sus cercanías y, también, aquellas regiones que más se han incorporado a una economía de mercado, como los Yungas y las zonas ele colonización. Fuera de Chile, el número de hablantes de armara en cifras relativas disminuye con relación al total de cada país. Actualmente los aymaras representan el 3% del Perú (pero el 40 % de los departamentos de Puno y Tacna) y el 25,^%o ele Bolivia (pero el 80% de lub departamentos ele La Paz y Oruro). La principal ciudad de habla aymara es La Paz, donde aproximadamente un 401,o de su poblac1,n (640.000) habla aymara, llegando la proporción a niás del 90% en algunos barrios. No hay otras ciudades con niás de 20.000 armaras urbanos. E.l mapa Al) presenta la distribución actual del aymara en términos de densidad demográfica, áreas ecológicas k administrativas i de mayor o menor tradicionalismo cultural (asilos vs. haciendas ). la frag inentación en dialectos geográficos es relativamente poca. En ningún caso llega a perderse la mutua inteligibilidad (a diferencia del quechua), hecho que puede correlacionarse con la mayor solidaridad de grupo que presenta el hombre aymara. Sin embargo, has ciertas s ariantes dialectales entre las que señalamos las siguientes: a) La Paz: Es el de mayor prestigio y el que evoluciona más rápidamente, probablemente como resultado de este mismo prestigio al tener hablantes de diversas clases sociales, y por ser el área de máxima densidad demográfica, por lo que aumenta el intercambio comunicativo. Dentro de este dialecto las variantes habladas en la ciudad de La Paz y en otros pueblos importantes denotan el impacto del castellano, a través de sus numerosos hablantes bilingües o semi-bilingües. b) Perú: Está en la periferia del estado peruano, por lo que no se da el efecto de prestigio, pero sí el de tina fuerte densidad demográfica que mantiene la lealtad idiomática hacia formas tradicionales arcaizantes; sin embargo, junto a la ciudad de Puno el aymara recibe influencias del quechua y del castellano, y en los valles hacia la tosta del castellano. e) Oruro y norte de Potosí: Son áreas menos pobladas en las que el aymara ha mantenido formas más arcaizantes (a teces, pero no siempre, comunes con las variantes peruanas). Hay fuertes influencias léxicas y morfológicas del quechua, principalmente en el norte de Potosí. d) La franja chilena, en que un dialecto originariamente muy cercano al de Oruro ha sufrido notables influencias del ca,tcilano hasta el punto de estar cercano a la extinción.

28,5

1.3.

Prolvección

Dentro de este panorama, las fronteras del aymara están actualmente experimentando los siguientes cambios, aparte del irás general de castellanización en todos los frentes por efecto ele la situación sociololingüística global (ver infra): a) Avanza frente al quechua y a idiomas selvícolas en la parte N y NF. del departamento ele 1-a Paz, debido al mayor prestigio social en el primer caso, y a nuevos programas de colonización en el segundo. b) lietrocede ante cl quechua, que en este caso tiene mayor prestigio social, en el NO de Puno, Perú, y en todo el SE, es decir, el E (le Oruro y el N de Potosí. c) Cede ante el castellano en toda la franja O hacia la Costa, tanto en Chile como en el Perú, y en la población emigrada a La Paz y a otras ciudades importantes (Arequipa, Tacna, Puno, Oruro). Debido a procesos copio los señalados, has, algunas situaciones sociolingi_iísticamente mús complejas como las siguientes: persisten bolsones armaras en zonas actualmente quechuas, en valles de Cochabamba, Chuquisaca y Potosí en los que los armaras de la Puna (zonas Anís altas) habían mantenido colonias para tener acceso a otros productos; en todo el norte ele 1 a Paz y también ele Potosí hay largas franjas ele incluso niás de 100 Km a lo largo de ríos, en las que en las alturas se mantiene el aymara pero en el fondo de los valles se habla quechua (gliisli u°a significa originariamente zona ecológica intermedia de clima templado); se han formado zonas trilingües aymara-quechua-castellano en el norte de Potosí, el E de Oruro, el N de La Paz, y en las ciudades (le Oruro (Bolivia) y Puno (Perú). 1.4. Estratificación social del aymara Dentro de la sociedad boliviana y serrana -peruana , tanto el quechua como el avenara representan idiomas niavoritarios pero oprimidos. 1-s decir, son idiomas más hablados que cl castellano dentro (le sus regiones respectivas . Sin embargo , están en una situación de contacto desventajoso frente al castellano , que es el idioma (le las minorías dominantes tanto al nivel económico , copio político , como de prestigio social y cultural. Esta situación determina las características y las tendencias del bilingüismo y de las situaciones diglósicas entre estos dos idiomas, En concreto , cl principal flulo idiomático es: monolingües armaras --> bilingües que saben castellano corto segunda lengua monolingües castellanos ( quizás después de varias generaciones). E,l flujo (le.préstamos léxicos tiene cl nüsuto sentido : en principio el aymara suele adoptar el término castellano en aquellas áreas semánticas que no estaban desarrolladas en la época precolombina ni en la rígida estratificación dual posterior . Así, por ejemplo , en las áreas técnica , política y otras modernas aumenta notablemente el número ele préstamos . Incluso en áreas semánticas más neutras se produce a 286

veces una doble serie paralela, una de préstanos castellanos y otra con el equivalente aymara, quedando esta ultima a un nivel de menor prestigio. Jagi, por ejemplo, que significa "ser humano", se con'. ierte entonces en equivalente a "ser humano armara" y inisti (del castellano "mestizo' , ) se refiere a los demás. Sin embargo, todo el fenómeno de préstamos léxicos es menos intenso en el aymara que en el quechua, al menos en Bolivia. En el campo de préstamos fonológicos y gramaticales, la situación de bilingüismos tiene además un efecto opuesto: abundan los calcos de la estructura aymara en el castellano popular de los bilingües ay mara-castellanos y, al nivel gramatical, también en monolingües castellanos (le extracción popular (ver la traducción del texto-muestra en el anexo). Ello se debe seguramente a que a estos niveles la estructura es más inconsciente y, por tanto, menos sujeta a las presiones del prestigio social. Aparte (le la estratificación social existente entre el castellano v el aymara, incluso dentro del idioma aymara ocurren dialectos sociales estratificados, principalmente los que podríamos llamar q'ara (blanco o mestizo) y jagi (aymara, indio; lit. : persona). Debido a la situación ya mencionada de contacto, el dialecto de mayor prestigio, el q'ara, tiene frecuentes préstamos del castellano tanto léxicos como sintácticos y fonológicos, por ejemplo, un sistema de 5 vocales frente a las 3 propias del aymara. Crea neologismos, por ejemplo en la radio o en la predicación bíblica y, más fácilmente, usa oraciones sintácticamente complejas. Finalmente, selecciona alternativas morfológicas y sintácticas más autoritarias. Es el dialecto utilizado por mestizos, autoridades, profesores u otros grupos socialmente privilegiados. El dialecto jagi, en cambio, tiene todas las características opuestas. Es el niás corrientemente usado en todo el sector rural. Debido a factores va señalados, el dialecto geográfico de La Paz es el niás propenso a generar esta posterior estratificación en un doble dialecto social. En principio tanto el quechua copio el aymara son idiomas oprimidos y, por tanto, mantienen una relación ele igualdad cuando entran en contacto. Sin embargo, en varios casos los hablantes de uno u otro idioma pertenecen a estratos sociales ligeramente distintos, creándose así situaciones de voltaje social que generan los procesos de cambio lingüístico señaladas en la sección precedente. Así en el norte de La Paz los comerciantes y funcionarios suelen ser armaras, por lo que este idioma adquiere mayor prestigio y va avanzando su frontera lingüística (al principio de la Colonia el quechua llegaba hasta Ancoraimes, 100 Km más al sur que ahora). En cambio en Oruro y Potosí la situación es la contraria, por lo que la frontera sigue retrocediendo. En el distrito minero de Oruro-Potosi la situación es más compleja, puesto que la principal mano de obra fueron inicialmente cochabambinos ele habla quechua. Ahora estos centros mineros son enclaves quechua-castellanos en un mundo rural originariamente aymara. Allí la estratificación lingüística decrece en la secuencia cas-

1

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SA !11#A tellano -quechua-aymara. Entonces abundan situaciones trilingües iñcluso (¡entro de la misma familia: la madre sólo habla aymara; el padre habla aymara y quechua; los hijos ya son trilingües aymaraquecltua-castellano. El aymara es preferido en el hogar; el quechua, en transacciones con forasteros; y el castellano en la escuela o en ocasiones más formales con autoridades. I.S.

Usos estilísticos y situacionales

Dada la estratificación ya señalada, es evidente que en el caso de los bilingües la selección de castellano o aymara seguirá las reglas de prestigio. El aymara está casi ausente en esferas técnicas, oficiales y en el inundo de la letra escrita; en cambio, es el idioma de la esfera familiar y (le las actividades rurales; es también muy utilizado en el inundo religioso popular tradicional, en expresiones folklóricas, y en el pequeño comercio. Sobre todo desde 1960 la lengua aymara ha ganado mayor vigencia en áreas en las que anteriormente estaba casi proscrito, como las siguientes: a) Los medios de comunicación social no escrita, principalmente la radio: en La Paz hay 22 emisoras de las que 5 trasmiten casi todo el tiempo en aymara y la mayoría de las demás dedican a este idioma de 1/2 a 3 horas diarias (datos de 1976). Ila habido también un aumento en la producción de discos con música en aymara. Una de las primeras películas comerciales de largo metraje bolivianas ha sido en este idioma y actualmente se está rodando otra en el mismo. La TV ha pasado también lecciones de aymara. En cambio la prensa escrita es emporio exclusivo del castellano, excepto en poesías muy ocasionales en sus secciones literarias. b) La religión de tipo oficial. El auge aymarista empezó primero en los grupos evangélicos hacia 1930-40. Posteriormente, desde los años 1960 ha existido también en grupos católicos. Las principales tiradas impresas en aymara se han producido en la temática religiosa: biblias, catecismos, etc. Pero más significativas son ediciones recientes de cancioneros que han estimulado la creatividad popular de letra y música, y han logrado una tirada superior a 100.000 ejemplares (más que el mayor periódico boliviano). e) Política. Desde la incorporación parcial del campesinado en la política nacional, principalmente a partir de las reformas agrarias de Bolivia (1953) y Perú (1969), el idioma aymara ha entrado en los niveles inferiores de la vida política. d) Educación. Al nivel superior, desde los años 1960 en la universidad hay obligación de tomar cursos de aymara eri varias carreras, habiéndose desarrollado un programa de 5 niveles. Hay además varias instituciones privadas que ofrecen cursos de aymara. Fuera de los casos mencionados para la enseñanza superior, el aymara sigue ausente en el sistema oficial de educación. Esta ausencia es significativamente notoria en lo referente a la educación misma de la población aymara. La política oficial sigue siendo la de enseñar 288

so éfi` '[Sit ]e buscar un futuro utonolingütsnw castellano. Ha habido en cl pasado varios intentos aislados de cducación bilingue y últimamente existen planes en el mismo sentido, estimulados por agencias financiadoras internacionales. Pero a nivel oficial local, principalmente en el lacio boliviano, la política real sigue siendo el m onolingüismo castellano. Como consecuencia de la política oficial escolar, la inmensa ntasoría de los aymaras, incluso los alfabetizados (30 a 40 tic ), no saben escribir en su propio idioma. En comparación con otros idiomas indígenas sudamericanos, se ha escrito relativamente bastante en a^ mara, principalmente en el campo religioso v en el cspresico de la nuístea v poesía. En este punto solo es superado por el guaraní 1 el quechua. Pero ha sido producido principalmente por no-amaras quc escribian en el dialecto social l'ara (lliset 1951-1956). Sólo en los últünu, 10 años ha emergido un grupo aún reducido ele amaras campesinos y ex campesinos que han empezado a producir escritos literarias } estudios lingüísticos. La poca producción escrita tropieza con la falta ele acuerdo práctico para una escritura unificada del aymara. Por otra parte, la falta de mayor producción hace inútiles los intentos de unificacion, por ser una necesidad aún poco sentida. Ln Bolivia, en 195-1, se oficializó una determinada escritura basada en un alfabeto fonernico, pero esta medida apenas tuvo repercusión práctica ni siquiera un las propias instituciones oficiales. En 1968 hubo un muevo decreto que oficializó otra escritura más cercana al castellano, incluso al costo de renunciar a la consistencia tonémica del a}mara. 1 as publicaciones bíblicas usan esta escritura; las lingüísticos usan alfabetos cercanos al aprobado en 1954, o bien otros más formales que tienen menos en cuenta las convenciones del castellano; en concreto, un lingüista aymara, Yapita, ha promovido con cierto éxito un tercer alfabeto fonemico inspirado en la praxis de las universidades ele Corncll v florida (USA), y que apenas hace concesiones al alfabeto castellano. 1.1 resto de los escritores suele usar ortografías arbitrarias que carecen de consistencia interna. Las principales dificultades prácticas para llegar a un acuerdo no son tanto ele tipo lingüístico sino (le tipo sociolingüístico, como resultado del contacto desigual con el castellano: el aymara tiene importantes contrastes fonológicos con el castellano; por ejemplo, la existencia de seis consonantes oclusivas insonoras velares y postyelares (k, kh, k', q, qh, q') frente a la única /k/ del castellano, que a su vez se escribe con signos distintos, (e y qu, según el tipo de vocal que siga v a veces incluso k); y por el otro lado el castellano tiene 5 vocales, frente al aymara que sólo tiene 3 vocales fonémicas , a, i, u,', aunque las otras dos vocales [e, o] aparecen como alófonos claramente cutxhcionados por el contexto postvelar. Ante esta situación entran en conflicto po sibles soluciones entre alfabetos lingüísticamente atas consistentes, pero menos cercanos al castellano, u otros funcionalmente mimas ccrea28)

nos al castellano para facilitar la transición a la escritura en dicha lengua dominante.

pedagógicas (le Ross (1963) y, sobre todo, tic ¡terrero (1969 colahorados ambos por equipos aymaras. l`n la bibliografía final incluimos algunas otras obras recientes ele interés específico. A nivel socio lingüístico, las principales contribuciones son las ele :Alba', ( 1974, 1975) , las ele IN[.L, y el resumen de CIEB (en prensa). 1 n cl campo (le lingtiástica histórica sólo 1lardman (1966) v Torero ( 1970 ` han hecho algunas incursiones todacia preliminares. 11 linguista de origen avmara que más ha producido es, sin duda, Yapita, que ha sido también el principal colaborador de f lardman. Otros ak iuaras interesados en el estudio ele su idioma son V. 1-I. (irdenas, I. Cariajal, J. Vázquez en Bolivia, y J. Llanque en el Perú.

El renacimiento avmara (le la última década se ha debido a los siguientes factores : cambios socioeconómicos entre los que sobresalen la Reforma Agraria de 1953 en Bolivia, y de 1969 en Perú , las cuales junto con otras medidas complementarias , elevaron el status campesino y estimularon la migración a la ciudad y el acceso de aymaras a ocupaciones no agrícolas ; la expansión ele la escuela a los sectores rurales : a pesar de ser castellanizante , también ha abierto el horizonte de algunos aymaras antes de lograr desaymarizarlos ; los movimientos religiosos , primero protestantes y después católicos, que han fomentado el idioma por fines proselitistas ; la proliferación de investigaciones (le tipo lingüístico y antropológico, que han ayudado a revalorizar lo avmara ; la difusión del transistor y con él el aumento del prestigio aynrara al ser utilizado por las radios para fines comerciales , religiosos, educativos , políticos o simplemente recreativos . Y, corno consecuencia (le todos estos factores , el surgimiento (le una pequeña "inteligentsia" avmara, de apenas unos 100 individuos, sobre todo jóvenes varones ex campesinos , que ha hecho de lo armara una bandera ideológica. Sin duda , la tendencia obvia sigue siendo la absorción de lo avmara por lo castellano dominante . Pero ahora lo obvio ya no es la única alternativa viable. Ocasionalmente se ha propuesto la oficialización del avmara, junto con la del quechua . Pero nunca se ha llegado a efectivizar , ni siquiera en el Perú donde el quechua fue oficializado en 1975. En cualquier evento tal oficialización ( como en el caso del quechua ) no es concebida en sentido estricto (como por ejemplo sucede con el flamenco), sino como un gesto simbólico de poca eficacia real fuera de algunas pequeñas concesiones en la educación y tal vez en el sistema legal o en alguna otra actividad oficial.

Corno resultado de todos estos estudios, los campos actualmente mejor comprendidos son la fonología, la morfología v los aspectos nt.ís simples de la sintaxis, analizados todos ellos dentro de la escuela cstructuralista americana. Siguen siendo campos apenas explorados, la gramática transforniacional, la sintaxis más allá del nivel oracional (por ejemplo, la estructura del párrafo), y la estructura seut uküru "ese día" énfasis paralingüístico

- contraste fonéncico en raíces: sapaki "solo" vs. lugar"

sapizki "un

"Los recursos gramaticales que la sufijación ofrece al hablante son explotados ampliamente : la cultura valora mucho la haba lidad en usarlos . . . Según cada situación se aprecia mucho el saber usar los parámetros adecuados de respeto , delicuicra, elegancia, agudeza, ilusión, o bronca. Y al resés ,

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