EL CASTELLANO Y LENGUAS INDIGENAS AMERICA

EL· CASTELLANO Y LENGUAS INDIGENAS AMERICA LAS DE POR LUIS FLOREZ n América el idioma español se sobrepuso a multitud de indígenas: en tiempos pas

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EL· CASTELLANO Y LENGUAS INDIGENAS AMERICA

LAS DE

POR LUIS

FLOREZ

n América el idioma español se sobrepuso a multitud de indígenas: en tiempos pasados la variedad de esas lenguas era extraordinaria. Según algunos filólogos había hasta ciento veinte y tres familias, unas con una sola lengua, como la araucana.. otras con docenas como la chibclÍa, la maya, la tupí-guaraní, etc. Entre las lenguas que han dejado más huellas en el español de América están el arahuaco, de las Antillas, hoy desaparecido; el caribe, del sur de las Antillas, Venezuela y las Guayanas; el náhuatl, principal lengua del imperio mejicano; el quechua, del Perú, extendido por los incas a lo largo de los Andes, desde el Ecuador -hasta el norte de Chile y noroeste de la Argentina; el araucano o mapuche, en el sur de Chile, y el guaraní, hablado en el Paraguay- y en el Brasil. Veamos algunas de las influencias que estas lenguas han ejercido sobre el español.

E lenguas

1. PRONUNCIACION Consideremos en primer lugar el aspecto fonético: El quechua, hablado todavía por varios millones de personas en el Perú, el Ecuador, Bolivia, el norte de la Argentina, no ha influído en la pronunciación española de dichas regiones, salvo en el aspecto de la entonación,que entre muchos peruanos y ecuatorianos, así como también quizás en la de algunos colombianos del sur y argentinos del norte es muy diferente de la castellana propiamente dicha. La aspiración y la pérdida de la s final de sílaba en el español de Chile creyeron algunos que se debía a influencia del araucano. y creyeron esto porque el araucano no tiene s. Tal idea, sin embargo, se ha ido descartando, porque en las costas -

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de otros países (el Perú, el Ecuador, Colombia, Venezuela, Centroamérica, Méjico, las Antillas, y en la misma España, en Andalucía) también se aspira y se pierde la s final, sin que en tales regiones haya habido lengua araucana o influjo alguno de su parte. El español popular del Paraguay presenta rasgos fonéticos que no son de este idioma y sí probablemente del guaraní: por ejemplo,' la entonación, el vocalismo, la nasalización bastante notoria, la articulación de algunas consonantes, etc. Sin embargo, ninguno de estos hechos altera el "sistema" fonético de nuestro idioma. En la región del Río de la Plata, sobre todo el Uruguay y la costa de la Argentina, el español está dominado o muy influído por el que se habla en la ciudad de Buenos Aires. Ese español tiene rasgos fonéticos particulares y muy notorios como la pronunciación de la ye, el alargamiento de las sílabas acentuadas, la entonación, etc., pero ninguna de estas particularidades se debe a influencias de lenguas indígenas. Dentro de la Argentina hay sin embargo muchas tonadas provincianas que pueden provenir de diversas lenguas y dialectos que se hablaban en este país antes de la conquista; la entonación con que se habla el español en la provincia de Corrientes, p. ej., parece que es de origen guaraní. En el español de la altiplanicie mejicana la entonación popular es semejante a la que los habitantes de esa región emplean cuando hablan náhuatl, lengua nativa de allá. En el español de Yucatán, estado del suroeste de Méjico, los hablantes conservan algunas consonantes de su idioma nativo, que es el maya, incluso cuando utilizan el español en medios cultos. En Puerto Rico los jíbáros o campesinos hablan español con una entonación suave y armoniosa que no es de origen peninsular y sí tal vez nativa de esta isla americana. La entonación hispanoamericana varía de región a región y es en general muy distinta de la castellana. Esta tiende a mantenerse alrededor de una nota sostenida y equilibrada, mientras la americana varía mucho, tiene grandes subidas y descensos melódicos que dan la impresión de un canto. Tales modulaciones se tienen como de origen indígena, aunque ésto no se ha comprobado. En todo caso el "sistema" fonológico del español no se ha alterado en América con influencias indígenas: claro que hay matices de articulación más o menos peculiares aquí o allá, 288 -

MUJER

INDIGENA

DE

LA

BAJA

GUAJIRA.:COLOMBIAAGFACOLOR

DE

G.

REICHEL

DOLMATC

FAMILIA

INDIGENA

DE

LA

BAJA

GUAJIRA AGfACOLOR

-COLOMBIADE

G.

REICHEL

DOLMATOFF

y hay una realización fonética más o menos variada de las vocales y de las consonantes del español general, y hay tonillos, dejos o acentos especiales de carácter regional o local, pero muchos de estos hechos pueden explicarse por evolución espontánea del castellano, por evolución propia de nuestro idioma. Las lenguas nativas han tenido alguna influencia sobre la pronunciación del español de América, pero a su turno el español ha influído un poco sobre la fonética de varios idiomas de este continente, por lo menos en regiones en donde al lado del español se habla también una lengua indígena. El guaraní, por ejemplo, ha adoptado en el Paraguay la 1, la ll, la rr y algunos grupos de consonantes del español. El araucano, de Chile, ha tomado, con palabras españolas, la consonante s. Mezclado con el náhuatl, el español de Méjico ha formado una jerga, una especie de "lingua franca" que en algunas zonas sirve de medio de comunicación entre hispanohablantes e indígenas, y en otras para comunicarse entre sí tribus de lenguas diferentes. 2. GRAMATICA Consideremos ahora brevemente el aspecto gramatical: En la morfología y la sintaxis del español la influencia de las lenguas americanas ha sido muy insignificante. El quechua parece que ha influído en algunos aspectos del castellano regional. Así, en el habla popular de las tierras altas del Ecuador y del sur de Colombia se emplea unimperativo atenuado, al estilo quechua. Consiste en usar el verbo dar seguido de un gerundio: dame trayendo,p. ej., es una petición amable, que se,prefiere a la brusca tráeme o teáigame; dame llevando quiere decir Ilévamelo, Según el señor Kany, profesor norteamericano de español, (1) esta locución ocurre no solamente en lenguaje indígena rústico sino también entre la. gente inculta de la ciudad de Quito y hasta en la conversación familiar de quienes tienen ya alguna cultura. Un jefe de oficina puede decir a su mecanógrafa "deme escribiendo esta carta" en vez de la forma más brusca y menos cortés "escríbame esta carta". O puede decirle "¿quiere darme corrigiendo esto?" en vez de "corríjame esto", etc. En vez de dar se usan a veces en el español de algunas zonas ecuatoria(1) Charles K Kany, American-Spanish Syntax. Second edition. Chicago, 1951. De esta obra hemos tomado muchos de los ejemplos que incluímos en estas notas de gramática. -

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r

nas otros verbos auxiliares como poner, dejar, etc.: "de rabia, puso rompiendo la olla" (es decir, la rompió". "Antes de cerrar la puerta, dejarás apagando el fuego" (es decir, lo apagarás, o lo dejarás apagado). Un ejemplo surcolombiano de este tipo quechua de construcción lo da el escritor Juan Alvarez Garzón en su novela Los Clavijos: "Como siempre me voy a demorar en Pasto, le ruego me dé teniendo aquí en su casa esta platica"; es decir, "le ruego que me tenga aquí. .. ". De posible influencia indígena son también locuciones como ¿qué haciendo?, ¿qué diciendo? que se usan en el Ecuador y en zonas de Chile y la Argentina, con el sentido de ¿por qué' causa? ¿cómo?, etc. Ejemplos de este uso son: 1. Para Catamarca (en la Argentina): ¿qué diciendo? es decir ¿qué razón hay para ello? 2. De Chiloé (en Chile): ¿qué haciendo se cayó el niño?, es decir ¿cómo se cayó? 3. Del Ecuador: "Con su licencia patroncíto, ¿No les dará ya los cinco barriles a los indios?¡Ni qué haciendo pues, Diego!". En el español rústico de zonas de la Argentina influí das por el guaraní, en Corrientes, p. ej., el sufijo superlativo eté, de esta lengua, se añade a sustantivo, adjetivos y adverbios castellanos: allaité, "muy allá", lejoité, tempranoité. También se reemplaza la entonación interrogativa del español con la forma guaraní pa intercalada en la frase castellana: Vamos pa al baile" quiere decir ¿vamos al baile? (la forma pa de .este giro no es la simplificación española de para). La influencia guaraní se advierte igualmente en la formación de los tiempos verbales. En el español argentino de Corrientes "estoy yendo a tu casa" sinifica "en este momento voy para tu casa"; "voy a tu casa" equivale a fuí. Los presentes mato, como, duermo, llueve significan maté, comí, dormí, llovió. La idea del pretérito se expresa con un verbo en presente, solo, como en los ejemplos anteriores, o ligado a un adverbio de tiempo: yo como ayer quiere decir comí. . En el español de Méjico y de los países de la América Central se usa corrientemente un sufijo indígena eco, originario del náhuatl: guatemalteco, yucateco (de Yucatán), tamaulipeco, huasteco, chiapaneco, y otros adjetivos gentilicios, fuera de nombres de pueblos o comunidades indígenas como azteca, mizteco, zapoteca, etc. La expresión adverbial de yapa que se ha registrado en Argentina, Chile y otros países, presenta la forma yapa, de origen quechua, y que en varias regiones se ha tornado en ñapa. 290 ,,--

Ejemplos de la Argentina: "La crió, la educó y de yapa le dio un excelente esposo". De Chile: "Podía comprarse una sandía enorme con otra más chica de yapa o ñapa". Del Ecuador: "Cinco sucres le doy. Y como yapa, puede usted escoger alguna de esas corbatas". En zonas andinas del Ecuador, y, por otra parte, en Bolivia, la conjunción pero se coloca frecuentemente al final de la frase española, debido quizá, según Kany, a influjo quechua para el Ecuador, y aymara en Bolivia. Ejemplos: "¡Ven a ver! Prontico pero". "No peleen, pero". En el español rústico y popular del Ecuador se usa una partícula de probable origen quechua, la partícula ea, que a veces toma la forma ga, y que sirve en "este idioma para enfatizar una frase. En textos hispanos generalmente esta partícula no tiene sentido propio. Algunos ejemplos del novelista ecuatoriano Jorge A. Icaza: "-Aura ea, patrona ... difícil ha de ser encontrar". "El mío ga ... gordito está". En Bolivia se ha registrado la forma ja: "Tan lisa está Marcelina ja!". En Bolivia los cholos usan la forma eho, ehoy, de probable origen quechua, para llamar la .atención de una persona: "Choy, Faustino, si me muero, no me has de olvidar, quieres?". "Choy, apúrense". En quechua la partícula y unida a sustantivos que terminan en vocal expresa posesión en la primera persona, en los casos nominativo y vocativo: tata 'padre', tatay 'mi padre' o 'padre mío'. Probablemente como préstamo se usa la misma partícula en aymara y en el español popular de Bolivia y e! noroeste de la Argentina, con valor afectuoso: "Señoray, hágame el favor de prestarme una brasita". Ninitay? -¿Qué quieres?". "Mamay, el lunes/iré por la semilla de papa". "Mamaytay querida! Tatay de mi corazón!". ' No obstante los hechos anteriores, y otros que puedan descubrirse y comprobarse en el futuro, la gramática general del español (nótese bien: la gramática general) no se ha modificado en América por o con influencia de lenguas indígenas. 3. VOCABULARIO Digamos algo ahora sobre el aspecto léxico: La contribución más importante y segura de las lenguas americanas al idioma castellano está en el vocabulario. Los españoles encontraron en América plantas y animales desconocidos en Europa, lo mismo que costumbres indias también nuevas para ellos. Entre los caminos lingüísticos que síguíe-

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ron los peninsulares para completar el descubrimiento del Nuevo Mundo, uno consistió en aplicar a objetos americanos denominaciones españolas de objetos semejantes. Tal es el caso de plátano, níspero, piña; ciruela, tigre, león, por ejemplo. Recordemos la descripción de las piñas de América que trae el P. Joseph de Acosta en su Historia natural y moral de las Indias: Las piñas son del tamaño y la figura exterior de las piñas de Castilla: en lo de dentro totalmente difieren porque ni tienen piñon es, ni apartamientos de cáscaras, sino todo es carne, quitada la corteza de fuera: y es fruta de excelente olor, y de mucho apetito para comer: el sabor tiene un agrillo dulce y jugoso: cómenlas haciendo tajadas de ellas, y echándolas un rato en agua y sal. Algunos tienen opinión, que engendran cólera, y dicen que no es comida muy sana, mas no he visto experiencia que las acredite mal. Nacen en una como caña o verga, que sale de entre muchas hojas, al modo que la azucena o lirio; y en el tamaño será poco mayor, aunque más grueso. El remate de cada caña de éstas es la piña: dase en tierras cálidas y húmedas: lasmejores son las de las Islas de Barlovento.

Recurso lingüístico del que los conquistadores de América se valieron ordinariamente, fue usar los mismos nombres que los indios daban a los seres y las cosas de su mundo. Así se incorporaron desde muy temprano al idioma español muchas palabras indígenas. Las primeras voces americanas que circularon en España, y las más arraigadas, proceden de los arahuacos, pueblos extendidos por el Brasil, Venezuela, Co-lombia, las Antillas y la Florida norteamericana. Arahuacas son canoa, sabana, cacique, maíz, naguas (o enaguas), ceiba, yuca, tabaco, nigua, tiburón, etc. Méjico, por la gran importancia que los aztecas tenían en la época del descubrimiento, dio al español muchas voces de su idioma náhuatl tomate, cacao, chocolate, aguacate, etc. Del quechua tomaron los conquistadores papa, cóndor, vicuña, mate y otras. Estas son las tres principales procedencias de los americanismos de uso general en español, y con los cuales se ha enriquecido el castellano en América. Naturalmente, las palabras indígenas familiares en nuestro continente y desconocidas en Europa son muy numerosas. En cada uno de nuestros países hay términos indígenas que no se conocen o no se usan en los otros. Fenómeno semejante puede notarse comparando el habla de las diversas regiones de un mismo país, las de Colombia, por ejemplo. Luis Flórez Instituto 292 -

Caro y Cuervo, Bogotá.

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