Ana María, Macul. Desertora

Ana María, Macul. Desertora. Antecedentes familiares: Composición del hogar: mamá, abuela, hermana, hija. Escolaridad de la familia: la mamá terminó

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Ana María, Macul. Desertora.

Antecedentes familiares: Composición del hogar: mamá, abuela, hermana, hija. Escolaridad de la familia: la mamá terminó su cuarto medio en 1998. Ocupación del Jefe de hogar: asesora del hogar.

Ana María, vive con su mamá y hermana en una casita hecha en el patio de atrás de la casa de su abuela. Tienen buena relación entre ellas. Su hermana tiene 20 años, trabaja en la cocina de una fábrica, pero la despidieron hace poco, ahora estudia para sacar su cuarto medio y busca trabajo, ella se retiró del liceo por secuenciales repeticiones, que la hicieron decidir salir del liceo y estudiar dos años en uno. Su mamá no trabaja hace un año, porque ha estado enferma, tiene escoliosis, tiene las caderas desalineadas, lo que le duele al moverse, además tienen que operarle por miopía. Su mamá terminó el colegio hace dos años, antes había trabajado de asesora del hogar para poder mantener a su familia, y cuando pudo estudió en el instituto AIEP, donde obtuvo una beca y sacó un secretariado, hizo su práctica en el automóvil club, pero después de eso no ha podido seguir trabajando por su edad. Cuando ella estudiaba, Ana María cuenta que todos le ayudaban, en la casa y con los trabajos que tenía que hacer. La abuela no trabaja, siempre está en la casa y tiene 64 años, dice que es una persona alegre y que la ha apoyado mucho. Ana María pololea hace cuatro años con el papá de su hija de nueve meses, él trabaja con su papá en la verdulería de la familia, él no terminó sus estudios, porque lo habían expulsado de dos liceos en la enseñanza media, situación por la que decidió no seguir estudiando. Ana María no ha trabajado mucho, sólo algunos veranos de promotora, y empaquetadora mientras estudiaba, con el dinero compraba ropa y salía.

Trayectoria Escolar En la escuela entró a un colegio de monjas llamado Santa Catalina, ahí estuvo hasta sexto básico, cuando la expulsaron, “porque nos pillaron vendiendo cigarros y a mí me echaron toda la culpa porque yo los llevé, lo que pasa es que mi tío estaba en Suiza, había llegado y me regaló unos cigarros entonces yo los vendí en el colegio porque yo no fumaba, los vendí y las pillaron fumando, una dijo que yo había sido y todas las otras lo negaron, pero igual me mandaron a buscar el apoderado”. Sin embargo habían otras dificultades en la escuela, Ana María dice que discutió con una profesora, “porque a mí me iban a buscar unos amigos al colegio y ella me dijo que era rebelde porque me iban a buscar unos amigos, como era de puras mujeres”. Ana María dice que tenía amigos del barrio, “es que amigos de las casas de los militares que están ahí y me juntaba con ellos, entonces ellos me iban a buscar”. Además tenía problemas porque

su tío que vive en Suiza siempre le mandaba algo nuevo de regalo, “siempre tenían como envidia, si yo llegaba con algo nuevo que me traía mi tío o me compraba mi mamá decían que yo tenía plata y, que ellas no podían llegar con esas cosas al colegio, si yo tenía algo nuevo no lo podía llevar me decían que no porque las otras niñas se sentían mal”, pero Ana María dice, “y no, porque yo compartía todo con las otras personas”. Por todos estos motivos ella dice que , “yo no tenía muchas amigas, amigos sí pero amigas no”, porque considera que las mujeres son las envidiosas y egoístas. Después de estos problemas “mi mamá dijo que lo mejor era que me fuera de ahí”. Sin embargo estos problemas, dice que cuando pequeña tenía buenas notas, “cuando chica siempre estaba en los primeros tres lugares del curso” En sexto básico se fue a la escuela Ámsterdam, “estuve un tiempo ahí y después lo cerraron”, cuando ella iba a comenzar segundo medio. Llegó al Mercedes Marín, “salí de primero y llegué a segundo al Mercedes Marín, ahí estuve dos años fueron ricos lo pasaba bien”. Ana María dice, “cuando llegué al Mercedes Marín todos eran como súper simpáticos, la directora, los profesores, todos, y mis compañeros igual”.Cuenta que tenía buenas notas pero, “después ya cuando grande igual me fue bien, pero no tan bien tampoco, pero lo único que tenía promedio rojo era en física, en mi curso en el Mercedes Marín yo no podía flojear, ninguno era flojo, todos estaban siempre estudiando entonces yo también tenía que estudiar y a nadie le iba mal en el colegio”. . A los 14 años de edad, Ana María y su hermana fueron scouts durante dos años, “salíamos a hartas partes pero mi mamá no nos dejaba ir a campamentos, pero igual salíamos, hacíamos juegos, lo pasábamos súper bien”. Después participó de algunas actividades de libre elección que ofrecía el liceo como folklore, y batucada. En segundo medio, terminó con su pololo un mes, se reconciliaron y se fueron a la playa solos, y ella quedó embarazada. Antes de eso Ana María cuenta que se cuidaban, ella tomaba pastillas que le había recetado el médico para sus quistes ováricos, y que le fue cambiando según fue terminando el tratamiento; cuando terminó con el pololo pensó que no iban a volver, por eso ya no estaba tomando cuando se reconciliaron y se fueron a la playa. Dice que se dio cuenta al mes que estaba esperando guagüita, “me di cuenta como al mes porque mi mamá me decía, Anita te tiene que llegar, y yo le decía, no mamá, si todavía no”, Ana María con su mamá tienen mucha confianza y siempre hablan de esos temas.“Ella me decía, no te ha llegado, no mamá si todavía no, ella me decía, sí Anita si yo sé, después ella me llevó a El Salvador, porque ella tenía que ir allá porque se sentía mal, entonces yo la acompañé y pasé al tiro al ginecólogo y le dije y me mandó a hacer un examen de sangre y a mi mamá la dejaron hospitalizada porque había perdido una guagüita, entonces le tuvieron que hacer un raspaje, eso fue el día miércoles, ella salió el día viernes y pasó a revisar el examen y le dijo la doctora que no se lo podía entregar a ella, y le dijo, si yo sé que mi hija está embarazada, entonces le dijo, bueno, está embarazada así que va a ser abuela y ahí le dijo”. El lunes siguiente fueron a hablar con el ginecólogo. Ana María cuenta que su mamá siempre estuvo contenta con la noticia, “porque le dijo al médico, Dios dice, este sí, este no y como justo a ella se le había muerto la guagüita entonces querían puro tener una guagüita y llegó ella, siempre estuvieron contentos,

siempre me apoyaron en todo”. El papá de Ana María hace tres años está en la cárcel, y también recibió bien la noticia. Ana María dice que tenía miedo al principio porque no sabía lo venía más adelante, pero que la tranquilizaba el hecho que su familia la apoyara. Dice que en el liceo la ayudaron bastante, “cuando supieron que yo estaba embarazada me apoyaron en todo, me ayudaban a hacer trabajos para poder pasar el curso, después cuando llegué este año de nuevo (después de la vacaciones de invierno), el director me regaló un jumper, o sea a mí y a otra niña que había tenido guagüita igual que yo, pero siempre me apoyaron y me ayudaron harto”. El primer tiempo fue difícil porque su mamá estaba un poco triste, estaba en cama, “se sentía mal mal porque ya había perdido una guagüita en el año 95, ahí estuvo los 9 meses con la guagüita sabiendo que se le iba a morir, la guagüita nació duró una hora y se murió y mi mamá quedó súper mal, estuvo en el siquiatra, estuvo internada, estuvo en hartas partes”. Ana María cuenta que, “ahora desde que nació ella (Antonia, hija de Ana María) está bien, antes no podía tomar a una guagüita se iba, entonces es como rico para ella que esté la Antonia”. En este sentido para su mamá fue sanadora la experiencia de tener a la guagua de su hija cerca. Para Rodrigo, fue también una buena noticia, el problema es que “yo no quería estar con él, yo como que lo rechazaba, por el mismo embarazo, entonces él se alejó un tiempo y yo estuve casi los nueve meses sola, tenía que estar en cama sola”. Los primeros meses Ana María tuvo síntomas de pérdida, por lo que tuvo que estar en cama los cuatro primeros meses, “el médico me dijo que tenía que estar sola y estuve sola, después volvimos, pero siempre él estuvo ahí conmigo, durante el embarazo, después del embarazo y ahora seguimos juntos”. En el parto hubo problemas, porque no tenía dilatación y tenía una infección, “al final me la tuvieron que sacar, se supone que uno tiene que tener 11 centímetros de dilatación y yo tenía 4, y con 4 me tuvieron que hacer así para abajo y ahí ella salió, una señora se subió así arriba mío y me la tiró para abajo”. Cinco días después del nacimiento, Ana María fue a ver a su papá a la cárcel con Antonia. Ana María siguió asistiendo al liceo hasta septiembre del 2000. Le permitían entrar a las 9 de la mañana y así le daba leche en la mañana, un relleno y leche después del liceo. El problema es que “ella se enfermó le dio bronquitis y no quería estar con nadie, quería estar con la mamá no más, entonces me dijeron que fuera al médico y pidiera un certificado y el médico me dijo que no, que lo mejor era que yo estuviera con ella, que ella era la primera que tenía que estar cuando empezara a caminar, cuando empezara a hablar, cuando empezara a dar los primeros pasos, me dijo que lo más importante, entonces yo me quedé aquí con la guagua”. Fue por este motivo que Ana María decidió retirarse. Ella ahora piensa que le hubiera gustado volver a estudiar, pero no pudo conseguir con el médico el certificado que en el liceo le pedían para volver a estudiar después de lo que había faltado por la enfermedad de su hija. Ahora dice que echa de menos estudiar, y a sus compañeros. Después de tener a su hija trabajó durante un mes cuidando a una niñita de tres años. Amigas, tiene sólo tres que eran compañeras de ella en el liceo, “amigas las que tenía

en el colegio que eran como tres, esas son las únicas que me llaman por teléfono, yo la llamo, nos vemos, yo las voy a ver pero son las únicas amigas que yo tengo”. Durante el día está con Antonia, “ella despierta como a las 7 a tomar leche, como a las 9 se despierta, jugamos un ratito y a las 11 nos levantamos porque ella come a las 11, juega todo el día y después duerme una siesta como a las 4 de la tarde y después a las 7 es la cena”. Así sus días se organizan en torno a su hija, en las tardes las viene a ver el pololo de Ana María, “vamos al cine, salimos, siempre salimos, todos los domingos, vamos al estadio”, van a ver los partidos dela Universidad Católica en el estadio San Carlos de Apoquindo, Ana María dice que va más porque a su pololo Rodrigo le gusta el fútbol, ella no entiende mucho. También juega básquetbol con su hermana en la cancha del barrio cuando puede. Cuenta que le gusta ver mucho televisión, especialmente, Mekano, las teleseries, y los programas quedan después de las diez de la noche. Le gusta la música cristiana, y la romántica. Los viernes y domingos va a la iglesia, “trabajo con unos niños chicos y lo pasábamos súper bien, ahora vamos a hacer un grupo de scout el día sábado para los niños porque igual hay hartos niñitos que van solos a la iglesia y los días sábados se dedican a andar robando y hacen muchas cosas, entonces nosotros los queremos tener en la iglesia igual los días sábados”, ella realiza esta actividad con más hermanos evangélicos, “está la Mati, el tío José, yo y Samuel, Samuel es el hijo del pastor y trabaja con nosotros también”. A Ana María le gusta pintar dibujos con témpera, para los niños de la escuela evangélica, “pinto monitos en témpera, pinto monitos como el Mickey, cosas así, también se los pinto a la Antonia y se los cuelgo en la pieza, hago hartas cosas así”. Cuenta que no tiene buena relación con su suegra, con el papá de Rodrigo sí pero con la mamá no, “Lo que pasa es que si yo estaba enojada con ella y yo iba toda la mañana al colegio, ella perfectamente podría haber venido a ver a la Antonia y no lo hacía, porque la otra cuñada del Rodrigo estaba casada y ellos igual iban a ver a la guagua”, “a ella la iban a ver y eso que estaban enojados con ella, pero acá no, entonces yo dije, pucha si no la vienen a ver es porque no la quieren, nunca se han preocupado de ella entonces yo no voy para allá, porque aparte que después que ella nació, mi suegra dijo que ella no estaba segura que era hija del Rodrigo, entonces es mi hija, yo sé quien es, ella se la pierde”. Tiene planes de casarse en diciembre del 2001, “no sabemos todavía donde vamos a vivir, pero vamos a arrendar algo por acá cerca sí”, Rodrigo va a seguir trabajando con su papá, y ella va a estudiar, “yo tengo que estudiar porque él no quiere que trabaje, dice que yo voy a trabajar voy a conocer a otra y lo voy a dejar botado” después aclara, “pero siempre he hecho lo que yo quiero, no tengo por qué ser propiedad de él” El 2002 estudiará en el instituto Paula Jaraquemada, que es una escuela nocturna, más allá de esto no tiene planes, pero dice que le gustaría seguir estudiando y ser profesora de historia, dice que le gustaría trabajar con niños, debido a su experiencia dominical en la iglesia, dice: “y después me gustaría igual seguir trabajando con los niños, igual cuando yo llego allá todos me dicen, hola tía y como que me abrazan, porque a todos les gusta que yo vaya, pero lo pasamos bien, hacemos hartas cosas”.

Respecto a la deserción escolar, Ana María opina que hay chicos que quieren terminar el liceo y otros que no quieren, que no están interesados teniendo los medios, estos irían porque los padres los obligarían a ir, y los mismos padres siempre les darían todo sin exigir nada, en cambio los otros quieren “surgir y salir adelante”, ella sí quiere estudiar pero no pudo hacerlo todavía, por eso quiere volver a estudiar.

Hipótesis de interpretación. El caso de Ana María es bastante particular, ella no deja el liceo porque no quiera estudiar o por que se le haya hecho difícil, o por que no contara con el apoyo de quien cuidara a su hija, sino por la opinión de un médico quien no le da certificado para que ella pueda volver a estudiar después de sus inasistencias debido a la enfermedad de su hija. Ana María, queriendo estudiar deja de ir por no tener este certificado que le piden en el liceo. Esta situación da para pensar en su manera de ser, muy pasiva respecto a los hechos en su vida, por ejemplo, se va a la playa sola con su pololo, teniendo acceso a pastillas anticonceptivas y habiéndolas tomado anteriormente, ella lo deja pasar, también se refleja en que es su mamá quien primero se da cuenta de su embarazo y quien va a buscar los papeles que los certifican, y por último su salida del liceo sin “pataleo”. En el liceo le piden certificado, el medico no se lo da, y ella deja de ir a estudiar sin pedir que la dejen volver u otra posibilidad.

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