“Nos llevamos como aprendizajes de esta gira: la unión en comunidad, el trabajo en equipo, el sentido de pertenencia por nuestro territorio y los abonos orgánicos”, afirmaron los 17 anoriceños que participaron en la gira de intercambio de experiencias y saberes de la vereda El Socorro en Carmen de la Venta.

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Anoriceños compartiendo y aprendiendo con campesinos de Carmen de la Venta, en Liborina Antioquia

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La tienda es el sitio de nuestra atracción, limitamos productos traídos de afuera. Las tardes alegres llevamos verduras, panela, semillas y frutas, también la carne de nuestra región. Corren los niños jugando al ratón, ellos saben que no hay gaseosas ni mecatos, que de allí no son; así con sus padres felices disfrutan yogures, quesos, pan, jugos, galletas, tortas y dulces que hacemos aquí. Así nos formamos en nuestra cultura, aplicando siempre nuestro saber, vendemos, compramos, dialogamos, charlamos, valoramos lo bueno, criticamos lo malo que hicimos ayer, y contentos nos vamos sintiendo que mañana podemos volver.

”

Esta es la carta de presentación de la tienda comunitaria de la Vereda El Socorro en Carmen de la Venta, con la que fue recibida la comunidad de Anorí en su gira de intercambio de experiencias y saberes.

Tras la subida entre piedras, tierra y flores con el verde aroma de las montañas, ambientada con el cacareo de gallinas, el relincho de los caballos y el ‘roncheo’ de los

cerdos, integrantes de las veredas La Casita y Montefrío del nordeste de Antioquia escucharon desde lejos el caluroso recibimiento de sus hermanos, los campesinos del corregimiento de Carmen de la Venta, en el municipio de Liborina. Con sus manos abiertas, sus conocimientos en la mesa y sus fincas dispuestas, la comunidad de la vereda El Socorro emprendió un viaje de tres días para recorrer y recordar sus logros obtenidos gracias al trabajo unido y organizado por más de 15 años, con el fin de demostrar a otras comunidades que es posible trabajar colectivamente bajo un mismo objetivo. Diecisiete anoriceños emprendieron este viaje con la comunidad del Carmen de la Venta, para conocer, intercambiar y aprender sus experiencias y poderlas compartir y adaptar en sus propias comunidades, con el fin de promover el desarrollo familiar y comunitario en Anorí.

Integrantes de las veredas La Casita y Montefrío en las afueras de la tienda comunitaria del Carmen de la Venta

Esta gira estuvo organizada en el marco del proyecto de ISA, quien en alianza con la Red Colombiana de Agricultura Biológica - Recab Antioquia, busca contribuir al fortalecimiento de las iniciativas priorizadas comunitariamente de dos de las veredas de Anorí, La Casita y Montefrío, específicamente con la consolidación del grupo de mujeres, y un proyecto productivo para la seguridad alimentaria que se espera se materialice en creación de una tienda comunitaria. Este proyecto que se planeó hasta febrero de 2014 responde a la estrategia de Responsabilidad Social Empresarial de ISA, inserta en su Gestión Social Ambiental, la cual se propone instalar en Anorí capacidad para generar las condiciones de desarrollo sostenible.

Intercambio de semillas entre comunidades de Anorí y Liborina con semillas propias de cada territorio.

Los campesinos de Anorí disfrutaron durante esta gira una presentación de los procesos adelantados en la vereda El Socorro sobre el mejoramiento del acueducto, la conformación de la tienda comunitaria, el montaje del trapiche y la creación de un fondo rotativo, construidos todos con el apoyo y consenso de toda la comunidad; también apreciaron una obra teatral a cargo de niños, jóvenes y adultos sobre la defensa del agua; tuvieron un recorrido por cuatro fincas donde conocieron procesos de abono orgánico, manejo de pesebreras, gallineros y cultivos asociados; y participaron de un intercambio de semillas, donde anoriceños y liborinos expusieron el origen de sus propias semillas

La vereda El Socorro inició su proceso organizativo comunitario con la construcción de una escuela campesina a la que se fueron vinculando algunas personas de la vereda y actualmente está integrada por toda la comunidad, incluyendo niños y jóvenes. Esta escuela se constituyó con la creación de unas comisiones para los temas que priorizó la misma comunidad; hoy se encuentran creadas: la comisión de la tienda, comisión del fondo rotativo, comisión del trapiche, comisión del agua, comisión de arte y medios, comisión del ropero. Cada grupo o comisión está conformado por las personas que desearon participar en ellas, partiendo de la premisa que se trabaja en lo que apasiona y en lo que se tiene habilidades para realizar. Estos espacios de construcción y decisión fueron también escenarios donde se descubrieron diversas capacidades y que hoy están en función del bien colectivo.

Tienda comunitaria de la vereda El Socorro

La comisión de la tienda comunitaria, está a cargo de velar por el funcionamiento de la tienda (políticas, surtido, cartera, transformación); valorar la pertinencia de los acuerdos a los que se comprometen los integrantes de la comisión y habitantes de la vereda; llevar los registros de cada uno de los movimientos de la tienda y dar informe periódico a los integrantes de la escuela campesina. Además de que la tienda es un proyecto comunitario, para y por la vereda El Socorro, tienen entre sus principios manejar productos propios del territorio que les ayude a la soberanía alimentaria, por

lo que entre sus estanterías se encuentran los productos transformados que hacen las mujeres como cucas, galletas, panes, almojábanas, bolis de frutas, yogurt con trozos de piña, en lugar de chicles, bombones, papitas, galletas producidas por multinacionales de afuera. Cada habitante, una vez se autoabastece de lo que produce en su finca, aporta lo que tiene a su disposición a la tienda para ser comercializado: maíz, fríjol, yuca, panela, carne de cerdo, entre otros. Su aporte se canjea por otros productos como papel higiénico, jabón, sal, arroz, aceite. Ese es el proceso de compra y venta que se hace en la vereda.

. Como organización campesina e integrante del grupo, es una alegría ver los domingos toda la gente de la vereda sentada, compartiendo, jugando bingo porque nosotros nos buscamos estrategias para lo que no se vende casi; por ejemplo las pasticas que son muy delgaditas la gente no las compra mucho, entonces las metemos en un bingo, y ganan pastas, chicharrón, hueso, la cabeza del cerdo que tampoco la compran bien y es una forma de ir evacuando lo que casi no sale en la tienda. Argemira Escudero, Administradora de la Tienda

La contabilidad la iniciamos a mano, registrábamos las compras y ventas en un cuaderno, y en las noches, todos los días, sumábamos las ventas a contado y a crédito, hacíamos el cuadre de caja así manual. Pero nos capacitamos y ahora todo es por computador. Argemiro Bustamante, Administrador de la Tienda

Me parece muy interesante como trabajan en la vereda El Socorro, más que como comunidad se tratan como hermanos, la calidad humana con la que nos trataron es excelente, a pesar de que nunca nos habíamos visto. Esperamos que entre los pelados que vinimos acá lleguemos a la vereda y empecemos a practicar lo aprendido. Este intercambio de culturas a la comunidad de Montefrío y de La Casita que viven tan a la deriva de esperar de lo que venga, nos enseña a que empecemos a trabajar desde cero así como esta comunidad que ha trabajado sin esperar mucho apoyos o tal vez sin los recursos .

Para los habitantes de la vereda El Socorro, la tienda, el trapiche y las diversas reuniones para decidir por comisiones son también espacios de encuentro para compartir entre hermanos, y a pesar de las distancias de cada finca no hay una razón para faltar a esos momentos en los que se crece en comunidad.

vincular a los jóvenes y a continuar actuando como adultos por la vereda. Claves que se escriben en las mentes de los visitantes de Anorí quienes ahora deberán emprender su propio viaje, escribir sus historias y logros de acuerdo a su realidad y necesidades; a sus capacidades y compromiso. Los anoriceños se despiden reconociendo que se van con muchos aprendizajes pero sobre todo con muchos retos por resolverse en comunidad.

Sus luchas, objetivos y acciones estás encaminados a un bien de todos y todas, iniciando por concientizar a los niños, vincular a los jóvenes y a continuar actuando adultos por la vereda. Estos como diecisiete anoriceños regresan a sus fincas con unos elementos de más en Claves que se escriben en las mentes de sus equipajes: se llevan la evidencia de los buenos resultados de una tienda los comunitaria, visitantes de Anorí quienes ahora el empuje e iniciativa propia como los alicientes para emprender el deberán emprender propio viaje, escribir en equipo y la unión como herramienta proyecto de lasutienda, el trabajo susfundamental historias y logros acuerdo alasuorganización y participación activa de todos como parademontarla; realidad y necesidades; a sus capacidades las llaves para mantenerla. y compromiso. Los anoriceños se despiden reconociendo que se van con muchos aprendizajes pero sobre todo con muchos retos por resolverse en comunidad.

Un proyecto financiado y acompañado por ISA en alianza con Recab y desarrollados con el compromiso de las comunidades organizadas en las vereda la Casita y Montefrío.