Anti-plagio como traducción

JADWIGA KONIECZNA–TWARDZIKOWA Universidad de Katowice, Universidad de Cracovia, Polonia E-Mail: [email protected] Anti-plagio como traducción

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JADWIGA KONIECZNA–TWARDZIKOWA Universidad de Katowice, Universidad de Cracovia, Polonia E-Mail: [email protected]

Anti-plagio como traducción «Vengan más quijotadas: embista Don Quijote y hable Sancho Panza,y sea lo que fuere; que con eso nos contentamos»1

Supuesto: Si el original de la Parte Segunda del Quijote lo es el plagio de Avellaneda, la traducción de Cervantes tiene dos partes: I. la tentación del plagio en el último capítulo de la Parte Primera y II. la Parte Segunda del Quijote. El tema de la comunicación es la lucha/batalla caballeresca con el plagio a través de las relaciones translaticias intralinguales que se dan en los campos de la crítica y del argumento de la novela. Palabras clave: autoplagio como antiplagio; original debido a elementos de la traducción; receptor provocado a ser traductor creativo. 0. La tentación del plagio en la Parte Primera; 0.1.1.esbozo de la tercera salida a Zaragoza vs. 0.1.2.los epitafios de Don Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho; 0.2.los epitafios de Don Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho vs. la tentación del plagio /del anti–plagio de la parte Segunda; La traducción de la tentación del plagio en la ParSegunda; 1.1. Dedicatoria al Conde de Lemos 1.1.1. crítica/devaluación del plagio de la Parte Primera vs.1.1.2. la autopromoción chinesca de la Parte Primera; 1.2. Prólogo al lector en la Parte Segunda 1.2.1. la crítica/devaluación del plagio traducida a su negativa vs.1.2.2. traducción de los epitafios a aviso de la muerte del Quijote; 1.3.traducción/repetición de los epitafios de los epitafios de 0.2. 2. La traducción de la Parte Primera a su repetición crítica en la Parte Segunda; 2.1. la crítica como evaluación vs.autotraducción a la negación de parte del Quijote y de Sancho Panza; 2.2.la crítica de la Parte I. como ¿ evaluación promocional o provocación? del Bachiller vs. traducción a la negación por parte de Sancho Panza 3. La traducción del plagio a los auto–plagios; 3.1. una aventura con Sansón Carrasco autoplagiándose al Caballero de la Selva; 3.2.La creciente ilimitación de los auto–plagios; 3.2.1.autopromoción a través de invocación a Cide Hamete Benengeli; 3.2.2.el plagio de tres burlas de los duques en el estilo caballeresco, en los que el papel de Cide Hamete hacen los Duques; 3.2.3. el juego con el plagio se autotraduce al juego con el plagio/burlas de Doña Rodríguez y Altisidora que escapa del original de los duques; 3.2.4. La autopromoción a través de la ilimitada posibilidad del juego con el plagio en forma de la tentación al plagio a través de la versión burlesca 4. anti–plagio; 4.1.1 la traducción antiplagiaria en forma del encuentro en el nivel del argumento con los lectores del plagio y 4.1.2. con sus protagonistas; 4.2.Tantos originales como traducciones o ¿una traducción más?; 4.3.la promoción de los diablos a través de la traducción evaliativa de los diablos. 0.El concepto del original no existe sin la traducción. Es la traducción la que de un texto hace un original. LA TENTACIÓN del plagio CONFIRMA esta regla: hace del texto/de la Parte Primera del Quijote el original. Para que LA TENTACIÓN sea una traducción de la Parte Primera del Quijote necesita confirmación en su realización. La efectúa la Parte Segunda. Lo sabemos, lo sabe el RECEPTOR/TRADUCTOR leyendo "Dedicatoria al Conde de Lemos" y "Prólogo al lector" de la Parte Segunda. Si nos limitamos al Quijote de Cervantes. Pero la Dedicatoria y el Prólogo, siendo parte de la Parte Segunda, son traducción del PLAGIO de la Parte Primera. Del plagio de Alonso Fernández de Avellaneda. No podemos, pues, respecto a la TENTACIÓN, limitarnos al Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra. La Parte Segunda del Quijote y el plagio de Avellaneda son traducción de la TENTACIÓN de la Parte primera. (El problema de si la traducción pasa a ser original respecto a otras traducciones no es un fenómeno analizado en esta comunicación) Respecto a sí mismo La Parte Segunda del Quijote es una traducción, muy provocativa y muy rebelde, del plagio. 1

Miguel de Cervantes Saavedra, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha. Edits. Justo García Soriano y Justo García Morales, Madrid, Aguilar, 1963, Parte Segunda, p.1021.

A parte de las relaciones translaticias externas, dentro de la TENTACIÓN existen unas relaciones translaticias internas: 0.1.1.un esbozo de la tercera salida a Zaragoza vs. 0.1.2.los epitafios de Don Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho 0.1.1."Pero el autor de esta historia, puesto que con curiosidad y diligencia ha buscado los hechos que Don Quijote hizo en su tercera salida, no ha podido hallar noticia de ellos, a lo menos, por escrituras auténticas; sólo la fama ha guardado, en las memorias de la Mancha, que Don Quijote la tercera vez que salió de su casa fué a Zaragoza, donde se halló en unas famosas justas que en aquella ciudad hicieron, y allí le pasaron cosas dignas de su valor y buen entendimiento". 0.1.2."Ni de su fin y acabamiento pudo alcanzar cosa alguna, ni la alcanzara ni supiera si la buena suerte no le deparara un antiguo médico que tenía en su poder una caja de plomo [...]en la cual caja se habían hallado unos pergaminos [...] Las palabras primeras que estaban escritas en el pergamino que se halló en la caja de plomo eran éstas: LOS ACADEMICOS DE LA ARGAMASILLA LUGAR DE LA MANCHA, EN VIDA Y MUERTE DEL VALEROSO DON QUIJOTE DE LA MANACHA HOC SCRIPSERUNT EL MONICONGO ACADÉNICO DE LA ARGAMASILLA A LA SEPULTURA DE DON QUIJOTE EPITAFIO [...]"2

0.2.Los epitafios de Don Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho vs.la tentación del plagio/del anti–plagio de una parte Segunda. Los epitafios de Don Quijote, Dulcinea, Rocinante y Sancho son una traducción al FIN de la Parte Primera. Pero simultáneamente forman un original que adquiere una traducción/negación/TENTACIÓN de la Parte Segunda y ¿del plagio? en la provocativa esperanza: "Estos fueron los versos que se pudieron leer; los demás, por estar carcomida la letra, se entregaron a un académico para que por conjeturas los declarase. Tiénese noticia que lo ha hecho, a costa de muchas vigilias y mucho trabajo, y que tiene intención de sacallos a luz, con esperanza de la tercera salida de Don Quijote.

Forse altri canterŕ con miglior plettro."3 1. La Parte Segunda ¿es la traducción de la tentación de la Parte Primera o es, sobre todo la traducción del plagio, hecha por Cervantes? 1.1. La Dedicatoria al Conde de Lemos contiene tres relaciones translaticias: siendo 1.1.1. crítica/devaluación del plagio de su Parte Primera vs. 1.1.2. la autopromoción chinesca de su Parte Primera forma también una relación translaticia interna entre sus ambas partes. Es decir, la autopromoción burlesca como una traducción rebelde de la crítica informativa del plagio. Es interesante la sugerencia de lo relativo de la relación original/traducción: en crítica defensiva contra el plagio el original es el plagio –por ser temporalmente anterior–, en la autopromoción el original es crítica defensiva– como motivo de la estrategia de la negación.

1.1.1. "Enviando a Vuestra Excelencia los días pasados mis comedias [...], si bien me acuerdo, dije que Don Quijote quedaba calzadas las espuelas para ir a besar la manos a Vuestra Excelencia; y ahora digo que se las ha calzado y se ha puesto en camino, y si él allá llega, me parece que habré hecho algún servicio a Vuestra Excelencia, porque es mucha la priesa que de infinitas partes me dan a que le envíe, para quitar el ámago y la náusea que ha causado otro Don Quijote que con nombre de segunda parte se ha disfrazado y corrido por el orbe;" 1.1.2. "y el que más ha mostrado de serle ha sido el grande Emperador de la China, pues en lengua chinesca habrá un mes que me escribió una carta con un propio, diciéndome, o, por mejor decir, suplicándome se le enviase porque quería fundar un colegio donde se leyese la lengua castellana y quería que el libro que se leyese fuese la historia de Don Quijote. Juntamente con esto me decía que fuese yo a ser el rector de tal 4 colegio" .

1.2. El Prólogo es otra versión de la Dedicatoria, esta vez dirigida no al Conde de Lemos sino al Lector, al Lector tratado en forma muy llamativa como traductor intralingual: 1.2.1. "Válame Dios, y con cuánta gana debes de estar esperando ahora, lector ilustre, o quier plebeyo, este 2 3

Op.cit., P.I., p.956–961. Op.cit., P.I., p.961. 4 Op.cit., Parte Segunda, p.972–3.

prólogo, creyendo hallar en él venganza, riñas y vituperios del autor del segundo Don Quijote, digo, de aquel que dicen que se engendró en Torrdesillas y nació en Tarragona! Pues en verdad que no te he de dar este contento; que puesto que los agravios despiertan la cólera en los más humildes pechos, en el mío ha de padecer excepción esta regla. [...] Paréceme que me dices que ando muy limitado, y que me contengo mucho en los términos de mi modestia, sabiendo que no se ha de añadir aflición al afligido, y que la que debe de tener este señor sin duda es grande, pues no osa parecer a campo abierto y al cielo claro, encubriendo su nombre, fingiendo su patria, como si hubiera hecho alguna traición de lesa majestad."5

Es una forma refinada de negativa de su plagio, que en la cíclica forma translaticia pasa a una autopromoción también respecto al lector, tratándolo como mensajero. Al receptor se le provoca a que adopte un papel de traductor en la negativa de la negativa como (auto)promoción de su opinión del plagiario: 1.2.2."Y no le digas más, ni yo quiero decirte más a ti, sino advertirte que consideres que esta segunda parte de Don Quijote que te ofrezco es cortada del mismo artífice y del mesmo paño que la primera, y que en ella te doy a Don Quijote dilatado, y finalmente muerto y sepultado, porque ninguno se atreva a levantarle nuevos testimonios, pues bastan los pasados, y basta también que un hombre honrado haya dado noticia destas 6 discretas locuras".

Hay que hacer notar que este fragmento del "Prólogo al Lector" de la Parte Segunda es una traducción de la tentación de Epitafios de la Parte Primera (y pretraducción/aviso) de la muerte del Quijote, adquiriendo esta versión el rasgo de la traducción al antiplagio. 2.En la Dedicatoria y el Prólogo Cervantes se refiere directa y abiertamente al plagio. Después parece dejarlo. ¿Sigue jugando con el Emperador de la China? Sí. En el párrafo 2., que presenta una traducción del plagio a la crítica de la Parte Primera, los originales son dos: el plagio, callado, y la Parte Primera del Quijote como el original aparente. La traducción de la Parte Primera a su repetición crítica en la Parte Segunda es otra forma, refinada, de rechazo del plagio; Después de la "Dedicatoria [...]" y "Prólogo [...]" ya no se puede no ver en la Parte Segunda una reacción al/traducción del plagio. En la estructura de la traducción a crítica, el original del plagio queda escondido, lo que se manifiesta en la rebeldía evidente de la traducción de Cervantes, quien esta vez no se dirije personalmente al lector/receptor sino que se sirve de sus protagonistas: 2.1. la crítica como evaluación, vs. la autotraducción a su negación por parte del Quijote y Sancho Panza; 2.2. la crítica como ¿evaluación promocional o provocación? por parte del Bachiller 2.1.La crítica como evaluación en su forma refinada consiste en un juego de Cervantes: la negación del plagio a través de la recepción negativa de la repetición de la Parte primera traducida por los protagonistas. – "Y DIME, SANCHO AMIGO: ¿QUÉ ES LO QUE DICEN DE MI POR ESE LUGAR? ¿En qué opinión me tiene el vulgo, en qué los hidalgos y en qué los caballeros? ¿Qué dicen de mi valentía, qué de mis hazańas y qué de mi cortesía? [...] Eso haré yo de muy buena gana, señor mío –respondió Sancho –, con condición que vuestra merced no se ha de enojar de lo que dijere, pues quiere que lo diga en cueros, sin vestirlo de otras ropas de aquellas con que llegaron a mi noticia. –En ninguna manera me enojaré –respondió don Quijote–[...]. –Pues lo primero que digo –dijo– es que el vulgo tiene a vuesa merced por grandísimo loco, y a mí por no menos mentecato. Los hidalgos dicen que no conteniéndose vuesa merced en los límites de la hidalguía, se ha puesto don [...]Dicen los caballeros que no querrían que los hidalgos se opusiesen a ellos, especialmente aquellos hidalgos escuderiles que dan humo a los zapatos y toman los puntos de las medias negras con seda verde".

2.1.1.con la que juega el Quijote –tratando la crítica negativa como original– presentando la traducción a la negación: "–ESO –DIJO DON QUIJOTE– NO TIENE QUE VER CONMIGO, pues ando siempre bien vestido, y jamás remendado[...]"7

2.1.2. e igualmente más tarde, habiendo conocido su original directo, lo traduce, mediante la negación en su estilo, Sancho Panza: "–Eso es lo que yo digo también – respondió Sancho–; y pienso que en esa leyenda o historia que nos dijo el bachiller Carrasco que de nosotros había visto debe de andar mi honra a coche acá, cinchado, y, como dicen, al estricote, aquí y allí, barriendo las calles. Pues a fe de bueno que no he dicho yo mal de ningún encantador, ni tengo tantos bienes, que pueda ser envidiado; bien es verdad que soy algo malicioso, y que tengo mis ciertos asomos de bellaco; pero todo lo cubre y tapa la gran capa de la simpleza mía, siempre natural y nunca 5

Op.cit., P.II., p.975–977. Op.cit., P.II., p.980. 7 Op.cit., P.II., p.1001–1003. 6

artificiosa; [...] Pero digan lo que quisieren; que desnudo nací, desnudo me hallo; ni pierdo ni gano; aunque por verme puesto en libros y andar por ese mundo de mano en mano, no se me da un higo que digan de mí todo lo que quisieren".8

2.2. La crítica como ¿evaluación promocional o provocación? por parte del Bachiller. 2.2.1. Se lo avisa Sancho Panza al Quijote, es decir, avisa la traducción de LO QUE DICEN A lo que ANDA YA EN LOS LIBROS: "–Aún la cola falta por desollar – dijo Sancho–. Lo de hasta aquí son tortas y pan pintado; mas si vuesa merced quiere saber todo lo que hay acerca de las caloñas que el ponen, yo le traeré aquí luego al momento quien se las diga todas, sin que le falte una meaja; que anoche llegó el hijo de Bartolomé Carrasco, que viene de estudiar de Salamanca, hecho bachiller, y yéndole yo a dar la bienvenida, me dijo que andaba ya en libros la historia de vuesa merced, con nombre de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha;y dice que me mientan a mí en ella con mi mesmo nombre de Sancho Panza[...]"9

2.2.2.En la crítica como evaluación en la autotraducción por parte del Bachiller, el protagonista–receptor, aunque primordial para él, parece ser el original del plagio, escoge como muy gran socarrón la versión de la traducción a la promoción de la Parte Primera: "Era el Bachiller, aunque se llamaba Sansón, no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón; [...] señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas, como lo mostró en viendo a don Quijote, poniéndose delante dél de rodillas, diciéndole: [...] –es vuesa merced uno de los más famosos caballeros andantes que ha habido, ni aún habrá, en toda la redondez de la tierra. Bien haya Cide Hamete Benengeli, que la historia de vuestras grandezas dejó escrita, y rebién haya el curioso que tuvo cuidado de hacerlas traducir de arábigo en nuestro vulgar castellano, para univesal entretenimiento de las gentes. Hizole levantar don Quijote, y dijo: –Desa manera, ¿verdad es que hay historia mía y que fue moro y sabio el que la compuso? –Es tan verdad, señor –dijo Sansón–, que tengo para mí que el día de hoy están impresos más de doce mil libros de la tal historia [...]y a mí se me trasluce que no ha de haber nación ni lengua donde no se traduzga. –Una de las cosas –dijo a esta sazón don Quijote– que más debe de dar contento a un hombre virtuoso y eminente es verse, viviendo, andar con buen nombre por las lenguas de las gentes, impreso y en estampa [...] –Si por buena fama y si por buen nombre va– dijo el Bachiller–, sólo vuesa merced lleva la palma a todos los caballeros andantes; porque el moro en su lengua y el cristiano en la suya tuvieron cuidado de pintarnos muy al vivo la gallardía de vuesa merced, el ánimo grande en acometer los peligros, la paciencia en las adversidades[...]"10

2.2.3. En su crítica como evaluación, Carrasco, cada vez más socarrón, con la incertidumbre respecto a lo primordial del original –más directamente refiriéndose al original del plagio vs. el mismo nivel de la traducción crítica de Sancho– traduce a una provocación de la promoción: "–Yo tendré cuidado –dijo Carrasco– de acusar al autor de la historia que si otra vez la imprimiere, no se le olvide esto que el buen Sancho ha dicho, que será ralzarla un buen coto más de lo que ella se está. –¿Hay otra cosa que enmendar en esa leyenda, seńor Bachiller? – preguntó Don Quijote. –Sí debe de haber – respondió él–; pero ninguna debe de ser de la importancia de las ya referidas. –Y por ventura – dijo Don Quijote–, ¿promete el autor segunda parte? –Sí promete – respondió Sansón –; pero dice que no ha hallado ni sabe quién la tiene, y asi, estamos en duda si saldrá o no; y así, por esto, como porque algunos dicen: , y otros: se duda que no ha de haber segunda parte; aunque algunos, que son más joviales que saturninos dicen: –Y ¿a qué se atiene el autor? –A que – respondió Sansón – en hallando que halle la historia, que él va buscando con extraordinarias diligencias, la dará luego a la estampa, llevado más del interés que de darla se le sigue que de otra alabanza alguna. –A lo que dijo Sancho: –¿Al dinero y al interés mira el autor? Maravilla será que acierte; porque no habrá sino harbar, harbar, como sastre en vísperas de Pascuas, y las obras que se hacen apriesa nunca se acaban co la perfección que requieren. Atienda ese seńor moro, o lo que es, a mirar lo que hace; que yo y mi señor le daremos tanto ripio a la mano en materia de aventuras y de sucesos diferentes, que pueda componer no sólo segunda parte, sino ciento. Debe de pensar el buen hombre, sin duda, que nos dormimos aquí en las pajas; pues tengamos el pie al herrar, y verá del que cosqueamos. Lo que yo sé decir es que si mi seńor tomase mi consejo, ya habíamos de estar en esas campańas, deshaciendo agravios y enderezando tuertos, como es uso y costumbre de los buenos andantes caballeros. [...] 8

Op.cit., P.II., p.1060–1061. Op.cit., P.II., págs.1003–1004. 10 Op.cit.,II.P., págs.1006– 1009. 9

Don Quijote [...]determinó de hacer de allí a tres o cuatro días otra salida; y declarando su intento al Bachiller, le pidió consejo por qué parte comenzaría su jornada; el cual le respondió que era su parecer que fuese al reino de Aragón y la ciudad de Zaragoza, adonde de allí a pocos días se habían de hacer unas solenísimas justas por la fiesta de San Jorge, en las cuales podría ganar fama sobre todos los caballeros aragoneses, que sería ganarla sobre todos los del mundo. Alabóle ser honradísima y valentísima su determinación, y advirtióle que anduviese más atentado en acometer los peligros a causa que su vida no era suya, sino de todos aquellos que le habían de menester para que los amparase y socorriese en sus aventuras" 11

El disfraz de la traducción a la crÍtica de evaluación de la Parte Primera muestra la ampliación de la relación translaticia, que estriba en el traspaso original/traducción. 3. El párrafo 3., presenta una traducción del plagio a los auto–plagios. El auto–plagio, una burla de ilimitadas posibilidades de auto–plagiarse, como anti–plagio. El primero, 3.1. es una aventura con el Sansón Carrasco autoplagiado por sí mismo al Caballero de la Selva, o, llamado también, Caballero del Bosque. La traducción Selva al Bosque es ya una seńal del juego. El segundo, 3.2., empieza en el Capítulo XXX cuando sucede el encuentro del Quijote y Sancho Panza con los Duques y termina en el LVII12. Su estructura consiste en cuatro elementos: 3.2.1.autopromoción a través de una invocación a Cide Hamete Benengeli; 3.2.2.el plagio de tres burlas en el estilo caballeresco, en los que el papel de Cide Hamete lo hacen los Duques; 3.2.3. el juego se traduce al juego de los plagios/burlas de Dońa Rodríguez y Altisidora que escapa del original de los duques; 3.2.4. La autopromoción a través de la ilimitada posibilidad del juego con el plagio en forma de la tentación al plagio a través de la versión burlesca 3.1.1. "Entre muchas razones que pasaron Don Quijote y el Caballero de la Selva, dice la historia que el del Bosque dijo a Don Quijote: –Finalmente, señor caballero, quiero que sepáis que mi destino, o, por mejor decir, mi elección, me trujo a enamorar de la sin par Casildea de Vandalia. Llámola sin par porque no le tiene, así en la grandeza del cuerpo como en el extremo del estado y de la hermosura. [...] En resolución, últimamente me ha mandado que discurra por todas las provincias de España y haga confesar a todos los andantes caballeros que por ella vagaren que ella sola es la más aventajada en hermosura de cuantas hoy viven, y que yo soy el más valiente y el más bien enamorado caballero del orbe, en cuya demanda he andado ya la mayor parte de España, y en ella he vencido muchos caballeros que se han atrevido a contradecirme. Pero de lo que yo más me precio y ufano es de haber vencido en singular batalla a aquel tan famoso caballero Don Quijote de la Mancha y héchole confesar que es más hermosa mi Casilda que su Dulcinea, y en solo este vencimiento hago cuenta que he vencido todos los caballeros del mundo, porque el tal Don Quijote que digo los ha vencido a todos, y habiéndole yo vencido a él, su gloria, su fama y su honra se ha transferido y pasado a mi persona. [...] así que ya corren por mi cuenta y son mías las innumerables hazańas del ya referido Don Quijote. Admirado quedó Don Quijote de oír al Caballero del Bosque, y estuvo mil veces por decirle que mentía, y ya tuvo el mentís en el pico de la lengua; pero reportóse lo mejor que pudo por hacerle confesar por su propia boca su mentira, y así, sosegadamente, le dijo: –De que vuesa merced, señor caballero, haya vencido a los más caballeros andantes de Espana, y aun de todo el mundo, no digo nada; pero de que haya vencido a Don Quijote de la Mancha póngolo en duda. Podría ser que fuese otro que le pareciese, aunque hay pocos que le parezcan. –¿Cómo no? –replicó el del Bosque–. Por el cielo que nos cubre que peleé con Don Quijote y le vencí y rendí; y es un hombre alto de cuerpo, seco de rostro [...]. Si todas estas senas no bastan para acreditar mi verdad, aquí está mi espada, que la hará dar crédito a la mesma incredulidad. –Sosegaos, señor caballero – DIJO DON QUIJOTE–, Y ESCUCHAD LO QUE DECIR OS QUIERO. HABÉIS DE SABER QUE ESE DON QUIJOTE QUE DECIS ES EL MAYOR AMIGO QUE EN ESTE MUNDO TENGO; y tanto, que podré decir que le tengo en lugar de mi misma persona, y que por las seńas que dél me habéis dado, tan puntuales y ciertas, no puedo pensar sino que sea el mismo que habéis vencido. POR OTRA PARTE, VEO CON LOS OJOS Y TOCO CON LA MANOS NO SER POSIBLE SER EL MESMO, SI YA NO FUESE QUE COMO ÉL TIENE MUCHOS ENEMIGOS ENCATADORES (ESPECIALMENTE UNO QUE DE ORDINARIO LE PERSIGUE), NO HAYA ALGUNO DELLOS TOMADO SU FIGURA PARA DEJARSE VENCER POR DEFRAUDARLE DE LA FAMA que sus altas caballerías le tienen granjeada y adquirida pr todo lo descubierto de la tierra. Y para confirmación desto quiero también que sepáis que los tales encantadores sus contrarios no ha más de dos días que transformaron la figura y persona de la hermosa Dulcinea del Toboso en una aldeana soez y baja, y desta manera habrán transformado a Don Quijote; y si todo esto no basta para 11

Op.cit., P.II., págs.1021–1022. Op.cit.,P.II., págs.1313–1622. La mayor parte de su tercera aventura –que no es tercera aventura según las palabras antiplagiales de Cide Hamete Benengeli, aunque la empezaron el Quijote y Sancho Panza en el Capitulo VIII de la Parte Segunda, lo que sería un testimonio más de que el original de la Parte II no es la literatura caballeresca sino el plagio– sucede en el castillo de los Duques. 12

enteraros en esta verdad que digo, AQUÍ ESTÁ EL MESMO DON QUIJOTE, que la sustentará con sus armas a pie, o a caballo, o de cualquiera suerte que os agradare. Y diciendo esto, se levantó en pie y se empuńó en la espada, esperando qué resolución tomaría el Caballero del Bosque, el cual, con voz asimismo sosegada, respondió y dijo: –Al buen pagador no le duelen las prendas; el que una vez, seńor Do quijote, pudo venceros transformado, bien podrá tener esperanzas de rendiros en vuestro propio ser. Mas porque no es bien que los caballeros hagan sus fechos de armas a oscuras [...] esperemos el día [...] –¡Acude, Sancho, y mira lo que que has de ver y no lo has de creer! ¡Aguija, hijo, y advierte lo que puede la magia, lo que pueden los hechiceros y los encantadores! Llego Sancho, y como vió el rostro del bachiller Carrasco, comenzó a hacerse mil cruces y a santiguarse otras tantas. 3.1.2. [...]llegó el escudero del de los Espejos, ya sin las narices que tan feo le habían hecho, y a grandes voces dijo: –¡Mire vuesa merced lo que hace, seńor Don Quijote, que ese que tiene a los pies es el bachiller Sansón 13 Carrasco, su amigo, y yo soy escudero!"

3.2.1.Autopromoción a través de una invocación a Cide Hamete Benengeli. Cervantes, adoptando el papel de su receptor pasa de la forma pasiva a la activa a través de la tradución a su autopromoción. De esta manera –elogiando a su doble, legible sólo en la relación translaticia– empieza el Capítulo XL de la Parte Segunda: "Real y verdaderamente, todos los que gustan de semejantes historias como ésta deben de mostrarse agradecidos a Cide Hamete, su autor primero, por la curiosidad que tuvo en contarnos las semínimas della, sin dejar cosa, por menuda que fuese, que no la sacase a luz distintamente. Pinta los pensamientos, descubre las imaginaciones, responde a las tácitas, aclara la dudas, resuelve los argumentos; finalmente, los átomos del más curioso deseo manifiesta. ¡Oh autor celebérrimo! ¡Oh, Don Quijote dichoso!, ¡Oh Dulcinea famosa! ¡Oh, Sancho Panza gracioso! Todos juntos y cada uno de por sí viváis siglos infinitos, para gusto y general pasatiempo de los vivientes"14

3.2.2.1.El prólogo de la traducción del plagio/burla con el estilo caballeresco tiene dos partes: "Don Quijote se gallardeó en la silla, púsose bien en los estribos, acomodóse la visera, arremetió a Rocinante, y con gentil denuedo fué a besar las manos a la Duquesa; la cual, haciendo llamar al Duque su marido, le contó, en tanto que Don Quijote llegaba, toda la embajada suya; y los dos, POR HABER LEIDO LA PRIMERA PARTE DE ESTA HISTORIA y haber entendido por ella el disparatado humor de Don Quijote, con grandísimo gusto y con deseo de conocerle, le atendían, con prosupuesto de seguirle el humor y conceder con él en cuanto les dijese, tratándole como a caballero andante los días que con ellos se detuviese, con todas las ceremonias acostumbradas en los libros de caballerías, que ellos han leído y aun les eran muy aficionados." [...]

El tratar al Quijote como caballero andante por los Duques aficionados a los libros de caballería los hace creadores de su traducción al plagio/burla. ¿Es una traducción del Quijote a una burla de su versión o a un original ideal? La estrategia translaticia de los Duques la conocemos a través del comienzo pasivo: "Cuenta, pues, la historia que antes que a a casa de placer o castillo llegasen, se adelantó el Duque y dió orden a todos sus criados del modo que habían de tratar a Don Quijote; [...] y en un instante se coronaron todos los corredores del patio de criados y criadas de a quellos señores, diciendo a grandes voces: –¡Bien sea venido la flor y la nata de los caballeros andantes! Y todos, o los más, derramaban pomos de aguas olorosas sobre Don Quijote y sobre los Duques, de todo lo cual se admiraba Don Quijote; y aquél fué el primer día que de todo en todo conoció y creyó ser caballero andante verdadero, y no fantástico, viéndose tratar del mesmo modo que él había leído se trataban los tales caballeros en los pasados siglos".15

3.2.2.2.El comienzo activo empieza a finales del Capítulo XXX, cuando los Duques "entre los dos dieron traza y orden de hacer una burla a Don Quijote que fuese famosa y viniese bien con el estilo caballeresco; en el cual le hicieron muchas, tan propias y discretas, que son las mejores aventuras que en esta grande historia se contienen [...] tomaron motivo de la que Don Quijote ya les había contado de la cueva de Montesinos"16. "–Yo soy el Diablo; voy a buscar a Don Quijote de la Mancha; la gente que por aquí viene son seis tropas de encantadores, que sobre un carro triunfante traen a la sin par Dulcinea del Toboso. Encantada viene con el 17 gallardo frances Montesinos, a dar orden a Don Quijote de como ha de ser desencantada la tal señora". "[...]Llegando, pues, el carro a igualar al puesto, se levantó de su alto asiento el viejo venerable y, puesto en 13

Op.cit., P.II., págs.1117– 1133. Op.cit., P.II., págs.1419–1420. 15 Op.cit.,P.II., págs.1316, 1322. 16 Op.cit., P.II., p.1365. 17 Op.cit., P.II., p.1373. 14

pie, dando una gran voz, dijo: –Yo soy el sabio Lirgandeo. Y pasó el carro adelante, sin hablar más palabra. Tras éste pasó otro carro de la misma manera, con otro viejo entronizado [...] –Yo soy el sabio Alquife: el grande amigo de Urganda la Desconocida. Y pasó adelante. Luego, por el mismo continente, llegó otro carro;[...] –Yo soy Arcalus el encantador, enemigo mortal de Amadís de Gaula y de toda su parentela. [...] Al compás de la agradable música vieron que hacia ellos venia un carro de los que llaman triunfales, tirado de seis mulas pardas [...] vista que admiraba y espantaba juntamente; y en un levantado trono venía sentada una ninfa, vestida de mil velos de tela de plata [...]. Junto a ella venía una figura vestida de una ropa de las que llaman rozagantes, hasta los pies, cubierta la cabeza con un velo negro [...]y levantándose en pie la figura [...] y quitándose el velo del rostro, decubrió patentemente ser la mesma figura de la Muerte [...] Alzada y puesta en pie esta Muerte viva, con voz algo dormida y con lengua no muy despierta, comenzó a decir desta manera: Yo soy Merlín [...]"

Y la acción llega a su punto culminante cuando el llamado Merlín exige de Sancho Panza que "se dé tres mil azotes y trecientos en ambas sus valientes posaderas" para que Dulcinea pueda desencantarse. Sancho Panza no quiere sufrir por Dulcinea, la llamada Dulcinea le ataca con palabras muy duras y crudas, Sancho, por fin "acepta la penitencia" pero con sus condiciones.18 En el Capítulo XXXVI empieza otro auto–plagio/burla: "Tenía un mayordomo el Duque de muy burlesco y desenfadado ingenio, el cual hizo la figura de Merlín y acomodó todo el aparato de la aventura pasada, compuso los versos y hizo que un paje hiciese a Dulcinea. Finalmente, con intervención de sus señores, ordenó otra, del más gracioso y extraño artificio que puede imaginarse. [...] Llego, pues, con el espacio y prosopopeya referida a hincarse de rodillas ante el Duque, que en pie, con los demás que allí estaban, le atendía;[...] –Altísimo y poderoso señor, a mí me llaman Trifaldín el de la Barba Blanca; soy escudero de la Condesa Trifaldi, por otro nombre llamada la Dueńa Dolorida, de parte de la cual traigo a vuestra grandeza una embajada, y es que la vuestra magnificencia sea de darla facultad y licencia para entrar a decirle su cuita, que es una de las más nuevas y más admirables que el más cuitado pensamiento del orbe pueda haber pensado. Y primero quiere saber si está en este vuestro castillo el valeroso y jamás vencido caballero Don Quijote de la Mancha"19.

A Sancho es muy difícil encantarlo y engañar: "[...]entendieron que la Dueña Dolorida entraba. Preguntó la Duquesa al Duque si sería bien ir a recebirla, pues era condesa y persona principal. –Por lo que tiene de condesa –repondió Sancho, antes que el Duque respondiese–, bien estoy en que vuestras grandezas salgan a recebirla; pero por lo de dueña, soy de parecer que no se muevan un paso. –¿Quién te mete a ti en esto, Sancho? – dijo Don Quijote. –¿Quién, señor? –respodió Sancho–. Yo me meto, que puedo meterme, como escudero que ha aprendido los términos de la cortesía en la escuela de vuesa merced [...]20

El segundo autoplagio es una traducción más rica que la primera, ya que lleva dos relaciones translaticias más, es decir, un original más: el auto– plagio primero, y la traducción más rica en su creatividad. La estructura es igual: la necesidad de desencantar a unas Dulcineas; esta vez la petición está dirigida a ambos: el caballero y su escudero, al Quijote y a Sancho Panza, y la forma de desencantar es mucho más poética: un viaje al reino de Candaya en un caballo de madera, un vuelo por el aire. Por eso la riqueza translaticia del juego creativo es más visible. Junto a la provocación de la riqueza de la traducción por parte de los duques hay algo más: la creatividad de Sancho Panza en su descripción del vuelo: "A esto dijo la Duquesa: –Sancho amigo, mirad lo que de decís; que, a lo que parece, vos no vistes la tierra, sino los hombres que andaban sobre ella; [...] –Así es verdad – respondió Sancho–; pero, con todo eso, la descubrí por un ladito y la vi toda. –Mirad, Sancho – dijo la Duquesa–; que por un ladito no se ve el todo de lo que se mira. –Yo no sé esas miradas –replicó Sancho–; sólo sé que será bien que vuesa seńoría entienda que, pues volábamos por encantamento, por encantamento podia yo ver toda la tierra [...] Y sucedió que íbamos por parte donde están las siete cabrillas, y en Dios y en mi ánima que, como yo en mi nińez fuí en mi tierra cabrerizo, que así como las vi ¡me dió una gana de entretenerme con ellas un rato! [...] 18

Op.cit., P.II., págs.1375–1387. Op.cit,P.II., págs.1388–1395. 20 Op.cit., P.II., p.1400. 19

–Y en tanto que el buen Sancho se entretenía con las cabras – preguntó el Duque– ¿en qué se entretenía el seńor Don Quijote? –A lo que Don Quijote respondió: –Como todas estas cosas y estos tales sucesos van fuera del orden natural, no es mucho que Sancho diga lo que dice. De mí sé decir que ni me descubrí por alto ni por bajo, ni vi el cielo ni la tierra, ni elmar, ni las arenas".21

Y un momento muy importante que permite dudar de la fidelidad de la traducción intertextual del Quijote, que indica una creatividad, muy discreta, de su traducción y que nos confirma en sus traducciones auto– plagiales. El capítulo XLI y la segunda traducción auto–plagial de Cervantes termina asi: En resolución, éste fué el fin de la aventura de la Dueña Dolorida, que dió que reír a los Duques, no sólo aquel tiempo, sino el de toda su vida, y que contar a Sancho siglos, si los viviera; y llegándose Don Quijote a Sancho, al oído le dijo: –Sancho, pues vos queréis que se os crea lo que habéis visto en el cielo, yo quiero que vos me creáis a mí lo que vi en la cueva de Montesinos. Y no os digo más".22

3.2.3.El tercer auto–plagio aunque empieza por la decisión de hasta ahora los únicos autores de la burla/autoplagio: "Con el felice y gracioso suceso de la aventura de la Dolorida quedaron tan contentos los Duques, que determinaron pasar con las burlas adelante, viendo el acomodado sujeto que tenían para que se tuviesen por veras; y así, habiendo dado la traza y órdenes que sus criados y sus vasallos habían de guardar con Sancho 23 en el gobierno de ínsula prometida [...]

Y la aventura en isla Barataria sigue según lo previsto hasta la decisión de Sancho Panza, la situación en el palacio de los duques escapa de sus manos: aparecen los plagios de su plagio: 3.2.3.1. el de la Dueña de la casa, Doña Rodríguez, que llegó disfrazada con su hija, para aprovechar la situación y conseguir un marido para su hija "y aunque los Duques pensaron que sería alguna burla que sus criados querían hacer a Don Quijote, todavía, viendo con el ahínco que la mujer suspiraba, gemía y lloraba, los tuvo dudosos y suspensos, hasta que Don Quijote, compasivo, la levantó del suelo y hizo que se descubriese y quitase el manto de sobre la faz llorosa. Ella lo hizo así, y mostró ser lo que jamás se pudiera pensar; porque descubrió el rostro de Dońa Rodríguez, la dueńa de casa, y la otra enlutada era su hiha, la burlada del hijo del labrador rico. Admiráronse todos aquellos que la conocían, y más los Duques que ninguno; que puesto que la tenían por boba y de buena pasta, no por 24 tanto que viniese a hacer locuras" .

La boba no lo era: consiguió, a través de la traducción como traductora y como su personaje, el esposo para su hija. El plagio que sale de las fronteras del plagio: provocado por el, repitiendo su estructura, con su autoparticipación como protagonistas, es un EJEMPLO DE LA GOBERNACIÓN DE LA CULTURA. 3.2.3.2.El de Altisidora, que se permitió una creatividad de la burla, jugando tanto con el Quijote como con los autores/traductores de la burla/autoplagio, los duques, jugando a través de la queja–acusación al Quijote que le robó, se llevó "tres tocadores, y unas ligas, de unas piernas que al marmol paro se igualan". "Quedó la Duquesa admirada de la desenvoltura de Altisidora; que aunque la tenía por atrevida, graciosa y desenvuelta, no en grado que se atreviera a semejantes desenvolturas; y como no estaba advertida desta burla, creció más su admiración. El Duque quiso reforzar el donaire y dijo: No me parece bien, señor caballero, que habiendo recibido en este mi castillo el buen acogimiento que en él se os ha hecho, os hayáis atrevido a llevaros tres tocadores por lo menos, si por lo más las ligas de mi doncella; 25 indicios son de mal pecho y muestras que ni corresponden a vuestra fama."

3.2.4.En el Capítulo XLIV Cervantes, en su cada vez más rica creatividad antiplagial, es todavía más astuto en su juego de autopromoción, especialmente cuando subraya –en el papel de Cide Hamete Benengeli, su doble translaticio– sus méritos, no por lo que ha escrito, sino por lo que no ha escrito: "Capítulo XLIV [...] "Dicen que en el propio original desta historia se lee que llegando Cide Hamete a escribir este capítulo, no le tradujo su intérprete como él le había escrito, que fue un modo de queja que tuvo el moro de sí mismo, por haber tomado entre manos una historia tan seca y tan limitada como esta de don Quijote, por parecerle que siempre había de hablar dél y de Sancho, sin osar extenderse a otras digresiones y episodios más graves y más entretenidos; y decía que el ir siempre atenido al entendimiento, la mano y la pluma a escribir de un solo sujeto y hablar por las bocas de pocas personas era un trabajo incomportable, cuyo fruto no redundaba en el de su autor, y que por huir de este inconveniente habIa usado en la primera parte del artificio de algunas 21

Op.cit., P.II., págs.1442–1443. Op.cit., P.II., p.1444. 23 Op.cit., P.II., p.1444. 24 Op.cit., II p., p.1564. 25 Op.cit., P.II., p.1618. 22

novelas, como fueron la del Curioso impertinente y la del Capitán cautivo, que están como separadas de la historia, puesto que las demás que allí se cuentan son casos sucedidos al mismo don Quijote, que no podían dejar de escribirse. También pensó, como él dice, que muchos, llevados de la atención que piden las hazańas de Don Quijote, no la darían a las novelas, y pasarían por ellas, o con priesa, o con enfado, sin advertir la gala y artificio que en si contienen, el cual se mostrara bien al descubierto, cuando por sí solas, sin arrimarse a las locuras de Don Quijote, ni a las sandeces de Sancho, salieran a luz; y así, en esta segunda parte no quiso ingerir novelas sueltas ni pegadizas, sino algunos episodios que lo pareciesen, nacidos de los mesmos sucesos que la verdad ofrece, y aun éstos, limitadamente y con solas las palabras que bastan a declararlos; y pues se contiene y cierra en los estrechos límites de la narración, teniendo habilidad, suficiencia y entendimiento para tratar del universo todo, PIDE NO SE DESPRECIE SU TRABAJO, Y SE LE DEN ALABANZAS, NO POR LO QUE ESCRIBE, SINO POR LO QUE HA DEJADO DE ESCRIBIR"26.

4.Anti–plagio. El encuentro con el plagio en el nivel del argumento es ¿autopromoción de la Parte Primera a través de la negación del argumento del plagio?. Pasiva y activa. El contacto con el plagio en el plano del argumento aparece al final de la Parte Segunda como una de las aventuras del Quijote. En dos formas: 4.1.1. encuentro con los lectores, es decir, una traducción de la lectura 4.1.2. encuentro con los protagonistas. 4.1.1. "Llegóse, pues, la hora del cenar, recogióse a su estancia Don Quijote, trujo el Huésped la olla, así como estaba, y sentóse a cenar muy a propósito. Parece ser que en otro aposento que junto al de Don Quijote estaba, que no le dividía más que un sutil tabique, oyó decir Don Quijote: –Por vida de vuesa merced, señor Don Jerónimo, que en tanto que traen la cena leamos otro capítulo de la segunda parte de Don Quijote de la Mancha. Apenas oyó su nombre Don Quijote, cuando se puso en pie, y con oído alerto escuchó lo que dél trataban, y oyó que el tal Don Jerónimo referido respondió: –¿Para qué quiere vuesa merced, seńor Don Juan, que leamos estos disparates, si el que hubiere leído la primera parte de la historia de Don Quijote de la Mancha no es posible que pueda tener gusto en leer esta segunda? –Con todo eso – dijo Don Juan–, será bien leerla, pues no hay libro tan malo que no tenga alguna cosa buena. Lo que a mí en éste más desplace es que pinta a Don Quijote ya desenamorado de Dulcinea del Toboso. Oyendo lo cual Don Quijote, lleno de ira y de despecho, alzó la voz y dijo: –Quienquiera que dijere que Don Quijote de la Mancha ha olvidado, ni puede olvidar, a Dulcinea del Toboso, yo le haré entender con armas iguales que va muy lejos de la verdad; porque la sin par Dulcinea del Toboso ni puede ser olvidada, ni en Don Quijote puede caber olvido: su blasón es la firmeza, y su profesión, el guardarla con suavidad y sin hacerse fuerza alguna. –¿Quién es el que nos responde? – respondieron del otro aposento. –¿Quién ha de ser– respondió Sancho–, sino el mismo Don Quijote de la Mancha, que hará bueno cuanto ha dicho, y aun cuanto dijere; que al buen pagador no le duelen prendas? Apenas hubo dicho esto Sancho, cuando entraron por la puerta de su aposento dos caballeros, que tales lo parecían, y uno dellos echando los brazos al cuello de don Quijote, le dijo: –Ni vuestra presencia puede desmentir vuestro nombre, ni vuestro nombre puede no acreditar vuestra presencia: SIN DUDA VOS, SEŃOR, SOIS EL VERDADERO DON QUIJOTE DE LA MANCHA, NORTE Y LUCERO DE LA ANDANTE CABALLERÍA, A DESPECHO Y PESAR DEL QUE HA QUERIDO USURPAR VUESTRO NOMBRE Y ANIQUILAR VUESTRAS HAZAŃAS, COMO LO HA HECHO EL AUTOR DESTE LIBRO que aquí os entrego". Y poniéndole un libro en las manos, que traía su compañero, le tomó don Quijote, y sin responder palabra, comenzó a hojearle, y de a alló a un poco se le volvió, diciendo: –En esto poco que he visto he hallado tres cosas en este autor dignas de reprehensión.[...] –Créanme vuesas mercedes –dijo Sancho– que el Sancho y el Don Quijote desa historia deben de ser otros que los que andan en aquella que compuso Cide Hamete Benegeli, que somos nosotros: mi amo, valiente, discreto y enamorado; y yo, simple gracioso, y no comedor ni borracho. –Yo así lo creo –dijo don Juan–; y si fuera posible, SE HABÍA DE MANDAR QUE NINGUNO FUERA OSADO A TRATAR DE LAS COSAS DEL GRAN DON QUIJOTE, SI NO FUESE CIDE HAMETE SU PRIMER AUTOR, bien así como mandó Alejandro que ninguno fuese osado a retratarle sino Apeles. –RETRÁTEME EL QUE QUISIERE – DIJO DON QUIJOTE–, PERO NO ME MALTRATE; que muchas veces suele caerse la paciencia cuando la cargan de injurias. [...] "y aunque don Juan quisiera que don Quijote leyera más del libro, por ver lo que discantaba, no lo pudieron acabar con él, diciendo que él lo daba por leído y lo confirmaba por todo necio, y que no quería, si acaso llegase a noticia de su autor que le había tenido en sus manos, se alegrase con pensar que le había leído [...] [...]Preguntáronle que adónde llevaba determinado su viaje. Respondió que a Zaragoza, a hallarse en las justas del arnés, que en aquella ciudad suelen hacerse todos los años. Díjole don Juan que aquella nueva historia contaba como don Quijote, sea quien se quisiere, se

26

Op.cit., II.p., p.1462–1463.

había hallado en ella en una sortija, falta de invención, pobre de letras, pobrísima e libreas, aunque rica de simplicidades. –POR EL MISMO CASO – RESPONDIÓ DON QUIJOTE –NO PONDRÉ LOS PIES EN ZARAGOZA, Y ASÍ SACARÉ A LA PLAZA DEL MUNDO LA MENTIRA DESE HISTORIADOR MODERNO, Y ECHARÁN DE VER LAS GENTE COMO YO NO SOY EL DON QUIJOTE QUE ÉL DICE. –Hará muy bien – dijo Don Jerónimo –; y otras justas hay en Barcelona, donde podrá el señor Don Quijote 27 mostrar su valor"

4.1.2 La traducción del plagio en forma de encuentro con sus protagonistas es una nueva forma de traducción: Cervantes traduce el plagio a su argumento. Y en la continuación del argumento lo anula. ¿Qué anula entonces: el plagio o su original? Y aquí aparece otro fenómeno de la relación original/traducción: el original pierde, pero la traducción gana: ganamos nosotros los receptores. 4.1.2.1. "Llegó, en esto, al mesón un caminante a caballo, con tres o cuatro criados, uno de los cuales dijo al que el señor dellos parecía: 28 –Aquí puede vuesa merced, seńor Don Alvaro Tarfe , pasar hoy la siesta: la posada parece limpia y fresca. Oyendo esto Don Quijote, le dijo a Sancho: –Mira, Sancho: cuando yo hojeé aquel libro de la segunda parte de mi historia, me parece que de pasada topé allí este nombre de Don Alvaro Tarfe. –Bien podrá ser –respondió Sancho–. Dejémosle apear; que después se lo preguntaremos. [...]Pero dígame vuesa merced, por cortesía, su nombre; porque me parece que me ha dado de importar saberlo más de lo que buenamente podré decir. –Mi nombre es Don Alvaro Tarfe –respondió el huésped. A lo que replicó Don Quijote: –Sin duda alguna pienso que vuesa merced debe de ser aquel Don Alvaro Tarfe que anda impreso en la segunda parte de la Historia de Don Quijote de la Mancha, recién impresa y dada a la luz del mundo por un autor moderno. –El mismo soy –respondió el caballero–, y el tal Don Quijote, sujeto principal de la tal historia, fué grandisimo amigo mío, y yo fuí el que le sacó de su tierra, o, a lo menos, le moví a que viniese a unas justas que se hacían en Zaragoza, adonde yo iba: y en verdad en verdad que le hice muchas amistades, y que le quité de que no le palmease las espaldas el verdugo por ser demasiadamente atrevido. –Y dígame vuesa merced, seńor don Alvaro: ¿parezco yo en algo a ese tal Don Quijote que vuesa merced dice? –No, por cierto –respondió el huésped–: en ninguna manera. –Y ese Don Quijote –dijo el nuestro–, ¿traía consigo a un escudero llamado Sancho Panza? –Sí traía –respondió Don Alvaro–; y aunque tenía fama de muy gracioso, nunca le oí decir gracia que la tuviese. –Eso creo yo muy bien– dijo a esta sazón Sancho–, porque el decir gracias no es para todos; y ese Sancho que vuesa merced dice, seńor gentilhombre, debe de ser algún grandísimo bellaco fríon y ladrón juntamente; que el verdadero Sancho Panza soy yo, que tengo más gracias que llovidas; [...]y el verdadero Don quijote de la Mancha, el famoso, el valiente y el discreto [...] es este seńor que está presente, que es mi amo: todo cualquier otro Don Quijote y cualquier otro Sancho Panza es burlería y cosa de sueño. –¡Por Dios que lo creo– respondió Don Alvaro–, porque más gracia habéis dicho vos, amigo, en cuatro razones que habéis hablado que el otro Sancho Panza en cuantas yo le oí hablar, que fueron muchas! Más tenía de comilón que de bien hablado, y MÁS DE TONTO QUE DE GRACIOSO, y tengo por sin duda que los encantadores que persiguen a Don Quijote el bueno han querido perseguirme a mí con Don Quijote el malo. Pero no sé qué me diga: que osaré yo jurar que le dejo metido en la casa del Nuncio en Toledo, para que le curen, y agora remanece aquí otro Don Quijote, aunque bien diferente del mío. –Yo –dijo Don Quijote– no sé si soy bueno; pero sé decir que no soy el malo; para prueba de lo cual quiero que sepa vuesa merced, mi seńor Don Alvaro Tarfe, que en todos los días de mi vida no he estado en Zaragoza; antes por haberme dicho que ese Don Quijote fantástico se había hallado en las justas desa ciudad no quise yo entrar en ella, por sacar a las barbas del mundo su mentira; y así, me pasé de claro a Barcelona [...]Finalmente, señor Don Alvaro Tarfe, yo soy Don Quijote de la Mancha, el mismo que dice la fama, y no ese desventurado que ha querido usurpar mi nombre y honrarse de mis pensamientos. A vuesa merced suplico, por lo que debe a ser caballero, sea servido de hacer una declaración, ante el alcalde deste lugar, de que vuesa merced no me ha visto en todos los días de su vida hasta agora y de

27

Op.cit., P.II., págs.1645 – 1651 Los editores de la edición citada confirman aquí por medio de una nota que "Cervantes, en los últimos capítulos de esta segunda parte, se muestra verdaderamente obsesionado con el Quijote de Avellaneda, aludiendo constantemente y recordando episodios y personajes que en él aparecen. Uno de ellos, y no de los la menos importancia, es el caballero granadino Don Alvaro Tarfe". Mi estudio es la propuesta de advertir en la forma de expresar esta obsesión la enriquecedora relación translaticia. 28

que yo no soy el Don Quijote impreso en la segunda parte, ni este Sancho Panza mi escudero es aquel que vuesa merced conoció. –Eso haré yo de mi buena gana– respondió Don Alvaro–, puesto que cause admiración ver dos Don Quijotes y dos Sanchos a un mismo tiempo, tan conformes en los nombres como diferentes en las acciones; y vuelvo a decir y me afirmo que no he visto lo que he visto ni ha pasado por mí lo que ha pasado. –Sin duda– dijo Sancho– que vuesa merced debe de estar encantado, como mi seńora Dulcinea del Toboso; 4.1.2.2.[...] Llegóse en esto la hora de comer; comieron juntos Don Quijote y Don Alvaro. Entró acaso el alcalde del pueblo en el mesón, con un escribano, ante el cual alcalde pidió Don Quijote, por una petición, de que a su derecho convenía de que Don Alvaro Tarfe, aquel caballero que allí estaba presente, declarase ante su merced cómo no conocía a Don Quijote de la Mancha, que asimismo estaba allí presente, y que no era aquel que andaba impreso en una historia intitulada Segunda parte de Don Quijote de la Mancha compuesta por un tal de Avellaneda, natural de Tordesillas. Finalmente, el alcalde proveyó jurídicamente; la declaración se hizo con todas las fuerzas que en tales casos debían hacerse con lo que quedaron Don Quijote y Sancho muy alegres, como si les importara mucho semejante declaración y no mostrara claro la diferencia de los dos Don Quijotes y la de los dos Sanchos sus obras y sus palabras. Muchas de cortesías y ofrecimientos pasaron entre Don Alvaro y Don Quijote, en las cuales mostró el gran manchego su discreción, de modo que que desengańó a Don Alvaro de Trafe del error en que estaba; el cual se dió a entender que debía de estar encantado, pues tocaba con la mano dos tan contrarios Don Quijotes. Llegó la tarde, partiéronse de aquel lugar, y a obra de media legua se apartaban dos caminos diferentes: el 29 uno, que guiaba a la aldea de Don Quijote, y el otro, el había de llevar Don Alvaro".

4.2. Las últimas páginas de la Parte Segunda, aunque aparentemente sencillas –la muerte del Quijote y al FIN del libro de Cervantes– no lo son así desde la perspectiva translaticia. ¿Cuántos originales existen en su traducción? 4.2.1.La tentación de la Parte Segunda no deja de ser un original respecto al plagio y a la Parte Segunda; el plagio no deja de ser el original respecto a la Parte Segunda; la estructura de la Parte Segunda forma un original respecto a la conclusión; la suma –¿si existe?– de las Partes Primera y Segunda forma un original respecto a su conclusión segunda. HAY TANTOS ORIGINALES COMO TRADUCCIONES. "En fin, llegó el último de Don Quijote, después de recebidos todos los sacramentos y DESPUÉS DE HABER ABOMINADO CON MUCHAS Y EFICACES RAZONES DE LOS LIBROS DE CABALLERÍAS: hallóse EL ESCRIBANO PRESENTE, Y DIJO QUE NUNCA HABÍA LEÍDO EN NINGÚN LIBRO DE CABALLERÍAS QUE ALGÚN CABALLERO ANDANTE hubiese muerto en su lecho tan sosegadamente y tan cristiano como Don Quijote; el cual, entre compasiones y lágrimas de los que allí se hallaron, dió su espíritu: quiero decir que SE MURIÓ. Viendo lo cual el Cura, pidió al escribano le diese por testimonio cómo Alonso Quijano el Bueno, llamado comúnmente Don Quijote de la Mancha, había pasado desta presente vida y muerto naturalmente; y que EL TAL ESTIMONIO PEDÍA PARA QUITAR LA OCASIÓN DE QUE ALGÚN OTRO AUTOR QUE CIDE HAMETE BENENGELI LA RESUCITASE FALSAMENTE, y hiciese incabables historias de sus hazańas.[...] Déjanse de poner aquí los llantos de Sancho, sobrina y ama de Don Quijote, LOS NUEVOS EPITAFIOS de la sepultura, aunque Sansón Carrasco le puso éste:

Yace aquí el Hidalgo fuerte [...] Y el prudentísimo Cide Hamete dijo a su pluma: «Aquí quedaras colgada desta espetera y deste hilo de alambre, ni sé si bien cortada o mal tajada péñola mía, ADONDE VIVIRÁS LUENGOS SIGLOS, SI PRESUNTUOSOS Y MALANDRINES HISTORIADORES NO TE DESCUELGAN PARA PROFANARTE. Pero antes que a ti lleguen, les puedes advertir y decirles [...]: «Para mí sola nació Don Quijote, y yo para él: él supo obrar, y yo escribir; solos los dos somos para en uno, a despecho y a pesar del escritor fingido y tordesillesco que se atrevió, o se ha de atrever, a escribir con pluma de avestruz grosera y mal adeliñada las hazañas de mi valeroso caballero, porque no es carga de sus hombros ni asunto de su resfriado ingenio; a quien advertirás, si acaso llegas a conocerle, que deje reposar en la sepultura los cansados y ya podridos huesos de Don Quijote y no le quiera llevar, contra todos los fueros de la muerte, a Castilla la Vieja30, haciéndole salir de la fuesa, donde real y verdaderamente yace tendido de largo a largo, imposibilitado de hacer tercera jornada y salida nueva; que para hacer burla de tantas como hicieron tantos Andantes caballeros, bastan las dos que él hizo, tan a gusto y beneplácito de las gentes a cuya noticia 29

Op.cit., P.II., págs.1788–1795. La nota de los editores: "Avellaneda, al final de su obra, se refiere muy por encima a algunos sucesos que le ocurrieron a su Don Quijote por tierras de Castilla la Vieja después de salir del Nuncio de Toledo. Estos sucesos aluden probablemente a algunos tristes hechos que al propio Cervantes le debieron de acontecer por aquellos mismos parajes de Valladolid, Avila y Salamanca, por donde residió después de aparecer la Primera Parte del Quijote. Nuestro autor recoge aquí el despiadado y amenazador propósito de Avellaneda de referir todo esto en una tercera salida de Don Quijote". 30

llegaron [...] y yo quedaré satisfecho y ufano de haber sido el primero que gozó el fruto de sus escritos enteramente, como deseaba, PUES NO HA SIDO OTRO MI DESEO QUE PONER EN ABORRECIMIENTO DE LOS HOMBRES LAS FINGIDAS Y DISPARATADAS HISTORIAS DE LOS LIBROS DE CABALLERÍAS, QUE POR LAS DE MI VERDADERO DON QUIJOTE VAN YA TROPEZANDO, Y HAN DE CAER DEL TODO, SIN DUDA ALGUNA>>".31

4.2.2.¿ HAY UNA TRADUCCIÓN MÁS? Abierta para salidas eternas: Cervantes mata, o más bien permite morir, al Quijote tres veces: dos veces lo avisa, en las últimas páginas lo realiza, traduce la muerte avisada a la versión verdadera/última . ¿Lo mata como una traducción al antiplagio? Pero la versión original parece intraducible. Si en el original el Quijote muere, en la traducción, intralingual, vive. Esta aventura del Quijote, la tercera jornada y salida nueva provoca una traducióna la negación: el Quijote sigue viviendo, siendo una de las formas de enriquecimiento del original por la traducción, promocional. 4.3. Cervantes aunque nos provoca tristeza con la muerte del Quijote, no nos permite ser los únicos traductores antiplagiares. Antes de provocarnos a la traducción de la tristeza nos provoca una risa promocional de la traducción antiplagiar de Altisidora enriqueciendo la continuación de la burla de los duques: "–La verdad que os diga– respondió Altisidora–, yo no debí de morir del todo, pues no entré en el infierno; [...]La verdad es que llegue a la puerta, donde estaban jugando hasta una docena de diablos a la pelota [...] y lo que más me admiró fué que les servían, en lugar de pelotas, libros, al parecer, llenos de viento y de borra, cosa maravillosa y nueva; pero esto no me admiró tanto como el ver que siendo natural de los jugadores el alegrarse los gananciosos y entristecerse los que pierden, allí en aquel juego todos gruñían, todos regañaban y todos se maldecían. –Eso no es maravilla –respondió Sancho–; por que los diablos, jueguen o no jueguen, nunca pueden estar contentos, ganen o no ganen. –Así debe de ser – respondió Altisidora–; mas hay otra cosa que también me admira (quiero decir, me admiró entonces), u fué que, al primer voleo, no quedaba pelota en pie, ni de provecho para servir otra vez; y así menudeaban libros nuevos y viejos, que eran una maravilla. A uno dellos, nuevo, flamante y bien encuadernado, le dieron un papirotazo, que le sacaron las tripas y le esparcieron las hojas. Dijo un diablo a otro: . Y el diablo le respondió: . >, respondió el otro. . Prosiguieron su juego, peloteando otros libros, y yo por haber pido nombrar a Don Quijote, a quien tanto adamo y quiero, procuré que se me quedase en la memoria esta visión. –Visión debió de ser, sin duda – dijo Don Quijote–, porque no hay otro yo en el mundo".

31

Op. cit., P.II., págs.1816–1821.

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