Arde París? Un análisis tentativo de los disturbios de noviembre de 2005 en los suburbios franceses. Henri Favre*

I ¿Arde París? Un análisis tentativo de los disturbios de noviembre de 2005 en los suburbios franceses Henri Favre* Los disturbios que estallaron en

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ARDE AÚN SOBRE LOS AÑOS Novela de Fernando López 1 Y aquí quedará escrita aquella sangre, aquel amor aquí seguirá ardiendo, no hay olvido señores

Llamada a los franceses
Llamada a los franceses Léon Degrelle Llamada a los franceses Léon Degrelle Traducido por Erik Norling. 1944 Llamada a los franceses Discurso pr

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I ¿Arde París?

Un análisis tentativo de los disturbios de noviembre de 2005 en los suburbios franceses Henri Favre*

Los disturbios que estallaron en los alrededores de París a fines de octubre de 2005 y que continuaron en noviembre durante tres largas semanas produjeron inmediatamente muchos análisis y explicaciones encontrados. En Francia, los analistas políticos, los comentaristas de la prensa y los líderes de opinión interpretaron los acontecimientos ya fuera como un movimiento étnico, una rebelión religiosa, o una revuelta social, y a veces como una combinación variable de las tres. En el extranjero parece que los disturbios inspiraron interpretaciones aún más imaginativas. De acuerdo con algunos medios, especialmente en Medio Oriente, éstos representaron la justa lucha de los fieles musulmanes contra un gobierno secular opresor que prohibía el velo islámico en las escuelas públicas. De acuerdo con otros medios, especialmente en Rusia, serían una de las muchas manifestaciones de la guerra dirigida por im islam agresivo en contra de la cristiandad, o una ilustración adicional del choque de las civilizaciones occidental y oriental. Puesto que los alborotadores no expresaron ningún reclamo en absoluto, es fácil dar rienda suelta a las fantasías de uno. Todo el mundo puede encontrar en los acontecimientos parisinos una confirmación de los prejuicios propios o una justificación de sus temores y ansiedades. Vayamos a los hechos. El 27 de octubre dos adolescentes negros que esquivaron un control policiaco saltaron la barda de un transformador eléctrico, se escondieron en él y murieron electrocutados. En la noche los jóvenes del barrio tomaron las calles, incendiaron coches y atacaron edificios públicos. Las noches Traducción de Marta Gegúndez.

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siguientes los disturbios se propagaron progresivamente a otros lugares en las áreas suburbanas de París, y de París a algunas ciudades de provincia. Por todas partes se quemaron coches, y escuelas, bibliotecas, centros deportivos y equipos colectivos resultaron en general más o menos severamente dañados. La propagación de los disturbios fue favorecida por 1) el teléfono celular, artefacto tecnológico que los alborotadores usaron para comunicarse de una a otra área, y 2) la cobertura televisiva, que magnificó los acontecimientos (los coches incendiados, especialmente en la noche, producen buenas imágenes) y que ciertamente tuvo un fuerte efecto en la manifestación a nivel nacional. No obstante, los disturbios afectaron, y solamente afectaron, áreas territorialmente limitadas y bien circunscritas. Lo que incendiaron no fue París, ni si(¡uiera los suburbios parisinos o provinciales, sino lugares específicos en distritos periféricos. Ksos lugares se conocen como cites. Una r///es un complejo de enormes edificios de departamentos que están relativamente aislados dentro del tejido urbano. Las cites se construyeron en los años 1960 y 1970, con mayor frecuencia en terrenos baldíos o incluso en campos agrícolas. Tienen pocos servicios y equipamientos colectivos y están mal conectados o sencillamente no están conectados con la red del transporte público. Tienen su origen en un programa de urbanismo que lanzó el gobierno para albergar principalmente a los franceses de Argelia, los judíos argelinos y los argelinos pro franceses que salieron de Argelia tras la guerra de independencia. Con el paso del tiempo, los primeros habitantes de las cites se cambiaron progresivamente a un entorno más amable, y fueron sustituidos por nuevos inmigrantes de África del Norte primero y de África subsahariana más adelante. El deterioro de las relaciones interétnicas a partir de ios años 1980 como consecuencia del empeoramiento de la situación política en Medio Oriente aceleró este movimiento de sustitución demográfica. Los índices de desempleo en las cites son dos veces mayores que el índice de desempleo nacional, y con frecuencia alcanzan el 25%. Son ailn más altos entre los jóvenes. La mitad de la población de 18 a 25 años está desempleada, básicamente porque la mayoría de ellos no tiene la preparación que requiere el mercado de trabajo, o ninguna preparación en absoluto. Las escuelas son buenas, en cuanto que los maestros están en el mismo nivel de calificación que los 113

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de cualquiera otra escuela francesa, pero esos colegios no están adaptados para estudiantes con un bajo ni\ el de francés y sin antecedentes franceses algunos. El sistema educati\o nacional (que es bastante rígido) y los sindicatos de maestros (que son bastante conservadores, aunque políticamente tienen inclinaciones de izquierda) dificultan dicha adaptación. El alto porcentaje de deserción muestra claramente el fracaso de la escuela como instrumento de integración de los hijos de los inmigrantes de las cites a la sociedad francesa. Además, los índices de delincuencia y criminalidad son particularmente altos en las rites. Los jó\enes sin trabajo, los tiue no asisten a la escuela y los que la abandonan tienden a reunirse en pandillas para jugar fútbol, pero también para robar o \ender drogas. Ocurre c]ue las pandillas ponen a una c7//bajo su control e imponen su dominio a la población. La pandilla considera a la cité como su territorio. La protege contra los ataciues de pandillas de otras cites e incluso disuade a los extraños de entrar en su propia cité, recurriendo sistemáticamente a la violencia. La policía, los bomberos e incluso los médicos no se atreven a entrar en algimas de ellas, al menos en la noche. De hecho, muchas cites viven fuera de la ley. En consecuencia, el aislamiento físico de la cité en el tejido urbano está socialmente reforzado. Las acti\idades de la pandilla pueden con\ ertirla en un gueto; y en verdad lo hacen. Los disturbios de no\ iembre de 2()().S no pueden entenderse sin tomar en cuenta a estas pandillas. La organización de los alborotadores y el funcionamiento de los disturbios siguieron de cerca el patrón de las redes subyacentes de las pandillas callejeras. Como las pandillas, los grupos alborotadores operaban, en el nivel local, como unidades autónomas, con conexiones débiles o sin ninguna conexión entre unos y otros, (^omo las pandillas, los grupos alborotadores sólo reconocían a sus líderes respectivos. Los disturbios no tenían un líder principal, y los alborotadores nunca recibieron órdenes de ningún cuartel general, l'na de las características peculiares del mo\ imiento es que estaba completamente descentralizado. Más bien aparece como un agregado de los micromovimientos locales c|ue empezaron espontáneamente y se propagaron por contagio. No toda la población de las cites participó en los disturbios de noviembre de 2()0.S, y los disturbios no pueden interpretarse como un lc\ antamiento general 114

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de esta población contra una situación social insostenible de precariedad o exclusión. Los alborotadores eran exclusivamente hombres jóvenes, con frecuencia muchachos en la adolescencia temprana. No tenían el apoyo de sus padres, tjuicnes generalmente reprobaban lo (]ue estaba pasando. Era más probable que los adultos (jue podían verse en las calles durante los disturbios estuvieran protegiendo los coches familiares contra los alborotadores t|ue respaldándolos, o que estuvieran buscando a sus hijos y tratando de llevarlos de \uelta a casa. P^sto revela una clara división dentro de la familia, un corte generacional que opone a padres e hijos. Un corte de esa naturaleza es aún más claro cuando los padres nacieron en el extranjero y los hijos en Francia. Los primeros se mantienen dentro de su religión y cultura tradicionales; los segundos rechazan esas tradiciones más o menos por completo, y ese rechazo priva al padre de cualquier autoridad. Por ejemplo, la mayoría de los hijos de los inmigrantes argelinos no habla árabe, no se identifica con Argelia y con frecuencia considera a los argelinos como un pueblo atrasado, inmerso en supersticiones sin sentido. No obstante, su conocimiento del francés no \ a más allá de trescientas o cuatrocientas palabras, de modo que su acceso a la cultura francesa es estrictamente limitado, y no tienen incentivos para identificarse como franceses. No se encuentran desgarrados entre dos culturas, como se afirma comúnmente. Están fuera de cual(|uier cultura. Carecen de cultura. Esto podría explicar otra característica peculiar de los disturbios: su salvajismo. (x)mo he mencionado, los disturbios estaban totalmente desprovistos de cualquier expresividad. Los alborotadores nunca expresaron ningún reclamo o demanda en ningún momento. Parecían estar movidos sólo por un objetivo: destruir con el solo propósito (o por gusto) de la destrucción. Al contrario de lo que se cree con frecuencia, la etnicidad y la religión definiti\ amenté no fuerf)n los factores determinantes de los disturbios. En nov iembrc de ZOO.S celebridades de ascendencia africana (deportistas conocidos, actores y cantantes famosos) decidieron reunirse con los alborotadores para comprender la razón por la cual estaban luchando y actuar como pacificadores. Los alborotadores se negaron a hablar con esos "costales de dinero". .Algunos miembros del clero musulmán establecido en Francia, movidos por la misma intención, no tu\ ieron más éxito. No obstante, no puede decirse que la etnici115

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dad y la religión no hayan desempeñado un papel en el movimiento. Para la mayoría de los alborotadores, el islam evidentemente no era una religión, ni siquiera una cultura, pero en algunos casos actuó como un referente que ayudó a salvar la brecha entre los africanos blancos (árabes) y los africanos negros (subsaharianos), y por lo tanto hizf) posible la construcción de los grupos alborotadores. Además, estos grupos alborotadores interétnicos expresaron con frecuencia fuerte animadversión contra los franceses o sus descendientes, llamados despectivamente "ios galos", y cuyos coches fueron los primeros en incendiar. ¿Cuál será el futuro de las rites después de los disturbios de noviembre de 2005.'' Sólo puedo decir que cualquier cambio en la situación actual implica decisiones políticas difíciles, ima gran cantidad de inversiones financieras y, principalmente, una capacidad aumentada de la economía nacional para generar empleos. Mientras tanto, ¿qué pueden hacer las generaciones jóvenes en las fitésf' ¿Cómo podrían los jóvenes salir del vacío social en que viven.'' ¿'(^ómo podrían construirse a sí mismos y convertirse en personas.'' Sin objetivo, los disturbios de noviembre de 2005 sólo revelan una situación. No sugieren una vía para la solución negociada. De hecho, los jóvenes de las cites tienen muy pocas opciones. La mayoría de ellos está realmente atrapada dentro de sus círculos, que se superponen unos en otros: 1) un círculo cjue corresponde a las redes de pandillas callejeras de las que hemos hablado; 2) un círculo que corresponde a las redes de pandillas delictivas; y ?)) un círculo cjue corresponde a las redes islámicas radicales. ¿OSmo y por que .se superponen estos círculos.' I'na pandilla callejera del círculo 1 puede pasar fácilmente al 2, cambiando de la delincuencia de poca importancia a la de alto ni\el, principalmente por la vía del narcotráfico. El robo de carteras conduce a la pandilla al hurto, luego al robo de casas, y así sucesivamente, pero el narcotráfico se encuentra usualmente en el punto de partida de esta secuencia fatal. Las pandillas delictivas arraigadas en las rites son particularmente peligrosas porque recurren sistemáticamente a la hiperviolencia. Una vida himiana carece de valor para ellos, de modo (jue pueden matar por un puñado de euros, como lo ejemplifica un asesinato horrible que ocurrió hace unos meses en una r///cerca de F'arís. La \ íctima -un jo\en judío- fue secuestrado, salvajemente torturado durante tres semanas y eventualmente masacrado cuando les pareció 116

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que no podrían sacarle dinero. Merece observarse que si bien los secuestradores eran mayoritariamente norafricanos y subsaharianos, o africanos de ascendencia francesa, uno de ellos era un adolescente de una familia inmigrante portuguesa con antecedentes católicos. La situación social es definitivamente más importante que el origen étnico o el credo religioso en la afiliación a las pandillas. Por el contrario, los individuos como tales, y no las pandillas, cruzan la línea entre el círculo 1 y el círculo 3. El cruce implica siempre una ruptura con el pasado propio y una conversión personal que no es sólo religiosa. Lo que lleva a este cruce es básicamente el marco social, las normas culturales y los valores morales cjue el islamismo radical proporciona a las personas no socializadas y carentes de una cultura. El islamismo radical les confiere una identidad a los que no la tienen, y le da un objetivo y un significado a su vida inútil. Mientras más radical es el islamismo, mayor es su atractivo. Puede observarse que el islamismo radical rara vez procede de una radicalización del islam moderado. Recluta a sus miembros principalmente entre los musulmanes no creyentes o no practicantes que están perdidos en una suerte de nada social y cultural. El islamista radical típico es un "musulmán vuelto a nacer". Con respecto al círculo 2 y al .\ también se sobreponen y se comunican en ambos sentidos. Por ejemplo, los islamistas radicales pueden comprar armas y forjar documentos de identidad a partir de las pandillas delictivas. También pueden financiar sus empresas políticas clandestinas por medio de las actividades delictivas. Hace unos años una red islamista radical se hizo famosa por atacar supermercados en la región de Lille. El botín se usaba para promover los santos intereses de Alá. Me gustaría concluir con una nota menos sombría. No todas las familias inmigrantes viven en cites. Éste es sólo es el caso de una minoría de ellas, de la que se habla mucho. La mayoría de los inmigrantes se esfuerza silenciosamente para abrirse paso en la sociedad y la cultura francesas. El proceso de integración social y asimilación cultural que experimentan es largo y difícil, sobre todo porque la prolongada crisis que afecta a la sociedad francesa reduce la mo\'ilidad social e incrementa la corporización social. No obstante, este proceso se desdobla con mayor o menor éxito, o al menos con mayor éxito, en Francia, aparentemente, que en los países vecinos. 117

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Una encuesta realizada recientemente en Alemania muestra que el 42Sf de los inmigrantes musulmanes y de los musulmanes nacidos en Alemania no quiere hacerse alemán a ningiln precio. Otras encuestas realizadas en Gran Bretaña entre noviembre de 2005 y junio de 2006 revelan que el 40% de los miembros de la comunidad musulmana británica desea que se haga cumplir la sharia como ley británica, el 19% "respeta" a Osama Bin Laden, y el 13% considera a los terroristas suicidas que atacaron el metro de Londres en julio de 2005 como "mártires". Los musulmanes que viven en Gran Bretaña -país cjue hace alarde de ser tan tolerante y tan respetuoso de la diversidad cultural- son más desconfiados y están más enojados que los musulmanes que viven en Europa continental, incluyendo a Alemania, Italia y España. Además, comparten el sentimiento de ser víctimas. líl modelo comimitario anglosajón de integración quizá no sea tan eficiente como con fiecuencia se cree o publicita. Si pudieran conducirse encuestas similares en Francia (no es posible -al menos por parte de agencias francesas-, ya que la ley prohibe el usf) de criterios étnicos y religiosos en los censos y encuestas), evidentemente darían resultados muy diferentes. Veamos un ejemplo. I>a mayoría de los franceses de ascendencia francesa supuestamente es católica, aunque sólo el 10 por ciento de ellos va a la iglesia. La mayoría de los inmigrantes de África del Norte y África subsahariana supuestamente es musulmana y, sin embargo, menos del 20 por ciento va a la mezquita. Entre el 80% restante, algunos son creyentes no practicantes, a otros no les interesa la religión, y no pocos son agnósticos declarados, como lo es el francés medio. Así, no es para nada sorprendente (juc tres musulmanes de cada cuatro consideren al islam perfectamente compatible con la vida moderna, como encontró el Pevv Research (xnter, una respetada agencia de encuestas norteamericana, hace unos meses, tras los disturbios de noviembre de 2005. La llamada comunidad musulmana se compone mayoritariamente de posmusulmanes que viven en una sociedad posreligiosa. (>)n cierta razón, Al Zawahiri, el primer lugarteniente de Bin Laden, los llama "nuestros hijos descreídos de Erancia" en un video difundido el 11 de septiembre de 2006. De una manera un tanto provocativa, y yo diría que a pesar de las muy desfavorables condiciones sociales, Francia aún puede convertir en la actualidad a muchos musulmanes devotos en buenos voltairianos. 118

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De acuerdo con el Pew Research C^enter, el 78% de los musulmanes de Francia desea adoptar las tradiciones nacionales del país en que vive (contra el 41% en Gran Bretaña y el 30% en Alemania). No obstante, en las condiciones actuales tal aspiración masiva de asimilación cultural no puede cumplirse cabalmente debido al alto índice de desempleo. De hecho, la asimilación cultural presupone la integración social, que implica la participación total en la actividad productiva. Los datos estadísticos arriba presentados son escasos y su confiabilidad es discutible. Por ejemplo, no queda claro lo c|uc el Pew Research (]cnter (]uierc decir por "musulmanes" (¿musulmanes practicantes.' ¿musulmanes culturales.'' ¿inmigrantes de países musulmanes.''). No obstante, los datos conducen a pensar que los aspectos religiosos y étnicos del problema que la inmigración de los países musulmanes plantea a la sociedad francesa se han destacado en exceso. Este problema parece ser menos religioso o étnico (jue esencialmente social. No por ello es menos agudo. ^ Conferencia pronunciada durante el boro Público Mundial "Diálogo de Civitiz^iciones". Rodas. Grecia. 27 de septiendire al I de octubre de 2006.

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