ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa

ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa TEMA 6: MIRANDO A OTROS OCCIDENTALES: AMÉRICA LATINA La idea de América y de América La

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ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa TEMA 6: MIRANDO A OTROS OCCIDENTALES: AMÉRICA LATINA La idea de América y de América Latina, es relativamente reciente. España siempre había denominado a América Latina como “las Indias Occidentales” sobre todo porque no estaba interesada en la identidad continental, sino en la administración de las posesiones coloniales, que consistían básicamente en las Indias Occidentales (hoy las Américas y el Caribe) y en las Indias Orientales (las islas del Pacífico con Filipinas como centro). La idea de América no pertenece a la colonización española, sino a un imaginario creado por los intelectuales criollos, los líderes de la Independencia durante el siglo XIX, y basado en los conceptos de lengua y territorio. La gran diferencia entre América y Asia, en un sentido político, es que la idea de América Latina no fue simplemente el resultado de una búsqueda identitaria sino que incluyó un intento por reconfigurar un nuevo campo internacional de fuerzas, en crear una Única América. Tras los últim os desplazam ientos fronterizos estadounidenses y la incorporación de parte de Nuevo México al país en 1848 se establece ya una clara diferenciación entre la América sajona y la latina. América Latina tomó el modelo de nación de Francia, Inglaterra y Alemania, quedando España y Portugal en la “barbarie”. El momento de las primeras teorías coloniales coincidió en América Latina con diversas dictaduras militares en plena Guerra Fría. En consecuencia, su teoría tomó una forma diferente. En los años sesenta se crea la Latin American Studies Association, un espacio de control de América Latina a través del conocimiento que la transformaba en un objeto de estudio en lugar de en un espacio de creación de conocimiento y que fue particularmente exitoso al generar parámetros de comprensión de América Latina que también eran asimilados en América Latina. El malentendido fundamental, como ha visto Walter Mignolo, consiste en considerar a América Latina como un mero “campo de estudio”. Su propuesta se basará en confundir el espacio de enunciación (América Latina) con el objeto de conocimiento (América Latina). En 1991 Patricia Speed plantea la posibilidad de que las teorías y metodologías poscoloniales podrían ser aplicables a los Latin American Studies. Un año después se creaba el grupo de Estudios Latinoamericanos del Subalterno. El grupo partía de su separación de los Estudios Culturales y quería encontrar una vía para la repolitización de la teoría. •

Leer la definición de Pablo Albaraces en el libro “Términos críticos de sociología de la cultura”.

Los Estudios Culturales en su origen en los años cincuenta y sesenta coincidieron con los agresivos cambios económicos de la revolución capitalista y estaban muy motivados por un espíritu marxista que situaba lo cultural en el centro del discurso político y reivindicaba su papel privilegiado como catalizador histórico y social. Lo malo es que acabaron evolucionando hacia un acusado “desapasionamiento” académico en el estudio y análisis de infinidad de particularismos culturales teorizables. Cada vez se asociaban más con instituciones ligadas al poder económico, por lo que perdieron su poder crítico y, en consecuencia, los Estudios de la Subalternidad se volvieron al modelo indio buscando una reactivación.

Walter Mignolo se unió al grupo en disidencia desde el principio ya que consideraba que obviaba los procesos coloniales dentro de la propia América Latina, es decir, lo que él llama “el colonialismo interno”. Cr e ó el pr o ye ct o modernidad/colonialidad/descolonialidad, se distinguía del anterior, por un lado, porque buscaba vías de pensamiento propias para América Latina y, por otro, porque buscaba esas mismas vías más allá de la teoría sajona, referida únicamente al colonialismo sajón y que negaba la modernidad como proyecto de España y Portugal.

6.1.- COLONIALISMO Y COLONIALIDAD Para la edición en castellano de “Historias Locales/Diseños Globales” Walter Mignolo realiza un prefacio en el que describe su concepto de “Un paradigma otro”. • Leer texto de Walter Mignolo titulado “Un paradigma otro: colonialidad global, pensamiento fronterizo y cosmopolitismo”

Mignolo intenta ir más allá de generar una teoría localista para explicar la situación colonial latinoamericana, pues la introducción del asunto colonial como agente histórico pretende generar todo un cambio en el interior del pensamiento occidental moderno. Hasta el momento la crítica más importante realizada a este pensamiento se ha generado desde su interior, a través de la teoría posmoderna. Los términos

“Paradigma otro” y

“Pensamiento Fronterizo” recogen distintos proyectos de descolonización del pensamiento. 1

ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa Lo primero que habría que hacer es distinguir entre Colonialismo y Colonialidad. El término Colonialismo se refiere a un periodo temporal caracterizado por la conquista y la explotación de diferentes territorios y, en consecuencia, tiene que ver con la dominación de un pueblo sobre otro. La Colonialidad surge dentro del colonialismo, pero implica una ideología capaz de generar un conocimiento propio, relaciones de poder específicas y diferencias entre los individuos. De esta manera, aunque el colonialismo precede a la colonialidad, la colonialidad sobrevive al colonialismo ya que define la forma en la que el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relaciones humanas se articulan entre sí a través del mercado capitalista mundial y de la idea de raza. Walter Mignolo entiende la colonialidad como el motor de una parte muy importante de nuestra historia. Como agente de dominación generará su propio conocimiento (la colonialidad del saber), sus propias relaciones sociales (la colonialidad del poder) y su propia diferencia (la diferencia colonial). Entendemos por colonialidad del poder el dispositivo que produce y reproduce la diferencia colonial. La diferencia colonial consiste en clasificar grupos de gentes o poblaciones e identificarles en sus faltas o excesos, lo cual marca la diferencia y la inferioridad con respecto a quien clasifica. Supone la c las if ic ac ión del planeta de ac uer do con el im aginar io moderno/colonial y conlleva una energía y una maquinaria que transforma las diferencias culturales en valores. Si el racismo es la matriz que permea todos los dominios del im aginario del sistema-m undo moderno/colonial, el “occidentalismo” es la metáfora omnicomprensiva en torno a la que se constituyen y reconstituyen las diferencias coloniales. Por eso la colonialidad del poder es el lugar de enunciación en el que se describe y se legitima el poder. En este caso, el poder colonial.

Luis González Palma, el eje central de sus “Fotografías de Indígenas” es un “ home n aje ” a los r os tr os s ubalter no s y mar ginados de la s oc iedad guatemalteca, donde el detalle de la mirada y su inevitable encuentro con el espectador parecía prometer un diálogo en el que se podrían indagar las preconcepciones vertidas sobre lo indígena. Sin embargo, sucede todo lo contrario. En su obra queda clara la continuidad de la visión estereotipada del i n d í g e n a a t r a v és d e u n a r ep r e s e n t a c i ó n i n e x ac t a d e l a r e a l i d a d , convenientemente digerida por los sectores que preservan hasta hoy los códigos de jerarquía social heredados de la colonia y perfectamente adecuada para un público externo que busca llenar sus propias expectativas de autenticidad. Lo que permanece delante de nosotros son imágenes de rostros de indígenas adornados con parafernalias asociadas a lo primitivo que subrayaban la belleza del Otro dentro de atmósferas que sugerían relaciones simbólicas, rituales y emotivas. Mignolo considera que el imaginario moderno se estructuró sobre cinco ideologías básicas. El cristianismo, el Conservadurismo, el Liberalismo, el Socialismo (marxismo) secular y el Colonialismo. Esta última fue una ideología de la que no se podía estar orgulloso. Por eso, para él es importante distinguir el periodo colonial (español y portugues principalmente) de la “colonialidad del poder” que se mantiene viva y en buen estado hoy en día gracias a un nuevo rostro de la colonialidad global. Mignolo, quiere demostrar que el descubrimiento de América es un determinante constitutivo de la Modernidad. Pretende demostrar que la experiencia, no sólo del “descubrimiento” sino también de la “conquista” es esencial en la constitución del ego moderno, no sólo como subjetividad per se, sino como subjetividad que es el centro y el final de la historia. América Latina es la otra cara, la Alteridad esencial de la Modernidad. También se refiere a los países que reciben inmigrantes, como España y que marcan una fuerte diferencia colonial en sus discursos políticos.

Rogelio López Cuenca con sus carteles tan explícitos como este “Bienvenidos”, no hace más que señalar la diferencia (y las dificultades) entre los que están a un lado y al otro de la frontera. Santiago Sierra, en el mismo sentido, presentaba en 2010 en la Bienal de Venecia un muro de acabado tosco que cerraba la entrada principal del pabellón español. En la entrada posterior había una pequeña puerta de servicio con un vigilante uniformado que solicitaba a los visitantes sus pasaportes o documentos nacionales de identidad, ya que la nacionalidad española era requisito indispensable para acceder al pabellón. Dentro se habían dejado los residuos resultantes de la construcción del muro. La pieza pretende criticar la política de extranjería del estado español y plasmaba una idea de las fronteras como instrumento de control frente a un “otro” evidentemente “no igual”.

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ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa Para Mignolo es importante reivindicar la fuerza de la frontera que crea la posibilidad a “los otros” de negarse a sí mismos como “otros” y de generar un pensamiento/conocimiento propio. Esta ideología está activa en la actualidad, ya que es el mal necesario del imperialismo. • Buscar obras en las que Santiago Sierra trabaja con el tema de la inmigración y analizarlas en este contexto.

Julio Plaza tenía bien claro esto cuando en 1971 hace su obra Evoluçao/Revoluçao en la que una secuencia de diez fotos gradualmente va permeando la imagen de Nixon hasta convertirla en la de una campesina vietnamita que lleva a su espalda varias armas de fuego. El montaje va desde un personaje mediático que personifica el poder hasta la individualidad precaria de una vietnamita. Los micrófonos, la posibilidad de hablar y de representarse sólo los tiene Nixon a partir de los medios de masas que espectacularizan la guerra. Dando el gran salto de lo global a lo local, de fotograma en fotograma la obra muestra cómo lo segundo se esconde tras las opacas representaciones mediáticas del poder occidental.

6.2.- POSCOLONIAL El término “poscolonial” tiene tres acepciones con diferentes combinaciones. Una acepción temporal con la que nos referiríamos a los países tras su independencia. Como la teoría poscolonial es originariamente sajona se marcó como fundamental la fecha del final de la Segunda Guerra Mundial cuando se liberaron muchas colonias como, por ejemplo, la India en 1947. Ya hemos visto como Walter Mignolo está en desacuerdo con esta cronología hasta el punto de que prefiere proponer un término nuevo. Hablar de pensamiento poscolonial implicaría aceptar que todas las problemáticas analizadas están enraizadas en el pasado colonial sajón de los siglos XVIII y XIX. Por esa razón podría ser más operativo hablar de occidentalización y occidentalismo para el caso de Latinoamérica (cuya colonización se remonta al siglo XV) puesto que, para sus pensadores, éste fue el lugar de confluencia de los poderes imperiales durante la colonización. Por eso Mignolo prefiere hablar de postoccidentalismo, un término que retoma del historiador cubano Roberto Fernández Retamar. Una acepción discursiva que se refiere a la literatura producida en el periodo colonial, así como a las prácticas contrahegemónicas que cuestionaban el poder europeo. Una acepción epistémica (la que más nos interesa) y que abarcaría todas las teorías surgidas desde los años ochenta en la India, primero con el Grupo de Estudios Subalternos de la India y luego por otros pensadores que a menudo provenían de países periféricos. Así el término Poscolonial para Walter Mignolo englobaría las tres diferentes formas de Pensamiento Fronterizo: • El Postoccidentalismo de D u s s e l o d e l G r u p o L a t i n o a m e r i c a n o d e E s t u d i o s S u b a l t e r n o s . • E l Posorientalismo de Said. • La Teoría Poscolonial de Bhabha, Spivak y el Grupo de Estudios Subalternos de la India. Al igual que la colonialidad denotaba un tipo de relaciones de poder intersubjetivas articuladas a través del mercado capitalista y la idea de raza, la poscolonialidad no se refiere a un espacio temporal sino más bien conceptual de superación de la colonialidad del saber y del poder. La poscolonialidad es parte de cada una de las historias locales y es un vínculo entre todas ellas. Se trata del conector que puede reunir la diversidad de las historias locales en un proyecto universal desplazando el universo abstracto de UNA única historia local. En “Historias locales/diseños globales” Mignolo realizaba dos propuestas fundamentales. En primer lugar introduce cierta tradición de pensamiento latinoamericano dentro de una cartografía mundial de proyectos teóricos de descolonización del saber En segundo lugar, y más importante, explica todas estas propuestas teóricas como un movimiento mundial de descentramiento disciplinario, de transformación epistemológica. Significa transformar radicalmente el conocimiento y sus metodologías modernas, lo que implica la redistribución geopolítica del conocimiento que hasta ahora ha sido privilegio de los países y lenguas hegemónicas. La irrupción de los “saberes sometidos” (saber popular) de Foucault tiene lugar en las diferentes propuestas teóricas que Mignolo denomina “formas de Pensamiento Fronterizo”.

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ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa Todas estas propuestas de trabajo forman parte del proyecto de transformar la epistemología moderna. La crítica a la modernidad desde la posmodernidad, no ha conseguido desplazar las estructuras epistemológicas porque es una crítica desde el interior. La condición fundamental de la poscolonialidad será explicar las historias coloniales pero, sobre todo, reconocer nuevos lugares de enunciación. En este contexto, la razón subalterna es, para Mignolo, “un conjunto diverso de prácticas teóricas que emergen y responden a los legados coloniales en la intersección de la historia moderna euro/americana (...) la gnosis fronteriza representa un deseo de superar la subalternidad y una unidad de construcción de los modos de pensamiento subalternos”. Poscolonialidad, significa abarcar diversos puntos de vista desde los que se han generado métodos de análisis, desde el debate latinoamericano y desde el debate indio de Homi Bhabha. Bhabha está interesado en todos esos tiempos que rodean la narración moderna cuestionándola una y otra vez. La diferencia entre el proyecto de Mignolo y el proyecto de Bhabha se relaciona con las fuentes filosóficas y también con el abandono por parte de los sajones del análisis económico para explicar las relaciones coloniales. Se ha acusado a la teoría india de estar demasiado centrada en el postestructuralismo y esta es una de las fracturas fundamentales entre ambas teorías poscoloniales ya que Homi Bhabha hablará de “diferencia cultural” (exclusivamente asuntos culturales), mientras que Walter Mignolo hablará de “diferencia colonial” buscando las relaciones de dominación que derivan del imperialismo, de las relaciones económicas de explotación. Mignolo sustituye las categorías de clase y trabajo, ejes de la crítica nacionalista al colonialismo en los años setenta, por las categorías de raza, diferencia colonial e historias locales. En “El lugar de la cultura”, Homi Bhabha coincidía con Mignolo cuando explicaba la teoría poscolonial: “un saludable recordatorio de las persistentes relaciones “neocoloniales” dentro del “nuevo” orden mundial y la división multinacional del trabajo”.

Moisés Barrio, desde una “República Bananera” nos recuerda ese modo tan occidental de mirar los complejos procesos históricos de un país como Guatemala. • Buscar propuestas de Mosiés Barrios y analizar cómo sus imágenes de las bananas se relacionan con las llamadas “repúblicas bananeras” y con el concepto de “banalización”.

Antonio Caro, en el mismo contexto, se encuentra su obra “Colombia”. En ella muestra el nombre del país simplemente escrito a la manera del logotipo de Coca-Cola. Se refiere a la relación condescendiente de Estados Unidos con su país, pero también deja latir una cierta relación Coca-Colombia que no puede pasar desapercibida si se tiene en cuenta cómo la droga ha marcado las relaciones binacionales de Colombia en los últimos años. Los estudios poscoloniales también hablan del nuevo orden mundial. En él, la importancia de los mapas, se ha hecho poco a poco mayor porque el impulso irrefrenable al mapa repite en los medios de representación de la globalización el proceso de la conquista del mundo como imagen. Cuando los m apam undis arrinconan al globo terráqueo, cuando tr iunfa el m edio bidimensional sobre el tridimensional, quien reduce la profundidad, quien organiza la representación, se apropia de ella.

Anna Bella Geiger , trabaja en este sentido, cuando en 1977 diseña sus propias lecciones de geografía a partir de las obras Nuevo Atlas I y Nuevo Atlas II. En el primero la autora modifica el tamaño de los continentes en función de los diversos puntos de vista de lectura geopolítica de manera que Europa y Estados Unidos serán empequeñecidos en cuestión de yacimientos petrolífer os , Amér ica Latina encoger á s i hablamos en tér minos de desarrollo/subdesarrollo y África quedará prácticamente inexistente en cuestión del dominio cultural occidental. Porque la representación es, y siempre ha sido, una cuestión de puntos de vista. Se detiene en esos lugares de enunciación y por eso es del todo oportuno que presente en otro de sus mapas a América del Sur como centro cultural del mundo, Brasil como centro geográfico de América del Sur y, por lo tanto, Río de Janeiro como capital cultural del mundo. En estas cartografías se están cuestionando unos parámetros eurocéntricos, geopolíticos y epistemológicos que presentan a Europa como centro del conocimiento, un conocimiento local que se ha impuesto como global.

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ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa Helio Oiticica, con sus Tropicalia, destaca la ambientación del espacio. Para entrar en el recinto de la instalación el espectador debía quitarse los zapatos para andar sobre arena y brita. Con ello participaba de la experiencia de “tocar tierra”, idea fundamental para el artista. Dice Oiticica: “me parecía al caminar por el recinto, por el escenario de Tropicalia, otra vivencia: la de “estar pisando la tierra” otra vez”. Con sus pies descalzos el espectador se relacionaba con la obra más allá de la pura mirada, sintiendo la arena, las piedras, andando sobre los penetrables. Éstos estaban rodeados de plantas, y en sus primeros días contó con un guacamayo que andaba suelto por la instalación. Oiticica quiere derrumbar una imagen de la brasilidad para enarbolar otra, una “imagen brasileña total” que no puede menos que alertarnos sobre un proyecto macro de representación. De alguna forma, a través de la precariedad de Tropicalia está proponiendo una brasilidad que desmonta los estereotipos típicos del exotismo, de la representación tropical de Brasil que tanto el nacionalismo y, por extensión, el turismo, trataban de desarrollar. El uso de materiales pobres, la reivindicación del espacio de la favela, la arena, las telas, las plantas en macetas, todo ese escenario manual se nos desvela como una réplica deslucida del exotismo primero, casi como una desacreditación. Se separa de su referente como copia deslucida, copia sucia. Es lo mismo pero no es igual. Esa estrategia es considerada por Bhabha el modo de resistencia, por excelencia de los dominados en el espacio colonial. Oiticica está introduciendo con esta obra las ideas de colonialismo interno y de copia deslucida.

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IMÁGENES TEMA 6

Lámina 1.- Luis González Palma, Fotografías de indígenas.

Lámina 2.- Rogelio López Cuenca, Bienvenidos, 2011

Láminas 3 y 4 – Santiago Sierra, Pabellón de España, Bienal de Venecia 2010

Lámina 5.- Julio Plaza, Evoluçao/Revoluçao, 1971

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ARTE CONTEMPORÁNEO AL MARGEN DE OCCIDENTE Marcial Alfonso Sosa Láminas 6 y 7.- Moisés Barrios, Mosquitos, 1998.

Lámina 8.- Antonio Caro, Colombia, 1976.

Lámina 9.- Anna Bella Geiger, Nuevo Atlas I, 1977.

Lámina 10.- Anna Bella Geiger, Nuevo Atlas II, 1977.

Lámina 11.- Helio Oiticia, Tropicalia, 1967. Lámina 12.- Helio Oitica, Tropicalia, 1967.

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