Artistas de la Escuela de París y colección de relojes singulares Fondo de arte de Crèdit Andorrà

ARTISTAS DE LA ESCUELA DE PARÍS Aquello que viene de París En el París de la modernidad, cosmopolita y vibrante, confluyen diversos estilos artísticos que crearán tendencia en todas las partes del mundo. A mediados del siglo XIX, la capital francesa ha desbancado a Roma como centro neurálgico de la creación artística en Europa. Es el París de los ismos –del impresionismo, el luminismo, el preciosismo, el costumbrismo, el naturalismo, el vanguardismo…–, de la modernidad y de la ruptura con el pasado arcaico y académico. Es también el París de las grandes citas, de las exposiciones internacionales, donde la tradicional actividad comercial convive con los más innovadores avances tecnológicos en el marco de unos pabellones nacionales dedicados al arte, a la cultura y a los descubrimientos científicos. Y este mismo París es el que verá nacer una nueva tendencia creativa que cambiaría la historia del arte, el Art Nouveau o Modernismo. Un arte fresco y nuevo que no se reinventa, sino que es diferente; procede de la revisión de lo tradicional, el Art & Crafts combinado con el estudio de la naturaleza (plantas, flores, animales) y ayudado por el descubrimiento de una estética nueva y no occidental, la japonesa. En este contexto, artistas jóvenes llegados de toda Europa se instalarán en la Ciudad de la Luz atraídos por su halo de novedad, de modernidad y por su efervescencia creativa. Entre ellos destacará una estela de creadores españoles de distintas generaciones que, con un lenguaje propio y su aportación personal, darán lugar a la llamada Escuela Española de París. Algunas de sus obras hacen hoy posible esta exposición, que nos permite seguir aprendiendo de ellos y de una época mágica, creativa y singular de nuestra historia más reciente del arte.

Mariano Fortuny Bodegón, 1853-55 Óleo sobre tabla, 32x23,5 cm

Con el declive del arte académico, el bodegón es tratado y versionado según las nuevas influencias, rompiendo con la tradición de fondo oscuro. La técnica y la armonía del color triunfan sobre el tema.

Hermen Anglada Camarasa Clariana a Montserrat, circa 1937 Óleo sobre lienzo, 51,5x45 cm

Los nocturnos parisinos y el tipismo españolista dejan paso al paisaje cuando en 1914 Anglada Camarasa descubre Mallorca. Este cuadro, de gran exuberancia y colorido, recuerda su estancia en Montserrat (1937-39) que luego, exiliado en Francia, recreaba de memoria o a partir de apuntes que pudo llevar consigo.

Joaquim Sunyer Mujeres en el Moulin Rouge Ceras pastel, lápiz y gouache sobre cartón, 32x24 cm

Después de pasar en París una época de bohemia forzosa y de consolidar su reputación como ilustrador, en 1903 el marchante Vollard compra a Joaquim Sunyer algunos de sus óleos. Uno de sus grandes momentos será la amistad con Renoir, un hombre anciano y débil pero vivo de palabra y conceptos.

colección de relojes singulares Relojes singulares o curiosos Son sus especiales características las que convierten la colección de relojes de Crèdit Andorrà en auténticas piezas singulares y curiosas. Son relojes con una excepcionalidad determinada por, precisamente, sus singulares y curiosos sistemas para señalar la hora, cuya contemplación a menudo queda fuera del alcance de la mayoría de los espectadores. Por primera vez, Crèdit Andorrà expone para el gran público su colección de relojes singulares, que presenta doce ejemplares de los llamados relojes sin máquina, entre los que destacan cuatro piezas de combustión de incienso de origen chino en los que la hora se deduce por los diferentes aromas que se suceden. Les siguen una serie de cinco relojes de sol portátiles y dos más de combustión de llama, uno de aceite y el otro de vela. También se presentan cuatro relojes construidos en Catalunya por los herreros del pueblo –que no eran relojeros–, quienes reproducían a tamaño maqueta las máquinas de los relojes de los campanarios. La muestra se completa con algunas piezas de procedencia europea y de estilos muy diferentes, como la pintura con reloj en la que suena el Ángelus a las horas, el reloj con proyector eléctrico (originario de Estados Unidos y que quizás por influencia del cine combina con éxito un proyector con un reloj) o el reloj hucha, pensado para fomentar el ahorro. Una selección única, singular y curiosa, que en el siglo XXI nos muestra la preocupación por medir el paso del tiempo a lo largo de los años y en todas las culturas.

Mataró (Catalunya) Reloj con sonería de horas y de cuartos, con una autonomía de funcionamiento de seis días. El disco de las horas es de plomo pintado y las agujas de latón. Es uno de los ejemplares más espectaculares. Autor: Joseph Saldari. 65x37x14 cm

Avisador de incienso barco dragón. China, s. XIX En un punto de la varita de incienso se coloca un hilo del que cuelgan dos pesos, que caen sobre un platillo cuando el hilo se ha quemado. El ruido sobre el platillo marca la hora concreta. 18x70x6 cm

Lámpara de aceite de estaño con indicador horario. Bohemia, primera mitad siglo XIX El nivel de aceite que aún no se ha consumido indica la hora. Se puede encontrar uno idéntico en el Museo de las Artes Decorativas de Praga y en el Museo de Le Locle, Suiza. 34x14 cm

DIRECCIÓN Claudio Coello, 99 Tel.: +34 914 352 201 [email protected] – www.fcamberes.org

FECHAS Del 20 de mayo al 1 de junio de 2014

HORARIO De lunes a sábado, de 11.00 a 20.30 h Domingos, de 11.00 a 15.00 h

TRANSPORTE PÚBLICO Metro: líneas 5 y 9, estación Núñez de Balboa (salida Juan Bravo) Autobús: líneas 1, 5, 9, 14, 19, 27, 45, 51, 74 y 150