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U r u g u a y
BASES PARA LA CONSERVACION Y MANEJO DE LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL DE ARGENTINA. EL ROL DE LAS RESERVAS DE BIOSFERA
Editores Jorge Luis Cajal Javier García Fernández Rodolfo Tecchi
Fundación para la Conservación de las Especies y del Medio Ambiente
Editores: CAJAL, Jorge Luis Biólogo. Presidente del Comité Científico de la Fundación para la Conservación de las Especies y del Medio Ambiente (FUCEMA). Con experiencia en haber dirigido proyectos científicos en las reservas de biosfera de San Guillermo, Laguna Blanca y Laguna de Pozuelos. Miembro de la Comisión Mundial de Areas Protegidas (CMAP) de la UICN. GARCIA FERNANDEZ, Javier Biólogo. Coordinador del Proyecto Nacional de Conservación de la Biodiversidad de la Argentina (GEF-Comité Argentino de la UICN-PNUD). Miembro del Comité Redactor del Documento Introductorio al II Congreso Mundial de Reservas de la Biosfera, Sevila, 1995. TECCHI, Rodolfo Biólogo. Coordinador del Programa de Ecología Regional del Instituto de Biología de la Altura, Universidad Nacional de Jujuy. Miembro del Comité Consultivo sobre Reservas de Biosfera del Programa MAB-UNESCO. La obra fue realizada en el marco del Programa de Participación 96/97 de la UNESCO AGRADECIMIENTOS Especialmente a María Inés Di Somma, por haber colaborado activamente en las tareas logísticas de la obra y haber dedicado gran esfuerzo en transcribir los diferentes capítulos.
Impreso en 1998 por la Oficina UNESCO (Uruguay) ISBN 92-9089-062-2 Fotos Tapa: Reserva de Biosfera Laguna de Pozuelos - Vicuñas Reserva de Biosfera Laguna Blanca, Catamarca - Producto de las huertas familiares Reserva de Biosfera San Guillermo
INDICE Presentación........................................................................................... 5 SECCION I EL ESCENARIO: LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales, el clima, la vegetación y las poblaciones humanas en la Puna y Cordillera Frontal............................9 Capítulo 2: Las áreas naturales protegidas en la región andina correspondientes a la Puna y Cordillera Frontal........................................................................25
SECCION II ESTUDIOS SOBRE LA VEGETACIÓN Y LA FAUNA EN LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL Capítulo 3: La vegetación en la Reserva de Biosfera Laguna de Pozuelos....................43 Capítulo 4: Los artrópodos en la Reserva de Biosfera Laguna de Pozuelos...................61 Capítulo 5: Herpetofauna.................................................................................................75 Capítulo 6: La avifauna andina........................................................................................81 Capítulo 7: Una especie frágil: el ñandú petizo..............................................................103 Capítulo 8: Aves de laguna: los flamencos. Estrategias de la alimentación en grupos multiespecíficos.....................................................115 Capítulo 9: Patrón de uso de habitat en roedores cricétidos en la Reserva de Biosfera Laguna de Pozuelos..........................................131 Capítulo 10: Uso de habitat por vicuñas y guanacos en la Reserva de Biosfera San Guillermo....................................................143 Capítulo 11: Densidad poblacional y dinámica de los grupos familiares de guanacos y vicuñas en la Reserva de Biosfera San Guillermo..............167
Capítulo 12: El mayor carnívoro de los Andes: el puma..................................................175 Capítulo 13: La comunidad de carnívoros en la Reserva de Biosfera Laguna de Pozuelos....................................................................................181 Capítulo 14: Camélidos silvestres y mortalidad por tormentas de nieve en la Cordillera Frontal de la Provincia de San Juan.........................189 Capítulo 15: Densidad, biomasa y diversidad de mamíferos en la Puna y Cordillera Frontal.............................................................................197
SECCION III LA PRODUCCION EN LA PUNA Capítulo 16: Una propuesta de innovación metodológica en la determinación de los caracteres morfológicos y morfométricos en la población de camélidos sudamericanos domésticos en la cuenca de la Laguna de Pozuelos...........................................................................223 Capítulo 17: Análisis del mercado de pelos finos de camélidos sudamericanos de la Argentina...................................................................233 Capítulo 18: La frontera agropecuaria en un humedal del altiplano argentino................257
SECCION IV CONSERVACION EN LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL Capítulo 19: La conservación de los camélidos silvestres en la Puna y Cordillera Frontal......................................................................................273 Capítulo 20: Potencial de conservación y factores de amenaza en la Puna y Cordillera Frontal.........................................................................297 Capítulo 21: Las Reservas de Biosfera en el contexto de la conservación de la diversidad biológica de la región.........................................................307
BIBLIOGRAFIA..................................................................................... 319
La presente obra reúne una serie de trabajos científicos realizados en las tres Reservas de Biosfera de la Red Mundial del Programa El Hombre y la Biosfera (MAB) de UNESCO, ubicadas en el altiplano y Cordillera Frontal de la Argentina. Se trata de las Reservas de Biosfera de San Guillermo, Laguna Blanca y Laguna de Pozuelos. Las distintas contribuciones se han ordenado en cuatro secciones. En la primera se describe el escenario natural en el que se han designado las tres reservas. Se resumen las principales características ambientales, de las áreas naturales protegidas y de las comunidades rurales que allí se asientan. En la segunda sección se presentan trabajos con importantes datos de campo sobre los componentes bióticos de las Reservas y su entorno. Se reúnen trabajos inéditos y actualizaciones de otros ya publicados anteriormente, pero cuya inclusión se resolvió en la medida en que completan una visión acabada de las cualidades de los ecosistemas estudiados y sus componentes. La tercera sección brinda información sobre aspectos productivos, principalmente los referidos a la actividad ganadera. Finalmente la última sección comprende contribuciones acerca de las formas actuales de conservación, sus fortalezas y debilidades y las perspectivas hacia el futuro. Una de las tres funciones de las Reservas de Biosfera es la logística y dentro de ésta la de facilitar actividades que generen un mayor conocimiento de los componentes y procesos que tienen lugar en los ecosistemas protegidos, para sustentar mejores y más efectivas medidas de conservación. Esto ha sido ratificado en el Marco Estatutario y en
la Estrategia de Sevilla, surgidos del Congreso Mundial de Reservas de Biosfera organizado por la UNESCO, en 1995, en esa ciudad española. La presente obra apunta en este sentido, pues reúne la mayor parte de los aportes científicos realizados hasta el presente en estas tres Reservas de Biosfera que han sido designadas en ecosistemas de montaña de la Argentina. La categoría de Reserva de Biosfera, sigue siendo en el presente el aporte más apropiado para alcanzar el equilibrio en el difícil juego de los distintos intereses por la conservación de la naturaleza y por el aprovechamiento de los recusos naturales. Estas Reservas son, en síntesis, una adecuada forma práctica de abordar el concepto del desarrollo sustentable.
Rodolfo Tecchi Miembro del Comité Consultivo sobre Reservas de Biosfera del Programa MAB - UNESCO.
EL ESCENARIO: PUNA Y CORDILLERA FRONTAL
CAPITULO 1 LAS UNIDADES MORFOESTRUCTURALES, EL CLIMA, LA VEGETACION Y LAS POBLACIONES HUMANAS EN LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL Jorge Luis Cajal 1
Unidades morfoestructurales de la región En la región andina de Argentina se encuentran dos unidades morfoestructurales bien definidas geológicamente: la Puna y la Cordillera Frontal (Fig. 1). Según Bonaparte (1978) la Puna argentina representa el extremo sudoriental de la faja andina denominada altiplano, con alturas que superan los 3.000 msnm. La Puna está surcada por cadenas montañosas y volcanes que se elevan hasta más de 6.000 msnm, con cuencas endorreicas que han originado grandes lagunas como la de Pozuelos, en la Provincia de Jujuy y numerosos salares como las Salinas Grandes y Olaroz en la Provincia de Jujuy, de Arizaro, Pocitos y Antofalla en las Provincias de Salta y Catamarca.
1
FUCEMA. Pringles 10 (1183) Buenos Aires, Argentina. Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
10 Al oeste, la Puna argentina está separada de la chilena por las altas cumbres que definen el límite internacional con Chile, al este por la Cordillera Oriental y las Sierras Pampeanas, al norte se continúa con la Puna boliviana y al sur su límite varía según los autores. Para González Bonorino terminaría en las Sierras de Fiambalá, Catamarca (27° 15’ S); para Turner en el borde austral de la Cordillera de Buenaventura, Catamarca (26° 45’ S), mientras que para González y Aceñolaza llegaría hasta el noroeste de la Provincia de La Rioja (28° 30’ S) (Bonaparte, 1978). La Cordillera Frontal se encuentra al este de la Cordillera Principal, en forma de una franja de dirección norte-sur de unos 50-70 km de ancho, desde el límite sur de la Puna hasta el río Diamante (34° 40’ S) en el centro oeste de la Provincia de Mendoza. En su extremo norte la Cordillera Frontal y la Precordillera se confunden en una unidad morfoestructural, hacia el Sur adquieren su individualidad pero preservando diversos rasgos comunes en su constitución geológica. En la Provincia de San Juan se las nota claramente separadas. Desde Cacheuta en la Provincia de Mendoza (33° S) hacia el Sur falta la Precordillera, con lo cual la Cordillera Frontal se presenta como el cordón andino más oriental. Para una descripción detallada de la geomorfología y estratigrafía de ambas unidades ver Bonaparte (1978). Los cambios durante el Pleistoceno han llevado a postular como hipótesis que los ciclos interglaciales ocurridos dieron lugar al escenario típico para la especiación, tanto de la flora como de la fauna (Vuilleumier, 1971; Vuilleumier y Simberloff, 1980). Esto habría posibilitado el posterior contacto de las especies y el alto grado de simpatría que se observa en algunos taxones (ver Capítulos 6 y 15).
Clima El clima de la puna es seco y frío, con grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche. Las precipitaciones invernales son en forma de nevada y granizada y las estivales son básicamente pluviales. Las precipitaciones pluviales disminuyen en general de Norte a Sur y de Este a Oeste (Cabrera, 1968) (Fig. 2). Según Frenguelli (1928), el examen climatológico de la Puna de Atacama lleva a suponer que los Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
11 actuales salares han sido cuencas lacustres similares a las que todavía existen en la parte húmeda del Altiplano. Este autor alertaba sobre una progresiva desertización desde el sudoeste hacia el nordeste como consecuencia de una tendencia a menores precipitaciones pluviales. Igarzábal (1991) refiriéndose a la laguna de Pozuelos (Jujuy), señala que hasta la década de los años 50, la laguna registró ligeras expansiones que no se repitieron hasta el presente (1991), desde entonces ocurrieron diversas contracciones, con desecamientos parciales, o casi totales, que repercutieron en la flora y la fauna. El mismo autor señala similares características que acompañaron a la evolución de la laguna de Guayatayoc (50 km al sur de Pozuelos), a la que converge la más extensa red hidrográfica de la Puna, pero que en la actualidad está afectada por un avanzado proceso de desecamiento. En relación con las precipitaciones, Cabrera (1968) define tres zonas bien marcadas: la Puna húmeda, situada en la parte septentrional y oriental con abundantes ríos y lagunas (400 mm); la Puna seca, situada al sur y al oeste de la anterior, con ríos y lagunas pero también con salares (100-400 mm); y la Puna desértica o de Atacama situada en la parte occidental y austral, donde no hay ríos ni lagunas, solamente vegas y grandes salares (< 100 mm). En la Cordillera Frontal, las precipitaciones no tienen un comportamiento homogéneo, las mismas presentan dos regímenes: uno hacia el oeste donde se encuentran las grandes alturas de neta influencia pacífica, con precipitaciones invernales (abril-agosto, con máximas precipitaciones en mayo-junio del orden de 75 mm) en forma de nevada y granizada y sequía estival (precipitaciones inferiores a 10 mm/ mes) debido al desplazamiento de la circulación general hacia el sur, que determina la prevalencia del cinturón tropical de alta presión con sequía en el oeste (alta cordillera) y otro en el este con precipitaciones (alturas más bajas) del orden de 10 a 25 mm/mes (noviembre-marzo). El total de precipitaciones es de 400-500 mm/año en el oeste y de 100-200 mm/año en el este. La presencia de cuerpos de agua permanente se debe a las precipitaciones invernales en la alta cordillera y a su posterior deshielo (Cajal et al., 1981). A diferencia de la Puna, las nevadas en la Cordillera Frontal son importantes con características excepcionales por su intensidad en determinados años. En la Puna, tomando los datos de la Cuenca de Pozuelos (Tecchi, 1992), la temperatura media anual en el fondo de la cuenca es de 9° C. En sitios a mayor altitud (> 4500 msnm), disminuye a registros entre 0° y 4° C. La amplitud térmica diaria, que es una de las principales características del clima, puede alcanzar los 30° C. Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
12 En la Cordillera Frontal, la media anual oscila entre los 5° C en la parte baja del este y -5° C en los altos del oeste. El mes más frío es julio con medias inferiores a los -15° C al oeste y 0° C al este, mientras que el mes más cálido es enero, que presenta una media entre los 10° C y 15° C al este y 0° C al oeste. Los vientos en la Puna (tomando la información de la cuenca de Pozuelos), son secos fríos e intermitentes. Soplan principalmente a mediodía a una velocidad promedio de 20 a 30 km/h (Igarzábal, 1974). En la Cordillera Frontal, los vientos son muy fuertes, predominando los provenientes del noroeste. En las zonas de las altas cumbres dominan los vientos intensos de la atmósfera libre durante todo el año, pudiendo alcanzar los 200 km/h (Cajal et al., 1981). Otros vientos típicos de estos ambientes, que ocurren principalmente sobre territorio de San Juan, son las brisas de montaña y valle y el Zonda (Prohaska, 1962). Debe decirse que en toda esta amplia región comprendida por al Puna y Cordillera Frontal, las estaciones meteorológicas permanentes son escasas.
Vegetación Las comunidades vegetales de la Puna son bastantes homogéneas a lo largo de todo el territorio, manteniéndose en las partes más secas las mismas comunidades de las partes húmedas, aunque más empobrecidas (Cabrera, 1968). Fitogeográficamente la Puna alcanza los 33° S (Hunziker, 1952). Cabrera (1958, 1968) diferencia dos provincias fitogeográficas: la Puneña entre los 3.000 y 4.300 msnm y la Altoandina (> 4.300 msnm) (BOX 1). La provincia fitogeográfica puneña se caracteriza por la dominancia de los hemicriptófitos y la gran abundancia de los nanofanerófitos y terófitos. Las comunidades más importantes son las siguientes: 1.- Fabiana densa, Psila boliviensis y Adesmia horridiscula; 2.- Psila boliviensis; 3.- Parastrephia lepidophylla; 4.- Festuca spp (en suelos húmedos y salobres); 5.- Pennisetumm spp (en suelos arenosos y húmedos). Estas cinco comunidades principales comprenden una mezcla de arbustos y gramíneas incluyendo en algunos lugares los bosquecillos compuestos por el género Polylepis. Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
13 BOX 1 El escenario se ubica en las siguientes provincias y distritos fitogeográficos de Cabrera (1976): Provincia Puneña Provincia Altoandina Distrito Altoandino Quechua (límite con Bolivia hasta San Juan). Se corresponde con las siguientes ecoregiones de Dinerstein et al. (1995): Pastizales montanos de los Andes centrales Puna de los Andes centrales (Central Andean Puna) Puna árida de los Andes centrales (Central Andean dry Puna) Evolutivamente la Puna y Cordillera Frontal están estrechamente relacionadas con la Patagonia, encontrándose géneros vegetales comunes (Adesmia, Chuquiraga, Fabiana, Lepidophyllum, Nardophyllum). También presentan conexiones con la región fitogeográfica del Monte. La región bajo estudio, correspondiente a la Puna y parte de la Cordillera Frontal, cubre aproximadamente una superficie de 152.000 km2, el 5 % del territorio nacional continental, abarcando parte de las provincias de Jujuy,
La provincia Altoandina, presenta además de los hemicriptófitos dominantes, una gran abundancia de caméfitos y geófitos. Existen tres comunidades principales: 1.- Festuca y Poa, cojines de Azorella y Adesmia la presencia Deyeuxia; 2.- Stipa frígida, en zonas secas; 3.-Oxychloe y Carex, características de las vegas altoandinas Como ya se dijera, la provincia fitogeográfica puneña y la altoandina se prolongan más hacia el sur, llegando hasta el norte de la Provincia de Mendoza. Roig (1960) sugiere considerar como un distrito diferente la Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
14 vegetación de tipo puneño que se encuentra en la Precordillera de San Juan y en el extremo norte de Mendoza (ver Cabrera, 1971; 1976). Hunziker (1952) define las siguientes comunidades para la cordillera de la Provincia de La Rioja: 1.- Ephedra breana, Junella seriphioides, Nardophyllum armatum y Lampaya schickendantzii; 2.- Ephedra multiflora; 3.Ephedra breana. En esta región se nota la ausencia de varias dominantes de las comunidades más septentrionales y la presencia, como dominantes, de especies no muy abundantes en el norte. Entrando en territorio de San Juan, se repiten los elementos vegetales del Dominio Andino, presentándose también, el Dominio Chaqueño con su provincia fitogeográfica del Monte, aunque con escasa importancia areal. Esta ocupa una estrecha faja sobre el límite oriental, desde las cotas inferiores de la misma (> 2.000 hasta los 3.100 msnm), penetrando en las alturas mayores por las quebradas y los valles de ríos y arroyos. La fisonomía dominante en éstas áreas es la del matorral ralo, con un estrato herbáceo de muy baja densidad o inexistente. Los arbustos son por lo general bajos, de 0,60 a 1,50 m de altura. Las especies dominantes son nanofanerófitos resinosos, de hojas pequeñas, áfilos o parcialmente áfilos, principalmente Zigophyllaceas del género Larrea (L. nitida y L. divaricata), que le dan su nombre a la comunidad (jarillal). Otra especie de la misma familia, Bulnesia retama (retamo) componente de la comunidad típica (Hunziker, 1952) sólo llega hasta los 2.700 msnm, no encontrándose a mayores alturas. Esta comunidad no habita suelos con elevado tenor salino, siendo reemplazada allí por especies arbustivas tolerantes como Suaeda divaricata, Allenrolfea vaginata (jumes) y Atriplex lampa (zampa) (Hunziker, 1952). En las alturas superiores a los 2.900 msnm comienzan a aparecer, en transición, especies arbustivas de los pisos inferiores de la provincia puneña, como la solanacea Fabiana denudata (tola o pichanilla), la verbenácea Acantholipia riojana y la compuesta Artemisia mendozana (ajenjo). Esta transición correspondería a la denominada “estepa de arbustos bajos” de Morello (1958). A partir de los 3.200 msnm aproximadamente comienza a predominar la vegetación puneña. Las alturas máximas de esta provincia fitogeográfica corresponden a los 3.600 a 3.700 msnm. La comunidad clímax presenta una asociación en la que predominan los nanofanerófitos de 0,50 a1,50 m de altura, por lo general espinosos, con resinas, de hojas coriaceas, pilosas, pequeñas o reducidas a escamas. Las dominantes son solanaceas del Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
15 género Lycium (L. chilensis principalmente), conocidas como pinchaguas, leguminosas como Adesmia (A. horrida, A. pinnifolia) conocidas como acerillos, compuestas como Senecio oreophyton (chachacoma), acompañadas en el estrato herbáceo por hemicriptófitas del género Stipa. En los llanos o altipampas, a los 3.200 msnm aproximadamente, aparece Fabiana denudata junto a Stipa spp, Adesmia horrida, Lycium spp y Mahiueniopsis glomerata (quisco). A mayores alturas, Stipa spp es dominante en las laderas, mientras que en los llanos además de Stipa spp se hallan Adesmia horrida, A. pinnifolia, Mahiueniopsis glomerata, Atriplex spp, Artemisia mendozana, Verbena spp, Senecio spp. En las vegas que aparecen en el fondo de los valles, en cauces de ríos y arroyos, o donde existen manantiales, domina la gramínea hemicriptófita Festuca scirpifolia y la juncácea geófita Juncus balticus. Son frecuentes además, las gramíneas Hordeum halophillum (hemicriptófito), Distichlis humilis (geófito) y Muhelembergia asperifolia (geófito). A partir de los 3.500 hasta los 3.700 msnm comienza la “estepa abierta xerófila de la provincia altoandina” (Hunziker, 1952), la que se extiende hasta el límite altitudinal de la vegetación (4.300-4.700 msnm). Dominan las gramíneas de 10 a 25 cm de altura, que forman matas globosas muy esparcidas, y las caméfitas pulvinadas o en placas. Los arbustos están frecuentemente orientados en el sentido de la pendiente y son muy abundantes las matas circulares o semicirculares originadas por procesos de criofluxión, por efectos de la nieve y acumulación de sedimentos (Ruíz Leal, 1959). Las gramíneas dominantes pertenecen al género Stipa (S. chrysophylla, S. frigida, S. speciosa). Son hemicriptófitos que dejan grandes espacios de suelo desnudo entre matas. Son también muy abundantes los caméfitos como la leguminosa Adesmia nanolignea y Calceolaria pinifolia. En las vegas, con las características descriptas para la provincia puneña, hay predominancia de juncáceas como Oxychloe spp.
Características adaptativas de la vegetación Según Ruthsatz y Movia (1975), los factores ecológicos más activos
Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
16 en las estepas andinas son: la disponibilidad de agua, las heladas intensas y frecuentes y el pastoreo de herbívoros domésticos. La fenología o estructura externa de las plantas, muestra, en respuesta, las tendencias que resumimos a continuación: 1.
Formación de un sistema radical profundo
Esta adaptación está relacionada obviamente con la búsqueda de agua en capas profundas del suelo, y es según Ruthsatz y Movia (1975), un carácter constante en la mayoría de las especies leñosas y las gramíneas perennes del área noroeste de Jujuy. En La Rioja y San Juan es igualmente frecuente en los nanofanerófitos situados en la parte este de la región, con especies pertenecientes a la provincia fitogeográfica del Monte o de transición entre ésta y la Puna. Se trata, en muchos caos, de las xerófitas perennes no suculentas de Morello (1958), como por ejemplo Larrea divaricata. Esta característica no es privativa de estos tipos biológicos, sino que puede encontrarse en caméfitos como Adesmia nanolignea y suculentas como Mahiueniopsis glomerata. 2.
Almacenaje de agua en tejidos y órganos
Esta característica es común a todas las cactáceas e hierbas perennes existentes en la Puna de Jujuy, Salta y Catamarca. A este grupo pertenecen también todas las especies que tienen raíces reservantes, rizomas, tubérculos y bulbos. En San Juan y La Rioja, las cactáceas no representan una parte importante de la vegetación, a excepción del cactus Mahiueniopsis glomerata, muy abundante en algunos llanos. Esta cactácea posee una raíz que almacena bastante agua, además de lo que acumula parte aérea. Son por el contrario, abundantes las plantas que poseen bulbos, tubérculos y raíces o rizomas engrosados y cuya parte aérea muere anualmente. 3.
Reducción de la superficie foliar
Esta característica, que según Ruthsatz y Movia (1975) es válida para la mayoría de las especies leñosas del noroeste de Jujuy, es igualmente trasladable al área de San Juan. Es una adaptación frente a las condiciones de aridez y también a las bajas temperaturas. Las xerófitas xeromorfas de Morello (1958), con hojas permanentes, son típicas representantes de esta estrategia. Frecuentemente se agregan otras características, como gran cantidad de resinas, orientación para evitar la insolación directa, Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
17 cutícula gruesa, entre otras. Esta estrategia llevada a su gran extremo, implica la transferencia de la función fotosintética de las hojas a los tallos y ramas. Como ejemplos pueden mencionarse, la micrófilas: Larrea divaricata, L. nítida, Lycium chilensis; las parcialmente áfilas: Bulnesia retama y las áfilas: Fabiana denudata y Ephedra breana. Esta situación también se presenta en la mayoría de los nanofanerófitos no áfilos. Como ejemplos se pueden mencionar a Lycium spp, las cuales, según su ubicación altitudinal, pierden su follaje con mayor o menor rapidez. Estas plantas son similares a las terófitas, en el sentido de que pasan el período crítico en estado de dormancia, pero difieren de éstas en que soportan más tejido en la época seca y que pueden responder con mayor celeridad al retorno de la época húmeda (Solbrig et al., 1977). 4.
Muerte de la parte aérea en la época seca o fría del año
Las hemicriptófitas y geófitas son abundantes dentro de la región puneña, la muerte de la parte aérea, aparece estar más ligada al frío que a la falta de agua. Entre estas especies se encuentran las plantas más consumidas durante el verano por parte de camélidos silvestres y ganado doméstico, como Sphaeralcea mendocina, Pachylaena atriplicifolia, Hoffmansegia spp, y los coirones Stipa frigida y S. speciosa, que son intermedias entre las anuales y los arbustos perennes deciduos. 5.
Muerte de la planta entera en la época seca o fría del año
Pasan las estaciones desfavorables bajo la forma de semillas, por lo que según Solbrig et al. (1977), tienen mayores probabilidades de supervivencia en área secas o con lluvias no predecibles, en relación a los bulbos o rizomas. 6.
Reducción de altura y aumento de la densidad del follaje
En la región puneña y altoandina (principalmente en ésta última), se encuentran gran cantidad de plantas en cojín, en placas y arbustos enanos. Esta estrategia obedecería por un lado, a la acción desecante de los vientos, y por otra, estaría ligado a la disminución de la temperatura con la altura. La mayor densidad del follaje, garantizaría la conservación de la humedad acumulada debajo. Los efectos de las fuertes heladas se compensaría por el calentamiento más rápido a nivel de la superficie del Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
18 suelo (Ruthsatz y Movia, 1975).
Inventarios de vegetación El catálogo de la flora descripto por Cabrera (1958) para la región puneña y altoandina de las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca, indica la presencia de 664 especies, de las cuales 650 son plantas vasculares (Tabla 1). La Provincia de San Juan cuenta con un exhaustivo inventario de su flora incluida el área correspondiente a la Cordillera Frontal (Kiesling, 1994). En el BOX 2 se indica los usos de los principales géneros de plantas.
Tabla 1 Distribución de las especies vegetales según las formas de vida de Raunkiaer para la Puna de la Provincia de Jujuy (Ruthzat y Movia, 1975). Altoandina
Puna
182
317
Microfanerófitas (%)
0
0,6
Nanofanerófitas (%)
5,5
16,1
Caméfitas (%)
11,5
8,2
Hemicriptófitas (%)
58,8
44,2
Geófitas (%)
25,8
9,6
Terófitas (%)
5,5
13
Suculentas (%)
0,5
6,3
0
1,2
100
100
Especies
Epífitas (%) Porcentaje (%)
Las poblaciones humanas La densidad humana en las áreas rurales de la Puna y Cordillera Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
19 BOX 2 Usos históricos y presentes de especies vegetales silvestres y domésticas Hay detectadas más de 15 géneros de plantas empleadas con fines medicinales en la Puna argentina (Cabrera, 1958). Entre las principales se pueden mencionar las siguientes: Rica-rica (Acantholippia); Lampaya (Lampaya); Arca yuyo (Chenopodium); Airampu (Opuntia); Pingo pingo (Ephedra); Bailabuen (Haplopappus); Copa-copa (Artemisia); Chachacoma (Senecio); Poposa (Warneria). Especial atención merecen tres grupos vegetales, dos árboles: Queñoa (Polylepis) y Churqui (Prosopis ferox) y los arbustales de tola (Parastrephia, Fabiana), por el intenso uso al que han estado sujetas desde tiempos pretéritos hasta el presente. Rotondaro (1994) describe las siguientes especies vegetales que se utilizan para la construcción: troncos de Queñoa para dinteles, postes y vigas, arbustos leñosos para base de techos (Parastrephia, Baccharis, Fabiana), paja para adobe y techos (Stipa, Festuca). La madera de Queñoa se ha venido utilizando como combustible doméstico y como fuente de energía en minas y panaderías, también se la usa para varillas de cercos y para tallas. La tola, por su biomasa, constituye una fuente de combustible muy buscada localmente, Las cactáceas del género Trichocereus se utiliza como material de construcción (marcos, puertas, vigas) (Braun Wilke, 1991). La agricultura se encuentra restringida a pequeñas huertas cercanas a las viviendas. Se produce quinoa (Chenopodium quinoa); papa (Solanum indigenum); habas (Vicia faba), especie exótica de Eurasia; maíz (Zea mays); alfalfa (Medicago sativa), especie exótica utilizada como forraje (Cabrera, 1958; Ruthsatz y Movia, 1975.
Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
20 Frontal no supera 1,7 habitante/km2, encontrándose las mayores densidades en Jujuy (0,7 - 1,5 hab/km2), disminuyendo en Salta y Catamarca (0,1 hab/km2) para ser nula en La Rioja y San Juan En su mayor parte la población rural es de raíz indígena (Paz, 1991). Como ocurre en muchas áreas de Argentina, la tendencia de las poblaciones humanas es la de emigrar hacia los principales centros urbanos, lo cual lleva a mostrar una tendencia de crecimiento negativa. En la región andina, la migración es por busca de trabajo y/o estudio, representa una de las estrategias supervivencia para los habitantes rurales. La ruptura del esquema socio-económico tradicional y la destrucción de las economías regionales producen drenaje permanente de población tanto masculina como femenina. Contrariamente a lo que podría pensarse, las situaciones de extrema pobreza dificultan la migración o no la estimulan (Forni, 1990). La actividad económica sobresaliente de la población rural es la ganadería extensiva. La característica principal de la actividad ganadera es la estrategia de “hatos múltiples” criándose simultáneamente ovinos, camélidos, caprinos y en menor medida bovinos (de variedad “criolla”, completándose el cuadro con asnales (en muchos sitios existen poblaciones asilvestradas) (García Fernández y Tecchi, 1991). El principal componente de la ganadería es la de brindar fibra y alimento, y el mismo animal como objeto de intercambio. Prácticamente el ganado constituye el único bien económico no monetario, acumulable y que, por lo tanto, permite la capitalización del poblador rural (Forni, 1990). La situación actual del sector agrícola de la Puna argentina se la podría considerar como una economía en el límite de la subsistencia (BOX 3). La minería, limitada históricamente a ciertos centros dispersos, ha tenido un gran auge en los últimos años con el asentamiento de grandes empresas mineras multinacionales, en distintas localidades de la Puna y la Cordillera Frontal.
Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
21 BOX 3 Estructura social y productiva en comunidades pastoriles de la Puna de la Provincia de Catamarca. Localidades de La Lomita (Laguna Blanca) y El Peñón, 400 personas agrupadas en 65 unidades familiares (Forni, 1990). Ocupación del jefe de familia Criador - pastor Otros
92 % 8%
Causas predominantes de migración Trabajo Estudios Casamiento
67 % 24 % 9%
Ubicación de los corrales para el ganado doméstico Casa 32 % Casa-campo 24 % Campo 30 % Sin corrales 14 % Uso de corrales Sin corrales Cultivo Ganado Ganado-cultivo
14 % 25 % 26 % 35 %
Cultivos en huertas familiares No cultivan Cultivan
22 % 78 %
Importancia de diferentes cultivos Maíz Papas Habas Alfalfa Quinoa
16 % 25 % 27 % 28 % 4%
Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
22 Edad en que comenzó a trabajar el jefe de familia 6-9 años 24 % 10-14 años 48 % > 15 años 28 % Primera ocupación del jefe de familia Pastor-Criador Zafrero Peón Minero Hilador Telero Otros
41 % 13 % 7% 20 % 7% 5% 7%
Distribución porcentual de ganado doméstico Llamas 14 % Ovejas 52 % Cabras 27 % Asnales 5% Vacunos 1,5 % Mulas 0,5 %
Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
23
Fig. 1 - Distintas unidades morfoestructurales de la Cordillera de los Andes Fuente: Bonaparte (1978) Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
24
Fig. 2 - Climatogramas correspondientes a tres localidades de la Puna argentina Fuente: Cabrera (1968) Capítulo 1: Las unidades morfoestructurales
25
CAPITULO 2 LAS AREAS NATURALES PROTEGIDAS EN LA REGION ANDINA CORRESPONDIENTES A LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL Jorge Luis Cajal 1
Las áreas naturales protegidas existentes al presente en la Puna y Cordillera Frontal fueron creadas en función de la conservación de la vicuña, dentro del marco del Convenio Internacional de la Vicuña, suscrito por Argentina. Bolivia, Chile, Ecuador y Perú (ver Capítulo 19). En la Tabla 1 se indica la situación de las áreas protegidas dentro de la región 2.
FUCEMA. Pringles 10 (1183) Buenos Aires, Argentina.
1 2
En 1992 mediante Decreto N° 2213 se estableció en tierras fiscales de la Provincia de Jujuy, Departamento de Susques, la Reserva Altoandina de la Chinchilla de 1.197,30 Km2. La misma, que tiene como objetivo la protección de poblaciones relictuales de Chinchilla brevicaudata, no ha sido considerada en el presente Capítulo por tratarse hasta la fecha de una reserva “en el papel”. Capítulo 2: Las áreas naturales
26
Capítulo 2: Las áreas naturales
Tabla 1
Distribución y estado de las áreas protegidas de la región andina Provincia
Sup. de la región andina dentro de la provincia (km2)
Densidad humana (ind./km2)
Sup. áreas proteg. (km2)
Porcentaje en relación a la región andina (%)
N° de Situación áreas proteg.
Actividad predominante
San Juan
13624*
0,0
8600
63
1
2
minería
La Rioja
11779*
0,0
3400
29
1
1
minería
Catamarca
51091**
0,1
4870
10
1
2
pastoril
Salta
36290**
0,1
14400
40
1
1
minería/pastoril
Jujuy
37757**
0,1-1,5
5600
15
2
3
pastoril/minería
Ref.:
* = Cordillera Frontal;
** = Puna y Altoandino;
Columna 7:
3=por lo menos el 50 % de las áreas protegidas están o han estado vigiladas;
2=por lo menos el 25 % de las áreas protegidas están o han estado medianamente vigiladas;
1=virtualmente ningún porcentaje de área protegida ha estado o está vigilada.
27 En las cinco provincias mencionadas hay seis áreas naturales protegidas (tres de las cuales son Reservas de Biosfera), dentro de la región andina. Las mismas suman 36.870 km2, esto es el 24 % de la región considerada.
La tenencia de la tierra dentro de las áreas naturales protegidas de la región andina San Guillermo El título de origen es un acto real, conocido como merced de Pasos y Ejidos a la Villa San José de Jachal del año 1753, destinado a “campo de veranada y cazadero de vicuñas”. En 1824 en calidad de tierra fiscal, es vendido por el propio gobernador de San Juan al ciudadano de La Rioja, coronel Facundo Quiroga. A partir de ese momento sigue la línea histórica, agregándose otras operaciones de venta hasta llegar al tiempo presente, donde existen varios condominios, y propietarios individuales (ausentistas), algunos derechosos con superposición de títulos. Algunos condominios van desapareciendo, encontrándose algunos expedientes de apremio por impuestos no pagos, pero desconociéndose los resultados (Díaz Costa, 1989). En 1976 la Provincia declara de interés público y sujeto a expropiación el área correspondiente a la reserva, pero al no publicarse el edicto para comunicar a los interesados, los fondos de la expropiación depositados sufren una importante desvalorización monetaria, quedando la situación sin definirse. En 1989, una ley de “necesidad y urgencia” remitida por el ejecutivo provincial a la legislatura propone, reducir la superficie de la reserva a 10.000 ha. Esta ley es modificada por la Cámara de Diputados de San Juan, estableciéndose, luego de un profundo debate, en 875.000 ha la superficie de la reserva. Laguna Blanca La reserva se constituyo en terrenos de propiedad privada. Una porción menor corresponde a una familia que ha fraccionado su propiedad por herencia. El resto forma parte de una antigua estancia que en 1970 fue adquirida por un ex trabajador, devenido en importante comerciante con el transcurso de los años, que no reside en el lugar, aunque lo visita frecuentemente en su condición de comerciante, y que mantiene relaciones con los pastajeros mediante contratos de pastaje y dominio precario. Este Capítulo 2: Las áreas naturales
28 propietario donó al estado provincial parte de su propiedad (2.000 ha) para la instalación de la infraestructura de la reserva (Forni et al., 1987). Laguna de Pozuelos Respecto a la tenencia de la tierra dentro de la reserva se presentan tres situaciones (García Fernández, 1991): a) tierras fiscales de la Provincia, con ocupantes que tienen reconocimiento de sus vecinos para el uso, de modo consuetudinario, de los sectores que ocupan; b) propietarios con títulos legales; c) arrendatarios, que en su mayoría eran ocupantes tradicionales de tierras compradas por los propietarios señalados en el punto anterior. También hay pobladores sin tierra, que constituyen la principal mano de obra asalariada del sistema pastoril imperante. Las reservas de Laguna Brava (La Rioja), Los Andes (Salta) y Olaroz (Jujuy), corresponden a tierras fiscales, de propiedad de las respectivas provincias. Descripción de las áreas naturales protegidas o reservas presentes en la región, siguiendo el ordenamiento planteado por Lucas (1992), indicándose además su ubicación en las categorías definidas en el IV Congreso Mundial sobre Areas Protegidas y Parques Nacionales (BOX 1).
BOX 1 Categoría I.- Reserva Natural Estricta/ Area Virgen Categoría II.- Parques Nacionales Categoría III.-Monumento Natural Categoría IV.- Area de Manejo de Especies/ Habitats Categoría V.- Paisaje Marino/ Area Marina Protegida Categoría VI.- Area Protegida con Manejo de Recursos Fuente: Miller (1996)
Capítulo 2: Las áreas naturales
29 1.- Nombre y año de creación Laguna de Pozuelos. 1980 2.- Categoría (la laguna de Pozuelos: III; el resto de la Reserva: VI) Reserva de la Biosfera. (1991). Sitio RAMSAR (Convención sobre Humedales de Importancia Internacional como Habitat de Aves Acuáticas). La laguna es Monumento Natural de la Administración de Parques Nacionales. 3.- Ubicación 22°30’ S y 66° W, Provincia de Jujuy 4.- Características ambientales La Laguna de Pozuelos corresponde a uno de los principales bolsones o cuencas endorreicas del altiplano argentino. Corresponde a la Puna húmeda. Dentro de la reserva se encuentran presentes cinco principales ambientes morfodinámicos (Cendrero et al., 1993): laguna y paleolaguna, piedemonte, relieve volcánico, sierras orientales, sierras occidentales (macizo principal y valles fluviales). En las partes bajas de la cuenca, la vegetación dominante está constituida por pastizales de Stipa ichu y Festuca crysophylla y arbustales de Parastrephia lepidophylla. Las laderas montañosas rocosas están ocupadas por arbustales de Fabiana densa, Baccharis boliviensis y B. incarum, mientras que en las laderas protegidas del viento, se destacan los bosques abiertos de Polylepis tomentella. En ambos tipos de laderas son frecuentes las cactáceas Mahiueniopsis glomerata, Orocereus trolii y Opuntia soehrensii. Se encuentran representados tres pisos ecológicos; “Janca”, sobre los 4600 msnm, “Puna”, entre 3800 y 4600 msnm y “Suni” entre 3300 y 3800 msnm (Tecchi, 1992). Las precipitaciones pluviales presentan un promedio de 350 mm/año, principalmente entre diciembre y marzo. En otoño e invierno las heladas nocturnas son bastantes frecuentes y las nevadas son esporádicas. Capítulo 2: Las áreas naturales
30 5.- Valores naturales Importantes poblaciones de vicuña y ñandú petizo, importante avifauna de laguna (tres especies de flamencos en densidades importantes, área de nidificación). 6.- Valores culturales Riqueza arqueológica prehispánica, riqueza histórica. 7.- Población humana De los numerosos bolsones o cuencas del altiplano argentino, la de Pozuelos es la área rural mas densamente poblada. Dentro de la Reserva viven aproximadamente 5.000 habitantes (año 1996) (1,5 hab/km2). 8.- Actividad económica Dentro de la Reserva hay 450 unidades productivas dedicadas a la cría de ganado cuyo número de cabezas asciendo a 120.000 aproximadamente, entre ovinos, caprinos, vacunos y llamas. La cría de llamas es una actividad de menor importancia que la de ovinos (relación ovino/llama, 6:1). Históricamente el impulso del Estado Argentino en la Puna, tanto en extensión agropecuaria (cultivos de pasto llorón) como en inversiones directas, ha estado dirigido a la expansión y mejoramiento de la cría de ovinos (García Fernández y Tecchi, 1989). 9.- Area 380.000 ha. 10.- Tenencia de la tierra Fiscal/privado. La tierra privada se encuentra parcialmente parcelada (cercos alambrados y de pircas de barro y piedra) 1.- Nombre y año de creación.
Capítulo 2: Las áreas naturales
31 Olaroz-Cauchari. 1981 2.- Categoría (IV) Reserva provincial 3.- Ubicación 24° S y 66° 50’ W, Provincia de Jujuy 4.-Características ambientales Corresponde a la puna seca de Cabrera (1958). Con alturas promedio de 4.000 msnm. presenta importantes salares que ocupan el 30 % de la superficie de la Reserva. La cuenca presenta en la zona pedemontana una vegetación de tipo matorral donde se destacan los tolares: Parastrephia lepidophylla, Bacharis incarum. El fondo de la cuenca presenta parches de esporal (Penicetum chilensis), con importantes áreas de suelo desnudo 5.- Valores naturales Presencia de importantes poblaciones de vicuñas y ñandú petizo. 6.- Valores culturales Comunidad pastoril con alto grado de aislamiento. 7.-Población humana Tiene baja densidad humana estable. Dentro de la Reserva viven 50 pobladores (año 1987) (0,03 hab/km2). 8.- Actividad económica Pastoril (ovejas, cabras y en menor medida, llamas). También hay actividad minera de tipo artesanal, principalmente en las áreas adyacentes a la reserva. 9.- Area 180.000 ha 10.- Tenencia de la tierra Fiscal/provincial. 1.- Nombre y año de creación. Laguna Blanca. 1979 Capítulo 2: Las áreas naturales
32 2.- Categoría (VI) Reserva de la Biosfera (1982). 3.- Ubicación 26°40’ S y 67°30’ W, Provincia de Catamarca 4.- Características ambientales Con 196 mm/año de precipitación pluvial, la Reserva esta comprendida dentro de la Puna seca. Tiene características similares a la Puna de la Provincia de Jujuy, con estepas de pastizales relativamente importantes de Stipa, Festuca y Panicum. De acuerdo a la biomasa vegetal, se definieron, ocho zonas ambientales, teniendo en cuenta la aptitud forrajera: aptitud forrajera muy alta (2,13 %), alta (12,31 %), media (10,09 %), baja (39,13 %), muy baja (19,01 %), grandes alturas (15,40 %), lagunas (0,65 %), sin información (3,41 %) (Forni, 1990). 5.- Valores naturales > 5 variedades de maíz, > 10 variedades de papa, poblaciones importantes de vicuña y ñandú petizo, avifauna de laguna (flamencos). 6.- Valores culturales Actividad textil artesanal (hilado y confecciones a partir de fibras de llamas y ovejas),tradición de teleras. La presencia de áreas húmedas y fértiles ha permitido históricamente el asentamiento humano. Esto esta demostrado por antiguas ruinas de construcciones indígenas y por la existencia actual de una población ganadera con transhumancia. La presencia de un templo, de mediados del siglo XIX, señala la antigua importancia del lugar como punto intermedio para el arreo de ganado y producción de mulas con destino a Chile y Bolivia (Forni et al., 1987). 7.-Población humana Dentro de la reserva viven aproximadamente 300 habitantes (año 1990). La población presenta un alto grado de
Capítulo 2: Las áreas naturales
33 aislamiento y dispersión (0,06 hab/km2). 8.- Actividad económica Los asentamientos humanos se dedican a la actividad pastoril y cultivos caseros de especies tales como maíz, habas y papas, para el autoconsumo y producción de semillas. Hay 29 unidades productivas dedicadas a la cría de ganado cuyo número de cabezas asciende a 4.100, entre ovinos, caprinos, vacunos, asnales y llamas (Forni, 1990). A pesar de la importancia de la ganadería, sus derivados (hilado, tejidos) no rinde a los productores una ganancia que permita acumulación. 9.- Area 487.000 ha 10.- Tenencia de la tierra Fiscal/privado 1.- Nombre y año de creación. San Guillermo. 1972 2.- Categoría (IV)
Capítulo 2: Las áreas naturales
34 Reserva de la Biosfera (1980). Se encuentra en tratativas la inclusión de una porción de su territorio como Parque Nacional. 3.-Ubicación 29°10’ S y 69°20’ W, Provincia de San Juan 4.-Características ambientales Situada en la Cordillera Frontal, sus alturas oscilan desde los 2.100 msnm (quebradas de acceso) a 6.000 (grandes alturas). Las precipitaciones hacia el oeste de la reserva son invernales en forma de nevada y granizada, mientras que al este, a menores alturas, son pluviales y estivales. La precipitación pluvial presenta un promedio de 150 mm/año. Fitogeográficamente, la Reserva presenta atributos tanto altoandinos como puneños, además de cuñas (quebradas de acceso) correspondientes al Monte. Aproximadamente el 30 % de su territorio presenta características limitantes para la vida vegetal y animal (grandes alturas >5.000 msnm). Dentro de la reserva se definieron cuatro asociaciones ambientales. Estas representan unidades cartográficas definidas como áreas caracterizadas por un patrón recurrente de formas del terreno, suelo y vegetación. Estas son: a) sucesión de cordones montañosos disectados por arroyos encajonados y con presencia de pequeños llanos (53,3 %), b) áreas planas o grandes llanos constituidos por depósitos de bolsón (16,1 %), c) valles situados entre los grandes ríos (2.100-2.700 msnm), con paredes de pendiente abrupta y vegetación correspondiente al Monte y transición (1,7 %), d) grandes alturas por arriba del límite de vegetación (> 4.500 msnm) (28,8 %) (Cajal et al., 1981; Cajal, 1989). 5.- Valores naturales Presencia de una original herpetofauna, localizada y con elevado endemismo (Cei et al., 1983). Importantes poblaciones de vicuñas y guanacos. Fuente de aguas
Capítulo 2: Las áreas naturales
35 termales. 6.- Valores culturales Riqueza arqueológica correspondientes a culturas prehispánicas 7.- Población humana No existen asentamientos humanos estables. 8.- Actividad económica Hasta principios de la década del 40, el lugar servía de pastoreo (veranada) y de tránsito hacia Chile, para el ganado ovino y bovino, llegando a soportar en promedio 5.000 ovejas y 1.000 bovinos por año, principalmente sobre los pastizales de vega (Cajal et al., 1981). A partir de la época mencionada dicha actividad cesó totalmente. En la actualidad hay una importante actividad de prospección minera. 9.- Area 860.000 ha 10.- Tenencia de la tierra. Fiscal/privado. 1.- Nombre y año de creación Laguna Brava. 1980 2.- Categoría (IV) Reserva provincial
Capítulo 2: Las áreas naturales
36 3.- Ubicación 28° 30’ S y 69° W, Provincia de La Rioja 4.- Características ambientales Situada en la Cordillera Frontal, presenta alturas promedio superiores a los 4.000 msnm. Tiene características altoandinas en su totalidad, con presencia de lagunas. Más del 50 % de su territorio presenta factores limitantes para el desarrollo de la vida vegetal y animal (grandes alturas, llanos áridos prácticamente sin cobertura vegetal. 5.- Valores naturales Avifauna de lagunas (flamencos), poblaciones de vicuñas. 6.- Valores culturales Riqueza arqueológica prehispánica. Presencia de antiguos refugios del siglo pasado a lo largo de la antigua ruta utilizada para el traslado de ganado en pie hacia Chile 7.- Población humana. No existen asentamientos humanos estables. 8.- Actividades económicas Hasta principios de la década del 40 era lugar de tránsito de ganado en pie hacia Chile. En la actualidad hay una importante actividad de prospección minera. 9.- Area 340.000 ha 10.- Tenencia de la tierra Fiscal. Propiedad de la Provincia. Parte del territorio se entrega en concesión para emprendimientos mineros. 1.- Nombre y año de creación Los Andes. 1980 2.- Categoría (VI) Reserva provincial Capítulo 2: Las áreas naturales
37 3.- Ubicación 24° 30’ S y 67° 10’ W, Provincia de Salta 4.- Características ambientales Situada en la Puna seca y desértica, la reserva presenta importantes salares que ocupan el 21 % de su territorio. Las precipitaciones tienen un promedio de 103 mm/año (localidad de San Antonio de los Cobres), en los salares (localidad de Olacapato), las medias son de 50 mm/año. En las partes correspondientes a los grandes salares, las precipitaciones se reducen a un mínimo. El 68 % del territorio de la reserva pertenece a la provincia fitogeográfica Puneña, y el 32 % a la Altoandina. En la provincia puneña se encuentran las siguientes comunidades climáxicas (Cabrera, 1958): Asociación de: Fabiana densa - Adesmia horridiuscula; Psila caespitosa - Distichlis humilis; Lycium humili - Distichlis humilis; Ephedra breana - Stipa leptostachya; Consocies de: Festuca scirpifolia; Atriplex microphylla (cachiyuyo); Pennisetum chilense (esporal). En la provincia altoandina se encuentra la Asociación de Festuca ortophylla, Festuca crysophylla y Poa gymnantha. 5.- Valores naturales Poblaciones de vicuña, avifauna de lagunas. 6.- Valores culturales Riqueza arqueológica prehispánica 7.- Población humana En la reserva viven 2.200 habitantes (1980) (0,1 hab/km2) 8.- Actividades económicas Los asentamientos humanos estables se dedican principalmente a la minería y a la ganadería extensiva (llamas, ovinos), existen aproximadamente 20.000 cabezas entre llamas, ovinos, caprinos y asnales. Turismo en desarrollo debido al ferrocarril. No hay agricultura.
Capítulo 2: Las áreas naturales
38 9.- Area 1.440.000 ha. 10.- Tenencia de la tierra Fiscal. Propiedad de la Provincia
Las áreas naturales protegidas en la región, han tenido y tienen un desarrollo desigual, en relación a su grado de implementación y a las inversiones recibidas por parte del Estado Nacional y de las administraciones provinciales. No obstante, a pesar de las falencias mencionadas y la situación de desamparo de algunas reservas, las áreas protegidas son representativas de la flora, fauna y paisaje de la Puna y Cordillera Frontal. Mejorando la situación de las reservas existentes mas la implementación de la recientemente creada (Reserva Altoandina de la Chinchilla) en la Provincia de Jujuy, la región presentaría un aceptable sistema de áreas naturales protegidas.
Capítulo 2: Las áreas naturales
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Fig. 1 - Ubicación de las áreas naturales protegidas
Capítulo 2: Las áreas naturales
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Reserva de Biosfera Laguna Blanca, Catamarca. Templo de mediados del Siglo XIX.
Reserva de Laguna Brava, La Rioja. Refugio del Siglo XIX para los arreos del ganado hacia Chile.
Capítulo 2: Las áreas naturales
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ESTUDIOS SOBRE LA VEGETACION Y LA FAUNA EN LA PUNA Y CORDILLERA FRONTAL
Capítulo 2: Las áreas naturales
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CAPITULO 3 LA VEGETACION EN LA RESERVA DE BIOSFERA LAGUNA DE POZUELOS * Stella Maris Bonaventura 1 Rodolfo Tecchi 2 Dorita Vignale 3
Introducción Desde el punto de vista fitogeográfico la vegetación de la Cuenca de la Laguna de Pozuelos pertenece al Dominio Andino-patagónico, Provincia Puneña (Cabrera, 1971). La formación vegetal dominante corresponde a una estepa arbustiva (Cabrera y Willink, 1973), siendo predominantes las hemicriptófitas y nanofanerófitas (Cabrera, 1968). Ruthsatz (1977) dividió la vegetación andina en cuatro pisos altitudinales de acuerdo con el clima, * 1 2
3
Originalmente publicado en Vegetatio (1995) Depto. Cs. Biológicas, Fac. Cs. Exactas y Naturales, UBA, 4° piso, Pab. II, Ciudad Universitaria, (1428) Buenos Aires, Argentina). Instituto de Biología de la Altura, UNJu, Avda. Bolivia 1663, (4600) San Salvador de Jujuy, Argentina. Fac. Ciencias Agrarias, UNJu, Alberdi 47, (4600) San Salvador de Jujuy, Argentina. Capítulo 3: La vegetación
44 fisonomía y fitosociología: a) el piso subnival (> 4.900 msnm); b) el piso altoandino (4.100-4.900 msnm); el piso puneño o Puna (3.200-4.100 msnm) y el piso prepuneño o Prepuna (2.000-3.200 msnm). La formación vegetal dominante en la Puna corresponde a un arbustal deciduo subdesértico abierto, encontrándose ocasionalmente ensambles vegetales de especies siempreverdes. Estas formaciones fueron incluidas por Ruthsatz (1977) dentro de un esquema fitosociológico en el cual se incluyeron Alianzas, Subalianzas y Asociaciones. Sin embargo, la vegetación puneña adyacente a la Laguna de Pozuelos no fue intensamente muestreada por la citada autora. Esta área presenta características distintivas respecto al resto de la Puna: un bajo grado de aridez (Igarzábal, 1991), extensas superficies ocupadas por pastizales, elevada actividad ganadera y una importante ocupación humana (Cendrero et al. 1993). Recientemente Cendrero et al. (1993) han llevado a cabo estudios sobre diagnóstico ambiental para la planificación y el manejo de la Reserva, donde se incluye el mapeo de Unidades Morfodinámicas en base a la litología, depósitos superficiales y cobertura vegetal. Sin embargo, se hace necesario una clasificación y descripción más detallada de la vegetación de la Reserva para el diseño de estrategias de preservación y manejo y para la planificación del uso de la tierra. El objetivo del presente Capítulo es presentar los estudios sobre clasificación y descripción de las comunidades vegetales de la Cuenca de Pozuelos como así también los análisis sobre distribución de dichas comunidades en relación con factores edáficos y ambientales.
Métodos Procedimiento de muestreo Dentro del área de estudio situada en la parte central de la Reserva se definieron 40 sitios de muestreo de 100 m2 (área mínima). Estos sitios fueron ubicados a lo largo de un gradiente altitudinal, siguiendo transectas o “gradsect” (Gillison y Brewert, 1985). Las transectas se ubicaron desde la Sierra de Escaya (este) hasta las Sierras de Rinconada (oeste) (Fig. 1). En cada sitio de muestreo se estimó la abundancia de especies de acuerdo con la escala de cobertura-abundancia de Braun-Blanquet modificado por Westhoff y Maarel (1978). Asimismo se registró la altitud, pendiente y orientación utilizando altímetro, clinómetro y compás Capítulo 3: La vegetación
45 respectivamente. Cada sitio fue ubicado en una de las siguientes Unidades Morfodinámicas presentes en la transecta (Cendrero et al. 1993): depósitos del paleolago, depósitos antiguos lacustres, conos aluvionales, glacis principales, depósitos de derrames aluviales recientes, superficies de colmatación, pendientes suaves, pendientes rocosas moderadas, pendientes moderadas con coluvio, pendientes abruptas, cuestas, superficie con sedimento lacustre y terraza aluvial. En cada sitio de muestreo, se realizaron calicatas para determinar la profundidad del suelo. Se colectaron muestras de suelo del horizonte superficial para análisis químicos y granulométricos. La acidez del suelo (pH) fue determinada en una solución de suelo fresco en agua (1:2,5 suelo/agua). Se midió la materia orgánica (MO%) mediante el método de Walkley-Black. Se midió la conductividad eléctrica (CE, mmmhos/cm) en extractos de suelo saturado. La capacidad del intercambio catiónico (CIC, meq/100 gr) fue analizada mediante el sobrenadante del suelo con acetato de amonio nitrogenado (1N, pH 7), y la cantidad de iones de amonio retenidos en el suelo fue medida mediante el método de digestión semimicro de Kjeldahl. El contenido intercambiable de Na+ (Na+, %) fue determinado mediante espectrofotometría después de la extracción mediante una solución de acetato de amonio N a pH 7. La arcilla (%) y arena (%) fueron medidas mediante el método de la pipeta. Para determinar gradientes posibles de vegetación se aplicó el análisis de componentes principales (ACP). Valores alfanuméricos de cobertura-abundancia fueron transformados en valores numéricos de 1 a 9 (Maarel, 1979). Los datos de suelo fueron tratados mediante el análisis de componentes principales. Las relaciones entre ordenación de plantas, ordenación de suelo y variables ambientales fueron relacionadas mediante comparación visual de ordenación y análisis de regresión. Se aplicó a los datos florísticos el análisis de indicador de especies de dos vías (TWINSPAN) (Hill, 1979), para obtener una primera aproximación del ensamble vegetal en el área. Utilizando el método TWINSPAN, se dividió el gradiente florístico en tipos de comunidad.
Resultados
Capítulo 3: La vegetación
46
Clasificación La clasificación fue llevada a cabo hasta la obtención de nueve grupos (después de cuatro niveles de división). Grupo 1. Las especies características de éste grupo son Polylepis tomentella (el único árbol que crece en el área de estudio), Colletia spinosissima y Chersodoma argentina. Este grupo de especies aparece en laderas rocosas moderadas con orientación NE o E (laderas calientes). Otras especies en ésta área incluye dos arbustos (Fabiana densa y Baccharis boliviensis) y varias cactáceas (Maihueniopsis glomerata, Oreocereus trollii y Opuntia soehrensii). La cobertura media es del 82 %. Grupo 2. Caracterizada por la presencia de B. boliviensis y la ausencia de las especies características del grupo 1. Una especie muy frecuente es F. densa. Este grupo aparece en laderas con diferentes gradientes de pendiente (moderado, suave y fuerte), cuestas, superficies de colmatación y conos aluvionales. Otras especies típicas en estos habitats incluyen Menodora pulchella, Alternanthera sp., Evolvulus sericeus, Dalea hofstenii, Hypochoeris elata, Lepidium elata, Dichondra argentea y Eryoneuron avenaceum. Al igual que el grupo 1, las cactáceas (Maihuentopsis boliviana, M. glomerata y O. trollii) son frecuentes en este grupo. La cobertura media es del 30 %. Grupo 3. Este grupo se caracteriza por la presencia de Stipa ichu y la ausencia de B. boliviensis. Se las encuentra en los conos aluvionales y depósitos de derrame recientes en el piedemonte. Especies tales como Parastrephia lepidophylla, Bouteloua simplex, Eragrostis nigricans, Muhlenbergia peruviana y Portulaca rotundifolia son frecuentes en este tipo de vegetación. La cobertura media es del 73 %. Grupos 4 y 5. Ambos grupos se caracterizan por la presencia de valores de alta cobertura para P. lepidophylla (25 % - 50 %) y por la ausencia de B. boliviensis y S. ichu. El grupo 4 se caracteriza por la presencia de Aristida amplexifolia, Hypochoeris meyeniana y B. simplex. Además de las especies mencionadas, Microchloa indica, E. nigricans y Astragalus garbancillo son comunes en este tipo de vegetación. En el grupo 5 falta A. amplexifolia, H. meyeniana y B. simplex. Otras especies en el grupo 5 incluyen Adesmia horrida y Aristida pubescens, las cuales están ausentes en el grupo 4. La cobertura media del grupo 4 es del 46 %, mientras que el grupo 5 presenta coberturas medias del 71 %. La erosión es más seria en aquellos sitios correspondientes al grupo 4 que en los correspondientes al Capítulo 3: La vegetación
47 5. Ambos grupos se encuentran en los conos aluvionales, laderas suaves, depósitos antiguos lacustres y depósitos del paleolago. Grupo 6. Este grupo se caracteriza por la presencia de Baccharis incarum con rangos de cobertura de 8 % a 25 %. Tambien es frecuente P. lepidophylla pero con valores de coberturas inferiores al 5 %. Las especies A. amplexifolia, Stipa bomani, A. garbancillo y H. meyeniana son comunes en este grupo. Se las encuentra en diferentes unidades morfodinámicas incluyendo conos aluvionales, glacis principales, depósitos del paleolago y pendientes suaves cubiertas por coluvios. La cobertura media correspondiente a este grupo es del 51 %. Grupos 7 y 8. Ambos grupos aparecen alrededor de la laguna y se caracterizan por la ausencia de Festuca weberbaueri y la presencia de Festuca crysophylla. El grupo 7 se caracteriza por la presencia de Conyza artemisiaefolia y Trifolium amabile además de F. crysophylla, las dos primeras asociadas con depósitos antiguos lacustres y sedimentos lacustres. El grupo 8 está solamente caracterizado por F. crysophylla. Este grupo aparece en los depósitos del paleolago, en depósitos antiguos lacustres y en los sedimentos lacustres. Especies comunes a ambos grupos son Distichlis spicata, Muhlenbergia fastigiata, Hordeum muticum, Stipa saltensis y A. garbancillo. La cobertura media fue superior en el grupo 7 (98 %) en relación al grupo 8 (80 %). Grupo 9. La especie característica de este grupo es F. weberbaueri. Este grupo aparece en la terraza aluvial localizada a 3.850 msnm. Otras especies en ésta área incluyen T. amabile, M. fastigiata, E. nigricans, H. meyeniana y P. lepidophylla. La cobertura media para este grupo es del 51 %.
Ordenación Se aplicó el análisis de componentes principales (ACP) a una matriz completa con datos florísticos (40 sitios x 50 especies). Los primeros cuatro ejes derivados del ACP fueron estimados para el 45 % de la variación entre sitios (eje 1: 17 %; eje 2: 12,5 %; eje 3: 9,2 %; eje 4: 6,3 %). El eje 1 estuvo altamente asociado con la pendiente (r = 0,74; P