BIOMASUD SÓLIDOS DE CALIDAD DEL SUR DE EUROPA BIOCOMBUSTIBLES. Luis Saúl Esteban Pascual [CEDER-CIEMAT] Pablo Rodero Masdemont [AVEBIOM]

BIOMASUD BIOCOMBUSTIBLES SÓLIDOS DE CALIDAD DEL SUR DE EUROPA Luis Saúl Esteban Pascual [CEDER-CIEMAT] Miguel Fernández Llorente [CEDER-CIEMAT] Alici

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BIOMASUD BIOCOMBUSTIBLES

SÓLIDOS DE CALIDAD DEL SUR DE EUROPA Luis Saúl Esteban Pascual [CEDER-CIEMAT] Miguel Fernández Llorente [CEDER-CIEMAT] Alicia Mira Uguina [AVEBIOM] Pablo Rodero Masdemont [AVEBIOM]

Pélets madera astilla madera hueso aceituna cáscara piñón cáscaraalmendra cáscara piña cáscara avellana mezclas

BIOMASUD BIOCOMBUSTIBLES

SÓLIDOS DE CALIDAD DEL SUR DE EUROPA Luis Saúl Esteban Pascual [CEDER-CIEMAT] Miguel Fernández Llorente [CEDER-CIEMAT] Alicia Mira Uguina [AVEBIOM] Pablo Rodero Masdemont [AVEBIOM]

BIOMASUD BIOCOMBUSTIBLES SÓLIDOS DE CALIDAD DEL SUR DE EUROPA ISBN 978-84-943143-0-8 © del texto: Luis Saúl Esteban Pascual [CEDER-CIEMAT] Miguel Fernández Llorente [CEDER-CIEMAT] Alicia Mira Uguina [AVEBIOM] Pablo Rodero Masdemont [AVEBIOM] © de las fotos y los gráficos de sus autores Impreso en NAVAPRINT (Impreso en la UE) Impreso en papel reciclado Edita CEDER - CIEMAT Centro de Desarrollo de Energías Renovables (CEDER-CIEMAT) Autovía de Navarra, A-15, sal. 56 42290 Lubia, SORIA (España) Tel: +34 975 281 013 email: [email protected] www.ciemat.es

Financiado por el proyecto Biomasud SOE2/P2/E414

Con el apoyo de:

TABLA DE CONTENIDO 1.

INTRODUCCIÓN

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2. 2.1. 2.2.

BIOCOMBUSTIBLES SÓLIDOS DEL SUR DE EUROPA TIPOS CUANTIFICACIÓN DE LOS RECURSOS DE BIOMASA PARA SU TRANSFORMACIÓN EN BIOCOMBUSTIBLES CADENAS DE PRODUCCIÓN-SUMINISTRO Pélets de madera Astillas de madera Hueso de aceituna Cáscaras de frutos secos CARACTERIZACIÓN COMO COMBUSTIBLES TECNOLOGÍAS PARA LA UTILIZACIÓN TÉRMICA DE LA BIOMASA EN EDIFICIOS

14 14

3. 3.1. 3.2.

ASPECTOS REGULATORIOS INTRODUCCIÓN LEGISLACIÓN APLICABLE A INSTALACIONES TÉRMICAS

36 36 37

4.

SELLO BIOMASUD

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5.

REFERENCIAS

44

6. 6.1. 6.2. 6.3. 6.4.

ANEXOS TABLAS DE LÍMITES CONDICIONES DE SOSTENIBILIDAD TRAZABILIDAD DE LOS BIOCOMBUSTIBLES SISTEMA DE INFORMACIÓN PARA EL CONSUMIDOR DE COMBUSTIBLES CON SELLO BIOMASUD EMPRESAS CON SELLO BIOMASUD ENLACES DIRECTOS DE INTERÉS

46 46 53 54

2.3. 2.3.1. 2.3.2. 2.3.3. 2.3.4. 2.4. 2.5.

6.5. 6.6.

14 18 19 20 22 26 28 32

57 60 61

1. INTRODUCCIÓN La bioenergía es un concepto que se ha extendido en las últimas décadas para todo lo que tiene que ver con la producción de energía mediante el uso de biomasa. Uno de los grandes problemas y a la vez gran atractivo de la biomasa es su enorme diversidad. Existen múltiples clasificaciones de los tipos de biomasa que se pueden encontrar y de sus posibles utilizaciones, tanto en la producción directa de energía como en la obtención de productos refinados o “vectores energéticos” llamados biocombustibles cuyo destino es la generación de energía térmica, eléctrica o cinética. En Europa, la norma EN 14588:2010 “Solid Biofuels- Terminology, definitions and descriptions” trasladada a UNE en la UNE-EN 14588:2011 “Biocombustibles sólidos. Terminología, definiciones y descripciones” presenta un glosario de términos relativos a la bioenergía y más concretamente a la parte de la bioenergía relativa a los biocombustibles sólidos de cuya normalización se encarga el comité técnico CEN/TC 335. El esquema de la figura 1 tomado de dicha norma indica la situación del grupo de biocombustibles sólidos dentro de la cadena bioenergética.

Figura 1.- Comité Técnico CEN/TC 335 dentro del campo de la biomasa-biocombustible-bioenergía. Fuente UNE-EN 14588:2011

La biomasa es una fuente de energía renovable, que puede proceder de muy diversos materiales de origen orgánico: normalmente de origen forestal o agrícola.

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Según la Norma Europea EN 14588, se define biomasa, como “todo material de origen biológico excluyendo aquellos que han sido englobados en formaciones geológicas sufriendo un proceso de mineralización” Un biocombustible sólido se define como una biomasa que ha sido

debidamente valorizada y que se clasifica según unos determinados parámetros de calidad establecidos por un estándar. Según la citada norma EN 14588, el biocombustible sólido se define como el “combustible sólido producido directamente o indirectamente de biomasa”. Para entender la importancia de los combustibles sólidos en el marco de las energías renovables en la UE, se dan a continuación algunas cifras estadísticas: El consumo de energía primaria en la UE-27 en 2011 según EUROSTAT fue de 1.698 MTEP y la producción global de energía ascendió a 801 MTEP. Esto significa que La UE-27 produce solo el 47% de la energía que consume. La producción de energía renovable en 2011 en términos de energía primaria fue de 162 MTEP, es decir, un 20% de la energía primaria producida en la EU-27 y un 9,5% de la energía primaria consumida. La ratio de energía renovable en el total de energía final consumida en 2011 llegó al 13% siendo el objetivo el 20% en 2020. Dentro de las energías renovables en EU27, la mayor importancia corresponde a la biomasa con 70% de la energía primaria renovable producida y similar cantidad en términos de energía renovable consumida. Dentro de la biomasa, la importancia de los biocombustibles sólidos en contexto energético europeo es elevada. La producción de energía primaria con biomasa según EUROSTAT en 2011 fue de 108 MTEP, correspondiendo 78,8 MTEP (el 73%) a biomasa sólida de acuerdo con EurObserv’ER (EuroObsev ‘ER, 2012). El balance de energía actual de UE-27 en 2010 se ilustra en la figura 2. En este balance se presentan los flujos de energía desde el suministro de energía primaria hasta el uso final. El consumo de energía final (barras apiladas de en medio) muestra los flujos de energía después de las pérdidas de conversión de las plantas de conversión centrales, sobre todo para la generación de electricidad. Esta barra apilada resume la energía que los consumidores finales compran. La tercera barra (usuario final o end user) ilustra los flujos de energía después de la conversión de energía en los centros de consumo, tales como calderas y vehículos. El gráfico revela que aproximadamente la mitad del suministro de energía primaria se pierde antes de llegar al uso final. Las pérdidas son en forma de calor, principalmente en generación y de vehículos y motores eléctricos, cuando el contenido de calor del combustible se convierte en energía mecánica.

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Figura 2.- Balance de energía en tres etapas durante el año 2010 para la UE-27. La energía en forma de calor indicada para edificios e industria solamente se incluyen los combustibles y calor de distrito. La electricidad utilizada para la calefacción está incluida en los flujos de energía eléctrica. Fuente (Connolly D. et al., 2013).

El mercado actual de calor para edificios del sector residencial y de servicios dentro de la UE-27 es de aproximadamente 3300 TWh/año (11,9 EJ/año, 284 MTEP/año) que proceden en un 18% de combustibles y en un 5% de electricidad usada para producir calor. El consumo de energía primaria para producir calor en el sector residencial y servicios es del 23% del total de energía primaria consumida en la UE27 (según datos de 2010). Sin embargo, este consumo, según se aprecia en la figura 3 está basado mayoritariamente en fuentes fósiles, lo cual dificulta el que la UE progrese hacia una economía hipocarbónica.

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Figura 3-Composición del origen del suministro de calor para edificios del sector residencial y servicios en 2010 en la UE27. Fuente (Connolly D. et al., 2013).

El principal uso energético de la biomasa sólida es el de la producción de calor. De acuerdo a EUROSTAT, en la UE27 en 2011 se estima que se consumieron 64,9 MTEP (2.712 PJ/año) de biomasa en producción de calor y se generaron 72,8 TWh (6,3 MTEP) de energía eléctrica suponiendo esta última, por tanto, una aplicación secundaria de la biomasa. La producción de calor es, sin duda, la aplicación con la que se obtienen mejores rendimientos de los biocombustibles, junto con la cogeneración. Por este motivo, y en la coyuntura de un encarecimiento generalizado de los combustibles fósiles y de la electricidad, las aplicaciones térmicas de la biomasa son cada vez más demandadas, siendo el sector residencial que incluye aplicaciones domésticas y del sector servicios el que mayoritariamente se está reconvirtiendo al uso de la energía de la biomasa. Según la Plataforma Europea de Frío y Calor, el suministro de energía final con biomasa para la producción de frío y calor en EU27 pasará de poco más de 70 MTEP (2.926 PJ/año) en la actualidad, a 231 MTEP (9.656 PJ/año) en 2050. A partir de 2030 se supone un importante crecimiento y contribución de otras energías renovables a la producción de frío y calor (figura 4). Según AEBIOM, en su anuario de 2012, la biomasa para producción de calor pasará de los 70 MTEP en 2010 a cerca de 100 MTEP en 2020, cubriendo un 18% de las necesidades de la UE27 (AEBIOM, 2012)

Figura 4.- Potencial de las energías renovables en la generación de calor y frío en la EU27. Fuente: RHC, 2011

Estas cifras, indican que el potencial de producción de calor con renovables para 2050 podría superar la demanda de calor en la UE, estimada en valores de entre 300 y 500 MTEP. Sin embargo, no está claro cual será la demanda de calor en el futuro dado que las proyecciones se realizan en base a aumentos

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en la eficiencia energética de los edificios y distintos estudios difieren en este aspecto: El mapa de ruta de la energía en 2050 (EU-EE,2011) estima una reducción del 55% en la demanda de agua caliente y el 62% en demanda de calefacción entre 2010 y 2050 por motivos, sobre todo, de aumento de eficiencia. Estudios más recientes (Connolly D. et al., 2013) presentan cifras menos optimistas: en su estudio Heat Road Map Europe (HRE-EE) se asume que la demanda de agua caliente no bajará sino que en 2050 se incrementa en un 16% con respecto a 2010, lo que está en consonancia con el crecimiento de la población y el uso de edificios. Según este estudio, la demanda de calefacción se reduce en un 47%, 15 puntos menos que en el escenario EU-EE. Teniendo en cuenta que el potencial de producción de biomasa en la UE es incierto y difiere entre los muchos estudios existentes, pero que la propia UE, en su página web (Unión Europea, 2013) indica valores de potencial en 2030 de entre 195 y 230 MTEP/año, se precisaría todo el potencial de biomasa para la generación del calor necesario en la UE en 2050. Obviamente esto no va a ser necesario porque se cuenta con la aportación de otras fuentes de energía renovable y del gas natural, aunque probablemente, este último, se vea muy reducido. Además se ha de tener en cuenta la posibilidad de importación de biocombustibles sólidos que ya alcanza valores importantes en el sector de la producción eléctrica: en 2010 el balance importación exportación es negativo en la UE27 con un resultado de importación neta de alrededor de un 5% (5,2 MTEP) de la energía primaria consumida con biomasa. Para 2020 se espera que esta cifra se acerque al 20%, siendo una parte importante destinada al mercado de calor y frío. Pero ¿Cuál es la forma de penetración de la bioenergía en grandes ciudades? La respuesta es sencilla. Mediante las redes de calor.

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Actualmente existe una tenencia a la expansión de aplicaciones en redes de calor o de distrito (District heating), apoyadas por el empuje de las empresas de servicios energéticos (ESEs o ESCOs), muchas de ellas especializadas en la utilización de biomasa. Las redes de calor están muy extendidas en países del centro, norte y este de Europa. Actualmente, los sistemas de calefacción de distrito sólo cubren el 13% (1,548 PJ/año) del mercado europeo actual de calor para edificios del sector residencial y de servicios y el aporte de la biomasa supone sólo un 15% (241 PJ/año). Según datos de Eurostat en el año 2009. Suecia tiene una posición de liderazgo con un consumo de biomasa en redes de calor de 86 PJ/año. En el estudio HRE-EE (Connolly D. et al., 2013), se plantea, bajo condiciones bastante realistas, que la cuota de

mercado de las redes de calor alcance en 2030 el 30% y en 2050 el 50%, si bien hay que tener en cuenta que estas cifras serán mayores en los países de norte y centro y menores en el sur. No obstante, también se ha de tener en cuenta que en el sur se instalarán más redes de frío que en el norte. En el mencionado estudio se prevé que las redes de frío cubran el 10% de las necesidades para 2020 y el 20% para 2050. ¿Qué papel jugará la biomasa en los escenarios planteados? Se espera que sea importante ya que a corto y medio plazo, las tecnologías bioenergéticas permiten un suministro de calor de alta temperatura, necesario para las redes de calor y frío, siendo a la vez la única renovable capaz de sustituir combustibles fósiles con similares prestaciones y a bajo coste, lo cual es importante para convertir a Europa en una economía hipocarbónica, según se plantea en la reciente propuesta de decisión del parlamento europeo y del consejo relativa al Programa General de Medio Ambiente de la Unión hasta 2020: «Vivir bien, respetando los límites de nuestro planeta» (COM(2012) 710 final), donde se establece un marco general para la política medioambiental hasta 2020 y se fijan nueve objetivos prioritarios para la UE y sus Estados miembros. Entre esos objetivos, el objetivo prioritario nº 2 es “convertir a la UE en una economía hipocarbónica, eficiente en el uso de los recursos, ecológica y competitiva. En este sentido el papel de la biomasa es fundamental. Pero siendo fundamental el papel que debe jugar la biomasa en el suministro energético futuro con un incremento paulatino en su aportación, surgen las dudas sobre la sostenibilidad de la obtención y manejo de los recursos, además de las dudas sobre las consecuencias de su transformación energética sobre la calidad del aire. Por este motivo, el mercado de los biocombustibles sólidos debe dirigir sus esfuerzos hacia la calidad y la sostenibilidad como claves de futuro. La calidad del biocombustible, fundamentada en normas EN e ISO actualmente en vigor y asegurada mediante esquemas de certificación voluntarios como ENplus para pélets de uso no industrial, es el camino acertado para garantizar que funcione bien una parte vital del sistema. La otra parte es responsabilidad de los fabricantes, usuarios y gestores energéticos (ESEs) y está en relación con la calidad de los equipos que transforman los combustibles en energía. Se requiere eficiencia y bajo nivel de emisiones contaminantes ante todo. La legislación Europea y de los

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estados miembros camina hacia el establecimiento de unos límites de emisión muy restrictivos que entrarán en vigor en 2015 (casos de Austria1 y Alemania2). En España el plan AIRE 2013-2016 establece que para 2015 se exigirán requisitos de calidad en los biocombustibles sólidos a usar en el sector residencial, comercial e institucional. Además, se establecerán límites de emisión para las instalaciones térmicas que usen combustibles sólidos. La sostenibilidad de la utilización de la biomasa es otro aspecto de gran importancia para la estabilidad futura del mercado y para el medio ambiente. En este sentido, para la biomasa sólida, se precisan aún criterios comunes por parte de la UE que sí están establecidos para los biocombustibles líquidos en la Directiva de Energías Renovables 28/2009. Dichos requisitos se focalizan en la reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI), la no transformación de suelos con elevado contenido en carbono (bosques densos, zonas húmedas, turberas) y la no transformación de zonas de elevada biodiversidad (bosques vírgenes, zonas protegidas etc).

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Para los temas de sostenibilidad de los biocombustibles sólidos no existe apenas legislación vinculante. Ha sido un tema largamente debatido. Se emitió un primer Informe de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo relativo a los requisitos de sostenibilidad para el uso de fuentes de biomasa sólida y gaseosa en los sectores de la electricidad, la calefacción y la refrigeración COM (2010) 11 final y SEC (2010) 65 final, en el que se recomienda a los estados miembros que los sistemas de sostenibilidad se apliquen solo a los grandes productores de energía, con una capacidad eléctrica o térmica igual o superior a 1 MW. También se recomienda la opción de fijar el requisito de una reducción mínima de GEI del 35 % y aumentarlo al 50 % a partir de 2017 en cuanto a las instalaciones existentes y al 60 % en cuanto a las instalaciones nuevas a partir de 2018, opción que es coherente con la Directiva sobre energías renovables. No obstante, el informe indica que no deben imponerse estos requisitos a los desechos y residuos de transformación industrial, que consiguen sistemáticamente una elevada reducción de GEI. Recientemente, agosto de 2013, la Comisión ha dado la vuelta a las recomendaciones iniciales respecto a que los Estados Miembros formulen sus criterios y ha lanzado un borrador de directiva en el que se establecen importantes restricciones de sostenibilidad como el 60% de reducción de GEI y la demostración de que se cumplen criterios de manejo forestal sostenible, entre otros. La aplicación de los criterios se realizaría a instalaciones de producción eléctrica superior a 1 MWe y a instalaciones térmicas de potencia superior a 2,5 MW.

El proyecto europeo BIOMASUD, SOE2/P2/E414( http://biomasud.eu/es/ ) es un proyecto dentro del marco del programa Interreg IV B, financiado con fondos FEDER que tiene como objetivo el diseño y la implementación de mecanismos de soporte que ayuden al desarrollo de un mercado sostenible de la biomasa sólida. Para conseguirlo se han definido unos requisitos mínimos de calidad y sostenibilidad en toda la cadena de valor para los principales biocombustibles sólidos del Sur de Europa y se ha creado un sistema de certificación que asegura el cumplimiento de estos requisitos. En la futura Directiva sobre requisitos de sostenibilidad, en el punto 18 de la exposición de motivos, se plantea el interés de la UE en fomentar el desarrollo esquemas nacionales o internacionales voluntarios que establecen normas para garantizar la sostenibilidad de la biomasa sólida y gaseosa utilizada en los sectores de refrigeración, calefacción y electricidad, y que certifiquen que dicha biomasa cumple dichas normas. El proyecto BIOMASUD, tras varios años de trabajo, ha establecido un esquema que permitirá garantizar los requisitos, no solo de sostenibilidad, sino también de calidad. El esquema de sostenibilidad del sello BIOMASUD se adaptará a la futura directiva cuando esta se ponga en vigor.

1 Kundmachung des Landeshauptmannes von Wien, betreffend die Vereinbarung gemäß Art. 15a BVG über das Inverkehrbringen von Kleinfeuerungen und die Überprüfung von Feuerungsanlagen und Blockheizkraftwerken 2

Erste Verordnung zur Durchführung des Bundes-Immissionsschutzgesetzes (Verordnung überkleine und mittlere Feuerungsanlagen - 1. BImSchV). Se establecen unos límites de emisión de 20 mg/m3 para partículas y 400 mg/m3 para CO

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2. BIOCOMBUSTIBLES SÓLIDOS DEL SUR DE EUROPA 2.1 TIPOS Una de las características diferenciadoras de los países del Sur de Europa es su gran diversidad florística tanto en el ámbito natural-forestal como en el agrícola. Esta diversidad se traduce en un gran número de especies que generan productos para el consumo humano. Por poner un ejemplo, sólo en la Península Ibérica existen 6 especies de pino autóctonas y una de ellas, el pino piñonero, se utiliza como plantación para producir frutos (piñones) y se extiende por la mayor parte de los países del Mediterráneo. Lo mismo ocurre con las especies utilizadas en producción agrícola y de particular interés para la producción de biocombustibles, son las plantaciones frutícolas como el olivo y el almendro, muy extendidas en la región Mediterránea. La diversidad de especies genera una gran variedad de productos de biomasa de los que se obtienen biocombustibles muy diversos que actualmente están siendo usados en calderas y estufas, en muchos países europeos. En un principio, las características de algunos biocombustibles típicamente mediterráneos como el hueso de aceituna o la cáscara de almendra, diferentes de los clásicos pélets o de astillas de madera han supuesto un reto tecnológico para los fabricantes de quemadores y calderas. Algunos de ellos han adaptado o han diseñado quemadores específicos para estos biocombustibles atendiendo así a un pujante mercado en el Sur de Europa. El proyecto BIOMASUD se ha centrado en los biocombustibles típicos del Sur de Europa que tienen aptitud para el uso en aplicaciones térmicas del sector residencial y servicios, es decir, biocombustibles que a día de hoy pueden ser utilizados en las calderas y estufas que se encuentran de forma habitual en el mercado y con potencias inferiores a 500 kW. Dichos biocombustibles son: Pélets de madera, astillas de madera, huesos de aceituna, cáscaras de frutos: cáscaras de almendras, cáscaras de piñas o piñote, cáscaras de avellanas, cáscaras de piñones.

2.2. CUANTIFICACIÓN DE LOS RECURSOS DE BIOMASA PARA SU TRANSFORMACIÓN EN BIOCOMBUSTIBLES 14

En uno de los estudios realizados en el marco del proyecto BIOMASUD se ha abordado una evaluación de los recursos de biomasa disponibles en el

mercado SUDOE. Como ya se ha indicado, se prestó especial atención a la biomasa generada como consecuencia de la elaboración industrial de madera y productos alimentarios, centrando la investigación en los subproductos biomásicos que pueden ser transformados en biocombustibles con calidad adecuada para calderas domésticas. Los sectores industriales seleccionados para ser evaluados fueron: • Las industrias de transformación primaria e integral de la madera (aserraderos, fábricas de aserradero-embalajes, etc.) • Las industrias de transformación secundaria de la madera (muebles, puertas, etc.) • Extracción de aceite de oliva (almazaras y extractoras) • Las empresas descascaradoras de frutos secos (almendras, avellanas, piñones) • Industria del Vino (destilerías) La industria del vino genera subproductos como la pepita de uva cuya calidad puede ser adecuada para usos térmicos pero que actualmente tiene otros usos que sitúan su valor habitualmente por encima de los precios de otros biocombustibles. Otra fuente de biomasa con calidad para elaboración de biocombustibles de uso doméstico son las explotaciones de madera con destino directo a bioenergía, bien a fábricas de pélets o bien a la producción de astillas para uso en calderas. Esta es una fuente de biomasa habitualmente explotada por el sector de la madera de trituración, es decir las industrias de la pasta de papel y de la fabricación de tableros. Actualmente este tipo de producto esta siendo demandado no sólo por la mencionada industria de la madera, sino también por otras ramas de la industria bioenergética: los productores de electricidad y los productores de pélets. Los productores de pélets y astillas de uso doméstico precisan unos parámetros de calidad de la biomasa que hacen que sea preciso eliminar fracciones como la corteza que las aplicaciones eléctricas no necesitan eliminar. No obstante los márgenes de beneficio de los productores de combustibles para uso térmico doméstico son mayores que los de las plantas de producción eléctrica. La información sobre los recursos disponibles se recogió a través de encuestas y contactos directos a los sectores industriales de cada región SUDOE en 2011. Algunos datos de las empresas que forman la base de este estudio están integrados en BIORAISE, herramienta SIG en línea para calcular el potencial de biomasa en una región. Esta herramienta, desarrollada

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previamente por el CIEMAT y actualizada en el proyecto BIOMASUD, se puede encontrar en el sitio web http://bioraise.ciemat.es/. Actualmente la base de datos contiene registros de 7.600 productores de recursos y 950 de otros actores del mercado. Los recursos se han clasificado de la siguiente forma: 1.- Recursos procedentes de las industrias forestales y agroindustrias. 2.- Recursos procedentes directamente del monte: astillas forestales A continuación se resumen los resultados obtenidos para cada tipo de recurso: 1.- Recursos procedentes de las industrias forestales y agroindustrias Los recursos procedentes de estas industrias se han clasificado según su procedencia y tipología según se indica en la tabla I, en la que también se muestran los valores del potencial estimado. Tabla I. Potencial de producción anual estimado en las industrias consideradas

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1 Los subproductos como la corteza y otros que pueden contener barnices, pinturas, colas, plásticos etc. no son considerados para uso en el sector térmico residencial y servicios. No se permite su uso en pélets u otros biocombustibles certificados. 2 El orujillo en parte deshuesado y extractado es un combustible de uso industrial. No se ha tenido en cuenta en el sello BIOMASUD. 3 El orujo de uva es un combustible cuya calidad es deficiente para el uso en pequeñas calderas. No se ha considerado en el sello BIOMASUD 4 La pepita de uva se ha utilizado en calderas pequeñas y medianas pero tiene un valor muy elevado en la extracción de aceite de pepita. No se ha considerado en el sello BIOMASUD.

Por sectores, el más importante es el de la industria de la madera que genera anualmente en el espacio SUDOE una cantidad de entorno a 5 millones de toneladas (expresadas en materia seca). La distribución por países se muestra en la tabla II.

Tabla II. Potencial de subproductos para uso energético del sector de la madera en el SUDOE. (en t MS/año)

1 Este tipo de subproductos sólo se ha evaluado en España. n.d. no determinado

2.- Recursos procedentes directamente del monte: astillas forestales España tiene un enorme potencial para producir biomasa leñosa, el stock de madera, lejos de disminuir se ha incrementado enormemente en los últimos decenios pasando de tener 594 millones de m3 de madera en 1996 a tener 921 millones de m3 en 2009 (64% de incremento). Esto es debido a que anualmente se utiliza tan sólo un promedio del 35% del crecimiento anual (bastante bajo en comparación con la europea, que es del 61%). Estos años de atrás disminuyeron los aprovechamientos de madera debido a la crisis, ya que no había necesidad de madera para la construcción y el sector de tableros de madera estuvo casi cerrado por varios años y con pocas cortas había suficiente para abastecer toda la demanda (sirva de ejemplo que Castilla y León disminuyeron las cortas de madera de 2 millones m3 a 1 millón m3 en estos años). En este último año (2013) la situación ha cambiado y los sectores del papel de tableros y de biomasa empiezan a remontar, o a crecer con fuerza en este último caso y se encuentran con una escasez de materia prima debido a la falta de cortas. En España todavía hay unas pocas empresas especializadas en la fabricación de astillas de madera de alta calidad para aplicaciones térmicas residenciales.

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Se han identificado 35 productores de madera o virutas de los que, por lo menos, más de 20 producen casi exclusivamente astillas para el tablero y sector de la pasta. Empresas que estén comercializando astillas valorizadas adecuadas para las calderas domésticas o residenciales sólo hay unas quince empresas. Estás empresas suelen instalar lo que se conoce por centro logístico y de comercialización de biomasa. Ejemplos de estas empresas son: Lozoyuela (Madrid), Nava (Asturias), Bioercam (Guadalajara), Biomasa Montemayor (Valladolid), Arnoia, Trasmiras y Gudiña en Galicia. En los últimos años, este modelo de negocio está teniendo bastante éxito y se ha casi triplicado el número de centros logísticos gracias a la coyuntura del mercado pero también a proyectos como el Biomass Trade Centre II del programa Intelligent Energy Europe (http://www.biomasstradecentre2.eu/). En general, los grandes productores o proveedores de astillas de madera tienen una capacidad de entre 20,000 a 30,000 toneladas húmedas. Además de estos centros logísticos, hay más proveedores para usos eléctricos o industriales que producen una calidad menor pero volúmenes mucho más grandes. Generalmente, estos suministradores también incluyen biomasas locales (Hueso, cáscaras, etc.). En total, en 2013 hubo alrededor de 400.000 – 500.000 toneladas de astilla, para usos térmicos y para usos industriales o generación eléctrica. La mayoría de los productores se encuentran en el norte: Galicia, Cataluña, Castilla y León y Asturias.

2.3. CADENAS DE PRODUCCIÓN-SUMINISTRO Las cadenas de producción y suministro de biocombustibles sólidos son los procesos a los cuales se somete la biomasa para la obtención de dichos combustibles con unas especificaciones de calidad adecuada para el uso en aplicaciones de producción térmica. En nuestro caso, se presta especial atención a los procesos y requisitos necesarios para que dichos biocombustibles cumplan criterios de calidad y sostenibilidad de acuerdo a las normas europeas e internacionales así como a los propios requisitos que establece el sello BIOMASUD. A continuación se presentan de forma esquemática las cadenas de producción-suministro de los biocombustibles típicos del SUDOE siguientes:

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1.- Pélets de madera 2.- Astillas de madera 3.- Huesos de aceituna 4.- Cáscaras de frutos secos

2.3.1. Pélets de madera Los pélets de madera se definen (norma UNE EN 14961-2:2011) como “biocombustible densificado a partir de biomasa leñosa pulverizada con o sin aditivos generalmente con una forma cilíndrica, de longitud aleatoria y por lo general de 5 mm a 40 mm, con extremos rotos”. En el esquema de certificación de BIOMASUD incluye la certificación y concesión del sello BIOMASUD a biocombustibles peletizados según las especificaciones de la norma EN 14961-2 o a partir de 2014, la norma ISO 17225-2. El sello BIOMASUD se concederá a cualquier solicitante que ya esté en posesión del sello ENplus y que cumpla con los requisitos adicionales de sostenibilidad y trazabilidad de BIOMASUD. El tipo de pélets que se puede certificar BIOMASUD son los fabricados según la norma EN-14961-2 utilizando biomasa de origen leñoso que incluye: Pélets de categoría A13 (numeración y nomenclatura en español de acuerdo a UNE EN-14961-1) 1.1.3. Fuste4 1.2.1. Residuos de madera no tratada químicamente Pélets de categoría A2 1.1.1. Árboles enteros sin raíces 1.1.3. Fuste 1.1.4. Restos de corta 1.2.1. Residuos de madera no tratada químicamente

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numeración y nomenclatura en español de acuerdo a UNE EN-14961-1

4

En la norma en inglés la denominación es “stemwood” que literalmente significa madera del tallo. Esto no quiere decir que no se admitan troncos con corteza en la clase A1. De hecho en la traducción al castellano se ha puesto la palabra “fuste” cuyo significado es “tronco o tallo del árbol”. La RAE lo define, entre otras acepciones, como “parte sólida de los árboles”. Por otro lado, en la categoría 1.2.1. si se explicita el que los residuos de madera pueden llevar o no la corteza. Por tanto, se asume que los pélets de la clase A1 sólo se podrían elaborar con trocos o partes de troncos de árboles con o sin corteza procedente del monte o de las industrias de la madera. Es significativo que existen categorías como la 1.1.7.”maderas segregadas de jardines, parques, mantenimiento de carreteras, viñedos y frutales” en las que se generan troncos de árboles y sin embargo, no podrían admitirse para producir pélets de la categoría A1.

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Pélets de categoría B En esta clase se admite cualquier tipo de biomasa leñosa comprendida en la tabla 1 de la norma EN-14961-1. El esquema de la cadena de producción-suministro de los pélets de madera se muestra en la figura 5

Figura 5. Esquema del proceso de producción-suministro de los pélets de madera. Fuente: Proyecto Biomasud.

2.3.2. Astillas de madera Como ya se ha indicado, la procedencia de las astillas de madera puede ser diversa. Si bien, se considera que puedan proceder del monte mediante aprovechamientos forestales (biomasa primaria5) o de subproductos de industrias de la madera no contaminada como los costeros y otros subproductos de aserraderos (biomasa secundaria). La cadena de producción de la biomasa forestal se inicia en monte con la corta de los árboles. Posteriormente, las opciones logísticas son diversas: astillado o empacado, en cargadero o en terminal, etc. Después del proceso, los productos (chips o pacas) pueden tener dos destinos diferentes: 20

5 Los conceptos “biomasa primaria” y “biomasa secundaria” no tienen especial relevancia en el uso doméstico térmico de la biomasa.

·Uso doméstico: los productos son transportados a un centro logístico en el que se preparan mediante secado y cribado y posteriormente se comercializan para ese uso. ·Uso industrial: Normalmente no se realiza secado, salvo el secado natural que se consigue en las operaciones logísticas de transporte, manejo y almacenamiento. Tampoco se suele realizar clasificación. Los productos suelen viajar desde el monte directamente al consumidor o pasando por un centro logístico en el que se realiza el astillado sin más procesos añadidos.

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Figura 6. Esquema del proceso de producción-suministro de astillas de madera. Fuente: Proyecto Biomasud

El sistema de reducción de tamaño de la madera tiene gran importancia en el tipo de partículas que se producen y su alimentación posterior a las calderas. La norma EN-14961-1 y su traducción UNE-EN 14961-1 establece dos tipos diferentes: las astillas propiamente dichas “Wood chips” y combustible triturado, sin embargo, hasta la fecha sólo se ha redactado y puesto en vigor la norma EN 14961-4 (astillas de madera para uso no industrial) que se refiere a astillas de madera definidas como “biomasa leñosa en forma de piezas con un tamaño de partícula definido producido por el tratamiento mecánico con herramientas afiladas tales como cuchillas” además en una nota se especifica “las astillas de madera tienen una forma subrectangular con una longitud típica de 5 mm a 50 mm y un espesor bajo en comparación con otras dimensiones”. Estas definiciones dejarían fuera de la norma a la madera triturada o molida, incluso la obtenida con útiles afilados cuando su forma no es la de astillas. No obstante en el esquema de certificación

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BIOMASUD se considera que a falta de una norma específica de madera triturada, la forma de obtener las partículas no se tendrá en cuenta siempre y cuando se cumplan el resto de especificaciones de la norma EN-14961-4. En la figura se aprecian diferentes biocombustibles astillados y triturados.

Figura 7. Aspecto de astillas para uso doméstico (izquierda) y triturado (derecha) de distintas especies y tamaños. Fuente: Elaboración propia

2.3.3. Hueso de aceituna

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El hueso de aceituna es un biocombustible que se obtiene a partir de las aceitunas utilizadas en la producción del aceite de oliva. La superficie total dedicada al cultivo del olivo, según datos de la FAO (http://faostat.fao.org/), se sitúa en el entorno a los 10 Mha, siendo España

el país que más superficie destina al cultivo de aceituna con 2,3 Mha, seguido de Túnez con 1,8 Mha. Sin embargo, es destacable que en España el rendimiento es en promedio más de 5 veces que en Túnez (2,8 t/ha frente a las 0,5 t/ha de Túnez). La UE es en conjunto el mayor productor mundial de aceituna de almazara con más del 70% de la producción mundial. La producción de aceituna está sujeta a las condiciones meteorológicas y puede tener fuertes variaciones anuales. Tal es el caso de la campaña 2012-2013 en España, en la que la producción de aceituna se redujo a menos de la mitad de la producción media anual, como se puede observar en la figura 8.

Figura 8. Producción de aceituna de almazara en las cuatro últimas campañas en los principales países productores de Europa.

Las aceitunas, por término medio, tienen una composición en peso seco en las diferentes partes de su anatomía que se indican en la figura 9.

Figura 9. Promedio (en peso seco) de las diferentes partes de la aceituna. Fuente: FAO 2008.

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Las industrias del aceite de oliva generan una serie de subproductos con un contenido energético importante. Los subproductos susceptibles de valorización energética son el orujo, orujillo y el hueso de aceituna. El balance de masa del proceso de la industria del aceite se muestra en el siguiente cuadro:

Figura 10. Balance de masas de la producción de aceite de oliva por el sistema de 2 fases. Fuente: AAE, 2013.

Según este esquema, la cantidad potencial de hueso que se extraería en la industria del aceite de oliva sería de un 8,3% en base al peso fresco de aceituna procesado o un 14,8% del peso seco (libre de agua). Esta cifra es obviamente variable con las variedades y podría ser incluso algo superior como se ha indicado en la figura 9, en la que el peso seco del endocarpio oscila entre el 17,3% y el 23%. Sin embargo, no es factible la separación del 100% del endocarpio de la aceituna y una pequeña parte del mismo queda remanente en el orujillo. Por este motivo y de acuerdo con estudios realizados en Andalucía (AAE, 2013), se estima que el potencial de producción de hueso de aceituna en de la industria del aceite de oliva estaría entre un 4% y un 6% del peso fresco de la aceituna molturada y la humedad de hueso extraído suele variar entre un 20 y un 30%. Por tanto, el potencial para el conjunto de los países europeos representados en la figura 8 sería de en torno a 630.000 t/año suponiendo una producción y procesamiento medio anual de 12,5 Mt de aceituna.

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La producción de aceite de oliva se divide en tres etapas relacionadas pero separadas en diferentes industrias:

• La primera extracción de aceite de oliva se realiza por medio de molinos de aceite ("almazaras" en español) mediante un proceso físico, donde las aceitunas se convierten en aceite y una torta denominada orujo o alperujo. • La segunda extracción del aceite se realiza en las industrias llamadas "extractoras" con el material recibido de las "almazaras ", donde todavía hay un 2-3 % de aceite. Se trata normalmente de una extracción química por medio de disolventes (hexano). En el orujo que procesan las extractoras puede haber todavía hueso en cantidad suficiente para que sea interesante su separación debido a que algunas almazaras no separan el hueso y su orujo es enviado con el hueso a las extractoras. Cada vez es mayor el nº de almazaras que separan el hueso del orujo. Esta operación se lleva a cobo mediante cribas y mesas densimétricas y el producto que se obtiene suele ser en su mayoría el hueso (endocarpio) molturado y cierta proporción de pellejo u hollejo (epicarpio) y pulpa (mesocarpio) y con contenidos de humedad variables entre el 20 y el 30% b.h.) El hueso de aceituna obtenido se suele utilizar directamente como combustible en las almazaras tal cual se produce o con un oreo previo, sin embargo para la obtención de un producto de calidad BIOMASUD es preciso reducir la humedad y eliminar el contenido en materia fina ligera (hollejo). Normalmente esta labor la realizan empresas especializadas que adquieren el hueso a las almazaras y que están dotados de un sistema de secado forzado y cribas para realizar esta labor. Estas empresas son las que habitualmente producen el biocombustible envasado o a granel con calidad BIOMASUD.

Figura 11. Hueso de aceituna en una almazara. Fuente: P.R.M.

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La cadena de producción y suministro de biocombustibles obtenidos como subproductos de la industria del aceite de oliva se muestra en la figura 12.

Figura 12. Esquema del proceso de producción-suministro de hueso de aceituna. Fuente: Proyecto Biomasud

2.3.4. Cáscaras de frutos secos

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Los frutos provenientes de almendros y pinos se transportan para ser procesados en agroindustrias en partidoras en las que se extraen la nuez y se generan los subproductos que son susceptibles de ser utilizados como biomasa: En las partidoras de almendra. Partidoras de piñones. En estas suele haber dos tipos de productos: la cáscara de los piñones propiamente dicha y la piña troceada o “piñote”. También es frecuente que se mezclen las dos biomasas. La mayor producción de Europa y segunda del mundo tras china se concentra en la zona de Pedrajas de San Esteban y Mojados (Valladolid). Partidoras de avellanas. Aunque hay producciones testimoniales en España, en otros países son más frecuentes y son muy similares en características físico-químicas a las cáscaras de almendra.

Las cáscaras de frutos secos se suelen utilizar directamente como combustible en granjas, invernaderos y otras instalaciones, sin embargo para la obtención de un producto de calidad BIOMASUD es preciso eliminar materia fina donde se concentra los mayores contenidos en ceniza. En el caso de las cáscaras de almendras, piñote y avellana, también se suele pasar por un molino para hacer el tamaño partícula algo más pequeño y homogéneo. Normalmente esta labor la realizan empresas especializadas que adquieren la almendra a partidoras y que están dotados de un sistema de cribas. También existen empresas partidoras que complementan su actividad valorizando este subproducto (Frutos Secos Puig, Altura).

Figura 13. Esquema del proceso de producción-suministro de las cáscaras de frutos secos. Fuente: Proyecto Biomasud

Figura 14. Cáscara de almendra. Fuente: P.R.M

Figura 15. Cáscara de piñón. Foto: A.G.

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Figura 16. Cáscara de almendra en una partidora. Fuente: P.R.M.

Figura 17. Partidora de almendra. Fuente: P.R.M.

2.4. CARACTERIZACIÓN COMO COMBUSTIBLES

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Las materias primas que se pueden usar como combustibles en el Sur de Europa son muy variadas y su composición química es, así mismo, variada. Es preciso tener un mayor y mejor conocimiento de las características de los biocombustibles sólidos utilizados en el Suroeste Europeo que permita poner las bases para el establecimiento de un sistema de aseguramiento de la calidad que de confianza a los usuarios actuales y potenciales de la biomasa para usos térmicos y especialmente a los usuarios dentro del ámbito doméstico. Un objetivo importante del proyecto BIOMASUD fue determinar las características de los biocombustibles sólidos utilizados en regiones SUDOE para usos térmicos, mediante la evaluación de los principales parámetros físicos, químicos y energéticos de los biocombustibles sólidos en el mercado SUDOE. El conocimiento de las características de los diferentes biocombustibles ha servido de base para el establecimiento de requisitos mínimos de calidad para su utilización en aplicaciones térmicas y especialmente en los aparatos domésticos. El estudio se centró en los

biocombustibles particulados como pélets, astillas, hueso de aceituna y cáscaras de frutos secos, cuyo uso potencial es alto y que presentan un buen funcionamiento en calderas y estufas automáticas. No se han incluido, en esta fase del proyecto, biocombustibles como la leña y las briquetas cuyo uso, en general se limita a dispositivos alimentados manualmente. La toma de muestras de biomasa se realizó entre marzo de 2011 y junio de 2012. En total, se tomaron 96 muestras. La distribución de las muestras por tipo de biomasa y el país se muestra en la Tabla 3. Tabla 3. Muestras recolectadas y analizadas en el proyecto BIOMASUD.

Los valores medios analíticos obtenidos para las muestras recolectadas se muestran en la tabla 4. Las conclusiones sobre la calidad de los distintos biocombustibles estudiados fueron las siguientes: La valoración de la calidad de los pélets analizados realizada de acuerdo a la conformidad con los criterios ENplus basados en la norma EN 14961-2, dio como resultado el que de las 32 muestras estudiadas, cerca de la mitad (15 muestras) estarían dentro de las clases del esquema EN. Sólo 7 muestras cumplían los parámetros A1, 6 muestras cumplen cumplían A2 y 2 muestras estaban en clase B. La calidad, desde el punto de vista de un parámetro crítico como el contenido en cenizas, es aceptable estando en todos los casos por debajo de 2,2% y el 59% de las muestras tenía un contenido menor o igual al 0,7%. También se puso de manifiesto que los parámetros físicos durabilidad (DU) y finos (F) son la causa de exclusión directa del esquema EN+ en 8 casos y la longitud (L) en un caso. Estos parámetros son corregibles fácilmente si los productores decidiesen acogerse al sistema EN+. En el momento de realizar el muestreo en 2011, ninguno de los productores estaba

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trabajando bajo dicha certificación y sólo 1 (en España) tenía el sello DIN+. Actualmente (septiembre de 2014) existen 5 en Francia, 4 en Portugal y 9 en Italia, de acuerdo con el EPC (European Pellet Council). 17 productores con certificado en vigor en España, 7 en Francia, 4 en Portugal y 10 en Italia, de acuerdo con el EPC (European Pellet Council, http://www.enpluspellets.eu/production/certified-producers/) En los análisis se detectaron tres casos de pélets con contenidos elevados de N y Cl, debido posiblemente a la utilización de materias primas contaminadas como muebles reciclados y maderas tratadas. Respecto a las astillas de madera, no existen en el sur de Europa esquemas similares al ENplus para pélets, sin embargo la comparación realizada con la norma EN 14961-4 indica que la calidad media de las astillas muestreadas fue buena, con la excepción de dos muestras con elevado contenido en finos y una de ellas con un elevado porcentaje de humedad (45%). Sobre las biomasas típicas del sur de Europa como el hueso de aceituna y las cáscaras de almendra, piña y piñón se observó que se trata de biocombustibles que presentan una buena calidad desde el punto de vista físico, químico y energético, con la salvedad de que en algunos casos presentan puntos de deformación inicial de cenizas (valor DT) bajos comparados con la madera. Por otro lado sus características de densidad y granulometría y en definitiva su densidad energética es diferente a la de las astillas y los pélets de madera por lo que se identificó la necesidad de implementar, a nivel europeo, estándares en los ámbitos de la calidad de los biocombustibles y en el de la utilización de estos combustibles en equipos automáticos de combustión. Una primera iniciativa ha sido puesta en marcha por el CIEMAT que ha propuesto al Subcomité 1 (Biocombustibles sólidos) del Comité Técnico AEN/CTN 164 Biocombustibles sólidos los dos proyectos de norma siguientes: UNE xxxxx [en fase de aprobación a fecha de octubre 2014]. Biocombustibles sólidos. Especificaciones y clases de biocombustibles. Hueso de aceituna de calidad. UNE xxxxx [en fase de aprobación a fecha de octubre 2014]. Biocombustibles sólidos. Especificaciones y clases de biocombustibles. Cáscaras de frutos de calidad

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Se espera que las normas sean aprobadas en 2014 como normas UNE y se espera tramitarlas como normas Europeas (EN) o mundiales (ISO) durante 2015.

Tabla 4. Valores medios analíticos obtenidos para los distintos biocombustibles.

nd (no determinado) na (no aplicable)

2.5. TECNOLOGÍAS PARA LA UTILIZACIÓN TÉRMICA DE LA BIOMASA EN EDIFICIOS Los generadores de calor mediante combustión, se pueden clasificar en dos tipos atendiendo básicamente al fluido utilizado en la transferencia del calor: 1- Generadores de aire caliente: comúnmente denominados estufas. En éstos, el calor del quemador es transferido directamente al aire del espacio a calentar mediante convección y radiación. La convección puede ser natural o forzada 2- Generadores de agua caliente: comúnmente denominados calderas, donde el calor generado en el quemador se transfiere al agua y del agua, a los emisores de calor por convección natural o forzada. Las calderas para instalaciones en edificios se pueden diferenciar según la fuente de calor utilizada (figura 18).

Figura 18. Tipos de calderas para instalaciones térmicas en edificios, según fuente de calor. Fuente: elaboración propia.

Por otro lado, los generadores de calor con biomasa pueden clasificarse también atendiendo al tipo de combustible que admiten y a la clase de tecnología que utilizan. Según tipos de combustible, existen cinco tipos:

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1-Calderas de leños. Se alimentan de leña y/o briquetas que se cargan en lotes. Hay dos tipos: las más antiguas, de tiro directo y las más modernas de tiro invertido con alto nivel de automatización en algunas marcas. 2-Calderas de pélets. Suelen ser pequeñas, compactas y altamente eficientes. Normalmente presentan potencias de hasta 40 kW.

3-Calderas de astillas. Se suelen emplear en potencias de 40 kW o más (hasta varios MW). Admiten variaciones en la calidad de los combustibles (humedad, granulometría y contenido en cenizas). 4- Calderas mixtas de sólidos. Admiten varios tipos distintos de combustible al mismo tiempo como por ejemplo leños y pélets. 5- Calderas policombustibles: admiten combustibles sólidos de distintas tipologías y orígenes como pélets de madera, hueso de aceituna, cáscaras de frutos secos, etc. La revolución en la utilización térmica de la biomasa viene de la mano del gran desarrollo de equipos de alimentación automática de biocombustibles sólidos particulados, es decir, biocombustibles con tamaños de partícula definidos. En la figura 19 se muestran las partes de que se compone un equipo de combustión de elevadas prestaciones:

Figura 19. Componentes de un equipo de combustión de elevadas prestaciones. (Fuente: KWB)

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Los pélets y otros productos particulados o granulares como el hueso de aceituna, las astillas de madera etc., poseen propiedades uniformes que facilitan su movimiento, y una elevada densidad energética que los hace adecuados para sistemas de calefacción automáticos de todos los tamaños. Las calderas para biocombustibles particulados se diseñan de un modo parecido a otras calderas convencionales de gasoil. Sin embargo, en estos equipos, el combustible ha de ser transportado desde su lugar de almacenamiento (tolva) hasta el quemador situado en la cámara de combustión mediante un tornillo sinfín. Por otro lado, los humos derivados de la combustión son conducidos, por tiro natural o más habitualmente por tiro forzado (mediante la acción de un extractor), a través de los tubos del intercambiador de calor contenido en la caldera, en el cual se transfiere calor al agua o al aire. Un aspecto fundamental y específico del diseño de las calderas de biomasa es la forma de distribución aire/combustible, que consiste en la partición del aire de combustión en dos fracciones (air staging): el denominado aire primario que sirve para la combustión de la fracción de carbono fijo (sólido) de la biomasa y que se introduce al nivel del lecho de brasas, y el aire secundario que se introduce en uno o varios puntos por la parte superior de la cámara de combustión o zona libre (freeboard) para quemar allí de forma eficiente los volátiles. Lógicamente, en las calderas de biomasa el sistema de intercambio de calor es mucho más importante en las zonas libres donde se quema la materia volátil que es muy abundante en los biocombustibles. Con objeto de proporcionar suficiente aire de combustión, asegurar un buen contacto entre el aire y el combustible sólido y controlar las emisiones de gases por la chimenea, se instalan ventiladores, con los cuales se regula la cantidad de aire primario, secundario e incluso terciario que se va a introducir por los distintos puntos de la cámara de combustión.

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Los equipos de combustión de biocombustibles particulados pueden tener el quemador integrado o bien estar formados por un cuerpo de caldera estándar que puede combinarse con distintos tipos de quemadores. En general, en el sector doméstico se emplean cuatro tipos de quemadores como se indica en la Figura 20.

Figura 20. Tipos de quemadores domésticos. (Fuente: CEDER)

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3. ASPECTOS REGULATORIOS 3.1. INTRODUCCIÓN Los aspectos regulatorios en los temas relacionados con la generación térmica con biocombustibles sólidos y particularmente la generación térmica en edificios y en instalaciones de baja y media potencia han sido y son todavía hoy, una de las asignaturas pendientes de la política europea. Son muchos millones de pequeñas y medianas instalaciones las existentes en los países de la UE y el tema es muy complejo. Hasta la fecha son varios los países cuyo marco regulatorio se ha desarrollado con mayor profusión, como Austria y Alemania. El marco regulatorio lo forman distintos tipos de elementos entre los que cabe citar, leyes, reglamentos y estándares en ámbitos internacionales, europeos y nacionales. A este respecto es preciso diferenciar los distintitos elementos: Legislación: una ley o conjunto de leyes promulgadas por una autoridad pública (Parlamento Europeo, los Gobiernos de los Estados Miembros, los Gobiernos Regionales) para regular una actividad, área o sector. El tipo y la jerarquía de los diferentes actos jurídicos dependen del cuerpo del Gobierno que los promulga. A nivel comunitario, los instrumentos legales pueden ser promulgados en forma de decisiones, directivas, reglamentos, recomendaciones y opiniones:

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·Decisión: instrumento mediante el cual la una institución de la UE se pronuncia sobre una cuestión en particular. Es vinculante para aquellos a quienes se dirige y es directamente aplicable. ·Directiva: pieza de legislación que impone obligaciones que todos los Estados miembros deben cumplir. Los Estados miembros de la UE deben transponer las Directivas en su marco legislativo interno, pero son libres de determinar la forma y los métodos. ·Reglamento: pieza de legislación que es directamente aplicable en los Estados miembros y a diferencia de las Directivas, no necesitan ser incorporadas a los ordenamientos jurídicos internos. ·Recomendación: instrumento de política, no vinculante, para sugerir una línea de actuación sin imponer ninguna obligación legal a aquellos a quienes se dirige. ·Opinión: instrumento no vinculante para hacer una declaración desde el punto de vista de una alguna de las instituciones de la UE.

Además existen otros instrumentos para la estandarización: ·Norma: documentos de especificaciones técnicas destinado a ser utilizado como regla, directriz o definición. Se trata de un documento consensuado para acometer algo de forma repetible. Dichas especificaciones se conocen como "normas armonizadas”. Algunas de ellas se utilizan como base para la legislación de los sistemas de certificación independientes, como la etiqueta ecológica de la UE o el esquema de certificación de pélets ENplus. Algunas directivas y reglamentos de la UE también están construidas sobre las normas técnicas, ya que son acordados por la industria afectada. 1-Normas internacionales: promulgadas por una organización internacional de normalización como la Organización Internacional de Normalización (ISO ) y la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC), se reconocen tanto a nivel internacional como de la UE (esto incluye a las normas internacionales que han sido adoptadas por organismos europeos, por ejemplo, "EN ISO" o "EN IEC“). 2-Normas europeas: denotadas por el prefijo "EN", son adoptadas por el Comité Europeo de Normalización (CEN), el Comité Europeo de Normalización Electrotécnica (CENELEC) o el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (ETSI). 3-Normas a nivel Estado: estándares específicos desarrollados o adaptados por los Estados miembros sobre la base de normas internacionales. El prefijo es único para cada país : NF (Francia); DIN (Alemania) ; BS (Reino Unido); UNE (España). ·Sellos: Los esquemas de certificación generalmente gestionados por terceros independientes, con el objetivo de informar a los clientes de una característica específica de un producto, por ejemplo la calidad, el origen, la protección del medio ambiente, etc. A menudo se basan en las normas aprobadas a nivel internacional, europeo o de los Estados Miembros, y exigen el cumplimiento de una serie de criterios claros y medibles como la composición y el funcionamiento de un producto o servicio a ser certificados.

3.2. LEGISLACIÓN APLICABLE A INSTALACIONES TÉRMICAS Las instalaciones que transforman combustibles en energía térmica mediante combustión se pueden clasificar en tres grandes grupos en función de su potencia térmica: 1. Grandes instalaciones de combustión con potencias ≥50 MWt 2. Instalaciones de combustión medianas con potencias ≥1

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