The Grand Canyon National Park is the scene of action for a puzzling mystery that morphs into a perilous confrontation with espionage agents for Pat Marshall. She hires P.I. Harry Hamilton to locate her missing brother, duels with FBI agents and U.S. State Department officials and entices Park Ranger Scott Cantrell to reveal top secret information on the trail that leads to a death defying outcome.

The Canyon Caper

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¿ES ACASO DE EXTRAÑARSE QUE UN LAICO, no un bien reconocido teólogo del último tiempo?...En este caso una mujer, quien no es egresada de Seminarios Cristianos ni de Universidades seculares: ¿Pueda entender para retar la más popular enseñanza sobre los tiempos del fin y encontrarla equivocada? Sin embargo, ella prueba lo que dice con evidencia creíble de la Biblia. La autora combinó el pensamiento crítico con profecías cumplidas en la historia, largamente ignoradas, con abundante oración y estudio intenso… Y el Espíritu Santo la llevó a un mejor entendimiento del tema referente a los eventos que precederían la Segunda Venida del Señor Jesús. ¿Podremos estimularnos a hacer lo mismo? Usted no tiene que estar de acuerdo con ella, pero una vez lea UN MUNDO AL REVÉS, se encontrará mejor preparado en el tema de los Tiempos del Fin. Este libro es ideal para estudio en grupos de casi todas las edades.

UN MUNDO AL REVÉS

Cuál era el entendimiento que los Reformadores del Siglo XVI tenían sobre el Anticristo y qué dice la Biblia sobre él? ¿Pudiera ser que hemos ignorado la historia y malinterpretado la profecía del último tiempo?

Sonia I. Lugo Vélez siempre supo que Dios existía pero al carecer de un

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¿Acaso será que los cuatro jinetes del Apocalipsis ya están aquí? Y si es así… ¿Desde cuando?

Sonia I. Lugo Vélez

entrenamiento cristiano firme tuvo que pasar por muchas situaciones dolorosas que hubiera evitado de haber sabido mejor. Ella desconocía si Dios intervenía en la vida de quienes creó para enseñarle un mejor y nuevo modo de vivir. Directo de las páginas de la Biblia, aprendió que no hay mejor modo de vivir que el prescrito por Dios mismo en Su Libro Sagrado. Se dio cuenta que no era posible entrar al Reino de Dios tal como era y así comenzó su larga jornada hacia la verdad hace más de treinta años. Han sido años de búsqueda, de aprendizaje arduo, de caer y de glorioso levantarse por la gracia de Dios y hoy tiene la certeza que aún Dios continúa obrando en los asuntos de su vida. Esto la ha llevado a convertirse en una muy seria estudiante de la verdad que emana de la Biblia. Se tomó un tiempo libre de un programa radial que producía para terminar este su primer libro. Ella y su esposo viven en su finca de productos orgánicos. Viaja frecuentemente a Estados Unidos a visitar sus hijos y nietos. En su Iglesia estuvo a cargo del ministerio a los necesitados y ha fungido de maestra Bíblica sustituta para adultos. Vive una vida sencilla y agradecida de Dios por todo lo que Él le ha dado.

Copyright © 2010 Sonia I. Lugo Vélez ISBN: 978-1-60910-446-7 Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá ser guardada en sistema, transmitida en forma alguna o por cualquier medio, sea electrónico, mecánico, grabado, fotocopiado u otros, sin el permiso previo por escrito de la autora. Impreso en Estados Unidos de América. Booklocker.com. Inc. 2010

Todas las citas bíblicas a menos que se indique lo contrario fueron tomadas de la Reina Valera 1995, Edición de Estudio Publicada por Las Sociedades Bíblicas Unidas

CONTENIDO SOBRE LA AUTORA ................................................................. ix PRÓLOGO ................................................................................ xiii INTRODUCCIÓN ........................................................................ 1 Capítulo 1: LOS EVENTOS QUE JESÚS DIJO OCURRIRÍAN ANTES DE SU SEGUNDA VENIDA .................................... 9 Capítulo 2: LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Y EL TEMPLO ............................................................................ 16 Capítulo 3: LA APARICIÓN DE MUCHOS ENGAÑADORES Y FALSOS PROFETAS ......................................................... 26 Capítulo 4: GUERRAS Y RUMORES DE GUERRAS, NACIÓN CONTRA NACIÓN .............................................. 31 Capítulo 5: HAMBRUNAS ......................................................... 44 Capítulo 6: TERREMOTOS EN DIVERSOS LUGARES ASÍ COMO EPIDEMIAS GENERALIZADAS............................. 55 Capítulo 7: PERSECUCIÓN DE LOS CREYENTES ................ 64 Capítulo 8: APOSTASÍA, ANTICRISTOS & FALSOS PROFETAS ........................................................................ 95 Capítulo 9: COMO EN LOS DÍAS DE NOÉ Y LOT ................. 128 Capítulo 10: AUMENTO EN LA CIENCIA Y EL CONOCIMIENTO ............................................................. 145

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UN MUNDO AL REVÉS

Capítulo 11: SEÑALES EN EL SOL, LA LUNA Y LAS ESTRELLAS ..................................................................... 149 Capítulo 12: LA PREDICACIÓN DEL EVANGELIO POR TODO EL MUNDO ........................................................... 154 Capítulo 13: LA ABOMINACIÓN QUE CAUSA DESOLACIÓN .................................................................. 158 Capítulo 14: LA SALVACIÓN DE ISRAEL .............................. 179 Capítulo 15: LA SEGUNDA VENIDA DE JESÚS .................... 195 NOTA DE LA AUTORA ........................................................... 219

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Capítulo 2 LA DESTRUCCIÓN DE JERUSALÉN Y EL TEMPLO

"Así recaerá sobre vosotros (ustedes)* toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel, el justo, hasta la sangre de Zacarías hijo Berequías, a quien matasteis entre el templo y el altar. De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación. ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta a sus polluelos debajo de las alas, pero no quisiste! Vuestra casa os es dejada desierta, pues os digo que desde ahora no volveréis a verme hasta que digáis, ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Mateo 23: 3539 *Paréntesis mío La destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén es la primera señal que Jesús refirió a sus discípulos, justo antes de comenzar a detallar el resto de las señales que apuntarían a su Segunda Venida. Su declaración de la desolación de Jerusalén, da pie a la pregunta que sus discípulos hicieran, sobre el momento en que todas estas cosas habrían de suceder. Hay que recordar, que nuestro Señor quería que sus discípulos estuvieran fuera de la ciudad de Jerusalén y sus alrededores, antes de su destrucción, de modo que pudieran librarse de lo que sucedería, a aquella generación de judíos. Mateo 24:15-18. Teniendo esto presente, el Señor tuvo que insistir en la

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destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén, pues de seguro, muchos de ellos todavía estarían vivos en ese momento futuro. Sus seguidores debían escapar antes de la destrucción prevista, tenían una misión por cumplir; predicar el mensaje del Evangelio comenzando precisamente desde Jerusalén, Judea, Samaria y hasta los confines de la tierra. En el momento de la destrucción de la ciudad de Jerusalén y el templo en el año 70 DC, el Evangelio ya había sido predicado y escuchado por esa generación de judíos en la tierra de Israel y también había penetrado el Imperio Romano y la mayoría de sus dominios. Es un hecho histórico que a finales del siglo I después de Cristo, el mensaje de la Cruz, había alcanzado prácticamente todos los rincones del Imperio Romano. Ahora, volviendo a esta predicción de la destrucción del templo y de la ciudad de Jerusalén, podemos constatar que, justo antes del arresto, juicio y asesinato, de nuestro Señor Jesucristo, la tensión entre la élite de judíos religiosos y Jesús había alcanzado un punto crítico, y el drama de la Cruz estaba a punto de comenzar, marcando el clímax de sus tres años y medio de ministerio terrenal. Jesús también sabía, que Él sería acusado falsamente y sometido a muerte por los religiosos judíos. Aún conociendo esto, El Señor no intentó evitar su martirio, ni mucho menos buscaba obtener alguna simpatía de ellos. A pesar de conocer lo que le sucederá, Él no escatimó palabras en advertirles sobre la realidad de la destrucción próxima de su ciudad y del templo. Esta profecía se cumplió casi 40 años más tarde, a mano de los ejércitos del general romano Tito, hijo del emperador Vespasiano.

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Es imprescindible, que todos los que deseen comprender la historia de los judíos a través de ese primer siglo cuando ocurrieron todas estas cosas, lean Los Trabajos Esenciales, por el historiador judío Flavio Josefo, traducido del griego por Paul L. Maier, (Publicaciones Kregel, 1994). Josefo es un conocido historiador de la época y, fue un testigo presencial de la desolación de Jerusalén y la destrucción del templo. En sus escritos comparte cómo él fue usado por los romanos para evitar la destrucción de la ciudad. Josefo narra, que el número de prisioneros judíos tomados por los romanos ascendieron a 97,000, y los muertos sumaron la cantidad 1,100.000. El explica que la mayoría de éstos eran de sangre judía, pero no nativos de la ciudad, que habían llegado para celebrar la fiesta de los panes sin levadura (Pascua). Se encontraron bajo el asedio y fueron atrapados entre la guerra y la multitud y no pudiendo escapar sucumbieron al hambre y la peste (epidemias). Jesús también le dice a sus discípulos que habría un tiempo cuando le dirían a Él, ¡“Bendito el que viene en el nombre del Señor”! Como tal, su prometido retorno tiene mucho que ver con la nación de Israel y para cumplirse esta última declaración, el pueblo judío tendría que estar de nuevo en su tierra como nación, antes de ese evento. Jesús termina su discurso al decirles cuál va a ser el destino de su nación y de sus compatriotas después de la destrucción de Jerusalén y del templo. Tal como registrara Lucas 21:24: "caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones de la tierra, hasta que se cumplan los tiempos de los gentiles". Y si la destrucción previa, anunciada por El Señor iba a suceder, vale la pena preguntarse… ¿cuándo los judíos volverían a ocupar su tierra como nación si ésta iba a ser destruida y ellos

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exiliados? Siendo así… ¿Cuándo los judíos volverían a ocupar su tierra nuevamente? Tal parece, que regresarían poco tiempo antes de la Segunda Venida del Señor, al final de los tiempos, porque la historia como sabemos, nos muestra la intervención de Dios con las naciones de la tierra para el firme cumplimiento de sus propósitos. Por lo tanto, tengamos en cuenta este pequeño detalle mientras tratamos con la profecía de la destrucción que habría de venir sobre Jerusalén y su templo tal como la predijera El Señor Jesús. En Mateo 23: 35-39 Jesús estaba diciendo a los escribas y los fariseos lo que iba a suceder a esa generación de judíos, pues muchos de sus oyentes estarían vivos en el momento de la destrucción de Jerusalén y el templo, tal como ocurrió treinta y siete años más tarde. El Señor Jesús en forma clara les dice: "De cierto les digo, todo esto vendrá sobre esta generación." La certeza de que el evento sin lugar a dudas ocurriría se nota al decirles; "De cierto les digo". Jesús les dice que "esta generación" de los judíos que lo escuchaban, verían la desolación de su casa (templo) y la destrucción de su ciudad. Mateo 23: 38 y Lucas 21: 6, 20, nos habla de la futura desolación de su casa, lo que significa que el templo y la ciudad de Jerusalén, serían destruidos. La palabra desolación lleva en sí misma la noción de destrucción, devastación, demolición, asolada, arruinada y como consecuencia abandonada, llena de angustia, dolor, abatida, melancólica, acabada y llena de profunda tristeza. Sí, su templo fue destruido y su casa, la tierra de Israel, permaneció desolada por más de 1800 años hasta que los judíos comenzaron a volver nuevamente a la tierra de Israel a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX.

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En su libro Historia De Los Judíos, Salomón Grayzel señala que: "Desde Las Cruzadas, Palestina había permanecido una tierra desierta, el número de judíos palestinos era insignificante y su condición miserable. Hacia el final del siglo XV un famoso académico judío italiano, Abdías de Bertinoro, fue a establecerse allí, y en carta suya indica su asombro y angustia al ver que la vida judía en la tierra de sus antepasados fuese tan precaria. Describió a Jerusalén en los siguientes términos: sus habitantes (de Jerusalén) me han dicho que su número es de alrededor de 4.000 mil familias. En cuanto a los judíos, cerca de 70 familias que habían permanecido eran de judíos de la clase más pobre; apenas tienen para cubrir las necesidades más elementales; quien tiene pan por un año se le considera rico". Grayzel vuelve a decir que el estado de Palestina, en ese siglo había llegado a representar el miserable estado del pueblo judío. Ambos estaban desolados; ambos en tierras hostiles, como esperando la redención por Dios”. , © 1947, Historia de los Judíos, Solomon Grayzel, autor, publicado por la Sociedad Judía de Norte América, usado con permiso del editor. Más detalles relativos a la profecía hablada por Jesús concerniente a la destrucción de Jerusalén, su templo y el exilio de los judíos pueden encontrarse en los Evangelios: Mateo 24:12,15-22, Marcos13: 1-2,14-20 y Lucas 21: 5-6, 20-24. Estos versículos se ocupan exclusivamente de esa generación de judíos del primer siglo, que escuchara la profecía de Jesús sobre la devastación de la ciudad y de su templo. No debe entenderse ni aplicarse para ningún otro tiempo o templo futuro. Se cumplió y sucedió, en el año 70 DC, como ya hemos demostrado. Ningún otro tipo de destrucción se ha hablado en la 20

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Biblia para los judíos en cualquier futuro. Lo que dice la Biblia es;…los judíos volverían a su tierra, volverían a ser nación y muchas naciones circundantes les atacarían, pero sus enemigos serían destruidos de izquierda a derecha por el Dios de Israel, El Todopoderoso mismo, que luchará por su pueblo, plantando su bandera en Sión como señal a todas las Naciones. (Zacarías 12, Joel 3, Isaías capítulos 62-64). Este tema se cubrirá en mayor profundidad más adelante. Al comienzo del capítulo 24 de Mateo, los discípulos de Jesús llamaron su atención (Marcos 13: 1, Lucas 21: 5, Mateo 24: 1) a la belleza de las piedras de mármol de su templo: el templo de Herodes. En la Biblia de estudio de NIV en inglés se encuentra esta nota refiriéndose a Lucas 21: 5: "una de las piedras de la esquina suroeste era de 36 pies de largo. «La que no estaba cubierta con oro, era de mármol del blanco más puro» (Flavio Josefo, Las Guerras de Los Judíos, 5.5.6). Herodes había donado una enredadera de oro para una de sus decoraciones. Sus racimos de uvas eran tan altos como un hombre. La magnificencia completa del templo tal como fuera elaborado, y adornado por Herodes ha salido a la luz a través de las más recientes investigaciones arqueológicas en la colina del templo". De nuevo, Jesús les preguntó: ¿“Ven todas estas cosas”? “De cierto les digo, no quedará aquí piedra sobre piedra que no sea derribada”. Mateo 24: 2. Con esta declaración enfática les repite lo que ha dicho antes en Mateo capítulo 23:35 –39: el templo sería destruido. La última parte de Mateo, capítulo 23 pertenece con el capítulo 24, pues Jesús está hablando del mismo evento. Tengamos en cuenta que la Biblia no fue originalmente escrita y dividida por capítulos, ni subdividida en 21

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versos por los autores originales. Esto fue hecho después, en el Siglo XII y el siglo XIII. Esto facilita la referencia, el recordar la cita y por supuesto localizarla. Estas divisiones no pretendían separar el mensaje o la materia temática. Siendo así, puede decirse que la última parte de Mateo 23 debe interpretarse como el inicio del capítulo 24 de Mateo, porque justo después vemos a los discípulos del Señor que le señalan a la magnificencia del templo construido por Herodes, a lo que Jesús respondiera que todo sería destruido. Volvamos a la reacción de los discípulos de Jesús, al escucharlo predecir el terrible destino que su templo y nación experimentarían. Estos discípulos amaban su nación. Eran auténticos patriotas. Éstos, de seguro fueron los mismos discípulos que preguntaron a Jesús, poco antes que Él ascendiera al Padre, si en aquel tiempo le sería restaurado el reino a Israel. Y por eso le preguntaron: (Hechos 1: 6) ¿"Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo”?

La pregunta debió haber sido cuando Israel sería restaurado, porque se entiende que ellos sabían que Israel sería restaurado, pero evidentemente Jesús deja de lado la pregunta, sin embargo eso no significaba que Israel no sería restaurado. El asunto no es si Israel iba a ser restaurada como nación, sino cuando. Ellos sabían que la futura restauración de su nación era segura, pero querían saber si sucedería inmediatamente después de la ascensión del Señor, durante la vida de ellos. Esta pregunta por parte de los discípulos sirve para confirmar su falta de entendimiento sobre determinados asuntos futuros. Al igual, nosotros hoy en día, no conocemos todos los detalles

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minuciosos relativos a la profecía incumplida. Pero la respuesta del Señor es clara: “No os toca a ustedes saber los tiempos o las ocasiones que El Padre puso en su sola potestad; pero recibiréis poder cuando haya venido sobre ustedes El Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:6-8 Y eso debía ser lo más importante para ellos. ¿Cómo se habrán sentido los discípulos tras escuchar la predicción dada por El Señor sobre tal destrucción? Después de todo, su templo y su ciudad eran símbolo de la fe judía, representaba su origen étnico, su nación, su orgullo y su historia. ¿Cómo nos hubiéramos sentido nosotros? Es de entender que ellos quisieran saber más sobre todo este asunto. El pasaje bíblico nos dice que ellos en privado le preguntaron acerca de estas alarmantes declaraciones. Veamos Mateo 24 en el verso 3: "Dinos, ¿Cuándo serán estas cosas, y que señal habrá de tu venida y del fin del siglo”? Como muchos han dicho antes que yo, esta es una pregunta de tres partes. ¿Cuándo ocurrirá esto? (1), aquí se están refiriendo a lo que Jesús dijo acerca de la destrucción de su templo y su ciudad, de los que ya había hablado dos veces antes, (2) la señal o señales de su venida, (3) y la señal del final de la edad. Estos tres temas están íntimamente relacionados. Ellos querían saber cuándo se destruiría el templo y querían saber cuáles serían las señales o indicios que estarían ocurriendo antes del retorno del Señor, los cuales también estarían relacionados con el final de la edad. Esto les serviría de pistas o puntos de referencias para ayudarlos (a ellos y a nosotros), a recordar las instrucciones sobre lo que se espera en el futuro, a la par que nos ayuda a no perder la esperanza, 23

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mientras vivimos en un mundo que parece estar al revés. Sin embargo esa condición misma de caos en el mundo, nos fue predicha por El Señor, como los sucesos que estarían ocurriendo justo antes de su venida. La profecía de Jesús sobre la destrucción de Jerusalén y el templo tuvo un sorprendente cumplimiento. Los ejércitos romanos liderados por el General Tito hijo de Vespasiano, el emperador en el año 70 DC, de hecho destruyeron la ciudad y el templo. Los judíos cayeron por la espada y fueron llevados cautivos a otras naciones. Jerusalén permaneció, pero pisoteada por muchas personas y etnias durante siglos como bien indicara Jesús. Lucas 21: 24

LA ÚNICA PORCIÓN DE ESTA PROFECÍA NO CUMPLIDA AÚN Pero hay una pequeña porción de esa profecía que no ha sido cumplida aún. Esa profecía termina diciendo: “os digo que desde ahora no me veréis más hasta que digáis: ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor”! Mateo 23: 39 Para que esta porción pudiera cumplirse, los judíos tenían que estar de vuelta en su tierra, porque de otro modo la expresión no tiene mucho sentido. Si aún Lucas 21: 24, establece que: “Caerán a filo de espada y serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”. Entonces, para que esa declaración pudiera cumplirse, los judíos debían volver a estar plantados en su tierra. La declaración sobre el fin de los tiempos de los gentiles estaba también relacionada a la profecía.

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Es un hecho histórico que los judíos están de vuelta en su tierra y esto es de gran relevancia, porque el escenario está preparado, para el cumplimiento de esa última porción no cumplida. Se está acercando el día cuando los judíos al ver Quién viene a su rescate, finalmente dirán: ¡“Bendito el que viene en el nombre del Señor”! Sí, y para que puedan decirlo tenían que estar de vuelta en su tierra y lo están. Nosotros podemos estar bien seguros y basados en la Palabra de Nuestro Señor Jesús, que del mismo modo como esta profecía de la desolación y la destrucción de Jerusalén tuvo un cumplimiento tan preciso, el resto, lo que falta, también ocurrirá. Por mi parte, anhelo ver el día cuando los tiempos de los gentiles terminen, pues esto apunta hacia la mayor de las bendiciones para toda la humanidad. (Lucas 21: 24, Romanos 11: 25-26) Pienso que la historia humana presente va dirigiéndose rápidamente hacia ese, su destino final.

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