C V >» Í TRAGEDIA: VENUS Y ADONIS Y BELONA ENAMORADA; A C T O R E S. J $ $ t A C T O P R I M E R O

C V N urn, 59 > » Í T R A G E D IA : VENUS Y ADONIS Y BELONA ENAMORADA; EN TRES ACTOS. ACTO R ES. t^ enuu B tlo n a , F lo r a . N in fa s . A

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C V N urn,

59

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» Í

T R A G E D IA :

VENUS Y ADONIS Y BELONA ENAMORADA;

EN TRES ACTOS. ACTO R ES.

t^ enuu B tlo n a , F lo r a . N in fa s . A d o n is.

■J $

$ t A CTO

P'Iarte.

IHÀÉÜABÆ“

IMPREN='

'ADBORGAJ CALLE DELAS] BARCAS,

S ilv io . P^ulcano. Fauno. Ciclopes.

v ^ m c iá ¿

P R IM E R O .

M o n te con la v is to d e l mar , y e l B in a respirando llam as : «« árbol en medio d e l Thecdro, V e n . * ^ 1 m onte , F lo ra , salimos para a liv ia j,,m is triscezasi que aunque so y D e id a d , tam bién e sto y padeciendo penas; d e tal suerte F lo ra herm osa, d e ta l suerte F lo ra bella, qu e el tirano de C u p id o hasta e a su m adre se venga^ paraqu e en confuso llan to , m al confundida, m i idea, ven ga ha p e d ir á este m o n t e é duro em brión de- la tierra; n iev e y a r d o r ; paraque y a que es h ip o crito e l E tn a , co n su n ieve y con su a rd o r (da. m i fu ego a p a g u e,y la n iev e encien-. F io . Pues j S e ñ o r a , tu d e m i ^ porque recatas tus penas? P^en. P orque en d ecirlas y a , F lo ra , nada se a liv ian las penas. F io . Y o sé que s i ; porque un Uia tu ve un pesar , de m anera, que si F lo ra no lo d ice , creo que F lo ra rebien ta; y lo m ism o fue co n ta rle que quedar del todo buena. l^en. Pues el m ió si se dice en m a y o r grad o se aumenta. F io , Y o sé que no. P^en^ Y o que sií

V

y acabem os la contienda; porque contienda es m i pecho div id id a en conseqüencias, que en e l th eatro de am or han con ven cido á m í .mesma; y asi F lo ra : mas se h a ydo? m e jo r es de esta m an era, porque un tris te jam as qu iere testigo s de su tristeza; y asi sentada estaré en tre aquesta fresca hierba, p o r v e r si el sueño al cansancio m e concede alguna tregua. A d o n is de P a sto r muy galan^ ^dOH. E s te bosque frondoso que convecino a l E tna en verdes pasadizos laberintos enreda, es el parage en donde goloso m i ganado se apacienta. £ 1 m ar tam bién diviso escam ada vid riera que de ovas de esm eralda viste la piel a l p e í , y á la S iie n a . M as como d iv ertid o • e sto y , quando debiera llo ra r el hado im p io (fuerza? que a l in flu xo de am or m o rir me P e ro si e l sabio puede. p arar erran te estrella, A ha«

hados no habrá que fu e rícrí, (zan. y hados habrá crueles que m e fuer— P e ro d orm irm e q u ie ro , (d a s. y a que el sueño m e rin de las p o te n D u erm ese a l otro lado d e l árbol y que poco ó poco ven g a á c i e r dormido ju n to ó yenxis. D esa p a rece e l Mar^ y e l E tn a . D e tcu b re se lo fr a g u a d e l^ulcano , y E s te r o p e y B ro n te que a l son de los m artillos cantan. C e r c a d e V e n u s bella un pastor duerm e; m as que m ucho que duerm a s i V en u s duerm e? rep etida. D e s p ie r ta P^enus fu rio sa , y prepara e l arco. V e n . M on struo a trev id o , que ciego;;M a s que m iro ! esto y sin m i! u^don. T ira n a m uger::- que veo? V e n . P a s t o r , que en m irarte solo suspendes m i enojo a y r a d o , • d im e quien eres? ^ d o n . Y o s o y ::S a le M a r te , y no repara en A d o n is. M a r t. A tus pies postrado e s to y : mas ten te , Sefiora, no dispares , ten e l arco ; qu e están de por mas las flechas en dondé asestan los rayo s d e tus ojo's ; quien te ofende? ySdon. C ie lo s que confuso cahos ap. entra en m i pecho al m irar que la está diciendo alhagos! M a r t. N o respondes ? so y y o el que aq iñ te h a a graviad o acaso? S a le F a u . A si estáis am igos m íos, de esa suerte articu la n d o ? V iilc a n o lleg a j mas y a p o r' aq u ella puerta ha entrad^. S a le V u lc . E s posible , esposa m ia ::m as que m iro? C ie lo s Santos! V e n u s m udado el color; M a rte > y un P a s to r! despacio zelo s , que á m i corazon estáis haciendo pedazos. M a r t. T ira n a , ven gar sabré ap. lo que y o hasta aqui he ignorado. ^ d a n . M il dudas padece el pecho, »^ue y o hasta ahora no alcanzo. V e n . A q u í es preciso enmendar accidentes de un acaso. C o m o V u l c a n o ,m i esposo, de aquesta suerte has quedado, faltándote el colór

p arece que algún d esm ayo te a flig e ? ‘ que tienes? di? V u lc . Q u é h e de ten er, ser y o anciano' y no es m ucho qu e el co lo r m e fa lte , si en ti está falto : y que estrañ as que padezca, si en ti'sen tim ien to s hallo? V e n . Y o te d iré lo qu e ha sid o , y a p a rta todo cu yd ad o ; qu e no es bien qu e estés zeloso de accidentes de un acaso. E l m otivo porque aqui de aquesta suerte has hallado á M a rte , y á ese P asto r (a y ! P a sto r que en b reve rato ap. m e has h e c h o , cruel , sen tir á m illares los cuidados!) h a sido porque dorm ida .* en esta fald a , soñando e s ta b a , que un J a v a lí benign am en te tirano m e daba m u erte ; con que d is p e r té , y poniendo al arco una f le c h a , y dando vo ces, sale este P a sto r .bizarro, luego M a rte á v e r la causa y el m o tivo de m i íjspanto: suceso qu e á los tres pudo a l p rim er viso turbarnos. ^ í/ o .Q u e quede bien m e con viene, ap, M a r t. A que quede bien m e allan o, «/r. u4do. Y d e que asi sucedió te lo d ice m i recato. M a r t. Y de que es verd ad no dudes, jjto o rq u e y o lo he visto claro. F a u . Y que todos tres m entís ap. lo sé y o m u y bien , seo M a rto , V e n . Ñ o lo ves? luego pensáis de qualquiera cosa agravios: pero aquesto y a es m al vie jo en hom bre de tantos afios. V u l . Perdon a , Esposa , que á m i e l m ucho am or que te tra y g o , es la causa de que esté im pertinente y cansado. F a u . E sto y a es p ropio de viejos: pase usté á delante , herm ano. V u lc . Y asi perdonad los tres, que y o m e v o y á m i quarto. vase» F a u . Y se han quedado los tres com o uno , dos , tres y quatro« V e n . V i l recelo! M a r t. A m o r terrib le! ^ dü* Hado im p lo! Faun,

F io . Y sabes si y o te quiero? F a u n . A n d a guapo:: F aun . A h ! si lo sé j m entecato í^en. Q uien pudiera::y a no fu era , paraque M a v t. Q u é m i o fen sa:;q u iiiera s tu m ucho á F au n o . ^ d o n . Q u e mis penas. F /o. P u es cree que no te quiero^ F a u n . Q ue m il diablos.. porque solo te id o latro ; f^en. Y o esto y m uerta... y quisiera que un dolor ^ d o n . E s to y sin a lm a::, de tripas te h iciese calvo . M a r t. N o so siego ::F a u n , A y ! y com o in vo caría F aun , M e n te ca to s;;á todos mis A bo gad os, f^'en. S i el m iedo;:á so P lu to n , á San J o rg e , ^ d o n . S i m i hado tti& te;:á so J o v e , á San M a ca rio , M fír t. A quien tem o::á so M e r c u r io , á San L esm es, h able la vo z y rom pa y o el silencio. á so M om o , á San C ip ria n o , S eñora , y a no temáis^ á so N eptuno , á San R o q u e, y a V u lca n o a l fia se ha ido, á M in o s , á R adanianto, y ves se llev a creido á un E n eas , á un V a le rio , los engaños que form áis. á N e ró n , é so V u lca n o H abla ; no respondes? di? p or quien h o y se hace esta fiesta f^en. M a rte , respondo que si aqueste dia , en los cascos a q u i m i pecho m iraras, poniéndose por corona y m i corazon tu viera s, las insignias de los. guapos, ó pasm ado te quedaras paraque todos invoque» ó aquello no m e dixeras: p o rq ae no quede y o calvo: satisfaciones no quieras; y asi , F lo ra , ten por cierto p orque "en aquesta ocasioa que si y o quedase ca lvo , la m ejor satisfacio a ca lva serias , com o el es. M a rte , que no la quieras, vasem arido de gata , gato. M a r t. E sp era , aguarda , den ten te, F io . A y ! a m ig o , y que arenga q u e satisfech o no esto y echaste de garavatos. de lo que padece el alm a, S a le A d o n . D e cid m e por vid a vuestra, y sien te m i corazon . v a se. una gallarda Señora ^ d o n . E s p o sib le , cruel hado, que D eidad la reveren cia que porque tu lo quieres,desdichado m i am or , pues su gallardía he de ser y zeloso, no es menos , que su belleza, dos veces desdichado , y tem eroso? que ha salido h ácia estos montes Q u é H e ro y a a es aquesta, en trage de N in fa bella; q u e d e g o z o ,y tem or el pecho in festa Soberana cazadora, con tan m entido a lh ago , mas de hom bres , que de fíerasj qu e am enaza la d ich a y el estrago? á quien antes de m irarla ó cruel hado impio! tu v e la d icha de ve rla j piadoso fu e ra s,situ no fueras m ió. pero coa tanta zozobra::Y entre tantos ríc e lo s , pero aqui calle m i lengua. to m a m iv id a ,ó q u ita m e lo s ze lo s. va. decidm e quien es? F a u n . ,A qui entro y o , y a qu e solo S a le V e n . Y o soy. he quedado:;- pero noj A d o n , Y o soy dice::- el alm a atent» que hasta aqui se entrado el diablo. á este y o so y ha quedado S a le F io . F au n o m ió , tiem po ha y a tan sin b r i o , tan sin fuerza que y o no te había hablado: que si no e sto y á tus pies, dim e a lgo de aq u ello que jDeídad que el alm a venera, tu sabes que gusto , y gasto. es por no m anchar lo puro F aun . Pues am o r m i ó , y o iré de tu a lta D eidad suprem a. aquesta noche á tu q u a rto , V e n . L a fineza hos agradezco: en donde en dulces coloquios mas pregunsaros quisiera pasarem os a lii un rato. A a per«

p ero antes m ejo r será q u e aquestos se v a y a n fu e ra j y asi despejad. F a u . Y a vam os cargadas d e una e x p e rle n c^ , que quedándote aquí sola es para nos m ala seña. v a se, I^en. N o sois vos un P a sto r que ayer- con ' acción m u y fea, m u y cerca de m i dorm ido h os encontré? y íd o n ,. E s cosa cierta. l^ en. Pues com o tan a trev id o d e aquella suerte hos encuentran? 4^dón. N o fue atre%'imiento m ío , acaso fue , á lo que piensa m i razón , porque saliendo á d iv e r tir una idèa d e l hado que m e am enaza la mas infausta tragedia ; cansado quise asentarm e sobre aquella fresca h ie rb a . Junto al lado de aquel árbol) y poco á poco la inmensa p esad ez del sueño hÍ 70 que cerca de ti c a y era ; y asi per::i^en. N o prosigáis: d e vos satisfech a queda m i opinion*; y asi decidm e si alguna D am a os desvela. jíd o n . Si Señora , á lo que veo. l^en. Y podré saber qual sea? y^don. S i S e ñ o ra , si se atiende que la poKtica enseña, que quanto pidan las D am as a l punto se les conceda; diciendo que á la presente e n tre todas prevalezca; L u e g o vem os claro que vo s so ys la que me desvela^ y perdonando el erro r la p eiitica os acuerda. J^en. M enos p o litico y o ap.. y mas am ante os quisiera: mas p or todas partes hoy he de probar su fineza: y h a m ucho que m e quereisS ^ d o n . A n tes de veros, m i idea h i¿o un retrato ea el alm a, donde quedasteis im presa, tom ando y o los perfiles d e tu fam a p or imprenta. S o y s entendido.

iéídon. N o es mucfio delante de tu belleza: si con solo el respirar discreto que su a y r e lle v a , ve o un dilatad o m apa, q u e alum bra la vista ciega; que m ucho que m is palabras sean del todo discretas? l^ en.O Í pese à la adulación , ap^ y com o alhaga y recrea! m irad que os haré prendér s i asi habla vu estra lengua. j 4don. P a ra que m andar prenderm e Señ ora , si y a está presa ra í alm a en la prisión dulce d e tus doradas cadenas? V e n . O la C iclo p es : prendedle. uidon. N o g rite a s i , herm osa K e y n a , porque si manda prenderm e, escusada es la acción v u estra , pues y a m ucho que e sto y preso en la cárcel mas estrecha, que puede el rig o r de am or fab ricar á una alm a tiern a. • P^'en. P u es com o teneis amor si esperanza n o hos a lie n ta ? P o rq u e el que am a en esperanza h a lla prem io en lo que espera; y no quiero y o m as prem io en a m a r o s , mas que sepa, que á vu estro tem p la un P asto r candidam ente ven era; donde pretende ofrecer m il ca b ritillo s y o vejas, p araqu e en dulces obsequios se preparen m is ofrendas á ser gratas á tus A r a s , paraque ablanden tus quexas. V e n . R indióse m i voluntad á lo puro de tu ofrenda: y asi en m uestra de tu am o r, y de mi cariñ o en m uescraj ven á m i jardín , en donde verás tantas ninfas bellas, que coronadas de flores penachos que el vie n to p e y n ^ en donde un sonoro a rro y o sirvién doles de vig ü ela, siendo trastes el m arfil, y el bello crista l las cuerdas, cantan en dulces niOtetes tan bien concertadas letras, • que puedan pagar lo m ucho • gue y o debo á tus finezas. ^don*.

'Jtdo. V a m o s a llá , Wen sabido, V a n s e entrando. S eñ ora , que tu belleza e n tre las ninfas hermosas h a de lu c ir por mas bella. T heatro en jardín', y estarán a l ul­ tim o sentados f^enus y A d o n is a l lado de una fu e n te con la comparsa de la s ninfas. S a le M a r te con la carroza , y B elon a sirviéndole de cochera. A p e a , y desaparece la carroza. S e l , E s posible ¡ herm ano m ío , que siendo in vencible , estés del ciego D io s tan vencido? dim e que tienes? M a r t. N o es am or el que m e h l ven cido; zelos son los que m e acabaii lan benignam ente im píos, que á pesar de m i valo r surcando m ontes de vid rio , pisando tum bas de plata en baybenes de zafiros, en la espalda de un D elfín qu e de todo e l m ar se h izo , h a llegado á estas riberas un Buevo A r io n p eregrin o, que usurpando m i poder disputa con m i aJvedrio. B e l . D ich o sa y o que del vulgo del am or y zelos v iv o can apartada , que nunca h a sabido e l gusto m ió a i lo que causa el am or, (d e quien el m undo es ca u tiv o ) x i lo que causan los zelos: lu ego es de anim o abatido el rendirse á una D eidad que no tiene mas dom inio en aosotros , que el querer estarnos en su donñnio. jffa r t. N o asi blasones , Belona) porque e l am or h a sabido h acer que amase una p iedra, B un ra y o tener cariñ o, y á una fiera , voluntad; luego cese tu d elirio , que quiza sentirás h o y lo que hasta aqui no has sentido. £ e l . N o será ; porque e l deber siem pre va consigo m ism o, y , quien por n o rte le lle v a , jam ás n aufragar se ha visto.

J^ a rf. C u y d a d o , qu e ese alen tar no se co n vie rta en suspiro. B e l. N o podrá ; pues puro e l a y re es siem pre el que y o resp iro . M a r t. E s verd ad , mas la::— Canta N i n f a prim era. R e cita d o , y la A r i a á duo. R e d . A g u ila coronada que á la región del fuego desalada con ecos re rem ontas, sirvien do tus dos a la sd e d o s trom pas; donde al son de las plumas surcas del a y r e zefíras espum as, paraqu e en cada acen to del a y r e hagas sonoro el 'elemento. A r ia . S a la m a n d ra , m ariposa, donde , donde lig e ra ) te encaminas? N o ves que esos ardores no ves que aquestas llam as asquas ardientes son? M as a y que asquas! J T u no te quetuas? no. N o te incendias? si. • A rd e s a l fu e go ? si. Y no te abrasas ? no. S a le S i l . Suspendido de un acen to que en este jardin he oído, • a v e que desde su nido está enam orando a l vie n to ; h a salido aqui m i intento á v e r si la puedo v e r, p ara lleg ar á entender y a d v e rtir en la n ce tal, que ha de ser bello anima! si quien canta::- M u s i, es la m uger. Suspéndese S ilv io . S i es la m uger la que canta; com o cruelm ente enam ora, que aflige siendo sonora y siendo sonora , espanta? todo m i v a lo r quebranta que debe ser la m uger que no llegu é á c«'nocer en m i v id a : y que sin verla he llegado y a á quererla y no la puedo q'uerer. T o rp em en te m is sentidos, esfán en penosa calm a; la m uger alm a del alm a la exám inan m is oídos; a l a y r e de m il gem idos benevola la idolatro; mas

o tra v e i en m i presencia m as no 5 que engaña su trat® qu e es acciden te lo que según l e í ; n o , que a d v ie rto , tu livian dad atropella? que al dorm ido hace d esp ierto, v iv e J o v e que en P a la cio si con elJa esrá algún rato. V é á É e L t e he de c e r r a r , d e m anera, C ie lo s ! que herm oso anim al qu e n i e l so l veas salir, m ira m i atención! pasmada n i am anecer á tu estrella. la vo z se m e queda elada Q u e d irás á esto , que Ingrata? en lance tan sin igual: V e n . Q u e he de d e c ir ; que una fiera id o latra racio n al baxando de esa m ontaña '' so y y a , pues adoracion en la in trin cada m aleza, le ofrece m i corazon h e rid a del a cica te , desde h o y , con seguridad iba arrojando la arena qu e es la p rim era D eid a d a l C ie lo ;:qu e conoce m i afición. S a le n huyendo y g ritan do C iclop es : y Q u e ciegam ente he v iv id o , Fauno dice dentro: guarda el L eón . b ella D e id ad , hasta aq u i! F a u . A trevesando las selvas m as ahora sé de m i baxa un L eó n m al h erid o ; sabiendo de mi sentido: en salvo hos p o n e d , porque echa de m irarte d ivertid o fu ego por la b o ca ,y ts::mira á dentro, e s t o y , m a s ó ! quien p udiera a lia v a , alia vie n e , alia entra. h a b larte ; que d icha fuera H u yen to d o s , menos S i l v i o , que a l p ara m i! que solo aspiro irse ó entrar B elon a , la detiene. á m erecerte un susp iro, S i l . D e ten te , s a c r a , d ivin a b e lla de estos m ontes fiera. D e id a d del olim p o b ella, L c jo n t o s e A d o n is furiosam ente^y S i l ­ no con tu ausencia te lleves vio se quedará detrás de un árbol* el Sol que en tus ojos llevas: A d o u . O! Hado cruel , n o cum plas tu si so ys D e id a d de estos m ontes, amenaza: ó la D io sa de estas selvas, Ce':« el incendio,que m i pech o a b ra ss, que temes ? que aunque inhum ana á D io s,S eñ o ra ,a l m onte m e encam ino llegu e acom eter la fiera á llo ra r de los hados el destino, vas. se ha de m o rir solo a l verse V e n . E sp éra te, P asto r , aguarda , ad­ á la lu z de tu belleza. v ie r te ;;(te; Y supuesto has de ausentarte h ía v t. A l tra y d o ra cru el,d a tele m u e r á o tra R e gió n , h az que pueda seg u iré su cam ino, C lic ie racio n al seguirte, y cúm plase de su hado su destino. donde tu luz am anezca; H a c e (¡ue se va ^ y V e n u s le detiene. no desdeñosa m e m ire?, V e r.. E sp era. puesto que eres la prim era M a r t. Suelta tyrana. V e n . Q u e intentas? m uger , ó D eidad que he visto , ' desde que m i vid a alienta. M a r t. T o m ar venganza d e el y de t i , de manera P erm ítem e que á tu T em p lo q u e en darle m uerte estaré con la m a yor reveren cia d e los dos vengado ; un E tna te acom pañe , paraque a r r o ja m i p e c h o , in g ra ta , en el lin tel de su puerta á vista de tanta afren ta. A rg o s mas fe liz m e quede V e n . N o te has de ir sin que prim ero de m a y o r J o centinela. aqui el desengaño veas. Be/. Q u e bien que suena en el alma el ren dim ien to! que pueda M a v t. M a l podrás, ingrato duefio, ten er fuerza en m i lo que á v is ta de la evidencia. E s tá n fe rze ja n d o , y snle V ulcano, en mi 5amás tuvo fueza? V u l . Q u e en cada paso que d o y mas que i.e de hacer , ci me obliga h a d e tro p ezar mi afrenta? el rendim iento que m aestrá? d irás tam bicn , inhumana, r e n iir m e ? no , no es posible oue

que B elon a se tin d le rJ j d espreciarle es tira n ía , a m a r le , delito fu eraj ' pues que h e de hacer? persuadirle, que es su pretencion m u y n ecia, porque en m i no ha de caber aquello mas que en m i quepa. S i l . S e ñ o ra., si suspendida estáis , de v e r que no a cie rta o i en alabaros m i vo z, n i en obligaros mi len gua; decid el modo , y vereis qu e sé a certa r : pues quien niega qu e acerraré en quanto que vo s m e perm itáis que pueda? B e l. E l haber estádo y o d e aquesta suerte suspensa, es , por v e r que un im posible tu lo ca am bición pretenda. S i l . N o entiendo y o e l im posible, d ecidm e en que está , ó qual sea. B e l. E n pensar que y o podré rendirm e á la va ga inmensa m onarquía del am orj pues es tanta m i soberbia que m e enojo de v e r que tantos rendirse se dexan. S i l . V o s no habéis am ado nunca? B e l . N i aun sé la p rim era letra. S i l . Pues el deciros y o que hos dexeis s e r v ir , es m uestra que en dexandose servir enam orada se queda? B e l. N o ; pero la que servir con poca atención se dexa, agradece j y luego que agradecida se m uestra, sabemos que del am or to ca el lintel ; con que esfuerza qu e llegando a lli se m ire, si t r o p ie z a , ó no trop ieza. S U . A u n qu e es asi , del tropiezo no siem pre á cre e r se llega. B e l. E n otras cosas no cae quien alguna v e z tro p ieza; mas en am or siem pre he visto que el tropezar caer fuerza. S i l . Q u e pronto podia hacer q«e m udaseis de sentencia, si apartando las razones hos m ostrase la experien cia. S e l . N o es fá cil que vos m ostréis aquello qu e nadie m uestra. S i ¡ ‘ N o ? atended , y ver«is

de todo esto fe eviden cia. A tr a h ld o de un acen to de una a ve , que lisongera a v e del vie n to p arlera e ra a v e del m ism o v ie n to j sa lí á lo g ra r el intento d e v e rla , y no p ude ó D io s! m ira rla ( ó lanze fe r o z ) porque en v e z de e lla á vos suave hos hallo ; y de a v e , á a re m ejo r pajaro sois vos. O s m iré , os h ablé y os v i, y fué fu e rza el tro p ezar, sin que por eso el am ar se apoderase de m i; luego vem os cla ro a s i, que el tro p ezar ca er no era^ p orque sino y o estu viera enam orado , está claro que en aqueste caso raro á vos jam as os q u isiera. B e l. H á ! falso , quan presto hallaste m ejo r tono y m ejor letra: el desprecio aunque fingido que m al en e l ahna suena! C o n ven cid a y o aun no quedo, p orque sé bíea que la lengua d ice una cosa , y el alm a diferen te sen tir m uestra. Y asi digo que no es fá c il que el am or en m i haga m ella p orque en m i «o ha d e caber aquello m as quo en m i quepa. V a s e basta e l paño ¡ y luego v u elve. S i l . P o rq u e en m i no ha de caber aquello mas que en m i quepa? Q u e mas me puede d ecir de que á am ar está resuelta? Pues quien n e g a r i que cabe en la m uger m as atenta todo un am or en su pecho, todo un desden en s i mesma? V u e lv e Belona. B e l. C o m o os llam ais , S e ñ o r? S i l . S ilv io . B e l. V o s soys el D io s de las selvas? S i l . S i S e ñ o r a ; y de los C ie lo s tam bién y o serlo qu isiera, para que todo el O lim p io obediente á tu belleza, á ti sola te adorara siem pre que tu lo quisieras. B e l . A g ra d e cid a hos estim o e l fa v o r ; pesie á m i idèa! que

qu e m e siento va cila r a llá dentro de m i mesma. ¿y^ase poco á poco. S iU N o os ausentéis , gran Señora, porque eso es querer que m uera á manos de la tem ible cruel enem iga ausencia, paraque la s parcas canten el himno de m is exequias. A c a b a de entrar B elon a \ y aparece lo cueva de P arcas ; Clotho con la r u e c a : Laquesis con e l uso , y A tr o p o s con las tixera s. C/of. A y l d e aquel su v id a m irando y v e que p eligra, n o procura con m ucha presteza b u ir la caída! (m osa L a q . A y ! de aquel que m irando una herbeldad peregrina, n o repara que á vueltas del uso en uso termina! H a ce menear e l uso. A t r . Ay\de aquel que m irando la m uerte no v é su ruina, y no v é que cortándose el h ilo , se co rta la vida! M e n e a la s tix e r a s . S i l . O C lotho! • que en tu rueca el tiem po m e lim itas, dexa tu que y o goze el tiem po de la vid a.' (rando T o t. 3. A y ! de aquel que su vid a m i y v é que peligra; no procura con m ucha presteza h u ir 'Ja caidal S i l . L a q u e s is , ese uso co n que delgado h ila s, h a z llene la m azorca á vueltas de la dicha. Cantan la s tres. (mosa A y i de aquel que m irando una h e r beldad p eregrin a, no repara que á ‘vueltas del uso en uso term inal S i l . O ! A tro p o s , p u fs tien e ta mano la cu ch illa , h a z que no co rte el hil» tem prano de la vid a. Cantan la s tres. A y ! de aquel que mirando la m uerte no v é su ruina, y no v é que cortándose el hilo se co rta la vida. S I L A ten d ed , ó m ortales al vando qu e aquestas publican, que se acaba la vid a , cortando

del

h il« la vida. Cantan las tre s. A y ! de a^uel que su v id a m ira n io y v é que p e lig ra , no procura con m ucha presteza h u ir la caida. ACTO

SEGUN D O.

E l tea tro de monte , con un grande árbol a l lado de un peñasco , que se abrirá á su tie m p o : a l tronco habrá unas ramas en donde A d o n is se mirará dormido ; y sa le P^enus de cazadora , F lo r a y Fauno por e l 9tro lado d e l monte. l^ en . D esm andáda de m is ninfas esta fald a v o y co rrien d o , por v e r «i encuentro una fiera, qu e á la saña de m i esfuerzo su v id a acabe ; porque y a no h a d e haber en m i pecho sino cru eld a d , qu e no in ten te::A d o n is soñando, A d o n . T en te. y e n . C ie lo sl que es esto ? ■ que oráculo ha respondido? s i alguien estará encubierto? ó ! tem or lo que m altratas! A d o n . Q u e m atas. Ven^ O ! h ado ad verso ! en estas ram as se esconden algunos ; mas ahora quiero que la punta de esta üecha;:-' P e ro que im proviso m iedo m e d etien e? C in t h ia , Croñis» A d o n . A d o n is. P^en. M as m e suspendo: y si de tantas respuestas unir las palabras puedo; ten te que m atas á A d o n is , m e dicen t o d a s ; y es c ie rto , que entre estas ramas se escondej y he de ve r::- pero que veo? i^ e á A d o n i s , y dexa caer e l arco. N o es este aquel bello Joven p or quien m il penas p ad ezco, p or quien tantos males paso, y tantos dolores siento? S i es i o l fe lic e y o que á v e rte otra vez he vuelto! si tan bello estás dorm ido; sin d o rm ir estás mas bello;

y‘

9

y tanto , quanto se va de dorm ido á estar despierto. D e s p ie r ta , y de aquel ardor que ha producido m i incendio d á aumentos á tu herm osura, si recibir puede aum ento lo que tocando en lo sumo se ha extendido hasta lo inmenso, p araq u e::S a h M a v t. H asta este m onte gu iado 4 e aquel intento h e salido ¡ para v e r si á aquel Pastor hallar puedo, paraque 'en dandole m uerte se acaben mis sentimientos; m as qu e digo ! quien ha visto qu e con la m uerte los zelos d e quien los causa se acaben? si siem pre está padeciendo el recelo de que hará lo mismo que hasta aqui ha hecho. D e n tro C a xa s y Trom petas arrebata­ damente. D e n t. UH9S. A r m a , arm a. O tros. G u e rra , guerra. O tro. A l Sol es á quien prefiero. O tro. Y o á M arte. M a r t. M as quien del a y r e trastornando el elem ento, co n tantas m arciales voces h a llevado aqui estos ecos? S a ie Belona en lo alto d e l peñasco, y va barando. B e l. Y o , que com o herm ana tuya^ interesada en tu esfuerzo, en tu honor y en tus hazailas, aqui á persuadirte vengo, que vuelvas por tu opinion; porque los de D e lf o s , viendo que a i am or rendido estás, asaltan con ardim iento los exercitbs de E gn id o ; y a s i , ves allá corrien do, p ara que á tu gente anim es, para que te tiem ble el C ie lo , y castigues á los que am otinaron al Pueblo, obligándoles que digan: D e n t. N o á M a rte, si al Sol queremos. V o c e s . A rm a , arm a, guerra , guerra. Unos. V i v a M arte. O tros. E l Sol prim ero. B e l . Q ue aguardas? M a rt. Qt'.e he de aguardar.

si has venido á tan m al tiem po, qu e rem ora de m i enojo m e están m atando unos zelos? P e ro prim ero es m i honor; vam os allá , y verás presto que dando fu erza á m i gente tan aprisa a q u i m e vu elvo, qu e dudes en la presteza s i m e parto , ó s i m e quedo, vanse. F io . Supuesto no nos han v is to , podem os ir discu rrien d o , que es lo que tiene m i A m a , que hace dias que la veo tan triste , tan furibunda, que pierde el entendim iento. F a u . M ientes , F lo ra , que no pierde tu ama el entendim iento; pues N em o dat qtiod tton h a te ti y asentado este p roverbio, V en u s no puede perder lo que jam as tuvo V en us. Pruebo y o fa conseqüencia, la entim em m a también pruebo, y creo que el exorcism o está en darte , pues ad vierto que V en u s da::- p ég a la . F io . N o da nada. H a blan aparte F lo ra y F aun o \ V e ~ ñus coge e l arco y la flech a , que a l levantarla caerá a l p ie de A d o n is. V e n . Puesto que pasado el sueno te perm ite algún descanso, queda á D io s. Cae la fle ch a a l p ie de A d o n is , y se levant!% muy furioso. A d o iu V aled m e C ie lo s ! Porque m e uiatas , tirana, con tan grosero instrum ento, sabiendo que tu herm osura hace lo luesmo que ha hecho esta ilech a? mas no en vano, quando estaba aqui durm iendo, soñaba , que m e mataba una f i e r a , y ahora veo * que en v e z de ella ^ á ti te hailo para m atarm e tnas presto; pero m ejor será hu ir, pues veo que el cum plim iento del Hado que me am enaza un trágico fin violento, se va a cercan d o ::- H a ce qüe se va. V e n . T n espem , qiift 'qu iero saber prim ero, si el Hado que te amenaza B es

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30 e s causa de que tu peciio sien ta en desdenes lo que eran aates rendim ientos. U a h la n á p a rte . Suenan ca xa s y trom­ p e ta s , sa le M a r te con carroza , y B elo n a que le sirv e d e cochera , y lueg o se apean. "Bel, M oradores de E g n íd o , decid con vo z festiva en tono repetido qu e v iv a M a rte e l in ven cible, D e n t. V iv a . M a x t. M oradores de E gn id o , qu e en trin os de m e t a l, a ve del v ie n to , qu e op rim e al elem ento p o r los m ontes y va lles rep etid o , cese tu justa le y , cese tu alien to, qu e in vencible no so y , pues soy ven cid o ; (sones qu e im p orta que en b e lifico s b la 6n E g n id o festivo 'm e coronesj s i C h ip re me ha vencido? C h ip r e in grata con crueles recelos tiran a m e m a ltrata , con la cicu ta infiel de infam es zetos; m as que miro! V e á V e n u s y ^ d o n . ó me engaña -el deseo ó á quien m e ^ r a v ia veo: sea suspiro el a y de o tro suspiro: y e n tre tanto m i acero to m e venganza. A c o m e t e , y V e n u s le detiene. V e n . A n te s y o prim ero tran sto raaré la tierra con el C ielo p ara q u e::J i l r e s e e l peñasco p a ra entrar V e ­ nus y A d o n is, ^ d o n . H orrores piso en cada planta que m uevo. ^1?». H erirle tu no podrás, entranse, M a r t. A un qu e te sepulte el centro del ‘ A bism o , sabrá M a rte baxar hasta el A bism o , y encon» tra rte undese. S e l . Y o á tu lado seré m onstruoenojado que acabando con éi , quedes ven­ gado. undese. F lo r . E sto y a es m urm uración de V en us pensar tu tal. F a u . H ija mia , la señal es d e m al de corazon. F io . Paes no tengo y o también

m entecato es& seSal? F a u . Y por eso y o por tal y aun peor te tengo y o . F io . Y que es V enus? F a u . U n a loca. F io . Y yo? F a u . U n a lo ca y m edia, y solo aquesta com edia 1 se ha hecho p o r ti. F io . M a la boca: m e enojo de o írte tanta locura , v il , m entcfiato. V u e h a l e la espalda. F a u . P a re ce que c in g u n plato h abrá r e to aquesta Santa. ap, SI te e n o ja s , y a no digo verd ad algun a , m i alm a vu elv e bien m ió , que aquesto iba de burlas. F io . A p a rta , que verás , com o en tu vid a has de verm e buena cara. F n u . E so lo creo y re creo , np^ y no h a y que ju rarlo , herm anaj porque en tu vid a tu has tenido m u y buena cara: m as m ir e n , quan fá cil es, y presto e l desenojarla; pues t e - p i e n s a s , F l o r a , que m i vid a no te idolatra? F io . S i m e idolatras ¡ com o haces, que tom e enojo? F a u . R e p a ra , qu e e sto es ju g a r , y sabemos que juegan los que bien am an, pero con la d iferen cia que los hom bres jam ás ganan: antes pierden la p aciencia, poniendo en p eligro el alm a. U n d ía s t perdie un ojo, o tro se pierde la capa, o tro el som brero , y á fé que sabes que es una alhaja, que dos clavos de m adera Ja detienen en la calva; otros se pierden pañuelos de muy, finísim a olanda; y sabemos que con ellos ellas rem iendan las sayas: o tro se pierde el dinero; que h a y quien perdiera su alma de mas buena gana , que e l dinero y las alhajas, no es verdad ^ hermana F lo ra ? F /m

F io . Y m u c h o , m i cam arada; dam e un abrazo. F a ii. E so noj porque siem pre que m e abraza la m uger , me abraso , y luego se m e vien e e l m al de rabia. F io , Pues eres un to n to ; á D io s. vase. F a it .A y F lora! o :ro m al no me hagas; y c re e que m il favores recib o quando te apartas, p orque se aparta un olor qu e y o siento en la gargan ta, y quando te vas , él luego de la gargan ta se aparta; y a ! si se fuera del todo, y mas hondo no baxara, qu e sobrándom e en las piernas en la cabeza hace falta: m as tras ti iré , pues no puedo v iv ir sin ti , prenda am ada, v ase. S a le S i l . D esde e l dia que y o v i aquesta m uger , m e llam a l a atención para que siga d e aquel incendio la llam a. C a d a instante que no veo á la m u g e r , se m e arran ca e l corazon de su cen tro ; m as que m ucho si es ^ n a ta propensión del hom bre , el que s ig a á la m uger 5 pues quanta detención se hace sin ella, se hace p o c o , ó se hace nada: q u e acción se hace grande que p o r la m uger no haga? A p o lo d exa los C ie lo s p o r C lim en e soberana. P lu to n e l E t n a escaló y ladrón de am antes ansias roba á Proserpln a bella, y á sus im perios la baxa: J ú p ite r desde el O lim p o , con m etam orfosis rara y a es T o r o , por v e r á E u ro p a; p o r M ed a , C isn e que canta; y por D an ae , á la T o r r e en llu v ia de oro se baxa. Y si dexando D ivin as D eid ad es , á las humanas apelo ; en ellas encuentro q u e todas quantas hazañas se hacen en el mundo , solb por las m ugeres se trazan. B a x a B slo n a de lo a lto de un peñas­ co caiitaniio.

B e l. 4. C la r a , sonora vo^ , A v e lig e ra qu e m anchado e l co lo r , T ig r e del v ie n to , fe stiv a y placentera, s ig u e , sigue fe liz tu am able in te n to , p araqu e en tre las flores, lo gres d e tu consorte los am ores. A v ia . N o puedo am ar ó ! C ie lo s l porque siento en e l pecho deliqu ios que enam oran el pensa­ m iento. A m a ; no puedo: agrad ece ; a grad ezco ; ’ s i el que agrad ece am a, y o am ar no puedo. rep etida, A c a b a de baxay sin reparar en S ilv iff. R e p re s. D esd e el d ía que aquel Joven h izo tantos rendim ientos, le v i en tantas exp resio n es; sien to allá dentro del pecho una inquietud que m e agrada; im agrado que y o sien to, que entre a g r a d o , é ia q u ie íu d , inquietud se haga mas presto: si debe ser esto amor? no ; solo agradecim iento será ; porque en m i no cabe e l am or ; mas com o es esto , qu e aquel joven no sé aparta un punto del pensaiñieoto? L o que he de h acer , es no verle en m i vid a : mas no puedo, qu e en no viendoie , á mi mas m e parece que le^ veo; de C h ip re m e parto , D ioses! á E gn id o m e vu elvo , C ielo sl pues no q u isiera que aqui rendida al m ortal venena del am or , d igan que y o , • com o las dem ás me ven zo a l am or , y no es posible seguir de am or e l incendio. Cupido, ó lo alto sentado en una nube d e oro , ein arco y fle ch a s , v a ba— xa n d O jy caerá en los brazos de B elona. Cupido recitado , 6 represen^ tanda. Cupi. Belona m i enem iga que blasona que el y u go del am or ha sacudido, vasalla la he de v e r de m i coron a, ó insensible ha de ser en e l sentido; no Hecha alguna tira ré á Belona, pues ninguna d e tantas la ha herido; Ca y

r

y solo aqxiesta de! etereo Coro no puede ser herida con las de oro. O tro modo h a de haber con que ven cida (sa quede aquesta D eidadjqiie jactanciose aparta de m i im perio fugi.civa, llevando en su sem blante el ser her­ mosa: h e de fingir furioso una caíd a, conque caiga en sus brazos y piadosa abrigándom e tím id a en su seno del am or en am or beba el veneRO. cae en los brazos de Belona. V aled m eC ielo sjm l vid a maltracada;:JBel. E n m is brazos está y a restaurada: m as apartate Joven , que m© has muerto. L e aparta con p resteza . Q u e blanda fu-ego rae inñama? Q ue siento dentro del pecho? Cupi. V en ce r á ‘R elona ha sido el m a yor triunfo que tengo; m as quien m e acoge en sus brazos^ V u e la . qu e a l instante no Je venzo? B elon a prosigue. B e i. U n a inquietud que entretiene y atorm en ta a l mismo tiem po: qu3 lo que pasa por mi? Q ue m al 'es este que siento, que y o curarle quisiera, y curarle no pretendo? M as que he de hacer sí rae acaba? M a s que he de hacer, si me muero? M ás no , que qs el m a yor bíenj y el m a y o r m al que padezco. E l pecho se m e entristece, se ma alegra ei pensamiento, la vo z trém ula desm aya, y toda en nii misma tiemblo: se me acaba- el respirar me apresura ei alien to, y acosada de un desn;ayO' y o quisie::Cc.e desynayada en e l suelo. S ilv . Cay® en el sueio; y m e adm ira que no ca y g a en mas p e lig r o , pues veo que caídas del amor siem pre son de m a yor riesgo. S e ñ o ra ::- apenas respira. Voixe la mano en la ¿oí». O ! q u ien ' pudiera el incendio , de m i pecho , txasnasarle

benignamente- i su pecho! E l tacto j que . blanca mano! transform ado está en un hielo. Señora;:Tóm ala y bésala. B e l. Q uien : a y ! m e llam a. S i l . A lb ric ia s , C ie lo s , que lia vu elto el C ie lo á su prim er ser: quien solam ente por vero s, y adoraros quiere e l alm a, paraque en tal dulce em pleo m e perm itáis , que y o sea un hum ilde esclavo ru estro j y en m uestra de qu e lo so y conducidm e á vuestro T em p lo , y verás que en sus paredes colgados m is grillo s dexo. B e l. D onde esto y ; C ie lo s D.ivinosl A som brada. Q ue m al es el que padesco desde que tuve en m is brazos aquel Joven casi m uerto? Q u e fuego? Q uien está aqui? S i l . E l que p or vos padeciendo lle g ó á v e r vuestra caida^ pero en la n ce tan diverso com o sintiéndola vos y o soi el que mas la siento:, y pues y a 'e s t á s recobrada, dame licen cia. B e l. Q u e presto, S i l v io , te quieres partir. S i l . S i g u s tá is ,, d e c id , que aten to 03 servire.. B e l. E n que peligro e sto y \ mas no- es bien que luego m uestre la afición , á quien no sé si afición le debo. B ien os podéis ir , que y o sola quedarm e a q u i quiero. S i l. E l C ie lo os g u a r d e , Sefiora, tantos afios co m o e l C ie lo gu arneze con lineas de oro sa bruñiÜo pavim ento. •aase* B e l. Y a que sola he quedado solo ha de estar conm igo m i cuidado siento , y no siento 5 en pánicos l a ­ tidos: (paréntesis haciendo mis sentidos) y o no sé lo que sientoj (to. p o r mas que no lo sepa,se que s ie n F a tig a d o pensam iento, aquí descansa entre penas, y sea e! llan to el a liv io concedido á la tristeza.. Sienr*-

S te n ia ie 3 suca un pañuelo , pcn$ íelo en ¡os ojos , y sale M a rte . M a r t. P o r todo el m onte he co rrid o , y no he perdonado quiebi-a que no registre el ciiydado ram a á ram a , y peña á peña: so y de aquestos ori?,ontes A rg o s continuo que ve la , sin que n i V en u s , ni A d o n is p pr estos m ontes parezcan. Q u e mal sosiega un celoso! los zelos á quien sosiegan? Y mas m irando en agravios reducidas las finezas. P e ro B elona está aqui: d ia s hace que suspensa la veo , que con el llan to p ro cu ra a liv ia r sus penas. S i será am or lo que tiene? N o es posible que tai tenga. M as supuesto aqui he llegado, h e de v e r , (sin quo m e v e a ) si puedo saber lo que la causa tanta tristeza, estando atento á sus ojos, y estando ateato á su lengua. B e l. Q ue fata l dia fue aquel, que jactanciosa , y soberbia d i x e , que am or no podia h acer en m i alguna mella! qu e necia a n d u v e , q u e poco ^tuve y o entonces de cuerda, sabiendo , que todo el mundo de am or baxo la vandera m ilit a b a , y que todos sentían sus influencias! M a r t. H asta a q u i , ni una palabra o ir p u d e ; algo mas cerca m e pondré para escucharla. £ e l. Y y o sola , mas discreta que to d a s , y o no sentía ^ e am or las doradas flechasj h ice burla del am or lo ca , descuidada , y n ecia, sabiendo que se vengaba de la suerte que se venga; pues deliquios que enam oraa son ayes que me atorm entan M a r t. Pues deliquios que enamoran son ayes que me atorm entan, solo he oído ; cierto es que d e enam orada es la seña. Belona. ^ e ¡. M a r t e , que quieres?

M a r t. C o m o te v i tan suspensa, e stu ve p arado un ra to , p o r v e r si in fe rir pudiera la c a u s a , porque tan triste tantos dias h a , que m uestras tu cuidado , que ju ra ra que de am or eran ias señas. B e l. A y ! M a r t e , te has engañado; que no es capaz que y o pueda, ten er am or á ninguno, pues so y para todos piedra. M a r t. Y a te d ixe que al am or sabe rendirse una piedra; si á ayes de los m artillo s, y del ayunque á Jas quexas se porfía , que no es m ucho que tu también te rin d iera^ ■ pues deliquios que enamoran son ayes que íne atorm entan, ra s. B e l. Sin duda que M a rte sabe, y conoce m i dolencia; mas no es m ucho , si el amor por tantas partes se m uestra; pues siem pre se está patente p o r mas que ocultarse quiera: y aun que la lengua lo ca lle, ■ lo esta diciendo ia lengua con palabras que se entienden aun sin querer , que se entiendan. E l am or todo es suspiros, es el am or todo quexas; luego el que siem pre suspira, y aquel que siem pre se quexa, siem pre tiene amor j y es cierto, que si am or no se tuviera n i al mundo hubiera suspiros n i a l mundo quexas hubiera; luego el verm e suspirar M a rte , es cosa bien c ie rta , que he conocido mi am or, p orque sino , no d ixera, que deliquios que enamoran son a ye s que me atorm entan. M ud a se e l teatro de tuar furiosam en­ te embravecido: veránse algunos-vag e le s á lo lejos , pasará á su tiem ­ p o la D iosa A m fitr ite con e l p e­ queño D io s Palem ón en los brazos^ con carroza tirada de D elfin es '.pa­ sará N e p t u n o s o s e g a r á s e e l mar, de dónde saldrá V e n u s sentada en ttn caracol m arino, veránse algunas S ir e n a s ,y p e c e s que salen d e l agua'. ■í^/ otro lado monte ^y sale ./Adonis, Adon^

14 A d o n . Y a estás in fe liz A donis co n tigo : paraque , C íelo s, d a y s la vid a á un desdichado, á quien , ni el agua ni el viento p o r victim a no han querido de todo el sacr^o decreto d e los Hados , que m e agüeran, un tragico fin violento? p er« y a que irrevocable es vu estra sentencia , apelo co n tra vuestra tira a ia á todo nú sufrim iento. A estarm e solo he salido: recentales id paciendo, y no envidieis mi quietu dj íie n fa te. que aunque e a e lla ve y s el cuerpo, co rre torm entas el alm a e n tre amenazados riesgos. E l m ar se a ltera furioso, levantase. y encrespándose soberbio, m ontes de espuma levanta d e cristal gigan te horrendo liá cia el C ie lo , que parece, que los tira con tra el C ielo : lo s peces parece que se apartan de su elem ento, y quedándose en la playa m ueren en o tro elem entoj ó ! si fuera tan dlch«so, que el m ar en su vasto centro m e recib iera ! ó ! D eidades! dad fin á mis sentim ientos! m as supuesto os m astrais sordos é lo justo de mis ruegos, sosegad aquesos mares, paraque en tránce funesto tum bas de cristal me sirvan de perpetuo monumento. pasa A m fitr ite . A m ficrite soberana, que llevas dulce en tu seno a l pequeño Palem ón, D io s que sustenta tu pecho, serena esos m a re s , m ira que un m iserable estrangero iu desea , para que arrojándom e allá dentro, se acaban tantas desdichas, fenezcan mis sentimientos. pasa N ep tuno. O ! N eptuno , que del m ar g o b ie r n a s 'e l vasto Im perio, a p laca sus iras , m ira que na m isero pasagero

te lo ruega , paraque finallzen sus torm entos. Sosieg as^ e l M a r ', va viniendo por la Grilla P^enut sentada en e l ca ra ­ c o l m arino, y quando j^donis quiera arrojarse a l M a r , F 'enus le deten­ drá. S a le á lo alto una N i n f a , sen— tada en una nube de oro ¡ y canta. N in . E l M a r m ira aplacado; serenado su ceño m ira a l v ie n to ; e l im pulso deten , no apresurado añadas á tu m al m a y o r to rm en to ; n© da a liv io la m uerte á u s desdichado a n te s vem os aum enta el sentim iento; y es un v il p r o c e d e r , y un lance fu e rte , (te, que por no p erecer busques la m uerA r e a . G u a rd a la vid a, que el C ie lo la quiere p a ra m a y o r ' d ich a. M ira , rep ara , a d vie rte que de la M a r ren ace la que se m uere. A d o n . T o d o so y p rodigios h o y j p o r todas p artes m il penas m e com baten , y no paran, sino que antes bien se aum entan. M ien te tu v o z , y a que d ice , que ua desdichado no encu en tra a liv io en la m u e r te } en donde en m ejor p arte se encuentra? L a m uerte acaba la vid a; uno sin vid a no pena; porque el penar es v iv ir , y en v i v i r , penar es fu e rz a ; £Sto nadie h a y que lo n iegu e, y se ve por exp erien cia; pues quien no piensa penar, sin duda v iv ir no piensa. Y mas y o que de los Hados sien to la o jeriza inm ensa, com o que de am or y zelos tiranam ente m e m uera; y y á que mis H ados mas que no me inclinan , m e fu erza» á que por cu lp a de M irra tra g ica m uerte padeaca; sedm e testigos , m ontañas, q-ue esparcida la m elena se esparce los cabellos por los hombros por el cuello y por los hombros, m al balbuiente la len gu a, el pecho todo pasm ado, toda la faz m acilen ta, de

¿ e que por culpa de M irr a h o y su hijo se lam enta, p ara que su m uerte borre el renglón de su. torpeza. V a á arrojarse a l M a r V e n u s le detien e. V e n . D e te n te , A d o n is, qu e intentas? A d o n . O tra véz queda m i vid a h o y á ta vista suspetjsa; y asi paraque se acabe, y paraque su fin tenga, d exa tu que aquesos mares m i tra gica tum ba sean; porque adm irado de v e rte contem plo en ti que s e acercan lo s Hados que m e am en azan , coji tantas con trarias señas, com o que naciendo ^ ie v e , en fuego m e haces que m uera, paraque m i V i d a acabe S manos de la violencia d e tu Jiermosura , pues v e o , que el influxo de m i estrella, en ti term ina , y ^si, y a que mi vid a propensa hasta ahora te ha seguido, (( 5 ! mi adorada b e lle za !) q u a l clicie al Sol , tu perdona qu e y a segu irte no piensa m i cuidado , porque en ti ve o lo que m e atorm enta. V e n . Pues antes tu no sentías de los Hados Ja violencia. A d o n . E s verdad , mas no sentí la am enaza tan de cerca; y porque veas Jo m ucho, qu e me am edrenta m i e strella, escucha m i historia , y ve sí debo guardarm e de ella. M ir r a m i m adre con funesto anhe?o intenta de su P adre oculto h alago , mas aquel n atural grande rezelo retard a el p re cip icio y el estrago: m ira irrita d a tim ida h ácia el C ie lo del castigo tem iendose el am ago; sin que por eso de sh intento lo co re tire un p a s o , y se arrep ien ta uo poco. N o cesó del tesen qu e pretendía; aun mas y m asel fuego acrecentaba, aum entando e l incendio cáda día e l a y r e m ísm o que e lla respiraba^ y si bien ign oraba y entendía, e l deseo al d elito apresuraba,

ÍS

y logran do su in tento en noche obs­ c u ra e l d elito asi m ism o se a p resu ra. D e scu b re á una tercera su osadia, qu e segunda m e jo r llam ar se puede, pues segundo delito co m etía m a y o r que a q u e l, porque en el m al le excede; busca ocasíon , y asi que la ten ia (con am or la m uger quantose atreve!) cóm p lice y a la noche del d e lito , de su padre lograba el a p e tito . Q ued ó M ir r a preñada , y aqui fu e ­ ron las congoxas de M ir r a al o cu lta rlo ; y lo lo gra hasta el d ía que vin ie ro a los dolores del parto á publicarlo; lo s criados , y el P ad re lo sup ieron , este se sale ríg id o á vengarlo; y tom ando la espada con despecho se la m ete h asta el puño allá en el pecho. M irr a c a y ó en el suelo, y rebolcada en su san gre,á los dioses com padece ta n to , que fue en un árbol tra s fo r m ada, que solo para el llanto vem os crece: siendo en s u til hum or y a destilada, es un continuo llan to el que padece, y llam ándose M irr a no te asombre el llanto se conserve con su nom bre. H ijo de un tronco y o n ací llo rad o , mi de los C ie lo s fui com padecido, antes bien , irritad o de mi et Hado salgo á luz de mis Padres m aldecido, de m odo que de am or fu i condenado á m o rir 5 y del todo y a cum plido en ti lo v e o : m ira , Venus beila, si tengo que sentir contra mi estrella, Y asi y o d e T rin a c ria e n Jos um braapenas con mi pJant;;(Jes D isp a ra n un grande trueno , relámpa­ g o s , terremoto , tivanse de repente ios bastidores , y se acaba la jorna~ da \y se ha de hacer con la mayor prontitud. ACTO

TERCERO.

T ea tro de P alacio ; se 'verá e l r e tr e te de V c n u s hermosamente compuesto, S a le V e n u s y A d o n is. A d o n . Suspende , N in fa bella, tantos dulces alhagos; v is-

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v iste que nuestra estrella infausta nos predice m il estragos} viste que todo el m undo, y rafagas del vien to desde lo mas profundo se deshacía hasta e l firm am ento. Y o bien q u isiera am ante a d o ra rte , o dichosa, en uno , y o tro instante pasmo de la beilesa mas liermosá« Y a veo que en tu aliento puros arom as tiras,. p ara que el firm am ento ten ga incienso fe liz quando respiras. Y a veo que en tus rizos el sol á giro s m ueves, -■p o r los montes pagizos n o dexando el ofir que no te lleves. Y a ve o que tu agrado á m i deseo im ita, mas mi co n trario Hado aun desear tu agrado m e lim ita. L a m uerte me amenaza esta dulce codicia: ó ! ii el fuego que abrasa apartase d^i Hado la m alicia! hace que se va. á D io s para siempre;;: llama? mas a y de m i! que no puedo, aunque ese fuego me llam a, seguir llam as de ese fuego. repara que V en u s tiene e l lienzo en los ojos , y w telve. no llo r e s , hermosa V en us, esas tus ojos serena, qu e las perlas que derram as no dicen bien en la tierra. E n ju g a ese llanto , m ira que la candida azuzena y a no es b la n c a , pues por ti e a lutos toda se anega. Q u ita esa nube que esconde á la .m a s herm osa estrella, qu e quitándonos al dia, sucederá la noche con tinieblas. A u n no? Q ué quieres? dilo: que con cal que no sientas, y o sen tiré , olvidando de todo el Hado lá ojeriza inmensa. A y de mi I j^don. N o asi suspires, qu e el corazon me penetras, ,y p slig ra que se acabe si ty agrado no comienza;

y pues te digo que olvido de los hados la v io le n cia , está segura que y o s o y el que mas te venera. f^en. Y a esto y alegre ; una mano;:toma la mono á V e n u s y la besa. A d o n . E l A lm a m ejor te d iera con todos cin co sentidos, p orque la dadiva fuera un im p e r io , paraque m is vasallos jurasen tu obediencia. V e n . Y tus hados? A d o n , Y a no h a y hados, va ticin io s los hizo tu bellezaj pues v a ticin io es am ante herm osa de oráculo fe liz que te h ace tierna: S a le F lo ra asustada. F U . Señora ¿ á V u lca n o he viSto, que sube por la escaieraj date p risa porque y a hácia tu quarto se acerca. V e n . Q u e he de hacer? C ie lo s dívinosí nióta la luai, anda , co rre , v6t« , buela y trae un vestido hermoso de Ninfa^y vente con ellas. V a s e F lo ra y sale V ulcan o , l^ u l. Quie'n tienes aqui en tu quarto que tan obscuro se muestra? co n quien hablas? que la voz y o no conozco. V e n . C o n C e lia . V u ¡. C o n C elia? Y en donde es.ta? que y o quiero conocerla. S e va acercando hácia A d o n is como quien va atientas. V e n . D e t e n t e , que y e no quiero, que el menor tacto se atreva á mis ninfas j si zelo so , grosero , villano , piensas que algún galan escondido aqui tiene V en u s bella, m anda que luces se saquen, y averigua la sospecha. ' V u l , A y ! boba! piensas que y o no conozco bien tus tretas? manda pues que tra y g a n luces. V e n . F lo ra , C in th ia , C l o r i , C e lfa , S a le CQn e l vestido de N in fa , y mien­ tras lo ponen ó A d o n is dice F lo ra , F io . Q u e m andas? O tras. Q ue es lo que ordenas? V e n . A F lo ra que tríiy ga luces; cerrad vosotras las puertas: estas vestido? op. á A d o n is. A don,

A á o n . A u n no esto y : ap, manda que la luz no venga. f^ e n , F lo ra estará , hasta que y o o t r a v e z á llam ar vu elva. í^ u l. Y lo que tardan las luces. f^en. Y lo que ofende tu lengua. Y o pienso que alguna traz» aqui m aquinar intentas. f^'en. Y o pienso que n i un instante, has d e verm e ea tu presencia. F lo ra . v a se í^enus. S a le F lo r a con lu z. Z^ul. E sposa, aguarda, m ira: suspend, Q uan to e a la vegez se ierra! y quanto en toda la vid a en erra r solo se e m p le a !. y e r r a el niño quando llora; y e r r a e l m uchacho que piensa^ y e r ra joven que la vid a / la gasta en lo que desea^ y e r ra el adulto en lo que tiranam ente atro p ellaj y e rra el vie jo en quanto o b raj todos quantos viven y e r r a a j y solo no y erra e l justo, que de infam e no arrastra la cadena. Señora , pues que de tantos te recon ozco por R e y n a , ruega á V en us que perdone, qu e los zelos hicieron que la ofenda. í^ a se con todas las N in fa s . A d o n . Q ue bien que dixo aquel sabio: que los zelos siem pre eran ios que fom entan los m ales y m ales que al alm a llegan ! tirana pension del alm a son los zelos j ó ! quien pudiera no ten er zelos! H a z e que se v a j y F lo r a a l paño. S a le M a r t. E sp era, dueño de aqueste palacio, pues te ju ra am or su R e y n a , no haciendo falta y a en C h ip re n i sus arcos , ni sus flechas; y porque y a no la hace, donde asiste tu belleza^ h o y se ha ausentado de aquí, com o quien dice j si dexa solo m irarse esta N in fa , qué falta han de hacer m is flechas? E n busca de una herm osura, vin e , y perm itió m i estrella que en vez de encontrarla herm osa, á ti ceen quen tra nías que ella.

X7 A d o if, Q uien ha visto,- quien h a v is t o , aquesta n aturaleza tan variable , y engañosa? que solo porque uno piensa que es lo que no es , obra y a sin m as exílmen ni prueba, qu e e l pensar que e s , y no ser aq u ella que ve , y que piensa. M a rte m e cree m uger. V u lca n o una N in fa bella; pues y a que el rostro acom paña v iv iré de esta m anera en P alacio , puesto que enam orada y resuelta V en u s está , con que puedo ve r á m i bien mas de cerca. M a r t. N o m e respondéis , Señora? si sois D eidad que encubierta v iv is en este palacio de otra deidad com pañera, no con desdenes m e pagues el ren dim ien to; pues sepa que si s o y s D io sa , so y D io s j y alom enos lias que pueda m erecer con tu herm osura, alcan zar con tu belleza si com o á galan desdenes, com o á D io s M a rte finezas. A d o n . V o s sois M arte? aquel sañudo sediento D io s de la guerra, q u e in ven cible en las cam pañas, vencido en palacio queda? V o s a q u e l, que entre granizo de dardos , la n zas, y ñechas salís ileso , os rendís á blandos rayo s de cera? V o s aquel pero que digo? ap. s i tirano am or se m uestra ra y o , que á los m ontes abre; d a rd o , que al C ie lo penetra; fle c h a , que inhumana hiere; lanza , que sube á la esfera llena de fu e g o , y a l punto baxa á la tierra pavesa. M a r t. Prosigue herm ana , no asi tanta suspensión te deba. A d o n . P easais vos que soy tan van a, pensáis vos que s o y tan necia, qu e fie de las palabras que los vien tos se las Uevanj sabiendo que soys mudable qual de la n ave v e le ta , que á qualquier vien to que sopla, á qualquier vien to se enireg»? C si

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si de d e cir ahorá aeatias que una herm osura te llev 3 e l pensam iento á p aiacio, y segan finge tu idea d ic c s , que porque has hallado m í herm osura mas p erfecta, dexas la o tra ; cosa es cla ra , y evidente conseqüencia, que hará lo mismo con m igo, encontrando o tia mas bella. M a r t. E l argum ento no h a y duda que 'salida no tu v iera , s i mas herm osa que vos fu e ra capaz que la hubiera. jid o n . E n o tro tiem po lo mismo dirías tu á o tra belleza; y ahora vem os que tu Otra has hallado mas b ella. M a r t. E s verdad que la he h allado, siendo verdad lo que cuentas; m as una es belleza hum ana; vos sois d ivin a belleza. jSdon. D iv in a es V en us , tan alta herm osa deidad suprem a, qu e es lo sumo de lo herm oso, y tu falso la desprecias. M a r t. D iv in a es , mas tan hum ana, que se trata con qualquiera. uídon. C o n vien e e l disim ular, puesto que fin g ir es fuerza» Y serás firme? M a v t. E so dudas? T e lo d irá la experiencia. A d o n . Q uien M a rte , lo afirm a? M a n . Yo. A d o n . T u no tnas? M a r t. Y quien venera tan to á tu hermosura , que y a ho h a y p eligro que cre«ca la v e n e ra ció n ; porque uias veneraxss a o pueda, A d o n . M e darás zelos? M a r t. Q u é es zelos? n i solo por apariencia. A d o n . M ira que lo mas herm oso enfada si se freqiienta. M a r t. N o enfada el m irar al C ie lo , quando Júp iter se muestra lleno de su M agestad acom pañado de estrellas, qu e flores del firm am ento; de A stro s sirven á la tierra ; y quanto uno mas lo m ira aun ica s rtürarlo desea,

sí es capaz el deseaf m as visión ; porque a llí cess todo deseo , por ser sumo lo que se venera; y com o vos sois un C ie lo d e m ucha m ejor m ateria fabricad o , y sois deidad, no dudo , que aunque estuviera siem pre con vos , no podría cansarm e , p orque eso fuera cansar lo sumo , y no puede cansar quien siem pre deleita* A d o n . D exan d o sofisterías, sin que ninguno lo entienda vendrás á verm e á p alacio , en donde m i am or te espera^ con la adverten cia de que ía prim era v e z que sepa, que enam oras á o tra D a m a , será la vez que m e pierda. C o n esto aseguro que op* no enam ore á V en u s bella, con que m is zelos term inan , y se acaban mis sospechas. M a r t. C o n ta l que a tí te enam ore, •tídn* cu m p liré lo que m e ordenas; y adm ito el p acto , seguro de que vos sereis quien pueda obligar á M a rte á que se sugete á una belleza. vanse, Fa u. Han visto ustedes , Señores, ‘ este A don is , ó d ia b lillo , que puede se rv ir d e espía entre el sexto , y entre el quinto, com o el borrach o bribón .d e que es m uger se ha fingido y lo es tanto , com o e l bru xo que p arirá a l A n tich rlsto ? el bribón la ha requebrado, la ha enam orado; é l le ha dich o que la prim era vez que enam ore á o tro prodigio se ha de perder , y a l instante o tra v e z le á rep etid o no le d é zelos ; Señores, ustedes jam as han visto des hom bres enamorarse? p u e s a h o r a y a lo han v is to , y no alcan zo com o es, y no alcanzo com o ha sido ta l patraña , á no ser que sean los dos m ofodritos. Q u e fa lta que hace aqui F au no, que en tre sahfos, y entre brincos * as-

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íaliera. dp un salto de este Zíleg a M a f f e a l quarlo de A d o r¡is qt(& in trincado laberinto. Dase. estará dormido reclinado eft una S a le M a r t. P u esto que la negra noche, mesa donde habrá escasa lu z, íie l cóm plice del delito M a r t. Sol d iv in o , o bscu rece co n su manto qu e en las som bras de la noche e l m ejor cam po de v id rie j luces m a s; com o dorm ido puesto que el P alacio y a c e estando y o desvelado en blando sueño dorm ido, te encuentro? encam ínese el deseo, F aun . B u en o ! que lin d o í com pañero de si mismo M a rte enam orar a q u i á v e r si a cu ella m uger á su m a yor enem igo l m e cum ple lo prom etido: s i le debe conocer? . que si-cum plirá , por ser ó ! si le habra conocidol la rauger un apetito estará lo c o , estará continuado , y jamas cesa b o rrach o de beber vino? de apetecer j y exám ino si estará , s i ; s i estará, que a l consentir una v e z valgam e San L ico d in g o . á jmuchas ha consentido. S a le V e n . C íe lo s ! A d o n is no habec S e encamina M a r te a l re tre te de aquesta noche ven ido V e n u s y s e le Fauno. ¿ m i quarto ! no es posible; F o iu M a rte en P alacio á estas horas? podrá ser que en e l d istrito que m ala s e ñ a l, san C iro ! que y o dorm ía llegase, el se va al quarto de V en u s, y a l verm e d o rm ir , rem iso a y ! pobre de V u lca n illo l en despertarm e habra estado, encom lendate á P lu to n ; y com e es tan com pasivo, que te m uden de a p ellld o j zelos® de m i quietud y siendo m arido a y e r, se habrá vu elto . b o y no .serás mas m arido. M a r t. H e sentido * ' S a le A d o n . Si la am enaza del hado pasos p or a q u í; la luz \ n a ta la lu z , no em bargara mis sentidos: ■m ato , y estaré ad vertid o . dichoso qual y o , en donde hasta qu e pase , y despues jam as ^e hubiera advertido? desp ertarle determ ino. porque la m adre de am or L le g a V e n u s a l quarto de A d o n is, tiern a com o su ca riñ o , V e n . E s te es el dichoso quarto id ó latra á m is favores d e aquel joven P eregrlflo , h o y v iv e de m is suspiros; c u y a d iv in a belleza este es su quarto , á entrar lleg o ; enam ora aun lo D iv in o ; pero no : que siento ruido; y d ígalo y o que so y V u lca n o será , á mi quarto cariñ o de sms cariños. segurida vez m e re tiro . va ss. F aun. V a lg am e San N Icodem us, M a r t. A l quarto llegué de V en us San Lesm e , San A g a p ito , sin haberlo y o advertido; San Silin drin , so T o rq u a to vu elvo á salir á buscar so R u fa s to , so B arcino; o tro de mas gusto m ío. vose. que fiesta ha h a b er aqui: F a u . S eñ o res, en donde estoy? alerta a uditorio m ío. disfraces aqui? que estilo V e n . A obscuras está , no dudo, h a y en aqueste Palacio? que estará al sueño rendidos A d o n is de hem bra vestido? llam arle qu iero : A don is que maJa y m ala señal! Con la v o z baja, M a rte lleg ar m iiy.quedito sin duda estará dorm ido, a l quarto de V en u s! bueno; M a r t. E s ta es V e n u s : á tiran a, Juego el haberse salido ó pesa á m i ! s i el sonido é ir al q uarto de Á donisi d e la vo z m udar pudiese: xnalo, malo. un etna en m i pech o m iro, Ca ca

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S e s tis horas 5 y l a vela un volcan , 1:11 m ongibelo un bulto a p agarla! C ie lo s! es h o y quanto y o respiro. que mas evidentes señas? Z^en. A d o n is. con la v o z haja. S a le n los C iclop es con F a m a sta d a i M a r t. Q u e es lo que mandas. las manos aira s. E s ta r á parado un rato. C ic. I . R egistrando este p alacio , la v o z no habré bien al baxar una escalera fingido. este ladrón encontram os. ^ e n . D a m e la m a n o , y no tem as; F aun. M ien te tu boca , tu lengua y al instante ven conm igo. tus dientes , tu paladar l^ an despacio hacia la p uerta , de nia~ tu peluca , y tu m o llera, ñera que c^uando saldrá ulcano , á que en m i vid a y o jam ás un mismo tiem po se encuentran. fu i ladrón , n i y o lo fu era , F a un . N o apeo lo que aqui pasa aunque me dieras un rabo, aunque el m isterio se apea^ aunque una co la m e dieras tem er lo que se desea . de las m uchas que sobraban es tem er lo que aqui pasa; á la bru xa de tu A b u ela; esto es una luz escasa» ni aunque::«6 ir ados ojos tuerta C ic. Q ue ni a u n q u e , ni aunque? sin encon trar con la puerta F aun . A unque d igo , aunque m e dieras la im aginación forzada. todo quanto habra robado F lo r a que es una taim ada un M in istro de B oletas, sabrá algo , sino es m uerta. no seria y o capaz A l irse á entrar V e n u s y M a rte , sa­ de ser ladrón ^ Santa T e cla le P^ulcano con lu z que luego a l en­ ladrón y o ! y o lad ró n ! y o ! contrarse se le cae \ y dice a l salir. que esto sufra m i paciencia! P 'u l. Q u e V en u s no esté en su quarto! si tu dixeras que y o S e encuentran , y apagase la luz. he vivid o de m il tretas F a u n . VaJ’g am e Santa L u cia . va se, robando por los cam inos, ^ e n . M u e rta so y . vase. por C iu d a d e s , por aldeas; M a r t. P erd ióse el lance; que urté un d ia cien doblones^ me v o y rabiando de ira. vase. o tro otras tantas pesetas,] V u l. O la C iclo p es , C riadqs. y asi , si dixeras ti> S a le n los Ciclopes. que soy cobarde , dixeras Unos. Q u e mandas? verdad , mas íadron , Señores, O tvos. Q u e *es lo que ordenas? quien ha visto tan gran bestia? V u l . Q u e registréis el P alacio, V u l . L le va d le preso , en el potro y llevadm e á m i presencia d irá la verdad j que pena a l prim ero que encontréis. siento en m i pecho! llevánlo. Todos. C um plirem os tu obediencia.vtf«. Ffltt.Tened^Sefiorjhoy de m i clem en cia, V u l . C o n quanta razón se dice, que en mi vid a y o jam ás que los ancianos debieran fu i ladrón ; pues crea , c r e a ::te c e r la M u g er anciana, V u l . V o y averigu ar si puedo y aun con esto algu ien d ix era lo que el recelo sospecha, que n o esta rla seguro s i el d o lo r que m e sufoca de sus mañas , y sus tretas. la respiración me dexa. v a ss. Ven'tís no' estar en su quarto, S a le B e h n h suelto e l cabello por los hombros, con un cendal en e l rQsiro, que se I9 quita fu rio sa a l decir e l prim er verso. B e l. D on de v o y fa g itiv a entre las sombra ? el delito m e ap arta de m i m e s ^ : cncontrém e y o , acaso entre sus ftrazos? donde me esconderé de m i vergüenza? Y a m urió la lozana gallardía del

a i del candido exp léfld o f de ía azuceaá} O ! si en la m uerte y o bo rrar pudiese la linea fata l de tanta a fre n ta ! O ! falso a m o r! que fem entido has sido! o jala co n m í honor tu no lo fu eras, pues podias pngar no a tanta costa la deuda que con traxo una fineza. B elon a enam orada , d irá el m undo, quando alguno en sus anales le a , estu vo , y despreciada , con que es cie rto , que se hará vergonzosa á la vergUenaa. Q u ise y o i S ilv io , quisele , y piadosa reparando su f e p or verd adera, no pensaba que á golpes del cariñ o se labrase e l tesón de su infidencia. H u ie , y se ap arta d e m i blando seno, pues d ice que si M a rte lo su p iera, ca stig ara la in fam ia con su a zero , ru bricand o la punta entre sus venas. Y o b u r la d a , ofendida y desgraciada h e de quedar a l torno de la pena: a y ! S ilv io de m i v i d a , no te apartes^ o y e á B elona que te llam a tierna. E l d ía rae perdió , que despreciaba de C u p id o la a ljava , y sus saetas, que necia anduve , puesto que sabia, que á todo el mundo penetraban ellas. A p á rte m e d e C h ip re avergonzada, no ha de haber en el mundo quien m e vea pues m úger infam ada , no es bien nadie en su sem blante su d elito lea. j í l i r s e á entrar sa le M a r te fu rio so rodando el m onte se v ie o e con la espada desnuda. a l v a lle , y un ja v a li M a r t. B elon a estas sola? inhum ano la acom ete: B e l . S i. v o y á d e fe n d erla , y luego iíf/ir/. Pu es sa b e , qu e he de ven garm e á m i venganza vo lverm e. vase* de un tiran o que m e ofende. B e l. A y C ie lo s! sin duda M a rte de ijn a a leve que m e a gra v ia . sabe su afren ta : valedme! B e l . C ie lo s !. sin duda que sabe m ontes , valles , riscos , selvas m i d elito , y ahora vien e en vu estro centro escondedme, á m atarm e. S a le Fauno pisando qu ed o , y F lo r a M a r t. Y quando uno p o r la otra p a r te , andaran atien— lleg a su deshonra i verse::— ta s , y a l encentrarse esta dará un B e l . E l lo sabe ; á ! S ilv io m ió , grande g r ite , y salen los Ciclopes^ que de tem ores me d e b es! y V u lca n o con lu z. M a r t. L a punta de aqueste azero V u l . Q u ien causa aqueste alboroto? es bien solo que se vengue, fu r to . F io . A y de m i! cai en la tram pa, ap. B e l . Q u ie ro arrojarm e á sus p ies F aun . A y cu e llo m ió ! a y gazn ate! á confesar : mas no ; ten te. a y pobre de m i gargan ta! M a r t. E s tá cerrada esa puerta? m iral. F lo r a , si m entir no sabes. D en tro V en u s. h o y has de quedar ahorcada. ^ V e n . V a le d m e , C ie lo s , valedm e. V u l . P ren d ed aqiiese villa n o . H a ce que lo mira. y con las manos atadas iíf í ííf . Q u e es a q u ello ? una m uger i la prisloí» le vo lv ed j pues

t i pues y o pienso que m e engafía en todo quanto me dixo. F a u n . N o Señor , no te he engañado p o r ningún m otivo y causaj y o te d iré io que ha sido; S eñ o r , con V en us , c o a L a u r a , qu e es esa m uger que ves, y á quien y o vengo á buscarla, qu e es m i m u g e r, m i Señor, y ha muchos días que falta de casa como acostum bra, aquí la encontré , y repara, que porque y o la decia, que se v o lv ie ra é m i casa, com o lo hacia antes j ella 6 la m anera de Ingrata em pezó á dar gritos fuertes; diciendo que no gustaba de v iv ir conm igo, porque ten g o la barba m uy largaj y con esto salís vos, y luego prender m e mandas, com o si el que está casado bien prendido no se hallara: est® en quanto á m i m ugérj en quanto á V en us , y á M a rta y A donis , solo d iré, que aquella es una taim ada, com o mi M uger , pues veo que las dos con grande m aña con quatro palmos de p u n i^ nos dan en roer la espalda: d e modo que y o he pensado, ( s i es cosa que á ti te agrada) que m e dexes tu m uger, y tu quedate con L a u ra , y podrá ser , que mudando de m aridos , nuestras Dam as L o s versos últim os muy de prissa, s e com pongan , y sino lo m ejor será m atarlas. V u l . D eteneos 5 lo que vos e l o tro d ia m e hablabais, es verdad? F aun. Si , mon S eñ o r, y 1o es tanto , que jurara todo quanto a lli te dixe: y aun sabrás mas , si esa L au ra haces que á dorm ir se venga aquesta noche á mi casa. ¡yu J. D ilo , qu e y o te prom eto que e lla irá de buena gana. F io . D io s q u ie ra que tu pellejo no se co n vierta qh badana.

Faun. E l tu y o de cord ovaa le h ará el zurrador sin falta* P u es Señor , com o sabéis que de C e lia disfrazada m i Señora D o ñ a A d o n is, e ra m adam a fantasm a que v iv ía en tu P alacio de V en u s enam orada: que aquella noche que vos m andals á estos cam aradas urones nocturnos , luego que me prendan , y m e agarran v i com o M a rto se entró a l quarto de V e n u s blanca, y luego v o lv ió á salir: con que es la señal m uy cla ra qu e no h izo nada , p or no ten er ocasion de nada. Y que M a rto se encam ina d e A d o n is h á cla la cam a, que le enam ora , y le d ice m il ternezas que alm ibaranj que V en u s salió á buscar á A d o n is , que lu ces m ata M a r t o , y que vos sacais o tras las quales un bulto apaga: y quedándonos á obscuras (que es lo que y o deseaba para poder encontrar imas pocas de alcap arras) das voces , con que me prenden, y lo mismo executáran estos C iclo p e s , p or ser la gente m as desalmada que y o en mí vid a h a y a visto j pues cierto no perdonáran á Jesús si ellos podían co gefle en semana Santa: hasra aquí vos .y a sabéis Señor lo que ’hasta aquí pasa: lo demas vos lo sabréis, con tal que hagais que esa L a u r a , que es mi m uger , esta noche la hagais llev a r á mi casa. V u l . Si ira , s i , y ten por m uy cierto que m andaré acom pañarla. F io . Señor , m irad que es un loco, y en quanto d ice hos engaña, V u l . O ja la fuese verdad: no fueran m is penas tantas. F io . N o so y su m uger , Señor, ni jam ás fu i y o casada, ni so y L au ra , pues y o soy ole V en us una Criada. V u f,

V u í. E a eallaá , que y a sé que aqui sois vos la culpada: proseguid. “F a un . Í)Íg o S eñ o r, que han trazado el i r á caza V en u s , y A d o n is , de m odo que dexando las enaguas o tra vez , viste calzones, atacandose las bragas á modo de Portugués; y de esto infiero la causa, y es , que ellos han sabido que tu so licito andabas en busca de ellos , y ah o ra, aunque tu Jos encon tráras, com o están sin los efectos está dudosa la causa: m i m uger , Señor a l punto, antes de aqui no se v a y a . V u l . C iclo p es , á esa m uger con vos bien acom pañada la lle v a d , y luego a l punto ven id , que en esa m ontaña os espero , donde tengo de apu rar todas mis ansias. vass, F o u . Señ ora no ha visto U sté com o ha caldo en la tram pa com o U sté dixo? no v e , que la lira bien tem plada, el v ío lin bien com puesto, p revenida la gu ita rra, vu esarcé en aquesta noche a l com pás de su gargan ta b a ila rá en abreviatu ra lo largo de una pavana? no lo v e ? jFíp. A p icaron, bas de pagarm e esta farsa. C ié. E a vam'os , que V u lca n o en el m onte nos aguarda. vanse. E ¡ T heatro de monte , v erá se bajar de un collado V e n u s reclinada en Jos brazos de A d o n is ^y luego p a ­ sará un ja v a li herido. A d o n . Q u iso mi estrella , Señ o ra, qu e á tan buen tiem po lleg ára, que pude daros la v id a j mas procedeis tan in g ra ta , que al paso que os d o y vid a vu estra herm osura m e mata: y pues pude y o lib raro s d e aquella fiera inhunUtna, que verdugo de m i vid a á la tu y a m e qultava^

as aquí descsflsáf podéis siéntase Venv^ hasta que y a recobrada v o lv á is á P a la cio : ahora p erm itid que y o m e v a y a en busca de aquella fie ra , paraque á tus pies p o strad a, no m enos que con la vid a pague su acción tem eraria. V e n . A g u a r d a , A d o n is , bien m ío , d e te n te , a l m onte no salgas, porque rezefa m i pecho co n tra ti algun a desgracia. A d o n . N o tem áis , V e n u s , perm it» que aqui al instante te tr a y g a quien quiso ofen derte ; y sabe, que lo mesmo execu tá ra co n tra todo el mundo , si el m ando ati te en ojara. vase* V e n . P erm ita e l cielo que aqui lleno de.despojos salgas. S a le S ilv io por e l otro lado d e l monte* S i l . D esde aq u ella fe liz noche que Uelona enam orada de mi p erm itió á C u pido descansar entre sus ansias: desde aquella fe liz noche que mi ca riñ o se ap arta de B elon a , por tem er de M a rte la justa sañ a; y no la v i , sino un día donde m e dixo , que traza M a rte su v e n g a n z a , por saber su deshonra : ó ! in grata fortuna! Y qus p resto quitas la dicha quando se alcan zal determ ino h u ir del mundo at centro de estas m ontañas, p orque jam ás no m e halle quien fom enta su venganza, váse* S a le M a r . N o pude hallar en el m onte aquella M u g er , pues tard a el socorro á quien le busca, aun quien socorrerla haya: v o y á encon trar á B elon a para decirla , que trazan m is zelos con tra un A d o n is, mis zelos con tra la in gra ta V en u s , que ofenderm e p ien sa, la m as-sangrienta venganza qu e á impulsos d e in gratos zelos h a executado la rabia. va se. D en tro A d o n is. A d á n , V a le d m e , C ie lo s , valedm e. L ev a n ta se V e n u s. V en.

Í4 V e n . A y d e m i! que v o z escucho tan del todo lastim osa, que el pecho m e ha p eaetrado , y ei corazon me zozobra í v o y á v e r lo q u e « s . S a le M a r t. N o va y a s, sino quieres v e r las rosas despojos de su herm osura de blancas vo lverse roxas: pues y a los divin os C ie lo s ofendidos de t¡ , arrojan rio s de san gre en las flores p a ra la v a r m i deshonra: enojados de que á noche tu falsam ente tra id o ra ilegaste al quarto de A d o n is, y con la vo z b a x a , absorta, estando y o a lli presente sirvién dom e á mi de escolta, llam aste á A don is dorm ido, y diciendole ale/o sa, qu e te s ig u ie r a , te sigo, y aJIi mi pecho qual ro ca com batida de los vientos^ é im pelida de las ondas, qu e está si cae , ó no cae: asi m i pecho , á la som bra del a gra v io zozobrabaj y á im itación de la ro ca estaba para ca er, á no, ser que se alborota el P a la cio , por haberse m uerto á V u lca n o la an to rch aj hu bieras visto , tirana, la ira mas horrorosa, ia mas sangrienta venganza, ^ Ja raas in grata ponzoña, que el cruel áspid de los zelos d e sus entrañas arroja: m as y a los C ielo s vengaron m is males no á tauta costa,

,con la m uerte de tu AdotiisJ m íra le pues. S e v e A d o n is muerto a l lado de un rosal que estará con rosas. V e n . A ! tra id o ra R a sg a se e l vestido y cabello. ve a ga n za de injusto amanceí n aciste de alguna roca? algún roble te h á engendrado? lech e te dio un a Leona? te alim entaron los T ig res? cuidaron de ti las O sas? las Serpien tes te educaron? pues de todos la ponzoña tienes , de todos la saña: D io ses , pues que m is congojas m iráis , haced’ que m i A d o n is transform ado en A m ap o la, sea en el mundo una e stre lla y el O lim po una rosa. L a p a rte superior d e l T ea tro será de eieh% v er áse Cupido sentado en una nube de oro y y V e n u s , y A d o n is sentados en una nube suben y Canta Cupido. ( mamento Cup. rec. T u s lam entes escucha ei flró herm osa V e n u s , cese tu cuidado, pues se sube a l olim po y a tu A donis: tan to puede lo hernioso en lo sagrado. M a r t, Y á m i se aum entan los Zelos en m edio de aqueste encanto, v ase, F a un . F lo ra , pues qu e aqui ninguno se casó d e nuestros am os, puesto que somos so ltero s, lo m ejor será casarnos. F io . D ice s bien , que de esta suerte, y o so y siem pre la que gano. F a u n . Y aqui la C om edia acaba ó m uy discreto senado: si fu ere de gusto , bueno, y sino es de gusto , malo.

F I N. Barcslona : P o r Jiian F ra n cisco P iíerrer ^vén d ese en su L i ­ b rería administrada p o r Juan Sellen t j y en M adrid e n la de Q u jro g a .

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