Cambiando los tiempos Domingo, 17 de julio de 2016

Cambiando los tiempos Domingo, 17 de julio de 2016 Daniel 2:21 Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a l

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Cambiando los tiempos Domingo, 17 de julio de 2016 Daniel 2:21 Él es quien cambia los tiempos y las edades; quita reyes y pone reyes; da sabiduría a los sabios, y conocimiento a los entendidos. (LBLA) Nos vamos a enfocar en algo porque creo que a veces hay cosas que no todos logran, dice la Escritura que El Señor sacó a todos de Egipto, los atravesó a todos en el desierto, pero no todos lograron entrar en Canaán y dice el libro de hebreos que fue porque no le combinaron fe. Hoy hay una unción, hay una atmósfera, dijera yo que hay una unción profética este día y uno quiere conocer qué es lo que Dios quiere hacer, uno quiere saber los planes de Dios para con uno, uno quiere conocer qué Palabra tiene Dios para nosotros y todo lo que Dios quiere es hacernos una cita, es una cita que es la palabra moed que es la que estoy trabajando, y es que esto para mí es lo más importante. Vamos a ver otros textos, pero si sólo se nos queda este texto es lo más importante, otra versión dice Él es el que cambia los tiempos y las sazones, sazón es como que está maduro. Mire lo que Dios va a hacer, Dios va a cambiar tiempos, eso es todo lo de este domingo y fíjese que para cambiar quita reyes y pone reyes, es decir que cambió los tiempos, algunos que estaban los quitó y otros que no estaban los puso, mire que cosa ésta, entonces puede ser que hasta en el trabajo tengas problemas y hay alguien arriba que te tiene ya entre los ojos para ver lo que te hace, pero tú tienes que irte con una Palabra: “Que Él es Él que quita reyes y pone reyes” y el que te hizo esa trampa, él mismo se va a ir en la trampa porque nosotros somos el pueblo de Dios y Él es el que cambia los tiempos y las edades, Él es quien quita reyes y los pone, gloria a Dios, estos minutos que nos vamos a dedicar a esto, toda la connotación es ésta y para mí es importante que le ponga fe, de que los tiempos, Él es el único que los puede cambiar.

Hay una versión dice y las sazones, es algo que debe madurar, me imagino que, si uno va a ver un fruto que está muy verde, uno dice: “Tengo que esperar”, pero lo que quiero que sepa es que Él es lo puede madurar, mire que cosa. Quiero llevarlo a este hombre llamado Daniel, Daniel es un hombre que nos enseña a nosotros de los ayunos, Daniel es un hombre que entiende ese secreto, esa herramienta espiritual para poder conocer cosas y sobretodo cosas ocultas en Dios, no estoy hablando de pecados ocultos, sino de revelaciones, de situaciones que nadie conocía, pero él sabía, de entrada, desde el capítulo uno dice que él propuso en su corazón no contaminarse, yo no voy a comer esa comida, ese tipo de comida no lo voy a comer, yo voy a comer otro tipo de comida, eso es un ayuno, yo no voy a comer de lo que ellos comen. Se recuerda que en el pasado también hablamos que uno de los ayunos de Daniel lo que se hacía en ese tiempo era que el rey dijo: “Voy a ayunar sólo en la noche”, alguno lo que hacen es que solo ayunan de diez de la noche a las seis de la mañana, de eso ayunamos bastante, tenemos todo el año de ayunar así, pero él ayunaba de entretenimiento. Entonces este es un hombre que conoce algunas cosas, algunos secretos espirituales, si estos niveles, sé que le podrán decir que no, que no lo pueden hacer porque son acomodados o los haraganes o los que convierte la gracia en desgracia, esto es así, siempre le comentó cuando hablo de esto que hay que llevarlo con mucho cuidado. Ahora entiendo yo que Dios ha puesto en este año una carga sobre nosotros, una carga profética, una carga ministerial, que vienen tales cosas que Dios quiere hacer que nos ha metido a todos en ayuno, unos días de éstos es que aquí estamos todos, entre semanas, cada uno busca su día y nos hemos puesto con ese propósito, espero que usted reciba ese propósito porque eso es entre usted y Dios, yo no llamó a los del equipo A: “¿Ayunaron hoy hermanos?”, - ¿Por qué lo dice pastor?, “Porque estoy terminando de almorzar”, eso a cada uno le va a tocar.

Fíjese que los días de Daniel eran días tremendos, estaban bajo la cautividad de Babilonia y entonces este libro de Daniel nos da revelaciones, el rey que estaba gobernando tuvo un sueño y eso le turbó, le tocó su corazón y su alma, usted sabe los sueños pegan tanto que uno no es igual al otro día y pasa tiempo uno con ese sueño, sabe que hay algo y uno no lo logra discernir, entonces mire que difícil porque el rey se molesta y llama a sus adivinos, a sus magos, a sus lectores de horóscopos, a sus psíquicos y les dice: - “Fíjese que tuve un sueño y quiero que ustedes me lo interpreten”, entonces ellos le dijeron: - “Está bien rey, cuéntanos el sueño y te vamos a dar la interpretación”. Yo no sé hermanos, pero el rey se enoja y les dice: - “Yo no les voy a contar el sueño de nada, si ustedes realmente tienen revelación, me van a decir que soñé y qué significa”, entonces los psíquicos, los agoreros de aquel tiempo, ellos se dieron cuenta que no podían hacer eso, que no calificaban para eso. Entonces la Biblia dice que dio un decreto de muerte, dice que dijo: “Hay que matarlos a todos”, entonces alguien dijo: - “Fíjate que ahí hay alguien de los de Judá, de los deportados, de los cautivos que tenemos aquí, ahí hay uno que sabe de sueños, hay que ver cómo se logra” y el rey había dicho que los que tuvieran la interpretación, los iba a llenar de regalos, o les daba regalos o había un decreto de muerte. Entonces Daniel dice: - “pero porqué tan drástico este rey”, entonces el rey le dice: - “si tú sabes algo, yo necesito que me lo digas”, Daniel fue un hombre que le dijo: “Sabes qué, te voy a decir algo, realmente lo que tú pides es casi imposible, eso no lo va a saber nadie, así que si te acercas a mí yo tampoco lo sé, pero te digo algo, al Dios que yo sirvo, sé que si yo me meto con Él, Él me lo puede revelar, así que te ruego que me esperes y yo voy a hablar con El Dios que yo sirvo y Él me va a decir el sueño”, es más sencillo que nos dijeran que soñó, si usted es nuevo en la Biblia uno se inventa cualquier cosa, imagina que a usted alguien le dice: - “Venga para acá, sino me dice qué significa se muere”, uno se inventa cualquier cosa en el sueño, le dice significa esto y lo otro, pero viene el rey, sólo él sabía que había soñado, dice:

- “Si usted tiene poder dígame qué soñé y qué significa”, entonces Daniel se mete con El Señor y Dios le da la revelación, y le dice: - “Sabes qué rey, El Dios que yo le sirvo, es un Dios que le da a uno sabiduría, le da a uno entendimiento, le da a uno conocimiento y te quiero decir algo, El Dios que yo sirvo también quita reyes y los pone”, como quien dice no te me pongas a brincar, - “También te puede quitar, pero El Dios que yo tengo puede cambiar tiempos también”. Ése sueño del rey era la estatua metálica, usted recordara la estatua metálica, esa estatua metálica era un sueño profético que hasta el día de hoy estudiamos, era el tiempo del porvenir hasta el final, entonces Daniel lo recibe y le da la revelación, pero esa frase es la que me llama la atención: “Él es el que cambia los tiempos y las edades”, Él es quien quita reyes y los pone, porque le estaba diciendo que después del rey de Babilonia iban a venir los persas, después los griegos, después los romanos y le dijo como iba a venir todo. A mí me interesa para este día es esa declaración que Dios es el que cambia los tiempos, entonces nosotros hemos venido este domingo y creo que ya empezamos a ver como Dios nos hace una cita para hacer cambios de tiempos. Yo quiero llevarlo con la ayuda del Señor en este tiempo porque quiero hablarle de cambios de tiempos, como Dios va a empezar cambios en las sazones y en lo que nosotros vivimos porque hay tiempos para todo, hay tiempo para avanzar y para no avanzar, hay tiempo para recoger piedras y para tirarlas, hay tiempo de reír y hay tiempo de llorar, eso está en Eclesiastés 3, sólo quiero decirle que los tiempos son diferentes. Eclesiastés 3 dice que todo tiene su tiempo, hay tiempo de nacer y tiempo de morir, hay tiempo de arrancar lo plantado y hay tiempo de sembrar, hay tiempo de matar y tiempo de sanar, hay tiempo de destruir y tiempo de construir, hay tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de duelo y tiempo de baile, tiempo de esparcir piedras y tiempo de juntarlas, tiempo de abrazar y tiempo de dejar de abrazar, tiempo de buscar y tiempo de perder, tiempo de guardar y tiempo de sacar.

Hay tiempos que a nosotros nos son incómodos, por ejemplo, tiempo de llorar no nos gusta mucho, no creo que haya nadie que le guste llorar, hay tiempos de sufrimiento que es un tiempo terrible, pero como dice que Dios puede cambiar los tiempos, puede ser que usted haya entrado llorando y salga riendo, es que esto fue lo que El Señor ya dijo en la primera parte, vienen días de ayuno del séptimo mes, pero los convertiré en gozo y alegría. Fíjese que estaba yo hace muchos años y entonces llegó un profeta, yo estaba en mi casa, yo no atinaba una con este profeta de Olanchito, entre la oración que él hizo fue: “El Señor te ha dado que haciendo reír, hagas llorar”, nunca se me olvidó, yo decía: ¿Cómo así? ahí me quedé y entiendo yo que ésos son cambios de tiempos, el meollo de juntarnos en la iglesia y venir al culto es que uno sabe cómo viene y uno tiene que enfrentarse y buscar de Dios y salir mejor que lo que entró porque si no si estamos en problemas, imagínese entrar mal y salir peor, mejor nos hubiéramos quedado en la casa. Pero como hoy hay cambios de tiempo.

DESARROLLO

1. El Señor cambia tiempo de esterilidad por tiempo de fertilidad 2 Reyes 4:16 Entonces él le dijo: Por este tiempo, el año que viene, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, hombre de Dios, no engañes a tu sierva. (LBLA) Ésta era una mujer que dicen que era de Sunem, cuando uno buscaba en la Biblia, ésta era una sunamita, de las mujeres más hermosas que había en Israel, fíjese que cosa ésta, era una mujer hermosa que gozaba de buena economía, de un buen esposo, eran creyentes, pero tenían un problema porque no tenían hijos y fíjese que tan bien que estaban económicamente como que su casa quedaba en el camino donde eventualmente pasaba siempre el profeta Eliseo. Entonces yo digo que bien los respaldaba Dios económicamente, qué tanto pasaba Eliseo y siempre le daban donde dormir, entonces dijeron: - “Mira él es siervo de Dios, ¿Por qué mejor no le hacemos un cuarto en el segundo piso para cuando venga Eliseo?”, los visitaba tanto el ministro Eliseo que le hicieron un cuarto, entonces Eliseo pasaba y talvez por los horarios se quedaba a dormir, hizo contacto con ellos. En un momento se dio cuenta que esta mujer no tenía hijos, tenía un tiempo donde ella vivía como una mujer estéril, y entonces claro con esto no se juega, con esto debe ser palabra que Dios vaya a dar, y entonces esta mujer dijo: - “Yo lo que pasa es que no tengo hijos”, entonces le dijeron: - “Dice El señor que te va a cambiar los tiempos porque has pasado estos años con un tiempo que no has podido tener hijos, pero toma nota tiempo en este tiempo porque va a ver un cambio, tus ovarios y tu matriz que no servían, Dios va a hacer que si sirvan, entonces el año, cuando vuelvas a pasar, el año que vienes vas a abrazar un hijo”, me imagino que le dijo: - “No juegues conmigo”, sentimiento, pero ha de ser terrible que a uno le digan algo y uno diga: - “Mejor no me digas porque si no se cumple voy a quedar peor”, pero por eso en esta mañana tiene que ponerle fe,

porque Dios decretó en su Palabra y ahí han venido las profecías de que es un cambio. Entonces se va a acabar el tiempo de esterilidad y viene un tiempo para ti de fertilidad, eso solo Dios lo hace, eso lo voy a repetir todo este día, es lo que Dios quiere que sepamos: “Él puede cambiar los tiempos”, no es el médico, no es el doctor, es Él que puede cambiar los tiempos. Hay una hermana en la Iglesia que es un testimonio, otros me dijeron: “Pastor ya tenemos tres meses de embarazo y no podíamos”, Le dije yo: - “Le voy a rogar algo, esperamos que nazca, lo bendecimos, pero el día que venga a presentarlo avíseme porque hay que decir éste niño tenía cerrada la puerta para entrar a la tierra, pero Dios hizo un cambio y cambió la esterilidad en fertilidad.

Le voy a contar algo porque esto es lo que la Biblia nos está hablando de una mujer guapa y hermosa, todas las mujeres de ahí eran muy guapas, tenía dinero, era creyente, pero pasó un tiempo donde no era fértil, un tiempo de esterilidad. Y entre las cosas que yo he visto hay unos hermanos que por ahí estarán, a veces me mandan hasta vídeos de cómo está el muchacho, sirviendo en la Iglesia no podían tener hijos y un domingo muy parecido a éste, se habló algo del Señor y que Él podía cambiar los tiempos y entonces llegaron a su casa y se imagina, ya pasa el tiempo, como que le pasa factura y sobre todo al ego, - “Hermanos, ¿Cuándo van a tener hijos?”, “No, estamos de luna de miel”, el segundo año: - ¿Todavía no van a tener hijos?, - “No, seguimos con la luna de miel”, tercer año: - “Estamos enmielados”, cuarto año: - “Estamos intentando”, ya no se puede tapar, es que no se pudo. Entonces fíjese que estos hermanos, terminó el culto en la iglesia y se fueron a su casa, eran hermanos de la iglesia, y entonces la hermana pues se fue a acostar, tipo siete u ocho de la noche, ya habían cenado, y el hermano dijo: - “Voy a salir al jardín, voy a cuidar el jardín”, empezó a

regar su jardín y de repente ese olor a tierra mojada, ese olor a tierra mojada que a uno le gusta, el punto es que él sintió el olor a tierra, entonces El Señor le dijo: - “Mira esta tierra fértil, esta tierra produce”, entonces se le hizo un rhema, pero eso no es doctrina y entonces él dijo: - “Esta tierra es fértil”, agarra tierra mojada, agarró lodo y entró al cuarto de su esposa, entonces le dijo: - “Mi amor, ¿Cómo estás?, - “Bien gracias a Dios”, - “fíjate que te traigo una esposa”, - “A ver”, - “Sí, pero cierra los ojos, levantemos las sábanas”, podíamos pensar que era una comida o algo, entonces le dice: - “Levántate un poquito la pijama del vientre”, dijo: - “Este hombre que querrá hacer”, se levanta su traje para dormir y el hombre le pone el lodo mojado en su vientre calientito”, - “¿Qué estás haciendo? – “Espérate, Padre en el Nombre de Jesús, de acuerdo a como me hablaste en el jardín esta tierra es fértil y declaró que el vientre de mi amada es fértil, yo declaró que se fue la esterilidad y vamos a tener un hijo en el Nombre de Cristo”. Y mire que cosa ésta. Mujeres de Dios, se imagina, en su cama, con sus sábanas blancas y de repente tiene lodo en el vientre, me imaginó: - “Gracias mi amor, qué rhemas los tuyos”, por eso le digo no vaya a regresar hoy usted: - “Dónde estás mujer de Dios”, no, sólo quiero contarle que pasaron años, entonces vino El Señor, Él único que puede, Él es que hace que lo imposible sea posible, Él puede cambiar los tiempos, pero hasta dónde llega, a estos niveles, que se va tiempo de esterilidad y viene tiempo de fertilidad, viene tiempo en que se van a abrir matrices que estaban cerradas, que se van a abrir, aquellos que deseaban hijos, Dios se los va a dar.

Había un hombre profeta, yo escuché ese testimonio y fíjese que él siendo profeta de Dios, se casó y de aquellos profetas gritones, que gritan todo el tiempo se casó con su amada y no podían tener hijos, entonces una noche cuando ya se hartó de ese tiempo, es que a veces nos tenemos que incomodar, como humanos nos acomodados hasta los

males, de una u otra manera si hay un mal tratamos de echarlo fuera, pero sino, nos acomodamos, pero ya se había hartado, porque él decía: “Señor, yo soy profeta como Eliseo, puedo abrir otros vientres, pero el de mi esposa no”, entonces lo recuerdo como si fuera hoy, porque él estaba predicando y estaba leyendo aquel pasaje de Abraham que dice: - “Que llamó las cosas que no son como si fueran”, Dios llama a las cosas que no son como si fuera y entonces él terminó de predicar, Dios llama las cosas que no son como si fueran, entonces: - “Señor, voy a llamar a las cosas que no son como si fueran ya, yo voy a llamar, llamar es levantar la voz, si alguien quiere llamar a otro y está muy lejos le va a gritar, ya lo llamé”, entonces él empezó a decirlo”. Le dijo: - “Mira mi amor, las cosas que no se materializaron, las vamos a materializar hoy, basado en que Dios llama las cosas que no son como si fueran”, y entonces agarró el vientre, no tiró lodo, pero empezó a llamar a su hijo, ¿Dónde estaba el hijo? no existía, el muchacho no existía, ella no estaba embarazada, pero agarró el vientre y la puso en la cama: - “Vientre, prepárate, porque Dios me va a enviar a mi hijo, entonces Oscar René, te estamos esperando con tu mamá desde hace años y ahora es el tiempo en que vengas, así que ya está lista la matriz y en nueve meses te vamos a tener aquí”, empezó a gritarle, le puso nombre al niño que ni había nacido, claro parecen que los dos hombres estaban locos, el del barro y este hombre. Pero cuando uno necesita algo de Dios no importa hacer locuras, porque se imagina alguien que no tenga un hijo y quiera un hijo, pero Dios puede hacer, Él es el que puede cambiar los tiempos, Él es que puede llamar las cosas que no son como si fueran. Él puede cambiar los tiempos, tu tiempo puede cambiar hoy. Hay que creerle a Dios, hay que llamar las cosas que no son como si fuera. Yo recuerdo que lo importante, lo que quiero es inyectarle fe con testimonios que hemos tenido en la Iglesia, había un hermano que no tenía, Dios sabe, ni para comprar una bicicleta, viene que ése día llamamos las cosas que no son como si fueran, que podemos hacerlo hoy, cada uno de acuerdo a su necesidad, alguno dirá: - “Señor te pido por

aquella chava”, puede ser, otro puede llamar un hijo, otro puede llamar trabajo, otro puede llamar riqueza, otro puede llamar prosperidad, entonces el hermano dice: - “Pastor, pero a mí me daba vergüenza, porque yo tengo como cuatro hijos, y a la par mía había uno que llamaba a su hijo como la predicación, otro que llamaba ven santidad, pastor y yo carnalmente lo que quería un carro, todos gritaban un hijo o santidad, yo decía Dios mío, que espirituales ellos y yo lo que quería es un carro, pastor no podía gritar porque me daba vergüenza”. Imagínese que el que está a la par suya: “Ven santidad y usted ven carro” y dice que él decía: “Ven carro, Señor, Tú sabes que lo necesito”, entonces pasó el tiempo, los hermanos fueron a un supermercado, metieron un cupón que le dieron, entonces ellos vinieron y el hermano llegaba al supermercado miraba el carro: - “Gracias Señor, me lo tienes parqueado aquí”, se inyectaba fe, le ruego que me soporté, son cosas que han pasado aquí y al final de todo, lo llaman y le dijeron: - “usted es tal y tal, le cuento que usted participó y ganó”, entonces le dijo: - “Ah sí, lo estaba esperando, ya lo voy a traer”. Otro en ese mismo culto, el otro también ya tengo, pero necesito otro, que congregación, pero el hermano lo pidió y él es un hermano que se dedica a las pinturas, tiene su negocio de pintar, entonces pasó el tiempo, pasó al culto, se fue a su casa y de repente le dicen que vaya a pintar una iglesia, el encargado de la iglesia le dice: - “bueno que he leído acerca de vosotros y entonces voy a pintar la iglesia”, bueno voy a pintar la iglesia, la pintó, entonces le pagaron y él dijo que le faltaban ciento cincuenta pesos, entonces le dijo el encargado: - “Pues te bajé ciento cincuenta pesos, te bajé eso porque te vendí de una vez una rifa para un carro”, dijo: “Sí, pero yo no quería comprarlo”, - “Sí, pero yo decidí, así que si te gusta sí o sino no”, y qué cree, ahí estaba el carro. Entonces como vaya a hacer Dios, yo no sé, no sé ni me interesa y a usted tampoco le debe interesar, porque Dios dijo, yo lo que sé es que Dios dijo: “Te voy a cambiar los tiempos”, entonces hay que estar preparados y ponerle fe porque Dios va a cambiar los tiempos, yo decía que cosa ésta la de estos hermanos, yo creo que, si me hubieran dicho, yo les

hubiera dicho: - “Pedí algo espiritual, pero carros”, mire alguien pidiendo una chava, talvez no se la dieron. Ahora insisto lo que yo quiero dejarle es un tiempo que Dios va a cambiar, claro si usted está calidad, dígale Señor está bien, pero si usted necesita cambiar los tiempos, el pastor no puede hacer nada, es El Señor, yo sólo le estoy diciendo lo que otros han hecho y la llave que tuvieron.

2. Tiempos de desgaste por tiempos en las Manos del Señor Salmos 31:14 Pero yo he confiado en ti, oh Jehovah. He dicho: "Tú eres mi Dios; Verso 15 en tus manos están mis tiempos." Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores. (RVA) Aquí está David y yo siempre predicó de David que toda batalla, a veces uno solo mira el lado positivo, el lado victorioso, el lado donde no falla, pero mire como está David ahí, David está siendo perseguido, se siente que no puede, tiene persecución encima y él sabe que como que corre peligro por el enemigo y da una declaración porque él dice en tus manos están mis tiempos. Es el capítulo donde está profetizado: - “En tus manos encomiendo mi Espíritu”, creo que, en los versos anteriores, entonces David dice: - “Estoy siendo perseguido, me quieren hacer daño, ya no soportó esto, pero Señor, en tus manos pongo mis tiempos”. ¿En las manos de quién van a estar mejor sus tiempos? En las del pastor no, sino puedo ni con los míos, usted tiene que decirle Señor: - “Señor, Tú sabes la vida, yo sé que Tú puedes cambiar, pero mis tiempos están en tus manos y cómo sé que Tú hoy has dicho que los vas a cambiar, entonces los dejó ahí para que Tú me des el mejor tiempo, que Tú cambies lo que estoy viviendo, si tengo persecución que hagas algo”. Mire que cosa, las lecciones no se las lleva uno con el pastor, a veces las lecciones no se dan en la iglesia, a veces las lecciones se dan en un hospital, a veces las lecciones se dan en un lugar donde uno no espera.

Salmos 31:10 Pues mi vida se gasta en tristeza, y mis años en suspiros; mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, y se ha consumido mi cuerpo. (LBLA) Yo quiero por favor que mire los tiempos del rey David, los tiempos del rey David que casi siempre predicamos es que cuando llegaba a la batalla llegaba victorioso y que todas las mujeres agarraban sus panderos y cantaban: “Saúl mató a sus miles y David a sus diez miles”, siempre lo vemos poderoso, pero en este Salmo, él decía: - “En tus manos encomiendo mi espíritu, sabes qué, los tiempos los pongo en tus manos”, y es que su vida en un momento sintió que se estaba gastando. La vida, se puede decir, que es como el dinero, o se gasta o se invierte, hay cosas que uno dice en la vida esto no es gasto, esto es una inversión, es gasto o inversión, pero él no está diciendo que su vida es una inversión, él dice siento que mi vida está gastada, no sé si ha visto algo que esté gastado, pero le voy a contar, no sé si a usted le ha pasado, una camisa o una blusa que a uno le queda bien, y usted se la pone y sabe que le queda bien, como que la camisa está hecha de acuerdo a su fisonomía, entonces uno la cuida, la usa, pero pasan los años y aquella camisa que era verde ahora es verde limón, y después casi amarilla, se mira una camisa gastada, así como se gasta la vida, cuando la ropa se gasta ya, se mira a través, hasta transparente está porque ya está gastada, puede ser que usted tenga su ropita que a usted le gusta, pero ya está gastada, usted se pone la camisa y hasta las costillas se le ven.

Ahora porqué se le gasta la vida a David, en esta versión dice por la tristeza, mire el tiempo que vivía David, vivir con tristeza uno siente que la vida se le está gastando, sabe qué, es como cuando se gastan los frenos de su carro, cuando usted lo compró todo bien, ahora usted mete el freno y Dios mío, todavía el carro se va, entonces como que empieza

usted a bombearlo y así se va, pero hoy como vino al culto, frenado o bombeado porque ya se gastó. Él decía mi vida está gastada, tanta tristeza, uno se gasta. Ya no está uno feliz, ya no está uno dichoso, ya uno no se disfruta la vida y así estaba David. Mire el tiempo que vivió David, se gastaba su vida, los gemidos y suspiros gastan los años, sabe que cuando se dice el rugir del león es como un gemido y es que a veces a uno los leones están heridos y a veces esos rugidos son como gemidos más bien. ¿Cuándo uno gime? A veces uno tiene gemidos, a veces orando uno tiene gemidos, ya no hay palabras, ya uno no sabe qué hacer, como que le pegara algo, sabe qué, hasta se le agotaron las lágrimas a él, gemidos y suspiros, solo diciendo si esto pasara, si él viniera, si ella regresara, mire aquí está la vida gastada, aquí hasta se le gastaron los años de tanto sufrimiento, la iniquidad le agotó las fuerzas, hasta sus huesos hermanos, sabe qué, se quedaba uno sin aliento, note que es el rey David porque a veces piensan que en el Evangelio es: “Venga a Cristo y todo le va a ir calidad”, no, con Cristo vamos a poder pasar la prueba, a veces la gente dice: - “Pastor, solo recibí a Cristo y mire la tragedia qué me vino, porqué pastor o será que me tengo que volver a mi religión”, yo le digo: - “Si no hubieras venido a Cristo no hubieras podido soportar, sin Cristo no hubieras podido soportar todo lo que te está tocando vivir”. Me estoy esforzando para que vea los tiempos que tenía David. Hermano, sin aliento, con gemidos, gastada la vida, algo gastado está a punto de ya no servir, se siente uno gastado, ya no va uno al trabajo con todas las fuerzas, debemos preguntarnos: ¿Nuestra vida está gastada o invertida?

A veces la cosa está terrible, ahora sabe que Dios puede cambiar los tiempos.

3. Tiempos de refrigerio si nos arrepentimos y nos convertimos

Hechos de los apóstoles 3:19 Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que vuestros pecados sean borrados, a fin de que tiempos de refrigerio vengan de la presencia del Señor, (LBLA) Claro se puede llamar lo que no es, se puede confesar, se puede poner fe, pero aquí dice: “Arrepentíos y convertíos y te voy a cambiar los tiempos” porque estabas gastado, tus gemidos te hacían sentirte gastado, los años te han golpeado, por la iniquidad que cometiste hasta tus huesos ya no funcionan, entonces veo aquí que dice a fin de que tiempos de refrigerio, sabe ¿Qué son esos tiempos de refrigerio? Es recuperar el aliento, tiempos de refrigerios, es como tiempo de aire acondicionado, es como que usted estaba afuera molido, pero de repente siente un refrigerio. Entonces al ver la Escritura me habla El Señor, nos habla El Señor de que vienen cambios, ahora ¿Cuál es la tarea suya y mía aquí? arrepentíos y convertíos, entonces sabe qué, yo no puedo decir hermano van a cambiar los tiempos y usted siga como está, porque a veces se está sufriendo por un trato que Dios está haciendo, pero a veces también nosotros hacemos nuestras cositas, pero a veces también tenemos nuestras culpas, “arrepentíos y convertíos, y tu tiempo lo voy a cambiar y te voy a dar refrigerio, te voy a dar para que respires, te voy a dar para que ya no te sientas gastado, a recuperar fuerzas”, refrigerio es recuperar el aliento. Es como cuando alguien se asusta, no le ha pasado que a veces uno tose, algo se fue mal, estaba yo la semana pasada, entró un hermano y me dice: - “Fíjese pastor, qué tal y tal cosa”, entonces alguien me había dado algo, de esas semillas de marañón, venían mixtas con maní, entonces no sé por dónde se fue una de esas semillas, empecé a toser, fui a toser tanto que cada tosida miraba amarillo. A veces uno ni da gracia, porque una tos, un dolor de cabeza, un ojo que ya no se abra bien, entonces David necesitaba recuperar aliento, El Señor ahora te trajo con respiración artificial, ya estamos gastados, pero como Él es quien cambia los tiempos y Él hizo una cita con nosotros este día para decirnos: “Hoy voy a cambiar tiempos, voy a hacer que te cambien

los tiempos, vienen tiempos de refrigerio”, ahora tiempos de refrigerio es arrepentíos y convertíos, arrepentíos es mental, es decir estoy haciendo lo malo, no tengo que hacer esto, no debo de contestar, no debo de llamar ahí, no debo de abrir, eso es arrepentíos, pero convertíos es decir voy a dar la vuelta y voy a regresar de dónde yo me había desviado, entonces no es sólo arrepentirse, es arrepentirse y convertirse, entonces vendrán del cielo tiempos de refrigerio. Dios nos va a cambiar los tiempos, sé que mucho del pueblo está pasando por dificultades, pero Dios nos va a cambiar los tiempos.

4. Tiempo de formación después de caer en lo más bajo Jonás 1:17 Y el SEÑOR dispuso un gran pez que se tragara a Jonás; y Jonás estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches. (LBLA) La historia de Jonás usted lo conoce, es un librito tan pequeño con grandes enseñanzas, éste es un hombre que es al revés de lo que estamos haciendo aquí porque era un hombre que huía de la Presencia de Dios, él sabía que tenía ministerio y llamado, pero huía a Dios, Dios le dijo que fuera a Nínive y él se fue a Tarsis, usted sabe que muchas aplicaciones Tarsis es hacerse pedazo, pero lo que me llama la atención es que viene un pez y se lo lleva a las partes más profundas, creo que es el último verso del 1, es el último versículo del capítulo 2, pero en el capítulo dos ahí aparece que lo llevó tan bajo, nuestra Biblia dice Seol, otras versiones dicen que es infierno, déjeme tratar de aplicar esto, quiere decir que él estaba en un tiempo de huir al Señor, estaba en un tiempo en que no quería saber nada de las cosas de Dios, algunas veces estamos así.

Yo recuerdo que yo le huía al Señor porque yo no quería ser cristiano, a ver cómo se lo explicó, se convierten mis dos hermanos primero y

entonces ya no fumaban ni tabaco ni de la otra, entonces yo dije con quién me voy a poner a reír solito, dijeron que ya no iban a beber, dijeron que ahora iban a buscar la paz y la santidad y entonces sabe qué, a mí me hablaban de Cristo y yo decía, es cierto, la verdad que es cierto, pero si me invitan a la Iglesia no voy porque yo sé que estando ahí voy a aceptar y la verdad que no quiero todavía, no está en mis planes, mi plan es ya viene la semana santa y necesitó irme a la playa. Le voy a contar que no era semana santa, pero habíamos planificado irnos a la playa y hasta se me olvidó cómo se llamaba esa playa, era playa dorada, con aquellos amigos que solo yo he tenido de éstos, lo más decente que hacíamos era jugar billar, así en onda todos, y lo peor que cuando uno no llega, hay un palo que se llama diablo, cuando uno no le llega a la bola, pide al diablo, nos fuimos a la playa y yo ya sabía del Evangelio, mis hermanos me hablaban, pero yo no quería saber nada de eso, yo le hui a Dios y pocas veces he quedado así como que estoy a saber dónde y ese día en la playa, amanecí ni siquiera en el hotel, en la playa, ya me pegó al sol, mis propios amigos que eran lo mejor conmigo me robaron la billetera, no tenía para regresarme y sabe qué decía yo, solo faltaba un día, me tenía que ir con alguien de mis amigos, pero sin dinero. Al otro día yo entró a la playa, el agua estaba un poco fría, me llegaba a los tobillos, una voz me decía: “te vas a morir”, y estando con el agua a los tobillos, empieza a gritar la gente un muerto, el cadáver feo, no podía disfrutar eso, yo ya sabía, yo era como Jonás huyendo del Señor y El Señor hablándome, El Señor diciéndome, pero yo huyendo. Ahora este Jonás cuando El Señor lo agarra ahí y lo sacan del barco, lo tiran del barco y lo llevan a las partes más bajas, mire el tiempo de Jonás, lo llevan a las partes más bajas, quiere decir que tocó lo más bajo, tocó las profundidades.

Lo que quiero llevarlo es que a veces hay tiempos donde uno puede tener una experiencia de que nunca uno pensó hacer algo, no lo pudo dominar y llegó a lo más bajo, por eso le voy a dar un consejo, nunca hay que

señalar o juzgar a la gente, - “Mira cómo se viste, ésos pantalones todo pegado y siendo varón, yo no sé si están convertidos, no viste a aquella hermana que estaba en aquel privilegio”, juzgando, - “Ya viste al hijo del anciano” solo murmurando y uno dice qué barbaridad, qué cosa, cómo pueden llamarse cristianos, yo los señalaba, éstos ni a adorar vienen, a ver es que vienen, un fariseo, pero ya estando en el Evangelio, algo pasó, y empezando ahí pude comer el polvo y entonces yo me recordaba cuanto hablé de los tibios y yo estoy más frío que el hielo. Entonces hay tiempos aún en la vida de un hijo de Dios que has caído hasta lo más bajo, que tú dijiste eso nunca lo voy a hacer, que nunca pensaste hacer, lo peor es que te robaste el radio de un carro y cada vez que pones Stereo Mass dices el radio es robado, abres tu Biblia en el libro de Jonás y esa Biblia te la robaste, te llamas Filomeno Pérez y la Biblia es de Sopa Meno Jiménez, te la llevaste, o sino vienes que te pones el velo y el velo te lo robaste. Dios mío, sabe Jonás está viviendo un tiempo donde llegó a las partes más bajas, nunca llegó a estar tan abajo. Le voy a contar una experiencia ya siendo pastor, no fue que caí en adulterio, estoy en la Iglesia y estaba un hermanito que no sabía si era familiar de alguien, entonces el hermano pasaba bebiendo de lunes a jueves, el viernes llegaba al culto medio de lado, el sábado ya se había repuesto y el domingo llegaba al culto y el lunes otra vez, lo terrible es que fue subiendo, ya después teníamos koinonias entre semanas, había un campeonato de fútbol y él llegaba, también nuestras familias, las esposas, nuestros hijos y fíjese que el hermano llegaba medio de lado, con un pie recto y el otro de lado, ya sabíamos nosotros, pero ese día empezó a molestar a las hermanas, el hermano enamorando a las hermanas y hasta las señoras, les decía: - “En el cielo están extrañando un ángel que se cayó, ya le dije yo, he leído el libro de Números, pero tu libro no lo tengo”, entonces ya mire siempre no es a la esposa de uno que le están diciendo las cosas, pero una vez le dijo algo a la esposa del hermano y lo tenían del pescuezo,

para no cansarlo el hermano le hablábamos, le decíamos, de lunes a jueves con licor y después bien, el domingo estaba en el culto y entonces ese día yo ya me molesté porque empezó a molestar a todas las hermanas y con una quiso tener contacto con ella, entonces volvió conmigo me lo llevaron y le iba a decir algo, a la par mía, sabes qué, - “ándate al mundo y bébete todo el licor que te encuentres, hártate de licor”, el otro hermano se me quedaba, hártate de licor, y cuando estés en lo más bajo y te des cuenta que no lo puedes dominar, entonces busca al Señor y me dijo: - “De verdad pastor”, - “Sí”, le dije yo, entonces se fue a beber, el hermano que estaba a la par mía se asustó, yo pensé que no lo debí haber hecho de esa manera, pero es que ya estaba cansado y se me salió, pero le voy a decir algo, al final creo que tenía razón yo, él decía es que la Biblia dice no os embriaguéis con vino, un poquito todos los días. Le voy a decir algo, a veces la gente dice: - “No, esto lo puedo dominar, no, sé qué esto lo dominó, yo hice esto, pero sé que está en mis manos, yo sólo lo puede hacer”, entonces a veces Dios permite que lleguemos al suelo, aquí no puede hacer nada el psicólogo, aquí no hay fuerza humana, ya lo probé todo y me di cuenta que no puedo, Dios, ¿Puedes hacer algo por mí? Donde realmente viene El Poder de Dios y hace la obra. Yo no sé si es cierto, lo quiero comprobar, pero dice que los salvavidas que están en el mar y en las piscinas esperan que el que se esté ahogando esté ya listo porque si llega a tirar se puede ahogar los dos.

Le voy a contar la experiencia de un primo mío, ellos son grandes, son físicamente y su hijo más grande que él, pero de repente una corriente los lleva y los pone a los dos en el mar y el hijo se estaba ahogando, eso es una cosa espantosa para un padre de familia, ver que su hijo se está ahogando y entonces el padre trató de irlo a sacar, y en la desesperación

creo que el hijo hasta lo golpeó y el hijo salió, entonces cuando yo vi que me golpeó mejor dije, - “me voy a esperar” sino nos vamos a ahogar los dos, después llegaron los salvavidas los sacaron a los dos. Lo que le quiero decir es que ellos dicen: - “Saben qué, hay que agarrarlos cansados, si no está cansado y no sabe nadar los golpean, después los sacan, cuando ya no pueden es cuando los pueden sacar. Me permite la analogía que cuando todavía tenemos fuerzas y decimos: - “No eso lo dominó, puedo hablar con ella y sé hasta puedo llegar, no yo puedo hablar con ella y sé hasta dónde puedo llegar”, a veces hay tiempos como los de Jonás que te meten en el vientre del pez y te llevan a lo más bajo, cuando reaccionas dices: - “Señor, sólo estamos tú y yo, yo ya no puedo manejar, yo pensé que podía estar en el internet y ver esto rápidamente” ¿Dónde estaba metido Jonás? En un vientre, alguna vez ha estado en un vientre, ¿Qué proceso llevaba? Formación, ¿Qué hace uno en un vientre?, Sabe lo que pasa lo que Dios lo estaba formando era en un predicador, iba a ser un hombre que con su mensaje se iban a convertir ciento veinte mil personas, pero dijo Dios: - “Si te mandó así huyendo, hasta de mala gana vas a ir a hacer la obra, vas a ser un predicador terrible, señalador, vas a ser un cristiano que sólo viendo los errores de la gente, pero si te meto en este vientre de formación y te llevó a experiencias donde tú solo, cuando salgas, vas a saborear la misericordia del Señor y vas a ser un predicador, un cristiano misericordioso. Jonás 2:1 Y oró Jonás desde el vientre del pez al SEÑOR su Dios. (OSO)

Se cumplieron los tres días, Jonás nunca había orado, ahí lo hicieron campeón de la oración, pero las vicisitudes de la vida lo hacen a uno orar, mientras tanto tenemos que comer, que vestir, nos ponen diversión en la televisión, estamos calidad, ni oramos, pero cuando estamos en lo más bajo, cuando te das cuenta que no puedes salir, entonces dice y oró Jonás desde el vientre del pez, quiere decir que lo formaron en oración,

para los que yo soy su pastor, yo quiero que me pongas tú el hambre y sed de buscar, es un vientre de formación. Jonás 2:2 Y dijo: Clamé de mi tribulación al SEÑOR, Y él me oyó; Del vientre del infierno clamé, Y mi voz oíste. (LBLA) Sabe de lo más bajo, de la experiencia más terrible, de lo que yo pensé que nunca iba a hacer, desde el lugar donde yo estaba que yo pensé que nunca iba a estar, ahí le dijo Jonás, ahí me formaste en oración, no será que hay Jonás y que el tiempo es un tiempo de formación.

¿Cuál es el tiempo que llegaste a lo más bajo?, lo lindo es que después de tres días dijo Dios: “Ya está listo, ya está formado, ya le puedo cambiar su tiempo”, este domingo nos están cambiando el tiempo, si estabas en formación, si has llegado a lo más bajo, es tu momento que te agarre El Señor y te va a poner en lo más alto. Si habías sido humillado, hoy vas a ser exaltado. Yo quiero creerle a Dios, hoy nos van a cambiar los tiempos, - “Pastor yo llegué a lo más bajo, nadie lo sabe, sólo mi esposa y yo, le pegué una patada a mi esposa, yo le dije voy a desayunar para aguantar bien el ayuno y ella me dijo que no, lo que nunca había pensado” y la esposa, lo que nunca pensé hacer, me dirá qué hiciste, le tiré el sartén a mi esposo”, la pregunta es ¿Cómo estuviste en la casa antes de venir? ¿Con sartenes y patadas?

5. Tiempo de misericordia para los que fueron privados Jeremías 1:6 Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy joven. (LBLA)

¿Quién estaba diciendo eso? Usted eso ya lo oyó, claro, él era muy joven, estaba poniendo excusas porque Dios lo estaba llamando, pero no quiero verlo de ese ángulo, sino quiero verlo del ángulo que lo vimos porque fue cambio de tiempo, ahí se sentía incapacitado para servir, saben qué, muchos no se integran a la iglesia porque se sienten incapacitados para poder estar sirviendo al Señor, lo que me llamaba la atención es que estamos en el capítulo 1:6, en el verso 1 dice que Jeremías no sólo era profeta, sino que era sacerdote de Anatot, sí, y cuando hubo un juicio en los días de Salomón, Salomón agarró a Abiatar, era un sacerdote que había entrado en un conflicto para derrocar a su padre, y Salomón le dijo solo porque estuviste con mi padre no te voy a matar, pero vete a Anatot, quédate ahí porque tú ya no puedes ser sacerdote, ¿Qué fue eso? Un juicio y lo privó del sacerdocio.

Si el diablo levanta la mano se la bajamos en El Nombre de Jesús y si no podemos Dios la va a bajar, pero y si Dios levanta la mano, ¿Quién se la baja? Y aquí es cuestión de que es un juicio divino, aquí no tiene que ver el diablo. Hay situaciones en la vida suya y en la vida mía, que es un juicio que Dios puso y por eso nacimos así, por eso vivimos así, es un juicio divino, entonces puede ser alguien como Jeremías, porque Jeremías era de los de Anatot y sobre Anatot había un juicio y ese juicio, ¿Qué decía? Tú y todos los de Anatot quedan incapacitados para servir y viene Dios y de los de Anatot llama a Jeremías, entonces les cambió el juicio, se acuerda lo que predicamos, contra todo juicio triunfa la misericordia de Dios, se fue el tiempo de juicio y vino el tiempo de misericordia.

Anatot tenía juicio y el juicio, Dios mismo lo puso a través de Salomón, lo privaron del sacerdocio a todos los de Anatot y ahora Dios llama a uno de Anatot, ahí viene Jeremías, jovencito, - “no sé hablar”, - “no te estoy preguntando, solo te estoy diciendo que Yo te elegí para que seas profeta”, cuántos profetas habrá, cuántos apóstoles habrá, cuántos maestros habrá y te sientes incapacitado para servir al Señor, tu tiempo

te lo cambias porque su Sangre nos ha hechos aptos, nos da la habilidad de poder servir al Señor.

CONCLUSIÓN El Señor dijo a través de Daniel que Él cambia los tiempos y las sazones, es decir que El Señor nos puede cambiar los tiempos que tenemos actualmente por tiempos con otros aditamentos:

1. El Señor cambia tiempo de esterilidad por tiempo de fertilidad: El Señor le cambió los tiempos a una mujer que le daba un techo al profeta Eliseo, ella era estéril, pero El Señor la hizo fructífera, así como también lo hizo con Ana, aunque su esposo Elcana hubiera buscado a otra. 2. Tiempos de desgaste por tiempos en las Manos del Señor: David tuvo tiempos de persecución que le ocasionaba un desgaste emocional, pero él sabía que sus tiempos estaban en las Manos del Señor que lo libraba de sus perseguidores. 3. Tiempos de refrigerio si nos arrepentimos y nos convertimos: Si queremos tiempos de refrigerio debemos cumplir con dos requisitos: Arrepentirnos y convertirnos de nuestras malas obras. 4. Tiempo de formación después de caer en lo más bajo: Jonás descendió hasta el mismo infierno y en ese lugar que era el vientre del pez tuvo su formación en oración para clamar y que El Señor lo escuchara, eso mismo nos puede ocurrir a nosotros sino somos misericordiosos y huimos al llamado, que necesitemos una formación dificultosa. 5. Tiempo de misericordia para los que fueron privados: Los sacerdotes de Anatot estaban privados de ese sacerdocio, sin embargo, El Señor cambió los tiempos y llamó a Jeremías como profeta, sin importar que fuera joven. Amén y amén

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