CAPÍTULO 5 CUALIDADES FÍSICAS SECCIÓN CONTENIDO 5.1. Introducción 5.2. La velocidad 5.3. La fuerza velocidad 5.4. La fuerza reactiva 5

MANUAL PARA EL ENTRENADOR CAPÍTULO 5 SECCIÓN CONTENIDO 5.1 Introducción 5.2 La velocidad 5.3 La fuerza velocidad 5.4 La fuerza reactiva 5.5

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CAPÍTULO 5 SECCIÓN CONTENIDO 5.1

Introducción

5.2

La velocidad

5.3

La fuerza velocidad

5.4

La fuerza reactiva

5.5

Consideraciones para el entrenamiento especial de la fuerza

5.6

Conclusiones

5.7

Sugerencias didácticas

5.8

Autoevaluación

CUALIDADES FÍSICAS

SICCED

Manual para el Entrenador Nivel 2

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CUALIDADES FÍSICAS OBJETIVO: Integrar las herramientas de entrenamiento para programas de acondicionamiento físico en personas que van mejorando su proceso de rendimiento, de acuerdo a sus cualidadess físicas.

INSTRUCCIONES: Lea cuidadosamente cada uno de los puntos que aborda el presente capítulo, con la finalidad de que al término del mismo usted sea capaz de: 9 Definir el concepto de velocidad. 9 Identificar la importancia del entrenamiento de la fuerza velocidad y la fuerza reactiva. 9 Señalar las consideraciones generales sobre el entrenamiento de la fuerza especial, para el rendimiento deportivo.

5.1 INTRODUCCIÓN En este capítulo se exponen los fundamentos metodológicos del entrenamiento de la velocidad, la fuerza velocidad y la fuerza reactiva, su clasificación y los fundamentos de las diferentes interrelaciones de cada una de las orientaciones del entrenamiento. Por la importancia del entrenamiento de la fuerza especial, es indispensable que usted como especialista en Acondicionamiento Físico, sepa que en la práctica profesional existen diferentes sectores de la población que requieren atención para su desarrollo deportivo, de tal manera que es fundamental conocer aspectos del deporte de rendimiento y de alto rendimiento para solventar las problemáticas en la preparación deportiva de este segmento de la población. Por lo anterior, en este trabajo se plantean los fundamentos metodológicos de la preparación de la fuerza especial, además de las diferentes interconexiones de las cargas de diferente orientación y su estructuración para obtener el efecto de entrenamiento deseado. Recuerde que el contenido de este capítulo centra las premisas iniciales de ésto tópicos imprescindibles (velocidad, fuerza velocidad y fuerza reactiva), que en cursos más avanzados se profundizará paulatinamente.

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5.2 LA VELOCIDAD El sentido de lograr que un programa de Acondicionamiento Físico integre la velocidad como un componente dentro de la planificación, se fundamenta en que la velocidad es la capacidad de conseguir con base a procesos cognoscitivos, máxima fuerza volitiva y funcionalidad del sistema neuromuscular, una mayor rapidez de reacción y de movimiento en determinadas condiciones establecidas. (Grosser, 1992) y por lo tanto; si el deseo es incrementar el rendimiento y el desarrollo en las distintas capacidades condicionales y coordinativas, la velocidad también requiere de un proceso especifico para su mejora. Se ha revisado que la fuerza máxima es la máxima fuerza posible que un deportista puede realizar voluntariamente contra una resistencia. En este contexto no importa si la musculatura se ha de contraer en forma isométrica o dinámico-concéntrica. También se interpreta como la parte voluntaria activable de la llamada fuerza absoluta (esta también comprende el potencial que activa involuntariamente mediante electroestimulación o cargas cortas de tipo excéntrico). Los componentes de la fuerza máxima que inciden en el rendimiento y que son de tipo analítico – dimensional son cantidad muscular (número de fibras y sección transversal), la activación neuronal voluntaria (reclutamiento y frecuenciación), condiciones biomecánicas (longitud muscular, palancas, ángulos de tracción de las fibras) y estructural – cualitativas (densidad de fibras y filamentos). La técnica de medir la fuerza máxima consiste en hallarla contra una resistencia estática (partiendo de la base que la fuerza máxima isométrica y dinámica son idénticas en los atletas muy entrenados). Debido a que es importante reconocer la implicación de la fuerza para el completo desarrollo de la velocidad, a manera de resumen se presentan estos detalles de la fuerza. Manifestaciones de la velocidad:

VELOCIDAD DE MOVIMIENTO AISLADO (RAPIDEZ)

TIEMPO DE REACCION

SIMPLE DISCRIMINATIVO

TIEMPO DE MOVIMIENTO

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VELOCIDAD DE MOVIMIENTO CONTINUO (VELOCIDAD)

VEL. MOV. CICLICOS

C/S MOVIL C/S COMPAÑERO

VEL. MOV. ACICLICOS

C/S OPONENTE

ACELERACION MAXIMA VELOCIDAD

RESISTENCIA A LA MAXIMA VELOCIDAD

MANIFESTACIONES DE LA VELOCIDAD Cuando se tratan de analizar las variadas formas en que se manifiesta la velocidad en el deporte se verifica que en ocasiones se emplean conceptos similares para definir situaciones diferentes, dificultando su estudio de forma estructurada. Esto afecta seriamente su comprensión. De entre las numerosas situaciones contradictorias que se presentan, se encuentran algunas que por su importancia merece la pena analizar con mayor profundidad. De forma habitual, en el mundo de la actividad física y el deporte se utilizan, indiferentemente, los conceptos de velocidad y rapidez. Serán estos dos conceptos los que marquen el punto de partida de la clasificación de las diferentes manifestaciones que hoy en día se dan en el mundo del deporte y que de forma global se encuadran dentro de lo que entendemos por movimientos de gran velocidad. Dentro de la rapidez se engloban todas aquellas acciones aisladas que están constituidas por un sólo movimiento, mientras que cuando se trata de encadenar movimientos dentro de una acción deportiva se habla de velocidad. En la rapidez se engloba, por un lado, el reconocimiento de la situación, la elaboración de la respuesta y la orden del movimiento más eficaz, y por otro lado, la ejecución de un movimiento simple en el mínimo tiempo. La velocidad incluye la ejecución continuada de un gesto, igualo diferente, durante un espacio o tiempo determinado. En algunos deportes como los de cooperación-oposición, aspectos como el comportamiento de los rivales o los compañeros, o la necesidad de manejar móviles, van a condicionar de tal manera la velocidad con que se ejecutan los desplazamientos, que se hacen merecedores de un análisis diferenciado. Según Frey (1977), la rapidez es la capacidad de los procesos neuromusculares y de la propia musculatura para realizar una acción motora en un mínimo tiempo. Martín Acero (1994) hace referencia a un concepto de velocidad que bien podría conceptualizarse en este apartado y define como aquella característica que permite mover rápidamente, libres de sobrecarga, uno o más elementos del cuerpo. Dentro de la rapidez, en el Acondicionamiento Físico se distinguen dos aspectos que juntos configuran lo que Zatziorski(1989) denomina tiempo de ejecución: • •

El tiempo de reacción motora La velocidad de un movimiento simple.

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Tiempo de reacción (tr) También llamada velocidad de reacción, tiempo de reacción motora o tiempo de latencia. Tradicionalmente, el TR se define como el tiempo que transcurre entre el inicio de un estímulo y el inicio de la respuesta solicitada al sujeto. Se tiende a distinguir dos tipos diferentes de tiempo de reacción: el tiempo de reacción simple y el tiempo de reacción discriminativo. Tiempo de reacción simple (trs) El tiempo de reacción simple (TRs) es el tiempo que separa una excitación sensorial de una respuesta motriz que el sujeto ya conoce de antemano. El TR simple implica una respuesta única a un estímulo ya conocido. El ejemplo más sencillo que permite ilustrar esta capacidad es la respuesta al disparo del juez de salida en una prueba de velocidad, pero existen otras muchas modalidades deportivas donde esta manifestación de la velocidad constituye un factor determinante del éxito. Especial importancia adquiere esta cualidad en el tiro de pistola; velocidad donde el bajo tiempo de reacción debe estar acompañado de una adecuada precisión (puntería) con el objeto de obtener la máxima puntuación. Consiste en disparar contra blancos móviles, los cuales giran con una velocidad tal que la posición de perfil a la de frente transcurre un lapso apenas perceptible por el ojo humano. La distancia del blanco es de 25 metros, y el mismo permanece en posición frontal entre 4 y 8 segundos, tiempo que dispone el tirador para pasar de la posición de guardia baja a la de tiro y realizar cinco disparos a cinco blancos diferentes. Según Zatziorski, el tiempo de reacción simple (Trs) se puede dividir en cinco fases: t-l. Tiempo que el receptor tarda en captar el estímulo, es decir, el tiempo que tarda en llegar el estímulo desde donde se produce hasta el receptor correspondiente. Depende principalmente de la capacidad de concentración (visual, auditiva, etc.) y, en ocasiones, caso de los estímulos visuales, de la capacidad de visión periférica. Estos factores pueden ser, hasta cierto punto, sometidos a entrenamiento, aunque las mayores manipulaciones están muy condicionadas por los límites reglamentarios de cada deporte. t-2. Tiempo que el estímulo tarda en recorrer la vía aferente, es decir, tiempo que tarda en llegar el estímulo desde el receptor a la zona del cerebro correspondiente a cada sentido. Está relacionado con la relativamente constante velocidad de conducción de los nervios sensoriales. En principio, este aspecto no puede ser afectado por el entrenamiento. t-3. Tiempo de elaboración de la respuesta, es decir, selección de una respuesta correcta o idónea entre toda la gama de experiencias almacenadas en la memoria. Es la fase del TRs que mejor se puede desarrollar a través del entrenamiento. t-4. Tiempo que el estímulo tarda en recorrer la vía aferente hasta llegar a la placa motora. Al igual que ocurre con t2, es un factor muy estable que apenas se puede alterar con el proceso de entrenamiento. Acondicionamiento Físico 2

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Estas primeras cuatro fases, son las que se denominan tiempo de reacción premotriz. Empieza en el momento en que acontece el estímulo y termina en las primeras manifestaciones que aparecen en una electromiografía (EMG)., constituyendo el 75-85% del tiempo de reacción total. t-5. Es el tiempo que tarda en estimularse el músculo, es decir, en iniciarse la contracción. Es lo que se conoce también como tiempo de reacción motriz (fase de ejecución), y abarca desde que el impulso traspasa la placa motora hasta el inicio del movimiento. Ocupa del 15 al 25% del tiempo de reacción total. A esta fase Grosser (1992) la denomina de tiempo latente. Es el tiempo que tarda la acetilcolina, que parte del botón sináptico hacia la placa motora del músculo, en iniciar el proceso de contracción muscular. Este lapso, denominado «tiempo de latencia», dura entre 0.004 y 0.010 seg. en función del tipo de fibra, grado de tensión,' viscosidad y temperatura del músculo Desde el punto de vista evolutivo, el tiempo de reacción disminuye con la edad, para alcanzar sus mejores valores entre los 18 y 25 años y, posteriormente, durante el proceso de envejecimiento, empeorar en sus valores. Es una cualidad íntimamente ligada a la maduración del Sistema Nervioso, por lo que ya desde edades muy tempranas los valores son similares a los que alcanza el adulto. La ampliación de este punto la podemos encontrar más adelante en los apartados que esta obra dedica a la velocidad durante la infancia y la vejez. El TRs tiene un papel significativo en muchas otras acciones deportivas además de las ya mencionadas anteriormente. Incluso en pruebas como los 100 metros, el resultado de la misma llega a depender de éste entre un 1,5% y un 2%. Imagínense la importancia que puede llegar a tener este factor en los deportes de lucha en los que se realicen golpeos en cortas distancias y máxima velocidad. A pesar de lo cuantitativamente pequeño que es el TR, su estabilidad y su reproductibilidad es alta. Cuando el número de repeticiones es pequeño, la estabilidad del TR es, por lo general, pequeña; con 3-5 repeticiones el coeficiente de reproductibilidad no supera el 0.40; por contra, cuando el número de repeticiones aumenta, la estabilidad también aumenta, para 7-11 repeticiones, 0.60-0.70; de 19-25 repeticiones, es de 0.75-0.85 (Zatziorski-1989). En deportistas muy entrenados, por ejemplo B. Johnson ex-plusmarquista mundial de los 100 metros, estos valores de reproductibilidad son aún mayores (0.90-0.97). Tiempo de reacción discriminativo El TRs al requerir sólo un estímulo y una sola respuesta, en ocasiones dista mucho de las complejas acciones que se dan en el mundo del deporte. La variedad de respuestas ante las que se puede encontrar un deportista durante el desarrollo del juego es tan enorme, que sería imposible llevar a cabo una descripción de las mismas. Tal y como nos indican Fitts y Posner (1968), fue el fisiólogo holandés Donders quién primero estudió el tiempo de reacción discriminativo (TRd), comparando tres tipos diferentes de tiempo de reacción: (a) un estímulo y una respuesta; (b) cinco estímulos diferentes y cinco respuestas diferentes; (c) cinco estímulos de los que sólo uno requería una Acondicionamiento Físico 2

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respuesta. Los resultados demostraron que la respuesta más rápida correspondía al grupo (a) y la más lenta al grupo (b). Desde una perspectiva meramente deportiva, es importante señalar que el TR discriminativo es una variante del tiempo de reacción que se manifiesta continuamente en la actividad física, ya que en la mayoría de las modalidades deportivas, la variedad de estímulos a los que debe atender el deportista y las enormes posibilidades de respuesta, son una de las características más significativas. Hay ocasiones, en el mundo del deporte, en que el sujeto debe reaccionar a diferentes tipos de estímulos (auditivos, visuales, cines té sic os, etc.) y, lo que es más importante, debe elegir entre diferentes tipos de respuestas posibles con el fin de utilizar la más idónea para alcanzar el máximo rendimiento deportivo. Por ello, en los procesos de reacción discriminativa se deben considerar, además de la mera toma de decisión y ejecución (reacción), aspectos colaterales, aunque no por ello menos importantes, como: la precisión, la sincronización y la secuencialización de la acción.

Tiempo de reacción discriminativo en las acciones deportivas

Respuesta

Precisión

Anticipación

Sincronización

Secuencialización

Precisión significa exactitud, concisión, con la ejecución de una acción. Una rápida reacción a un estímulo es insuficiente para conseguir que la respuesta sea eficaz. Fitts y Posner (1968) señalan que "la precisión de una reacción, en cuanto a magnitud y dirección, está limitada por la capacidad del hombre para discriminar entre el estímulo muscular y visual, y el movimiento". Esto sería valido para el resto de sistemas sensoriales de estímulo-respuesta.

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La mayoría de las investigaciones han sido orientadas hacia acciones muy sencillas en cuanto al sistema de movimiento (músculos, huesos y articulaciones) que intervenían en la acción, pero la realidad del deporte nos enseña que estas circunstancias no son las que comúnmente suceden durante el desarrollo del juego, especialmente en los deportes de cooperación-oposición. Por esta razón, las capacidades coordinativas condicionan, de forma muy directa, la eficacia de las acciones de alta velocidad de reacción y precisión en las que actúan sincronizadamente diferentes segmentos corporales. De forma literal, sincronizar significa hacer que coincidan en el tiempo dos o más movimientos o fenómenos, algo que se hace imprescindible en la mayor parte de las modalidades deportivas. Como quiera que estas acciones, además, no se presentan aisladas, sino que están sujetas a un contexto de continuas acciones encadenadas, la forma en las que se deben secuencializar las acciones de toma de decisión rápida y eficaz, constituyen un parámetro diferente a considerar y entrenar. "El movimiento puede ser concebido como un conjunto de elementos matrices de una duración determinada y desencadenados unos después de otros según un orden temporal" (Corraze 1988). El campo de la actividad física nos demuestra que la secuencia de acciones se manifiesta de dos formas diferentes: 1. Secuencias de acciones establecidas. 2. Secuencias de acciones no establecidas. Son estas últimas las que a nosotros nos interesan de cara a complementar el conocimiento de lo que definimos como tiempo de reacción. Lahley (1955) asume que la secuencialización de acciones no es un simple encadenamiento de acciones como respuesta a estímulos propioceptivos que nacen en la acción anterior, sino que ésta es resultado de un proceso de control central. Otros autores apoyándose en la teoría de Bernstein (1967), no asumen ninguno de estos dos planteamientos, dependencia central o periférica, argumentando que el programa motriz debe ajustarse a parámetros en evolución que le son externos a la ejecución propiamente dicha, ya que un mismo programa puede conducir a movimientos diferentes en función del contexto en que se desarrolle. Se entiende que cualquier hipótesis es aceptable, dada la complejidad del movimiento deportivo, rechazando el reduccionismo en que desemboca cualquiera de ellas si es asumida de forma aislada. En cualquier caso, los deportistas durante la ejecución de sus acciones se ven obligados a constantes reajustes del movimiento, aunque es lógico pensar que el tiempo y las posibilidades de modificar la acción están seriamente comprometidos. Algunas investigaciones clásicas (Craik-1948), sugieren que las correcciones que pudiera realizar un individuo en la ejecución de una reacción no se presenta con una frecuencia mayor de dos veces por segundo, siendo esto debido al efecto del período refractario. Estos datos confirmados en otras investigaciones, se nos antojan bajos si observamos el comportamiento de deportistas de alto nivel, aunque no disponemos de la documentación necesaria que demuestre de forma experimental esta hipótesis. Acondicionamiento Físico 2

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Se tiene constatado que el tiempo de corrección de un error es más rápido que el tiempo de reacción, existiendo diferentes trabajos que así lo reflejan a la vez que lo intentan cuantificar (Higgins y Angel-1970 cfr García Manso, 1998) A la luz de estas investigaciones se puede determinar que el tiempo de corrección varía entre los 25 y los 100 milisegundos. La justificación de este proceso de anticipación de la corrección parece encontrarse en que el SNC percibe el error en el momento de la preparación del movimiento, y comienza a organizar la corrección antes de que se desencadene el mismo, aunque los sitúa en mecanismos de anticipación espacial. Corraze (1988) señala que "no es una información posterior al estímulo que genera un proceso de corrección, sino que está incluido en el mismo proceso que desencadena la respuesta". Las constantes variaciones del entorno en que se puede producir el acto deportivo, y las readaptaciones de la acción mediante la ejecución de respuestas eficaces en cada momento, están condicionadas por el análisis que el deportista haga de la situación. Un jugador que trata de avanzar controlando un móvil a la vez que sortea rivales, es el ejemplo evidente de esta situación tan común en la práctica deportiva. La experiencia parece indicar que la menor información propioceptiva parece empeorar la calidad de las acciones deportivas, aunque no disponemos de muchos trabajos que confirmen de forma precisa esta hipótesis. En cualquier caso, nos encontramos con que la mayor precisión de un movimiento está directamente relacionado con la duración del mismo, por lo que mediante el entrenamiento deberá reducirse las diferencias entre ambos parámetros.

Tiempo de movimiento (tm) Como consecuencia final o resultante del tiempo de reacción (TR), se produce lo que denominaremos como tiempo de movimiento, que es el tiempo transcurrido desde el inicio de la respuesta motora hasta el final de un desplazamiento simple solicitado al sujeto. Grosser (1992) lo define como la capacidad de realizar movimientos acíclicos, como por ejemplo, el golpeo en tenis, una acción en esgrima, el salto en voleibol, etc., en el menor tiempo posible y de forma eficaz. La ejecución de un movimiento es el resultado de un programa motriz preestablecido. Keele (1968) definía el programa motriz" como un grupo de solicitaciones musculares que son organizados antes de que una secuencia motriz empiece y que permita al conjunto de secuencias ser ejecutadas fuera de la influencia de un feedback periférico". Se debe distinguir la ejecución de una acción aislada, de lo que es el encadenamiento de acciones de juego constituyendo lo que son movimientos acíclicos continuados. Es decir, no es lo mismo ejecutar un golpe aislado durante un combate de boxeo, que ejecutar una serie de golpes. Normalmente se entiende que el tiempo de movimiento incluye todos aquellos movimientos desarrollados, de forma aislada, contra resistencias poco importantes y ejecutados a la máxima intensidad. Acondicionamiento Físico 2

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El TR Y el tiempo de movimiento, no son factores que tengan necesariamente que ser similares en su nivel de expresión, es decir, se puede tener un mediocre TR y, por el contrario, un excelente TM, o viceversa. Incluso, normalmente, el TM también depende del segmento corporal en que sea medido. Así, el brazo es, aproximadamente, un 30% más rápido que la pierna. El lado dominante, aproximadamente, un 3'7'0 más rápido que el contrario. También, la dirección del movimiento, por razones kinesiológicas, puede variar el resultado. El movimiento del brazo hacia adelante es más rápido que hacia atrás en un 7%. (Manso, 1998) Este comportamiento viene condicionado por aspectos como los niveles de fuerza de la musculatura encargada de realizar el gesto, especialmente, cuando la resistencia a superar va siendo cada vez mayor, o también por la experiencia que sobre estas acciones se tenga. El tipo de fibra muscular dominante, será por lo tanto otro de los parámetros a tener en cuenta. Cuando mayor sea el porcentaje de fibras FT de que se disponga, mejor será el Tiempo de Movimiento. De todo lo hasta ahora expuesto, es fácil deducir que el tiempo de movimiento viene condicionado por los niveles de fuerza de rápido desarrollo que posea la musculatura encargada de realizar la acción. En este sentido, son la fuerza activa veloz y la fuerza explosivo-reactivo-balística las que permiten ejecutar movimientos aislados de gran velocidad. Esto nos obliga a repasar cómo el músculo genera tensión a altas velocidades de contracción.

VELOCIDAD DE MOVIMIENTOS COMPLEJOS No cabe la menor duda de que el hecho de realizar un recorrido en el menor tiempo posible es determinante de una gran eficacia deportiva. Desde el punto de vista físico, se ha observado que la velocidad es el espacio recorrido en un período de tiempo determinado, aunque esta definición pierde su valor si se acepta que en el mundo de la actividad física la eficacia es un parámetro irrenunciable que siempre debe ir acompañando a la velocidad con que se efectúen las acciones. La velocidad supone encadenar una serie de movimientos eficaces, aunque ejecutados cada uno de ellos a la máxima rapidez. Esto hace que la velocidad, a pesar de ser una cualidad poco "pura", adquiera una importancia relevante en el mundo de la actividad física y el deporte. La fisiología nos enseña que la demanda energética de la fibra muscular es atendida por la hidrólisis de moléculas macroenergéticas de fosfato (ATP), las cuales en las pruebas de velocidad son obtenidas por vías metabólicas anaeróbicas. Desde el punto de vista energético, la velocidad depende, fundamentalmente, de la capacidad anaeróbica aláctica (reservas de fosfágenos: ATP y PC) y, en mayor o menor medida, de la potencia anaeróbica láctica (degradación de la glucosa a pirúvico y lactato), según el tipo de movimiento al que se esté refiriendo.

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¿Cuál es el objetivo del entrenamiento de la velocidad? Optimizar determinados factores limitantes de dicha capacidad. No se puede pensar en un incremento de los contenidos de ATP a nivel muscular, al menos ello no estaría demostrado, pero lo que se incrementa de manera favorable es la eficacia de los procesos de la actividad enzimática. Por lo tanto, un programa de acondicionamiento físico orientado a la velocidad mejora: ƒ La acción de la ATP - asa para la ruptura del último radical de fósforo y formando así ADP, ƒ La acción de la CPK (creatina - fosforo – quinasa) para separar el fósforo inorgánico del CP y entregárselo al ADP y formar así nuevamente el ATP. FACTORES QUE INFLUYEN PARA EL DESARROLLO DE LA VELOCIDAD Grosser (1992) menciona cuatro factores que influyen en el desarrollo de un programa de velocidad. Factores: ƒ

Hereditarios, evolutivos de aprendizaje.

ƒ

Sensoriales, cognoscitivos, psiquicos.

ƒ

Neuronales.

ƒ

Tendo-Musculares.

Mencionaremos algunos que son considerados importantes dentro de la especialización del acondicionamiento físico. Genero El genero supone diferencias en la capacidad de velocidad, desde el momento que aparecen distintos niveles de fuerza; es decir, hasta la pubertad no se aprecian diferencias, pero una vez que la mujer recibe la carga hormonal puberal, le iguala o supera; cuando el hombre sufre el aporte hormonal, éste es capaz de manifestar una mayor velocidad. Durante el resto de la vida, el hombre, al tener un mayor porcentaje muscular, está en disposición potencial de desarrollar mayor rapidez que la mujer. Edad Descartando los factores hereditarios, evolutivos y de aprendizaje por no ser entrenables (salvo los de aprendizaje, pero este capítulo no es el lugar de su estudio), se destacanr tres ámbitos que influyen causalmente en la realización de movimientos de máxima velocidad y relacionarlos con las llamadas "fases sensibles":

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ƒ

Ámbito Neuronal (Sistema Nervioso Periférico, Celebro).

ƒ

Ámbito Psíquico (Voluntad, Concentración y Motivación).

ƒ

Ámbito Muscular.

La mayoría de estos procesos se desarrollan durante los 10 – 15 años de edad, y siendo el caso especifico de personas que se integran a la actividad física ya en edad adulta, es importante recordar que con la edad la cualidad de desarrollar la eficiencia muscular que permite mejorar eventos de velocidad y rapidez disminuye gradualmente.

7.00

V E L O C I D A D

m/seg

Masculino

6.00

Femenino

5.00

4.00

3.00 9

13

17

19 - 24

30 - 35

40 - 45

50 - 55

70

Siguiendo esta referencia y pretendiendo en un programa mejorar los elementos plásticos y de reflejo de estiramiento en el músculo de los participantes en un programa orientado a la mejora de la velocidad; es necesario dosificar eventualmente la carga de entrenamiento para lograr una eficiencia mecánica acorde a la edad de los participantes. Técnica Deportiva Se hace un apartado especial a la técnica, debido a que siendo el programa de acondicionamiento físico un elemento que contribuye a la mejora de la fuerza y que en combinación de la actividad fisiológica de la velocidad, muchos de los ejercicios para su correcta ejecución requieren de un dominio técnico y de un aprendizaje motor muy especifico.

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Según SCHELLENBERGER (1986, cit. en GROSSER, 1992, 33) existe en principiantes una relación inversamente proporcional entre velocidad y precisión de acción, de forma que un aumento en la velocidad de ejecución vuelve el gesto más impreciso y viceversa. Debido a esto, hay que tener siempre presente que es preciso acentuar el aprendizaje y perfeccionamiento de las técnicas de levantamiento o técnica del gesto motor para que supongan el menor impedimento posible para la realización de las acciones motrices a máxima velocidad.

Fuerza de voluntad Sin duda un factor limitante de los procesos de desarrollo deportivo es inherente a los procesos motivacionales, donde los aspectos volitivos pretenden de alguna manera coadyuvar al desempeño de un programa de acondicionamiento físico más avanzado. Por rutina, un programa empieza a ser cansado o caer en el facilismo de no querer avanzar en la progresión de carga, intensidad, ejercicios etc. La fuerza de voluntad está estrechamente relacionada con la motivación y se entiende como la "capacidad de dirigir conscientemente estímulos, inducciones y resistencias internas (desinterés, cansancio, inseguridad)" (GROSSER, 1992, 36).

Velocidad de Contracción Muscular Es la velocidad que se define en el Tiempo de Reacción como "tiempo latente". Este factor está condicionado a su vez por la temperatura corporal, disminuyendo la velocidad con el frío y aumentando con el calor. Todo programa de acondicionamiento físico debe estar debidamente sustentado en un calentamiento previo acorde a la temperatura del medio ambiente para favorecer la coordinación intramuscular y el reclutamiento de unidades motoras.

Movilidad La capacidad elástica del músculo permite que la efectividad del programa esté condicionada por la capacidad del músculo de estirar sus elementos elásticos (acumulando energía mecánica) y de acortarlos (restituyendo tal energía) en mayor o menor medida; supone un efecto beneficioso con doble motivo: biomecánicamente, al alcanzar mayores amplitudes articulares, los trayectos de aplicación de fuerza aumentan y por tanto la velocidad; estructuralmente, el músculo tiene la posibilidad de acumular más energía en su fase de estiramiento (al ser más larga) y posteriormente utilizarla, aumentando con ello la fuerza-explosiva.

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Vías Energéticas La fuente energética principal de la velocidad es la de los fosfágenos (ATP-PC), ya que su degradación está limitada a unos 7-10 segundos aproximadamente, tiempo en el cual se desarrollan las actividades de velocidad. Temperatura Muscular = Calentamiento La necesidad de calentamiento para las actividades de velocidad nace de los beneficios que conlleva a distintos niveles: ƒ Disminuye la viscosidad muscular. ƒ Aumenta la elasticidad y extensibilidad. ƒ Aumenta la capacidad de reacción. ƒ Mejora el metabolismo (reacciones enzimáticas).

Factores bioenergéticos que favorecen a la velocidad Las acciones veloces estarán determinadas por la capacidad que se tenga para movilizar energía en la unidad de tiempo. Su potencia o dinámica de movimiento estará íntimamente relacionada por el aprovisionamiento de energía metabólica (Verjoshanski, 1996). En los velocistas del atletismo esto se cumple en forma sobresaliente. La velocidad para producir altos niveles de energía en la unidad de tiempo estará íntimamente relacionada con las reservas de ATP y CP y con la velocidad con la cual se produce la hidrólisis, es decir, la introducción de una molécula de agua (Barbany, 1990). La reserva de ATP es de una magnitud de unos 5 mmol/kg y el CP llega a unos 20 mmol / kg de músculo seco (m * s) para ambos casos. Sin embargo, el sistema del ATP -CP jamás se agota por completo. Dentro de las mayores exigencias dicha concentración se reduce hasta aproximadamente un 20 - 30% de los valores iniciales, especialmente a costa del descenso de la fosfocreatina (Willmore / Costill, 1994). Este marco referencial del comportamiento de los procesos biológicos y bioquímicos de la velocidad son la base donde se crearan los aspectos funcionales para la mejora de un programa de acondicionamiento físico. Acerca de la fatiga y recuperación en las cargas de velocidad Sin duda, los esfuerzos realizados durante el proceso de entrenamiento de la velocidad suponen un elevado incremento de los niveles de lactato en sangre, mismo que se asocia a una disminución de los procesos coordinativos. Usted como especialista de acondicionamiento físico debe promover que los gestos técnicos realizados a una velocidad mayor no presenten perdidas en la calidad de su ejecución y las personas que estén en un programa orientado a esta capacidad mantenga la suficiente concentración reacción y precisión para evitar lesiones.

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Los procesos de cansancio repercuten notablemente en la adquisición de nuevos gestos técnicos, es importante reconocer que una elevada concentración de lactato no necesariamente promueve la fatiga; en este sentido hay que poner atención sobre los tiempos de recuperación más que en la intensidad del ejercicio. Es decir, una elevada intensidad supone de manera inmediata una elevada concentración de lactato, pero no es factor limitante o factor para incrementar el cansancio para que se desarrollen o no los siguientes gestos motrices. El entrenador especiadlizado en acondicionamiento físico debe favorecer los procesos de recuperación más óptimos en sus actividades para lograr los mecanismos neuro hormonales mas adecuados para la mejora de esta capacidad condicional. La velocidad es una capacidad condicional que debe buscarse para mejorar los procesos de refosforilación y es debido a que solo a través de mejorar notablemente el volumen máximo de oxigeno lo que permite una mayor velocidad en este proceso, es por esto que la velocidad es una capacidad que debe empezar a mejorarse después de tener un proceso de acondicionamiento físico general donde la capacidad aeróbica se haya mejorado.

Tiempo de regeneración

CP

Super Compensación

10 - 20 SEG

60 - 90 SEG

50%

90%

3 - 5 MIN

6-8 MIN

100%

Si los esfuerzos realizados corresponden a una duración entre 5 – 15 segundos, los procesos de recuperación de la fosfocreatina y el glucógeno oscilan entre 10 seg y 5 minutos. Como especialista en acondicionamiento físico, usted debe procurar el restablecimiento de los niveles de fosfocreatina para poder lograr los procesos de adaptación.

5.3 LA FUERZA VELOCIDAD Por fuerza explosiva se entiende la capacidad de desarrollar rápidamente una fuerza contra resistencias superiores al 50% de 1RM, por otra parte, se entiende por fuerza rápida una forma explosiva de desarrollar la fuerza en un espacio de tiempo determinado.

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Puesto que la fuerza explosiva se define de forma parecida a la fuerza rápida (el concepto de fuerza rápida utilizada en la práctica corresponde al concepto científico de la fuerza explosiva), y dependiendo ambas de la velocidad de contracción de las unidades motoras fásicas y tónicas, de la activación neuronal (reclutamiento y frecuenciación) igual que de la cantidad muscular, no consideramos que se trata de diferentes capacidades de la fuerza y los tratamos, por lo tanto, como idénticas. A causa de los componentes causales mencionados para la fuerza máxima y explosiva, parece obvio que la fuerza explosiva depende la fuerza máxima o bien que ésta última influye mucho en la primera. Observemos de cómo se vinculan las distintas manifestaciones de las capacidades condicionales y coordinativas:

FUERZA MAXIMA FUERZA ESPECIAL

FUERZA

MOVILIDAD

EXPLOSIVA

RESISTENCIA RESISTENCIA ESPECIAL RESISTENCIA AEROBICA

FUERZA

VELOCIDAD ESPECIAL

RESISTENCIA ANAEROBICA

VELOCIDAD MAXIMA

Una forma específica de las capacidades de fuerza explosiva es la llamada fuerza reactiva, que aparece en el ciclo corto de estiramiento – acortamiento (inferior a los 200 milisegundos). La autonomía se debe ante todo a la característica reactiva del tono muscular que se mantiene constante frente a elevadas cargas de estiramiento durante la fase excéntrica del ciclo estiramiento – acortamiento. Esta relación entre fuerza máxima, fuerza explosiva y velocidad como unidad dinámica es lo que nos permite generar el proceso de desarrollo en un programa integral de Acondicionamiento Físico. Por lo tanto, la velocidad y la fuerza están fuertemente relacionadas por aspectos como los siguientes:

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• De las leyes biomecánica se puede deducir que una mayor capacidad de fuerza significa mayores velocidades de movimiento. • Las diferentes manifestaciones de fuerza, (fuerza máxima, fuerza resistencia, fuerza reactiva y explosiva (fuerza velocidad)) pueden considerarse como una unidad dinámica observándose las siguientes relaciones: •

La fuerza máxima constituye un requisito parcial para la fuerza resistencia.



La fuerza máxima constituye un requisito parcial para la fuerza reactiva y fuerza velocidad.



La fuerza reactiva es una forma específica de la fuerza velocidad.

• Con base a una elevada fuerza explosiva (fuerza velocidad) y en combinación con el entrenamiento de la técnica resulta, por ejemplo, una elevada fuerza de sprint (capacidad de aceleración), por lo tanto puede considerarse una manifestación específico-deportiva de la fuerza. • Con base a una elevada fuerza resistencia resulta, a través de ejercicios específicos deportivos, una elevada resistencia de sprint, ésta también puede considerarse como manifestación específico-deportiva de la fuerza o bien como máxima velocidad resistencia o por ejemplo, en los deportes de juego y de lucha, como resistencia de velocidad. • La fuerza de salto, de golpeo y de lanzamiento igualmente son manifestaciones específicos deportivas de la fuerza explosiva y con ello forman parte de movimiento o bien rendimientos específicos – deportivos de velocidad correspondiente, • En último término, la fuerza máxima es la componente esencial de las manifestaciones específicas deportivas de la fuerza. La fuerza producida con movimientos explosivos tiene diferencias cualitativas que son importantes diferenciar en dos grupos de movimientos: 1) Movimientos en los que la velocidad desempeña un papel fundamental en la superación de una resistencia relativamente pequeña. 2) Movimientos en los que el esfuerzo se desarrolla con rapidez para superar resistencia grande. Ahora bien, desde del punto de vista neurofisiológico, el entrenamiento de los ejercicios explosivos está basado en los factores y mecanismos que involucran la producción de fuerza. Dependiendo de la carga utilizada, se produce una alta aceleración y un alto desarrollo de fuerza o ambos. La utilización de ejercicios explosivos en la mejora de la fuerza explosiva depende de un gran número de factores, en los cuales se incluyen los patrones de movimiento de cada deporte y los requerimientos de velocidad y el estado de entrenamiento de los participantes. Todos estos factores neurofisiológicos aplicados al entrenamiento deben tener como objetivo una transferencia al gesto o movimiento de competición. Acondicionamiento Físico 2

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F

F U E R Z A

1a

Fuerza Isometrica Máxima

1b

Fuerza Dinámica Máxima Potencia Máxima Fuerza Explosiva

3a

Ó P T I M A

F=75% V=25%

33

33bb 3b

Zona de Potencia F = 25 %

F=25% V = 75 % V=75%

2

Velocidad v

Factores y componentes de la Fuerza – Velocidad De acuerdo a Verjoshansky (1974) se determinan ocho manifestaciones de las acciones musculares. 1) Acción muscular tónica. Acción muscular fuerte y larga en la cual no es determinante la velocidad de evolución de la fuerza. 2) Acción muscular fásica. Se halla en la mayoría de veces en gestos de carácter cíclico, en los cuales se necesitan diferentes magnitudes de fuerza. 3) Acción muscular fásico - tónica. Es una alternancia de contracciones musculares tónicas y fásicas. 4) Acción muscular explosivo – tónica. Permite superar grandes resistencias, con una evolución rápida de la fuerza. 5) Acción muscular explosivo – balística. Caracteriza la puesta en acción de una fuerza máxima para una carga relativamente floja. 6) Acción muscular explosivo – reactivo – balística. Caracteriza la puesta en marcha de una fuerza máxima como respuesta a una fuerte extensión muscular. 7) Velocidad acíclica. Acción muscular de la fuerza que se realiza por inercia, con cambios de dirección de los juegos deportivos. 8) Velocidad cíclica. Trabajo de repetición en fuerza – velocidad, con mantenimiento del rendimiento.

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Es en base a estas acciones que se establece el proceso de integrar a la velocidad dentro de nuestro programa de acondicionamiento físico. Puede ocurrir que en este proceso, las personas que participan en nuestros programas de acondicionamiento físico no saben con claridad que importancia tiene el hacer transferencias o ciertos métodos de mejora del a velocidad. Sin embargo, usted como responsable de esta enseñanza y orientación debe establecer con claridad los fundamentos metodológicos de su programa de acondicionamiento físico. FUNDAMENTOS FISIOLÓGICOS DE LA FUERZA VELOCIDAD La fuerza – velocidad es a la que determinará la velocidad vertical de un saltador de altura, la velocidad con la que impacta un golpe en un combate de boxeo. El nivel de tensión que es capaz de generar un músculo está íntimamente relacionado con la velocidad que ésta se produce. La relación fuerza velocidad no es lineal, si no que sigue una curva hiperbólica, la cual viene determinada matemáticamente por la ecuación de Hill: (P + a) (V + b)= b ( Po + a) Donde: P=es la fuerza. Po= la fuerza máxima isométrica. a=: la constante de fuerza. b=: constante de velocidad. No se debe confundir lo anterior con el fenómeno de potencia, multiplicando la fuerza ejercida durante una contracción por la velocidad con que se acorta, se obtiene la potencia en ese instante de la contracción. De forma teórica el músculo desarrolla la máxima potencia cuando la velocidad de acortamiento es de 1/3 de la máxima velocidad de acortamiento y ésta se aplica contra una resistencia de 1/3 de la fuerza máxima. El tiempo de duración de la contracción muscular Otro aspecto relacionado con la fuerza de rápido desarrollo, es conocer el tiempo en que cada sujeto necesita para alcanzar diferentes niveles de fuerza. No es suficiente, en la mayoría de los deportes conseguir altos niveles de fuerza absoluta, si no lograrlos en muy corto espacio de tiempo. Así un saltador de altura solo dispone de 150 a 200 milisegundos para lograr el máximo impulso posible, por lo que el desarrollo lento de la fuerza resultaría ineficaz en este tipo de acciones deportivas. Este aspecto queda perfectamente reflejado y explicado mediante la curva fuerza – tiempo. Acondicionamiento Físico 2

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Schmidtbleicher (1992, cfr García Manso, 1998) demuestra como los niveles máximos de fuerza dependerán de la resistencia a vencer, siendo mayor cuando más se aproxima a los niveles máximos que el sujeto puede lograr. La diferencia de fuerza desarrollada contra dos resistencias distintas es lo que se denomina déficit de fuerza. Cuanto menor es la diferencia, mayor es la capacidad de activación neuromuscular voluntaria, siendo éste un objetivo prioritario en el entrenamiento de la fuerza de rápido desarrollo. La mejora en el desarrollo rápido de la fuerza y, por lo tanto, en el comportamiento de la curva fuerza-tiempo, está directamente relacionada con el reclutamiento de Unidades Motoras. Reclutamiento de Unidades Motoras La experiencia parece demostrar que el factor que determina la cantidad y tipo de Unidades Motoras, que se ponen en funcionamiento en una contracción muscular es la resistencia a vencer. En cada caso sólo son reclutadas las UM que se precisan para la contracción muscular. Ahora bien las UM activas y las que están en reposo intercalan frecuentemente su papel con el fin de evitar la fatiga de las UM. Esta contracción asincrónica de las UM, es también la responsable de la naturaleza intensa o suave de las contracciones musculares voluntarias. De esta forma, cuando la resistencia es baja (por debajo del 20 – 30% de 1RM) se reclutan las fibras de contracción lenta, si la resistencia es moderada (30 – 60%) se utilizan además, las fibras de contracción rápida. En el caso de resistencias superiores se involucran todos los tipos de fibras musculares. Sincronización de Unidades Motoras. La máxima tensión desarrollada por un músculo se manifestará en el momento en que se contraigan, de forma sincrónica, el mayor número de unidades motoras. En las personas sedentarias, el número de UM, que se pueden movilizar en tensiones de fuerza máxima no superan 25 – 30% de UM, potenciales mientras que en personas entrenadas, el porcentaje puede llegar al 80-90% (Platonov 1991, Zaziorsky 1996, Cometti 1988 cf García Navarro, 1998). El motivo de este comportamiento parece e estar relacionado con las adaptaciones que el entrenamiento produce al nivel del Sistema Nervioso Central, esto es lo que conocemos como coordinación intramuscular. Número de sarcómeros en serie En el entrenamiento de fuerza, a la hora de hablar de fuerza velocidad, no podemos olvidar la posibilidad de aumentar, mediante el entrenamiento, el número de sarcómeros en serie. Todo parece indicar que el trabajo muscular en amplitud permite aumentar el número de sarcómeros en serie que posee una miofibrilla, mientras que el trabajo muscular realizado con amplitudes débiles provoca el proceso inverso. El aumento del número de sarcómeros en serie lleva a un aumento de la velocidad de contracción y un aumento del desplazamiento. Se estima que si cada sarcómero de una miofibrilla se estimula al mismo tiempo y en la misma proporción, el desplazamiento en unidad de tiempo será mayor en el caso de que aquella miofibrilla con mayor número de sarcómeros en serie, afectando positivamente a su velocidad de contracción.

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5. 4 LA FUERZA REACTIVA Está ampliamente demostrado que cualquier acción muscular es más eficaz (nivel de tensión) si previamente va acompañada de una fase de estiramiento que permite desarrollar un incremento de la fuerza vía deformación de componentes elásticos y vía activación refleja de unidades motoras. Este fenómeno tendrá una transferencia directa hacia la velocidad de un movimiento siempre que se cumplan aspectos como una rápida acción excéntrica una corta fase de acoplamiento y una intensa acción concéntrica en la acción muscular (King 1993, cfr García Manso, 1996). Algunos autores (Bosco, cfr García Manso, 1998) han demostrado que durante la fase excéntrica de un movimiento se almacena energía elástica, la cual se liberará posteriormente durante la ulterior acción concéntrica incrementando la potencia y la eficacia de la acción. Ahora bien, la cantidad de energía elástica que se acumula en el músculo depende, fundamentalmente, del grado de deformación de sus componentes elásticos en serie, especialmente de los tendones, pero también de los componentes elásticos del interior de cada sarcómero y, posiblemente, de los componentes eláticos en paralelo. Esta deformación, depende a su vez de la dureza muscular y de las características de los componentes elásticos.

Rigidez muscular (stiffness) No es más que la capacidad de oposición al estiramiento que es capaz de desarrollar el músculo. Esta tensión, como cualquier otra generada por el músculo a través de una contracción muscular, se transmite hasta su inserción a través del tendón y actuando de forma contraria a la que se produce durante la fase excéntrica por la inercia que lleva el cuerpo. Podemos, por lo tanto, hablar de un stiffness del tendón y otro del componente contráctil del músculo, aunque el primero Se encuentra condicionado por una activación previa del segundo. El stiffness del tendón cambia de forma significativa (de 2 a 25 N/mm) con el incremento en la fuerza muscular (Zaziorsky 1993; Shadwick 1990), mientras que cuando una fibra muscular es estimulada, el stiffness es proporcional a la superposición entre los filamentos gruesos y delgados, los cuales determinan, en parte, el grado de tensión de oposición desarrollada. La fuerza desde el músculo al tendón se realiza a través de la denominada unión miotendinosa. Así, en los extremos de las fibras existe un elevado número de pliegues anastomosados y de prolongaciones cilíndricas que se mezclan con los haces de fibras de colágeno que tiene el tendón, formando una extensa superficie por la que se transmite la fuerza y que hace que disminuya la tensión proporcionalmente al cociente entre la superficie del sarcolema que transmite la fuerza y la superficie transversal de las miofibrillas que generan la fuerza. En los músculos en los que se ha estudiado dicho cociente, la relación oscila entre 10:1 y 14:1.

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Con lo anteriormente descrito, se observa que el stiffnes muscular es un factor determinante para lograr la adecuada y más eficaz deformación del tendón, estando sujeto a diversas variables: •

La preactivación o dureza anterior a la fase excéntrica del movimiento, que puede suponerse que es un componente del programa central del movimiento que adecua al músculo mediante una contracción anticipada que permite optimizar la acción muscular en el inicio de la amortiguación. Respecto a este punto, Gollhofer y Kyrolainen (1991, cfr García Manso, 1998) comprobaron, saltando desde diferentes alturas, que el grado de preactivación está directamente relacionado con la carga que se espera soportar. Llama la atención el hecho de que el nivel de preactivación disminuye cuando la altura es excesiva y se supone una fuerza de impacto demasiado elevada, lo que se interpreta como un mecanismo de seguridad para las estructuras musculares y tendinosas que tendrían que oponerse al movimiento, aunque no se puede olvidar la importante acción refleja que se debe producir durante la fase de amortiguación del impacto. Algunos opinan, que la preactivación es fruto de un estiramiento muscular por encima de la longitud de equilibrio, lo que por acción refleja estimula Unidad Motora que se traducen en una activación muscular previa. Hoy en día, no disponemos de los datos experimentales necesarios para inclinarnos de forma concluyente hacia alguna de las dos teorías o aceptar ambas de manera complementaria, por lo que el problema nos limitamos a enunciarlo. Lo que sí parece demostrado, es que paralelamente al efecto que tiene la preactivación sobre la rigidez, ésta también disminuye el umbral de estimulación de los husos musculares al activar de forma simultánea las motoneuronas



La inervación refleja, que no es otra cosa que la puesta en marcha de unidades motrices por acción refleja durante la fase excéntrica de la contracción. Esta estimulación refleja de unidades motrices se produce poco después del inicio de la extensión al ponerse en marcha el reflejo de estiramiento por alargamiento de los husos musculares. Los husos musculares responden tanto al estiramiento fásico (rápido y repentino) como al estiramiento tónico (mantenido). Este fenómeno se manifiesta por el incremento de la actividad eléctrica muscular durante la fase de amortiguación de cualquier movimiento. Kilani et al. (1989, cfr García Manso, 1998) comprobaron que si se bloquea el reflejo de estiramiento mediante la utilización de un anestésico local (Novocaina), la posibilidad de incrementar el rendimiento en una contracción muscular de tipo pliométrico se ve disminuida.



Otros factores que afectan a la rigidez muscular. Algunos autores entienden que el tejido conjuntivo del componente elástico en paralelo sólo contribuye en determinadas situaciones sobre la rigidez muscular (longitud muscular superior a la de equilibrio), mientras que otros opinan que son estructuras determinantes entre deportistas altamente entrenados en acciones de tipo pliométrico. Se rumorea entre

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la comunidad atlética que Chistyakova (7.52 en salto de longitud), al igual que otros saltadores, consiguieron adaptaciones importantes en este tejido gracias a la sistemática e intensa utilización de ejercicios en ciclos de estiramiento-acortamiento con sobrecargas en su entrenamiento. Según Tidball (1986) el tejido conjuntivo sólo interviene en este comportamiento cuando las longitudes del sarcómero han alcanzado o son superiores a 2.5-3.0 Mm. A partir de este momento los componentes elásticos en paralelo actuarán de forma similar a como lo hace una malla elástica de estructura oblicua con su contenido cuando ésta es estirada. No podemos olvidar que este tejido confluye en sus extremos conformando el tendón de inserción, razón por la que las tensiones o deformaciones del componente paralelo actúan sobre el tendón a la vez que constituyen un excelente punto de apoyo y freno a las presiones que producen sus músculos sobre sus envolturas en el momento de efectuar la contracción. Debemos pensar que la supuesta organización en forma de malla que configura los enlaces y estructuras del colágeno del tejido conjuntivo, le dan en el músculo una elevada eficacia para sus funciones de contención del componente contráctil, así como para una mejor tracción de sus extremos distales que configuran los tendones.

Por otro lado, es importante tener presente que dentro de cada sarcómero existen diferentes estructuras que potencian la capacidad elástica de un tendón. Sé acepta que además de los puntos elásticos de los goznes de la miosina, existen otras proteínas que determinan una características elásticas a estas unidades básicas de las miofibrillas. La titina y, posiblemente, la nebulina también participan manteniendo la estructura interna del sarcómero ante alargamientos en los que se mantienen estables los puentes de actina-miosina. De los trabajos de Horowits et al. (1986) se desprende que la titina y la nebulina confieren al sarcómero una respuesta elástica pasiva durante su elongación, pero que si se destruyen estas sustancias el sarcómero pierde su estabilidad provocando un desalineamiento entre los filamentos de actina y miosina. La nebulina, en concreto, desarrolla su función al extenderse a lo largo de los filamentos de actina, mientras que la titina mantiene, durante la contracción, el filamento de miosina en el centro del sarcómero, siendo el componente estructural que determina la medida de longitud alcanzada por esta proteína básica en el proceso de acortamiento del sarcómero. Recordemos que el citoesqueleto de cada sarcómero está compuesto de diferentes unidades que quedan simplificadas en la siguiente tabla:

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POSICIÓN

PROTEINA

Línea Z

Alfa Actina Desmina

Filamentos finos

Actina Tropomiosina

Troponina Nebulina Filamentos gruesos

Miosina

Estructura C

Proteína C

Línea M

Miomesina Miomesina

Miofilamentos elásticos

Titina

FUNCION Mantiene el anclaje de los filamentos finos. Es más abundante en las fibras ST que en las FT. Mantiene la unión de las miofibrillas adyacentes. Es la principal proteína del miofilamento fino, fila la miosina. Oculta los puntos activos de la actina donde se engarzan las cabezas de miosina. Complejo en el que se penetra el calcio y posteriormente desplaza a la tropomiosina. Se extiende a lo largo del filamento fino. Compuesta por filamentos de meromiosina, cuyas cabezas forman puentes con la actina y provocan la contracción muscular. Mantiene en su posición los filamentos gruesos. Sirve para determinar los límites de extensión de los filamentos de miosina. Mantiene en su posición los miofilamentos. Fija la titina en el centro del sarcómero. Mantiene el miofilamento grueso en el centro del sarcómero durante la contracción, y en ocasiones da la medida de la longitud de la estructura del miofilamento grueso.

Esta compleja estructura de los sarcómeros determina un comportamiento peculiar a la miofibrilla. Se distinguen dos partes o maneras de generar fuerza durante la fase excéntrica o de amortiguación de un movimiento, mostrando que la rigidez es inicialmente alta y decrece durante la última parte del estiramiento. 1. La fase inicial de alargamiento muscular, en estado de contracción, se produce por la alteración de la longitud interna de cada sarcómero. La capacidad del músculo esquelético de responder al inicio de un estiramiento con un incremento de la longitud sin ruptura de los puentes de actino-miosina existentes, o incluso aumentando el número de Unidades Motoras estimuladas, se denomina «5hort-Range-Elastic-Stiffnes» (SRES) (Schmidtbleicher-1990; Parmiggiani et al.-1984 cfr García Manso, 1998). El Acondicionamiento Físico 2

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SRES depende del número de puentes de actina y miosina que se han producido antes y durante el estiramiento. Esto hace que el SRES dependa indirectamente de la longitud que tenga el sarcómero durante la contracción, pues de ella dependen a su vez el número de puentes de acto-miosina que es posible conseguir. La fase de disminución de la rigidez muscular durante la última fase del ciclo estiramiento-acortamiento fue descrito por Cavagna y Citterio (1974) y denominado "efecto Cavagna", la cual representa el momento de aprovechamiento de la energía elástica acumulada. 2. La rigidez o stiffness se podrá mantener hasta que el músculo alcanza una deformación entre el 3-4% de su longitud inicial. Investigaciones sobre fibras musculares aisladas mostraron que la rigidez se derrumba en función de la trayectoria y la velocidad de estiramiento, ocurriendo este fenómeno cuando la longitud inicial de un sarcómero aumenta entre un 0.2 a 0.6%. La actividad refleja sirve en primer lugar para mantener el stiffness durante la fase excéntrica; en cambio, la construcción de un stiffness adecuado antes del alargamiento depende de la preactivación, que además de mantener un adecuado tono muscular, produce una sensibilización óptima de los husos musculares. Bosco (1972, cfr García Manso, 1998) ha estimado la contribución de la capacidad refleja en acciones de fuerza reactiva de piernas, comprobando los incrementos de rendimiento en los test de squat-jump y el de contramovimiento Atribuye un 30 % de la mejora a la capacidad refleja y un 70 % a la capacidad elástica. •

Contribución de las estructuras musculares contráctiles y las tendinosas en el stiffnes de los componentes elásticos en serie. Son varios los métodos elaborados para el estudio del problema, los cuales son resumidos y recogidos en el trabajo de Lotash y Zaziorsky (1993, cfr García Manso, 1998). Así, en el modelo alpha, recomendado con niveles de fuerza cercano al 20% de la FIM, el complejo músculo-tendón está formado por dos resortes conectados en serie, de los cuales el primero, con un stiffness constante, representa el tendón, mientras que el segundo, con un stiffness proporcional a la tensión muscular, representa las fibras musculares. Mientras que el modelo spindle-null (husos intramusculares) resulta más complejo y muestra el teórico comportamiento de los husos musculares, de tal forma que cuando mismo no está activado, se asume que la longitud de la fibra no cambia, y todos los cambios de longitud son atribuidos al tendón.

Por otro lado, existen modelos más sencillos que permiten comprender el comportamiento de ciertos elementos, siendo de gran utilidad para entender las peculiaridades del músculo: •

El primero de ellos (cuerpo de Hooke) se representa mediante un resorte y representa una sustancia elástica ideal en la que la deformación es linealmente proporcional a la carga aplicada, recuperándose totalmente la forma inicial cuando cesa la carga de deformación.

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El segundo (cuerpo de Newton) se representa como un émbolo en cuyo interior existe un líquido (ejem: jeringa), en el cual es la velocidad de deformación la varía de forma lineal con la tensión aplicada (comportamiento viscoelástico ideal). Así, cuando la tensión aplicada es máxima la deformación es baja y, por el contrario, disminuyendo la tensión, la deformación aumenta. A diferencia del caso anterior, el cuerpo viscoelástico ideal no tiende a recuperar su dimensión inicial una vez que cesa la carga. Esto significa que el cuerpo de Newton no almacena energía.



El tercer modelo (cuerpo de St. Venant) representa el comportamiento de una sustancia plástica ideal, y precisa alcanzar un nivel de tensión previo (umbral de tensión) para poder lograr cualquier deformación y una vez que la misma desaparece la deformación cesa pero no recupera la forma inicial.

Partiendo de estos tres modelos básicos de comportamiento es posible construir modelos más complejos con los que explicar el comportamiento de cualquier material y, lógicamente, del músculo en una contracción muscular. Tradicionalmente, en el músculo se emplea un cuerpo de Newton que representa los componentes contráctiles que funciona unido a un cuerpo de Hooke unido a su émbolo, otro cuerpo de.Hooke que funciona forma paralelamente a las dos estructuras antes mencionadas, y uno o dos más cuerpos de Hooke que se sitúan en los extremos de la estructura anteriormente mencionada. En cualquier caso, la mayoría de los estudios recientes, señalan que la energía almacenada en el tendón y tejido elástico paralelo es mucho mayor que el almacenado en los puentes de actina-miosina.

Características de los componentes elásticos En este sentido tenemos que hablar especialmente de los tendones y del componente elástico situado en el interior del sarcómero, concretamente en los goznes. de la meromiosina, sin olvidar los tejidos elásticos en paralelo (endomisio, perimisio y epimisio) y, posiblemente, las proteínas que unen la miosina a las bandas Z (titina ó conectina y nebulina ó banda 3). Los tendones, como tejido conjuntivo, se encuentran compuestos por tres tipos principales de fibras: elastina, reticulina y colágeno (85% del peso del tendón). La última de ésta, el colágeno, que organizada en fibras paralelas, es la encargada de dar rigidez al tendón y de oponerse a su deformación por tracción, a la vez que sus cualidades mecánicas y fisiológicas determinan las del tendón. Las fibras de colágeno están formadas por moléculas de tropocolágeno, el cual a su vez está constituido por tres cadenas polipéptidas enrolladas en forma helicoidal. Esta característica constitucional es la que confiere al colágeno su comportamiento elástico, lo que unido a su bajo consumo de oxígeno lo transforma en un tejido de gran interés para la realización económica de ejercicio físico.

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Existe una fuerte correlación entre el tamaño de los tendones y la fuerza producida por los músculos correspondientes cuando son estimulados a la máxima tensión tetánica, con diferencias evidentes entre los músculos fusiformes y penniformes. La fuerza elástica de un tendón está estimada en cuatro veces la fuerza isométrica que el músculo puede producir, pero con el entrenamiento estos valores pueden ser incrementados. Un tendón con un diámetro de 6 cm2 es capaz de soportar un peso de 4000-8000 kilógramos aproximadamente. Un entrenamiento adecuado influirá favorablemente, sobre la estructura del tendón permitirá mejorar la capacidad elástica de su músculo o grupo muscular. El trabajo de Takala et al. (1976, cfr García Manso, 1998) en el que se demuestra que el trabajo de resistencia conduce al incremento de las concentraciones plasmáticas de enzimas asociadas con la síntesis de colágeno, así como otras investigaciones realizadas con animales, hacen pensar en el efecto positivo que tiene el ejercicio sobre el desarrollo del tejido conjuntivo y concretamente de los tendones. Entre las alteraciones que se producen, algunas afectan directamente al módulo de elasticidad del tendón. Se sabe que el módulo de elasticidad que define el comportamiento elástico de un tejido representa como la razón de un esfuerzo a la corespondiente deformación unitaria y siempre que no sobrepase cierto límite, conociéndose experimentalmente que es constante y característico de cada material. Esta relación entre esfuerzo y deformación unitaria se conoce como ley de Hooke, mientras que el módulo de Young es la medida que determina la rigidez de cualquier material, es decir, nos muestra la manera en que el material responde a la compresión, tensión o fuerza de desplazamiento. Si se analiza el módulo elástico o módulo de Young de una fibra de colágeno, se observa el siguiente comportamiento: al principio con poca tensión se logra una modificación de la longitud que oscila entre el 1-4 %, de la longitud inicial. Esto se produce por un desenroscamiento debido a su disposición helicoidal inicial. A continuación, cuando el desenroscamiento de las fibras de colágeno ha terminado, las fibras comienzan a tener tensión por si mismas, necesitando fuerzas mayores para deformaciones menores (entre el 2.5-5% de la longitud inicial). A partir de este punto aparecen muy pocas modificaciones de la longitud a pesar de ser sometidas a elevadas tracciones (entre el 5-6% de la longitud inicial). Si continuáramos ejerciendo fuerzas de tracción sobre el tendón, éste se terminaría alterando e incluso rompiendo.

La viscoelasticidad y la histéresis muscular El músculo, por razón de las características de sus tejidos, presenta un comportamiento diferente al de otros materiales que se debe a un nuevo factor que es la viscoelasticidad, en virtud de la cual el comportamiento elástico vendrá comprometido no sólo por la fuerza de deformación, sino también por el tiempo que tarda ésta en producirse. Es decir, se dice que un material es viscoelástico cuando la deformación es dependiente de la carga aplicada y del tiempo en que se tarda en aplicar.

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Un ejemplo sencillo para entenderlo nos lo facilita el pensar en una cucharilla de plástico, la cual deforma su estructura antes de romperse si la fuerza es aplicada lentamente, pero si se hace de forma brusca y rápida se partirá sin haber sufrido grandes modificaciones de la estructura inicial. Una de las diferencias más importantes que se desprenden al comparar una conducta elástica y una viscoelástica de un material se basa en la forma de utilizar la energía almacenada durante la deformación. En un material elástico toda la energía es almacenada y empleada en volver a su forma original cuando cesa la deformación, mientras que en un cuerpo viscoelástico parte de la energía almacenada se disipa en forma de calor. Esto nos lleva a otra de las características mecánicas del tendón, que es de importancia para la comprensión del comportamiento de los componentes elásticos, reside en su bajo nivel de histéresis (Shadwick – 1990, cfr García Manso, 1998). La histéresis se manifiesta por el retraso del efecto sobre la causa que la produce, por lo que con el fin de poder aprovechar la mayor cantidad de energía elástica disponible, menor debe ser la misma ya que de lo contrario existiría un desajuste entre las acciones de los diferentes componentes musculares, ésto nos hace reflexionar sobre la incidencia que la composición muscular tendrá sobre el reaprovechamiento de la energía elástica, ya que debemos recordar que el tiempo que se mantienen los puentes cruzados durante una contracción muscular, varía entre un tipo u otro de fibra. En los primeros trabajos de Bosco sobre este aspecto, los autores constataron que la contribución de la reutilización de la energía elástica al trabajo positivo de una contracción muscular variaba en función de que la fase excéntrica fuese de poca (55.3° y 51.3°) o gran amplitud (87.3° y 89.2°) durante la ejecución de acciones sobre SJ o CMJ respectivamente. De los datos se desprende que el mayor aprovechamiento elástico se produce entre los sujetos de mayor porcentaje de fibras FT, cuando el desplazamiento es corto, pero si el desplazamiento es mayor (mayor duración de la acción) se observa que el aprovechamiento es mayor entre aquellos que tienen un mayor porcentaje de fibras ST. En las acciones de ciclo estiramiento-acortamiento de muy corta duración como las batidas de longitud y altura, los deportistas aprovechan en gran medida todo este complejo mecanismo, razón por la que se suele emplear, desde el punto de vista metodológico, la clasificación de las batidas en dos grupos: de fuerza y de velocidad. Diagrama fuerza longitud de los elementos elásticos no amortiguados contenidos en los puentes de actino-miosina. Ya vimos que la capacidad elástica del músculo no depende únicamente de la deformación que se pueda producir en los tendones. Ford et al. (1977) nos describen el comportamiento de la fuerza-longitud a partir de la longitud de los elementos no amortiguados contenidos en los puentes cruzados. En el diagrama fuerza-longitud de los componentes amortiguados de los puentes, la contracción muscular es fruto de la creación de puentes de actina y miosina en el interior de cada sarcómero de la miofibrilla estimulada. Los filamentos de miosina y actina de un sarcómero están dispuestos de tal forma que pueden deslizarse el uno sobre el otro quedando solapados y dando lugar a un acortamiento del músculo. Las Acondicionamiento Físico 2

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intervención de los componentes amortiguados corresponden a la segunda fase de tracción de la miosina sobre la actina y atribuida a la rotación de la miosina sobre la actina y atribuida a la rotación de la cabeza de miosina. Esta ampliamente demostrado que cualquier acción muscular es más eficaz (nivel de tensión) si previamente se ve acompañada de una fase de estiramiento que permite desarrollar un incremento de la fuerza vía deformación de componentes elásticos y vía activación refleja de unidades motoras. Este fundamento tendrá una transferencia directa hacia la velocidad de un movimiento siempre que se cumplan aspectos como una rápida acción excéntrica, una corta fase de acoplamiento y una intensa acción concéntrica muscular.

5.5 CONSIDERACIONES PARA EL ENTRENAMIENTO ESPECIAL DE LA FUERZA ENTRENAMIENTO DE LA FUERZA ESPECIAL El entrenamiento de la fuerza se ha convertido en un elemento vital para tener éxito en la preparación deportiva; sin embargo, sólo es valioso cuando se diseña una metodología específica basada en la investigación científica y se detallan el papel y lugar que ocupa el acondicionamiento de la fuerza en el proceso de entrenamiento a corto y largo plazo. Por desgracia, sus vínculos históricos con el entrenamiento físico y la visión tradicional de los usuarios de los gimnasios han creado una impresión falsa de que el entrenamiento de la fuerza retrasa el rendimiento deportivo. El énfasis habitual que se pone en la investigación sobre las cardiopatías y la fisiología cardiovascular ha servido para consolidar este concepto extendiendo la creencia de que la forma física y la salud cardiaca en general quedan cubiertas por el ejercicio cardiovascular o «aerobio» o experimentan una mejora mínima con el entrenamiento contra una resistencia. La comunidad «aeróbica» ha confundido aún más esta visión categorizando empíricamente los ejercicios de acondicionamiento como peligrosos y considerando, por lo general las actividades aerobias como superiores al resto de formas de ejercicio. A menudo parece olvidarse de que la forma física es un estado complejo determinado por varios componentes que interactúan entre sí, cada uno de los cuales requiere un entrenamiento especializado para lograr un desarrollo óptimo. Los procesos de la fuerza desempeñan un papel especialmente importante sobre el control de la estabilidad y la movilidad del cuerpo en el deporte. Las propiedades mecánicas de los tejidos conectivos (como la elasticidad, la fuerza y la relación de amortiguamiento) y la eficacia neuromuscular se alteran benéficamente mediante el empleo de regímenes apropiados de entrenamiento de la resistencia y pliométricos. El éxito impactante que los entrenadores rusos y del ex campo socialista han tenido al aplicar el entrenamiento de Acondicionamiento Físico 2

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la fuerza especial en la preparación para la mayoría de los deportes también ha estimulado al resto del mundo a tomarse más en serio este tipo de acondicionamiento. La experiencia que se ha atesorado sobre el empleo del entrenamiento de la fuerza especial ha facilitado un análisis adecuado de algunos de los principios generales; sin embargo, ha sido insuficiente para constituir un fundamento metodológico definitivo para el entrenamiento de la fuerza especial de los deportistas. El papel y el lugar que ocupa el entrenamiento de la fuerza especial sólo pueden establecerse mediante una investigación científica que vaya encaminada en dos direcciones principales: 1. Estudios avanzados sobre los principios que gobiernan el acondicionamiento general del cuerpo para determinar los medios científicos con que alcanzar el potencial físico de los deportistas. 2. Estudio intensivo de los principios que determinan el proceso para alcanzar la maestría deportiva específica a largo plazo. Las investigaciones científicas en la primera dirección ya han proporcionado mucha información, mientras que los estudios serios en la segunda dirección sólo han comenzado recientemente, por lo que sus hallazgos siguen siendo limitados. Sin embargo, permiten formular principios importantes sobre el entrenamiento de la fuerza especial, refiriéndose este último término a la aplicación específica del entrenamiento de la fuerza al deporte. Es sinónimo del entrenamiento de la fuerza específica deportiva, y ambas expresiones se pueden intercambiar para distinguirlo del entrenamiento general con pesas o el culturismo con fines estéticos o físicos. Desde el principio hay que hacer hincapié en que el fenómeno de la fuerza no debe considerarse con conceptos simplistas como la definición clásica de que es la “capacidad para producir fuerza mediante la acción de los músculos”. La fuerza depende en gran medida del contexto. El modelo exacto de la fuerza y otras características de la forma física de un deporte concreto es lo que transforma el entrenamiento de la fuerza general en un entrenamiento de la fuerza especial para producir una mejora del rendimiento deportivo.

Las fases iniciales del entrenamiento de la fuerza Es recomendable hacer ciertas observaciones sobre los estadios iniciales del entrenamiento de la fuerza. Virtualmente, todos los métodos para el entrenamiento de la fuerza mejoran la fuerza de los principiantes durante los primeros meses, siempre y cuando la intensidad, en concreto, se mantenga en un nivel de seguridad. Ésta es una razón por la que es erróneo y contraproducente aplicar los resultados obtenidos con estudios científicos de menos de seis meses de duración. También es una razón principal por la que los entrenadores sin demasiada experiencia tienen éxito inicial con los deportistas y siguen atrayendo a clientes.

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Además, se ha descubierto que cada persona despliega una eficacia, ritmo y grado distintos a la hora de responder al mismo tipo, calidad y cantidad de entrenamiento físico. Dicho de otro modo, un programa de entrenamiento idéntico tendrá efectos distintos sobre personas diferentes. El alcance de los niveles superiores de la maestría es un proceso complejo que requiere la cuidadosa aplicación de los medios y métodos apropiados de entrenamiento en los distintos estadios de la preparación deportiva para cada persona. Al emprender por vez primera un entrenamiento de la fuerza es importante recordar que el incremento de la fuerza entre los principiantes se debe sobre todo al efecto de aprendizaje cuya naturaleza es neuromuscular. Estos incrementos de la fuerza relacionados con factores del rendimiento tales como la mejora de la técnica para ejecutar un ejercicio específico pueden incluso darse en la primera sesión de entrenamiento. Este tipo de mejora suele experimentarse con cualquier ejercicio que sea nuevo. Después de esto, se producen cambios en la fuerza siguiendo un patrón típico (Verjoshansky, 2000): •

Aumento de la coordinación intermuscular. Esta mejora fundamental en la cooperación general entre los distintos grupos de músculos se produce en las 23 primeras semanas de entrenamiento.



Aumento de la coordinación intramuscular. Esta mejora funcional, provocada por el aumento de la cooperación entre las fibras de un grupo de músculos específico, prosigue durante las 4-6 semanas siguientes.



Aumento de la hipertrofia muscular. Esta primera fase estructural de incremento significativo de la fuerza se produce como consecuencia del crecimiento del tejido muscular y durante las siguientes 6-12 semanas.



Estancamiento. El ritmo de mejora por motivos funcionales y estructurales decrece ahora de forma acusada. Para que continúe el proceso de crecimiento de la fuerza, es necesario determinar si el estancamiento se debe a factores neuromusculares o al crecimiento muscular, para así modificar el programa de entrenamiento de acuerdo con esto. Es en este momento cuando se hacen necesarios los conocimientos de los entrenadores expertos, sobre todo por culpa de los programas de ensayo-error iniciados al comienzo de la fase de estancamiento que pueden disminuir el rendimiento deportivo general y producir dolor o lesiones.

Aunque un enfoque relativamente poco profesional produzca incrementos en la fuerza durante el primer año de entrenamiento, no es enteramente beneficioso para el deportista, porque las mejoras pueden no ser suficientemente específicas para el deporte en cuestión. Desde el principio es vital identificar con exactitud qué capacidades relacionadas con la fuerza hay que mejorar al ejecutar una serie específica de tareas individuales de un deporte concreto. Todo progreso a corto o largo plazo debe planificarse cuidadosamente para que sea eficaz, no provoque lesiones y se alcance la maestría deportiva. Acondicionamiento Físico 2

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Programas para perfeccionar los movimientos El rendimiento deportivo se puede describir según una interacción compleja de movimientos múltiples, de lo cual se deduce que el fenómeno fundamental que subyace en toda tarea deportiva es el movimiento. El deporte es una actividad en la que se resuelven problemas y en la que los movimientos se emplean para generar las soluciones necesarias. Estos movimientos son controlados por el sistema neuromuscular, cuyo rendimiento es el resultado de las características innatas y de la adquisición a largo plazo de habilidades mediante el entrenamiento. El perfeccionamiento de los movimientos deportivos en el entrenamiento a largo plazo se consigue en gran medida mediante la mejora de la eficacia del sistema neuromuscular para resolver con calidad tareas motoras específicas. La capacidad para emplear con eficacia el potencial motor y tener éxito constituye la esencia de la maestría deportiva. Esta capacidad se realiza por medio de un sistema específico de movimientos, cuya composición y organización están determinadas por el tipo de actividad deportiva y las reglas de la competición. El proceso para alcanzar la maestría deportiva es un fenómeno de complejidad excepcional.

Características de la forma física La actividad deportiva se caracteriza por la introducción de un régimen de actividad física al cual no está acostumbrado el cuerpo. Éste trata de acomodarse a él con todo el complejo de sistemas, incluido el sistema nervioso central, el neuromuscular y muscular. La interacción entre las distintas respuestas de estos sistemas establece la eficacia de trabajo del cuerpo en conjunto. Por tanto, es la forma física del deportista la adaptación funcional y estructural del cuerpo) la que determina la capacidad de trabajo. La capacidad de trabajo del cuerpo adquiere cierta especificidad que depende del tipo de deporte que se practique. Por eso se puede hablar del desarrollo primario de la capacidad para desarrollar capacidades como la fuerza, la velocidad y la resistencia y considerar su función motriz como característica clave. Cada función clave experimenta una adaptación típica. Es en gran medida inherente a los deportistas de una especialidad concreta, aunque en cada caso tiene un carácter individual. Las diferencias individuales se manifiestan en la estructura de la fuerza. Deportistas distintos pueden obtener los mismos resultados empleando distintas contribuciones al trabajo mediante la acción de los grupos musculares básicos, sus distintas capacidades para contraerse con rapidez y su tendencia a compensar la falta funcional de un músculo con el desarrollo más pronunciado de otros. De ahí que el concepto de la estructura de la fuerza tenga gran importancia en la organización del entrenamiento de la fuerza y sobre todo a la hora de seleccionar medios eficaces para desarrollar la fuerza muscular.

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Estructura de la forma física El concepto de la estructura de las cualidades físicas en general ha sido formulado en muchos estudios, si bien sólo como una afirmación de los problemas planteados (Zatsiorsky, 1961, 1965; Verkhoshansky, 1963, 1970, 1972). Hasta ahora no se ha emprendido un análisis suficientemente profundo sobre el tema. Al mismo tiempo, los hallazgos sobre la estructura de la forma física han sido muy estudiados, sobre todo en lo que se refiere a la interrelación entre las cualidades físicas (durante su desarrollo) y la transferencia de estas cualidades de un tipo de actividad a otra. Estos estudios han llegado a las siguientes conclusiones (Verjoshansky, 2000): • • • •

La transferencia de las cualidades físicas generales decrece con un aumento de la forma física específica (Zimkin, 1965; Zatsiorsky, 1965). La mecánica de la transferencia es en gran medida específica (Cumbeca y otros, 1957; Nelson, 1957; Bachman, 1961). La interrelación entre las cualidades físicas puede ser positiva, negativa o neutra (Zimkin,1956). La transferencia positiva de ciertas cualidades durante los estadios iniciales del entrenamiento puede implicar más tarde una transferencia negativa (Korobkov, 1958).

Hace años se afirmó que un entrenamiento que contenga ejercicios que en conjunto reúnan actividades de velocidad, fuerza y resistencia desarrolla mejor cada una de estas cualidades que el entrenamiento individual de cada una de ellas, incluso cuando la carga es mayor en las actividades separadas (Ozolin, 1949, 1970). El desarrollo de cada cualidad influye de forma positiva en el desarrollo de las otras, y de igual forma, la falta de desarrollo de una o más capacidades limita el desarrollo de las otras. Por ejemplo, el desarrollo de la fuerza y la velocidad mejora la capacidad para desarrollar la fuerza-velocidad. La explicación teórica se basa en el mecanismo del reflejo condicionado que subyace en las actividades musculares aprendidas. El entrenamiento conlleva la formación de un fondo de conexiones temporales que sirve de fundamento sobre el que surgen las distintas combinaciones de las actividades motrices dependiendo del énfasis del entrenamiento. Se ha llegado a la conclusión de que, al principio, los medios de entrenamiento deben desarrollar las capacidades motrices por separado. Más tarde se integran sobre la base de los movimientos deportivos que se parecen a ellos desde el punto de vista estructural. Avances recientes basados en numerosas investigaciones han suplementado el concepto sobre la especificidad de las cualidades físicas, hacen hincapié en las relaciones altamente complejas entre las capacidades motrices, el desarrollo de los distintos medios para distintos tipos de actividad muscular, y el consiguiente bajo grado de generalidad, el alto grado de especificidad y la escasa transferencia de un tipo de actividad a otro. La existencia de cualidades generales y específicas respalda este concepto. Acondicionamiento Físico 2

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Las cualidades generales constituyen la base de la cualidad para ejecutar varias y distintas tareas, porque se relacionan con las fluctuaciones de las condiciones en las que se ejecutan las tareas. Las cualidades físicas generales proporcionan el fundamento para la ejecución de tareas motrices y determinan la relativa estabilidad del sistema neuromuscular. Están reguladas por la estructura física heredada y por la fisiología. Las cualidades específicas reflejan los elementos específicos del rendimiento en las tareas motoras complejas, y son sobre todo resultado de la experiencia motriz adquirida por la interacción con el medio ambiente. Cuando las cualidades generales facilitan la ejecución de varios tipos parecidos de tarea, entonces las cualidades específicas se muestran independientes en gran medida y mejoran sólo una actividad específica. Se han hecho intentos por formular teorías que expliquen la fisiología de la especificidad y la independencia funcional de las distintas cualidades físicas por lo que respecta a la coordinación neuromuscular. A pesar de los numerosos estudios, muchos puntos siguen sin estar claros y son contradictorios por lo que respecta a la naturaleza de las cualidades de la fuerza. El análisis de los estudios publicados ha servido para identificar algunas de las conclusiones sobre las que los especialistas suelen estar de acuerdo (Verkhoshansky, 1970, 1972). En este sentido, son muchos los artículos que afirman: que la fuerza muscular desarrollada con un medio no tiene aplicación universal; que no existe correlación alguna entre la fuerza muscular absoluta y la velocidad de movimiento; que los ejercicios para la fuerza reducen la velocidad de movimiento; que no existe relación alguna entre la fuerza estática y la dinámica; que no hay transferencia del entrena miento isométrico a la actividad dinámica, y que la fuerza dinámica se relaciona más con el rendimiento motor que la fuerza isométrica. Sin embargo, hay que reparar en que tales conclusiones sobre la interrelación entre las cualidades físicas suelen basarse en datos obtenidos con personas de baja calificación deportiva y en lo que no se tiene en cuenta el proceso que lleva a alcanzar la maestría deportiva. Por tanto, es necesario ser muy cautos con estas conclusiones y limitar su aplicación a aquellas categorías de deportistas en las que se obtuvieron y no generalizadas prematuramente. El concepto de la estructura de la forma física de los deportistas (en concreto, la fuerza) debe basarse en las investigaciones y en el rendimiento competitivo. En este sentido, es apropiado distinguir entre la composición y la estructura de la forma física del deportista. La composición no es sino la colección de todas las formas específicas de la capacidad de trabajo que determinan la maestría en un deporte concreto (por ejemplo: la fuerza, la velocidad fuerza, la velocidad resistencia), mientras que la estructura es aquella interrelación compleja que ayuda funcionalmente estas capacidades motrices independientes y que determina la capacidad deportiva del cuerpo.

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Interrelación entre las capacidades motrices Las investigaciones permiten reconocer las siguientes conexiones entre las cualidades físicas: generales y parciales, esenciales y no esenciales, positivas y negativas, directas e indirectas (Verkhoshansky, 2000).

Tipos de conexiones entre las cualidades físicas: Modelo Teórico (a) y Ejemplo Práctico (b).

Conexiones generales y parciales Las conexiones generales se caracterizan por la interacción entre dos cualidades físicas, incluida la influencia de todas las otras cualidades, mientras que las conexiones parciales implican sólo la interacción directa entre dos capacidades. El cálculo de las correlaciones generales y parciales se emplea para valorar cuantitativamente estos tipos de conexiones. En los estudios sobre las conexiones generales y parciales realizados con deportistas de especialización y niveles distintos se ha llegado a la conclusión de que: • Dependiendo de las capacidades comparadas, la contribución de las conexiones parciales puede ser menor (el caso más típico) o mayor que la contribución de las conexiones generales. • La contribución de la conexión parcial entre las mismas capacidades en deportes distintos es más estable que la contribución de las conexiones generales. Conexiones esenciales y no esenciales Estas conexiones se caracterizan en mayor o menor medida por la interacción de las capacidades motrices en el deporte. Las investigaciones demuestran que las conexiones esenciales (sin las cuales las acciones deportivas eficaces son imposibles) son más estables que las conexiones no esenciales (conexiones falsas que contribuyen o empeoran la eficacia del movimiento) y desarrollan un carácter no esencial que encubre la influencia de otras capacidades.

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Conexiones positivas y negativas Estas conexiones también se caracterizan por la relación entre las capacidades motrices en las que una capacidad mejora (conexión positiva) o empeora (conexión negativa) la situación de la otra. Las investigaciones han demostrado que: • Las conexiones positivas son las más características del complejo de cualidades físicas. • Las conexiones negativas se manifiestan inicialmente a nivel de las conexiones parciales. • Las conexiones positivas a nivel de las correlaciones generales pueden volverse negativas a nivel de las correlaciones parciales. • Hay que señalar que se ha identificado la existencia de una conexión negativa entre capacidades como las carreras cortas y de fondo, así como entre la fuerza absoluta, la velocidad de movimiento y la capacidad para producir fuerza explosiva contra una resistencia externa relativamente pequeña. Conexiones directas e indirectas Las conexiones directas se caracterizan por la relación establecida entre dos capacidades y pueden expresar cualquiera de los tipos de conexiones descritos con anterioridad. Las conexiones indirectas también son relaciones en las que hay una conexión directa y esencial entre dos cualidades. La última de estas correlaciones es la estructura más característica de la forma física. La interdependencia de las cualidades físicas cambia cualitativa y cuantitativamente con la mejora de la maestría deportiva. La dinámica más corriente de las correlaciones son los cambios en la proporción de los tipos de correlaciones entre las cualidades por separado. En algunos casos, éstas implican el paso de un tipo de correlación a otro. Por tanto, mientras se preserva la correlación parcial, la correlación general entre las cualidades individuales aumenta o disminuye, porque la correlación no esencial puede adquirir importancia vital y viceversa. Por ejemplo, los deportistas de triple salto pierden parte de su capacidad para ejecutar el salto horizontal de pie (o triple salto de pie) y, al contrario, aumentan la velocidad de sprint (en 30 m y 100 m). Las correlaciones positivas y negativas represen tan un caso especial. Los cambios en ellas son sobre todo unilaterales cuando mejora la maestría deportiva, por ejemplo, de positivas a negativas (sobre todo a nivel de las correlaciones parciales), aunque es en apariencia imposible un cambio completo de un tipo a otro debido a la influencia de la tercera cualidad (nivelación).

Estructura de las cualidades físicas Se han obtenido datos muy interesantes para el conocimiento de la estructura de la forma física mediante estudios que emplearon el análisis de los factores con pruebas complejas para valorar las cualidades físicas de los deportistas júnior y mayores de distinto nivel en distintos deportes (Verjoshansky, 2000). Se analizaron los datos experimentales del entrenamiento de un grupo de deportistas con distintos tiempos. Se Acondicionamiento Físico 2

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examinó la estructura de los factores de la forma física de los deportistas en una prueba específica, así como los cambios importantes en la estructura conectados con la mejora de la maestría deportiva. El número de factores aumenta al mejorar la maestría; se distinguen de la media de las características por las capacidades motrices que se valoran. Esto se expresa con el discernimiento de uno o dos factores. Por ejemplo, el cambio en la estructura de la forma física de los saltadores de triple salto cuya maestría ha mejorado, está relacionada con la subdivisión del primer factor en sus componentes diferenciados (un sprint de 30 m, un salto de longitud sin impulso y un triple salto sin impulso). Por tanto, cuando la composición de los factores de la forma física de un saltador júnior se identifica como forma física de saltos-sprints especial y fuerza, entonces hay que añadir un factor nuevo en el caso de los saltadores avanzados: la fuerza explosiva de salto (el factor específico). La división de una cualidad física primaria y relativamente general en dos cualidades específicas es propio del proceso que lleva a formar la estructura de la forma física de un deportista. Se ha llegado a la conclusión de que, junto con el cambio de la composición de los factores (y, por tanto, de las cualidades físicas que determinan el éxito deportivo), hay una clara sobre valoración de su importancia cuando aumenta la maestría. Uno de ellos muestra una importancia mayor, mientras otro se vuelve menos importante. Por ejemplo, hay una tendencia general en los deportes de velocidad fuerza a reducir la fuerza explosiva y a mejorar la capacidad para producir fuerza explosiva. La proporción de factores de las cualidades físicas individuales (como la fuerza absoluta, la fuerza inicial y la fuerza de aceleración) cambian al mismo tiempo con la mejora de la maestría por ejemplo en el grado de correlación de la maestría con el factor dado. Se han observado dos tendencias fundamentales: un incremento o una disminución de la correlación entre las características de la forma física individual y el nivel correspondiente de maestría deportiva. Esto corrobora el ya mencionado papel cada vez menor de las actividades para la fuerza absoluta en la mejora de la velocidadfuerza. Las investigaciones también han demostrado que los cambios más importantes en la composición de la estructura de la forma física se producen durante la fase inicial del entrenamiento. A nivel de la maestría deportiva, no se producen cambios significativos en la estructura de la forma física, con lo cual se subraya la estabilidad de los programas neuromotores avanzados y las contribuciones de los factores de la forma física individual.

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Conceptos generales de la estructura de la forma física Las investigaciones y la práctica deportiva hacen apropiado dividir las cualidades físicas en cualidades generales y especiales; sin embargo, hay que destacar que el rendimiento deportivo está determinado por un complejo de cualidades físicas que son cualitativamente específicas. Son en cierta medida independientes tanto en su manifestación como en su desarrollo, y sirven como determinantes de una serie completa de acciones motoras, todas basadas en procesos fisiológicos. Si se toma en cuenta el papel funcional de las cualidades físicas determinantes, es apropiado divididas en cualidades específicas, inespecíficas y niveladoras. Las cualidades niveladoras aseguran un desarrollo eficaz de la capacidad motriz clave, lo cual expresa los requisitos motores de la acción deportiva específica. Las cualidades niveladoras equilibran y moderan la interacción entre todas las otras cualidades. El papel de las cualidades específicas es asegurar la productividad de las cualidades físicas claves. Las cualidades inespecíficas no satisfacen los requisitos motores particulares y, por tanto, participan como factores asistentes. El papel de una cualidad inespecífica se manifiesta cuando la capacidad específica se desarrolla en condiciones difíciles. Por ejemplo, si la velocidad de movimiento (la capacidad específica) es el requisito primario, pero desarrollado a gran nivel es difícil debido a la resistencia externa, entonces la fuerza muscular (la capacidad inespecífica) actúa como un factor asistente. Por otra parte, si el nivel de fuerza explosiva disminuye por culpa del cansancio, por ejemplo, entonces el efecto motor requerido se mantiene mediante procesos de resistencia especial. Las cualidades inespecíficas a menudo afectan negativamente a las cualidades físicas clave. Por ejemplo, el excesivo desarrollo de la fuerza absoluta tiene un influjo negativo sobre la velocidad. Las cualidades niveladoras desempeñan un papel importante en el refinamiento de las cualidades físicas clave y en la determinación de la estructura de la forma física general. Suavizan las discrepancias entre las cualidades específicas y neutralizan la influencia de las cualidades inespecíficas cuando actúan negativamente contra las cualidades específicas. Considerando la diversidad de las funciones motrices, donde es posible la formación de una serie completa de cualidades físicas inespecíficas, hay que reconocer que el papel nivelador de ciertas funciones adquiridas por el cuerpo es vital para favorecer un gran nivel de rendimiento en condiciones variables. Finalmente, hay que señalar que las cualidades físicas determinantes desarrollan su propia combinación compleja de cualidades físicas elementales. Por tanto, en lo referente a la forma física, hay que establecer una jerarquía para las cualidades determinantes clave y las cualidades elementales.

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Modelo de preparación física de un deportista •

La cualidad física clave (CMC) es el resultado del desarrollo integrado de un complejo de determinantes, sobre todo la cualidad específica (CES) y la cualidad inespecífica (CIES) en cada caso específico.



Las cualidades física niveladoras (CMN) participan en el proceso de la integración motriz de la siguiente forma: o Para aliviar la correlación negativa entre las cualidades específicas e inespecíficas o Para mejorar la conexión entre las cualidades específicas e inespecíficas o Para expandir los límites funcionales y el potencial adaptativo de las cualidades clave.



Cada una de las capacidades determinantes se representa como un complejo de cualidades elementales (CEL).

Subyace al desarrollo de la forma física la unidad organizativa de la diferenciación e integración de las capacidades motrices. Como resultado surge una nueva cualidad que permite producir un rendimiento poderoso en gran variedad de condiciones. Esta nueva cualidad desarrolla un potencial funcional mayor que la suma de las propiedades de todas las cualidades individuales. El desarrollo de las cualidades físicas específicas es una de las condiciones para establecer la estructura de la forma física. Antes de hacer afirmaciones sobre el

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mecanismo de las cualidades físicas específicas es necesario tener en cuenta los siguientes puntos: 1. Las cualidades físicas elementales son funcionalmente independientes; no se transforman en cualidades clave (específicas) y preservan su propia individualidad al mejorar la forma física. 2. La cualidad física específica (por ejemplo, la fuerza explosiva) es, por lo general y en gran medida, una propiedad innata del aparato motor. 3. La cualidad física específica sólo se desarrolla con un régimen motor concreto. Se barajan dos hipótesis: o bien la capacidad motora específica no está relacionada en el plano funcional con las capacidades motrices elementales, o bien está determinada por una estructura neuro-motriz específica que integra parte de los mecanismos de las formas elementales separadas de las capacidades motrices en un conjunto funcional. Es difícil aceptar la primera hipótesis, las investigaciones y la experiencia práctica demuestran que la formación y desarrollo de las capacidades motrices específicas no se basa en la síntesis de las capacidades motrices desarrolladas individualmente o en la transformación gradual de algunas capacidades en otras; sino en que las capacidades motrices conservan sus características separadas y el entrenamiento racional establece un programa neuro-motor específico que integra las contribuciones de las otras capacidades motrices. Esta hipótesis se puede expresar mediante un esquema principal sobre la estructura de la fuerza explosiva Fe (Verjoshansky, 2000)

Modelo de la estructura motriz específica de la fuerza explosiva. CRe es la cualidad reactiva para producir con rapidez un movimiento sin carga; Fo es la fuerza absoluta y ENE es la estructura neuromuscular específica. Acondicionamiento Físico 2

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Este esquema hace hincapié en que el desarrollo de esta cualidad (Fe) se produce bajo el control de un programa motor específico (PME), que influye en los componentes de la fuerza explosiva (fuerza explosiva Fe, fuerza absoluta Fo, fuerza de aceleración Fa, y capacidad reactiva CRe para producir con rapidez un movimiento sin carga) y forma su propia estructura neuromuscular específica (ENE). La última es la condición fundamental para desarrollar la fuerza explosiva, siendo su estructura neuromuscular específica la que desarrolla una forma funcional particular. Es importante señalar que existe una distinción principal entre el mecanismo que forma la estructura de la forma física y el mecanismo de las cualidades físicas específicas y clave. En el primer caso, el ventajoso proceso de la integración constituye el fundamento; en el segundo, el proceso de perfeccionamiento adaptativo ya posee una estructura funcional. La estructura de la forma física y de la capacidad motriz clave es más flexible y se crea sobre la base de la gran diversidad del régimen motor. Las cualidades físicas específicas son más conservadoras y su estructura neuromuscular sólo se desarrolla dentro de un estrecho margen de medios. Es necesario controlar el desarrollo de la estructura de la forma física, problema que es de complejidad excepcional en la teoría del deporte. Esta complejidad se debe al hecho de que los procesos fisiológicos de la integración de las cualidades físicas no están todavía suficientemente claros. Por tanto, es muy importante determinar las características estadísticas de la estructura de la forma física para que sirvan de base con la que valorada de forma objetiva y controlar los factores que influyen en ella. Por tanto, el material estudiado en este capítulo pone en evidencia que la adaptación en el deporte muestra distintas contradicciones. Esto queda claro con tendencias tales como el carácter integrador y desintegrador de la reacción adaptativa; la generalidad de la especificidad de la adaptación, y la unidad de procesos divergentes y convergentes durante la adaptación. Las tendencias mencionadas se manifiestan en la especialización local del aparato motor y en el desarrollo intenso de las facultades motrices específicas contra el panorama de un aumento del rendimiento. La adaptación funcional comienza con todo el cuerpo, luego procede según dos vías independientes, la adaptación general y la adaptación específica. Al mismo tiempo, la adaptación se desarrolla de forma independiente debido al carácter diferenciador y disgregador de los procesos fisiológicos. La adaptación específica es el primer determinante del éxito en el deporte. En primer lugar, por lo que se refiere al efecto parcial del entrenamiento logrado a nivel de los componentes fundamentales del PAMD (Maestría Deportiva, facultades técnicas y especiales), sus características específicas tienden claramente a actuar más unidas para aumentar la capacidad de trabajo especial.

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Dinámica de la preparación especial (1) y la preparación técnica (2) del proceso de adquirir la maestría deportiva en el tiempo (PAMD) Las observaciones efectuadas sobre la adaptación del cuerpo y sus relaciones externas durante el entrenamiento a largo plazo demuestran que las mediciones de los procesos de adaptación tienden a establecer una correlación con los resultados deportivos. Esto ayuda a identificar las regularidades estructurales y dinámicas más corrientes del PAMD (Verkhoshansky, 1966, 1970). La dinámica de los cuatro componentes fundamentales de la maestría deportiva relacionada con los resultados deportivos (la cualidad de trabajo especial, la capacidad para emplear el potencial motor, la forma física general y específica)

Cambios frecuentes en el tiempo de los componentes fundamentales de la maestría deportiva. A es la cualidad de trabajo especial del deportista; B es la cualidad del deportista para emplear todo su potencial motor en el deporte; C es la forma física general, y D es la forma física especial

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De acuerdo a la figura anterior el aumento de la capacidad de trabajo especial determina sobre todo el éxito deportivo; mejora de forma regular y establece una correlación lineal con el rendimiento deportivo (A). El perfeccionamiento de la capacidad para emplear con eficacia el potencial motor describe una curva de crecimiento monótono, que converge asimétricamente con la línea que describe el aumento de la capacidad motriz clave (B). La mejora de la capacidad de trabajo general del cuerpo se manifiesta mediante una curva de crecimiento monótono (C), y la forma física especial describe una parábola de ascensión brusca que deriva en una meseta (D). La estrecha correlación existente entre los distintos componentes de la maestría deportiva diferencia y determina en gran medida la especificidad motriz de los movimientos deportivos. A pesar de las diferencias específicas entre algunos componentes, se observa cierta regularidad en la dinámica de ciertas conexiones relacionadas con la mejora del rendimiento. Los cambios principales en la dirección suelen expresarse gráficamente en forma de una matriz de vectores de correlación en la figura siguiente (Verjoshansky, 2000).

Este esquema, que se emplea para mostrar los cambios experimentados por la correlación entre los distintos componentes de la maestría deportiva de un deporte concreto, no pretende expresar de forma cuantitativa sus dependencias y es probable que simplifique la realidad. Sin embargo, es suficiente para ilustrar las características de la dinámica de los componentes fundamentales del PAMD. Puede servir de punto inicial para .la planificación a largo plazo del entrenamiento y como un indicador de los efectos del programa de entrenamiento, al menos hasta que haya un análisis matemático riguroso que provea resultados más precisos y fiables. Es importante hacer una serie de afirmaciones concluyentes sobre la técnica deportiva deducidos del reconocimiento de ciertas regularidades en la dinámica del PAMD. Acondicionamiento Físico 2

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El resultado del trabajo de un movimiento deportivo es simplemente el resultado de la forma específica de organización y control de la interacción del deportista con el medio ambiente. Esta cualidad es el resultado de muchos años de perfeccionamiento de las funciones motrices y de un empleo óptimo de los sistemas corporales. Cuando esto es así, entonces la técnica deportiva es el resultado de cierta forma de proceso desarrollable en el tiempo y, en consecuencia, como concepto científico específico, incluye las coordenadas temporales. Esto determina un principio importante: que la técnica deportiva no es una constante que se alcance una vez, sino el resultado de un progreso continuado desde un nivel inferior a otro superior de perfección. También sugiere que la técnica deportiva se entiende en la teoría y en la práctica como un medio para resolver problemas motores. En un sentido estricto, la técnica deportiva es un sistema de movimiento que no representa tanto un medio para resolver los problemas motores como el problema motor específico en sí, el cual debe resolver el deportista cada vez que ejecute un ejercicio deportivo. Por consiguiente, la técnica deportiva consiste en la búsqueda de un aprendizaje sobre los métodos motores relevantes que provean el mejor medio para emplear el potencial motor propio. Por tanto, la capacidad para alcanzar el potencial motor propio en las tareas motrices específicas mediante el mantenimiento de un sistema particular de movimiento constituye la esencia de la maestría deportiva. La mejora continua de esta capacidad es fundamental para el proceso del entrenamiento y el grado al que llega el potencial motor se considera el criterio para valorar su eficacia.

5.6 CONCLUSIONES En este capítulo se han revisado contenidos sobre los principios metodológicos y biológicos del entrenamiento de las cualidades físicas de velocidad, fuerza velocidad y además de los aspectos fundamentalmente básicos de la preparación de la fuerza para sectores de la población de alto rendimiento. Hoy en día este segmento de la población (alto rendimiento), requiere de especialistas con un nivel de preparación alto, por las características histórico – económicas y políticas por la que el país está pasando, la profesionalización que en algunas disciplinas deportivas se está suscitando hace que cada vez más personas de alto rendimiento busquen especialistas que resuelvan la problemática del sistema de preparación deportiva. Usted como especialista en acondicionamiento físico requiere manejar conocimiento más avanzados cada vez para utilizarlos como herramientas en su quehacer diario profesional, como los tópicos revisados en este capítulo que ofrecen una perspectiva contemporánea sobre los métodos de preparación de las cualidades físicas velocidad, fuerza velocidad.

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5.7 SUGERENCIAS DIDÁCTICAS Con la finalidad de reforzar el contenido de éste capítulo, se sugiere que el conductor realice las siguientes actividades: •

Formar equipos de cinco integrantes, plantear a cada equipo una situación en la cuál sea necesario mejorar la velocidad en un deportista. Los integrantes de cada equipo señalarán las técnicas necesarias para resolver el problema planteado.



Pedir a los entrenadores que mencionen diferencias entre las fuerza velocidad y la fuerza reactiva, ir elaborando un listado con cada una se las diferencias que vayan indicando y al final de la actividad, identificar en qué disciplinas deportivas se presentan con mayor frecuencia cada una de las fuerzas señaladas.

5.8

AUTOEVALUACIÓN

Instrucciones: Relacione ambas columnas y anote en el paréntesis la letra que corresponda la respuesta correcta. 1. Se requiere para que el organismo responda a estímulos complejos en acciones deportivas.

(

)

a) Tiempo de movimiento

2. También se le conoce como tiempo de latencia.

(

)

b) Acción muscular tónica

3. Acción muscular fuerte y larga en la cual no es determinante la velocidad de evolución de la fuerza.

(

)

c) Tiempo de reacción

4. Se halla en la mayoría de veces en gestos de carácter cíclico, en los cuales se necesitan diferentes magnitudes de fuerza

(

)

d) Acción muscular fásica

5. Transcurre desde el inicio de la respuesta motora hasta el final de un desplazamiento sinple.

(

)

e) Tiempo de reacción discriminativo

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Instrucciones: Seleccione la respuesta correcta y anótela en el paréntesis de la derecha. 6. ¿Cómo se llama la acción motriz que va en contra del tiempo de un movimiento aislado? a) Rapidez b) Velocidad c) Fuerza velocidad

(

)

7. Acción que permite conseguir máxima fuerza volitiva y funcionalidad del sistema neuromuscular: a) Rapidez b) Velocidad c) Fuerza

(

)

8. ¿Cómo se llama la velocidad que está condicionada por la tempreatura corporal, disminuyendo con el frío y aumentando con el calor? a) De contracción muscular. b) De movilidad. c) De movimientos complejos.

(

)

9. Permite superar grandes resistencias, con una evolución rápida de la fuerza: a) Acción muscular tónica. b) Acción muscular Fásico – tónica . c) Acción muscular explosivo tónica.

(

)

10. Acción mucular que caracteriza la puesta en acción de una fuerza máxima para una carga relativamente floja: a) Tónica. b) Fásico – tónica. c) Explosivo balística.

(

)

11. Acción musvular que caracteriza la puesta en marcha de una fuerza máxima como respuesta a una fuerte extensión muscular: a) Explosivo balística. b) Fásico – tónica. c) Explosivo reactivo balística.

(

)

12. Estas conexiones se caracterizan en mayor o menor medida por la interacción de las capacidades motrices en el deporte: a) Eesenciales y no esenciales. b) Positivas y negativas. c) Directas e indirectas.

(

)

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13.Conexiones de las cualidades físicas que se caracterizan por la relación entre las capacidades motrices, donde una capacidad mejora y otra empeora: a) Eesenciales y no esenciales. b) Directas e indirectas. c) Positivas y negativas.

(

)

14.Cualidad física que participa en el proceso de integración motriz: a) Niveladora b) Clave c) Determinante

(

)

15.Es la cualidad física que resulta del desarrollo integrado de la cualidad específica y la cualidad inespecífica: a) Determinante b) Clave c) Niveladora

(

)

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